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3.1.

2) Cambios Atmosféricos Globales


En las últimas décadas, se han acumulado datos científicos que indican que la
Humanidad está amenazada por el peligro del calentamiento global de la Tierra, y
el aumento de la radiación ultravioleta que llega a la superficie terrestre. Estos
peligros son serios, ya que la existencia de la vida en la Tierra es posible gracias a
un delicado balance de fenómenos naturales, que han sido seriamente perturbados
por la actividad humana.
Aún cuando la naturaleza de estos fenómenos es diferente, ambos se deben a
cambios en la composición química de nuestra atmósfera. La atmósfera está
constituida en un 99,96% (en volumen, excluyendo el vapor de agua) por N 2, O2 y
Argón, los que no han experimentado mayores variaciones en muchos milenios.
Sin embargo, existen otros gases atmosféricos, que se encuentran en
concentraciones de unas pocas partes por millón, cuya composición ha sufrido
cambios significativos en las últimas décadas. Los más importantes, desde el
punto de vista ambiental, son el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el
óxido de nitrógeno (N2O), el ozono (O3) y los clorofluorocarbonos o halocarbones
(CFC).
Numerosas actividades humanas están modificando los equilibrios naturales en
general, y la atmósfera terrestre en particular. Muchas industrias alteran el
equilibrio atmosférico a nivel global, o más comúnmente, a nivel local. Más
adelante veremos las consecuencias de las actividades industriales sobre la
atmósfera y el clima, en particular lo relativo al deterioro de la capa de ozono y la
formación de la lluvia ácida.

El Calentamiento Global de la Tierra


Tal como se menciona en el Capítulo 2, la composición química de la atmósfera
juega un papel determinante en el balance térmico, ya que ésta absorbe parte de la
radiación solar y de la energía radiada por la Tierra. La longitud de onda de la
radiación depende de la temperatura en la superficie del cuerpo emisor. De acuerdo
a la ecuación de Wien, la longitud de onda a la cual se obtiene la máxima intensidad
en el espectro emitido por un cuerpo negro a una temperatura T (K) es :

)(898.2KTmax=λ (μm)
Por lo tanto:
• la energía solar incidente tiene longitudes de onda corta (menos de 4 μm, con una
máxima intensidad alrededor de 0.5 μm), ya que su fuente posee una
temperatura del orden de 6.000 K en la superficie.
• la energía radiante de la Tierra, tiene longitudes de onda larga (radiación térmica),
mayores de 4 μm, con una intensidad máxima a 10 μm, ya que la superficie
terrestre tiene una temperatura media del orden de 300 K.
Una parte importante de la energía solar ultravioleta es absorbida por el O 2 y O3
estratosférico, parte de la cual se emite posteriormente como radiación térmica de
onda larga. A su vez, la radiación térmica emitida por la superficie terrestre, es
absorbida por aquellos gases atmosféricos que absorben ondas largas (CO2, CH4,
N2O, H2O, O3, CFC), y re-emitida hacia la superficie, produciendo un "efecto de
invernadero”. La importancia de dichos gases se ilustra en la Tabla 3.1, que muestra
sus respectivas concentraciones en la atmósfera, y su contribución al efecto
invernadero. Es interesante notar que los CFC's tienen una importante contribución
a dicho efecto, a pesar de su baja concentración, ya que absorben en el rango de
longitud de onda correspondiente a la ventana de radiación atmosférica, donde otros
gases no tienen mayor capacidad de absorción (7-13 μm).
Por su parte, el vapor de agua absorbe radiación de longitud de onda menor de 8
μm y mayor de 18 μm; por lo tanto, si bien contribuye al efecto invernadero, tiene
menor impacto sobre la ventana de radiación atmosférica entre 7 y 12 μm.
TABLA 3.1: PRINCIPALES GASES INVERNADERO Y SUS
CARACTERÍSTICAS
PRINCIPAL CONCENT INCREMEN CONTRIBU RADIACIÓ
ES GASES RACIÓN TO ANUAL CIÓN N
INVERNAD ATMOSFÉ % ACTUAL ABSORBID
ERO RICA (ppm) AL A
EFECTO μm
INVERNAD
ERO
%
CO2 355 0,4 57 2,7 4,3 15
CH4 1,68 1,0 12 3 7,7
N2O 0,31 0,2 6 4,5 7,8
CFC -3 5,0 25 7-20
2,2 10

En las últimas décadas, la atención ha estado principalmente centrada en las


emisiones de CO2, ya que están directamente relacionadas con la generación de
energía a partir de combustibles fósiles. El aumento de la actividad industrial genera
un incremento de las necesidades energéticas y, por consecuencia, acelera la tasa
de emisión de CO2. El ciclo natural del carbono tiene como pilar la actividad
fotosintética. Durante la fotosíntesis, el CO2 es utilizado para sintetizar moléculas
orgánicas, en presencia de energía solar, liberando O2 como subproducto. De este
modo, el carbono es removido constantemente de la atmósfera y asimilado por las
plantas terrestres y organismos fotosintéticos acuáticos. Así se establece un
balance entre las emisiones de CO2 (debido a la combustión y a la respiración de
los organismos vivientes) y el consumo de CO2 por fotosíntesis. El efecto combinado
de aumento de la generación de CO2 en la actividad humana, y la destrucción de
áreas boscosas, resulta en un desequilibrio que aumenta la concentración media de
CO2 en la atmósfera. La implementación de fuentes alternativas de energía (es
decir, no basadas en la combustión de material orgánico), medidas de conservación
y aumento de eficiencia energética, sumada a extensos programas de reforestación,
pueden revertir la tendencia actual.

El Calentamiento Global, realidades y desafíos

Estamos en un momento crítico de la historia de


la Tierra. A medida que el mundo se vuelve cada vez más frágil, el futuro depara,
grandes riesgos y grandes promesas. Para seguir adelante, debemos reconocer
que en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una
sola comunidad terrestre con un destino común.
Es frecuente escuchar que se dice que estos últimos años han sido más calurosos
que los anteriores. Es verdad. Los últimos 10 años han sido los más calurosos
desde que se llevan registros, y los científicos anuncian que en el futuro serán aún
más calientes. Éste es el famoso calentamiento global, fenómeno que provoca -
entre otras cosas- que el nivel del mar se eleve a un promedio de 2 milímetros
anuales, cuando durante varios miles de años atrás se elevaba apenas 1 milímetro
por año.
Un equipo científico de la Universidad de Rutgers publicó recientemente en la
prestigiosa revista Science un estudio preocupante. Allí se vuelve a confirmar que
el calentamiento global -causado por el accionar del hombre- está afectando
gravemente nuestro hábitat. Sucede que en el último siglo y medio la actividad
industrial humana ha ido influyendo en el clima lenta pero sostenidamente
lanzando, por ejemplo, miles de toneladas de diversos gases generadores de un
potenciado “efecto invernadero”.
El autor de este estudio es un profesor de ciencias
geológicas de Rutgers que, junto a su equipo, logró comprobar por medio de
perforaciones y rastros geológicos que durante 5000 años el aumento del nivel del
agua de mar fue de un constante milímetro al año. Pero, desde hace unos 200
años, esa cifra comenzó a aumentar y hoy está en 2 milímetros anuales. El
cambio se debe a que comenzó a incrementarse en forma sostenida la actividad
industrial y el uso intensivo de combustibles fósiles que genera una gran cantidad
de gases que aceleran el efecto invernadero.
¿Qué es el calentamiento global?

Por calentamiento global se entiende un incremento paulatino de la temperatura


media de la atmósfera terrestre y de los océanos. En la práctica se habla de
calentamiento global para referirse al calentamiento observado durante las últimas
décadas. La denominación "calentamiento global" generalmente implica la
actividad humana. Una denominación más neutral, cambio climático, se utiliza
normalmente para designar a cualquier cambio en el clima, sin entrar en
discusiones sobre su causa. En cambio, para indicar la existencia de influencia
humana a veces se utiliza el término cambio climático antropogénico. Es necesario
recalcar que calentamiento global y efecto invernadero no son sinónimos, más
bien se cree que el efecto invernadero sería la causa del calentamiento global
observado.
El efecto invernadero es una condición natural de la atmósfera de la tierra.
Algunos gases, tales como los vapores de agua, el dioxido de carbono (CO2) y el
metano son llamados gases invernadero, pues ellos atrapan el calor del sol en las
capas inferiores de la atmósfera. Sin ellos, nuestro planeta se congelaría y nada
podría vivir en él. A medida que el planeta se calienta, los cascos polares se
derriten. Además el calor del sol cuando llega a los polos, es reflejado de nuevo
hacia el espacio. Al derretirse los casquetes polares, menor será la cantidad de
calor que se refleje, lo que hará que la tierra se caliente aún más. El calentamiento
global también ocasionará que se evapore más agua de los océanos. El vapor de
agua actúa como un gas invernadero. Así pues, habrá un mayor calentamiento,
que provocará un efecto amplificador.
“Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, en el cual la humanidad
debe elegir su futuro. A medida que el mundo se vuelve cada vez más
interdependiente y frágil, el futuro depara, a la vez, grandes riesgos y grandes
promesas. Para seguir adelante, debemos reconocer que en medio de la
magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana
y una sola comunidad terrestre con un destino común.Debemos unirnos para crear
una sociedad global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los
derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz”.

Las opiniones de las personas se encuentran divididas. En


un extremo, se encuentran los que consideran que el cambio climático es parte de
un gran ciclo normal del planeta. Del otro lado, aseguran que no caben dudas de
que los cambios climáticos son provocados –directa o indirectamente- por el ser
humano. Lo cierto es que un gran número de personas se niegan a aceptarlo.
Menos aún, están dispuestas a considerar que ellas tienen algo que ver con el
asunto. Lo más sencillo psíquica y políticamente es interpretar lo que a uno le
gustaría interpretar, o bien patear la pelota afuera del campo de juego. Estas
posiciones se parecen mucho a las adoptadas por los países. Algunos, toman nota
y se hacen cargo (como Rusia) y otros (como los Estados Unidos) prefieren dilatas
sus decisiones, mientras llevan a cabo films con olas gigantescas o glaciaciones
sólo preocupantes en la ciencia ficción.
Una opinión madura debe basarse en evidencias; nos interese o no, nos favorezca
o perjudique. No se la puede basar en el optimismo o en el pesimismo, que sólo
son proyecciones de emociones. En el terreno de la razón, hay que reflexionar
sobre algunas evidencias como:
-Se elevó el dióxido de carbono en la atmósfera a un nivel superior al que hubo en
los últimos cientos de años.
-Los hielos eternos han dejado de serlo: se están descongelando.
-La temperatura mundial aumentó a un promedio de 0.6 C por encima de los
registros de los últimos siglos.
-Las capas de hielo del Artico adelgazaron entre 15 y un 40% en los últimos 30
años.
-Los glaciales se derriten o retroceden.
-Los océanos se calientan y las costas se erosionan más ligero.
-El 16% de los arrecifes de coral del mundo han muerto o agonizan.
-Los bañados, esteros, lagos, lagunas y otros humedales se achican o desecan.
-Aumentan las lluvias y el impacto de las inundaciones.-La primavera se adelanta.
Las plantas florecen antes de tiempo y las aves nidifican prematuramente.
Sin embargo, el 16 de febrero del 2005 se ratificó el Protocolo de Kioto, el tratado
mundial más ambicioso en defensa del medio ambiente. Con su vigencia,
comenzará una nueva era, basada en una economía diferente, lo que junto con un
nuevo y necesario paradigma ético, constituye condiciones sine qua non para el
desarrollo sostenible.
Este Protocolo establece legalmente objetivos vinculantes para recortar las
emisiones de gases de efecto invernadero, producidos por las naciones
desarrolladas. El objetivo es reducir, entre 2008 y 2012, un promedio de 5,2 por
ciento de las emisiones a la atmósfera con respecto a los niveles de 1990 de los
seis gases que generan el efecto invernadero: dióxido de carbono, metano, óxido
nitroso, hidrofruorocarbono, perfluorocarbono y hexafloruro sulfúrico. Sobre todo,
del hemisferio norte, donde se encuentran los países desarrollados –no obliga a
los países del hemisferio sur o subdesarrollados- cada país, sin embargo, tiene
una cuota diferente.En el mundo, se emiten unas 600.000 toneladas de dióxido de
carbono al año. Una cifra que crece sin freno debido al estilo de vida humana,
basada en el consumo de combustibles fósiles, como el petróleo, el carbón o el
gas.
Los expertos coinciden en que prácticamente cualquier actividad humana es
contaminante: desde la luz eléctrica que se utilizan en los hogares, pasando por el
uso de los automóviles, el aire acondicionado, la calefacción, hasta la industria
siderúrgica, refinerías petroleras o cementeras.Sólo el uso del petróleo y otras
energías fósiles son responsables del 80% de las emisiones de gas carbónico,
que actúa como una pantalla reflectante para el calor que emite la tierra y lo envía
de vuelta a ésta.
• Destrucción de la Capa de Ozono

El ozono (O3) presente en la estratosfera absorbe los rayos ultravioletas. Aunque


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está presente en pequeñas cantidades (del orden de 10 ppm), su presencia es vital
para la vida sobre la Tierra, porque absorbe radiación UV-B entre 0,20 y 0,32 μm,
que es letal para los seres vivos. Se ha demostrado que un aumento de la
exposición a la radiación ultravioleta tiene serios efectos directos e indirectos sobre
la salud humana (mutaciones y cáncer a la piel, riesgo de cataratas, afecta el
sistema inmunológico humano). Aparte de estos efectos directos sobre los seres
humanos, la exposición a niveles elevados de radiación UV, afecta también el
desarrollo de otras especies terrestres y acuáticas. Por ejemplo, se ha demostrado
que la productividad de las cosechas disminuye significativamente debido al
aumento de la radiación UV. Por su parte, el fitoplancton y otras especies marinas
son afectadas debido a que pasan la mayor parte de su existencia cerca de la
superficie del agua.
La gravedad de estos efectos adversos sobre los seres humanos, y todas las otras
formas de vida expuestas a la radiación solar, depende de la concentración de
ozono en la estratosfera, ya que éste actúa como un verdadero escudo protector
contra las radiaciones ultravioleta.
A su vez, la concentración de O3 en la atmósfera está determinada por el balance
entre los procesos físico-químicos de formación y destrucción de ozono. El proceso
de formación natural del O3, tiene como base la reacción del oxígeno con la
radiación UV, en presencia de un catalizador; la reacción neta es:

M1 3O2 + hv 2 O3

donde el catalizador, M1, representa una tercera molécula (O2 o N2) que absorbe la
energía liberada por la reacción y hv es la radiación ultravioleta.
La destrucción natural del ozono se debe a la fotólisis, en presencia de un
catalizador:

M2 2O3 + hv 3 O2

Este proceso incluye una compleja secuencia de reacciones en cadena, donde se


generan radicales libres. El efecto neto es la formación de una capa de ozono y la
absorción de radiación UV. El calentamiento que resulta de este proceso es
responsable de la inversión térmica que caracteriza a la estratósfera, lo que le
otorga una alta estabilidad a la atmósfera, y permite un largo tiempo de residencia
a los contaminantes estratosféricos.
Ciertos contaminantes atmosféricos (por ejemplo, óxidos de nitrógeno, cloro,
bromo), catalizan las reacciones de destrucción del ozono, y cada una de estas
moléculas puede destruir miles de moléculas de O3 antes de perder su poder
catalítico.
Afortunadamente, gran parte de los contaminantes gaseosos son absorbidos por
las lluvias, o destruídos en reacciones de oxidación fotolítica, antes de que lleguen
a la estratósfera. Solamente los más insolubles en agua y químicamente más
estables, pueden alcanzar la estratósfera (especialmente los CFC's). El perfil
vertical de concentración de ozono refleja esta situación, encontrándose los
mayores niveles en las capas superiores de la estratósfera.
Sin embargo, existe clara evidencia de que tanto la concentración como el espesor
de la capa de ozono están disminuyendo significativamente, con el consiguiente
aumento de la intensidad de radiación UV-B, que llega a la superficie terrestre.
Aparte de los efectos sobre la vida ya mencionados, la presencia de radiación UV-
B cerca de la superficie promueve la formación de ozono a bajas alturas. En las
áreas urbanas, el ozono participa en reacciones fotoquímicas con otros
contaminantes gaseosos (ej.: hidrocarburos) generando subproductos dañinos para
la salud. Esto es de vital importancia en la formación del smog fotoquímico en las
grandes ciudades.
El "agujero de ozono" sobre la Antártica, que aparece en la primavera Austral a
nivel del vórtice polar, ilustra la gravedad de la situación. Chile y Argentina son
particularmente afectados por tal fenómeno, constatándose bajas concentraciones
de ozono sobre su territorio austral durante dicho período. Los efectos de largo
plazo de estos fenómenos aún son impredecibles, aunque su gravedad está fuera
de dudas.
La capa de ozono en la estratosfera juega un importante papel para la vida, ya que
ejerce una función de "pantalla natural" filtrando gran parte de las radiaciones
ultravioleta que llegan del sol.La capa de ozono en la estratosfera juega un
importante papel para la vida, ya que ejerce una función de "pantalla natural"
filtrando gran parte de las radiaciones ultravioleta que llegan del sol.

Mecanismo de destrucción de la capa de ozono

Las sustancias que definimos como Las sustancias que definimos como SAO´s
(sustancias que agotan el ozono) , responsables de la disminución de la capa de
ozono, no producen directamente esta destrucción.

En primer lugar sufren una serie de reacciones como la fotolisis, formando


moléculas intermedias como cloruro de hidrógeno (HCl) o nitrato de cloro
(ClONO2), moléculas que tampoco reaccionan con el ozono directamente. Se
descomponen lentamente dando, entre otras cosas, una pequeña cantidad de
átomos de cloro (Cl) y de moléculas de monóxido de cloro (ClO) que son las que
catalizan la destrucción del ozono.
Existe una gran cantidad de reacciones envueltas en los procesos de destrucción,
pero podemos simplificar este proceso en las indicadas a continuación.

Cl + O3 -----> ClO + O2
ClO + O -----> Cl + O2
Efecto neto O3 + O -----> 2 O2
El átomo de cloro actúa como catalizador, es decir, no es consumido en la
reacción, por lo que destruye miles de moléculas de ozono antes de desaparecer.

Otro de los catalizadores es el átomo de bromo es aún más destructivo que el de


cloro (unas 10 o 100 veces más).

Por este motivo, es importante que la emisión de moléculas a la atmósfera con


este tipo de átomos que actúan como catalizadores sea mínima.

Efectos de la destrucción de la capa de ozono

Las radiaciones ultravioleta (con λ menor de 360 nm) llevan mucha energía e
interfieren con los enlaces moleculares provocando cambios de las moléculas.

Especialmente las de longitud de onda menor de 300 nm pueden alterar moléculas


muy importantes para la vida como el ADN y provocarían daños irreparables si no
fuera porque son absorbidas por la parte alta de la atmósfera, especialmente por
la capa de ozono.

El ozono, O3, absorbe con gran eficacia las radiaciones comprendidas entre 200 y
330 nm de longitud de onda, y por tanto, una disminución en la capa de ozono
tiene efectos muy perjudiciales sobre los seres humanos y los ecosistemas en
general.

En los seres humanos, la sobre-exposición a estas radiaciones produce efectos


perjudiciales en la salud.

En cuanto a la vegetación, estas radiaciones disminuyen la eficiencia de la


fotosíntesis en plantas, lo que afecta a su crecimiento y al número de hojas,
semillas y frutos que producen.

En ecosistemas acuáticos, las radiaciones UV-B afectan a los organismos


existentes hasta unos 5 m de profundidad en aguas transparentes. Esta
disminución del metabolismo fotosintético del fitoplancton, base de las cadenas
alimentarias, afecta en último término, a todo el ecosistema, provocando una
disminución del rendimiento energético global.
Los Efectos que el hombre ha ejercido en la Atmósfera, a partir de la Revolución
Industrial, han significado drásticos y perceptibles cambios en su composición,
amenazando todo el Biosistema.
El ozono, ubicado en la Estratosfera como capa entre 15 y 30 km. de altura, se
acumula en la atmósfera en grandes cantidades, y se convierte en un escudo que
nos protege de la radiación ultravioleta que proviene del sol haciendo posible la vida
en la Tierra.

El Gas Ozono está en un continuo proceso de formación y destrucción, ya que al


poseer tres átomos de Oxígeno que se liberan a la atmósfera siempre uno de ellos
se une a una molécula de Oxígeno y forma nuevamente Ozono, este último,
después de absorber rayos UV se divide formando una molécula de oxígeno y
liberando un átomo de oxígeno, proceso cíclico que se repite constantemente.

Durante los últimos años, la capa de ozono, se ha debilitado formando un verdadero


agujero, que en algunos sectores ha producido disminuciones de hasta el 60% en
la cantidad de ozono estratosférico. Este desgaste se debe al uso de un
componente químico producido por el hombre, los clorofluorocarburos (CFC) de
productos, como los aerosoles, disolventes, propelentes y refrigerantes. La acción
de estos gases en la Estratosfera libera átomos de Cl a través de la radiación UV
sobre sus enlaces moleculares; cada átomo de Cl destruye miles de moléculas de
Ozono transformándolas en moléculas de dioxígeno. Otros compuestos que afectan
la capa de ozono por contener cloro (Cl) son el metilcloroformo (solvente), el
tetracloruro de carbono (un químico industrial) y sustancias que contengan bromo
(Br), como los halones, utilizados para extinguir el fuego.
El nivel excesivo de la radiación UV (especialmente la A y la B) que llegue a la
superficie de la Tierra puede perjudicar la salud de las personas, en patologías
como: aparición de cáncer de piel; lesiones en los ojos que producen: cataratas, la
deformación del cristalino o la presbicia; y deterioro del sistema inmunológico,
influyendo de forma negativa sobre la molécula de ADN donde se ven afectadas las
defensas del cuerpo, las cuales generan un aumento en las enfermedades
infecciosas, que pueden aumentar tanto en frecuencia como en severidad, tales
como: sarampión, herpes, malaria, lepra, varicela.

A nivel de fauna, el aumento de los rayos UV daña a los ecosistemas acuáticos se


ha visto que el daño en algunas zonas de aguas claras alcanza hasta 20 mts. de
profundidad, siendo su consecuencia la pérdida de fitoplancton (base de la cadena
alimenticia marina). Esto es muy perjudicial, porque una disminución en la cantidad
de organismos puede provocar una reducción de los peces y afectar el resto de la
cadena trófica. Así, por ejemplo, bajo el agujero de la capa ozono en la Antártica la
productividad de este conjunto de organismos acuáticos disminuyó entre el 6 y el
12%. También, estos rayos provocan problemas en peces, crustáceos y anfibios
durante sus primeras etapas de desarrollo, afectando sus capacidades de
reproducción, por lo tanto reduciendo el tamaño de la población. Además, al
escasear el fitoplancton (que son organismos fotosintéticos) los océanos perderían
su potencial como recolector de CO2, contribuyendo aún más al efecto invernadero.
A nivel de flora, está provocando importantes cambios en la composición química
de varias especies de plantas (arroz y soya) y árboles (coníferas). Además, está
alterando el crecimiento de algunas plantas e impidiendo su proceso de fotosíntesis.
Así, por ejemplo, se está viendo afectado el rendimiento de las cosechas.

La mejor forma de asumir una actitud responsable es el fomento y el desarrollo de


una educación sustentada en valores y principios ambientales para que nuestras
generaciones futuras puedan disfrutar de este maravilloso planeta llamado Tierra.

¿Cómo ayudar a proteger la capa de ozono?


El 19 de diciembre de 1994 la Asamblea General de la Organización de Naciones
Unidas proclamó el 16 de septiembre como el Día Internacional de la Preservación
de la Capa de Ozono, para conmemorar la fecha en que se firmó en Montreal, en
1987, el Protocolo relativo a las sustancias que agotan la fina cubierta gaseosa
alrededor de la Tierra (resolución 49/114 ver en PDF).
Así, se invitó a todos los Estados a que dedicaran este día a la promoción de
actividades relacionadas con los objetivos del Protocolo y sus enmiendas.
La capa de ozono, que es una capa frágil de gas, protege a la Tierra de la parte
nociva de los rayos solares y ayuda a preservar la vida en el planeta.
La eliminación de los usos controlados de sustancias que agotan el ozono y las
reducciones conexas no solo han ayudado a proteger la capa de ozono para la
generación actual y las venideras, sino que también han contribuido a las
iniciativas mundiales dirigidas a hacer frente al cambio climático. Asimismo, han
protegido la salud humana y los ecosistemas reduciendo la radiación ultravioleta
dañina que llega a la Tierra.
Según el sitio web oficial de la ONU, el tema de la celebración de este año es
«Protección de la capa de ozono: la misión sigue en pie». Hasta el presente el
Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono ha
logrado cumplir algunos de sus objetivos de eliminación de sustancias nocivas.
Gracias a sus actividades, ha disminuido la abundancia de sustancias que agotan
el ozono en la atmósfera y se prevé que la capa de ozono se recupere hacia
mediados de este siglo. Sin embargo, aun hay retos para la eliminación de esas
sustancias.
Evolución de la recuperación en la capa de ozono, luego de alcanzar un punto
crítico en 2006
¿Cómo ayudar a preservar la capa de ozono?
Aquí algunos consejos para preservar la capa de ozono.
*Evita la compra y posterior consumo de los aerosoles o spray en cuya
composición intervengan gases clorofluorocarbonos (CFC).
*Evita el uso de extintores que contengan halones, sustancia muy agresiva para la
capa de ozono.
*Controla que el material aislante que compras no contenga (CFC), en su lugar
puedes usar corcho aglomerado oscuro, que cumple la misma función y no
contamina el medio ambiente.
*Realiza un buen mantenimiento de los aires acondicionados, ya que su mal
funcionamiento provoca la fuga de CFC a la atmósfera.
*Llama a un técnico si notas que el congelador no trabaja como es debido, ya que
puede tener fugas. Lo mismo ocurre con el aire acondicionado en los automóviles.
*Compra artefactos para el hogar y bombillas de menor consumo, además de
contaminar menos, ahorrarás en tu factura eléctrica.

¿Qué daña la capa de ozono?

El planeta Tierra es el tercero en cercanía al sol, y el único (conocido) que tiene


condiciones para que exista vida.
Una pequeña parte de la energía solar atraviesa la atmósfera y llega a la
superficie terrestre. Todos los seres vivos dependen de esta energía para su
existencia.

El ozono está presente prácticamente en todas las capas de la atmósfera, pero es


en la estratósfera donde desarrolla principalmente su actividad.

En ella hay un delgado estrato atmosférico llamado capa de ozono donde se


concentra la gran mayoría de las moléculas de ozono. El ozono está formado por
tres átomos de oxígeno y en presencia de la radiación ultravioleta se disgrega en
otros compuestos de oxígeno, absorbiendo la peligrosa energía que aporta esta
radiación. Es decir, esta capa protege a la Tierra de los rayos ultravioleta.

La capa de ozono se forma de manera natural mediante enlaces entre moléculas


de oxígeno. En condiciones normales, todo está en equilibrio. El ozono se genera
al mismo ritmo que se destruye.

Pero, desde varios años se está observando que el espesor de esta capa se está
reduciendo, lo cual es preocupante, ya que acabaría con el equilibrio en la
atmósfera. Los principales agentes de destrucción del ozono estratosférico son
mayormente el cloro y el bromo libres, que reaccionan negativamente con ese
gas. Las concentraciones de cloro y bromo naturalmente presentes en la
atmósfera son escasas especialmente en la estratosfera y por consiguiente,
pobres en la generación del agujero de ozono, en cuanto a su extensión y los
valores recientemente observados.

El proceso es muy dañino, ya que en promedio un átomo de cloro es capaz de


destruir hasta 100.000 moléculas de ozono. Este proceso se detiene finalmente
cuando este átomo de cloro se mezcla con algún compuesto químico que lo
neutraliza.

LOS PRODUCTOS QUE DESTRUYEN LA CAPA DE OZONO SON: CFCs


Elementos químicos llamados clorofluorocarbonos que se utilizan en aerosoles,
lacas desodorantes, insecticidas, pinturas, sistemas de aire acondicionado,
espumas sintéticas y frigoríficos. Pueden mantenerse activos en la atmósfera
durante más de cien años moviéndose despacio a través de ella antes de liberar
cloro que destruye la capa de ozono.

Gases procedentes de las fábricas


Elemento químicos que produce la industria
Metilcloroformo
Utilizado como disolvente en productos como pegamentos y pinturas.
CONSECUENCIAS
Un incremento de enfermedades de la piel y de los ojos.
La radiación ultravioleta atraviesa el agua, por lo tanto, el plancton y las distintas
formas de vida marina se ven dañadas.
Existe un gran peligro para las cosechas, las plantas, la vegetación y para todos
los seres que constituyen la base de la red alimentaria.

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