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Suerte

Reseña

de LUZ
Por Otilio Carvajal Marrero

Coleta, corazón de papel, El día que le confirieron a Carilda Oliver La-


bra el premio internacional «José Vasconcelos»,
obra salvada de la cabriola por la obra literaria de toda su vida, fue la últi-
ma vez que conversé con Amadito del Pino. Es-
genérica gracias a que su taba eufórico porque había evitado durante días
las emergencias del alcohol y presentía la posibi-
autora quiso marcar la lidad de ganarle la batalla al delicioso yugo que
—a la corta—, reduce a los bueyes más severos.
diferencia desde su Me agradeció el comentario crítico sobre su tex-
to El zapato sucio, que publiqué en la revista
temeridad. Umbral e hizo notar —ante varios colegas— que
yo le acusaba de haber permanecido en «mutis
dramatúrgico» durante siete años. Con aquella
gracia inigualable para la cháchara, nos recordó
lo difícil que resulta para el dramatista, que no
tenga grupo teatral, poner sus obras, «y el tea-
tro, hermano, —sentenció— hay que verlo sobre
las tablas». Intenté rearmar una teoría en torno
a la trascendencia de lo impreso, pero llamaron
por el audio a Tania Cordero (su mujer), y como
todo el mundo sabe, cuando ella hablaba, él no
tenía oídos para nadie más. De esa manera que-
dó colgada mi posibilidad de debatir con el gor-
do ese y otros temas —más bien álgidos— sobre
la dramaturgia cubana.
Junto con la noticia de su muerte, me llegó la
versión (digital) del texto de teatro para niños:
Coleta, corazón de papel, escrito por la joven
guantanamera Yecenia Ramírez Sosa, y no sé por
cuáles estrategias de la memoria conecté de in-

20 mediato ambos sucesos y personas. Sobre


Amadito lo conozco casi todo: desde su niñez
muy cerca de El valle de las garzas, su adolescen-
EL CAIMÁN BARBUDO—julio-agosto—2017

cia entre Chambas, Tamarindo y La Habana has-


ta la obra de extraordinaria solidez que legó
tanto a la escena como a la crítica del teatro
cubano. Sobre Yecenia, conozco muy poco, ape-
nas una reseña en forma de crónica que publica-
ra El Caimán Barbudo, alguna fotografía y un
par de correos electrónicos. No sé cómo luce,
cómo se mueve, pero sí de la red en la que ha
caído, y de la que no podrá —nunca jamás— za-
farse.
La dramaturgia estigmatiza; quien ha conse-
guido atravesar con éxito sus exigencias, nunca
más estará a salvo de la marca que llevarán los
textos que escriba en los demás géneros. Ahí está
la poesía de Shakespeare, sacudida por los soli-
loquios de acción dramática… la obra poética
de Lorca, quien saca ab imo pectore sus versos
perdurables, con tal capacidad expresiva que
poco distan de aquellos rotundos con que nos
ilumina desde Bodas de sangre.
I
Coleta, corazón de papel (Ed. El mar y la mon-
taña, Guantánamo, 2017), es una farsa para ni-
ños, escrita en un acto y siete escenas. Luce un
diseño limpio, que delata en la imagen de cubier-
ta el tema que origina su conflicto principal. La
candidez de la composición plástica se vincula con
los atributos escriturales de la obra, lo que permi-
te un cuerpo coherente entre visualidad y litera-
tura. Lástima que todo se observe ferozmente
escribanía para facilitar las relaciones amoro- llamamos literatura cubana. Con una simple mi-
sas; Cruz, una perra salchicha y a la vez la mejor rada a las editoriales que operan en cada territo-
amiga de Sory, que sufre la pérdida de su ama- rio se puede constatar el crecimiento desmedido
do Kan, se envuelve en la aventura de la escri- de autores con poemarios o relatos para niños —
banía después de que el corazón de papel se hasta cancioneros he visto— mientras el texto tea-
materializa, cobra vida, y se convierte en el es- tral permanece en su sueño eterno.
cribano principal del proyecto. Deciden llamar- Algunos «visionarios» suscriben la tesis de que
le Coleta. Lani, hermana de Cruz, una perra la literatura teatral posee leyes o reglas de corte
perversa, que se ocupó un tiempo atrás de crear «científico» y de obligatorio cumplimiento. Es
la intriga que separara a Kan de Cruz, vuelve a cierto, pero ¿la novela, el cuento y la poesía no
sus andadas y roba una carta que ella misma obligan también a regulaciones y ordenanzas?
perjudicado por el montaje «a caballitos», que había encargado, para desprestigiar la seriedad Mi interpretación de esta raralidad va hacia
dispensa, con esas presillas claveteadas en el lomo, de la escribanía y con ello conseguir que ade- un destino más pragmático: no existe una «polí-
las heridas más visibles del conjunto. Debe san- más de quitarle el premio cerraran el proyecto. tica editorial» que proteja (promueva) la moda-
grar el diseñador cuya obra, competente en cual- Coleta y Cruz obtienen las pruebas; secundadas lidad o que por lo menos le otorgue las mismas
quier casa editorial cubana, se ha visto atravesada por Kan y los cangrejos, desenmascaran a Lani, oportunidades que a los demás géneros. El
por dichos alfileres. Sangra el volumen, mancilla- y al final, consiguen hacer justicia. concurserismo en el que está envuelta la inmen-
do por las tétricas manos de una pobreza más El peso simbólico de los temas universales, sa mayoría de los escritores cubanos paga la otra
de perspectiva que de materiales. como es apreciable en la fábula, inunda toda la cuota. He leído libros de relatos cuyos sistemas
La composición interior es efectiva. Las imá- propuesta. El amor, el odio, la intriga que con- de diálogos pertenecen más al arte de la repre-
genes sirven como apoyatura oportuna al dis- duce a la maquinación de planes malévolos, y sentación que a la narrativa. Por ello, seguramen-
curso teatral y, sin aportar acontecimientos que sobre todo el triunfo de la verdad sobre la men- te, terminan en manos de los adaptadores
desvirtúen la esencia planteada en el contenido, tira, caracterizan a esta obra, que no por menu- teatrales. He leído poemas cuyos sistemas
consiguen refrescar aquellas escenas de menos da deja de ser intensa. compositivos tienen más de canción que de poe-
acción dramática. En este caso ha sido favorable Los bandos se definen desde «el prólogo», sía. Por ello, seguramente, terminan en manos
la interrupción del texto con dibujos a todo lo gracias a la construcción exitosa de los persona- de los trovadores.
ancho o a todo lo alto de la caja, según la nece- jes, que —en ocasiones demasiado arquetípicos— Coleta, corazón de papel, fue salvada de la
sidad visual. Un crítico no avisado sobre la coral poseen los elementos básicos de sus tonificadas cabriola genérica gracias a que su autora quiso
certificada por la impresión Riso advertiría la falta naturalezas. marcar la diferencia desde su temeridad. El tex-
de profundidad y carácter en el resultado final, De manera intuitiva —se observa que la auto- to carga con donosura el peso dinámico de la
pero bien sabemos los de la isla sobre las limita- ra es lo que podríamos llamar una primitivista nueva dramaturgia cubana y más por canalizar
ciones de esa herramienta de uso más bien ofici- en el complejísimo escenario de la escritura tea- la tradición que por necesidad expresiva de la
nesco, que se ha apoderado de ¿nuestra? tral— intercala los parlamentos históricos, con los obra, acude a la «humanización del bestiario».
empresa editorial. que generan acción, para conseguir que el texto He ahí, la única marca negativa, por superflua,
La edición, divorciada de los rígidos estamentos se constituya en otro elemento encargado de que observo en la propuesta. Sin necesidad,
que para el teatro exige la Norma Editorial Cu- empujar la acción dramática. Yecenia, entrega nuevos animalitos al zoo —ya
bana, pudiera ser polemizada desde la perspec- En el teatro «la acción dramática expresa los muy diverso y exasperante— de nuestra literatu-
tiva metodológica, pero lo cierto es que ha movimientos que se originan en los niveles inter- ra para niños. A veces —es una ironía— temo abrir
logrado un español sobrio, con un margen de nos y externos, también llamados acción emo- libros del género por temor a que algún bicho
error escaso, y de fácil lectura. A veces es preci- cional y acción física de los personajes». me desguace los dedos. De cualquier forma, el
so contrariar a los normistas con el propósito de La acción emocional, en Coleta, corazón de travestimiento (animal que piensa y habla como
conseguir la comprensión del lector por la ame- papel, sitúa al lector en los acontecimientos (par- humano) resulta orgánico y permite una fácil (lo
nidad del texto. En este caso no importó a la
editora que la norma indique cómo deben colo-
lamentos históricos), para luego conmover con
los parlamentos que generan acción. Dicha com-
que me parece mal) y rápida (lo que me parece
bien) comunicación con el receptor. El uso es 21

EL CAIMÁN BARBUDO—julio-agosto—2017
carse los nombres de los personajes, si no que el binación permite que la acción dramática —no manido; la fórmula, en este caso particularísimo,
lector pueda aprehenderlos inmediatamente; confundir con la acción física— haga progresar el efectiva.
cuál debe ser el estilo de la fuente en las acota- conflicto dramático. Otra de las múltiples virtudes de Coleta… ra-
ciones internas del texto, sino que el lector sea «El desarrollo del conflicto supone la realiza- dica en su dualidad: puede ser (sin grandes trans-
conducido y la acotación, útil. A un leedor como ción de acciones por parte de quienes encarnan formaciones literarias) representada por actores
yo, acostumbrado a las fórmulas de la acade- las fuerzas que luchan (los personajes). Así, la o por marionetas. Tal valor es concedido gra-
mia, le resultan incómodas las revoluciones tipo- acción dramática es definitivamente la forma cias al ritmo trepidante de los sucesos, la clari-
gráficas, pero no encuentro mal la dosis de estructurada que supone la interacción entre los dad de su fábula y (sin duda) a la selección de
audacia y de renovación. personajes y asegura el desarrollo y solución del subtramas que propician nuevos argumentos a
II conflicto». la trama principal.
El texto escrito por Yecenia Ramírez Sosa es Según el propio John Howard Lawson «la ac- Aplaudo también la teatralidad, puesta en
profundo por su candidez y hermoso en su in- ción dramática, es el resultado del conflicto en- función del colorido (en su acepción de matices)
tensidad. Por momentos dotado de cierto atre- tre dos voluntades conscientes, opuestas entre con que la autora atavía los espacios donde se
vimiento simbólico, que se justifica solamente en sí. Los cambios que genera la acción dramática desarrollan las diferentes escenas. También pon-
la naturaleza de los personajes. transforman al personaje, a su oponente y a su dero la contención dramática (tan difícil de suje-
Es esta, para bien de la obra, una farsa entorno social». Presupuesto que en Coleta… se tar), que le permite, por mucho que hiperbolice,
expuesta a través del lenguaje bello, sin ser me- cumple re, non verbis; es decir: en el hecho, no circunvalar la pequeñísima línea que divide dicha
loso. Agudo, sin densidades que obstaculicen el en la palabra. modalidad con la incongruencia literaria.
fluido y el ritmo progresivo de la acción; pero III Sería hermoso (por utópico) ver este texto
sobre todo —lo que considero su hallazgo— se La dramaturgia cubana para niños es «la ceni- representado por un grupo de primera línea del
trata de un texto trazado con la más difícil de cienta» entre todas las formas de la creación li- país. Si para Amadito, un autor muy reconocido
todas las herramientas literarias: la sencillez. Ca- teraria dirigida a esa parcela etárea. Salvo algunos en Cuba, constituía toda una conquista poner
lidad que otra vez la conecta con los textos dra- textos de verdadera calidad, la escena dedicada sus obras, imagino lo difícil que sería para Yecenia,
máticos de Del Pino, quien a pesar de que sus a los infantes se percibe minada por versiones una joven guantanamera, acceder a los combos
obras pertenecen al corpus del absurdo, se acu- de cuentos y leyendas cuyas adaptaciones casi (más bien cerrados) que pueblan los grupos de
nan en el difícil arte de ser sencillo. nunca llegan a imprimirse en forma de libros. teatro infantil de la isla.
A grandes trancos, la farsa presenta la si- Un buen caso para Mario Conde sería el de Por lo pronto ya el impreso está en las calles,
guiente fábula: Sory, una niña de doce años a descifrar los motivos para tan raro comporta- ahora es preciso luchar por esa suerte de luz que
quien le gusta el dibujo, consigue pintar lo que miento. La literatura infanto-juvenil es un semi- a veces, sin esperarlo, viene a iluminar la escena
considera su mejor obra: un corazón de pa- llero de obras malas y buenas —la mayoría de las de nuestros sueños.
pel. Desde hace mucho sueña con crear una veces pésimas— dentro de esa bóveda a la que
Dios no me
tiene en cuenta
(Fragmentos)

Por Yonnier Torres

Sumario: Mis amigos ya no montan en los camiones para ir a la playa\ Hacen footing a orillas del
mar\ Sobre las tumbonas clavan los ojos en las palmeras artificiales\ en el azul pálido del cielo.

Tags: Poesía joven cubana, diáspora, identidad, La Habana, Ámsterdam, correo electrónico.

Agujeros
Yo siempre quise tener un perro de aguas ladrándole a la soledad.
Y me fue dada una calle anchísima
por la que parten cada año los amigos
(Canción napolitana)
Luis Yuseff

Mis amigos ya no son los de antes\ Ahora toman agua embotellada\ envían postales\ me miran con
lástima.
Mis amigos ya no montan en los camiones para ir a la playa\ Hacen footing a orillas del mar\ Sobre
las tumbonas clavan los ojos en las palmeras artificiales\ en el azul pálido del cielo.
Mis amigos ya no hacen colas en las agencias de reservación\ en la bodega\ las tiendas\ los bancos\
las paradas\ los cines\ los teatros.
Alquilan una película para ver en casa\ Sobre el sofá del living se quedan dormidos\ Cuando pasan
los créditos finales sueñan que están en la Plaza\ bajo un sol implacable\ Despiertan sudados\ Borran
de un manotazo el sueño\ apagan el televisor.

“La Tierra gira alrededor del Sol” \ lee mi novia.


22 Pasa la página.
Me mira de reojo.
El ventilador de techo se ha detenido.
EL CAIMÁN BARBUDO—julio-agosto—2017

Salgo de la cama y golpeo con insistencia las teclas del ordenador.


Hoy es uno de esos días en que espero frente a la bandeja de entrada\ frente a un terreno desierto.
Hoy es uno de esos días en que no quiero hacer otra cosa que refugiarme en el pasado.

“La Luna gira alrededor de la Tierra” \ afirma mi novia.


Abro un mensaje en blanco.
Por acá las cosas no cambian mucho\ escribo\ tengo un par de obras por hacer\ un par de planes\
pero ninguno me entusiasma.
Pongo punto y aparte.
Muevo el cursor hasta la esquina.
No encuentro a quién enviarle mis palabras.

“La Tierra gira sobre su eje” \ dice mi novia.


En enero sufrí durante doce horas\ escribo\ siempre en enero suelo sufrir durante doce horas\ luego
todo se hundió en el marasmo cotidiano.
Pongo punto y aparte.
Registro mi libreta de contactos.
Es probable que ninguno de mis amigos recuerde los colores de la Isla.

“El Sol es una estrella muerta” \ susurra mi novia.


Una vez a la semana me reúno con los chicos\ hablamos durante horas\ tomamos café\ lamemos la
noche como si no existiera nada más.
Pongo punto y aparte.
Pienso en los náufragos y su manía de echar mensajes embotellados al mar.
“Estoy segura que cuando aquí cae la noche, el sol se levanta sobre Ámsterdam” \ confiesa mi novia.
El lunes le da paso al martes\ el martes al miércoles con una tranquilidad de espanto\ escribo\ la
inopia se desborda a punto de mediodía\ Es la calma\ la calma absoluta que me trago.
Pongo punto y aparte.
Mis amigos se han convertido en una dirección electrónica.
“Hay un momento de la noche en que La Habana y Ámsterdam ocupan un mismo punto del espacio, si
subimos a la azotea y saltamos con fuerza” \ mi novia suspende sus palabras en el aire.
Veo la vida como quien mira a través de un cristal empañado.
Apago la computadora.
Subimos despacio las escaleras.

A mediodía el sol se traga los colores de esta Isla\ Me acodo a la ventana\ Intento ver más allá\ El resplan-
dor me obliga a cerrar los ojos\ Abro con fuerza los párpados\ Quiero ser la bestia\ el hambre\ el martillo\ la
espuma\ la cal\ la sed\ la carne\ y el filo de la navaja\ la frialdad en el filo profundo de la navaja.

A mediodía el sol se traga los colores de esta Isla\ Nos devuelve la mugre\ El pensamiento embotado\ El
desatino de cubrir los cristales con recortes de revistas.
Mi madre taponea los agujeros para que el resplandor no se trague las baldosas\ Con anuncios de cosméti-
cos forra las persianas para que la claridad no muerda los cuadros en la pared\ los retratos de los quince de
mi hermana\ el diploma enmarcado como sobras de un concurso literario.
Mi padre envuelve la puerta en papel periódico para que la luz no mastique los recuerdos.

A mediodía el sol se traga los colores de esta Isla\ Nos devuelve brochazos grises sobre el asfalto\ las
columnas\ la gente\ Borra los contornos de los edificios\ las gárgolas\ las cornisas\ Afronta el filo de las
antenas que sostienen el cielo.

A mediodía el sol se traga los colores de esta Isla\ Poco a poco\ nos vamos acostumbrando a la oscuridad.

Espuma
Si pudiera vender mi cuerpo dejaría este negocio de recolectar sombras\ versos escritos a cuatro manos por
los estibadores del puerto.
Sobre la barra del bar espero a que lleguen las putas\ Entre un trago y el otro como lenguas de fuego baja
el alcohol\ crece la sed\ el sonido del mar se confunde con un bolero encerrado en la victrola.

Si pudiera vender mi cuerpo caminaría por el Paseo con el cuchillo en alto:


¡Señora, compre una tajada de carne por solo veinte pesos! \ ¡Una fresca y jugosa tajada de carne! \ Me
apostaría en el borde bajo el cuidado mezquino de un león metálico\ que no cejará en su empeño de velar mis
labios\ mi pregón\ mi angustia\ criticar el modo en que trago el polvo\ y arrastro la lengua como papel de
lija\ sobre la superficie de mis muslos antes de cortar unos filetes grandes\ relucientes\ limpios de grasa y
humedad.

Si pudiera vender mi cuerpo guardaría para el final los restos más preciados: \ aquello que arde en aceite\ -
queda bien con la sopa de hormigas-\ y es el punto esencial de los aderezos\ Subastaría la planta de mis pies\
los labios\ el hígado\ Solo deberá quedar intacto el esternón\ donde conservo la tristeza de veinte años.

Si pudiera vender mi cuerpo gastaría\ hasta el último centavo\ en el alma de un cura que cuelgue los peca-
dos en su armario como abrigos para el invierno\ en un estibador que cargue sobre sus hombros los orgasmos
fingidos de cien putas\ o en los hijos de este reino\ que sobre el muro\ esperan una señal para lanzarse. 23

EL CAIMÁN BARBUDO—julio-agosto—2017

Plato fuerte
Por Alba León Infante
Este minicuento resultó premiado
Después de la comida la madre salió al patio a fu-
con Mención en la emisión
mar el último cigarro. Antes, acarició la cabeza del
correspondiente al presente año
2017 del concurso El dinosaurio, hijo mientras le retiraba el plato. Antes, le sirvió el

certamen que convoca el Centro único pedazo de carne. Antes, lo cocinó a fuego len-
Onelio Jorge Cardoso. to, con limón y sal. Antes, se cortó la lengua para
servirla como plato fuerte. Antes, lloró al llegar a casa
con las manos vacías.
Antes, se fumó el penúltimo cigarro.

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