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MARCO TEORICO

Como educadores en la primera infancia es de gran importancia generar estrategias que

proporcionen la transmisión de conocimientos de los contenidos curriculares, siendo en

este caso específico el área de las ciencias naturales.

Nuestro trabajo está focalizado en niños y niñas de edades de 4 a 5 años, y es por eso

que proponemos ser lo suficientemente creativos al instante de generar espacios de

aprendizaje que faciliten su comprensión y entendimiento. Como docentes nos

corresponde tener bien claro sus conocimientos previos, teniendo claro que saben estos

niños y niñas, a profundizar este conocimiento, nutriéndolo con nueva información a

través de la asimilación y logrando así que toda su plataforma cognitiva entre en

funcionamiento para generar un nuevo conocimiento o aprendizaje que sea replicado por

ellos mismos a su entorno.

Para lograr este proceso es de vital importancia crear una estrategia didáctica.

Caba (2004), nos comenta que el juego para los niños y niñas, es una forma propia de

conocer el mundo, de conectarse con objetos, personas, sentimientos. Son algo asi como

ejercicios creativos de resolución de problemas.


Ahora bien definamos lo que es estrategia didáctica que se puede considerar como la

planificación del proceso de enseñanza aprendizaje para la cual el docente elige las

técnicas y actividades que puede esgrimir a fin de adquirir los objetivos formulados y las

disposiciones que debe tomar de manera consciente y reflexiva.

La estrategia didáctica para el proyecto de didáctica de las ciencias naturales es el juego.

El juego proviene del latin iocus, que significa acción de jugar, diversión. Según la real

academia de la lengua española aparece como: acción y efecto de jugar, ejercicio

recreativo sometido a reglas y en el cual se gana o se pierde.

El juego ha estado presente en todo el proceso evolutivo del hombre. A través del juego

los niños y niñas expresan lo que en la realidad no saben cómo manifestarlo o expresarlo.

Mediante el juego se permite que los infantes en nuestro caso particular (niños y niñas de

4 a 5 años) desarrollen habilidades, destrezas y conocimientos que son esenciales para

su etapa escolar y personal de los alumnos. Refiriéndonos a nuestro caso particular que

nos atañe este trabajo de investigación es el conocer los nombres correctos de nuestra

anatomía.

Existen muchos referentes teóricos que nos expresan la importancia del juego en el

proceso de aprendizaje:
Abad (2008) nos explica, que el juego debe de considerarse como un conglomerado de

operaciones que coexisten o interactúan en un determinado momento, por las que los

niños consiguen satisfacer sus necesidades cambiando objetos y hechos de la realidad.

Otra forma de ver lo encontramos en Huizinga (1972), que se inclina más por la

estructura del juego que por su sentido y lo define como una ocupación libre, que se

realiza en el marco de unos límites temporales y espaciales determinados, incluyendo

reglas totalmente obligatorias.

En la segunda mitad del siglo XIX, se vislumbran las primeras teorías psicológicas sobre

el juego. En su teoría, Spencer (1985) lo analizaba como el corolario de un exceso de

energía acumulada. Lázarus (1883), expresaba que las personas tienden a llevar a cabo

actividades dificultosas que originan fatiga, de las que reposan a través de otras

actividades como por ejemplo el juego, que promueve relajación. Por su parte Groos

(1898, 1901) define el juego como un modelo de preparar o practicar los instintos de que

éstos estén íntegramente desarrollados. El juego seria un ejercicio iniciador para el

desarrollo de situaciones que son necesarias para la época.

A principios del siglo XX, tenemos, a Hall (1904) el cual relaciona el juego con el

perfeccionamiento de la cultura humana: a través del juego el niño retorna a experimentar

concisamente la historia de la humanidad. Freud (1905, 1953), en su teoria, involucra al

juego con el requerimiento de la complacencia de impulsos instintivos de carácter erótico


o agresivo, bien con la necesidad de expresión y comunicación de las experiencias

importantes y de las emociones que custodian estas experiencias (Teoría psicoanalítica,

teoría de la catarsis o teoría de la expresión emocional).

El juego ayuda al hombre a independizarse de los conflictos y a solucionarlos por medio

de la ficción (Bijou, 1982, Kohnstamm, 1991, Linaza, 1997, Newman y Newman, 1983).

El juego ha sido estudiado de acuerdo a los nuevos planteamientos teóricos que han ido

germinando en Psicología. Piaget (1932, 1951, 1946, 1966) redefine la importancia del

juego en los procesos de desarrollo. Se relaciona el desarrollo de los estadios evolutivos

de la actividad lúdica: las muchas formas de juego que inician durante el desarrollo infantil

son resultado propio de las metamorfosis que experimentan paralelamente las estructuras

cognitivas del niño. De ambos componentes que reconoce toda adaptación inteligente a la

realidad (Asimilación y acomodación) y el camino de una estructura cognitiva a otra, el

juego es prototipo de la asimilación puesto que es la acción infantil por excelencia, la

actividad indispensable mediante la cual el niño interacciona con una realidad que le

desborda. Sternberg (1989), anotando la teoría piagetiana expresa que el caso máximo

de asimilación es un juego de fantasía en el cual las particularidades de un objeto son

inadvertidas y el objeto es considerado como si fuera otra cosa. Muchos autores que,

demostrando su simpatía con la teoría piagetiana, insisten en la importancia que ostenta

para el proceso del desarrollo humano la acción que el propio individuo desarrolla en sus

intentos por comprender la realidad material y social. Los docentes, simpatizantes de la

teoría de Piaget, llegan a la conclusión, de que las clases deben ser un lugar activo, en el
que la curiosidad de los infantes se logre satisfacer con materiales apropiados para

explorar, discutir y debatir (Berger y Thompson, 1998). Piaget (1971) también basa sus

investigaciones sobre el desarrollo moral en el estudio del progreso de la noción de norma

dentro del juego.

Vygotsky (1933, 1966) por su parte se muestra muy escéptico con la teoría de Groos

sobre el significado del juego, y nos comenta que lo que determina primordialmente al

juego es que en él se da el comienzo del comportamiento conceptual o guiado por las

ideas. La actividad del niño en el juego acontece por fuera de la percepción directa, en

una situación imaginaria. La particularidad del juego se erige en esa situación imaginaria,

que trastorna todo el comportamiento del niño, llevándolo a precisarse en todos sus actos

y anteceder a través de una situación meramente imaginaria. A través de esto, está

demostrado que los padres influyendo en su participación activa llevan a fomentar juegos

más ininteligibles que los que los niños serían capaces de desarrollar por si mismos

(Doctoroff, 1996).

Es por este motivo que el docente tiene que ser muy creativo y diseñar actividades muy

bien estructuradas que viabilicen este proceso, el juego no es solo la conducta de poner

activo el cuerpo en una dinámica de juego sino también las estructuras mentales.

Ahora bien, encontramos algunas características esenciales del juego que son:

1-la libertad como condición inherente del juego

2-la satisfacción que genera

3-una actividad que tiene un fin en sí mismo


4-límites de espacio y tiempo

5-una actividad reglada y con un orden.

El juego va mutando de acuerdo a las edades; a más edad mayor cantidad de retos

intelectuales.
Bibliografía:

Caba, B. (2004). De jugar con el arte al arte de jugar. (Ensayo).Recuperado de


http://storage.vicaria.edu.ar/caba.pdf (Consulta: 9 de marzo de 2012).
Abad, J. (2008). Iniciativas de Educación artística a través del arte contemporáneo para la escuela
infantil. (Tesis doctoral). Universidad complutense de Madrid. Recuperado de
http://eprints.ucm.es/9161/abad.pdf (Consulta: 21 de marzo de 2012).
Huizinga, J. (2000). Homo ludens. Madrid: Alianza.
Spencer, H. (1855). Principios de psicología. Madrid. Espasa-Calpe. 1985.
Lázarus, M. (1883). Concerning the fascination of play. Berlín. Dummler.
Groos, K. (1898). The play of animals. Nueva York. Appleton.
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