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TRABAJO DE INVESTIGACION SOBRE TITULO, MODO Y POSESION

PRESENTADO POR LA ESTUDIANTE DE DERECHO:


ALVIS CUELLO DIAZ

UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
PROGRAMA DE DERECHO
RIOHACHA, LA GUAJIRA
2017
TRABAJO DE INVESTIGACION SOBRE TITULO, MODO Y POSESION

TRABAJO, PRESENTADO A EL DOCENTE TAYRO PIMIENTA EN LA ASIGNATURA


DE DERECHO CIVIL BIENES EN TERCER SEMESTRE DEL PROGRAMA DE
DERECHO

UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
PROGRAMA DE DERECHO
RIOHACHA, LA GUAJIRA
2017
FUENTE DE OBLIGACIONES, TITULO Y MODO.

Concepto y aplicación con tres (3) ejemplos de cada uno de ellos.

FUENTE DE OBLIGACIONES.

Cuando hablamos de Fuente de Obligaciones hablamos del origen de las obligaciones,


es decir, como nacen como tal. Estas fuentes están consagradas en el Código Civil en
su artículo 1494, el cual dispone “Las obligaciones nacen ya sea del concurso real de
las voluntades de dos o más personas, como en los contratos o convenciones; ya de un
hecho voluntario de la persona que se obliga, como en aceptación de una herencia o
legado y en todos los cuasicontrato, ya ha consecuencia de un hecho que ha inferido
injuria o daño a otra persona, como en los delitos; ya por disposición de la ley, como
entre los padres y los hijos de familia”.

De este modo podemos decir que las fuentes de obligaciones son 5.

El contrato.
El cuasicontrato.
El delito.
El cuasidelito.
La ley.

TITULO Y MODO.

De acuerdo con la Corte Suprema de Justicia el Título y el modo son “dos conceptos
claramente diferenciados, que no pueden ser confundidos de la complementariedad
que existe entre ellos. El primero, a no dudarlo, cumple la función de servir de fuente de
obligaciones, por lo que, desde la perspectiva del acreedor, únicamente lo hace titular
de derechos personales. El segundo, por el contrario, guarda relación con los
mecanismos establecidos en la ley para adquirir un derecho real”.

El título es aquel que “produce acción personal, en cuanto a la propiedad y los demás
derechos de la cosa, y las acciones reales que se dan para reivindicarlos solo nace de
la tradición”, es decir la entrega de la cosa, y este es el denominado modo. Frente a
esta apreciación del autor José Luis Lacruz podemos inferir que cuando hablamos de
título es aquella fuente de obligaciones generada por la voluntad de las personas con la
que puedo exigir la entrega de la cosa, y el modo hace referencia a la entrega como tal,
el modo es con lo que ejecuto el título.

Ejemplos.

Título: El contrato de compraventa, permuta y donación.

Modo: la tradición, accesión y ocupación.

TEORÍAS SOBRE EL TÍTULO Y DEL MODO: ALEMANA, FRANCESA,


COLOMBIANA, OTRAS.

Teoría Francesa.

Para el código civil francés el solo consentimiento de las partes transfiere la propiedad,
aunque la tradición no se haya realizado. Es decir, lo único válido para la teoría
francesa es el título.

Teoría Alemana.

A diferencia de la teoría francesa para el código alemán es la entrega (la inscripción en


el Registro de la propiedad, si se trata de bienes inmuebles) lo que en unión de la
voluntad de transferir, realiza la transmisión del dominio, con independencia del
contrato antecedente que pueda impulsar a las partes la transferencia, así es que lo
que tiene trascendencia aquí es el modo.

Teoría Colombiana.

En cuanto a la legislación colombiana, esta no rechaza ni el titulo ni el modo, pues


ambos van cogidos de la mano y son indispensables para adquirir el dominio. De esta
forma el título es un requisito para el modo, pues la entrega de la cosa no se podría
ejercitar sin el debido título.
JUSTIFICAR CON SUSTENTACIÓN JURÍDICA EN QUÉ MODOS DE ADQUIRIR EL
DOMINO, LA FUENTE Y EL TÍTULO ES LA MISMA LEY.

Hemos visto que la ley es la fuente y el título generador de obligaciones, existen


algunos modos de adquisición de derechos reales que no tienen su origen en el título
creador de obligaciones, esto ocurre en el caso de la ocupación, la prescripción y la
accesión. En cuanto a la ocupación en el código civil aparece que se adquiere el
dominio de las cosas que no pertenecen a nadie, y cuya adquisición no es prohibida por
las leyes o por el derecho internacional, en el mismo código dice que su título, dominio
y fuente es la misma ley al igual que también son sus propios límites. Lo mismo que
pasa en la accesión y en la prescripción en sus respectivas definiciones se infiere que
la fuente, el título y el dominio es la misma ley, en conclusión, son estos los modos de
adquirir que su dominio, fuente y título es la misma ley.

CLASES DE TÍTULOS.

Constitutivos o Translaticios.

En nuestro Código Civil en el artículo 675 incisos 2 y 3 dan a entender que por el solo
título se adquiere el derecho real de dominio. Pues este dispone “son constitutivos de
dominio a ocupación, la accesión y la prescripción. Son traslaticios de dominio los que
por su naturaleza sirven para transferirlo, como la venta, la permuta, la donación entre
vivos”.

“Los títulos constitutivos abren la compuerta para la posterior adquisición del dominio a
través del modo. Al no existir un título antecedente generador de obligaciones,
técnicamente tendríamos que admitir que el modo en su calidad de originario es el
único instituto presente en la adquisición y no cabría por tanto la expresión título
constitutivo. De acuerdo al autor Valencia Zea, la expresión título traslaticio indica las
fuentes de la tradición y no de la propiedad”.
Justos e Injustos.

“El título es justo cuando llena con todos los requisitos de la ley, es decir, tiene aptitud
para crear el respectivo derecho. El titulo justo es el título legal. En nuestro código civil
se encuentra estipulado los requisitos de la posesión regular y estos son el justo título y
la buena fe. Dentro de sus requisitos se encuentran: que sea atributivo de dominio, es
decir, apto para adquirir el dominio; título debe ser verdadero y por ultimo debe ser
válido”.

“El título es injusto cuando no reúne los requisitos estipulados por la ley, es decir que
son títulos injustos el titulo falsificado, y esto se adolece la nulidad absoluta”. También
lo es, el otorgado por una persona en calidad de mandatario o representante legal de
otra sin serlo, esto de acuerdo al artículo 766 inciso 2, en este artículo aparece también
que es injusto es meramente putativo, como el del heredero, cuyo legado haya sido
revocado por un acto testamentario posterior.

Gratuitos u Onerosos.

“Si el título no implica para el adquirente una erogación o sacrificio económico, se


denomina gratuito; por ejemplo la donación. Si el titulo acarrea para los contratantes
una carga económica o pecuniaria, se denomina oneroso, caso de la compraventa y la
permuta. En esta clasificación aparece la llamada acción pauliana, por medio de esta
los acreedores del deudor pueden obtener la revocatoria de los actos realizados con el
ánimo de perjudicarlos patrimonialmente”.

Singulares o Universales.

“Lo que es singular o universal es el título. Son singulares la accesión y la ocupación.


La sucesión por causa de muerte pueden ser a titulo singular o universal. La tradición y
la prescripción son por regla general a titulo singular, excepcionalmente pueden ser a
titulo universal, como ocurre en la tradición de un derecho herencial”.

“Es singular cuando se adquieren cosas de especie o cuerpo cierto o cosas de género.
Es universal cuando implica la transferencia o transmisión de todos los bienes de un
sujeto o de una cuota de ellos, como ocurre en la sucesión por causa de muerte con el
testamento o ley”.

Atributivos o Declarativos.

“El atributivo es el que da la posibilidad de adquirir el dominio, como la compraventa,


dación en pago, donación y permuta. El titulo declarativo es el que se limita a declarar
un derecho preexistente. Se dispone doctrinariamente si las sentencias propiamente
tales, las de adjudicación de cosas en remates o expropiaciones, las que aprueban
trabajos partitivos o divisorios y los actos extrajudiciales de partición, son títulos
traslaticios o declarativos”.

CLASES DE MODOS.

Originarios y Derivados.

“Son originarios, cuando la propiedad se adquiere sin que exista una voluntad anterior o
precedente que la transfiera, como ocurre con la accesión, la ocupación y la
prescripción”13. Se presenta sobre objetos que no han tenido dominio, o que
habiéndolo tenido no existe una transferencia voluntaria de su primitivo dueño. “Son
derivados los que transfieren o transmiten la propiedad con fundamento en una
sucesión jurídica, como la tradición y la sucesión por causa de muerte o acto de
partición de una herencia”. Es importante la aplicación del principio según el cual nadie
da lo que no tiene.

Singulares – Universales.

“Son singulares la accesión y la ocupación. La sucesión por causa de muerte puede ser
a titulo singular o universal. La tradición y la prescripción son por regla general a titulo
singular; excepcionalmente pueden ser a titulo universal”.

Gratuitos –Onerosos.

“La ocupación es un modo gratuito. La tradición es a título gratuito cuando va precedida


de la donación, y es a título oneroso cuando la antecede una compraventa, permuta,
etc. La sucesión por causa de muerte es a título gratuito. Esta clasificación tiene
importancia en la legislación mercantil”.

JUSTIFICAR CON FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA SI MENDIANTE LA OCUPACIÓN


Y ACCESIÓN ES POSIBLE ADQUIRIR OTROS DERECHOS REALES DIFERENTES
A LA PROPIEDAD.

De acuerdo al artículo 685 del Código Civil Colombiano, “por la ocupación se adquiere
el dominio de las cosas que no pertenecen a nadie”. Mediante esto podemos inferir que
por medio de la ocupación no se pueden adquirir otros derechos que no sean el de la
propiedad, ya que la ocupación supone la aprehensión material de cosas que no le
pertenecen a nadie.

En cuanto a la accesión en el Código Civil dice “es un modo de adquirir por el cual el
dueño de una cosa pasa a serlo de lo que ella produce o de lo que se junta a ella. Los
productos de las cosas son frutos naturales o civiles”, es claro que mediante la accesión
tampoco se pueden adquirir otros derechos que no se trate de la propiedad, ya que
presupone que la persona se hace dueño de lo accesorio.

JUSTIFICAR CON SUSTENTO JURÍDICO LA POSIBILIDAD DE ADQUIRIR POR


PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA LAS SERVIDUMBRES DISCONTINUAS O
INAPARENTES.

“Las servidumbres pueden adquirirse por prescripción, por regla general, todo derecho
subjetivo puede adquirirse por prescripción. Pero la ley establece una excepción en
materia de servidumbres: solo permite adquirir por prescripción las servidumbres que
son a la vez continuas y aparentes. Ni aun el goce inmemorial basta para constituir las
servidumbres discontinuas de todas las clases y las servidumbres continuas
inaparentes; unas y otras solo pueden adquirirse por medio de un título”
JUSTIFICAR CON FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA, SI ES POSIBLE ADQUIRIR LA
PROPIEDAD Y OTROS DERECHOS REALES POR VARIOS MODOS AL MISMO
TIEMPO.

“Solo se adquiere por un modo y no por varios. Se adquiere por ocupación o por
prescripción. De ninguna manera por ocupación y prescripción a la vez. La accesión y
la ocupación solo sirven para la adquisición del derecho real de dominio; no puede
mediante ellos adquirirse otros derechos reales ni personales. En cambio, por tradición
o sucesión por causa de muerte se admite la adquisición de otros derechos reales y
aun los personales”.

La Corte Suprema de Justicia sostiene lo siguiente: “siendo la usucapión ordinaria o


extraordinaria, el medio más adecuado para sanear los títulos inmuebles, nada se
opone a que el dueño de un predio, quien tiene sobre él el título de dominio
debidamente registrado, demande luego con apoyo en el artículo 413 del Código de
Procedimiento Civil, que se haga en su favor la declaración de pertenencia sobre el
bien respectivo, pues logrando sentencia favorable no solo afirma con solidez su título
de dominio, obteniendo la mejor prueba que del existe, sino que así alcanza la limpieza
de los posibles vicios que su primitivo título ostentara y termina con las expectativas y
con los derechos que los terceros tuvieran sobre el mismo bien”19 por medio de esta
intervención la Corte admite la titularidad de la acción de la declaración de pertenencia
en un propietario.
LA POSESIÓN

POSESIÓN: Concepto, elementos, cosas susceptibles de poseer..

La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor o dueño, sea
que el dueño o el que se da por tal, tenga la cosa por sí mismo, o por otra persona que
la tenga en lugar y a nombre de él. El poseedor es reputado dueño, mientras otra
persona no justifique serlo. (Código Civil. Art 762)Conforme a Colín y Capitant “La
posesión es la relación de hecho entre una persona y una cosa, en virtud de la cual la
persona puede cumplir sobre la cosa actos materiales de uso y transformación, con la
voluntad de someterla al derecho real al cual dichos actos corresponden normalmente”.
(Barragán)

Según lo expresa Planiol “la posesión es un estado de hecho que consiste en tener una
cosa de manera exclusiva y ejecutar sobre ella los mismos actos de uso y goce de
propietarios”. Para J.J Gómez R., “la posesión es la subordinación de hecho, exclusiva,
total o parcial, de los bienes al hombre”.

ELEMENTOS:

En el derecho civil colombiano para que pueda hablarse de posesión se requiere que
haya corpus y ánimus y como consecuencia de estos dos elementos se desprende
también la necesidad de existir otros dos elementos: un poseedor capaz de tener
ánimus, y una cosa determinada, singular o plural susceptible de ser poseída. Estos
son los elementos propios de la posesión y son los que permiten su existencia; la falta
de cualquiera de ellos impide el nacimiento de la posesión y el de su subsistencia.
Ánimus: Este es el elemento subjetivo de la posesión, es la intención manifiesta de ser
dueño. Se hace ostensible por el ejercicio público de los actos que el derecho poseído
permita a su titular y ejercidos en forma excluyente porque no se reconoce poder
semejante a favor de otra persona, salvo el caso de la coposesión, semejante al
codominio. El ánimus comprende la profunda convicción actual de ser verdadero y
único dueño; no la simple creencia de serlo ni el deseo de llegar algún día a ejecutar
actos de señorío. Cuando falta el elemento ánimus no hay posesión, habrá cuando más
una mera tenencia. (Arteaga Carvajal)

Es el elemento síquico de la voluntad, que existe en la persona, por el cual se califica y


caracteriza la relación de hecho y que sirve, por así decirlo, de respaldo a los actos
posesorios ejercidos sobre la cosa; es la voluntad de tenerla para sí de modo libre e
independiente de la voluntad de otra persona, y en función del derecho
correspondiente, sea que este realmente exista en cabeza del poseedor o no.
(Barragán)

Corpus: Son la cosa misma y la relación de hecho material o inmaterial que se tiene
sobre ella. El corpus se manifiesta por el ejercicio de los actos de señor y dueño
ejecutados por el poseedor sobre la cosa poseída. Todo el conjunto de actos que ejerce
el poseedor de manera continuada constituyen el corpus y hacen notorio ese elemento
ante los terceros que aprecian la conducta del poseedor y lo tienen por eso como
verdadero dueño del bien mientras dura la posesión. El corpus en la posesión se hace
algo real con actos tales como los descritos en el artículo 981: “Hechos positivos de
aquellos a que sólo da derecho el dominio, como el corte de maderas, la construcción
de edificios, la de cerramientos, las plantaciones o sementeras, y otros de igual
significación, ejecutados sin el consentimiento del que disputa la posesión”. Pero no es
necesario que cuando se trata de una cosa corporal la tenencia material de la cosa
poseída la tenga el poseedor para que exista el corpus en la posesión, ya que el
poseedor, para ser tal, puede ejercer los actos de dominio directamente o por otra
persona que lo tenga en lugar y a nombre de él. (art 762). La posesión también se
puede tomar y ejercer mediante un mandatario (art 781), o mediante un título de mera
tenencia otorgado por el poseedor al tenedor.

No siempre el corpus en la posesión se ejerce mediante actos materiales, sino que se


puede ejercer también mediante actos inmateriales consistentes en el ejercicio del
derecho que aparentemente se tiene, como sería la celebración de contratos de edición
entre el editor y el poseedor de la propiedad intelectual sobre un libro. (Jaime Arteaga
Carvajal)

COSAS SUSCEPTIBLES DE POSEER: La posesión supone cosas sobre la cuales se


pueda tener ánimo de señor y dueño, es decir, cosas susceptibles de apropiación o de
propiedad privada. En consecuencia no se puede tener posesión respecto de las cosas
comunes a todos los hombres; de los bienes de usos público (calles, puentes, caminos,
ríos); y en general de las cosas incomerciables, esto es, las que o pueden formar parte
del patrimonio. (Alessandri, Arturo. Somarriva, Manuel)

La posesión consiste en el ejercicio de actos de señor y dueño, por lo anterior solo


pueden poseerse los bienes susceptibles de propiedad privada adquiribles por la
usucapión, vale decir, las cosas que están en el comercio (art 2518). No pueden
poseerse los bienes no apropiables por los particulares como los de uso público (art
2518). El código civil en su artículo 762 dice que la posesión es la tenencia de una cosa
determinada con ánimo de señor y dueño, no significa esta norma que sólo puede
ejercerse posesión sobre cosas singulares, pues también pueden poseerse cuotas-
partes determinadas proindiviso en una cosa singular. Tampoco se limita la posesión a
cosas corporales, pues según el artículo 776, las cosas incorporales también pueden
poseerse. Sólo importa, entonces, para poder poseer una cosa que, con respecto a ella,
el poseedor pueda ejercer hechos positivos de aquellos a que sólo da derecho el
dominio en cualquier forma imaginable, siempre que no esté prohibido por la ley ejercer
tales actos sobre el bien concreto que se pretende poseer. (Arteaga Jaime).
POSESIÓN REGULAR Y POSESIÓN IRREGULAR

POSESIÓN REGULAR:

La posesión se califica de regular cuando ha sido adquirida de buena fe y con base en


un justo título. (Barragán)

Se llama posesión regular la que procede de justo título y ha sido adquirida de buena
fe, aunque la buena fe no subsista después de adquirida la posesión. Si el título es
traslaticio de dominio, es también necesaria la tradición. (Art 764 C.C)

POSESION IRREGULAR

La posesión irregular, a contrario sensu, será la que ha sido adquirida sin justo título o
de mala fe, es decir, la posesión en cuya adquisición ha faltado uno de los elementos
cuya concurrencia configura la posesión regular, o ambos. (Barragán. Pág. 290).
Posesión irregular es la que carece de uno o más de los requisitos señalados en el
artículo 764: La posesión irregular es aquella que no reúne todos los requisitos de la
posesión regular, o sea, la que no proviene de un justo título, o se inició sin buena fe, o
cuando a pesar de haber justo título y de haberse adquirido de buena fe, no se hizo la
tradición legal si el título que le dio origen era traslaticio de dominio.

En consecuencia, hay posesión irregular aunque haya justo título cuando la posesión
no se adquirió de buena fe; hay posesión irregular cuando se adquirió de buena fe pero
sin justo título; también hay posesión irregular aunque haya buena fe y justo título, pero
falta de tradición legal de la cosa, Siempre en la posesión, aunque sea irregular, debe
haber corpus y ánimus, pues ambos son requisitos esenciales de la posesión (Jaime
Arteaga Carvajal).

JUSTO TITULO- BUENA FE: Concepto. Determinar títulos INJUSTOS de acuerdo a


la ley.

JUSTO TÍTULO: No ha sido definido por el legislador, que se limita en el artículo 765 a
precisar los efectos del título justo cuando dice: “el justo título es constitutivo o
traslaticio de dominio”, y pasa a enunciar algunos de ellos. El Código Civil ayuda a
precisar el concepto de justo título cuando en el artículo 766 enuncia qué títulos no son
justos. Es preciso entonces buscar una definición en la doctrina y llegar luego a las
consecuencias del título justo o injusto mencionado en el Código Civil.

Puede decirse que el justo título es el otorgado con arreglo a la ley y que por eso es
apto para constituir derechos y obligaciones. En el caso de la posesión es justo el título
otorgado de conformidad con la ley y apto para constituir o transferir el derecho real de
dominio. También se ha definido el justo título diciendo que “es la causa en virtud de la
cual poseemos alguna cosa de acuerdo con las leyes” (Fernando Vélez) o también “el
que da al poseedor un justo motivo para creerse dueño de la cosa” (Alessandri
Rodríguez). Por consiguiente, para que en la posesión pueda alegarse, no basta la
existencia de un justo título, sino que es también necesario que él se haya otorgado con
la plenitud de los requisitos legales; así, si de la posesión de un inmueble se trata, se
requiere la existencia previa de una escritura debidamente registrada, porque la
constitución de derecho reales sobre inmuebles es solemne. Se excluye de esta
exigencia el inmueble que se adquiere por accesión, pues el justo título para la
posesión de ellos está en la ley y en la posesión de la cosa principal. Si de muebles se
trata, basta la existencia de un título consensual válido, pues la ley no exige más para
los muebles; pero si el título fue traslaticio, también se requiere que se haya hecho
entrega de la cosa, pues mientras no se haga la tradición, aunque haya justo título, no
hay posesión regular. Pero no puede exigirse que ese título justo, otorgado conforme a
la ley, transfiera dominio, porque entonces se hablaría del derecho real de dominio, no
de la posesión; no se hablaría de la situación de hecho sino de la situación de derecho.

Sobre el justo título ha dicho la Corte: “Por justo título se entiende todo hecho o acto
jurídico que, por su naturaleza y por su carácter de verdadero y válido, sería apto
atribuir en abstracto el dominio. Esto último porque se toma en cuenta el título en sí,
con prescindencia de circunstancias ajenas al mismo, que en concreto, podrían
determinar que, a pesar de su calidad de justo, no obrase la adquisición del dominio”
(Jaime Arteaga). Por justo título se entiende todo hecho o acto jurídico que por su
naturaleza y por su carácter de verdadero y válido es apto para atribuir en abstracto el
dominio (Alessandri, Arturo. Somarriva, Manuel).

BUENA FE: Es éste un principio que campea en todas las instituciones del derecho;
tuvo origen en ideas morales y religiosas y su extensión al derecho privado ha sido y es
innegablemente valiosa.

Como elemento de la posesión regular, la ley toma el principio de buena fe en el sentido


de creencia profunda, de haber algo justo; así la define el artículo 768, cuando dice: “La
buena fe es la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por medios
legítimos, exentos de fraudes y de todo otro vicio.

Así en los títulos traslaticios de dominio, la buena fe supone la persuasión de haberse


recibido la cosa de quien tenía la facultad de enajenarla y de no haber habido fraude ni
TÍTULOS INJUSTOS: otro vicio en el acto o contrato.

Un justo error en materia de hecho, no se opone a la buena fe.

Pero el error en materia de derecho constituye una presunción de mala fe, que no
admite prueba en contrario”.

Por consiguiente ubica el legislador la buena de para el caso de la posesión en el


terreno de la conciencia recta del poseedor, cuyo justo convencimiento es protegido.
(Jaime Arteaga).

Título injusto es aquel que carece de los requisitos de ley y no es apto, por
consiguiente, para constituir o transferir el derecho. El artículo 766 dice qué títulos no
son justos; al estudiarse esta norma debe tenerse en cuenta que ella contiene una parte
en la que se enumeran taxativamente las causas por las cuales un título puede no ser
justo y otra parte en la que se ejemplifica sobre tales causas. Dice el artículo 766
mencionado: “No es justo título:

1. El falsificado, esto es, no otorgado realmente por la persona que se pretende;


2. El conferido por una persona en calidad de mandatario o representante legal de otra,
sin serlo;

3. El que adolece de un vicio de nulidad, como la enajenación, que debiendo ser


autorizada por un representante legal o por decreto judicial, no lo ha sido;

4. El meramente putativo, como el del heredero aparente que no es en realidad


heredero; el del legatario, cuyo legado ha sido revocado por un acto testamentario
posterior, etc.

Sin embargo, al heredero putativo a quien por derecho judicial se haya dado la
posesión efectiva, servirá de justo título el decreto; como al legatario putativo al
correspondiente acto testamentario, que haya sido judicialmente reconocido”.

La lectura de este artículo nos permite afirmar que hay cuatro factores que cuando se
presentan, hacen el título injusto. Ellos son: ser falso, ser otorgado sin facultad para
hacerlo, ser nulo y ser putativo el título.

a. Falsedad: Implica ésta la falta de conformidad entre las palabras, las ideas y las
cosas provocadas dolosamente. Hay falsedad cuando se hacen mutaciones a la verdad
o se oculta ésta, pues ello implica la limitación, suposición, alteración, supresión u
ocultación maliciosa de la realidad en perjuicio de alguien o en beneficio injusto de
quien la comete o de un tercero.

b. Toda persona capaz puede delegar su voluntad en un tercero mediante el mandato.


Por consiguiente, si alguien afirma representar a un tercero debe acreditarlo para
celebrar válidamente el acto jurídico; si la representación no existe, ese acto no puede
vincular al presunto representado ni puede servir como causa justa para la adquisición
de un derecho

c. Nulidad: Hay nulidad cuando se desconocen los requisitos legales para el


otorgamiento del acto jurídico.
d. El título putativo es el otorgado por alguien que cree con algún fundamento
suficiente, tener un derecho que realmente no tiene.(Arteaga Carvajal)

NATURALEZA JURÍDICA DE LA POSESION: posición de Arturo Valencia Zea,


posición de Fernando Vélez y José J. Gómez y posición de la Corte Constitucional.
Posición del C.C. Explicar brevemente cada una de ellas.

Para Arturo Valencia Zea (la posesión es un derecho real auxiliar y provisional) define la
posesión como un “poder de hecho sobre cosas que normalmente corresponde al
ejercicio de un derecho patrimonial (derechos reales o derechos personales). Ese poder
de hecho adquiere sustantividad cuando se contemplan a partir de él varios efectos, en
el que al poseedor se le respeta su poder de hecho aun sin que tenga un poder jurídico
o derecho subjetivo, que se encuentra traducido en la protección contra atentados que
se den, y asimismo por medio de las acciones posesorias de conservación y
recuperación. Además de lo anterior al poseedor se le otorga la facultad de “transmitir
su poder de hecho a otro, transmisibilidad que puede ir acompañada o no del respectivo
poder jurídico o titularidad”.

A lo anterior agrega Valencia Zea “La circunstancia de que los poderes de hecho sobre
las cosas puedan adquirir autonomía frente al respectivo poder jurídico y de que,
además dichos poderes estén en si dotados de efectos jurídicos, ha llevado a los
juristas a preguntarse qué figura jurídica es la relación posesoria dentro de las figuras o
categorías jurídicas que integran la técnica jurídica e un sistema de derecho”

Para comprender dicho alcance es importante hacer una consideración acerca de las
relaciones jurídicas, que primero deben reunir una relación de hecho que sea
susceptible de predicarse de un sujeto o persona y segundo que a la nombrada relación
jurídica pueda atribuírsele consecuencias o efectos jurídicos determinados por normas
jurídicas, como consecuencia de lo anterior el derecho moderno ha planteado: por un
lado, que son posibles no solo las relaciones jurídicas entre personas sino también
entre ellas y las cosas; y por el otro que “no toda relación jurídica constituye un derecho
subjetivo, aunque todo derecho subjetivo, por esencia implique una relación jurídica”.
Respecto a la relación entre las personas y las cosas surgen dos condiciones: un poder
de hecho, respecto a la relación de orden material entre una persona y una cosa; y que
esa relación se encuentra amparada por el ordenamiento jurídico.

A partir de lo anterior se entiende que la posesión no es solo una relación jurídica, sino
que también es un derecho real provisional. Deben tenerse en cuenta las siguientes
consideraciones: “en el derecho moderno es derecho subjetivo todo poder de voluntad
que se ejerza sobre cosas o en relación con otras personas; poderes de voluntad
protegidos por el orden jurídico con pretensiones o acciones, a fin de hacerlos valer
frente a los demás. Los derechos sobre las cosas que pueden hacerse valer con
acciones reales, son los derechos reales. La posesión es un poder de hecho que se
ejercer sobre cosas y que se encuentra protegida con verdaderas acciones reales (las
acciones posesorias). Desde tal punto de vista, es un hecho cierto que la posesión es
un derecho real.

Agrega que Valencia Zea, “existe una diferencia entre los derechos reales propiamente
tales y la posesión, ya que los primeros constituyen poderes jurídicos definitivos, y la
posesión, en cambio, es un poder de hecho provisional, en el sentido de que puede
desaparecer frente a la acción que se deriva de la propiedad, de uno de los derechos
reales desmembrados de ella o de un simple derecho personal”. Dice el tratadista que
la dificultad respecto a la noción de este concepto deben clasificarse en derechos
reales definitivos (la propiedad y sus desmembraciones) y derechos reales
provisionales (relaciones provisionales con las cosas)

Finalmente en cuanto a la consideración hecha por el tratadista en sentencia de


casación de mayo de 1936 la corte acogiendo la posición de Valencia Zea determinó
que la posesión es un derecho auxiliar y provisional (sin embargo al final del falo se
termina calificando como un hecho). Así las cosas se advierte, “la posesión y el dominio
son instituciones jurídicas distintas, de imposible confusión, no obstante lo cual aquella
es susceptible de presentarse como el reflejo de esta. En tal sentido la posesión es un
derecho auxiliar para el dueño de la cosa o es un derecho provisional para que el que
no es dueño de ella pero puede estar en vía de serlo.

De acuerdo a Fernando Vélez la propiedad sola es entendida como un dominio


abstracto, un título, un derecho; agrega que para que sea real, es necesario que este
acompañada de la posesión, ya que esta hace manifiesto el derecho de propiedad,
conservándolo y volviéndolo útil por ser el ejercicio del derecho de dominio. De lo
anterior deduce que "apoyándose en el principio general de que la aparición, o sea el
hecho debe considerarse como la prueba externa de la existencia del derecho hasta
que se demuestre lo contrario; la ley presume que el que está poseyendo una cosa es
el dueño de ella. La posesión es pues un estado de hecho que debe continuar hasta
que se pruebe el derecho". Además agrega Vélez que la protección de la posesión es el
complemento necesario de la protección del dominio o propiedad en el que a falta de
otras pruebas la posesión es una presunción legal de dominio.

José J. Gómez define la posesión como "la subordinación de hecho exclusiva, total o
parcial de los bienes al hombre". Es una subordinación porque así se aprecia el vínculo
entre quien posee y la cosa, es un subordinación de hecho, para efectos de separar el
derecho del hecho de la posesión, es decir que el derecho es la subordinación jurídica y
la posesión es la subordinación material. Para explicar lo anterior: "el hecho está
relacionado con el derecho" Es una subordinación exclusiva porque en ese poder de
hecho no se reconoce intromisión de nadie. "La posesión es excluyente porque significa
señorío y esta noción implica inviolabilidad"

Es una subordinación total o parcial porque la posesión "debe condicionarse al derecho


que se tiene sobre la cosa, y en tal sentido la subordinación será total si el derecho nos
da el mayor número de prerrogativas posible, como acontece con el dominio; o parcial
si solo nos da algunas, como pasa en los derechos de habitación, servidumbre,
propiedad fiduciaria, etc.", la anterior definición contiene los dos elementos esenciales
de la posesión ya que al hablar de subordinación de hecho se contiene el corpus y al
hablar de subordinación exclusiva se consagra el animus pues sin la exclusividad del
poder de hecho no podría hallarse el ánimo de señor dueño en el poder o subordinación
de hecho

De acuerdo a la jurisprudencia de la corte constitucional, en la sentencia T 494 de 1992


se retoma la definición de la posesión dada por la Corte Suprema de Justicia en la que
dice que la posesión es el “poder físico directo sobre las cosas, en virtud del cual se
ejecutan sobre ellas actos materiales de goce y transformación , sea que se tenga el
derecho o que no se tenga; por ella obtenemos de los bienes patrimoniales el beneficio
señalado por la naturaleza o por el hombre; ella misma realiza en el tiempo los
trascendentales efectos que se le atribuyen, de crear y sanear el derecho, brindar la
prueba óptima de la propiedad y llevar a los asociados orden y bonanza; y es ella, no
las inscripciones en los libros del Registro, la que realiza la función social de la
propiedad sobre la tierra, asiento de la especie y cumbre de las aspiraciones de las
masas humanas” (Cfr. Corte Suprema de Justicia. Sentencia de 27 de Abril de 1955.
Gaceta Judicial. Tomo LXXX No. 2153, p. 87 y ss.). A partir de lo anterior la corte hace
un cambio trascendental en la concepción de la posesión en la que concluye que “la
posesión es un derecho fundamental. En efecto, tiene, como ya se señaló, conexión
íntima con el derecho de propiedad, la cual constituye en opinión de esta Corte uno de
los criterios específicos para la determinación de esa categoría jurídica abierta que es el
derecho constitucional fundamental. Además, la ontología y especificidad de la relación
posesoria y sus consecuencias económicas y sociales son de tal relevancia en el seno
de la comunidad y para el logro de sus altos fines, que esta Corte reconoce que la
posesión tiene, igualmente, entidad autónoma de tales características y relevancia que
ella es hoy, por sí sola, con todas sus consecuencias, un derecho constitucional
fundamental de carácter económico y social.”

Adicionalmente, en la sentencia T 078 de 1993 la corte admitió la procedencia de la


acción de tutela para proteger la posesión, al ser entendida como un derecho
fundamental, apoyándose en un pronunciamiento hecho por la Corte Suprema de
justicia en abril de 1955 en el que acogiendo a la posición de Valencia Zea admite la
viabilidad de la tutela al sostener que “los derechos son poderes protegidos por el orden
jurídico y la posesión es un poder de hecho o físico protegido por acciones posesorias.
Dice también la corte que la conexidad con el derecho de propiedad también se
encuentra en lo dictado en sus providencias en las sentencias T 428 y T 406.

DIFERENCIA ENTRE PROPIETARIO, POSEEDOR Y MERO TENEDOR.

El propietario es quien detenta el título y la posesión comprendida por el animus


y el corpus.
El poseedor tiene el animus y el corpus pero no el título.
El tenedor tiene la detentación material de la cosa, este reconoce el derecho de
otro.

-De acuerdo a la revista internacional de pensamiento político, Helena Alviar Garcia


hace una distinción entre estas tres posiciones jurídicas en las que se encuentra una
persona respecto a una cosa:

El artículo 669 del Código Civil define la propiedad o dominio como "el derecho real en
cosa corporal para gozar y disponer de ella, no siendo contra la ley o contra derecho
ajeno" Sus características principales son: carácter absoluto(porque el dueño tiene
poderes sobre la cosa dentro de los límites impuestos por la ley o el derecho ajeno),
exclusivo (porque el propietario puede imponerse a la intromisión de un tercero en el
ejercicio de su derecho)y perpetuo (porque dura mientras dure la cosa y no se extingue
por el uso)

-La posesión "es el ejercicio de un poder de hecho sobre las cosas (Velásquez
Jaramillo). En este punto se hace una diferenciación con la propiedad que es un poder
jurídico de la posesión que exige una relación física con la cosa y la voluntad de tenerla
como propietario.

De acuerdo al artículo 762 del Código Civil "La posesión es la tenencia de una cosa
determinada con ánimo de señor y dueño, sea que el dueño o el que se da por tal,
tenga la cosa por sí mismo, o por otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él.
Lo anterior, trae para el poseedor dos consecuencias: le otorga la posibilidad de
proteger su posesión por medio de interdictos posesorios o bien le da la posibilidad de
convertirse en propietario a través de la prescripción adquisitiva.

La tenencia contrario a la posesión que se relaciona con el hecho de ocupar el bien, se


da por un contrato como el arrendamiento que tiene como origen un derecho personal.
El tenedor reconoce la existencia de un dueño y la ejerce a nombre y en lugar del
mismo. La diferencia con el poseedor es que este carece de ánimo de ser propietario, y
por tanto al reconocer la existencia del propietario no puede adquirir la cosa por
prescripción adquisitiva.

-La corte suprema de Justicia (en sentencia de octubre 22 de 1997 M.P: Pedro Lafont
Pianetta) ha dicho que esas tres posiciones le confieren al titular derechos subjetivos :
"la primera, denominada tenencia, en que simplemente se ejerce poder externo y
material sobre el bien (art 775 C.C); la segunda -posesión- en la que a ese poder
material se une el comportamiento respecto del bien como si fuere daño (art. 762 C.C) y
la tercera -propiedad- en que se tiene efectivamente un derecho in re, con exclusión de
todas las demás personas y que autoriza a su titular para usar, gozar y disponer del
bien dentro del marco que le señala la ley y obviamente, dando cumplimiento a la
función social que a ese derecho corresponde (art. 669 C.C). Acorde con lo anterior se
tiene por establecido que el ánimo de señorío sobre el bien, marca la diferenciación
entre lo que es solo tenencia y la posesión, a tal punto que el propio legislador así lo
consagró en el derecho positivo, al disponer que el simple transcurso del tiempo "no
muda la mera tenencia en posesión" (art 777 y 780 C.C)

Ley 1183 de 2008 sobre la posesión regular y su inscripción como acto


registrable. Presupuestos legales se deben cumplir para ello. Diferencia existente
con la posesión material. Fundamentación jurídica

De acuerdo a la ley 1183 de 2008 acerca de la posesión regular dispone en su artículo


1° ” Los poseedores materiales de inmuebles urbanos de estratos uno y dos que
carezcan de título inscrito, podrán solicitar ante notario del círculo donde esté ubicado el
inmueble, la inscripción de la declaración de la calidad de poseedores regulares de
dichos bienes, a fin de quedar habilitados para adquirir su dominio por prescripción
ordinaria, de acuerdo con la ley y en los términos y plazos señalados por la ley 791 de
2002 y las leyes especiales que reglamentan el dominio de los bienes considerados
Vivienda de Interés Social, VIS. En caso de presentarse oposición durante cualquier
etapa de la actuación ante el notario, se ordenará el archivo de las diligencias.

Para el registro de esa posesión el artículo 2° dispone que para esa inscripción deben
cumplirse ciertos requisitos:

1. Estar en posesión regular del inmueble en nombre propio en forma continua y


exclusiva, sin violencia ni clandestinidad durante un año continuo o más.

2. Acreditar que no existe proceso pendiente en su contra en el que se discuta el


dominio o posesión del inmueble iniciado con anterioridad a la fecha de presentación de
la solicitud.

No será obstáculo para la inscripción de la posesión la circunstancia de que existan


inscripciones anteriores sobre todo o parte del mismo inmueble.

(La inscripción de la declaración de posesión regular, debe ser presentada por una
solicitud al notario público con el fin de que se de una escritura pública que de fe de la
posesión. Debe registrarse en la Oficina de Instrumentos Públicos bajo el código de
“Inscripción de Declaración de Posesión Regular”.)

Además para la inscripción de la declaración de posesión regular se tendrán en cuenta


como título aparentes según el artículo 3°:

1. La promesa de compraventa cuando esta haya dado origen a la entrega del


inmueble.

2. La adquisición de mejoras o de derechos y acciones sobre el inmueble, sea por


instrumento público o privado.

Respecto a la posesión material, de acuerdo al artículo 4°, esta deberá probarse de


acuerdo a lo establecido en el artículo 981 del código civil ( Art 981 C.C: S deberá
probar la posesión de suelo por hechos positivos de aquellos a que solo da derecho el
dominio, como el corte de maderas, la construcción de edificios, la de cerramientos, las
plantaciones o sementeras, y otros e igual significación ejecutados son el
consentimiento de él que se disputa la posesión) y puede también acreditarse con el
pago de los impuestos, contribuciones y valorizaciones de carácter distrital, municipal o
departamental.

Como excepciones para la declaración de la posesión regular el artículo 9° excluye la


posesión adquirida mediante violencia, engaño, testaferrato, desplazamiento forzado o
que recaiga sobre inmuebles situados en zonas de protección ambiental o de alto
riesgo o desarrollos no autorizados por las autoridades de planeación. Conforme al
artículo 17: No podrán ser objeto de posesión ni prescripción los bienes de uso público,
ni los fiscales, ni los parques naturales, no los que se encuentren dentro de las reservas
forestales, ecológicas o en zonas no urbanizables, ni los que pertenezcan a las
comunidades indígenas o negritudes señalados por la Constitución Política y en general
los que la ley declara como imprescriptibles.

Tampoco podrán acogerse a esta ley los inmuebles ubicados en zonas que a juicio del
Gobierno Nacional estén afectados por fenómenos de violencia o desplazamiento
forzado.

Además, de acuerdo al artículo 16 Los inmuebles adquiridos como consecuencia de la


prescripción establecida en esta ley quedarán afectados por ministerio de la ley, al
régimen de vivienda familiar, de que trata la ley 258 de 1996, cuando el adquirente sea
casado o viva en unión material de hecho permanente.

La diferencia entre la posesión material y la posesión inscrita ha creado un debate en


cuanto se discute el desacierto que produciría que solo se obtuviera la posesión por
medio de un título inscrito

De acuerdo al Diccionario de Derecho Usual de Guillermo Cabanellas se dice de la


posesión en sentido material como el “poder de hecho y de derecho sobre una cosa
material constituido por un elemento intencional o animus (la creencia y el propósito de
tener la cosa como propia) y un elemento físico o corpus (la tenencia o disposición
efectiva de un bien material)”, la cual concuerda con la concepción clásica de la
posesión material, en la que se distinguen sus dos elementos estructurales, esenciales:
Uno material, corpus, y otro subjetivo, ánimus. Por su parte “En Colombia la llamada
posesión inscrita no es una verdadera posesión, por cuanto no es un hecho material. Es
tan solo una manera simbólica, impropia y equívoca para denominar la titularidad
tabular o caratular de los derechos inmobiliarios. Por tal razón, no puede producir las
consecuencias propias de la posesión. Por tal razón no puede producir las
consecuencias de la posesión material del artículo 762 del Código Civil, sino sólo las
relativas a la prueba formal de la existencia, la situación jurídica, la adquisición, la
mutación, la conservación, la transferencia, la transmisión, los gravámenes, las
medidas cautelares y la extinción de derechos reales sobre el suelo, funciones estas
últimas que ya habían sido ampliamente reguladas en Colombia por leyes de 1821 y
1825, haciéndose en consecuencia improductivas y contradictorias las disposiciones
que sobre registro contenía el Código adoptado por la República mediante la Ley 57 de
1887”. (Citar la página fuac)

Finalmente, para terminar esta discusión la Corte Suprema de Justicia, con ponencia
del Doctor José J. Gómez dijo de forma concreta” En concepto de la nueva doctrina
jurisdiccional no puede haber posesión del suelo sin la coincidencia del corpus y el
animus. No puede ser verdadera posesión material la sola inscripción competente de un
título. Si alguien tiene la aprehensión material del suelo con ánimo de señor y dueño,
nadie más que él es el poseedor, aun cuando exista un título registrado a favor de un
propietario distinto. La inscripción del título, cuando es idónea, tan solo significa que el
inscrito es el titular del derecho real inmobiliario a que el mismo se refiere, más no, que
sea el poseedor material. La inscripción muta o transfiere la titularidad del derecho,
pero, en ningún caso, tiene la virtualidad de atribuir la posesión material”.

VICIOS de la POSESIÓN: Concepto y efectos.

El código califica en el artículo 772 como posesiones viciosas o inútiles la violenta y la


clandestina. Estos son vicios que afectan la posesión existente o impiden su
nacimiento. Son inútiles porque el fenómeno creado por estos vicios no conduce a la
prescripción ni su autor puede interponer las acciones posesorias.

-Violencia: la posesión está viciada de violencia en los siguientes casos: cuando se han
hecho actos de fuerza para apoderarse de la posesión o para cuando la fuerza se
ejerce contra el dueño, contra el poseedor o contra el tenedor o sus familiares
señalados en el artículo 1513; cuando la fuerza sea ejercida por el poseedor o sus
agentes, aunque los actos violentos no hayan sido ordenados ni aprobados
previamente por el poseedor que se limita a favorecerse con ellos continuando la
posesión También hay vicio de violencia, aunque el poseedor ni sus agentes la hayan
ejercido directamente, cuando se aprovechan de la situación generalizada de violencia
que ha obligado a declarar perturbado el orden público y el país en estado de sitio por
conmoción interior.

Para que la fuerza exista, se requiere que los actos que la constituyen, o las amenazas
en que se funda, sean suficientes para intimidar una persona de sano juicio y lo
obliguen por eso a abandonar el bien para permitir que otro lo ocupe. No hacen falta las
armas; también puede constituir violencia la amenaza de revelar hechos que se han
mantenido en secreto, por ejemplo, deshonra para la familia.

La ley protege a la víctima y condena la violencia; no distingue si el violentado es


dueño, poseedor, o mero tenedor, en el artículo 984 consagra las acciones posesorias
para recuperar el bien a favor de “todo el que ha sido violentamente despojado” de la
cosa que tenía en posesión o en mera tenencia, y puede dirigirse la acción de
restitución no solo contra el que ejerció la fuerza sino también contra el que haya
derivado su posesión del usurpador a cualquier título y sin perjuicio de las acciones
penales correspondientes (Velásquez Jaramillo).

-La clandestinidad: esta clase de vicio consiste en ocultar la posesión a los que tienen
derecho para oponerse a ella. Este vicio se opone a una cualidad que siempre debe
tener la posesión para ser eficaz: ser pública.
Este vicio no mira la forma como se adquirió la posesión sino a la manera como se
ejerce. Sera clandestina la posesión que se tomo ocultamente y así se mantiene.

También es clandestina la posesión que se toma públicamente pero después se niega


para ocultarla. Pero la posesión que inicialmente era clandestina y mas tarde se hace
pública, deja de ser posesión viciosa desde el momento en que cesa la clandestinidad y
desde ese mismo instante esa posesión es eficaz y comienza a contarse el termino de
la usucapión ya que desde ese momento sabe el dueño que debe defender su derecho
con la posesión posesoria o con la acción reivindicatoria. La posesión clandestina,
mientras sea tal, no puede producir efecto contra el verdadero dueño porque el
ocultamiento a impedido que este defienda un derecho que ignoraba estar en peligro;
esa es la razón para afirmar que la posesión debe ser publica para que conduzca a la
usucapión, su principal efecto (Velásquez Jaramillo)

AGREGACIÓN DE POSESIONES: Concepto y efectos jurídicos.

El poseedor actual puede agregar o sumar a su posesión la de sus antecesores


inmediatos, a fin de completar el tiempo necesario para adquirir por prescripción o para
hacer uso de las acciones posesorias. (Velásquez Jaramillo)

Se permite agregar a la posesión actual el tiempo de posesión de antecesor y de una


serie no interrumpida de antecesores, siempre que al hacerlo se le agreguen las
cualidades y defectos que estas posesiones tenían. Cada posesión es distinta a la de
sus antecesores y también a la de sus sucesores; pero mediante un acto de facultad, y
siempre que haya una vinculación jurídica entre ambas, se permite sumar el tiempo de
cada una de esas posesiones a fin de que se complete el tiempo necesario para la
usucapión, y se adquiera el dominio.

La agregación de posesiones debe reunir ciertos requisitos para que tenga efecto; tales
son: que entre las posesiones que se agregan haya un vínculo jurídico (herencia, venta,
permuta, etc.), que las haga derivar una de otra; que la agregación sea total, esto es,
que se unan cualidades y vicios, y que todas sean continuas entre sí y teniendo
siempre en cuenta que hacerla o no es facultativo del poseedor.
El efecto de la agregación de posesiones se refleja en el cómputo de tiempo para la
usucapión (Jaime Arteaga Carvajal). Si el poseedor actual es causahabiente a título
universal como heredero del anterior poseedor, continua la posesión de su causante
con sus mismos vicios y cualidades; si el causante era poseedor regular, el sucesor así
continúa; y si era poseedor irregular, con este defecto la recibe. Pero puede
independizar de hecho e iniciar una posesión distinta con sus propias cualidades y
defectos; en tal caso, sólo desde ese momento se cuenta y computa el tiempo para la
usucapión.

El defecto de ser irregular una de las posesiones, debe agregarse y habrá posesión
irregular siempre que una o más de las que se han agregado sean irregulares. Para
usucapir en el caso del poseedor regular actual deberá completar diez años de
posesión si es un bien raíz y tres años si es un bien inmueble, aunque el tiempo total
solo lo complete agregando al suyo el tiempo de sus antecesores. Si el resultado es el
de una posesión irregular, se deben completar veinte años para adquirir por usucapión
(Velásquez Jaramillo)

PERDIDA DE LA POSESION: Efectos jurídicos que produce. La posesión termina o se


pierde desde que falta alguno de los elementos esenciales de ella; el ánimus o el
corpus. Por eso, si se abandona el bien, no se puede decir que se tiene posesión, de
acuerdo al artículo 788 del código civil “La posesión de la cosa mueble no se entiende
perdida mientras se halla bajo el poder del poseedor, aunque éste ignore
accidentalmente su paradero”, tampoco si se reconoce dominio ajeno y se paga un
canon.

Terminará entonces la posesión, cuando falten los dos o uno de los elementos
esenciales de ella, sea porque se enajena la cosa y se permite que otra persona entre a
ejercer actos de dominio en ella, sea porque se abandona el bien para que lo haga suyo
el primer ocupante, sea porque un tercero se apodera de la cosa con ánimo de hacerla
suya, sea por un caso fortuito, por ejemplo, la destrucción total del bien, poseído, caso
en el cual no hay sobre que ejercer los actos de dominio constitutivos de la posesión.
También se pierde la posesión por decisión judicial que ordena la restitución.
Debe declararse que la posesión no se pierde siempre por el solo abandono de la cosa
mientras persista el ánimus y la intención de tenerla como propia. Para que la posesión
se pierda es necesario que, además del abandono, haya entrado un tercero a ejercer
los actos de poseedor. Tratándose de bienes inmuebles la posesión inscrita no se
pierde sino por otro registro que anule el anterior (Jaime Arteaga Carvajal).

-Pérdida voluntaria de la posesión: Un poseedor puede abandonar voluntariamente


su poder de hecho o relación posesoria, de dos maneras: mediante acto unilateral o
mediante entrega. Unilateralmente se pierde la posesión cuando el poseedor abandona
su poder de hecho sin interesarle quien lo tome. El abandono unilateral se caracteriza
por cuanto no hay sucesión jurídica en la posesión; en consecuencia, quien se apropia
una de tales cosas comienza necesariamente una posesión nueva.

La pérdida de la posesión mediante entrega voluntaria supone que el actual poseedor


entrega a otro una cosa, existiendo tanto la voluntad de entregar como la de adquirir.

-Pérdida involuntaria de la posesión: En general todas las cosas robadas, o


sustraídas al poseedor, constituyen pérdida involuntaria de la posesión, como
igualmente las cosas extraviadas cuyo paradero se ignora.

Para savigny, se es poseedor aunque actualmente no se esté explotando la cosa, con


tal de que la cosa no esté bajo el poder de otro o extraviada.

Entre las causales de pérdida o extinción de la posesión, deben distinguirse las que
tienen carácter absoluto de las que tienen carácter relativo. Causales de extinción
absoluta de posesión son aquellas en virtud de las cuales el poseedor cesa
definitivamente de poseer y nadie le sucede directamente en la posesión, como cuando
la cosa perece, o se confunde con otra en forma que pierde su individualidad por no
poderse identificar, o sin perecer materialmente, perece jurídicamente, como cuando el
animal domesticado recobra su libertad natural. Causales de extinción relativa son
simplemente las que implican extinción de la posesión en una persona por sucederle
otra en el ejercicio del poder de hecho; se trata, entonces, de una simple trasmisión de
la posesión por acto entre vivos o por causa de muerte (Valencia Zea).

Protección legal de la Posesión: Acciones Posesorias: Conservatorias


Recuperatorias, Acción de despojo: Concepto, sujetos procesales, objeto de la
acción, efectos jurídicos y término de prescripción.

Para proteger al poseedor y su posesión existe en la jurisdicción colombiana ciertas


acciones específicas llamadas “Acciones posesorias”, consagradas en el artículo 972
del Código Civil y ss. El objeto de una acción posesoria es el de “conservar o recuperar
la posesión de bienes raíces, o de derecho reales constituidos en ellos”. Para estas
acciones es importante mencionar los aspectos que las diferencian de las demás.
Primero, son acciones que, según la legislación colombiana, solo se pueden ejecutar
para la protección de la posesión sobre inmuebles. Estos inmuebles deben ser
susceptibles de apropiación por prescripción, lo que quiere decir que en los bienes
fiscales no se podrán aplicar tales acciones. Por otro lado el poseedor que lo invoca
debe haber estado por lo menos un año en posesión tranquila e ininterrumpida en esta,
como también pueden ser aquellos que están poseyéndola en función de cualquier otro
derecho real (usufructuario, usuario o beneficiario de habitación). Como lo expresa el
artículo 979, en el ejercicio de las acciones posesorias solo se tendrá en cuenta y se
probará la posesión material y más no el dominio sobre esta. Para probar lo anterior se
debe demostrar el ejercicio del dueño en aspectos como el de cultivar, mejorar,
explotar, etc., la propiedad.

Alfonso Barragán en su descripción sobre las acciones posesorias habla de dos


conceptos que constituyen su fundamento: la perturbación y el despojo (consagrados
en el artículo 977 C.C). El primero se entiende como “todo embarazo, tropiezo, o intento
de usurpación” (Barragán) que interrumpe el desarrollo normal de la posesión, por el
cual no se priva la posesión del inmueble, más si se perturba, estorba y obstaculiza. Y
el segundo hace referencia a “la privación consumada de toda posesión como resultado
o consecuencia de actos con eficacia suficiente para hacer cesar, en concreto, la
situación de hecho que consiste en a posesión, para terminar con la subordinación de la
cosa a la persona. (Barragán); como tal es el deponer a una persona de su tenencia
sobre una cosa.

Existen diferentes tipos de posesión según su fundamento correspondiente. Estas son:


- Conservatorias: Por medio de estas acciones “el poseedor tiene derecho a pedir
que no se le turbe o embarace su posesión” (art. 977 C.C). El objeto de esta acción es
el prohibirle al “perturbador” seguir ejecutando actos de embarazo o incluso nuevos
actos. Lo que se busca generar es el obtener el pago de perjuicios causados por parte
del perturbador. Al ejercerla, la ley exige un tiempo para que esta prescriba, este se da
al cabo de un año completo, contando desde la molestia o embarazo referido a ella. La
acción se da departe del poseedor perturbado a todo aquel que participe en la
turbación, embarazo o intento de usurpación de la propiedad.

- Recuperatorias: "El que injustamente ha sido privado de la posesión, tendrá derecho


para pedir que se le restituya con indemnización de perjuicios” (art 982 C.C). La acción
tiene como objeto la restitución de la propiedad usurpada. Se concede ejercerla solo al
poseedor que ha sido despojado por medios ilícitos, como: la posesión violenta
adquirida por la fuerza, la posesión adquirida en ausencia del dueño y volviendo el
dueño le repele se convierte en poseedor violento, por posesión clandestina (que se
ejerce ocultándola a los que tienen derecho para oponerse a ella. Art 772 al 774). La
acción se da departe del poseedor, ya sea propietario o mero tenedor, despojado contra
el usurpador, pero también “contra toda persona cuya posesión se derive de la del
usurpador por cualquier título” (art. 983 C.C). Los efectos de esta acción se ven
reflejados en la restitución de la propiedad y en la pago de indemnización de perjuicios
causados por el usurpador autor del despojo, o el tercero de mala fe. Al ejercerla, la ley
exige un tiempo para que esta prescriba, en este tipo de acción expiran al cabo de un
año completo, contado desde que el poseedor anterior la ha perdido” (art 977). También
encontramos que “si la nueva posesión ha sido violenta o clandestina, se contará este
año desde el último acto de violencia, o desde que haya cesado la clandestinidad” (art
977, inc. 3 C.C).

Respecto a las acciones posesorias la sentencia T 751 de 2004 ha
expresado: “la Sala debe señalar que uno de los principales efectos de la posesión es
la legitimación del poseedor para obtener por vía judicial la protección de su condición.
Entre los mecanismos con los que cuenta, es el principal el ejercicio de las llamadas
acciones posesorias. Estas, consagradas en los artículos 972 y siguientes del Código
Civil, tienen por objeto conservar o recuperar la posesión de bienes raíces, o de
derechos reales constituidos en ellos. Son, pues, acciones judiciales de carácter civil
entabladas ante la jurisdicción ordinaria por el poseedor de bienes raíces o de derechos
reales constituidos sobre ellos, por causa de perturbaciones o despojos de la posesión
material. De allí que se las clasifique en las dos categorías relacionadas, cada una de
ellas, con el acto que atenta contra la posesión. Las primeras, que son interdictos de
conservación o amparo, están relacionadas con los simples actos de molestia. Las
segundas, interdictos de recuperación, son las que tienen lugar cuando hay un acto de
despojo. Unas y otras prescriben en un término de un (1) año, contado como allí se
indica”

- Acción de despojo: “Todo el que violentamente ha sido despojado, sea de la posesión,


sea de la mera tenencia, y que por poseer a nombre de otro, o por no haber poseído
bastante tiempo, o por otra causa cualquiera, no pudiere instaurar acción posesoria,
tendrá, sin embargo, derecho para que se restablezcan las cosas en el estado en que
antes se hallaban, sin que para esto necesite probar más que el despojo violento, ni se
le pueda objetar clandestinidad o despojo anterior. Este derecho prescribe en seis
meses contados desde que el despojo se realiza. Restablecidas las cosas y asegurado
el resarcimiento de daños, podrán intentarse por una u otra parte las acciones
posesorias que correspondan.” (art 984 C.C.)

Es la acción acordada para obtener la restitución de la cosa, procede cuando se


produce la supresión total del poseedor actual sobre el bien despojado (privación de la
posesión) cualquiera que sea el medio empleado para ello, sea por la violencia,
clandestinidad o abuso de confianza.
“Esta acción tiene por objeto obtener que las cosas vuelvan al estado en que se
encontraban, cuando el poseedor o el mero tenedor han sido víctimas de un despojo
violento que se funda en el sólo hecho del despojo violento que usualmente no es
violento físicamente hablando, pero implica violencia en cuanto ruptura de la paz cívica,
sin necesidad que exista una violencia calificada previa. (OCHOA CARVAJAL, RAUL
HUMBERTO. Ed. Temis, Bogotá, 2006.)“ Las acciones posesorias se dan en contra de
aquellos que turban las posesiones de otros, contra los que privan de la posesión al
poseedor sin orden judicial o contra su voluntad y contra los que realicen obra nueva.
De esto surge en principio dos acciones que contempla el Código Civil.

En relación con la acción de despojo o querella de restablecimiento anotamos que con


esta se protegen, además de posesiones, las meras tenencias. Incluso 
los poseedores
y meros tenedores de muebles pueden servirse de esta acción. 
Para ejercerla, el actor
no debe acreditar término alguno de posesión o de mera 
tenencia (art. 984 C.C.). Con
esta acción se puede recuperar la posesión o 
la mera tenencia sobre un bien, siempre
que se ejerza dentro de los seis meses siguientes al despojo. La querella de
restablecimiento es como tal una acción orientada a no permitir la realización de la
justicia privada, sino por lo contrario busca conservar la tranquilidad y la paz pública
(VELÁZQUEZ JARAMILLO, Fernando. Bienes).

De igual manera se hace indispensable anotar que no es necesario que el despojo sea
total, basta que se materialice solo en parte de la cosa o derecho poseído, si los afecta
substancialmente teniendo lugar una privación posesoria. Por lo demás un despojo
parcial puede implicar una privación posesoria total si la parte de posesión despojada
conlleva a imposibilidad de ejercer posesión total sobre el objeto de la misma.

La Sentencia definitiva tiene por objeto restablecer la situación posesoria alterada por el
despojo, dependiendo en que ha consistido el despojo el alcance de la sentencia varia.
Si el despojador ocupo un inmueble la sentencia se ejecuta como desalojo.
Acciones que amparan la posesión: Acciones posesorias especiales: Denuncia
de Obra nueva- Denuncia de obra ruinosa: Concepto y características de la(s)
acciones; sujetos procesales, requisitos para su ejercicio, fin u objeto al
interponerlas, prescripción de la acción. Estas acciones están destinadas a
conservar la posesión, y proteger la propiedad de perturbadores. Entre estas se
encuentran dos acciones especiales:

a. Denuncia de obra nueva: el objeto de esta acción es paralizar o suspender todo


trabajo (obra nueva en construcción) en curso que perturbe un predio ajeno. Se
entiende por obra nueva “toda construcción, siembra, o plantación que antes no existía
dentro del predio, o que, aun habiendo existido, ha tenido una modificación que la hace
diferente” (Velásquez Jaramillo). Aquellas obras que son denunciables se pueden
expresar en los siguientes casos:

Construcciones que se tratan de sustentar en edificio ajeno no gravado con una


servidumbre. (art 987, inc. 2 C.C).
Toda obra voladiza que atraviese el plano vertical de la línea divisoria de los
predios, aunque no se apoye sobre el predio ajeno, ni dé vista, ni vierta aguas
lluvias sobre él (art 987, inc. 3 C.C).
Si se hicieren estacadas, paredes u otras labores que tuerzan la dirección de las
aguas corrientes, de manera que se derramen sobre el suelo ajeno, o
estancándose lo humedezcan, o priven de su beneficio a los predios que tienen
derecho de aprovecharse de ellas (art 993 C.C)· Obras terminadas en la cuales
no haya transcurrido tiempo bastante para constituir un derecho de servidumbre.
La existencia de depósitos o corrientes de agua, materias húmedas que puedan
dañar una casa.

El poseedor también puede evitar las plantaciones de árboles a una distancia menor de
quince decímetros, ni hortalizas o flores a menos distancia de cinco decímetros.

En la ley existen algunas excepciones de esta acción en las cuales la situación no es


denunciable. Algunas de estas son:
Las obras estrictamente necesarias para precaver la ruina del edificio,
acueducto, canal, puente, acequia.
Los trabajos conducentes para la limpieza en los caminos, cañerías, etc.
El ejercicio de servidumbre legítimamente construida.

Para la solución de la denuncia de “obra nueva” se deberán solucionar en única


instancia por el procedimiento verbal sumario. Cuando se prohíba la ejecución de una
obra o de un hecho, la sentencia conminará al demandado a pagar de dos a diez
salarios mínimos mensuales a favor del demandante. La acción deberá instaurarse
dentro del año siguiente a la ejecución de las obras probando la perturbación de la
nueva obra. En caso que no se ejecute en tal plazo, el autor de la perturbación queda
amparado en su posesión por la respectiva acción, pues esa a favor su condición de
llevar un año en quieta y pacífica posesión durante un año.

b. Denuncia de obra ruinosa: “El que tema que la ruina de un edificio vecino le pare
perjuicio, tiene derecho de querellarse al juez para que se mande al dueño de tal
edificio derribarlo, si estuviere tan deteriorado que no admita reparación; o para que, si
la admite, se le ordene hacerla inmediatamente; y si el querellado no procediere a
cumplir el fallo judicial, se derribará el edificio o se hará la reparación a su costa” (art.
988 C.C). Por tanto esta acción constituye una caución para garantizar resarcimiento de
daños causados a futuro, es decir una “promesa de reparar” (Velásquez Jaramillo). El
objeto de interponer esta acción varía dependiendo el fundamento de la acción. Su
finalidad es la de obtener por medio de sentencia el juez ordene derribar, reparar u
obligar al dueño de la edificación que amenaza con ruina a prestar caución que
garantice la indemnización si la edificación se viniera a tierra. Es indispensable

mencionar que en el momento en que la querella se inicie se debe notificar al


querellado, pues de lo contrario tendría invalidez toda denuncia. En el momento en que
se presenta ante un juez su temor, este debe proceder a definir la situación, esta se
puede expresar como un daño inminente o como mera aprehensión. En el daño
inminente el juez deberá proceder a obligar al poseedor del edificio ruinoso a derribar o
reparar, y en caso de ser un temor no grave se continúa el trámite como un simple
proceso. Entre las edificaciones que crean una cierta “perturbación psicológica”, como
dice Alfonso Barragán, se comprenden aquellas obras o materiales adheridos que
puedan desprenderse y causar daños, también algunas de las cosas de la parte
superior del edificio o de otro paraje elevado que represente cierto riesgo. La acción se
podrá ejercer sobre muebles o inmuebles.

Los sujetos capaces de interponer esta acción son: 1) toda persona que crea estar en
riesgo frente a algún edificio vecino en ruina o deterioro podrá recurrir al órgano
jurisdiccional para denunciar, además de 2) aquel que “tema un perjuicio cuando se
trate de cualquiera construcción o de árboles mal arraigados” (Velásquez).

Esta acción no tendrá tiempo para prescribir, pues en medida que exista tal riesgo se
ejecutará o no la acción; en caso de que el poseedor deje pasar un año, su derecho
prescribe para siempre.
BIBLIOGRAFIA

http://uniblogsabana.blogspot.com.co/2013/05/titulo-modo-1.html
http://laposesionaulavirtualcivilbienes.blogspot.com.co/2012/11/la-posesion.html
INTRODUCCION

En el siguiente trabajo investigativo se hace énfasis sobre que es el título, modo y


posesión. El título y el modo son dos conceptos claramente diferentes, que no pueden
ser confundidos de la complementariedad que existe entre ellos. El primero, cumple la
función de servir de fuente de obligaciones, por lo que, desde la perspectiva del
acreedor, únicamente lo hace titular de derechos personales. El segundo, por el
contrario, guarda relación con los mecanismos establecidos en la ley para adquirir un
derecho real. El título es aquel que “produce acción personal, en cuanto a la propiedad
y los demás derechos de la cosa, y las acciones reales que se dan para reivindicarlos
solo nace de la tradición”, es decir la entrega de la cosa, y este es a lo que se le
denomina modo. Entonces podemos inferir que cuando hablamos de título es aquella
fuente de obligaciones generada por la voluntad de las personas con la que puedo
exigir la entrega de la cosa, y el modo hace referencia a la entrega como tal, el modo es
con lo que ejecuto el título. Cada uno de ellos tiene su respectiva clasificación.
La posesión es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de dueño, sea que el
dueño o el que se da por tal, tenga la cosa por sí mismo, o por otra persona que la
tenga en lugar y a nombre de él. El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona
no justifique serlo. Conforme a Colín y Capitant “La posesión es la relación de hecho
entre una persona y una cosa, en virtud de la cual la persona puede cumplir sobre la
cosa actos materiales de uso y transformación, con la voluntad de someterla al derecho
real al cual dichos actos corresponden normalmente”. Según lo expresa Planiol “la
posesión es un estado de hecho que consiste en tener una cosa de manera exclusiva y
ejecutar sobre ella los mismos actos de uso y goce de propietarios”. Para J.J Gómez R.,
“la posesión es la subordinación de hecho, exclusiva, total o parcial, de los bienes al
hombre”.
CONCLUSION

En este trabajo de investigación tuvo la finalidad de apreciar y entender las definiciones


de los temas correspondientes, que son título, modo y posesión. Con esto se logra
aportar un nuevo conocimiento tanto a los expositores como al público, y se hace una
sustentación con el fin de especificar lo que es cada uno de esos temas, sus clases y
entre otras cosas, para poder distinguir y saber que son cada uno de ellos. Además
que mediante este trabajo podemos transmitir no solo la información si no también
tratar de dejar en claro cada uno de los temas, y que lo aprendido nos pueda servir en
un futuro.
JUSTIFICACIÓN

En este trabajo investigativo parte de tres temas muy importante que son título, modo y
posesión. El cual se especificaran sus conceptos, teniendo en cuenta que se
determinaran también todos los aspectos que tiene cada uno de ellos. El cual por medio
de una sustentación se les dará a conocer los siguientes temas mediante un trabajo
investigativo. Partiendo del título y sus clases, luego sigue el modo y como se clasifica
y por ultimo terminamos con la posesión y sus elementos.
OBJETIVOS GENERALES

Definir y especificar los conceptos sobre que es título, modo y posesión.


Identificar sus respectivas clasificaciones.
Determinar las funciones de cada una de esas clasificaciones.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

Investigar sobre cada uno de los temas, titulo, modo y posesión.


Indagar sobre la respectiva información que tiene cada uno de ellos.
Exponer todo lo relacionado con el título, modo y posesión, lo investigado y
aportar conocimiento del tema a todos los presentes.

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