Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
I. ANTECEDENTES:
VISTOS: el presente proceso civil, resulta de lo actuado:
PARTES Y MATERIA
Por escrito de folios 24 a folios 32, María Carmen Jesús Bardales de
Gallardo, interpone demanda contra Ninmar Fredy Solís Gallardo sobre
nulidad de acto jurídico y del documento que lo contiene, y
accesoriamente la cancelación de inscripción registral, más
indemnización por daños y perjuicios desde la fecha de la ilegal e ilícita
suscripción del acto jurídico de copra venta y realización del documento
que lo contiene hasta la fecha que se ordene la nulidad.
PETITORIO
Para que se declare la nulidad del acto jurídico de compraventa y del
documento que lo contiene, de fecha 08 de enero del 2010, realizado por
ante la notaría pública que despacha el Dr. Jaime Cacho Pajares
encargado del Oficio Notarial de igual clase de la doctora Edy Alejandrina
Lozano Gutiérrez, en el distrito de los Baños del Inca de la provincia y
departamento de Cajamarca.
FUNDAMENTOS DE LA DEMANDA
Sostiene la demandante María Carmen Jesús Bardales de Gallardo:
1. Que es propietaria del inmueble ubicado en la avenida los Héroes Nº
656 antes avenida Toribio Casanova de esta ciudad de Cajamarca y
que el demandado Ninmar Fredy Solís Gallardo es su nieto, razón
por la cual la visitaba en su casa.
2. Que aproximadamente en el mes de abril del año 2010, su inquilino
le manifiesta que su nieto el ahora demandado, le había dicho que
desocupe el inmueble, que él era el nuevo propietario, porque la
demandante le había vendido dicho inmueble.
3. Ante ello indica la demandante, que aproximadamente dos semanas
antes de semana santa del año 2010, su referido nieto demandado,
lo condujo al distrito de Baños del Inca - provincia y departamento
de Cajamarca, conjuntamente con su hija María Teresa Bardales
Gallardo y el esposo de ésta Julio Solís, padres del demandado y que
en una Oficina el demandado le hizo colocar su huella digital,
agarrando su dedo en papeles que supuestamente eran para hacer
negocios, no dándole lectura del contenido de los mismos.
4. Que cuando los hijos de la demandante fueron a la citada oficina se
dieron con la sorpresa, que era sobre una compra venta que había
realizado de su propiedad, la cual no vendió en ningún momento,
menos recibió contraprestación dineraria alguna, procediendo
conjuntamente con sus hijos a remitir cartas notariales al
demandado Ninmar Fredy Solís Gallardo para que se anule el
mencionado contrato.
5. Agrega que no ha realizado ningún contrato, que el personal de la
notaría no le preguntó ni explicó el contenido del mencionado
documento donde puso su huella digital; indica asimismo que en el
documento se menciona que le da posesión del predio al
demandado, lo cual es falso, ya que ella reside en dicho inmueble, e
incluso tiene un inquilino y que no obstante saber firmar, solo le
hicieron colocar su huella digital, que por ello el acto jurídico de
compra venta es nulo de pleno derecho, porqué no realizó ninguna
venta, ni recibió dinero alguno, que no ha manifestado su voluntad
de vender, y por eso el objeto es jurídicamente imposible, y que su
fin es ilícito.
ACTIVIDAD JURISDICIONAL
6. Por resolución 01 de fojas 34 a 35, se admite la demanda en la vía
del proceso de conocimiento, confiriéndose traslado al demandado para
que la conteste dentro del plazo de ley.
7. Mediante escrito de fojas 79 a 85, el señor Juan Solís Aguilar como
apoderado del demandado Ninmar Fredy Solís Gallardo se apersona al
proceso y contesta la demanda solicitando se declare infundada o
improcedente, con expreso pago de costas y costos; argumenta: Que la
demandante ya no es propietaria del inmueble ubicado en la avenida Los
Héroes Nº 656, la misma que consta de los linderos señalados e inscrita
en la partida electrónica N°11073960, del Registro de Predios de los
Registros Públicos de Cajamarca; que a mediados del mes de enero del año
2010 la demandante le expreso que quería vender el mencionado inmueble,
por lo que fueron al notario, quien pidió como requisito un certificado
médico por la avanzada edad de la demandante, el cual fue expedido por el
Hospital Regional de Cajamarca, así como la presencia de un testigo, ya
que el DNI de la demandante no registra su firma, que buscó como testigo
al abogado Paul Eduardo Ángeles Guevara, quien había sido abogado de la
demandante en procesos judiciales anteriores y con quien tenía bastante
confianza, que al momento de firmar la escritura pública de compra venta
el testigo a ruego y la empleada de la notaría “Lozano”, preguntaron a la
demandante que estaba realizando una compraventa, quien se ratificó,
porque tenía pleno conocimiento de la venta que efectuada, pero reconoce
que no entregó suma de dinero alguna en ese momento, ya que le había
indicado a la demandada que solo contaba con cuarenta mil nuevos soles y
el resto le pagaría en partes, que días después de la celebración de dicha
compra venta, tanto él, como la demandada se apersonaron a la Oficina del
abogado Paul Eduardo Ángeles Guevara, quien había actuado como testigo
a ruego, para la entrega de la suma de cuarenta mil nuevos soles, no
aceptando el mencionado abogado que el dinero sea dejado en su oficina,
por lo que volvieron al inmueble ubicado en la avenida Los Héroes 656,
haciéndole entrega de manera personal de dicho monto dinero a la
demandante, y que posterior a ello ha ido entregando a la demandante
sumas de dinero de dos mil nuevos soles, que en el mes de agosto del año
2010, le entrego el monto de veintiocho mil nuevos soles, con lo que pagó
el total de ochenta mil nuevos soles, que el problema se dio cuando al
finalizar el mes de agosto del 2010 la demandante le indica al demandado
que desocupe la casa porque se había perdido su dinero y que se había
acostumbrado a vivir sola.
8. Por resolución 04 de fojas 87 a 88 se tiene por apersonado a proceso al
señor Julio Solís Aguilar como apoderado judicial del demandado y por
contestada la demanda, por ofrecidos los medios probatorios; se declaró
saneado el proceso, se requirió a las partes propongan sus puntos
controvertidos, y mediante resolución 06 se fijaron los puntos
controvertidos, señalándose fecha para la realización de la audiencia de
pruebas, la misma que obra de fojas 136 a 145, en la cual se actuaron los
medios probatorios de la demandante consistentes en las documentales,
así como las declaraciones testimoniales de Paul Eduardo Ángeles
Guevara, de Rosa María Chávez Correa, y las documentales introducidas
de oficio, la declaración testimonial del Apoderado Judicial Julio Solís
Aguilar, de Paul Eduardo Ángeles Guevara, de Wilson Lezama Chávez, y de
Benjamín Leiva Paredes. Por resolución 11 se ordeno la comparecencia
personal del demandado Ninmar Fredy Solís Gallardo a fin de que preste
su declaración de parte, no actuándose debido a su inasistencia, dándose
por concluida la audiencia de pruebas y se requirió a las partes para que
presenten sus alegatos los cuales obran de fojas 145 a 154 y de fojas 165 a
167; y siendo el estado del presente proceso se da cuenta para sentenciar,
la misma que se emite como corresponde.
II. CONSIDERACIONES:
1
Artículo 3.- Las obligaciones que se cumplan mediante el pago de sumas de dinero cuyo importe sea superior al
monto a que se refiere el artículo 4 se deberán pagar utilizando los Medios de Pago a que se refiere el artículo 5, aun
cuando se cancelen mediante pagos parciales menores a dichos montos.
Artículo 4: "El monto a partir del cual se deberá utilizar Medios de Pago es de tres mil quinientos nuevos soles (S/.
3,500) o mil dólares americanos (US$ 1,000)."
NOVENO.- Por otro lado la testimonial del testigo a ruego que firmó la
escritura, Paul Eduardo Angeles Guevara de folios 137, quien había sido
anteriormente abogado de la demandante conforme ambas partes afirman;
resulta contradictoria, en tanto sostiene que no presenció ninguna entrega
de suma de dinero del comprador a la demandante, menos el monto; sin
embargo agrega que llegaron a su Oficina la demandante, el demandado y
sus padres proponiéndole que redactara un documento que la demandante
recibía diez mil dólares americanos y que dicho dinero se conserve en su
Oficina, lo cual por lógica no resulta coherente, puesto que si la
demandante estuvo presente, era quien tenía que recibir el dinero o
depositarlo en una cuenta Bancaria, mas no guardarlo en un estudio
jurídico, mas aun que no guarda relación con la afirmación del
demandado, quien refiere que fue cuarenta mil nuevos soles y el referido
testigo, diez mil dólares americanos. Es más al contestar la tercera
pregunta a folios 142 refiere “que en el mes de agosto del año pasado la
demandante lo visitó a su estudio, pero no le manifestó su intención de
dejar sin efecto el contrato de compra –venta, sino para comentarle que se
había perdido su dinero, no precisando el monto y que quería que su nieto
salga de su casa y que al tercer día regresó para decirle que ha encontrado
su dinero en su casa, en otro lugar, pero quería que su nieto salga de su
casa. Además que esta persona no obstante tener conocimiento que la
demanda sabía firmar por haber sido su abogado, permitió que solo se le
colocara su huella digital en la escritura de compra-venta cuestionada. Lo
que desvirtúa el dicho del testigo, evidenciándose por deducción lógica que
la anciana demandante, era consciente que no había vendido su casa y no
ha recibido dinero alguno.
DECIMO.- De igual forma la testigo Rosa María Chávez Correa, quien
autoriza la escritura como abogada, refiere no haberlo elaborado, solo
autorizarlo, agregando que no le consta que el demandante haya entregado
a la demandante suma alguna de dinero al momento de firmar la escritura,
y contradictoriamente afirma que no tuvo contacto con las partes, sin
embargo refiere que antes de suscribir la minuta, se les dio lectura a las
partes de su contenido (fls. 39 –respuesta a la quinta pregunta).
DECIMO PRIMERO.- Con respecto a la testimonial del apoderado del
demando Julio Solís Aguilar, quien refiere que el préstamo que hizo lo
entregó en su totalidad a su hijo para la adquisición del inmueble, cuya
nulidad se solicita, se debe tomar con cierta reserva, en virtud que éste
resulta ser padre del demandado; por cuanto como hemos precisado líneas
arriba hizo un préstamo a Caja Trujillo para una micro-empresa, más no
para la compra del inmueble de litis.
DECIMO SEGUNDO.- Con respecto a las testimoniales de Wilson Lezama
Chávez y Segundo Benjamín Leyva Paredes, quienes afirman que el
demandado tenía un negocio de comida en la casa de la demandante, sus
declaraciones respecto a que encontraron al demandado contando dinero,
que luego entregó a la demandante y que comentó al primero que era por
la compra de la casa, y el segundo que escuchó que en un cuarto el
demandado estaba contando el dinero que le entregó a la demandante en
voz alta; no resulta creíble toda vez que se trata de testigos de parte y
obviamente por seguridad no es posible que se entregue dinero por la
compra de un inmueble en tales circunstancias y sin ningún tipo de
constancia o recibo y en contravención a la Ley citada.
DECIMO TERCERO.- Es más el demandado no obstante haberse ordenado
su comparecencia personal para que preste su declaración conforme al
pliego de preguntas de folios diecisiete, bajo apercibimiento de apreciarse
su conducta, no concurrió, lo que corrobora en favor de los hechos
expuestos en la demanda. Hechos que evidencian con suma claridad que
no existió en la realidad un contrato de compra-venta sobre el bien materia
de litis, sino el aprovechamiento y abuso de confianza de una anciana de
85 años de edad, quien era su abuela, por parte del demandado, para
despojarlo de su casa y convertirse en propietario, máxime si el
demandado al haber estado en el extranjero y realizado préstamos
bancarios, tenía pleno conocimiento para crearle una cuenta bancaria y
depositar el dinero, si se trataba de una venta real; lo que nos permite
concluir sobre la ilicitud del acto jurídico cuestionado que no puede recibir
el amparo del derecho, esto es, que el objeto no es real y posible, es ilícito,
es decir contrario a las normas legales imperativas.
DECIMO CUARTO: En lo que atañe a la causal referida: “cuando la Ley lo
declara nulo prevista en el inciso 7 del artículo 219 del Código Civil”, no
requiere mayor comentario, por cuanto está referido a sancionar ciertos
negocios que deben ser considerado nulos, revistos por el Legislador; en el
caso que no ocupa la venta, si bien es cierto la ley no ha previsto forma
solemne bajo sanción de nulidad para el perfeccionamiento del contrato de
compraventa, sin embargo conforme a lo expuesto en los considerandos
precedentes estamos ante un acto jurídico inexistente, es decir afectado de
ineficacia estructural. Donde lo que realmente quería el demandado era
engañar a la demandante, con la finalidad de despojarlo de un bien de su
propiedad, que no tenía intención de enajenarlo.
DECIMO QUINTO: Analizando la última causal invocada, esto es, la
contravención a las leyes que interesan al orden público prevista en el
inciso 8 del Código Civil, tenemos que, por orden público se entiende al
conjunto de principios, normas imperativas, instituciones y directrices de
naturaleza superior que regulan la organización política, social, jurídica y
económica, sobre las cuales se basa la organización y estructura de la
sociedad, diferenciándose de la contravención a las buenas costumbres,
que son entendidas como el conjunto de normas éticas y valores morales
que regulan la conducta de los seres humanos en el actuar diario dentro
de sociedad como normas de convivencia social; así, el artículo V del Título
Preliminar del Código Civil prescribe es nulo el acto jurídico contrario a las
leyes que interesan al orden público o a las buenas costumbres; precepto
legal que contiene una causal de nulidad de los actos jurídicos, precisando
que estos serán nulos, entre otros supuestos si son contrarios a las leyes
que interesan al orden público, debiendo entenderse por “orden público” al
conjunto de normas jurídicas que el Estado considera de cumplimiento
ineludible, y de cuyos márgenes no puede escapar la conducta de los
particulares; en ese sentido, según el artículo 1362° del Código Civil, que
establece que los contratos deben negociarse, celebrarse y ejecutarse,
según las reglas de la buena fe y común intención de las partes, de donde
se evidencia en el caso que nos ocupa, el acto jurídico de compraventa se
ha celebrado quebrantando principios elementales de convivencia social
previstos en nuestro ordenamiento jurídico en general y las buenas
costumbres.
DÉCIMA SEXTO: En relación a lo sentado en los considerandos
precedentes, se concluye que el acto jurídico de compraventa plasmado en
la escritura pública de fecha 19 de febrero de 2009, es nulo por las
causales indicadas conforme a las consideraciones precedentes; por lo
tanto, la pretensión accesoria de cancelación del asiento registral en el
Registro de la Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de Cajamarca, en
la partida electrónica respectiva (folios 59), donde corre inscrita la
compraventa también será amparada, declarándose nula, en virtud de los
regulado por el artículo 87° del Código Procesal Civil, pues al declararse
fundada la pretensión principal de nulidad de acto jurídico de
compraventa, también debe ampararse la accesoria de cancelación de
asiento registral.
DÉCIMA SETIPMO: Respecto, a la pretensión de indemnización por daños
y perjuicios contenida en el escrito de demanda y fijada como punto
controvertido, debe advertirse en primer lugar que ésta ha sido propuesta
como pretensión accesoria, en tal sentido, al desestimarse la pretensión
principal la accesoria seguirá la misma suerte, por lo demás, si bien la
responsabilidad civil es una sola, la cual genera la obligación de
indemnizar por los daños y perjuicios que se pudiera ocasionar por dolo o
culpa, sin embargo, los daños no tienen una misma naturaleza ya que
pueden ser patrimoniales o extrapatrimoniales, según la esfera de
protección en los que recaigan, en tal sentido, cuando se pretende una
indemnización por daños y perjuicios se debe identificar y sobre todo
cuantificar los daños, a efectos de que el juzgador pueda en base al aporte
probatorio constatarlos y fijarlos prudencialmente de ser el caso, lo que no
ha ocurrido en el caso de autos, lo que abona para desestimar dicha
pretensión.
DECIMO PRIMERO: Por último, en cuanto la condena al pago de costos y
costas del proceso, en aplicación de lo prescrito por el artículo 412° del
Código Procesal Civil, debe condenarse al demandado al reembolso de
costos y costas del proceso, por cuanto la demandante ha requerido de
asesoría jurídica para la sustanciación del proceso, así como han pagado
las tasas judiciales respectivas que se han presentado en el presente
proceso.
III. DECISION