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UNTreF

Doctorado en Epistemología en Historia de la ciencia


Epistemología II
Profesor Diego Ríos

Trabajo final

Reflexiones sobre los problemas de la realizabilidad múltiple

La realizabilidad múltiple (RM) es un principio según el cual distintos realizadores ontológicos


pueden cumplir la misma función en alguna ley científica. La RM no sólo ofrece un argumento
contra la teoría de la identidad, sino que hace también que las posiciones reduccionistas, en
general, resulten insatisfactorias. Por esto es relevante la aclaración de la distinción ontológica,
pues autores como Jerry Fodor o Hillary Putnam se valen de este principio para sostener que las
propiedades especiales o superiores son irreducibles a propiedades físicas, en general se deriva
que las ciencias especiales tienen propiedades ontológicas irreductibles a otras ciencias. El caso
paradigmático es el de los intentos de reducción de la psicología a la biología, pero también hay
intentos de reducir la química o la biología a la física, por ejemplo. Lo que sí admite Fodor es la
sustentabilidad argumentativa del fisicalismo simbólico, donde sólo se conservan algunos
principios del reduccionismo. Sin embargo, Morales Otero aporta dos objeciones al
antireduccionismo propuestas por Kim Jaegwon en 1992, una más débil, refutable con relativa
sencillez y la otra más atendible, que exige ampliar la propuesta de Fodor, quien de hecho le
responde.

En primer lugar, Morales Otero (2013) señala que Kim discute la limitación al reduccionismo
basada en la heterogeneidad finita de las clases físicas realizadoras, que efectivamente Fodor cita
al señalar la imposibilidad o casualidad cósmica de que existan clases naturales físicas para cada
fenómeno de nivel superior, el argumento de Kim es el siguiente: “La supuesta complejidad y
heterogeneidad son primariamente una característica de cómo UP [la propiedad reductora] es
representada o especificada, no necesariamente de la propiedad UP como tal y, en tanto que la
propiedad está ahí, existe siempre la posibilidad de ser representada mediante una descripción
perspicua en una teoría científica apropiada” ( Kim, 1994: 580 en Morales, 2013: 66). Pero esto es
justamente lo que Morales Otero objeta como posible respuesta del antireduccionismo: “si no
puedes derivar o deducir tal propiedad a partir de conceptos físicos que refieren a propiedades
físicas, y quieres construir uno nuevo que refiera exactamente a la propiedad que nosotros
llamamos emergente (por ejemplo, mental), ¿en qué sentido dices que la estás reduciendo? (Ibid.)
Es muy importante también señalar que para Kim es posible hacer una reducción de una clase a
través de clases múltiples; “es posible reducir una clase mental mediante clases físicas distintas
cuya conjunción o disyunción no es en sí misma una clase” (Morales, 2013: 67), esto es relevante
porque estas entidades de conjunciones o disyunciones, según Fodor, limitan la comprensión o el
alcance para el vocabulario de una ciencia en el uso de las leyes puentes que posibilitarían la
reducción de clases naturales, y era un argumento significativo para demostrar el valor ontológico
de las clases naturales de las ciencias especiales. Sin embargo, el argumento más robusto de Kim,
derivado de este primero, es el que se vale del siguiente principio de herencia causal: “si la
propiedad mental M es realizada en un sistema en t, en virtud de la realización física de la
propiedad P, los poderes causales mentales (conferidos por M) de esta instancia de M son
idénticos a sus poderes causales físicos (suministrados por P)(…) y que si los poderes causales de
[la propiedad mental] M son idénticos a los de sus bases realizadoras, entonces M, en efecto, no
contribuye causalmente en nada.” (Morales, 2013: 69), por lo tanto, aduce Kim que las ciencias
especiales no aportan ningún poder causal nuevo y distinto al que proveen las ciencias físicas. La
respuesta de Fodor es distinguir la disyunción finita de la RM que incluye la dimensión metafísica
sobre la legalidad de las modalidades, las posibilidades más allá del mundo presente del
investigador, por lo cual al quedar abierta la dimensión de las realizaciones las categorías de las
ciencias especiales serían útiles hasta la exhaustividad de las clasificaciones en ciencias básicas.
Aun así, Fodor, a mi criterio, no escapa de la trampa reduccionista porque no refuta el principio de
que los eventos múltiplemente realizados dependen y se derivan del poder causal físico en última
instancia, debería, como sostiene Morales, negar la identidad absoluta de la causalidad aun
cuando pueda basarse en la física de sus realizadores. Apenas sugiere la autonomía nomológica de
la psicología, al sugerir que “no va a ser claro por qué las leyes psicológicas no pueden
fundamentar las causas mentales; y, presumiblemente, si las leyes psicológicas pueden, no es
necesario que las leyes físicas estrictas lo hagan” (Fodor, 1990: 151 en Morales, 2013: 70).

Lawler y Vega Encabo advierten sobre otro dilema de la RM entre la clasificación por funciones o
clases, específicamente para el ámbito de los artefactos pero extensible a otros dominios, pues el
carácter de real de las funciones de las ciencias especiales es lo que ponen en juego los
reduccionistas a la Kim, “o bien se ha de abandonar el principio de realizabilidad múltiple como
guía ontológica al mundo de lo artificial, o bien se ha de rechazar el vocabulario de clases - en
cuanto que estas determinan criterios de identidad para los artefactos” (Lawler y Vega Encabo,
2011: 11). Lo que ponen de manifiesto estos autores es que para dar sustancia a una
caracterización ontológica de las clases según agrupamientos funcionales es necesario establecer
los parámetros de una buena descripción de la organización funcional de un sistema. Por esto
siguen a Carrara y Vermas (2009) en el uso del concepto de “Función +” para definir semejanzas de
atributos además de las funcionales, y recortar distancias entre las definiciones de clases y las
funcionales. “Si la descripción es demasiado gruesa, perdemos un asidero para justificar la
realidad de las clases, pues no habría regularidades robustas o principios de actividad que
justificaran hablar de clases reales. Las agrupaciones se harían más bien en términos de una
descripción funcional amplia. Las clases de artefactos son demasiado heterogéneas. Pero si, por
otro lado, los parámetros son más finos, entonces es posible identificar clases reales de artefactos
(a partir de sus configuraciones normales y principios operacionales); sin embargo, el principio de
realizabilidad múltiple perdería su fuerza” (Lawler y Vega Encabo, 2011: 10). Estos autores llevan
el problema de la RM desde una perspectiva evolucionista o lógico-positivista clásica al marco de
la discusión entre realismo y nominalismo. Naturalmente no es una discusión salvable en este
trabajo, pero sí un dilema relevante para tener en cuenta en el análisis de la RM.

En el análisis evolucionista existe una clasificación relevante para abordar la RM y es la de la


diferencia entre las leyes intra específicas y las inter específicas. En el primer caso, hablamos de
distintos mecanismos con una misma función dentro de la misma especie de artefactos o
cualesquiera elementos del conjunto de las clases naturales. Este tipo de RM es menos probable
debido a que si los realizadores tienen estrategias dominantes en su interacción tienden a
sintetizarse en una reducción tipo a tipo, mientras que en el caso inter específico hay distintas
barreras que impiden la competencia entre realizadores. En el segundo caso diferentes especies
de artefactos o entes se valen de múltiples métodos para cumplir una misma función en todas
ellas. Por ejemplo, el caso de las feromonas compuestas de distintas sustancias químicas en
distintos animales pero con la misma función de provocar comportamientos específicos en otros
individuos de la misma especie, ya sean sexuales, de dispersión, rastro o para el intercambio de
comida. Aquí es relevante la pregunta por la credibilidad de estas leyes: “¿Es creíble que existan
leyes que están implementadas en clases distintas de realizadores físicos?” (Ríos, 2018:7). Es decir,
¿estas regularidades que encontramos son casualidades cósmicas o existe una clase de leyes que
orientan o guían respuestas similares con distintos realizadores? El criterio de la selección es el
argumento presentado aquí para explicar la RM: “Cualquier realizador que contribuya a producir
un efecto ventajoso será seleccionado, independientemente de su estructura física. En un
contexto selectivo, solo los efectos cuentan. La realización múltiple es una consecuencia “natural”
en esos contextos” (Ríos, 2018: 8). Este modelo además agrega que para que haya situaciones de
RM debe haber estrategias evolutivamente estables, donde los realizadores cumplan el criterio de
“equal fitness”, es decir que sean igualmente adecuados, porque si no nos veríamos con
reducciones de tipo a tipo, como dijimos. Hay sin embargo equal fitness dinámicos, como
demuestra la teoría de juegos y algunos modelos de interacciones sociales, donde los equilibrios
cambian pero siempre tiende a encajar mejor el fenotipo menos representado, hasta que no lo es
y comienza el mecanismo con la inversa, con lo cual a largo plazo el movimiento da una figura
estable. Esta línea de investigación nos ofrece la visión de una RM limitada a la eliminación de
realizadores, ya que muchos casos de RM solamente lo son por la existencia de fronteras
(materiales, culturales, topológicas, etc) que impiden que una estrategia dominante se imponga y
se reduzca la diversidad. Pero, en rigor, la metáfora evolucionista porta la posibilidad de que
existan mutaciones, por lo cual la RM no sólo se explica por un universo prácticamente ilimitado y
el mecanismo de la selección en un nivel superior, sino también abre la posibilidad lógica de que
muten los sistemas mismos y los realizadores, surgiendo nuevas configuraciones atendibles por
ciencias especiales. La selección proyectada temporalmente da la impresión retrospectiva de que
el camino es único y que hay entornos definidos de una vez y para siempre en la competencia de
los realizadores, pero las posibilidades de variación en las teorías científicas según esta perspectiva
están siempre abiertas y no hay una perspectiva absoluta o información completa para saber hacia
dónde se dirige el sistema científico en general.

Bibliografía

Carrara, M. y Veermas, P. E. (2009): "The fine-grained metaphysics of artefactual and biological


functional kinds", Synthese, 169, pp. 125-143

Fodor, jerry (1974). Special Sciences (Or: The Disunity of Science as a Working Hypothesis).
Synthese, Vol. 28, No. 2 (Oct., 1974), pp. 97-115 Published by: Springer. Stable URL:
http://www.jstor.org/stable/20114958.

Kim, Jaegwon (1994) “Supervenience”. A Companion to the Philosophy of Mind. Ed. S. Guttenplan.
Cambridge, Massachusetts: Blackwell Publishers, 1994. 575-83.

Lawler, Diego y Vega Encabo, Jesús (2011) Realizabilidad múltiple y clases de artefactos. Rev.
iberoam. cienc. tecnol. soc. vol.7 no.19 Ciudad Autónoma de Buenos Aires nov. 2011. versión On-
line ISSN 1850-0013.

Morales Otero, Juan Diego (2013). Fodor y Kim en torno a la posibilidad de las ciencias especiales,
la realizabilidad múltiple y el reduccionismo Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia, vol. 13,
núm. 27, julio-diciembre, 2013, pp. 63-84 Universidad El Bosque Bogotá, Colombia.

Ríos, Diego (2018). Realización múltiple y selección, exposición en Vaquerías, Córdoba, septiembre
de 2018.

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