Soñando en un mundo ficticio perdido en las letras:
El hombre tiene la necesidad de explorar, aunque muchas veces no lo hace con la
certeza de que este camino le sirva para mejorar su situación, si no a veces solo se encuentra apasionado, estimulado con la idea de descubrir, en su búsqueda desea y sueña, y se va quedando para sus adentros la belleza que pueda percibir, hasta en lo que parece horrible encuentra la hermosura. Muchas cosas en las que creemos no son lo que parecen, si no es como uno las vuelve especiales, grandes a estas con la mente; que bonito se siente encontrar algo, que no será lo más bello, pero que te da bienestar. El hombre no puede vivir sin la belleza pero quien realmente admira las bondades de esta vida, como el amor, la vida misma expresada en todos sus sentidos. Las palabras son un arma de doble filo, con ellas podemos enamorar u ocasionar desastres; son las más bellas guías de la imaginación; es importante reflexionar, admirar, y dignificar el arte que las vuelve en una forma de belleza. La principal fuente de este ensayo es Juan Alberto Osorio, que fue entrevistado. ¿Cuál es el fin de este ensayo? Dar una orientación de la relación: literatura y la universidad ¿Qué problemas se plantea? Uno de los problemas que vemos hoy en día en la sociedad, es la preferencia que se da a algunas carreras profesionales, y es un modo de pensar que se sigue arrastrando a lo largo del tiempo. Se incita a los jóvenes a estudiar carreras que son vistas como más seguras por tener mayor demanda e ingresos económicos. A sí mismo el presente texto tiene la finalidad de ser un aliciente, un estímulo para los jóvenes estudiantes que tienen gustos y preferencias afines con la literatura u otras carreras.
El hablar de literatura y universidad puede resultar extenso, viéndolo desde el punto
histórico, como bien se sabe las universidades en un principio estaban ligadas a la iglesia, a lo eclesiástico y a las sagradas escrituras; con el pasar del tiempo se fue dejando atrás las cadenas que tenían las ciencias y humanidades dando paso a la creación paulatina de profesiones, cabe resaltar que esto demoro bastante tiempo. Juan Alberto Osorio (2018) nos cuenta, que: En el Perú universidades llevaban el nombre de pontificias durante la colonia y adquirieron la denominación de nacionales en la etapa republicana. Las universidades en el Perú tuvieron un lento desarrollo, sobre todo demoraron en crear nuevas carreras profesionales, debido a problemas culturales y prejuicios sociales no se aceptaban algunas carreras, como enfermería, obstetricia, agronomía. La universidad Nacional de San Agustín de Arequipa es una universidad republicana, y junto a la universidad Nacional de Trujillo, fueron creadas durante la estadía en el Perú, del general Simón Bolívar. La literatura siempre estuvo vinculada a la vida universitaria, las universidades que tenían escuela de literatura formaron escritores como las universidades: San Marcos, San Antonio Abad del Cusco (suprimida hace cuarenta años), Federico Villareal y la San Agustin.Actualmente en el Perú existen dos escuelas de literatura, San Marcos y Villareal; la PUCP tiene una escuela mixta de literatura y lingüística igual a la UNSA. Los prejuicios sociales aun no desaparecen, aun no entendemos como sociedad que la labor de cada uno es importante para el desarrollo de un país, necesitamos trabajar de manera conjunta. Es importante cada profesión, cada una en su campo está orientadas a resolver los problemas y necesidades de la sociedad, una de las principales necesidades es la educación, que junto a la ética nos brinda una sociedad más reflexiva y capaz; dentro del arte es difícil sobre salir y muchos son negados y aborrecidos por sus familias, son pocos los que perduran en sus convicciones. Ahora plantearemos las interrogantes: 1.- ¿En qué medida la universidad influye en el desarrollo de la literatura peruana? Osorio T. Alberto (2018): influye no solo porque la currícula comprende como tema obras y autores de la literatura peruana, sino porque la mayoría de los autores han pasado por la universidad, por sus escuelas de literatura o facultades como educación y otras afines. La influencia es mutua entre universidad y la literatura, porque además en la universidad están los lectores mayoritarios de las obras de la literatura peruana, y de todas las literaturas. La mayoría de literatos ven en la universidad un medio que es beneficioso en su formación, y en las aulas universitarias esta tal vez el futuro de nuestra literatura, pero aún se deben brindar nuevas metodologías y formas de trabajo más eficaces. El Perú es un país con bajo nivel de lectura; y para que mejore esto se debe promover la lectura desde la infancia, y desarrollar nuevas ideas sobre la literatura infantil, las cuales empiezan en las universidades. “…Textos infantiles surgen como una primera aproximación estética a la obra misma del arte y constituyen un discurso indispensable para la creación de hábitos lectores en las primeras edades” (Palomares M. Mari, 2015, p.45) Cualquier niño con los materiales, medios, correcta tutoría desde temprana edad en la literatura, puede formar el habito, y si esto se sostiene en el tiempo tendríamos jóvenes lectores activos. El canon escolar de lecturas debiera ser una parte importante del programa lector de cada centro educativo. Sería conveniente, además, que los programas lectores fueran similares en todos los centros de modo que los escolares, al acabar cada periodo educativo, tuvieran una formación lectoliteraria similar, por número y contenido de sus lecturas.(val lisa carolina,2007,p.7) Es evidente que no todos pueden ir a una misma velocidad en los centros educativos, por diferentes condiciones, pero la lectura es algo en lo que n se puede quedar rezagado, al contrario es un practica constante.
“Carter y Long (1991) distinguen dos procedimientos en la enseñanza de la literatura: el
conocimiento sobre la literatura y el conocimiento de la literatura” “...la enseñanza del conocimiento sobre la literatura se refiere a la acumulación de la información sobre los contextos literarios, fechas, autores y obras” “…la enseñanza del conocimiento de la literatura...Consiste en la lectura directa y placentera del texto…”(Altamirano F. Federico, 2013, p.231) “Landero plantea con mucho acierto: «antes que enseñar literatura, hay que educar la sensibilidad. La sensibilidad no se enseña: más bien se contagia» De tal manera, la tarea del profesor, principalmente, es contagiar el entusiasmo y la excitación por la literatura” (Altamirano F. Federico, 2013, p.232) Se debe aspirar no solo a brindar información, sino a forjar lectores apasionados e interesados realmente por la literatura 2.- ¿Los escritores tienen necesariamente una formación literaria? Osorio T. Alberto (2018): No aunque la mayoría de escritores han salido de las aulas universitarias, ha pasado por la facultad de letras y humanidades. Escasos son los escritores que se autoformaron siguiendo aquello de “se aprende a escribir leyendo” que es válido para todos. Últimamente han proliferado los talleres literarios”, auspiciado por municipios u otras instituciones de gestión particular. En todas las ciudades cada cierto tiempo se convoca a “talleres literarios” , donde un grupo de escritores o solo uno dicta clases , analizando algunos textos de narración o poesía y leyendo textos elegidos para ese propósito , se discuten textos ,se recomienda lecturas específicas, y así una persona sin formación universitaria puede convertirse en escritor. El estado, los municipios y otra organización dentro de sus labores deben promover la creación literaria y el arte, estos talleres son una gran oportunidad para estas personas, algunas de estas son de la tercera edad, muchos ya retirados de antiguos cargos y profesiones, lo cual demuestra que no es tarde aun en la edad para comenzar a escribir. 2.1.- ¿En el caso de que si tengan estudios universitarios? Osorio T. Alberto (2018):