Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
INTRODUCCIÓN
El presente ensayo tiene como objetivo hacer una reflexión entorno a la relación que ha tenido el
movimiento feminista desde sus antecedentes históricos con las corrientes antropológicas: el
neovolucionismo y el particularismo histórico.
Hay una relación con la perspectiva feminista y la importancia de la energía y fuerza del trabajo para la
evolución social. Las críticas se hacen en base a éstos conceptos que son manejados por los
nevolucionistas de los siglos XIX y XX, periodos durante los cuales, se intentaba explicar el desarrollo
de la cultura en función de la energía disponible por individuo, esto es considerando la evolución con el
aumento progresivo de las técnicas para su obtención.
El desarrollo de la cultura, y los conceptos de lo que se entiende por cultura son un eje que atraviesa de
igual manera, el desarrollo de la teoría feminista. En tanto que, se trata de explicar porque se exige el
reconocimiento del trabajo domestico de las mujeres en la esfera económica y política del discurso
público.
Me propongo entonces, hacer una reflexión de lo que hay en medio de esta discusión del “progreso” y
que movimientos sociales contemporáneos y que actores sociales desventajosos, protagonizan el
cambio en el pensamiento que estaba teniendo sus fundamentos con el evolucionismo, para dar pie a
textos fundantes. Mi intención, es acercarnos a ésta discusión analizando a las mujeres como
impulsoras del cambio social, económico y normativo de las sociedades modernas.
…
El movimiento feminista se pueden entender en tres momentos, algunes autores la llaman la 1° 2° y 3°
ola del feminismo en la historia. En este sentido; la 1° ola, se caracteriza porque en esta época, el
particularismo histórico era la tendencia académica de analizar a las sociedades.
Max Weber introduce al mundo de las ciencias sociales la categoría de “patriarcado” como lo plantea
Teresita de Barbieri: “Una de las primeras propuestas identificó la subordinación femenina como producto del
ordenamiento patriarcal, tomando la categoría “patriarcado” de Max Weber” (Barbieri, 1992: ) [1] Se adopto
rápidamente la noción de patriarcado, se introdujo al discurso político y al quehacer académico.
Se planteaba entonces, abolir ciertos privilegios masculinos. Se vislumbraba el terreno para las
exigencias del derecho a la incidencia política de la mujer en la toma de decisiones, como el derecho al
voto. Se empieza a cuestionar a la sociedad a partir de una diferencia de sexos, la pornografía es uno de
los temas a debatir, pues se concibe que no solo la relación entorno a las mujeres se analizan, sino la
relación que hay de mujer a varón, es decir los estudios de género abordan al sexo como el género
socialmente construido, desde una visión antropológica, como plantea Martha Lamas en 1986.
Margared Mead que es una de las principales exponentes del particularismo histórico en occidente;
hacia ya, una diferencia entre sexo biológico y comportamiento social. Beatriz Preciado nos habla en su
trabajo sobre “Pornotopía” la transición que hubo en el debate feminista: “La Segunda Guerra Mundial
había transformado radicalmente el terreno del debate feminista en Estados Unidos. El llamado «feminismo de la primera
ola», que había centrado sus reivindicaciones en la igualdad de voto, no había contestado la separación sexual de esferas,
entendiendo todavía la feminidad como naturalmente conectada al espacio doméstico y a las tareas de reproducción. En el
ámbito teórico, la obra pionera de la antropóloga Margaret Mead había elaborado por primera vez en 1935 una distinción
entre sexo biológico y comportamiento social (algo que luego vendría a llamarse género), pero había seguido asociando la
domesticidad a las tareas maternas de la reproducción. Simone de Beauvoir había articulado en 1949 la primera crítica
política de la feminidad definida no como esencia biológica sino como producto de la opresión social que pesa sobre el
cuerpo de las mujeres y su capacidad reproductiva. Su crítica de la institución matrimonial, su práctica bisexual y su
rechazo del domicilio conyugal en beneficio de la habitación individual de hotel habían hecho de De Beauvoir un modelo
de feminista antidoméstica. Sin embargo, la crítica más explícita del del régimen domestico suburbano vendrá de la obra
de la americana Betty Friedman, en momento en que se estableció el movimiento .Feminista National Organization for
Women” [10] Por el auge que estaba teniendo la revista Playboy en 1959, año en el que comenzó la
publicación. El discurso con el que lanzó su justificación, hablaba sobre el despojo de los hombres de
la vida domestica, por parte de las mujeres en el contexto de posguerra que se vivía en Estados Unidos.
El tema tabú de la pornografía se traslada a la esfera de lo público y regulado, claro que el derecho a la
producción y consumo de la pornografía, se lo apropió el discurso masculino, cómo una práctica que
naturalmente sólo se interesan los hombres, explica también Preaciado.
Entonces ¿qué relación hay en el pensamiento de Mead y la metodología de la orientación
evolucionista?
Se marca una nueva sociedad de discurso con el trabajo de Margared Mead. Las necesidades más
básicas del ser humano se satisfacen con prácticas culturales: “... el trabajo de campo proveería de la evidencia
empírica a la premisa humanística de que las culturas no pueden ser evaluadas como superiores o inferiores, altas o bajas,
mejores o peores sino, simplemente, como diferentes. De este modo, el relativismo cultural y el particularismo histórico
surgieron como antídoto contra el evolucionismo, y como el complemento intelectual de por los menos una versión
prominente del funcionalismo: la doctrina asegura que cada cultura es una configuración distinta, integrada por partes
únicas de interseccionadas, y que estas partes sólo pueden entenderse en términos de la relación sin su contexto
configuracional más amplio” (Kaplan, Manners, 74) La forma en que los humanos resuelven los problemas
comunes de existencia, no se abordaban en una situación lineal y progresiva cómo plantea el
evolucionismo, sino que la función de una estructura social daba cuenta de aspectos culturales en
común a las sociedades: “ L a e s f e r a d e l a v i d a s e x u a l y r e p r o d u c t i v a e s u n f o c o
central en la mayoría de las culturas humanas (Okin, 1999:12-13). La
regulación de éstas funciones crea la línea divisoria entre naturaleza y
cultura: todas las especies animales necesitan aparearse y reproducirse para
s o b r e v i v i r, pero la regulación del apareamiento, la sexualidad y la
reproducción de acuerdo con “reglas de parentesco”, tal como lo explicó
Claude Lévi- Strauss en Las estructuras elementales de parentesco (1969), es la
línea que separa phúsis de nómos. La naturaleza no indica quién debe
aparearse con quién; sin embargo, todas las sociedades humanas conocidas
regulan el apareamiento con fines reproductivos no reproductivos y crean un
universo simbólico de significados según las reglas de parentesco y los tabúes
sexuales que se establecen. Las mujeres y sus cuerpos son sitios simbólico-
culturales sobre los que las sociedades humanas inscriben su orden moral. En
virtud de su capacidad de reproducción sexual, las mujeres median entre la
naturaleza y la cultura, entre la especie animal a la que todos pertenecemos y
el orden simbólico que nos convierte en seres culturales” (Benhabid,2006:148)
bromas y risas- comienza a regir” (Mead, 1971: 46) [8] Es así, como esta
idea de la relación entre cultura y personalidad es el conjunto de
prácticas simbólicas que se desglosan a partir de un tabú,
característico de las normas sociales que establece una sociedad
determinada para regular relaciones de parentesco.
Mead, hace una comparación de éste hecho con los nativos de Iatmul,
en Nueva Guinea: “el niño duerme con su madre en una pequeña cama de
corteza, que es empujada dentro de un cuarto pequeño a prueba de mosquitos
donde descansa la madre. Al padre le disgustan las excreciones del infante y
evita el camastro de la madre en tanto el niño duerme en él. Así cierta
rivalidad se establece entre el padre y el hijo. Esta situación se intensifica de
nuevo más tarde, cuando el padre, que retoma un activo interés por su esposa
puede tratar de que ella lo acompañe al jardín- lo que implica la inclusión de
actividades sexuales en ese lugar- de modo que ella abandona a su niño, que ya
camina, pero a quien todavía amamanta” (Mead, 1971; 49) [8] La descripción
de las prácticas sexuales de los niños y adolescentes de éstas
comunidades, es el análisis particularista que aborda Mead, pues
aborda sociedades distintas con contextos diferentes, he ahí el
particularismo; hace el vinculo que tienen las funciones de las
instituciones que están en la esfera privada (la sexualidad) y que son
las bases de la oposición de los sexos: hombre y mujer en distintas
sociedades, que lo que tienen en común, es que se establecen los roles
sociales o “los roles de género”: como lo llamaríamos en la
actualidad; en las etapas de desarrollo a lo largo de la vida de los
i nd iv i du os , es d ec i r, en el pr oc es o de cr ec i m i en to e i ns er c ió n d el
sujeto a la sociedad.
La situación real que estaba sucediendo históricamente era la lucha por el reconocimiento de derechos
de grupos sociales a fines con demandas en común, durante el discurso de “desarrollo” y “progreso” de
las sociedades liberales democráticas. Desde el Particularismo culturalista se propone visibilizar estos
movimientos sociales de identidad: “en sí mismas, ni las culturas ni las sociedades son holísticas, sino
que son sistemas de acción y significados polivocales, descentra dos y fracturados, que abarcan
varios niveles”(Benhabib, 2006:61).[9] No se podía seguir con los modelos de
universalización, pues: “La política de la identidad y la política de la diferencia se ven afectadas
por la paradoja de querer preservar la pur e z a d e l o i m p u r o , l a i n m u t a b i l i d a d d e l o histórico
y el carácter fundamental de lo conting e n t e ” ( B e n h a b i b , 2 0 0 6 : 3 7 ) [ 9 ]
El feminismo en los años 80, analiza lo que se plantea desde la “naturalidad” y hay aportes
significativos a partir de analizarnos a nosotras las mujeres como actores sociales o sujetos historicos
“Los factores asociados a la raza, la etnicidad, la cultura o las religiones, en paralelo a otros cuestionamientos de la
identidad feminista por el lesbianismo y, después, por la teoría queer, propiciaron las visiones interseccionalistas de las
identidades y promovieron tensiones constitutivas en la reelaboración crítica de la identidad postconvencional de las
En resumen, los antecedentes del feminismo del XIX Y XX, tiene un boom en los años 60, hasta el
siglo XX. Hay una crisis en los aspectos de los social, étnico, con los movimientos pacifistas,
ecologistas, estudiantes, destacando el papel de las mujeres. Eran de clase media alta, trabajadoras de
servicios calificados, sus movimientos eran la clave en sus demandas; hacían referencia a lo que se
vivía cotidianamente generando utopías, inicialmente no había lideres (Baibieri, 1986).
En los 70 del siglo XX cuestionan las teorías que daban la imagen de la mujer y lo femenino
(patriarcado ser andocentrista) re interpretando a Marx, Reich, Marcuse, Mcluhan, Laing y Johson
(Gross, 1995).
Las mujeres feministas que luchan por la igualdad y las que buscaban la autonomía coincidían en que
se convierten en sujetos y objetos del conocimiento, ocupando la posición de sujetos, al asumirse como
sujetos , cuestionan métodos, procedimientos, suposiciones y técnicas de la teoría. Desarrollan
perspectivas no solo sobre o acerca de las mujeres, sino acerca de cualquier objeto. Utilizan de los
elementos patriarcales aquellas partes que sirven. Desafían tanto la estructura como el contenido de los
discursos como el contenido de las discusiones disciplinarias e instituciones, intentando presentar
alternativas.
El movimiento liberal surgió a mediados de los 70 sel siglo XX; pensamiento no muy elaborado que
abordaban las problemáticas del trabajo domestico, el consumismo, la socialización de los niños, la
situación de discriminación del trabajo domestico, la violencia pública y privada. El movimiento
socialista: reivindica las principales hipótesis del marxismo y la utopía socialista. Sus temas
desarrollados: es estatuto teórico del trabajo domestico, la participación de la mujer en la producción
económica y el empleo femenino. El movimiento radical contra la izquierda dominada, desde la
perspectiva de la vivencia de las mujer que abordan las situaciones de maternidad, el aborto, la
violencia, el lesbianismo, la prostitución y la pornografía (De Barbieri, 1986)
Así las voces feministas y su tradición de diálogo intercultural y de solidaridad nos ofrece un cúmulo
de herramientas críticas para desacreditar y dar a una alternativa a la maquinaria económica neo liberal.
Desde el materialismo se analiza la economía y es importante partir del hecho que ser sociedades que
entablan relaciones de parentesco, donde el cuerpo de nosotras las mujeres es territorio de conquista, de
expropiación, de explotación, de despojo, nuestro cuerpo y nuestra existencia del ser mujeres que esta
atravesada por el género, nuestro cuerpo entonces, se vuelve un espacio político, donde la estrategia en
éstos días siguen siendo los feminicidios, es decir el asesinato de las muejres por el hecho de ser
mujeres, maquinaria terrorista de la opresión de nuestra clase como mujeres. Me parece conveniente la
definición que Moniqqe Witting hace del género: “...llaman género a la delegación léxica «de los seres
naturales», a su símbolo. Conscientes de que la noción de género no es tan inofensiva como parece, las feministas
americanas utilizan el género como una categoría sociológica, poniendo de relieve que no hay nada de natural en esta
noción, ya que los sexos han sido construidos artificialmente, son categorías políticas, categorías de opresión […] Al igual
que el sexo, el hombre y la mujer, el género, como concepto, es un instrumento que sirve para constituir el discurso político
del contrato social como heterosexual” (Moniqqe Witting, 1992) [5] Este contrato social heterosexual es el
establecido por la sociedad y las relaciones de parentesco y parten de una sexualidad regida por esta
estructura de género, bajo la idea de que son aspectos naturales propias de la especie humana, no hay
una separación de la reproducción y la sexualidad en el análisis de la economía de las sociedades, por
estar adjudicado a la naturaleza de la maternidad de las mujeres.
El feminismo es uno de varios movimientos sociales contemporaneos
que buscan la plena inclusión y participación de los grupos oprimidos
en situación de desventaja deben afrontar actualmente, respecto de sí
m i s m o , e l d i l e m a d e l a d i f e r e n c i a “Por un lado, deben continuar negando que existan diferencias
esenciales entre hombres y mujeres, blancos y negros, personas con plena capacidad corporal y personas discapacitadas
,diferencias que justificarían el negar a las mujeres, las personas negras o las discapacitadas la oportunidad de hacer algo
que las restantes personas son libres de hacer o bien les privaría de formar parte de ciertas instituciones o de alcanzar
determinada posición. Por otro lado, encuentran necesario afirmar que existen a menudo diferencias de base grupal entre
hombres y mujeres, blancos/as y negros/as, personas con compleja capacidad corporal y personas discapacitadas que
hacen que la aplicación de un principio estricto de idéntico tratamiento, en particular cuando se compite para lograr
determinadas posiciones, sea injusto, habida cuenta que esas diferencias sitúan a los mencionados grupos en situaciones
Reflexión
La colonización como un proceso donde se despoja, se agrede, anula las capacidades políticas de
pueblos y comunidades, el colonialismo elimina toda posibilidad de dar forma a la vida colectiva en los
pueblos y comunidades con capacidad de autodeterminación. En este complejo de dominación, el
territorio es el espacio social donde la dominación y la violencia son ejes organizadores y se traduce en
explotación y violencia feminicida.
El cuerpo de las mujeres, es olvidado cuando se trata de explicar la forma en que las sociedades se
desarrollaron sistemas económicos neoliberales, que permiten que el entorno natural se siga explotando
por intereses del capital. El movimiento feminista me parece apropiado porque propone análisis que
superen los análisis lineales, progresivos y universalistas de nuestras relaciones de poder en nuestra
especie, para poner en la mesa, discusiones acerca del territorio y la manera en que estamos regulando
aspectos de nuestra vida como la sexualidad; qué relación tiene el hecho de prohibir o establecer
conductas y comportamientos que excluyan otras formas de pensamiento y otras formas de
relacionarnos y parar la máquina genocida, feminicida de Estados neoliberales.
Bibliografía
1: Teresita de Barbieri, Debates de Sociología, 1992
2: Leslie A. White, Etapas evolutivas, 1947
3: Monique Witting, El pensamiento heterosexual, 1992
4: Marilyn Friedman, Perspectivas feministas en teoría política, 1996
5: Iris Marion Young, Perspectivas feministas en teoría política , 1996
6: María José Guerra Palmeto, Crítica al Etnocentrismo desde el Feminismo, 2007,
https://altermediareflexiones.blogia.com/2009/110901-cr-tica-al-etnocentrismo-desde-el-
feminismo.php
7: David Kaplan, Robert A. Manners, Introducción crítica a la teoría antropológica,
8: Margared Mead, Antropología, La ciencia del hombre, 1971
9: Seyla Benhabib, La revindicaciones de la cultura Igualdad y diversidad en la era global, 2006
10: Beatríz Preciado, Pornotopía, Arquitectura y sexualidad en«Playboy» durante la guerra fría, 2010