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Malformaciones renales
C. Rousset-Rouvière, M. Tsimaratos

Las malformaciones renales congénitas son anomalías frecuentes que afectan a más del 1% de la
población. Junto con las malformaciones de las vías excretoras, son la principal causa de insuficiencia
renal crónica infantil. Su diagnóstico y su tratamiento se han mejorado gracias al uso de la ecografía fetal
en la práctica diaria. El conocimiento de la embriología renal es esencial para comprender estas
enfermedades, que engloban las anomalías de número, de migración, de rotación y de fusión, las
hipoplasias renales y los riñones quísticos. Su diagnóstico suele realizarse de forma prenatal o, más tarde,
en la infancia de forma fortuita, pues la mayoría de ellas son asintomáticas. Las anomalías genéticas dan
lugar a un gran número de estas malformaciones.
© 2010 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras Clave: Embriología renal; Agenesia renal; Hipoplasia renal; Displasia multiquística renal;
Poliquistosis renal

Plan ■ Reseña embriológica [1-3]

¶ Introducción 1 La comprensión de las malformaciones renales sólo puede


concebirse a partir de un conocimiento adecuado de la embrio-
¶ Reseña embriológica 1
logía fetal renal. El desarrollo renal es un proceso complejo,
¶ Distintas malformaciones renales 2 coordinado en el tiempo y el espacio, en el que participa un
Anomalías de número 2 conjunto de fenómenos de proliferación, de migración, de
Anomalías de migración: ectopias renales 3 inducción y de diferenciación celular (Fig. 1) [2]. El sistema renal
Anomalías de rotación 3 se desarrolla desde la tercera semana de gestación a partir del
Anomalías de fusión o sínfisis renales 3 mesoblasto intermedio, que dará origen a tres estructuras
Hipoplasia renal 3 nefrógenas: el pronefros, el mesonefros y el metanefros. Las dos
Anomalías estructurales: riñones quísticos 4 primeras estructuras son transitorias y sólo el mesonefros
¶ Malformaciones renales y genéticas 5 persiste durante el desarrollo embrionario. El pronefros deriva
de los somitas cervicales, no adquiere ningún carácter funcional
¶ Conclusión 5
y desaparece durante la cuarta semana. El mesonefros, que se
desarrolla a partir de las metámeras torácicas, da origen a los
conductos mesonefróticos, futuros conductos colectores (o
conductos de Wolff). De la parte caudal del mesonefros se forma
la yema ureteral. El metanefros da origen al blastema metané-
■ Introducción frico. La formación del riñón definitivo se debe a una interac-
ción entre la yema ureteral y el blastema metanéfrico. La yema
Las malformaciones renales congénitas son anomalías fre- ureteral penetra en el blastema y, gracias a los efectos inductores
cuentes. El conjunto de las malformaciones renales y de las vías recíprocos entre ambas estructuras, se desarrolla la futura pelvis
excretoras, denominadas con más frecuencia uropatías malfor- y después, gracias a varias divisiones celulares, los cálices. Cada
mativas, ocupa el tercer puesto de todas las malformaciones rama calicial procedente de la yema está recubierta por tejido
congénitas y afecta a alrededor del 3-4% de la población. Las metanéfrico, del que se originan las nefronas.
malformaciones renales son la principal causa de insuficiencia De forma paralela a la formación del tejido renal, los riñones
experimentan una migración y una rotación para adoptar su
renal crónica infantil. La mayor parte de estas malformaciones
lugar definitivo en la región lumbar.
no provoca ninguna consecuencia clínica y no compromete el
De la yema ureteral se originan también los futuros uréteres.
pronóstico renal, pero la posible gravedad de algunas malfor-
De la unión de la yema ureteral y el conducto mesonefrótico se
maciones hace que su detección y su tratamiento precoz sean
desarrolla la cloaca, de la que se origina a su vez el trígono
esenciales. El diagnóstico suele establecerse en el período vesical, así como el aparato genital.
prenatal, gracias a los progresos de la ecografía fetal y a su uso La complejidad de la embriología renal explica la elevada
de rutina. incidencia de las anomalías renales. En cada instante del
Las etiologías de estas malformaciones siguen sin compren- desarrollo fetal, una anomalía provoca una malformación
derse por completo, pero el conocimiento de la embriología diferente. Se suelen distinguir las malformaciones renales de las
fetal y los progresos de las investigaciones genéticas permiten de las vías urinarias, pero, debido a los efectos inductores
explicar un gran número de estas anomalías. recíprocos entre la yema ureteral y el blastema metanéfrico, se

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1 2 3
A

a b

1 2 3
B

5
4
2
6

c d
Figura 1. Desarrollo embrionario del pronefros, del mesonefros y del 1 2 3
metanefros (según [2]). a. A los 24 días. 1. Nefrotomas cervicales (prone- C
fros); 2. conducto mesonefrótico; 3. mesoblasto intermedio; b. A los
25 días. 4. Mesonefros; c. A los 26 días; d. A los 28 días. 2. Conducto
mesonefrótico; 4. mesonefros; 5. yema ureteral; 6. blastema metanéfrico.

comprende que un defecto de uno de estos componentes puede


afectar al desarrollo global del aparato urinario y que una
malformación renal suela asociarse a anomalías de la vía
excretora. Asimismo, no es infrecuente encontrar malformacio-
nes genitales asociadas a las malformaciones renales.

1 2 3
■ Distintas malformaciones renales D
Figura 2. Esquema de las malformaciones renales (según [4]).
A. Anomalías de número. 1. Agenesia renal unilateral; 2. agenesia renal
Anomalías de número [4, 5]
unilateral con muñón del uréter; 3. agenesia renal bilateral.
B. Anomalías de migración. 1. Ectopia baja; 2. ectopia cruzada, 3. ectopia
Agenesia renal alta.
C. Anomalías de rotación. 1. Malrotación anterior; 2. malrotación poste-
La agenesia renal puede ser uni o bilateral, aislada o asociada rior; 3. malrotación inversa.
a otras malformaciones (en un 25% de los casos, se acompaña D. Anomalías de fusión. 1. Riñón en herradura; 2. riñón discoide; 3. fusión
de malformaciones genitales). Se debe a la ausencia de desar- hiliar.
rollo de la yema ureteral, lo que tiene por consecuencia la
ausencia de inducción del blastema metanéfrico (Fig. 2) [4].
no visualizable. Además, existe una hipoplasia pulmonar y
Agenesia renal bilateral deformaciones fetales (cara y extremidades), lo que constituye la
Cuando es bilateral, la agenesia renal es incompatible con la secuencia de Potter.
vida. Se trata de una malformación infrecuente que afecta a
1/10.000 recién nacidos. El diagnóstico se realiza por la eco- Agenesia renal unilateral
grafía fetal, durante el segundo trimestre del embarazo, que La agenesia renal unilateral es mucho más frecuente, con una
muestra un oligoamnios, ausencia de los riñones y una vejiga incidencia de 1/500-1/1.000 recién nacidos. En la mayoría de

2 Pediatría
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los casos afecta al riñón izquierdo en los varones. El diagnóstico Anomalías de fusión o sínfisis renales [4]
suele establecerse mediante ecografía fetal, pero el descubri-
miento de un riñón único puede hacerse en la etapa posnatal Hacia la octava semana del desarrollo embrionario, los
de forma fortuita, pues esta malformación suele ser asintomá- riñones migran hacia una posición lumbar y experimentan una
tica. Antes de confirmar el diagnóstico, es necesario buscar un rotación. Durante esta fase, los blastemas metanéfricos están
riñón en posición ectópica o un pequeño riñón displásico. muy cerca en el espacio y una anomalía que se produzca en este
Además, en la ecografía se busca una malformación genital o estadio puede provocar una ausencia de separación y crear así
urológica, que puede estar asociada [6, 7] , y una hipertrofia un istmo parenquimatoso o fibroso entre ambos riñones
compensadora del riñón contralateral [8]. Por último, la realiza- (Fig. 1).
. ción de una cistografía retrógrada permite eliminar un reflujo La anomalía de fusión más habitual es el riñón en herradura.
vesicoureteral. Si no hay otras anomalías asociadas, el pronós-
tico renal no se ve comprometido.
Riñón en herradura
Duplicación renal Su incidencia es de 1/600-1/500 recién nacidos. Los riñones
Esta enfermedad se debe a una duplicación prematura de la están fusionados en la línea media por delante de la columna,
yema ureteral antes de su penetración en el blastema metané- en la mayoría de las ocasiones, por sus polos inferiores. El istmo
frico. Aunque las duplicaciones de las vías urinarias son está situado por debajo de la arteria mesentérica inferior, que
frecuentes, la duplicación renal sigue siendo excepcional. Se impide la migración caudal completa de los riñones. Por tanto,
trata de un riñón supernumerario independiente, que tiene su los riñones en herradura están situados más abajo que los
vascularización propia y una vía excretora individual. Cuando riñones normales. Los uréteres tienen un trayecto anterior al
aparece de forma aislada, carece de consecuencias clínicas. istmo y no están malformados. Se aconseja realizar una cisto-
grafía retrógrada en busca de un reflujo vesicoureteral, que está
presente en el 50% de los casos. En el 90% de las ocasiones, los
Anomalías de migración: ectopias renales [4] riñones en herradura son asintomáticos. El 10% restante puede
complicarse con infecciones urinarias secundarias a un reflujo,
El riñón es ectópico cuando no se encuentra en la fosa
hematuria o dolor abdominal, por lo general durante la hipe-
lumbar. La ectopia renal se relaciona con una anomalía de
rextensión de la columna. El aumento de la frecuencia de los
migración durante la embriogénesis. Puede ser alta, baja o
tumores renales (tumores de Wilms) sigue siendo controvertido.
cruzada y pocas veces es bilateral (Fig. 1). No compromete el
Esta anomalía suele aparecer de forma aislada, pero puede
pronóstico renal cuando es aislada, pero suelen existir otras
anomalías urológicas asociadas, sobre todo un reflujo formar parte de un síndrome polimalformativo o enmarcarse en
vesicoureteral [9]. un contexto de anomalías cromosómicas (síndrome de Turner,
trisomía 18).
Ectopia baja
Riñón discoide
En la mayoría de las ocasiones, se trata de un riñón pélvico.
La ecografía renal muestra un riñón en la región pélvica, de Se trata de la fusión en forma de roscón de ambos riñones
tamaño reducido, pero normalmente funcional. Es indispensa- por sus dos polos, lo que da lugar a una masa parenquimatosa
ble buscar la existencia de una obstrucción de la unión pielou- pélvica. Sin embargo, ambas vías excretoras permanecen
reteral, así como un reflujo vesicoureteral, que suelen asociarse. separadas.

Ectopia alta Fusión hiliar


Esta anomalía es muy infrecuente y afecta sobre todo al riñón
En este caso, existe tanto una fusión parenquimatosa y de las
izquierdo en varones. Se debe a una migración excesiva del
pelvis que puede ser parcial o completa, lo que da origen a un
riñón hasta una posición subdiafragmática o intradiafragmática.
uréter único. Esta malformación suele asociarse a anomalías
El diagnóstico de certeza se establece mediante la ecografía renal
genitales, integrándose en los síndromes polimalformativos.
que debe descartar un ascenso de un riñón normal secundario
a una agenesia diafragmática o postraumática.
Hipoplasia renal [1, 2, 5]
Ectopia cruzada
La hipoplasia renal es una malformación congénita frecuente
La incidencia es de 1/7.000 recién nacidos. La mayor parte de que tiene una incidencia de 1/1.000 recién nacidos. Corres-
los casos son asintomáticos y se descubren de forma fortuita. El ponde a una reducción del número de nefronas, mientras el
riñón y el uréter cruzan la línea media, mientras que el orificio parénquima renal es normal desde el punto de vista cualitativo.
ureterovesical permanece en posición normal. Los riñones, que A nivel embriológico, se debe a la interrupción del desarrollo
se encuentran en el mismo lado, pueden fusionar su parén- del blastema metanéfrico, cuya inducción por la yema ureteral
quima. Esta anomalía se asocia con frecuencia a malformaciones se detendría entre la decimocuarta y vigésima semana de vida
urogenitales y esqueléticas. fetal.
Las etiologías de la hipoplasia renal aún son motivo de
Anomalías de rotación [4] controversia, pero las anomalías genéticas parecen desempeñar
un papel destacado. También se han implicado factores
Se trata de una anomalía frecuente, que puede ser uni o ambientales, nutricionales o farmacológicos.
bilateral. Se habla de malrotación cuando la unión pieloureteral El diagnóstico pocas veces se realiza en la etapa prenatal,
está orientada en sentido anterior (ausencia de rotación), porque la reducción del volumen renal es difícil de detectar en
posterior (exceso de rotación) o lateral (rotación inversa) la ecografía fetal, sobre todo si la hipoplasia es bilateral, debido
(Fig. 1). La malrotación anterior es la más frecuente y el a la persistencia de una simetría entre ambos riñones. El
diagnóstico se realiza a partir de la cistografía retrógrada, que diagnóstico suele establecerse durante la infancia de forma
muestra una pelvis dilatada y deformada, que se proyecta frente fortuita o ante la presencia de signos clínicos inespecíficos,
a los grupos caliciales. El riñón y las vías excretoras son como crecimiento retardado, trastornos digestivos, etc. A la hora
normales desde el punto de vista anatómico, pero no es de establecer el diagnóstico, es indispensable descartar que se
infrecuente encontrar una anomalía de la unión pieloureteral, trate de un pequeño riñón atrófico secundario a una afección
una ectopia renal o una anomalía de fusión. adquirida (como una pielonefritis aguda).

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Por lo general, se distinguen dos formas de hipoplasia renal: Al nacer, se debe confirmar el diagnóstico mediante una
• la hipoplasia oligomeganefrónica congénita bilateral, que se ecografía renal. Las otras exploraciones que deben efectuarse
caracteriza por una reducción del número de nefronas y un son la gammagrafía renal con DMSA (en la que se observa una
aumento de su tamaño, sobre todo a expensas de los glomé- ausencia de captación del marcador) y un estudio biológico para
rulos. El proceso progresa hacia la insuficiencia renal crónica evaluar la función renal residual, así como una cistografía
secundaria a una glomerulosclerosis evolutiva. retrógrada en busca de reflujo. La DMQR también se puede
• la hipoplasia renal simple, en la que el riñón presenta un diagnosticar en la infancia de forma fortuita en una ecografía
tamaño reducido debido a una disminución del número de abdominal.
nefronas, pero el parénquima renal es funcional. La afecta- En la mitad de los casos, la DMQR se asocia a otras anomalías
ción suele ser unilateral y la función renal sigue siendo
del aparato urinario (reflujo vesicoureteral, anomalías de
normal. Se debe realizar una cistografía retrógrada para buscar
posición o de fusión, anomalías ureterales) o extrarrenales
la existencia de un reflujo vesicoureteral, que suele aparecer
(malformaciones genitales sobre todo [12], cardíacas o digestivas).
asociado. En este contexto pueden observarse lesiones de
La DMQR puede formar parte de un síndrome polimalformativo
hipoplasia segmentaria (riñón de Ask-Upmark) y resulta
problemático determinar si la hipoplasia es un aspecto secundario a una anomalía cromosómica (trisomía 13). El
primario o secundario. descubrimiento de nuevas mutaciones causantes de malforma-
ciones renales permite explicar muchas displasias renales, sobre
todo la mutación del gen TCF2 [13].
Anomalías estructurales: riñones quísticos En la mayoría de los casos, la DMQR evoluciona de forma
espontánea hacia la involución de los quistes en los tres
Se distinguen los quistes renales simples, las displasias primeros años de vida, sin que sea necesario [14-16] ningún
quísticas (de las que la principal anomalía es la displasia tratamiento. Si la anomalía es unilateral y aislada, no se
multiquística renal) y las enfermedades quísticas renales, producen secuelas renales. Suele bastar con una vigilancia
dominadas por las poliquistosis familiares autosómicas domi- clínica y ecográfica periódica de estos niños [17]. Se han descrito
nante y recesiva. En los siguientes apartados sólo se describen casos infrecuentes de hipertensión arterial (menos del 1%) y no
estas principales anomalías. se ha observado ningún caso de degeneración del tejido
metaplásico.
Quistes renales simples
Los quistes renales simples son anomalías benignas y su Enfermedades poliquísticas renales hereditarias
frecuencia aumenta de forma considerable con la edad. Tienen
Constituyen las principales anomalías poliquísticas renales. Se
una incidencia del 0,1-4% en la edad infantil, que aumenta a
caracterizan por la presencia de quistes renales difusos y
más del 30-50% en personas mayores de 70 años. Se trata de
lesiones quísticas no displásicas, de tamaño y número variable. bilaterales, sin elementos displásicos. Se debe sospechar este
En la mayoría de las ocasiones se descubren de forma fortuita. diagnóstico en los casos de riñones poliquísticos bilaterales
Estos quistes casi nunca originan sintomatología clínica. La hiperecogénicos en la ecografía prenatal [18].
única dificultad que se encuentra es que plantean el diagnóstico
diferencial con los tumores renales. Poliquistosis renal autosómica dominante (PQAD)
La PQAD es la enfermedad renal hereditaria más frecuente. Su
Displasia multiquística renal (DMQR) [1, 2, 10, 11] prevalencia en la población general es de 1/1.000. Es responsa-
ble del 8% de los casos de insuficiencia renal crónica. En el 85%
La DMQR es una anomalía congénita frecuente (incidencia de
de los casos, se debe a una anomalía del gen PKD1, que se
1/5.000 recién nacidos) debida a una alteración de la organiza-
encuentra en el cromosoma 16 y que codifica la proteína
ción estructural y a un defecto de diferenciación del tejido renal
policistina 1. En el 15% de los casos, se trata de una anomalía
embrionario. Durante el desarrollo fetal, existe un defecto de
del gen PKD2 situado en el cromosoma 4 que codifica la
penetración de la yema ureteral en el centro del blastema
metanéfrico asociado a una diferenciación anómala del tejido policistina 2.
nefrógeno, que da lugar a la formación de quistes, a una La PQAD pocas veces es sintomática antes de la edad adulta,
involución del parénquima renal y a la aparición de tejido pero existen formas infantiles e incluso neonatales. En este caso,
. metaplásico e indiferenciado. Estas anomalías se deberían a una el diagnóstico se realiza de forma prenatal, en una fase tardía
mala interacción entre las dos estructuras embrionarias, pero la durante el tercer trimestre, al observar unos riñones de gran
hipótesis de una obstrucción de las vías urinarias a nivel de la tamaño e hiperecogénicos en la ecografía. Desde el punto de
. unión pieloureteral, que tiene por consecuencia una hiperpre- vista clínico, existen numerosos quistes renales bilaterales
sión renal causante de la formación de quistes, no puede asociados a un aumento del volumen del parénquima renal. Se
descartarse por completo. pueden encontrar quistes extrarrenales (páncreas, bazo, aracnoi-
A nivel histológico, se observa la presencia de túbulos deos, etc.). La enfermedad evoluciona hacia la insuficiencia
primitivos medulares y de islotes de cartílagos metaplásicos. La renal crónica y la aplicación de diálisis.
afectación puede ser cortical o medular y total o segmentaria.
Se debe diferenciar la DMQR congénita de las otras formas de Poliquistosis renal autosómica recesiva (PQAR)
displasia renal secundarias a una uropatía obstructiva grave,
La PQAR es mucho menos habitual y su incidencia es de
como las válvulas de la uretra posterior.
1/50.000 recién nacidos. Se debe a una anomalía genética en el
La DMQR suele ser unilateral, con un riñón contralateral
cromosoma 6. Se trata de una enfermedad micropoliquística
normal. Si es bilateral, compromete el pronóstico vital a corto
plazo. Suele diagnosticarse mediante la ecografía fetal, en la que dilatante, caracterizada por la presencia de quistes renales
se observan unos riñones voluminosos constituidos por imáge- bilaterales y asociada a una afectación hepática (disgenesia biliar
nes quísticas líquidas no comunicantes, sin parénquima renal y fibrosis hepática). Esta forma de poliquistosis es más precoz y
reconocible, pero con tejido fibroso. El uréter es atrésico y los el diagnóstico puede establecerse en la etapa intrauterina ante
vasos son de pequeño calibre. Suele existir una hipertrofia la presencia de oligoamnios y de riñones hiperecogénicos. La
compensadora del riñón contralateral. En los casos más graves, evolución es muy variable según el grado de la afectación
con una gran afectación del parénquima renal, o si la anomalía hepática y renal, pero se produce de forma más o menos rápida
es bilateral, se puede proponer una interrupción voluntaria del hacia una insuficiencia renal crónica y una insuficiencia
embarazo. hepática.

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■ Malformaciones renales
y genéticas [2, 19, 20] “ Puntos importantes
Las etiologías de las malformaciones renales aún se conocen Pruebas de imagen en las malformaciones renales
mal, pero es evidente en la actualidad que algunos de estos • Urografía intravenosa: carece de indicaciones en
trastornos tienen bases genéticas. El desarrollo embrionario pediatría debido a la toxicidad y la irradiación que
renal depende de diversas moléculas que sirven de señales de provoca.
inducción entre la yema ureteral y el blastema metanéfrico • Ecografía renal: es la prueba primordial en el
(factores de transcripción, factor de crecimiento o inhibidor del diagnóstico y el seguimiento de las malformaciones
factor de crecimiento, etc.). Las mutaciones de estos genes que renales. No debe realizarse en la primera semana de vida
provocan una disregulación de estas señales pueden causar (salvo casos urgentes), debido a la oliguria fisiológica del
anomalías del desarrollo renal [3]. recién nacido.
Las malformaciones renales pueden encontrarse en el • Cistografía retrógrada: se realiza en muchos casos para
contexto de síndromes polimalformativos o bien ser secundarias descartar un reflujo vesicoureteral que suele estar asociado
a aberraciones cromosómicas (trisomía 13, síndrome de Turner, o para descartar un diagnóstico diferencial.
etc.) o estar relacionadas con la mutación de un gen. Por • Gammagrafía renal con ácido dietileno triamino
ejemplo, la mutación del gen PAX2 es responsable del síndrome pentaacético (DTPA) (acoplada a una prueba de
riñón-coloboma. La mutación del gen EYA1 provoca un sín- hiperdiuresis con furosemida): permite un estudio
drome branquiootorrenal (BOR). separado de la función excretora de ambos riñones y
Este síndrome es incompleto en ocasiones y puede que sólo aprecia la relevancia de un posible obstáculo a la excreción
se limite a una discreta anomalía del lóbulo de la oreja o a una urinaria.
hipoacusia. • Gammagrafía renal con ácido dimercaptosuccínico
Además de estos síndromes polimalformativos, se han (DMSA): permite un estudio funcional del parénquima
demostrado casos familiares de anomalías renales aisladas, que renal. El marcador se filtra y se fija en el túbulo renal.
sugieren una contribución genética. En la página de Internet de • En el futuro, la urorresonancia magnética (uro-RM) con
OMIM se describen todas las mutaciones conocidas responsables o sin gadolinio sustituirá a la urografía intravenosa (UIV) y
de malformaciones renales. Entre ellas, la mutación del gen a la gammagrafía. Permite el estudio morfológico del
TCF2, que codifica la proteína HNFb1, es conocida por provocar aparato urinario en su conjunto. La inyección de gadolinio
una forma de diabetes monogénica infantil (diabetes MODY), permite un estudio funcional de los riñones.
que se asocia de forma sistemática con anomalías renales. Este
gen desempeña un papel destacado en el desarrollo embrionario
renal. En la actualidad, se sabe que la mutación de TCF2 es
responsable de anomalías renales aisladas, sobre todo hipopla-
sias y displasias [13]. .

Se debe observar que la mutación de un único gen puede


causar varias malformaciones diferentes. Al contrario, las
■ Bibliografía
mutaciones de distintos genes pueden dar lugar al mismo [1] Holliday MA, Barratt TM,Avner ED. Pediatric nephrology. Baltimore:
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anomalías genéticas. Aunque no es posible realizar el estudio [3] Woolf AS, Winyard PJ. Molecular mechanisms of human
sistemático de la mutación de un gen en la práctica habitual, en embryogenesis: developmental pathogenesis of renal tract malforma-
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realizar como mínimo un estudio oftalmológico en busca de un [4] Bruézière J. Lasfargues G, Allouch G, Bensman A. Uropathies
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un síndrome BOR y un estudio familiar minucioso para detectar D-10, 1980 : 20p.
la presencia de una diabetes de tipo MODY. [5] Gagnadoux M. Malformations des reins. EMC (Elsevier Masson SAS,
Es esencial recordar que existen otras etiologías de las Paris), Pédiatrie, 4-084-C-80, 1995 : 20p.
malformaciones renales, como una nefropatía congénita obs- [6] Kaneyama K, Yamataka A, Satake S, Yanai T, Lane GJ, Kaneko K, et al.
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diagnóstico de estas enfermedades se realiza en la mayoría de [9] Guarino N, Tadini B, Camardi P, Silvestro L, Lace R, Bianchi M. The
las ocasiones en la etapa prenatal mediante ecografía fetal o más incidence of associated urological abnormalities in children with renal
tarde en la infancia de forma fortuita, pues la mayor parte de ectopia. J Urol 2004;172(4Pt2):1757-9.
ellas siguen siendo asintomáticas. La prueba complementaria de [10] Woolf AS. Unilateral multicystic dysplastic kidney. Kidney Int 2006;
elección en la vigilancia de estas enfermedades es la ecografía 69:190-3.
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81:400-4. agenesis/hypoplasia and dysplasia. Pediatr Nephrol 2007;22:1675-84.

C. Rousset-Rouvière, Chef de clinique assistante.


M. Tsimaratos, Professeur (michel.tsimaratos@ap-hm.fr).
Unité de néphrologie, Service de pédiatrie multidisciplinaire, Hôpital de la Timone-Enfants, AP-HM, rue Saint-Pierre, 13385 Marseille cedex 05, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Rousset-Rouvière C., Tsimaratos M. Malformations rénales. EMC (Elsevier
Masson SAS, Paris), Pédiatrie, 4-088-C-10, 2010.

Disponible en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Vídeos / Aspectos Información Informaciones Autoevaluación Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias clínico

6 Pediatría

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