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TERCER JUZGADO ESPECIALIZADO CIVIL – SEDE COMERCIO.

PROCESO CIVIL N° : 01339-2010-0-0601-JR-CI-03.


DEMANDANTE : MARÍA CARMEN JESÚS BARDALES DE
GALLARDO.
DEMANDADO : NINMAR FREDY SOLÍS GALLARDO.
PRETENSIÓN : NULIDAD DE ACTO JURÍDICO.
VÍA PROCEDIMENTAL : CONOCIMIENTO.
JUEZ : SEVERINO VARGAS CALDERÓN.
SECRETARIO : EDGARD O. CRUZADO AMBROSIO.

SENTENCIA NÚMERO 45-2013-C.

RESOLUCIÓN NÚMERO DIECISÉIS.


Cajamarca, veintisiete de marzo
Del año dos mil trece.

I. ANTECEDENTES:
VISTOS: el presente proceso civil, resulta de lo actuado:
PARTES Y MATERIA
Por escrito de folios 24 a folios 32, María Carmen Jesús Bardales de
Gallardo, interpone demanda contra Ninmar Fredy Solís Gallardo sobre
nulidad de acto jurídico y del documento que lo contiene, y
accesoriamente la cancelación de inscripción registral, más
indemnización por daños y perjuicios desde la fecha de la ilegal e ilícita
suscripción del acto jurídico de copra venta y realización del documento
que lo contiene hasta la fecha que se ordene la nulidad.
PETITORIO
Para que se declare la nulidad del acto jurídico de compraventa y del
documento que lo contiene, de fecha 08 de enero del 2010, realizado por
ante la notaría pública que despacha el Dr. Jaime Cacho Pajares
encargado del Oficio Notarial de igual clase de la doctora Edy Alejandrina
Lozano Gutiérrez, en el distrito de los Baños del Inca de la provincia y
departamento de Cajamarca.
FUNDAMENTOS DE LA DEMANDA
Sostiene la demandante María Carmen Jesús Bardales de Gallardo:
1. Que es propietaria del inmueble ubicado en la avenida los Héroes Nº
656 antes avenida Toribio Casanova de esta ciudad de Cajamarca y
que el demandado Ninmar Fredy Solís Gallardo es su nieto, razón
por la cual la visitaba en su casa.
2. Que aproximadamente en el mes de abril del año 2010, su inquilino
le manifiesta que su nieto el ahora demandado, le había dicho que
desocupe el inmueble, que él era el nuevo propietario, porque la
demandante le había vendido dicho inmueble.
3. Ante ello indica la demandante, que aproximadamente dos semanas
antes de semana santa del año 2010, su referido nieto demandado,
lo condujo al distrito de Baños del Inca - provincia y departamento
de Cajamarca, conjuntamente con su hija María Teresa Bardales
Gallardo y el esposo de ésta Julio Solís, padres del demandado y que
en una Oficina el demandado le hizo colocar su huella digital,
agarrando su dedo en papeles que supuestamente eran para hacer
negocios, no dándole lectura del contenido de los mismos.
4. Que cuando los hijos de la demandante fueron a la citada oficina se
dieron con la sorpresa, que era sobre una compra venta que había
realizado de su propiedad, la cual no vendió en ningún momento,
menos recibió contraprestación dineraria alguna, procediendo
conjuntamente con sus hijos a remitir cartas notariales al
demandado Ninmar Fredy Solís Gallardo para que se anule el
mencionado contrato.
5. Agrega que no ha realizado ningún contrato, que el personal de la
notaría no le preguntó ni explicó el contenido del mencionado
documento donde puso su huella digital; indica asimismo que en el
documento se menciona que le da posesión del predio al
demandado, lo cual es falso, ya que ella reside en dicho inmueble, e
incluso tiene un inquilino y que no obstante saber firmar, solo le
hicieron colocar su huella digital, que por ello el acto jurídico de
compra venta es nulo de pleno derecho, porqué no realizó ninguna
venta, ni recibió dinero alguno, que no ha manifestado su voluntad
de vender, y por eso el objeto es jurídicamente imposible, y que su
fin es ilícito.
ACTIVIDAD JURISDICIONAL
6. Por resolución 01 de fojas 34 a 35, se admite la demanda en la vía
del proceso de conocimiento, confiriéndose traslado al demandado para
que la conteste dentro del plazo de ley.
7. Mediante escrito de fojas 79 a 85, el señor Juan Solís Aguilar como
apoderado del demandado Ninmar Fredy Solís Gallardo se apersona al
proceso y contesta la demanda solicitando se declare infundada o
improcedente, con expreso pago de costas y costos; argumenta: Que la
demandante ya no es propietaria del inmueble ubicado en la avenida Los
Héroes Nº 656, la misma que consta de los linderos señalados e inscrita
en la partida electrónica N°11073960, del Registro de Predios de los
Registros Públicos de Cajamarca; que a mediados del mes de enero del año
2010 la demandante le expreso que quería vender el mencionado inmueble,
por lo que fueron al notario, quien pidió como requisito un certificado
médico por la avanzada edad de la demandante, el cual fue expedido por el
Hospital Regional de Cajamarca, así como la presencia de un testigo, ya
que el DNI de la demandante no registra su firma, que buscó como testigo
al abogado Paul Eduardo Ángeles Guevara, quien había sido abogado de la
demandante en procesos judiciales anteriores y con quien tenía bastante
confianza, que al momento de firmar la escritura pública de compra venta
el testigo a ruego y la empleada de la notaría “Lozano”, preguntaron a la
demandante que estaba realizando una compraventa, quien se ratificó,
porque tenía pleno conocimiento de la venta que efectuada, pero reconoce
que no entregó suma de dinero alguna en ese momento, ya que le había
indicado a la demandada que solo contaba con cuarenta mil nuevos soles y
el resto le pagaría en partes, que días después de la celebración de dicha
compra venta, tanto él, como la demandada se apersonaron a la Oficina del
abogado Paul Eduardo Ángeles Guevara, quien había actuado como testigo
a ruego, para la entrega de la suma de cuarenta mil nuevos soles, no
aceptando el mencionado abogado que el dinero sea dejado en su oficina,
por lo que volvieron al inmueble ubicado en la avenida Los Héroes 656,
haciéndole entrega de manera personal de dicho monto dinero a la
demandante, y que posterior a ello ha ido entregando a la demandante
sumas de dinero de dos mil nuevos soles, que en el mes de agosto del año
2010, le entrego el monto de veintiocho mil nuevos soles, con lo que pagó
el total de ochenta mil nuevos soles, que el problema se dio cuando al
finalizar el mes de agosto del 2010 la demandante le indica al demandado
que desocupe la casa porque se había perdido su dinero y que se había
acostumbrado a vivir sola.
8. Por resolución 04 de fojas 87 a 88 se tiene por apersonado a proceso al
señor Julio Solís Aguilar como apoderado judicial del demandado y por
contestada la demanda, por ofrecidos los medios probatorios; se declaró
saneado el proceso, se requirió a las partes propongan sus puntos
controvertidos, y mediante resolución 06 se fijaron los puntos
controvertidos, señalándose fecha para la realización de la audiencia de
pruebas, la misma que obra de fojas 136 a 145, en la cual se actuaron los
medios probatorios de la demandante consistentes en las documentales,
así como las declaraciones testimoniales de Paul Eduardo Ángeles
Guevara, de Rosa María Chávez Correa, y las documentales introducidas
de oficio, la declaración testimonial del Apoderado Judicial Julio Solís
Aguilar, de Paul Eduardo Ángeles Guevara, de Wilson Lezama Chávez, y de
Benjamín Leiva Paredes. Por resolución 11 se ordeno la comparecencia
personal del demandado Ninmar Fredy Solís Gallardo a fin de que preste
su declaración de parte, no actuándose debido a su inasistencia, dándose
por concluida la audiencia de pruebas y se requirió a las partes para que
presenten sus alegatos los cuales obran de fojas 145 a 154 y de fojas 165 a
167; y siendo el estado del presente proceso se da cuenta para sentenciar,
la misma que se emite como corresponde.

II. CONSIDERACIONES:

PRIMERO: Que, mediante resolución número diecinueve, de fecha treinta


y uno de mayo del dos mil doce, se ha fijado como puntos controvertidos
los siguientes: a) Determinar si procede o no declarar judicialmente la
nulidad el acto jurídico de compra venta de fecha ocho de febrero de año
dos mil once celebrado entre la demandante como vendedora y el
demandado Ninmar Fredy Solís Gallardo como comprador; y del
documento que lo contiene, por las casuales de objeto jurídicamente
imposible, fin ilícito, cuando la Ley lo declara nulo y por nulidad virtual; b)
Determinar si procede o no la cancelación de Inscripción Registral, para el
caso que el demandado hubiera solicitado la inscripción registral de la
precitada compra-venta; y c) Determinar si procede o no la indemnización
de daños y perjuicios que serán valorizados en ejecución de sentencia,
desde la fecha de la suscripción del acto jurídico de compra-venta y
realización del documento que lo contiene, hasta que se ordene la nulidad
y de ser el caso la cancelación de la inscripción registral del precitado acto
jurídico. En torno a ello girará la valoración de los medios de prueba
aportados por las partes y en aplicación de los artículos, 188, 196 y 197
del Código Procesal Civil, así como el análisis técnico jurídico deberá
orientarse en este sentido, dado a que los puntos controvertidos
constituyen como un límite a la decisión y motivación de la sentencia,
puesto que emitir pronunciamiento respecto a puntos no fijados aunque
sean controvertidos afectaría el debido proceso por la falta de debate.
SEGUNDO: Antes de entrar en el análisis probatorio, es necesario hacer
algunas precisiones respecto de la institución jurídica de la ineficacia de
los actos jurídicos. Así, la ineficacia del acto jurídico es una categoría
jurídica que tiene por finalidad salvaguardar el principio de legalidad; por
tanto, ésta es todo supuesto en el cual el acto jurídico no llega o no puede
producir ninguno de los efectos jurídicos deseados o que habiendo
producido todos sus efectos jurídicos inicialmente, desaparecen por una
causa o evento posterior; en ese sentido se distingue la ineficacia
estructural de la ineficacia funcional, la primera de ellas se presenta desde
el momento mismo de la formación del acto jurídico, porque tiene un
defecto en su estructura afectándole de esta manera de invalidez (nulidad y
anulabilidad), en tanto que la segunda supone un defecto totalmente ajeno
a su estructura, que se presenta luego de la formación del acto jurídico, es
decir es sobreviviente al acto (recisión y resolución), siendo que la
ineficacia estructural también llamada invalidez del acto, tiene como una
de sus categorías la nulidad, en ese sentido, un acto jurídico será nulo
cuando carezca de algún aspecto estructural, sea en sus presupuestos,
requisitos o aquel cuyo contenido es ilícito, por atentar contra los
principios del orden público, las buenas costumbres o normas imperativas;
en tal sentido el artículo 219° del Código Civil, precisa cuándo un acto
jurídico adolece de nulidad, correspondiendo a este órgano jurisdiccional
verificar si el acto jurídico cuya nulidad se pretende se encuentra inmerso
en dichas causales y específicamente las establecidas en la fijación de los
puntos controvertidos.
TERCERO: Ahora la controversia planteada en el presente caso, gira en
torno a determinar, sí procede o no declarar judicialmente la nulidad del
acto jurídico de compra venta de fecha ocho de febrero de año dos mil once
celebrado entre la demandante María Carmen Jesús Bardales de Gallardo
como vendedora y el demandado Ninmar Fredy Solís Gallardo como
comprador; y del documento que lo contiene, por las causales de objeto
jurídicamente imposible, fin ilícito, cuando la Ley lo declara nulo y por
nulidad virtual, previstas el artículo 219 incisos 3, 4, 7 y 8 del Código Civil.
Siendo así, corresponde analizar cada una de las causales invocadas y si
éstas en realidad han afectado la estructura del acto jurídico de compra
venta realizado entre demandante y demandado, viciándolo de invalidez.
CUARTO.- Así en cuanto a la causal invocada y contenida en el inciso 3)
del artículo 219° del Código Civil que prescribe: “El acto jurídico es nulo
cuando su objeto es física y jurídicamente imposible o cuando sea
indeterminable”; para verificar esta causal es necesario establecer que
conforme lo ha precisado Fernando Vidal Ramírez en su obra “El Acto
Jurídico”, Gaceta Jurídica, página 120, el objeto del acto jurídico son los
derechos y deberes u obligaciones que se integran a la relación jurídica que
el acto crea, regula, modifica o extingue. La imposibilidad física del objeto
supone la imposibilidad de la existencia de la relación jurídica a la que se
quiere integrar los derechos y deberes nacidos del mismo acto jurídico,
como cuando se pretende transferir el derecho a una persona ya fallecida o
constituir un derecho real sobre una cosa inexistente. La imposibilidad
jurídica del objeto supone que los derechos y deberes integrados a la
relación jurídica estén fuera del marco legal o en contradicción al
ordenamiento jurídico, como cuando las partes, recíprocamente, pretenden
adquirir derechos y contraer obligaciones respecto de bienes que no son
susceptibles de tráfico comercial es decir susceptibles de negociarse como
los bienes de uso público. La indeterminabilidad del objeto supone su
imposibilidad de identificación.
QUINTO: Para el caso de autos, conforme se aprecia de la Escritura
Pública cuya nulidad se pretende, el objeto del contrato de compra venta
fue sobre el inmueble urbano ubicado en la Avenida Los Héroes N° 656 de
la ciudad de Cajamarca, cuyas medidas y linderaciones están claramente
establecidas en la cláusula primera, de propiedad de la vendedora María
Carmen Jesús Bardales de Gallardo; quien manifiesta en la clausula
tercera, que da en venta real y enajenación perpetua a favor del
comprador, por el precio mutuamente convenido de ochenta mil
nuevos soles, que declara haber recibido a su entera satisfacción, sin
más constancia de las firmas puestas al final del documento;
consecuentemente interpretando prima facie literalmente esta casual
podemos concluir que no se verifica en autos que el objeto sea física o
jurídicamente imposible o indeterminable, puesto que el contrato de
compraventa recae sobre la existencia un inmueble que se encuentra
dentro del tráfico comercial y debidamente identificado.
SEXTO: En cuanto, a la causal invocada y contenida en el inciso 4 del
artículo 219° del Código Civil que prescribe: “El acto jurídico es nulo
cuando su fin sea ilícito”, debemos indicar que, siendo el acto jurídico la
manifestación de la voluntad destinada a crear, regular, modificar o
extinguir relaciones jurídicas, según el artículo 140° del Código Civil, y
entendiendo que el fin lícito como requisito de validez del acto jurídico
consiste en la orientación que se da a la manifestación de voluntad para
conseguir o extinguir efectos jurídicos y en tanto el Código Civil exige que
la finalidad sea lícita, es decir, que el motivo determinante de la
celebración del acto jurídico no sea contrario al ordenamiento jurídico en
su conjunto, con exclusión de las normas de orden público y buenas
costumbres (puesto que la contravención a estas dos últimas constituye
otra causal de nulidad, tal como lo dispone el artículo V del Título
Preliminar del Código Civil), asimismo la ilicitud del acto jurídico se
presenta si sus efectos, desprendidos de la manifestación de la voluntad,
no pueden recibir el amparo del derecho, esto es, cuando el objeto no es
real y posible, ilícito, conviniendo finalmente que es ilícito todo aquello que
es contrario a las normas legales imperativas.
SEPTIMO.- Así, en el presente caso, conforme fluye del escrito de
demanda, la accionante fundamenta su pretensión nulificante en el hecho
de que no ha vendido dicho inmueble, que el demandado Ninmar Fredy
Solís Gallardo, es su nieto y que conjuntamente con su hija María Teresa
Bardales de Gallardo y el esposo de ésta Julio Solís, quienes son padres del
demandado, lo condujeron al distrito de los Baños del Inca, y en una
Oficina, el demandado le hizo colocar su huella digital, diciéndole que era
para pueda realizar negocios; que posteriormente cuando se entera por
intermedio de su inquilino Alexander Quispe Soriano (fls2), que su nieto le
había manifestado que desocupe el inmueble porque era el nuevo
propietario, llamó a sus otros hijos: Teófilo Ismael y Rosa Celina Gallardo
Bardales, con quienes fueron averiguar a la Oficina de la Notaría; donde se
les informó que efectivamente se trataba de la venta de su casa; que tal
venta nunca se realizó, menos recibió algún dinero y cuando se
entrevistaron con el demandado les pidió seis mil nuevos soles para que
anulen el referido documento.
OCTAVO.- Afirmaciones que resultan creíbles por las siguientes razones: a)
La demandante es una anciana de ochenta y cuatro años once meses de
edad conforme se acredita con su DNI de folios uno; b) Parte del inmueble
consistente en una tienda y tras tienda lo tenía arrendado a don Alberto
Alexander Quispe Soriano por la suma de quinientos nuevos soles, hasta el
15 de enero del año 2011, acreditado con el contrato de arrendamiento de
folios dos; es decir, que dicho inmueble cumplía doble función, como casa
habitación que utilizaba la demandante para vivir y como local comercial
que le permitía obtener rentas para su subsistencia; de allí que no habría
tenido necesidad de enajenar dicho inmueble; c) Si bien es cierto, aparece
de la escritura pública de compra venta de folios cinco a folios siete, que el
precio convenido materia de la compra-venta, es de ochenta mil nuevos
soles, que la vendedora declara haber recibido a su entera satisfacción y en
moneda nacional; sin embargo, al final de dicho documento, se deja
constancia que los intervinientes no han acreditado medio de pago
respecto de la cancelación del precio de venta a que se refiere la Ley 28194 1
y su reglamento; lo que indica que no hubo pago alguno. Ello corroborado
con el propio dicho del demandado, quien afirma en el punto IV.3 de su
escrito de contestación a la demanda, “que al momento de firmar la
escritura, no entregó suma alguna de dinero como se indica en la
escritura, por cuanto le había hecho saber a la demandante que solo
contaba con cuarenta mil nuevos soles y el resto le pagaría en partes y que
el pago que aparece en la escritura pública se hizo con la finalidad de que
sus hijos no retraigan la venta…”. Que días después fue a la Oficina del
abogado de la demandante Paul Eduardo Angeles Guevara, ubicado en el
Jr. El Comercio en donde quiso hacer entrega de la suma de cuarenta mil
nuevos soles, no aceptando el referido abogado que dicho dinero sea
dejado en su Oficina, por lo que volvió a la casa de la vendedora haciéndole
entrega en forma personal, donde se encontraba viviendo con su esposa e
hija; hecho que resulta increíble puesto que se trataba de un monto
elevado de dinero, para ser entregado directamente a una anciana de
ochenta y cinco años de edad y analfabeta y en contravención a la Ley
28194; d) Por otro lado el demandado tampoco acredita haber contado con
el dinero respectivo, ya que de los documentos que en copias simples
obran de folios 61 a folios 69, acreditan que sacó un préstamo de doce mil
ciento cuarenta y cinco dólares en la ciudad de Madrid con vencimiento al
21 de noviembre del 2013, fue para la compra de un vehículo, es decir que
el demandado no contaba con solvencia económica para adquirir el
inmueble materia de Litis. e) De igual forma de los documentos de folios
setenta y uno a folios setenta y tres, está referido a un préstamo realizado
por su padre Julio Solís Aguilar de la Caja Trujillo, como crédito para una
micro empresa y no por el demandado; es decir el demandado no ha
demostrado haber hecho pago alguno conforme lo dispone el artículo 1229
del Código Civil que prescribe: “La prueba del pago incumbe a quien
pretende haberlo efectuado”.

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Artículo 3.- Las obligaciones que se cumplan mediante el pago de sumas de dinero cuyo importe sea superior al
monto a que se refiere el artículo 4 se deberán pagar utilizando los Medios de Pago a que se refiere el artículo 5, aun
cuando se cancelen mediante pagos parciales menores a dichos montos.
Artículo 4: "El monto a partir del cual se deberá utilizar Medios de Pago es de tres mil quinientos nuevos soles (S/.
3,500) o mil dólares americanos (US$ 1,000)."
NOVENO.- Por otro lado la testimonial del testigo a ruego que firmó la
escritura, Paul Eduardo Angeles Guevara de folios 137, quien había sido
anteriormente abogado de la demandante conforme ambas partes afirman;
resulta contradictoria, en tanto sostiene que no presenció ninguna entrega
de suma de dinero del comprador a la demandante, menos el monto; sin
embargo agrega que llegaron a su Oficina la demandante, el demandado y
sus padres proponiéndole que redactara un documento que la demandante
recibía diez mil dólares americanos y que dicho dinero se conserve en su
Oficina, lo cual por lógica no resulta coherente, puesto que si la
demandante estuvo presente, era quien tenía que recibir el dinero o
depositarlo en una cuenta Bancaria, mas no guardarlo en un estudio
jurídico, mas aun que no guarda relación con la afirmación del
demandado, quien refiere que fue cuarenta mil nuevos soles y el referido
testigo, diez mil dólares americanos. Es más al contestar la tercera
pregunta a folios 142 refiere “que en el mes de agosto del año pasado la
demandante lo visitó a su estudio, pero no le manifestó su intención de
dejar sin efecto el contrato de compra –venta, sino para comentarle que se
había perdido su dinero, no precisando el monto y que quería que su nieto
salga de su casa y que al tercer día regresó para decirle que ha encontrado
su dinero en su casa, en otro lugar, pero quería que su nieto salga de su
casa. Además que esta persona no obstante tener conocimiento que la
demanda sabía firmar por haber sido su abogado, permitió que solo se le
colocara su huella digital en la escritura de compra-venta cuestionada. Lo
que desvirtúa el dicho del testigo, evidenciándose por deducción lógica que
la anciana demandante, era consciente que no había vendido su casa y no
ha recibido dinero alguno.
DECIMO.- De igual forma la testigo Rosa María Chávez Correa, quien
autoriza la escritura como abogada, refiere no haberlo elaborado, solo
autorizarlo, agregando que no le consta que el demandante haya entregado
a la demandante suma alguna de dinero al momento de firmar la escritura,
y contradictoriamente afirma que no tuvo contacto con las partes, sin
embargo refiere que antes de suscribir la minuta, se les dio lectura a las
partes de su contenido (fls. 39 –respuesta a la quinta pregunta).
DECIMO PRIMERO.- Con respecto a la testimonial del apoderado del
demando Julio Solís Aguilar, quien refiere que el préstamo que hizo lo
entregó en su totalidad a su hijo para la adquisición del inmueble, cuya
nulidad se solicita, se debe tomar con cierta reserva, en virtud que éste
resulta ser padre del demandado; por cuanto como hemos precisado líneas
arriba hizo un préstamo a Caja Trujillo para una micro-empresa, más no
para la compra del inmueble de litis.
DECIMO SEGUNDO.- Con respecto a las testimoniales de Wilson Lezama
Chávez y Segundo Benjamín Leyva Paredes, quienes afirman que el
demandado tenía un negocio de comida en la casa de la demandante, sus
declaraciones respecto a que encontraron al demandado contando dinero,
que luego entregó a la demandante y que comentó al primero que era por
la compra de la casa, y el segundo que escuchó que en un cuarto el
demandado estaba contando el dinero que le entregó a la demandante en
voz alta; no resulta creíble toda vez que se trata de testigos de parte y
obviamente por seguridad no es posible que se entregue dinero por la
compra de un inmueble en tales circunstancias y sin ningún tipo de
constancia o recibo y en contravención a la Ley citada.
DECIMO TERCERO.- Es más el demandado no obstante haberse ordenado
su comparecencia personal para que preste su declaración conforme al
pliego de preguntas de folios diecisiete, bajo apercibimiento de apreciarse
su conducta, no concurrió, lo que corrobora en favor de los hechos
expuestos en la demanda. Hechos que evidencian con suma claridad que
no existió en la realidad un contrato de compra-venta sobre el bien materia
de litis, sino el aprovechamiento y abuso de confianza de una anciana de
85 años de edad, quien era su abuela, por parte del demandado, para
despojarlo de su casa y convertirse en propietario, máxime si el
demandado al haber estado en el extranjero y realizado préstamos
bancarios, tenía pleno conocimiento para crearle una cuenta bancaria y
depositar el dinero, si se trataba de una venta real; lo que nos permite
concluir sobre la ilicitud del acto jurídico cuestionado que no puede recibir
el amparo del derecho, esto es, que el objeto no es real y posible, es ilícito,
es decir contrario a las normas legales imperativas.
DECIMO CUARTO: En lo que atañe a la causal referida: “cuando la Ley lo
declara nulo prevista en el inciso 7 del artículo 219 del Código Civil”, no
requiere mayor comentario, por cuanto está referido a sancionar ciertos
negocios que deben ser considerado nulos, revistos por el Legislador; en el
caso que no ocupa la venta, si bien es cierto la ley no ha previsto forma
solemne bajo sanción de nulidad para el perfeccionamiento del contrato de
compraventa, sin embargo conforme a lo expuesto en los considerandos
precedentes estamos ante un acto jurídico inexistente, es decir afectado de
ineficacia estructural. Donde lo que realmente quería el demandado era
engañar a la demandante, con la finalidad de despojarlo de un bien de su
propiedad, que no tenía intención de enajenarlo.
DECIMO QUINTO: Analizando la última causal invocada, esto es, la
contravención a las leyes que interesan al orden público prevista en el
inciso 8 del Código Civil, tenemos que, por orden público se entiende al
conjunto de principios, normas imperativas, instituciones y directrices de
naturaleza superior que regulan la organización política, social, jurídica y
económica, sobre las cuales se basa la organización y estructura de la
sociedad, diferenciándose de la contravención a las buenas costumbres,
que son entendidas como el conjunto de normas éticas y valores morales
que regulan la conducta de los seres humanos en el actuar diario dentro
de sociedad como normas de convivencia social; así, el artículo V del Título
Preliminar del Código Civil prescribe es nulo el acto jurídico contrario a las
leyes que interesan al orden público o a las buenas costumbres; precepto
legal que contiene una causal de nulidad de los actos jurídicos, precisando
que estos serán nulos, entre otros supuestos si son contrarios a las leyes
que interesan al orden público, debiendo entenderse por “orden público” al
conjunto de normas jurídicas que el Estado considera de cumplimiento
ineludible, y de cuyos márgenes no puede escapar la conducta de los
particulares; en ese sentido, según el artículo 1362° del Código Civil, que
establece que los contratos deben negociarse, celebrarse y ejecutarse,
según las reglas de la buena fe y común intención de las partes, de donde
se evidencia en el caso que nos ocupa, el acto jurídico de compraventa se
ha celebrado quebrantando principios elementales de convivencia social
previstos en nuestro ordenamiento jurídico en general y las buenas
costumbres.
DÉCIMA SEXTO: En relación a lo sentado en los considerandos
precedentes, se concluye que el acto jurídico de compraventa plasmado en
la escritura pública de fecha 19 de febrero de 2009, es nulo por las
causales indicadas conforme a las consideraciones precedentes; por lo
tanto, la pretensión accesoria de cancelación del asiento registral en el
Registro de la Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de Cajamarca, en
la partida electrónica respectiva (folios 59), donde corre inscrita la
compraventa también será amparada, declarándose nula, en virtud de los
regulado por el artículo 87° del Código Procesal Civil, pues al declararse
fundada la pretensión principal de nulidad de acto jurídico de
compraventa, también debe ampararse la accesoria de cancelación de
asiento registral.
DÉCIMA SETIPMO: Respecto, a la pretensión de indemnización por daños
y perjuicios contenida en el escrito de demanda y fijada como punto
controvertido, debe advertirse en primer lugar que ésta ha sido propuesta
como pretensión accesoria, en tal sentido, al desestimarse la pretensión
principal la accesoria seguirá la misma suerte, por lo demás, si bien la
responsabilidad civil es una sola, la cual genera la obligación de
indemnizar por los daños y perjuicios que se pudiera ocasionar por dolo o
culpa, sin embargo, los daños no tienen una misma naturaleza ya que
pueden ser patrimoniales o extrapatrimoniales, según la esfera de
protección en los que recaigan, en tal sentido, cuando se pretende una
indemnización por daños y perjuicios se debe identificar y sobre todo
cuantificar los daños, a efectos de que el juzgador pueda en base al aporte
probatorio constatarlos y fijarlos prudencialmente de ser el caso, lo que no
ha ocurrido en el caso de autos, lo que abona para desestimar dicha
pretensión.
DECIMO PRIMERO: Por último, en cuanto la condena al pago de costos y
costas del proceso, en aplicación de lo prescrito por el artículo 412° del
Código Procesal Civil, debe condenarse al demandado al reembolso de
costos y costas del proceso, por cuanto la demandante ha requerido de
asesoría jurídica para la sustanciación del proceso, así como han pagado
las tasas judiciales respectivas que se han presentado en el presente
proceso.

III. DECISION

POR ESTAS CONSIDERACIONES; de conformidad con los dispositivos


legales invocados, artículos 119°, 120°, 121° y 200° del Código Procesal
Civil, artículo 57° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial y artículo 138° de la Constitución Política del Estado; apreciando
los hechos y pruebas según las reglas de la sana crítica y en forma
conjunta; administrando justicia a nombre de la Nación, FALLO:
DECLARANDO FUNDADA la demanda de folios veinticuatro a folios
treinta y tres, interpuesta por MARIA CARMEN JESUS BARDALES DE
GALLARDO, sobre nulidad de acto jurídico de compra –venta y del
documento que lo contiene, cancelación de la inscripción Registral e
indemnización por daños y perjuicios, contra NINMAR FREDY SOLÍS
GALLARDO; en consecuencia, DECLARO LA NULIDAD de la escritura
pública de fecha ocho de febrero del dos mil diez, sobre el inmueble sito en
la Avenida Los Héroes N° 656, antes Avenida Casanova de la ciudad de
Cajamarca, suscrita ante la Notaría de la doctora Eddy Alejandrina Lozano
Gutiérrez, con intervención del Notario Jaime Cacho Pajares, ubicada en el
Distrito de “Los Baños del Inca”, suscrita entre demandante y demandado;
oficiándose a dicha notaría, para que proceda a su anulación en su Libro
de Registros de escrituras respectiva; Asimismo ORDENO que se cursen
los partes respectivos para la cancelación de la inscripción registral en la
partida electrónica respectiva del Registro de Predios de los Registros
Públicos de Cajamarca; con costas y costos del proceso. AVOCÁNDOSE al
conocimiento de la presente causa el señor Juez que suscribe e
INTERVINIENDO el Secretario Judicial que da cuenta por Disposición
Superior. Tómese razón y hágase saber.

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