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El poeta utiliza la metáfora del tigre de bengala para hablar de la mujer que está excitada y
busca pareja. Su excitación es física y mental. Todo lo rodea el sexo. Siente calor en todo lo
que le rodea. Alrededor, toda la fauna huye del sol, todo se ralentiza. Es la época del
apareamiento, el verano. Es la época del sexo.
Físicamente la hembra siente que su cuerpo cambia, está más receptiva y sus pechos lo hacen
notar. Ella sabe que es deseable. Sigue siendo una fiera y, al mismo tiempo, cuida su belleza
exterior. Muestra a todos su belleza, su cuerpo y su sensualidad y sexualidad. Busca alguien
que esté a su altura.
Un tigre, metáfora del hombre, aparece y la sorprende por su porte, grandeza, belleza y
personalidad. Es también muestra su belleza. Comienza la seducción hacia ella con los ritos
de apareamiento. Es poderoso y la desea. El paso del tigre es firme y el deseo está presente
frente a ella. Es la cabeza de la manada, es el que todos respetan.
De la misma forma que en otros lugares y espacios hay un macho dominante, aquí ese macho
es este tigre. Al final, el tigre la monta y la hace suya. El acto sexual se culmina físicamente
como se espera del macho y como debe recibirlo la hembra en esas circunstancias. A
diferencia del ser humano, todo se reduce al instante animal y sexual, a lo físico, a la pasión
desbordante.
El poema avanza y en la segunda parte nos adentramos en una jornada de cacería de un noble.
Este presencia la escena de los tigres y parece que desea cazarlos. Los tigres descansan y no
son conscientes de cómo se acercan los cazadores. El disparo del cazador retumba en la selva.
El tigre vive, la hembra muere mirando al cazador.
El tigre que se ha salvado está dormido y sueña tramando venganza, deseando acabar con
mujeres y niños, arrebatando al ser humano lo que le quitaron: sus futuras crías y a su
hembra. Lo que parecía un poema hermoso al principio, se convierte en una venganza, en
dolor, en el deseo de muerte y exterminio de aquellos que acabaron con la vida su hembra.
9-10 Describe a la divina Eulalia (9), y el traje que esta trae puesto (10), al
igual que el ambiente de etiqueta de dicha fiesta mundana (10)
13-14 Dan una descripción de la acción que pronto pasara cuando el reloj
cumpla las doce, y la bella marquesa se marche al bosque para
encontrar a su amante.
5-6-7-8 Definen al autor o poeta como seguidor de Don Quijote (5), para
después pedirle ayuda frente al mundo anglosajón (6), frente a la
mediocridad materialista (7). En la estrofa 8 describe la situación en
que se encuentra el autor o poeta y por extensión la crisis descrita por
Darío.
llo/ra/, 2 ora d
¡Mi/se/re/re/! 4 ere f
del/ mar/. 2 ar x
vi/bra/ra/. 3 ara i
le/ón/. 2 eón x
INVERNAL
El cóndor vuela alto, sobre el aire frío de la cordillera de los Andes, cubierta de nieve. El frío
y la nieve lo cubren todo. Se siente en el cuerpo, en lo que nos rodea y se busca el calor de la
estufa y la comida. Los pobres pasan frío. El poeta, al calor de la lumbre, tiene sentimientos
encontrados.
Desea estar junto a la amada en ese momento de frío y noches despejadas. En su mente, ella
está junto a las luces amarillas de su hogar, como si del brillo del ópalo se tratase. El amor y
el deseo lo llena. Fuera está la ciudad con su rutina y realidad ajena a ellos.
El desea que ella esté a su lado, amándose, entregándose el uno al otro, solos. Es un amor
poético y carnal. Desea tener un encuentro con ella con tiempo para leerle sus poemas.
Desearía que las estancias estuvieran decoradas con piedras preciosas y elementos antiguos,
como una copa. Todo hermoso, recargado de lujo y comodidad. Él la desea en esa noche fría.
Ella es su inspiración, la musa de su poesía, el centro de su universo amoroso y sentimental.
Le gusta físicamente, con su tez pálida. Representa el ideal de belleza de la época, clásica,
seductora, poderosa. Lo daría todo por estar con ella, a su lado.
Sin embargo, aunque el deseo del poeta es grande, está solo, frente al calor del fogón sin
oropeles y sin la amada. Vuelve a desear el lujo, lo recargado, lo íntimo y el deseo. Así, nos
habla del vino que bebe para encontrar la inspiración para escribir. El vino, el exceso del
mismo, hace que el poeta se sienta capaz incluso de pintar el retrato de la amada.
Nuevamente hay referencias literarias al amor, al deseo y a compartir este con la amada
mientras fuera hace frío. El poeta se siente como un adolescente mientras sueña con la
amada, con su cuerpo, su calor, sus gestos. Desea envolverse con ella en una noche de placer
bajo la luz amarilla y sus voces. Para él, lo importante es el deseo, la poesía y estar junto a
ella. Con ella el calor, sin ella el frío de la soledad.
AUMTUMNAL
El poeta destaca el paso de las nubes en un cielo y eso le hace pensar en la atracción de los
enamorados y como, en ocasiones, todo se aúna para crear una atmósfera especial que los
una más. Esos momentos los guarda el poeta como fuente de inspiración para sus poemas,
así como los detalles de la naturaleza, el tiempo y otras personas que son parte de esos
instantes.
El poeta desea encontrar esa inspiración, ese sentimiento amoroso que le llene por completo.
La intuición lo llevó al campo de noche. El cielo estaba tan estrellado que abrumó all poeta
con su belleza. La luz de un nuevo día le hace feliz. Esta va asomando poco a poco. La
naturaleza a su alrededor también va despertando y mostrando su belleza, tanto en su
conjunto como en cada detalle, planta, flor, etcétera.
Los sonidos de un nuevo día los siente más nítidos. Esto hizo que toda esa belleza, esa
transformación interior del poeta, lo viera todo diferente y encontrara a ese amor que
ansiaba, anhelaba y que inspirara su vida. Pensó en toda la belleza, en el amor que lo
rodeaba.
El poeta nos habla de la belleza que hay a nuestro alrededor, la más pequeña y la más
grande, en la noche y en el día. Pero cada uno de nosotros ha de encontrar esa belleza de
manera individual. Si se desea encontrar el amor, primero debemos encontrar la belleza en
nosotros mismos.
El poeta nos invita a descubrir el amor partiendo del propio conocimiento. Nosotros
debemos encontrar la belleza en todo aquello que tenemos cerca. Si de verdad queremos
amar, podremos ver dentro de nosotros, querernos, a partir de ahí empezará un cambio, una
transformación que, paulatinamente, nos irá abriendo diferentes ventanas, entre ellas el
amor.
Lo que está claro, es que el otoño es un momento en el que podemos ver cómo todos los
elementos de la naturaleza se combinan para ofrecernos algo bello. No solamente hablamos
de los más nítidos como el cielo, sino cómo las nubes se van añadiendo poco a poco, otros
elementos como los árboles, las aves… pequeños detalles que al final conforman un paisaje
que podemos admirar. Es por ello que nuestra vida es algo parecido.
Para descubrirlos y descubrir el amor, primero tenemos que ser conscientes de los pequeños
detalles, tanto personales como de lo que nos rodea. Una vez hecho esto, una vez aceptado
quiénes somos, es cuando podemos ofrecer a los demás, es cuando podemos ver lo que nos
rodea desde una nueva perspectiva, una nueva mirada.
El lobo responde que él busca comida para pasar el invierno, para vivir y porque es su
condición. El lobo critica que el ser humano caza, es cruel con los animales y muchas veces
lo hace no porque tenga hambre, lo hace por diversión. El lobo lo hace por necesidad.
Francisco de Asís entiende al lobo y lo que hace. Se da cuenta que no es por maldad.
Es por ello que le pide que no mate más y él hará que nunca les falte la comida, que no tenga
necesidad de ser malo. Él acepta. Ante Dios él le da la mano y el lobo la pata en señal de
acuerdo. El lobo, sumiso, sigue al santo ante el asombro de los aldeanos. Ante ellos les habla
del acuerdo y la obligación de ellos de alimentarlo. El lobo no volverá a atacar a nadie y a
nada. El lobo, paciente, se va con Francisco al convento.
Durante un tiempo todo está bien, cumpliendo el lobo su promesa. Pero cuando el santo se
va un tiempo el lobo vuelve a ser el que era y provocar el miedo y el terror en los aldeanos.
Al volver el santo sabe de lo ocurrido y va nuevamente tras el lobo. Lo llama y éste sale
nuevamente su encuentro. El santo le pide que explique el porqué de la vuelta ser el lobo que
era antes.
Ante esta pregunta, el lobo le dice que él obedecía los votos del convento, pero al entrar en
las casas de los aldeanos, conoció lo más oscuro del ser humano, su maldad, los pecados que
le impresionaron. Además, él fue maltratado peRO ponía la otra mejilla y sumiso era, más
maltratado era nuevamente. Eso le hizo sentir la maldad dentro de él y aceptar su condición
de lobo, de animal. Es lo que es y no puede cambiarlo. El santo lo deja y acepta lo que ha
dicho. Se va profundamente triste, desconsolado. Aun así reza por él a Dios, por su alma, por
su salvación.
MARCHA TRIUNFAL
Marcha triunfal militar con pompa y todo el boato de estas celebraciones. Pasan por debajo
de los arcos triunfales, con las imágenes mitológicas, el ejército con su paso marcial y
haciendo notar su fuerza y poderío. El sonido de los clarines hace destacar la imagen de las
tropas. Hace que sea más impresionantes los cascos, armas y complementos de los soldados.
La guerra, al principio tiene esta imagen.
Todo esto conmemora la victoria del ejército. Todos admiran el paso del cortejo y lanzan
flores y las mujeres admiran a los soldados, destacando siempre el más fiero, que se hará
con el amor de la más hermosa. Se venera al soldado, a los caídos y heridos y, sobre todo al
estandarte y bandera enemigos. Así es la marcha triunfal.
Los nobles saludan a los nuevos héroes y todos respetan a los vencedores. Hay un encuentro
entre aquellos que ganaron batallas antes y los que las ganan ahora. A quien más se aclama
es al líder del ejército, aquel que ha luchado codo con codo y delante de los suyos, al que no
le importa morir por la patria. A ellos se dirige la marcha triunfal.
Este poema es como una foto de un hecho histórico. Podemos imaginarnos a las legiones
romanas pasando por debajo de los arcos triunfales. Parece que el poeta ha imaginado cómo
podía ser ese momento y lo ha trasladado a un hecho poético. No se nos indica cuál ha sido
el hecho bélico que motivado esta celebración, sin embargo se nos dan pinceladas de cómo
imagina el poeta que debió ocurrir.
Toma como referencia elementos que existen, como son los arcos triunfales, los cascos,
elementos de la indumentaria de Guerrero y, sobre él, construye esa marcha triunfal que va
describiendo. Seguramente, apoyado en documentos históricos, entreteje lo que el pueblo, los
nobles, toda la sociedad estaría viviendo en este momento, disfrutando y haciendo suya la
victoria del ejército, haciendo suya la victoria de Roma, el gran imperio, la patria.
Este tipo de poemas no se suelen ver muy a menudo, pero si son importantes por el cuidado
con el que están hechos y cómo son capaces de transmitir una serie de emociones que, sin
haberlas vivido directamente y basadas en un hecho histórico hipotético, nos hacen tener la
sensación de que podemos estar presentes en ellos.
A ROOSEVELT
Félix Rubén García Sarmiento fue un poeta nicaragüense que nació en el año 1867 y murió
en 1916. Se trata del máximo representante del modernismo literario en lengua castellana.
Este poema está compuesto por cincuenta y un versos ordenados en cinco estrofas
irregulares; son todos versos de arte mayor y rima libre. Gracia a su métrica Rubén Darío
consigue que el lector encuentre una historia, una narración dentro del poema; ofreciendo,
además, muchos datos históricos aunque, eso sí, de una manera muy subjetiva.
Podemos dividir el poema en dos grandes partes. La primera parte se encuentra desde el
verso número uno hasta el verso veintinueve, es decir, las tres primeras estrofas. En esta
primera parte describe el poeta aquello que para él es Estados Unidos y todo lo que
caracteriza la “personalidad” de este Estado. Rubén Darío muestra resentimiento hacia este
país del que habla y le atribuye una serie de calificativos fuertes y atrevidos. Es para nuestro
poeta E.E.U.U. un cazador (verso 2), un invasor (verso 6) y un país primitivo a pesar de todo
lo moderno que cree ser (verso 3). Darío se decanta más por la América indígena, a la que
califica de ingenua (verso 7) y de la que destaca su religión: Jesús, y su lengua: español
(verso 8). La segunda parte del poema, desde el verso número treinta hasta el final, viene
introducida y claramente diferenciada por la conjunción “mas”.
Rubén Darío nombra a lo largo del poema muchos personajes históricos que hacen del texto
una rica fuente cultural, destacamos a Alejandro (Alejandro Magno) y a Nabuconodosor
(personaje del Antiguo Testamento); así como aporta elementos religiosos en general (Dios)
y católicos en particular.
Antítesis en el verso 3: se atribuye a E.E.U.U. al mismo tiempo estos dos adjetivos: primitivo
y moderno. Enumeración de adjetivos: soberbio, fuerte, culto y hábil (versos 9 y 10).
Hipérbole cuando dice el autor en el verso 15 que la vida es incendio. En el verso 16
podemos leer una metáfora con la que se afirma que “el progreso” es “erupción”; y en el
verso 47 se compara al aún inmaduro y sorprendido pueblo víctima de Estados Unidos con
muchos cachorros de león.
CASO
Rubén Darío nos ofrece en este poema un cuento, una historia versificada que,
posteriormente, conectará con una relación real, actual y en la que el poeta es protagonista
de la misma, tanto de su pasión como su lucha.
En este caso, el poeta, mediante una historia de un caballero, ataca a una mujer que lo ha
engañado, que lo ha herido. Así, en la primera estrofa se cuentan las andanzas de este
caballero al que le han clavado una espada junto al corazón. Este no tiene posibilidad de
sobrevivir y muere con el acero clavado.
Obviamente estamos ante una historia con mensaje oculto, en la que el caballero, realmente
no ha muerto por una herida punzante, sino que ha sido víctima de un engaño y la muerte,
que es una muerte de amor, arrasa con sus sentimientos.
Asunción, la amada del poeta, escucha esta historia y, al acabar, éste le hace saber que el
cuento es una metáfora de su relación con él: un amor, una convivencia de constante lucha
entre los amantes en la que el poeta no puede vivir sin ella, sin su amor, pero tampoco con
ella. En cualquiera de los dos casos para el sólo hay dos salidas, el sufrimiento continuo o
esa muerte de amor, como la que sufrió caballero.
Este tipo de poemas, en el que los autores utilizan el amor es un punto de vista tan extremo,
también es habitual en la literatura. La mujer siempre es directamente la culpable de los
males del poeta. Ella tiene el poder para manejar a su antojo al hombre, lo utiliza cuando
quiere, lo despoja de cualquier atisbo de personalidad y, cuando ya no tiene nada que
aprovechar de él, lo abandona dejándolo completamente hundido y sufriendo durante el
resto de su vida.
Esto que puede parecer una exageración, es algo habitual. La imagen de la mujer como
maestra de la dominación mental de los hombres es muy común. También es importante
destacar, en contraste, esa imagen del hombre que se ha dejado arrastrar, cuya personalidad
ha sido dominada sin capacidad para defenderse.
Es por ello que si bien es cierto que hay que analizar el poemas desde el punto de vista del
autor, también es cierto que la imagen de la mujer en este tipo de versos es muy negativa ya
que se le otorga un poder que, en muchas ocasiones, lo que nos pueda hacer entender es una
cierta misoginia por parte del autor hacia lo femenino.
SONATINA
“La princesa está triste” o “Sonatina” es uno de los poemas más célebres de “Prosas
profanas y otros poemas” publicado en 1896 por vez primera. Rubén Darío, su autor, tan
solo tenía 29 años cuando este poemario vio la luz. El autor nicaragüense representa como
ningún otro la corriente modernista en literatura que triunfó especialmente a principios del
siglo XX. Sus hallazgos tanto a nivel temático como métrico y rítmico fueron fundamentales
para la evolución de la poesía en lengua castellana.
Este poema representa a la perfección el estilo que Darío empezó a modelar a partir de
“Azul…” publicado en 1888
Riqueza y preciosismo estético, musicalidad, refinamiento métrico, exotismo temático y la
poesía como detonante creativo. ¿Qué sensaciones puede despertar este poema en un lector
no habituado a Rubén Darío?
Rubén Darío acude a un tema que será clásico en su producción, la huida hacia mundos
fantásticos para escapar de una realidad amarga. Y más allá, la poesía como liberación, el
arte como salvación, el acto creativo como único antídoto frente a la melancolía. Rubén
Darío quiere huir de palacio, viajar a través de su poesía, alcanzar el amor a través de los
versos.
Ars gratia artis. L’art pour l’art. El arte por el arte. El poeta nicaragüense encarna una
nueva tendencia que choca con el realismo poético y que ansía una liberación de la poesía
del academicismo. Una emancipación de la realidad.
A nivel métrico, “Sonatina” está formada por 8 sextinas de 6 versos alejandrinos con rima
consonante AABCCB en la primera estrofa. El uso de versos alejandrinos es otra forma de
recuperar elementos poéticos casi en desuso y que vivirán un nuevo esplendor con la
irrupción del modernismo. La profusión de figuras retóricas de “Sonatina” con abundantes
elementos simbólicos, provienen de su amor por simbolistas franceses como Verlaine, y
ayudan a convertir esta pieza en una obra casi de ingeniería poética.
A COLÓN
En 1892, Rubén Darío llegó a España, acompañado por otros intelectuales
hispanoamericanos, para participar en la conmemoración del cuarto centenario del
Descubrimiento de América. En Madrid, y mientras se celebraban los actos oficiales en
recuerdo de aquel histórico viaje, Darío leyó su poema “A Colón”. Desconocemos cuál fue el
impacto de dicha lectura entre los presentes, pero podemos suponer que causó sensación.
Son 14 serventesios de rima alterna consonante en los que el poeta nicaragüense se despacha
a gusto con el objetivo de constatar las terribles consecuencias que derivaron de la conquista
de América, especialmente de los efectos que tuvo en la sociedad indígena. La primera
estrofa es diáfana en su mensaje. El poeta apela directamente a Colón, aseverando que la
América con la que fantaseó el viajero italiano es solo un sueño perdido. Las luchas, las
guerras y las crisis económicas, derivadas en muchos casos de la centenaria presencia
española y de la posterior independencia, asolan Hispanoamérica.
La novena estrofa es elocuente, tal vez la más impactante del poema. Darío llega a desear que
las carabelas nunca hubiesen arribado en América. En estos versos se concretiza la combativa
idea del poema: la conquista de América por parte de los españoles solo ha traído desgracia.
En las últimas estrofas, el escritor nicaragüense mantiene el pulso lírico, con nuevas e
interesantes referencias religiosas y versos que idealizan a los indígenas, especulando con un
pasado sin conquista. Pero, ahora, los barrabases son los que detentan el poder, mientras
Cristo mendiga, delgado y triste.
El poema finaliza retornando a la figura de Colón. Darío le pide que ruegue por unas tierras
que sufren y ansían un futuro esperanzador. “A Colón” es uno de los poemas más famosos de
Rubén Darío por el calado de su ideario. El poeta nicaragüense optó por un lenguaje más
claro y unas metáforas menos floridas con el objetivo de universalizar su mensaje. Lo
consiguió.