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CUIDADOS DE ENFERMERÍA EN RECIÉN NACIDO CON MANCHA

MONGÓLICA

Limpiar con jabones neutros


Hay que tener en cuenta la delicadeza de la piel del pequeño que, en un principio,
carece de flora bacteriana que le proteja y tiene la herida del cordón umbilical.
No se puede emplear cualquier producto para limpiarle. Como su pH es ácido y
varía entre 4,5 y 6 según las zonas, se han de evitar jabones alcalinos, que
aumentan su pH, dando lugar a irritaciones e infecciones. En su lugar, se han de
utilizar jabones neutros o ligeramente ácidos, sin perfumes. A la hora de
enjabonar, es posible hacerlo con la mano o con una esponja suave. No es
necesario el baño diario. No se debe abusar de los antisépticos.

Tener cuidado con los productos aplicados


“Debido a que la función de barrera de la piel no está completamente
desarrollada en el lactante, las sustancias aplicadas localmente sobre la piel
pueden penetrar de forma más intensa, alcanzando las capas más activas de la
epidermis. De ahí que los preparados para uso externo deben administrarse y
dosificarse de manera particularmente cuidadosa”. Preparados sin alcalinos para
cambiar el pañal. Además, añaden que las costras o elementos que puedan
permanecer adheridas a la piel se eliminan con la ayuda de aceites.

Impedir la exposición al sol


Los bebés recién nacidos no deben exponerse al sol. Hasta los tres años deben
evitar esta exposición directa. Además, recomienda salir al exterior con una
protección frente a los nocivos rayos solares.

Huir de las altas y bajas temperaturas


La piel de los más pequeños agradece una temperatura templada. De otra forma,
las temperaturas altas, pueden dar lugar a la hipertermia o sudamina, mientras
las demasiado frías pueden favorecer la hipotermia o paniculitis.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA EN RECIÉN NACIDO CON GRANULOMA
UMBILICAL

 Cura seca: es la más efectiva. Se basa en mantener el muñón siempre


limpio y seco. Basta con lavarlo usando agua y jabón, luego secarlo,
esto cada vez que sea necesario, como por ejemplo al cambiar el pañal.
Lo ideal es dejar el cordón fuera del pañal, cubriéndolo con una gasa
seca, esta última se debe cambiar cada vez que sea necesario. La cura
en seco reduce el tiempo de caída del cordón.
 Cura con mercromina: se consideran tóxicos y no se utilizan como
antisépticos.
 Curas con clorhexidina: es el antiséptico por excelencia, es seguro y
tiene amplio espectro.
 Alcohol de 70 grados: se recoge como antiséptico en los países
subdesarrollados, es menos efectivo que la clorhexidina y tarda más en
secar el muñón. Su coste es bajo y es de fácil accesibilidad.
 Leche materna: usar la leche materna como una terapia tópica, es
segura y barata, aunque aún se necesitan más estudios que garanticen
su uso. Este método también es usado en países subdesarrollados.
 Cura con povidona yodada: La povidona yodada quedó contraindicada
como antiséptico en los cuidados del neonato.
El cordón umbilical debe mantenerse limpio y seco ya que la humedad retrasa
la necrosis y cicatrización del cordón.

ADICIONAL:

1. No cubrirlo con el pañal.


Una vez en casa, la premisa principal debe ser mantener el cordón umbilical
siempre limpio para evitar una posible infección. En este sentido, es importante
no cubrirlo con el pañal, puesto que esto facilitaría que se ensuciara con las
heces o la orina del bebé. Es sencillo: solo hay que doblar un poco la parte
superior del pañal al colocarlo y, de este modo, dejar el cordón expuesto al aire.
2. Evitar el exceso de humedad.
Cuanto más seco se mantenga el cordón, antes se desprenderá y menos riesgo
habrá de infección. Para conseguirlo, es recomendable no sumergir por
completo esta zona del abdomen durante el baño del niño. También es
conveniente que, cuando se manche, se limpie con un poco de agua y jabón,
con cuidado de secar muy bien al finalizar.

3. ¿Hay que utilizar un antiséptico?


Los padres deben seguir las recomendaciones de su pediatra al respecto. Los
estudios concluyen que en los países desarrollados no es necesario utilizar una
solución antiséptica para curar el cordón; es más, apuntan que su uso puede
prolongar el tiempo para la caída del muñón. Se considera más seguro su
empleo y aconseja limpiar el cordón con alcohol de 70 grados o clorhexidina.

4. Limpieza del cordón, pasó a paso.


Antes de proceder a la limpieza del cordón, es muy importante que el adulto se
lave bien las manos.
A continuación, se impregna una gasa estéril en la solución antiséptica y se
limpia con suavidad alrededor de la zona del cordón que permanece unida al
abdomen del pequeño. Es importante levantar bien la pinza que sujeta el cordón
para acceder a todas las partes y no dejar ningún pliegue sin limpiar. Los
especialistas recomiendan realizar este proceso a las menos dos veces al día.

5. Dejar que caiga de forma natural.


Después de entre 5 y 15 días, el cordón se seca por completo y se desprende
de la piel del bebé. Hay que dejar que caiga por sí mismo, de forma natural, y no
intentar arrancarlo aunque esté casi desprendido.
Se considera un cordón persistente, si la caída se demora más de tres semanas.
Si es así, los padres deben acudir a su pediatra para que valore al pequeño.

6. Cuidados después de la caída del cordón.


Tras la caída, es conveniente seguir con la limpieza del cordón hasta que el
ombligo quede seco. En ocasiones, persiste una zona aún abultada y rosada en
el ombligo del bebé: es el granuloma umbilical. En estos casos, es aconsejable
ir al pediatra que realizará una sencilla aplicación de nitrato de plata en el ombligo
para estimular la cicatrización.

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