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En esta unidad se incluyen temas referentes a la comprensión del

conocimiento científico, el cual posee elementos distintivos como la crítica y


las acciones lógicos racionales. La presencia del método como elemento
distintivo y el metodoligicismo, la tentación de reducir a la ciencia al campo
de la investigación

TEMA 1. EL ASUNTO DEL CONOCIMIENTO

Cuando se habla de investigación científica, salta inmediatamente a la


mente, también la palabra conocimiento. Sin embargo, es importante
destacar que la ciencia no es el único tipo de conocimiento, ni mucho menos
el único útil.
Esta acotación se hace para ubicar el alcance de la ciencia y evitar su
“idolatría” además de emprender un ejercicio de humildad, la cual ha de ser
una característica, a nuestro modo de ver, fundamental para el científico
puesto que denota apertura, y deja las puertas abiertas para que el asombro
intelectual, este siempre en el pórtico del intelecto y poder recibir así con los
brazos abiertos cualquier novedad cognitiva, incluso a aquellas que minan
las bases de las ya establecidas.

1.1. Definición de conocimiento

Para hablar del conocimiento es preciso ubicarlo en un concepto que en la


mejor tradición aristotélica y desarrollada sucintamente en Hessen es la
relación entre un objeto que trasciende al sujeto cognoscente el cual solo es
alcanzado, cuando este último va hacia él. En esta relación el sujeto se deja
transformar por ese objeto, esa transformación es lo que se pudiera llamar
conocimiento.
Es de acotar que el asunto no es tan sencillo, el problema se ha abordado
desde la aparición de la filosofía en la Grecia clásica hasta la actualidad
involucrando junto a los ya mencionados pensadores como Kant, Heidegger,
Gettier, Gilbert Ryle de cuyas propuestas hacen una síntesis Muñoz y
Velarde (2000).
Los mencionados autores destacan que el conocimiento es “la identificación
de objetos externos o internos (al sujeto) y su reconstrucción o
representación interna adecuada” (p.417), lo que ínsita a originar un conjunto
de información almacenada mediante el aprendizaje (a posteriori), o a través
de la introspección (a priori).
Para el filósofo griego Platón, el conocimiento (epistéme) implica
necesariamente una verdad y tiene su origen en la percepción sensorial con
una relación entre un sujeto y un objeto, después llega al entendimiento y
concluye finalmente en la razón.
1.2. Tipos de conocimiento
Al respecto, Rios (1997) señala que Baruc Spinoza, hace una clasificación
bastante interesante sobre lo que son los conocimientos de este modo y los
clasifica en:
Como se observa en la figura, la filosofía y la ciencia aparecen dentro de los
diferentes tipos de conocimiento, indicando que su existencia está en razón
de la búsqueda del conocimiento verdadero.
En consecuencia, cabe preguntarse sobre lo distintivo de la ciencia, sobre
los principios qué le caracterizan, de modo que su ejecución procure el
alcance de un resultado con carácter de verdad. Para ubicar tales principios
se abordará el concepto de epistemología más adelante, pues como lo
señala Muñoz (2000) de su ámbito quedan excluidas “todas aquellas
nociones y cuestiones que no hacen referencia alguna a la verdad”.
Para tener una idea más clara sobre los tipos de conocimientos a
continuación se expone cada uno de ellos para su mejor comprensión.
1.2.1. Conocimiento artificial
Estos surgen de la imaginación del sujeto, en este sentido, tenemos que
conocimientos como la poesía y las diversas historias inventadas por los
escritores, las cuales pueden considerarse como conocimientos artificiales
sin hablar o profundizar sobre su utilidad, si no del grado de verdad que
tengan los conocimientos y su utilidad por ejemplo alegra el espíritu de las
personas.
1.2.2. Conocimiento dudoso
Estos tienen un carácter confuso y sin claridad. Justamente, los “saberes”
del conocimiento cotidiano o vulgar pueden ser dudosos en cuanto a que
reflejen realmente la verdad o lo auténtico y definitivamente real, pero nadie
puede pasarse la vida investigando si cada cosa que cree es absolutamente
cierta o no.
En otras palabras, el conocimiento es dudoso, pero tiene la característica
que para las personas es un conocimiento plausible porque nos parece
razonable o muy probable porque es ampliamente compartido con otros.
1.2.3. Conocimiento verdadero
En un trabajo de investigación, la claridad de los planteamientos es una
pista para conferirle la cualidad de veraz, rasgo importante en términos de la
verdad, pues demuestra que existe una asociación entre claridad y brevedad,
en consecuencia, vincula la veracidad de un trabajo de investigación con su
complejidad y extensión, por el contrario mientras más claro y mientras
menos confuso y más explícito sea un trabajo, mucho mejor.
1.2.4. Conocimientos falsos
Spinoza (1661), los define como ficticios o fingidos. En este sentido la
sociedad y las personas pudieran, aceptar y hasta buscar los conocimiento
artificiales, encontrándose con conocimientos dudosos, y clarificándolos para
encontrar la verdad que pudiera subyacer en ellos, pero en cuanto a los
conocimientos falsos, la tarea que queda es la de combatirlos por ser inútiles
y contrarios a la verdad.
Los conocimientos verdaderos entonces son aquellos conocimientos que
tienen claridad, distinción entre objetos y poca efectividad de carácter. En la
actualidad, el concepto de objetividad esta realizado, revisado y cuestionado
por pensadores post positivistas, quienes exploran la búsqueda del
conocimiento desde lo que denominan paradigma emergente, en los cuales
el criterio de objetividad, como definitorio del conocimiento científico, es
colocado en suspensión. Aquí se cuestiona la pretensión de objetividad,
entendida como la separación entre el objeto que investigado y el sujeto que
investiga.
1.3. DEFINICIÓN DE EPISTEMOLOGÍA
Si bien el concepto de epistemología, por su origen filosófico en
oportunidades se muestra confuso, es de alguna manera concisa y referida
al conocimiento científico, el QUÉ y el CÓMO del conocimiento científico, por
tanto trata sobre los elementos u objetos propios de la ciencia y la forma de
abordarlos.
Se contrapone a la Doxa u “opinión”, la cual se basa en una creencia, en
consecuencia constituye un conocimiento arbitrario (Ortega, 2002).
En contraposición, la epistemología está fundamentada en las cosas, en los
hechos. En resumen, en el trajinar de la ciencia de lo que se trata es de
diferenciar los hechos de la opinión, el conocimiento científico del arbitrario.

TEMA 2. EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO


Como se ha expresado, el propósito final de la ciencia es la búsqueda del
conocimiento verdadero, en adelante se abordará la discusión sobre cuáles
son los elementos esenciales de ella, de modo que se tenga la certeza que
cuando se tiene la pretensión de hacerla en verdad se haga.
El conocimiento científico es así como se presenta como un conocimiento
especial que surge de procesos intelectuales del hombre en su búsqueda por
conocer, pero se diferencia de otros tipos de conocimientos por el proceso
mental y práctico que le da sentido.
Como podrá apreciarse en las siguientes líneas dicho conocimiento
responde a unos procesos mentales y prácticos dominados por la razón y la
comprensión de la realidad por observación, descripción, análisis y
contrastación de las realidades percibidas por los sujetos.
2.1. Características del conocimiento científico

Como saber crítico o fundamentado, el conocimiento científico explica y


predice hechos por medio de leyes, distinguiendo lo verdadero de lo falso,
justificando lo que es cierto dando pruebas de su verdad. Se fundamenta a
través de los métodos de investigación y prueba, el investigador sigue
procedimientos, desarrolla su tarea basándose en un plan previo. La
investigación científica no es errática sino planeada.

Con estas afirmaciones, nuevamente debemos posicionarnos frente a


otra pregunta ¿Cuándo se sabe que se está frente a la racionalidad? Y
la respuesta es sencilla, siempre que se da respuesta al “por qué” de un
algo.
La respuesta a un “por qué” es a la ciencia, como el alma al cuerpo. No
puede existir sin ella. Tal respuesta, es la que permite, la posibilidad de
generar teorías (explicaciones) acerca de lo estudiado, y esto constituye el
fin último de toda ciencia, y es la manera como el conocimiento científico
evoluciona, dando saltos del abordaje crítico de un “por qué” a otro, mediante
la contrastación teórica o para emplear una expresión poperiana por medio
de la falsación.
2.2. Importancia del “por qué”
Por tanto una descripción es insuficiente, para conformar un corpus teórico,
ya que ella es una suerte de fotografía de un acontecimiento, de un evento o
un sujeto con la cual solo se ubica temporal y espacialmente, cualifica a las
características, mas nunca constituye una explicación.
Lo mismo pudiera decirse de las asociaciones y relaciones, como de las
comparaciones, las cuales constituyen explicaciones parciales. Solo cuando,
abordamos el por qué y de las cosas estamos en el campo de las
explicaciones y es allí cuando se da razón de las cosas.
Ahora bien, analizando la importancia de la racionalidad como la respuesta a
un por qué, cabe destacar que su función mental va de juicios más simples a
más complejos, de conceptos más sencillos a más elaborados.
Por tanto pudiésemos decir que la racionalidad de una actividad kinestésica.
No es estática sino que es dinámica, donde vamos a encontrar asociación de
ideas y conceptos.

2.3. Procesos intelectuales del conocimiento científico

En la actualidad siguen encendidas las pasiones sobre los límites y campos


de aplicación del conocimiento científico. Son discusiones aún no acabadas
aquellas que intentan dilucidar las cuestiones de los criterios de demarcación
de la ciencia para distinguirla de otros conocimientos, aparentemente, menos
verosímiles y de menor confiabilidad. Las comunidades científicas -entre sí-
definen lógicas y procedimientos para la producción de conocimientos, y
cada colectivo insiste en argumentar sobre criterios de coherencia interna.
Desde esta perspectiva, cada corriente goza de cierta autonomía en sus
razonamientos y ejercicios de investigación.
Desde finales del siglo XIX y hasta estos primeros años del XXI, es decir,
durante casi siglo y medio, la corriente empírico o inductivo analítica o
positivista de investigación ha determinado buena parte del terreno de las
ciencias llamadas naturales. En el caso de las ciencias sociales, domina la
heterogeneidad de teorías y metodologías para la investigación social. Es
decir, los modelos se encuentran y desencuentran y ninguno logra dominar
en la complejidad de relaciones institucionales de los grupos y corrientes
científicas. Lo que si prevalece es una especie de pluralidad y tolerancia
entre científicos sociales, cada uno defendiendo su parcela de saberes en los
que se sienten seguros y confiados.
Es así como en la producción de ciencia, en este último siglo, se mantienen
dos fuertes corrientes que se confrontan:
La primera, llamada en la actualidad neo-positivista, el sujeto se coloca
frente al objeto de conocimiento, es decir, reconoce y mantiene su distancia
porque se ubica fuera e independiente de los hechos. Es la corriente de
pensamiento científico que ha dominado buena parte de la producción tecno-
científica occidental, pues responde a una tradición institucional de
racionalización del conocimiento científico. Y a esta se contrapone una nueva
tendencia científica emergente promovida como “posnormal” (Funtowicz y
Ravetz, 2000) a la que referimos más adelante.
En la segunda, llamada de manera general hermenéutica, el sujeto forma
parte de éste y es influido e influye sobre el conocimiento que genera, es
decir, asume que la distancia es falsa y que el conocimiento producido no es
un reflejo ingenuo de la realidad sino que está impregnado de la percepción
del propio sujeto investigador.
Prevalecen, en el pensamiento de la academia, dos marcadas tradiciones:
una, según la cual, el objeto es una realidad en sí mismo y por tanto es
investigado en la exterioridad del sujeto, pues existe independientemente; lo
que ha dado lugar a una perspectiva objetivista de investigación, y otra, que
defiende que el mundo es básicamente una construcción de la mente
humana; ésta ha conducido a una posición idealista de la investigación.
Pueden apreciarse las dos grandes tendencias que coexisten en la
actualidad:
Una de estas, reconocida como el paradigma Racionalismo Científico
Moderno está implicada por la EXPLICACIÓN causal que da significado
material al objeto de estudio. Es una subjetividad analítica
(deductiva/inductiva) que pasa por procesos lógicos de formalización de
argumentos que son comprobados, corroborados o contrastados en
experiencias de laboratorios o situaciones similares controladas por el
científico. Donde las proposiciones del conocimiento científico surgen de la
reproducción de procesos metódicos en la aplicación de técnicas e
instrumentos de investigación que ya forman parte de tradiciones científicas.
Es así como el discurso científico se produce en base a argumentaciones
que tienden a la fragmentación, simplificación y/o reducción de los
compuestos dimensionales del objeto de estudio. Dicha búsqueda selectiva
requiere DESCONTEXTUALIZACIÓN, es decir, separar la observación
intelectual del “todo entre sus partes” del contexto no controlado para
producir un conocimiento científico concreto, preciso que da cuenta de las
determinaciones causales y tangibles del objeto que se reconoce.
La otra tendencia que podríamos distinguir como Racionalismo Emergente,
surge de la discusión o negación de las verdades objetivas que son
superadas por procesos intelectuales INTERSUBJETIVOS. Es decir, que se
elaboran en el terreno de la comunicación humana. Lo que implica reconocer
que el conocimiento científico está “cargado de valores sociales”.
En este sentido, son procesos de reflexividad, hermenéutica o razonamientos
críticos dados a partir de las experiencias sensibles de los sujetos implicados
y donde la argumentación son procesos lógicos naturales a partir de la
vivencias.De manera tal que el conocimiento científico que se produce
requiere implicarse en la totalidad de los fenómenos socio-culturales,
mediante INTERPRETACIONES de las representaciones colectivas-sociales
percibidas en el CONTEXTO social. La visión subjetiva del científico,
implicado en estadios intersubjetivos, genera un conocimiento sistemático y
concertado de la totalidad compleja. Estas búsquedas integracionistas del
“todo” lleva o conduce a deliberaciones, conjeturas y en el mejor de los casos
a aproximaciones interpretativas de las realidades percibidas.
TEMA 3. LA METODOLOGÍA
Si la ciencia es la respuesta a un “por qué”, mediante la elaboración de
teorías, las cuales emergen por elaboración de conceptos y asociación de
ideas, surge entonces otra pregunta ¿de qué forma se logra esto?
obviamente, de una manera metódica y aquí encontramos el segundo
componente de los principios de la ciencia: La metodología.
3.1. Definición de metodología
Como metodología, se puede entender a la forma como manera para
alcanzar algo. Muñoz (2000) destaca que en sentido normativo, marca los
límites, sigue una dirección, guardando cierto orden y fijando de antemano
por encima de la voluntad de quienes la recorren.
En un sentido gnoseológico, el método es el conjunto de procedimientos
mediante los cuales se organiza un campo gnoseológico. El método
proporciona progreso y unidad: el ordenamiento de los conocimientos ha de
ser progresivo y el camino muestra unidad.
La vía (percepción normativa) o procedimientos (sentido gnoseológico)
varía según el área de conocimiento que se trate, en todo caso en un sentido
científico, la acción metodológica es siempre sobre la realidad de una
manera racional y lógica.
En este sentido, es pertinente señalar que la lógica obtiene sus
conocimientos, analizando la estructura del pensamiento científico
descubriendo y probando las verdades, en una actitud de desobediencia a lo
establecido pero siempre de manera congruente. La realidad lógico racional
sobre la cual actúa la ciencia se contrapone a la estimulidad reactiva. La
primera es esencialmente humana la segunda es propia del resto de los
seres vivos.
3.2. Los niveles de la investigación científica
Reuniendo todos los elementos analizados, en este momento pudiéramos
decir que la ciencia es una forma de representación o conocimiento lógico
racional de la realidad, elaborada metodológicamente que deriva en teorías
mediante un decurso inductivo, siendo que este es el recurso por medio del
cual se genera teoría científica, remontándose de concepto en concepto,
donde el segundo incluye al primero alcanzando realidades cada vez más
abstractas, es así como la ciencia se hace por etapas y niveles, los cuales
son plasmados en la siguiente gráfica:
Partiendo de lo representado en la ilustración anterior, a continuación se
muestra un cuadro descriptivo con cada uno de los niveles que comprende
una investigación científica.
Cuadro I.1 Niveles de la investigación científica.

Nivel Descripción

Exploratorio Ante un problema, y como se pudo observar en la gráfica


anterior, una investigación parte de un nivel denominado
exploratorio, el cual plantea que cuando no existe un cuerpo
teórico que ilumine el fenómeno observado, su función es el
reconocimiento e identificación de problemas y de las variables
que allí se encuentran.

Descriptivo Por encima del exploratorio, se ubica el descriptivo donde los


fenómenos se caracterizan temporales y geográficos mediante
la estimación de parámetros estadísticos.

Relacional En este nivel, los estudios no son de causa y efecto, sino que
establecen la correspondencia que puede existir entre un
determinado evento o suceso con otros eventos o sucesos.

Explicativo Denominado el máximo nivel, en el campo explicativo se buscan


las relaciones entre las variable, generalmente expresadas
mediantes modelos que permitirán efectuar predicciones para
de este modo dar solución a los problemas.

Predictivo Se encarga de la estimación de eventos generalmente adversos,


su concurrencia y su función en cuanto al tiempo promedio de
vida de la investigación.

Aplicativo Plantea resolver problemas o intervenir en la historia natural de


la investigación, enmarcando la innovación técnica, artesanal,
industrial y científica.

Cabe destacar que el recorrido desde la exploración hasta la aplicación es lo


que se denomina una línea de investigación.
3.3. La metodología como problema
Como se puede apreciar la metodología constituye un camino para llegar a
la teoría. Así como no hay un solo tipo de conocimiento, sino múltiples, en la
ciencia no sólo hay una sola metodología, sino múltiples metodologías,
múltiples caminos.
En la actualidad está en boga, la discusión entre dos metodologías: la
cualitativa y la cuantitativa. Para algunos son perspectivas opuestas para
otros complementarias, en todo caso en las próximas unidades tales
metodologías serán abordadas, con la finalidad de identificar en cuales
momentos corresponden recorrer una u otra vía.
Sin embargo, es conveniente acotar que no pocas veces en algunos círculos
académicos existe una sujeción a la metodología, la cual se contiene en
manuales rigurosos de modo que constituyen verdaderos dogmas, a esta
problemática es lo que denominamos como “metodologicismo”, (Feuerabend,
2002) convirtiendo a la metodología en un camino lleno de obstáculos que
no da pie a la originalidad ni a la posibilidad de evolución cognitiva.

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