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Nombre de la investigación:

Prótesis de Miembro Superior

ANTECEDENTES

El sentido del tacto funciona a modo de complemento al sentido de la vista, pues permite
a un usuario interactuar con el medio en que se encuentra. Sin embargo pueden existir
situaciones en que alguna porción de su anatomía sufre una afección, y si la misma en su
fisiología desarrolla un papel importante en la percepción, es natural que esta última
presente dificultades en recibir e interpretar la información del exterior. Una persona puede
perder un miembro apendicular por diversas causas, como un accidente, condiciones
patológicas o incluso algunas situaciones congénitas; en estos casos, es comprensible que
su percepción tenga un límite.

Las personas que se someten a una amputación de miembro, comúnmente pueden


presentar una serie de síntomas denominadas “Miembro fantasma”. Por su parte, (López-
Ávila, 2001) explica que el “Miembro fantasma” refiere una situación neurológica en que
una persona experimenta sensaciones mayormente dolorosas en el muñón como si aún
existiera su miembro. En la porción del muñón se desarrolla un cúmulo de células nerviosas
denominado “neuroma”, en él ocurren descargas ectópicas independientes del voltaje e
híper excitables.

La mano humana realiza principalmente dos funciones: la prensión y el tacto, las cuales
permiten al ser humano trasformar sus ideas en formas (movimiento, manipulación)
además de poder dar expresiones a las palabras, como es en el escultor o de los
sordomudos. (Mohammed, Alghadir, & Zafar, 2017) (Fiorella & Martin, 2013). Una de las
funciones más importantes de la mano es el sentido del tacto, ya que ésta desarrolla
totalmente las capacidades de la mano, sin ella sería imposible poder sentir/medir la fuerza
necesaria para poder manipular algún objeto. Relacionado con lo anterior, el dedo pulgar
representa el miembro más importante de la mano, sin éste la capacidad funcional de la
mano disminuye casi un 40%. Como se mencionó antes, sustituir por perdida alguno de los
miembros humanos por dispositivos es un acontecimiento que se sucede desde hace más
de dos mil años. Un ejemplo de esto fue durante el siglo XX, en que surgió la necesidad.
que los amputados regresasen a la vida laboral y esto fue logrado gracias a médicos,
científicos entre otros profesionales de la ciencia que fabricaron distintos accesorios que
podían utilizarse como sustituto de la mano. (Arribas, y otros, 2015). La que más destacó en
aquel siglo, fue la prótesis con mando mioeléctrico (orden a través de impulsos eléctricos
del músculo), que consistía en el cierre y apertura de una pinza. (Loaiza & Arzola, 2011)
(Romo & Realpe, 2007).

En las últimas décadas se registraron grandes avances en el ámbito de las prótesis de tanto
en miembros superiores como inferiores. (Martínez, Terlecky, & Brant, 2015). Esto permitió
que cada vez las prótesis se asemejen más a las extremidades que intentan reemplazar y
hoy se pueda hablar de prótesis robóticas o biónicas. Hay una gran variedad de prótesis
como lo son pies protésicos, rodillas protésicas, re-inervación muscular dirigida y a la que
va dirigida estos antecedentes, manos protésicas. (Garcia & Espinosa, 2014). (Rajtukova,
Michalikova, Bednarcikova, Balogová, & Zivcak, 2014).

En la elección de la prótesis apropiada desempeña un papel fundamental el nivel de


amputación o el tipo de displasia que se requiera tratar. (Olaya, Cortés, & Duarte, 2005).
Depende de los requerimientos de cada paciente, el que se decida el tipo de dispositivo que
mejor se adapte a las características de éste. Hay diferentes tipos de prótesis: Mecánica,
Eléctrica, Neumática e Hibrida. (Loaiza & Arzola, 2011). (Santacruz, Díaz, García, Aguilar, &
Lara, 2016).

Las prótesis mecánicas generalmente se construyen a base de mecanismos de barras


simples para tareas sencillas donde no es necesario utilizar mucha fuerza, pero también
este tipo de mecanismo mecánico se utiliza para tareas donde se requieren fuerzas
mayores, (Garzón Alvarado, Landínez Parra, Silva Castellanos, Muñoz Riaños, & Silva
Caicedo, 2011) (Peerdeman, y otros, 2014). El desarrollo de estas prótesis implica la
aplicación de diseño mecánico y eléctrico, selección de materiales y procesos de
manufactura adecuados para sustituir la función que el paciente haya perdido. (Sanchez,
Loaiza, & Cortez, 2008). (Ambedkar, 2017).

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