Autenticidad cultural y masculinidad:

La propuesta neo indianista del mestizaje fue un proyecto público destinado a forjar a la
camaradería sin ataduras que eso fue lo que el cusqueñismo necesitaba para definirse como
un sentimiento político de alcance nacional. Antes de preservar la raza cultura india pura,
buscó “la unión de las dos nacionalidades para hacer una nación para todos los peruanos,
borrar las diferencias profundas de tal modo que todos los peruanos podamos caminar juntos
con un sentimiento nacional”.

Los neo indianistas manifestaban su desco de erradicar su complejo de inferioridad que su

condición de serranos producía en los cusqueños. El neo indianismo, como el cusqueñismo en
general, se basó en lo que Herzfeld denomina intimidad cultural a la conciencia cultural de la
existencia de brechas sociales, las que a su vez son también culturalmente construidas.

El giro neo indianista desde la pureza racial hacia el mestizaje no eliminó el efecto de los
factores ambientales, al parecer llegó a ampliar con una interpretación estructurada del
genero acerca de la geografía andina y el arte vernacular que esta inspiraba. Los neo
indianistas consideraban que los indigenistas habían menospreciado al Cusco en vez de
dedicarse a la cultura autentica. Los indianistas decían impulsar la sinceridad cultural, ellos
iban a representar lo perteneciente a los cusqueños porque a diferencia de esos caballeros, los
mestizos podían ser auténticos sintiendo el arte serrano que si bien rustico y poco sofisticado
era, sin embargo masculino como el paisaje circundante. Llegando a los años 40 la palabra
“cholo” adquirió una connotación de orgullo, el neo indio era “más bajo que alto, más oscuro
que blanco, más cholo que indio, más indio que mestizo, más mestizo que blanco” lo que
verdaderamente el cholo encarnaba era un rechazo a lo blanco.

El neo indio ideal era una entidad viril que alberga un componente de clase en su sensualidad
plebeya y esta clase no pertenecía a la gente común. Desde la perspectiva neo indianista, lo
plebeyo definía la pertenencia nacional y no estaba determinada por la raza o por el origen de
clase.

La creencia compartida y populista sobre el folcklore y la definición de la masculinidad como

plebeya, a medida que los neo indianistas distinguieron su homosocialidad propia de la de los
indigenistas, al contradecir lo que fue señalado como segregación intelectual afeminada, su
arte expresó la sensualidad viril del alma plebeya. Para promover el auténtico arte peruano,
los autoproclamados intelectuales cholos emplearon la radio. Durante la era indigenista, los
títulos universitarios fueron indicadores de status social y las jerarquías neo indianistas
acataron normas similares. La otra cara de la imagen del “burdo artista indio” fue a auto
representación de la neo indianista en tanto domesticadores artísticos del campo.

Al igual que sus pares mexicanos de la misma época, estos intelectuales concebían la música y
el arte como un medio para penetrar el espíritu indio con el fin transformarlo.