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CONCEPCIONES Y PRAXIS
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RESUMEN
En un primero momento, se presenta la conceptualización del término comunidad y su implicación
organizadora del mundo indígena, en un segundo apartado se presenta la comunalidad desde su
composición estructural y organizativa, visualizando en ella los diferentes avatares en los que se
implica el fenómeno de la vida indígena, para pasar a un tercer cuadro, en donde se dilucida la
unión relacional que hayan la comunidad y la comunalidad por su inherencia en el contexto de la
vida indígena, en participación colectiva y en reconocimiento de autodeterminación en sus formas
de vida, en un último momento, se aprecia la triangularidad entre comunicación, comunalidad y
comunidad que produce en los pueblos originarios una muy particular forma de constituirse.
ABSTRAC
In a first moment, the conceptualization of the term community and its organizing implication of the
indigenous world is presented, in a second section communality is presented from its structural and
organizational composition, visualizing in it the different avatars in which the phenomenon of
indigenous life, to move to a third table, where the relational union of the community and
communality is explained by its inherence in the context of indigenous life, in collective participation
and in recognition of self-determination in their ways of life, in At the last moment, we see the
triangularity between communication, communality and community that produces a very particular
way of being constituted in the indigenous peoples.
INTRODUCCIÓN
Esta primera introducción, pretende orientar al lector sobre el terreno gráfico que
recorrerá a lo largo de estas líneas, poniendo de relieve la caracterización del
fenómeno relacional de la comunicación en comunalidad, en una reciprocidad o
comunión que singularmente esta materializada en el universo indígena, teniendo
como ejes secundarios la condición comunal, étnica y identitaria, que coadyuvan a
la temática referida en este trabajo.
1
como la etnohistoria, etnología y la comunicación, hacen patente el
reconocimiento sobresaliente de los pueblos y comunidades indígenas en nuestro
país y continente, la inquietud científica por conocer de ellos, en sus estructuras,
sus formas de organización, su cultura, su pie de lucha y un largo etcétera que
está fijado en el marco de su prolija multiculturalidad e interculturalidad, nos
permite poner, el acento en el proceso relacional entre comunidad, comunalidad y
comunicación, conjunción que deriva de una compleja forma de vida en colectivo.
El abordaje de este trabajo subraya en parte, el agudo interés por los aportes
(políticos y culturales) que derivan de los pueblos indígenas, como lo es la
estrategia de la comunalidad, en concreto, el vínculo entre la comunalidad y
comunicación comunitaria, en un entorno global y neoliberal, que les es hostil y
contrario a su desarrollo.
2
dicha tarea pretende pasar de la descripción pura del fenómeno -aquí analizado- a
una base más empírica que permita dilucidar la realidad en la que se encuentran
inmersos los grupos indígenas. Esta estrategia fresca y cotidiana de la
comunalidad, aboga por el desarrollo interno de los pueblos indígenas y la
autonomía de éstos frente a las externalidades de la modernidad, por lo que, el
propósito de este trabajo es contribuir a llenar el evidente vacío de información
que se tiene sobre esta temática. En esta primera exposición introductoria, se
hablará particularmente de los términos comunidad, comunalidad y comunicación
y en seguida de comunidad y comunalidad, tratando luego la comunicación en
estos dos últimos conceptos, esto para ubicar al lector de los presupuestos
conceptuales de este trabajo.
3
información (heteróclita) de una realidad que, se presenta en el fenómeno de la
comunalidad. En este sentido, se pretende caracterizar a la comunalidad,
destacando su propuesta, su funcionalidad, sus problemas y su existencia, en la
organización de los conglomerados socio-colectivos. No es el objetivo cardinal de
este trabajo, revelar toda una elaborada teoría de la comunicación o de la
comunidad o de la comunalidad, derivado de los límites o alcances que tiene en
intención esta tarea, sino la de exponer las singularidades y generalidades
necesarias a la textura particular de esta investigación.
4
presenta las siguientes particularidades: 1. Ante el racismo y el colonialismo se
hace necesaria la atención y consideración de las relaciones entre los pueblos
originarios, el Estado y la sociedad actual; 2. Despojarse de todos los términos,
categorías y concepciones introducidas por la dominación colonial, en un proceso
contra-hegemónico para pensarse desde su condición como pueblos nativos; y 3.
Erigirse como actores productores de conocimiento liberador (Aquino, 2013: 9-10).
1 Un ejemplo sobre la iniciativa que han tomado algunas comunidades indígenas en México,
respecto a la producción de conocimiento y sus referentes de origen, es el Estado de Oaxaca,
donde se han dado a la tarea de crear sus propios espacios culturales para trasmitir sus visiones y
concepciones, dejando de ser culturas marginadas en la historia de nuestro país y, estereotipadas
por el enfoque positivista, gracias a la creación de museos comunitarios, organizados y
presupuestados por la misma comunidad, amparados en leyes federales que el gobierno les
confiere, en el hecho de formar parte del patrimonio cultural de la nación.
5
COMUNIDAD
Son tres ejes temáticos y vitales, los que han atendido las principales
preocupaciones y ocupaciones de la comunidad en su praxis y concepción, tal
6
como lo señala Leif Korsbaek (2009), cuando enfatiza que “el poder en la
comunidad”, la “desorganización de la comunidad” y el “desarrollo de la
comunidad”, han tomado un espacio preponderante en lo que corresponde a este
fenómeno, sin embargo, la mayor carencia de la comunidad como concepto -en el
campo de la investigación científica- se ha concentrado en su definición y, por lo
tanto, en su encaje dentro de los fenómenos colectivos. La falta de definiciones
claras y concretas para nombrar la comunidad2, ha generado un horizonte
equivocista de entendimiento, empero, compartimos las siguientes líneas con el
objetivo de comprender este talante, esto, como una aproximación a su definición,
pues “… una comunidad es un grupo de gente en estrecha contigüidad, por lo
regular en un lugar con fronteras geográficas o políticas reconocidas” (citada en
Korsbaek, 2009: 103).
2 Los actores del mundo intelectual, que han observado este fenómeno desde sus producciones
bibliográficas y su devenir, identifican una fuerte ausencia de claridad en la naturaleza conceptual
de “comunidad”, la apreciación que hace book-length studies, es señalar la falta de una definición
que pueda presentarnos un mejor significado sobre esta noción.
3 Por contraste, podemos definir de mejor manera los presupuestos de la comunidad
7
e interrelacionan en una estructura u organización, con ciertos fines en su
condición in toto.
La afirmación que nace del fenómeno étnico para definir y desarrollar la identidad
es fundamental en el proceso de comunicación comunitaria (Grimson, 2011),
8
empero teniendo en claro que la identidad no está encapsulada en los límites
étnicos fijados por la antropología (erróneamente) que afirma que el aislamiento
de estas culturas, así como las interdependencias éticas y el conflicto interétnico,
definían la existencia global de los pueblos indígenas, al grado de llegar a
perpetuar el equívoco relacional de raza con cultura (Barth, 1976: 11), aspectos
estos, que incrementaron la ambigüedad y la confusión para entender el
multiverso indígena.
4 Y a pesar de que el sentido del conocer y del saber en la ciencia positiva es la objetividad,
creemos que la subjetividad, es en estos ámbitos del hacer y quehacer humano son sine qua non,
pues no se está hablando de un objeto sino de un sujeto, que ha sido objetivizado por un proceso
de cosificación que tiene como propósito una definición cerrada y acabada.
9
mundo, la importancia en este cuadro, radica fundamentalmente en su sentido
identitario así como del cúmulo de significados que resguarda su organización
social y su vínculo cultural-espiritual.
5Reconociendo con Víctor Turner que: “las unidades de la estructura social son relaciones entre
estatus, roles y oficios” (Turner, 1969: 119).
10
volitiva personal, que descansa en sus efectos para la identidad de un espacio
social común.
pero sin soslayar que los argumentos que se vierten en este escenario, no pretenden enfocar a
dichos espacios comunitarios como infalibles, sin contradicciones, fuera del conflicto, empero, su
creación es humana y sus limitaciones también.
8 Lo que se ha dado en llamar comunidades construidas, ha transgredido las definiciones acabadas
11
Sin que el cifrado cuantitativo9 impere en la definición sobre comunidad, es
interesante citar el siguiente estudio que se realizó en el año 2001, que se tomó de
118 personas de diferentes condiciones culturales, étnicas y sociales, concluyendo
que comunidad, es: “un grupo de personas con diversas características que se
encuentran asociadas por vínculos sociales, comparten perspectivas comunes y
participan en acción conjunta en localidades o entornos geográficos” (MacQueen,
et al, 2001).
12
Algunas configuraciones de comunidad:
13
le permiten dar un trato especial y diferenciado a cada uno de sus integrantes,
superando la premisa normalizadora del derecho positivo, en donde todos los
individuos se circunscriben ante la ley como iguales.
COMUNALIDAD
La patria, la nación, el Estado y todos sus leyes se crearon a pesar y pesar de los
pueblos originarios que habitaban desde antaño como legítimos albaceas de las
tierras americanas. Nada se les compró, se les arrebató, nunca se les pagó algún
impuesto por la explotación de sus tierras, la lógica operativa se desenvolvió por
concepto del pillaje a ultranza.
“… la crisis del corporativismo agrario del PRI como partido de Estado, agudiza a
lo largo de la modernización de la agricultura mexicana; el fracaso del indigenismo
10 Y por cierto, la federalización significó en muchos casos -para las comunidades y pueblos
indígenas- la descomunalización de su unidad regional o local.
11 Historia, etnohistoria, etnografía, antropología social, arqueología, lingüística, etc., que se afán
14
como programa de integración de las minorías étnicas al Estado-nación
mexicano…” (Dietz, 2010: 12-13).
1. El territorio comunal;
2. El trabajo comunal;
3. El poder político comunal;
4. La fiesta comunal (Martínez, 2010; Díaz, 2004 y 2007; Rendón, 2003).
1. El territorio comunal
15
tierras suelen volver a su lugar de origen, esto, gracias a su condición agraria y a
su concepción religiosa.
Esta última expresión, le da un acento más profundo y sagrado a sus tierras, pues
según la cosmovisión comunal de la tierra, esta se presenta como madre
sustentadora, es el origen de toda la existencia humana, es hogar y referente de
identidad social, cultural y religiosa. Es sustento y punto de ubicación para la
orientación en el mundo, en resumen, el territorio comunal converge en una
triangulación perfecta: naturaleza, divinidad y humanidad.
2. El trabajo comunal
16
situaciones pone en juego la relación de igualdad, pues el abordaje concreto de
esta esfera, evita que a través del trabajo se creen individualismos que generen
desigualdad en todos los procesos de cooperación comunal.
Su ejercicio se dirime como poder local, mediante dos entidades comunales, por
un lado, está la asamblea general y por el otro, el sistema de cargos, la primera
institución se constituye como el máximo órgano de autoridad de toda la
comunidad, en términos jerárquicos está por encima de cualquier otro poder
dentro de la comunidad, en cualquier caso, de la asamblea se desprenden todos
los mandatos y quehaceres que autoridades menores ejecutaran, en este órgano
se desglosa todo el mapa que configurara el destino mediato e inmediato de la
comunidad. Vayamos ahora, a la segunda fuerza complementaria del poder
comunal, que se encuentra en el sistema de cargos, que no es otra cosa que, los
diferentes puestos que se ocuparan en el gobierno, la convocatoria para dichos
cargos se hace en general, para ser ocupados en materias agrarias, religiosas y
civiles, su carácter imperativo permite que nunca se queden vacíos dichos
espacios.
4. La fiesta comunal
17
Y junto a estos cuatro bloques señalados, otros elementos que se desprenden de
su condición de comunidad, que fungen como herramientas de tipo auxiliar como
son: 1. Un derecho indígena; 2. Una educación tradicional (derivada de sus usos y
costumbres); 3. Una lengua autóctona; y 4. Una profunda cosmovisión (Rendón,
2003: 39-47).
12Sobre el postulado del bien común, es el sentido que mejor define los derechos y obligaciones
de la comunidad.
18
en este segundo tipo de contrato, una asociación política que a la vez,
necesariamente, es ética, porque es la manera de mantener una entidad pública
que garantice la libertad de todos, y que sea, por lo tanto, garante de autonomía”
(2003: 48-49).
19
independiente y lejos de toda abstracción, es más bien, una estrategia de vida en
colectividad de día en día, que apunta a la emancipación, pero también a la
transformación social y a la lucha. En una gran variedad de formas de vivir en
comunidad, diferencia e identidad, con singulares formas de representarse en el
gran universo humano, pero con aspectos sin soslayar como la Asamblea, el
tequio, el poder obediencial y la compartencia.
13La consagración sacra de la tierra halla su plena analogía en la madre que engendra y que da
todo sustento, pues: “La Tierra es para nosotros una madre, que nos pare, nos alimenta y nos
recoge en sus entrañas. Nosotros pertenecemos a ella, por eso no somos los propietarios de tierra
20
La preponderancia que da cada autor a los elementos de composición de la
comunalidad es variada, por ejemplo, Floriberto Díaz pone el acento en el
territorio, aseverando, por un lado, que la tierra da trabajo y, reconociendo, por el
otro, que la tierra es el foco central para el desarrollo de las prácticas litúrgicas y
ceremoniales, la fuerte connotación espiritual y material de la tierra como Madre
permite la reivindicación territorial de los pueblos indígenas, por lo que, la tierra
representaría en este criterio la esencia de la comunalidad.
Sobre esta misma exposición, Jaime Martínez se presenta como otro autor, que
enfatiza el valor elemental del trabajo en la comunalidad, al plantear que: “… el
trabajo para la decisión (la asamblea), el trabajo para la coordinación (el cargo), el
trabajo para la construcción (el tequio) y el trabajo para el goce (la fiesta)”
(Martínez, 1995: 34), trabajo que se presenta, como donación laboral a la
comunidad y, por lo tanto, como un bien común.
COMUNICACIÓN Y COMUNALIDAD
alguna. Entre una madre e hijos la relación no es un término de propiedad, sino de pertenencia
mutua. Nuestra madre es sagrada, por ella somos sagrados nosotros” (Díaz, 2004: 368).
14 En el Taller de Diálogo Cultural que se realizó en el año 2010 en tierras mayas macehuales de
Señor, Chancah Veracruz y Chumpón, se identificó que la lengua y la cosmovisión son los dos
elementos principales de las comunidades indígenas (Meza, 2012: 100).
21
Gunther Dietz puntualiza los adjetivos nominales de la comunalidad y
comunalismo cuando marca que:
22
La comunicación (eficiente y eficaz) en el ámbito de la comunalidad se presenta
en convivencia binomial o en conjunto, de la que se distribuyen sentidos y
significados apostados en lo colectivo. El complejo engranaje de la comunicación
comunitaria se encuentra en los ocho atributos particulares de la comunalidad, por
lo tanto, para entenderla hay que observar la conexión entre todos sus
componentes y los contenidos de la comunicación. En este contexto, la
comunicación se vuelve un instrumento de consensos, un espacio de
culturalización y aculturalización, un saber sobre el mundo y sus habitantes.
15Autoras como Maarten Jansen y Aurora Pérez (2009) aseveran que la actual comunalidad es
una manifestación nacida de los pueblos originarios en defensa del colonialismo español,
constituyéndose ésta como una resistencia ante la violencia de los conquistadores.
23
pues le hereda caracteres omnipresentes que le posibilita estar vigente trans-
territorialmente en otras comarcas.
24
desde la modernidad ni de todos los postulados ideológicos, científicos y
racionales16 de la atmósfera colonial.
25
Históricamente la epistemología del norte había focalizado y fijado al continente
latinoamericano en condición de subdesarrollo, tanto en su economía como en su
saber, refiriendo su posición en un atraso de inferioridad racial, mental, cultural y
material. El propósito de esta epistemología, no apostaba por la definición objetiva
de esta parte del mundo, sino por la dominación racial, mental, cultural y material,
por lo que, la geometría internacional del mundo quedaba como: progreso y
modernidad para el Norte, retraso y pobreza para el Sur, en materia de
conocimiento el Norte se definió por el conocimiento técnico y científico (sinónimo
de desarrollo y crecimiento), el sur fue (nuevamente) interpretado en su
multiplicidad como culturas rupestres, donde prevalecía el prejuicio y la creencia,
esta estrategia fue eficaz para el proceso colonizador.
Por un lado, la epistemología del norte apostando por la dominación, frente a una
epistemología del sur (novicia), por el otro, que apunta a la emancipación, es en
este escenario adonde tiene cabida la comunalidad, que se inscribe como
característica material y cultural de las epistemologías del sur. La armonía de
estos dos bloques -epistemología del sur y comunalidad- se expresa al admitir la
integración de nuevos horizontes perceptivos, cognitivos y emocionales, respecto
a la elaboración de experiencias colectivas, que desarrollan formas de
organización social, fuera del pensamiento único y homogéneo de la modernidad.
26
religiones y partidos políticos, que además de traer ideas ajenas a la organización
comunal, son organizaciones altamente alienantes que fomentan el individualismo
y en el fondo la competencia, ajena y contraria a la compartencia comunal. En
pocas palabras, la compartencia se realiza en el nosotros (plural), la competencia
en el yo (individual).
27
El mensaje vendrá siempre cargado de propiedades que posibiliten la
comunicación y, con ello, el entendimiento, por lo que un mensaje vendrá
acompañado de una serie de señales eslabonadas por un contexto signico y
reglas que reconozcan la combinación de sus elementos que estarán codificados,
para ello, se necesita de un emisor (que codifica) y un receptor (que decodifica)
que participen de cadenas significantes contenidos en los sonidos que se emiten
(Beristáin, 2006).
18 Las relaciones de comunicación que el gobierno o gobiernos institucionales han tenido frente a
las comunidades indígenas a lo largo de la historia, narran coyunturas críticas en el proceso directo
de comunicación, en el entendido que estas crisis de comunicación se presentan como cambios
negativos en general para los pueblos indígenas.
28
El propósito toral de la radio comunitaria es exponer la diversidad cultural y étnica
contenida en sus territorios, la diversidad de expresiones se dan cita para reflejar
las implicaciones profundas que guarda cada expresión cultural, todo ello, en
medio de una compleja red de comunicación y, a pesar de las diferencias, el
tópico se inscribe en la condición indígena.
Los comunicadores indígenas cuentan con una vocación social y sin retribución
salarial, ya que estos están organizados y resididos en la comunidad y no en algún
medio formal de comunicación. Existen innumerables casos de comunicadores
indígenas que en su afán de servir a la comunidad a través de algún medio de
comunicación (radio o periódico), llegan hasta solventar los gastos con dineros
propios.
29
En el perímetro de la lucha comunitaria, respecto a la conservación y desarrollo de
los pueblos y comunidades indígenas, se erige como bastión de lucha el modelo
de la comunalidad, que sirve como estandarte e instrumento de lucha ante las
devastadoras agresiones del mundo externo, posicionando su propósito de la
lucha en contra de las agresiones políticas, económicas y ambientales, que se
presentan ante la explotación industrial extractiva como la inmoderada tala de
árboles, contaminación profunda de sus lagos y ríos, erosión de los suelos a
través de métodos como el fraking (todos ellos proyectos de muerte) y la falta de
seguridad de sus vidas, ante el despojo de sus tierras por narcotráfico y crimen
organizado.
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sistema
Democracia representativa Democracia participativa
Éxito personal Logros colectivos
Competencia Compartencia
Trabajo como proceso de diferenciación Trabajo como identidad
Maximización de los beneficios personales Beneficios comunes
Contrato social con interés personal, por Contrato social con interés social, por encima
encima del colectivo del individuo
Fuente: Elaboración propia.
Por otra parte, y volviendo a la temática comunicacional, no hay que olvidar a las
tecnologías de la información y comunicación (TIC), piezas clave en el actual
horizonte de la comunicación, en pleno siglo XXI caracterizado por la era de la
informática, se presenta sine qua non la incorporación de estas tecnologías al
grueso cultural y comunitario de los grupos indígenas, pero tampoco, hay que
soslayar que el fenómeno de la comunicación existe mucho antes que cualquiera
de las tecnologías (habidas y por haber), decir que la comunicación le es natural o
inherente a la humanidad es ya una verdad de Perogrullo, la observación es que
no hay que fijar o limitar la comunicación como una manifestación propia y
condicionada de los medios o instrumentos de comunicación masiva y particular,
este fenómeno ya viene desde que la humanidad transita y pervive en este globo
terráqueo.
19Individualismo como eje y motor del (neo) liberalismo versus el colectivismo como eje articulador
de comunidad.
31
Las TIC han venido a representar un verdadero reto para los pueblos indígenas, la
preocupación y desconfianza en éstas, ha sido de alguna manera justificada, sin
embargo, se han abierto las compuertas conservadoras del mundo indígena a
estos medios, pues los han entendido como estrategias que pueden ser usados
según el interés, maniobra o fin determinado20, como se observa en la Declaración
de los Pueblos Indígenas ante la Cumbre Mundial de la Sociedad de la
Información, Caucus Indígena de Sur, Centro América y México, Ginebra, 10 de
diciembre de 2003, tal como lo relata el siguiente párrafo:
“Alertamos que la visión de una Sociedad del futuro cuya lógica de construcción
esté basada en una competencia de mercado por el uso y acceso a nuevas
tecnologías de la información conlleva el grave riesgo de desvirtuar el sentido de
la comunicación humana. El paradigma de una Sociedad de la Información basada
principalmente en el acceso universal a las TIC, significa ignorar las desigualdades
estructurales cuyas causas no son de orden tecnológico o de infraestructura sino
que responden a modelos de dominación excluyente basados en el interés privado
de corporaciones transnacionales que concentran un gran poder tecnológico y que
intentan generalizarlos por medio del mercado como única vía para el desarrollo
humano” (Declaración de los Pueblos, 2003).
20 Algunos casos donde los pueblos indígenas han utilizado exitosamente las TIC: “La Red de
Escuelas Radiofónicas de Bolivia (ERBOL), el Sistema de Comunicación Intercultural en la
Amazonía Boliviana para la Defensa de los Derechos Indígenas; el periódico, y también agencia de
noticias, Azkintuwe en Chile; el Tejido de Comunicación de la Asociación de Cabildos Indígenas
del Norte del Cauca; la Agencia de Noticias Plurinacional del Ecuador; la comunicación del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la Red de Comunicadores Indígenas del Perú (Redcip),
son algunas de las numerosas experiencias de comunicación indígenas e interculturales” (Agurto y
Mescco, 2008: 5).
32
discriminados, en un escenario donde el exterminio de sus tierras, su cultura y sus
vidas están en juego.
En virtud de los anterior, Ramiro nos comparte una definición que dimensiona y
representa apropiadamente la comunicación comunitaria cuando precisa que: “…
el campo antropocéntrico de los procesos de interacción humana que producen,
circulan y usan las representaciones simbólicas, los sentidos, social e
históricamente determinados (…) la estrecha relación entre comunicación y
cultura, en una explicación sustantiva de los fenómenos comunicacionales que se
aleje de la sola descripción de los instrumentos tecnológicos (…) y más bien se
acerque a re-construir los escenarios que posibilitan la invención, el desarrollo, la
pervivencia o la modificación de los sistemas simbólicos” (2008: 298-300).
33
propia creación, ello, gracias a su fuerte arraigo a la comunalidad de sus
comunidades, pues tanto el contenido como la forma de su comunicación,
centralizan su objetivo, en las necesidades convenientes a su cosmovisión y
formas de vida, sin dejar de lado, en este mismo paso la lucha y la confirmación
de su existencia en el Buen Vivir (Sumak Kawsay y Suma Qamaña). En corolario,
la comunicación indígena y sus formas de vida, han mostrado directa e
indirectamente las agudas deficiencias del eurocentrismo y sus fórmulas de vida
que devastan otras formas de vida, es decir, de una vida pletórica de apetitos y
lujos acosta de la ruina natural de la tierra.
34
En la libre autodeterminación de los pueblos es donde se reconocen los
inalienables derechos de comunicación de los indígenas, consagrados en la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas,
rezando a la letra que: “Los pueblos indígenas tienen derecho a establecer sus
propios medios de información en sus propios idiomas y a acceder a todos los
demás medios de información no indígenas sin discriminación. Los Estados
adoptarán medidas eficaces para asegurar que los medios de información públicos
reflejen debidamente la diversidad21 cultural indígena. Los Estados, sin perjuicio
de la obligación de asegurar plenamente la libertad de expresión, deberán alentar
a los medios de comunicación privados a reflejar debidamente la diversidad
cultural indígena” (Artículo 16).
21 Así también, lo entiende Liliana Lizondo al señalar que: “La diversidad es un rasgo propio de la
vida humana. Reconocerla como tal es una tarea que exige agudizar las formas de percepción y un
profundo ejercicio de descentramiento de nuestras perspectivas sociales, políticas y culturales.
Pero esos reconocimientos no se llevan a cabo en espacios neutralizados de relaciones de poder,
ni desprovistos de los sentidos que producen los discursos” (2013: 11).
35
en París el 20 de octubre de 2005, por la Conferencia General de la UNESCO;
Programa de Acción del Segundo Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas
Aprobado por la 64ª sesión plenaria de la ONU, del 16 de diciembre de 2005;
Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas Resolución
aprobada por la Asamblea General, 13 de septiembre de 2007 y una pléyade más
de derechos que por falta de espacio no citaremos. La enumeración de algunos de
los derechos de los pueblos y comunidades indígenas, plasmados en instituciones
formales del mundo, se enuncian no con fines retóricos o bizantinos, sino para
recordar que esto es apenas el reflejo tenue de la lucha y tenacidad indígena.
CONCLUSIÓN
Una de las conclusiones que sacamos, es que estas prácticas no nos son ajenas
del todo, ya que según las posibilidades de vivir en ellas está en correspondencia
a un estilo de vida en colectivo, pero además es una explicita invitación a la vida
consciente en común, que nos recuerda que nuestra condición humana está más
amparada en lo gregario que en el soliloquio individualista del mundo moderno,
36
pues la comunalidad puede ser útil para cualquier otro núcleo social que pretenda
la lucha y emancipación colonial en los saberes y en los quehaceres de la vida
toda. Por lo que coincidimos con Jaime Martínez Luna cuando afirma que el
fenómeno de la comunalidad puede franquear fronteras, pues precisa que estas
prácticas no son exclusivas del mundo indígena, ya que: “… incluso la
comunalidad puede ser vivida y experimentada por cualquier persona que se
comprometa con la vida comunitaria, y contribuya a darle vida a sus instituciones
centrales, como la Asamblea, el Tequio y el Sistema de Cargos” (citado en
Cendejas, 2015: 263).
Otro aprendizaje que se saca de esta meditación reflexiva, es apreciar los lazos
inmanentes que existen entre comunalidad y comunicación, pues con evidencia
decisiva, observamos en la comunalidad un vínculo consustancial y necesario con
la comunicación (en cualquiera de sus formas existentes). Por lo que, la
comunalidad podemos sumarla a las trincheras fijadas que luchan por
descolonizar nuestras vidas, un medio más para la libertad y el Buen Vivir.
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