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MONOGRAFIA
EL FENOMENO DEL NIÑO EN EL DEPARTAMENTO DE PIURA EN LOS AÑOS
1982-1983
AUTORES
CASTILLO DIAZ CARLOS DANIEL
CHONG OLAYA ANITA GRACIELA
LARA CASTAÑEDA ALEJANDRO
LOPEZ ORTIZ JESUS ALBERTO
ZETA CHAFLOQUE LUIS FERNANDO
ASESORA:
DRA. LILIANA ESPINOZA SALAZAR
PIURA-PERU
2018
INDICE
CAPITULO I……………………………………………………………………………….4
1.1. Definición……………………………………………………………………….4
1.2. Origen del Fenómeno del Niño………………………...…………………….6
1.3. Duración del Fenómeno de El Niño 1982-1983……………………….......6
1.4. Características del Fenómeno del Niño…………………………………….7
CAPITULO II………………………………………………………………………………8
2.1. Aspectos geográficos…………………………………………………..........9
2.2. Población…………………………………………………………………….10
2.3. Estimación de daños en el sector agrícola……………………………….13
2.3.1. Daño directo: Tierras perdidas …………………………………………14
2.3.2. Daño directo: sistemas de riego y drenaje…………………………….14
CAPITULO III…………………………………………………………………………….17
3.1 Deshidratación………………………………………………………………..…17
3.2 Paludismo………………………………………………………………………..17
3.3 Tifoidea…………………………………………………………………………..18
3.4 Rabia Canina……………………………………………………………………18
3.5 Intoxicación por alimentos……………………………………………………..18
3.6 Enfermedades oftalmológicas………………………………………………...19
CAPITULO IV……………………………………………………………………………20
4.1. Neumonía……………………………………………………………………….20
4.2. Enfermedades Respiratorias………………………………………………….20
4.3. Infecciones a la piel……………………………………………………………21
4.4. Lepstospirosis………………………………………………………………….21
4.5 Peste bubónica.…………………………………………………………………21
4.6. La fiebre amarilla………………………………………………………………22
4.7. El cólera…………………………………………………………………………22
4.8. Enfermedades transmitidas por insectos y animales………………………22
4.9. Enfermedades diarreicas y de la piel………………………………………..23
4.10. Enfermedades e Infecciones de los ojos…………………………………..23
CAPITULO V…………………………………………………………………………….24
5.1 Preparación de centros de salud…………………………………………….24
5.1.1. Capacitación médica……………………………………………………25
5.1.2. Equipación de centros de salud……………………………………….26
5.2. Concientización de la población……………………………………………..26
5.2.1. Reubicación en zonas seguras………………………………………..27
5.2.2. Prevención vecinal………………………………………………………27
5.2.3. Rol del estado……………………………………………………………28
5.3. Materiales y requerimientos para la prevención de fenómenos “El Niño”.28
o 5.3.1. Tecnología espacial……………………………………………………..28
o 5.3.2. Censores…………………………………………………………………29
CONCLUSIONES……………………………………………………………………….31
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS…………………………………………………..32
ANEXOS………………………………………………………………………………….34
CAPITULO I
EL FENOMENO DEL NIÑO 1982 - 1983
1.1. Definición
Wyrtki (1975) indica que El Fenómeno El Niño es la respuesta dinámica del Océano
Pacífico al forzamiento prolongado de los vientos ecuatoriales; constituyéndose
como el ejemplo más espectacular de interacción océano atmósfera.
Zambrano (1996) define a el Fenómeno El Niño como la relación de una serie de
eventos océano atmosféricos caracterizados por el anómalo calentamiento del
Pacífico tropical, el cual no tiene periodo exacto de ocurrencia pudiendo ser entre
dos y diez años. Con el propósito de comprender estas acepciones, se puede ver
dos escenarios climatológicos: el primero, cuando las condiciones de clima son
normales y el segundo cuando el Fenómeno El Niño se presenta. En condiciones
normales (Sin Fenómeno El Niño), el sol calienta a las aguas en la zona ecuatorial
del Pacífico, la corriente de Humbolt trae agua fría desde el polo sur hacia América.
Los vientos Alisios que soplan de este a oeste empujan el agua caliente de la
superficie hacia Asia, por lo que se producen nubes en esta región. Las corrientes
de chorro conducen a estas nubes hacia América, en su recorrido se enfría todavía
más y se hace más pesado, por lo que empieza a descender en forma de lluvias al
llegar a Ecuador y Perú, con lo que se crea un sistema de alta presión cerca de la
superficie del océano. Entonces, los vientos alisios, que soplan de este a oeste
llevan estas nubes de América hacia Indonesia por lo que el circulo de Walker se
cierra. (1)
Su gran magnitud, tuvo además una gran duración, que abarcó desde
mediados de 1982 hasta agosto de 1983 y una gran extensión que
comprometió una importante parte del planeta. Este gran fenómeno océano-
atmosférico del Pacífico Ecuatorial implicó el desplazamiento de oeste a este
(de Oceanía hacia América) de una importante masa de agua caliente
asociada a la inversión del gradiente de presiones entre Tahití y Darwin,
característica del FEN, que consiste en que la presión en Tahití disminuye y
la presión en Darwin aumenta, con lo que el Índice de Oscilación Sur (I.O.S.)
se hace negativo.
El FEN 83 se caracterizó también por un notable incremento de la
temperatura del mar en el Pacífico Ecuatorial, por la elevación de su nivel
medio y por la disminución de la presión atmosférica en las costas
sudamericanas.
Otra manifestación temprana del Fenómeno se presentó en mayo de 1982
cuando comenzaron a debilitarse los vientos que soplan de América hacia
Oceanía. Empezó entonces un complejo fenómeno manifestado por un
aumento del nivel medio del mar en las costas americanas, el que en octubre
de 1982 llegó a 0,17 m frente a las costas ecuatorianas. Desde mayo de ese
año, hubo alteraciones en la temperatura del mar, que en octubre tuvo un
aumento de 4 °C. Sin embargo, la aparición del Fenómeno con gran fuerza,
meses después, sorprendió a casi todo el mundo, pues las alteraciones
descritas no fueron interpretadas en aquellos momentos, sino mucho tiempo
después.
Otra de las características de un Niño, que también se dio con gran fuerza
en 1982-83, fue el calentamiento del mar frente a las costas sudamericanas.
La temperatura superficial del mar (T.S.M.) en las islas Galápagos y a lo
largo de la costa de Ecuador subió de su valor normal que era de 22 °C hasta
cerca de los 30 °C. En el Perú hubo notables aumentos en la temperatura
superficial del mar (T.S.M.). Durante marzo de 1983 se tuvo frente a Paita
anomalías del orden de 11 °C. Ramón Mugica, quien estudió
tempranamente el FEN 83, manifestó que “La temperatura del mar fue el
indicador que más demoró en normalizarse, especialmente junto a la costa
peruana...”.
Variación de la temperatura superficial del mar (T.S.M.) frente a Puerto
Chicama, en diferentes años muy lluviosos. Como es sabido, para la costa
norperuana, que es una región predominantemente seca, a mayor
temperatura del mar, mayores lluvias.
Aumento de la temperatura del mar durante el FEN 83 y la gran extensión
afectada. En la estación costera de La Libertad en Ecuador se registró
durante muchos años los valores del nivel del mar. Con ocasión del
Meganiño 1982-83 se encontró que el valor medio mensual máximo de la
sobreelevación del mar fue de 0,30 m. El máximo registrado fue de 0,45 m.
Disminución de la presión atmosférica en las costas sudamericanas. Ramón
Mugica comprobó este hecho, el mismo año de 1983, a partir del promedio
de las presiones que se medían en los aeropuertos de Talara, Piura y
Chiclayo.
Si bien es cierto que el fenómeno comprometió esencialmente al Pacífico
Ecuatorial, también lo es que, debido a las llamadas teleconexiones, sus
efectos se sintieron en diversas y remotas regiones del planeta. (4)
Aparición de plagas, epidemias y alteraciones en el ciclo de cultivos
agrícolas.
Intensas lluvias y también sequías. (3)
CAPITULO II
SALUD PÚBLICA
En la zona de Piura y Catacaos, que están en la parte baja de la cuenca del río
Piura, la lluvia media anual era de 47 mm, en los veinte años anteriores a 1983.
Esa era la “precipitación normal”, pero, al presentarse el Mega niño 1982-83 la
lluvia anual fue de 1761 mm, vale decir casi 38 veces el promedio histórico. Hasta
antes de 1982 hubo muchos años en los que la precipitación acumulada fue cero
o tuvo valores muy bajos. En la Figura N° 5 se muestra la variación anual de la
precipitación en la estación Piura para el periodo 1932-1983. En los datos
pluviométricos disponibles de esta zona se observa que en los meses de julio,
agosto, septiembre, octubre y noviembre las lluvias son siempre pequeñas y los
valores máximos registrados en estos meses son insignificantes. Se observa
también que en cualquier mes del año, aun en los meses usualmente lluviosos, el
mínimo registrado es cero. En esto consiste lo extraordinario del FEN: se
producen lluvias extremadamente altas en una región habitualmente seca. En
Morropón, ubicado en la misma cuenca, aguas arriba de Piura, la lluvia media
anual era de 366 mm hasta antes de 1983; al presentarse el Mega niño 1982-83,
la lluvia fue de 2891 mm, es decir casi ocho veces el promedio histórico. En
Talara se disponía de datos desde 1942 y el máximo registrado era de 259
mm/año, en 1943. Pero, en 1983 el valor anual acumulado fue de 1656 mm, como
se observa en la Figura N° 6. En Tumbes, estación Puerto Pizarro, la lluvia total
durante 1983 fue de 3174 mm. Esta cantidad representa la suma de los 19 años
precedentes en una serie cuyo valor mínimo anual era 3 mm. En un solo un mes,
abril 1983, llovió lo mismo que la suma de los seis años precedentes. En la
estación El Tigre, de Tumbes, llovió en 1983 la cantidad de 3000 mm, que
representó 12 veces el promedio histórico. Hasta antes de 1983 la precipitación
anual más alta registrada era la de 1972 (562 mm) y la mínima era cero. En 1983
en la estación Rica Playa, Tumbes, cuyo mínimo era cero, llovió 5466 mm. (6)
2.2 Población
Situación diferente se vivió en los años 1982-83. Nadie pronosticó nada y menos
existían estudios respecto a lo que se conoce como “Fenómeno el Niño”. Las lluvias
llegaron desde el mes de diciembre y se extendieron hasta el mes de mayo del año
siguiente. Se extendió de manera homogénea en toda la costa peruana y las
ciudades como Piura, Sullana, Talara, Máncora por el norte; o el Bajo Piura y
Sechura por el sur quedaron destruidas y afectadas por la contundencia del evento
pluvial.
Igualmente llovió de manera atípica en la cuenca del Piura e igual en la cuenca del
Chira, de tal manera que las masas de agua superaron los 2000 m3/s, causando
problemas a las poblaciones ribereñas. En el caso de la ciudad de Piura, el río se
desbordó por la ciudad y destruyó uno de los íconos significativos como era el
malecón Eguiguren. Fue tal la contundencia de las aguas, que arrastró todo lo que
encontraba a su paso.
Para muchos, este “Niño” mucho más urbano que el posterior castigó con dureza a
la falta de planificación de ciudades como Piura, Sullana, Talara, Chulucanas,
Talara, Sechura, Tambo grande y otras más pequeñas de la región Piura. En el
caso de Piura, las aguas siguieron su cauce e inundando viviendas y destruyendo
las construcciones que estaban en el cauce natural. Sullana fue partida en dos vía
la Quebrada de Cieneguillo y Cola de Alacrán, las mismas que transportaron
ingentes masas de agua, causando dolor y pobreza a miles de sullaneros.
Todo el sistema vial quedó destruido y era imposible ir hacia el sur y menos al norte.
En toda la Panamericana, las quebradas se llevaron la carpeta asfáltica y
mantuvieron su caudal impidiendo el tránsito. Se habilitó un puente aéreo entre
Piura y Tumbes; sin embargo, era tal la necesidad de ir de un sitio a otro, que las
posibilidades eran mínimas.
Contra todo, se invirtió en la contención de las aguas del río Piura y se usaron los
pilotes para encauzar el caudal en avenidas significativas. Nuevamente se
replanteó el sistema de agua y alcantarillado en la ciudad, se reconstruyeron varias
arterias destruidas y se hizo un estudio integral para la fluencia de las aguas de
lluvia. Funcionales o no, se resolvió el tema del Chilcal que fue totalmente inundado
y el barrio Buenos Aires que igualmente quedaron bajo las aguas.
En el caso de Sullana se construyó el canal vía, el mismo que transporta las aguas
que vienen de la quebrada de Cieneguilla y de Cola del Alacrán. Al igual que esta
ciudad, que fue duramente castigada en otras localidades como Talara,
Chulucanas, Paita, Sechura, Catacaos, fueron receptores de la ola de inversión
post 1983.
La estimación de los daños totales del sector agricultura al año 2010 se realizó
sobre la base del daño total en el sector de la CAF (2000), divididos en daños
directos e indirectos (cuadro 9). Se considera daño directo a los impactos negativos
en activos, como las tierras perdidas y los sistemas de riego y drenaje afectados;
mientras que se considera daño indirecto a aquel ocasionado a la producción
agrícola. A continuación, se muestran las estimaciones para cada tipo de daño (8)
Para estimar el daño directo de las tierras perdidas en primer lugar se calculó el
porcentaje de daño de las hectáreas cosechadas por región, sobre la base del total
de superficie cosechada en el año 1996, previo al FEN
En segundo lugar, se obtuvo el costo por hectárea dañada para el año 2010 (cuadro
17). Para ello, se usaron los datos del daño por tierras perdidas del año 1997 y el
total de hectáreas dañadas. Es importante mencionar que se consideró el monto
total de daños estimados por la CAF (2000) para este rubro (US$ 40,1 millones),
pues la zona norte del país fue la más afectada; además, para aplicar esa
información al año 2010 se usó una tasa de capitalización de 10%. Debe tomarse
en cuenta que esta estimación no incluye el mayor valor que podría tener cada
hectárea en la actualidad, dado el mayor grado de tecnificación que se ha
desarrollado en la agricultura costeña en la última década. Esto implica que la
estimación realizada en este punto subestima los potenciales daños en el rubro
tierras perdidas.
Para la estimación del daño en los sistemas de riego y drenaje no se contó con
información sobre el número de sistemas afectados ni su longitud, por lo que se
utilizó como aproximación la inversión en infraestructura de riego y otras obras de
infraestructura realizada por los gobiernos regionales en el periodo 1999 a 2010,
con información del Sistema Integrado de Administración Financiera del Estado
(SIAF). La estimación incluye una tasa de depreciación de las inversiones de 3%
anual,5 una capitalización de la inversión al 2010 a una tasa de 10% y la conversión
a dólares con el tipo de cambio vigente en ese año (S/. 2,83 por dólar). Los
resultados muestran un total de US$ 727,8 millones de inversión acumulada en
irrigación y actividades relacionadas con la agricultura en los tres departamentos.
Para corroborar esta valoración se buscó validar la información utilizando los datos
de la CAF (2000) para el FEN 1997-1998. Para ello se estimó la relación entre la
valoración de los sistemas de riego y la extensión de tierras afectados. Así, se
calculó una razón matemática entre el daño en sistemas de riego y drenaje en 1997
y el daño estimado para las tierras perdidas (cuadro 20), considerando la
información de la CAF (2000) aplicable a los tres departamentos. El resultado es
una relación de 3,1 a 1.
Como se observa, la información del SIAF supera en cerca del 40% el daño
estimado con la información de la CAF (2000) (cuadros 19 y 21) en los tres
departamentos. Además, muestra diferencias significativas entre estos y un
importante monto de inversión para el caso de La Libertad. Por ello, para fines de
este estudio se utilizará la información estimada con los datos del SIAF al 2010, es
decir, la información del cuadro 19, pero considerando distintos escenarios de
impacto. Sin embargo, la utilización de la inversión en infraestructura de riego 1999-
2010 solo consideraría la nueva inversión y no la previa, por lo que se tendrá que
estimar el daño sobre la infraestructura existente al año 1997. Utilizando la
información del valor del daño en sistemas de riego y drenaje de 1997 según la
CAF (2000): US$ 122,9 millones, se supuso que solo la mitad del daño se repetiría
en el 2010, es decir, parte del capital (infraestructura) dañado ha sido repuesto a la
actualidad. Este monto se distribuyó en los departamentos de acuerdo con su
participación en las hectáreas afectadas por el FEN y se actualizó con una tasa de
10% (cuadro 22). Se asume que la inversión en infraestructura de riego por US$
727,84 millones se encuentra expuesta a condiciones de peligro de un FEN intenso,
dado que está ubicada en alguno de los tres departamentos más propensos a verse
afectados por este fenó- meno. No obstante, el desastre que puede generarse,
dado el grado de exposición de la infraestructura, va a depender de las condiciones
de fragilidad y de resiliencia de esta. Al no contarse con información detallada sobre
estas condiciones para cada uno de los proyectos que dieron origen a esa
infraestructura, se hace necesaria la elaboración de escenarios sobre el potencial
daño que se puede generar en ella. De esta manera, considerando los daños
debidos a la ocurrencia del FEN 1997-1998 en el sector agricultura y el PBI agrícola
de los tres departamentos es posible plantear tres escenarios de potencial de daño.
CAPITULO III
3.4 Rabia Canina: Las mordidas de los perros que estaban sumamente
contaminados provocaban una infección generalizada prevenible mediante
vacunación, El 40% de las personas que vivían en la ciudad de Piura fueron
mordidas por un perro del que se sospecha que padece rabia, la mayoría niños
menores de 15 años, en el año 83 se presentó esta enfermedad que muy rara vez
aparecía, en la ciudad de Piura todos contaban con un can en su hogar, la
infección del animal se propago a través de las bacterias que dejo el fenómeno El
Niño, se recomendaban que a los perros sean vacunados, de no ser así serian
sacrificados, Igualmente, se debía vacunar a los extranjeros que vivían en países
de transmisión de la enfermedad y a los viajeros que se veían obligados a
permanecer durante estancias prolongadas en zonas de alto riesgo, los casos en
la ciudad de Piura fueron muy pocos, pero se consideró una enfermedad de
mayor riesgo. (11)
4.5 Peste bubónica (costa y sierra norte de Piura): La peste bubónica es el tipo
de peste más común que se originó en el Fenómeno del 83. Por lo general se
presentaba después de la picadura de una pulga infectada que usualmente está
en el pelo de roedores infectados (Ratones), (14) presencia de ganglio linfático
inflamado muy doloroso, por lo general en la ingle, las axilas o el cuello. Ese
ganglio puede reventarse. Los pacientes que ingresaban a los hospitales de Piura
presentan, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y agotamiento extremo. Para
prevenir esta enfermedad se recomendó no dejar alimentos expuestos para los
roedores. Además de remover la maleza, los montones de rocas, la basura
alrededor de las casas, cobertizos, garajes y áreas de recreación para eliminar los
lugares donde puedan anidar los roedores.
4.6. La fiebre amarilla: es una enfermedad viral transmitida por mosquitos del
género Aedes. La forma grave se caracteriza por daño hepático, renal y
miocárdico así como hemorragias y tiene alta mortalidad (15). Este virus se llegó
a transmitir por las lluvias que presentaba la ciudad de Piura, los mosquitos
estaban depositados en las aguas residuales o depositadas de los hogares, Piura
experimentó en 1983 el brote más grande de los últimos 40 años con 499 casos y
192 muertes. Los pacientes que recurrían a los hospitales llegaban con síntomas
fiebre, malestar, cefalea, fotofobia, dolor lumbosacro y de extremidades inferiores,
mialgias, anorexia, náuseas, vómitos y mareos. Se presentó como la segunda
enfermedad que mayor mortalidad obtuvo en este fenómeno (16).
Desde todos los puntos de vista nuestros centros de salud han demostrado la
total incapacidad de sus autoridades y la falta de materiales ante el impacto
generado por el Fenómeno, lo que quedó evidenciado en 1983, cuando la
escasez de centros de salud sumados con la falta de equitación en los mismo
género una mayor pérdida humana de la que debió haber ocurrido (21).
Si bien es cierto (19) el estado ha destinado 11 millones 566 mil soles y
actualmente existen más del triple de centros de salud que los existentes en 1983,
esto no ha bastado debido a que aún no se tomas las medidas necesarias
principalmente en la capacitación del personal médico como en la adquisición de
materiales necesario lo cual reducirá en gran medida la expansión de las
infecciones durante el fenómeno.
Si bien es cierto, que esta rama sale un poco del contexto de la preparación de
centros de salud y se asemeja más a la rama de concientización de la población.
Hay que reconocer, que en todo centro de salud se necesita una alta cantidad de
personal capacitado para responder a la asistencia masiva de personas, (3) esto
no sucedido en 1983 debe dejar marca y constancia de la necesidad de mayor
personal, ante lo cual la respuesta más próxima es la capacitación de civiles en el
área médica.
Viendo este terrible antecedente, pero pensando que sucedió hace 30 años se
nos hace fácil creer que actualmente nuestros centros de salud ya se hallan
preparados en cuanto a implementación para resistir una nueva catástrofe, sin
embargo, la realidad es otra pues a pesar del paso del tiempo nuestros hospitales
actualmente se encuentra igualmente o peor implementados que en el 83.
En nuestra ciudad ocurrió para este medio una concertación de salud en el 2005,
en la cual se planteó la real situación en cuanto a implementos de nuestra región,
pero no existió una correcta respuesta del estado por lo que se propone en la
medida de prevención la reformulación de este tipo de concertación y la correcta
aplicación de la misma para que por tanto los centros de salud tengan el dinero y
la capacidad de adquirir los materiales necesarios para una correcta respuesta
hacia un futuro fenómeno (23).
Al ver este alarmante antecedente nos damos cuenta que es necesario adoptar
medidas de concientización sobre la población que posiblemente vivirá un
fenómeno de tal magnitud, de esta manera se tendrá una mejor respuesta de
parte de la misma evitando la desesperación que generara conflictos.
Si bien es cierto, la concientización depende del gobierno la funcionalidad de la
misma en la respuesta hacia el fenómeno está directamente proporcional a la
aplicación que le de la población, pues una población puede haber sido
concientizada pero si no aplica de manera correcta sus conocimientos la
respuesta será igual de desesperada que en el año 1983 (24).
5.3.2. Censores
Para concluir este capítulo, debemos reafirmar que para poder prevenir
futuros fenómenos “El Niño” en primer lugar es necesario conocer el impacto que
ya tuvieron anteriores sucesos similares en nuestra región, posteriormente se
deben aplicar los tres pilares ya mencionados en este capítulo y para finalizar y
aunque no haya sido tratado durante este trabajo el otro hecho importante a tener
sería una planificación de reconstrucción para todas las zonas antes incluso de la
ocurrencia del fenómeno.
Por otro lado se ha planteado que es necesario tener un fondo fijo o una bolsa de
seguro en nuestra región ante la ocurrencia del fenómeno y no tener que esperar
las licitaciones y la entrega de fondos desde la capital, lo que evidentemente
retrasa por una considerable cantidad de tiempo las acciones altamente
necesarias en los primeros instantes de ocurrido un fenómeno.
- Tal como los niños los adultos se ven también muy afectados por un sin
número de enfermedades y en especial las personas de la tercera edad
son duramente impactados por su fragilidad.
- Es nuestro deber y del estado prevenir los eventos causados por estos
fenómenos además de buscar los diversos mecanismos para salvaguardar
nuestras vidas y tratar de conocer previamente los focos de aparición de un
fenómeno de esta magnitud.
Referencias
5. Roth GD..
22 Salud Md. Ministerio de Salud del Perú. [Online]; 2015. Acceso 1 de Mayode
. 2018. Disponible en: http://www.minsa.gob.pe/index.asp?op=51¬a=16973.