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El Evangelio \
según \
san Lucas
I herder
EL NUEVO TESTAMENTO ALOIS STOGER
Y SU MENSAJE
Comentario para la lectura espiritual

EL EVANGELIO
Serie dirigida por
WOLFGANG TRILLING SEGÚN SAN LUCAS
en colaboración con
KARL HERMANN SCHELKLE y HEINZ SCHÜRMANN TOMO PRIMERO

3/1 BARCELONA
EDITORIAL HERDER
EL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 1979
Versión castellana de ALEJANDRO ESTEBAN LATOR ROS. de la obra de
ALOIS STÓGER, Das Evangelium nach Lukas, 1. Tei!,
dentro de la serie «Geistüche Schríftlesung»
Patmos-Verlag, Dusseldorf

Tercera edición 1979

INTRODUCCIÓN

IMPRIMATUR: Barcelona, 25 de febrero de 1975 1. San Lucas dejó a la humanidad dos libros: el
t RAMÓN DAUMAL SERRA, obispo auxiliar Evangelio y los Hechos de los apóstoles. En la introduc-
ción del segundo se dice: «Escribí mi primer relato,
oh Teófilo, acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó hasta
el día en que fue arrebatado a lo alto, después de dar ins-
trucciones por medio del Espíritu Santo a los apóstoles
que se había elegido» (Act l,ls). Designa el Evangelio
y los Hechos con el término legos. Lo que liga a ambos
libros es la palabra de Dios. Es también lo que enlaza las
dos épocas de que tratan los dos escritos: el tiempo de
Jesús y el tiempo subsiguiente de la Iglesia. La obra his-
tórica de Lucas quiere presentar la palabra de Dios que
fue proferida por medio de Jesús y que sigue actuando en
la predicación misionera cristiana. Esta idea está formu-
lada en cierto modo en las siguientes palabras de los
© Patmos-Verlag, Dusseldorf
Hechos: «Nosotros, pues, os anunciamos que la pro-
I Editorial Herder S.A., Provenza 388, Barcelona (España) 1970 mesa hecha a los padres, Dios la ha cumplido en favor
de los hijos, que somos nosotros, suscitando a Jesús...»
(Act 13,32s).
ISBN 84-254-0609-9
El Evangelio es punto de partida y base para el acon-
tecer que se desarrolla en los Hechos de los apóstoles.
Es moniDAD DEPÓSITO LEGAL: B. 19.876-1979 PRINTBD IN Smrw En efecto, la palabra que envió Dios es la acción salva-
GRAFESA - Ñapóles, 249 - Barcelona dora de Jesucristo en Judea (Act 10,36s). La historia de

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Jesucristo es, por tanto, la palabra de Dios. El hecho senta ya el comienzo de esta expansión, de esta propa-
de Cristo es una palabra que habla en la predicación apos- gación de la palabra de Dios hasta los confines de la
tólica. Lucas presentó en los Hechos de los apóstoles el tierra. La palabra de Dios vino del cielo a una ciudad de
acontecimiento de Cristo como cumplimiento de la palabra Galilea, a Nazaret, allí comenzó a actuar después del bau-
profética que había sido dirigida a los padres, y como tismo y llenó toda la región de Palestina. San Lucas no se
punto de partida de la predicación misionera. En Jesu- cansa de repetir cómo la palabra de Dios tiende a propa-
cristo está ya delineado todo lo que los Hechos refieren garse por todas partes. La voz de Jesús pasó de Palestina
sobre la palabra de Dios. El evangelista diseñó una imagen a las regiones limítrofes de los gentiles; las muchedumbres
de Cristo que presenta a Jesús como la palabra de Dios. acuden a Jesús de todas partes.
La clave para la inteligencia del Evangelio nos la ofrecen Lucas presentó a Jesús como caminante. Es un cami-
los Hechos de los apóstoles. nante en la historia de la infancia, en su actividad en Ga-
Se describe a Jesús como projeta «poderoso en obras lilea, en su gran «viaje», incluso como resucitado (24,13ss).
y en palabras». Es más que profeta; es el profeta de los Jesús camina de Galilea a Jerusalén, donde es elevado al
últimos tiempos, el Santo de Dios, el Hijo de Dios. Su cielo, para enviar la virtud del Espíritu Santo, que arma a
palabra es, por tanto, revelación final, palabra decisiva, los apóstoles como a testigos itinerantes.
definitiva. La fuerza de lo alto, el Espíritu Santo, es el que La palabra anunciada por Dios por medio de Jesu-
sugiere en los últimos tiempos el lenguaje de salvación cristo, es la palabra de los apóstoles. Los servidores de
que abre las bocas y los corazones de todos (Act 1,8; Dios hablan palabra de Dios (Act 4, 29). Atestiguan lo
2,4). Con este Espíritu fue ungido Cristo desde el prin- que han visto y oído (Act 1,2.22). El Evangelio habla de
cipio, este Espíritu recibieron los apóstoles de Cristo estos testigos, refiere cómo fueron ganados y elegidos en
elevado a la diestra del Padre. Gracias a él actúan los Galilea y cómo acompañaron a Jesús hasta que fue ele-
testigos con gran fuerza y refuerzan la palabra mediante vado al cielo. Las secciones en que se habla de la activi-
signos y prodigios que el Señor hace que se produzcan por dad en Galilea se cierran cada vez con otros tantos lla-
su mano (Act 4,33s; 14,8s), así como anteriormente Jesús, mamientos de discípulos (5,lss; 5,27ss) y con actividades
ungido por el Espíritu, había tenido poder sobre las en- de los mismos (8,1 ss; 9,1 ss; 9,49ss). Todos los que han
fermedades, los demonios, la muerte y el pecado. recibido la palabra de Dios se convierten a su vez en
apóstoles y heraldos de la palabra. Así, al extenderse la
La palabra del Señor se propaga por toda la región
palabra de Dios se multiplica también el número de los
(Act 13,49). Crece (Act 6,7), «crece y se multiplica» (Act
discípulos.
19,20) y se muestra poderosa. Los Hechos de los apósto-
les no quieren exponer otra cosa que el cumplimiento de Según los Hechos de los apóstoles, la palabra de Dios
la promesa del Resucitado: «Recibiréis la fuerza del es palabra de salvación (Act 13,26) y de vida (Act 14,3;
Espíritu Santo que sobre vosotros vendrá; y seréis tes- 20,32). Así es también palabra de «conversión a Dios y
tigos míos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta de fe en nuestro Señor Jesucristo» (Act 20, 21) y de per-
los confines de la tierra» (Act 1,8). El evangelio pre- dón de los pecados (Act 3, 19; 13,38; 26,18). La palabra es

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llamamiento de Dios, bajo la forma del hecho de Jesús; los confines de la tierra» (Act 1,8). La historia de la
a este llamamiento se debe responder con fe y conversión. salvación desde el principio del mundo hasta la segunda
Este llamamiento debe oírlo, percibirlo, creerlo (Act 4,4) venida de Cristo transcurre, según esta concepción de
cada uno en particular. Si lo hace, experimentará salva- Lucas, en tres épocas. La primera es el tiempo de la pro-
ción, consolación, paz. La prehistoria y la cimentación mesa, en el que Dios preparó a su pueblo, mediante la
de esta acción de la palabra en la predicación misionera de ley y los profetas, para la salvación venidera (16,16). Esta
los Hechos de los apóstoles la ofrece el Evangelio, que época terminó con Juan el Bautista. La segunda época es
nos habla del poder y fuerza salvífica de la palabra de el tiempo de la realización, la del cumplimiento, el «año
Jesús. de gracia del Señor» (4,19), el tiempo de Cristo, que se
2. Los cristianos de la primera generación estaban extiende desde el comienzo de su vida en la tierra hasta
convencidos de que a la resurrección de Jesús no tarda- el momento de su ascensión al cielo. Puede llamarse tam-
ría en seguir su segunda venida y la resurrección general bién la mitad o punto medio de los tiempos. En este pe-
de los muertos (Rom 13,11; ITes 4,15). ríodo de tiempo se realizó, por lo menos incipientemente,
Esta esperanza de la próxima venida de Cristo no se en un pequeño espacio y por breve tiempo, el compren-
realizó. Cuando escribía Lucas su Evangelio y los Hechos dido entre los emperadores romanos Augusto y Tiberio,
de los Apóstoles había ya hecho estragos la persecución de lo que se había predicho en el tiempo de la promesa. Se
los cristianos por Nerón, los romanos habían tomado Jeru- cumplió con creces lo que Dios había realizado por me-
salén, el templo había sido destruido por las llamas, pero dio de los profetas. Los demonios son vencidos, la en-
la segunda venida de Cristo no había tenido lugar. Los fermedad y la muerte superadas, se anuncia a los pobres
Hechos de los apóstoles dan que pensar: «No os co- la buena nueva, se perdonan los pecados, está presente
rresponde a vosotros saber los tiempos o momentos que el amor de Dios. A este punto medio de los tiempos sigue
el Padre ha fijado por su propia autoridad» (Act 1,7). En- un tiempo para el que Jesús envió fuerzas e incluso el
tre la ascensión de Jesús y su segunda venida se ha de Espíritu Santo. En este tiempo se extiende la palabra de
intercalar un período de tiempo más largo de lo que se Dios hasta los confines de la tierra. Es el tiempo de la
había creído en un principio, un período que ha de tener Iglesia, que fue fundada ya en el segundo período, en la
sentido en el transcurso de la historia de la salvación. Los mitad de los tiempos, y que ahora se va desarrollando.
cristianos no pueden sencillamente cruzarse de brazos y Las tres épocas se hallan en relación mutua. La mitad
estarse mirando al cielo: «Hombres de Galilea, ¿qué ha- de los tiempos es realización del tiempo de la espera; por
céis ahí parados mirando al cielo? Este mismo Jesús que eco se prepara y se interpreta mediante la Sagrada Escritura
os ha sido arrebatado al cielo volverá de la misma mane- (24,44-47). Lucas cita raras veces la Sagrada Escritura, pero
ra que le habéis visto irse al cielo» (Act 1,11). Hay que en los pasajes del Evangelio que son exclusivos de él
cumplir un gran encargo de Jesús: «Recibiréis la fuerza es con frecuencia su exposición un tejido en el que
del Espíritu Santo que sobre vosotros vendrá, y seréis tes- están entrelazados numerosos hilos del Antiguo Testa-
tigos míos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta mento. Los acontecimientos del tiempo de Jesús se ex-

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plican a la luz del Antiguo Testamento. De la palabra de Dios quiere mostrarse como el que actúa a través de
Dios reciben el sentido que Dios mismo les había prefija- todas las épocas de la historia de la salvación. Ésta no
do, se hace visible el plan de Dios que él realiza con la viene de los hombres, sino de Dios. «En la tierra paz en-
historia de la salvación. Mientras que el tiempo de la es- tre los hombres, objeto del amor de Dios» (2,14). Lo que
pera mira hacia adelante a la mitad de los tiempos, el e! hombre aporta, y debe aportar, es su pobreza. El pro-
tiempo de la Iglesia mira a la misma con una mirada re- grama de la acción salvifica de Jesús está contenido en el
trospectiva. En este tiempo medio está contenido todo pasaje de la Escritura que se leyó en la sinagoga y del que
aquello de que vive el tiempo de la Iglesia. El Espíritu dijo Jesús -que se había cumplido en aquella hora: «El
Santo, que es la fuerza de la Iglesia, era también la fuer- espíritu del Señor está sobre mí, porque me ungió para
za de Jesús, que con él fue ungido, por él oró, enseñó, anunciar el Evangelio a los pobres; me envió a procla-
obró; movido por él, caminó a través del país. La vida mar libertad a los cautivos y recuperación de la vista a
de Jesús es para la Iglesia el arquetipo de la vida. Sus su- los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos, a procla-
frimientos son también los de los discípulos, sus expe- mar un año de gracia del Señor» (Is 61,ls; 58,6). De aquí
riencias son también las experiencias de la Iglesia. El viene el que el evangelio de Lucas sea el evangelio de los
Evangelio da la clave de la doctrina y de la vida de la pobres que viven en pobreza social, de los pecadores, de
Iglesia. Lucas escribe su Evangelip para que Teófilo pue- los adeudados, de las mujeres que están humilladas y no
da procurarse certeza histórica acerca de aquello sobre lo gozan de plena consideración social, de los que lloran.
que ha sido instruido (1,4). Lo que Jesús vivió y enseñó, Jesús mismo forma parte de los pobres. Viene de Naza-
hay que realizarlo día tras día (9, 23). ret, nace en un establo, no tiene dónde reclinar la cabeza...
3. Dios es el que actúa a través de todas las épocas Ei magnificut de la humilde esclava (1,46-55) es indica-
de la historia. Lucas quiere narrar las grandes gestas de ción del tiempo de la salud que comienza con Jesús. Dios
Dios en la historia, siendo así historiador y narrador. Je- sale por los humildes, los desvalidos y los pobres. El que
sús tiene que llevar a cabo el plan salvador de Dios. Lucas está pagado de su propio poder cierra su corazón para
insiste más que los otros evangelistas en esta necesidad. con Dios, y Dios se cierra al que se le cierra. A través
El Resucitado habla así a los discípulos: «¡Oh, torpes y de todas las épocas de la historia de la salvación exige
tardos de corazón para creer todo lo que anunciaron los Dios que sean pequeños los que quieren recibir su salud.
profetas! ¿Acaso no era necesario que el Cristo padecie- El hombre se hace pequeño con la conversión. El
ra esas cosas para entrar en su gloria?» (24,25s). Jesús tiempo de salvación es tiempo de misericordia con todos.
obra con la autoridad de Dios. Su obra es manifestación Ahora bien, el presupuesto para recibir la salvación es la
de Dios. Esto fluye del coloquio del Hijo con el Padre, que conversión: «No he venido a llamar a los justos, sino a
se lo ha dado todo: poder y doctrina. De esta unión con los pecadores, para que se conviertan» (5,32) «Para que
Dios recibe Jesús sabiduría, decisión en la elección de los se conviertan» es un añadido de Lucas. El hombre se hace
discípulos, la gloria de la filiación divina en el bautismo, cargo de su situación mediante la palabra de Dios; ésta
en la transfiguración y en la resurrección. le informa sobre el juicio venidero y le descubre que es

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pecador. La preparación para la venida de Jesús, es con-
versión, arrepentimiento y paciencia.
Si Dios es el que obra en el tiempo de la salud, enton-
ces le corresponde la alabanza. Los relatos de los prodi-
gios realizados por Jesús acaban repetidas veces con la
alabanza de Dios. Las alabanzas más extensas de Dios
por sus obras salvíficas son el benedictus y el magníficat.
Pero también el pueblo que se entera del nacimiento de
Jesús (2,20), al igual que Isabel (l,41ss), alaba a Dios. SUMARIO
A las obras de Jesús se responde con alabanzas de
Dios (4,15; 13,13; 18,43). Después de la resurrección del
Propósito del evangelista (1,1-4).
hijo de la viuda de Naím, estalla el pueblo en un canto
de alabanza que reza así: «Un gran profeta ha surgido entre PARTE PRIMERA: E L COMIENZO DE LA SALVACIÓN (1,5-4,13).
nosotros; Dios ha visitado a su pueblo» (7,16; cf. 1,68). I. La promesa (1,5-56).
Jesús juzga conveniente que los sanados alaben a Dios 1. Anunciación del bautista (1,5-25).
(17,15.18). Las obras salvíficas de Dios por medio de Je- a) De un suelo santo (1,5-7).
b) Anunciado en una hora sagrada (1,8-12).
sús apuntan al reconocimiento de Jesús y en definitiva a
c) U n niño santo (1,13-17).
la alabanza de Dios. «Cuando el centurión vio lo suce- d) Fidelidad a la promesa (1,18-23).
dido, glorificaba a Dios, diciendo: "Realmente, este hom- e) Cumplimiento (1,24-25).
bre era un justo"» (23,47). También los Hechos de los 2. Anunciación de Jesús (1,26-38).
apóstoles ponen de relieve la asociación entre obra salva- a) Llena de gracia (1,26-29).
dora de Dios por Cristo, conversión y alabanza: «Si, pues, b) Promesa llena de gracia (1,30-34).
c) Concepción por gracia (1,35-38).
Dios les otorgó el mismo don que a nosotros cuando creí-
3. Encuentro (1,39-56).
mos en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder im- a) Las madres agraciadas (1,39-45).
pedírselo a Dios? Al oir esto, se tranquilizaron y glorifi- b) Cántico de María (1,46-55).
caron a Dios, diciendo: Según esto, Dios ha dado también c) Permanencia y regreso (1,56).
a los gentiles la conversión que conduce a la vida» (Act II. Nacimiento e infancia (1,57-2,52).
ll,17s). En el templo comienza el Evangelio de Lucas, y 1. Juan el Bautista (1,57-80).
a) Nacimiento e imposición del nombre (1,57-66).
en el templo termina. La liturgia de la oblación del in-
h) Cántico de Zacarías (1,67-79).
cienso es la introducción del gran hecho salvador, el culto c) Infancia de Juan (1,80).
sinagogal en Nazaret inaugura la actividad pública de Je- 2. Nacimiento de Jesús (2,1-20).
sús, las asambleas de la Iglesia naciente se efectúan en el a) Nacido en Belén (2,1-7).
templo de Jerusalén. «Y estaban continuamente en el tem- b) Dado a conocer por el cielo (2,8-14).
c) Anunciado por los pastores (2,15-20).
plo, bendiciendo a Dios» (24,53).
3. Imposición del nombre y presentación de Jesús (2,21-40).

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a) Imposición del nombre (2,21). b) Resurrección del hijo de la viuda de Naím (7,11-17).
b) Presentación en el templo (2,22-24). c) Mensaje del Bautista a Jesús (7,18-35).
c) Testimonio del profeta (2,25-35). d) Conversión de la pecadora (7,36-50).
d) Testimonio de la profetisa (2,36-38). 3. Mujeres que servían a Jesús (8,1-3).
e) Regreso a Nazaret (2,39-40). III. Más que profeta (8,4-9,17).
4. El niño de doce años (2,41-52). 1. En palabras (8,4-21).
a) Jesús en el templo (2,41-50). a) Parábola del sembrador (8,4-15).
b) De nuevo en Nazaret (2,51-52). b) Parábola de la lámpara (8,16-18).
III. Preparación a la actividad pública de Jesús (3,1-4,13) c) La verdadera familia de Jesús (8,19-21).
1. El Bautista (3,1-20). 2. En obras (8,22-56).
a) El comienzo (3,1-6). a) La tempestad calmada (8,22-25).
b) Predicación del Bautista (3,7-17). b) El endemoniado de Gerasa (8,26-39).
c) Fin del Bautista (3,18-20). c) Poder sobre la enfermedad y la muerte (8,40-56).
2. Preparación de Jesús para su misión (3,21-4,13). 3. La acción de los doce (9,1-17).
a) Bautismo de Jesús (3,21-22). a) La misión (9,1-6).
b) El nuevo Adán (3,23-38). b) Juicio de Herodes acerca de Jesús (9,7-9).
c) Tentación de Jesús (4,1-13). c) Regreso de los apóstoles y primera multiplicación de panes
(9,10-17).
PARTE SEGUNDA: ACTIVIDAD DE J E S Ú S EN GALILEA (4,14-8,50). IV. El Mesías sufriente (9,18-50).
I. Comienzos de la predicación (4,14-6,16). 1. Mesías y siervo de Yahveh (9,18-27).
1. Presentación (4,14-5,11). a) Confesión de Pedro (9,18-20).
o) Epígrafe (4,14-15). b) Primer anuncio de la pasión (9,21-22).
b) E n Nazaret (4,16-30). c) Seguir a Cristo en la pasión (9,23-27).
c) En Cafarnaúm (4,31-44). 2. Manifestación del Mesías sufriente (9,28-43).
d) Los primeros discípulos (5,1-11). a) Transfiguración de Jesús (9,28-36).
2. Obras de poder (5,12-5,39). b) Curación de un epiléptico (9,37-43a).
a) Curación del leproso (5,12-16). 3. La vía dolorosa del Mesías (9,43£>-50).
b) Perdón de pecados (5,17-26). a) Segundo anuncio de la pasión (9,43¿>-45).
c) Vocación de un publicano (5,27-39). b) Seguimiento de Cristo a la luz del anuncio de la pasión
3. Palabra de autoridad (6,1-19). (9,46-48).
a) Arrancar espigas en sábado (6,1-5). c) Uso del nombre de Jesús (9,49-50).
b) Curación en sábado (6,6-11).
c) Vocación de los doce (6,12-19). PARTE TERCERA: CAMINO DE JERUSALÉN (9,51-19,27).
II. Profeta, poderoso en palabras y en obras (6,20-8,3). I. El comienzo (9,51-13,21).
1. La nueva doctrina (6,20-49). 1. El Maestro en marcha y sus discípulos (9,51-9,62).
a) Bienaventuranzas y conminaciones (6,20-26). a) Recusación de alojamiento (9,51-56).
h) Amor a los enemigos (6,27-36). b) Llamamientos de discípulos (9,57-62).
c) N o juzguéis (6,37-38). 2. Misión de los setenta (10,1-24).
d) Verdadera religiosidad (6,39-49). a) Designación y misión (10,1-16).
2. La acción salvadora de Jesús (7,1-8,3). b) Regreso (10,17-20).
a) Curación del criado del centurión (7,1-10). c) Júbilo de Jesús (10,21-24).

14 15
3. Obras y palabras (10,25-42).
a) Amor al prójimo (10,25-37).
b) Escuchar la palabra (10,38-42).
4. La nueva oración (11,1-13).
a) La oración de los discípulos (11,1-4).
b) El amigo importuno (11,5-8).
c) Certeza de ser escuchados (11,9-13).
5. El Mesías y sus adversarios (11,14-54).
a) El más fuerte (11,14-28).
b) La señal (11,29-36).
c) El verdadero Maestro de la ley (11,37-54).
6. Los discípulos en el mundo (12,1-53).
a) Confesión intrépida (12,1-12).
b) Desapego de los bienes (12,13-21). TEXTO Y COMENTARIO
c) Confianza en Dios (12,22-34).
d) Vigilancia y fidelidad (12,35-53).
7. Llamamiento a la conversión (12,54-13,21).
a) Las señales del tiempo (12,54-59).
b) Los acontecimientos invitan a la conversión (13,1-9).
c) Se inicia la era de salvación (13,10-21).

16
PROPÓSITO DEL EVANGELISTA
1,1-4

San Lucas comienza con un prólogo que se adapta al uso


literario de los escritores de su época *. En un período amplio
y cuidadosamente elaborado se habla de lo que ha dado pie para
escribir la obra, de su contenido, fuentes, método y fin. Con ello
se trata de hallar acceso al mundo del helenismo.

1
En vista de que muchos emprendieron el trabajo de
componer un relato de los sucesos que se han cumplido
entre nosotros, 2 según nos los transmitieron los que fueron
testigos oculares y luego servidores de la palabra, 3 tam-
bién yo, después de haber investigado con exactitud todos
esos sucesos desde su origen, me he determinado a escri-
bírtelos ordenadamente, ilustre Teófilo, * a fin de que co-
nozcas bien lu solidez de las enseñanzas que has recibido.

El Evangelio de Lucas tiene precedentes y modelos. Ha


utilizado el Evangelio de Marcos y tiene afinidad con el
evangelio de san Mateo. Muchos emprendieron el traba-
jo... es sin duda una fórmula exigida por la estructura
literaria del prólogo. Quien escribe un Evangelio empren-

1. Cf. el prólogo del médico Dioscórides (en tiempo de Nerón) a sü


libro de medicina: «Dado que no sólo muchos antiguos sino también
modernos han escrito sobre la preparación y la virtud de los medicamentos...,
querido Ario, yo también voy a intentar...»

19
de una gran obra. Lucas sólo se permite afrontar esta evangelio de Jesucristo». Los autores se mantienen ocul-
empresa porque otros lo han hecho también ya antes que él. tos tras su obra. San Lucas se declara sin reparos: Me he
El autor va a escribir sobre sucesos que Dios había determinado. Su obra deberá figurar en la bibliografía,
preanunciado y que ahora se están cumpliendo entre los ha de ocupar un puesto en el mundo de los libros. Ade-
cristianos a quienes escribe Lucas. «Dios ha enviado el más, su autor dio a la tradición un sello más personal que
mensaje a los hijos de Israel y ha anunciado el Evangelio sus predecesores, aun conservando la forma original de
de paz por medio de Jesucristo» (Act 10,36). Este men- la predicación de Jesús. Escribe como helenista culto,
saje, esta palabra que anuncia y aporta salvación, tuvo como médico y discípulo de Pablo (Col 4, 14). Los evan-
comienzo con Jesucristo (Heb 2,3), que es el punto medio gelistas quieren, con el fervor de su fe, encender también
de la historia y la obra salvífica de Dios. Comenzando por en otros un fervor semejante, pero siempre manteniéndose
Galilea, se extendió la palabra a toda Judea, es decir, Pa- fieles a lo transmitido por tradición.
lestina; después de la ascensión de Jesús al cielo, la anun- Lucas, como investigador de la historia, quiere em-
ciaron en toda Judea y Samaría y hasta los confines de la prender su obra con exactitud. Sigue los acontecimientos
tierra (Act 1,8), los apóstoles, con la virtud del Espíritu remontándose hasta el principio e investiga todo lo que
Santo. Desde entonces no se ha detenido esa palabra, no está garantizado por los testigos oculares. Finalmente tra-
ha cesado de extenderse anunciando y aportando la sal- ta de narrar seguidamente y por orden todo lo que ha
vación que Dios había prometido. recogido. Ha puesto en todo el mayor empeño. Entre los
La fuente de la narración de Lucas y de sus predece- Evangelios es el de Lucas el que más se acerca por la for-
sores es la tradición de la Iglesia que se remonta a testi- ma a una exposición histórica de la vida de Jesús. Lucas
gos oculares. Éstos presenciaron y vivieron los grandes su- es el «historiador de Dios». Pero tampoco él quiere limi-
cesos de la historia de la salvación. Sólo podía ser heraldo tarse a escribir una historia o una biografía de Jesús, sino
del mensaje de Cristo después de su ascensión al cielo que tiene la intención de anunciar una buena nueva que
quien hubiera sido testigo «todo el tiempo en que anduvo aproveche para la salvación.
el Señor Jesús entre nosotros, a partir del bautismo de La obra está dedicada al ilustre Teófilo. ¿Quién era
Juan hasta el día en que nos fue arrebatado» (Act 1,21 s). este Teófilo, este «amado de Dios»? ¿Se llamaba así? ¿Le
Estos testigos de «todas las cosas que hizo Jesús en la dio Lucas este nombre porque era realmente «amigo de
región de los judíos y en Jerusalén» (Act 10, 39) fueron Dios»? ¿Qué personalidad se oculta bajo este nombre?
también servidores de la palabra. Dios los autorizó y los En todo caso debía de ser un hombre de influencia, un
equipó para que se pusieran al servicio de la grandeza di- alto funcionario; de lo contrario no se le daría el cali-
vina de la palabra. Bajo la palabra proclamada por los ficativo de «ilustre» (cf. Act 23,26). Era un hombre aco-
testigos y servidores de la palabra se halla la palabra de modado y de prestigio. Se le dedica el Evangelio para po-
Jesús, en la que Dios nos habla a nosotros. nerlo bajo su protección, a fin de que alguien corra con
San Mateo comienza su Evangelio con estas pala- los gastos de copiarlo y propagarlo. Como la palabra
bras : «Genealogía de Jesucristo», y Marcos: «Principio del hecha hombre se hizo dependiente de hombres, así tam-

20 21
bien la palabra de Dios en el libro debe contar con ser-
vicios humanos.
La predicación de la fe por la Iglesia había desper-
tado en Teófilo la fe. Lucas quiere, con su Evangelio, dar
a esta fe certeza y seguridad histórica. Nuestra fe no se
apoya en mitos y en leyendas inventadas, sino en hechos Parte primera
históricos. Lo que se cree y se vive en la Iglesia tiene su
último fundamento en Jesucristo, que actuó en este mun- EL COMIENZO DE LA SALVACIÓN
do en una hora histórica. 1,5-4,13

El tiempo en que fue preanunciada la salvación llega


a su término con Juan Bautista; el tiempo en que se rea-
liza lo anunciado y prometido comienza con Jesús. Juan
es «el mayor entre los nacidos de mujer; sin embargo, el
más pequeño en el reino de Dios es mayor que él» (7,28).
Jesús está por encima del Bautista.
Tres veces se comienza con Juan y tres veces se con-
tinúa con Jesús. Cada comienzo de Juan sirve a Jesús: la
anunciación (1,5-56), el nacimiento y la infancia (1,57-
2,52), la actividad pública (3,1-4,13). Los relatos trans-
curren de manera análoga, pero los informes acerca de
Jesús superan a los relatos sobre Juan incluso en su as-
pecto externo, por lo que se refiere a su extensión. Jesús
tiene que crecer, Juan tiene que disminuir (Jn 3,30).
Jesús fue preparado por el Bautista; el Bautista es
heredero de grandes personalidades de la historia de Is-
rael, de Sansón, de Samuel, de Elias. Palabras del An-
tiguo Testamento con que se diseñan estas personalida-
des sirven también para presentar a Juan y a Jesús. La
historia de la salvación no destruye lo que ella misma ha
creado, sino que echa mano de ello y lo lleva a la per-
fección. La luz brilla cada vez con mayor claridad hasta
que despunta el día. Dios obra cada vez con mayor po-

22 23
der: «Haré nuevamente con este pueblo extraordinarios po del emperador Augusto, que reinaba sobre «el mundo
prodigios, ante los que fallará la ciencia de los sabios y entero» (2,1). Juan está todavía encerrado en la estrechez
será confundida la prudencia de los prudentes» (Is 29,14). de Judea, Jesús trae la salvación al mundo entero.
Cristo es la realización de la historia de la salud. La anunciación de Juan está envuelta en claridades de
santidad. El Bautista se halla en el umbral del tiempo
de la salvación y es el presagio de la santificación venide-
ra. Cuando Dios establezca su reinado en Cristo, santificará
I. LA PROMESA (1,5-56). su nombre (11,2; Ez 20,41). La manifestación de la gloria
de Dios es también la manifestación de su santidad.
El mismo mensajero de Dios, Gabriel, anuncia el nacimiento Los padres de Juan cuentan entre los santos del país.
de Juan (1,5-25) y el de Jesús (1,26-38); ambos se encuentran al El padre es sacerdote del turno de Abías, y la madre tiene
encontrarse las madres (1,39-56).
por antepasado al sumo sacerdote Aarón. El matrimonio
de ambos respondía a los imperativos sagrados de la ley
1. ANUNCIACIÓN DEL BAUTISTA (1,5-25). sacerdotal: el sacerdote tomaba por esposa a la hija de un
sacerdote2. En Israel se propaga el sacerdocio por genera-
ción. Juan es sacerdote, está consagrado al servicio de Dios,
a) De un suelo santo (1,5-7).
es santo. Sin embargo, realizará este servicio de Dios muy
5
En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacer- diferentemente que su padre...
dote llamado Zacarías, del turno de Abías. Su mujer era Zacarías («Dios se acordó») e Isabel («Dios juró»)
de la descendencia de Aarón y se llamaba Isabel. 6 Am- son santos, porque son justos delante de Dios. Observan
bos eran auténticamente religiosos ante Dios, llevando todos los preceptos de la ley de Dios. La descendencia y
una conducta intachable en conformidad con todos los vocación sagrada se vive en la obediencia a la voluntad
mandamientos y órdenes del Señor. 7 Pero no tenían hijos, de Dios. La santidad es obediencia a Dios.
porque Isabel era estéril; además, eran ambos de avan- Grandes figuras de la historia sagrada habían sido hijos
zada edad. de madres estériles, don y presente de Dios, fruto de la
intervención divina en la naturaleza fallida: Isaac (Gen
Las obras salvíficas de Dios se llevan a cabo en la his- 17,16), el juez Sansón (Jue 13,2), Samuel (ISam 1-2). Tam-
toria de los hombres. También el libro de Judit comienza bién Juan había de ser una de estas figuras. La exposición
en forma análoga a la historia de la infancia de Jesús: de la anunciación de Juan está inspirada en la historia de
«En los días de Arfaxad» (Jdt 1,1). La historia sagrada la anunciación de estos grandes hombres. Juan fue un
requiere un estilo bíblico. Los días de Herodes caen en el hijo otorgado por la gracia de Dios, consagrado a Dios y
tiempo que va del 40 al 4 a.C. Mientras que el nacimiento santificado de manera nueva.
de Juan se asocia al tiempo de Herodes, rey de Judea 2. H.L. STBACK - P. BILLERBECK, Kommentar sum NT aus Talmud und
(Palestina), el nacimiento de Jesús tiene lugar en el tiem- Midrasch n , Munich 21956, p. 69s.

24 25
figuración, la elección de los apóstoles, la aceptación de
b) Anunciado en una hora sagrada (1,8-12). la pasión en el huerto de los Olivos, la muerte.
Aparece un ángel del Señor. El comienzo de la buena
8
Sucedió, pues, que mientras él estaba de servicio de- nueva viene del cielo. El ángel se deja ver a la derecha del
lante de Dios, según el orden de su turno, 9 le tocó en altar del incienso. El lado derecho presagia salvación (Mt
suerte, conforme a la costumbre litúrgica, entrar en el 25,33s). Todo lo que allí sucede fuerza a un silencio sa-
santuario del Señor para ofrecer el incienso, 10 y mientras grado, induce a reflexionar, es antiquísimo lenguaje reli-
ofrecía el incienso, todo el concurso del pueblo estaba gioso que indica ya el sentido de lo que se va a realizar.
orando fuera. ll Entonces se le apareció un ángel del Se- La aparición produce en Zacarías turbación y miedo.
ñor, puesto en pie, a la derecha del altar del incienso. Es el sentimiento numinoso ante lo divino. Dios es el Otro,
12
Zacarías, al verlo, se turbó, y lo invadió el miedo. el Inaccesible. «¡Ay de mí, perdido soy!, pues he visto a
Dios» (Is 6,5). El mensajero de Dios está envuelto en el
La historia del precursor de Jesús comienza en el san- resplandor de la tremenda gloria y santidad de Dios. La
tuario del templo. Sólo los sacerdotes pueden entrar en anunciación d& Juan tiene lugar en el recinto inaccesible
él. el pueblo ora fuera. El mismo sacerdote puede entrar del templo, en el orden riguroso del culto divino, atmós-
únicamente cuando le toca en suerte desempeñar el mi- fera en que se respira el tremendo poder del Santo, en el
nisterio sagrado cerca de Dios. mundo del espíritu del Antiguo Testamento.
Dios está cerca de su pueblo en el templo. Sin embar-
go, sólo está permitido acercarse a Dios-al que es llamado
por él: por elección y suerte. El Dios santo es el Dios le- c) Un niño santo (1,13-17).
jano, inaccesible.
La anunciación de Juan tiene lugar mientras se está 13
Pero el ángel le dijo: No temas, Zacarías; que tu
orando solemnemente. El sacrificio del incienso simboliza oración ha sido escuchada: tu esposa Isabel te dará un
la oración que se eleva a Dios. «Séate mi oración como hijo, al que llamarás Juan. 14 Para ti será motivo de gozo
el incienso, y el alzar a ti mis manos, como oblación ves- y alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento.
pertina» (Sal 141,2). El sacerdote remueve las brasas ar-
dientes del incensario de oro y se postra en adoración. Cuando una figura o aparición celestial —Dios mis-
Fuera está orando el pueblo: «Venga el Dios de la mise- mo, un ángel, Cristo— interpela a un hombre, inicia su
ricordia al santuario y acepte con complacencia la obla- alocución con las palabras de aliento: ¡No temas! Dios
ción de su pueblo» 3. Grandes momentos de la historia de quiere animar a los hombres, no deprimirlos.
la salvación, también en la vida de Jesús, tienen lugar du-
En este momento se ven cumplidas las oraciones
rante la oración: la manifestación en el bautismo, la trans-
de Zacarías: su ruego de tener descendencia y su ruego de
que se vieran cumplidas las promesas mesiánicas. El tiem-
3. BlLLERBÉCK II, |). 79. po final es el cumplimiento y la consumación de todas las

26 27
esperanzas y anhelos de la humanidad. Las plegarias de
los hombres tienen su última realización en el tiempo tabernáculo de la reunión, no sea que muráis. Es ley per-
final. petua entre sus descendientes» (Lev 10,9). La vida de
Dios fija el nombre del niño: con él da su misión y su Juan está consagrada a Dios, a Dios que viene a su pueblo.
poder. El nombre que ha de llevar el niño significa: Dios Como Juan estará lleno de Espíritu Santo, será pro-
es misericordioso. El tiempo de la visita de Dios por gra- feta que anuncie la palabra y la voluntad de Dios. Otros
cia es inminente, y Juan ha de proclamar la proximidad se vieron equipados como profetas ya en edad madura,
del tiempo de la salvación. cuando fueron llamados; Juan, en cambio, es profeta ya
Su nacimiento desencadenará una alegría escatotógica desde el primer momento de su vida, «desde el seno de su
y un júbilo de salvación. No sólo los padres se alegrarán, madre». El tiempo de la salvación se anuncia también
sino también muchos, la gran multitud de las comunida- mediante la plenitud del Espíritu Santo. Desde Sansón,
des creyentes. Juan tiene una misión en la historia de la pasando por Samuel y hasta Juan se va avanzando en es-
salud. Cierra el tiempo de las promesas y anuncia el nue- piritualización y en profundidad. Sansón no se corta el
vo tiempo de la salvación, que aporta júbilo y gozo. La cabello, Samuel no bebe bebidas inebriantes. Juan guarda
comunidad cristiana primitiva de Jerusalén celebra el cul- sólo lo segundo, pero su vida entera está llena de Espí-
to divino «con alegría y sencillez de corazón, alabando a ritu Santo.
Dios» (Act 2,46).
16
Hará que muchos hijos de Israel vuelvan al Señor,
15
Porque será grande a los ojos del Señor, jamás be- su Dios; 17 e irá delante de él con el espíritu y el poder
berá vino ni bebida embriagante y estará lleno de Espí- de Elias, para hacer que el corazón de los padres vuelva
ritu Santo desde el seno de su madre. hacia los hijos, y que los rebeldes vuelvan a la sensatez
de los buenos, a fin de preparar al Señor un pueblo bien
Será grande a los ojos del Señor. Su posición en la his- dispuesto.
toria de la salvación lo hace descollar por encima de todas
las grandes figuras de la historia sagrada. Estas personali- Dios manifiesta su gracia en Juan. Lo envía como pre-
dades vivían en la espera del reino de Dios y de la salva- dicador de la conversión del tiempo final. Juan hará que
ción, Juan la toca ya como con las manos y proclama su se conviertan, que vuelvan al Señor muchos hijos de Is-
alborada (cf. Le 7,28). rael, pueblo elegido de Dios, que se habían alejado de su
En su vida no se quedará Juan atrás con respecto a los Señor y Dios. El retorno a Dios apartará del pecado,
grandes del pasado. Los consagrados a Dios no beben be- cambiará los sentimientos interiores, ordenará la vida se-
bidas embriagantes: así Sansón (Jue 13,2-5.7), así el pro- gún la voluntad de Dios. Juan será precursor, heraldo del
feta Samuel (cf. ISam 1,15s). De los sacerdotes consagra- Señor que va a venir. El Antiguo Testamento aguarda
dos a Dios se dice: «No beberás vino ni bebida alguna la venida de Dios. Ahora se cumple lo que había predicho
inebriante tú ni tus hijos, cuando hayáis de entrar en el el profeta Malaquías: «Ved que yo mandaré el profeta

28 29
Elias antes de que venga el día de Yahveh, grande y te- mantendrá su palabra (Jue 6,36ss), y así también el rey
rrible» (Mal 3,23). El niño que ha de nacer no es Elias Ezequías cuando le promete Dios que prolongará su vida
que vuelve a aparecer (cf. Jn 1,21), sino que desempeñará (2Re 20,8). Los judíos piden señales (ICor 1,22). El hom-
su misión con el espíritu y la eficacia de Elias. bre teme ser engañado. Dios concede signos, pero quiere
El hijo de Zacarías preparará el camino para la reno- que el hombre aguarde el signo que él le dé, y que
vación de la alianza. Realizará lo que predijo Malaquías esté dispuesto a creer aun sin signos. «Bienaventurados
para el fin de los tiempos: «Pues he aquí que voy a en- los que no vieron y creyeron» (Jn 20,29).
viar mi mensajero, que preparará el camino delante de De la veracidad de la promesa es garante el mensa-
mí... Él convertirá el corazón de los padres a los hijos, y jero de la anunciación. Se llama Gabriel, «Dios es podero-
el corazón de los hijos a los padres, no venga yo a dar so». Puede cumplir lo que promete su palabra. El mensa-
toda la tierra al anatema» (Mal 3,1.24). Con él serán los je proviene de la más íntima proximidad de Dios. Gabriel
hombres reunidos en un pueblo, y este pueblo uno será es uno de los siete ángeles que están junto al trono, en
unido con Dios. Dios manifiesta su gracia en Juan, puesto presencia de Dios (Tob 12,15; Ap 8,2). Este ángel fue el
que mediante él hará que su venida sea tiempo de salva- que en la hora del sacrificio vespertino (Dan 9,21) formu-
ción y no juicio riguroso. Por eso envía a Juan, para que ló a Daniel la revelación de las setenta semanas de años,
prepare al Señor un pueblo bien dispuesto. La transfor- después de que él le había rogado insistentemente (9,4-19):
mación de los israelitas alejados de Dios en auténticos «Setenta semanas están prefijadas sobre tu pueblo y so-
miembros del pueblo, y la de los injustos en justos, es bre tu ciudad santa para acabar las transgresiones y dar
preparación de un pueblo bien dispuesto para el Señor. fin al pecado, para expiar la iniquidad y traer la justicia
eterna, para, sellar la visión y la profecía y ungir una san-
tidad santísima» (Dan 9,24). Ahora va a realizarse todo
d) Fidelidad a la promesa (1,18-23). esto. Juan va a introducir el tiempo de la salvación. El
poder del pecado se quiebra, se restablece la voluntad de
18
Entonces Zacarías dijo al ángel: ¿En qué conoceré Dios, se cumplen las promesas, se unge un nuevo lugar
esto? Porque yo ya soy viejo, y mi mujer, de avanzada santísimo, que es Cristo mismo.
edad. 19 El ángel le contestó: Yo soy Gabriel, el que está en
20
la presencia de Dios, y he sido enviado para hablar con- Pero mira: te vas a quedar mudo y sin poder hablar
tigo y anunciarte esta buena noticia. hasta el día en que se realicen estas cosas, por no haber
creído en mis palabras, las cuales se han de cumplir a su
Zacarías exige un signo, al igual que los hombres de tiempo.
v
los antiguos tiempos de Israel. Así Abraham, después
de la promesa de que recibirá Canaán como herencia, pre- En la repentina pérdida de la palabra y del oído (l,62s)
gunta: «Señor, Yahveh, ¿en qué conoceré que he de po- se hace tangible la intervención divina. Con la falta de fe
seerla?» (Gen 15,7s). Gedeón quiere un signo de que Dios y la exigencia de un signo, que provoca a Dios, el anun-

30 31
salud mesiánica lleva en sí toda bendición (Ef l,3s). Dios
ció de la salvación se convierte en castigo. Con tal exi- mismo bendice a su pueblo otorgándole el tiempo de salud.
gencia de signos tropieza la oferta salvífica de Dios a su Los sacerdotes tenían la costumbre de no prolongar las
pueblo por medio de Jesús y se convierte en juicio (11, acciones sagradas a fin de que el pueblo no se inquieta-
29s). Todas las personas que en la historia de la infancia se. La proximidad de Dios se les antojaba peligrosa a los
aceptaron con fe el mensaje de salvación, saltan de gozo hombres del Antiguo Testamento. De la mudez del sacer-
y se convierten en mensajeros del gozo de este mensaje. dote se concluye que ha habido alguna aparición de Dios.
La duda con que se exigen signos mata la alegría y cierra La manifestación de Dios es salvación y ruina. Para los
la boca del júbilo y del apostolado. que dudan es ruina, para los que creen es salvación. Aho-
El signo de castigo se da por terminado cuando se ra bien, la manifestación neotestamentaria comienza con
realiza la promesa. La duda de Zacarías y la exigencia de Juan: «Dios es misericordioso.»
signos por los judíos faltos de fe no pueden impedir la ve- El pueblo nota en Zacarías que Dios le ha hablado. No
nida de la salvación. Cuando nace Juan se extingue la puede captar el sentido de la revelación, pues Zacarías no
culpa de Zacarías. Cuando vuelva a venir Cristo al fi- podía hablar. Los acontecimientos salvíficos tienen nece-
nal de los tiempos, también Israel, en su calidad de pueblo sidad de una palabra que los esclarezca y los interprete.
de Dios, logrará la salvación y hablará alabando a Dios, Dios otorga la salvación y la palabra interpretativa: me-
después de haber callado como mudo a lo largo del tiem- diante el nacimiento de Jesús, mediante su muerte, mediante
po de la Iglesia (Rom ll,25s). sus sacramentos...

21 23
Entre tanto, el pueblo estaba esperando a Zacarías, Y cuando terminaron los días de su servicio litúrgi-
y se extrañaba de que se entretuviera tanto dentro del co, se retiró a su casa.
santuario. 22 Cuando, por fin, salió, no podía hablarles, y
entonces comprendieron que había tenido en el santuario No todos los sacerdotes tenían su domicilio en Jeru-
alguna visión; él intentaba explicarse por señas, pues se- salén; muchos vivían en las ciudades de Palestina. Había
guía mudo. pasado ya la semana del servicio litúrgico. Zacarías se
marchó de la ciudad santa. Llevaba consigo un gran
El Señor había ordenado a Moisés: «Habla a Aarón secreto, la realización de su anhelo, el signo de que no se
y a sus hijos, diciendo: De este modo habréis de bendecir había engañado y de que Dios mantendría su palabra.
a los hijos de Israel; diréis: Que Yahveh te bendiga y te Aunque castigado por Dios, volvió a casa con confianza:
guarde. Que haga resplandecer su faz sobre ti y te otorgue Dios es misericordioso.
su gracia. Que vuelva a ti su rostro y te dé la paz» (Núm La anunciación tuvo lugar durante la liturgia del tem-
6,23-26). La bendición es respuesta de Dios a la oración. plo. Dios dio respuesta a las súplicas de aquel templo, de
El pueblo había orado y aguarda la bendición. Ya no se sus sacerdotes y de su pueblo. Todavía un poco de tiem-
le bendice. Se alumbra una nueva fuente de bendición: la po, y el templo experimentará su máximo esplendor. Dios

32 33
NT, Le I, 3
mismo vendrá y lo llenará con su gloria. ¿Anunciarán al un hijo. No bebas, pues, vino ni otro licor inebriante y
pueblo este gozo los sacerdotes del templo? ¿O se que- no comas nada inmundo, porque el niño será nazireo de
darán mudos porque no creen? Dios desde el vientre de su madre hasta el día de su muer-
te» (Jue 13,6s). Semejante vida exige retiro. En una hora
grande recurre Isabel a un recuerdo bíblico para conocer
e) Cumplimiento (1,24-25). la voluntad de Dios.
Los días de esperanza y expectación los llena Isabel
24
Después de aquellos días, su esposa Isabel concibió, con oración. Da gracias a Dios: Así lo ha hecho el Señor
y se mantenía oculta durante cinco meses, diciéndose: conmigo. Una y otra vez recuerda la acción de Dios: Ha
25
Así lo ha hecho el Señor conmigo, cuando le ha pare- puesto los ojos en mí. Recuerda su humillación: Me ha
cido bien acabar con mi descrédito ante la gente. quitado el oprobio de la esterilidad. Ella misma ha expe-
rimentado la historia de su pueblo: «Acuérdate de todo
Isabel forma parte de aquella serie de mujeres que el camino que Yahveh, tu Dios, te ha impuesto estos cua-
eran estériles, pero que por disposición divina concibieron renta años por el desierto, para castigarte y probarte, para
de manera natural: Sara, que fue madre de Isaac (Gen conocer los sentimientos de tu corazón... Ahora, Yahveh,
17,17), Manué, madre de Sansón (Jue 13,2), Ana, madre tu Dios, va a introducirte en una buena tierra, tierra de
de Samuel (ISam 1,2.5). Dios les abrió el seno materno torrentes, de fuentes, de aguas profundas, que brotan en
(Gen 29,31), que antes había estado cerrado (ISam 1,5). los valles y en los montes» (Dt 8,2-7).
María concibe sin concurso de varón por la virtud del
Espíritu Santo. Isabel pertenece todavía al Antiguo Testa-
mento; con María se inaugura la «nueva creación» de 2. ANUNCIACIÓN DE JESÚS (1,26-38).
Dios, en la que el hombre no puede hacer otra cosa que
aguardar y recibir confiadamente la salvación. El relato de la anunciación de Jesús es una obra maestra en
Dios ordena y combina los hechos de la historia sin la forma, un «Evangelio áureo» en el contenido. Tres veces habla
privar de libertad al hombre. Isabel se mantuvo oculta el ángel, y tres veces responde María. Tres veces se dice lo que
Dios pretende hacer con María, y tres veces se expresa su actitud
durante cinco meses. Nadie tenía noticia de su estado. En
ante la oferta de Dios. El ángel entra donde está María (1,26-29).
el sexto mes fue María remitida a Isabel por el mensajero Anuncia el nacimiento del Mesías (1,30-34) y revela la concep-
de Dios: «Ya está en el sexto mes la que llamaban estéril» ción virginal (1,35-38).
(1,36). Isabel era para María un signo otorgado por Dios.
¿Por qué se mantuvo oculta Isabel? La madre del con-
sagrado a Dios vive como consagrada a Dios. Para la a) Llena de gracia (1,26-29).
madre de Sansón era esto voluntad de Dios: «Ha venido
a mí un hombre de Dios. Tenía el aspecto de un ángel de 26
En el sexto mes, el ángel Gabriel jue enviado de
Dios muy temible... Él me dijo: Vas a concebir y a parir parte de Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,

34 35
27
a una virgen, desposada con un hombre llamado José, historia de Jesús comienza con una muchacha, quizá de
de la casa de David. El nombre de la virgen era María. unos 12 ó 13 años. Estaba desposada, como convenía a
una joven de aquella edad. El prometido de María se lla-
La anunciación de Jesús llama la atención hacia la maba José. Todavía no la había llevado a su casa y
anunciación de Juan. En el sexto mes... Juan sirve a Je- todavía no había comenzado la vida conyugal. La desposa-
sús. La concepción de la estéril remite a la concepción da era virgen. José era de la casa de David. Dios lo dis-
virginal de María. Aunque Jesús vendrá más tarde, es, puso todo de modo que el hijo de María fuera hijo de la
sin embargo, anterior a él (Jn 1,27). virgen, hijo legal de José, descendiente de la estirpe regia
El mensajero de la anunciación es una vez más Ga- de David. Dios lo dispone todo en su sabiduría.
briel. Viene de la presencia de Dios. Se inicia un movi- El nombre de la virgen era María. Así se llamaba tam-
miento del cielo a la Tierra. Gabriel fue enviado por Dios. bién la hermana de Aarón (Éx 15,20). No sabemos lo que
No se limita a aparecer, como en la anunciación de Juan, significa este nombre: ¿Señora? ¿Amada por Yahveh?...
sino que viene. Lo que ahora comienza es un venir de Pero el nombre adquiere consagración y brillo tan luego
Dios a los hombres en la encarnación. resuena por primera vez en la historia de la salud. La
En la anunciación de Juan termina la misión del ángel misión del ángel que está en la presencia de Dios termina
en el templo de Dios, en el espacio sagrado, reservado, en María.
inaccesible. En la anunciación de Jesús termina la misión
del ángel en una ciudad de Galilea, en la «Galilea de los 28
Y entrando el ángel a donde ella estaba, la saludó:
gentiles» (Mt 4,15), en la parte de tierra santa que pasaba ¡Alégrate, llena de gracia! El señor está contigo, bendita
por ser no santa, a la que parecía haber descuidado Dios, tú eres entre las mujeres4.
de la que «no había salido ningún profeta» (Jn 7,52). En
un principio no se menciona el nombre de la ciudad, como Para la anunciación de Juan aparece el ángel y está
si no quisiera venir a los labios. Finalmente sale a relucir sencillamente ahí; en la anunciación de Jesús entra el ángel
eJ nombre: Nazaret. La ciudad no tiene relieve alguno en donde está María y la saluda. El nacimiento de Juan se
la historia. La Sagrada Escritura del Antiguo Testamen- anuncia en el santuario del templo, el nacimiento de Jesús
to no mencionó nunca este nombre, la historiografía de los en la casa de la Virgen. En el Antiguo Testamento mora
judíos (Flavio Josefo) no tiene nada que referir sobre esta
Dios en el templo, en el Nuevo Testamento establece su
ciudad. Un contemporáneo de Jesús dice: «¿Es que de
morada entre los hombres. «La Palabra se hizo carne y
Nazaret puede salir algo bueno?» (Jn 1,46). Dios elige lo
puso su morada entre nosotros» (Jn 1,14).
insignificante, lo bajo, lo despreciado por los hombres.
El ángel saluda a María; a Zacarías no lo saludó. Sa-
La ley de la encarnación reza así: «Jesús... se despojó a
sí mismo» (Flp 2,7).
4. Las palabras «bendita tú entre las mujeres» no son seguras según la
La historia de Juan comienza con el sacerdote Zaca- crítica textual; pueden haberse introducido aquí a partir de 1,42. Razones
estilísticas abogan por la autenticidad; ambas fórmulas de saludo resultan
rías y su esposa Isabel, que era de la estirpe de Aarón; la paralelas.

36 37
luda a esta muchacha de Nazaret, aunque en Israel un su gracia. Dios le ha otorgado su favor, su benevolencia,
hombre no saluda a una mujer. El saludo se expresa con su gracia. Ella «ha hallado gracia ante Dios». En la inter-
dos fórmulas. Cada una consta de saludo y de interpela- pelación profética, con cuyas primeras palabras ha salu-
ción. La primera es: «¡Alégrate, llena de gracia!» Los que dado el ángel a María, se desarrolla este favor divino:
hablan griego saludan así: ¡Alégrate! Los que hablan ara- «El Señor ha descartado a tus adversarios y ha rechazado
meo saludan como saludó Jesús a sus discípulos después a tus enemigos; el Señor está en medio de ti. No verás más
de la resurrección: «¡Paz con vosotros!» (Jn 20,19.26). el infortunio... No temas... El Señor, tu Dios, está en me-
¿Cuál es la idea de Lucas cuando pone en boca del ángel dio de ti como poderoso salvador. Se goza en ti con trans-
este saludo: «Alégrate»? portes de alegría, te ama con delirio...» (Sof 3,15-17).
En Lucas, la historia de la infancia (1-2) está llena de María es la ciudad en medio de la cual (en cuyo seno)
palabras y de reminiscencias de la Biblia veterotestamen- habita Dios, el rey, el poderoso salvador. Ella es el resto
taria: es una pintura con colores tomados del Antiguo de Israel, al que Dios cumple sus promesas, es el germen
Testamento. También Mateo emplea para su historia de del nuevo pueblo de Dios, que tiene Dios en medio de
la infancia pruebas del Antiguo Testamento. Introduce los ella (cf. Mt 18,20; 28,20).
textos con fórmulas solemnes, mientras que Lucas narra El segundo versículo de la salutación comienza con las
con textos tomados del Antiguo Testamento. No indica sus palabras: El Señor está contigo. Grandes figuras de la
fuentes, sino que nos deja a nosotros la satisfacción de historia sagrada habían oído estas mismas palabras, que
descubrirlas y nos invita a reconocer a la luz de la pala- habían de sostenerlos y animarlos: Moisés, cuando en el
bra de Dios los hechos que él ha podido saber por la desierto fue llamado por Dios para ser guía y salvador
tradición. de su pueblo. El ángel del Señor se le apareció en una
Con esta exclamación: ¡Alégrate!, saluda el profeta llama de fuego, que ardía de una zarza (Éx 3,2). Cuando
Sofonías a la ciudad de Jerusalén cuando contempla el se creía incapaz de responder a su vocación, le dijo Dios:
futuro mesiánico. «¡Canta, hija de Sión! ¡Da voces jubilo- «Yo estaré contigo, y ésta será la señal de que estoy con-
sas, Israel! ¡Alégrate y regocíjate de todo el corazón, hija tigo...» (Éx 3,12). Algo parecido sucedió al juez Gedeón:
de Jerusalén!» (Sof 3,14). Análogamente Joel: «No temas, «Apareciósele el ángel de Yahveh y le dijo: Yahveh está
tierra, alégrate y gózate, porque son muy grandes las cosas contigo, valiente héroe... Gedeón le dijo: Si he hallado
que hace Yahveh» (Jl 2,21; cf. Zac 9,9). «¡Alégrate!» era gracia a tus ojos, dame una señal de que eres tú quien
una fórmula fija, litúrgica y profética, que se utilizaba a me habla» (Jue 6,12.15-17). Con este saludo se sitúa Ma-
veces cuando el oráculo profético tenía un desenlace fa- ría entre las grandes figuras de salvadores de la historia
vorable. Ahora saluda el ángel a María con esta fórmula sagrada. Dios le ha otorgado su gracia especial y su pro-
mesiánica. tección.
El ángel la llama llena de gracia. Los padres de Juan Al saludo sigue de nuevo la alocución: Bendita tú
son irreprochables, porque observan la ley de Dios; María entre las mujeres. También estas palabras son venerandas
goza de la complacencia de Dios porque está colmada de y están santificadas por una antigua tradición bíblica. La

38 39
heroína Jael, que aniquiló al enemigo de su pueblo, es quiere salvar. «No temas, pues yo estoy contigo» (Is
elogiada con estas mismas palabras: «Bendita Jael entre 43,5). Todos ellos temían el encargo de Dios, porque se
las mujeres» (Jue 5,24). A Judit, que terminó con el opre- daban cuenta de su flaqueza. No de otra manera María.
sor de su ciudad natal, dice el príncipe del pueblo Ozías: La gracia de Dios la asistirá. Por medio de María toma
«Bendita tú, hija, sobre todas las mujeres de la tierra por Dios la iniciativa de llevar a término la historia de la
el Señor, el Dios Altísimo... Hoy ha glorificado tu nom- salud. Has hallado gracia ante Dios. Dios es quien hace
bre, de modo que tus alabanzas estarán siempre en la boca lo grande precisamente en los pequeños. «Cuando me sien-
de cuantos tengan memoria del poder de Dios» (Jdt 13, to débil, entonces soy fuerte» (2Cor 12,10).
18s). María cuenta entre las grandes heroínas de su pue- El poder de la gracia hará cosas asombrosas: Mira.
blo; ella ha traído al Salvador que nos librará de todos E! ángel anuncia para qué ha elegido Dios a María. Las
los enemigos (cf. Le 1,71). palabras de la anunciación evocan la profecía con que el
profeta Isaías anunció al Emmanuel («Dios con nosotros»):
29
Al oir estas palabras, ella se turbó, preguntándose «Mira: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le
qué querría significar este saludo. pondrá por nombre Emmanuel» (Is 7,14; cf. Mt 1,23).
Las palabras de la anunciación que se referían a Juan,
El saludo había terminado. María se turbó por la pa- fueron dirigidas a Zacarías y hacían referencia a la mu-
labra del ángel. Zacarías se turbó por la aparición del jer. En la anunciación de Jesús se dirige el ángel sola-
ángel, María se turba por su palabra. La humilde mucha- mente a María: ésta concebirá, dará a luz e impondrá el
cha se turba por la grandeza del saludo. nombre. No se menciona ningún hombre, ni ningún padre.
Se preguntaba qué podía significar aquel insólito sa- Se prepara el misterio de la concepción virginal.
ludo. Dado que oraba y vivía entre los pensamientos de Tú concebirás en el seno. ¿Por qué decir esto? Tam-
la Sagrada Escritura, tenía que surgir en ella un ba- poco la Sagrada Escritura habla así. Sin embargo, el pro-
rrunto de la grandeza que se le anunciaba con aquellas feta Sofonías había dicho dos veces: El Señor en medio
palabras. de ti. Esto se realizará de una manera nunca oída. Dios
morará en el interior, en el seno de la virgen. Estará con
b) Promesa llena de gracia (1,30-34). ella (Emmanuel). María será el nuevo templo, la nueva ciu-
dad santa, el pueblo de Dios, en medio del cual mora él.
30 El niño ha de llamarse Jesús. Dios fija este nombre,
Entonces el ángel le dijo: No temas, María; porque
has hallado gracia ante Dios. 31 Mira: concebirás en tu María lo impondrá. No se da explicación del nombre, como
seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre tampoco se explicó el nombre de Juan. Todo lo que se
Jesús. dice de ellos explica sus nombres. Dios quiere ser sal-
vador por medio de Jesús: «El Señor, tu Dios, está en
Moisés (Éx 3,1 ls) y Gedeón (Jue 6,15s) y Sión (Sof medio de ti como poderoso salvador» (Sof 3,17).
3,16s) e Israel tenían necesidad de ser alentados así: Dios

40 41
32 La respuesta al mensaje de Dios es una pregunta.
Éste será grande y será llamado Hijo de\ Altísimo;
y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, 33 rei- Zacarías pregunta (1,18), y también María. Zacarías pre-
nará por los siglos en la casa de Jacob y su reinado no gunta por un signo que le convenza de la verdad del men-
tendrá jin. saje; María cree en el mensaje sin preguntar por un signo.
Zacarías creerá cuando vea resuelta su pregunta; María
Juan será «grande a los ojos del Señor». Jesús es gran- cree y sólo después busca solución a la pregunta que se
de sin restricción y sin medida. Será llamado y será Hijo le ofrece.
del Altísimo. El nombre reproduce el ser. El Altísimo es La pregunta de María hace caer en la cuenta de la
Dios. El poder del Altísimo envolverá a María en su imposibilidad humana de conciliar maternidad y virgini-
sombra; por esto, su hijo se llamará Hijo de Dios. dad. María ha de ser madre, como lo ha comprendido
En el niño que se anuncia se cumple la profecía que por el mensaje del ángel: Concebirás en tu seno y darás
el profeta Natán hizo al rey David de parte de Dios, y a luz un hijo. Pero al mismo tiempo es virgen: No conozco
que como estrella luminosa acompañó a Israel en su his- varón, no tengo relaciones conyugales. La pregunta de
toria: «Cuando se cumplan tus días y te duermas con tus María sirve a la vez también de introducción a la explica-
padres, suscitaré a tu linaje, después de ti, el que saldrá ción divina que ha de hallar este misterio (1,35). No va-
de tus entrañas, y afirmaré su reino. Él edificará casa a mi mos a detenernos precisamente a investigar a qué situa-
nombre, y yo estableceré su trono para siempre. Yo seré ción externa e interna, a qué estado de ánimo se debió
para él un padre, y él será para mí un hijo... Permanente el que María hiciera esta pregunta. Se ha investigado el
será tu casa y tu reino para siempre ante mi rostro, y tu Evangelio en este sentido 5 . ¿Y qué se ha logrado? En
trono estable por la eternidad» (2Sam 7,12-16). Jesús será
soberano de la casa de David y a la vez Hijo de Dios. Su 5. En Occidente se ha sostenido con frecuencia desde san Agustín hasta
nuestros días la opinión de que María había hecho un propósito (voto) de
reinado permanecerá para siempre. mantenerse perpetuamente virgen, pero que se había desposado a fin de tener
un protector de su virginidad; que por ello dijo al ángel: «¿Cómo va a ser
Remará por los siglos en la casa de Jacob. En él se esto, puesto que yo no conozco varón?» Contra esto se objeta: Tal voto
cumplirá lo que se dijo del siervo de Yahveh: «Poco es (propósito) de virginidad no era conocido en el AT ni se consideraba como
un ideal; si había esenios que vivían en celibato, no lo hacían por un
para mí que seas tú mi siervo para restablecer las tribus respeto a la virginidad o al celibato basado en motivos religiosos, sino porque
de Jacob y reconducir a los supervivientes de Israel. Yo se tenía poca estima de la mujer y del matrimonio y se veía en éste un
impedimento para el estudio y cumplimiento de la ley. Que los desposorios
haré de ti luz de las naciones para llevar mi salvación con José tengan el significado alegado, es cosa que no se desprende del texto.
hasta los confines de la tierra» (Is 49,6). Jesús reunirá Por estos reparos afirman hoy no pocos: María, con su pregunta, expresó su
sorpresa y extrañeza: ¿Cómo era posible que fuera madre entonces, ya que
al pueblo de Dios, e incluso los gentiles se le incorpora- - todavía no la había llevado su esposo a su casa ? En efecto, estaban prohi-
rán. Fundará un reino que abarque el mundo, los pueblos bidas las relaciones conyugales entre quienes sólo estaban unidos por espon-
sales. También esta hipótesis se basa en presupuestos nada seguros. El ángel
y los tiempos. no dijo: La concepción va a tener lugar inmediatamente; María dijo senci-
llamente : «puesto que yo no conozco varón», pero no dijo: «puesto que yo
34 no conozco todavía varón». También se ha intentado esta otra solución:
Pero María preguntó al ángel: ¿Cómo va a ser esto, María cuenta entre las personas piadosas del país y, como Zacarías e Isabel,
puesto que yo no conozco varón? como Simeón y Ana, esperaría el cumplimiento de las promesas mesiánicas.

42 43
lugar de una solución clara e indubitable, nuevos enigmas. En esta concepción y en esta acción de Dios se supera
La pregunta no debe constituirse en punto de partida de todo lo que hasta ahora había sucedido a los grandes de
un análisis psicológico de la virgen desposada, bajo la la historia sagrada: a Isaac, Sansón, Samuel, Juan Bau-
impresión del anuncio de su maternidad. También Lucas tista. ¿Quién es Jesús?
consignó la pregunta y no le dio ninguna explicación. La El Espíritu Santo vendrá sobre ti. Fuerza divina, no
pregunta le parecía importante; en efecto, llama la aten- fuerza humana, será la que active el seno materno de Ma-
ción. Nosotros mismos nos hacemos también esta pre- ría. El Espíritu Santo es una fuerza que vivifica y ordena.
gunta : ¿Cómo se puede conciliar virginidad y maternidad? «La tierra estaba confusa y vacía..., pero el espíritu de
Dios se cernía sobre la superficie de las aguas» (Gen 1,2).
«Si mandas tu hálito (tu espíritu) son creados (los vivien-
c) Concepción por gracia (1,35-38). tes)» (Sal 104,30). El milagro de la concepción virginal
y sin padre, de Cristo, es la suprema revelación de la li-
35
Y el ángel le respondió: El Espíritu Santo vendrá bertad creadora de Dios. Un nuevo patriarca surge por la
sobre ti y el poder del Altísimo te envolverá en su som- libre acción creadora de Dios, pero con la cooperación de
bra; por eso, el que nacerá será santo, será llamado Hijo la vieja humanidad, por María. Jesús es Hijo de Dios como
de Dios. ningún otro (3,38).
El poder del Altísimo te envolverá en su sombra. La
La acción de Dios es increíblemente nueva. Hasta nube que oculta al sol, envuelve en sombras y es a la vez
aquí se trataba de personas ancianas y estériles, a las que signo de fertilidad, porque encierra en sí la lluvia. Del
se otorgó de manera maravillosa lo que la naturaleza sola tabernáculo en que se manifestaba Dios en el Antiguo
no había sido capaz de lograr. Ahora se trata de una virgen Testamento se dice: «La nube cubrió el tabernáculo, y la
que ha de ser madre sin ninguna cooperación humana. gloria de Yahveh llenó la morada» (Éx 40,34). Cuando
Jesús ha de recibir la vida «no de sangre (de varón y fue consagrado el templo en tiempos de Salomón, una
de mujer) ni de voluntad humana (de los instintos), ni de nube lo envolvió: «Los sacerdotes no podían oficiar por
voluntad de varón, sino de Dios» (Jn 1,13)e, de la virgen. causa de la nube, pues la gloria de Dios llenaba la casa»
(IRe 8,11). La gloria de Dios es luz radiante y virtud
Como virgen que era, pensaría en la que había de ser la madre del Mesías.
Así habría meditado también I s 7,14, profecía que habla de la madre virgen activa. Dios no está inactivo en el templo, sino que mora
del Mesías. En esa situación oye el mensaje del ángel y da como respuesta: en él desplegando su acción. La gloria de Dios, que es
«¿Cómo va a ser esto, pues entonces (en ese caso, en el caso del cumplimiento
de la profecía) no conozco (no puedo conocer) varón?» También esta hipó- fuerza, llena a María y causa en ella la vida de Jesús. En
tesis se basa en presupuestos que no están fundados en et texto, y en pre- Jesús se manifiesta la gloria de Dios mediante la encarna-
tendidas explicaciones filológicas que tampoco autoriza el contexto.
6. Según una antigua lectura reza así Jn 1,13: «A todos los que lo
recibieron, a todos los que creen en el nombre de aquel que no de sangre...
no se puede aducir como testimonio explícito del nacimiento virginal de
sino de Dios nacieron, les dio potestad de llegar a ser hijos de Dios.» A pesar
Jesús, sin embargo, la complicada formulación de Jn 1,13 muestra que la
de los buenos testigos, esta lectura no parece ser genuina; en efecto, siendo
filiación divina de los fieles por gracia tiene su modelo en el nacimiento
la más fácil, no se explica cómo, a pesar de su alto valor apologético, no se
virginal de Jesús.
ha impuesto frente a la otra lectura. Aun cuando el Evangelio de san Juan

44 45
ción que se produce de María. María es el nuevo templo, momento nada podía afectarle tanto, para nada tenía tan-
en el que Dios se manifiesta a su pueblo en Jesús, María ta comprensión como para la maternidad. También ha
es el tabernáculo de la manifestación en el que habita el concebido Isabel, que era tenida por estéril. Éste es el sexto
Mesías, el signo de la presencia de Dios entre los hombres. mes. Los signos de la maternidad son manifiestos, son
La concepción virginal por el espíritu y la virtud del signos de la maravillosa intervención divina.
Altísimo indica que Jesús, el que nacerá será santo, Hijo de No hay nada imposible para Dios (literalmente: «La
Dios. A Jesús se le llama santo (Act 2,27), es el Santo palabra de Dios nunca carece de fuerza»). Lo que dice
de Dios (4,34). Jesús, en cuanto concebido y dado a luz el ángel a María, lo dijo ya Dios a Abraham: «¿Por qué
gracias al Espíritu, es desde el principio, desde su misma se ha reído Sara, diciéndose: De veras voy a parir, siendo
concepción, poseedor del Espíritu. Juan poseyó el Espí- tan vieja? ¿Hay algo imposible para Yahveh?» (Gen
ritu desde el seno materno, los profetas y los «espiritua- 18,13s). La palabra de Dios está cargada de fuerza, es
les» son penetrados del Espíritu durante algún tiempo. eficaz. La fe de María se ve apoyada por el hecho salví-
Jesús supera a todos los portadores de Espíritu. Por el fico efectuado en Isabel, por el testimonio de la Escritura
hecho de poseer el Espíritu desde el principio, puede tam- acerca de Abraham. La entera historia de la salvación y
bién comunicar el Espíritu (24,49; Act 2,33). la vida de la Iglesia es signo.
Jesús es llamado Hijo de Dios, y lo es. Por haber na- Desde Abraham e Isaac, pasando por Isabel y Juan,
cido gracias a la virtud del Altísimo, por eso es Hijo del se extiende un arco que llega a María y Jesús. La fuerza
Altísimo (1,32; 8,28), Hijo de Dios. No es hijo de Dios que sostiene la historia de la salud y la acción salvadora
como Adán es también hijo de Dios (3,38) mediante crea- de Dios, que comenzó en Abraham, alcanzó en Juan su
ción por Dios, sino por generación, no como los que aman, cumbre veterotestamentaria y halló su consumación en Je-
que reciben como gran recompensa ser hijos del Altísimo sús, es siempre la palabra de Dios, que nunca carece de
(6,35), sino desde el principio, desde la concepción. fuerza. Abraham recibe de Sara un hijo porque ha halla-
do gracia a los ojos de Dios (Gen 18,3). María recibe su
36
Y ahí está tu parienta Isabel: también ella, en su hijo porque ha hallado gracia (1,30). María se reconoce
vejez, ha concebido un hijo; ya está en el sexto mes la hija de Abraham en la fe y en la gracia; en su hijo se
que llamaban estéril, 37 porque no hay nada imposible cumplen todas las promesas, que se habían hecho a
para Dios. Abraham y a su descendencia (Gal 3,16).
María está emparentada con Isabel. Así también Ma-
María, contrariamente a Zacarías, no pidió ningún ría debe descender de la tribu de Leví y estar emparenta-
signo que acreditara su mensaje, todavía más difícil de da con el sumo sacerdote Aarón. Jesús pertenece a la
creer, sino que creyó sin signo alguno; pero Dios le otor- tribu de Leví por su descendencia de María, y por su
gó un signo. Dios no exige una fe ciega. Apoya con un posición jurídica es tenido por hijo de José y, por consi-
signo la buena voluntad de creer. guiente, por descendiente de David (y de Judá). En los
Dios da un signo que se acomoda a María. En aquel tiempos de Jesús estaba viva la esperanza de que vendrían

46 47
dos Mesías: uno de la tribu de Leví, que sería sacerdote, Y Abraham dijo: «Aquí está tu siervo». Desde el princi-
y otro de la tribu de Judá, que sería rey 7. Sin embargo, el pio hasta el fin, los preceptos de Dios exigen obediencia.
plan de Dios era que Jesús reuniera en su persona la dig- Cristo entró en el mundo con un acto de obediencia (Heb
nidad sacerdotal y la regia. ¿Hasta qué punto pensaba 10,5-7), y con un acto de obediencia salió de él (Flp 2,8).
Lucas en esto? En todo caso su imagen de Cristo tiene El hombre sólo puede lograr la salvación si obedece:
más rasgos sacerdotales que regios, su Cristo es salvador «No todo el que me dice: ¡Señor, Señor!, entrará en el
de los pobres, de los pecadores, de los afligidos... reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi
Padre que está en los cielos» (Mt 7,21).
83a
Dijo entonces María: He aquí la esclava del Señor; En la frase de María no hay ningún «yo». Dios lo es
hágase en mí según tu palabra. todo para María. El término y la consumación del tiempo
de la salud bajo la soberanía de su Hijo tendrá lugar
El mensaje de Dios ha sido transmitido, la reflexión cuando Cristo, al que el padre lo ha sometido todo, lo
de María ha cesado, el signo se ha ofrecido; ahora se someta todo a aquel que todo se lo ha sometido, de modo
aguarda la respuesta. Dios suscita anhelos, atrae, solicita, que «Dios lo sea todo en todos» (ICor 15,28).
elimina resistencias, persuade, pero no fuerza nunca. Ma-
38b
ría ha de dar su consentimiento con libre decisión. Y el ángel se retiró de su presencia.
Por el mensaje comprendió María la voluntad de Dios.
Esta voluntad la cumple como esclava del Señor. La volun- Las palabras se retiró enlazan los dos cuadros de las
tad de Dios lo es para ella todo. La historia de la salva- anunciaciones; en efecto, también de Zacarías se dice que
ción comienza con el acto de obediencia de Abraham. El se retiró a su casa (1,23). Ambos cuadros tienen una es-
Señor le dijo: «Salta de tu tierra... para la tierra que yo tructura común, ambos invitan a la comparación por su
te indicaré. Yo te haré un gran pueblo... Fuese Abraham semejanza y sus diferencias. En el comentario se ha pro-
conforme le había dicho Yahveh» (Gen 12,1-4). Según curado penetrar en ellas. De estas consideraciones resuena
una tradición judía, dijo Dios a Abraham: «¡Abraham!». siempre una cosa: Jesús es el mayor.
Una vez que María expresó su obediencia, quedó ter-
7. La asociación de realeza y sacerdocio en una persona pertenece a los minada la misión del ángel. No se dice cómo se verificó la
tiempos más antiguos. Se esperó también para el futuro. Según Éx 19,6, es concepción. Ante lo más grande se recomienda el silencio.
Israel un «reino de sacerdotes y un pueblo santo». El profeta Zacarías recibe
el encargo de coronar al sumo sacerdote Josué (Zac 6,9-14). La coronación Lo que no expresó Lucas, lo formuló Juan en estas pala-
del sumo sacerdote significa que se le confía el peder civil. En la época de bras: «Y la Palabra se hizo carne» (Jn 1,14).
los Macabeos se realiza esta asociación: «Los judíos y sacerdotes resolvieron
instituir a Simón por príncipe y sumo sacerdote para siempre, mientras no
aparezca un profeta digno de fe» (IMac 14,41). Por influjo macabeo se halla
esta asociación, ante todo, en el Testamento de los doce patriarcas. En el
judaismo tardío distinguieron además los textos de Qumrán y el documento
de Damasco, entre un Mesías sacerdotal y un -Mesías regio, un Mesías de la
tribu de Leví y otro de la tribu de Judá, estando el Mesías regio subordinado
al Mesías sacerdotal.

48 49
NT, Le I, 4
Al término de la marcha entra María en casa de
3. ENCUENTRO (1, 39-56). Zacarías y saluda a Isabel. También esto se hace con pres-
teza. Sólo saluda a Isabel, a quien Dios la ha remitido.
El encuentro entre María e Isabel enlaza las dos narraciones
de la anunciación de Juan y de Jesús, pero también las dos narra-
En el camino no saluda a nadie. Procede como los men-
ciones del nacimiento y de la infancia. Gracias al encuentro con sajeros que enviará Jesús y que recibirán el encargo: «No
Isabel adquiere María una inteligencia más profunda del mensaje saludéis a nadie por el camino» (10,4). La historia de la
que le ha dirigido Dios (1,39-45) y canta un cántico de alabanza infancia contiene las líneas fundamentales de la acción
a la acción salvífica de Dios (1,46-55). Con unas breves palabras de Jesús; la acción de Jesús es modelo para la vida de
sobre la permanencia de María junto a Isabel y sobre su regreso
la Iglesia.
(1,56) se cierra este relato que respira admirable intimidad y
calor religioso.
14
Y apenas oyó ésta el saludo de María, el niño saltó
de gozo en el seno de Isabel, la cual quedó llena de Es-
a) Las madres agraciadas (1,39-45). píritu Santo.
39
Por aquellos días, María se puso en camino y se fue En el saludo de María, que lleva al Mesías en su seno,
con presteza a una ciudad de la región montañosa de la salud mesiánica alcanza a Isabel y, a través de su ma-
Judá. 40 Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. dre, a Juan. El niño salta de gozo en el seno materno. El
movimiento natural del niño se convierte en signo del gozo
La marcha tuvo lugar por aquellos días, poco después que suscita el encuentro con el portador de la salud. Este
de la anunciación. El camino lleva a Nazaret a una ciu- signo tenía un significado más profundo que el movimien-
dad de Judá, situada en la región montañosa limitada por to de los gemelos Esaú y Jacob en el seno de Rebeca.
el Negeb, el desierto de Judá y la Sefalá. Según una vieja «Chocaban entre sí en el seno materno los gemelos, lo que
tradición, estaba situada la ciudad en el emplazamiento de le hizo exclamar: Si esto es así, ¿para qué vivir? Y fue a
la actual En-Karim, a unos seis kilómetros y medio al consultar a Yahveh, que le respondió: Dos pueblos llevas
oeste de Jerusalén. El camino que tuvo que recorrer María en tu seno. Dos pueblos que al salir de tus entrañas se
desde Nazaret exigía tres o cuatro días de marcha. separarán. Una nación prevalecerá sobre la otra. Y el ma-
María se fue a la región montañosa con presteza. El yor servirá al menor» (Gen 25,22s). Dios dirige la historia
viaje era incómodo, y sin embargo fue María con pres- de los hombres aun antes de que nazcan. El profeta Jere-
teza. Aquí se inicia la gran marcha que llena la obra his- mías consigna la palabra de Dios: «Antes que te formara
tórica de Lucas, el evangelio y los Hechos de los Após- en las entrañas maternas te conocía; antes que tú salieses
toles. La Palabra de Dios efectúa una marcha del cielo a del seno materno te consagré y te designé para profeta de
la tierra, de Nazaret a Jerusalén, de Jerusalén a Judea pueblos» (Jer 1,5).
y Samaría y hasta los confines de la tierra, sin tener en Isabel quedó llena de Espíritu Santo. Cuando María
cuenta las dificultades, siempre con presteza. entra en la casa y se oyen sus palabras de saludo, se ini-

50 51
cia la bendición del tiempo de salud. Dios dirá a sus «Habiéndose puesto en marcha, David y todo el ejército
mensajeros: «Y en cualquier casa en que entréis, decid que lo acompañaba partieron en dirección a Baalá de
primero: Paz a esta casa. Y si allí hay alguien que mere- Judá, para subir el arca de Dios, sobre la cual se invoca
ce la paz, se posará sobre él vuestra paz» (10,5s). En el nombre de Yahveh Sebaot, sentado entre los querubi-
la casa de Zacarías se efectúa en el estrecho ámbito de la nes. Pusieron sobre un carro nuevo el arca de Dios y la
histeria de la infancia lo que se efectuará en Jerusalén sacaron de casa de Abinadab, que está sobre la colina...
después de la resurrección del Señor: «Y sucederá en los David y toda la casa de Israel iban danzando delante de
últimos días que derramaré mi Espíritu sobre toda carne. Yahveh con todas ^sus fuerzas con arpas, salterios, adufes,
Y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas» (Act 2,17; flautas y címbalos... Atemorizóse entonces David de Yah-
Jl 3,1-5). La historia de la infancia de la Iglesia es la veh y dijo: ¿Cómo voy a llevar a mi casa el arca de
renovación de la historia de la infancia de Jesús. Yahveh? Y desistió ya de llevar a su casa el arca de Yah-
veh a la ciudad de David, y la hizo llevar a casa de
42
Y exclamó a voz en grito: ¡Bendita tú entre las mu- Obededón de Gat, y Yahveh le bendijo a él y a toda su
jeres y bendito el fruto de tu vientre! 43 ¿Y de dónde a casa. Dijéronle a David: Yahveh ha bendecido a la casa
mí esto: que la madre de mi Señor venga a mí? u Porque de Obededón y a cuanto tiene con él por causa del arca de
mira: apenas llegó a mis oídos tu saludo, el niño saltó de Dios» (2Sam 6,2-11). Parece que este texto influyó en la
gozo en mi seno. 45 ¡Bienaventurada tú, que has creído; exposición de Lucas. María fue considerada como el arca
porque se cumplirán las palabras que se te han anunciado de la alianza del Nuevo Testamento. Lleva al Santo en su
de parte del Señor! seno, la revelación de Dios, la fuente de toda bendición, la
causa del gozo de la salvación, el centro del nuevo culto.
Isabel, llena del Espíritu Santo, habla en una moción El saludo de María tiene por respuesta los jubilosos
extática, bajo el influjo de Dios, en forma litúrgica so- saltos del niño. Erumpe el júbilo del tiempo mesiánico de
lemne, como cantaban los levitas delante del arca de la salvación, que el profeta había descrito con estas pala-
alianza (ICró 16,4). Es pregonera de la salud, servidora bras: «Saldréis y saltaréis como terneros que salen del
del Señor que se presenta en su casa. El Espíritu Santo le establo (a los que se han soltado las cadenas)» (Mal 3,20).
da a conocer el misterio de María. El tiempo de salvación es tiempo de alegría.
La profetisa recoge la alabanza del ángel y la con- El cántico de alabanza que entona Isabel termina con
firma: Bendita tú entre las mujeres. Añade la razón de es- palabras de felicitación para María. Bienaventurada tú,
ta bendición: Y bendito el fruto de tu vientre. Se le que has creído. María es madre de Jesucristo, porque ha
predica bendición porque antes ha sido bendecida por dado el sí en santa obediencia. Cuando aquella mujer del
Dios con la abundancia de todas las bendiciones que es- pueblo bendijo a Jesús diciendo: «Bienaventurado el seno
tán compendiadas en Cristo (Ef 1,3). que te llevó y los pechos que te criaron», dijo él: «Bien-
¿De dónde a mí esto? Análogamente habló David aventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios
cuando había de llevar el arca de la alianza a Jerusalén: y la guardan» (ll,27s). Con un acto de fe comienza la

52 53
historia de la salvación de Israel: Abraham se marcha Y así ahora me llamarán bienaventurada todas las gene-
con su mujer a una tierra desconocida, únicamente por- raciones.
que Dios lo ha llamado y le ha prometido bendecirle con
gran descendencia (Gen 12,1-5); con un acto de fe co-
El Señor, mediante la acción salvadora realizada en
mienza la historia de la salvación del mundo: María creyó
María ha venido a ser Dios su salvador. Resuena el nom-
las palabras de Dios: que ella sería la virgen madre del
bre de Jesús (Mt 1,21). Por Jesús ha venido Dios a ser el
Mesías.
salvador.
La alabanza de Dios y el gozo mesiánico escatológico
penetran las profundidades de María, su alma y su espíritu.
b) Cántico de María (1,46-55).
Las gestas salvíficas de Dios suscitan en ella una jubilosa
Por el mensaje del ángel, por las palabras de Isabel llena de liturgia de alabanza.
Espíritu Santo y por la Sagrada Escritura, en la que hablaron María se cuenta entre los de humilde condición, los
uno y otro, reconoce María que el Señor ha hecho en ella grandes pequeños y los pobres, a quienes profetas y salmos prome-
cosas. Su responsorio (cántico de respuesta a la Sagrada Escritura) ten con frecuencia la salvación. «Que no ha de ser dado el
es un himno a la acción salvífica de Dios con su pueblo, que ha
pobre a perpetuo olvido, no ha de ser por siempre fallida la
alcanzado ahora su consumación. Con cánticos semejantes canta
también la Iglesia naciente las grandes gestas de Dios: «Diaria- esperanza del mísero» (Sal 9,19). «Porque así dice el Al-
mente perseveraban unánimes en el templo, partían el pan por tísimo, cuya morada es eterna, cuyo nombre es santo: Yo
las casas y tomaban juntos el alimento con alegría y sencillez de habito en la altura y en la santidad, pero también con el
corazón» (Act 2,46s). Pablo amonesta a los Efesios: «No os contrito y humillado, para hacer revivir los espíritus hu-
embriaguéis con vino, en lo cual hay desenfreno, sino dejaos mildes y reanimar los corazones contritos» (Is 57,15).
llenar de Espíritu, recitando entre vosotros salmos, himnos y
cánticos espirituales, cantando y salmodiando de todo vuestro
Jesús recoge estas promesas en sus bienaventuranzas:
corazón al Señor» (Ef 5,18s). «Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de
El Evangelio hímnico de María comienza con un cántico de ellos es el reino de los cielos» (Mt 5,3). «Tú eres el Dios
alabanza de Dios (1,46-48), canta al Dios poderoso, santo y mise- de los humildes, el amparo de los pequeños, el defensor de
ricordioso (l,49s), las leyes fundamentales de su acción salvadora los débiles, el refugio de los desamparados, y el salvador
(1,51-53), y termina con unos versos que ensalzan la fidelidad de
de los que no tienen esperanza» (Jdt 9,11).
Dios a las promesas (l,54s). Lo que María experimentó fue, es
y será el obrar salvífico de Dios. La historia de la salvación es La felicitación de María, que ha comenzado Isabel,
luz de la vida. no tendrá ya fin. Todas las generaciones se unirán al coro
de alabanzas de María. Como no tendrá fin el reinado del
46
Dijo entonces María: Rey que es su Hijo, así también la Madre del Rey será
Canta mi alma la grandeza del Señor, alabada por siempre y en todas partes.
47
y mi espíritu salta de gozo en Dios, mi salvador;
48
porque puso sus ojos en la humilde condición de su 4
* Porque grandes cosas hizo en mi favor el Poderoso.
esclava. Santo es su nombre,

54 55
50
y su misericordia se extiende de generación en gene- Dios interviene en favor de los humildes, de los débi-
ración para aquellos que le temen. les y de los pobres. En cambio, debe temblar quien quiera
ser de los grandes y poderosos intelectual, política y so-
Poder, santidad y misericordia son los rasgos más lu- cialmente. El que está pagado de su propio poder cierra
minosos de la imagen de Dios en el Antiguo Testamento. su corazón a Dios, y Dios se cierra a los que se le cierran.
En Dios hay una fuerza viva, que pugna por exteriori- El pobre, en cambio, abre su corazón a Dios, su único
zarse, que quiere hacer propiedad suya todo lo que hay en refugio y seguridad, y Dios se vuelve hacia él.
el mundo, demostrándose así Dios como el Santo (Ez Las condiciones para entrar en el reino de los cielos
20,41). Como Dios es el Dios santo, es también el Dios son las bienaventuranzas de los pobres, de los que lloran y
misericordioso. Es el salvador y redentor del resto santo, de los que tienen hambre. María cumple lo que se requie-
porque no es hombre, sino Dios. Las obras de poder de re para poder entrar en el reino de los cielos.
Dios son amor misericordioso. Jesús mismo vivirá también de esta ley de la historia
salvadora proclamada por María después de haberlo con-
51
Desplegó el poderío de su brazo, cebido. Porque se humilló será ensalzado (Flp 2,5-11).
dispersó a los engreídos en los proyectos de su corazón;
52 54
a los potentados derribó del trono, Tomó bajo su amparo a su siervo Israel,
y elevó a los humildes; acordándose de su misericordia,
53 55
a los hambrientos los colmó de bienes, como había prometido a nuestros padres,
y despidió a los ricos con las manos vacías. a Abraham y a su linaje para siempre.

María expresa lo que tiene experimentado su pueblo. La gran hora de María es también la gran hora de su
«Afligiéronse los egipcios y nos persiguieron, imponiéndo- pueblo. Al comienzo de su cántico habló María de la
nos rudísimas cargas, y clamamos a Yahveh, Dios de nues- salud que Dios le había preparado, al final habla de la sa-
tros padres, que nos oyó y miró nuestra humillación, lud que alborea para su pueblo. Lo que sucedió en María
nuestro trabajo y nuestra angustia, y nos sacó de Egipto con se realiza en la Iglesia de Dios. En María está represen-
mano poderosa y brazo tendido, en medio de gran pavor, tado el pueblo de Dios.
prodigios y portentos, y nos introdujo en este lugar, dán- El siervo de Dios es el pueblo de Israel. «Pero tú
donos una tierra que mana leche y miel» (Dt 26,6-9). La Israel, eres mi siervo; yo te elegí, Jacob, progenie de
historia de la salvación conduce a María, el centro de la Abraham, mi amigo. Yo te traeré de los confines de la
Iglesia (cf. Act 1,14). tierra y te llamaré de las regiones lejanas, diciéndote:
Los que se creían grandes y ricos, fueron derribados: Tú eres mi siervo, yo te elegí y no te rechazaré» (Is
el faraón cuando la salida de Egipto, los enemigos de Is- 41,8s). Ahora va a tener cumplimiento la misericordia de
rael en la época de los jueces, los poderosos soberanos de Dios y la fidelidad a las promesas. María se reconoce una
Babilonia... con el pueblo de Dios. La historia de su elección termina

56 57
en la historia de su pueblo, y la historia de su pueblo en el lenguaje de los cánticos del Antiguo Testamento.
llega a la perfección en su propia historia. Los cantos de su pueblo son su canto, y su canto viene
La promesa de la salud se hizo a Abraham y a su a ser el canto del pueblo de Dios. La Iglesia incluye el
descendencia (Gen 12,2). Abraham recibió la promesa, Ma- cántico de la Virgen en la oración de vísperas, cuando
ría toma posesión de la realización, el pueblo de Dios mira, meditando, al día transcurrido.
recibirá los frutos. María, con el fruto de su seno, es el
corazón de la historia de la salud.
El cántico de alabanza de la madre virgen recoge el c) Permanencia y regreso (1,56).
cántico de alabanza de la estéril, a la que Dios ha otor-
56
gado descendencia. Ana, madre de Samuel, cantó: «Mi María se quedó con ella unos tres meses, y luego
alma salta de júbilo en Yahveh; Yahveh ha levantado mi regresó a su casa.
frente y ha abierto mi boca contra mis enemigos, porque
esperé de él la salvación. No hay santo como Yahveh, no Isabel se mantuvo oculta después de la concepción.
hay fuerte como nuestro Dios... Rompióse el arco de los En el sexto mes llegó María; entonces era ya patente que
poderosos, ciñéronse los débiles de fortaleza, los hartos había concebido. María permaneció allí unos tres meses.
pusiéronse a servir por la comida, y se holgaron los ham- Probablemente se había marchado ya cuando nació Juan.
brientos... Levanta del polvo al pobre, de la basura saca Éste pertenece todavía a los tiempos viejos, Jesús perte-
al indigente, para hacer que se siente entre los príncipes nece a los nuevos. El nacimiento de Juan, que cae toda-
darle parte en su trono de gloria... Él atiende a los pasos vía en el tiempo de las promesas, debe estar rodeado de
de los piadosos, y los malvados perecerán en las tinieblas. todos los signos de este tiempo.
No vence el hombre por su fuerza» (ISam 2,1-10). El María permaneció con Isabel unos tres meses. Estuvo
cántico de María no es imitación del cántico de Ana, pero en su casa poco más o menos el mismo tiempo que había
ambos cantos están alimentados por la acción de Dios en estado el arca de la alianza en Guirgat Járim. Sólo poco
la historia salvífica. más o menos. El historiógrafo no quiere forzar los hechos
La formación del niño se ha mirado siempre como a fin de que las aserciones religiosas puedan presentarse
obra de Dios. Cuando Eva dio a luz a Caín, dijo: «He como realización o cumplimiento. Las aserciones sobre
alcanzado de Yahveh un varón» (Gen 4,1). Todavía más María no son invenciones, sino que están basadas en la
fue alabada como obra de Dios la maternidad de las esté- historia, a la cual da sentido la palabra de Dios.
riles. La maternidad de María aventaja a todas las demás. El regreso a su casa muestra que José todavía no la
Es la madre virginal del Mesías, en el que son benditos to- había tomado consigo. Ahora volvía a caer sobre ella el
dos los pueblos de la tierra. En su maternidad se ve co- velo que ocultaba su misterio. Los rayos de la gloria sólo
ronada toda maternidad, y toda maternidad lleva en sí habían brillado por breve tiempo. Así va Jesús a través
algo de esta maternidad. de su infancia y de su acción, así la Iglesia...
Las agradecidas meditaciones de María se expresan

58 59
La circuncisión se llevaba a cabo al octavo día del
nacimiento. Así lo exigía la ley: «Esto es lo que has de
II. NACIMIENTO E INFANCIA (1,57-2,52). observar tú y tu descendencia después de ti: circuncidad
todo varón. Circuncidaréis la carne de vuestro prepucio,
y ésa será la señal del pacto entre mí y vosotros. A los
1. JUAN EL BAUTISTA (1,57-80). ocho días de nacido, todo varón será circuncidado» (Gen
17,10ss; cf. Lev 12,3).
a) Nacimiento e imposición del nombre (1,57-66). A la circuncisión va ligada la imposición del nombre
(2,21). El derecho de fijar el nombre del niño y de im-
57
A Isabel le llegó el tiempo del alumbramiento, y ponérselo corresponde al padre y a la madre, pero tam-
dio a luz un hijo. 58 Cuando sus vecinos y parientes se bién los huéspedes podían tomar parte en la elección del
enteraron de la gran misericordia con que la había favo- nombre (Rut 4,17). Como el joven Tobías se había lla-
recido el Señor, se alegraban con ella. mado como su padre (Tob 1,1.9), así querían que el niño
se llamase Zacarías, como su padre. En la vida religiosa
El nacimiento de Juan está envuelto en alegría. Isa- influye mucho la tradición y el uso. Pero la cuestión de-
bel se alegra, y con ella los vecinos y parientes. Es la cisiva es ésta: ¿Cuál es la voluntad de Dios? No siempre
alegría de haber nacido un niño, y de una madre que era elige Dios lo tradicional, la vieja usanza, el camino tri-
tenida por estéril y era además de edad avanzada. Esta llado...
alegría ignora todavía la hora de la historia de la salva-
ción que ha sonado con este nacimiento. so pero su madre intervino diciendo: De ninguna ma-
La alegría del corazón se desborda en un cántico de nera: sino que se ha de llamar Juan. 61 Y le replicaron:
alabanza: El Señor la ha favorecido con gran misericor- ¡Pero si nadie hay en tu familia que lleve ese nombre!
02
dia. El reconocimiento agradecido de los grandes hechos Preguntaron, pues, por señas a su padre cómo quería
misericordiosos de Dios proporciona alegría, no sólo al que se le llamara.
que ha sido objeto de la misericordia de Dios, sino también
a los que lo reconocen y ensalzan. «Y si, además, soy Isabel elige el nombre de Juan porque con espíritu
derramado en libación sobre la ofrenda y el ministerio li- prefético conoce la voluntad de Dios (1,41). Los parientes
túrgico de vuestra fe, me alegro y me congratulo con todos lo juzgan todo según las usanzas. Ahora alborea un tiem-
vosotros. De igual modo, alegraos también vosotros y con- po nuevo. Isabel ha percibido el aura de lo nuevo. Juzga
gratulaos conmigo» (Flp 2,17s). en forma nueva, y esto se hace extraño a ¡os que están
completamente enraizados en lo antiguo. El espíritu va
59
A los echo días fueron a circuncidar al niño y que- por nuevos caminos, que no siempre son fáciles de com-
rían ponerle el nombre de su padre: Zacarías. prender. En la naciente Iglesia vendrá también sobre los
gentiles: «Se maravillaron los creyentes de origen judío

60 61
que habían venido con Pedro de que también sobre los Del pequeño círculo de los vecinos y parientes de la
gentiles se hubiera derramado el don del Espíritu Santo» casa sacerdotal sale y se extiende por toda la montaña de
(Act 10,45). El Espíritu no guía siempre conforme a los Judea ¡a noticia de los acontecimientos extraordinarios.
planes de los hombres, sino también contra ellos. La noticia y el mensaje de salvación pugna por extenderse
a espacios cada vez más amplios. Tiene el destino y la
63 fuerza de conquistar el mundo. El que es alcanzado por
Él pidió una tablilla y escribió: Juan es su nombre.
Y se quedaron todos admirados. 64 Y en aquel momento ella se convierte también en su heraldo (8,17).
se le abrieron los labios, se le desató ¡a lengua y comenzó No basta, sin embargo, con haber experimentado y
a hablar, bendiciendo a Dios. oído los hechos portadores de la salud. Deben además
grabarse en el corazón. El que los percibe tiene que enfren-
Entonces se escribía en tablillas recubiertas de cera. tarse con ellos en su interior. En el niño Juan se revela
Isabel y Zacarías están de acuerdo en la elección del el poder, la guía y la dirección de Dios. Quien tome esto
nombre. Al pueblo le extraña la decisión y se admira. La en serio y lo considere en su interior se asombrará y se
voluntad y la palabra de Dios sitúa a los que ha elegido preguntará: ¿Por qué sucede esto? ¿Por qué acompaña a
ante la necesidad de salirse de lo acostumbrado: a Abra- este niño la poderosa mano de Dios? ¿Quién da solución
ham, a Moisés, a los profetas. ¿Qué experimentará Cristo a estas preguntas? En la historia de la infancia hay hom-
cuando sea anunciada su buena nueva? «Nadie que haya bres llenos de Espíritu que interpretan los acontecimientos
probado el vino viejo quiere el nuevo; porque dice: El por los pensamientos y palabras de la Escritura.
viejo es mejor» (5,39).
La imposición del nombre revela el misterio de la mi-
sión del niño que acaba de nacer; en efecto, el nombre del ¿; Cántico de Zacarías (1,67-79).
niño significa: Dios es misericordioso. El tiempo del casti-
go ha terminado para Zacarías; ya no tiene necesidad de Zacarías interpreta con su cántico la hora de historia de la
salvación que ha sonado con Juan. El cántico brota del reperto-
signo. Las graves palabras que pronuncian los labios abier-
rio propio de aquel tiempo. El espíritu de Dios ilumina a Zaca-
tos y la lengua suelta, son alabanza de Dios. En el naci- rías sobre la misión de su hijo y sobre el futuro que con él se
miento del Precursor se anuncia — todavía en un círculo anuncia. Alaba a Dios con palabras antiguas, dotadas de nuevo
reducido— el tiempo de salvación, tiempo para procla- contenido. La primera parte del cántico es un salmo escato-
mar los grandes hechos de Dios. lógico que ensalza los grandes hechos de Dios en la historia de
la salvación (1,68-75). La segunda parte es un cántico natalicio
65 que formula parabienes por el día del nacimiento y anuncia la
Y un temor se apoderó de todos sus vecinos, y todas misión del niño (1,76-79).
estas cosas se comentaban por toda la región montañosa
de Judea; 66 y cuantos las oían, las grababan en su corazón 67
Entonces Zacarías, su padre, quedó lleno del Espí-
preguntándose: ¿Pues qué llegará a ser este niño? Porque, ritu Santo y habló como profeta diciendo:
6K
efectivamente, la mano del Señor estaba con él. Bendito el Señor Dios de Israel,

62 63
\x>rque ha venido a ver a su pueblo y a traerle el rescate, Visitación, redención, salud, soberano de la casa de David:
''"y nos ha suscitado un cuerno de salvación todo da a entender que se cumplen los grandes anhelos y
en la cusa de David, su siervo, esperanzas. Juan es el precursor del portador de la sal-
7U
como lo había prometido por boca de sus santos projetas vación.
desde tiempos antiguos:...
71
Salvarnos de nuestros enemigos,
Cuatro de los cinco libros de los Salmos se cierran con y de manos de todos aquellos que nos odian;
estas palabras: «Bendito el Señor, Dios de Israel» 8. Todos 11
tener misericordia con nuestros padres,
los salmos proclaman las obras de Dios en la creación y en y acordarse de su santa alianza,...
la historia de la salud. La respuesta humana a las obras
divinas no puede ser sino la alabanza de Dios. Lo que se El Mesías salva a Israel de la opresión de sus enemi-
anuncia con el nacimiento de Juan, es remate y corona- gos y de todos los que lo odian. La salvación que realizó
miento de todos los grandes hechos de Dios, que como Dios en su pueblo cuando lo liberó de la esclavitud de
Dios de Israel actúa en la historia, se ha escogido a Israel Egipto, se cumple ahora de manera mucho más grandio-
entre todos los pueblos como pueblo de su propiedad, lo sa. «Gritó (Dios) al mar rojo, y éste se secó, y los hizo
ha guiado en forma especial y lo ha destinado a ser una pasar entre las olas como por tierra seca. Los salvó de las
bendición para todos los pueblos. manos de los que los aborrecían y los sustrajo al poder
El profeta habla del futuro, como si ya estuviese pre- del enemigo» (Sal 106,9s).
sente. Dios quiere intervenir en la historia de su pueblo Cuando alborea el tiempo mesiánico, también los padres
aportando la salvación por medio del Mesías venidero, de Israel, los antepasados del pueblo israelita, experi-
quiere enviar un poderoso salvador (cuerno de salvación) mentan la misericordia; porque todavía viven y se inte-
y preparar la obra redentora. Con el nacimiento de Juan resan por las suertes de su pueblo. «Vuestro padre Abra-
se ha acercado el tiempo de la salud, su venida ha adqui- ham se llenó de gozo con la idea de ver mi día; lo vio, y
rido tal certeza, que se considera ya presente. Van a cum- se llenó de júbilo» (Jn 8,56). Ahora se realiza la alianza
plirse las promesas proféticas del tiempo pasado, que que concluyó Dios con Abraham. «He aquí mi pacto
anuncian el rey soberano y Mesías de la estirpe de David. contigo: Serás padre de una muchedumbre de pueblos...
«Juró Yahveh a David esta verdad y no se apartará de Te daré pueblos, y saldrán de ti reyes... Mi pacto lo esta-
ella: Del fruto de tus entrañas pondré sobre tu trono... bleceré con Isaac... Y se gloriarán en tu descendencia
Ciertamente eligió Yahveh a Sión, la adoptó por morada todos los pueblos de la tierra» (Gen 17,4.6.21; 22,18). El
suya: Ésta cera para siempre mi mansión; aquí habitaré, Mesías es la realización de todas las promesas e institu-
porque la he elegido... Aquí haré crecer el poder de Da- ciones, de todas las esperanzas y ansias de la antigua alian-
vid y prepararé la lámpara a mi ungido» (Sal 132,11 ss). za. Él es aquel a quien miran los que ya murieron y viven
en el otro mundo, los que todavía viven y los que han de
8. Sal 40,14; 71,18; cf. 88,53; 106,48. venir. Él es el centro de la humanidad.

64 65
NT. Le I. 5
73 para que podamos llevar una vida tranquila y pacífica
...de aquel juramento, que juró a nuestro padre Abraham,
de concedernos con toda religiosidad y dignidad» (ITim 2,1 s).
74 El servicio y culto divino consiste en santidad y jus-
que, liberados de manos de enemigos,
pudiéramos servirle sin temor, ticia. El alma de la acción litúrgica es la entrega a la
75 voluntad de Dios, una conducta santa. «Ofrece a Dios sa-
en piedad y rectitud, en su presencia, por todos nues-
tros días. crificios de alabanza y cumple tus votos al Altísimo. E in-
vócame en el día de la angustia; yo te libraré, y tú cantarás
Dios habla a Abraham: «Por mí mismo juro... que por mi gloria» (Sal 50,14s).
no haberme negado tu hijo, tu unigénito, te colmaré de
76
bendiciones y multiplicaré tu descendencia como las es- Y tú, niño, has de ser profeta del Altísimo,
trellas del cielo y como las arenas de las orillas del mar, porque irás delante del Señor a prepararle sus caminos,
77
y se adueñará tu descendencia de las puertas de sus ene- para dar a su pueblo conocimiento de la salvación,
migos» (Gen 22,16s). Todo lo que obliga moralmente a mediante el perdón de sus pecados,
78a
los hombres a cumplir sus promesas, todo esto se dice per las entrañas misericordiosas de nuestro Dios,...
de Dios: hizo promesas, contrajo un pacto de alianza, in-
cluso pronunció un juramento. Con el envío de Cristo Juan es profeta de Dios y el que prepara el camino
cumple Dios aquello a que se había obligado. Los suspi- al Señor. He aquí que voy a enviar mi mensajero (Mal
ros y clamores de los hombres no resuenan en el vacío. 3,1)... Una voz grita: «Abrid una calzada en el desierto»
Dios los oye y los satisface en Cristo, que no es solamen- (Is 40,3)... Jesús sobrepuja a Juan, como el Hijo del
te el centro de todas las esperanzas humanas, sino tam- Altísimo sobrepuja al profeta del Altísimo, y el Señor al
bién el centro de todos los designios divinos relativos a que le prepara el camino. El que viene es Dios mismo.
los hombres. El judaismo tardío ve el futuro reino de Dios en estrecha
Cuando Israel es sustraído al poder de sus enemigos, relación con el reino futuro del Mesías. En Jesús viene
queda libre para dedicarse al servicio de Dios. Puede ser- Dios...
vir a Dios en su presencia y con ello cumplir su misión La preparación del camino se efectúa mediante el don
sacerdotal que tiene que desempeñar entre los pueblos; del conocimiento de la salvación. El pueblo de Dios conoce
porque Dios les dijo: «Seréis para mí un reino de sacerdo- la salvación porque la experimenta prácticamente. Dios
tes y una nación santa» (Éx 19,6). El Mesías procura al se la da a conocer al otorgársela (Sal 98,2). Ahora bien, la
pueblo de Dios espacio y libertad para celebrar el culto salvación consiste en el perdón de los pecados. Aquel a
divino. Pero este espacio libre lo rellena también con la quien se le perdonan los pecados se ve liberado y resca-
adoración de Dios del final de los tiempos (cf. Jn 4,2-26). tado de un poder que ata más que las manos de los enemi-
«Ante todo, recomiendo que se hagan peticiones, oracio- gos y de los que odian (1,17). El tiempo de salvación para
nes, súplicas, acciones de gracias por todos los hombres: el que Juan prepara es el tiempo de la misericordia de
por los reyes y por todos los que ocupan altos puestos, nuestro Dios. La acción reveladora de Dios en los últi-

66 67
mos tiempos es exuberancia de su corazón misericordioso.
Para el final de los tiempos se aguarda que Dios envíe c) Infancia de Juan (1,80).
su misericordia a la tierra 9 . Ahora se cumple esto. «El
Señor es compasivo y de mucha misericordia» (Sant 5,11). 80
El niño crecía y se robustecía en espíritu, y moraba
en los desiertos hasta el momento de manifestarse a Israel.
78b
...por las cuales vendrá a vernos la aurora de lo
alto, De Sansón se dice: «La mujer dio a luz un hijo y
79
para iluminar a los que yacen en tinieblas y sombra de le puso el nombre de Sansón. Creció el niño, y Yahveh le
muerte, bendijo, y comenzó a mostrarse en él el espíritu de Yah-
para enderezar nuestros pasos por la senda de la paz. veh» (Jue 13,24s). Con estas palabras de la Biblia se
diseña la imagen del joven Juan. No se habla expresa-
Por la misericordia de Dios viene la «aurora de lo mente de la bendición del Señor. El crecimiento corporal
alto», el Mesías. «Yo, Yahveh... te he puesto para luz de y mental están bajo la bendición del Señor en Sansón y
las gentes, para abrir los ojos de los ciegos, para sacar en Juan, que son hombres de Dios. Van madurando con
de la cárcel a los presos, del fondo del calabozo a los que vistas a su misión.
moran en tinieblas» (Is 42,6s). El Mesías, el sol de la sa- En el desierto se prepara Juan para recibir la investi-
lud, trae a los hombres salvación, trae redención a los dura de su cargo. Lejos de los hombres, en la proximidad
oprimidos por el pecado y por la muerte. «El pueblo que de Dios se va armando para su quehacer futuro. Del de-
andaba en tinieblas, vio una luz grande; sobre los que ha- sierto era esperado el Mesías 10. Israel tomó posesión de
bitaban en la tierra de sombras de muerte resplandeció la tierra prometida después de su permanencia en el de-
una brillante luz» (Is 9,1). sierto. Juan se fue al desierto de Judá. Qué hizo allí y a
La Iglesia reza el cántico de Zacarías cada mañana quién se unió, son cosa que ignoramos. Cuando se des-
cuando al salir el sol se disipan la noche y las tinieblas. Lo cubrieron las grutas de Qumrán y se hizo luz sobre la
reza también junto al sepulcro. En efecto, sobre toda la vida de sus moradores gracias a los escritos que se halla-
noche de la muerte brilla la aurora de lo alto, Cristo, que ron, pareció que también se iba a esclarecer el enigma de
con su resurrección venció el señorío del pecado y de la la estancia de Juan en el desierto. Sin embargo, no consta
muerte, y trae la restauración de todo en un nuevo uni- que Juan tuviera relaciones con la secta de Qumrán. Con
verso (Ap 21,3s). ellos le une la ardiente espera del Mesías. Pero se hace
difícil creer que el sacerdote Zacarías enviara a su hijo
entre gentes que, como protesta contra el sacerdocio del
templo, se habían retirado a la soledad, para prepararse,
sin templo y sin culto, para la venida del Mesías.

9. Testamento de Zabulón 8,2. 10. Cf. Mt 24,26; Act 21,38

68 69
La entera vida de Juan está determinada por su mi- todo el mundo; la exaltación del niño recién nacido fue dada
nisterio. Desde el seno de su madre es elegido, vive en el a conocer por los testigos de la proclamación divina; aunque,
como corresponde a la historia de la infancia, no al mundo en-
desierto, seguramente bajo el impulso divino: Dios mis-
tero, sino únicamente a un pequeño grupo. La historia de navi-
mo le introduce en su ministerio. Todo esto tiene lugar dad lleva el sello del Evangelio, del que dice Lucas: «Entonces
delante de Israel; el Mesías y su pueblo llenan su vida. (antes de la ascensión al cielo) les abrió la mente para que enten-
Dios lo había elegido para estos dos. dieran las Escrituras; y les dijo: Así está escrito: que el Mesías
tenía que padecer, que al tercer día había de resucitar de entre
los muertos, y que, en su nombre, había de predicarse la conver-
sión para el perdón de los pecados a todas las naciones, comen-
2. NACIMIENTO DE JESÚS (2,1-20). zando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto» (24,45-49).
Lucas, historiógrafo de Dios, tenía el mayor empeño en situar
En tiempos del emperador romano Augusto, que reinaba en el nacimiento de Jesús, con la notificación divina, en las circuns-
todo el mundo de entonces, nace Jesús en Belén, como lo había tancias históricas concretas, en pintarlo con colores de la época
anunciado el profeta Míqueas (Miq 5, 1; Le 2,1-7). En una noti- y en referirlo a la historia del mundo. Así como la historia de la
ficación solemne anuncian ángeles del cielo quién es este niño pasión y de la resurrección pertenece, como hecho histórico, a la
recién nacido y qué importancia tiene la hora de este nacimiento historia del mundo, así también la historia del nacimiento. El pe-
en la historia de la salvación (2,8-14). Los pastores anuncian y sebre y la cruz son los puntos cardinales del hecho salvador en
propagan la fe que había surgido en ellos gracias al mensaje, a Cristo; hay correspondencia mutua entre ambos. Lo que allí
los signos y lo que habían visto (2,15-20). sucedió cumplió lo que había preanunciado la Escritura. «Cristo
Pablo nos transmitió un antiguo himno sobre la encarnación, murió por nuestros pecados según las Escrituras, fue sepultado y
la muerte y la resurrección de Jesús, que se cantaba en la cele- al tercer día fue resucitado según las Escrituras» (ICor 15,3).
bración litúrgica: «Cristo Jesús, siendo de condición divina, no También nació según la Escritura. Hay detalles en el relato de
hizo alarde de ser igual ji Dios, sino que se despojó a sí mismo, navidad que dejan algunas cuestiones en suspenso. Lucas no
tomando condición de esclavo, haciéndose semejante a los hom- escribe conforme al exacto método moderno de la ciencia his-
bres. Y presentándose en el porte exterior como hombre, se tórica. Su objetivo principal no era describir el marco histórico
humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y en que tuvo lugar el nacimiento de Jesús; lo que le importaba
muerte de cruz. Por lo cual Dios, a su vez, lo exaltó y le con- en primer lugar era el Evangelio, la buena nueva encerrada en
cedió el nombre que está sobre todo nombre, para que, en el este acontecimiento. Una vez más hay que remitir al punto cul-
nombre de Jesús, toda rodilla se doble... y toda lengua confiese minante del relato (2,10). Allí se dice: Os traigo una buena noti-
que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre» (Flp 2,6-11). cia de gran alegría. También aquí es el relato del nacimiento una
La historia de la infancia de Jesús está sostenida por los mismos anticipación del anuncio de la pasión y de la resurrección. «Os
pensamientos que este himno. Jesús se despojó y se humilló cuan- recuerdo .. el evangelio que os anuncié (como buena nueva)...,
do nació, pero Dios exaltó a este niño mediante la solemne noti- porque os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que
ficación de los ángeles, y en el punto culminante de la narración Cristo murió...» (ICor 15,1-3). A datos menos claros no quere-
(2,10) resuena la confesión: «Un Salvador, que es el Mesías, el mos dar más importancia que la que les dio san Lucas. El Evan-
Señor.» Como a la cruz del despojo de sí y de la humillación gelio que presenta el nacimiento histórico de Jesús es también
siguió la proclamación de Dios por los ángeles, así al nacimiento para nosotros el punto decisivo del relato de navidad. De lo
en la pobreza sigue la solemne notificación por mensajeros celes- contrario podría suceder que nos contentáramos con un marco
tiales de Dios. Ahora bien, la exaltación del Crucificado fue acom- vacío.
pañada de la proclamación del Evangelio por los apóstoles por

70 71
to. que reina sobre el mundo, se pone, sin tener concien-
a) Nacido en Belén (2,1-7). cia de ello y conforme al designio de la divina Providen-
cia, al servicio del verdadero Salvador del mundo, en
1
Sucedió, pues, que por aquellos días salió un edicto quien se cumple lo que los hombres habían esperado de
de César Augusto para que se hiciera un censo del mundo Augusto y que él pudo dar hasta cierto grado, pero no
entero. 2 Este primer censo tuvo lugar mientras Quirínio en toda su plenitud.
era gobernador de Siria. 3 Y todos iban a empadronarse, Augusto ordenó que se constituyera un censo 12. Éste
cada cual a su propia ciudad. abarcaba dos cosas: un registro de la propiedad rústica y
urbana (para fines del catastro) y una estimación de sus
El historiador Lucas sitúa la historia de la salvación valores para el cálculo de los impuestos. La orden del em-
en el transcurso de la historia universal. El emperador perador alcanzó a Palestina por medio del gobernador de
romano Augusto (30a.C. -14 d.C.) reina sobre la tierra Siria, Quirínio. Herodes el Grande, que entonces reinaba
entera, sobre los países comprendidos en el imperio ro- todavía en Palestina, hubo de aceptar aquella disposición,
mano. La inscripción de Priene (del año 9 a.C.) celebra
el nacimiento de Augusto. Se dice que Augusto «dio nuevo 12. Según el Momtmentum Ancyranitm, Augusto ordenó hacer tres veces
el cómputo de los ciudadanos romanos (cf. C.K. BARRETT, Die Unuweít des NT.
aspecto al mundo entero: éste se habría arruinado si en Ausgewahtte Quellen, Tubinga 1959, p. 12ss). Indicaciones de diversas fuen-
él, que ahora nace, no hubiese brillado una suerte común. tes históricas permiten deducir que hacia el año 8 a.C. se hicieron censos de
la población en diversas partes del imperio romano, por ejemplo, en las Galias
Rectamente juzga quien en este natalicio reconoce el co- el año 9 a.C. Aun prescindiendo de Le 2,1, de las fuentes históricas resulta
mienzo de la vida y de toda fuerza vital... La Providen- más que verosímil un registro de la población de todo el imperio romano.
El procurador de Judea dependía del gobernador de Siria. Publio Suipicio
cia que gobierna toda vida colmó a este hombre de tales Quirínio, siendo gobernador de Siria, llevó a cabo el censo de la población
dotes para bien de los hombres, que nos lo envió como hacia el año 6 d . C , lo cual dio lugar a una sublevación del pueblo. Fuera
de Le 2,2, nadie informa sobre un censo en Palestina por Quirínio en tiempo
salvador a nosotros y a las generaciones venideras... En anterior a.C. Es cosa demostrada que Quirínio actuaba ya en Siria a.C.;
no aparece claro si era gobernador. Desde allí dirigió un censo en Apamea.
su aparición se han colmado las esperanzas de los ante- Parece que tenía un puesto directivo en todos los asuntos del Próximo Oriente
pasados; él no sólo ha sobrepujado a todos los pasados en colaboración con las autoridades provinciales romanas. En las palabras
de Le 2tZ ¿se ha de ver una «inexactitud cronológica de un escritor distante
bienhechores de la humanidad, sino que hasta es impo- de los hechos narrados»? Aunque se pueden hacer objeciones, la solución
sible que surja uno mayor. El nacimiento del Dios ha del problema parece ser la siguiente: el censo que emprendió Quirínio el
año 6 d.C. parece haber comenzado ya antes de C. (el año 8 a . C ) . Los
introducido en el mundo la buena nueva que con él se trabajos del censo duraron bastante tiempo. En Egipto, donde los censos de
relaciona. Con su nacimiento debe comenzar un nuevo la población eran ya práctica antigua, duraban todavía cuatro años por los
tiempos de Cristo. En Palestina se llevaba a cabo por primera vez, por lo
cómputo del tiempo» " . El año 27 a.C. Augusto recibió del cual se hizo más lentamente. La primera etapa consistió en el registro de la
senado el título honorífico de Sebastos, es decir, Augusto, propiedad rústica y urbana, la segunda en la estimación que fijaba los im-
puestos que se habían de pagar efectivamente. La primera etapa del registro
con lo cual fue declarado digno de adoración. tuvo lugar par el tiempo del nacimiento de Jesús; de ella habla Le 2,ls; la
Mediante una disposición suya, el emperador Augus- segunda etapa, que era mucho más desagradable para el pueblo y provocó
la sublevación por tratarse de la estimación de los impuestos, tuvo lugar el
año 6 d.C. Cf. E. STAUFFEJI, Jesús. Gestalt und Geschichte, Berna 1957,
11. Cf. G. KITTEL, Theol. Worterbuch *um NT n , p. 721s. p. 26-34; H.U. INSTINSKY, Das Jahr der Geburt Christi, Graz 1957.

72 73
pues era rey por gracia del emperador. Aquel censo fue
tú, Belén de Éfrata, pequeña para ser contada entre las
el primero que se hacía entre los judíos. Tuvo lugar en
familias de Judá, de ti me saldrá quien señoreará en Is-
tiempo de Quirinio, gobernador de Siria. ¿Por qué hace
rael, cuyos orígenes serán de antiguo, de días de muy
notar Lucas todos estos detalles? Quería sin duda deter-
remota antigüedad» (Miq 5,1). Dios pone la historia del
minar exactamente el tiempo. Pero con ello se pone tam-
mundo al servicio de la historia de la salvación; subordi-
bién de relieve que Palestina había perdido su libertad.
na a sus eternos designios la orden de Augusto.
Todos fueron a empadronarse. Según noticias que se
A María se la llama esposa de José; éste la había lle-
hallaron en Egipto, gentes que estaban fuera del país, tuvie-
vado ya a su casa, pues de lo contrario, según la usanza
ron que ir a inscribirse a su lugar de residencia; también
galilea, no habría podido viajar sola con José. José con-
las mujeres debían comparecer con sus maridos ante los
vivía con María, pero sin llevar vida conyugal. Estaba
funcionarios13. Cada cual se dirigió a su ciudad, en la
encinta: era virgen y futura madre. Con ello se expresa lo
que tenía alguna propiedad. Así, José tuvo que ir a Belén.
que el relato de la anunciación había ocultado con el velo
4
del misterio.
También José, por ser de la casa y familia de David,
subió desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a 6
Y mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del
la ciudad de David, que se llama Belén, 5 para empadro-
alumbramiento. 7 Y dio a luz a su hijo primogénito, lo
narse con María, su esposa, que estaba encinta.
envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, por no ha-
ber sitio para ellos en la posada.
José fue con María a Belén. Sin duda tenía allí alguna
posesión. En tiempos de Domiciano había en Belén pa-
El relato del nacimiento es introducido solemnemente
rientes de Jesús, que eran labradores. Los descendientes en el estilo de la Biblia. Mientras María y José estaban en
de David habían poseído tierras en Belén. Lucas no hace Belén, llegó el tiempo del alumbramiento. Jesús está sujeto
mención de esto. A él le interesa más el que María y José a la ley de Augusto y a la ley de la naturaleza. Era obe-
tuvieran que ir a Belén. Llama a este lugar la ciudad de diente.
David; José era de la casa y familia de David. Todo esto El nacimiento se refiere con sobriedad, con sencillez,
suscita recuerdos religiosos. El Mesías tiene que nacer en objetivamente, en pocas palabras. Dio a luz a su hijo.
Belén; procede de la casa de David y poseerá el trono de María trajo al mundo a su hijo con verdadera maternidad.
su padre. El profeta Miqueas lo había predicho: «Pero De Isabel se dice: Dio a luz un hijo (1,57); de María: Dio
13. El papiro procede del año 104 d.C. y fue hallado en Fayyum; mues- a luz a su hijo.
tra condiciones análogas a las que presupone Le, y también Jos mismos tér- La concepción virginal resuena en todas partes. Dio
minos técnicos. En él se lee: «Gayo Vibio Máximo, gobernador de Egipto,
dice: Dado que se avecina la tasación de la propiedad, tenemos que ordenar a luz a su hijo primogénito. ¿Se dice esto por que fuera
a todos los que por alguna razón se hallan fuera de su circunscripción que Jesús el primero de varios hijos varones? La palabra no
regresen a su hogar patrio a fin de efectuar la tasación de vigor y de aplicarse
al debido cultivo del campo» A. DEISSMANN, Licht vom Osten, Tubinga 2-81909, exige necesariamente esta interpretación. Una inscripción
p. 20 ls. funeraria del año 5 d.C. hallada en Egipto da buena prue-

74 75
ba de ello. Una mujer joven difunta, llamada Arsinoe, se de valerse por sí mismo, acostado en un pesebre. Se des-
expresa así: «En los dolores de parto del primogénito me pojó, se humilló y tomó la forma de esclavo. «Conocéis
condujo el destino al término de la vida» 14. El hijito úni- la gracia de nuestro Señor Jesucristo: cómo por nosotros
co, primogénito, de Arsinoe, era a la vez el unigénito. se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros fuerais en-
Lucas elige este título porque Jesús tenía los deberes y riquecidos con su pobreza» (2Cor 8,9). En el albergue no
derechos del primogénito (2,23) y porque era el portador había sitio para él. «El Hijo del hombre no tiene dónde
de las promesas. reclinar la cabeza» (9,58). «Vino a los suyos, y los suyos
María presta a su hijo los primeros servicios maternos. no le recibieron» (Jn 1,11).
Lo envolvió en pañales. Los niños recién nacidos se en-
volvían fuertemente en jirones de tela a fin de que no pu-
dieran moverse; se creía que así crecerían derechas las b) Dado a conocer por el cielo (2,8-14).
extremidades. Lo acostó en un pesebre, como en el que
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comen los animales. Este detalle de que el niño recién na- Había unos pastores en aquella misma región que
cido tuviera como primera cuna un pesebre lo explica el pasaban la noche al aire libre, vigilando por turno su
evangelista con estas palabras: Por no haber sitio para rebaño.
ellos en la posada. María y José, llegados a Belén, habían
buscado alojamiento en un albergue de caravanas (un Los pastores eran gentes despreciadas. Tenían la mala
khan). Era éste un lugar, por lo regular al descubierto, fama de no tomar muy a la letra lo tuyo y lo mío; por
rodeado de una pared con una sola entrada. En el interior esto mismo no se aceptaba su testimonio en los tribuna-
había a veces alrededor un pórtico o corredor de colum- les. Los pastores, los recaudadores de impuestos y los pu-
nas, que en algún tramo podía estar cerrado con pared, blícanos eran tenidos por incapaces, entre otras cosas, de
formando un local algo grande o varios pequeños. En actuar como jueces y como testigos, ya que eran sospe-
medio, en el patio, estaban los animales; las personas se chosos en cuestiones de dinero 1<;. Dios elige a los despre-
cobijaban en el pórtico, estando reservados los espacios ce- ciados y a los pequeños; son capaces, aptos para recibir
rrados a los que podían permitirse aquel «lujo». Cuando la revelación y para la salvación.
María sintió que se acercaba su hora, no había allí lugar El ganado menor — contrariamente al ganado ma-
para ella. Se fue a un sitio que se utilizaba como establo; en yor — pasaba todo el tiempo, de día y de noche, en los
efecto, donde había un pesebre debía de haber un esta- pastos desde la fiesta de pascua hasta las primeras lluvias
blo " . El Señor prometido es un niño pequeño, incapaz de otoño, es decir, desde marzo hasta noviembre. Por la
noche se llevaba a los animales a apriscos o majadas para
14. J.-B. FREY, La signification du terme TIQWTÓTOXOQ d'apres une ins-
cription Juive,, «Bíblica» 11 (1930) 373-390, donde se hallará el texto y el culto de Tammuz-Adonis, lo cual se debió seguramente al hecho de ser el lugar
comentario. sagrado para los cristianos. Bajo el reinado de Constantino se edificó sobre
15. Según una antigua tradición (Justino t 165; Orígenes t 254) nació la gruta la iglesia del Nacimiento. ORÍGENES, Contra- Celsum 1,51 ( P G 11,
Cristo en una gruta: «En Belén se muestra la gruta; allí nació, y el pesebre 756); JUSTINO, Diálogo con Trifón 78,5 (PG 6, 657).
en la gruta, allí fue envuelto en pañales.» Esta gruta fue profanada con el 16. BlLLERBECK I I , p . 113s.

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que estuvieran protegidos contra los ladrones y contra las y de victoria (evangelium). Juan Bautista toma a su cargo
bestias feroces. Del cuidado y protección del ganado se este anuncio del ángel. «Anunciaba el Evangelio al pue-
encargan los pastores, que se hacían cabanas con ramas blo» (3,18). Jesús continuará este anuncio: Tiene que
para protegerse contra la intemperie y para el reposo noc- anunciar a otras ciudades el Evangelio del reino de Dios
turno 17. Los pastores, en su calidad de vigilantes, son (cf. 8,1), pues para ello le ha ungido Dios, «para anunciar
de esas personas que observan lo que pasa a su alrede- e! evangelio» (4,18). A Jesús suceden los apóstoles en el
dor, que están preparados a cada hora del día y de la encargo de «anunciar el Evangelio de Jesucristo» (Act
noche. Precisamente esa actitud es decisiva en el tiempo 5,42). La hora del nacimiento de Jesús es el comienzo de
final. «¡Y aun si llega (el señor) a la segunda o a la ter- la buena nueva de gozo y de victoria, del Evangelio. Es
cera vigilia de la noche, y los encuentra así (en vela), ¡di- traído al mundo de parte de Dios; en él se manifiesta la
chosos aquellos!» (12,38). gloria de Dios.
El Evangelio del ángel no produce temor, sino gran
9
Y un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del alegría. Lo que ha asomado ya dondequiera que se ha
Señor los envolvió en claridad. Ellos sintieron un gran anunciado el tiempo de la salvación (l,14.46s.48.68) se
temor. 10Pero el ángel les dijo: No tengáis miedo. Porque produce ahora todavía en mayor abundancia. Estalla la
mirad: os traigo una buena noticia que será de grande alegría. Los pastores son los primeros que reciben esta
alegría para todo el pueblo. n Hoy, en la ciudad de Da- gran alegría. Ésta acompañará siempre a la predicación
vid, os ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. del Evangelio; porque el Evangelio anuncia y trae la sal-
n
Y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuel- vación y con ella la alegría. «Volvieron, pues, los setenta
to en pañales y acostado en un pesebre. llenos de alegría diciendo; ¡Señor, hasta los demonios se
nos someten en tu nombre!» (10,17). Incluso la persecu-
Dios mismo da a conocer a los pastores por medio de ción por este Evangelio desencadenará la alegría: «Y lla-
su ángel lo grande de la hora del mundo que ha comen- mando a los apóstoles (los miembros del sanedrín), des-
zado con el nacimiento de Jesús. De repente e inespera- pués de azotarlos, les ordenaron que no volvieran a hablar
damente aparece el ángel en medio de una luz deslum- del nombre de Jesús, y los soltaron. Ellos, pues, salían
bradora. Con resplandores de luz se manifiesta la gloria gozosos de la presencia del sanedrín, porque habían sido
de Dios (Éx 16,10). Los pastores se ven envueltos en ese dignos de padecer afrentas por el nombre de Jesús» (Act
resplandor que dimana de los ángeles y que tiene su ori- 5,40s). Esta alegría alcanzará, no sólo a los pastores, sino
gen en Dios. En el ángel les está cercano Dios y su reve- a todo el pueblo. Los pastores son las primicias de los que
lación. El temor es la reacción de los hombres ante la reciben la alegría del tiempo de salvación; su gozo es
proximidad de Dios. fuente de una oleada de alegría que se extenderá a Israel
El ángel anuncia a los pastores un mensaje de alegría y al mundo entero.
¿Cuál es el objeto de esta buena nueva de gran ale-
17. BlLLEKBECK II, p. 114sS. gría? Hoy ha nacido... A éste hoy han mirado todas las

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promesas; hoy se ven cumplidas. Hoy se ha cumplido la Habla el lenguaje de su tiempo, pues quiere hablar en for-
Escritura» (4,21). El tiempo del cumplimiento y del fin ma realista y al alcance de todos. Conoce la expectación
ha comenzado. y la esperanza de los hombres, y responde con el Evan-
El niño que ha nacido es el Salvador, el Mesías, el gelio del nacimiento del niño en el estado y en el pe-
Señor. El título fundamental es Salvador. Jesús, después sebre.
de su exaltación, es anunciado por Pedro como Señor y Los pastores reciben signos, por los que podrán reco-
Mesías. «Sepa, por tanto, con absoluta seguridad toda la nocer la verdad del mensaje: un niño pequeño, envuelto
casa de Israel que Dios ha hecho Señor y Mesías a este en pañales, acostado en un pesebre. Por estos tres signos
Jesús a quien vosotros crucificasteis» (Act 2,36). Jesús reconocerán al Señor Jesucristo. Todo esto está en con-
(«Yahveh es salvación») es Salvador, el Señor es el Señor tradicción con la expectación judía, en contradicción con
divino, el Mesías es el ungido, el rey. El núcleo de la pro- lo que dice el mensaje. ¿Un niño desvalido, Salvador del
fesión de fe de la cristiandad: «Jesucristo es Señor» (Flp mundo? ¿El Mesías, un niño envuelto en pañales? ¿El
2. 11), viene de Dios por boca de los ángeles. Esta pro- Señor, acostado en un pesebre? Al recién nacido se aplica
fesión conviene ya a Jesús desde el día mismo de su na- lo que se dijo del Crucificado: Es escándalo para los ju-
cimiento. díos y necedad para los gentiles (ICor 1,23). Pero «lo
En la ciudad de David. Es significativo que el lugar necio de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil
del nacimiento de Jesús no se designe con su nombre co- de Dios, más poderoso que los hombres» (ICor 1,25).
rriente, Belén, sino con el nombre de dignidad de la his-
13
toria de la salvación. Para que naciera Jesús en la ciudad Y de repente, apareció con el ángel una multitud
de David, subió José de Galilea, de la ciudad de Nazaret, del ejército celestial que alababa a Dios, diciendo: 14 Glo-
a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén (2,4). ria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hom-
Allí tenía David su patria, y José su ciudad, porque era bres, objeto de su amor.
de la casa y familia de David. Jesús es «hijo de David»,
en él se cumplen las promesas de que se había hablado Al mensaje se añade la alabanza; el anuncio termina
desde la anunciación (l,32s). en un responsorio hímnico de una multitud de los ejér-
El mensaje del ángel está compuesto de tal forma que citos celestiales. Numerosos ángeles rodean al único que
trae a la memoria la inscripción de Priene. Augusto es en- anuncia la buena nueva. Los ejércitos celestiales son — se-
viado como salvador. Pone término a todas las querellas. gún la concepción de los antiguos— las estrellas, orde-
El natalicio del Dios emperador era para el mundo el co- nadas en gran número en el cielo y trazando sus órbitas,
mienzo de las buenas nuevas de alegría; las que siguen son pero también los ángeles que las mueven. Los ángeles for-
las noticias de la declaración de mayor edad del príncipe man la corte de Dios, que es llamado también Dios Sebaot
heredero y sobre todo de la subida al trono del empera- (Dios de los ejércitos). Al introducir al primogénito en el
dor. Al mensaje del culto al emperador contrapone el Nue- mundo, dice Dios: «Adórenlo todos los ángeles de Dios»
vo Testamento el solo Evangelio del nacimiento de Jesús. (Heb 1,6). Los ángeles se interesan vivamente en el acon-

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NT, Le I, 6
tecer salvífico. Son «espíritus al servicio de Dios, envia- había concluido Dios con Israel y que es renovada por
dos para servir a los que van a heredar la salvación» Jesucristo. «La alianza es alianza de paz» (Is 50,10). La fe
(Heb 1,14). es reconciliación, gozo consumado; la predicación de Je-
El canto de los ángeles es una aclamación mesiánica. sús es «Evangelio de la paz» (Ef 6,15). Él mismo es la paz.
No es deseo, sino proclamación de la obra divina, no es Los hombres reciben paz porque Dios les ha mostra-
ruego, sino solemne homenaje de gratitud. En dos frases do su complacencia, su favor, su amor. Jesús garantiza a
paralelas se expresa lo que el nacimiento de Jesús signifi- los hombres la complacencia y el amor de Dios. Sólo por
ca en el cielo y en la tierra, para Dios y para los hombres. éste puede salvarse el hombre. En un salmo de la secta
Dado que el cielo y la tierra están afectados por este na- de Qumrán se cantaba: «En tu cólera están (fundados)
cimiento, tiene éste un significado de alcance universal. todos tus castigos, y en tu bondad la plenitud del perdón
Con el mensaje de navidad cobra nuevo giro el universo. y de la misericordia con todos los hijos de tu compla-
El cielo y la tierra son reunidos por Jesús. cencia» 18. El himno angélico extiende la complacencia
Gloria a Dios en las alturas. «Dios habita en las altu- divina a todos los hombres. Por razón de Jesús puede al-
ras.» En el nacimiento de Jesús, Dios mismo se glorifica. canzar a todos la voluntad salvífica de Dios, con tal que
En él da a conocer su ser. Jesús es revelación acabada de muestren deseo de salvarse. «Porque así dice el Altísimo,
Dios, reflejo de su gloria (Heb 1,3); él anuncia la sobera- cuya morada es eterna, cuyo nombre es santo: Yo habito
nía de Dios, la trae y la lleva a la perfección; en él se en la altura y en la santidad, pero también con el contrito
hace visible el amor de Dios (Jn 3, 16). Al final de su vida y humillado, para hacer revivir los espíritus humillados y
podrá decir: «Yo te he glorificado sobre la tierra, llevando reanimar los corazones contritos... Por la iniquidad de su
a término la obra que me habías encomendado que hicie- violencia, me irrité, y ocultándome, le castigué sañudo.
ra» (Jn 17,4). El rebelde seguía por los caminos de su corazón. Sus ca-
En la tierra paz a los hombres, objeto de su amor. En minos los conozco yo, y le sanaré y le conduciré y le con-
la tierra viven los hombres. Por el recién nacido reciben paz. solaré. Yo pondré cantos en los labios afligidos. Paz, paz
Jesús es príncipe de la paz. «Porque nos ha nacido un al que está lejos y al que está cerca, dice Yahveh; yo le
niño, nos ha sido dado un hijo, que tiene sobre su hom- curaré. Pero los malvados son un mar proceloso, que no
bro la soberanía y que se llamará maravilloso consejero, puede aquietarse, y cuyas olas arrojan cieno y lodo. No
Dios fuerte, Padre sempiterno, Príncipe de la paz, para hay paz, dice Yahveh, para los impíos» (Is 57,15-21).
dilatar el imperio y para una paz ilimitada, sobre el trono El anuncio solemne del ángel exaltó al niño recién na-
de David y sobre su reino, para afirmarlo y consolidarlo cido como rey Mesías, el canto de los coros de ángeles lo
en el derecho y en la justicia desde ahora para siempre. celebra como príncipe de la paz, Salvador y sacerdote, que
El celo de Yahveh Sebaot hará esto» (ís 9,5). La paz en- reconcilia y reúne el cielo con la tierra. El niño en el pe-
cierra en sí todos los bienes salvíficos. La paz es restau- sebre es sacerdote y rey del tiempo de la salvación.
ración con creces de todo lo que los hombres habían
perdido por el pecado; la paz es fruto de la alianza que
18. 1QH I I , 8ss.

82 83
El canto de los ángeles tiene relación con la aclama- cedió. Al acontecimiento sigue la palabra notificante. Pa-
ción del pueblo, que acompañaba a Jesús en su entrada blo confiesa: «A mí, el menor de todo' el pueblo santo,
en Jerusalén al comienzo de la semana de su pasión; el si me ha dado esta gracia: la de anunciar a los gentiles el
pueblo clamaba: «¡Bendito el que viene, el rey, en el nom- Evangelio de la insondable riqueza de Cristo y dar luz
bre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!» sobre la economía del misterio escondido desde los siglos
(19,38)19. La paz y la gloria que reinan en el cielo deben en Dios» (Ef 3,8s). La misma ley vige para Pablo que
realizarse también en la tierra por Jesús. La entrada triun- para los pastores. «A mí, el menor... el Evangelio de la
fal de Jesús en Jerusalén, donde le aguardan la muerte y insondable riqueza de Cristo... la economía del misterio»
¡a exaltación, se consuma como obra saívífica: se da a ios (la salvación que se da en Cristo); esto se aplica a todos
hombres la paz y la gloria del cielo. Esta aclamación del los mensajeros que dan a conocer la economía y la reali-
pueblo se entiende como grito de oración, así como' decía zación de los divinos designios salvadores.
el orante judío: «La paz que reina en sus alturas, nos
Una vez que los pastores hubieron recibido la buena
proporcionará paz a nosotros y a todo el pueblo de Israel.»
nueva, habían de ser también testigos de lo que vieron.
Lo que comenzó por el nacimiento de Jesús, será llevado
Creyeron y pudieron luego ver con sus propios ojos lo
a término por su muerte. La entrada de Jesús en el mundo
que habían creído. «Bienaventurada tú, que has creído...»
tiene su consumación en la entrada en Jerusalén y en la
Van con presteza, como María, a cumplir el encargo de
parusía. Belén, Jerusalén y mundo son las grandes etapas
Dios. La oferta de la salvación no sufre dilaciones. Los
de la redención. Jerusalén está en medio con la «elevación»
hombres comienzan a volverse hacia el niño en el pese-
(9,51) en la cruz y la ascensión al cielo...
bre. En Jesús está la salvación y la gloria de Dios.
Los pastores encontraron lo que buscaban conforme al
signo y mediante la guía de Dios, que siempre guía de tal
c) Anunciado por los pastores (2,15-20). manera, que el hombre encuentra. Lo que vieron con los
ojos fue a María y a José, y al niño acostado en el pese-
15
Y cuando los ángeles los dejaron y se fueron al cie- bre. Esto y nada más: nada de la madre virgen, nada de
lo, los pastores se decían unos a otros: Pasemos a Belén, las grandezas que había expresado acerca de este niño el
a ver eso que ha sucedido, lo que el Señor nos ha dado a mensaje del ángel. Pero vieron a este niño, iluminados
conocer. 16 Fueron con presteza y encontraron a María y por la revelación de Dios. El signo de que la revelación
a fosé, y al niño acostado en el pesebre. de Dios se ha hecho realidad histórica, está delante de
ellos en María y José, y en el niño acostado en el pese-
El mensaje que transmitió Dios no es sólo palabra, bre. El esplendor del Evangelio de navidad viene de la
sino, al mismo tiempo, acontecimiento: Mensaje que su- interpretación divina del nacimiento histórico de Jesús,
pero el portador de este esplendor es el niño que ha
19. La tradición del texto dice: «En el cielo», pero quizá debiera decir: nacido.
«en la tierra»; la falta se debe probablemente a una falsa resolución de
abreviaturas.

84 85
17
Al verlo, refirieron lo que se les había dicho acerca había sido confirmado por Isabel, es ahora profundizado
de este niño. 18 Y todos los que lo oyeron quedaron ad- por los pastores. No sólo se asombra, sino que conserva
mirados de lo que les contaban los pastores. 19 María, por todas estas palabras en el corazón. Oyó la palabra de la
su parte, conservaba todas estas palabras en su corazón y manera que Dios quiere. En ella cae la semilla en buena
las meditaba. tierra. La semilla que cae en «la tierra buena son los que
oyen la palabra con un corazón noble y generoso, la re-
¿Qué efecto produce la vista con fe del hecho salva- tienen y por su constancia dan fruto» (8,15). Constante-
dor? Los pastores han visto y refieren, dan a conocer lo mente oye María algo nuevo sobre su niño. ¿Quién puede
que han visto. El contenido de su anuncio es éste: Lo que decir de una vez todas las riquezas que encierra este niño,
se les había dicho acerca de este niño; el hecho histórico de modo que el hombre comprenda? La riqueza que está
del nacimiento de Jesús y las palabras que se les habían contenida en la revelación de Cristo, sólo puede comuni-
dicho acerca de este niño. Así se efectúa siempre el anun- carse cada vez por partes. Pero las partes deben compa-
cio, la proclamación del Evangelio: «Os doy a conocer... rarse y combinarse. La fe madura combina los diferentes
el Evangelio..., que Cristo murió por nuestros pecados elementos, ordena y encuadra lo nuevo en lo que ya se
según las Escrituras» (ICor 15,1-5). posee. Lo que experimentó María en la anunciación, en
No todos pueden ver con sus ojos el acontecimiento: la visita a Isabel y en el momento del nacimiento, fue
sólo los testigos predestinados por Dios 20 . Los otros oyen para ella fuente inagotable de meditación, de sus decisio-
el mensaje de estos testigos. Como fruto inmediato del oír nes, de oración, de alabanza, de gratitud, de gozo y de
se recoge la admiración. Lucas es el evangelista que con fidelidad. María es el prototipo de todos los que perciben
más frecuencia hace notar que los hechos y palabras de la palabra y la acogen como es debido, el prototipo de
Jesús despertaban admiración. El que experimenta la re- los creyentes y consiguientemente el prototipo de la Igle-
velación de lo divino, se admira, sea que con fe y temor sia, que acoge a Cristo con la fe y lo lleva en sí.
reverencial se asombre ante lo divino, o que admire lleno
20
de presentimientos, o que rechace con crítica y sin com- Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando
orensión. El que se asombra cuando se le presenta la re- a Dios por todo lo que habían visto y oído, tal como se
velación divina, todavía no cree: está en el atrio de la fe: les había anunciado.
ha recibido un impulso que puede suscitar fe, pero tam-
bién provocar duda. ¿Puede originar más que asombro Dios había elegido a éstos, los más pobres de to-
la predicación de los mensajeros de la fe? La decisión de dos, que estaban en vela, para que recibieran el mensaje
creer es asunto personal de cada uno. del nacimiento del Salvador. Los constituyó en testigos del
También María recibe de los pastores un mensaje so- Mesías recién nacido y los pertrechó para que fueran he-
bre su hijo. Lo que le había dicho al ángel Gabriel y raldos de la buena nueva. Ahora los hace volver a su vida
cotidiana. Los pastores se volvieron.
20. Cf. Act 10,40-43. A partir de entonces glorifican y alaban al Señor. Dios

86 87
actúa mediante la venida y la acción de Jesús; pues observancia de la obediencia a la ley se hace patente su gloria en
la circuncisión (2,21) y en el templo (2,22-39).
Dios está con él. Realiza prodigios, milagros y signos por
El camino del niño Jesús en el seno de su madre va de Naza-
medio de Jesús. El asombro por los grandes hechos de ret, la pequeña e insignificante ciudad de Galilea, donde fue
Dios acompaña la entera vida de Jesús, en quien se re- concebido, a Belén, la ciudad de David, donde nació — en pobreza
conoce la acción de Dios. Cuando Jesús recorre Palestina y gloria—, y de allí a Jerusalén, a la ciudad de su «elevación»
erumpe un júbilo de alabanza de Dios 21 . Incluso cuando (9,51). Con esto se llega al punto culminante del relato de la
infancia. La actividad pública de Jesús seguirá el mismo camino:
muere en la cruz y clama con gran voz: «Padre, en tus
de Galilea a Jerusalén, donde muere y es glorificado.
manos encomiendo mi espíritu», glorifica a Dios el cen-
Como Juan, en el momento de la imposición del nombre, es
turión que lo había oído (23,47). Con tal glorificación de celebrado en las palabras proféticas de su padre, así también
Dios comienza y termina el Evangelio. Después de la as- Jesús adquiere todavía mayor esplendor gracias al Espíritu Santo,
censión volvieron los discípulos a Jerusalén llenos de ale- que habla por boca del profeta y de la profetisa. Juan es cele-
gría y glorificaban a Dios continuamente en el templo brado en casa de Zacarías, Jesús, en cambio, en el templo. Jesús
es mayor que Juan.
(24,53). Cuando en la primitiva liturgia cristiana se hacían
presentes los hechos de Jesús mediante la palabra y la
fracción del pan, los creyentes terminaban respondiendo
a) Imposición del nombre (2,21).
con alabanzas a Dios (Act 2,47).
Una vez más se dejan notar los efectos de esta litur- 21
Cuando se cumplieron ocho días y hubo que cir-
gia de la alabanza y de la glorificación. Lo que habían cuncidar oí niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo
visto y oído, tal como se les había anunciado. Los hechos había llamado el ángel antes de ser concebido en el seno
salvíficos y su interpretación divina, que forman el centro materno.
del culto cristiano, llevan a la glorificación y a la alabanza
de Dios. Para esto se escribió el Evangelio de Lucas: para Con su nacimiento fue introducido Jesús en la existen-
que Teófilo y con él la Iglesia se persuadan de la certeza cia humana («lo envolvió en pañales»), en la estirpe de
de aquello sobre lo que se les había instruido y que en José, en el pueblo israelita, en la historia de los pobres y
el culto cristiano se hace presente y se celebra: Dios que de los pequeños, en la obligación de la ley...
causa la salud por Jesús. La ley mosaica regula la vida del israelita, por días,
semanas y años. Cuando se cumplieron ocho días y hubo
que circuncidar al niño, recayó sobre Jesús por primera
3. IMPOSICIÓN DEL NOMBRE Y PRESENTACIÓN DE JESÚS
vez la obligación de la ley: Jesús era «obediente» (Flp 2,8).
(2,21-40). El Evangelio no dice expresamente que se efectuó en
Con el niño Jesús se procede conforme a las disposiciones de
Jesús la circuncisión. El orden de la ley y su cumplimiento
la ley 2 2 . «Nació de mujer, nació bajo la ley» (Gal 4,4). En la es el marco en que se desarrolla la vida entera de Jesús.
Con él se cumple la ley, se realiza su pleno sentido. Con
21. Le 5,25s; 7,16; 9,43; 13,13; 17,15; 18,42s.
22. Cf. 2,21.22-24.27.39. esta obediencia erumpe lo nuevo y grande.

88 89
A la circuncisión está ligada la imposición del nom- prescripción de la ley tenía por objeto recordar la acción
bre. Dios mismo fijó el nombre de este niño pequeño. Se salvadora con que Dios sacó maravillosamente a Israel de
le llamó como había dicho el ángel. Con el nombre fija la miseria de Egipto. «Y cuando tu hijo te pregunte ma-
Dios también la misión de Jesús: Dios es Salvador. En ñana: ¿Qué significa esto?, le dirás: Con su poderosa
Jesús trae Dios la salvación. «Jesús pasó haciendo bien y mano nos sacó Yahveh de Egipto, de la casa de la ser-
sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios vidumbre. Como el faraón se obstinaba en no dejarnos
estaba con él» (Act 10,38). salir, Yahveh mató a todos los primogénitos de la tierra
de Egipto, desde los primogénitos de los hombres hasta
los primogénitos de los animales; por eso yo sacrifico a
b) Presentación en el templo (2,22-24). Yahveh todo primogénito de los animales y redimo todo
primogénito de mis hijos» (Éx 13,14s). Los animales de-
22
Cuando se cumplieron los días de la purificación de bían ofrecerse en sacrificio; el hijo primogénito varón era
ellos según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén, para rescatado. El precio del rescate era de cinco siclos 23. Este
presentarlo al Señor, 23 conforme a lo que está escrito en precio podía pagarse en todo el país a cualquier sacerdote.
la ley del Señor: Todo varón primogénito será consagra- María hizo la oferta prescrita para la purificación. Ésta
do al Señor; 24y para ofrecer un sacrificio, como lo dice consistía en un cordero de un año en holocausto y un pi-
también la ley del Señor: un par de tórtolas o dos pi- chón o una tórtola como sacrificio expiatorio. Los que no
chones. disponían de medios para ofrecer una cabeza de ganado
menor, ofrecerían un par de tórtolas o dos pichones, uno
La ley de la purificación establecía: «Cuando dé a en holacausto y otro como sacrificio expiatorio 2i . María
luz una mujer y tenga un hijo, será impura durante siete hizo la oblación de los pobres. Dios había mirado a su
días (estará excluida de los actos del culto); será impura humilde esclava. María, José y Jesús contaban entre los
como en el tiempo de su menstruación. El octavo día será pobres...
circuncidado el hijo, pero ella quedará todavía en casa En el Evangelio no se dice expresamente que Jesús fue
durante treinta y tres días en la sangre de su purificación; rescatado con la suma prevista. Fue llevado al templo
no tocará nada santo ni irá al santuario hasta que se cum- para ser presentado. Mediante la presentación es consa-
plan los días de su purificación» (Lev 12,1-4). grado a Dios y declarado posesión suya. Ana, madre de
También con Jesús se practicó la purificación. Se dice, Samuel, llevó al templo el niño que había concebido, aun-
en efecto: Cuando se cumplieron los días de la purifica- que era estéril, y lo consagró al servicio de Dios. Dijo:
ción de ellos. «Purificación» tal vez signifique aquí con-
sagración. La ley ordena acerca del primogénito: «Cede- 23. I"Júm 3,47; 18,16. El sido es una moneda judía que recibió su nombre
del sistema de pesos. Según el sistema monetario fenicio, que fue introducido
rás a Yahveh todo ser que sea el primero en salir del seno en Israel probablemente en tiempos de Salomón, un siclo de plata pesaba 1/15
materno, así como el primogénito de los animales que ten- del siclo de oro (109g/15); esta moneda servía de norma para las contribu-
ciones que se pagaban al santuario (cf. Éx 30,13).
gas; los machos pertenecen a Yahveh» (Éx 13,12). Esta 24. Cf. Lev. 12,6-8.

90 91
«Quiero yo dárselo a Yahveh, para que todos los días de vación mesiánica. Simeón es profeta. Dios le ha dado el
su vida esté consagrado a Yahveh» (ISam 1,28). Samuel Espíritu Santo, y así su palabra es revelación divina. Si-
era un hombre consagrado a Dios, Juan Bautista estaba meón tiene esta ventaja respecto a los demás profetas:
consagrado a Dios, por lo cual no bebía nada inebriante. antes de morir verá todavía al Ungido del Señor, al Me-
Jesús está todavía más consagrado a Dios. Es santo, por- sías. Los otros profetas lo anuncian para un futuro remo-
que nació de la- virgen por la virtud del Espíritu Santo to, él goza ya de su presencia.
(1,35). Es siempre el Santo de Dios, enteramente consa-
grado a Dios, entregado al servicio de Dios. La presenta- 27
Movido, pues, por el Espíritu, fue al templo, y cuan-
ción en el templo pone de manifiesto lo que hasta enton- do entraban los padres con el niño Jesús para cumplir la
ces estaba oculto acerca de él... disposición de la ley con respecto a él, 28 Simeón lo tomó
en sus brazos y bendijo a Dios.

c) Testimonio del profeta (2,25-35). Simeón, movido y guiado por el Espíritu, fue al tem-
plo en el momento en que era introducido Jesús. Mientras
25
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Si- se cumple con la ley antigua, viene Simeón a conocer al
meón; que era hombre honrado y piadoso, que esperaba Mesías, y los padres reciben la revelación profética acer-
el consuelo de Israel; el Espíritu Santo residía en él; 2 6 y ca del niño. El templo y la ley, el culto y la revelación de
le había sido revelado por el Espíritu Santo que no mori- te antigua alianza apuntan hacia el Mesías y conducen a él.
ría sin ver antes al ungido del Señor. Allí está Simeón, iluminado por el Espíritu y penetra-
do de fe; toma al niño en sus brazos y bendice a Dios. Es
Como los pastores en Belén, instruidos por el ángel la imagen del que ha recibido la salud. Simeón acoge al
de Dios, publican la grandeza del niño recién nacido, así niño como se acoge a un huésped amigo, con todo res-
también en el templo dos figuras de profetas, Simeón y peto y amor. Así también deben ser acogidos los enviados
Ana, iluminados por el Espíritu Santo, dan testimonio del de Dios. En los apóstoles viene Jesús mismo, en su pala-
significado salvífico de este niño. En Simeón produjo abun- bra está él presente (Mt 10,40). El comienzo de tal aco-
dantes frutos la piedad veterotestamentaria. Simeón era gida respetuosa y amante es la fe, y el fin es la alabanza
fiel a la ley y temeroso de Dios. La ley y la sabiduría, cuyo de Dios, la bendición de aquel que ha dado toda ben-
principio es el temor de Dios, habían dado la impronta a dición.
su conducta. Él aguarda el consuelo de Israel, la salud
mesiánica, y a aquel que la ha de traer. Dios anuncia para Y dijo:
el futuro: «Cantad, cielos; tierra, salta de gozo; montes, 29
Ahora, Señor, según tu promesa
que resuenen vuestros cánticos, porque ha consolado Yah- puedes dejar irse en paz a tu siervo;
veh a su pueblo, ha tenido compasión de sus males» 30
porque vieron mis ojos tu salvación,
(Is 49,13). Dios consolará a su pueblo consumando la sal- 31
la que preparaste a la vista de todos los pueblos:

92 93
-i2 luz para iluminar las naciones iluminar las naciones. Ahora se cumple lo que se había
y gloría de tu pueblo Israel. preanunciado: «Levántate y resplandece, que ya se alza
tu luz, y la gloria de Yahveh alborea para ti, mientras
La alabanza del profeta es el eco que responde a la está cubierta de sombras la tierra y los pueblos yacen en
revelación acerca del niño que tiene el anciano en sus tinieblas. Sobre ti viene la aurora de Yahveh y en ti se
brazos. Su cántico, el canto vespertino de su vida, está manifiesta su gloria. Las gentes andarán a tu luz, y los
sostenido por las palabras y el espíritu del libro de reyes, a la claridad de tu aurora» (Is 60, 1-3). «Yo te
Isaías 23 . Los hombres iluminados por el espíritu saben hago luz de las gentes para llevar mi salvación hasta los
interpretar rectamente la Escritura y juzgar acerca de los confines de la tierra» (Is 49,6; cf. 42,6). En Israel alborea
acontecimientos salvíficos. la luz que es Jesús, pero más allá de Israel ilumina tam-
Dios es Señor, el hombre es siervo. La vida es una bién a los pueblos gentiles. Atraídos por esta luz acuden
dura servidumbre. Quizá hubo de soportar Simeón cosas las naciones al pueblo de Dios iluminado, en el que habi-
duras por razón de sus esperanzas mesiánicas. La muerte ta el Mesías.
acabará ahora con esta relación de servidumbre. Se ha Era también inevitable que Israel recibiera gloria por
realizado el anhelo de una vida. Le es dado ver con los Jesús. De él dimana por Jesús el resplandor de Dios y los
ojos del cuerpo al Salvador y Redentor, sin tener que con- pueblos glorifican a Israel. Lo que ya se había insinuado
tentarse con reconocerlo de lejos en las visiones proféticas. en el cántico de María y en el cántico de los ángeles, lo
«Dichosos los ojos que ven lo que estáis viendo» (10,23). publica ahora el anciano profeta en toda su amplitud,
Puede partir de la vida en paz, con el corazón satisfecho, apoyándose en la predicción de Isaías: Dios otorga en
agraciado con la salvación que trae Jesús. Su vida es una Jesús la salud al mundo entero. «Todos han de ver la sal-
vida llena, porque ha visto a Jesús... vación de Dios» (3,6). «Sabed pues, que a los gentiles ha
Jesús es el Mesías enviado por Dios para la salvación. sido ya transferida esta salvación de Dios, y ellos la es-
Es lo que dice su nombre: Salvador. En él ha preparado cucharán» (Act 28,28).
Dios la salvación a la vista de todos los pueblos. Ahora
33
se cumplen las palabras de Isaías: «Yahveh alza su santo' Su padre y su madre estaban maravillados de las
brazo a los ojos de todos los pueblos, y los extremos con- cosas que se decían de él.
fines de la tierra ven la salvación de nuestro Dios» (Is
52,10). Con esto no se dice todavía que todos los pueblos También María y José, los más próximos a Jesús en-
participen en la salvación. Pero cuando el Señor muestre tre todos los hombres, tienen necesidad de la palabra re-
la salvación a la vista de todos los pueblos, ¿qué sucede- veladora para poder comprender lo que Dios ha hecho en
rá entonces? Jesús para los hombres, «el Evangelio de la insondable ri-
El niño que lleva Simeón en brazos es una luz para queza de Cristo» (Ef 3,8). Por mucho que sea lo que se
perciba de esta riqueza, todavía es más lo que se sustrae
25. Cf. acerca del v. 30: Is 40,5; 52,10; acerca del v. 32: Is 42,6; 46,13;
49,6. a la comprensión.

94 95
También los padres de Jesús se maravillan y se asom- erigido por Dios. Sólo el que se decide por Jesús pertenece
bran. Sin embargo, no están en el atrio de la fe, sino que verdaderamente al pueblo de Dios.
creen. Su fe descubre y reconoce las profundidades de la Jesús es signo, señal, porque sitúa al hombre ante la
sabiduría y del amor divinos. Se maravillan, penetrados decisión. Es objeto de contradicción. La entera historia
de respeto y reverencia. De las profundidades de su cora- de la revelación está llena de contradicción. San Pablo lo
zón emocionado brota alabanza a Dios y vida religiosa. expresa con la frase profética: «Todo el día estuve con
34
las manos extendidas hacia un pueblo indócil y rebelde»
Simeón los bendijo; luego dijo a María, su madre: (Rom 10-21; cf. Is 65,2). San Esteban, después de com-
Mira: éste está puesto para caída y resurgimiento de mu- pendiar la historia de la salud, saca esta conclusión:
chos en Israel, y para serial que será objeto de contradic- «¡Gentes de dura cerviz e incircuncisos de corazón y de
ción, 35 y a ti una espada te atravesará el alma, para que oídos! Siempre estáis resistiendo al Espíritu Santo. Como
queden patentes los pensamientos de muchos corazones. vuestros padres, igual vosotros» (Act 7,51). Toda contra-
dicción contra Dios se recoge en la contradicción contra
María y José llevaron bendición a Simeón por medio Jesús.
del niño. «Bendito Dios, Padre de nuestro Señor Jesu- María, madre de Jesús, está incorporada a la suerte de
cristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en su Hijo. Y a ti... Simeón se dirige a ella. El oráculo pro-
los cielos, en Cristo» (Ef 1,3). El anciano profeta bendice, fetice según el cual Jesús es una señal que será objeto
en cambio, a los padres. de contradicción, se dirige en primer lugar a María. La
Jesús es una figura en que se cifra la decisión, la di- contradicción de que será objeto Jesús, le afectará tam-
visión de los campos. «Él será piedra de tropiezo para las bién a ella. Una espada te atravesará el alma. Por los ata-
dos casas de Israel, lazo y red para los habitantes de Je- ques contra Jesús, ella misma sentirá dolor en el alma.
rusalén. Y muchos de ellos tropezarán, caerán y serán María es la madre dolorosa que está en pie junto al Cru-
quebrantados, y se enredarán en el lazo y quedarán co- cificado. Todavía no se habla de la cruz, pero ésta es la
gidos» (Is 8,14s). Pero también se aplica a Jesús: «Yo última consecuencia de la contradicción.
he puesto en Sión por fundamento una piedra, piedra pro-
La contradicción de que es objeto Jesús y el dolor que
bada, piedra angular, de precio, sólidamente asentada. El
experimenta María tiene una finalidad fijada por Dios:
que en ella se apoye, no titubeará» (Is 28,16). Para esto
para que queden patentes los pensamientos de muchos
destinó Dios a Jesús: para que todo Israel tome en él su
corazones. La decisión que se toma ante la señal que es
decisión. El que es uno con él, se ve levantado, salvado;
Jesús, descubre las profundidades ocultas de los senti-
en cambio, el que está en contradicción con él, cae en la
mientos humanos. Por Jesús, que está ligado con María,
perdición. No por ser Israel el pueblo elegido de Dios re-
se formula un juicio contra la humanidad. «Y ésta es la
cibe la salud y logra la salvación, sino porque toma su
condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres
decisión optando por Jesús. Lo que salva en el juicio no
amaron más las tinieblas que la luz, porque las obras de
es la pertenencia a Israel, sino la decisión por el signo
ellos eran malas» (Jn 3,19). El Dios encarnado es señal

96 97
NT, Le I, 7
que sería objeto de contradicción, pero aún lo será más cidad. Los nombres no carecen de significado. Lo que
el Crucificado. María, la madre que lo engendró como significan estos nombres emana de las personas y de sus
hombre sujeto al sufrimiento, sufre con él de la con- palabras y lo sumerge todo en el resplandor de la ale-
tradicción. La unión con ella es la señal, objeto de contra- gría, de la gracia y del favor de Dios. El tiempo mesiá-
dicción; el escándalo es la humanidad de Jesús 28 . nico es un tiempo de profusión de luz.
María y Jesús no se deben separar. Esta inseparabili- Ana está, como Simeón, formada por la piedad vetero-
dad continúa en la Iglesia y en Jesús. Ambos juntos son testamentaria. Su avanzada ancianidad demuestra la com-
la señal de la decisión, de la manifestación del estado inte- placencia de Dios que reposa en ella; en el momento del
rior del hombre, de si uno es hombre de obediencia o de encuentro con Jesús tenía Ana más de cien años. Su vida
desobediencia, hombre de contradicción o de entrega. era ordenada y casta. Había casado todavía jovencita, su
matrimonio duró siete años, y su casta viudez doce veces
más: ochenta y cuatro años en total 28 . Su vida estaba de-
d) Testimonio de la profetisa (2,36-38). dicada a la oración, a las visitas al templo (asistencia al
culto) y al ayuno, noche y día. Vivía completamente para
36
También estaba allí una profetisa, Ana, hija de Dios, en la presencia de Dios. Ana es presentada como
Fanuel, de la tribu de Aser. Ésta era ya de edad muy avan- modelo luminoso de las viudas cristianas. «La viuda de
zada. Casada desde jovencita, había vivido con su marido verdad, la que está desamparada, tiene su esperanza pues-
siete años; 37 y era una viuda que llegaba ya a los ochen- ta en Dios y se dedica a las súplicas y oraciones, día y
ta y cuatro. No se apartaba del templo, sirviendo a Dios noche» (ITim 5,5).
noche y día con ayunos y oraciones.
38
Presentándose en aquel mismo momento, glorificaba
Al profeta se añade la profetisa. Israel tuvo siempre a Dios, y hablaba del niño a todos ¡os que esperaban la
también mujeres dotadas de espíritu. La teología rabínica liberación de Jerusalén.
cuenta siete de ellas". Está anunciado que en los últi-
mos tiempos profetizarán los hijos y las hijas de Is- Ana es testigo de la gran hora de gracia del templo.
rael. «Aun sobre vuestros siervos y siervas derramaré mi Con la luz del Espíritu Santo reconoce al Mesías en el
espíritu en aquellos días, y hablarán proféticamente» (Jn niño que llevaba María al templo. Glorificó a Dios, como
3,2; Act 2,18). A la grave palabra del juicio, de la contra- alternando en un responsorio con Simeón. Como había
dicción y de la espada siguen palabras de consolación y reconocido la venida del Mesías y quedó llena de gozo, se
de aliento. El nombre de la profetisa y los de sus antepa- convirtió en apóstol. No cesaba de hablar de él a todos
sados significan salvación y bendición. Ana quiere decir: los que esperaban al Redentor. Su mensaje halla límites
Dios se ha compadecido; Fanuel, Dios es luz; Aser, feli- en la mayor o menor disposición para aceptarlo. La pala-

26. Cf. Le 4,22; 7,23; 23,35.


27. BlLLERBECK I I , p. 140. 28. Cf. Jdt 8,4ss; 16,22s.

98 99
bra de la revelación debe aceptarse, como se acoge a un
huésped... e) Regreso a Nazaret (2,39).
Jesús es la liberación de Jerusalén. Con la aparición
de Jesús en el templo se inicia la liberación de todos los 39
Y después de cumplirlo todo según lo que mandaba
enemigos (1,68.71): mediante la gracia de Dios que per- la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de
dona. Jesús mismo es la liberación, la redención (24,21). Nazaret.
En él está presente la salvación escatológica.
La historia de la infancia ha llegado a su punto cul- Jesús fue manifestado en Jerusalén a la sazón en que
minante. En el templo de Jerusalén se revelan dos cosas: cumplía obedientemente con la ley. «Nacido bajo la ley»
la contradicción contra Jesús y la aceptación creyente, con- (Gal 4,4), Dios lo glorificó por los profetas. La obedien-
denación y salvación, caída y resurgimiento. Se cumple lo cia lo exaltará y lo glorificará de tal modo que el univer-
que había predicho Malaquías: «En seguida vendrá a su so confiese que Jesucristo es Señor (Flp 2,11).
templo el Señor a quien buscáis, y el ángel de la alianza Pasada la gran hora de Jerusalén, es llevado Jesús de
que deseáis. Ved que viene ya» (Mal 3,1). Este día es día nuevo a Galilea, a su ciudad. De la gloria de Dios vuelve
de juicio: «¿Y quién podrá soportar el día de su venida? otra vez a la ciudad que había pasado sin pena ni gloria
¿Quién podrá mantenerse firme cuando aparezca? Porque por la historia de Israel. Nazaret era su ciudad, la ciudad
será como fuego de fundidor y como lejía de batanero» de María y de José. Jesús sigue a su madre, y ésta a José,
(Mal 3,2). El día es también día de salvación. «Entonces su esposo. Una vez más está Jesús bajo la obediencia.
agradará a Yahveh el sacrificio de Judá y de Jerusalén, «Nacido de mujer» (Gal 4.4). su vida es un despojarse de
como en los días pasados y como en los años antiguos» la gloria de Dios mediante la vida de obediencia.
(Mal 3,4). De Jerusalén, donde se erige en el templo la
señal, irradia la luz para la iluminación de los gentiles, se 40
El niño crecía y se robustecía, llenándose de sabi-
pone de manifiesto la gloria de Israel. Esto sucede ahora
duría, y la gracia de Dios residía en él.
que Jesús es llevado al templo, esto sucederá todavía más
cuando sea «elevado» en Jerusalén, es decir, cuando sea
El hombre completo necesita fuerzas corporales y es-
exaltado a la gloria. Entonces será reunido el nuevo pue-
pirituales, la sabiduría y la gracia de Dios. Pablo desea
blo de Dios, y sus mensajeros partirán de Jerusalén al
a los Tesalonicenses: «Vuestro espíritu, vuestra alma y
mundo a fin de reunir a los pueblos en torno a la señal
vuestro cuerpo sea custodiado irreprochablemente para
de Cristo.
la parusía de nuestro Señor Jesucristo» ClTes 5,23). Jesús
iba creciendo en fuerzas físicas y se robustecía en el espí-
ritu. Está colmado de sabiduría a fin de poder vivir con-
forme a la voluntad de Dios.
La dinámica del crecimiento y del desarrollo mental
es también un signo en la infancia de Jesús. Sobre su vida

100 101
42
reposa la gracia, el favor de Dios, que es el sol que brilla Y cuando cumplió los doces años, subieron a la fiesta,
sobre todo crecimiento, la fuerza que origina toda diná- según la costumbre, 43 y, terminados aquellos días, al re-
mica. También del niño Juan se dijo que crecía corporal gresar ellos, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que
y espiritualmente (1,80), pero no se habló de sabiduría y lo notaran sus padres. 44 Creyendo ellos que estaría en la
gracia de Dios. Jesús es más grande que Juan ya desde caravana, hicieron una jornada de camino. Luego se pu-
la infancia. sieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; 45 pero,
como no lo encontraron, se volvieron a Jerusalén en bus-
ca de él.
4. E L NIÑO DE DOCE AÑOS (2,41-52).
La fiesta pascual de los ácimos duraba siete días. La
a) Jesús en el templo (2,41-50). vuelta sólo se podía emprender pasado el segundo día de
la fiesta; la sagrada familia se quedó allí la semana en-
41 tera. Al final emprendieron la vuelta María y José. Se
Iban sus padres todos los años a Jerusalén por la
fiesta de pascua. viajaba en una caravana. La fila no era compacta: iba
dividida en grupos de parientes y conocidos. Esta manera
El clima religioso en que creció Jesús era el de la pie- de peregrinar juntos aumentaba la seguridad y daba a la
dad veterotestamentaria. Parte importante de ésta eran vez cierta libertad de movimientos. El niño Jesús se des-
las peregrinaciones ai templo. «Tres veces cada año cele- prendió de la guía y solicitud materna, con que María lo
braréis fiesta solemne en mi honor. Guarda la fiesta de rodeaba durante la infancia. Se quedó en Jerusalén.
los ácimos... También la solemnidad de la recolección, Había terminado la primera jornada de viaje. Las fa-
de las primicias de tu trabajo, de cuanto hayas sembrado milias se reunieron. Se echó de menos a Jesús. Comenzó
en tus campos... También la solemnidad del fin del año y la búsqueda. La decisión de Jesús es un enigma...
de la recolección, cuando hubieres recogido del campo
46
todos sus frutos. Tres veces en el año comparecerá todo Y resultó que a los tres días lo encontraron en el
varón ante Yahveh, tu Dios» (Éx 23,14-17). La sagrada templo, sentado ante los doctores, escuchándolos y hacién-
familia hacía más de lo que exigía la ley. En efecto, tam- doles preguntas. 47 Todos los que le oían, se quedaban
bién María hacía la peregrinación, aunque ésta no obli- asombrados de su talento y de sus respuestas.
gaba a las mujeres. El niño los acompañaba para irse
acostumbrando al cumplimiento de la ley 29 . Según la pres- Los pórticos del atrio exterior del templo eran utili-
cripción de los doctores de la ley, el muchacho que había zados por los doctores de la ley para dar lecciones. El
cumplido los trece años estaba obligado a cumplir con método didáctico de los rabinos era la discusión. Según
todos los preceptos de la ley. un dicho judío, se llega al conocimiento de la ley mediante
la investigación de los colegas, mediante la discusión de
29. BlLLERBECK II, p. 144. los discípulos. Se pregunta y se responde, se escucha y se

102 103
añade algo30. Jesús está probablemente sentado en el es algo que consterna a los padres. Jesús los sitúa cons-
suelo en medio de los doctores. El asombro de los doc- tantemente ante nuevos misterios, más que los otros niños.
tores de la ley confirma el conocimiento de la misma que Es que la conciencia que tiene de sí supera a la de cual-
tiene Jesús. Más tarde se le interpelará como a maestro quier ser humano.
y por tal se le tendrá (10,25). Entonces se admirará el 49
pueblo de su doctrina y asegurará que enseña con autori- Pero él les contestó ¿Por qué me buscabais? ¿No
dad y no como los doctores de la ley (Mt 7,28s). Sus sabíais que tenía que estar en las cosas de mi Padre?
50
adversarios preguntarán extrañados: «¿Cómo sabe éste Ellos, sin embargo, no comprendieron lo que les había
de letras, sin haber estudiado?» (Jn 7,15). Él proclama dicho.
la voluntad de Dios en forma nueva y directa; reivindica Las primeras palabras que los Evangelios ponen en
ser el único maestro de la voluntad divina. «Uno sólo es beca de Jesús nos muestran una profunda conciencia de sí
vuestro maestro» (Mt 23,8), a saber, Cristo. Algo de esta mismo; son unas palabras que desligan a Jesús de toda de-
vocación docente asoma ya en el templo en Jerusalén. pendencia humana y lo ponen por encima de toda inteli-
48
gencia limitada, unas palabras que indican ya el rumbo de
Al verlo, se quedaron profundamente impresionados; su vida. También en esto supera Jesús a Juan. Mientras
entonces su madre le dijo: Pero, hijo: ¿Por qué lo has que éste es ya hombre cuando siente su vocación (1,80),
hecho así con nosotros? Mira que tu padre y yo, llenos Jesús conoce ya la suya en los umbrales de la juventud.
de angustia, te estábamos buscando. No sin razón se sitúa la narración entre las dos menciones
de la sabiduría de Jesús (2,40.52); Jesús tiene sabiduría
Las palabras de María son expresión espontánea del porque es Hijo de Dios. «El justo pretende tener la cien-
dolor y de la angustia^durante las largas horas de la bús- cia de Dios y llamarse hijo del Señor» (Sab 2,13).
queda. María es una verdadera madre. La exposición tan Jesús tiene que estar en las cosas de su Padre. Con
sencilla y tan natural en nada disimula los sentimientos esta expresión se refiere Jesús al templo. El templo está
humanos. consagrado a Dios, en él está Dios presente. Jesús llama
Jesús ha obrado por su cuenta. María le habla como Padre a Dios, en su lengua materna Abba. Así llaman los
a niño, aunque ya es un muchacho. Hasta ahora no había niños pequeños a su padre carnal. También más tarde
hecho nada a espaldas de su padre y de su madre; por conservará Jesús esta designación de Dios. De esta expre-
eso lo buscan ahora con tanta aflicción. En él hay enig- sión filial hace el fundamento de sus relaciones, y de las
mas. ¿Por qué lo has hecho así con nosotros? La relación de los suyos, con Dios31. Sobre la vida de Jesús se cierne
del niño con su padre y su madre parece ser como la de una necesidad que rige su actuación (4,43), que lo lleva
todos los niños. Cuando el niño se va haciendo mayor, sur- al sufrimiento y a la muerte y por tanto a su gloria (9,22;
gen enigmas. La seguridad de sí con que se expresa Jesús 17,25). Esta necesidad tiene de ser en la voluntad de Dios

30. Aboth vi, 5s. 31. Cf. Rom 8,15; Gal 4,6.

104 105
consignada en la Sagrada Escritura, voluntad que él sigue
incondicionalmente. b) De nuevo en Nazaret (2,51-52).
Jesús debe estar en las cosas de su Padre. Se refiere
al templo, pero no lo menciona. Con su venida, el anti- 51
Bajó con ellos y regresó a Nazaret, y vivía sujeto
guo templo pierde su posición en la historia de la salud.
a ellos. Pero su madre conservaba todas estas palabras
Un nuevo templo viene a ocupar su lugar; el templo está
en su corazón.
allí donde se realiza la comunión de Padre e Hijo. En la
vida de Jesús ocupa Jerusalén un puesto destacado. En
La gran vivencia había pasado; él estaba en lo que es
Jerusalén ha puesto él la mira. Allí se cumple la volun-
de su Padre; de este mundo de su comunión con el Padre
tad del Padre en su muerte y en su exaltación. Así se
se proyecta un rayo de luz sobre sus palabras de revela-
edifica una nueva Jerusalén con un nuevo templo. «Y vi
ción. Ahora comienza un nuevo descenso. Nazaret es la
la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo
ciudad a la que tiene que bajar: en la predicación, ahora
de parte de Dios... y oí una gran voz que procedía del
al comienzo de su actividad...
trono, la cual decía: Aquí está la morada de Dios con los
Estaba sujeto a ellos: a José y a María. Guardaba la
hombres, y morará con ellos, y ellos serán su pueblo, y
verdad de su filiación divina mostrándose obediente. Con
Dios mismo con ellos estará» (Ap 21,2s).
la obediencia se prepara para su glorificación después del
Tampoco María y José entendieron estas palabras. bautismo. «Testigos de estas cosas somos nosotros y el
A lo largo de la historia de la infancia recibe María reve- Espíritu Santo que Dios ha concedido a los que le obe-
lación sobre su hijo por ángeles, profetas y por la Sagrada decen» (Act 5,32).
Escritura. Las palabras que se le dirigen las combina ella
Los acontecimientos de la historia de la infancia tie-
para formar una imagen cada vez más completa. Aun
nen carácter de revelación; son hechos y palabras. María
después de la revelación y de la meditación quedan enig-
los conservaba en su corazón (cf. 2,19). Llenaban su espí-
mas. Sólo gradualmente se levantan los velos que encu-
ritu y se convertían en luz de su vida. Nadie, fuera de su
bren los abismos del amor de Dios y de su ungido. A cada
madre, podía ser testigo de la historia de la infancia. Ella
descubrimiento sigue un nuevo enigma: El nacimiento en
era el testigo fidedigno, pues conservaba en el corazón todo
el establo, su infancia, su vida con los parientes y con el
lo sucedido. Lucas menciona estos hechos porque lo in-
pueblo, sus fracasos, sü muerte en cruz... Nosotros tene-
vestigó todo comenzando desde el principio.
mos constantemente necesidad de la palabra revelada y de
la meditación sobre Jesús y sobre el acontecer salvífico. 52
Y Jesús iba progresando en sabiduría, estatura y
Por muy familiar que se nos hiciera Jesús, aun entonces
gracia ante Dios y los hombres.
nos quedarían obscuridades y enigmas. El acceso a Jesús
será siempre en la tierra la fe. Ahora bien, la fe no es
Lo que se dice con las palabras lo confirma también
todavía visión.
la elección de los términos: según el texto original, Jesús
pasa de infante (2,12.16) a niño (2,17.27.40) y a muchacho

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(2,43). Ahora ocupa el primer puesto el crecimiento en
sabiduría. No sólo Dios le otorga gracia, sino también los
1. E L BAUTISTA (3,1-20).
hombres. Jesús crece en el sentido de la comunión con
los hombres.
a) El comienzo (3,1-6).
Del joven Samuel se dice que iba creciendo y se hacía
grato tanto a Yahveh como a los hombres» (ISam 2,26). En una hora bien determinada de la historia del mundo, en
Lucas habla de Jesús con palabras de la historia de Sa- una situación que reclama liberación, en una zona del gran impe-
muel. Con este hombre comienza la serie de los profetas: rio romano (3,1-2), comienza la preparación para el tiempo de
la salud por Juan (3,3-6).
«Y todos los profetas, desde Samuel en adelante, cuantos
hablaron, anunciaron también estos días (de Jesucristo)» 1
En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César,
(Act 3,24; cf. 13,30). Jesús tiene que esperar hasta que
siendo Poncio Piloto procurador de Judea, Heredes te-
llegue la hora en la que el crecimiento alcance la meta;
trarca de Galilea, su hermano Filipo tetrarca de Iturea y
entonces se presentará como profeta que superará a todos
de ¡a Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene, ^duran-
los profetas por la sabiduría de su conocimiento de Dios.
te el sumo sacerdocio de Anas y de Caifas...

La historia de la salvación transcurre dentro del ámbito


y del acontecer de este mundo, pero sin identificarse con
III. PREPARACIÓN A LA ACTIVIDAD PÜBUCA lo que nosotros llamamos historia del mundo o historia uni-
DE JESÚS (3,1-4,13) versal. La aparición y actuación de Juan es el preludio
inmediato del acontecimiento salvífico que se inicia con
Una vez más se ven contrapuestos Juan y Jesús. Juan lleva
la venida del Mesías. Las indicaciones cronológicas se
a cabo su misión (3,1-20); se muestra la preparación de Jesús para
su obra (3,21-4,13); Jesús es hijo de Dios, nuevo Adán, que opta hacen en el estilo de la Biblia. Ahora comienza historia
decididamente por la voluntad de Dios. sagrada. Análogamente indica Oseas el tiempo en que re-
Aquí, como en la historia de la infancia, se muestra que Jesús cibió la palabra del Señor: «Palabra de Yahveh dirigida
sobrepuja a Juan, pero ahora se añade algo nuevo. Juan lleva a Oseas, hijo de Beri, en tiempos de Ozías...» (Os 1,1).
a cabo la última preparación para el tiempo de la salud, que está
El tiempo de la salvación comienza el año 15 del rei-
en puertas, pero él no pertenece todavía a este tiempo. Jesús
está equipado para realizar el tiempo de la salud. Juan concluye nado del emperador romano Tiberio (14-37 d.C), es decir,
su obra, Jesús comienza la suya. 1.a actividad de Juan se cierra el año 28/29 de nuestra era. Entonces era Poncio Pilato
según la exposición de Lucas antes del relato del bautismo de procurador de Judea (26-36); Herodes Antipas, tetrarca de
Jesús, con el que comienza la actividad pública de Jesús. Lucas Galilea (4 a.C. - 39 d.C); su hermano Filipo, tetrarca
preferirá volver una vez más sobre lo narrado, antes que ligar
de Iturea y de la Traconítide, que están situadas al norte
la actividad de Jesús y la de su precursor. Con Juan termina el
tiempo del preanuncio y de la promesa, y con Jesús comienza el y al este del lago de Genesaret (4 a.C. - 34 d.C). Lisanias
tiempo del cumplimiento. era tetrarca de Abilene al noroeste de Damasco, en el
Antilíbano (Lisanias murió entre el 28 y el 37 d.C). Las

108 109
indicaciones de Lucas se han visto confirmadas por ins- norte del lago de Genesaret. El imperio romano se había
cripciones y por historiadores antiguos. Además de las anexionado más o menos rigurosamente estas regiones.
autoridades civiles se indican también las religiosas: el Por su parte, Jesús no traspasará sino muy raras veces
sumo sacerdote en funciones José Caifas (18-36 d.C), los límites de Palestina, pero su mensaje conquistará toda
junto al que gozaba de gran prestigio su suegro Anas, que la gran extensión sujeta a la soberanía del emperador
le había precedido en el cargo. romano Tiberio. Los Hechos de los apóstoles describen
Si Lucas hubiese querido únicamente fijar el tiempo, la carrera victoriosa de la palabra de Dios que había co-
un dato hubiera sido más que suficiente. El primero, que menzado en Palestina.
es el más claro y más determinado. ¿Por qué, pues, añade
los otros? Con ellos se trata de presentar las condiciones 2b
...la palabra de Dios fue dirigida a Juan, hijo de
políticas y religiosas, el ambiente espiritual en que se cum- Zacarías, que estaba en el desierto. 3 Y él fue por toda la
plen las promesas de Dios. Palestina está bajo dominio región del Jordán, predicando un bautismo de conversión
extranjero. El soberano del país es el emperador Tiberio, para perdón de los pecados.
del que los historiadores romanos trazaron —con razón
o sin ella— el retrato de un soberano desconfiado, cruel, La palabra de Dios fue dirigida a Juan, como sucedía
amigo del placer 32. La parte meridional del país, Judea a los profetas del Antiguo Testamento. El Bautista rea-
y Samaría, es desde el año 6 a.C. provincia romana. El nuda la acción de los grandes enviados de Dios del tiempo
gobierno del procurador Poncio Pilato era, según el pare- anterior y enlaza con la tradición profética, no con la
cer de los judíos, inflexible y sin consideraciones; se le literatura apocalíptica soñadora y fantástica, con la sabi-
achaca venalidad, violencia, rapiña, malos tratos, vejacio- duría humanística, con los rigorismos legalistas farisaicos,
nes, continuadas ejecuciones sin sentencia judicial y una con tradiciones teológicas rabínicas ni con esperanzas de
crueldad sin límites e intolerable 33 . Los soberanos de la reinados propias de ambientes zelotas. La palabra de Dios
casa de Herodes eran idumeos, soberanos por la gracia lo llama, le confiere su ministerio y es la fuerza que do-
de Roma. Los dos sumos sacerdotes se dieron maña para mina su vida. «Llegóme la palabra de Yahveh, que decía:
conservar largos años su posición mediante ardides di- Antes que te formara en las entrañas maternas te cono-
plomáticos. Se comprende que se suspire por el rey de cía... irás a donde yo te envíe y dirás lo que yo te man-
la casa de David. También Zacarías aguardaba la libera- de... Mira que pongo en tu boca mis palabras. Hoy te doy
ción de las manos de todos los que nos odian (1,71). sobre pueblos y reinos poder de destruir, arrancar, arrui-
El ámbito geográfico que delimita Lucas con sus in- nar y asolar; de levantar, edificar y plantar» (Jer 1,4-10).
dicaciones es el campo de acción de Jesús. En éste se des- El campo de acción del Bautista es toda la zona del
arrolla la historia sagrada: en Galilea y en Judea, al Jordán, la región de la depresión meridional del Jordán.
En esta región es predicador itinerante. Su campo de
32. Ct. TÁCITO, Anales vi, 51 (BARRETT, nr. 7).
acción es reducido; Jesús, en cambio, actuará en toda la
33. FLAVIO JOSEFO, Bellum lutluicum n, 169-177 (BARKETT, nr. 114);
FILÓN, Leg. ad Gaium 299-305. región de Palestina. Los apóstoles llevarán más allá de

110 111
este espacio, al mundo entero, la palabra de Dios. El ám- de su pueblo, que retorna en caravana de Babilonia a la
bito de la palabra crece; ésta tiende a llenarlo todo... patria. Una voz se levanta en el desierto por el que avan-
Juan es pregonero; va por delante de su Señor y anun- za la comitiva e invita a preparar un camino real. Esta
cia lo que va a suceder. El mensaje que él anuncia es el palabra dirigida a los que regresan a la patria se entiende
bautismo de conversión y perdón de los pecados. La con- ahora en forma nueva. La voz del que clama en el desierto
versión es el prerrequisito; con ella se vuelve el hombre es Juan. El Señor —el Mesías— viene, y con él su pue-
hacia Dios, reconoce su realidad y su voluntad, se aparta blo. La preparación del camino se entiende en sentido re-
de sus pecados y los reprueba; en esto consiste esencial- ligiosomoral; se llama a penitencia, conversión y retorno
mente la conversión y el arrepentimiento. a Dios, bautismo de penitencia para el perdón de los pe-
El bautismo, la inmersión en el Jordán, acompañada cados. Obra verdaderamente gigantesca: trazar un camino
de una confesión de los pecados (Me 1,5), sellará esta por el desierto; transformar los corazones.
voluntad de conversión y al mismo tiempo otorgará el Toda carne ha de ver la salvación de Dios. El tiempo
perdón de los pecados por Dios. Al que se convierte le de la salvación está alboreando. Dios lo prepara para «toda
da la certeza de que su conversión es valedera y es reco- carne», para todos los hombres. Va a cumplirse el anun-
nocida por Dios y consiguientemente tiene capacidad para cio profético de Simeón: Una «luz para iluminar las na-
salvar del juicio venidero. El que ha recibido el bautismo ciones» (2,32). El predicador de penitencia y conversión,
se halla pertrechado y preparado para formar parte del el precursor Juan tiene una misión para todos los tiempos.
nuevo pueblo de Dios de los últimos tiempos. Desde lue- Hay que preparar con penitencia un camino a la salvación
go, una cosa se requiere: que la conversión sea sincera del Señor.
y vaya acompañada de un cambió de vida. Lo que así
anuncia Juan es algo nuevo y grande. Va a iniciarse lo que
tanto se había esperado: Dios cumple sus promesas. b) Predicación del Bautista (3,7-17).

Juan predica. Como predicador de penitencia exhorta a la


4
Como está escrito en el libro de los oráculos del pro- conversión (3,7-9); como predicador moral invita apremiantemente
feta Isaías: Voz del que clama en el desierto: Preparad el a la renovación de la vida (3,10-14), y como profeta anuncia al
camino del Señor, haced rectas sus sendas. 5 Todo ba- que va a venir (3,15-17). Su mensaje echa mano de los temas de
los profetas: la conversión, la amenaza con la cóler'a de Dios, la
rranco será rellenado, y todo montículo y colina serán
urgencia de hacer obras y de llevar frutos de penitencia, la exhor-
rebajados; los caminos tortuosos se enderezarán y los tación al comportamiento social, la destrucción de la segundad
escabrosos se nivelarán. 6 Porque toda carne ha de ver de la salvación de Israel como pueblo y como nación, el anun-
la salvación de Dios. cio del Mesías.

El profeta Isaías ve en una visión una espléndida pro-


cesión a través del desierto. Dios, el Señor, va en cabeza

112 113
NT. Le I, 8
pared fuera mordido por la serpiente» (Am 5,19). Lo
Predicación de penitencia (3.7-9). único que salva es la reforma de la vida, la nueva vida
7
con nuevas obras.
Decía, pues, a las muchedumbres que acudían para
que las bautizara: Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado Sb
No comencéis a decir en vuestro interior: Tenemos
a huir del inminente castigo? 8a A ver si dais frutos pro- por padre a Abraham. Os aseguro que poderoso es Dios
pios de conversión. para sacar de estas piedras hijos de Abraham.

Al hombre se le hace difícil cambiar verdaderamente Refugiarse en la seguridad nacional de la salvación,


de vida. Para poder evitarlo recurre a ritos y ceremonias «en la santa comunidad de los elegidos»... El judío rehuye
sagradas, se pone bajo la protección de una comunidad la reforma personal de la vida, fiándose de su descen-
que pasa por santa, difiriendo la conversión para más dencia de Abraham. Dice: «Un circunciso no va al in-
tarde. A todas estas posibilidades cierra Juan la puerta. fierno.» Aunque sea pecador, incrédulo y rebelde contra
¿Qué quedará, pues? los mandamientos de Dios, se le dará el reino eterno, por-
El recurso a ritos sagrados. Las gentes se dirigen en que tiene por padre a Abraham. Al fin y al cabo, Dios
masa al desierto, quieren bautizarse, se dejan sumergir no puede dejar de cumplir sus promesas a Abraham y a
en las aguas, pero la cosa no pasa de ahí. Nada de pen- su descendencia... Cierto que Dios es fiel a sus promesas,
sar en cambiar de vida. Juan los increpa: ¡Raza de víboras, pero ahora surge una nueva filiación de Abraham, que no
engendro del demonio! Su vida pone al descubierto que depende de la comunidad de sangre, sino que es suscitada
hacen las obras del demonio, el pecado; como le imitan, y creada por Dios. Dios puede sacar de las piedras del
son sus hijos, su engendro. desierto hijos de Abraham. Éstos tendrán los sentimien-
Cosa buena es el bautismo, pero debe inducir a refor- tos que se esperan de los hijos de Abraham, éstos harán
mar la vida. Juan formula normas conocidas, fáciles de las obras que quiere Dios.
entender, pero difíciles de reducir a la práctica: «No
puede pasar por justo el que encubre la obstinación de 9
Ya está aplicada el hacha a la raíz de los árboles.
su vida y, siendo hijo de las tinieblas, (sólo) mira hacia Y todo árbol que no da fruto bueno será cortado y arro-
el camino de la luz», como se dice en Qumrán 34. «La con- jado al fuego.
versión y las buenas obras son como un escudo que protege
de los castigos», dicen los rabinos 35 .
¡La conversión para más tarde! El tiempo apremia. La
Nadie puede escapar a la sentencia de condenación. conversión no sufre dilación. El hacha ya está aplicada a
«Es como quien huyendo del león diera con el oso; como la raíz del árbol, que va a ser cortado. De un momento
quien al refugiarse en casa y poner su mano sobre la a otro se levanta en el aire, se deja caer de golpe y ...el
34. 1QS n i , 3. árbol se derrumba. Juan anuncia que ya son inminentes
35. Aboth iv, 11. la venida del Señor y el juicio.

114 115
El juicio es tiempo de recolección. En la recolección Los publícanos * encarnan codicia y avidez de poseer,
se recogen los frutos. El tiempo de recolección es tiempo falta de honradez, traición al propio pueblo, estando como
de decisión. El árbol que no da frutos buenos se corta y estaban con frecuencia al servicio de un régimen extran-
se echa al fuego. El próximo juicio de Dios recogerá los jero. Tampoco ellos están excluidos del camino de la
frutos de la vida. El que no pueda aportar nada, incu- salvación, no están borrados. Toman en serio la invitación
rrirá en sentencia de condenación, caerá en el fuego del a la penitencia y están dispuestos a cambiar de vida. Con
infierno. esto se ha logrado lo principal.
Juan no les exige que renuncien a la profesión de pu-
blícanos. Deben renunciar a enriquecerse fraudulentamente.
Predicación a las diferentes clases sociales (3,10-14). El derecho les permite exigir un determinado suplemento
sobre el tipo de impuestos prescrito por el Estado. Por
10
Entonces la gente le preguntaba: Pues ¿qué tenemos eso les dice Juan: «No exijáis más de lo que tenéis seña-
que hacer? u Él les respondía: El que tenga dos túnicas lado.» Jesús procederá más tarde de manera análoga con
dé una al que no la tiene; y el que tenga alimentos, haga el publicano Zaqueo. A pesar de las murmuraciones de
otro tanto. los judíos entró en casa de éste rico jefe de publica-
nos. Zaqueo mismo quiere restituir lo que ha adquirido
La verdadera conversión mueve siempre a hacer esta con fraude y quiere repartir sus bienes con los pobres. Jesús
pregunta: Pues ¿qué tenemos que hacer? La predicación le dice: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa; pues
de san Pedro tocó los corazones de los oyentes, que de- también éste es hijo de Abraham» (19.1-10).
cían: «¿Qué tenemos que hacer, hermanos?» (Act 2,37).
La pregunta por las obras es la que pone el sello al valor 14
También unos soldados le preguntaron: Y nosotros,
de la conversión. ¿qué tenemos que hacer? Y les respondió: No hagáis ex-
Las obras en que se manifiesta la reforma de vida y torsión a nadie ni lo denunciéis falsamente; sino conten-
la verdad de la conversión son las obras de sincero amor taos con vuestra paga.
al prójimo, la partición con los demás de lo que se tiene.
«El que tiene dos túnicas dé una al que no la tiene...» Los soldados son probablemente mercenarios del ejér-
Juan no exige que se dé la única que se tiene. No exige cito de Herodes Antipas. A los judíos les estaba prohibido
a las multitudes que realicen sublimes actos de heroísmo, el servicio militar. Por eso estos mercenarios serían gen-
sino misericordia y amor al prójimo con obras, sentimientos tiles. La eficacia de la predicación del Precursor va más
sociales. allá de los límites del judaismo... La pregunta de los
soldados presupone extrañeza. Y nosotros ¿qué... Pero to-
12
Llegaron también unos publicónos para bautizarse y
le preguntaron: Maestro, ¿qué tenemos que hacer? n Él * Los publícanos o cobradores de tributos, pero no eran funcionarios del
Estado, sino simples particulares a quienes se cedía en arrendamiento este
les contestó: No exijáis más de lo que tenéis señalado. servicio o empleados de éstos. Nota del traductor.

116 117
da estrechez se ha superado. «Toda carne ha de ver la La predicación del Bautista hace crecer en el pueblo
salvación de Dios.» la expectación de la próxima venida del Mesías. Se va
Los pecados propios de la profesión de los soldados extendiendo la idea de si Juan será el Mesías. En ciertos
son robo con violencia, extorsión con falsas denuncias, ambientes se presentaba al Bautista como el salvador en-
abuso de la fuerza. La raíz de tal proceder está en la viado por Dios 3<i. La historia de la infancia ha puesto ya
codicia. Hay que dar de mano a los excesos. En lugar del deliberadamente a Juan y a Jesús en la debida relación
ansia de enriquecerse hay que contentarse con la paga. querida por Dios. Juan es grande, pero Jesús es el ma-
A pesar de la inminencia del severo juicio, no se exige yor, Juan es profeta y preparador del camino, pero Jesús
nada extraordinario. No hay que cambiar la profesión: es el Hijo de Dios y el que reina en el trono de David
ni siquiera la profesión de soldado o de publicano. Tam- para siempre.
bién Pablo proclama a pesar de la proximidad del tiempo
16
final: «Por lo demás, que cada uno viva según la con- Juan declaró ante todos: Yo os bautizo con agua;
dición que el Señor le asignó, cada cual como era cuando pero viene el que es más fuerte que yo, a quien ni siquiera
Dios le llamó. Esto es lo que prescribo en todas las Igle- soy digno de desatarle la correa de las sandalias; él os
sias» (ICor 7,17). Tampoco se exigen especiales prácticas bautizará con Espíritu Santo y fuego.
ascéticas: no se exige entrar en la secta de Qumrán, ni
formar parte de la comunidad de los fariseos, ni adoptar Jesús es el más fuerte. Juan se reconoce indigno de
la rigurosa ascética del Bautista (Me 1,6). Juan sigue la prestar a Jesús el más humilde servicio de esclavos. Los
predicación profética: «¿Con qué me presentaré yo ante esclavos debían soltar al amo las correas de las sandalias;
Yahveh y me postraré ante el Dios de lo alto? ¿Vendré una persona libre tenía esto por indigno de su condición.
a él con holocaustos, con becerros primales? ¿Se agradará ¿Quién es Juan al lado de Jesús? El gran Bautista recono-
Yahveh de los miles de carneros y de las miríadas de arro- ce la grandeza de Jesús.
yos de aceite? ¿Daré mis primogénitos por mis prevarica- La fuerza de Jesús se manifiesta en su obra. Juan bau-
ciones, y el fruto de mis entrañas por los pecados de mi tiza sólo con agua; Jesús, en cambio, con Espíritu Santo y
alma? ¡Oh hombre! Bien te ha sido declarado lo que es fuego. El Mesías da el Espíritu Santo prometido para los
bueno y lo que de ti pide Yahveh: hacer justicia, amar últimos tiempos, y lo da con la mayor profusión a los que
el bien, humillarte en la presencia de tu Dios» (Miq 6,6-8). están prontos a convertirse; en cambio, a los que no quie-
ren convertirse les aporta el fuego, el fuego del juicio.
Jesús ejecuta la sentencia de salvación o de condenación.
Proclamación mesiánica (3,15-17). Juan bautiza solamente con agua. Su obra es prepara-
ción para los acontecimientos escatológicos; ella misma no
15
Comp el pueblo estaba en expectación, porque todos es acontecimiento escatológico.
pensaban en su corazón acerca de Juan si no sería el
Mesías... 36. Cf. Jn 1,6-8.15.19ss.

118 119
17 19
Tiene el bieldo en la mano para limpiar su era y para Pero Herodes, el tetrarca, a quien Juan reprendía
recoger el trigo en su granero; pero la paja la quemará en por lo de Herodías, la mujer de su hermano, y por todas
fuego que no se apaga. las maldades que había cometido, 20 a todas ellas añadió
también ésta: que encerró a Juan en la cárcel.
Jesús es el juez del fin de los tiempos. El labrador de
Palestina lanza con una pala contra el viento el trigo que Juan no silenció la palabra de juicio de Dios ni siquie-
después de trillado está mezclado con la paja en la era. ra ante el poderoso señor de la región. Herodes Antipas
El grano, que pesa más, cae al suelo, mientras que la no observa las leyes del matrimonio, comete crímenes y
paja es llevada por el viento. Así limpia la era, separando es asesino de profetas (cf. Me 6,17s).
el trigo de la paja para recogerlo después en el granero. El Bautista recapitula en su obra y en sus suerte lo
La paja se quema. El Mesías viene a juzgar, separa a los que hicieron y sufrieron los profetas, y lo sobrepasa. Está
buenos y a los malos, lleva los buenos al reino de Dios y en- situado en la inmediata proximidad del gran día del jui-
trega los malos al fuego inextinguible de la condenación. cio y de la salvación.
Tiene ya el bieldo en la mano. Este «ahora» del tiempo final Con su cautiverio queda suspendida la acción del Bau-
hace que el anuncio de Juan descuelle por encima de todos tista. La voz que clama en el desierto enmudece en la
los anuncios de los profetas. fortaleza de Maqueronte. La época de las predicciones y
de las promesas llega a su fin, y comienza la época de la
realización. Entre el Bautista y Jesús hay una profunda
c) Fin del Bautista (3,18-20). fisura en la historia de la salvación: «La ley y los profetas
llegan hasta Juan; desde entonces se anuncia el Evange-
lñ lio del reino de Dios» (16,16). «Juan bautizó con agua,
Con estas y otras exhortaciones anunciaba el Evan-
gelio al pueblo. pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo» (Act
1,5; 11,16). En la Iglesia no debe enmudecer la voz de
El relato de la actividad de Juan contiene sólo una Juan, puesto que prepara la venida de Jesús, que todavía
parte de ésta. Las exhortaciones de Juan son buena nueva, ha de manifestarse al fin de los tiempos.
Evangelio. Juan es mensajero de gozo, que anuncia la
suspirada salvación de los últimos tiempos. Por esto es
su mensaje de gozo. Lo que Jesús anuncia y trae no 2. PREPARACIÓN DE JESÚS PARA SU MISIÓN (3,21-4,13).
es perdición, sino salvación. También la predicación de
penitencia de Juan está al servicio de la salvación, y por a) Bautismo de Jesús (3,21-22).
esto es Evangelio, buena nueva. La historia de Juan es
comienzo del Evangelio 87 . 21
Mientras se bautizaba todo el pueblo y Jesús, ya
bautizado, estaba en oración, se abrió el cielo, 22 y el Espí-
37. Cf. Me 1,1; Act 10,36s. ritu Santo descendió sobre él en forma corporal, como una

120 121
paloma, y vino una voz del ríelo: Tú eres mi hijo; hoy te ma corporal, en forma de paloma. Según Lucas, el acon-
he engendradoss. tecimiento del Jordán es un hecho que se puede observar.
La paloma desempeña gran papel en el pensamiento reli-
El bautismo de Jesús sólo se menciona de paso; se ha- gioso. El Espíritu de Dios se cernía sobre las aguas cuan-
lla en segundo término. La proclamación divina que glo- do comenzó la obra de la creación. La imagen de esta
rifica a Jesús ocupa el primer plano del relato. Dios se representación la ofrecía la paloma que se posa sobre
manifiesta después del bautismo, pero este hecho va prece- sus crías. La voz de Dios se comparaba con el arrullo
dido de una triple humillación. Jesús es uno del pueblo, de la paloma. Si se buscaba un símbolo del alma, elemen-
uno de tantos que acude a bautizarse; se ha convertido to vivificante del hombre, se recurría a la imagen de la
en uno cualquiera. Jesús recibe el bautismo de conversión paloma, considerada también como símbolo de la sabi-
y penitencia para el perdón de los pecados como uno de duría. De ahora en adelante, el Espíritu de Dios hace en
tantos pecadores. Ora como oran los hombres que tienen Jesús la obra mesiánica, que causa nueva creación, reve-
necesidad de ayuda. El bautismo de penitencia y la ple- lación, vida y sabiduría.
garia preparan para la recepción del Espíritu. Pedro dice: Jesús, como engendrado por el Espíritu, posee el Es-
«Convertios, y que cada uno de vosotros se bautice en el píritu (1,35). Lo recibirá del Padre cuando sea elevado a
nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados, la diestra de Dios (Act 2,33), y ahora lo recibe también.
y recibiréis el don del Espíritu Santo» (Act 2,38). El El Espíritu no se da a Jesús gradualmente, pero las dife-
padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo rentes etapas de su vida desarrollan cada vez más la pose-
pidan (Le 11,13). El Espíritu Santo es enviado y opera sión del Espíritu. Dios es quien determina este desarrollo.
mientras se ora.
La voz de Dios declara a Jesús, Hijo de Dios. Como
La triple humillación va seguida de una triple exalta- es engendrado por Dios, por eso es ya su Hijo (1,32.35).
ción. El cielo se abre sobre Jesús. Se espera que en el Después de su resurrección se le proclama solemnemente
tiempo final se abra el cielo que hasta ahora estaba ce- como tal: «Dios ha resucitado a Jesús, como ya estaba es-
rrado: «¡Oh si rasgaras los cielos y bajaras, haciendo crito en el salmo segundo: Hijo mío eres tú; hoy te he
estremecer las montañas!» (Is 64,1). Jesús es el Mesías. engendrado» (Act 13,33). La voz del cielo clama aplicando
En él viene Dios. Él mismo es el lugar de la manifestación a Jesús este mismo salmo que canta al Mesías como rey y
de Dios en la tierra, el Betel neotestamentario (cf. Jn sacerdote. En el «hoy» de la hora de la salvación lo da
1,51), donde se abrió la puerta del cielo y Dios se hizo Dios a la humanidad como rey y sacerdote mesiánico.
presente a Jacob (Gen 28,17). A esta hora miraban los tiempos pasados, a ella volvemos
El Espíritu Santo descendió sobre Jesús. Vino en for- nosotros los ojos.
38. En Le es doble la tradición del texto de la voz del cielo; 1) como
en Me y Mt: «Tú eres mi Hijo amado; en ti me he complacido»; o bien;
«Éste es mi Hijo amado, en quien me he complacido» (Mt 3,17; cf. Is 42,1);
2) v. supra, conforme a Sal 2,7. Parece ser que se ha acomodado el texto
de Le a Mt-Mc.

122 123
hijo de Matat, hijo de Leví, 30 hijo de Simeón, hijo de
b) El nuevo Adán (3,23-28). Judá, hijo de José, hijo de Jonam, hijo de Eliaquim, 31 hijo
de Meltá, hijo de Menú, hijo de Matatá, hijo de Natam,
23
Tenía Jesús, al comenzar, como unos treinta años y hijo de David, 32 hijo de Jesé, hijo de Jobed, hijo de Booz,
era, según se creía, hijo de José... hijo de Sala, hijo de Naasón, 33 hijo de Aminabad, hijo
de Admín, hijo de Arní, hijo de Esrom, hijo de Farés, hi-
Jesús estaba equipado mesiánicamente desde lo alto, jo de Judá, M hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abra-
pero también desde abajo estaba pertrechado con todo lo ham, hijo de Taré, hijo de Nacor, 35 hijo de Seruc, hijo de
que humanamente lo capacitaba para su misión. Al co- Ragáu, hijo de Falek, hijo de Éber, hijo de Sala, 36' hijo
mienzo de su actividad pública tenía unos treinta años. de Cainam, hijo de Arfaxad, hijo de Sem, hijo de Noé,
A los treinta años estaba el sacerdote capacitado para el hijo de Lamec, 37 hijo de Matusalém, hijo de Henoc, hijo
ministerio (Núm 4,3); a esa edad fue elegido José en Egip- de Jéret, hijo de Maleleel, hijo de Cainam, 38 hijo de
to para su alta misión (Gen 41,46); David fue elevado al Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios.
trono (2Sam 5,4); Ezequiel recibió la vocación profética
(Ez 1,1). Cuando comenzó Jesús su ministerio, que abarca Lucas no dio la clave para la mejor inteligencia de la
la realeza, el sacerdocio y el profetismo, había alcanzado la tabla genealógica, como lo había hecho Mateo con su
plenitud de la edad requerida. Había pasado ya el tiem- observación de las tres series de catorce generaciones cada
po del crecimiento y del fortalecimiento. una (1,16), pero él también la utiliza para formular aser-
Para el alto ministerio que asume Jesús se requiere un ciones soteriológicas sobre Cristo. El árbol genealógico
origen legítimo y un auténtico árbol genealógico. Esto lo de Lucas no se remonta sólo hasta Abraham, como en
recibe de José, su padre legal. José no es el padre natural, Mateo, sino que continúa hasta Adán y su creación por
sino que como tal era tenido por la opinión pública. El Dios. Jesús es el Mesías de los judíos, pero también el
misterio de la concepción virginal permanecía oculto. Dios Salvador del mundo. Está en relación, no sólo con David
da a Jesús todo lo que necesita para que los hombres no y Abraham, sino también con Adán. Por él se cumplen las
puedan hallar en él motivo justificado de escándalo. promesas hechas a Abraham y a David; en él son ben-
decidos todos los pueblos. Él es el rey Mesías, cuyo reino
24
...hijo de Eli, hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de no tiene fin, pero también el padre y patriarca de la nue-
Melquí, hijo de Janay, hijo de José, 2S hijo de Matatías, va humanidad :1".
hijo de Amos, hijo de Naúm, hijo de Eslí, hijo de Nagay, El árbol geneológico de Lucas es incompleto, como lo
26
hijo de Maat, hijo de Matatías, hijo de Seméin, hijo de es también el de Mateo. Ahora bien, ¿por qué se hizo pre-
Josed. hijo de Yoda, 21 hijo de Joanún, hijo de Resá, hijo cisamente esta selección que se registra en el árbol ge-
de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Nerí, 2H hijo de nealógico? La tabla genealógica de Lucas contiene once
Melquí, hijo de Adí, hijo de Cosam, hijo de Elmadam, hijo
de Er, 29 hijo de Jesús, hijo de Eliezer, hijo de Jorim, 3M. L'f. Rom 5 . U - 2 1 ; l C o r 15.22. Iv-t'J.

124 125
veces siete miembros: tres veces siete van de Jesús a Zo- su plenitud. Por eso está también plenamente bajo la guía
robabel; tres veces siete, de Salatiel a David; dos veces de Dios (4,14). Lleva a cabo su peregrinación y su acción
siete, de David a Isaac, y tres veces siete, de Abraham en armonía con el Espíritu que actúa en él, y con la virtud
hasta Adán. Los períodos están separados por etapas im- del mismo. El bautismo remite a la tentación y viceversa.
portantes de la historia de la salvación: la cautividad de Jesús es guiado por el desierto en el Espíritu. En la
Babilonia, la monarquía, la elección, la creación. Jesús extensión del desierto, vacía de hombres, nada le separa
es cumplimiento y meta de la historia de nuestra salud. de Dios. Allí busca el silencio de la oración (5,16) y el
Los jefes de los once grupos son: Dios, Henoc, Sala, trato a solas con el Padre. Como Hijo de Dios se deja
Abraham, Admín, David, José, Jesús, Salatiel, Matatías, guiar en el Espíritu. «Todos los que se dejan guiar por el
José. Según el esquema del apocalipsis de las «doce se- Espíritu de Dios, éstos son hijos suyos» (Rom 8,14).
manas» 40, el tiempo final comienza con la duodécima Jesús no es impelido al desierto por el Espíritu (Me
semana del mundo. Jesús comienza el tiempo final. Aunque 1,12), sino que él mismo va. No es conducido por el Es-
estas explicaciones puedan parecemos a nosotros un juego píritu, sino que se deja guiar en el Espíritu. El Espíritu
ocioso, los antiguos veían expresadas en ellas verdades no actúa en él a la manera, digamos, como actuó en los
profundas. A nosotros nos importa el enunciado de la jueces, en un Otoniel (Jue 3,10), en un Gedeón (6,34), en
verdad no el camino por el que se llegó a él. un Jefté (11,29). Sobre ellos vino el Espíritu, los pertrechó
para una gran obra y volvió a abandonarlos cuando ésta
se vio cumplida. En Jesús actúa de otra manera. No es
c) Tentación de Jesús (4,1-13). arrastrado por el Espíritu, sino que él mismo dispone del
Espíritu. Jesús no posee sólo un don transitorio del Espí-
1
Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del Jordán y, ritu, sino que lo posee establemente, siempre, como nacido
en el Espíritu, era guiado por el desierto ^durante cua- que es del Espíritu; por esto obra siempre en él y puede
renta días, siendo tentado por el diablo. también comunicarlo a su Iglesia ".
La permanencia en el desierto duró cuarenta días.
Jesús está lleno del Espíritu. Posee el Espíritu, no Durante este tiempo fue tentado por el diablo. Las tres
«con medida» (Jn 3,34), como los profetas, sino en toda tentaciones que se relatan hacen el efecto de ilustraciones
de la constante lucha secreta con los adversarios. Jesús
40. Desde el siglo n a.C. se comenzó en algunos ambientes a calcular el anuncia la soberanía de Dios y la aporta; con ello se ve
«fin», es decir, la fecha del comienzo de la época mesiánica. A este objeto también llamado a desplegar su mayor energía el adver-
algunos dividieron en períodos el curso de la historia. 4Esd (que fue escrito
después de la destrucción de Jerusalén el año 70): «El mundo ha perdido sario de la soberanía de Dios. Juntamente con el reino
ciertamente su juventud; ios tiempos se aproximan a la vejez. La historia de los demonios se subleva contra la obra de Jesús que
del mundo está ciertamente dividida en doce partes; ha llegado hasta la
décima y hasta la mitad de esta décima. Quedan todavía dos después de la es causa de su destrucción.
mitad de esta décima parte» (traducido de P. RIESSLER, Altjüdisches Schriftum
ausserhalb der Bibel, Augsburgo 1928, p. 306s). Cf. BILLERBECK I V / 2 ,
p. 986s. 41. Le. 24,49; Act 2,33.

126 127
lb
No comió nada en aquellos días, pasados los cuales, ca no es el del despliegue de poder, sino el de obedecer
tuvo hambre. Dijóle entonces el diablo: Si eres Hijo de y de servir, el de escuchar y aguardar toda palabra que sal-
Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. 4 Pero Je- ga de la boca de Dios...
sús le contestó: Escrito está: No de sólo pan vivirá el
hombre. 5
Y llevándole hacia una altura, le mostró en un mo-
mento todos los reinos del mundo. 6 Y le dijo el diablo:
Jesús, lleno y penetrado del Espíritu, vive sin comi- Te daré todo este poderío y el esplendor de estos reinos,
da ni bebida. Pasados los días del ayuno, tiene hambre. El porque me ha sido entregado, y se lo doy a quien yo quie-
diablo se sirve del hambre como tentación. Como diablo, ra. 7 Si te postras, pues, delante de mí, todo eso será tuyo.
como detractor que es, quiere trastornar las buenas rela- s
Pero Jesús le respondió: Escrito está: Adorarás al Señor
ciones entre Dios y Jesús. Éste es siempre su plan. El tu Dios y a él solo darás culto.
tentador toma pie de la voz de Dios en el bautismo: Al
fin y al cabo eres Hijo de Dios. Tú tienes poder ilimitado, El diablo aparece aquí como príncipe de este mundo
con una palabra de autoridad puedes saciar tu hambre. (Jn 12, 31), como «dios de este mundo» (2Cor 4,4), como
La réplica de Jesús pone de manifiesto en qué está antidiós pero en su soberbia debe al mismo tiempo confe-
la tentación: No de sólo pan vivirá el hombre. No se sar su dependencia. Todo esto me ha sido entregado... por
trata sólo de guardar y conservar lo terreno. Las palabras Dios. No tiene plenos poderes propios, sino un poder que
de la Escritura que cita Jesús están tomadas del libro del le ha sido transmitido, no es Dios, sino «mona de Dios».
Deuteronomio (8,3). Con estas palabras hace Moisés pre- Conforme a la revelación, no hay otro Dios, Dios no tiene
sente a su pueblo su maravilloso mantenimiento por Dios igual, él es el único: a él solo adorarás, a él solo darás culto.
en el desierto: «Él te afligió, te hizo pasar hambre, y te En un abrir y cerrar de ojos presenta el tentador, como
alimentó con el maná, que no conocieron tus padres, para por encantamiento, ante los ojos de Jesús todos los reinos
que aprendieses que no sólo de pan vivirá el hombre, sino del mundo y su esplendor. ¡Un espejismo! Lo lleva a lo
de cuanto procede de la boca de Yahveh» (de lo que pro- alto. ¿Dónde? ¿Lo eleva en éxtasis? Satán hace la misma
viene de la palabra del Señor). Mediante el hambre hubo oferta que Dios: «Tú eres mi Hijo, hoy te he engendra-
de ser educado el pueblo de Dios en la confianza en Dios do yo. Pídeme y haré de las gentes tu heredad, te daré en
y en la obediencia. posesión los confines de la tierra» (Sal 2,8; cf. Le 3,22).
Jesús es Hijo de Dios; tiene plenos poderes. Si ahora También aquí resuena velamente: Si eres Hijo de Dios.
su Padre le deja sufrir hambre, quiere llevarlo a la con- Con el esplendor y la gloria que pone Satán ante los
fianza y a la obediencia, pero no quiere que haga uso pura ojos de Jesús, pero que de hecho sólo es engaño y apa-
su ventaja personal del poder que tiene como Hijo riencia, quiere apartarle de Dios, hacerle abandonar a
de Dios. Jesús es Hijo de Dios, pero en abatimiento, en Dios, inducirle a negar la profesión fundamental de fe y
humillación y en obediencia, es Mesías, pero a ' la vez la raíz de la vida religiosa de su pueblo. Al tentador opo-
siervo de Dios. El camino que conduce a la gloria rnesiáni- ne Jesús la palabra de la Escritura: «Adorarás al Señor tu

128 129
NT. Le I. y
Dios y a él solo darás culto» (Dt 6,13). Jesús mantiene al Hijo de Dios, que ha sido ungido por Dios y es ahora
en pie la soberanía de Dios. Él es siervo de Dios, no siervo armado para su obra mesiánica. Con todos los medios
de Satán. diabólicos: con compasión hipócrita, con artilugios y ma-
gia, trastrocando la Sagrada Escritura quiere inducirlo a
9
Lo llevó luego a Jerusalén, lo puso sobre el alero desobedecer a Dios. Las tres tentaciones repiten tres veces
del templo y le dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí que Jesús se mantuvo obediente. En su calidad de segundo
abajo; 10 pues escrito está: Mandará en tu favor a los án- Adán es tentado como lo fue el primero. El primero falló,
geles para que te guarden cuidadosamente; n y también: el segundo sale victorioso. «Al igual que por la desobe-
Te tomarán en sus manos, no sea que tropiece tu pie con diencia de un solo hombre la humanidad quedó constitui-
una piedra. nPero Jesús le respondió: Está dicho: No da pecadora, así también por la obediencia de uno solo la
tentarás al Señor tu Dios. humanidad quedará constituida justa» (Rom 5,19).
Las tentaciones de Jesús continúan en sus discípulos
El alero del templo es quizá un mirador que sobre el (cf. 22,28ss). También la Iglesia vive en medio de estas
muro exterior del templo sobresalía sobre la calle. Allá tentaciones. Jesús levanta los ánimos cuando son tentados
es conducido Jesús. Se le invita a arrojarse abajo para los discípulos, pues él también fue tentado. Él muestra
hacer prueba de la protección de Dios que le está asegu- cómo hay que vencer las tentaciones: mediante la Sagra-
rada por la palabra misma de Dios (Sal 91,11), para cer- da Escritura, que es profesión de fe, oración y fuerza, la
ciorarse de su elección, de su filiación divina, del poder «espada del Espíritu» (Ef 6,17).
que tiene de Dios y cerca de Dios.
13
Jesús descubre lo que significa tal requerimiento: ten- Y acabadas todas las tentaciones, el diablo se alejó
tar a Dios. Se trata de abusar de ia protección prometida hasta un tiempo señalado.
y así tentar a Dios, forzarle a intervenir en su favor. Jesús
quiere servir a Dios, no servirse de él, disponer de él, La acción de Jesús comienza con la victoria sobre el
quiere obedecerle, no sometérselo... demonio. El tiempo de la salud, que es inaugurado por
La tentación en el alero del templo de Jerusalén es la Jesús, es un tiempo en que se ve encadenado el demo-
última según Lucas. Los caminos de Jesús llevan a Jeru- nio. Jesús dice: «Yo estaba viendo a Satán caer del cielo
salén; él tiene la mira puesta en Jerusalén (9,51). Allí como un rayo» (10,18). No tiene ya poder hasta un tiempo
muere y allí es glorificado, allí se humillará como siervo señalado. El tiempo de Jesús es un tiempo exento de Satán.
de Dios, será obediente hasta la muerte. Allí experimen- Donde actúa Jesús, tiene que retirarse el demonio; la vic-
tará la protección de Dios en la forma más acabada, pues toria sobre el tentador se obtiene mediante la fiel adhe-
Dios le resucitará y exaltará. Él no provoca esta exalta- sión a Jesús.
ción protectora de Dios, sino que la aguarda. Pero sólo hasta un tiempo señalado suspende Satán
Las tentaciones de Jesús son tentaciones mesiánicas. las tentaciones de Jesús. Al comienzo de la historia de la
El adversario de la soberanía de Dios quiere hacer caer pasión se lee: «Satán entró en Judas» (22,3). Los enemi-

130 131
gos de Jesús tienen poder sobre él, porque se inicia el po-
der de las tinieblas (22,53). En tanto no había llegado su
hora, era intangible para sus adversarios 42 . Jesús es clava-
do en la cruz por los príncipes de este mundo, pero pre-
cisamente con esta muerte que él acepta obediente como
siervo de Dios que es. vence la soberanía de Satán 43. Parte segunda
14
Por la fuerza del espíritu, volvió Jesús a Galilea. ACTIVIDAD DE JESÚS EN GALILEA
4,14-8,50
La actividad mesiánica debía comenzar en Galilea, se-
gún el designio de Dios. En Galilea recibió Jesús la vida.
En Galilea comienza el camino de su preparación mesiá- I. COMIENZOS DE LA PREDICACIÓN (4,14-6.16).
nica, en Galilea comienza también su obra mesiánica. El
Espíritu Santo le ha dado la existencia, el Espíritu le di- Pedro dijo al centurión Cornelio: «Vosotros conocéis lo que
ha venido a ser un acontecimiento en toda Judea. a partir de
rige al Jordán y por el desierto; también el Espíritu le
Galilea después del bautismo que Juan predicó: Jesús de Naza-
guía cuando lleva a cabo su obra mesiánica. Una obe- ret, cómo Dios lo ungió con Espíritu Santo y poder, y pasó
diencia humilde y la virtud del Espíritu Santo nos revelan haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo,
el misterio de la acción de Jesús. porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de todas las
cosas que hizo en la región de los judíos...» (Act 10,37). Lo que
aquí se resume en pocas frases acerca de la actividad de Jesús,
es ilustrado en el evangelio. Tres veces comienza Lucas (4,14;
5,12; 6,1) y tres veces cierra la actividad de Jesús con llama-
mientos de testigos 5,lss; 5,27ss; 6,12ss).

1. PRESENTACIÓN (4,14-5,11).

a) Epígrafe (4,14-15).

14
Por la fuerza del espíritu, volvió Jesús a Galilea, y
las noticias sobre él se difundieron por toda la región.

En el Jordán es Jesús «ungido con Espíritu Santo y


con poder»; por la fuerza de este Espíritu comienza su
42. Le 4, 30; Jn 7,30.45; 8,59.
43. Cf. ICor 2,6; Jn 12,31. acción, como había comenzado su vida por la virtud del

132 133
Espíritu. El Espíritu lo dirige a Galilea; allí había co- En todas partes adonde llega la fama de Jesús, co-
menzado su vida. El ángel había sido enviado por Dios a mienza su glorificación; su. fama tiene por eco sus ala-
una ciudad de Galilea (1,26). En Galilea comienza tam- banzas. El espacio adonde se extenderá su fama será el
bién su acción. En la despreciada «Galilea de los gentiles» mundo entero; todos, todos literalmente, le glorificarán. El
brota la salvación por la virtud del Espíritu. Espíritu de Dios no descansa hasta que «toda lengua con-
La acción en virtud del Espíritu causa admiración y fiese que Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre»
fama, que se extiende por toda la región circundante. El (Flp 2,11). La palabra de Dios se lanza a la carrera para
Espíritu extiende ampliamente su acción; su virtud quiere la glorificación de Dios.
transformar el mundo, santificarlo, ponerlo bajo la sobe-
ranía de Dios. La acción que comienza en Galilea se ex-
tenderá hasta los confines de la tierra. Cuando Jesús haya b) En Nazaret (4,16-30).
alcanzado en Jerusalén la meta de su actividad que co-
16
mienza en Galilea, partirán los discípulos en la virtud del Llegó a Nazaret, donde se había criado, y según lo
Espíritu, y la noticia de Jesús llenará el mundo entero. tenía por costumbre entró en la sinagoga el día de sábado
y se levantó a leer. n Le entregaron el libro del profeta
15
Enseñaba en las sinagogas de ellos, con gran aplau- Isaías; lo abrió y encontró el pasaje en que estaba es-
so por parte de todos. crito: ...

La primera actividad de Jesús consiste según Lucas En una ciudad de Galilea llamada Nazaret (1,26) fue
en enseñar, según Marcos en proclamar al modo de un concebido Jesús, fue criado, llegó a ser hombre y hubo de
pregonero: «Se ha cumplido el tiempo; el reino de Dios comenzar su obra según la voluntad del Espíritu. Sus co-
está cerca; convertios y creed en la buena nueva» (Me mienzos recibieron la impronta de esta ciudad, que care-
l,14s). Lucas piensa: con la venida de Jesús está ya pre- cía de importancia y era incrédula, que se escandalizó de su
sente el tiempo de la salvación: Jesús no lo proclama mensaje y trató de quitarle la vida. Sus comienzos son
como pregonero, sino que enseña lo que es y lo que aporta comienzos de la nada, de la incredulidad, del pecado, de
este tiempo de salvación. la repulsa... Y sin embargo comenzó.
Las sinagogas con su liturgia semanal de la palabra y Jesús comenzó por lo que era usanza consagrada en
de oración son el sitio indicado para la actividad docen- la liturgia de la sinagoga, el sábado, en el orden del rito
te de Jesús. Su doctrina es también exposición de la observado en el culto. «Nació bajo la ley» (Gal 4,4), como
Escritura; ahora se cumplen las predicciones y promesas lo ha mostrado el relato de la infancia. Su tiempo es tiem-
proféticas. Los apóstoles procederán como Jesús cuando lle- po del cumplimiento de todas las predicciones y prome-
ven al mundo la palabra de Dios, comenzando por las si- sas. La historia de la salvación no destruye lo comenza-
nagogas proclamarán el cumplimiento de las promesas do, sino que lo lleva a su perfección última.
(cf. Act 13,16-41). En la liturgia del sábado se recitaban oraciones y se

134 135
leía la Sagrada Escritura. Los libros de la ley (los cinco el pasaje. La primera y la segunda línea hablan de dota-
libros de Moisés) se leían en forma continuada, los libros ción con el Espíritu y de encargo recibido de Dios; las
proféticos estaban dejados a la libre elección. Todo israeli- otras cuatro líneas hablan de la obra del portador de la
ta varón tenía el derecho de ejecutar esta lectura y de salvación. La primera y la última línea y las dos del me-
añadirle una exposición, unas palabras de exhortación. dio se corresponden; la primera y la última hablan del
Como señal de que quería hacer uso de tal derecho se le- anuncio y del mensaje, las del medio, de la actividad sal-
vantaba de su asiento. Jesús se puso en pie. Con esto vífica del Señor. El portador de salvación actúa de pala-
comienza el ritual de la lectura de la Escritura, que la bra y de obra, es salvador y mensajero de victoria.
rodea como un marco, como el engaste rodea a la piedra La salvación se dirige a los pobres. El tiempo de sal-
preciosa. Lucas describe hasta los últimos detalles del ce- vación que anuncia el profeta es un año de gracia, como
remonial: le fue entregado el libro del profeta Isaías; él el año del jubileo, del que se dice: «Santificaréis el año
lo abrió. Acaba la lectura, enrolló el libro, lo entregó al cincuenta, y pregonaréis la libertad por toda la tierra para
ayudante y se sentó. Jesús se amolda al ritual. La Escri- todos los habitantes de ella. Será para vosotros jubileo, y
tura contiene la palabra de Dios; por eso merece respeto cada uno de vosotros recobrará su propiedad, que vol-
y se debe tratar santamente. verá a su familia» 44.
El pasaje que leyó estaba tomado del libro del profeta
Isaías. Jesús lo halló, no casualmente, sino bajo la guía 20
Enrolló luego el libro, lo entregó al ayudante y se
del Espíritu Santo, con el que estaba ungido y en cuya sentó. En la sinagoga, todos tenían los ojos clavados en
virtud obraba. Isaías era el profeta de los que aguardaban él. 21 Entonces comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido
en tiempos de Jesús. María lo oyó en la anunciación, este pasaje de la Escritura escuchado por vosotros.
Simeón se inspiró en él, el Bautista reconoce por él su
misión, con él reanimaban las gentes de Qumrán. Tam- A la lectura de la Escritura sigue la instrucción (Act
bién Jesús expresa su misión por medio de él. 13,15). Está comprendida en una frase lapidaria de gran
fuerza y énfasis. Hoy se ha cumplido este pasaje de la
18
El espíritu del Señor está sobre mí, porque me un- Escritura. En cabeza de la frase está el «hoy» *\ al que
gió para anunciar la buena nueva a los pobres; me envió habían mirado los profetas, en el que se cifraban los gran-
a proclamar libertad a los cautivos y recuperación de la des anhelos: ahora está presente. Mientras pronuncia Je-
vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos. sús estas palabras, se inicia el suspirado año de gracia. El
v
- a proclamar un año de gracia del Señor. tiempo de salvación es proclamado y traído por Jesús. Es
lo increíblemente nuevo de esta hora. Las piadosas usan-
Las palabras son de Isaías 61, J s. Sólo se ha cambiado zas y las palabras de la Escritura, que eran promesa tienen
una línea. «A poner en libertad a los oprimidos» (Is 58,6) ahora cumplimiento.
está en lugar de «para sanar a los de corazón quebranta-
44. Lev 25,10. Restauración del orden divino.
do». Con esta modificación queda muy bien articulado todo 45. Cf. Le 2,11; 19,5.9; 23,43; 2Cor 3,14; Heb 4,7.

136 137
Escuchado por vosotros. Que ha comenzado el tiempo venido al final del tiempo de la preparación, había sido
de salvación y que ya está presente el portador de ella, es ungido con el Espíritu y había comenzado a cumplir su mi-
algo que sólo se puede saber mediante la audición de este sión. La gracia de Dios había llegado a su plena eclosión.
mensaje; no se ve ni se experimenta. El mensaje exige la Todos se manifestaban en su favor, testimoniando que sus
fe, la fe viene de oir, es respuesta a una interpelación. palabras expresaban la gracia de Dios y suscitaban la gra-
La predicción que ahora se cumple es el programa de cia de los hombres. «La gracia salvadora de Dios se ha
Jesús, que no lo ha elegido él mismo, sino que le ha sido manifestado a todos los hombres» (Tit 2,11). «Dios estaba
prefijado por Dios. Él es enviado por Dios; por medio de con él» (Act 10,38). Ésta es la primera impresión y la pri-
é! visita Dios mismo a los hombres. Hoy ha tenido lugar mera vivencia de quien conoce a Jesús. Así lo experi-
la visita salvadora, que no se debe desperdiciar. mentaron Nazaret y Galilea, como lo experimentan toda-
Jesús actúa de palabra y de obra, enseñando y sanan- vía hoy los niños, los que están exentos de prejuicios u los
do. El tiempo de gracia ha alboreado para los pobres, los que ansian la salvación, cuando se acercan al Evange-
cautivos y los oprimidos. Precisamente el Jesús del Evan- lio de Jesús.
gelio de san Lucas es el salvador de estos oprimidos. El Sin embargo, en el momento siguiente, surge el escán-
gran presente que hace Jesús es la libertad: liberación de dalo: ¿Pero no es éste el hijo de José? Lo humano de su
la ceguera del cuerpo y del espíritu, liberación de la pobreza existencia es ocasión de escándalo, su palabra, que era es-
y de la servidumbre, liberación del pecado. timulante se hace irritante. Se acoge con aplauso el men-
En tanto mora Jesús en la tierra, dura el apacible y saje, pero se recusa al portador de la salvación contenida
suspirado «año de gracia del Señor». En él tenían pues- en el mensaje. De lo humano, en que se revela la gracia
tos los ojos las gentes antes de Jesús, hacia él vuelve la de Dios, nace la repulsa. El hombre se exaspera porque
Iglesia los ojos. Es el centro de la historia, la más grande un hombre pretende que se le escuche como a enviado de
de las grandes gestas de Dios. En el gozo y en el esplen- Dios.
dor de este año queda sumergido lo que Isaías había dicho La patria de Jesús lo recusa, porque es un compa-
también sobre este año: «Para publicar el año de perdón triota y no acredita su pretensión de ser salvador en-
de Yahveh y el día de la venganza de nuestro Dios» (Is viado por Dios. Mucho más escándalo suscitará su muerte.
61,2). El Mesías es ante todo y por encima de todo el que El mismo escándalo suscitan los apóstoles, la Iglesia y
imparte la salvación, y no el juez que condena. quienquiera que siendo hombre proclama el mensaje de
Dios.
22
Y todos se manifestaban en su favor y se maravilla-
ban de las palabras llenas de gracia salidas de su boca, y 23
Entonces él les dijo: Seguramente me diréis este
decían: ¿Pero no es éste el hijo de José? proverbio: Médico, cúrate a ti mismo: haz también aquí,
en tu tierra, todo lo que hemos oído que hiciste en Cafar-
Jesús había crecido en gracia ante Dios y ante los hom- naúm. 24 Y añadió: Os lo aseguro: Ningún profeta es bien
bres (2,52). Ahora se hallaba en pie ante ellos el que, acogido en su tierra.

138 139
Los nazarenos quieren una señal de que Jesús es el El profeta no obra por propia decisión, sino confor-
salvador prometido. Una vez más asoma la exigencia de me a la disposición de Dios que lo ha enviado. Acerca de
signos. El hombre se sitúa ante Dios formulando exigen- los dos profetas Elias y Elíseo dispuso que no prestaran
cias: exige que Dios acredite la misión de su profeta en su ayuda maravillosa a sus paisanos, sino a gentiles ex-
la forma que agrada al hombre. Ahora bien, ¿se ha de tranjeros. Jesús no debe llevar a cabo los hechos salvíficos
inclinar Dios ante el hombre? Dios da la salud, pero sólo en su patria, sino que debe dirigirse a país extraño. Dios
al que se le inclina con obediencia de fe y aguarda en si- conserva su libertad en la distribución de sus bienes.
lencio. Dios exige la fe, el sí con que se reconozcan sus Los nazarenos no tienen el menor derecho a formular
disposiciones. Pero los nazarenos no creían, no tenían fe exigencias de salvación por ser compatriotas del portador
(Me 6,6). de la misma y por tener parentesco con él. Israel no tiene
Es que Jesús, según el modo de ver humano, debía acre- derecho a la salvación por el hecho de que el Mesías
ditarse también en su patria con milagros, como los había es de su raza. La soberanía de Dios, que Jesús proclama
hecho en Cafarnaum. El médico que no puede curarse a y aporta, salva a los hombres objeto de su complacencia.
sí mismo se juega su prestigio y destruye la confianza y La salvación es gracia.
la fe que se había depositado en él. ¿De qué le sirve su Elias *" y Elíseo hacen en favor de extranjeros los mi-
capacidad si ni siquiera se la sabe aplicar a sí mismo? Los lagros de resucitar muertos y de curar de la lepra. Jesús
nazarenos desconocen a Jesús porque juzgan con crite- resucitará a un muerto en Naím (7,11 ss) y librará de la
rios puramente humanos. Jesús es profeta y obra por en- lepra a un samaritano (17,12ss). Lo que decide no son los
cargo de Dios. Su modo de obrar no está pendiente de lo vínculos nacionales, sino la gracia de Dios y el ansia de
que exijan los nazarenos; él no emprende lo que le apro- salvación, acompañada de fe. Jesús comienza por anun-
vecha personalmente, sino únicamente lo que Dios quie- ciar el mensaje de salvación a sus paisanos, pero una vez
re que haga. que éstos lo rechazan, se dirige a los extraños. Pablo y
Las sugerencias de los nazarenos eran las sugerencias Bernabé dicen a los judíos: «A vosotros teníamos que
del tentador. Los nazarenos desconocen a Jesús porque dirigir primero la palabra de Dios; pero en vista de que la
no reconocen su misión divina. rechazáis y no os juzgáis dignos de la vida eterna, nos
dirigimos a los gentiles» (Act 13,46s).
25
Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel Jesús reanuda la acción de los grandes profetas. La
en tiempos de Elias, cuando el cielo se cerró a la lluvia impresión que dejó Jesús en el pueblo se expresa así: «Fue
durante tres unos y seis meses, de suerte que sobrevino un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y ante
una gran hambre por toda la región; 26 pero a ninguna de todo el pueblo» (24,19). Por medio de Jesús visita Dios
ellas jue enviado Elias, sino a Sarepta de Sidón, a una misericordiosamente a su pueblo, como lo había hecho
mujer viuda. 21 Y muchos leprosos había en Israel en
tiempos del profeta Elíseo; pero ninguno de ellos fue cu- 46. Según 1 Re 18,1 no llegó la sequía a los tres años; de tres años y
rado, sino Naamán, el sirio. medio habla también Sant 5,17. Se redondean los números como en la lite-
ratura judía.

140 141
por medio de los profetas. Pero la suerte de los profetas beza de la actividad de Jesús. Es la obertura de la acción
es también la suerte de Jesús. de Jesús. Se insinúan en ella numerosos motivos, que lue-
go se registran y se desarrollan en el Evangelio y en los
28
Cuando lo oyeron, todos los que estaban en la sina- Hechos de los Apóstoles...
goga se llenaron de indignación; 29 se levantaron y lo sa-
caron fuera de la ciudad, y lo llevaron hasta un precipicio
de la colina sobre la que estaba edificada su ciudad, con c) En Cafarnaúm (4,31-44).
intención de despeñarlo. 30Pero él, pasando en medio de
ellos, se fue. 31
Bajó a Cafarnaúm, ciudad de Galilea. Y los sábados
se ponía a enseñarles. 32 Y se quedaban atónitos de su
El que se presenta como profeta debe acreditarse con manera de enseñar, porque su palabra iba revestida de
signos y milagros (Dt 13,2s). Jesús no se acredita. Por autoridad.
esto se creen los nazarenos obligados a condenarlo y a
lapidarlo como a blasfemo. El castigo por blasfemia se Nazaret está situada sobre una colina, Cafarnaúm a la
iniciaba de esta manera: el culpable era empujado por la orilla del lago. Jesús bajó. Una vez que ha sido repudiado
espalda desde una altura por el primer testigo. La entera por su ciudad natal, en la que se había criado, elige una
asamblea se constituye aquí en juez de Jesús, lo condena ciudad extraña, Cafarnaúm, como su nueva patria (Mt
y quiere ejecutar inmediatamente la sentencia. Se anuncia 4,13). La palabra de Dios parte de Galilea. No sin razón
ya el fracaso de Jesús en su pueblo. Es expulsado de la se llama a Cafarnaúm ciudad de Galilea. En Galilea se
comunidad de su pueblo, condenado como blasfemo y en- reúnen los primeros discípulos, los testigos de la Iglesia;
tregado a la muerte. se los llama también «galileos» (Act 2,7). Los planes sal-
En este caso, sin embargo, Jesús escapa al furor de sus víficos de Dios alcanzan lo que quieren, aun a pesar del
paisanos. No hace milagro alguno, pero nadie pone las repudio de los hombres.
manos sobre él. No ha llegado todavía la hora de su muer- En Cafarnaúm actúa Jesús de la misma manera que
te. Dios es quien dispone de su vida y de su muerte. Ni en Nazaret. Enseña el sábado en la sinagoga durante la
siquiera la muerte de Jesús puede impedir que sea resu- iiturgia e interpreta la Escritura en el nuevo sentido del
citado, que vaya al Padre, que viva y ejerza su acción para cumplimiento actual de las promesas. Su enseñanza im-
siempre. pone y causa asombro. La palabra de Jesús tiene poder,
Jesús abandona definitivamente a Nazaret y emprende autoridad, pues Jesús habla en la virtud del Espíritu. La
el camino hacia los extraños. No los paisanos, sino extra- palabra de Dios es fuerza creadora. «La palabra de Dios
ños serán los testigos de las grandes obras de Dios por es viva y operante» (Heb 4,12).
Jesús. Dios puede sacar de las piedras del desierto hijos
de Abraham. 33
Había en la sinagoga un hombre que tenía espíritu
Lo sucedido en Nazaret fue puesto por Lucas en ca- de demonio impuro y que comenzó a gritar a grandes vo-

142 143
ees: 34 ¡Eh! ¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, Jesús Las amenazas de Jesús tienen fuerza divina. «Las co-
Nazareno? Yo sé bien quién eres: el santo de Dios. lumnas del cielo tiemblan y se estremecen a una amenaza
suya» (Job 26, 11). También los demonios tienen que in-
A la palabra llena de autoridad se añade la acción clinarse ante Jesús, que pronuncia contra ellos la amena-
poderosa. El espíritu que dominaba al poseso era un es- za de Dios.
píritu maligno, un demonio que vuelve impuros a los que La profesión de fe del demonio es rechazada. «La fe,
domina. La imagen de los posesos que trazan los evange- si no tiene obras, está muerta en sí misma. Más aún, algu-
listas no responde exactamente a la de enfermos menta- no dirá: Tú tienes fe, yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin
les. Los malos espíritus ejercen influjo en los hombres. las obras, y yo te mostraré por las obras mi fe. ¿Tú crees
En los posesos se manifiesta a fin de cuentas cuál es el que hay un solo Dios? Haces bien. También los demonios
estado del hombre sin redención. creen y tiemblan» (Sant 2,17-20). La profesión de fe debe
El demonio no puede soportar la presencia de Jesús. ir acompañada de obras que agraden a Dios y de la ala-
El poseso, impelido por el mal espíritu, grita a grandes banza de Dios.
voces. Jesús de Nazaret, el «santo de Dios», y los espíri- El demonio se resiste, pero de nada le sirve su arreba-
tus impuros forman un contraste inconciliable. El tiempo to. No puede causar ningún daño. Lucas usa una expre-
de la salud que ahora se anuncia trae la ruina de los ma- sión médica. Aprecia el alcance de lo que ha hecho Jesús.
los espíritus. Jesús tiene fuerza sobrehumana. Una fuerza que sobrepu-
El mal espíritu hace una profesión de fe acabada: Je- ja incluso las fuerzas demoníacas. Dios obra por él, el
sús de Nazaret, el santo de Dios (Jn 6,69). El santo de santo de Dios, por el cual Dios se demuestra como
Dios es el Mesías. «El que nacerá de ti será santo, será el santo, el completamente otro, el poderoso.
llamado Hijo de Dios» (1,35).
36
Jesús de Nazaret es llamado «el santo de Dios» por Todos quedaron llenos de estupor y lo comentaban
los ángeles del cielo y por los demonios del infierno. ¿Y unos con otros diciendo: ¿Qué palabra es esta, que man-
per los hombres? «Dios lo exaltó, y le concedió el nom- da con autoridad y fuerza a los espíritus impuros, y sa-
bre que está sobre todo nombre, para que en el nombre len? 37 Y su fama se extendía por todos los lugares de la
de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra comarca.
y en el abismo, y toda lengua confiese que Jesucris-
to es Señor, para gloria de Dios Padre» (Flp 2,9ss). ¡Qué La acción poderosa de Jesús infunde asombro y res-
camino para que los hombres le confiesen! peto. Las gentes hablan sólo entre sí, «unos con otros».
La emoción les impide hablar alto. La admiración, el
35
Pero Jesús le increpó: Enmudece y sal de este hom- asombro, el sobrecogimiento, el silencio respetuoso son
bre. Entonces el demonio, echándolo por tierra delante de pasos preparatorios para la fe, son el camino del recono-
ellos, salió de él, sin haberle causado ningún daño. cimiento de Dios y de su revelación.
Lo que se admira es la palabra. La palabra de Jesús

144 145
NT, Le I, 10
tiene fuerza y autoridad, tiene poder divino. ¿Qué clase de imponiendo las manos a cada uno y los curaba. 41 Tam-
palabra es ésta? Preguntar con asombro es el camino que bién los demonios salían de muchos, gritando así: Tú eres
lleva al conocimiento de Jesús. el Hijo de Dios. Pero él les increpaba y no les permitía
La palabra poderosa halla eco. Su fama se extiende decir eso, porque sabían que él era el Mesías.
por todos los lugares de la comarca. La palabra tiende a
extenderse, quiere llenar espacios cada vez mayores. El Expresamente se dice que Jesús es el Salvador de to-
eco de la palabra de Jesús es la alabanza de Jesús por los dos en todas las cosas. «Todos han de ver la salvación
hombres. de Dios»: así lo había anunciado el Bautista. La gracia de
Dios desborda en Jesús. A cada uno de ellos les iba im-
3íi
Salió de la sinagoga y entró en casa de Simón. La poniendo las manos. La curación se efectúa por la virtud
suegra de Simón se encontraba atacada de fiebre grande del Espíritu al que Jesús poseía. La imposición de manos
y le suplicaron por ella. 39 E inclinándose sobre ella, in- es comunicación de la fuerza que hay en él y que sana.
crepó a la fiebre, y ésta se le quitó. Inmediatamente ella A cada uno imponía las manos. Con esto se expresa la
se levantó y les servía. bondad de Jesús: se interesa por todos al interesarse por
cada uno.
La enferma está acostada en una estera. Jesús se acer- Los demonios se resisten a Jesús. Gritando su nom-
ca como un médico a su cabecera. Se inclinó sobre ella. bre quieren desvirtuarlo. En la antigüedad se creía que
La misma palabra conminatoria que al demonio se dirige se podía expulsar al demonio pronunciando su nombre.
también a la fiebre. La palabra produce efecto. Inmedia- La magia del nombre que los hombres emplean contra los
tamente sobreviene la curación. Nada puede oponerse a demonios, dirigen éstos contra Jesús. En la lucha que se
la palabra de Dios, pronunciada por Jesús. desencadena entre Jesús y los demonios una vez que se ha
La suegra de Simón, una vez curada, sirve a la mesa. iniciado el tiempo de salvación, sale Cristo triunfante,
Se organiza una comida, y la que ha sido curada la sirve. pese a todas las intentonas de los poderes diabólicos.
La enfermedad había desaparecido al instante y totalmen- La grandeza de Jesús se muestra en el título de Hijo
te. En Cafarnaúm, en casa de Simón, halla Jesús un nue- de Dios; se le da este título porque él es el Mesías (el
vo hogar. «Mi madre y mis hermanos son aquellos que Ungido). Cristo fue desde un principio ungido con el Es-
oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica» (8,21). píritu, por lo cual se llama también Hijo de Dios (1,35).
La casa de Simón se equipara a la sinagoga. Aquí, como Pero Jesús no los dejó hablar. No quiere recibir la confe-
allí, lleva a cabo la palabra de Dios las obras salvíficas. sión de demonios. La confesión de que Jesús es el Hijo
La palabra sale de la sinagoga y pasa a las casas de los de Dios, el Mesías, el santo de Dios, se alcanzará por el
hombres. camino de la muerte de Cristo (Flp 2,8ss). La imposición
de las manos y la palabra son las manifestaciones de po-
40
Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de der del Espíritu que obra en Cristo.
diversas dolencias se los llevaron a él; entonces él les iba

146 147
42
Cuando amaneció, salió y se fue a un lugar desierto,
las multitudes lo andaban buscando; llegaron hasta él e d) Los primeros discípulos (5,1-11).
intentaban retenerlo, para que no se alejara de ellos. 43 Pero
1
él les dijo: También a otras ciudades tengo que anunciar Sucedió, pues, que mientras él estaba de pie junto al
la buena nueva del reino de Dios, pues para esto he sido lago de Genesaret, el pueblo se fue agolpando en torno a
enviado. ** E iba predicando por las sinagogas de Judea. él. para oir la palabra de Dios. 2 En esto vio dos barcas
atracadas a la orilla del lago; pues los pescadores habían
Jesús no deja que le retengan en Cafarnaúm, Su vida salido de ellas y estaban lavando las redes. 3 Subió a una
es una peregrinación. Dos veces se expresa esto. Marcos de estas barcas, que era de Simón, y le rogó que la apar-
habla de la oración de Jesús en la montaña (Me 1,35), tara un poco de la orilla; se sentó y enseñaba a las mul-
Lucas gusta de referirse a la oración solitaria de Jesús; titudes desde la barca.
pero en esta ocasión renuncia Lucas a hablar de ello. Je-
sús camina sin demora. La palabra necesita extenderse, Es por la mañana, junto al lago de Genesaret. Jesús
Jesús no permite que nadie ni nada le detenga. está de pie en la orilla y anuncia la palabra de Dios. El
Jesús no puede atarse a una ciudad. Tiene que cami- pueblo se agolpa en su derredor, lo asedia. Entonces sube
nar. Esta es su misión, tal es la necesidad que impone el a una barca de las que estaban atracadas allí, se sienta en
designio divino. La palabra de Dios es para él un encargo la barca como maestro y enseña a las masas del pueblo
que le impele a buscar amplios horizontes. Ni las ventajas que escuchaban desde la orilla. La palabra de Dios atrae
personales ni las muchedumbres del pueblo deciden de a los hombres, y los atrae en grandes masas.
su vida, sino únicamente la palabra, en último término La barca a que sube Jesús era de Simón. Jesús lo ha-
Dios. bía conocido ya, había estado en su casa, había curado
La acción de Jesús consiste en proclamar la buena a su suegra y había sido su huésped. Ahora aprovecha
nueva de que el reino de Dios está presente. Esta nueva sus servicios, para sí y para el pueblo. También Simón co-
debe llenar la tierra entera de los judíos. El campo de noce a Jesús, su poder de curar y el poder de su palabra.
acción se extiende: de Nazaret a Cafarnaúm y a la región El que se adhiera a Jesús tan pronto como se siente lla-
circundante, de aquí a Judea, nombre con que se designa mado por él, es algo que ha sido bien preparado y resulta
la tierra entera de Palestina. En todas las sinagogas re- comprensible. La palabra poderosa de Dios se posesiona
suena su mensaje, pero sólo en las sinagogas, en el pue- del hombre humanamente.
blo de Israel. Sólo cuando sea exaltado, se verá entera-
mente libre de límites su proclamación. 4
Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Navega
mar adentro y echad vuestras redes para pescar. 5 Y res-
pondió Simón: Maestro, toda la noche hemos estado bre-
gando, pero no hemos pescado nada; sin embargo, en vir-
tud de tu palabra, echaré las redes. 6 Lo hicieron así, y

148 149
recogieron tan grande cantidad de peces, que las redes es- recibe el signo que se amolda a su vida, a su inteligencia
taban a punto de romperse. ''Entonces hicieron señas a y a su vocación. Dios procede con él como con María.
los compañeros que estaban en la otra barca para que Así procede Dios con su pueblo. La salvación exige fe,
vinieran a ayudarlos; acudieron y llenaron tanto las dos pero Dios apoya la fe con sus signos.
barcas, que casi se hundían.
s
Cuando Simón Pedro lo vio, se echó a los pies de
Jesús dirige una palabra imperiosa a Simón. La orden Jesús, diciéndole: Apártate de mí, Señor, que soy hombre
lo destaca de las muchedumbres del pueblo, incluso de pecador. 9 Es que un enorme estupor se había apoderado
los que están con él en la barca. Le da la preferencia y lo de él y de los que con él estaban, ante la redada de peces
distingue entre todos. Las largas redes (de 400 a 500 me- que habían pescado. lüa Igualmente les sucedió a Santiago
tros) formadas por un sistema de tres redes, han de arro- y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban asociados con
jarse al lago, allí donde hay profundidad. Para ello hacen Simón.
falta por lo menos cuatro hombres. La orden representa
una prueba para la fe de Pedro. Según cálculos humanos Simón ve en Jesús una manifestación (epifanía) de
basados en una larga experiencia de los pescadores, es Dios 4B. Ha visto y vivido el milagro, el poder divino que
inútil echar ahora las redes. Si no se ha capturado nada actúa en Jesús. La manifestación de Dios suscita en él la
durante la noche, que es el tiempo de la pesca, ahora conciencia de su condición de pecador, de su indignidad,
— por la mañana— se pescará mucho menos. La elec- el temor del Dios completamente otro, del Dios santo. La
ción y la vocación exigen fe, aunque no se comprenda, manifestación del Dios santo a Isaías remata en esta con-
exigen «esperanza contra toda esperanza» (Rom 4,18). fesión del profeta: «¡Ay de mí, perdido soy!, pues siendo
Así creyó y esperó María, así también Abraham 47. hombre de impuros labios..., he visto con mis ojos al Rey,
Simón reconoce que la palabra de Jesús ordena con Yahveh Sebaot» (Is 6,5). La admiración por Jesús atrae
autoridad y que es capaz de realizar lo que no se puede a Simón hacia él, la conciencia de su pecado le aleja de
lograr con fuerzas humanas. Maestro, en virtud de tu pa- él. En la palabra «Señor» expresa la grandeza de aquel
labra... La interpelación «Maestro» es característica del al que ha reconocido en su milagro.
Evangelio de Lucas. Con ella se reproduce el título de Lucas no emplea ya sólo el nombre de Simón, sino
doctor o de rabí. Con ello quería evidentemente indicar que añade también el de Pedro. Simón Pedro: Simón, la
Lucas que Jesús enseña con autoridad y con fuerza im- roca. En esta hora en que Simón opta por creer en la pa-
perativa. labra de Jesús, se sientan las bases para la promesa futura:
La fe en la palabra imperiosa del Maestro no se ve
48. En la epifanía se hace Dios de repente visible o audible en el mundo,
frustrada. Las redes estaban a punto de romperse debido de modo que la persona que la experimenta puede responderle. De los mate-
al peso de los peces. Como Pedro no exige ningún signo, riales de tradición que utiliza Lucas para su Evangelio y para Jos Hechos
elige descripciones de epifanías (por ejemplo: Le 3,21ss; Act 5,l c ; 12,17),
porque sus destinatarios procedentes de la gentilidad eran especialmente sen-
47. Rom 4,18-21; Gen 15,5. sibles a éstas.

150 151
«Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia», Así procedió Dios también con los profetas. Simón, jun-
como también para la vocación de Pedro, de fortalecer a tamente con Santiago y Juan arrastraron las barcas a la
los hermanos: «Tú, en cambio, confirma a tus hermanos» orilla y abandonaron el oficio de pescador; lo dejaron todo:
(22,32), y para la transmisión del cargo pastoral (Jn barca, redes, padre, casa. La vida comienza a adquirir
21,15ss). Con la fe se prepara Pedro para ser roca. nuevo contenido. Siguieron a Jesús como discípulos, como
El estupor y sobrecogimiento por la pesca inesperada los discípulos de los rabinos seguían a su maestro para
se había apoderado no sólo de Pedro, sino también de los apropiarse su palabra, su doctrina y su forma de vida. Lo
dos hijos de Zebedeo, Santiago y Juan. Lucas se fija sólo que desde ahora llena su vida es Jesús, el reino de Dios,
en estos tres, aunque seguramente había también un cuar- la pesca de hombres. Simón vivió en Jesús la epifanía de
to para manejar la red. Simón, Santiago y Juan son los Dios, se reconoció pecador y recibió la vocación para la
tres apóstoles preferidos, los testigos de las íntimas reve- obra salvadora. El tiempo de salvación ha comenzado:
laciones de Jesús, de la resurrección de la hija de Jairo, conocimiento de la salvación mediante el perdón de los
de la transfiguración y de la agonía en el huerto de los pecados (1,77). La soberanía de Dios se revela en la aco-
Olivos. Santiago y Juan estaban ya unidos con Simón en gida de los pecadores.
el oficio de la pesca, eran sus asociados y colegas. Sobre El comienzo de la actividad en Galilea está consagra-
la vieja comunidad edifica Jesús una nueva. do a Simón Pedro. Jesús se ha visto repudiado por la ciu-
dad de sus padres, pero en los límites de la tierra de Gali-
10b
Pero Jesús dijo a Simón: No tengas miedo. Desde lea lo acoge Pedro y se le adhiere. La expulsión del
ahora serás pescador de hombres. n Y cuando atracaron demonio en la sinagoga, la curación de la suegra, los nume-
las barcas a la orilla, dejándolo todo, le siguieron. rosos milagros al atardecer delante de su casa tienen
remate y coronamiento en la pesca milagrosa. Los lugares
Jesús quita el temor a Pedro y le da su encargo. Lo de su vida pasada, en los que había orado, había vivido
mismo sucedió cuando el ángel transmitió a María el en- con su familia, había trabajado, son ahora, mediante los
cargo de Dios. El temor reverencial del Dios santo es fun- hechos salvíficos de Dios, liberados de su miseria, dé la
damento de la vocación, en la que Dios quiere mostrarse influencia del diablo, de la enfermedad y de la pena, del
el Santo y el Grande. fracaso. Ahora se ve Pedro segregado de todo lo anterior
Así como Pedro hasta ahora había cogido en la red y en adelante será pescador de hombres para el reino de
peces del lago, en adelante pescará hombres para el reino Dios, al servicio de Jesús y de su palabra poderosa.
de Dios. Los encerrará como con una llave. ¿Se insinúan
aquí las palabras acerca de la llave del reino de los cielos,
que un día recibirá Pedro? La palabra promete, llama y
va acompañada de poderes.
El llamamiento de Jesús obra con autoridad. Jesús
llama a los que quiere y los constituye en lo que él quiere.

152 153
misericordia. Tocándolo lo introduce en su comunióhy en
2. OBRAS "DE PODER (5,12-5,39). la comunión con los hombres, en la comunión con Dios.
Se apropia las palabras de la súplica y se identifica con la
a) Curación del leproso (5,12-16). solicitud del leproso. Su voluntad lo limpia de la lepra y
con ello lo restituye a la comunión con Dios y al culto.
12
Estaba él en una ciudad y había allí un hombre Por la palabra de Jesús queda limpio el leproso y es
cubierto de lepra. Al ver éste a Jesús, se postró ante él y declarado tal. Jesús posee el poder del profeta Eliseo,
le suplicó: Señor, si quieres, puedes dejarme limpio. 13 Y que curó al leproso Naamán; posee también la autoridad
extendiendo él la mano, lo tocó, diciéndole: Quiero, queda de los sacerdotes de Israel que declaran limpios a los le-
limpio. E inmediatamente la lepra desapareció de él. prosos. Jesús les es superior, puesto que su sola palabra
limpia y declara limpio.
Jesús actúa en una de las ciudades que visita en su
14
viaje de misión (4,44). El leproso se le presenta en una Entonces le mandó que a nadie lo dijera, sino: Ve
ciudad. Los leprosos no debían acercarse a las ciudades. a presentarte al sacerdote y a ofrecer por tu purificación,
«El leproso, manchado de lepra, llevará rasgadas sus ves- según lo mandó Moisés, para que les sirva de testimonio.
tiduras, desnuda la cabeza, y cubrirá su barba, e irá cla- 15
Pero su fama se extendía cada día más, y numerosas
mando: ¡Inmundo, Inmundo! Todo el tiempo que le dure multitudes acudían para oírlo y para ser curadas de sus
la lepra será inmundo. Es impuro y habitará solo; fuera enfermedades. 16 Él, sin embargo, se quedaba retirado en
del campamento tendrá su morada» (Lev 13,45s). Estaba los desiertos y oraba.
cubierto de lepra: así lo hace constar Lucas, el médico.
La lepra era incurable. El que se veía atacado por la en- Jesús no hace los milagros con fines lucrativos ni bus-
fermedad, era tenido por muerto. cando la propia gloria. «Pasó haciendo el bien y sanando
El pobre hombre, en medio de su aflicción, no se a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba
cuida de la ley, del ostracismo a que está condenado ni con él» (Act 10,38).
de la amarga experiencia de la incurabilidad. El poder de Según prescribía la ley, el leproso sanado debía pre-
Jesús significa para él más que la ley y que la muerte. sentarse al sacerdote para ser declarado limpio (Lev 13,49)
Postrándose confiesa su miseria, con su súplica expresa y ofrecer el sacrificio por la purificación (Lev 14,1-32).
su confianza. Hace su profesión de fe: cree que en Jesús Jesús quiere que se cumpla la ley; él mismo era obediente
actúa la fuerza de Dios. Puedes dejarme limpio. Implora a la ley. Los sacerdotes tenían que recibir un testimonio
la compasión de Jesús: Si quieres... Jesús es la esperan- de que se había iniciado el tiempo de la salvación, puesto
za de su vida. De su voluntad depende su existencia: en que el profeta había anunciado que el tiempo de la salud
comunión con Dios, con los hombres, en la vida... aportaría curación de las enfermedades 49 .
Jesús obra con compasión. Extiende la mano y lo toca,
con lo cual pasa por encima de la ley, pero practica la Vi. U 35,5 (cf. 61,1J.

154 155
La fama de Jesús y de su acción salvífica se va exten- dio, delante de Jesús. 20 Cuando él vio la fe de aquellos
diendo cada vez más. Jesús prohibió hablar al leproso, hombres, dijo: Hombre, perdonados te son tus pecados.
lo cual no impidió que se propagara la noticia. La pala-
bra lleva en sí una fuerza que la mueve a extenderse pro- Jesús ejerce su actividad en una casa. La multitud está
gresivamente. Atrae a multitudes de pueblo cada vez ma- tan apiñada, que no es posible pasar por la puerta para
yores, que quieren participar de la palabra y de la obra llegar a Jesús. Se descubre el terrado y por la abertura
salvadora de Jesús. se introduce a un enfermo. Las casas de Palestina tenían
Jesús se retira a la soledad, a orar. Su acción procede un techo plano, un terrado que se podía perforar (Me 2,4).
de la comunión con su Padre en la oración. Jesús actúa Lucas habla de tejas. Piensa en una casa griega.
porque Dios está con él (Act 10,38). Su comunión en la Jesús está presente en su Iglesia como Señor que fue
oración remite a una comunión más profunda. exaltado y vive como tal. Pero al mismo tiempo vive tam-
bién en el recuerdo de la Iglesia la imagen del Jesús
que vivió en la tierra. ¿Cómo podemos pensar al Cristo que
b) Perdón de los pecados (5,17-26). vive cerca del Padre? ¿Cómo podemos imaginárnoslo?
Desde luego, tal como vivía y obraba en la tierra. La ima-
17
Un día, mientras él enseñaba, estaban allí sentados gen de Jesús se nos hace más accesible si él se nos pre-
unos fariseos y doctores de la ley, que habían venido de senta en un mundo que nosotros comprendemos, en el que
todas las aldeas de Galilea y de Judea, y de Jerusalén. nosotros vivimos: Lucas lo situó en el mundo griego...
Y una fuerza del Señor le asistía para curar. Al paralítico le son perdonados los pecados. La pala-
bra con que se declaraba el perdón lo causaba también,
Enseñar y curar es actividad de Jesús que proviene de puesto que en Jesús obra la fuerza del Señor. Jesús le per-
la fuerza de Dios. La fama de la enseñanza y de las cu- dona cuando ve su fe. Los hombres habían puesto toda
raciones se propagó por toda Palestina, llegando a todas su esperanza en Jesús; creían que su proximidad causaría
y cada una de las aldeas; los fariseos y los doctores de la la curación del paralítico. Los particulares son incorpora-
ley, que se hallan por todo el país, polemizan con él. An- dos a la comunidad; la comunidad los sostiene. Se aguar-
tes de que Jesús en persona haga este camino: Galilea, daba la curación del cuerpo, y se recibió la curación de
Judea, Jerusalén, le ha precedido ya su fama. Ha alarma- los pecados. Según las ideas judías, la curación del cuerpo
do ya a los que al término de este camino lo condenarán. dependía de la purificación de la culpa. ¿Acaso pensaba
Lucas en esto? Jesús cura todos los males del hombre.
18
Entonces unos hombres, que traían en una camilla a La enfermedad y los pecados.
uno que estaba paralítico, trataban de introducirlo y po-
nerlo delante de él. 19 Y no encontrando por dónde intro- 21
Y los escribas y los fariseos comenzaron a pensar:
ducirlo por causa de la multitud, subieron al terrado y, Pero ¿quién es éste, que está diciendo blasfemias? ¿Quién
por entre las tejas, lo pusieron, con su camilla, allí en me- puede perdonar pecados, sino Dios solo?

156 157
Quien se arroga derechos de Dios, blasfema contra Dios. que Dios ha comunicado todo poder 50 . Jesús es profeta que
Sólo Dios tiene el derecho y el poder de perdonar los tiene conocimiento de los corazones y poder para curar
pecados. El pecado se comete contra Dios; así también a los enfermos; pero es más que profeta, porque posee
sólo él puede perdonarlo. El razonamiento era correcto. el poder de perdonar los pecados, porque es Hijo del
¿Pero no habrían debido también considerar si Dios no hombre, al que se ha dado todo poder.
puede conferir este poder a aquel a quien ha de conferir
25
todo poder? E inmediatamente se levantó delante de ellos, tomó
¿Quién es éste? La pregunta encierra ya la negativa. el lecho en que había estado tendido y se marchó a. su
Es una pregunta despectiva. Este Jesús no puede tener el casa, glorificando a Dios. 26 Todos quedaron como fuera
poder de perdonar pecados. No se plantea la cuestión de de sí y glorificaban a Dios, y llenos de temor exclamaban:
la misión de Jesús, y ni siquiera se piensa en la posibili- ¡Hoy hemos visto cosas increíbles!
dad de que Dios hubiera podido transmitir este poder a
Jesús. La posición de los nazarenos reaparece en los fa- En las acciones del que ha sido curado se demuestra su
riseos y en los doctores de la ley. Sólo la fe en la misión alegría por la curación. Todo lo que hace va acompañado
divina puede reconocer a Jesús el poder de perdonar los de la glorificación de Dios. La acción de Jesús se inspira
pecados. La apariencia humana no debe ser obstáculo siempre en la glorificación de su padre. «Yo te he glo-
para esta fe. rificado sobre la tierra, llevando a término la obra que
me habías encomendado que hiciera» (Jn 17,4).
22
Pero, conociendo Jesús los pensamientos de aquéllos, Todos los testigos del milagro están impresionados
les respondió: ¿Qué es lo que estáis pensando en vues- hasta lo más hondo de su alma. Están fuera de sí, penetra-
tro corazón? 23 ¿Qué es más fácil decir: Perdonados te dos de temor, de asombro. También la emoción del alma
son tus pecados, o decir: Levántate y anda? uPues para suscita glorificación de Dios. Los grandes hechos de Dios
que sepáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra en la historia de la salud van a parar en la glorificación
para perdonar pecados —dijo al paralítico—: Yo te lo de Dios. Dios se glorifica en ellos.
mando; levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. El día en que sucedió lo increíble, que rebasa todas
las expectativas, aparece aquí como algo singular. ¿Qué
Jesús tiene poder para perdonar los pecados. Dios le día es este hoy? «Hoy ha experimentado la salvación todo
ha dado participación en su poder. Dios tiene el poder de el pueblo.» Hoy se ha realizado el pasaje de la Escritura
conocer los corazones. Conoce las reflexiones de sus ad- relativo al salvador que está ungido con el Espíritu. Hoy
versarios. Esto es poder divino. Tiene el poder de curar a ha sucedido algo increíble, inaudito. Se ha iniciado el
tiempo de salvación. ¿Pero ve esto el pueblo?
los enfermos, que en este caso es lo más difícil, puesto
que la curación puede comprobarse. El que puede lo más
difícil, mejor podrá lo más fácil. Él tiene el poder de
50. Cf. Dan 7,13; Le 10,22.
perdonar los pecados, porque es Hijo del hombre, al

159
158
¿De qué espíritu deben estar penetrados los discípulos
c) Vocación de un publicano (5,27-39). de Jesús? ¿Qué debe notarse en los apóstoles? ¿Qué en los
cristianos que han percibido el llamamiento de Jesús? La
27
Después de esto, salió y vio a un publicano, llamado mirada retrospectiva al tiempo de salvación que ocupa el
Leví, en su despacho de cobrador de impuestos, y le dijo: punto medio de los tiempos, da a la Iglesia la orientación
Sigúeme. 28 Y éste, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. en su camino. En la divisoria entre la vida antigua y la
nueva da Leví una gran recepción. El banquete se celebra
La narración de nuevos actos de poder vuelve a ce- en honor de Jesús. Están invitados Jesús, sus discípulos
rrarse con la vocación de un discípulo. Esta vez es el lla- y los amigos de Leví: sus colegas y otros que tienen igual-
mado un publicano. Éstos eran odiados por su trato con mente trato con publícanos. En las conversaciones que se
los gentiles, por su arbitrariedad y su codicia. Se los tenía tienen durante el banquete se ve cómo se ha de entender
por pecadores públicos, a los que se debía evitar. Sin em- la condición de discípulo de Jesús. Lucas gusta de presen-
bargo, Jesús llama para discípulo suyo a uno de esos pu- tar a Jesús como invitado en el banquete 51 . En la litera-
blícanos; lo llama a seguirle de su despacho, del ejercicio tura griega se designan como symposion (conversación
de su ocupación impura. Al paralítico pecador da Jesús durante la comida) diálogos de profundo sentido. A Jesús
la curación, al publicano pecador le da la vocación como se le sitúa en el mundo griego. Los Evangelios son histo-
discípulo El pecado no es ya una barrera que se oponga ria, pero a la vez historia «deshistoricizada». En ellos
a la salvación. El que aporta la salvación perdona los pe- habla a su comunidad el Señor exaltado. A través de lo
cados a fin de que ésta pueda recibirse. único e irrepetible que tiene lugar en el tiempo reconoce
La mirada de Jesús y la palabra que llama son tan la Iglesia lo que tiene vigencia para siempre y en todas
poderosas que el publicano abandona todo lo que posee, partes.
a lo que había servido hasta ahora y a lo que había su- Los fariseos y los escribas de espíritu farisaico mur-
cumbido, y se hace discípulo de Jesús. El cambio radical muran. Sentarse a la mesa con pecadores, con gentes nada
de vida es consecuencia del llamamiento de Jesús. honorables, con transgresores de la ley, es, a juicio de
los fariseos, algo que viola el orden legal. Los fariseos, los
29
Entonces Leví le dio un gran banquete en su casa; íntegros querían conservar santo al pueblo apartándolo
y asistía gran número de publícanos y otros más, que esta- de todo lo que no es santo. Para esto les servía la rigurosa
ban a la mesa con ellos. 30 Los fariseos y sus escribas mur- aplicación de las leyes de pureza. Lo que en la ley sólo
muraban y decían a los discípulos: ¿Por qué coméis y obligaba a los sacerdotes en funciones, se extendió al pue-
bebéis con los publícanos y pecadores? 31 Y Jesús les con- blo entero. La misma finalidad persiguen los fariseos man-
testó: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos; teniéndose alejados de los pecadores públicos. Jesús sigue
32
no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, un camino diferente: no la exclusión y el alejamiento,
para que se conviertan.
51. Le 7,36ss; 13,38ss; 14,lss; 19,lss; 24,29ss.

160 161
NT, Le I, 11
sino la curación de lo que es pecaminoso. Por esto es nece- bebiendo. 34 Entonces Jesús les respondió: ¿Acaso podéis
sario el trato en común con los pecadores. Jesús no exclu- obligar a que ayunen los invitados a bodas mientras el es-
ye de la salvación a los pecadores, sino que va en su bus- poso está con ellos? 35 Tiempo llegará en que les será
ca, no les impide que reciban la salvación, sino que se la arrebatado el esposo, y entonces, en aquellos días, ayunarán.
ofrece y trata de ganarlos.
Jesús sigue el método del médico. Si un médico quisie- Jesús y sus discípulos toman parte en banquetes. Los
ra ocuparse de los sanos y apartarse de los enfermos, en- fariseos y los escribas ejercen crítica. Ésta va en primer
tonces no habría entendido su profesión. Lo mismo puede lugar contra los discípulos, pero en último término contra
decirse de Jesús. Su misión es la de salvar, la curación Jesús mismo. Los que se sienten responsables de la santi-
de las dolencias del cuerpo, pero todavía más la salud me- dad del pueblo, Juan Bautista y los fariseos, ayunan con
diante el perdón de los pecados. El tiempo de la salud frecuencia y hacen oración. Estas dos cosas van de la
es el tiempo de la misericordia con todos los pobres, los mano. Los días de fiesta son días de oración; en efecto,
que están lastimados y abatidos. Ahora bien, el presu- el ayuno sirve de base a la oración. El ayuno empequeñece;
puesto para salvarse es la conversión. Jesús vino a llamar Dios escucha a los menesterosos y a los pequeños. ¿Por
los pecadores a conversión. qué no ayunan los discípulos de Jesús? ¿Por qué no se
La santificación de los discípulos no consiste en que atiene Jesús a nuevos ayunos y a nuevas oraciones?
se aparten de los pecadores, sino en ofrecer la salvación Los fariseos desconocen la importancia de la hora que
a todos, sean justos o pecadores, no en la preocupación acaba de sonar. Aquí hay algo nuevo. Esto nuevo vive
llena de inquietud por la propia salvación, sino en el amor conforme a reglas nuevas. Estamos en tiempo de boda:
que se atreve a todo. no va a convertirse en tiempo de ayuno... A nadie se le
La murmuración de los fariseos somete a crítica huma- ocurre obligar a ayunar a los invitados a bodas... El tiem-
na la acción de Dios en Jesús. Sus adversarios estiman po de salvación que se ha iniciado, lo compara Jesús con
el proceder de Jesús conforme a sus propios criterios. tiempo de bodas y tiempo de alegría. Ha llegado el sus-
Desconocen que Jesús ha sido enviado por Dios, que ha pirado y apacible año del Señor. En este tiempo son más
venido a buscar y llamar a los pecadores, no a los justos. propios los banquetes que los ayunos.
Sólo la fe en que Dios habla y obra en Jesús puede supri- Así pues, ¿no está en contradicción con este tiempo de
mir el escándalo. Porque Jesús obra en forma nueva, in- alegría que ayunen los discípulos de Cristo y los cristia-
creíblemente paradójica. Los fariseos no pueden compren- nos? En aquellos días ayunarán. Los discípulos ayunan
derlo, porqué no reconocen que con él se ha iniciado el en memoria de la muerte del Señor. Cuando se les quite
tiempo de salvación. violentamente el esposo, entonces ayunarán en señal de
luto. Cristo alude a su muerte violenta. En su calidad
33 de Mesías es el esposo. En aquellos días ayunarán los discí-
Entonces le dijeron: Los discípulos de Juan ayunan
con frecuencia y hacen oración; igualmente también los pulos, no sólo el día en que se les sea arrebatado Jesús,
de los fariseos. Pero los tuyos se lo pasan comiendo y sino durante todo el tiempo en que ya no habite visible-

162 163
mente entre ellos, en el tiempo que se extenderá desde cas religiosas externas. Lo nuevo que anuncia Jesús no
la «elevación» de Jesús hasta su segunda manifestación. consiste simplemente en verter o en echar un remiendo
Este tiempo está marcado por la alegría, porque la salva- de algo nuevo en lo viejo. Los tiempos mesiánicos son
ción ha llegado ya. Pero al mismo tiempo está marcado algo nuevo, nunca oído son un nuevo nacimiento, presu-
por la tristeza, porque Jesús ya no está visiblemente pre- ponen en el hombre vuelta atrás, conversión, modificación
sente, sino que es esperado. total del modo de pensar. Por ello no puede tratarse sim-
En el comportamiento de los adversarios se deja notar plemente de añadir a lo antiguo algunas prescripciones y
ya que Jesús será arrebatado con violencia a sus discípu- prácticas nuevas.
los. En un principio sus adversarios piensan desfavorable- Los judíos están acostumbrados a lo antiguo, Jesús
mente de él, luego lo critican abiertamente porque —di- trae algo nuevo. Nadie que haya probado el vino viejo
cen — está minando la devoción y la disciplina; en cuanto quiere el nuevo. La palabra de Jesús encierra una cierta
al futuro, aparece ya claro que Jesús será descartado con melancolía. Nada es tan difícil como la verdadera conver-
violencia. La repulsa comienza con pensamientos, luego sión, la transformación interior. Lo antiguo es más có-
pasa a las palabras para terminar en obras... modo. Jesús exige desprendimiento de uno mismo. Los
discípulos lo abandonaron todo: éste es el distintivo de
36
Les decía también una parábola: Nadie corta un tro- la verdadera condición de discípulo. El publicano lo hizo.
zo de un vestido nuevo para echar un remiendo en un El banquete que se celebra es ciertamente cosa más gran-
vestido viejo: en tal caso, rompería el nuevo, y al viejo de que el ayuno de los fariseos. Es despedida de lo anti-
no le iría bien el remiendo sacado del nuevo. 37 Tampoco guo y comienzo de lo absolutamente nuevo.
echa nadie vino nuevo en odres viejos; en tal caso, el vino
nuevo reventaría los odres y se derramaría, y los odres
se echarían a perder. 38 Hay que echar el vino nuevo en 3. PALABRA DE AUTORIDAD (6,1-19).
odres nuevos. 39 Y nadie que haya probado el vino viejo
quiere el nuevo; porque dice: El viejo es mejor. a) Arrancar espigas en sábado (6,1-5).

1
¿Qué es lo que distingue a los discípulos de Jesús? Un sábado iba él atravesando un campo de mieses,
Los fariseos y sus escribas pensaban que la renovación y sus discípulos arrancaban espigas y, desgranándolas en-
religiosa consistía en separarse rigurosamente de todo lo tre las manos, se las comían. 2 Algunos fariseos les dijeron:
que es impuro, en nuevas prácticas religiosas: ayunos ¿Por qué hacéis lo que no está permitido en sábado?
y oraciones. A las antiguas prácticas religiosas había que
añadir otras nuevas. Jesús piensa de otra manera. Tales Los pobres podían coger espigas de los campos si te-
métodos no tienen valor. Esto se muestra gráficamente nían hambre. «Si entras en la mies de tu prójimo, podrás
en la parábola del remiendo y del vino en los odres. De- coger unas espigas con la mano» (Dt 23,25). Las espigas
ben renovarse las actitudes interiores, no sólo las prácti- se frotan y se desgranan con las manos, y luego se comen

164 165
los granos que quedan. Algunos fariseos vieron esto y panes ofrecidos a Dios, eran en número de doce y perma-
llamaron la atención a los discípulos. Según su interpre- necían durante una semana sobre una mesa en el santuario
tación de la ley, era esto infringir el reposo sabático. del templo como oferta presentada a Dios. Nadie podía
Coger espigas se contaba entre las faenas de la reco- comerlos fuera de los sacerdotes, una vez terminada la se-
lección, y éstas se incluían entre los veintinueve trabajos mana. Sin embargo, David y sus compañeros los comieron
principales, que a su vez se subdividían en trabajos sub- una vez que tenían hambre y no había otro pan a su alcance.
alternos, todos los cuales infringían el reposo sabático. Si Con todo, nadie reprochó esto a David, ni el sacerdote
se trabaja en sábado inadvertidamente, entonces hay que Abimelec, que dio el pan a David, ni los escribas y doctores
advertir al transgresor que debe ofrecer un sacrificio de ex- de la ley. Por consiguiente, la necesidad excusa la transgre-
piación. En cambio, si el reposo sabático se infringe, pese sión de la ley. Los discípulos no violan, por tanto, la ley
a la presencia de testigos y a aviso previo, entonces la trans- al frotar y desgranar espigas el sábado porque tienen ham-
gresión se paga con lapidación. En nuestro caso se dirige bre. En la interpretación de la ley no se ha de atender
el aviso inmediatamente a los discípulos, pero en realidad sólo a la letra de la ley, sino a la voluntad de Dios. Ahora
se aplica a Jesús. bien, Dios no dio la ley del culto para afligir a los hombres.
La compasión con los hombres le importa más que la obser-
3
Entonces Jesús les respondió: ¿Es que ni siquiera ha- vancia de la ley cultual. El sábado no ha de impedir que se
béis leído lo que hizo David, cuando tuvo hambre él y los preste ayuda al necesitado. Dios quiere misericordia, no
que estaban con él: 4 que entró en la casa de Dios y, to- sacrificios (Mt 12,5-7).
mando los panes ojrecidos a Dios, los que sólo a los sacer-
5
dotes es lícito comer, comió de ellos y los repartió también Y añadió: Señor del sábado es el Hijo del hombre.
entre sus compañeros?
Jesús, en su calidad de Hijo del hombre, al que ha sido
La tradición de los conflictos sabáticos tenía la máxima dado por Dios todo poder, tiene también el poder de dis-
importancia para las comunidades cristianas que comenza- poner del reposo sabático y de su interpretación. Interviene
ban a celebrar el domingo como día de descanso en lugar en la esfera más sagrada de Dios, en el derecho de Dios a
del sábado. Esta transformación se había consumado ya perdonar pecados, en el reposo sabático, que es figura del
cuando san Lucas escribía su Evangelio. Para él eran im- descanso de Dios después de la creación (Gen 2,2s), en el
portantes los motivos en que se fundaba la nueva idea de la ámbito de su glorificación, en el culto divino... Hace uso de
ley del sábado. Estos motivos muestran la autoridad de su autoridad para librar a los hombres de su aflicción. Dios
Jesús que con su palabra proclama la voluntad de Dios, deja que por medio de Jesús se intervenga en su esfera más
Jesús conoce el método dialéctico de las disputas en sagrada, porque se ha iniciado el tiempo de salvación, que
las escuelas judías y responde con una contrapregunta. Al es tiempo de misericordia para los hombres. «En la tierra
hacerlo se remite a la Escritura (ISam 21,1-7), autoridad paz entre los hombres, objeto de su amor.»
reconocida y suprema. Los panes «de la proposición», los

166 167
o de condenación. Aquí aparecerá un nuevo principio de
b) Curación en sábado (6,6-11). interpretación de la ley: lo que ha de decidir no es ya la
ley, sino el hombre afectado por la ley. Se sitúa en el centro
6 al hombre, no la letra de la ley. En la cuestión del sábado
Otro sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar.
Y había allí un hombre cuya mano derecha estaba seca. se trata del hombre, de su salvación o de su ruina.
7
Los escribas y los fariseos lo espiaban para ver si lo cu-
9
raba en sábado y encontrar de qué acusarlo. Entonces les dijo Jesús: Yo os voy a preguntar: ¿Es
lícito en sábado hacer bien o hacer mal; salvar una vida
Lucas procura dar datos exactos: era otro sábado; o dejarla perder?
Jesús enseñaba en la sinagoga; la mano derecha estaba
seca; los que lo observaban eran los fariseos y los escribas. La cuestión se plantea en presencia del hombre que está
Jesús actúa en una hora única en la historia de la salva- en medio de todos con su dolencia y su ansia de curación.
ción, en tiempo y lugar determinados, en circunstancias El caso particular es subordinado a una cuestión de prin-
concretas. La mirada retrospectiva al punto medio de la cipio: ¿Es lícito en sábado hacer bien o es necesario hacer
historia de la salvación es decisiva para la vida cristiana. mal? La omisión del bien es un mal.
La vida de Jesús y su palabra histórica ordenan la vida y ¿Quién querrá decir que la ley del sábado prohiba que
el tiempo de la Iglesia hasta su segunda manifestación. se haga el bien y exija que se haga el mal? El sábado es
La interpretación farisea de la ley sólo permitía curar para los judíos, no sólo día de reposo, sino también día
en sábado cuando había peligro inminente de muerte. La destinado a hacer bien y día de alegría. La comida de
mano seca no representa un peligro inminente de muerte. día de fiesta, el estudio de la ley y la práctica del bien lo
¿Qué hará Jesús al ver la aflicción de este hombre? Sus convierten en día de fiesta y de alegría. Para viajeros nece-
adversarios intensifican la hostilidad del comportamiento. sitados había que tener comida preparada. ¿Habría que
En el primer conflicto sabático observan sólo como casual- olvidar todo esto? Jesús vuelve a restablecer el verdadero
mente que los discípulos infringen la ley, ahora espían a sentido del sábado. Ha de ser un día en el que se disfrute
Jesús para ver si pueden cogerle en infracción para llevarlo y se proporcione alegría a los demás. Se realiza el sentido
ante los tribunales. ¿Qué decisión tomará Jesús en esta del sábado haciendo bien a personas que sufren, usando mi-
situación en que se ve amenazado? sericordia. «Misericordia quiero y no sacrificios» (Os 6,6).
Jesús sitúa a sus adversarios ante esta alternativa: ¿Se
8 ha de salvar una vida en sábado, o se ha de dejar que se
Pero él, que les conocía los pensamientos, dijo al hom-
bre que tenía la mano seca: Levántate y ponte ahí en medio, pierda? El texto griego no habla de la vida, sino del alma,
y éste se levantó y se puso allí. que es vida y algo más: vida consciente. El hombre que
está en medio quiere vivir, vivir sano, no sólo vegetar,
El enfermo está ahora en medio de ellos, como un acu- quiere sentir gozo de vivir. ¿Es esto posible a un hombre
sado ante el tribunal, en espera de sentencia de absolución que tiene seca la mano derecha, que no puede trabajar y

168 169
tiene que vivir de la ayuda ajena? El reposo sabático se de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus san-
explica por la comparación con el reposo de Dios una vez tos profetas desde antiguo» (Act 3,21). Mediante la curación
terminada la obra de la creación: «Acuérdate del día del muestra Jesús que le está permitido restaurar el sentido del
sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás tus sábado según la mente de Dios, ya que él mismo aporta la
obras, pero el séptimo día es día de descanso, consagrado restauración de todas las cosas. El sábado es figura del gran
a Yahveh, tu Dios, y no harás en él trabajo alguno» (Éx reposo sabático de Dios (Heb 4,8ss), que se iniciará cuando
20,8ss). Pero el descanso de Dios no consiste en no hacer sean restauradas todas las cosas y todo haya alcanzado su
nada, sino en vivir la obra, en gozar de ella. «Dios se gozó acabada perfección.
en su obra» (Sal 104,31). El sábado es día en que se vive la El odio impide pensar y reflexionar con lucidez. Los
vida, en que se goza de la obra, día de glorificación de adversarios, ciegos de furia, quieren impedir la acción
Dios. ¿No se ha de restablecer mediante la curación este de Jesús. Discuten entre sí qué pueden hacer para acabar
sentido más profundo del sábado? ¿En vez de la vida ha- con Jesús. ¿Quién puede levantarse contra el poder y la
bría que elegir la ruina? fuerza del espíritu de Dios? Los adversarios, por no creer,
caen en ceguera.
10
Y mirando en derredor a todos ellos, dijo al hombre:
Extiende tu mano. Él lo hizo, y la mano se le quedó sana.
11
Pero ellos, llenos de furia, discutían entre si qué podrían c) Vocación de los doce (6,12-19).
hacer contra Jesús.
12
Por aquellos días, salió él hacia el monte para orar y
La mirada de Jesús gira en su derredor. Alcanza a pasó la noche en oración ante Dios.
todos y a cada uno. *Ni uno siquiera responde. No querían
reconocer su error y su sinrazón ni podían sustraerse a la El relato de las obras de poder de Jesús se cierra de
sabiduría de Jesús. La idea que tenían de Dios les dictaba nuevo con un llamamiento. Los adversarios quieren acabar
la autoridad de la letra de la ley, mientras que Jesús pro- con Jesús. Sin embargo, su obra ha de perdurar. Él mismo
clamaba la voluntad de Dios. Jesús tiene una idea de Dios se cuida en estos días de que no perezca su obra, para lo
distinta de la suya. Su Dios es el Dios de la misericordia, cual elige a los doce apóstoles. Prepara la gran hora con
el Dios que se acerca a los hombres; el Dios de ellos es el oración a Dios. Ora en el monte, separado de los hombres,
inaccesible, que está sencillamente por encima de los hom- solitario, cerca de Dios. Su oración se prolonga toda la
bres. Se ha iniciado ya el apetecido y apacible año del noche. Las tinieblas cubren el mundo, todo desaparece ante
Señor, y Dios visita a su pueblo por medio de Jesús. la grandeza de Dios. Dios ocupa el centro de su oración.
La mano volvió a quedar sana. La restauración del uni-
verso forma parte del cuadro de los tiempos mesiánicos. Lo 13
Cuando se hizo de día, llamó junto a sí a sus discí-
que ahora comienza será llevado a perfección. «El cielo pulos y escogió de entre ellos a doce, a los cuales dio el
debe retener (a Jesús) hasta los tiempos de la restauración nombre de apóstoles:...

170
171
La oración lo ha unido con Dios. La voluntad de Dios quieren indicar cierta organización en el colegio apostó-
es su voluntad. La elección con los apóstoles la lleva a lico; tres secciones, cada una de cuatro apóstoles.
cabo conforme a la voluntad de Dios. Entre el grupo de dis- La lista de Lucas está marcada por rasgos especiales.
cípulos que le han seguido, elige a doce. El número de Pone en cabeza el grupo de los tres discípulos cuya elec-
doce responde al número de los patriarcas del pueblo de la ción ha narrado antes (5,1-11). Presenta a Andrés como
alianza del Antiguo Testamento. Aparece un nuevo pueblo hermano de Simón (Mt 10,2). Al otro Simón se le da el
de Dios. apelativo de Zelota, seguramente porque pertenecía al par-
Jesús los llama apóstoles, enviados. A ellos se les apli- tido de los Zelotas, que profesaban un fanático nacionalismo
ca el principio jurídico judío: El enviado de una persona judío y querían establecer por la fuerza el reino de Dios.
es como ella misma (Jn 13,16). Los dice han de ser los re- En el tercer grupo se designa a Santiago como hijo de Al-
presentantes jurídicos y personales de Jesús. feo. A Judas Iscariote (el hombre de Cariot) se le llama
La organización de la primitiva Iglesia cristiana se re- traidor. Poco se nos dice de la procedencia, carácter y pre-
monta a Jesús. Los miembros de la comunidad son los dis- cedentes de estos hombres. Lo más importante no son los
cípulos. Sobre ellos están los doce. El primer cuadro de la datos biográficos, sino la elección y llamamiento por Jesús
Iglesia lo traza Lucas con las palabras siguientes: «Entra- y su destino de ser los patriarcas del nuevo pueblo de
ron (en Jerusalén) y subieron a la habitación donde solían Dios y los representantes de Jesús.
parar Pedro y Juan (sigue la lista de los apóstoles)... Todos
ellos perseveraban unánimes en la oración con algunas mu- 17
Cuando bajó con ellos, se detuvo en una explanada,
jeres, con María, la madre de Jesús, y con los hermanos de donde había un grupoMumeroso de discípulos suyos, y una
éste» (Act l,13s). gran multitud de pueblo, de toda Judea y Jerusalén, y del
litoral de Tiro y de Sidón, 18 los cuales habían llegado allí
14
Simón, al que también llamó Pedro, Andrés, su her- para oírlo y quedar sanos de sus enfermedades; igualmente
mano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, 15 Mateo, Tomás, los atormentados por espíritus impuros quedaban curados.
Santiago de Aljeo, Simón llamado el Zelota, i e Judas de K
Todo el pueblo quería tocarlo, porque salía de él una
Santiago y Judas Iscariote, el que fue traidor. fuerza que daba la salud a todos.

Las listas de los apóstoles 52 tienen rasgos comunes. Como Moisés, también Jesús baja del monte, de la co-
Siempre va en cabeza Pedro, y Judas Iscariote, al fin. El munión con Dios, al pueblo. Dios está con él. En torno a
primero, quinto y noveno lugar lo ocupan siempre los mis- Jesús están reunidos los apóstoles, los discípulos, el pueblo,
mos nombres; Simón, Felipe y Santiago de Alfeo. Dentro tres círculos que se forman alrededor de Jesús. El centro
de los grupos así formados se repiten siempre los mismos lo forma Jesús, de él irradia fuerza, él está ungido con el
nombres, aunque en distinto orden. Parece ser que las listas Espíritu. Quien está en contacto con estos círculos, y por
ellos con Jesús, recibe las bendiciones del tiempo de sal-
52. 111 10,2-4; Me 3.16-19; Act 1,13. vación.

172 173
El territorio del que acuden a Jesús las muchedumbres
abarca toda la tierra de Judea, con Jerusalén por capital, 1. LA NUEVA DOCTRINA (6,20-49).
y la zona costera de Tiro y Sidón. Estas regiones no se de-
signan como zonas de misión en los Hechos de los apóstoles. También Lucas incorporó a su Evangelio, como Mateo, un
Las comunidades cristianas de estas regiones las hace re- discurso que se designa como sermón de la montana 53. La redac-
ción de Lucas contiene apenas la tercera parte de la redacción
montar Lucas a Jesús mismo. La noticia de la actividad de
de Mateo; del análisis literario se desprende que la redacción de
Jesús ha alcanzado ya a todo el país e influye más allá Lucas no es sólo un extracto del sermón de la montaña de Mateo.
de los límites de Palestina. Ambas se remontan a una fuente común, ambos la pusieron al
En las profecías del Antiguo Testamento late la con- servicio de su presentación del Evangelio. Aunque Mateo refiere
vicción de que Israel, Jerusalén y Sión son el soporte de la cuidadosamente las palabras del Maestro, sin embargo, asimila
la palabra profética al discurso de un legislador. Lucas conservó
salud, al que todos los pueblos acuden para recibir ley e ins-
más pura la proclamación profética de Jesús. El curso de las
trucción, luz y gloria de Dios. En Jesús se cumple la pro- ideas es más sencillo en Lucas y presenta más cohesión. En gene-
mesa. Él está ahí, y de él dimana poder de curación y de ral conserva la forma originaria y así nos ofrece un fragmento
instrucción. En torno a él se reúnen los padres del nuevo precioso de la más antigua tradición.
pueblo, provistos del poder y del espíritu de Cristo; en
torno a ellos los discípulos, tocados y llamados por la pala-
bra de Jesús, finalmente las muchedumbres, que son curadas a) Bienaventuranzas y comunicaciones (6,20-26).
y reciben la salud si lo tocan. El Espíritu que lo ha ungido
opera en todos los que se reúnen en su derredor. Es la Jesús abarca a sus discípulos con su mirada. El discurso que
imagen de la Iglesia. va a dirigirles se aplica a los discípulos, a todos los que le siguen.
Una hora solemne comienza, en la que se emite un anuncio pro-
fético. La salud se anuncia a los pobres, las conminaciones van
dirigidas a los ricos. Cada una de estas dos estrofas se cierra con
53. En la composición de su sermón de !a montaña (Mt 5,17-48) muestra
II. PROFETA PODEROSO EN OBRAS Y PALABRAS Mateo que la «justicia mayor» que se pide a los discípulos consiste esencial-
(6,20-8,3) mente en el amor, que halla su más acabada expresión en el amor de los
enemigos. En seis antítesis se hace resaltar la nueva predicación de Jesús
frente a la ley del Antiguo Testamento. Le no habla ya de diferencia entre
La impresión que dejó Jesús la expresan los dos discípulos la justicia causada por la ley y la justicia creada por Cristo; al discípulo no
que se encuentran con el Resucitado en el camino de Emaús: se le dice ya que tiene que sobrepasar lo que se había dicho a los antiguos y
que su cumplimiento de la voluntad de Dios ha de ser más elevado que la
«Jesús Nazareno... un hombre que fue profeta poderoso en obras justicia de los fariseos. En la Iglesia emancipada de la ley judaica se pre-
y palabras ante Dios y ante todo el pueblo» (24,19). senta el precepto del amor de Jesús como la ley de los discípulos sin más,
sin la menor polémica contra la ley del Antiguo Testamento. La pieza prin-
cipal del sermón de la montaña en Le habla sólo del amor. Ahora bien, el
precepto del amor se presenta como amor de Jos enemigos. En esto se distingue
la esencia del amor, tal como lo entiende Jesús. Es posible que en esto
quedara todavía algún resto de la polémica; en efecto, en Mt se formula el
imperativo del amor a los enemigos como antítesis frente a la frase: «Habéis
oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo» (Mt 5,43).

174 175
una bienaventuranza, que se aplica a los discípulos, o una con- los pobres: Bienaventurados vosotros. Los felicita, y con
minación. toda seriedad. En efecto, Dios les da lo más grande que
él mismo ha prometido y que conoce la historia de la sal-
20
Y él, levantando los ojos hacia sus discípulos decía: vación: el reino de Dios. Cuando Dios tome posesión de
Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de su reino, todo estará en orden. Entonces serán saciados
Dios. 21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, los hambrientos, no con manjares de la tierra, sino con
porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora una comida que aventajará a toda comida de la tierra. «Se-
lloráis, porque reiréis. rán saciados con la contemplación de su gloria» (Sal
17,15). Los que lloran reirán, pues Dios consolará a todos
los afligidos (Is 61,2). «Cuando restaure Yahveh la suerte
Los pobres, los hambrientos y los que lloran son los
mismos: los pobres y los que sufren necesidad, que en la de Sión, estaremos como quien sueña. Se llenará entonces de
tierra son tenidos por los últimos. En efecto, el que es risas nuestra boca y de alegres cantares nuestra lengua.
pobre no tiene nada con que saciar su hambre; el que Dirán entonces las gentes: ¡Magníficamente ha obrado con
es pobre, es impotente y ve cómo se halla indefenso y sin estos Yahveh! ...Los que en llanto siembran, en júbilo
protección. Los pobres, los hambrientos y los que lloran, cosechan» (Sal 126,1-6).
de quienes habla Jesús, no poseen bienes materiales y su- El reino de Dios se promete a los pobres, porque los
fren miseria, pero esperan en Dios, confían a Dios su mi- pobres están abiertos a Dios, han puesto su esperanza en
seria y la reciben como la suerte que les es asignada la hora en que Dios tomará posesión de su reino, porque
por Dios. pueden dirigir libremente la mirada a Dios, ya que no
Jesús les levanta los ánimos y les da su palabra de han sucumbido a la ilusión de los que piensan que con
consuelo. Israel ha experimentado en su historia que Dios la propiedad y el bienestar todo está asegurado.
toma bajo su protección a los oprimidos y a los pobres, si 22
ellos ponen en él su esperanza. En el tiempo de la opre- Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien
sión en Egipto y en la cautividad de Babilonia era Israel y cuando os excluyan, os insulten y proscriban vuestro
pobre y oprimido, y Dios se encargó de su pueblo. «Yahveh nombre como maldito por causa del Hijo del hombre.
23
ha consolado a su pueblo, ha tenido compasión de sus Alegraos en aquel día y saltad de gozo; porque mirad:
males» (Is 49,13). Dios vuelve los ojos precisamente a los vuestra recompensa será grande en el cielo. Porque de la
que son pobres y miserables. «Inclina, Yahveh, tus oídos misma manera trataban los padres de ellos a los projetas.
y óyeme, porque estoy afligido y soy un menesteroso»
(Sal 86,1). Este proceder de Dios continúa también en el La cuarta bienaventuranza va dirigida a los discípulos
tiempo de salvación anunciado por Jesús. A los pobres se perseguidos. La comunidad de los discípulos se considera,
anuncia y se trae la buena nueva (4,18). al igual que Israel, como la comunidad de los pobres, es
un pequeño rebaño (12,32), impotente, expuesto a la con-
Pobreza, hambre, lágrimas por la miseria es un estado
tradicción y a la persecución. Los discípulos confiesan que
agobiante, ;•• sin embargo, Jesús llama bienaventurados a

177
176
NT, Le I, 12
Jesús es el Hijo del hombre, al que Dios ha dado todo po- estáis repletos, porque habéis de tener hambre! ¡Ay de los
der : el de perdonar los pecados, el de interpretar en forma que ahora reís, porque habéis de gemir y llorar!
nueva el reposo sabático contra la interpretación de los
fariseos. Todo esto acarrea odio, exclusión de la comuni- Al anuncio de la salud, a las bienaventuranzas, siguen
dad de la sinagoga, ultrajes, ser borrados de la lista de las comunicaciones. Jesús echa mano de la proclamación
la sinagoga (excomunión)... Odio, persecución, exclusión, profética (Is 5,8-23). Las conminaciones no son todavía
muerte como un criminal: todo esto recae sobre Jesús, y condenación definitiva, del tiempo final, sino un aviso que
por Jesús lo sufren también todos sus discípulos. quiere poner en guardia y llamar a la conversión y a la
¿Es motivo de tristeza esta suerte de los discípulos? No. reflexión.
También a estos pobres, a estos que tienen hambre y llo- Los ricos, los que están repletos y los que ríen, son
ran les grita Jesús: ¡Bienaventurados vosotros! Alegraos los que poseen los bienes de la tierra y pueden disfrutar
y saltad de gozo. Tal suerte de los discípulos es motivo de ellos. El que es rico puede saciar su hambre, tiene lo
de alegría. Vuestra recompensa es grande en el cielo. Al que desea con avidez, puede reír y estar alegre. Es que
discípulo de Jesús, que experimenta la pobreza de los nada le falta. Sin embargo, Jesús les dirige la conmina-
perseguidos, se le dará el reino de Dios con todos sus ción ¡Ay de vosotros! Ante Jesús y su palabra, todas
bienes. las cosas se invierten. El rico está en peligro por el hecho
El reino de Dios es un presente que depende de la de ser rico. Cae en un estado de seguridad falaz y no bus-
libre disposición de Dios, es gracia. Pero es también gran ca el apoyo de su vida donde verdaderamente está, en
recompensa. Dios pone condiciones para la admisión en Dios, sino donde no está, en la posesión de bienes de la
su reino: fe en Jesús, adhesión a él, perseverancia y firme- tierra. «Guardaos muy bien de toda avidez: pues no por
za en la persecución, aceptación de la suerte que acom- estar uno en la abundancia depende su vida de los bienes
paña a la condición de discípulo. Sólo el que cumpla estas que posee» (12,15). Los pobres están abiertos a la buena
condiciones será agraciado por Dios con su reino. nueva, al Evangelio del reino de Dios y hallan la salva-
Los discípulos siguen las huellas de los profetas. Co- ción. Los ricos están sordos, cerrados a Dios y se encami-
mo estos fueron perseguidos — porque como boca de Dios nan a la ruina; porque, ¿qué es lo que les falta?
pronunciaban su palabra y la realizaban en la vida—, Los ricos no tienen nada más que esperar, puesto que
aunque también tienen participación en el reino de Dios ya se les ha pagado y liquidado lo que proporciona el reino
(13,28), así también sufrirán persecución los discípulos. de Dios: tienen consuelo, están repletos y ríen, porque
Si los discípulos que siguen a Jesús lo representan y son sus deseos están satisfechos. Los pobres carecen de con-
como su boca, son comparados con los profetas, entonces suelo, tienen hambre y lloran; a ellos se les dará la recom-
¿quién es Jesús? pensa cuando venga el reino de Dios. La cuenta entre
Dios y los ricos está saldada, la cuenta entre Dios y los
24
En cambio: ¡Ay de vosotros, los ricos, porque ya pobres está todavía abierta.
tenéis vuestro consuelo! 2S ¡Ay de vosotros, los que ahora Abraham dice el rico epulón: «Hijo, acuérdate de que

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ya recibiste tus bienes en vida, mientras Lázaro, en cam- cambio, en peligro de no poder ya, en cada momento,
bio, los males; ahora, pues, él tiene aquí el consuelo, mien- esperar de Dios su existencia. Tales discípulos están ame-
tras tú el tormento» (16,25). El ahora de la existencia nazados como los ricos.
presente se acerca a su fin; lo decisivo es lo que ha de Los verdaderos discípulos caminan sobre las huellas
venir, lo que Dios trae con poder y se inicia ya en la pro- de los profetas y están expuestos al repudio y a la perse-
clamación de Jesús. El ahora es fugaz e insignificante, el cución por parte de los hombres. Los discípulos que no
después es la magnitud que todo lo sobrepasa. ¿De qué experimentan contradicción alguna tienen que ponerse en
aprovechará ser ricos cuando sobrevenga esta inversión guardia. Están en peligro de seguir los pasos de los falsos
de todas las cosas? La carta de Santiago explica la amo- profetas, que no suscitaban contradicción, que decían pa-
nestación dirigida a los ricos: «Y ahora vosotros, los ri- labras halagüeñas y dejaban a los hombres en paz sin
cos, llorad a gritos por las calamidades que os van a mencionarles el Santo de Israel 54 . ¿Pero cómo acabaron
sobrevenir. Vuestra riqueza está podrida; vuestros vesti- los falsos profetas?
dos, consumidos por la polilla. Vuestro oro y vuestra plata, Aunque uno sea discípulo, aunque crea y aunque viva
enmohecidos, y su moho servirá de testimonio contra vos- en la Iglesia, debe tomar como llamadas dirigidas a él
otros, y como fuego consumirá vuestras carnes. Habéis mismo las bienaventuranzas y las conminaciones, debe
atesorado para los días últimos. Mirad: el jornal de los preguntarse si teme el «¡ay!» porque es de los que poseen,
obreros que segaron vuestros campos, y que les habéis si oye con satisfacción el «bienaventurados» porque no
escamoteado, está clamando, y los clamores de los sega- posee, y debe constantemente efectuar la inversión que
dores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos. expresan estas breves exclamaciones. Son inversión de
Habéis disfrutado en la tierra, os habéis entregado al todos los valores, derrumbamiento de todas las fortalezas
placer; habéis cebado vuestros corazones para el día de la que el hombre se construye, «ocaso de los dioses», de
matanza» (Sant 5,1-5). todos los poderes en que confiamos y en que nos apoya-
mos. Las bienaventuranzas y los ayes conminatorios abren
26
¿Ay cuando todos los hombres hablen bien de vos- de un empujón la puerta del reino de Dios, en el que se
otros! Porque de la misma manera trataban los padres de halla lo que no pueden proporcionar los bienes del mundo
ellos a los falsos profetas. y que sólo Dios dará cuando se posesione de su reino.

El último «¡ay!» se aplica de nuevo a los discípulos,


pero a los discípulos que escapan a la persecución y son b) Amor a los enemigos (6,27-26).
acogidos por los hombres con hermosas palabras, con pa- La pieza principal del sermón de la montaña habla únicamen-
labras de reconocimiento y de halago. Estos discípulos son te del amor. Éste no paga el mal con mal, sino el mal con bien
ricos, no con riquezas y posesiones materiales, sino ricos (6,27-31), no es amor que espera ser correspondido (6,32-34), sino
de espíritu. Están asegurados humanamente, no están en pe- que es benéfico, está pronto a perdonar y da con alegría (6,35-38).
ligro de perder la honra, el bienestar, la vida. Están, en 54. Cf. Is 30,9ss; Jer 23,17ss.

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27
Pero yo os digo a vosotros, los que me estáis escu- por los otros. Amor es vivir para otro, incluso para el que
chando: Amad a vuestros enemigos; haced bien a los que odia, maldice y maltrata.
os odian; 28 bendecid a los que os maldicen; orad por los El amor a los enemigos no consiste únicamente en per-
que os calumnian. donar el mal que se nos ha hecho. Aquí no se habla de
perdonar; se da por supuesto. Los discípulos de Jesús
Los ricos a quienes van dirigidos los ayes y las amo- hacen francamente todo lo que aprovecha al enemigo. El
nestaciones no están presentes. Jesús se dirige de nuevo discípulo responde al odio con el bien, a la maldición con
a los discípulos que le escuchan. A éstos habla con auto- bendición, a los malos tratos con oración por el que mal-
ridad: Yo os digo a vosotros. Su palabra es anuncio de trata. El que ama al enemigo, haciéndole bien no sólo se
Dios, él habla como quien tiene autoridad, no como los pone a sí mismo a su servicio, sino también a Dios, del
escribas y los fariseos (Mt 7,28). cual implora lo que él mismo no es capaz de hacer. En el
Jesús redujo la ley al cumplimiento de la voluntad discípulo no debe haber ningún rincón de su ser que no
de Dios, al precepto del amor: «Amarás al Señor, tu esté penetrado del amor a su enemigo: la acción exterior,
Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus los deseos y las palabras, el corazón, en el que tiene su
fuerzas y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti asiento la oración.
mismo» (10,27). El camino hacia el amor de Dios con I
29
todo el corazón ha quedado despejado con las bienaventu- Al que te pegue en una mejilla, preséntale también
ranzas y las conminaciones. Pero ahora se habla del la otra, y a quien intenta quitarte el manto, no le impidas
amor al prójimo. llevarse también la túnica. 30 Dale a todo el que te pida,
También el Antiguo Testamento conoce el precepto y no reclames nada de quien intenta quitarte lo tuyo.
del amor al prójimo: «Ama a tu prójimo como a ti mismo»
(Lev 19,18). Jesús destaca este precepto de entre todos El amor al prójimo se hace difícil. Nosotros nos rebe-
los demás y le da una importancia capital. Lo interpreta lamos contra la injusticia, queremos tomar venganza cuan-
en forma nueva. El prójimo son todos, hasta los enemi- do se nos hace alguna injusticia, queremos tener a raya
gos. De esta interpretación radical del amor del prójimo el mal pagando en la misma moneda: Como tú a mí, yo
incluso como amor de los enemigos arranca en Lucas la a ti, «ojo por ojo, y diente por diente» (cf. Mt 5,38). Jesús
ética del sermón de la montaña. exige que no se responda al mal con mal, sino que no se
Por vuestros enemigos se entiende aquí los enemigos oponga resistencia al mal y se venza el mal con el bien.
del grupo de los discípulos, los calumniadores, persegui- Estos principios se aplican al mal que se nos hace en la
dores, enemigos de cada uno de los discípulos. En éstos persona: al que te pegue en una mejilla..., y también a
se piensa en particular. Jesús exige amor. ¿Puede haber los perjuicios que se nos ocasionan en los bienes: a quien
un precepto del amor? ¿Puede imponerse la simpatía, pue- intenta quitarte el manto...
den adquirirse sentimientos y afectos? El amor que pres- La generosidad del discípulo de Jesús no ha de cono-
cribe Jesús consiste en hacer bien, en bendecir, en orar cer límites: Dale a todo el que te pida, sin consideración

182 183
de nacionalidad, de comunidad de creencias, de posición etcétera. Esto sería desconocer el sentido de las palabras
personal, de dignidad: no te canses de dar. Jesús va toda- de Jesús. Los ejemplos son realizaciones ejemplares de un
vía más lejos: No se ha de reclamar la propiedad que se comportamiento. Lo que él quiere es este comportamiento,
nos quita con astucia y violencia. Quien sufre tales daños quiere que el discípulo trate de realizarlo y de ponerlo
no ha de defenderse, no ha de tratar de recobrar lo pro- en práctica en las múltiples circunstancias de la vida.
pio. ¿Ha de convertirse la injusticia en derecho?
31
¿Podemos oir con calma esta exigencia de Jesús? ¿No K de la misma manera que queréis que os traten los
se rebela algo en nuestro interior? ¿No se suscita en nos- hombres, tratadlos también vosotros a ellos.
otros la resistencia porque la cosa nos inquieta? ¿No se
sacrifica la personalidad con sus derechos? ¿No se abren ¿Cómo se ha de poner en práctica el amor de los ene-
de par en par las puertas a la irrupción del mal? ¿No se migos, qué debo hacer a mi prójimo? ¿Y también a mi
deja el campo libre al desarrollo de los bajos instintos de enemigo? Maestros de sabiduría y maestros de la ley entre
los hombres malvados? los judíos y entre los paganos formularon sobre este parti-
Los ejemplos de Jesús nos suenan como algo tan sor- cular la regla áurea. El viejo Tobías da a su hijo esta
prendente, tan paradójico, tan chocante, porque los hom- instrucción: «Lo que no quieras para ti, no lo hagas a
bres se atienen en sus relaciones a normas completamente nadie» (Tob 4,15). El doctor judío Hilel se expresa en
diferentes. Ponen de manifiesto cuan contrario a Dios es términos parecidos: «Lo que no te agrada a ti, no lo ha-
el comportamiento del hombre cuando el reino de Dios gas a tu prójimo; esto es toda la ley, todo lo demás es
no se ha posesionado de él y lo ha transformado. Nos- explicación.» En la sabiduría griega se conocía esta re-
otros creemos que el mal se desarraiga si le oponemos re- gla desde muy antiguo. Los estoicos la expresaron en esta
sistencia, si pagamos mal con mal. Jesús, en cambio, anun- forma: «Lo que no quieras que te hagan a ti, no lo hagas
cia que el mal se vence con el bien; él trae el reino de tú a nadie.» El hombre lleva constantemente consigo el
Dios, y con la suma de todo el bien que en él se despliega código y la pauta de su comportamiento con los semejan-
se logra el triunfo del bien sobre el mal. tes. Lo que uno desea y lo que uno necesita le enseña lo
La manera como se expresa Jesús es gráfica, está que ha de hacer. Jesús enuncia en nueva forma esta regla
llevada al extremo; es que quiere suscitar en nosotros áurea: De la misma manera que queréis que os traten
inquietud, despertarnos, espolearnos, transformarnos. Los los hombres, tratadlos también vosotros a ellos. Los otros
ejemplos son meros ejemplos: lo que importa es el compor- dan como regla que no se ha de hacer al prójimo nada
tamiento a que nos invita. No da lecciones acerca de de- que sea desagradable; Jesús da como regla que se ha de
beres morales en las que se analicen todas las condicio- hacer el bien al prójimo, incluso al enemigo. Ahí está la
nes y todos los reparos, todo «sí» y todo «pero». Con su gran diferencia: no sólo no hacer mal, sino hacer bien.
palabra no quiere promulgar un nuevo código compuesto El discípulo de Jesús no se ha de contentar con no hacer
de cuatro artículos: Primero: Al que te pegue en tu mal, sino que ha de hacer bien, todo el bien que él mismo
mejilla... Segundo: A quien intente quitarte el manto..., desea para sí. El amor de nosotros mismos se hace ley y

184 185
medida de nuestro amor al prójimo, amor que debe estar Jesús promete recompensa al amor. ¿Qué gracia te-
pronto a amar incluso al enemigo. «Amarás a tu prójimo néis? Dios reconoce las obras del hombre, da su gracia a
como a ti mismo.» aquel cuyas obras le son agradables.
32 35
Y si amáis a los que os aman, ¿qué gracia tenéis? Vosotros, en cambio, amad a vuestros enemigos, ha-
Porque también los pecadores aman a quienes los aman. ced el bien y prestad sin esperar nada. Entonces será
33
Y si hacéis bien a los que bien os hacen, ¿qué gracia grande vuestra recompensa, y seréis hijos del Altísimo;
tenéis? También los pecadores hacen lo mismo. 34 Y si que él es bueno aun con los desagradecidos y malvados.
prestáis a aquellos de quienes esperáis cobrar, ¿qué gracia
tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores, pa- Sin esperar nada. Éste es el distintivo del amor de los
ra recibir de ellos lo correspondiente. discípulos. Ni reconocimiento por parte de los hombres, ni
alabanza, ni compensación. El amor no es cálculo. Brota
Los discípulos de Jesús deben cumplir la voluntad de de lo más íntimo de uno y se desarrolla. Incluso cuando
Dios más radicalmente que todos los demás. No deben el discípulo da prestado, no da para volver a recibir, sino
llevar ya una vida como la que llevan los pecadores. Son sólo por deseo de ayudar. Dado que en el amor a los ene-
sal de la tierra, luz, ciudad sobre la montaña (Mt 5,13ss). migos hay que renunciar a toda esperanza de correspon-
Su amor no debe por tanto ser únicamente un amor dencia y de amor, por eso tal amor es el que mejor y más
que espera ser correspondido. Si sólo amaran a aquellos genuinamente representa el amor del discípulo de Jesús.
de quienes reciben muestras de amor, no harían ventaja Lo que mueve al discípulo a amar es sólo la voluntad de
a los pecadores. Deben amar incluso cuando no se ven Dios, su reino, Jesús, el Maestro, y su palabra.
compensados y correspondidos por los hombres. Deben El discípulo que cumple el precepto de amar a los
amar porque tal es la voluntad de Dios. «Cuando vayas enemigos, recibe gran recompensa. Es llamado hijo del
a dar una limosna, que no sepa tu izquierda lo que hace Altísimo. Este título recibió Jesús en la anunciación del
tu derecha, para que tu limosna quede en secreto, y tu ángel. «Éste será grande y será llamado Hijo del Altísi-
Padre, que ve en lo secreto, te dará la recompensa» (Mt mo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre»
6,3s). (1,32). El que cumple el precepto de amar a los enemigos,
El amor se manifiesta haciendo bien, prestando... Don- tiene participación en la filiación y en el reino de Jesús.
de surge una necesidad, allí está el que ama. El amor que La filiación divina no es sólo una esperanza para el fin
exige Cristo es amor de obras: «Hijitos, no amemos de de los tiempos; se da ya cuando se vive el amor a los
palabra ni con la lengua, sino de obra y de verdad» (Un enemigos. Con el amor desinteresado, que no se contenta
3,18). El amor puede ser un precepto, porque es amor de con corresponder al amor, el discípulo se hace semejante
obras. Puede desarrollarse en aquel que se mantiene abier- a Dios mismo, porque Dios es bueno aun con los desagra-
to al otro y a su necesidad. Quien piensa en el otro, tie- decidos y malvados. Es hijo del Altísimo que con su amor
ne fuerza para amar. infinito está por encima de toda la agitación de los hombres.

186 187
36
Sed misericordiosos, como misericordioso es vues- de Dios, porque anuncia el reinado del Altísimo, que es
tro Padre. nuestro Padre lleno de misericordia.

Es misericordioso quien se deja afectar por la miseria


del hombre, el que está abierto a la necesidad ajena y c) No juzguéis (6,37-38).
presta ayuda donde halla a alguien oprimido por la carga.
Jesús anuncia que Dios es Padre misericordioso. El rei- 37a
No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y
no de Dios comienza con el anuncio del Evangelio a no seréis condenados.
los pobres, de la liberación a los cautivos, de la vista a los
ciegos, del alivio y libertad a los que están agobiados. El comienzo del amor y de la misericordia con los
Jesús, al que Dios envió para proclamar y aportar el tiem- hombres está en que no nos constituyamos en sus jueces.
po de salvación, va por el país derramando beneficios. Per- El que investiga si el otro merece misericordia y amor, si
dona los pecados y se interesa por los pecadores, habla es o no «digno», peca ya contra el precepto del amor; en
de la alegría del Padre celestial por los pecadores que en efecto, el amor da porque se compadece de la necesidad
este tiempo de gracia vuelven a él (5,11-32)55. del otro.
La misericordia del Padre enseña al discípulo lo que La función del juez se desarrolla en dos actos: en juz-
él mismo ha de hacer; Jesús exige lo que los judíos llama- gar y en condenar. De uno y otro nos disuade Jesús. Aquí
ban «imitación de Dios». «Como Dios viste a desnudos no se trata del ejercicio de la potestad judicial en un com-
(Gen 3,21), viste tú también a desnudos. Como Dios visita plejo social, sino de juzgar con el pensamiento y con
a enfermos (Gen 18,1), visita tú también a enfermos... palabras cuando no se ha recibido tal encargo. Las pala-
Como Dios es llamado misericordioso y clemente, sé tú bras de Jesús no vedan el enjuiciamiento moral de la
también misericordioso y clemente y da a todos sin com- acción; lo que prohiben es que se declare culpable al que
pensación... Como Dios es llamado bondadoso... sé tú ha puesto la acción.
también bondadoso» 50. Jesús formuló el imperativo de la misericordia y del
El amor tiene dos normas conforme a las cuales se amor al prójimo. «Amad a vuestros enemigos.» «Sed mi-
puede apreciar y comprobar el amor. El deseo del propio sericordiosos.» De esto se pedirá cuenta en el juicio de
corazón (ama a tu prójimo como a ti mismo) y la mise- Dios. El que se constituye en juez de los otros, provoca el
ricordia del Padre celestial. Las dos normas son una; en juicio de Dios sobre sí mismo. Mi comportamiento con
efecto, el discípulo es hijo del Altísimo, imagen de los otros será la norma del comportamiento de Dios
Dios. Jesús vuelve a restaurar en el hombre la imagen conmigo.

37b
55. Cf. Le 15,4-10; 7,36-47; 18,10-14; 19,1-10. En la invitación de Jesús Perdonad y seréis perdonados; 38a dad y se os dará;
a los pecadores y en su trato con ellos se expresa fundamentalmente la misión una buena medida apretada, bien rellena, rebosante, echa-
de Jesús.
56. BILLERBECK i, p. 372. rán en vuestro regazo.

188 189
La culpa y la transgresión que ha cometido el otro con- Las palabras sobre el amor de los enemigos se pronun-
tra nosotros podría ser un obstáculo para el amor y la cian con vistas al juicio final. Pero no rematan en la jus-
misericordia. Jesús indica dos maneras de superar el obs- ticia vindicativa de Dios, sino en lo desmesurado de su
táculo: perdonar y dar. Cuando se perdona se derriban las bondad. Todas las sentencias se pronuncian con el mismo
barreras que se levantan entre el yo y el tú. Cuando se da, ritmo, pero cuando se habla de dar, se encarece la pro-
se tienden puentes. mesa: Y se os dará una medida colmada. Así el centro
Una vez más se formula el imperativo bajo la ame- de gravedad se desplaza de la severidad a la bondad de
naza del juicio. Y seréis perdonados;... y se os dará. Dios Dios, del juicio a la bendición, de la amenaza a la prome-
adaptará su proceder judicial a nuestro comportamiento. sa, del temor a la esperanza.
El resultado del juicio se pone en nuestras manos. «Per- En la conclusión vuelve a insinuarse la amonestación:
dónanos nuestros pecados, pues también nosotros perdona- medida por medida. El que da poco, recibirá poco; el que
mos a todo el que nos debe» (11,4). da con abundancia —todavía se percibe la imagen de la
Vendrá el día de la paga. Para el que haya dado será magnanimidad divina—, recibirá con abundancia. La mi-
un día de abundantísima recolección. Dios es como un sericordia infinita de Dios en el juicio no es una misericor-
labrador que asigna magnánimamente la paga a sus traba- dia sin condiciones. El que dé y perdone a los hombres,
jadores. Se medirá con la fanega. El labrador avaro llena recibirá abundantemente el don y el perdón de Dios; el
la medida y pasa luego el rasero por encima para no dar que no dé ni perdone a los hombres, no puede esperar
más de lo que se había ajustado. El labrador magnánimo don ni perdón de Dios.
aprieta el trigo en la medida, la sacude, para que se llenen
los huecos y se pueda echar todavía más y hasta añade
algo hasta que rebose la medida. Dios se asemeja al la- d) La verdadera religiosidad (6,39-49).
brador magnánimo. Es el más generoso pagador. Su re-
compensa no es el salario merecido, sino regalo de su 39a
Les propuso también una parábola.
generosidad. La idea de recompensa o de salario no debe
inducir a rebajar lo infinito del amor de Dios. Lo que da Con esta breve observación se introduce una nueva
Dios es infinitamente superior a la prestación. «Alegraos sección del discurso. Parábola es el título exacto, pues se
y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en refieren cinco breves parábolas. Con ellas se quiere hacer
el cielo.» reflexionar. A lo que ya se ha dicho —al discurso pro-
fético (6,20-26) y al de exhortación (6,27-38)— se añade
38b
Pues con la medida con que midáis seréis medidos. la predicación en parábolas. Los discípulos deben ser per-
sonas que aman, deben vivir para los otros. En el sermón
Dios no tiene medida en dar, pero sólo da al que a su de la montaña de san Mateo se caracteriza la misión de
vez ha dado. Podemos también decir que Dios perdona los discípulos con las imágenes: sal de la tierra, luz que
sin medida ni tasa, pero sólo al que a su vez ha perdonado. ilumina a todos, ciudad sobre la montaña (Mt 5,13-16).

190 191
Allí aparece como algo innatural y reprobable que no se el discípulo no tiene nada que hacer sino aceptar lo trans-
brille delante de los hombres a fin de que éstos vean las mitido. El discípulo de Jesús transmite lo que ha recibido
buenas obras y glorifiquen al Padre. También en el ser- de Jesús. ¿Cómo estaría a la altura de la responsabilidad
món de la montaña del Evangelio de Lucas se presupone que tiene de los otros si no estuviera armado con la pala-
tal fuerza luminosa de la vida de los discípulos. ¿Pero bra de Jesús, si no se la hubiera apropiado?
cómo han de estar pertrechados los discípulos para llevar
a cabo esta obra apostólica? Deben ser buenos maestros 41
¿Por qué te pones a mirar la paja en el ojo de tu
(6,39-42), el ser y la palabra deben ser uno (6,43-45), la hermano, y no te fijas en la viga que en tu propio ojo
acción debe acompañar los sentimientos (6,46-49). tienes? 42 ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: Hermano,
déjame que te saque la paja del ojo, cuando tú mismo no
39b
¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No ves la viga que tienes en el tuyo. ¡Hipócrita! Sácate pri-
caerán los dos en el hoyo? 40No hay discípulo que esté mero la viga del ojo, y entonces verás claro partí sacar la
por encima del maestro; pues el perfectamente instruido paja del ojo de tu hermano.
será, a lo más, como su maestro.
Para ser fiel a su misión debe el discípulo corregir a
Las palabras de Jesús sobre el guía ciego iban dirigi- los que yerran y faltan, y ayudarlos a despojarse de sus
das contra los fariseos. Éstos se presentaban como guías faltas. Las palabras de Jesús presuponen la solicitud por
del pueblo en materia de religiosidad. Con cuidado me- los hermanos, por los que tienen la misma fe. San Mateo,
ticuloso estudiaban la ley y trataban de observarla. Sin al hablar del orden en la Iglesia, nos conservó unas pa-
embargo, eran guías ciegos, pues estaban cerrados a la labras que prevén el proceso de tal corrección fraterna:
más grande revelación de Dios y se hacían inaccesibles «Si tu hermano comete un pecado, ve y repréndelo a solas
a la palabra de Dios proclamada por Jesús. Los discípulos tú con él...» (Mt 18, 15ss). La corrección entraña peligro.
de Jesús vienen ahora a ocupar el puesto de estos guías Un peligro es el de medir con una falsa medida. El amor
ciegos. Las palabras de Jesús que se referían a los fariseos propio desfigura la verdad. La imagen de la paja y la viga
y a los escribas, se aplican también a los discípulos, si ellos es un cuadro de vivos colores. Las más pequeñas faltas
mismos son ciegos. del otro se ven aumentadas, las mayores faltas propias se
El discípulo de Jesús ha de ser consciente de su res- disminuyen. Sólo puede haber corrección cuando uno re-
ponsabilidad. No puede ser ciego. ¿Cuándo, pues, no es nuncia a tenerse por justo y a querer imponerse.
ciego? Cuando está instruido como su maestro. El Maes- El segundo peligro de la corrección está en la hipo-
tro es Jesús. Es un maestro que no es superado por nin- cresía. El que corrige al otro da a entender con ello que
gún discípulo: maestro singular y único. quiere vencer el mal en el mundo. Pero si ni siquiera lo
No hay discípulo que esté por encima del maestro. vence en sí mismo, entonces surge una lamentable discre-
Este dicho se verifica en la escuela de los doctores de la pancia entre el interior y el exterior. Se emprende la lu-
ley, puesto que el maestro transmite lo que ha recibido, y cha contra lo malo en el otro. Pero, ¿y en uno mismo?

192 193
NT, Le I, 13
45
Sácate primero la viga del ojo. Comienza primero la co- El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca
rrección por ti mismo, con lo cual se sientan las bases para lo bueno, y el malo, de su mal tesoro saca lo malo. Pues
la corrección del otro. del rebosar del corazón habla su boca.
En el discípulo de Jesús ha comenzado a influir el
reino de Dios. Pero esto presupone conversión y arrepen- Aquí cambia la imagen. El corazón, sede de las deci-
timiento. El arrepentimiento reconoce la propia culpa y siones morales y religiosas del hombre, se puede compa-
el propio pecado, comienza por condenar las deficiencias rar con un tesoro. Del núcleo de la personalidad, sede de
del propio corazón; así puede uno acercarse al hermano las decisiones morales y religiosas depende que las pala-
con paciencia, con perdón y generosidad. bras y las acciones sean buenas o malas, de que el hom-
bre mismo sea bueno o malo. El discípulo de Jesús, que
43
Porque no hay árbol bueno que dé fruto podrido; ha de ser luz para los otros, debe poseer un corazón al
ni tampoco árbol podrido que dé fruto bueno. ^Cada que rebose todo bien. Este rebosar se muestra en pala-
árbol se conoce por su fruto; pues de los espinos no se bras y acciones. El buen orden de la conciencia es prerre-
cosechan higos, ni se vendimian uvas de un zarzal. quisito del cristiano apostólico.
Ahora bien, ¿cuándo es el corazón un arca, un tesoro
El peligro de la hipocresía sólo se vence si hay armo- que sólo contiene bien y del que sólo sale bien? ¿Cuán-
nía entre los sentimientos interiores y la acción exterior. do es bueno el interior del hombre? ¿Cuándo está en or-
Las manifestaciones externas, las obras y las palabras, son den su conciencia? Según el Evangelio, no por el mero
buenas cuando es bueno el fondo interior del que pro- hecho de manifestar el hombre su ser natural. Sólo cuan-
vienen. Para los fariseos y los escribas es buena una acción do el hombre está completamente transformado por Jesús,
si está en consonancia con la ley; Jesús, en cambio, la llama el Maestro, es también bueno su corazón. Cuando la pala-
buena si procede de un interior bueno. El corazón, sede bra de Jesús es asimilada por este corazón, cuando se han
de los pensamientos, de los deseos y sentimientos, es la posesionado de él el reino de Dios y su justicia, entonces
fuente de los buenos y malos pensamientos, palabras y es el corazón un arca de la que rebosa el bien. Una vez más
obras, es el centro de la decisión moral. «De lo interior, se formula como imperativo fundamental de Jesús el arre-
del corazón de los hombres, proceden las malas intencio- pentimiento, el retorno a Dios. El hombre bueno es el que
nes, fornicaciones, robos, homicidios...» (Me 7, 21ss). Aho- mediante la conversión se pone en la debida relación con
ra bien, ¿cuándo es bueno el corazón? Dios. No es el arrepentimiento en cuanto tal el que hace
Las palabras y las acciones que proceden del hombre al hombre interiormente bueno, sino Dios y su reino; sólo
dan a conocer cuál es su estado interior. Descubren el co- que el reino de Dios presupone que se retorne a Dios, que
razón del hombre, como los frutos dan a conocer la natu- se aparte uno de la culpa, que se haga pequeño.
raleza y la calidad de un árbol. Los espinos no producen
46
higos... ¿Por qué me llamáis: ¡Señor, Señor!, y no hacéis lo
que os digo?

194 195
Jesús hace el mayor hincapié en la intención con que en seguida se derrumbó, y el desastre de aquella casa fue
se ha de producir la acción. Pero esto no quiere decir que completo.
no dé importancia a la acción exterior. Exige la acción
como fruto de la intención. Para ser discípulo de veras, que es lo que conduce a
Los discípulos lo invocan como Señor. Así llamaban la salvación, es necesario ir a Jesús, reconocer que es él
a sus maestros los discípulos de los doctores de la ley. quien decide y ser el discípulo que oye sus palabras, las
Para los discípulos que le seguían era Jesús el rabí, el acepta y las pone en práctica. En la vida de la Iglesia des-
maestro y doctor. Pero no es su Señor sólo en este sen- pués de la exaltación de Cristo quiere esto decir: ser uno
tido; para ellos es más. Por él habla Dios. El pueblo de- con Cristo sacramentalmente, aceptar con fe la palabra de
cía: «Un gran profeta ha surgido entre nosotros» (7,16). Cristo, que pervive en la Iglesia, y vivir del sacramento
Después de pascua predicó Pedro: «Dios ha hecho Señor y de la palabra.
y Mesías a este Jesús a quien vosotros crucificasteis» (Act Las dos parábolas las coloreó san Lucas conforme a
2,36). «Señor» expresa lo más alto y más elevado en la mentalidad de los griegos. Describió la construcción de
cuanto a dignidad. Quien leía la traducción griega del An- manera diferente que san Mateo (Mt 7,24-27), que se li-
tiguo Testamento hallaba el nombre de Dios, Yahveh, mita a decir: «Construyó su casa sobre la roca»; «cons-
traducido por «Señor». Todo esto está implícito cuando truyó su casa sobre la arena». Según san Lucas se cava
se dice: ¡Señor, Señor! El Señor es el que pronuncia las cuidadosa y laboriosamente para echar los cimientos, o
palabras del sermón de la montaña. bien no se cava en absoluto y se construye la casa sobre
El Señor tiene derecho de libre disposición, él manda, la tierra, sin cimientos. La irrupción de la catástrofe es
es juez. Su palabra tiene fuerza de ley divina. Ahora bien, en Mateo auténticamente palestina: «Cayó la lluvia, se
sería la mayor contradicción llamar a Jesús Señor, reco- precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y batieron
nocer su palabra y su voluntad y, sin embargo, no hacer contra la casa aquella.» Lucas, en cambio, dice: «Cuan-
nada. La pregunta de Jesús quiere despertar al oyente y do el torrente se precipitó...» También la palabra de Dios
hacerle reflexionar. continúa encarnándose en la tradición; se amolda a los
hombres, desciende a los hombres, para penetrar comple-
47 tamente en ellos y en el mundo en que viven.
Os voy a decir a quién se parece todo el que viene
a mí y oye mis palabras y las pone en práctica. 48 Se pa- Las parábolas y las palabras que las preceden no de-
rece a un hombre que, al ponerse a construir una casa, jan la menor duda de que el sermón de la montaña debe
cavó y ahondó, y puso los cimientos sobre la roca; cuan- ponerse en práctica. La salud o la perdición depende de
do llegó la crecida, el torrente se precipitó contra aquella que se practiquen o no las palabras de este discurso. Las
casa, pero no pudo derribarla, por estar bien construida. palabras finales: El desastre de aquella casa fue completo,
49
En cambio, el que oye pero no practica, se parece a un van más allá de la imagen para pasar a la realidad. El
hombre que se puso a construir una casa a flor de tierra, que oye las palabras, pero no las practica sufre gran ca-
sin cimientos; cuando el torrente se precipitó contra ella, tástrofe en el juicio final.

196 197
Atendiendo a estas palabras ¿habremos de decir que
el sermón de la montaña sólo trata de hacernos compren- 2. L A ACCIÓN SALVADORA D E DIOS (7,1-8,3).
der que somos pecadores perdidos? Cierto que se trata
de esto, pero no sólo se esto. ¿Trataba sólo de trazar la En el sermón de la montaña ha hablado Jesús como maestro
imagen del hombre que ha experimentado el nuevo na- que enseña con autoridad y poder; ahora se nos muestra como
salvador poderoso. Su poder de sanar y de salvar tiene una ampli-
cimiento del mundo porque se ha realizado plenamente tud ilimitada: otorga su favor a un pagano (7,1-10), resucita a
el reinado de Dios? Én el sermón de la montaña se tiene un muerto (7,11-17), se revela como el salvador prometido de
sin duda presente el reino de Dios. Comienza, en efecto, los enfermos y de los pecadores (7,18-35) y perdona a la pecadora
con la promesa de este reino y termina con el juicio. Las (7,36-50). El resultado de su actividad se muestra de nuevo en
exigencias del sermón de la montaña (el hombre del amor, los discípulos (8,1-3).
el hijo del Altísimo...) se realizarán plenamente cuando se
realice plenamente el reino de Dios. Pero el sermón de la a) Curación del «riado del centurión (7,1-10).
montaña se proclama como condición de la entrada en
1
el reino de Dios. Con la venida de Jesús se ha iniciado Después de terminar todos sus discursos ante el pue-
en el mundo el reino de Dios, y el que va a Jesús, oye su blo, entró en Cafarnaúm. 2 Un centurión tenía enfermo y
palabra y la practica, tiene también participación en sus a punto de morir un criado al que estimaba mucho.3 Cuan-
fuerzas. El que dice a Jesús: «¡Señor, Señor!», está bajo do oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los
el reinado del Señor, pero no por ello se le dispensa de judíos, para rogarle que viniera a salvar a su criado. * Al
obrar. llegar éstos ante Jesús, le suplicaban con mucho interés,
La constante actitud de retorno a Dios pone los ci- diciendo: Merece de verdad que le hagas este favor: 5 por-
mientos para una vida regida por las palabras del sermón que ama a nuestro pueblo, y él nos ha edificado la si-
de la montaña. Preserva de la hipocresía, que pone sim- nagoga.
plemente las palabras en la boca, pero no las realiza en
uno mismo, crea el buen corazón del que pueden proce- Cafarnaúm, como ciudad fronteriza que era, tenía pues-
der las buenas obras, y mueve a poner en juego todas las to de aduanas (Me 2,13s) y guarnición. Herodes Antipas,
fuerzas para cumplir la voluntad de Dios descubierta en al igual que su padre, tiene en su ejército de mercenarios
la palabra. En un corazón abierto mediante la conversión gentes de todo el mundo: sirios, tracios, germanos, galos.
a Dios hay lugar para el reino de Dios, se despliega el El centurión era pagano. Cuando enferma de muerte su
amor, mediante el cual el hombre vive para Dios y para criado, hace todo lo que está en su mano para curarlo.
los semejantes. La misericordia de Dios que se revela en Siendo pagano, se cree indigno de presentar personalmen-
su reino, penetra a este hombre, que así viene a ser hijo su petición a Jesús y por esto le envía como mediadores
del Altísimo. a unos ancianos de los judíos. Con humildad reconoce
la disposición de Dios, según la cual la salud debe llegar
a los gentiles a través de los judíos. Su compasión, su hu-

198 199
mudad y su obediencia lo predisponen para recibir el men-
palabra, y que mi criado se cure. 8 Porque también yo,
saje salvífico de Cristo.
aunque no soy más que un subalterno, tengo soldados bajo
El centurión era uno de aquellos paganos a los que
mis órdenes, y le digo a uno: Ve, y va, y a otro: Ven, y
ya no satisfacían los mitos politeístas, cuya hambre reli-
viene, y a mi criado: Haz esto, y lo hace.
giosa no se saciaba con la sabiduría de los filósofos y que,
por consiguiente, simpatizaban con el monoteísmo judaico
El centurión cree que Jesús está en relación especial
y con la moral que de él derivaba. Era temeroso de Dios,
con Dios; él, pagano impuro y pecador, se tiene por in-
profesaba la fe en el Dios único, tomaba parte en el culto
digno de hallarse en presencia de Jesús. Con parecida emo-
judío, pero todavía no había pasado definitivamente al
ción ante la santidad de Dios que se manifiesta en Jesús,
judaismo. Buscaba la salvación de Dios. Su fe en el Dios
no podía soportar Pedro la presencia de Jesús. Al dirigirse
único, su amor y su temor de Dios lo manifestaba en el
uno al Dios santo, siente su propia falta de santidad. Esto es
amor al pueblo de Dios y en la solicitud por la sinagoga, ñuto del retorno a Dios y de la penitencia, camino de la
que él mismo había edificado. Sus sentimientos se expre- salvación. «Convertios; el reino de Dios está cerca.
saban en obras.
Los ancianos de los judíos consideraban necesaria la
Los ancianos de los judíos, miembros dirigentes de la
presencia de Jesús para la curación del enfermo. En cam-
comunidad, ven en Jesús a un hombre por el que Dios hace
bio, el centurión atribuye eficacia a la sola palabra de
favores a su pueblo. Están convencidos de que Dios
Jesús. Por su experiencia del mundo militar la considera
sólo otorga tales favores a su pueblo, pero esperan que haga como orden de mando y acto de autoridad. Tal palabra
una excepción con el centurión por lps méritos que se causa lo que expresa. Independientemente de la presencia
ha granjeado con eL pueblo de Dios, y que se muestre del que la profiere hace llegar a todas partes el poder sal-
también clemente con el pagano. Sin embargo, estiman que vador. Con esta palabra basta para que se expulsen los
la pertenencia a Israel es condición necesaria para la sal- poderes malignos y se reciba la salvación. La palabra, sin
vación (Act 15,5). Las condiciones- para entrar en el reino embargo, no está desligada de la actividad general de
de Dios y para la salvación están formuladas en las bien- Cristo. En ella se presenta la palabra y la obra de Jesús.
aventuranzas. Bienaventurados los pobres, los que tienen
La palabra de Dios nos capacita para experimentar,
hambre, los que lloran... Ni una palabra sobre la perte-
percibir y recibir la revelación de Dios y su acción salva-
nencia a Israel y a la sinagoga. Jesús es profeta para to-
dora en Jesús. La palabra no es sólo una parte de su
dos, también para los paganos, como Elias y Elíseo. acción, sino el fundamento que todo lo sostiene. Desde que
6
fue exaltado Jesús, su palabra se extiende por el mundo
Entonces Jesús se fue con ellos. Pero, cuando esta- en la obra apostólica de la Iglesia; en ella obra el Espíri-
ba ya cerca de la casa, el centurión le mandó unos amigos tu Santo. Jesús está lejos de nuestros ojos, pero su pala-
para decirle: Señor, no te molestes; porque yo no soy dig- bra está ahí, y en ella causa él nuestra salvación 57.
no de que entres bajo mi techo; 7 por eso yo mismo tam-
poco me sentí digno de presentarme ante ti. Pero dilo de
57. Cf. Act 26,18; 10,36; 1,8.

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201
9
Cuando Jesús oyó estas palabras, quedó admirado de
él, y vuelto hacia la multitud que le seguía, dijo: Os digo b) Resurrección del hijo de la viuda de Naím (7,11-17).
que ni en Israel encontré tanta je. 10 Entonces los enviados
11
volvieron a la casa y encontraron al criado ya sano. A continuación se fue a una ciudad llamada Naím,
y con él iban sus discípulos y una gran multitud. n Cuan-
Ni en Israel... Estas palabras reproducen lo que escri- do se acercó a la puerta de la ciudad, se encontró con que
be san Mateo: «Os lo aseguro: En Israel, en nadie en- llevaban a enterrar un muerto, hijo único de su madre,
contré una fe tan grande (Mt 8,10). Por su larga historia, que era viuda, y bastante gente de la ciudad la acom-
por la ley y los profetas estaba Israel preparado para la pañaba.
venida del Mesías; vino el Mesías, pero no halló fe. El
pagano cree, y halla lo que busca, y proporciona la cura- Naím estaba situada en el camino que partiendo del
ción a su criado. Las bienaventuranzas del sermón de la lago de Genesaret y pasando al pie del Tabor por la lla-
montaña han descubierto la actitud fundamental del hom- nura de Esdrelón, conducía a Samaría. Naím era sólo una
bre, que es necesaria para la salvación. ¿Qué es lo que se pequeña aldea, aunque Lucas habla de una ciudad. A la
ha mostrado? Las bienaventuranzas piden una actitud entrada de la ciudad se encuentran dos comitivas, la que
interior, del corazón, una apertura para con Dios, que es va encabezada por el dispensador de vida, y la comitiva
posible a todos, sean judíos o gentiles. La palabra de Jesús que va precedida de la muerte. En un sermón después de
tiene virtud para traer a todos la salvación, con tal que Pentecostés pronunció san Pedro estas palabras: «Vos-
se reciba con fe. otros, pues, negasteis al santo y al justo, y pedisteis que
El criado enfermo queda curado y se ve salvado de la se os hiciera gracia de un asesino (Barrabás) al paso
muerte, que sólo asoma al principio y al fin de la narra- que disteis muerte al autor de la vida, a quien Dios resucité
ción, pero que está constantemente en el fondo del cuadro. de entre los muertos» (Act 3,14s).
Por encima de los poderes malignos que empujan al en- El difunto era hijo único de su madre, la cual era
fermo a la muerte, está la misericordia de su señor, el viuda. El marido y el hijo habían muerto prematuramente,
amor del centurión a Israel y a su Dios, la mediación del y la muerte prematura era considerada como castigo por
judaismo, la fe humilde del centurión, pero sobre todo la el pecado. El hijo facilitaba la vida a la madre. En él te-
potente palabra de Jesús; la Iglesia, en la que está encar- nía protección legal, sustento, consuelo. La magnitud de
nado lo que vive en el centurión. Con profundo sentido la desgracia halla misericordia en la gran multitud de la
hace la Iglesia que se recen las palabras del centurión ciudad que la acompañaba. Podían consolarla, pero nadie
cuando Jesús se acerca a los fieles en la eucaristía trayen- podía socorrerla.
do su salvación.
13
Al verla el Señor, sintió compasión de ella y le dijo:
No llores más. M Y llegándose al féretro, lo tocó; los que
lo llevaban, se pararon. Entonces dijo: ¡Joven! Yo te lo

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mando: levántate. 15 Y el dijunto se incorporó y comenzó En Jesús se hizo patente el poder de Dios. La mani-
a hablar, y Jesús lo entregó a su madre. festación de Dios suscita temor. El temor y asombro por
la acción poderosa de Dios es comienzo de la glorificación
Jesús se sintió lleno de compasión. Él mismo predica de Dios.
y trae la misericordia de Dios con los que se lamentan y La glorificación de Dios por los testigos proclama dos
lloran. Dios toma posesión de su reino mediante su mi- acontecimientos salvíficos: a) ha surgido un gran profeta.
sericordia con los oprimidos. Dios interviene decisivamente en la historia; Jesús es, en
El cadáver yace en el jéretro, envuelto en un lienzo. efecto, un gran profeta, b) Dios ha visitado benignamente
El gesto de tocar el féretro, como escribe Lucas conforme a su pueblo. Ahora se realiza lo que había anunciado pro-
a la concepción griega, es para los que lo llevan una señal féticamente en su himno el padre del Bautista: «Bendito
para que se paren. Jesús llama al joven difunto, como si el Señor, Dios de Israel, porque ha venido a ver a su
todavía viviera. Su llamada infunde vida. «Dios da vida pueblo y a traerle el rescate, y nos ha suscitado una fuer-
a los muertos, y a la misma nada llama a la existencia» za salvadora en la casa de David, su siervo» (l,68s). La
(Rom 4,17). Con su palabra poderosa es Jesús «autor de fama de Jesús se extendió por toda Palestina y por la re-
la vida» (Act 3,15). gión circunvecina. El que ha escuchado la palabra de Dios
El joven vive, se incorpora y comienza a hablar. Jesús la propaga. La palabra acerca de Jesús tiende a llenar el
lo entrega a su madre. La resurrección de los muertos es mundo.
prueba de su poder y de su misericordia. El poder está al
servicio de la misericordia. Poder y misericordia son sig-
nos del tiempo de salvación. Por sus entrañas misericor- c) Mensaje del Bautista a Jesús (7,18-35).
diosas visita Dios a su pueblo para iluminar a los que
yacen en tinieblas y sombras de muerte (l,78s). Lucas reúne tres fragmentos de tradición para representar la
Lo entregó a su madre. Así se dice también en el libro grandeza de Jesús mediante la grandeza del Bautista. El Bautista
de los Reyes (IRe 17,23), que cuenta cómo Elias resu- pregunta por la misión de Jesús (7,18-23), Jesús se pronuncia sobre
la misión del Bautista y con ello sobre su propia misión (7,24-30),
citó al hijo difunto de la viuda de Sarepta. Jesús es pro- y habla de la actitud del pueblo frente al Bautista y frente a él
feta, como Elias, pero aventaja a Elias. Jesús resucita a mismo (7,31-35).
los muertos con su palabra poderosa; Elias con oraciones
y prolijos esfuerzos. 18
Llevaron a Juan sus discípulos la noticia de todas
estas cosas. Entonces Juan llamó a dos de ellos 19 y los
16
Todos quedaron sobrecogidos de temor y glorifica- envió a preguntar al Señor: ¿Eres tú el que tiene que ve-
ban a Dios, diciendo: Un gran projeta ha surgido entre nir, o hemos de esperar a otro? 20 Llegándose a él aque-
nosotros; Dios ha visitado a su pueblo. " Y esta fama llos hombres, le dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado
acerca de él se extendió por toda la Judea y por toda la a ti para preguntarte: ¿Eres tú el que tiene que venir, o
región cercana. hemos de esperar a otro?

204 205
Juan está en la cárcel. Por sus discípulos le llega la ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los
noticia de las poderosas obras y de la predicación de Je- sordos oyen, los muertos resucitan, y se anuncia la buena
sús. Estas noticias inducen a Juan a enviar a dos de sus nueva a los pobres, 23 y bienaventurado aquel que en mí
discípulos al Señor para preguntarle si es o no el Mesías. no encuentre ocasión de tropiezo.
¿Quién es Jesús? Lucas, y sólo Lucas en este lugar,
escribe: Los envió a preguntar al Señor. Aquí se expresa Hechos históricos y la palabra proféticamente divina
toda la fe de la primitiva Iglesia acerca de Jesús. La pro- dicen quién es Jesús. El tiempo de la salud comienza a
fesión de fe dice, en efecto: «Jesucristo es Señor» (Flp realizarse. Los enviados son testigos de las curaciones mi-
2,11). Como tal lo constituyó Dios después que llevó a lagrosas que lleva a cabo Jesús. Libra de muchas enfer-
término su obra en la tierra, después que padeció y mu- medades, quita dolencias, que se conciben como castigos
rió, y después que Dios lo resucitó y lo exaltó. A este de Dios (azotes), y salva de los malos espíritus. Se desta-
conocimiento conduce el largo camino que va desde la ca expresamente la curación de ciegos, pues éstos se con-
predicación del Bautista hasta la resurrección y el envío sideraban muertos. Jesús aporta la transformación de las
del Espíritu Santo. Ahora bien, este Señor nos dice dónde cosas: libra de la enfermedad y de la miseria, trae recon-
termina y dónde debe terminar este camino. ciliación con Dios y quebranta el dominio de los malos
Por el que tiene que venir entendía el Bautista una fi- espíritus.
gura mesiánica, no a Dios mismo, y designa a Jesús como Lo que este acontecer significa en la historia de la sal-
el que ha de venir. «Viene el que es más poderoso que vación, lo dice el encargo que da Jesús a los mensajeros;
yo» (3,16). «En medio de vosotros hay uno al que no está expresado con palabras de la Escritura, tomadas de
conocéis, el que viene detrás de mí» (Jn l,26s). «Un poco, Isaías, el profeta de la expectación de la salvación en
un poco nada más, y el que ha de venir vendrá, y no tar- tiempos de Jesús. «Entonces oirán los sordos las palabras
dará» (Heb 10,37). El Bautista describió a este que ha de del libro, y los ciegos verán sin sombras ni tinieblas»
venir como juez, que tiene ya el bieldo en la mano, que (Is 29,18). «Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, se
bautiza con fuego y espíritu, juzga y comunica nueva vida. abrirán los oídos de los sordos. Entonces saltará el cojo
¿Qué ha sido de él? El Bautista manda a preguntar: ¿Eres como un ciervo, y la lengua de los mudos cantará gozo-
tú el que tiene que venir o hemos de esperar a otro? sa» (Is 35,5s). «El espíritu del Señor, Yahveh, descansa
A Lucas le interesa esta pregunta, no precisamente el es- sobre mí, pues Yahveh me ha ungido. Y me ha enviado
tado de ánimo del Bautista que late en la pregunta. ¿Quién para anunciar la buena nueva a los pobres» (Is 61,1). Je-
es Jesús? sús actúa en vez de Dios en favor de los hombres. No vie-
ne como soberano y juez, sino como siervo de Dios, que
21
En aquel momento curó a muchos de sus enferme- quita las enfermedades y la culpa de los hombres; como
dades y males, y de espíritus malignos, y a muchos ciegos mensajero de gozo, que anuncia a los pobres la buena nue-
les concedió la gracia de ver. 22 Y respondiendo les dijo: va; como sumo sacerdote, que reconcilia y une con Dios.
Id a contar a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos La manera de presentarse «el que tiene que venir»

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produce escándalo. Bienaventurado aquel que en mí no falta ir al desierto; más bien había que ir a ver las cortes
encuentre ocasión de tropiezo. La idea del que había de de los príncipes helenistas. Juan llevaba un vestido de pelo
venir, tal como lo entreveían los discípulos de Juan, tal de camello con un ceñidor de cuero a la cintura; su ali-
como lo concebían los fariseos, debe comprobarse me- mento consistía en langostas y miel silvestre (Mt 3,4s).
diante la comparación con los hechos que pone Dios, y ¿Quién es Juan? ¿Un asceta? ¿Un profeta? El pueblo
mediante la palabra que profiere Dios por los profetas. ve en él un profeta que pregona la voluntad de Dios (Mt
Bienaventurado aquel que no se cierra a la acción de Dios 21,16). Todos tenían a Juan por profeta (Me 11,32). Su
en Jesús, aunque ésta no responda a la idea que uno mis- padre Zacarías predijo que sería profeta del Altísimo
mo se ha formado. (1,76). Una comisión investigadora enviada por el sane-
drín le había dirigido esta pregunta: «Eres tú el profeta?
24
Cuando los enviados de Juan se fueron, comenzó él (Jn 1,21). En su predicación se repite la predicación de
a hablar de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver en el los profetas; Juan anuncia el castigo de Dios, exige con-
desierto: una caña agitada por el viento? 25 Si no, ¿qué versión radical y habla de la salud venidera. Como pro-
salisteis a ver: un hombre vestido con ropajes refinados? feta se enfrenta con el señor de la región (Me 6,17ss) y
Bien sabéis que los que visten suntuosamente y viven con procede como Samuel frente a Saúl (ISam 15,10ss), como
lujo habitan en los palacios reales. 26 Pues entonces, ¿qué Natán frente a David (2Sam 12), como Elias frente a Acaz
salisteis a ver: a un profeta? Pues sí, yo os lo digo y mu- (IRe 21,17ss). Jesús confirma esta impresión: Sí, es un
cho más que a un profeta. profeta. Pero con eso no está dicho todo. Consciente de
su autoridad dice Jesús: Yo os digo, mucho más que un
Con una manera de hablar popular, gráfica y sin arti- profeta. ¿Quién es Juan?
ficio, con preguntas insistentes invita Jesús a su auditorio
27
a entrar dentro de sí y a reflexionar sobre la misión del Éste es aquel de quien está escrito: He aquí que en-
Bautista. El que la comprende, llega también a compren- vío ante ti mi mensajero, el cual preparará tu camino de-
der lo que significa el modo de presentarse Jesús. lante de ti. 28 Yo os digo: entre los nacidos de mujer, no
¿Quién es Juan? ¿Por qué acudían a él las multitudes hay ninguno mayor que Juan; sin embargo, el más pe-
al desierto? ¿Qué es lo que ha dado lugar a este movi- queño en el reino de Dios es mayor que él.
miento? ¿No irán a ver las cañas del Jordán... ni a un
hombre que se pliega y se adapta a todo viento como una En Juan se cumple el oráculo del profeta Malaquías:
caña? Juan era un hombre valiente y firme y decía de- «Pues he aquí que voy a enviar a mi mensajero, que pre-
lante de grandes y pequeños lo que le ordenaba su misión. parará el camino delante de mí.» Así dice el texto del
¿Era esa firmeza de carácter lo que arrastraba a las mul- profeta, pero la tradición que acepta Lucas adapta el
titudes hacia él? oráculo a la realización. Dios habla a otro, que es envia-
¿O era acaso el espectáculo de un príncipe fastuoso do por él, que viene en nombre de Dios y aporta el tiem-
lo que llevaba a las gentes al desierto? Para esto no hacía po final: Envío ante ti mi mensajero. Juan es el prepara-

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NT, Le I. 14
dor del camino del portador de la salvación de los últimos de Juan. 30 Pero los fariseos y los doctores de la ley frus-
tiempos, preparador enviado por Dios. Cierra la serie de traron el plan de Dios respecto de ellos mismos y no re-
los profetas y los supera. Es el profeta que está situado en cibieron el bautismo de aquél.
el alborear del tiempo mesiánico.
Con conocimiento y autoridad lo llama Jesús el más Mediante el bautismo de conversión para el perdón
grande de los hombres. Ve la grandeza de un hombre en de los pecados prepara Juan el camino al que tiene que
su servicio a la causa de la salvación. Juan prepara la ve- venir. Dios mismo es quien establece el bautismo de peni-
nida del portador de ella. El relato de la infancia de Juan tencia como camino de salvación para todos. Todo el pue-
hablaba ya de esta grandeza: Juan fue anunciado por el blo lo necesita, y a todo el pueblo se ofrece.
ángel, su nacimiento estuvo rodeado de gozo por la salva- El pueblo, que era despreciado por los fariseos y los
ción, desde un principio posee el Espíritu y está consagra- escribas por su ignorancia de la ley, y los publícanos, que
do a Dios, sobrepuja a Samuel y viene como otro Elias. pasaban por pecadores y eran despreciados como parias,
Descuella por encima de todos los hombres, incluso por daban razón a Dios y se plegaban a su designio salvífico,
encima de todas las grandes figuras de la historia de la se convertían, hacían penitencia e iban a bautizarse. En
salvación. cambio, los fariseos y los escribas rechazaban el bautismo
Sin embargo, la grandeza de Juan tiene sus límites. de Juan, y así dejaban sin vigor para ellos el designio sal-
El más pequeño en el reino de Dios es mayor que él. El vífico de Dios. Los sin ley y los pecadores aceptan la
más pequeño es Jesús. Jesús sirve a todos los hombres, oferta de Dios para la conversión, los fariseos y los escri-
se hace pequeño ante Juan al hacerse bautizar por él, bas la recusan. Los que son segregados por los fariseos
no se presenta como soberano, sino como humilde siervo son acogidos en la comunidad de salvación; los que se
de Dios. A juicio de algunos discípulos de Juan, era él el apartan de los otros considerándose ellos mismos como
menor en comparación con Juan. Él aporta el reino de comunidad de salvación, desprecian la acogida en la ver-
Dios. Con él alborea el tiempo de la realización y se cierra dadera comunidad mediante la penitencia. La oferta de
el tiempo de las esperanzas, en el que todavía vivía Juan. salvación que se extiende a todos exige la conversión
En el empequeñecimiento es Jesús el más grande. El reino de todos. El camino lo fija para todos el designio de Dios,
de Dios alborea en los pequeños 5S. nadie puede fijárselo por su propia cuenta. Juan, con su
actividad, aporta división y juicio; con esto anuncia tam-
29 bién la acción de Jesús.
Y al oírlo todo el pueblo, incluso los publícanos re-
conocieron tos designios de Dios y recibieron el bautismo
31
¿A quién, pues, compararé los hombres de esta ge-
58. Del 28 se dan diferentes explicaciones. La que hemos dado se halla
ya en los padres de la Iglesia y hoy vuelve a sostenerse. La otra explicación
neración, y a quien se parecen? n Se parecen a los niños
dice: el más pequeño es un discípulo de Jesús que tiene parúcipación en el sentados en la plaza y que gritan unos a otros aquello que
reino de Dios, feste es mayor que Juan, porque vive ya en el tiempo en qt:e
se inaugura el reino de Dios, mientras que Juan pertenece todavía al tiempo
dice: Os tocamos la flauta y no habéis bailado; entonamos
de la espera. cantos lúgubres y no habéis llorado.

210 211
¿Por qué no se acepta el designio salvífico de Dios? del hombre, que trae los tiempos finales; porque Dios le
¿Por qué es rechazado Juan, y en definitiva también Je- ha dado todo poder, todo dominio, dignidad y realeza,
sús? La razón de esto la pone al descubierto la parábola dominio imperecedero sobre todos los pueblos, razas y
de los niños caprichosos. Algunos niños juegan en la pla- lenguas, realeza que no será destruida (Dan 7,14).
za de una ciudad. Los unos quieren jugar a bodas, los otros
35
a entierros. Los unos tocan la flauta e invitan a la dan- Pero la sabiduría jue reconocida por todos sus hijos.
za; los otros entonan cantos lúgubres, lloran y sollozan, pero
los primeros persisten en querer jugar a bodas. ¿Quién Por muy enigmáticos que puedan parecemos los ca-
puede aprobar tal terquedad? Así también los hombres minos de Dios en la historia de la salvación, no son arbi-
quieren algo distinto de lo fijado por el designio divino. trarios, son sabiduría de Dios. Jesús vino de distinta ma-
El impedimento para recibir la salvación es el propio yo. nera de como se lo imaginaban los discípulos de Juan,
La conversión aparta al hombre de sí mismo y lo vuelve de como lo enseñaban los fariseos y los doctores de la ley, de
hacia Dios y su voluntad. El camino de la salvación está como lo esperaban los diferentes partidos en Israel. El
en apartarse de sí y volverse a Dios. Bautista vino de distinta manera de como se figuraba Is-
rael al preparador del camino de la salvación venidera;
33 porque no era Elias que volvía a aparecer, sino otro que
Porque ha llegado Juan el Bautista, que ni come pan
ni bebe vino, y decís: ¡Está endemoniado! 34 Llegó el Hijo se presentaba a la manera de Elias. «Si así lo queréis»,
del hombre, que come y que bebe, y decís: Éste es hom- era Elias. La Iglesia es distinta de como quieren muchos;
bre comilón y bebedor, amigo de publícanos y pecadores. los santos son distintos de como los hombres los imaginan.
La sabiduría de Dios en sus obras sólo la puede reco-
La caprichosa terquedad de los contemporáneos de nocer como sabiduría el que es hijo de la sabiduría, que,
Jesús se muestra en el juicio que formulan sobre él y por decirlo así, ha nacido de la sabiduría, el que es trans-
Juan. Al Bautista lo tienen por demasiado severo y lo formado y penetrado por la sabiduría, el que piensa y
creen loco. A Jesús lo creen poco santo y lo tienen por juzga como la sabiduría.
un vividor sin religión, que traba amistad con publícanos Que el pueblo sencillo reconociera a Juan como pre-
y pecadores. Lo llaman «comilón y bebedor», aunque cursor del Mesías y no se escandalizara de Jesús, no es
Lucas usa unos términos más suaves que los de Mateo obra humana, sino don de Dios, comunicación de la sa-
(Mt 11,19). Juan se presenta como predicador de conver- biduría por Dios. Por esto dice también Jesús dando gra-
sión y de penitencia, Jesús como dispensador de la sal- cias: «Te bendigo, Padre, ... porque has ocultado estas
vación para todos, y en particular para los que pasaban cosas a sabios y entendidos, y las has revelado a la gente
por perdidos y no tenían esperanza alguna en Israel. sencilla» (10,21). La sabiduría humana no sirve para el
En uno y otro se revela el designio salvífico de Dios. conocimiento y la aceptación de los planes salvíficos de
Juan el Bautista, profeta de los últimos tiempos, prepara Dios; es Dios mismo quien tiene que hacernos el don
el camino para el salvador. Jesús, en cambio, es el Hijo de su sabiduría y de su revelación.

212 213
Las dos afirmaciones: Bienaventurado aquel que en Jesús se puso a la mesa. Estaba invitado a comer en
mí no encuentre ocasión de tropiezo, y: La sabiduría fue casa de un fariseo. Aprovecha también esta oportunidad
reconocida por todos sus hijos, se completan mutuamente. para enseñar; Simón le da el nombre de maestro. Jesús
El juicio puramente humano encuentra tropiezo en los de- procede de distinta manera que el Bautista. Éste vive en
signios salvíficos de Dios; la sabiduría divina da la razón el desierto, lejos de los hombres, como asceta riguroso;
de ellos. El hombre que haya de reconocer en Juan y en quien quiera oírle, tiene que ir a buscarlo al desierto. Jesús
Jesús el comienzo de la salvación tiene necesidad de la despliega su actividad en las ciudades, donde viven los
sabiduría divina, tiene que renunciar al pensar puramente hombres, en las casas, en invitaciones y fiestas. Juan cita
humano. Tiene que dar marcha atrás, tiene que reformar a los hombres a juicio, Jesús les trae la salvación.
su modo de pensar, no debe tomarse a sí mismo por me- La casa en que se celebraba un banquete estaba abier-
dida de las cosas, sino a Dios, tiene que salir de sí mismo ta aun a los no invitados. Podían mirar, deleitarse con la
y dejarse iluminar por la palabra de Dios, despojarse de vista del espectáculo, participar en las conversaciones de
la sabiduría humana y hacerse niño. Dios, en efecto, hace los comensales. Así pudo entrar también la mujer que era
que se anuncie a los pobres la buena nueva. conocida como pecadora en la ciudad. Parece ser que
era una meretriz 59 .
La mujer muestra que profesa a Jesús una veneración
d) Conversión de la pecadora (7,36-50). sin límites. Llora profundamente conmovida. Besar los
pies era señal de la más humilde gratitud, como la que
Sólo Lucas refiere que Jesús se sentó a la mesa con fariseos. se tiene, por ejemplo, a uno que salva la vida. La mujer se
Le gusta de hablar de conversaciones habidas a la mesa. Durante suelta los cabellos, aunque era ignominioso para una mu-
la comida se trata de lo que separa a Jesús y a los farseos: la jer casada soltarse los cabellos delante de hombres. Con
actitud frente a los pecadores (7,36ss), las leyes de pureza (ll,39s),
los cabellos destrenzados seca los pies de Jesús. Se olvida
el reposo sabático (14,lss). Las disputas se convierten en conver-
saciones habidas junto a la mesa (14,7ss). de sí misma, no escatima nada y se entrega totalmente al
El clima es distinto que en Mateo, más griego, más humano, sentimiento de gratitud a Dios. ¿Por qué todo esto? Jesús
más estimulante. va a aludir a los antecedentes de esta conmoción interior.

36 39
Cierto fariseo lo invitó a comer con él. Entró, pues, Viendo esto el fariseo que lo había invitado, se de-
Jesús en la casa del fariseo y se puso a la mesa. 37 Y en cía para sí: Si éste fuera profeta, sabría quién y qué clase
esto, una mujer pecadora que había en la ciudad, al saber de mujer es ésta que le está tocando: ¿Es una pecadora!
40
que él estaba comiendo en la casa del fariseo, llevó con- Entonces tomó Jesús la palabra y le dijo: Simón, tengo
sigo un frasco de alabastro lleno de perfume, 3 8 y po-
niéndose detrás de él, a sus pies, y llorando, comenzó a 59. «Pecadora» puede ser también una mujer que — ella o su marido —
bañárselos con lágrimas, y con sus propios cabellos se los ejerce una profesión poco honrosa, como la de publicano, vendedor ambulante,
curtidor, o que desprecia la ley. Sin embarco, sus manifestaciones de dolor
iba secando; luego los besaba y los ungía con el perfume. hacen pensar más bien en una culpa muy personal.

214 215
que decirte una cosa. Y él contestó: Pues dintela, Maes- de los dos estará más agradecido? En arameo no hay pa-
tro. 41 Cierto prestamista tenía dos deudores: el uno le labra especial para decir «agradecer». La gratitud se ma-
debía quinientos denarios, y el otro, cincuenta. nComo nifiesta en el deseo de dar algo por lo que se ha recibido,
no podían pagarle, a los dos les perdonó la deuda. ¿Cuál, en el amor. La pecadora a los pies de Jesús expresa gran
pues, de ellos lo amará más? 43 Simón le respondió: Su- agradecimiento con sus demostraciones de amor.
pongo que aquel a quien más perdonó. Entoces Jesús le ¿No debía Simón quedarse pensativo reflexionando
dijo: Bien has juzgado. sobre la segunda parte de la parábola? Al que se han per-
donado cinco denarios... Él también es deudor. Pero no
Simón ha oído lo que el pueblo dice de Jesús, que es tiene conciencia de su deuda. Por eso ama poco. Aquí
profeta. Ahora ha podido formarse un juicio por sí mis- asoma el dicho del sermón de la montaña acerca de la
mo. Imposible que sea profeta, puesto que un profeta paja y la viga en el ojo.
posee el don de escudriñar los corazones de los hombres
y no tiene trato con los pecadores. Juzga al profeta se- 44
Y volviéndose hacia ¡a mujer, dijo a Simón: ¿Ves
gún la doctrina de los fariseos, según su propia prudencia esta mujer? Cuando entré en tu casa, no me diste agua
y sabiduría, no según la sabiduría y los pensamientos de para los pies: ella, en cambio, me los ha bañado con lá-
Dios. grimas y me los ha secado con sus cabellos. 45 No me
Sin embargo, Jesús posee el conocimiento de los cora- diste un beso; ella, en cambio, desde que entré, no ha ce-
zones propio de los profetas, pues conoció los pensamien- sado de besarme los pies. *6No me ungiste la cabeza con
tos de Simón. El que mantenga relaciones con los peca- aceite; ella, en cambio, ha ungido mis pies con perfume.
47
dores no se opone a su proximidad con Dios. En efecto, Por lo cual, yo te lo digo, le quedan perdonados sus
el tiempo de salvación es tiempo de la buena nueva para pecados, sus muchos pecados, porque ha amado mucho.
los pecadores, tiempo de perdón y de misericordia. Tene- Porque aquel a quien poco se le perdona, es que ama poco.
mos que remontarnos a la palabra de Jesús, y por ella a
los pensamientos de Dios, para enjuiciar los «dogmas» Las miradas de Jesús se posan en la pecadora arrepen-
que nos hemos fabricado nosotros mismos y conforme a tida. También Simón debe de mirarla. Es un cuadro que
los cuales queremos juzgarlo todo, incluso los designios va a sensibilizar la enseñanza. La mujer ama mucho. To-
de Dios... das las demostraciones de hospitalidad: lavar, los pies, be-
Simón desprecia a la mujer como pecadora y se cons- sarlos, ungir la cabeza, todo esto lo ha practicado ella en
tituye en su juez. ¿Qué pensar de esto? Jesús es profeta y forma personal, con humildad y entrega: lava los pies con
conoce los corazones de los hombres y el designio de sus lágrimas y sus cabellos, unge, con ungüento precioso
Dios. La parábola se aplica a la situación. Se compara la que ella misma se había procurado, no la cabeza, sino los
culpa o deuda del pecado con la deuda pecuniaria. ¿Cuál pies; ha amado mucho, personalmente conmovida hasta
de los dos a quienes se ha perdonado amará más al que lo más íntimo. ¿Y el fariseo? Tú no me diste... No has
ha perdonado? Más obvio habría sido preguntar: ¿Cuál cumplido conmigo ni siquiera los deberes normales de la

216 217
hospitalidad y de la cortesía. El amor de esta mujer, a reverso de la precedente, que así queda más iluminada.
la que se desprecia como pecadora, es un amor que desbor- El que se fía de su justicia y cree que no tiene, o que ape-
da de gratitud por la bondad desbordante de Dios. Se nas tiene necesidad de perdón, se halla en peligro. A este
deshace de sí, se olvida de sí, Dios lo es todo para ella. no le induce la angustia de la culpa a acoger con ansia,
Le quedan perdonados sus pecados, porque ha amado con gozo y gratitud la buena nueva de la misericordia de
mucho. Es cierto que son incompatibles el amor y el pe- Dios; a este se le pasa muy fácilmente inadvertido el amor
cado. «El amor cubre multitud de pecados» (IPe 4,8). desbordante que se manifiesta en el reino de Dios. Los
«Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, pobres son llamados por Jesús bienaventurados, y los
porque amamos a nuestros hermanos» (Un 3,14). «Al ricos tienen que oir: ¡Ay de vosotros! Simón se halla en
que me ama, mi Padre lo amará» (Jn 14,21). El amor borra peligro si se tiene a sí mismo por justo y, en cambio, des-
los pecados. A ella se le perdonan los pecados, los mu- precia a la pecadora. Su amor es pequeño, porque... él
chos pecados, porque ha amado mucho. es justo...
Después de la parábola parecía que había de sacarse
Jesús no borra la diferencia entre deuda grande y pe-
la conclusión: porque se le ha perdonado mucho, por eso
queña. Llama pecado al pecado. Pero entabla su lucha
ha amado mucho. ¿Cómo se dice, pues: Quedan perdona-
contra el pecado de manera diferente que la de los fariseos.
dos sus pecados porque ha amado mucho? Los enigmas,
Éstos excluyen a los pecadores del santo pueblo de Dios
las paradojas, hacen reflexionar. El amor de la pecadora
y se apartan de ellos; Jesús, en cambio, anuncia y trae el
es, al mismo tiempo, motivo y consecuencia del perdón.
perdón, hace a los pecadores santos y los introduce en
Porque por las palabras de Jesús ha comprendido que él
el pueblo de Dios. Esto se efectúa por cuanto él anuncia el
anuncia con autoridad el perdón de los pecados, por eso
amor, que es don y precepto a la vez: el amor a Jesús y
ama, y porque ama recibe el perdón. La palabra del per-
por él a Dios, como el que tiene la pecadora, el amor al
dón de los pecados proferida por Jesús causa lo que expre-
hermano, como se insinúa en la parábola del siervo des-
sa. Ahora bien, para ser palabra eficaz debe al mismo
piadado al que se retira el perdón porque no perdona a
tiempo infundir el amor, ya que sin amor no se perdonan
su hermano y no lo ama. El amor entraña perdón: el
los pecados. Este amor que se infunde al pecador, hace
amor de Dios a los pecadores, el amor de los pecadores
que él ame, lo convierte en amante. El amor es la nueva
a Dios y a los semejantes.
forma de su vida, y con ella se borra su pecado.
Aquel a quien poco se le perdona, es que ama poco. 48
Luego dijo a ella: Perdonados te son tus pecados.
¿Hay, pues, que tener muchos pecados para que se per- 45
Y comenzaron a decir entre sí los comensales: ¿Quién
done mucho y se ame mucho? Esto se parecería a lo que
es éste, que hasta perdona pecados? 50 Pero él dijo a la
se reprueba como absurdo en la carta a los Romanos:
mujer: Tu je te ha salvado; vete en paz.
«Permanezcamos en el pecado para que la gracia se mul-
tiplique» (se muestre en toda su fuerza), Rom 6,1. Ni tam-
Jesús formula el perdón del pecado. El perdón se ha
poco se quiere aludir al fariseo Simón; la frase es el
producido y permanece. Jesús lo anuncia y lo efectúa.
218
219
«El Hijo del hombre tiene poder para perdonar pecados» buena nueva, nueva de alegría y de victoria, como heraldo
(5,24). Jesús es maestro, profeta, y más que profeta. Dios y pregonero del reino de Dios que se aproxima. Sus actos
mismo le ha conferido el poder de perdonar pecados. están al servicio del mensaje, y son signo y expresión del
¿Quién es éste, que hasta perdona pecados? reino de Dios, que alborea.
Lo que salvó a la mujer fue la je. El perdón se pro- En su camino le acompañan los doce. Están con él. La
mete al amor. «Mucho se le perdona, porque ha amado comunión con él les crea la base para oir y para apren-
mucho.» Ahora bien, la mujer alcanzó el amor porque der, para predicar y actuar en el pueblo. Jesús con los
oyó la palabra de Jesús, se la aplicó a sí misma y la acep- doce forma el núcleo del nuevo pueblo de Dios.
tó con fe. Fe y amor van de la mano. Pero una y otro van
2
dirigidos en primer lugar a Jesús. A nadie se le ha ocu- Y algunas mujeres que habían sido curadas de espí-
rrido jamás pensar en un amor a Jesús que lo venere, le dé ritus malignos y de enfermedades: María, la llamada Mag-
gracias y lo adore, y a la vez sea capaz de mantenerse dalena, de la cual habían salido siete demonios; 3 Juana,
sin fe, en lugar de hacer creyente al hombre ante todo y la mujer de Cuza, administrador de Herodes; Susana y
sobre todo. otras muchas, las cuales los servían con sus propios bienes.
Jesús designa el perdón del pecado como salvación y
paz. Jesús es el portador de la salvación y de la paz. En Entre los que seguían a Jesús se contaban también
esta sección del Evangelio hay dos mujeres profundamente mujeres. Los rabinos excluían a las mujeres del círculo
afligidas: la viuda de Naím y la pecadora. Las dos son li- de sus discípulos. No las juzgaban aptas para el estu-
bradas de su aflicción. Jesús es el salvador de todo sufri- dio de la ley. «El que enseña a su hija la ley, le enseña el
miento agobiante. Él consuela a los que lloran, a la mujer vicio.» El centro del círculo que rodea a Jesús no lo ocupa
que llora por su hijo difunto, a la mujer que llora por su la ley, sino él mismo, que vino para salvar a los pobres y
pecado. Jesús se muestra aquí el salvador de las mujeres. despreciados, a los parias y a los ignorantes de la ley.
El séquito de las mujeres da testimonio de la voluntad y
la misión de Jesús, que pone al alcance de las mujeres la
3. MUJERES QUE SERVÍAN A JESÚS (8,1-3). doctrina y la salvación.
El grupo de las mujeres que seguían a Jesús se com-
1
Posteriormente, él continuaba su camino por ciudades ponía de algunas que habían sido curadas de malos espí-
y aldeas, predicando y anunciando en ellas el Evangelio ritus y de enfermedades, y de otras muchas. En el centro
del reino de Dios; con él iban los doce. de la narración hallamos tres nombres. María Magdale-
na, de la que habían salido muchos demonios, Juana, la
Jesús es huésped y caminante infatigable. Pasa la vida mujer de Cuza, administrador de Herodes, y Susana. Es-
por los caminos. Recorre las grandes y pequeñas aglomera- tas mujeres son un eco del vasto influjo de la actividad de
ciones, ciudad por ciudad, aldea por aldea. El Evangelio Jesús en Galilea. Se siente a Jesús como salvador. No se
está llamado a recorrer el mundo. Jesús va clamando la habla de llamamiento de las mujeres a seguir a Jesús como

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discípulas. Las mujeres no reciben encargo de enseñar y de
desplegar actividad. Servían a Jesús y a los doce con sus
bienes. Con esto adquiere libertad de acción el núcleo del III. MAS QUE PROFETA (8,4-9,17)
nuevo pueblo de Dios, por el que la palabra fue llevada
al mundo.
Estas mujeres, sirviendo con sus propios bienes pro- 1. E N PALABRAS (8,4-21).
porcionaron gran ayuda no sólo para el desarrollo de la pa-
labra de Dios en tiempo de Jesús, sino también para la a) Parábola del sembrador (8,4-15).
futura labor misionera de la Iglesia. Lo que habían comen-
zado las mujeres galileas se continuó en la propagación del Se pronuncia la parábola del sembrador (8,4-8), cuya inter-
mensaje de Jesús por el ancho mundo. Aquellas mujeres pretación es don de Dios (8,9-10), que se otorga en primer lugar
a los discípulos (8,12-15). Según Marcos, la parábola del sem-
sirvieron de ejemplo a otras numerosas que servirían con
brador inaugura la predicación en el lago. De ésta no dice nada
sus bienes a los pregoneros de la palabra: Lidia (Act Lucas. En Marcos es el lago el centro de la actividad docente de
16,14), Príscila (Act 18,2), Síntique y Evodia (Flp 4,2), Jesús; en Lucas sólo una vez aparece Jesús en el lago. La expo-
Cloe (ICor 1,11), Febe (Rom 16,ls). sición está puesta al servicio de una idea de la historia de la
En Galilea reúne Jesús los testigos de su actividad. Le salvación. Jesús actúa en el interior del país, en el estrecho
ámbito de Palestina; después de recibir el Espíritu Santo aban-
siguen en su predicación de una parte a otra, y estarán
donarán los apóstoles aquella tierra y se harán a la mar para
junto a él al pie de la cruz (23,49). María de Magdala, Jua- llevar la palabra de Dios por el ancho mundo. El tiempo de
na y otras tendrán noticia de la resurrección por el mensaje Cristo en la historia de la salvación está limitado a Palestina y
de los ángeles y serán enviadas a los apóstoles con este al periodo de tiempo de Cristo mismo, mientras que el tiempo
mensaje (24,10). de la Iglesia se extiende al mundo entero y dura hasta la segunda
venida de Cristo. No obstante, el tiempo de Cristo es el punto
Por las ordenaciones del judaismo de la época se echa medio de los tiempos, es cumplimiento y realización de lo antiguo
de ver que la mujer no era considerada como miembro de y raíz y fundamento de lo venidero.
la comunidad; podía participar en el culto, pero no estaba
obligada a ello. El culto sólo tenía lugar cuando estaban 4
Reunida mucha gente, y los que iban acudiendo a él
presentes por lo menos diez hombres, mientras que no se de cada ciudad, les dijo mediante una parábola: 5 Salió el
tenía en cuenta a las mujeres. Las mujeres galileas per- sembrador a sembrar su semilla. Y según iba sembrando,
tenecen al núcleo primitivo de la Iglesia. Lucas dejó de parte de la semilla cayó al borde del camino; fue pisotea-
ellas como un monumento conmemorativo: «Todos ellos da y los pájaros del cielo se la comieron. 6 Otro poco cayó
perseveraban unánimes en la oración, con algunas muje- sobre la piedra; y, después de nacido, se secó, por no tener
res, con María, la madre de Jesús, y con los hermanos de humedad. 7 Otro poco cayó en medio de las zarzas; y
éste» (Act 1,14). cuando las zarzas crecieron juntamente, la ahogaron. Ha Y
otro poco cayó en tierra buena; y, después de nacido, llegó
a dar fruto al ciento por uno.

222 223
En la parábola se tiene ante la vista un sembrador solo dato. Se atiene al más alto, desatendiendo la imagen en
típico. Han pasado las lluvias de otoño: es el período de beneficio de la realidad representada por ella. En efecto,
mediados de noviembre a diciembre. El sembrador lleva la en la tierra de montaña no se suele cosechar más del
semilla en un saco colgado del cuello o en el ruedo levan- siete por uno.
tado de su túnica. Sale de casa y va al campo, que está Lucas cambió más de una vez el texto de su fuente y
en barbecho y todavía no se ha arado. Allí paso a paso, con ello abandonó también el terreno de la realidad pa-
según camina, va lanzando a voleo los granos, con un am- lestina. Pensó que así podía hacer más accesible y com-
plio movimiento del brazo. Después de sembrar se labra la prensible la parábola a sus destinatarios. Más que la
tierra a fin de que quede envuelta por ella la semilla. Siem- fidelidad a la letra le interesa que se entienda la verdad
bra el labrador su simiente: trigo o cebada; en su simiente significada. Los Evangelios quieren ser, ante todo, procla-
está encerrada parte del destino de su vida. mación de la fe a determinadas personas en una situación
Las suertes de la semilla dependen del terreno. El determinada, y no sólo reproducción literal de lo que se
campo está situado en terreno montañoso sobre el lago dijo y sucedió. Sin embargo, Lucas se limitó sólo a re-
de Genesaret. Por el campo en barbecho se han marcado tocar un poco. El respeto a la historia vedaba modificar
caminos. En algunos puntos escasamente cubre el mantillo notablemente el cuadro, pero la proclamación permitía lo
las rocas calcáreas. Hay cardos de la altura de una perso- que aprovechaba al fruto del Evangelio. Lucas mira re-
na. Parte de la semilla cayó al borde del camino. El sem- trospectivamente al tiempo de Jesús, pero el tiempo de
brador no tiene que preocuparse de dónde cae la semilla, Jesús ha de determinar el tiempo de la Iglesia. El evan-
pues también el camino se revolverá cuando se pase con gelio tiene que tener vida, no ha de ser algo abstracto y
el arado. estereotipado.
Lucas no se crió en Galilea. Por eso dice que la
semilla fue pisoteada. A esto hay que añadir los pájaros 8b
Dicho esto, exclama: El que tenga oídos para oir,
que se comieron parte de la semilla. El evangelista escribe que oiga. 9 Entonces sus discípulos le preguntaron qué
en estilo bíblico: las aves del cielo (Gen 1,26). Otro poco significaba esta parábola. 10 Él les contestó: A vosotros se
cayó sobre la piedra. La ligera capa de mantillo que cubre os ha concedido conocer los misterios del reino de Dios;
escasamente las rocas se caldea pronto. La planta brota a los demás, en parábolas, para que viendo, no vean, y
pujante, pero no tarda en secarse por falta de humedad. oyendo, no entiendan.
Parte de la semilla cayó también en medio de las zarzas.
También éstos se revuelven después de la siembra. Sin Jesús invita a prestar atención, a recogerse para oir su
embargo, al germinar el trigo, crecen también con fuerza palabra, a reflexionar. Exclamaba. Es mensajero y heraldo
y lozanía los cardos y ahogan las tiernas plantas nacidas del tiempo de la decisión. Las muchedumbres están toda-
de los granos. vía presentes. Los discípulos preguntan por el significado
Marcos habla de un rendimiento del treinta, sesenta y de la parábola. La situación que pinta Marcos parece
hasta del ciento por uno. Lucas se contenta con dar un haberse abandonado deliberadamente. Los discípulos no

224 225
NT, Le I, 15
están solos con Jesús. Piden la explicación de la parábola
más no es infranqueable. Los discípulos preguntan por el
para sí mismos y también para el pueblo.
sentido de la parábola para sí mismos y para el pueblo,
El reino de Dios es un misterio, es designio de Dios,
delante del cual interrogan a Jesús. La explicación que
que estaba oculto (Mt 13,35), pero que se revela al final de
reciban de Jesús la transmitirán también a los demás. La
los tiempos. Jesús trae el reino de Dios, por Jesús se hace
gracia del conocimiento se da por medio de ellos también
presente el misterio del reino de Dios, se inicia el tiempo
a los otros, con tal que éstos sean receptivos y hayan hecho
de salvación. El que comprende que Jesús es el porta-
penitencia. Pedro dice en su sermón después de la ascen-
dor del acontecimiento final, comprende también los mis-
sión del Señor: «Sepa, por tanto, con absoluta seguridad
terios del reino. Este conocimiento, esta comprensión no
toda la casa de Israel que Dios ha hecho Señor y Mesías
es fruto de la penetración personal, sino don de Dios. A vos-
a este Jesús a quien vosotros crucificasteis. Al oir esto, se
otros se os ha concedido... por Dios.
dolieron de corazón y dijeron a Pedro y a los demás após-
El conocimiento de que con Jesús se ha inaugurado el toles: ¿Qué tenemos que hacer, hermanos? Pedro les res-
reino de Dios distingue de los demás a los discípulos. A los pondió: Convertios, y que cada uno de vosotros se bautice
discípulos se ha dado comprender las parábolas que ha- en el nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pe-
blan del reino de Dios. Para los demás las parábolas ve- cados, y recibiréis el don del Espíritu Santo» (Act 2,36ss).
ladas, de modo que viendo, no vean, y oyendo, no entien-
dan. Las parábolas de Jesús dan cierto conocimiento 11
Éste es el sentido de la parábola: la semilla es la
general del reino de Dios, aunque sin descubrir el misterio
palabra de Dios. n Los del borde del camino son los que
de que el reino ha llegado ya en Jesús. Se ve algo, pero
escuchan; pero luego viene el diablo y se lleva de su co-
no se ve lo esencial, se oye algo, pero no se oye lo esen-
razón la palabra, para que no crean y se salven. 13 Los de
cial. Lo esencial consiste en reconocer que está ya pre-
sobre la piedra son los que, al oir, reciben con alegría la
sente el reino de Dios y que Jesús es el portador del tiem-
palabra, pero no tienen raíz; son los que creen por algún
po final.
tiempo, pero en el momento de la tentación se retiran.
El profeta Isaías habló de que habrá quienes viendo no 14
Lo que cayó entre zarzas son los que oyeron; pero con
vean, y oyendo no oigan. ¿Por qué conocen los discí- las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida,
pulos los misterios del reino y por qué los otros no? El se van ahogando y no llegan a madurar. 15 Lo de la tierra
evangelista no estudia psicología de la fe y de la incredu- buena son los que oyen la palabra con un corazón noble y
lidad, sino que muestra la última razón teológica. Así está generoso, la retienen y por su constancia dan fruto.
fijado por el designio de Dios, tal como aparece en la Es-
critura. Dios, sin embargo, no condena a nadie a la incre-
La palabra de Dios es la palabra acerca del reino de
dulidad sin culpa por parte del hombre. El que viendo
Dios, la palabra acerca de Jesucristo, portador del reino
no ve, y oyendo no oye, se ha endurecido frente a la
de Dios, el Evangelio. Como palabra que procede de Dios,
palabra de Dios.
tiene fuerza, crece y produce efecto en nosotros. El úl-
La brecha que se abre entre los discípulos y los de- timo fruto de esta palabra es la salvación. La palabra de

226 227
Dios es palabra de reconciliación, de salvación, de gracia,
de vida, de verdad... 60 . de vida griego (kalckagathia: belleza y bondad moral).
A fin de que la palabra lleve fruto en el hombre y al- El hombre de bien se amolda a la voluntad de la divini-
cance la meta, debe formar una comunidad de vida con los dad. El hombre naturalmente bueno lleva en sí la mejor
hombres. En lugar de las palabras: Los del borde del base para la acción de la palabra de Dios. La palabra debe
camino son los que... habríamos aguardado algo así como: aceptarse y retenerse, pese a las tentaciones y a las ame-
La semilla que cayó en el camino significa la palabra de nazas. Es necesario fructificar con paciencia, con cons-
Dios... Bajo la fórmula algo extraña late evidentemente tancia, día tras día, con perseverancia y firmeza. Pese a
todos los ataques, se realiza y se vive la palabra de Dios.
la idea: Los hombres son el campo en que se siem-
La palabra de Dios transforma al hombre, pero no sin la
bra, y a la vez la semilla que tiene que crecer. La palabra
cooperación del hombre.
entra como en combinación con los hombres, transforma
Mientras se proclama y se recibe la palabra, están en
al hombre y le da una nueva configuración. La imagen
acecho los enemigos de la salvación, tratando de impedir y
exacta del hombre no es el terreno, sino lo que en él
anular su crecimiento. Quien proclama la palabra de Dios
crece, que vive a la vez del grano de semilla y de la sus-
en el mundo debe contar con estos adversarios, aunque
tancia de la tierra.
estos tampoco perdonan al que la recibe. La lucha se
El desarrollo y la fructificación están amenazados de desencadena a todos los niveles: mientras se recibe, mien-
peligros. Los peligros vienen del demonio, de la incons- tras se desarrolla y antes del resultado definitivo. No sin
tancia, de la tentación a desertar, de las preocupaciones razón se pone al fin la palabra «constancia».
cotidianas, de la riqueza y de los placeres. En las expli-
caciones están entretejidas amargas experiencias, por las
que había tenido que pasar la Iglesia en la predicación b) Parábola de la lámpara (8,16-18).
de la palabra y que todavía son impedimentos que se
oponen constantemente al pleno desarrollo de la pala- 16
Nadie enciende una lámpara para cubrirla con una
bra de Dios. vasija o para ponerla debajo de la cama, sino que la pone
Si la palabra ha de llevar fruto, debe predicarse, oírse, sobre un candelero, para que los que entren vean la luz.
17
recibirse en el corazón y creerse. «¿Cómo podrán tener Porque nada hay oculto que no haya de quedar manifies-
fe en aquel de quien no oyeron hablar? ¿Y cómo van a to; ni secreto que no haya de ser conocido y salir a la luz.
oir sin que nadie lo proclame? ¿Y cómo podrán procla-
marlo, sin haber sido enviados?» (Rom 10,14s). Mediante la explicación de la parábola se ha produ-
Para que la palabra logre el mejor desarrollo posible, cido luz, ha brotado conocimiento, se ha hecho patente
hay que cumplir tres condiciones: el corazón ha de ser algo que estaba oculto. ¿Cómo han de servirse los discí-
bello y bueno. Aquí se oye como un eco del ideal moral pulos de este conocimiento, de la palabra que les ha des-
cubierto el misterio? A la manera de un hombre que en-
ciende una luz. No la cubre con una vasija o la pone
60- 2Cor 5,19; Act 13,26; Act 14,3; 20,32; Flp 2,16; 2Cor 6,7.

229
228
debajo de la cama, sino que la pone sobre un candelera, del conocimiento del Evangelio, propagarlo, hace más
bien alta, para que todos puedan verla. Quien ha recibido ricos en conocimiento y en posesión de la fe. Dar equi-
la palabra de Dios con su fuerza de iluminar, debe utili- vale a adquirir más.
zarla en servicio de los demás. El iluminado debe a su vez
iluminar. Lo oculto pugna por manifestarse, lo secreto
quiere ser conocido. Sería antinatural que los discípulos c) La verdadera familia de Jesús (8,19-21).
escondieran y ocultaran lo que se les ha revelado y lo
que ellos han conocido. Lo que han experimentado en el 19
Vino a verle su madre y sus hermanos; pero no lo-
pequeño círculo de Jesús debe darse a conocer al gran graban llegar a él, por causa de la multitud. 20 Entonces
público. La acción apostólica es una «ley natural» del dis- le avisaron: Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y
cípulo de Cristo. quieren verte. 21 Pero él les contestó: Mi madre y mis
hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios y la
18
Mirad, pues, cómo escucháis, porque al que tenga, ponen en práctica.
se le dará, y al que no tenga, aun aquello que parece
tener se le quitará. Jesús está asediado por el pueblo. Su madre y sus her-
manos quieren ver sus obras maravillosas, quieren verle
La parábola de la semilla ha puesto de manifiesto a él. Pero esto no es precisamente lo que importa. Desde
cuánto importa la manera cómo se oye. Los discípulos han que Jesucristo está sentado a la diestra del Padre, no po-
de anunciar lo que han oído. Deben llegar a apropiárselo demos ya entrar personalmente en contacto con él, no
interiormente, debe ser como un capital con que trabajar. podemos ya verlo con los ojos, no podemos ya presenciar
Por lo regular les sucederá como en la vida de un comer- su acción.
ciante. Si tiene capital, lo aumentará, pues le dará posibi- Jesús mismo dice qué es lo que importa: oír y poner
lidad de multiplicar las operaciones y las ganancias. El en práctica la palabra de Dios. Nosotros tenemos la pala-
que no tenga nada, no sólo no ganará nada, sino que aun bra de Dios. Los discípulos la siembran todavía en el
lo poco que crea tener y que se le va gastando ya, aca- mundo. Por Jesús fue traída la palabra de Dios al mundo,
bará por perderlo. hizo una carrera triunfal por el mundo, nos llegó también
El conocimiento de la revelación de Dios, que se nos a nosotros. En la palabra está la acción salvífica de Jesús,
confía, es como un capital con el que hay que trabajar, es él está presente como portador de salud. «Bienaventurados
un conocimiento que se debe enseñar, comunicar, sacar los que no vieron y creyeron» (Jn 20,29).
a la luz pública. Si se hace así, entonces Dios acrecienta El que escucha y pone en práctica la palabra de Dios,
el conocimiento. Si no se trabaja, quita Dios incluso lo es madre y hermano de Jesús. No son los lazos de la san-
poco que se poseía en apariencia. El conocimiento religio- gre los que proporcionan la comunión con Jesús, sino el oir
so que no se da a conocer, que no se vive y se proclama, y poner en práctica la palabra de Dios. La Iglesia es edifi-
es una posesión aparente, que va desapareciendo. Vivir cada por la palabra de Dios. Ésta es el alma de la Iglesia, y

230 231
la Iglesia es su fruto. De la palabra de Dios brota siem- precipita con fuerza asoladora de los montes a la cálida
pre Iglesia viva. Ésta viene a ser familia de Cristo oyendo depresión formada por el lago. La barca se llena de agua,
y guardando la palabra de Dios. el peligro rodea a los discípulos por todos lados. La doble
En la historia de la infancia se presenta ya a la madre llamada — ¡Maestro, Maestro! — indica lo apurado y ur-
de Jesús como la tierra buena que oye y hace, pone en gente de la situación. Sin embargo, no pronuncian la me-
práctica la palabra de Dios. Es esclava del Señor, que oye nor palabra de queja; sencillamente: ¡Que nos hundimos!
la palabra de Dios y se pone a su disposición como es- A Lucas le gusta la dignidad y la mesura; tiene a raya
clava (1,38). Guarda cada palabra y la medita en su co- las excitaciones y expresiones violentas de la pasión.
razón (2,19). Lleva la palabra a Isabel, y su anuncio la hace
tan rica, que desborda en un cántico (1,46-55). María es 24b
Entonces él se levantó, increpó al viento y al oleaje
el corazón bueno, que retiene la palabra y lleva fruto del agua, y se apaciguaron, y sobrevino la calma. 25 Lue-
con constancia. María es madre de Jesús, no sólo porque le go les dice: ¿Dónde está vuestra fe? Ellos, llenos de temor
dio la vida humana, sino también porque oyó y puso en y de admiración, se preguntaban unos a otros: ¿Pero quién
práctica la palabra de Dios. es éste, que hasta manda a los vientos y al agua, y le
obedecen?

2. E N OBRAS (8,22-56). El poder de Dios se manifiesta en Jesús. Dios es el


que sosiega el alboroto del mar, el que apacigua las olas,
a) La tempestad calmada (8,22-25). el que calma el furor de los pueblos (Sal 65,8). Lo que las
generaciones pasadas experimentaron de parte de Dios
22
Un día subió él con sus discípulos a una barca y les vuelve a reproducirse ahora por Jesús: «Clamaron a Yah-
dijo: vamos a pasar a la otra orilla del lago. Y navegaron veh en su peligro, y los libró de sus angustias. Tornó el
hacia dentro. 23 Mientras navegaban, él se durmió. De huracán en céfiro, y las olas se calmaron. Alegráronse
pronto se desencadenó sobre el lago una fuerte borrasca. porque se habían encalmado, y los guió al deseado puerto»
y se iban llenando de agua hasta encontrarse en grave (Sal 107,28ss).
peligro. 24a Acercáronse a él y lo despertaron diciendo: En Jesús está presente a los discípulos el poder salví-
¡Maestro, Maestro, que nos hundimos! fico de Dios. ¿Dónde estaba su fe cuando casi desespera-
ban? Él los había enviado al lago; él es el dueño que les
Jesús está solo con sus discípulos, como en los dos había confiado aquel trabajo y él permanecía con ellos.
grandes milagros siguientes. A los discípulos se les revelan Quieren pasar el lago. Cuando su palabra lo ordena, deben
los misterios del reino de Dios. Cuando Dios asume su tener valor, pues el poder de Dios está en él. En este sen-
soberanía, se manifiesta esto en obras de poder. tido, toda epifanía de Dios quiere aportar paz y alegría.
Los discípulos se hallan en extrema necesidad. El Se- Jesús es la aparición de Dios en los últimos tiempos y
ñor, único que podría ayudarles, duerme. La borrasca se lleva consigo la plenitud de la salvación.

232 233
Los discípulos tienen un presentimiento: se llenan de
temor y asombro. Son presa de un temor reverencial. por las grutas sepulcrales, rehuye la sociedad humana, la
Sólo se preguntan unos a otros. El viento y las olas le vida; vive intencionadamente allí donde a otros les in-
obedecen. Él es Señor y Maestro. Pero ¡qué Señor! ¿Qué vade el terror, donde la muerte está en su casa.
señor de este mundo es capaz de imponer obediencia a 28
la naturaleza desencadenada? Sólo Dios le manda con au- Cuando vio a Jesús, se echó a sus pies y dijo a
toridad, y ella obedece. ¿Quién es Jesús? grandes gritos: ¿Qué tienes tú que ver conmigo, Jesús,
Hijo del Dios altísimo? Por favor te ruego que no me
atormentes. 29a Es que Jesús estaba mandando al espíritu
b) El endemoniado de Gerasa (8,26-39). inmundo que saliera de aquel hombre.

26
Arribaron a la región de los gerasenos, que está en Los demonios se rebelan contra Jesús en el poseso,
la ribera opuesta de Galilea. 21 Y apenas él saltó a tierra, porque saben que tiene poder sobre ellos. Fuerzan al po-
le salió al encuentro, procedente de la ciudad, un hombre seso a echarse a los pies de Jesús. Las reglas mágicas de
que estaba poseído por demonios y que desde hacía bas- los antiguos prescriben que se bajen los ojos al acercarse
tante tiempo no se cubría con vestido ni vivía en casa la divinidad, que se mire al suelo para poder ejercer con-
alguna, sino en los sepulcros. tra ella una presión tanto más eficaz. Los demonios lo
intentan con la fórmula de conjuro: ¿Qué tienes tú que
El acontecimiento tiene lugar en la ribera situada ver conmigo? No hay nada entre nosotros, vete por tus
caminos, nosotros vamos por los nuestros. Gritando su
frente a Galilea, en el país de los gerasenos, en tierra de
nombre practicaban un exorcismo y tratan de tener a raya
gentiles, en la zona que está en poder de los demonios.
el poder de Jesús. Por eso le gritan: Jesús, Hijo del Dios
Allí han de ser iniciados los discípulos en los misterios
altísimo, y le ruegan e imploran su misericordia: No me
del reino de Dios, en el poder de Jesús sobre los demonios.
atormentes. Recurren al poder supremo de Jesús y al mis-
Jesús no despliega su acción en tierra pagana; se limita
mo tiempo a sus sentimientos humanos. Jesús, visto por
a curar a un endemoniado. En esta excursión tienen que
los demonios...
abrirse los ojos de los discípulos, de modo que comprendan
que no puede hacerle resistencia ni siquiera el poder reu- 29b
nido de los demonios, en su misma zona de influencia de Porque en muchas ocasiones lo forzaba de tal manera
que, aunque lo ataban con cadenas y le ponían grillos en
las colonias paganas.
los pies para tenerlo sujeto, él rompía las ataduras, y el
El horror de los poderes demoníacos se hace visible
demonio lo empujaba hacia lugares desiertos. 30 Jesús le
en el poseso. Éste tiene demonios que lo llenan, lo impul-
preguntó: ¿Cuál es tu nombre? Él contestó: Legión. Porque
san, lo dominan. En él sofocan todo sentimiento humano
eran muchos los demonios que habían entrado en él. 3lY
normal. El poseso no lleva vestidos, no vive en casa al-
le rogaban que no les mandara irse al abismo. 32 Había por
guna, no tiene morada; como no tiene paz ni sosiego, anda
allí, paciendo en el monte, una gran piara de numerosos
234
235
cerdos; los demonios le suplicaron que les permitiera en-
de los animales. Los demonios tienen poder, pero un poder
trar en ellos, y él se lo permitió. 33 Salieron, pues, de aquel
puesto al servicio del caos y de la destrucción. El reino
hombre los demonios y entraron en los cerdos; y la piara se
de Dios abarca la creación entera. Desde que Satán fue
arrojó con gran ímpetu al lago por un precipicio y se ahogó.
derrotado en la tentación, tiene que reconocer el señorío de
Dios sobre el mundo. Los demonios rogaron a Jesús que
Una vez más vuelve a describirse la triste condición del
les permitiera entrar en los animales. Reconocen el se-
endemoniado. A Lucas le gustan los relatos por duplicado.
ñorío de Jesús sobre la creación.
La prepotencia de los demonios se hace visible en el po-
der y en la fuerza bruta del poseso. Tiene demonios. Esto 34
Cuando los porqueros vieron lo que había sucedido,
parece una cosa anodina. Pero en muchas ocasiones se
salieron huyendo y llevaron la noticia a la ciudad y a los
han apoderado de él los demonios, lo han arrastrado y
caseríos. 35 Las gentes acudían a ver lo que había suce-
lo han manejado a su antojo como instrumento inerme de su
dido; llegáronse a Jesús y encontraron al hombre del que
perniciosa inquietud. En accesos de furor rompe las ca-
habían salido los demonios, sentado ya, vestido y en su
denas que se le habían echado. Va desolado por los de-
sano juicio, a los pies de Jesús, y quedaron llenos de es-
siertos. ¿Qué logran los hombres con encadenarlo? ¿Qué
panto. 36 Los que lo habían presenciado contaban a los
puede la custodia humana, qué pueden las tentativas hu-
demás cómo el endemoniado había sido curado.37 Entonces
manas de poner en orden la fuerza desencadenada de un
toda la multitud de la región de los gerasenos le pidió a
hombre endemoniado?
Jesús que se alejara de ellos; pues estaban dominados
El nombre del demonio revela un poder siniestro: Le-
por un miedo enorme. Entró, pues, en una barca y se
gión. En el ejército romano contaba la legión unos 6000
volvió.
hombres. No un demonio solo, sino muchos dominan al
poseso. La legión es una fuerza organizada, compacta,
coordinada, dispuesta al ataque. Las legiones romanas do- En el centro de la escena se halla Jesús, y a sus pies,
minan el mundo mediterráneo. Los demonios forman un como un niño de escuela, el poseso sanado, que ahora
reino, el reino contrario a Dios. está vestido y ha recobrado la razón. Gracias a Jesús se
ha vuelto de nuevo verdaderamente humano. Cuando se im-
Revelando el nombre reconocen los demonios la supe-
pone la autoridad a los demonios, se produce orden y
rioridad de Jesús y abandonan al poseso. Confiesan que
gran calma. Jesús es el Salvador, el Redentor, en el que
Jesús es su dueño, su juez, el Señor que sella su reproba-
la creación trastornada vuelve a restablecerse y a orde-
ción definitiva. Ante él su poder se convierte en impotencia,
narse. El orden se manifiesta en el hecho de que el que
que sólo es capaz de confesar suplicante su incapacidad.
había estado poseído se sienta a los pies de Jesús y escu-
Tercera prueba del poder demoníaco: La entera pia-
cha su palabra.
ra, poseída por los demonios, se precipita montaña abajo
y va a acabar ahogada en las aguas del lago. En la antigua El temor reina en torno a Jesús y al que ha sido cu-
demonología se hace remontar a los demonios la rabia rado. Los testigos de lo sucedido huyen arrastrados por
el miedo y lo cuentan por todas partes. Los que oyeron
236
237
la noticia salieron de la ciudad y acudieron a ver lo que lo que desea el que ha sido sanado. En vano lo pidió a
había sucedido. Toda la gente de la región circundante Jesús, aunque reiteraba una y otra vez su súplica. La eco-
se pone en movimiento, va a donde está Jesús y se ve nomía de la salvación exigía aún otra cosa. Jesús lo
asaltada de gran temor. La acción de Jesús arrastra olea- despidió.
das de gente cada vez mayores. Sin embargo, su poder Jesús, sin embargo, no le rehusa totalmente: Vuelve
tiene efectos inquietantes: sólo causa temor, nada de es- a tu casa, le dice, y refiere todo lo que Dios ha hecho con-
peranza. El poder de Jesús es inquietante e infunde temor tigo. Todo lo que Jesús le permite, se mantiene dentro
cuando no se le reconoce como Salvador y Redentor por de los límites de su actividad personal. Se evita todo lo
medio de la palabra. que pueda hacer suponer misión o encargo de Jesús. Su
La multitud no quiere tener nada que ver con el mo- campo de acción es su casa, su familia; su proclamación
lesto huésped que se impone como señor sobre todo lo que se limita a narrar. No debe en absoluto hablar de Jesús,
hay de inquietante en los demonios. Durante unos mo- sino solamente de Dios. Sin embargo, el hombre lo con-
mentos se ha tocado con la mano que bajo el acontecer vierte todo en mensaje de carácter cristiano: su esfera de
de este mundo laten otros poderes y otras fuerzas. Ahora acción es la gran ciudad; él no se limita a referir, sino que
bien, el hombre es arrastradora esta esfera de lo siniestro anuncia como los apóstoles, como pregonero, habla de lo
y temeroso. «Revestios de la armadura de Dios, para que que ha hecho Jesús, no de lo que ha hecho Dios. El men-
podáis resistir contra las asechanzas del diablo; porque saje cristiano erumpe con fuerza incontenible, incluso en
vuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra... quien se ve todavía contenido por Jesús. Nada está oculto
los dominadores de este mundo de tinieblas, contra los que no se haya de hacer manifiesto. ¿Qué será, pues, cuan-
seres espirituales de la maldad que están en las altu- do Jesús haya resucitado y haya sido exaltado, cuando
ras» (Ef 6,1 ls). Jesucristo es para nosotros la armadura se abran las fronteras que separan de los paganos? ¿Cuan-
de Dios. do los paganos se conviertan en apóstoles? Jesús no sólo
vence a los poderes demoníacos que tienen encadenados
38 a los hombres, sino que a los que se ven librados de las
El hombre de quien habían salido los demonios le
rogaba que le permitiera acompañarlo; pero él lo despidió cadenas los convierte en pregoneros del reino de Dios y
diciéndole: 39 Vuelve a tu casa, y refiere todo lo que Dios en testigos de su poder sobre los demonios.
ha hecho contigo. El hombre se fue y pregonaba por toda
la ciudad lo que Jesús había hecho con él.
c) Poder sobre la enfermedad y la muerte (8,40-56).
El hombre que había sido salvado deseaba ser uno de
los apóstoles de Jesús, de los que se dice: «Constituyó a los 40
Al volver Jesús, fue bien acogido por la multitud;
doce, para que estuvieran con él y para enviarlos a pre- pues todos lo estaban esperando. 41 Y entonces llegó un
dicar, con poder para arrojar a los demonios» (Me 3,14s). hombre llamado Jairo, que era jefe de la sinagoga, y
Estar con Jesús es lo esencial del apostolado, y esto es echándose a los pies de Jesús, le suplicaba que fuera a

238 239
su casa, 42a porque tenía una hija única, de unos doce años,
Hace doce años que sufre. Padece flujo de sangre, por lo
que se estaba muriendo.
cual es ritualmente impura y se ve esquivada por las gen-
tes. Ha gastado todos sus bienes en médicos. Nadie ha
El pueblo de Israel aguarda a Jesús y lo acoge; la podido curarla: Terrible palabra: incurable...
masa de los paganos lo habían expulsado. A través de La única esperanza que le había quedado era Jesús.
la historia de la salvación había preparado Dios a Israel No podía como Jairo salir de entre la muchedumbre y
para esperar al Salvador venidero; los paganos carecían presentarse a Jesús, echarse a sus pies y hablarle de su
de sentido para ello. aflicción. Era impura y podía contaminar a otros 01 , pues
Jairo, jefe de la sinagoga, se siente impotente ante el padecía flujo de sangre. Se acercó a Jesús por detrás en
poder de la muerte. Su profundo dolor resuena en pala- medio de aquel gentío y le tocó la borla del mantq. Los
bras como éstas: hija única, objeto de todo el cariño del judíos debían, conforme a la ley, llevar borlas en el ruedo
padre, de doce años, en pleno desarrollo, madura ya de sus vestidos, a fin de tener presentes todos los manda-
para el matrimonio, se estaba muriendo. Aquí no puede mientos del Señor (Núm 15,38s). Jairo rogó a Jesús que
nada el poder humano. Jesús es la última esperanza del fuera a su casa. Probablemente pensaba que la curación
padre. La súplica va acompañada de humilde postración a sólo podía efectuarse mediante imposición de las manos.
los pies de Jesús. Le rogó que fuese a su casa, contraria- La mujer busca el contacto con Jesús, aunque sólo sea
mente al centurión de Cafarnáum. En Israel está Jesús tocando el último extremo de su vestido.
en su casa. Inmediatamente cesó el flujo de sangre. Así habla el
médico. Sin medicamentos, sin palabras, por el mero con-
42b tacto alcanza la mujer lo que durante largos años había
Mientras iba andando, las gentes lo apretujaban.
43
En esto, una mujer que padecía flujo de sangre desde intentado en vano el arte de la medicina. Lucas, que era
hacía doce años, y que no había podido ser curada por médico, suavizó el juicio tan duro de Marcos sobre los
nadie, 44 acercándose por detrás, le tocó la borla del manto, médicos; suprimió lo que había hallado en esta fuente:
e inmediatamente cesó su flujo de sangre. a pesar de los médicos, no había conseguido ninguna me-
joría, sino que más bien iba de mal en peor (Me 5,26).
Aunque también él reconoció que en este caso se había
Una vez más comienza el relato recordando la simpa-
mostrado impotente la ciencia médica. Como médico que
tía del pueblo por Jesús. Las gentes lo «apretujaban».
era pronuncia un dictamen pericial: Inmediatamente cesó
En el original se usa la misma palabra que cuando se ha-
el flujo de sangre.
bla de los cardos que ahogan la semilla (8,14). El pueblo
había aguardado a Jesús como al gran protector, ahora lo 45
posee; lo ha recibido cordialmente, ahora lo apretuja y Entonces preguntó Jesús: ¿Quién me ha tocado?
casi lo ahoga. Como todos negaban haber sido ellos, Pedro le contestó:
Una vez más se destaca de la multitud una persona que
61. Ct. Lev 12.1ss; 15,19s>,.
sufre, una mujer. La historia de su enfermedad es triste.
241
240
NT, I x I, 16
Maestro, es la multitud la que te oprime y te apretuja.
46
Pero Jesús replicó: Me ha tocado alguien; porque yo restablecimiento de su salud. Es que la paz es orden. Pero
me he dado cuenta de que una fuerza ha salido de mí. la fe le ha dado una paz de la que la curación de la en-
^ Cuando la mujer vio que había sido descubierta, se acer- fermedad sólo es imagen externa.
có toda temblorosa y echándose a sus pies, refirió delante
49
de todo el pueblo por qué motivo lo había tocado y cómo Todavía estaba él hablando, cuando llega uno de
había quedado curada repentinamente. 48 Él le dijo: Hija, casa del jefe de la sinagoga para avisar a éste: Ya ha
muerto tu hija: no molestes más al Maestro. 50 Pero Jesús,
tu fe te ha salvado: vete en paz.
al oírlo, le dijo: No temas; sólo ten fe, y se salvará. 51 Lle-
gó a la casa y no permitió que nadie entrara con él, fuera
Lo que había sucedido ocultamente, lo saca Jesús a de Pedro, Juan y Santiago, además del padre y la ma-
la luz pública. Sabe lo que ha tenido lugar. Me ha tocado dre de la niña. 52 Todos lloraban y se lamentaban por ella.
alguien. Una fuerza ha salido de mí. No es el contacto Pero él dijo: No lloréis más; no ha muerto, sino que está
físico lo que produce la curación, sino la fuerza o virtud durmiendo. 53 Y se burlaban de él, porque sabían que es-
de que él dispone. Sólo él lo sabe, no el pueblo, ni tam- taba muerta.
poco Pedro. Jesús es maestro y Señor en un sentido mucho
más profundo de lo que se figura Pedro. Antes mandó a Ni siquiera la muerte pone límites al poder de Jesús,
las olas, ahora manda al flujo de sangre. Los milagros son que está dispuesto a resucitar a la muchacha difunta si el
manifestaciones del poder y del imperio de Jesús; Jesús padre está dispuesto a creer. Sólo ten fe, y se salvará. La
es maestro que goza de autoridad y de poder. fe es condición para salvarse. «Cree en el Señor Jesús, y
La mujer que ha sido curada y que se mantenía oculta, serás salvo tú y los de tu casa» (Act 16,31).
sale a la luz pública. Reconoce la proximidad de Dios en La resurrección de la difunta quiere reservarla Jesús
Jesús, sabe que no puede seguir oculta, se estremece por a un reducido grupo de testigos. Entre ellos se cuentan
temor de lo divino que se había manifestado y se echa a tres de los apóstoles: Pedro, el primero de los apóstoles,
los pies de Jesús. Proclama como obra de Dios lo que le los dos hermanos Juan y Santiago, y además los padres de
la muchacha. De la misma manera que el Señor resuci-
había sucedido, y lo hace en presencia de todo el pueblo.
tado de entre los muertos no se hizo visible a todo el
Hasta aquella mujer tímida y retraída, movida por la
pueblo, sino únicamente a los testigos prefijados por Dios
obra de Dios que había ejecutado Jesús con ella, se con-
(Act 10,41), así también Jesús quiso hacerse visible como
vierte en pregonera de los grandes hechos de Dios delante señor de la muerte, no a todos, sino únicamente a testigos
del pueblo. especialmente elegidos. En este misterio del reino de Dios
La curación de la mujer no fue debida al hecho de to- no están iniciados todavía ni siquiera todos los apóstoles,
car el vestido de Jesús, sino a la fe. Tu fe te ha salvado. puesto que es algo que hace referencia a la resurrección, y
La fe es contacto salvífico con Jesús, Salvador y Reden- a la pasión y muerte de Jesús.
tor. La mujer es hija gracias a la fe: por ella entra en Todos lloraban y se lamentaban. En el entierro aun
la casa y en la comunidad de Jesús. Ha hallado la paz, el
243
242
de los más pobres tenía que haber por lo menos dos flau- El precepto del silencio afecta sólo a los padres, evi-
tistas y una plañidera, que ejecutaran la lamentación por dentemente no a los tres apóstoles que estaban presentes.
el difunto. El canto fúnebre se canta alternativamente, En cuanto a éstos, es natural que den a conocer lo que
acompañado de palmadas al son de panderetas y matracas. estaba oculto. Tienen que anunciar el misterio del reino
La lamentación comenzaba después de la muerte en la de Dios, del que forma parte la resurrección de los muertos,
casa mortuoria y continuaba hasta la inhumación. Todos la cual tiene su modelo en la resurrección de Jesús.
lloraban y se golpeaban el pecho en señal de dolor. Jesús Jesús ha demostrado su poder frente a poderes ante los
hace cesar la lamentación. La niña no ha muerto, sino que cuales se siente impotente el hombre. Ha calmado la natu-
está durmiendo. Ve la muerte con los ojos de Dios y ha- raleza alborotada, ha quebrantado el poder de los demo-
bla como boca de Dios. Ante el poder de Dios ha perdido nios y vencido la fuerza de la muerte y de la enfermedad
la muerte su poder. Se burlaban de él, porque sabían que incurable. Esto sucedió porque en él obraba el poder de
estaba muerta. La multitud no paraba mientes en que Je- Dios; Jesús es la manifestación de Dios en la tierra. Pedro
sús pudiese tener poder sobre la muerte. Sabían que la lo llama dos veces Maestro, los demonios lo invocan como
niña estaba muerta. Según la experiencia humana, la muer- Hijo de Dios. Jesús es Salvador y Redentor. Con los tres
te no devuelve su presa. La multitud reía, se burlaba fun- milagros alcanza el punto culminante de su actividad en
dada en su saber humano, pero el padre tenía que creer Galilea. ¿Qué hay todavía que pueda amedrantar a los
contra toda experiencia humana. hombres, supuesto que crean? Jesús quita el temor a los po-
deres hostiles al hombre: a la naturaleza desencadenada,
54
Pero él, tomándola de la mano, dijo en alta voz: Niña, a los demonios desencadenados, y al poder de la muerte.
levántate. 55 Ysu espíritu volvió a ella y se levantó inme- La salvación viene por Jesús. El que cree, goza de su
diatamente; entonces mandó que le dieran de comer. 56 Sus poder salvador. Comienzan a hacerse realidad las espe-
padres quedaron llenos de estupor; pero él les encargó que ranzas de las bendiciones propias de los últimos tiempos.
a nadie dijeran lo sucedido.

El retorno de la vida gracias al gesto y a la palabra 3. LA ACCIÓN DE I.OS DOCE (9,1-17).


de Jesús se describe de tres maneras. El espíritu (el alma)
volvió a la niña. En la muerte se separa el espíritu del a) La misión (9,1-6).
cuerpo. Jesús dice antes de morir: «En tus manos enco-
miendo mi espíritu» (23,46). La niña se levanta; fuerza 1
Convocó a los doce y les dio poder y potestad sobre
vital penetra sus miembros. Tiene que comer. El comer todos los demonios y para curar enfermedades. 2 Y los
convence de la realidad de la vida. Con la resurrección de envió a predicar el reino de Dios y a curar.
Jesús sucederá lo mismo que se efectúa en esta niña. Su
espíritu retornará, Jesús se levantará y comerá y beberá Jesús convocó a los doce. Éstos forman juntos una uni-
con sus discípulos. dad, reunida en torno a él. Jesús quiere extender su acción

244 245
por medio de ellos. Por eso les transmite el poder y la ped que cambia con frecuencia de alojamiento perjudica
potestad que él mismo posee (4,36). Los envió, como él y se perjudica. Jesús no quiere que sus apóstoles busquen
mismo había sido enviado, a proclamar el reino de Dios la menor ventaja personal. Sólo debe preocuparles su
y a curar enfermos, como señal de que el reino está pró- misión. Ahora bien, la casa en que se hospeden ha de ser
ximo. Los apóstoles que lo han acompañado hasta ahora un centro de actividad. La palabra de Dios no conoce
deben en adelante efectuar solos lo que él mismo ha he- reposo. Ha impulsado a Jesús a llevar a término su obra,
cho. La actividad de Jesús se amplía y se multiplica. Aho- y así ha de impulsar también a los apóstoles.
ra se inicia ya la separación de los discípulos de su Los apóstoles no deben perder tiempo con los que no
Maestro. Después de la exaltación de Jesús irán los após- los reciban. Deben abandonar tales ciudades y tratarlas
toles por el mundo, proclamarán el mensaje de Cristo como tratan los judíos a las ciudades paganas. Hay que
y realizarán sus poderosas obras salvíficas. romper toda relación con ellas. Los judíos solían sacudir
el polvo de les pies antes de abandonar tierra pagana y
3
Y les dijo: Nada toméis para el camino: ni bastón, ni entrar en la tierra santa. La actividad de los apóstoles es
alforja, ni pan, ni dinero, ni tengáis cada uno dos túnicas. juicio. Para las ciudades que los desechen han de ser tes-
tigos de cargo. Su actividad es inicio del tiempo final.
Jesús da órdenes a los apóstoles. Con ellas les retira
6
todo aquello a que no querría renunciar ningún caminante: Partieron, pues, y recorrían todas las aldeas, anuncian-
bastón, alforja, provisiones, dinero, hasta vestidos para do el Evangelio y curando por doquier.
cambiarse. Dios, a cuyo servicio están, cuidará de ellos;
su único pensamiento debe ser el de su misión. Cuando La actividad de los apóstoles consiste en proclamar
Jesús, al final de su actividad, los invite a mirar atrás al la buena nueva. Los enfermos son curados, como señal de
tiempo de su misión, reconocerán que no les ha faltado que ya se ha iniciado el tiempo de salvación. Lo que Jesús
nada (22,35). Todavía no se ha producido la separación comenzó programáticamente, lo que obró en Galilea, es
entre Jesús y el pueblo. Los apóstoles participan de la ahora llevado lejos por los apóstoles. De esta acción por
amable acogida que se dispensa a Jesús mismo (8,40.42). el mundo hablará Lucas en particular. Éste es el marco
en que se sitúa la acción salvífica. Los apóstoles recorren
4 tedas las aldeas. Jesús ha actuado en las ciudades, los após-
En cualquier casa en que entréis, seguid alojados en
ella, y sea de allí vuestra partida. 5 Y si algunos no os toles llenan con el mensaje de Jesús todas las aldeas y las
reciben, salid de la ciudad aquella y sacudid el polvo de casas. Todas las aldeas: era un trabajo poco menos que
vuestros pies, en testimonio contra ella. sistemático. La frase termina con la palabra «por doquier».
La tierra entera se ve envuelta en la alborada del reino de
Jesús da por supuesto que los apóstoles van por las Dios, llena de proclamación y de virtud salvífica. Por do-
casas y que en ellas desempeñan su misión. Una vez que quier: tal es el impulso de la palabra del reino de Dios.
los acogen en una casa, no deben cambiar a otra. El hués-

246 247
que hubiese sido trasladado. Los filósofos de Atenas se
b) Juicio de Herodes acerca de Jesús (9,7-9). mofaban cuando Pablo les hablaba de la resurrección de
los muertos: «Te oiremos hablar de esto en otra ocasión»
7
Oyó hablar de todos estos sucesos el tetrarca He- (Act 17,32), y cuando ante el procurador Festo se defen-
rodes y andaba muy perplejo por causa de que unos de- dió invocando la resurrección de Jesús, oyó esta respues-
cían: Es Juan, que ha resucitado de entre los muertos. ta: «Tú estás loco, Pablo; las muchas letras te han sorbido
8
Y otros: Es Elias, que se ha aparecido. Y otros, en fin: el seso» (Act 26,24). Herodes reflexionaba fríamente:
Es algún profeta de los antiguos, que ha resucitado. A Juan lo decapité yo. Así que ya no vive. El que ha
muerto, muerto está.
La fama de Jesús llega hasta la corte del tetrarca He- Pero la pregunta está ahí: ¿Quién es Jesús? Las cosas
rodes Antipas. ¿Quién es Jesús? Esta pregunta se la hacen inauditas que ha dicho y hecho reclaman explicación. ¿Có-
el pueblo, los cortesanos y el mismo tetrarca. Esta pre- mo hallarla? Única esperanza: Herodes andaba deseoso de
gunta deja perplejo y desconcertado a Herodes. verlo, de presenciar alguno de sus milagros (23,8). Con la
Los que rodeaban a Herodes obtienen varios informes. experiencia ocular espera poder formarse un juicio defi-
Las diferentes opiniones en el pueblo tienen un fondo nitivo. Quiere ver sus obras, su persona, quiere hablar
común: Jesús es el profeta que se aguarda antes de los con él... ¿Basta todo esto para conocer a Jesús? Herodes
últimos tiempos. Sin embargo, a lo que parece, nadie se quiere formarse un juicio sobre Jesús interesarse interior-
atrevía a afirmar que Dios había suscitado en él un nuevo mente por su reivindicación. El camino para llegar al co-
profeta. Ha resucitado y ha vuelto a aparecer alguno de nocimiento de Jesús no es el de la investigación experi-
los antiguos profetas. La creencia popular piensa en un mental, sino el de la fe. Conocer los misterios del reino de
verdadero y maravilloso retorno del profeta con el mismo Dios, entre los que se cuenta también el portador de salud,
cuerpo que había tenido en su vida mortal. Se habla de es un don de Dios.
Juan Bautista, cuya predicación había reanudado Jesús,
se habla de alguno de los profetas de otros tiempos, final-
mente de Elias, que —como se dice— no había muerto, c) Regreso de los apóstoles y primera multiplicación de
sino únicamente había sido trasladado del mundo y cuyo los panes (9,10-17).
retorno se aguarda al final de los tiempos.
10
Regresaron los apóstoles y contaron a Jesús todo
9
Pero Herodes decía: A Juan lo decapité yo; entonces, lo que habían hecho. Él los tomó consigo y se retiró a
¿quién es éste, de quien oigo tales cosas? y andaba deseoso solas hacia una ciudad llamada Betsaida.
de verlo.
¿Cómo terminó la actividad de Jesús incrementada por
Herodes no creía nada de lo que se decía de resu- los apóstoles? Salió a la luz la pregunta acerca de Jesús.
rrección y de reanimación, ni de reaparición de alguien Produjo inquietud hasta en la corte. Los apóstoles regre-

248 249
san y refieren lo que han hecho. ¿Qué habían logrado? que vayan a las aldeas y caseríos del contorno, a fin de que
¿Cómo terminó la actividad en Galilea? Jesús se retiró encuentren alojamiento y comida, pues aquí estamos en un
a solas con los apóstoles. Herodes representaba un peli- lugar despoblado. n Él les respondió: Dadles vosotros de
gro. Había mandado decapitar a Juan. La exposición de comer. Pero ellos replicaron: No tenemos más que cinco
Lucas apunta hacia adelante, al proceso de Jesús. El pue- panes y dos peces; a no ser que vayamos nosotros mismos
blo no alcanzó el verdadero conocimiento de Jesús. La más a comprar alimentos para todo el pueblo. 14 Pues había
intensa actividad no logró el resultado que se habría podi- unos cinco mil hombres. Dijo entonces a sus discípulos:
do esperar. El fin fue el retiro a la soledad, al borde más Haced que se sienten por grupos de unos cincuenta cada
extremo de la tierra de Israel, hacia Betania, ciudad al uno. 1S Lo hicieron así y se sentaron todos.
nordeste del lago de Genesaret. Jesús tomó consigo sólo a
los apóstoles: estos representaban lo único que podía con- Se trataba de proporcionar al pueblo en el desierto
siderarse como un éxito. albergue y alimentos. Como solución de esta dificultad
proponen los apóstoles: Despídelos. Se sienten responsa-
11
Pero al darse cuenta de ello la gente, lo siguieron. bles del pueblo. ¿Pero era la verdadera solución la que
Él los acogió y les hablaba del reino de Dios, al mismo ellos proponían de alejarlos de Jesús? La verdadera so-
tiempo que devolvía la salud a los que tenían necesidad de lución sólo puede consistir en que el pueblo vaya a Jesús.
curación. Jesús encarga a los apóstoles que se cuiden del pueblo.
Dadles vosotros de comer. ¿Pero cómo? Cinco panes y dos
Hasta entonces había buscado Jesús al pueblo, per- peces para cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los
sonalmente o por medio de los apóstoles; ahora le busca niños... Había otra posibilidad: la de comprar la comida
el pueblo a él. Antes se decía que el pueblo le acogía, aho- para aquella muchedumbre. ¿Pero cómo reunir los me-
ra acoge él al pueblo. Jesús no interrumpe su actividad. dios para ello? Los discípulos se reconocen incapaces de
De nuevo habla del reino de Dios y de nuevo realiza cura- remediar la necesidad. No pueden hacer nada si no inter-
ciones. Sin embargo, se observa cierta reserva: curaba viene el Señor. Sólo pueden reconocer su apuro. Pero esto
a los que tenían necesidad de curación. Pero todo sigue era necesario, pues sólo a los pobres y a los débiles se da
envuelto en la atmósfera luminosa de la infatigable bon- el reino de Dios.
dad del Señor. Acogía amablemente al pueblo. Habla y Los discípulos tienen que contribuir a la comida mila-
cura sin cesar, infatigablemente, hasta el caer de la tarde, grosa. Se les ordena que hagan que la gente se siente en
hasta que va declinando el día. Lo que hacía Jesús era grupos de a cincuenta. Jesús quiere preparar un banquete.
también la primera instrucción sobre el modo como de- A la sazón de la salida de Egipto estaba dividido el cam-
ben comportarse los apóstoles con el pueblo al que él busca. pamento israelita por miles, por centenas, por cincuentenas
y decenas. «Moisés eligió entre todo el pueblo a hom-
12
Comenzaba ya a declinar el día, cuando se le acer- bres capaces, que puso sobre el pueblo como jefes de mi-
caron los doce y le dijeron: Despide ya al pueblo, para llar, de cincuentena y de decena» (Éx 18,25). La Regla

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de guerra, del mar Muerto, contiene la misma organiza- con sus apóstoles y que tiene su consumación en el reino
ción de los destacamentos militares en la guerra santa de que se espera.
los hijos de la luz °2. El banquete pascual que se acercaba Jesús bendijo los panes. Según Lucas no pronunció
exigía agrupaciones de comensales. Se despiertan reminis- la acción de gracias sobre el pan, como era costumbre en-
cencias del gran pasado del pueblo y también esperanzas tre los judíos, sino que lo bendijo. Así se atribuye a la
para el futuro. La gran muchedumbre que se había pues- bendición de Jesús la alimentación de los muchos con
to en movimiento, debido también a la predicación de los aquellos pocos panes. Los discípulos repartieron la comida.
apóstoles, se reúne ahora y se organiza como comunidad del Otorgó a los discípulos el que presidieran. Jesús es el da-
reino de Dios. Vuelven a repetirse los grandes tiempos dor, los discípulos los distribuidores. Todo procede de
del Éxodo; estamos ante los acontecimientos salvíficos de Jesús; los apóstoles son los mediadores enviados por él.
los últimos tiempos. Proclaman la buena nueva, curan enfermos y sacian al
pueblo...
16 Todos quedaron saciados. Los pedazos de pan res-
Tomó, pues, los cinco panes y los dos peces, levan-
tó los ojos al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, tantes se recogieron en canastos como los que llevaban
los partió y los iba dando a los discípulos para que los consigo los soldados romanos como ración alimenticia del
sirviesen al pueblo. ll Comieron todos hasta quedar sa- día. Cada uno de los doce apóstoles recogió todavía un
ciados, y se recogieron, de lo que les sobró, doce canas- canasto lleno. La comida no es un alimento que escasa-
tos de pedazos. mente sacia, sino un banquete abundantísimo. Se inicia
la exuberancia del tiempo mesiánico. Jesús dio de comer
Jesús actúa como padre de familia en medio de la gran a su pueblo como segundo Moisés —como un Moisés
comunidad que está sentada a la mesa. Como tal, tomó en más grande— en el desierto. Con poder y amor preparó
sus manos los panes y los peces, los bendijo, y partió el una comida y los apóstoles colaboraron con sus servicios.
pan. Con esta comida reúne como comunidad de comen- Con esto alcanza su punto culminante la revelación
sales de los últimos tiempos a la comunidad aunada se- en Galilea. Jesús es el portador de la salud de los últimos
gún el antiguo orden del campamento. Él mismo designó tiempos. ¿Pero fue reconocido como tal?
como banquete la comunidad en el reino de Dios (22,30).
El evangelista pone de relieve los cuatro actos puestos por
Jesús al comienzo de la comida, porque en la comida
milagrosa se insinuaba ya la celebración eucarística de la
antigua Iglesia con su ritual. Con la comida en el desierto
se representa anticipadamente el tiempo de la salvación.
Viene a ser realidad en el banquete que celebra el Señor

62. 1QS 2,21; CD 13,1.

252 253
20
Él les dijo: Pero vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Tomando la palabra Pedro, dijo: El Mesías de Dios.
IV. EL MESÍAS SUFRIENTE (9,18-50),
La actividad en Galilea dividió al pueblo y a los dis-
cípulos. A los discípulos se dieron a conocer los misterios
1. MESÍAS Y SIERVO DE YAHVEH (9,18-27). del reino de Dios. Pudieron presenciar los grandes hechos
de Jesús en los que se manifestaba su dominio sobre la
a) Confesión de Pedro (9,18-20). naturaleza desencadenada, sobre los demonios y la muerte.
Les fue dado cooperar en la milagrosa multiplicación de
18
Estaba él un día haciendo oración en un lugar aparte; los panes. Jesús tiene derecho a esperar de ellos un juicio
y los discípulos estaban con él. Y les preguntó ¿Quién distinto del formulado por el pueblo.
dicen las gentes que soy yo? K Ellos le respondieron: La pregunta que hizo Jesús a los apóstoles, se les
Unos, que Juan el Bautista, otros, que Elias, y otros, que había planteado con frecuencia: como pregunta que a
algún projeta de los antiguos ha resucitado. ellos mismos se les había ofrecido ya en el asombro y en
el sobrecogimiento, y en los títulos que le daban: Maes-
Jesús oraba en la soledad antes de situar a los discí- tro, Señor, profeta. Hasta aquí han dejado hablar al pue-
pulos ante grandes decisiones. Así lo hizo cuando la elec- blo. La pregunta que #ahora se les dirige los sitúa ante
ción de los apóstoles (6,12), así lo hace también ahora una respuesta clara y decisiva. Pero vosotros, ¿quién decís
que se dispone a iniciarlos en el misterio de su misión que soy yo?
(9,18), así lo hará también antes de que asistan a la pasión Pedro responde en nombre de los apóstoles. Su llama-
y muerte de Jesús (22,32s). Cada uno de estos momentos miento representa en Lucas el comienzo de los llamamien-
tiene un sentido de formación de Iglesia. La Iglesia está tos de discípulos. Pedro ocupa el primer lugar en la lista
incorporada a la oración de Jesús. de los apóstoles; juntamente con Juan y Santiago, a los
La pregunta de Jesús quiere verificar el resultado de que es antepuesto, ha sido testigo de la resurrección de la
su actividad en Galilea y a la vez sentar las bases para hija de Jairo.
la acción ulterior. La doctrina sobre el reino se concentra La confesión de Pedro designa a Jesús (literalmente)
en su misión y en su posición en la historia salvífica. Los como ungido de Dios, que quiere decir también Cristo o
discípulos conocen también las opiniones del pueblo sobre Mesías. El título empalma con la predicción de Isaías:
Jesús, que habían llegado hasta la corte de Herodes. Los «El espíritu del Señor, Yahveh, descansa sobre mí, pues
discípulos se las enumeran al Maestro. Jesús es tenido por Yahveh me ha ungido. Y me ha enviado para predicar la
el profeta de los últimos tiempos; representa el retorno buena nueva a los abatidos...» (Is 61,1). Jesús es el por-
de uno de los profetas que habían de preparar para el tador del tiempo de la salud, provisto del espíritu de Dios,
tiempo final. el que publica el año de perdón del Señor (Is 61,2).

254 255
El comienzo de la actividad de Jesús en Galilea estaba
b) Primer anuncio de la pasión (9,21-22). presidido por el pasaje de la escritura relativo al salvador
21 ungido por el Espíritu (Is 61,1); Pedro vuelve sobre esta
Pero él, con severa advertencia, les ordenó que a na-
profecía aplicada a Jesús. Pero Jesús la completa con
die dijeran esto. 22 El Hijo del hombre —añadió— tiene
Is 53, que habla del siervo de Yahveh que sufre y expía
que padecer mucho; será reprobado por los ancianos, por
por los pecados de los hombres. La acción y la misión de
los sumos sacerdotes y los escribas, y ha de ser llevado a
Jesús se comprende por la palabra de Dios. Como Hijo
lu muerte; pero al tercer día tiene que resucitar.
de Dios es ambas cosas: Salvador de los últimos tiempos
Jesús prohibe severamente a los discípulos que comu- y siervo sufriente de Yahveh.
niquen a nadie la confesión de Pedro. Es que ésta recla-
ma todavía un complemento esencial: el Hijo del hom-
bre... ha de ser llevado a la muerte. Jesús no insiste en el c) Seguir a Cristo en la pasión (9,23-27).
título que le ha otorgado Pedro: ungido de Dios. Habla
23
más bien del Hijo del hombre, como él mismo se designa. Decía luego a todos: El que quiera venir en pos de
Este Hijo del hombre tiene que sufrir mucho, tiene que mí, niegúese a sí mismo, cargue cada día con su cruz y
ser reprobado y llevado a la muerte. Aquí se oye el eco sígame. 24 Pues quien quiera poner a salvo su vida, la per-
de oráculos proféticos sobre el siervo de Yahveh: «Tomó derá; pero quien pierda su vida por mí, la pondrá a salvo.
25
sobre sí nuestras enfermedades y cargó con nuestros do- Porque ¿qué provecho saca un hombre ganando el mun-
lores» (Is 53,4). «Despreciado, desecho de los hombres, do entero si se echa a perder o se daña a sí mismo?
varón de dolores..., ante quien se vuelve el rostro, menos-
preciado, estimado en nada» (Is 53,3). «Fue arrebatado El discípulo de Jesús va en pos de Jesús, sigue a Je-
por un juicio inicuo, sin que nadie defendiera su causa sús. Puesto que él se somete a la pasión y a la muerte,
cuando era arrancado de la tierra de los vivientes y muer- también el discípulo tiene que estar dispuesto a seguir por
to por las iniquidades de su pueblo» (Is 53,8). En este so- amor de Jesús el camino de la pasión y de la muerte. Ser
meterse a la pasión cumple él los designios de Dios expre- discípulo es seguirle en la pasión.
sados en la Sagrada Escritura; por esto debía suceder Seguir a Jesús en la pasión consiste en negarse uno a
todo así. El profeta da su profundo significado a esta pa- sí mismo y cargar con la cruz. Dado que los discípulos
sión y a esta muerte: es una pasión y una muerte expia- siguen al Maestro que es entregado a la muerte, deben estar
toria; el Hijo del hombre intercede por muchos, por to- dispuestos a no conocerse ya a sí mismos, a decir un no
dos (cf. Is 53,12). El tercer día resucitará. «Sacado de una a sí mismos y a su vida, a odiar su propia vida (14,26)
vida de fatigas contempla la luz, sacia a muchísimos con y a cargar con la cruz como Jesús 63 . Más aún, a dejarse
su conocimiento. Por eso yo le daré por parte suya mu-
chedumbres y recibirá muchedumbres por botín» (cf. Is 63. «Cargar con su cruz» lo entendió seguramente Le en el sentido de
que el discípulo debe estar dispuesto, como Jesús, a tomar sobre sí ios opro-
53,1 ls). bios, loa dolores y la muerte que acompañan a la cruz. ¿Cómo se explica en

256 257
NT, Le I, 17
clavar en la cruz, que entonces se consideraba como la turo y la segura esperanza de salvación. Se salva, no el que
manera más ignominiosa, más cruel y más horrorosa de quiere ponerse en salvo, sino el que practica la entrega;
morir. El seguimiento en la pasión exige prontitud para no se pone en salvo el que se apega nerviosamente al pro-
sufrir el martirio (6, 22). pio yo y a sus propios deseos, sino el que se da. No salva
Al decir que el discípulo ha de cargar con la cruz la vida y el propio yo el que lo protege con ansiedad, sino
añade Lucas: cada día. El martirio es cosa que sucede el que se entrega generosamente.
una sola vez, mientras que el seguimiento de Jesús en la Con un cálculo muy sobrio, en cierto modo mercantil,
pasión debe reanudarse cada día. «Por muchas tribula- invita Jesús a su seguimiento en la pasión. El que quiera
ciones tenemos que pasar para entrar en el reino de Dios» seguir al siervo sufriente de Yahveh, a Jesús, debe estar
(Act 14,22). El que se declara por Jesús, el que vive según pronto al martirio, a muchas tribulaciones, a perjudicarse
su palabra y cumple la voluntad de Dios tal como él la a sí mismo. Tal seguimiento plantea una decisión. Por un
proclamó, ha de tropezar con oposición desde fuera y lado está como ganancia la preservación de la vida terre-
desde dentro. Los hombres odiarán y escarnecerán a los na y la satisfacción del ansia de gozar, por el otro lado el
discípulos por causa del Hijo del hombre (6,22). Hay que logro de la vida eterna, verdadera satisfacción del ansia
dar una negativa decidida a las preocupaciones excesivas, de vivir, en el reino de Dios. El que no quiera seguir al
a la riqueza y al ansia de placeres, a fin de que no se Cristo de la pasión, tampoco podrá entrar en el reino de
ahogue la palabra de Dios (8,14). Dios.
Jesús da fuerzas para negarse a sí mismo y para car- ¿Cómo se ha de efectuar la elección? Lo decisivo es
gar con la cruz. Con lo que parece echarse a perder a sí la salvación de uno mismo. ¿Qué provecho saca el hom-
mismo se logra salvar la vida. Por el camino de la pasión bre ganando el mundo entero, si se echa a perder a sí
y de la cruz entra Jesús en la gloria de la resurrección. mismo? Lucas se sirve de dos expresiones: se echa a per-
También para los discípulos, después de seguir a Cristo en der o se daña, a sí mismo. También adapta estas palabras
la pasión viene la gloria de la vida eterna. Una paradoja de Cristo a la vida cristiana de cada día. No todo lo que
acuñada por Jesús. Quien pone a salvo la vida, la pierde; no puede conciliarse con seguir a Jesús y con su palabra,
sacrificándola, se gana. Quien se aferra desesperadamente destruye la vida eterna; algunas cosas sólo la dañan. Aun
a la vida y no quiere perder nada de lo que hace la vida lo que sólo la daña debe descartarse con serena ponde-
más bella y más aceptable, el que rechaza todo lo que le ración.
resulta desagradable, éste pierde la vida en el mundo fu-
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labios de Jesús este «cargar con la cruz»? En la predicción de la pasión sólo Porque si alguno se avergüenza de mí y de mis pa-
habló de que le darían muerte. ¿Quería con las palabras dirigidas a los labras, el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando
discípulos determinar más en concreto su muerte violenta como muerte en
cruz? ¿O acaso no habló todavía de cruz, sino quizá de «yugo» (Mt 11,29), venga en su gloria, y la de su Padre, y la de los santos
o de una señal de pertenencia (cf. Ez 9,4-6: tau, T ) , mientras que después ángeles. 21 Os lo digo de verdad: Hay algunos de los aquí
de la muerte de Jesús, una vez entendidas mejor las cosas, se puso el tér-
mino «cruz»? En todo caso, la antigua literatura judía no tiene ninguna
presentes que no experimentarán la muerte sin que vean
locución que corresponda a las palabras de Jesús. el reino de Dios.

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El Hijo del hombre vendrá en su gloria, y la de su nido el reino. Sin embargo, todavía no es visible. Con todo,
Padre, y la de los santos ángeles. Vendrá como juez del algunos de los discípulos presentes —Pedro, Santiago y
universo. Jesús mismo es este Hijo del hombre que viene Juan— verán en la montaña el reino de Dios en la gloria
a juzgar. Estas palabras de Jesús sobre el Hijo del hom- de Jesús transfiguradoS5. Estos testigos que ven el reino de
bre asocian su anuncio de la pasión y su venida en la glo- Dios en Jesús, son para nosotros garantes de que Jesús
ria de Dios, su Padre. Entonces, en el juicio, todo depen- vendrá, visible para todos, en la gloria de Dios 66 .
derá de si uno goza o no de la aprobación del Hijo del
Hombre, de si el Hijo del hombre lo mira como suyo o
más bien se avergüenza de él y lo repudia. 2. MANIFESTACIÓN DEL MESÍAS SUFRIENTE (9,28-43).
El pensamiento en el Hijo del hombre que ha de venir
y que es juez debe dar fuerzas para seguirlo en su camino a) Transfiguración de Jesús (9,28-36).
con la cruz a cuestas. Ahora es Jesús un crucificado, un
28
criminal, un paria, uno que se ve abandonado. Un ciuda- Unos ocho días después de estos discursos, tomó
dano romano no podía ser crucificado; la cruz era el cas- consigo a Pedro, a Juan y a Santiago, y subió al monte
tigo de los infames, de los esclavos, de los desertoresa*. para orar.
Quien se declara por este Jesús y hace de su palabra el
orden de su vida, cae como Jesús en el oprobio. El hombre La transfiguración se pone en relación con la confesión
se defiende contra la deshonra y la calumnia, por lo cual de Pedro y el subsiguiente anuncio de la pasión: ocho días
cae en la tentación de avergonzarse de Jesús y de sus pa- después de estos discursos. La transfiguración representa
labras, de abandonarlo, de apartarse de él. Jesús quiere, y confirma lo que ha anunciado Jesús. El monte es el
con sus palabras conminatorias, poner en guardia contra lugar de las epifanías de Dios. En el monte de Dios,
la negación y la apostasía. Seguir a Cristo y reconocerlo Horeb, vio Moisés a Dios en la zarza ardiente (Éx 3).
cubierto de oprobios es lo que salvará en el juicio. Israel vio el monte Sinaí completamente cubierto de humo
A las palabras conminatorias sigue, en discurso pro- porque el Señor había descendido a él en el fuego (Éx 19,18).
fético, una palabra de promesa de salvación. Jesús es el Para Lucas no tiene importancia dónde está situado el
Hijo del hombre y trae el reino de Dios. El que se de- monte de la transfiguración ni cómo se llama. Lo que en
clare en favor de Jesús y de su palabra, verá y experi- cambio le importaba era decir que Jesús subió al monte
mentará el reino de Dios. Esta promesa es tan cierta, que para orar. Antes de recibir de los discípulos la confesión
algunos de los que aquí están presentes no experimentarán de Mesías y antes de comenzar la revelación de su pasión
la muerte sin que vean el reino de Dios. El reino de Dios
está ya aquí (17,21). Con la proclamación de Jesús ha ve- 65. Esta antigua opinión, sostenida especialmente por los padres de la
Iglesia, fue seguramente también la idea de los evangelistas, aunque es poco
probable que fuera este el sentido primigenio. Lo que con esto quería decir
64. Juicio de CICERÓN sobre la crucifixión: «La pena más cruel e igno- Jesús, es cosa que ignoramos (cf. R. SCHNACKENBURG, Goltes Herrschaft und
miniosa» (Verres v, 64,165); «el castigo más extremo y bajo de la esclavitud» Reich, Friburgo de Brisgovia 21961, p. 142-144).
(Werres V, 66,169). 66. Cf. 23,42; 2Pe l,16ss.

260 261
y muerte, había orado Jesús en la soledad. Ahora que va sión del centurión. Del bautismo arranca un arco que, pa-
a hacerse visible aquello de que ha hablado, vuelve otra sando por la transfiguración, se extiende hasta la resurrec-
ver a orar. La proclamación y la manifestación de Jesús ción. El camino de la gloria es la confesión de la propia
supone su oración, la comunión con el Padre. Aquello de nada en la oración, la cual se experimenta sobre todo en
que habla a los hombres lo trata primero con el Padre. la muerte. En la oración se expresa la prontitud para la
Los tres discípulos a los que toma consigo habían sido entrega a la voluntad de Dios, se sientan las bases para el
también testigos de la resurrección de la hija de Jairo. don de la glorificación por Dios.
También serán testigos de su agonía en el huerto de los
30
Olivos. Antes de que lo vean en su angustia mortal les Y he aquí que dos hombres conversaban con él; eran
hace el presente de contemplarlo como triunfador del po- Moisés y Elias, 31 que, aparecidos en gloria, hablaban de
der de la muerte. Él tiene poder sobre la muerte de la la muerte que había de sufrir él en Jerusalén.
muchacha; transfigurado, triunfa también de su propia
muerte. Sólo elige tres, porque tres testigos son más que El resplandor de la gloria de Dios envuelve también a
suficientes para la prueba de una verdad (Dt 19,15). Pro- los dos hombres que se aparecen y los muestra como figu-
bablemente sólo toma a tres para que le acompañen al ras celestiales. Los evangelistas ven en ellos a Moisés y
monte, porque la glorificación de Jesús debe ser un mis- Elias. De los dos se decían que habían sido trasladados
terio de fe hasta su venida gloriosa, como también el re- al cielo. Ambos son «profetas, poderosos en obras y en
sucitado sólo apareció a los testigos señalados de antema- palabras», ambos fueron puestos en estrecha relación con
no por Dios (Act 10,41). la venida del Mesías: Elias fue preparador del camino del
Mesías, Moisés fue su imagen y modelo según el dicho
29
Y mientras estaba orando, el aspecto de su rostro de los doctores de la ley: Como el primer redentor (Moi-
se transformó, y su ropaje se volvió de una blancura des- sés), así el segundo (el Mesías). Ambos son figuras de la
lumbrante. pasión. Los Hechos de los apóstoles presentan a Moisés
como siervo de Dios incomprendido y repudiado (Act
El mundo divino se muestra en resplandores de luz. 7,17-44), Elias se queja ante Dios de que sus adversarios
«Tú te cubres de luz como con un manto» (Sal 104,2; conspiran contra su vida (IRe 19,10). La imagen de Elias
ITim 6,16). La gloria de Dios brilla como un relámpago asoma ya en la resurrección del hijo de la viuda de Naím,
y penetra entera la persona de Cristo, hasta sus vestidu- la de Moisés en la multiplicación de los panes para dar
ras. Jesús se manifiesta como el Cristo de Dios, como ha de comer al pueblo en el desierto. Las dos grandes figuras
de venir un día con el poder y el esplendor de un soberano. del Antiguo Testamento brillan en el resplandor de la glo-
Lo que confesó Pedro se hace ahora visible. ria de Dios, pero ambos tuvieron que pasar antes por el
sufrimiento. En ellos se diseña el camino de Jesús: por
Dios manifestó a Jesús, mientras éste oraba, Durante
la pasión a la gloria de Dios, por el destino del siervo de
la oración vino el Espíritu sobre él en el bautismo. Oran-
Dios al divino esplendor del Mesías.
do muere, y ya comienza a brillar su gloria en la confe-

262 263
Las dos grandes figuras del Mesías hablaban de la sión. Sólo los que velan en oración comprenden este ca-
muerte que había de sufrir él en Jerusalén. Ambos con- mino.
firman el anuncio de la pasión y de la muerte. El sufri- Pedro quiere retener la aparición en tres tiendas. Cuan-
miento y la muerte forman parte del designio trazado por do Dios viene al hombre, habita en la tienda. Así sucedía
Dios mismo, hacía mucho tiempo, en la Escritura, en la en el desierto cuando Dios moraba con su pueblo en el
ley y en los profetas. Tenía que cumplirse en Jerusalén 67 : tabernáculo de la Alianza, y así se dice también en for-
la muerte y la glorificación. Allí termina su camino y co- ma figurada con respecto al tiempo final: «Aquí está la
mienza su gloria. La muerte de Cristo en Jerusalén es el tienda de Dios con los hombres; y morará con ellos: y
punto central de la historia salvífica. Hacia este punto ellos serán sus pueblos, y Dios mismo con ellos estará»
miran los grandes hombres del tiempo anterior, hacia él (Ap 21,3).
mira también la Iglesia. La muerte de Jesús en Jerusalén Pedro piensa que se ha iniciado ya el reino de
es el comienzo del tiempo final; este, en efecto, lleva a Dios, que ha comenzado ya la era mesiánica, que Dios y
perfección lo que había comenzado en la muerte. sus santos habitan ya en su pueblo, por lo cual es conve-
niente que los tres discípulos estén allí. En efecto, ahora
32
Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño. podían ellos construir las tiendas. ¡Cómo se reflejan en
Pero, una vez bien despiertos, vieron la gloria de Jesús las representaciones humanas los grandes hechos salvífi-
y a los dos hombres que con él estaban. 33 Y cuando éstos cos de Dios!
se disponían a separarse de él, dijo Pedro a Jesús: ¡Maes- El apóstol no sabía lo que decía. Con Jesús ha apare-
tro! ¡Qué bueno sería quedarnos aquí! Vamos a hacer tres cido la gloria mesiánica, pero sólo por pocos momentos.
tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elias. Todavía no se puede retener. Antes hay que andar el ca-
Esto dijo sin saber lo que decía. mino hasta Jerusalén, donde aguarda la muerte. Tampo-
co los discípulos pueden todavía retener la gloria, también
¿Hay que ver conexiones entre el monte de la trans- a ellos les es necesario caminar: tienen que partir a través
figuración y el monte de los Olivos, en el que la pasión de la muerte. Esta ley se aplica, no sólo a los tres, sino a
comenzó? En ambos lugares están dormidos los tres dis- todos los discípulos a través del tiempo de la Iglesia. To-
cípulos y testigos elegidos, mientras Jesús ora. Cuando davía no podemos retener (Jn 20, 17), sino que debemos
«se levantó de la oración, fue hacia sus discípulos y los seguir caminando con constancia decidiéndonos una y
encontró dormidos por causa de la tristeza» (22,45). En otra vez por la palabra de Dios...
el monte de la transfiguración despiertan y perciben su
34
gloria; en el monte de los Olivos son despertados por el Mientras él hablaba así, se formó una nube que los
Señor, y a continuación aparece ya el traidor (22,47). El envolvió, y quedaron aterrados cuando se vieron dentro de
camino de la gloria pasa por el sufrimiento, por la pa- ella. 35 Y de la nube salió una voz que decía: Éste es mi
Hijo, el elegido; escuchadlo.
67. Le 9,51; 13,22; 17,11; 18,31; 19,11; 24,36-53; Act 1,4-13; 2.

264 265
La nube es señal de la presencia de Dios 68 , que con- (23,35). La voz de los enemigos recusa la reivindicación
fiere gracia o que castiga. Acompaña al pueblo de Dios mesiánica por causa de la pasión. Cristo es el elegido, no
en su peregrinación por el desierto (Éx 14,20). envuelve sólo en la pasión, ni tampoco sólo a pesar de la pasión,
al monte Sinaí cuando desciende Dios en la figura del sino precisamente por la pasión. Dios lo ha elegido, lo ha
fuego para manifestar su voluntad (Éx 19,16ss). Una nube hecho Hijo de Dios y ungido de Dios, porque él va a la
llenó el templo cuando fue consagrado; en él se posa la gloria a través de la pasión y la muerte.
gloria de Dios (IRe 8,10ss). El comienzo del tiempo final Escuchadlo. La voz de Dios repite lo que había dicho
está acompañado de nubes89. La nube que en el monte de Moisés sobre el profeta venidero: «Un profeta os susci-
la transfiguración envuelve a Moisés y a Elias manifiesta la tará Dios, el Señor, de entre vuestros hermanos como a
presencia de Dios, la gloria divina de Jesús, la anticipa- mí; lo escucharéis en todo lo que os hable. Todo el que no
ción del tiempo final. «Entonces aparecerá su gloria, y escuche a tal profeta será exterminado del pueblo» (Act
asimismo la nube, como se manifestó al tiempo de Moisés 3,22s; Dt 18,15.19). La ley que promulga Jesús a los tres
y cuando Salomón pidió que el templo fuese gloriosamente apóstoles en el monte de la transfiguración reza así: Por
santificado» (2Mac 2,8). A los discípulos se ha dado a co- la pasión y la muerte, a la resurrección y a la gloria. Ésta
nocer el «futuro de Dios». es la ley de Cristo, la ley de sus discípulos, la ley de la
Sobre el monte de la transfiguración se alza un nuevo Iglesia, la ley de los sacramentos y de la vida cristiana.
santuario. Dios establece en forma nueva su presencia en-
36
tre los hombres, erige un nuevo templo. Ya no es el tem- Y al acabarse de oir la voz, encontraron a Jesús solo.
plo de Jerusalén el lugar de la manifestación y del culto Ellos guardaron silencio y, por entonces, a nadie refirie-
de Dios, sino Jesús, al que apuntaba el Antiguo Testa- ron nada de lo que habían visto.
mento. Cristo, que pasando por la pasión y la muerte ha
sido glorificado, es presencia, manifestación y centro del La epifanía dura poco. Encontró a Jesús solo. Jesús,
nuevo culto divino. «siendo de condición divina, no hizo alarde de ser igual
Desde esta nueva tienda de Dios entre los hombres da a Dios, sino que se despojó a sí mismo, tomando condi-
Dios mismo su revelación y con su palabra declara que ción de esclavo, haciéndose semejante a los hombres»
Jesús es su Hijo, el elegido. En él se cumple lo que había (Flp 2,6s). Descendió del Padre a Nazaret, después de la
profetizado Isaías acerca del siervo de Yahveh: «He aquí epifanía del bautismo se dirigió al desierto, tras la gran
a mi siervo, a quien sostengo yo, mi elegido, en quien se revelación en Nazaret fue a Cafarnaúm... estaba solo, in-
complace mi alma. He puesto mi espíritu sobre él, y él ccmprendido...
dará la ley a las naciones» (Is 42,1). Los enemigos de Je- Los discípulos, mientras estuvo Jesús con ellos, no
sús se mofarán de él junto a la cruz diciendo: «Que se hablaron a nadie de lo que habían visto. Ven el reino de
salve a sí mismo, si él es el ungido de Dios, el elegido» Dios y sus misterios. Pero el mayor misterio es éste: que
68. Ci. 1,35; Éx 16,10; 19,9.
la gloria del reino se inicia con la muerte de Jesús, que el
69. Sof 1,15; Ez 30,18; 34,12; Jl 2,2. salvador da la salvación por el camino del sufrimiento.

266 267
¿Quién estaba maduro para soportar este misterio del rei- boca del muchacho, lo agita de una parte a otra y le hace
no de Dios? echar espumarajos (segunda fase), finalmente lo echa al
suelo, y el muchacho, después del ataque, está fatigado y
magullado (tercera fase). Estos síntomas revelan epilepsia.
b) Curación de un epiléptico (9,37-47a>. El médico Lucas no cayó en la tentación de hacer en su
evangelio investigaciones de ciencia médica. La enferme-
37
Al día siguiente, cuando bajaban del monte, le salió dad es atribuida a demonios. Lucas nos pone en la mano
al encuentro una gran multitud. 38 Y de pronto, un hom- el Evangelio como Evangelio que proclama la salvación
bre que estaba entre la multitud se puso a gritar: ¡Maes- sin cuidarse de investigaciones médicas.
tro, fíjate en mi hijo, por favor! Es mi único hijo. 39 Pero Se ha agravado el desamparo del padre y de su hijo,
un espíritu se apodera de él, y de repente grita y lo agita porque no habían hallado remedio ni siquiera donde lo
con violentas convulsiones, haciéndole echar espumarajos, habían esperado. Los apóstoles que no habían subido a la
y cuando a duras penas se aparta de él, lo deja todo ma- montaña, no habían podido hacer nada a pesar de la fuer-
gullado. *° He rogado a tus discípulos que lo arrojaran, za y poder de que estaban investidos. ¿Por qué?
pero no han sido capaces.
41
Jesús respondió: ¡Oh generación incrédula y perver-
El monte es el lugar de la manifestación de Dios. Al tida! ¿Hasta cuándo tendré que estar con vosotros y so-
pie de la montaña se halla la masa del pueblo. De Moisés portaros? Trae aquí a tu hijo.
se refiere: «Estuvo Moisés con el Señor cuarenta días y
cuarenta noches, sin comer y sin beber, y escribió Yahveh La queja de Jesús reproduce la queja de Moisés: «Él
en las tablas los diez mandamientos de la ley. Cuando (Dios) es la roca. Sus obras son perfectas. Todos sus ca-
bajó Moisés de la montaña del Sinaí traía en sus manos minos son justísimos. Es fidelísimo y no hay en él iniqui-
las dos tablas del testimonio, y no sabía que su faz se dad. Es justo, es recto. Indignamente se portaron con él
había hecho radiante desde que había estado hablando sus hijos, generación malvada y perversa» (Dt 32,4s).
con Yahveh» (Éx 34,28s). Pero abajo, al pie de la mon- «¿Hasta cuándo voy a estar oyendo lo que contra mí mur-
taña se entregaba a la idolatría. Jesús, un segundo Moisés. mura esta turba depravada, las quejas contra mí de los
De en medio de la multitud grita un padre a Jesús. Le hijos de Israel?» (Núm 14,27). Jesús está bajo la impre-
llama maestro. Quiere que Jesús mire a su hijo. Era hijo sión de la transfiguración. El Padre ha revelado su condi-
único, como el hijo de la viuda de Naím (7,12), y como ción de Mesías, lo ha destacado entre todos como a Hijo
la hija de Jairo (8,42). Lucas, como médico, describe el de Dios elegido, ha hecho llamamiento a creer en su pa-
estado del muchacho con conocimiento de causa y con labra. ¿Y con qué se encuentra ahora? Halla a los demo-
especial interés (cf. Me 8,18). Los síntomas de la enfer- nios con sus estragos, a los discípulos con su fe flaca, al
medad muestran tres fases: El mal espíritu se apodera pueblo incrédulo y torcido (Act 2,40). Jesús, en la gloria y
del muchacho (primera fase), inmediatamente grita por poder de Dios, tiene en su mano el destino del hombre,

268 269
y a la vez se queja de la sordera del pueblo. Él es Hijo y
siervo sufriente de Dios. Su camino, al ser incomprendido, 3. LA VÍA DOLOROSA DEL MESÍAS (9,436-50)
podría causarle «hastío» (Me 14,33). Sin embargo, está
dispuesto a mostrar misericordia. Trae aquí a tu hijo. a) Segundo anuncio de la pasión (9,436-45).
Como Hijo elegido y ungido de Dios que es, quiere apor-
43b
tar salvación, quiere estar siempre disponible para reme- Mientras todos estaban maravillados de todas las
diar la miseria del pueblo. cosas que hacía, dijo a sus discípulos: u Grabad bien en
vuestros oídos las palabras que os voy a decir: El Hijo
42 del hombre ha de ser entregado en manos de los hombres.
Cuando éste se acercaba, el demonio lo tiró por tie-
rra y lo agitó con violentas convulsiones. Entonces Jesús
increpó al espíritu impuro y curó al muchacho; luego se Todos estaban maravillados de todas las cosas que
lo devolvió a su padre. 43a Todos quedaron llenos de asom- hacía. Con esto se cierra la actividad en Galilea. Una vez
bro ante el poder admirable de Dios. más se cava una profunda zanja entre todos y los discípu-
los. Los discípulos no pueden dejarse arrastrar por las es-
El demonio es expulsado, la enfermedad curada, el peranzas del pueblo. No sucederán hechos todavía mayo-
padre aliviado. En la acción de Jesús se manifiesta la res, sino que tendrá lugar la entrega del Hijo del hombre
grandeza de Dios. En la montaña de la transfiguración se en manos de los hombres; éstos harán con él lo que quie-
ha mostrado como un relámpago la majestad y la gloria ran. ¿Quién es el que lo entrega? Dios. Tal es su designio.
de Dios; en la miseria de los hombres afligidos se mues- A través de la admiración general mira Jesús a este de-
tra su omnipotencia. Los hombres llaman Maestro a Je- signio de Dios. En esta profecía de la pasión no se dice
sús y confiesan que él pone de manifiesto, hace visible la nada de la resurrección.
grandeza de Dios; el Padre en el cielo lo ha llamado ele-
45
gido, Mesías, Hijo de Dios. En la montaña le rodean las Pero ellos no comprendían tales palabras; y eran
grandes figuras de la historia antigua y los tres apóstoles tan obscuras para ellos, que no captaban su sentido, y sin
elegidos; abajo, los discípulos de poca fe, la «generación embargo, les daba miedo de preguntarle acerca de ellas.
incrédula y pervertida» de los hombres, el muchacho epi-
léptico, poseído por el demonio. Gran obra de Dios que Las palabras de la profecía son claras, pero lo que
envía al elegido, para que se interese por la miseria... El quieren decir es misterioso y oscuro. El Hijo del hombre
camino de la gloria conduce a Jesús por la miseria y el será entregado en manos de los hombres. El Mesías, que
sufrimiento de los hombres, que él toma sobre sí. tiene todo poder, será entregado al capricho de los hom-
bres. Dios lo ha dispuesto así. «El Señor cargó sobre él
(el siervo de Yahveh) la iniquidad de todos nosotros» (Is
53,6). ¿Por qué ha de pasar por la pasión el camino
de Jesús a la gloria? ¿Por qué ha de ser este el camino de

270 271
sus discípulos y de su Iglesia? A los discípulos les daba discípulos. Estos no expresan lo que les preocupa inte-
miedo preguntarle acerca de estas palabras, porque en su riormente; el ansia de dominar se tiene escondida o se
interior se rebelaban contra la muerte de Jesús, pero sa- disimula tras una máscara. Los dominadores de los pue-
bían que Jesús reprobaba tales pensamientos (Me 8,32). blos se hacen llamar «bienhechores» (22,25). El hombre
Lucas inserta una explicación en la fuente de que toma no quiere ser entregado en manos de los hombres, no
estas palabras. Eran obscuras para ellos, de modo que no quiere que puedan disponer de él, sino que quiere dispo-
las comprendían. Dios había echado un velo sobre este ner de los otros y dominarlos. La suerte de Jesús contra-
misterio, de modo que no podían percatarse de él. Les dice a los pensamientos del corazón humano, los discípu-
descubrirá este misterio cuando resucite Jesús. En la ma- los del Hijo del hombre entregado en manos de los
ñana de pascua dirán los mensajeros de Dios: «No está hombres tienen que modificar su modo de pensar y refor-
aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de cómo os anun- marlo conforme al espíritu de Cristo.
ció, cuando estaba todavía en Galilea, que el Hijo del Jesús hace que se le acerque un niño pequeño, que
hombre había de ser entregado en manos de pecadores y recibe a su lado un puesto honorífico, es antepuesto y
había de ser crucificado, pero que al tercer día había de preferido a los discípulos. Todas las miradas se fijan en
resucitar. Entonces... recordaron sus palabras» (24,6ss). este niño. Jesús ha acogido con honor a este niño y
La humillación de Jesús sólo se comprende por su glori- formula la mayor promesa para el que acoja a un niño pe-
ficación. El gusto del sufrimiento sólo se halla cuando se queño y le dedique sus servicios. El que quiera ser grande,
ha gustado la glorificación. debe ponerse al servicio de loi más pequeños. Lo que
hace grandes no es dominar, sino servir, servir a los pe-
queños, a los despreciados.
b) Seguimiento de Cristo a la luz del anuncio de la pa- Al niño se le debe acoger en nombre de Jesús, en aten-
sión (9,46-48). ción a él. Esto no es sólo acto de humanidad, sino tam-
bién acto propio de quien es discípulo de Jesús. La humi-
46
Surgió entre ellos la cuestión acerca de quién seria llación de uno mismo y el servicio propio de los discípulos
el mayor de todos. 47 Entonces Jesús, penetrando los pen- de Jesús se efectúa a imitación de aquel que se humilló
samientos de su corazón, tomó a un niño, lo puso junto a a sí mismo. El discípulo se entrega en manos de los hom-
sí 48 y les dijo: Quien acoge a este niño en mi nombre, es bres para que dispongan de él, porque Jesús fue entrega-
a mí a quien acoge, y quien me acoge a mí, acoge a aquel do por Dios y él mismo se entregó.
que me envió, porque el que es más pequeño entre todos Grandes cosas se prometen a quien sirva. El servicio
vosotros, ése es grande. prestado al niño es servicio prestado a Jesús, y el servi-
cio prestado a Jesús es servicio prestado a Dios. Los pe-
El ansia de ser el mayor entre los otros, de dominar- queños, Jesús y Dios se ponen en una misma línea; a tra-
los, de disponer de ellos, responde a una inclinación muy vés del pequeño se mira a Jesús, a través de Jesús, a Dios.
arraigada en el corazón del hombre, también en el de los El servicio insignificante, obscuro, prestado a un niño es

272 273
NT, Le I, 18
como el de quien acoge y alberga a Dios, y aporta las ven- nombre y queríamos impedírselo, porque no anda con
tajas que concede Dios a quien le alberga a él mismo. El nosotros. 50 Pero Jesús le contestó: No se lo impidáis, que
servicio a los más pequeños de la comunidad se convierte quien no está contra vosotros, en favor vuestro está.
en servicio, en culto a Dios. Jesús, por el hecho de entre-
garse en manos de los hombres, realiza el culto querido La respuesta de los discípulos a las palabras de Jesús
por Dios... sobre el servicio es la preocupación ambiciosa por los
Cuando Jesús es entregado en manos de los hombres, puestos elevados. Uno de los más allegados a Jesús, Juan,
se efectúa esto a fin de que los pequeños, los débiles y que con frecuencia es nombrado por Lucas juntamente
los no redimidos sean acogidos y albergados por Dios. con Pedro y constantemente es antepuesto a su hermano,
El que se apropia los sentimientos de Jesús, no sólo se tampoco entiende las palabras de Jesús acerca del hacerse
entrega como siervo en manos de los hombres, sino que pequeños. El seguimiento de Jesús, que se entrega en
logra ser acogido por Jesús y halla albergue y comuni- manos de los hombres para servirlos, hace tropezar con
dad con Dios. Ahora bien, la comunidad con Dios en Je- nuevas y nuevas sorpresas causadas por las mociones del
sús es la Iglesia. «Él (Cristo) constituyó a unos apóstoles; corazón.
a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, para el Entre los judíos había gentes que con oraciones expul-
perfeccionamiento del pueblo santo, para la obra del mi- saban los demonios de los posesos (exorcistas). Como los
nisterio, para la edificación del cuerpo de Cristo» (Ef discípulos tenían éxito expulsando demonios en nombre
4,1 ls). de Jesús, uno de aquellos exorcistas intentó expulsar de-
El que con su servicio al más humilde se constituye monios también en nombre de Jesús, aunque no pertene-
él mismo en el más humilde y bajo, ése es verdaderamente cía al grupo de los discípulos. La invocación del nombre
grande. El más pequeño entre todos vosotros, ése es gran- de Jesús se demuestra eficaz aun fuera de la comunidad de
de. Jesús, el más grande, que fue entregado en manos de los discípulos.
los hombres a fin de que dispusieran de él, trastorna todas El exorcista extraño causa desazón a los discípulos.
las normas. Los pequeños vienen a ser los mayores, los Consideran su propia posición como una elección que los
humildes se convierten en señores, los dominadores se coloca por encima de todos los demás. Lo que hace el ex-
hacen esclavos. Esta revolución de los corazones tiene lu- traño lo consideran como algo que merma su grandeza.
gar en nombre de aquel que, siendo Hijo de Dios, fue Ellos quieren dominar, no servir. Se quejan al maestro:
entregado en manos de los hombres. No anda con nosotros. Quienquiera que trabaje por Jesús
y por su obra, no debe ser impedido, aunque no pertenez-
ca al grupo. La elección no debe servir a la ambición y al
c) Uso del nombre de Jesús (9,49-50). egoísmo, sino a Jesús y al alivio de los afligidos. El que es
elegido para seguir a Jesús, es elegido para servir.
49
Entonces Juan, tomando la palabra, dijo: Maestro, El exorcista extraño no es adversario de los apóstoles,
hemos visto a uno que estaba expulsando demonios en tu puesto que invoca el nombre de Jesús. Por eso se le debe

274 275
considerar como aliado. No ambición, sino objetividad; no La actividad de Jesús en Galilea ha llegado a su tér-
celo por la propia posición, sino promoción de la obra de mino. El breve relato acerca del exorcista extraño hace
Jesús: esto es lo que debe inspirar la actitud de los após- que asomen una vez más no pocas cosas de este período.
toles. El servicio promueve la obra, la ambición la en- Jesús es reconocido por el pueblo — incluso por el exor-
torpece. cista judío, que no es su discípulo — como salvador de
Jesús se sirve de un proverbio que se había hecho co- los poderes demoníacos. El exorcismo, que se efectúa bajo
rriente desde la guerra civil de los romanos: «Te hemos la invocación de Dios, se verifica ahora en nombre de Je-
oído decir que nosotros (los hombres de Pompeyo) tene- sús. Jesús actúa como profeta de Dios. Es más que pro-
mos por adversarios nuestros a todos los que no están con feta. Jesús es el Hijo de Dios y el siervo sufriente de
nosotros, y que tú (César) tienes por tuyos a todos los Yahveh, que se pone al servicio de los hombres sin cui-
que no están contra ti.» Jesús da razón al dicho de César. darse de su propia honra. ¿Quién puede creer esto? Los
El exorcista extraño procede como uno de los discípulos: apóstoles lo han reconocido como ungido de Dios, pero
en nombre de Jesús. Amplía el círculo a que se extiende ¿pueden concebir que sea también el siervo sufriente de
la acción de los mismos. «En todo caso, como quiera que Yahveh? Todas las secciones de la actividad en Galilea
sea, por hipocresía o por sinceridad, Cristo es anunciado, se han cerrado con la misión apostólica. Tampoco esta
y de esto me alegro» (Flp 1,18). ¿Cómo puede todavía sección se cierra de otra manera. La obra de los apóstoles
haber aquí lugar para envidias? es realizada por uno que no es de los de Jesús, pero que
Quien no está contra vosotros, en favor vuestro está. obra en su nombre. El mensaje y la obra de Jesús pugnan
Esta frase de Lucas es algo diferente de la de Marcos: por hacer saltar todas las barreras y por poner a todos
«Quien no está contra nosotros, en favor nuestro está.» a su servicio.
'Aquí está Jesús unido con los discípulos, en Lucas está
separado. La meditación creyente acerca de Jesús se ha
hecho más consciente de su elevada superioridad 70. ¿No
tenemos necesidad de la doble configuración de la frase?
¿De la unión con Jesús y de la separación reverente? ¿De
la proximidad confiada y de la distancia respetuosa?

70. Se habla de una tendencia pedagógica en el evangelio de Lucas.


Éste pasa por alto casi todos los pasajes de Me que parecen perjudicar a la
dignidad de Jesús: Me 3,20s. (Jesús fuera de sí), Me 13,32 (Jesús ignora
el día de la parusía). También se omiten o se modifican los pasajes en que
Jesús hace preguntas o recibe informaciones (compárese Me 1,30 y Le 4,38;
Me 3,3 y Le 6,8; Me 5',30-32 y Le 8,45s; Me 6,38 y Le 9,13; Me 9,33 y
Le 9,47). Tampoco habla Lucas de fuertes manifestaciones de sentimientos
humanos: compárese Me 1,41.43 y Le 5,13; descripción de la agonía en el
huerto de los Olivos, Me 14,32-42 y Le 22,40-46, etc. J. SCHMID, El Evan-
gelio según san Lucas (Comentario de Ratisbona) Herder, Barcelona 1968,
p. 30-31.

276 277
Parte tercera

CAMINO DE JERUSALÉN
9,51-10,27

Jesús abandona Galilea y se pone en marcha hacia Jerusalén,


donde sufrirá y será glorificado. En este camino se muestra Jesús
como maestro profético, que a la vista de su muerte proclama
su mensaje, que será confirmado por Dios mediante la resurrección.
En tres pasajes se menciona principalmente el viaje a Jeru-
salén. Jesús toma la decisión irrevocable de ir a Jerusalén (9,51).
Iba de ciudad en ciudad y de aldea en aldea, enseñando y enca-
minándose hacia Jerusalén (13,22). Mientras caminaba hacia Jeru-
salén, pasó por Galilea y Samaría (17,11). En Jerusalén se
desarrolla la fase decisiva del hecho salvífico; la pasión y la resu-
rrección están ligadas inseparablemente. Para expresar esta aso-
ciación usa Lucas el término «elevación» (9,51). Con los relatos
del viaje (9,51-10,42; 13,22-35; 17,11-19) van asociadas enseñanzas
de Jesús (11,1-13,21; 14,1-17,10; 17,20-19,27), que por tener un
marco general sin determinación de lugar ni de tiempo, poseen
un significado permanente. En el camino hacia su meta muestra
Jesús a sus discípulos «caminos de vida» (Act 2,28).

I. EL COMIENZO (9,51-13,21).

1. E L MAESTRO EN MARCHA, Y SUS DISCÍPULOS (9,51-9,62).

a) Recusación de alojamiento (9,51-56).


51
Y sucedió que, al cumplirse el tiempo de su eleva-
ción, tomó la decisión irrevocable de ir hacia Jerusalén.

279
Dios asignó a Jesús una medida determinada de días blo. Por eso se dice en estilo solemne: Envió por delante
en la tierra. Esta medida se va cumpliendo con el flujo unos mensajeros, detrás de los cuales va él. Su expedi-
del tiempo. La vida de Jesús termina con su elevación " . ción es camino hacia la gloria, el camino real de la cruz.
La palabra significa ascensión y muerte; precisamente esta El camino más corto de Galilea a Jerusalén pasa por
ambigüedad es apropiada para expresar lo que aguarda a Samaría. Jesús escoge este camino y pone la mira en Je-
Jesús en Jerusalén: la pasión y la glorificación, sufrimien- rusalén.
tos y muerte, resurrección y ascensión. Jerusalén prepara Los mensajeros tienen que prepararle alojamiento. Je-
a Jesús la muerte, pero, por designio de Dios, también la sús va acompañado de un grupo bastante grande: con
gloria. él iban los doce, muchas mujeres, cierto número de dis-
Jesús tomó la decisión irrevocable de ir hacia Jerusa- cípulos, entre los cuales elige los setenta.
lén. Nada puede apartarle de este camino de la muerte. Entre los samaritanos y los judíos existían tensiones
«El Señor, Yahveh, me ha socorrido, y por eso no cedí religiosas y nacionales. Los samaritanos son descendientes
ante la ignominia e hice mi rostro como de pedernal, sa- de tribus asiáticas, que se asentaron allí cuando el reino
biendo que no sería confundido» (Is 50,7). Jesús va hacia del norte, Israel, fue conquistado por los asirios (722 a.C),
Jerusalén fortalecido con la fuerza de Dios, como fue for- y de la población autóctona que se había quedado en el
talecido el profeta cuando le encargó Dios anunciar sus país. Habían adoptado la religión israelita de Yahveh,
amenazas contra Jerusalén: «Tú, hijo de hombre, no los pero edificaron "un templo propio sobre el monte Garizim
temas ni tengas miedo a sus palabras, aunque te sean y se distinguen de los judíos también en otras muchas
cardos y zarzas y habites en medio de escorpiones. No cosas (cf. 2Re 17,24-41). Los judíos despreciaban a los
temas sus palabras, no tengas miedo de su cara, porque samaritanos como pueblo semipagano y evitaban el trato
son gente rebelde» (Ez 2,6). Jesús sabe también la glorifi- con ellos (Jn 4,9). Entre ambos pueblos hubo repetidas
cación que allí le aguarda. Sigue su camino con confianza. veces fricciones. Cuando oyeron los samaritanos que Jesús
se dirigía hacia Jerusalén, despertó la oposición y rehusa-
52
Y envió por delante unos mensajeros. Fueron éstos ron el alojamiento a Jesús.
y entraron en una aldea de somántanos, con él fin de pre- Al comienzo de su camino en este mundo, al comien-
pararle alojamiento. 53 Pero no lo quisieron recibir, por- zo de la actividad galilea en Nazaret, al comienzo del ca-
que su aspecto era como de ir hacia Jerusalén. mino hacia Jerusalén «no había lugar para él en la posa-
da». Los caminos de Jerusalén en este mundo terminarán
Jesús va hacia Jerusalén como profeta y Mesías por cuando tenga que salir de la ciudad de Jerusalén para ser
medio del cual Dios visita misericordiosamente a su pue- crucificado, pero esta salida será a la vez el comienzo de
su gloria.
71. El término del original griego significa «elevación al cielo», conforme
al verbo transitivo «elevar» (Act 1,2.11.22; Me 16,19; ITim 3,16; Eclo 48,9; 54
Cuando vieron esto los discípulos Santiago y Juan,
49,14) y también la muerte (Salmos de Salomón 4,18); el término es equí-
voco a la manera de «glorificación» en Jn (cf., por ejemplo, 13,31). le dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del

280 281
cielo para que los consuma? 5S Pero Jesús, volviéndose
hacia ellos, los reprendió. 56 Y se fueron a otra aldea. b) Llamamientos de discípulos (9,57-62).

57
A Santiago y Juan exaspera la negativa dada a Jesús. Mientras ellos iban siguiendo adelante, uno le dijo
Se acuerdan de que Elias pidió que bajara fuego del por el camino: Te seguiré a dondequiera que vayas. 58 Y
cielo sobre los que lo despreciaban y el fuego cayó del cielo Jesús le contestó: Las zorras tienen madrigueras, y las
y los consumió (2Re 1,10-14). Jesús es más que Elias aves del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene
(9,19.30). ¿No se debía castigar este desprecio de Jesús por donde reclinar la cabeza.
la aldea samaritana? Están convencidos de que su maldi-
ción será escuchada inmediatamente por Dios, puesto que Este desconocido elige por su cuenta su maestro, al
Jesús les ha conferido poder (9,5). ¿Puede Dios tolerar igual que los discípulos de los rabinos. Su decisión de
que el Mesías, el Santo de Dios, se vea expuesto al repudio hacerse discípulo de Jesús en el momento en que éste se
y a la arbitrariedad de los hombres? Los discípulos mues- ve repudiado en su camino hacia Jerusalén, es incondicio-
tran cuánto trabajo les cuesta entender al Mesías sufriente. nal y magnánima. Te seguiré a dondequiera que vayas.
De todos modos, preguntan a Jesús si han de formular la Ha entrevisto el elemento fundamental del seguimiento
maldición. La oposición humana contra los sufrimientos exigido por Jesús: la absoluta disponibilidad.
del Mesías es vencida por la palabra de Jesús. Sólo ésta Jesús se encamina hacia su «elevación», hacia su muer-
puede esclarecer y hacer soportable el misterio del repu- te violenta. Es un repudiado, descartado por los hombres,
dio del Santo de Dios por los hombres. sin hogar, un caminante que actúa sin reposo. El Hijo del
Jesús reprende a los discípulos. El reproche se expli- hombre no tiene donde reclinar la cabeza. La condición
ca en algunos manuscritos con estas palabras añadidas: de discípulo significa comunión de suertes con Jesús. Esto
¿No sabéis de qué espíritu sois? Los discípulos debían merece consideración. Para el hombre es duro carecer de
tener los sentimientos de Jesús. Él ha sido ungido para patria y de hogar, no tener un albergue donde reposar
traer a los pobres la buena nueva, a los ciegos la vista... tranquilo. Hasta los animales más inquietos, las zorras y
(4,18). El Hijo del hombre no ha venido para perder, sino las aves, tienen donde acogerse y lo buscan. «Ninguna
para salvar (19,10). Los apóstoles son enviados para que zorra acaba al borde de su guarida», reza un proverbio
salven, no para que destruyan; para que perdonen, no judío.
para que castiguen, para que rueguen por los enemigos en El discípulo de Jesús debe estar dispuesto a pere-
el espíritu de Jesús, no para que los maldigan (23,34). grinar, a ser expulsado, a renunciar al abrigo del hogar.
Se fueron a otra aldea. No se dice si era una aldea
59
samaritana o galilea. Lo decisivo no es el camino, sino A otro le dijo: Sigúeme. Éste respondió: Permíteme
la meta, no el repudio por parte de los hombres, sino la que vaya primero a enterrar a mi padre. mPero Jesús le
acogida por Dios, no el alojamiento en este mundo, sino replicó: Deja que los muertos entierren a sus muertos;
la patria en Dios. pero tú, vete a anunciar el reino de Dios.

282 283
61
El llamamiento para ser discípulo viene de Jesús mis- También dijo otro: Te seguiré, Señor; pero permíte-
mo. Esto es lo corriente. «Llamaba a los que quería» me que vaya primero a despedirme de los míos. 62Pero
(Me 3,14). «No me habéis elegido vosotros, sino que yo Jesús le respondió: Ninguno que ha echado la mano al
os elegí» (Jn 15,16). El que aquí es llamado está pronto, arado y mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.
pero no inmediatamente. Quiere tan sólo acabar todavía
lo que tiene entre manos: enterrar a su padre. Enterrar También este tercero, como el primero, se ofrece es-
a los muertos es en Israel un deber riguroso. Hasta a los pontáneamente como discípulo. Llama Señor a Jesús y se
sacerdotes y levitas se les impone en el caso de sus pa- muestra dispuesto a reconocer el pleno derecho de Jesús
rientes, aunque les estaba severamente prohibido conta- a disponer de él; está pronto a seguirle incondicionalmen-
minarse con un cadáver. Este deber dispensa de todos los te. El primer discípulo quiere seguir a Jesús a dondequie-
preceptos que imponía la ley. Parece por tanto plenamente ra que vaya, el segundo oye el llamamiento de la fuerza
justificado el permiso que pide este hombre. que resucita y reanima, el tercero reconoce a Jesús como
Sin embargo, Jesús no permite la dilación. Quiere que Señor. El que quiera ser discípulo de Jesús debe ir tras
se le siga incondicionalmente. La respuesta parece falta él, debe estar poseído por el llamamiento creador de Dios
de piedad, completamente ajena a los sentimientos, poco y ponerse plenamente a disposición de Jesús.
menos que impía para la religiosidad de los judíos. Jesús También este tercero que está dispuesto a seguir a
explica su negativa con una frase áspera y penetrante: Jesús pide que se le haga una concesión. Quiere despe-
Deja que los muertos entierren a sus muertos. El llama- dirse de los suyos. Pide lo que también Elíseo pidió a
miento a seguir a Jesús como discípulo lleva de la muerte Elias: «Déjame ir a abrazar a mi padre y a mi madre, y
a la vida. El que no es discípulo de Jesús, que no ha acep- te seguiré. Elias respondió: Vuélvete, pues ya ves lo que
tado su mensaje del reino y de la vida eterna, está en la he hecho contigo. Alejóse de Elias, y cuando volvió cogió
muerte. El que se ha adherido a Jesús ha pasado a la vida el par de bueyes y los ofreció en sacrificio; con el yugo
por su palabra del reino de Dios. Dos mundos que no y el arado de los bueyes coció la carne e invitó a comer
tienen ya nada que ver entre sí. al pueblo, y levantándose, siguió a Elias y se puso a su
El discípulo sólo tiene una cosa que hacer: Anunciar servicio» (IRe 19,20s). Jesús no exige más que lo que el
el reino de Dios. Esto está por encima de todo. La pro- profeta exigía a su discípulo. No le permite que vaya a
clamación del reino precede a todo lo demás y no con- despedirse. La proclamación de Dios no sufre «si» ni
siente dilación. Jesús está en camino; su misión de pro- «pero», reclama desprendimiento de los familiares, des-
clamar el reino de Dios no sufre verse postergada. Él tiene pego hasta de lo que exige el corazón.
puesta la mira firmemente en la «elevación». La gloria que Al discípulo no sólo se le muestra de qué debe sepa-
le espera lo dispensa de todas las obligaciones de la pie- rarse, sino también adonde debe dirigirse. El discípulo
dad. Más importante es anunciar la vida y resucitar a los debe entregarse completamente a la obra de Jesús, sin
muertos en el espíritu que enterrar a los muertos corpo- reservarse nada para sí. Con un proverbio se muestra grá-
ralmente. ficamente esta plena disponibilidad sin la menor restric-

284 285
ción. El arado palestino es difícil de guiar, y todavía más los discípulos testimonio de que Jesús es el anunciador del
en la tierra laborable en los alrededores del lago de Ge- reino de Dios en los últimos tiempos. Porque el reino
nesaret. La faena de arar exige plena entrega a la tarea. de Dios viene con Jesús, y Jesús con el reino de Dios.
La proclamación del reino de Dios sólo puede ser confia- Lo que exige en concreto esta docilidad y disponibilidad
da a aquel que por razón de la comunión de vida con incondicional, lo fija en los tres llamamientos la situación
Jesús se separa de la propia familia, se desprende de todo particular y el llamamiento de Dios.
aquello a que antes estaba apegado su corazón y vive en-
teramente, sin dividirse, la obra de que se ha encargado.
El reino de Dios plantea al hombre la exigencia de la 2. MISIÓN DE LOS SETENTA (10,1-24).
entrega total del pensar y del querer, sin divisiones.
La plena sumisión al Señor es sumisión a la palabra a) Designación y misión (10,1-16).
del reino de Dios. A esta palabra sirve el Señor, a la
1
misma sirve el discípulo del Señor. La palabra del reino Después de esto, designó el Señor a otros setenta y
encierra también la muerte y la gloria de Jesús. Quien los envió por delante, de dos en dos, a todas las ciudades
vive para esta palabra, debe representarla en su vida y y lugares adonde él tenía que ir. 2Y les decía: Mucha es
con ésta dar testimonio de la misma. En las tres senten- la mies, pero pocos los obreros; rogad, pues, al dueño de la
cias de Jesús se exige una y otra vez que se renuncie a te- mies que envíe obreros a su mies.
ner hogar en este mundo. El hogar ofrece dónde reclinar
la cabeza, el hogar está improntado por la piedad con el La misión de los doce va dirigida á Israel. Jesús de-
padre y la madre, el hogar implica abrigo y protección signó además públicamente a otros setenta 72, que fueron
de los que están en su casa. El discípulo de Cristo debe, enviados también. Para la antigua Iglesia tenía la mayor
como Jesús, despedirse, caminar, sin dilación ni interrup- importancia saber que además de los doce había otro gru-
ción, pues Jesús tiene puesta la mira en Jerusalén, donde po que tenía encargo misionero. Además de los doce tie-
le aguarda la muerte, pero también la gloria de Dios, nen también otros el nombre de apóstoles y llevan a cabo
donde uno se halla verdaderamente en su casa. la misión de Jesús.
La docilidad y disponibilidad incondicional es la base La elección del número setenta hace referencia a los
del seguimiento exigido por Jesús. Ya no se entiende en setenta pueblos de que se compone la humanidad según
función de la relación entre maestro y discípulo vigente la tabla etnográfica de la Biblia (Gen 10). Jesús y su
entre los doctores de la ley. Aquí llama el Señor con mensaje llaman a la humanidad. Los doctores de la ley
omnímoda autoridad, autoridad que no tiene igual, auto- estaban convencidos de que la ley se había ofrecido pri-
ridad que no poseyó ninguno de los profetas, sino única-
mente aquel a quien Dios ha dado todo poder. En los 72. La tradición textual vacila entre 70 y 72; en todo caso es exacta la
referencia a la tabla etnográfica (de que se habla a continuación), pues tam-
discípulos ha de hacerse visible este Señor; con su segui- bién en Gen 10 existe la misma inseguridad: el texto hebreo dice 70 pueblos,
miento, su obediencia incondicional y su entrega total dan los Setenta leen 72.

286 287
meramente a todos los pueblos, pero sólo Israel la había la gracia de Dios. «Por la gracia de Dios soy lo que soy»
aceptado. El tiempo final realiza y lleva a término el plan (ICor 15,10). «Lo que cuenta no es el que planta ni el que
primigenio de Dios. riega, sino el que produce el crecimiento, Dios... Porque
El Señor designó e invistió a los mensajeros, con somos colaboradores con Dios; y vosotros sois labranza de
lo cual les dio encargo oficial y dio a su misión carácter Dios, edificio de Dios. Conforme a la gracia que Dios me
jurídico. Son enviados de dos en dos, pues tienen que ac- ha dado... puse yo los cimientos» (ICor 3,7-10).
tuar como testigos. Si dos testigos están de acuerdo sobre
una cosa, entonces su testimonio tiene plena fuerza y 3
Id. Mirad que os envío como corderos en medio de
validez jurídica (Dt 19,15; Mt 18,16). Los discípulos van lobos. 4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; ni salu-
delante del Señor; son sus pregoneros y tienen que pre- déis a nadie por el camino.
parar su llegada. Van por delante de él a todas las ciudades
y lugares. Se traspasan los límites de Galilea, pero la Id. Con esto se expresa la misión. Es misión, encar-
acción está todavía restringida a Palestina. Sin embargo, go de partir, caminar y obrar. El aprovisionamiento es
estos límites se borrarán cuando el Señor haya subido al sorprendente. Sencillamente: Id. Lo primero y principal
cielo. de este aprovisionamiento es el hecho de ser enviados por
La mies es mucha. Los hombres son comparados con Jesús mismo, lo cual implica que el poder de Dios también
una mies que ha de recogerse en el reino de Dios. El los acompañará y armará.
campo de misión que tiene delante Jesús en Palestina, es Se retira a los discípulos todo aprovisionamiento y to-
el comienzo de un campo de recolección mucho más vasto, da defensa humana. Son enviados indefensos, como corde-
que se extiende al mundo entero. Jesús conoce a los ros en medio de lobos. Israel se conoce como «oveja
muchos que tienen buena voluntad. Para el grande y apre- entre setenta lobos», pero confía también en que su gran
miante trabajo hay sólo pocos obreros. Los llamamientos pastor lo salva y lo custodia. Los setenta enviados por
de discípulos han mostrado que hasta en hombres llenos de Jesús son el núcleo del nuevo Israel. A los sufridos e iner-
fervor y de buena voluntad se echa de menos la entrega mes se promete el reino de Dios (Mt 5,3ss). Jesús envía
total. a los discípulos como pobres. Cuando no se tiene bolsa,
Dios es el dueño de la mies. Dispone de todo lo re- alforja ni sandalias, es uno totalmente pobre. La pobreza
lativo a la mies. La acogida en el reino de Dios es obra es condición para entrar en el reino de Dios (6,20) y dis-
y gracia suya. Él da también las vocaciones de los discí- tintivo de los que lo anuncian. Los discípulos deben tener
pulos. Por eso invita Jesús a orar para que despierte Dios constantemente ante los ojos su misión y no dejarse dis-
en el hombre el espíritu de los discípulos que con entrega traer por nada. No saludéis a nadie por el camino. La en-
total e indivisa ayuden a introducir a los hombres en el trega total a la misión no consiente las complicadas y
reino de Dios. La oración por los obreros de la mies man- largas fórmulas de cortesía de Oriente. En Lucas todos
tiene constantemente despierta en los apóstoles y discí- los mensajeros tienen prisa: María, los pastores, Felipe
pulos la conciencia de haber sido llamados y enviados por (Act 8,30).

288 289
NT, Le I, 19
Jesús mismo y los tres llamamientos de discípulos al municado Moisés: Descendió Yahveh en la nube y habló
comienzo del relato del viaje han mostrado ya lo que a Moisés: tomando del espíritu que residía en él, lo puso
caracteriza a los discípulos: de valimiento y mansedumbre sobre los setenta ancianos, y cuando sobre ellos se posó
frente a la hostilidad, falta de hogar y pobreza, entrega el espíritu, pusiéronse a profetizar y no cesaban» (Núm
total a la misión de anunciar el reino de Dios. Las figu- 11,26). «Los hijos de los profetas, habiéndole visto (a
ras primigenias de este anuncio son Jesús, los doce, los Elíseo), dijeron: El espíritu de Elias reposa sobre Elíseo»
setenta discípulos. (2Re 2,15). La paz y el espíritu son los dos grandes dones
saludables de los últimos tiempos. Aun cuando no se en-
5 cuentre nadie que se abra a la salvación y se muestre digno
Y en cualquier casa en que entréis, decid primero:
Paz a esta casa, 6 Y si allí hay alguien que merece la paz, de ella, no por eso carece de eficacia la palabra de salu-
se posará sobre él vuestra paz; pero de lo contrario, re- do; la paz retorna a los mensajeros. «Por mí lo juro: sale
tornará a vosotros. 7 Permaneced, pues, en aquella casa, la verdad de mi boca y es irrevocable mi palabra» (Is
comiendo y bebiendo de lo que tengan; porque el obrero 45,23). El saludo de paz no es una fórmula vana.
merece su salario. Y no os mudéis de una casa a otra. Al don que aportan los predicadores corresponden los
hijos de la paz con hospitalidad. La primera casa en que
El método de misionar es natural y sencillo. Los mi- sean acogidos los discípulos, debe ser para éstos como su
sioneros van de casa en casa. La misión cristiana se ex- propia casa. Permaneced, pues, en aquella casa. No os
tiende de la casa a la ciudad. Paz a esta casa: esto es saludo mudéis de una casa a otra. El gran objetivo de los mi-
y don. El anuncio y la proclamación comienza con defe- sioneros es el mensaje del reino de Dios. Lo decisivo no
rencia y cortesía. Un consejo rabínico reza: «Adelántate en debe ser el bienestar personal, el buen trato y los cuidados
saludar a todos.» La paz que aporta el misionero de la de la hospitalidad. El que cambia de alojamiento muestra
salvación no da sólo salud y bienestar, que es lo que se que el valor supremo no es para él la palabra de Dios,
sobrentiende en el saludo cotidiano «paz», sino el don de sino su propia persona. Perjudica y se perjudica. Desacre-
la salvación de los últimos tiempos. Los enviados cum- dita a su huésped y se desacredita él mismo. No debe vio-
plen la misión de Jesús, de la que se dice: «Tal es el larse la ley sagrada de la hospitalidad.
mensaje que ha enviado (Dios) a los hijos de Israel anun- Los discípulos deben comer y beber de lo que se les
ciando el Evangelio de paz por medio de Jesucristo» ofrezca. No deben preocuparse pensando que molestan
(Act 10,36). indebidamente a quien les da hospitalidad. El quehacer
Las palabras de saludo producen lo que expresan, si de los enviados no debe verse entorpecido por preocupa-
topan con alguien que ha sido elegido por Dios para la ciones de la tierra. Lo que reciben es justa compensación
salvación, alguien que «merece la paz». El nacimiento por lo que ellos aportan: su don es mayor. «El obrero
de Jesús trae la paz a los hombres, objeto del amor de merece su salario» (ITim 5,18). «Si nosotros hemos sem-
Dios. La paz se posa sobre aquel que la recibe, como el brado para vosotros lo espiritual, ¿qué de extraño tiene
espíritu sobre los setenta ancianos, a los que lo había co- que recojamos nosotros vuestros bienes materiales?» (ICor

290 291
9,11). Pero los discípulos deben también contentarse con ¿Y si una ciudad no acoge a los discípulos? Entonces
lo que se les dé. han de expresar públicamente (por las calles) y solemne-
mente su separación y su anatema. Los judíos sacuden
8
En cualquier ciudad donde entréis y os reciban, co- el polvo de sus pies cuando vienen de tierra de gentiles y
med lo que os presenten, 9 curad los enfermos que haya ponen los pies en la tierra santa de Palestina. Con esto
en ella, y decidles: Está cerca de vosotros el reino de Dios. se quiere significar que no existe vínculo alguno entre Is-
10
Pero, en cualquier ciudad donde entréis y no quieran rael y los gentiles. Una ciudad que no acoge a los enviados
recibiros, salid a la plaza y decid: u Hasta el polvo de vues- de Cristo rompe los vínculos que la unen con el pueblo de
tra ciudad que se nos pegó a los pies, lo sacudimos sobre Dios, desconoce la gran hora que ha sonado: Habéis de sa-
vosotros. Sin embargo, sabedlo bien: ¡el reino de Dios está ber que el reino de Dios está cerca y que con él se acerca
cerca! n Os aseguro que habrá menos rigor para Sodoma el juicio. Los mensajeros no anuncian que el reino de Dios
en aquel día que para esa ciudad. está presente, sino que se acerca. Todavía es posible dar
marcha atrás, pero ésta es ya la última posibilidad.
La actividad de los discípulos es misión en las casas y El que rechaza el anuncio del reino de Dios y así se
en las ciudades. Una ciudad que los acoge muestra buena cierra a Jesús, se atrae la sentencia de condenación. El
disposición. Los discípulos deben realizar aquello para desenlace de este juicio es más terrible que la condenación
que han sido enviados. Comed lo que os presenten. Los que se pronunció contra Sodoma. El juicio sobre esta ciu-
discípulos no deben preocuparse de si los alimentos son dad nefanda ha venido a ser proverbial. La culpa de quien
cultualmente puros o impuros. Así parece haber entendido rechaza a Jesús y los bienes del reino de Dios es mayor
Lucas estas palabras, aunque difícilmente sería esta la que la culpa de Sodoma. La proclamación de los men-
intención de Jesús. Para la misión entre los gentiles era sajeros de Jesús ofrece la gracia más grande y sitúa ante
de gran importancia esta libertad de conciencia T3. La cu- una decisión de conciencia cuya última consecuencia es
ración de los enfermos que se encargaba a los discípulos la salvación o la sentencia condenatoria.
debe preparar para la hora de la historia de la salvación
que ellos anuncian, debe demostrar en la práctica su po- 13
¡Ay de ti, Corozaín ¡Ay de ti, Betsaida! Porque,
deroso alborear. Deben proclamar con la palabra eso a si en Tiro y Sidón se hubieran realizado los mismos mila-
que preparan las obras: Está cerca el reino de Dios. El gros que en vosotras, ya hace tiempo que, sentados, cu-
acercarse Jesús es acercarse el reino de Dios. Por eso dice biertos de saco y ceniza, se habrían convertido. M Por eso,
Jesús: «Si yo arrojo los demonios por el dedo de Dios, en el juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para
es que el reino de Dios ha llegado a vosotros» (11,20).
vosotras. 15 Y tú, Cafarnaúm, ¿es que te vas a encumbrar
«El reino de Dios está en medio de vosotros» (17,21). Je-
hasta el cielo? ¡Hasta el infierno serás precipitada!
sús mismo es el reino de Dios.
Las ciudades de Corozaín, Betsaida y Cafarnaúm for-
73. Cf. ICor 10,27; Act 15. maban al norte del lago de Genesaret un triángulo, en el

292 293
que se había desarrollado con la mayor intensidad la acti- de otra manera, por eso juzgará con una medida inexora-
vidad de Jesús. De ella se destacan los milagros en que blemente justa, a unos con suavidad, a otros con severidad.
se manifestó la virtud divina de Jesús. El centro de gra- Conforme a este castigo que se anuncia a las ciudades
vedad de la acción de Jesús estaba en Cafarnaúm. En esta galileas puede calcular cada ciudad lo que le sucederá
ciudad se reproduce lo que se dijo acerca del rey de Ba- si repudia a los enviados de Jesús. Éstas palabras las pro-
bilonia: «Tú, que decías en tu corazón: Subiré a los nunció Jesús al abandonar Galilea, donde había trabajado
cielos; en lo alto, sobre las estrellas de Dios, elevaré mi en vano. Lo que había de ser salvación se convierte en
trono; me instalaré en el monte santo, en las profundida- sentencia de condenación, porque no se prestó atención
des del aquilón. Subiré sobre la cumbre de las nubes y al llamamiento a la conversión. La amenaza de castigo
seré igual al Altísimo. Pues bien, al sepulcro has bajado, formulada por Jesús y sus enviados es un último llama-
a las profundidades del abismo» (Is 14,13-15). Jesús elevó miento de Dios dirigido al duro corazón humano.
a Cafarnaúm al rango de «su ciudad» (Mt 9,1). A ella,
16
como a las otras dos ciudades, ofreció Jesús salvación, Quien a vosotros escucha, a mí me escucha; y quien
poder y gloria. Las exaltó y quería darles participación a vosotros desprecia, a mí me desprecia; pero quien me
en el reino de Dios. Los milagros que se realizaron en desprecia a mí, desprecia a aquel que me envió.
ellas estaban destinados a hacer reflexionar, a hacer re-
conocer la voluntad de Dios, a situarla en el centro de El enviado es como el que lo envía. En los enviados
su vida, a abrir sus corazones y predisponerlos para la viene Jesús, y en Jesús viene Dios. La palabra que pro-
conversión. Pero las tres ciudades dejaron de cumplir lo nuncian los enviados, la pronuncia Jesús, y la palabra
que exigía la oferta de gracia por Dios. Jesús las amenaza de Jesús la pronuncia Dios. Aceptación o repudio de la
con el juicio. Cuanto más grande era la gracia que se les palabra de los enviados es aceptación o repudio de la pa-
había demostrado, tanto más se les ha de pedir en el jui- labra de Jesús, aceptación o repudio de la palabra de
cio final. Dios. «Quien a vosotros recibe, a mí me recibe; y quien a
Tiro y Sidón, las dos ciudades paganas, que eran con- mí me recibe, recibe a aquel que me envió» (Mt 10,40).
sideradas como completamente orientadas hacia lo de la «El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre que
tierra 74, no recibieron esta gracia de las ciudades galileas. lo envió (Jn 5,23).
Jesús sabe que sus habitantes habrían hecho penitencia, Entre los enviados, Jesús y Dios existe una cadena
cubiertos de saco y de ceniza, si Dios las hubiera visitado cuyos eslabones no se pueden separar. Jesús es el media-
con su oferta de gracia. En señal de luto y de penitencia dor. Para su mediación con el pueblo se sirve de los en-
llevaban las gentes una túnica de crin y se sentaban sobre viados. El hombre es conducido a la salvación por me-
la ceniza o la esparcían sobre la cabeza. Precisamente por- dio de hombres. Cristo se reveló a Saulo, que, sin embargo,
que sabe Dios que otros habrían usado de la gracia muy recibió este encargo: «Levántate y entra en la ciudad, y
se te dirá lo que has de hacer» (Act 9,6). También él es
74. Léase Is 23,1-11; Ez 26-28. enviado al mediador humano, aunque no se menciona a

294 295
este por su nombre, pues lo que importa no es el men- sobre los poderes satánicos. Yo estaba viendo a Satán
sajero, sino la palabra anunciada. Los mensajeros son caer del cielo como un rayo. En las expulsiones de demo-
«servidores de la palabra» (1,2). Entre oir y desoír, o des- nios veía constantemente Jesús que había quebrantado el
preciar, no se da término medio. Nadie puede permanecer poder de Satán. ¿Cuándo sucedió esto? De esto no dice
indeciso frente a la palabra de Dios. El que no está en nada la palabra. Pero sí da a entender que es imponente
favor de Jesús, está contra él. El que no oye la palabra, el triunfo sobre Satán. La exposición recuerda las pala-
no la acepta y no la obedece, la desprecia. bras de Isaías sobre la imponente caída de Nabucodonosor,
rey de Babilonia. «Tú... dominador de las naciones... al
sepulcro has bajado, a las profundidades del abismo» (Is
b) Regreso (10,17-20). 14,12.15). Esta victoria sobre Satán es fruto de la muerte
de cruz de Cristo y de su glorificación: «Éste es el mo-
17
Volvieron, pues, los setenta llenos de alegría dicien- mento de la condenación de este mundo; ahora el jefe de
do: ¡Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nom- este mundo será arrojado fuera» (Jn 12,31). Es posible
bre! ,8 Él les dijo: Yo estaba viendo a Satán caer del cielo que Lucas pensara en las tentaciones en que fue derrotado
como un rayo. el demonio. Con esta victoria de Jesús quedó sacudido
para siempre el poder de Satán, aunque todavía no defini-
De todo lo que experimentaron los setenta en su viaje tivamente. Definitivamente quedará despojado de su poder
de misión, sólo destacan una cosa: el poder sobre los en el tiempo final, pero ya ha comenzado lo que era la
poderes demoníacos. Hasta los demonios nos obedecen. gran esperanza del tiempo final: «Entonces aparecerá
No sólo las enfermedades se les sometían, no sólo los su reino en toda su creación, y entonces se acabará con
hombres obedecían la palabra de Dios; el colmo era la Satán y se quitará la tristeza» 75.
sumisión de las fuerzas satánicas. Volvieron llenos de
19
alegría, porque habían experimentado el reino de Dios, Mirad que os he dado poder para caminar sobre
que se había iniciado con Jesús. Los discípulos interpelan serpientes y escorpiones, y contra toda la fuerza del ene-
a Jesús con el nombre de Señor; al pronunciar su nombre migo, sin que nada pueda haceros daño. 20 Sin embargo,
habían recibido señorío sobre los demonios. Gracias al no os alegréis de eso: de que los espíritus se os sometan;
Señor alcanza el poder de los enviados hasta el mismo sino alegraos más bien de que vuestros nombres están ya
reino de los poderes y potestades que ejercen invisible- inscritos en los cielos.
mente su influjo pernicioso sobre este mundo. El poder
de Jesús y de sus discípulos domina no sólo sobre lo te- También los doce toman parte en el triunfo de Jesús
rreno, sino también sobre la esfera que influye en la de- sobre Satán; lo que se aplica a los doce quiere extenderlo
terminación del curso de lo terreno. Lucas también a los setenta, a todos los que colaboran en
En las expulsiones de demonios practicadas por los
discípulos se hace visible el triunfo del reino de Dios 75. Assumptio Moysis 10,1.

296 297
la obra de Jesús. Tienen poder sobre serpientes y escor- rada de Dios, se imaginan tales listas de ciudadanos, en
piones. Precisamente estos animales taimados, que cons- las que están inscritos los elegidos de Dios; seguramente
tituyen una amenaza para la vida, se consideran en la Bi- se identifican con lo que se llama el libro de la vida 7G. El
blia y en el lenguaje influido por la Biblia, como instru- motivo de alegría que está por encima de todo es el hecho
mentos de Satán. El Salvador que se espera salvará de de poder participar en el reino de Dios, de alcanzar la
serpientes y de escorpiones, y de malos espíritus. El Me- vida eterna y de estar en comunión con Dios.
sías, protegido por el ángel de Dios, camina sobre víboras
y áspides y huella al león y al dragón (Sal 91,13). Cuando
envió Jesús a los doce les dio también participación en c) Júbilo de Jesús (10,21-24).
este poder; de esta investidura les queda como resultado
permanente el no estar ya a merced del poder de Satán, 21
En aquel momento, Jesús se estremeció de gozo en
sino bajo la soberanía de Dios. el Espíritu Santo y exclamó: Yo te bendigo, Padre, Señor
Lo que se dice sobre el poder de caminar sobre ser- del cielo y de la tierra; porque has ocultado estas cosas a
pientes y escorpiones se amplía con la explicación que sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla.
sigue: Los doce tienen poder contra toda fuerza del ene- Sí, Padre, así lo has querido tú.
migo. Satán utiliza su fuerza para dañar a los hombres;
su hostilidad no puede ya dañar, una vez que asoma el Con el retorno de los discípulos y con el relato del
reino de Dios. Hay aquí un poder más grande y más mismo están asociadas una acción de gracias (10,21), unas
fuerte. ¿Qué puede, pues, ya dañar? El canto triunfal de palabras de revelación (10,22), y una fórmula de felici-
san Pablo tiene aquí su explicación: «Sin embargo, en tación (10,23). En el mismo momento en que regresaron
todas estas cosas vencemos plenamente por medio de aquel los discípulos se estremeció de gozo Jesús. Estaba pene-
que nos amó. Pues estoy firmemente convencido de que ni trado del júbilo del tiempo final y del tiempo de sal-
muerte ni vida, ni ángeles ni principados, ni lo presente vación que se anunciaba en la victoria sobre Satán y en
ni lo futuro, ni potestades, ni altura ni profundidad, ni la comunicación de la vida eterna. Jesús, portador de la
ninguna otra cosa podrá separarnos del amor de Dios, salvación, fue ungido por el Espíritu, por lo cual salta
manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro» (Rom 8,37-39). de gozo y ora en el Espíritu Santo. Su oración es debida
La inauguración del reino de Dios es un motivo de al influjo del Espíritu Santo; así oran Zacarías (1,67),
gozo todavía más profundo que el poder sobre los malos Isabel (1,41) y María (1,47). La vida de Jesús está soste-
espíritus y el quebrantamiento del señorío de Satán. Para nida por el Espíritu. «Todos los que se dejan guiar por
los discípulos, la suprema razón de alegrarse es su elec- el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios» (Rom 8,14).
ción y predestinación a la vida eterna. Las ciudades de En calidad de Hijo de Dios pronuncia Jesús su acción de
la antigüedad tienen listas de ciudadanos. El que está ins- gracias, su revelación y su fórmula de felicitación.
crito en la lista goza de todas las ventajas que ofrece la
ciudad. También en el cielo, donde se representa la mo- 76. Sal 69,29: «Sean borrados del libro de la vida, no sean inscritos
entre los justos»; cf. Éx 32,S2s; Is 4,3; 56,5; Dan 12,1; Ap 3,5; 13,8, etc.

298 299
La oración de acción de gracias comienza con una in-
terpelación y termina con un encarecimiento. En el medio parte del «pueblo maldito», de la hez de la tierra, que no
se halla el motivo de la acción de gracias. tenían el menor conocimiento de la ley, eran ignorantes
y, por tanto, ni siquiera se recataban del pecado. Así, un
La interpelación contiene alabanza de Dios y acción
doctor de la ley del tiempo de Jesús decía: «Un igno-
de gracias. Jesús alaba a Dios y con ello le da gracias.
rante no teme el pecado, y un am ha arez (uno que no
Reconoce interiormente la disposición divina y, alabando
conocía la ley a la manera de los doctores de la ley) no es
a Dios, expresa la unidad que reina entre su voluntad y
piadoso.» La primitiva Iglesia hubo de experimentar que
la divina.
persistía esta elección de Dios en cuanto a revelar y a
Yo te bendigo: te doy un sí con todo mi corazón.
ocultar. En Corinto no pertenecían a la Iglesia muchos
La acción de gracias y la alabanza de Dios se realiza de
ricos, sabios y de alta alcurnia, sino los pobres, los necios,
la mejor manera en la entrega a la voluntad de Dios.
los plebeyos, los que no eran nada en este mundo (ICor
Todas las oraciones de Jesús que nos han sido transmi-
1,26ss).
tidas por la Escritura comienzan con la invocación: Pa-
dre. Esta palabra responde al arameo abba (Me 14,36), Jesús alaba y bendice a Dios por el plan salvífico
palabra balbuceada por los niños pequeños cuando se di- según el cual da la revelación del reino precisamente a
rigían a su padre. Jesús habla en singular intimidad con los pobres. Por el hecho de que estos aceptan el mensaje
Dios, su Padre, pues regularmente nadie osaba decir abba de Jesús, se cumple lo que se le había prefijado como
a Dios, aunque también se le llama Padre (ab). A la in- programa de su vida: «Anunciar la buena nueva a los
vocación llena de confianza se añade el calificativo ma- pobres» (4,18).
jestuoso de Señor del cielo y de la tierra.. Dios creó el La oración de acción de gracias vuelve al comienzo
universo entero, y así dispone del universo entero. La con encarecimiento. Sí, Padre: con esto se resume gozosa-
confianza y la reverencia son los pilares de la oración. mente lo que se había expresado hasta aquí. Jesús no
revoca nada, sino que ratifica el designio de Dios con
Dios ha ocultado y ha revelado. El motivo principal
su voluntad, alabanza y acción de gracias. Así lo has
de la alabanza no es el haber ocultado, sino el haber re-
querido tú.
velado. Pero Dios oculta también por el hecho de no
revelar a todos ¿Qué es lo que ha revelado y ocultado? El designio de Dios, que está fundado en su voluntad,
Los misterios del reino de Dios (8,10), la inauguración del en su beneplácito, decide el querer de Jesús. Toda ver-
reino de Dios en Jesús, la victoria sobre Satán, la elección dadera oración termina con un sí a la voluntad de Dios, en
para el reino de Dios... Dios ha ocultado esto a los sa- la victoria de la voluntad de Dios sobre la voluntad del
bios y entendidos y lo ha revelado a los menores sujetos orante, en la entrega al beneplácito de Dios. Cuando Jesús
a tutela, a los ignorantes, a los que no son nadie. En da un sí al designio salvífico de Dios, que no elige a los
tiempos de Jesús eran los sabios y los entendidos los doc- sabios y entendidos, a los fuertes y poderosos, sino a
tores de la ley, que se designaban como sabios y pruden- los ignorantes, débiles y pequeños, da también un sí a la
tes; los menores, sujetos a tutela, eran los que formaban cruz. Su mira está puesta en Jerusalén, donde le aguarda
su «elevación». No busca nada, sino el beneplácito de Dios.
300
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22
Todo me lo ha confiado mi Padre. Y nadie conoce única y exclusiva. Es una comunión singular, en la que
quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino nadie puede tener participación fuera del Padre y del Hi-
el Hijo y aquel a quien el Hijo quiere revelárselo. jo. Lo que se dice acerca de esta comunión recíproca entre
Jesús y Dios, se expresa por la relación de Hijo a Padre.
La oración empalma con las palabras de revelación. También esta se da entre Jesús y Dios de una forma que
Jesús habla de su relación con Dios. Todo le ha sido con- no se repite entre otro hombre y Dios. Lo que expresa
fiado por el Padre. Le ha sido confiado lo que él anuncia. esta «perla» de todas las aserciones de Cristo sobre la
Lo que Dios ha confiado a Jesús, no es sólo la palabra, relación de Jesús con Dios, se halla con frecuencia for-
puesto que con la palabra está asociada la acción y el mulado en el Evangelio de san Juan: «Yo soy el buen pas-
poder. Como Hijo del hombre que es, todo le ha sido con- tor: yo conozco las mías, y las mías me conocen a mí,
fiado por Dios: todo poder, todos los reinos de este mun- como el Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre»
do, todos los hombres. «Se me ha dado todo poder en el (Jn 10,14s). El Padre conoce al Hijo, y el Hijo conoce
cielo y en la tierra» (Mt 28,18). Lo que Satán había ofre- al Padre, porque todo lo que Cristo llama suyo es también
cido a Jesús en la tentación, se lo confía el Padre, porque del Padre, y lo que es del Padre, es también suyo: «Todo
dice sí a su voluntad. El Padre ama al Hijo, y todo lo ha lo mío es tuyo, y lo tuyo mío, y así soy yo glorificado»
puesto en sus manos (Jn 3,35). La relación de Jesús con (Jn 17,10). Jesús y el Padre son «uno» (Jn 10,30).
el Padre es la relación de Hijo a Padre. Como el Hijo lo También conoce quién es el Padre aquel a quien el
ha recibido todo del Padre, de la misma manera Jesús Hijo quiere revelárselo. Jesús tiene también poder para
lo ha recibido de Dios. dar participación en su propio conocimiento del Padre.
Jesús y el Padre están en la más estrecha comunión. El Hijo puede revelar este conocimiento a quien quiere
Nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es revelárselo. Por sí mismo no puede el hombre tener este
el Padre, sino el Hijo. Cuando nosotros conocemos a conocimiento. Cuando Jesús revela a una persona que
alguien, pensamos en él, recibimos su influencia, y él Dios es el Padre de Jesús, y lo hace en forma singularí-
recibe la nuestra: recibimos de él y le damos, estamos en sima y en la más íntima comunión, entonces le da también
comunión con él, comunión que marca la existencia por participación en la comunión en que él mismo vive con el
ambos lados. Que el Padre conozca al Hijo y el Hijo al Padre, le da participación en la vida eterna. «Esta es la
Padre se debe a que el Padre y el Hijo viven en la más vida eterna, que te conozcan a ti y al que tú enviaste» (Jn
íntima comunión. Jesús y Dios se conocen recíprocamente: 17,3). El poder que se ha dado a Jesús lo utiliza él para
el Padre conoce quién es el Hijo, y el Hijo, quién es el otorgar el conocimiento del Padre y con ello dar vida eter-
Padre. La vida consciente del Hijo está marcada por la co- na (Jn 17,2). La oración de Jesús es una eflorescencia del
munión con el Padre, como la vida del Padre lo está por conocimiento mutuo del Padre y del Hijo, diálogo que
la comunión con el Hijo. Dado que nadie conoce quién procede de este conocimiento, júbilo del alma por esta
es el Hijo, sino el Padre, y nadie conoce quién es el mutua comunión de conocimiento. Aquel a quien Jesús
Padre, sino el Hijo, la comunión entre Padre e Hijo es revela quién es el Padre, llega a una oración semejante,

302 303
que es un clamar «abba» (Rom 8,15; Gal 4,6), que es
Oir lo que vosotros estáis oyendo. Sólo ver no basta.
una exuberancia del conocimiento de fe y proviene del Al ver debe añadirse el oir. Sólo se puede ver debidamente
fondo de la comunidad de don con el Padre y el Hijo. a Jesús cuando se oye lo que dice sobre él la revelación.
El fondo más íntimo del que brota el diálogo del alma Ver los acontecimientos históricos y oir lo que la revela-
con Dios es la unión con él según el arquetipo de la unión ción de Dios dice sobre ellos: esto es lo que da al cris-
de Jesús con Dios, del Hijo con el Padre. tiano el verdadero conocimiento que proporciona gozo.
23
Y vuelto hacia sus discípulos, les dijo a solas: Di-
chosos los ojos que ven lo que estáis viendo. 24 Porque yo 3. OBRAS Y PALABRAS (10,25-42).
os digo: muchos projetas y reyes quisieron ver lo que
vosotros estáis viendo y no lo vieron, y oir lo que vosotros Jesús va por el país dispensando beneficios y anunciando la
estáis oyendo, y no lo oyeron. palabra de Dios. Los discípulos sólo están pertrechados con el
amor al prójimo, que se extiende al mundo entero (10,25-37), y
en la palabra, que se recibe escuchando a Jesús.
Sólo a los discípulos reveló el Hijo quién es el Padre.
Los inició en su singularísima relación con el Padre. La
entera historia salvífica aguardaba la satisfacción de este a) Amor al prójimo (10,25-37).
anhelo. Los profetas miraban y escudriñaban sólo desde
muy lejos qué nos es aportado por la salvación y quién es 25
Entonces se levantó un doctor de la ley que, para
el que nos la trae. La soberanía de los reyes era caduca y tentarlo, le pregunta: Maestro, ¿qué debo hacer para he-
perecedera, imperfecta y limitada; ellos miraban al rey redar la vida eterna? 26 Él le contestó: ¿Qué es lo que
cuya soberanía no tiene límites. Los profetas eran porta- está escrito en la ley? ¿Cómo lees tú? 21 Y él le respon-
dores de la palabra divina, los reyes eran administradores dió: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con
del poder divino. Jesús reúne en sí a ambas prerrogativas, toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente,
la palabra y la autoridad, la palabra llena de autoridad. y a tu prójimo como a ti mismo. 28 Jesús le dijo: Bien
Dichosos los ojos que ven lo que estáis viendo. Los has respondido; haz esto y vivirás.
discípulos deben ser y permanecer conscientes de la gra-
cia de que Dios les haya revelado el conocimiento del Jesús ha hablado de la victoria sobre Satán, los dis-
Mesías y el comienzo del tiempo de salvación. En estas cípulos mismos han experimentado el reino de Dios, sus
palabras resuena también el júbilo de la Iglesia primitiva, nombres están inscritos en las listas de ciudadanos del cie-
que transmitió estas palabras, porque ella misma estaba pe- lo, son llamados dichosos porque están viviendo el tiem-
netrada del gozo del don de la fe. A los pequeños y a los po de la salvación: nada más normal que preguntar qué
ignorantes se reveló lo que se negó a los sabios y a los en- hay que hacer para entrar en la vida eterna. Asunto serio,
tendidos. Los discípulos son dichosos porque son peque- cuestión candente, que el rico planteó a Jesús (Me 10,17)
ños y pobres. y que dirigían a los doctores de la ley sus discípulos.

304 305
NT, Le I, 20
«Rabí, enséñanos los caminos de la vida, para que por dades de la revelación necesitan ser compendiadas y pre-
ellos alcancemos la vida del mundo futuro» " . sentadas sistemáticamente a fin de que sirvan para la vida
El doctor de la ley preguntó a Jesús para tentarlo. Lo religiosa.
interpela como maestro y doctor, y quiere probarlo y ver El precepto del amor a Dios (Dt 6,5) con entrega de
qué puede responder a su pregunta candente. Hace la todas las potencias del alma a Dios, con una existencia
pregunta como la hacían los judíos y pregunta por las dedicada a él sin reserva, era formulado diariamente ma-
obras. Las obras exigidas por la ley, salvan; lo que se tiene ñana y tarde por los judíos del tiempo de Jesús en su
en cuenta son las obras, no la actitud interior. ¿Qué obras profesión de monoteísmo. Este precepto liga al hombre
y qué preceptos son los que importan? Los doctores de con Dios hasta en lo más profundo de su ser. Con este
la ley hablaban de seiscientos trece preceptos (doscientos precepto está asociado el precepto del amor al prójimo
cuarenta y ocho mandamientos y trescientas sesenta y cinco (Lev 19,18). El amor a uno mismo se presenta como me-
prohibiciones). dida del amor al prójimo.
La respuesta a la pregunta del doctor de la ley indica Con esto se dice mucho. La actitud fundamental del
la ley misma, la ley escrita de la Sagrada Escritura. Jesús hombre debe ser el amor. El hombre que cumple la vo-
halla la respuesta en la ley, en la que se da a conocer la luntad de Dios y corresponde a su imagen, no es el que
voluntad de Dios. La ley muestra el camino para la vida piensa únicamente en sí sino el que existe para Dios y para
eterna. Los doctores de la ley habían tratado de compen- el prójimo. Dios es el centro del hombre, pues lo ama
diar los mandamientos y prohibiciones tan numerosos, re- con toda su alma y con todas sus fuerzas. El amor a sí
duciéndolos a unas cuantas leyes. Un medio de lograrlo era y el amor al prójimo está absorbido por esta entrega total
la «regla áurea»: Lo que a ti no te agrada, no lo hagas a Dios. En el amor del prójimo se ha de expresar el amor a
a tu prójimo; esto es toda la ley, todo lo demás es ex- sí mismo y la entrega a Dios.
plicación (rabí Hilel, hacia el año 20 a.C). Otro doctor Todas las leyes dadas por Dios arrancan de este pre-
de la ley indicaba el precepto del amor al prójimo (Lev cepto del amor y desembocan en él como en su meta. El
19,18). El doctor de la ley que interrogó a Jesús resumía amor es el precepto más importante, el que todo lo abarca y
toda la ley en los mandamientos del amor de Dios (Dt todo lo anima. El amor es el sentido de la ley. Si se expone
6,5) y del amor del prójimo (Lev 19,18), al igual que la ley de tal manera que se viole el amor o no se le per-
Jesús (Me 12,28). Esta manera de compendiar la ley no mita desarrollarse, se comete un error. Toda ley, incluso
debía de ser conocida para el judaismo del tiempo de las establecidas en la Iglesia, debe servir al amor. Para
Jesús". Jesús da la razón al doctor de la ley por hallar llegar a la vida no basta el conocimiento del mandamiento
compendiada la ley en estos dos mandamientos. Las ver- más importante y decisivo. Se requieren también las obras.
Haz esto y vivirás.
77. BlLLERBECK 1, p . 808.
78. En el Testamento de los doce patriarcas (escrito judío no exentu de 29
añadiduras cristianas), Testamento de Isacar 5,2, se dice: «Amad sólo al Pero él, queriendo justificarse, preguntó a Jesús:
Señor y a vuestro prójimo.» ¿Y quién es mi prójimo?

306 307
Los fariseos cuidaban mucho de su prestigio. Se jus- Jericó (350 m bajo el nivel del mar) está mil metros
tificaban. «El fariseo, erguido, oraba así en su interior: más bajo que Jerusalén (740 metros sobre el nivel del
¡Oh Dios! Gracias te doy, porque no soy como los de- mar). El camino solitario y rocoso (unos 27 kilómetros)
más hombres...» (18,11). Jesús les echa en cara que se va por una región en que abundan los barrancos. Asaltos
justifican delante de los hombres (16,15). ¿Merecía repro- de ladrones se refieren desde la antigüedad hasta la edad
che el doctor de la ley cuando preguntaba, aunque sabía moderna. Un hombre bajaba a Jericó. No se menciona su
lo que hay que hacer para alcanzar la vida eterna? ¿No nacionalidad ni su religión. Era un hombre. Esto basta
había todavía bastantes preguntas que reclamaban solución, para el amor. Es posible que los ladrones fueran guerri-
aunque eran claros los mandamientos más importantes? lleros celotas fanáticos que se ocultaban en las grutas y
El doctor de la ley hace una pregunta que no había ha- escondrijos de aquella región y vivían de la rapiña, pero
llado todavía una solución clara y decisiva. ¿Quién es mi que no quitaban a sus compatriotas más que lo que nece-
prójimo? ¿Dónde están los límites del precepto del amor? sitaban para vivir y, sobre todo, no atentaban contra la
La ley extiende el amor a los compatriotas y a los extran- vida si ellos mismos no se veían atacados. Aquí aparece
jeros que viven en Israel (Lev 19,34). En el judaismo la víctima de los ladrones en un estado lastimoso: des-
tardío se restringió el amor de los extranjeros a los ver- pojado de todo, molido a golpes, medio muerto. El hom-
daderos prosélitos (gentiles que habían aceptado la fe en bre debió sin duda defenderse cuando se vio asaltado por
un solo Dios, se circuncidaban y observaban la ley). Los los ladrones.
fariseos excluían también del amor al pueblo ignorante
de la ley. Se negaba el amor a los contrarios al partido. 31
Casualmente, bajaba un sacerdote por aquel camino,
La ley de Dios deja por tanto cuestiones pendientes. Sólo
y, al verlo, cruzó al otro lado y pasó de largo. n Igual-
el espíritu de Dios puede resolverlas en la debida forma.
mente, un levita que iba por el mismo sitio, al verlo,
cruzó al otro lado y pasó de largo. 33 Pero un samaritano
30
Jesús continuó diciendo: Un hombre bajaba de Je- que iba de camino, llegó hasta él, y, al verlo, se compa-
rusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, que, además deció; 34 se acercó a él, le vendó las heridas, ungiéndolas
de haberlo despojado de todo y molido a golpes, se fueron, con aceite y vino, lo montó en su propia cabalgadura, lo
dejándolo medio muerto. llevó a la posada y se ocupó de cuidarlo. 35 Al día siguien-
te, sacó dos denarios y se los dio al posadero, diciéndole:
Jesús cuenta un relato. El Evangelio de Lucas narra Ten cuidado de él; y lo que gastes de más, yo te lo pagaré
cuatro más de este estilo. Las parábolas comparan el cuando vuelva.
obrar divino con el humano. La acción de Dios se hace
comprensible a partir de lo que hace el hombre. En cam- Jericó era una ciudad sacerdotal. Sacerdotes y levitas
bio, en estos relatos se presenta el hombre a los hombres (servidores del templo, cantores) habían desempeñado su
para que examinen su comportamiento tomando como nor- ministerio en el templo y volvían a casa. Con gran efecto
ma al hombre mostrado por Jesús. se repite: Al verlo cruzó al otro lado y pasó de largo.

308 309
Por qué pasaron de largo sacerdotes y levitas no se dice Jesús le pregunta: ¿Cuál de estos tres te parece que vino
en la narración. Quizá porque les pareció que el hombre a ser prójimo del que había caído en manos de los la-
tan malherido estaba muerto y no quisieron tocarlo, pues drones? En la pregunta del doctor de la ley ocupa el cen-
el contacto con un cadáver causaba impureza legal (Lev tro el que pregunta; en la pregunta de Jesús, el necesitado
21,1). ¿Quizá porque temían caer también en manos de de socorro. Según el precepto de la ley, tal como lo inter-
los ladrones? ¿O porque no querían detenerse? En todo preta Jesús, es prójimo todo el que tiene necesidad de
caso les movía más su propio interés que la compasión por ayuda. Nada tienen que ver aquí la nación, la religión, el
el miserable, si es que la sentían. En su calidad de sacer- partido. Todo hombre es prójimo. Donde la necesidad
dotes y levitas servían a Dios, eran personas que encarna- llama a la misericordia, también llama a la acción el pre-
ban el precepto del amor a Dios. Pero ¿el amor al próji- cepto del amor del prójimo.
mo? Se establecía separación entre culto y misericordia. Jesús no dio una respuesta abstracta, teorética. No
Los samaritanos son enemigos del pueblo judío. No dijo: El prójimo es cualquier persona que se halla en es-
hay contacto entre unos y otros. Se odia por las dos par- trechez y necesita ayuda. Da más bien una indicación
tes. Una vez más vuelve a decirse: Al verlo. Pero inme- práctica. La pregunta de Jesús se refiere a la acción, y la
diatamente viene la mutación: Se compadeció. Esta com- acción se rige conforme a las circunstancias. Al responder
pasión no es estéril. El samaritano obra como se debe el doctor de la ley no pudo menos de confesar: El que
obrar en esta situación. Cuidadosamente se describen los practicó la misericordia con él. Jesús invita a obrar: Haz
seis actos de amor que se practican con la mayor sencillez tú lo mismo. El amor al prójimo es amor de obrar. «Hi-
y naturalidad, no sólo en el momento presente, sino hasta jitos, no amemos de palabra ni con la lengua, sino de
la curación del herido. Los dos denarios dados al posa- obra y de verdad» (Un 3,18). «Si un hermano o hermana
dero era lo que se pagaba a los jornaleros por dos días se encuentran desnudos y carecen del alimento diario, y
de trabajo. No es mucho. En efecto, en Italia, hacia el alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y har-
año 140 a.C. se pagaba 1,32 denarios al día por la pen- taos, pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de
sión completa. Lo que hace el samaritano no es precisa- qué servirá esto?» (Sant 2,15ss).
mente un acto heroico, pero sí todo lo que era necesario Los dos ministros del culto divino solemne sirvieron
para salvar al desgraciado. ciertamente a Dios, pero no al prójimo que se hallaba en
la necesidad. El samaritano los aventaja en el cumpli-
36
¿Cuál de estos tres te parece que vino a ser prójimo miento de la ley... Jesús echa mano de la doctrina profé-
del que había caído en manos de los ladrones? 37 El doctor tica: «Misericordia quiero, y no sacrificio» (Os 6,6).
de la ley respondió: El que practicó la misericordia con La mejor preparación para el cumplimiento del pre-
él. Díjole Jesús: Pues anda, y haz tú lo mismo. cepto del amor al prójimo es un corazón accesible a la mi-
seria, el sentir misericordia o, como lo expresa la sencilla
La pregunta de Jesús suena como algo inesperado. El psicología de la Biblia: el «conmoverse las entrañas» a la
doctor de la ley había preguntado: ¿Quién es mi prójimo? vista de la miseria humana. Cuando un hombre se siente

310 311
mal al ver la miseria, está preparado para el amor. «Bien- por nombre Lidia, traficante en púrpura, de la ciudad de
aventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán Tiatira, que adoraba a Dios, y a la cual el Señor abrió el
misericordia» (Mt 5,7). corazón para atender a lo que Pablo decía. Una vez que
El mayor impedimento es el corazón endurecido. La se hubo bautizado ella y los de su familia, nos rogó di-
misericordia debe convertirse en amor de obras, tal como ciendo: Si me habéis juzgado fiel al Señor, entrad y que-
lo exige el momento. El precepto del amor no puede des- daos en mi casa. Y nos forzó a ello» (Act 16,14s).
menuzarse en artículos. Lo que la realidad muestra, exige
39
y hace posible, eso debe hacerse. Así obró el samaritano Tenía ella una hermana llamada María, la cual senta-
en su situación. Así se pone en práctica la entrega a la da a los pies del Señor, escuchaba su palabra. 40 Marta,
voluntad de Dios. En efecto, el que ama prácticamente y entre tanto, andaba muy atareada con los muchos queha-
sabe responder a todo llamamiento de la miseria humana, ceres del servicio; por fin, se presentó y dijo: Señor, ¿es
ése es obediente a Dios. que no te importa que mi hermana me deje sola para ser-
vir? Dile, pues, que venga a ayudarme.

b) Escuchar la palabra (10,38-42). María, hermana de Marta, se sentó a los pies de Jesús.
Estaba sentada, como Pablo a los pies de Gamaliel, su
38
Siguiendo ellos su camino, entró Jesús en cierta al- maestro (Act 22,3). Jesús es maestro, María su discípula.
dea; y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Los doctores judíos de la ley no explican la ley a las
mujeres. El Maestro, en cambio, que es también Señor,
El comienzo de esta narración tiene semejanza con anuncia su doctrina también a la mujer (8,2). Lucas pre-
la primera del relato del viaje. Se pone de relieve el ca- senta el hecho con palabras que procedían de la comu-
minar de Jesús. Aquí halla Jesús lo que no había hallado nidad primitiva: Jesús es el Señor, María escucha la pa-
en la aldea de Samaría: alojamiento. No se nos dice dónde labra. La Iglesia es la comunidad de los que no cesan de
se hallaba esta aldea ni cómo se llamaba. Según la tradi- oir la palabra del Señor (8,21). Jesús se ve honrado en
ción de san Juan se trataba de Betania (Jn 11,1), que su visita de dos maneras. María está sentada, sin hacer
estaba situada cerca de Jerusalén. Esto no podía decirlo nada, a los pies del Señor y escucha sin pestañear su pa-
Lucas, aunque lo supiera. En efecto, Jerusalén es la meta labra. Marta andaba muy atareada, preocupada por el
de la expedición, que sólo se podía alcanzar cuando hu- servicio de la mesa. Jesús es honrado con las obras de
biera llegado la hora de su muerte y de su ascensión un amor que presta servicios y con el hecho de escuchar
al cielo. su palabra, como lo dijeron los padres de la Iglesia: con
Una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Jesús la vida activa y con la vida contemplativa. Marta sirve a
se hospedó en la casa a fin de que fuera oída su palabra. Jesús atareada con muchos quehaceres, María sirve sin
Como Marta, también otras mujeres acogieron y alojaron atarearse con muchos quehaceres, como dice san Pablo
a los mensajeros del Evangelio: «Escuchaba una de ellas, cuando recomienda la virginidad: «Y esto lo digo miran-

312 313
do a vuestro provecho, no para tenderos un lazo, sino buena parte. Jesús presenta la audición de la palabra como
para una digna y solícita dedicación al Señor» (lCor 7,35). lo único necesario. No dice que Marta habría debido pre-
Marta no comprende que María esté escuchando sin parar un solo plato (o pocos) a fin de poder oir la pala-
hacer nada, pues hay que preparar la mesa para los hués- bra de Dios; más bien no habría debido preparar nada,
pedes. El servicio de la mesa le importa más que el ser- pues sólo una cosa es necesaria: oir la palabra que anun-
vicio de la palabra, que consiste ante todo y sobre todo cia Jesús. El primer puesto corresponde a lo divino. «Ama-
en escuchar. No comprende que Jesús quiere ser primera- rás a tu Dios con todo tu corazón, con todas tus fuer-
mente el que da, no el que recibe; no comprende que ha zas...» También la lucha de Jesús contra el amor a la
sido enviado para anunciar la salvación y que la mejor riqueza proviene de su preocupación, de su temor de que
manera de servirle consiste en oir y cumplir su palabra Dios no sea el único pensamiento que domine la vida del
de salvación. Habla a Jesús con un ligero acento de repro- hombre. Para mostrar a los hombres que sólo una cosa
che y quiere que María deje de escuchar la palabra para es necesaria envió a sus mensajeros sin bolsa, sin alforja
dedicarse al servicio de la mesa. Da demasiada impor- y sin calzado. Él mismo sólo tiene un manjar: hacer la
tancia a su servicio y rebaja el hecho de escuchar la pala- voluntad del que le envió (cf. Jn 4,31 34).
bra de Jesús, antepone las obras al hecho de oir la Oir la palabra es la buena parte. La palabra toma y
palabra. da la salvación, la vida eterna. La buena parte, como tal,
no se ha de quitar. La salvación dura siempre. En las
41
Pero el Señor le contestó: Marta, Marta, por muchas palabras de Jesús a María laten sin duda las palabras del
cosas te ajanas y te agitas; sin embargo, una sola cosa es salmo: «La porción de mi herencia y de mi copa eres tú,
necesaria. María ha escogido la buena parte, que no se le Yahveh; tú eres el que cuida de mis suertes. En delicias
ha de quitar. me cayeron las medidas y mi herencia me place» (Sal
15,5s). Jesús llama bienaventurados a los que oyen la pa-
La repetición del nombre: Marta, Marta, proviene de labra de Dios y la guardan (11,28).
simpatía, de solicitud y de amor. Jesús no deja de apreciar Aunque no se puede negar que son también grandes el
lo que hace, pero en las palabras con que designa su ac- servicio de la mesa y todas las obras de caridad, puesto
tividad muestra también cómo la enjuicia. Su acción es que, según la palabra de Cristo, son servicios prestados
solicitud inquieta e inquietud solícita, dejando de lado lo a él mismo (Mt 25,40), sin embargo, no por eso hay que
principal. «Buscad su reino (el de Dios), y estas cosas se rebajar y descuidar el hecho de escuchar la palabra. Con-
os darán por añadidura» (12,31). La palabra de Dios no forme a esta palabra dejaron los apóstoles de servir a los
puede llevar fruto si el que oye es retenido por una in- pobres a la mesa a fin de quedar libres para la proclama-
quieta solicitud (8,14). ción de la palabra y confiaron a los diáconos el servicio
Una sola cosa es necesaria 70; María ha escogido la
cosa es necesaria = con IH>CO nos basta; tú te fatigas demasiado; 3) el pasaje
79. La tradición ha corregido mucho de] versículo 42: 1) (Sólo) poco es se suprime por completo; 4) la traducción que presentamos en el texto parece
necesario = no te preocupes por preparar muchos platos; 2) poco o sólo una responder al texto original; cf. Mt 6,33.

314 315
de los pobres (Act 6,ls). El relato de la acción del buen los discípulos de Jesús quieren poseer una oración que
samaritano tiene su necesario complemento en el relato fluya de la proclamación del reino de Dios y esté marcada
de la visita a Marta y a María. por el hecho salvífico, cuyos testigos han venido a ser
ellos. La palabra de Jesús abría nuevas perspectivas, crea-
ba nuevas esperanzas, anunciaba una nueva ley. ¿No de-
4. LA NUEVA ORACIÓN (11,1-13). berá también transformar la oración? La oración es la ex-
presión de la fe y de la esperanza, de la vida religiosa.
Hasta 13,22 no se vuelve ya a hablar del viaje. En el relato
del viaje están intercaladas enseñanzas de Jesús. Jesús trae el 2
Él les dijo: Cuando vayáis a orar, decid: Padre, san-
nuevo mensaje del Padre y del Espíritu Santo, y con ello una
nueva oración (11,1-13); se anuncia a sí mismo como nuevo por- tificado sea tu nombre; venga tu reino.
tador de salud, que es ciertamente otro y enseña de manera
distinta de lo que habían imaginado los dirigentes en Israel (11, La oración* 1 comienza con la invocación: Padre,
14-54); el seguimiento de este Mesías cobra nueva y propia forma, abba. Así habló Jesús en la oración a Dios (Me 14,36),
de la que se habla en un conjunto de palabras y sentencias de así podían también hablar a Dios sus discípulos (Gal
Jesús (12,1-53). El nuevo tiempo que aporta Jesús exige a todos
la conversión (12,54-13,21).
4,6; Rom 8,15). Jesús introduce a sus discípulos en su
relación con Dios. La invocación abba, padre querido,
empalma quizá con oraciones de los niños judíos. Un ju-
a) La oración de los discípulos (11,1-4). dío no osaba nunca decir la palabra abba hablando con
Dios; caso que llamara a Dios Padre se servía de la pala-
1
Un día estaba él orando en cierto lugar. Cuando ter- bra ab o abi (padre mío), que no pertenecía al arameo
minó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a corriente, sino que estaba tomada del lenguaje solemne
orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. de la oración en la liturgia. La palabra abba ilustra la

Por lo regular ora Jesús en la soledad 80 , en un monte 81. La oración que enseña Jesús a sus discípulos se nos ha transmitido
en dos formas, en la forma de Mt 6,9-13, y en la de Le 11,2-4. Cada uno
(6,12; 9,28.29), separado de sus discípulos (9,18). No se de los evangelistas la reproduce según la fórmula que en su tiempo se usaba
nos dice cuándo y dónde oró Jesús en el caso presente; en una u .otra de las comunidades cristianas que ellos conocían. Ambas formas
son copia fiel, aunque no literal, de la oración de Jesús. La forma de Mt es
la mirada no debe distraerse de lo esencial: la doctrina más solemne, formalmente más acompasada, más litúrgica; la de Le es más
sobre la oración. breve y personal. Es de suponer que ésta se aproxima más a la forma origi-
naria, pues se propendería más bien a alargar que a acortar el texto vene-
Juan Bautista había enseñado a orar a sus discípulos. rando. Una explicación circunstanciada del padrenuestro se halla, entre otros,
La oración había de corresponder a la novedad de su en H. SCHÜRMANN, Das Gebet des Herrn, Leipzig, *1961; Friburgo de Bris-
govia 2 1962; H. VAN BUSSCHE, Das Vaterunser, Maguncia 1963; J. ALONSO.
predicación, había de ser un distintivo que uniera a sus Explicación exeyética de las peticiones del padrenuestro, «Sal Terrae» 41
discípulos entre sí y los separara de los demás. También (1953) 326-333; 395-402; 659-664); El problema literario del padrenuestro,
«Estudios bíblicos» 18 (1959) 63-75; J. STAUDINGER, El sermón de la mon-
taña:, Herder, Barcelona 1962, p. 140-170; J. SCHMIDT, £/ Evangelio según
80. Me 1,35; Le 5,16; Mt 14,23; Me 16,46. san Mateo, Herder, Barcelona 1967, p. 178-198.

316 317
singularísima relación de Jesús con Dios. El tiempo de ha llegado ya (4,19). Los discípulos son llamados dichosos
la salvación aporta también esto: «Yo me preguntaba: porque están viendo lo que con tanta ansia habían aguar-
¿Cómo voy a contarte entre mis hijos y a darte una tierra dado los profetas y los reyes (10,23s). Sin embargo, Jesús
escogida, una magnífica heredad, preciosa entre las pre- enseña a orar y a pedir que venga el reino, el señorío de
ciosas de todas las gentes? Pensaba yo que me llamarías Dios. Lo que ha traído Jesús es tiempo de salvación pero
«Padre mío» y no volverías a apartarte de mí» (Jer 3,19). a su vez no es sino comienzo de lo que ha de venir. Lo que
«Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán es el reino se puede ver por lo que Jesús trajo con su
llamados hijos de Dios» (Mt 5,9). vida; la vida de Jesús es, en efecto, la manifestación de
Santificado sea tu nombre. Estas palabras no son de- la salud en un determinado lugar en el transcurso de la
seo, sino ruego. Se invoca a Dios rogándole que santifique historia de la salvación. La magnificencia de lo que ya
su nombre. Mediante la fórmula impersonal se atrae la se ha descubierto hace que sea tanto más ardiente el ruego
atención más al obrar de Dios que a la persona del orante. de que venga el reino de Dios. El reino vendrá cuando
El ruego es expresión de un anhelo ilimitado de la santifi- venga Jesús mismo. El ruego de que venga el reino se
cación definitiva del nombre divino. El nombre es Dios, identifica con el ruego de que venga Jesús. «Ven, Señor
en cuanto él mismo se revela, Dios en su obrar salvífico, nuestro», Maraña tha (ICor 16,22).
Dios para nosotros. Dios se santifica cuando mediante
la revelación de su poder se manifiesta como el completa- 3
Danos cada día nuestro pan cotidiano; 4 y perdóna-
mente otro. «Yo santificaré mi nombre grande, profanado nos nuestros pecados, pues también nosotros perdonamos
entre las gentes, profanado por vosotros en medio de a todo el que nos debe; y no nos lleves a la tentación.
ellas, y sabrán las gentes que yo soy Yahveh, dice el
Señor, Yahveh, cuando yo me santificare a sus ojos por Los discípulos viven en el período intermedio entre
causa de vosotros» (Ez 36,23). Dios se santifica cuando el tiempo de salvación, inaugurado por Jesús, y su segunda
mediante la revelación de su misericordia se manifiesta venida. En este tiempo intermedio están todavía oprimi-
como Padre, cuando se revela a los pequeños y los con- dos por la angustia de la existencia, por la culpa y por
vierte en niños pequeños, cuando alborea el reino de Dios. la tentación. Cuando se inicie plenamente el tiempo de
Venga tu reino. La petición de que sea santificado el salvación con la venida de Jesús, pasará toda angustia y
nombre es preparación para esta otra petición. La petición toda aflicción. Así también estas peticiones de la segunda
de que venga el reino es la verdadera petición del padre- parte del padrenuestro son, en definitiva, peticiones de que
nuestro, así como la doctrina del reino de Dios ocupa el venga el reino de Dios.
centro de la predicación de Jesús. El reino de Dios es Danos cada día nuestro pan cotidiano. El pan significa
el señorío de Dios. Cuando Dios se posesione de su reino, todo lo necesario para la vida en la tierra. Pedimos el pan,
cuando imponga su señorío, quedará vencido Satán y porque es un don de Dios. «En gracia, amor y miseri-
habrá comenzado el tiempo de salvación. Esta revelación ha cordia da él (Dios) pan a toda carne, porque su gracia
aparecido ya en Jesús. El «año de gracia del Señor» permanece eternamente... él da de comer y provee a to-

318 319
dos, y otorga bienes a todos, y prepara manjares para que reparar, restituir. Esto lo hace perdonando a los que
todas sus criaturas. Seas alabado, Señor, que nos alimen- se han hecho culpables contra él.
tas» (oración judía para antes de las comidas). El dis- No nos lleves a la tentación. En la explicación de la
cípulo pide nuestro pan, el pan que tanto necesita el hom- parábola del sembrador habla Lucas de algunos que du-
bre, él y la comunidad; no ora en la estrechez del yo, rante algún tiempo creen, pero luego decaen en el tiempo
sino en la amplitud de los hijos del Padre. El pan coti- de la tentación, cuando irrumpen tribulaciones y persecu-
diano es el pan necesario para cada día. El discípulo ciones por la palabra de Dios (8,13). La tentación es ame-
sólo pide lo necesario. «No me des pobreza ni riqueza, naza para la fe, peligro de apostasía. La petición brota del
dame aquello de que he menester» (Prov 30,8). Cada día: conocimiento de la propia debilidad y de la prepotencia
El discípulo ha de confesar cada día ante el Padre su ne- del mal. Las tres peticiones de liberación de la miseria
cesidad y pedirle cada día su pan cotidiano. Debe orar humana son también confesión de esta miseria. El hom-
incesantemente (18,1). bre que confiesa su miseria ante Dios, tiene la promesa
Perdónanos nuestros pecados. El discípulo sabe que es de que le alcanzará el reino de Dios. Bienaventurados los
pecador. Aun cuando lo haya hecho todo, no es todavía pobres, los hambrientos, los que lloran... El padrenuestro
más que un siervo inútil (17,10). Tiene que confesar: Ten- es la oración de aquellos en quienes ha alboreado y albo-
ga Dios misericordia de mí (18,13). El pecado es en la rea el reino de Dios.
Biblia desobediencia contra Dios: «Contra ti solo he pe- La entera existencia humana se presenta a Dios como
cado» (Sal 51,6). Por eso también sólo por Dios puede ser una existencia angustiosa. El presente: danos cada día;
perdonado. Dado que el tiempo de salvación proclamado el pasado: perdónanos; el futuro: no nos lleves a la ten-
por Jesús, es tiempo de perdón y de misericordia, por eso tación. El reino de Dios produce una gran mutación, y
podemos pronunciar con confianza esta petición. Precisa- ésta tiene su garantía en Dios, que se santifica y muestra
mente en el Evangelio de Lucas, el gozo de Dios en su poder, que, como abba, es Dios para nosotros.
perdonar es rasgo incomparable y sumamente caracterís-
tico de la proclamación del reino de Dios por Jesús.
Jesús proclamó: Perdonad y seréis perdonados (6,37). b) El amigo importuno (11,5-8).
Quien perdona a su hermano puede esperar que también
Dios le perdone a él. La voluntad de perdonar al hermano 5
Y les añadió: Supongamos que uno de vosotros tie-
es condición de la misericordia de Dios en el juicio. Los ne un amigo y acude a él a medianoche para decirle:
discípulos son tales si están penetrados de la misericor- Amigo, préstame tres panes, aporque un amigo mío ha
dia del Padre. «Sed misericordiosos como vuestro Padre llegado de viaje a mi casa, y no tengo qué ofrecerle;
es misericordioso» (6,36). Por eso, cuando el discípulo 7
y que el otro desde dentro le responde: No me molestes;
pide perdón de sus pecados, añade: pues también nosotros la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos en la
perdonamos a todo el que nos debe. El que peca contra cama; no puedo levantarme para dártelos. 8 Os digo que,
otro se carga con una deuda que tiene que saldar. Tiene aunque no se levante a dárselos por ser amigo suyo, se

320 321
NT, Le I, 21
levantará al menos por su importunidad y le dará cuantos Dios es bondadoso: no hay hombre que se le pueda com-
necesita. parar. Da no sólo lo que se le pide, sino todo lo que uno
necesite. De esta manera procedió también Jesús con la
En Palestina se viaja con frecuencia de noche, porque mujer cananea (Mt 15,21ss) y con el ciego de Jericó
durante la noche hace fresco. Cada día, antes de la salida (18,33ss).
del sol, la mujer cuece el pan (en forma de delgadas tortas)
para el consumo del día; por eso no hay allí panaderías.
Tres panes son la comida para una persona. En las pe- c) Certeza de ser escuchados (11,9-13).
queñas aldeas se sabe quién tiene paa de repuesto. Aten-
der al huésped es un deber sagrado. El hombre al que se 9
Pues bien, yo os digo: Pedid y os darán; buscad y
pide el favor se disgusta. Se le llama «amigo», pero él no encontraréis; llamad y os abrirán. w Porque todo el que
responde en los mismos términos. La casa sólo tiene una pide, recibe, y el que busca, encuentra, y ai que llama,
habitación. La puerta está atrancada con una gran viga. le abren.
De lecho sirve una estera que se extiende por la no-
che. Los niños duermen con los padres. Abrir por la noche Jesús asegura que Dios escucha la oración. Al pedir
es muy fatigoso y ruidoso: todos tienen que levantarse. responde el recibir, al buscar el encontrar, al llamar el
No sin razón se habla varias veces de levantarse. El de- abrir. Dios no se muestra sordo al hombre, no se le es-
cir «no puedo» significa: no tengo gana. conde. Dios ama a los hombres.
Al fin no tendrá más remedio que .levantarse y dar lo El que ora pide, busca y llama. El hombre recurre a
que le pide el amigo. Jesús da la razón de ello: Si ya no Dios como pobre, como extraviado, como sin hogar. El
por la amistad, al menos por la molestia y la importuni- que se sabe y se siente pobre, extraviado, sin hogar, halla
dad. No por amor al vecino, sino por amor al descanso el camino de la oración y de Dios. El bien que, según la
nocturno. Así somos los hombres. Y Dios ¿cómo es? Si predicación de Jesús, puede saciar todas las ansias del
el discípulo reflexiona sobre su propio comportamiento, hombre, que ocupa el centro de todas las promesas, es el
se le ocurrirá cómo se comportará Dios con él. Como el reino de Dios. La primera condición para entrar en el reino
amigo, después de todo, acaba por atender al amigo que de Dios es la confesión de la propia pobreza. En la oración
le pide con insistencia e importunidad, así Dios también se abre el reino de Dios.
escucha al que le pide sin cejar, importunamente. Un doc- En este pasaje no se dice qué es lo que se pide, qué
tor de la ley dice: «El importuno vence al Maligno, es lo que se busca, por qué y dónde se llama. Lo impor-
¡cuánto más al Dios todo bondad!» 82 . Se ha prometido tante es la actitud de pedir, de buscar, de llamar. Todo el
que será escuchada la oración perseverante y confiada, que adopta esta actitud halla lo que pide, lo que busca y
que no cede aunque no sea, escuchada inmediatamente. lo que desea cuando llama. La oración pone al hombre en
la actitud de conversión, lo hace consciente de la propia
82. BlLLEXBECK I, p. 456. insuficiencia, le hace poner su esperanza en Dios. La ora-

322 323
ción convierte al hombre en un hombre que, por razón de Espíritu Santo. El don que se da a los discípulos que viven
su consciente pequenez, espera ser agraciado con lo mayor. en el período intermedio entre el tiempo de salvación de
Jesús y su venida al fin de los tiempos, es el Espíritu
11
Pues ¿hay entre vosotros algún padre, que, si su Santo. Éste es el don salvífico en el tiempo de la Iglesia.
hijo le pide un pescado, en lugar de un pescado le dé una Para poder alcanzarlo se necesita la oración.
serpiente? n O, si pide un huevo, ¿le dará un escorpión? Hay estrecha conexión entre oración, Padre (abba) y
13
Y si vosotros, que sois malos, sabéis dar a vuestros Espíritu Santo. Lo nuevo que enseña Jesús sobre la ora-
hijos cosas buenas, ¿con cuánta más razón el Padre que ción está relacionado con su proclamación del reino de
está en el cielo dará Espíritu Santo a los que le piden? Dios. Es Padre de todos los hombres, lo es para todo el
que ora. Pero esto nuevo está relacionado también con
Es inconcebible que un padre no responda con cosas el carácter del tiempo de salvación; éste es un tiempo que
buenas a los ruegos de su hijo. Tanto más habrá que decir lleva la impronta del Espíritu Santo. El portador de la
esto de Dios. Los hombres son malos, Dios es bueno. Si salvación está ungido con el Espíritu Santo, su potente
un padre de la tierra es bueno con su hijo que le pide, obra es causada por el Espíritu; su don, que contiene to-
¡cuánto más habrá de serlo Dios! dos los demás dones, es el Espíritu Santo. La oración está
Al fin y al cabo, el padre no se burla de su hijo nece- sostenida por el Espíritu Santo, y como oración así in-
sitado, no le hace un mal juego, no comete con él un aten- fluida por el Espíritu, está marcada por la confianza en
tado criminal. Dar una piedra en lugar de pan es una el Padre. «El Espíritu viene en ayuda de nuestra debili-
burla, dar una serpiente en lugar de un pescado es un dad. Porque no sabemos cómo pedir para orar como es
mal juego, dar un escorpión en lugar de un huevo es debido; sin embargo, el Espíritu mismo intercede con
un atentado criminal. Un padre no abusa del desvalimiento gemidos intraducibies en palabras» (Rom 8,26).
de su hijo pequeño, que no sabe distinguir todavía (a la
vista) entre una piedra y un pan, entre un pescado pare-
cido a una serpiente (por ejemplo, una anguila) y una ser- 5. E L MESÍAS Y SUS ADVERSARIOS (11,14-54).
piente, entre un escorpión apelotonado y un huevo. Pre-
cisamente porque el niño es pequeño e indefenso, le pro- a) El más fuerte (11,14-28).
diga el padre todo cuidado y cariño.
El buen don que da el Padre al que le pide, es el 14
Estaba él expulsando a un demonio que era mudo;
Espíritu Santo. Este don lo envía el Padre desde el cielo. y apenas salió el demonio, comenzó a hablar el mudo, de
El Espíritu Santo es el presente celestial. Por el actúa suerte que las gentes se admiraron. 15 Pero de entre ellas
Jesús. Convierte a los discípulos en lo que deben ser. Toma algunos dijeron: Es por arte de Beelzebul, príncipe de
su pensar y su obrar bajo su dirección. Por él cumplen los demonios, por quien éste arroja los demonios. ^Ha-
ellos la voluntad de Dios. Según Mateo, da Dios cosas bue- bía también otros que, pata tentarlo, reclamaban de él
nas (Mt 7,11), los bienes de salvación; según Lucas el una señal venida del cielo.

324 325
Nos hallamos ante el hecho escueto de la curación de Jesús posee el don de escudriñar los corazones, y así
un poseso. El demonio ha salido del poseso, y éste, que conoce los pensamientos de sus críticos. Como se ve, Lu-
era mudo, comienza a hablar. Jesús ha expulsado al de- cas no pone el menor empeño en conciliar las diferentes
monio. A éste se le llama mudo porque se creía que la tradiciones que él combina en el texto: los críticos expre-
enfermedad del poseso respondía a la naturaleza del de- san sus opiniones; Jesús conoce sus pensamientos. Lucas
monio que la había causado. La curación por Jesús des- utiliza los fragmentos de tradición para formular enseñan-
pierta la admiración de las gentes. ¿Cómo es esto posible?, zas importantes, no para presentarnos cuadros bien ajus-
se preguntan. ¿Quién es Jesús, que tiene poder para arro- tados.
jar a los demonios? Se refutan las críticas formuladas contra las expulsio-
La curación es un hecho incontrovertible. ¿Cómo se ha nes de demonios, que constituyen el punto central de todos
de explicar? La admiración y extrañeza del pueblo abre los relatos de curaciones. Como los demás milagros de
un camino para la fe: Jesús obra con el poder de Dios, es Jesús, no son magia, no son artilugios practicados con la
el Mesías. En Lucas no se formula esto, pero antes de que ayuda del demonio. La primera razón de esta verdad la
asomen tales aserciones surge ya la crítica. Jesús no obra toma Jesús de una reflexión sobria y serena. Los demo-
por el poder de Dios, sino por el poder del príncipe de nios constituyen un reino, la contrapartida del reino de
los demonios, al que se daba el nombre de Beelzebul. Dios. No es de creer que el príncipe de los demonios com-
Precisaba alejar al pueblo de Jesús. Contra la fe en el bata contra su propio reino... Esto sería una guerra civil,
Mesías, que se está fraguando, se formula esta objeción: y las guerras civiles aniquilan los reinos, acaban con las
Jesús no produce la señal esperada, que lo habría de acre- gentes y destruyen las ciudades.
ditar como Mesías, la señal del cielo, como detener el sol Jesús toma otra razón de la práctica del exorcismo ju-
o la luna, o una señal de los astros. Las expulsiones de daico. Vuestros hijos, hombres del pueblo, expulsan de-
demonios y las curaciones milagrosas no se valoraban como monios. Esto lo intentaban con oraciones, palabras y fór-
tales señales. A Jesús se le mide con patrones humanos mulas de conjuro que se hacían remontar a Salomón.
preconcebidos, se prescribe a Dios lo que tiene que hacer, Hay, pues, otros medios de expulsar los demonios sin re-
cómo ha de convencer a los hombres. currir a la ayuda de Beelzebul. Jesús defiende su propia
revelación con consideraciones tomadas de la experiencia
17
Pero él penetró sus pensamientos y les dijo: Todo humana y religiosa.
reino dividido en bandos queda devastado, y una casa se También nosotros tenemos el deber de recurrir a to-
derrumba sobre otra. K Si, pues, Satán está dividido con- das las consideraciones que nos suministra la experiencia
tra sí mismo, ¿cómo subsistirá su reino? Porque estáis di- humana, la ciencia y la vida religiosa, para tratar de re-
ciendo que yo arrojo los demonios por arte de Beelze- futar las críticas contra los hechos de la revelación. La
bul. 19 Pero si yo arrojo los demonios por arte de Beelzebul, revelación no está en contradicción con la razón ni con
¿por arte de quién los arrojan vuestros hijos? Por eso las leyes de la vida humana y del mundo.
ellos mismos serán vuestros jueces.

326 327
20
Pero si yo expulso los demonios por el dedo de Dios, ros y el botín que se reparte. Esto tiene también lugar en
es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. las expulsiones de demonios. Satán dominaba en paz;
ejercía su señorío sobre los hombres y nadie podía su-
Jesús expulsa los demonios con la virtud de Dios. El plantarlo. Ahora ha cambiado todo. Las expulsiones de
dedo de Dios es símbolo de la fuerza de Dios. Cuando demonios muestran que Satán tiene que entregar su botín,
Moisés provocó las plagas de Egipto, decían los adivinos los hombres a quienes dominaba. Está por tanto vencido.
de los egipcios: «El dedo de Dios está aquí» (Éx 8,15). Jesús podía decir en tono triunfal: «Yo estaba viendo a
A Dios le basta con mover su dedo para que surjan obras Satán caer del cielo como un rayo» (10,18). Según Lucas,
imponentes. El cielo es obra de los dedos de Dios (Sal esta victoria tuvo ya lugar en la lucha entablada en la
8,4). El triunfo sobre el señorío de Satán con el poder de tentación del desierto (4,13). Las palabras repartirá el
Dios que actúa en Jesús, muestra que ha llegado ya el botín traen a la memoria el oráculo de Isaías: «Mi siervo
reino de Dios. Éste está ya presente, aunque todavía no libra a muchos de la culpa y carga con nuestras iniquida-
se ha desarrollado plenamente. Se ha inaugurado ya el des. Por eso yo le daré por parte suya muchedumbres, y
tiempo de la salvación, el reino de Dios ha reportado ya recibirá muchedumbres por botín; por haberse entregado
la victoria sobre el reino de Satán. De ello son señal las a la muerte y haber sido contado entre los pecadores»
expulsiones de demonios. (Is 53,1 ls). De todos modos, si se hubiese aludido expre-
samente a este pasaje, no se habría omitido la muerte
21 que arrebata aún mejor botín a Satán. El reino de Dios
Mientras un hombre fuerte y bien armado está guar-
dando su palacio, sus bienes están seguros. 22 Pero cuando se inició cuando Jesús comenzó su actividad, se profun-
venga contra él otro más fuerte y lo venza, le quitará las dizó cuando murió en la cruz y resucitó, se establecerá
armas en que confiaba y repartirá el botín. 23 Quien no plenamente cuando Jesús venga en su gloria. Pero en la
está conmigo, está contra mí; y quien conmigo no recoge, medida en que se va estableciendo el reino de Dios, se
desparrama. va derrumbando el poderío de Satán.
El combate mesiánico fuerza a cada cual a optar por
La acción del Mesías se concibe como una guerra. La Cristo o contra Cristo. No tolera neutralidad. La nece-
lucha se entabla entre Satán y el Mesías. Se toma de los sidad de tomar partido se expresa en un proverbio que
hechos bélicos una imagen. Hay un palacio, una fortale- procede de la guerra civil romana* 3 . El que no toma par-
za guardada por un hombre fuerte. Éste está armado de tido por Jesús, es contrario suyo. A esto se añaden unas
pies a cabeza, con coraza, yelmo, escudo y lanza. Todo palabras tomadas de la vida pastoril. El pastor que no re-
está en seguridad. Viene uno más fuerte y ataca. El fuer- coge las ovejas, las desparrama. «Y así andaban desparra-
te queda vencido. Se le quitan las armas. Todo lo que se madas mis ovejas por falta de pastor, siendo presa de to-
encuentra, se toma como botín y se reparte. La segura das las fieras del campo» (Ez 34,5s).
posesión ha terminado. La idea fundamental de la pará-
bola está en el contraste entre los bienes, que están segu-
83. Cf. el comentario a 9,50.

328 329
24
Cuando el espíritu impuro sale del hombre, vuga ¿Qué es lo que salva de la recaída? ¿Qué es lo que
por los desiertos buscando reposo, y, al no encontrarlo, preserva del nuevo señorío de Satán? Bienaventurado el
dice: Me volveré a la casa de donde salí. 25 Y al llegar a seno que te llevó. La alabanza de la madre se dirige al
ella, la encuentra barrida y arreglada. 26 Entonces va, Hijo. La felicidad y el honor de una mujer está en los
toma consigo otros siete espíritus peores que él, entran en hijos que ha engendrado y criado. La mujer del pueblo
la casa y se instalan allí, y resulta que la situación final — no llevada de la crítica, como algunas otras — está su-
de aquel hombre es peor que la de antes. mamente impresionada por la grandeza de Jesús. Jesús
vence el poderío de Satán y trae la salvación. La gloria
El demonio expulsado se comporta como un hombre del hijo se extiende también a su madre.
que ha sido echado de su casa. Jesús no ofrece una psi- Sí, bienaventurada. A la madre de Jesús hay que lla-
cología de Satán, ni tampoco una exposición de las ideas marla bienaventurada. Pero esta alabanza pronunciada por
del pueblo sobre las maquinaciones de los demonios, si la mujer podría también interpretarse falsamente. La sola
se exceptúa la convicción de que el desierto es el lugar maternidad corporal no es la razón de la bienaventuranza.
donde habitan los demonios. El relato tiene carácter de Más bien hay que llamar bienaventurado al que escucha
parábola. El que ha escapado al señorío de Satán, no por la palabra de Dios y la guarda. Oir, guardar y seguir la
ello debe creerse inexpugnable y completamente seguro. palabra de Jesús, la palabra anunciada por él, eso es lo
El estado final de una persona que se ha convertido puede, que preserva de recaer bajo el dominio del demonio.
si no persevera como tal, ser peor que el estado anterior
María escuchó, creyó y guardó la palabra de Dios.
a la conversión. La antigua Iglesia tomó muy en serio
Hay que felicitarla porque es madre de Jesús, vencedor de
esta verdad. La carta a los Hebreos pone en guardia con-
los demonios y portador de salvación, pero todavía más
tra la apostasía en términos que podrían ser mal inter-
porque escuchó la palabra de Dios y la guardó.
pretados, pero que el autor se permite usarlos para mos-
trar la tremenda gravedad del caso: «Realmente, a los
que ya una vez fueron iluminados, gustaron el don celes-
b) La señal (11,29-36).
tial, fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, gustaron
la buena palabra de Dios y los portentos del siglo futuro,
Jesús rechaza las exigencias de signos, de señales (11,
pero vinieron después a extraviarse, es imposible reno-
29-30), llama a la conversión (11,31-32), expone la nece-
varlos otra vez llevándolos al arrepentimiento» (Heb 6,4-6).
sidad de ser iluminados por la fe (11,33-36). Jesús no se
da a conocer por señales del cielo; él mismo es el signo o
27
Mientras él estaba diciendo estas cosas, una mujer la señal que presupone iluminación interna para ser re-
levantó la voz en medio de la multitud y dijo: Bienaven- conocida.
turado el seno que te llevó y los pechos qué te criaron.
2S
Pero él contestó: Bienaventurados más bien los que es- 29
Crecía la muchedumbre cada vez más, y él se puso
cuchan la palabra de Dios y la guardan. a decir: Esta generación es una generación perversa; pide

330 331
una señal, pero no se le dará más señal que la de Jonás. ees señal o signo que conduzca a la fe y a la salvación,
30
Porque así como Jonás fue una señal para los habitan- sino signo que condenará la incredulidad. Con esta señal
tes de Nínive, así también lo será el Hijo del hombre para previno Jesús a sus adversarios en el juicio ante el sane-
esta generación. drín: «Pues sí, lo soy (el Mesías, el Hijo del Bendito); y
veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y
Jesús se pronuncia acerca de la exigencia de señales. viniendo entre las nubes del cielo» (Me 14,62). El Hijo
Ha crecido todavía la muchedumbre que se apiña en tor- del hombre es la señal que aparecerá en el cielo, a cuya
no a Jesús. La razón más profunda de la exigencia de se- aparición se golpearán el pecho todas las tribus de la tie-
ñales, el no contentarse con lo que Cristo ha hecho con rra (Mt 24,30).
poder y para asombro del pueblo, es la desobediencia a
31
la palabra de Dios, que anuncia Jesús. Lo primero que La reina del sur comparecerá en el juicio con los
hay que hacer es convertirse, reformarse interiormente. hombres de esta generación y los condenará, porque ella
Sólo el que escucha y acepta de buena gana la palabra de vino desde los confines de la tierra para oir la sabiduría
Jesús, está capacitado y pronto para captar las señales de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Los
que hace Dios por Jesús como señales de que se ha inau- habitantes de Nínive comparecerán en el juicio con esta
gurado ya el reino de Dios. Cuando Jesús explicó las generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron
curaciones ante los discípulos de Juan como signos del tiem- ante la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más
po de salvación, dijo, amonestando a los oyentes: «Bien- que Jonás.
aventurado aquel que en mí no encuentre ocasión de tro-
piezo» (7,22s). Jesús no realiza en Nazaret las señales que Los contemporáneos de Jesús están endurecidos contra
se le exigen, porque sus compatriotas no creen (4,23ss). la sabiduría y la llamada de Dios a la conversión. Por eso
Jesús se ve en la necesidad de decir a la multitud que sólo se les da la señal que los ha de condenar en el juicio
pide signos: Esta generación es una generación perversa, final. Jesús mismo, que obra con el poder de Dios, sería
porque no quiere creer. señal suficiente que podría conducirlos a la fe; pero no
A esta generación incrédula dará Jesús una señal: la quieren creer en él. Los gentiles, la reina del Sur, los hom-
señal de Jonás. Jonás fue tragado por el pez, que al ter- bres de Nínive, acusarán a los contemporáneos y compa-
cer día lo devolvió de nuevo. Como quien ha sido devuelto triotas de Jesús cuando comparezcan con ellos en el juicio
a la vida es presentado por Dios a los ninivitas como señal final. La reina de Saba buscó y acogió con avidez la sabi-
para que se conviertan. Como lo fue Jonás para los nini- duría de Salomón (IRe 10,1), los ninivitas tomaron en
vitas, también Jesús será señal para esta generación per- serio la predicación de penitencia de Jonás (Jon 3,5). Is-
versa e incrédula. Jesús resucitará y retornará como Hijo rael se hizo culpable ante Dios de haber rechazado a Jesús
del hombre para celebrar juicio. Cuando aparezca en po- y de haber exigido señales. Las obras salvíficas que Dios
der y gloria, nadie podrá dejar de reconocer que Dios le realiza exigen buena voluntad, fe, aceptación. Repudiar-
ha dado todo poder. En realidad, esto no será ya enton- las es culpa. Lo que el pueblo necesita es la conversión,

332 333
la imitación de la reina del sur y de los ninivitas, que Mas. 35 Mira, pues, no sea que la luz que hay en ti sea
aceptaron de buena voluntad la sabiduría y la predica- tinieblas.
ción de penitencia.
Las palabras de Jesús son también revelación de sí ¿A que se debe que los contemporáneos de Jesús no
mismo. Jesús es más que el sabio Salomón, más que Jo- reconozcan la luz que él es, no crean en él, no acepten y
ñas, profeta y predicador de penitencia. Es maestro de sigan su palabra? Esto no se debe a deficiencias de la
sabiduría y profeta que sobrepuja a los más grandes maes- luz, sino a que los contemporáneos son malos. La culpa
tros de sabiduría y profetas; es el maestro de sabiduría y está en el hombre, no en Dios o en Jesús.
profeta de los tiempos finales. La sabiduría de la vida que El cuerpo del hombre se concibe aquí como una casa.
él anuncia es la última sabiduría de Dios; la voluntad de Los ojos son las ventanas, que dejan que penetre la luz
Dios que proclama, es voluntad de Dios que decide, de cuya en la casa, de modo que el cuerpo entero quede ilumina-
aceptación dependen la salvación y la ruina final. do. Cuando el ojo está enfermo, cuando no ve distinta-
mente o ve doble, todo resulta oscuro. Del modo de ser
33
Nadie enciende una lámpara y la pone en un lugar del hombre depende el que la luz se reconozca o no como
escondido o debajo del almud, sino sobre el candelera, tal. Jesús sólo es reconocido como el maestro de sabidu-
para que los que entren vean la luz. ría y predicador de conversión en los últimos tiempos, si
el interior del hombre es sencillo, si su corazón y todo su
Jesús es la señal que ha dado Dios al mundo. Él es ser está entregado sencillamente a Dios; entonces puede
la luz del mundo (Jn 8,12), no escondida por Dios, sino aceptar la luz que Dios ha encendido en Jesús. En cam-
puesta por él a la vista de todos y presentada de tal for- bio, el que se constituye a sí mismo en centro, el que no
ma que ilumine a los hombres. La palabra y la obra de da razón a Dios, sino que se hace él mismo medida y cri-
Jesús fueron proclamadas en toda la tierra de los judíos, terio de todo, no tiene órgano para percibir la voluntad de
con sabiduría y poder fueron el asombro de todos. Me- Dios que se revela en Jesús.
diante la misión de Jesús y la manera de presentarlo hizo Mira, no sea que la luz que hay en ti sea tinieblas. El
Dios todo lo necesario para que pudiera reconocerse el hombre ha sido creado para la verdad de Dios. Tiene en
resplandor de su luz, su divina misión de maestro de sa- sí luz, tiene fuerza para reconocer la revelación de Dios
biduría y de profeta de los últimos tiempos. La revela- como tal. «La luz de Yahveh es el espíritu del hombre»
ción de Jesús está adaptada al hombre de tal manera (Prov 20,27). Se requiere la solicitud del hombre, para
que éste pueda alcanzar el conocimiento de la sabiduría que esta luz no se convierta en tinieblas. El hombre re-
de Dios y venir con ella a convertirse. cibe luz porque Jesús apareció como portador de luz, pero
34
él debe ser receptivo para la luz.
La lámpara del cuerpo es tu ojo. Cuando tu ojo En las bienaventuranzas mostró Jesús cómo se ha de
está sano, también todo tu cuerpo está iluminado; pero conservar la receptividad. «Bienaventurados vosotros, los
cuando está enfermo, también tu cuerpo queda en tinie- pobres...», «¡Ay de vosotros, los ricos...!»
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335
36
Por consiguiente, si tu cuerpo entero es luminoso, sin denación; en Lucas todavía no se ha consumado la ruptura defi-
que tenga parte alguna obscura, todo él resplandecerá, nitiva, y las palabras son una exhortación apremiante a la con-
versión. Mateo dejó el discurso para el final de la actividad
igual que cuando la lámpara te ilumina con su resplandor.
pública de Jesús, Lucas la presentó como tema de conversación
junto a la mesa.
El que en su interior no pone ningún impedimento a
la luz que envía Dios por Jesús, aquel cuyo cuerpo es 37
Apenas terminó de hablar, un fariseo lo invita a co-
todo luz, ése es iluminado por Jesús como por un relám- mer en su casa; entró, pues, y se puso a la mesa. 38 El fa-
pago, ése es penetrado de luz por la abundancia de su riseo se extrañó cuando vio que no se había lavado antes
revelación. de la comida. 39 Pero el Señor le dijo: De manera que
Jesús es luz, luz radiante, él comunica la abundancia vosotros los fariseos purificáis por fuera la copa y el pla-
de la sabiduría divina, él aporta la revelación del tiempo to, pero vuestro interior está lleno de rapacidad y malicia.
40
final, que es la plenitud de todas las revelaciones de los ¡Insensatos! ¿Acaso el que hizo lo exterior no hizo tam-
profetas. No solamente da la revelación, sino también el bién lo interior? 41 Dad más bien limosna de lo que tenéis,
conocimiento de que Dios se revela en él. «Nadie conoce y todo lo vuestro quedará purificado.
al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiere re-
velarlo.» Jesús es señal que se acredita ella misma como Durante su camino es invitado Jesús a la mesa. La
señal, como el relámpago se da a conocer como tal por primera comida era la del mediodía, que procedía de la
su brillo. Estas palabras de Jesús acaban llenas de pro- usanza romana. Importantes enseñanzas se refieren aquí
mesas. Cuando la luz de Jesús se apodera del hombre, como conversaciones habidas junto a la mesa. Los fariseos
éste se ve penetrado e inundado de luz. daban gran importancia a las prescripciones relativas a
la pureza legal. Antes de comer había que lavarse las
manos (Me 7,2). La vajilla de comer y beber se limpiaba
c) El verdadero Maestro de la ley (11,37-54). con un cuidado escrupuloso. Jesús no se atiene a la pres-
cripción de lavarse las manos, de lo que se extraña el
Los fariseos y los escribas ejercían poderosísimo influjo.sobre fariseo que lo había invitado. El que realmente quería
el pueblo. Se creían ser los verdaderos sucesores de los profetas pasar por religioso debía ante todo cumplir con las pres-
y de los maestros de sabiduría. Pero no lo son ellos, sino Jesús;
cripciones de los fariseos sobre la pureza. De la crítica
en efecto, presentan como voluntad de Dios lo que no lo es;
así, por ejemplo, en la cuestión de la pureza (11,37-41). Sobre del comportamiento de Jesús toma él pie para hablar de
los fariseos (11,42-44) y los escribas (11,45-52) respectivamente la pureza delante de Dios.
formula Jesús tres conminaciones amonestadoras. La conjura de ¿Quién es puro delante de Dios? Los fariseos tenían
los escribas y de los fariseos contra Jesús muestra cuan faltos por puro delante de Dios al que observa las prescripciones
están de sabiduría divina y de sentido para conocer la voluntad
rituales de pureza, el que limpia el exterior del vaso y
de Dios (ll,53s). Palabras análogas a las que consigna Lucas se
hallan también en Mateo. Ambos utilizan una tradición común. del plato. A Dios, en cambio, le importa la pureza moral,
En Mateo se presenta el discurso como sentencia judicial y con- de la que los fariseos se preocupan muy poco. Vuestro

336 337
NT. u i. ::
interior está lleno de rapacidad y malicia. Cuando la con- hortalizas, y faltáis a lu justicia y al amor de Dios! Esto
ciencia está limpia de injusticia y de comportamiento in- es lo que había que practicar, y aquello no omitirlo.
43
moral, entonces es el hombre puro delante de Dios. Dios ¡Ay de vosotros, fariseos, pues deseáis ocupar el pri-
quiere una conciencia pura. mer asiento en las sinagogas y acaparar los saludos en
Por el hecho de preocuparse los fariseos por lo exte- las plazas! 44 ¡Ay de vosotros, que sois como sepulcros sin
rior, pero no por lo interior, descuidando así la conciencia, indicación alguna, sobre los cuales pasan los hombres
obran como insensatos, como gentes que no poseen la ver- sin saberlo!
dadera sabiduría, que no reconocen a Dios y lo descuidan.
Los fariseos ponen la religiosidad en exterioridades, no En forma plástica, con un lenguaje tomado de la vida
en la conciencia del hombre. Dios no sólo hizo lo exterior, práctica, se expresan tres reproches formulados como con-
las cosas visibles, sino también lo interior, el corazón del minaciones exhortatorias: los fariseos cumplen la ley con
hombre, la conciencia, por cuya calidad es como todo la mayor escrupulosidad en cosas pequeñas, pero la in-
viene a ser bueno o malo S i . Por eso es un error y desco- fringen cuando se trata de imperativos de importancia.
nocimiento de la debida actitud para con Dios dar tanta Al exterior se muestran irreprochables, pero interiormente
importancia a la limpieza exterior de la vajilla, en lugar están muy lejos de cumplir verdaderamente la ley. Los
de pensar en la pureza moral del interior de la persona 8 \ reproches tienen un tenor muy general, y hasta es posible
Dios, creador de la conciencia, dispone también sobre ésta. que hubiera fariseos que se guardaran de tales actitudes.
Exige que el hombre se le entregue totalmente. Cuando se exige a una persona algo grande y difícil, como
La pureza del interior se obtiene con limosnas, con lo exigía sin duda la observancia de la ley mosaica, y
amor que se traduce en obras. Lo que hay en los vasos cuando el hombre quiere influir en los otros, entonces se
y en los platos, eso se debe dar como limosna; entonces corre peligro de dar una sensación exterior de irrepro-
será todo puro en vosotros. Lo que Dios quiere del hom- chabilidad, aunque sin cumplir lo último de las prescrip-
bre es un corazón puro; el corazón se purifica mediante el ciones.
amor fraterno. La frase: Y todo lo vuestro quedará puri- Jesús quiere que la ley se cumpla enteramente, tam-
ficado, es precursora de la osada frase: Ama y haz lo bién en lo pequeño. Es necesario practicarlo. Según Jesús,
que quieras. El amor cumple toda la ley. el cumplimiento de la ley exige tres cosas: lo que es más
importante en la ley debe cumplirse también en la vida
42
Pero ¡ay de vosotros, fariseos, que os preocupáis como lo más importante; éste es el precepto de la cari-
por el diezmo de la menta, de la ruda y de toda clase de dad, del amor (10,27): el derecho del hombre y el amor
84. Mt 23,25s contrapone el interior y el exterior de las vasijas. Le, en a Dios. Éstos son los dos mandamientos y los dos impe-
cambio, el exterior de las vasijas y el interior del hombre; Mt ofrece segu- rativos a que apuntan todos los demás. Lo que mueve
ramente la forma originaria del texto.
85. El versículo 40 es obscuro. Otros lo exponen así: Uno que ha pre- al cumplimiento de la ley no ha de ser la vanagloria, sino
parado lo exterior, no ha preparado también su interior. Dios Quiere que re la voluntad del Padre que está en el cielo. «Tened cuida-
prepare el interior, la conciencia; esto no se obtiene limpiando por fuera las
vasijas, las manos... do de no hacer vuestras obras delante de la gente para que

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os vean; de lo contrario no tendréis recompensa ante vues- 45
Un doctor de la ley le dice entonces: Maestro, di-
tro Padre que está en los cielos» (Mt 6,1). No basta con ciendo tales cosas, nos ofendes también a nosotros. ** Pero
cumplir exteriormente la ley de manera irreprochable, que echáis sobre los hombres cargas casi imposibles de lle-
sino que se exige la transformación interior del corazón var, pero vosotros no las tocáis ni siquiera con uno de
conforme a la voluntad de Dios. La voluntad de Dios vuestros dedos! 47 ¡Ay de vosotros, que edificáis los sepul-
reclama la reforma del corazón. La ley debe escribirse en cros de los profetas, a quienes mataron vuestros padres!
el corazón, de modo que el hombre quede penetrado y ^Con ello, vosotros sois testigos y solidarios de las ac-
transformado por la voluntad de Dios hasta lo más ínti- ciones de vuestros padres, porque ellos los mataron, pero
mo de su ser. Jesús aporta el nuevo cumplimiento de la vosotros les edificáis sepulcros. 49 Por eso dijo también la
ley, del que habían hablado los profetas (Jer 31,33s; Ez sabiduría de Dios: Yo les voy a enviar profetas y apósto-
36,26ss). les, de los cuales matarán a unos y perseguirán a otros,
Los fariseos buscan su seguridad en observar exterior- 50
para que se pida cuenta a esta generación de la sangre
mente con toda exactitud su propia interpretación de la de todos los profetas que ha sido derramada desde la
ley; en atender a lograr la aprobación de las personas de- creación del mundo: 51 desde la sangre de Abel hasta
votas y a evitar exteriormente con la mayor escrupulosi- la sangre de Zacarías, asesinado entre el altar y el santua-
dad todo escándalo. A ellos se les aplica la amonestación rio. Sí, os digo que se pedirá cuenta a esta generación.
que dirigió Jesús a los discípulos: «¡Ay cuando los hom- 52
¡Ay de vosotros, doctores de la ley, porque os llevasteis
bres hablen bien de vosotros! Porque de la misma ma- la llave del saber! Vosotros no entrasteis, y a los que es-
nera trataban los padres de ellos a los falsos profetas» taban para entrar se lo impedisteis8e.
(6,26).
La salvación para los fariseos es la palabra de Dios Los fariseos son los discípulos sumisos y crédulos de
pronunciada por Jesús, el profeta de los últimos tiem- los doctores de la ley. Lo que éstos enseñan lo ponen
pos. Si reconocieran a Jesús estarían salvos. Ahora bien, ellos en práctica en la vida. Los reproches contra los fari-
ésta es su fatalidad, que se justifican ante sí mismos y seos recaen también sobre los doctores de la ley. Éstos se
ante los hombres, pero no aceptan lo que les dice Jesús. equiparan a los profetas y exigen que se los oiga como
La ley no sirve de nada si no alborea en una persona el a éstos, como a Moisés, como a la ley misma. «Están sen-
reino de Dios mediante la palabra de Jesús. Como los tados en la cátedra de Moisés» (Mt 23,2). El doctor de
fariseos no reconocen a Jesús como el verdadero legisla- la ley llama Maestro a Jesús, pero al mismo tiempo le
dor y maestro de sabiduría, por eso no cumplen tampoco reprocha que ofende a los doctores de la ley, que blasfe-
la ley. Pasan por alto precisamente lo que consideran ma contra Dios cuando los critica. La intangible santidad
como el contenido vital de la ley. La verdadera relación de la ley le hace increíble que Jesús le ataque.
para con Dios y el entero cumplimiento de la voluntad de
Al igual que contra los fariseos, también contra los
Dios no puede verificarse sino por Jesús.

86. Los versículos 53 y 54 nG son textualmente seguros.

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341
doctores de la ley se formulan tres conminaciones. De la tos a los profetas asesinados. Los sepulcros de Amos y
ley que Dios había dado para el bien y para la salvación Habacuc eran meta de peregrinación en los días de Jesús.
de los hombres, hacen ellos una carga insoportable me- Aparentemente son indicio de hasta qué punto por aque-
diante su doctrina y exposición de la ley y mediante la llos días se apreciaba la palabra de Dios y a los que la
cerca que ponen alrededor de la misma, pero ellos mis- habían anunciado. ¿Pero qué sucedía en realidad? Jesús
mos saben muy bien esquivar las obligaciones mediante es más que profeta, y precisamente los que erigen monu-
interpretaciones sutiles. A los profetas, que por razón de mentos a los profetas maquinan contra la vida de Jesús.
la palabra de Dios fueron asesinados por sus abuelos, les Vosotros sois testigos de las acciones de vuestros padres,
erigen monumentos, con los que quieren expresar que pero vosotros edificáis... Los doctores de la ley son tes-
ellos no tienen nada que ver con aquellos hechos pasados, tigos de cómo ahora se presenta un profeta de Dios, pero
pero al mismo tiempo quieren matar al mayor de los lo repudian y así se muestran solidarios de los asesinos
maestros y de los profetas, a Jesús. Se arrogan el derecho de los profetas. Y sin embargo erigen monumentos...
exclusivo de explicar la Escritura y la voluntad de Dios, y Quien no reconoce a Jesús como Mesías no puede com-
de esta manera llevar al conocimiento de Dios y consi- prender la revelación de Dios y la historia de la sal-
guientemente a la vida eterna, pero al mismo tiempo vación.
repudian a Jesús e impiden que otros lo reconozcan y así, ¿Cómo es posible que sean repudiados los pregoneros
mediante su mensaje y su obra, alcancen el conocimiento de la palabra de Dios, que sea repudiado Jesús, el más
y la vida eterna. grande de todos los profetas? La Escritura no investiga
Las conminaciones que afectan a los doctores de la ley las razones psicológicas de los hombres, sino que se con-
tienen su razón más profunda en el repudio de Jesús. Él tenta con indicar la más profunda razón teológica: la
puede decir de sí mismo: «Mi yugo es llevadero, y mi sabia permisión de Dios. Lo predijo la sabiduría de Dios:
carga ligera» (Mt 11,29). Él es el profeta de Dios, que la Sagrada Escritura. Como aconteció a los profetas del
compendia y sobrepasa la palabra de todos los profetas. pasado, así está aconteciendo también a Jesús, y así acon-
Él tiene la llave del conocimiento, porque él da el cono- tecerá a los apóstoles enviados por Jesús. El hombre se
cimiento. «Nadie conoce quién es el Padre, sino el Hijo rebela contra las exigencias de Dios. La historia de las
y aquel a quien el Hijo quiere revelárselo» (10,22). La revelaciones de Dios desde el principio hasta el fin da
culpa más grave que pesa sobre ellos es que ellos mismos testimonio de que los hombres de Dios son entregados a
no reconocen a Jesús y además impiden al pueblo reco- la muerte. Al comienzo de la Biblia está la figura de Abel
nocerlo. Es grande la responsabilidad de los que ostentan (Gen 1), que fue asesinado por su hermano, al final de la
la autoridad de Dios. Biblia, que según el canon véterotestamentario se cierra
El segundo de los tres reproches ofrece una breve his- con el libro de las Crónicas, está el asesinato de Zacarías
toria de las suertes de los que anunciaron la palabra de (2Cró 24,20s). Los manejos de los homicidas de los hom-
Dios. Los profetas la anunciaron y fueron asesinados. En bres de Dios van creciendo en impiedad y en brutalidad.
la época de Jesús erigen los doctores de la ley monumen- Abel fue abatido en pleno campo, Zacarías entre el altar

342 343
1
de los holocaustos y el templo, en un lugar de asilo. El Y mientras la multitud seguía aumentando por mi-
punto culminante de esta historia de la resistencia contra llares, hasta el punto de atropellarse unos a otros, prime-
la palabra de Dios será la muerte violenta de Jesús, que ro comenzó a decir a sus discípulos: Guardaos de la le-
le aguarda al término de su viaje a Jerusalén. vadura de los fariseos, que es la hipocresía. 2Pues nada
La historia de Israel termina con la destrucción de hay oculto que no se descubra, y nada secreto que no se
Jerusalén. Esta catástrofe es explicada como castigo por conozca. 3 Por lo cual, todo lo que dijisteis en la obscu-
el violento repudio de la palabra de Dios. Se pedirá cuen- ridad será oído a plena luz, y todo lo que hablasteis al
ta de la sangre de todos los profetas. La historia del mun- oído, en las habitaciones más escondidas, será proclamado
do es la historia de la palabra de Dios entre los hombres. desde las terrazas.
Todos los desmanes de los doctores de la ley tienen su
raíz aquí: en que no pusieron como centro de todo la pa- Va en aumento el número de los que se interesan por
labra de Dios, sino su propia sabiduría. Jesús y por su palabra. Se cuentan por millares. Se apiñan
hasta atropellarse. Primero habla Jesús a los discípulos
antes de dirigir su palabra a las masas (12,54). Los discí-
6. LOS DISCÍPULOS EN EL MUNDO (12,1-53). pulos han de ser intermediarios entre Jesús y el pueblo.
Cuando los discípulos estén penetrados de la palabra de
Jesús es el más fuerte, la señal, el profeta que anuncia la
Dios, podrán también llevar su mensaje a las masas.
voluntad de Dios. Reúne discípulos que sufrirán la misma suerte
que le espera en Jerusalén. Lucas, reuniendo fragmentos de tra- La levadura era considerada como un poder oculto,
dición, compone una instrucción de los discípulos. Jesús reclama algo pernicioso y con efectos perniciosos, algo así como
una confesión intrépida (12,1-12), libertad frente a los bienes de el mal instinto. Este poder es en los fariseos la hipocre-
la tierra y frente a la ansiosa preocupación por la vida (12,13-34), sía 8 7 : se muestran al exterior distintos de lo que son. Los
vigilancia y fidelidad con vistas al Señor que ha de venir, que
obliga a una decisión (12,35-53).
discípulos deben guardarse de esta simulación. Deben ser
interiormente lo que enseñan y anuncian al exterior. Ade-
más, ¿de qué les sirve la simulación? Lo oculto se descu-
a) Confesión intrépida (12,1-12). bre y lo secreto llega a conocerse. Los sentimientos
ocultos pugnan por salir a la luz pública. Lo primero y
Mediante breves observaciones enlaza Lucas las pala- fundamental que exige Jesús a sus discípulos es la transfor-
bras de Jesús, dividiendo el discurso en tres partes: los mación interior.
discípulos deben estar penetrados de la palabra de Dios Si el discípulo se transforma interiormente por la pa-
hasta lo más íntimo de su ser (12,1-3); deben hacer su labra de Dios, su convicción y sus sentimientos se abrirán
confesión sin el menor temor de los hombres, pues Dios camino para salir a la luz pública. Lo que se ha dicho
se cuida de ellos (12,4-7); a los confesores animosos les ocultamente al pequeño grupo pugna por salir a la luz,
promete Jesús los más altos bienes (12,8-12).
87. La hipocresía se echa en cara a los fariseos especialmente en Mt;
cf. Mt 23,13.15.23.27.29.

344 345
a hacerse público. Aunque los discípulos abarquen un muerte. No hay que temer a los que pueden matar el cuer-
campo de acción aparentemente pequeño y restringido, po, pero no pueden ejercer el menor influjo en la vida
no deben preocuparse, sin embargo, temiendo que su eterna. A Dios hay que temer, a Dios, que puede preci-
acción no llegue a extenderse ampliamente. Si, por ejem- pitar en el infierno, que después de esta vida ha de decidir
plo, en tiempos de persecución sólo pueden transmitir su sobre la salvación y la perdición. Jesús contrapone un
mensaje en las horas nocturnas y en lugares obscuros en temor a otro. Más hay que temer a Dios que a los
voz baja, deben tener, sin embargo, plena seguridad de hombres.
que la palabra de Dios tiene poder y propende a salir a El temor de Dios no es lo único que ha de fortalecer
la luz sin que ninguna fuerza del mundo pueda sofocarla. en las angustias de muerte. Dios mira a los discípulos y
La palabra de Dios está cargada de fuerza. no los olvida. Dios se cuida de lo más pequeño e imper-
ceptible. Se cuida de los pájaros del campo y de los ca-
4
A vosotros os lo digo, amigos míos: No tengáis mie- bellos de la cabeza. Todo le interesa. Si Dios se cuida de
do a los que matan el cuerpo, pero después de esto no estas pequeneces, mucho más se cuidará de los discípulos
pueden hacer más. 5 Os voy a indicar a quién habéis de de Jesús. La confianza en la amorosa providencia de Dios
temer: temed a quien, después de haber matado, tiene da valor para soportar hasta lo más difícil, porque tam-
poder para arrojar a la gehenna. Sí, os lo repito: a ése bién esto entra en el plan de la amorosa solicitud de Dios.
habéis de temer. 6 ¿Acaso no se venden por dos ases cinco
pajarillos? Sin embargo, ni uno de ellos queda olvidado 8
Pero yo os digo: De todo aquel que se declare en mi
ante Dios. 7 Más aún, hasta los cabellos de vuestra cabe- favor delante de los hombres, el Hijo del hombre también
za están todos contados. ¡No tengáis miedo! Valéis más se declarará en favor suyo delante de los ángeles de Dios.
que muchos pajarillos. " Pero aquel que me niegue ante los hombres, también él
será negado ante los ángeles de Dios. 10 Y a todo el que
Los discípulos de Jesús son sus amigos: A ellos ha de- diga una palabra contra el Hijo del hombre, le será per-
dicado su amor, los ha iniciado en los secretos de su donada; pero a aquel que blasfeme contra el Espíritu San-
mensaje; ellos participarán también en su suerte. «Vos- to, no se le perdonará. n Cuando os hagan comparecer
otros'sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya ante las sinagogas, los poderes y las autoridades, no os
no os llamo siervos, porque el siervo no sabe qué hace preocupéis de cómo os defenderéis o con qué, o de qué
su señor; os he llamado amigos, porque todo lo que oí habéis de decir. u Porque el Espíritu Santo os enseñará
de mi Padre os lo he dado a conocer» (Jn 15,14s). Jesús en aquel momento lo que conviene decir.
quiere decir verdades serias a los suyos. Por eso comien-
za por recordarles su amistad. Camina hacia Jerusalén, A los discípulos se les exige confesar a Jesús, confe-
donde será «elevado». También los discípulos tendrán sión que está amenazada de persecución. Para quitar a sus
adversarios, que los amenazarán con la muerte. discípulos el miedo de los hombres, les recuerda Jesús el
Con una serena reflexión se les quitará el temor a la juicio futuro. Por el juez se entiende a Dios, aunque no

346 347
se menciona expresamente a él, sino sólo a su corte, los cia de condenación no se atribuye directamente a Jesús;
ángeles. No se pronuncia el nombre de Dios. Los ángeles en efecto, Jesús es, en primer lugar, salvador.
notifican la presencia del Dios innombrable e inaccesible. Todavía se dicen otras palabras terribles y estimulan-
En este juicio, el Hijo del hombre es abogado de los tes a la vez, palabra que ha de fortalecer a los discípulos.
buenos ante el divino juez. Aquel en cuyo favor se decla- El discípulo, para quien Jesús es amigo y abogado, está
re, será salvado; aquel en cuyo favor no se declare, estará bajo la acción del Espíritu Santo, al que enviará Jesús
perdido. Que el Hijo del hombre intervenga en favor de cuando haya sido exaltado. La confesión de Jesús por el
alguien o no, depende de que uno confiese a Jesús en la discípulo mediante la palabra y la imitación, es impuesta
tierra. La confesión o la negación de Jesús en la tierra como un deber por el Espíritu Santo, pero también es
tendrá su repercusión en el juicio final. apoyada y sostenida por él. Las palabras, tal como las
Dios, el Hijo del hombre y Jesús se hallan en la más reproduce Lucas, se refieren al futuro de los discípulos.
estrecha relación. Todo el que se declare en mi favor, tam- Cuando reciban al Espíritu Santo y por el hecho de reci-
bién el Hijo del hombre se declarará en favor suyo. Jesús birlo, se les exigirá una relación con Cristo y una confe-
parece distinguir entre él mismo y el Hijo del hombre. sión de Cristo distinta de la de quienes no hayan recibido
¿No deben, sin embargo, estar lo más íntimamente liga- el Espíritu Santo. A todo el que diga una palabra contra
dos, puesto que se dice: Todo el que se declare en mi fa- el Hijo del hombre, le será perdonada. Jesús vive como
vor delante de los hombres, el Hijo del hombre también hombre entre hombres, es Hijo del hombre en humildad.
se declarará en favor suyo delante de los ángeles de Dios? El que sólo le juzga con sus capacidades puramente hu-
Quien mejor explica estas palabras es quien entiende por manas y sólo lo ve como hombre, es posible que no sea
ellas que Jesús se reconoce como el llamado por Dios a consciente de su transgresión al ultrajar a Jesús, Hijo del
colaborar como Hijo del hombre en el juicio. Pero tam- hombre. Dios le perdonará. Cuando va a morir Jerús ora:
bién Dios y el Hijo del hombre están ligados entre sí. «Padre, perdónalos, pues no saben lo que hacen» (23,34).
Todo el que en el juicio se declare por el Hijo del hombre En cambio, no se perdonará al que blasfeme contra el
delante de Dios, se salvará; el que no lo reconozca, será Espíritu Santo. Un discípulo que ha reconocido a Jesús
condenado por Dios. Así pues, Dios ha dado poder al como el Hijo del hombre (exaltado), blasfema contra el Es-
Hijo del hombre, un poder decisivo sobre los hombres píritu si niega a Jesús o se separa de él. En efecto el
ante él mismo. Dios, el Hijo del hombre, Jesús: ¿en qué Espíritu Santo es el que ha causado en él la confesión de
relación se hallan entre sí? que Jesús es el Hijo del hombre, al que Dios da todo po-
La acción salvadora de Jesús es hasta tal punto asun- der. El que así armado con el Espíritu dice una palabra
to suyo, que si bien Lucas escribe: «El Hijo del hombre contra Jesús, ése ultraja al Espíritu Santo. Este pecado
también se declarará en favor suyo delante de los ángeles no se perdona. El perdón de los pecados y la salvación
Dios», en cambio no escribe que el Hijo del hombre ne- sólo pueden lograrse mediante la fe en Cristo.
gará al que no se haya declarado en favor de Jesús. Se Acerca del Espíritu Santo se dice también una pala-
dice impersonalmente. También él será negado. La senten- bra estimulante. Cuando por causa de su fe comparezcan

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los discípulos unte los tribunales judíos y paganos, el Es- El derecho sucesorio judío estaba regulado por la ley
píritu Santo se encargará de cómo hayan de defenderse. mosaica. Se supone una situación agrícola, en la cual el
En este caso, el discípulo no dirá nada ofensivo para Je- hermano mayor hereda los bienes raíces y dos tercios de
sús, sino que más bien dará un testimonio en el que res- los bienes muebles (Dt 21,17). En el caso que se propone
plandezca la gloria de Cristo. Jesús promete para ese caso a Jesús, parece ser que el hijo mayor no quiere entregar
la asistencia del Espíritu Santo. Él enseñará a los discípu- absolutamente nada. Dado que el derecho sucesorio estaba
los lo que conviene decir 88 . regulado por la ley, fácilmente se recurriría al dictamen
El discípulo confiesa su fe delante del Dios trino: y a la decisión de los doctores de la ley. El hombre del
delante de Dios Padre, del Hijo del hombre y del Espí- pueblo acude a Jesús, al que trata como a doctor de la
ritu Santo. Lo imponente y tremendo del Dios trino se ley, a fin de que en el asunto de su herencia dé un dicta-
halla delante de él, pero también su virtud confortadora. men y con su autoridad ejerza influjo sobre su hermano
La dignidad del discípulo se hace visible en lo serio de la injusto. Jesús es considerado como acreditado doctor de
responsabilidad que pesa sobre él, pero también en la so- la ley, que se presenta y actúa con autoridad.
licitud de que es objeto por parte de Dios. Cuando el pueblo acude a Jesús con sus miserias del
cuerpo y del alma, lo halla dispuesto a socorrerle. En cam-
bio, el hombre que se presenta con su pleito hereditario
b) Desapego de los bienes (12,13-21). tropieza con una repulsa. ¡Hombre! Aquí esta palabra
suena áspera y dura. Jesús no quiere ser juez ni arbitro
El hombre no deja de ser hombre por el hecho de seguir a en los asuntos de los hombres. Las palabras con que lo
Cristo; como hombre, está amenazado por la preocupac.'ón por
expresa traen a la memoria las que fueran respondidas
los bienes de la tierra. Por eso el discípulo de Jesús debe adoptar
la debida posición frente a estos bienes. Jesús se niega a hacer a Moisés cuando quiso dirimir una querella entre dos he-
de arbitro en una cuestión de repartición de herencia (12,13-14), breos: «¿Y quién te ha puesto a ti como jefe y juez entre
pone en guardia contra la avidez y la codicia (12,15) y con una nosotros?» (Éx 2,14). En su obrar se inspira Jesús en las
parábola muestra cómo se asegura verdaderamente la vida (12, decisiones expresadas por la palabra de Dios en la Sa-
16-21). grada Escritura. La palabra de la Escritura le muestra
13 también los inconvenientes que tiene el constituirse arbitro
Díjole uno de la multitud: Maestro, dile a mi her-
en tales asuntos.
mano que reparta conmigo la herencia. 14 Pero él le con-
testó: ¡Hombre! ¿Quién me ha constituido juez o partidor Con su palabra se niega Jesús a intervenir para poner
entre vosotros? orden en las condiciones perturbadas de este mundo y a
decidir con su autoridad en favor de este o del otro orden
88. Act 4,8ss; 5,29ss; 7,55ss; cf. 2Tim 4, 16s: «En la primera vista
de mi causa nadie se presentó a favor mío, sino que todos me abando-
social. Su misión y la conciencia de su vocación que le
naron. ¡Que no se les tome en cuenta! Pero el Señor me asistió y me dio da la voluntad de Dios, la dejó ya bien establecida reite-
fuerzas, de tal manera que por medio de mí la proclamación quedó plenamente
realizada y llegó a oídos de todos los gentiles, y yo mismo fui rescatado de
radamente al comienzo de su actividad en Nazaret y to-
las fauces del león.» davía antes en la tentación en el desierto. Ha sido en-

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viado para anunciar a los pobres el Evangelio, para gura con los bienes. El rico labrador revela su ideal de
llamar a los pecadores (5,32), para salvar a los que esta- vida en el diálogo que entabla consigo mismo: vivir es
ban perdidos (19,10), para dar su vida en rescate (Me disfrutar de la vida: comer, beber y pasarlo bien; vivir
10.45). para traer al mundo la vida divina (Jn 10,10). es disponer de una larga vida: para muchos años; vivir es
tener una vida asegurada: ahora descansa. ¡Ética del bien-
15
Entonces les dijo: Guardaos muy bien de toda avi- estar! ¿Cómo puede alcanzarse este ideal de vida? Alma-
dez, pues no por estar uno en la abundancia, depende su cenaré: hay que asegurar el porvenir. Varían las formas
vida de los bienes que posee. de esta seguridad. El labrador edifica graneros. ¿El mo-
derno hombre de negocios...? La economía de este labra-
Toda ansia de aumentar los bienes es enjuiciada como dor no tiene otro sentido que el de asegurar la propia vida.
un peligro del que han de guardarse bien los discípulos. La entera forma humana de proyectar flaquea. El
El ansia de poseer descubre la ilusión de creer que la hombre no tiene en su mano la vida como dueño y señor.
vida se asegura con los bienes o con la abundancia de los No puede contentarse con hablar consigo mismo: Dios
mismos. La vida es un don de Dios, no es fruto de la interviene también en el diálogo. Este hombre debería
posesión o de la abundancia de bienes de la tierra y de también tratar con otros hombres, pero le importan tan
la riqueza. De hecho, no es el hombre el que dispone poco como Dios mismo. El hombre es insensato si piensa
de la vida, sino Dios. así, como si la seguridad de su vida estuviera en su mano
o en sus posesiones. El que no cuenta con Dios, práctica-
16
Luego les dijo esta parábola: Un hombre muy rico mente lo niega, y es insensato (Sal 14,1). Que nuestra
tenía una finca que le dio una gran cosecha. ll Y discurría vida no se asegura con la propiedad y con los bienes lo
para sí de esta forma: ¿Qué voy a hacer si ya no tengo pone al descubierto la muerte. Te van a reclamar tu alma:
dónde almacenar mis cosechas? 18 Y añadió: Voy a hacer los ángeles de la muerte, Satán por encargo de Dios.
esto: derribaré mis graneros para edificar otros mayores; ¡Esta misma noche! El rico había contado con muchos
así podré almacenar allí todo mi trigo y mis bienes. 19 Y años...
diré a mi alma: Alma mía, ya tienes muchos bienes alma- La riqueza que el hombre acumula para sí, con la
cenados para muchos años; ahora descansa, come, bebe que quiere asegurarse la existencia terrena, no le aprove-
y pásalo bien. 20 Entonces le dijo Dios: ¡Insensato! Esta cha nada. Tiene que dejársela aquí, en manos de otros.
misma noche te van a reclamar tu alma; y todo lo que «Muévese el hombre cual un fantasma, por un soplo
has preparado, ¿para quién va a ser? 21 Así sucederá con solamente se afana; amontona sin saber para quién»
aquel que atesora riquezas para sí, pero no se hace rico (Sal 39,7). Sólo el que se hace rico ante Dios, el que
ante Dios. acumula tesoros que Dios reconoce como verdadera ri-
queza del hombre, saca provecho. "El querer el hombre
La narración de un ejemplo presenta gráficamente lo asegurar nerviosamente su vida por sí mismo lleva a
que se ha expresado con la sentencia: la vida no se ase- perder la vida, sólo la entrega a Dios y a su voluntad

352 353
NT, Le I. 23
la preserva. ¿Cuáles son los tesoros que se acumulan con En esta armazón fundamental se insertan motivos que
vistas a Dios? pueden librar de la preocupación angustiosa y calmar la
búsqueda inquieta. Se habla del cuervo y de las flores
del campo con todo su esplendor. El ojo «sano» y puro
c) Confianza en Dios (12,22-34). de Jesús (cf. 11,34) descubre a Dios en los pájaros y en
las flores y en todo reconoce su solicitud y su amor. En
22
Luego dijo a sus discípulos: Por eso os digo: No la última estrofa no se habla ya de Dios, sino del Padre,
os afanéis por la vida; qué vais a comer; ni por vuestro que sabe lo que nos hace falta.
cuerpo: con qué lo vais a vestir. 23 Porque la vida vale más Para el rico significan los bienes un gran peligro: el
que el alimento y el cuerpo más que el vestido. 24 Fijaos en de olvidar a Dios y de vivir sólo para conservar y acre-
los cuervos: no siembran ni siegan, ni tienen despensa centar la riqueza, en la que ha cifrado su seguridad. Pero
ni granero; sin embargo. Dios los alimenta. ¡Cuánto más también el pobre está amenazado. Su preocupación es su
valéis vosotros que las aves! 25 ¿Quién de vosotros, por sustento cotidiano. Uno y otro, el rico y el pobre, están
mucho que se ajane, puede añadir una hora a su existen- expuestos al peligro de dejarse absorber por el cuidado
cia? 26 Pues, si ni siquiera lo mínimo podéis, ¿por qué de las cosas de la tierra y dejar a un lado el cuidado más
afanaros por lo demás? 21 Fijaos en los lirios: cómo ni hi- importante, el de buscar el reino de Dios. En estas pa-
lan ni tejen. Pero yo os digo: ni Salomón en todo su labras habla Jesús de una preocupación que desasosiega,
esplendor se vistió como uno de ellos. 28 Pues si Dios viste que se apodera completamente del hombre, que procede
así, la hierba que hoy está en el campo y mañana se echa de la ilusión de creer que el hombre puede asegurar su
al horno, ¡cuánto más hará por vosotros, hombres de poca vida con los bines de la tierra. La frase decisiva, según
fe! 29 Igualmente, no andéis buscando qué habéis de comer la cual se ha de entender el poema entero, se halla en el
y de beber; no os inquietéis por eso. 30 Pues todas esas versículo 10 31: buscad el reino, y estas cosas se os da-
cosas buscan ansiosamente los paganos del mundo; pero rán por añadidura. En Mt se dice: «Buscad primera-
vuestro Padre sabe bien que tenéis necesidad de ello. mente el reino.» Ésta es la redacción destinada al pueblo.
31
En cambio, buscad su reino, y estas cosas se os darán Lucas, en cambio, suprime el primeramente, pues escribe
por añadidura. para los discípulos, que siguiendo a Cristo deben renun-
ciar a toda posesión, a fin de estar completamente libres
El hombre conserva su vida, no gracias a sus pose- para escuchar la palabra de Jesús y proclamar su men-
siones, sino con la ayuda de Dios. Hasta qué punto esta saje (10,4).
frase libera y da satisfacción, se expresa por medio de La preocupación por las cosas de la tierra no debe
un poema didáctico en tres estrofas. La primera y la hacer olvidar la búsqueda del reino de Dios. Por eso Dios
segunda estrofa tratan de librar al hombre de la preocu- mismo se encarga de que el hombre no se deje dominar
pación angustiosa, la tercera tiene por objeto orientar por la solicitud por la subsistencia. Jesús proclama la
hacia el debido fin la búsqueda y las ansias del hombre. providencia paternal de Dios. Lo que dice Jesús se com-

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prende fácilmente, pero estas palabras sólo se pueden existencia terrena fuera independiente de Dios y sólo el
vivir si sé creen. Los hombres de poca fe no lo compren- hombre debiera cuidar de ella.
den ni se aventuran a ello. En la primera estrofa hay dos La tercera estrofa no habla ya de preocupaciones afa-
razones que tienen por objeto librar de la preocupación nosas, sino del buscar, del empeño desasosegado, de una
afanosa por la comida, la bebida y el vestido. Nosotros nos vida suspendida entre el temor y la esperanza. Lo que
preocupamos por el alimento y por el vestido, pero no te- ha de buscar el discípulo de Cristo no debe ser la co-
nemos en nuestra mano la vida a que deben servir estas mida y la bebida. Los paganos tienen esa preocupación.
cosas. Los cuervos, que eran tenidos por pájaros impuros En ellos se comprende, pues no creen en el Padre, que
por los judíos (Lev 11,15; Dt 14,14) y de los que se cuida de los discípulos, que son sus hijos. Los paganos
decía que son los animales más abandonados de la tierra, no tienen conocimiento de las promesas de Dios, por lo
pues son descuidados hasta por sus mismos padres (Sal cual se preocupan por la vida de la tierra. El discípulo
147,9; Job 38,41), son alimentados por Dios sin que ellos conoce una preocupación mayor, la del reino de Dios,
mismos tomen medidas preventivas. ¿No se cuidará Dios que es lo único que busca.
mucho más del hombre, que al fin y al cabo vale más Jesús quiere dar a Dios y a su reino la preferencia
que un cuervo? ante todas las cosas y librar al hombre de la preocupación
También la segunda estrofa, que habla dos veces de agobiante que atormenta al que piensa que sólo puede y
las preocupaciones afanosas, quiere inducir al abandono debe asegurar su existencia humana. Los discípulos de
de Jas preocupaciones y a Ja confianza en Ja providencia Jesús, que viven del Evangelio, saben que no se les garan-
de Dios mediante la consideración de. la propia vida y tiza una vida sin fatiga, una jauja, si buscan sólo el reino
de la naturaleza. Por., mucho cuidado que ponga el hom- de Dios. También los santos pasaron hambre y sufrieron
bre, no puede prolongar su vida (o aumentar su estatura). fatigas y necesidad (2Cor ll,23ss). Cualquier cosa que
Quizá sea la frase deliberadamente ambigua; en todo caso Dios disponga sobre el discípulo, siempre viene del Padre,
es una verdad escueta, que todos tenemos que reconocer. Si que quiere darle lo más grande de todo, el reino, en el que
nosotros no podemos modificar lo más mínimo la duración está contenida la plenitud de las bendiciones.
de nuestra vida, o nuestra estatura, ¿por qué nos preo-
cupamos tanto por lo demás, por la comida y por el vesti- 32
No temas, pequeño rebaño: que vuestro Padre ha
do, que son mucho menos que la duración de la vida o tenido a bien daros el reino.
que la estatura? Los espléndidos lirios en las praderas de
Galilea son testigos luminosos de la magnánima solicitud El grupo de los discípulos es un pequeño rebaño. El
de Dois. El fasto del «rey sol» de Israel queda muy por pueblo de Dios de los últimos tiempos se compara con
debajo del esplendor de las flores, y sin embargo, las un rebaño. A pesar de su pequeño número, de su insigni-
flores del campo no son sino pobres hierbas. El que se ficancia, de su impotencia y de su pobreza, ha de recibir
preocupa angustiosamente por su subsistencia, carece de de Dios el reino, el poder y el señorío sobre todos los
fe; cree en la providencia divina, pero vive como si la reinos. Porque es el pueblo santo del Altísimo (Dan 7,27).

356 357
Este pequeño rebaño vive en el amor de Dios, que es ha expuesto mucho por el reino de Dios, piensa en el
su Padre. Por el designio de Dios, que tiene su más pro- reino de Dios. El que tiene su tesoro y su riqueza en
funda y única razón en el beneplácito de Dios, este pe- el cielo, está en el cielo con su corazón y con sus anhelos.
queño rebaño está llamado a lo más grande. Jesús dijo Para quien mediante limosnas se procura un tesoro en el
que el reino debe ser la única preocupación del discípulo; cielo, el reino de Dios representa el centro de su vida.
pero tampoco esta preocupación ha de ser angustiosa.
No temas. El amor eterno del Padre asegura el reino a los
discípulos. «¿Qué me separará del amor de Dios, mani- d) Vigilancia y fidelidad (12,35-53).
festado en Cristo Jesús?» (Rom 8,39). La seguridad de
la vida está en manos del Padre, en su beneplácito, en El discípulo de Jesús tiene la mira puesta en la venida de su
Señor. En la época en que Lucas escribía su Evangelio, no espe-
su amor: Paz a los hombres, objeto del amor de Dios.
raban ya los cristianos la próxima venida de Jesús, sino que con-
taban ya con espacios más largos de tiempo. Entre el tiempo de
33
Vended vuestros bienes para darlos de limosna. la acción salvífica de Jesús y su venida gloriosa transcurre el
Haceos de bolsas que no se desgastan, de un tesoro ina- tiempo de la Iglesia. Los cristianos que viven en este tiempo
gotable en los cielos, donde no hay ladrón que se acerque de la Iglesia miran retrospectivamente a la vida de Jesús en la
tierra, y prospectivamente a su futura manifestación. Las pre-
ni polilla que corroa. 34 Porque donde está vuestro tesoro, ocupaciones fundamentales del tiempo final del cristiano que
allí estará también vuestro corazón. aguarda la pronta venida de Cristo, no deben faltar tampoco al
cristiano que vive en el tiempo de la Iglesia, puesto que nadie
Ha quedado pendiente la cuestión de cómo han de sabe cuándo vendrá el Señor. Lucas habla de algunas de estas
atesorarse riquezas con vistas a Dios (12,2f). Vended vues- actitudes fundamentales: el cristiano debe ser vigilante (12,35-40);
en particular, los dirigentes de la Iglesia son exhortados a la fide-
tros bienes y con lo que obtengáis dad limosna, con lo lidad (12,41-48). Como el tiempo de la primera venida de Cristo
cual acumularéis un tesoro en el cielo. Este tesoro no se fue un tiempo de decisión, asi también el cristiano debe concebir
pierde. De él no se puede decir: Todo lo que has pre- su vida como decisión por la voluntad de Dios (12,49-53).
parado, ¿para quién va a ser? El arca no será agujereada
35
ni agrietada, el tesoro mismo no disminuye, no está ex- Tened bien ceñida la cintura y encendidas las lám-
puesto a ladrones y a fuerzas destructoras. Lo que ame- paras 3 6 y sed como los que están esperando a que su
naza los tesoros de la tierra, el dinero, los vestidos pre- señor regrese del banquete de bodas, para abrirle inme-
ciosos y cosas semejantes, no puede dañar al tesoro del diatamente cuando vuelva y llame. 37 Dichosos aquellos
cielo. Lo que hace el hombre con vistas a Dios, no se criados a quienes el señor, al volver, los encuentre ve-
pierde; una vida que se ha vivido con la mira puesta en lando. Os lo aseguro: él también se ceñirá la cintura, los
Dios se convierte en vida eterna. hará ponerse a la mesa y se acercará a servirlos. 3 8 F aun
El hombre tiene el corazón apegado a aquello por lo si llega a la segunda o a la tercera vigilia de la noche, y
que ha aventurado mucho. El que ha vivido con la mira los encuentra así, ¡dichosos aquellos! 39 Entended bien
puesta en Dios, tiene el corazón puesto en Dios; el que esto: si el dueño de casa supiera a qué hora va a llegar

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el ladrón, no dejaría perforar su casa. 40 Estad también tos constantemente. El ladrón cava un corredor debajo
vosotros preparados, que a la hora en que menos lo pen- de las paredes de la casa que se levanta sobre la tierra
séis vendrá el Hijo del hombre. sin cimientos. Si el dueño de la casa supiera cuándo va
a venir el ladrón, impediría la perforación. Si el discípulo
Los discípulos deben estar en vela y preparados para de Cristo supiera exactamente cuándo va a venir el Señor,
la venida de Jesús, cuya hora nadie conoce. Una imagen se prepararía para salirle al encuentro. Nosotros sabe-
de tales disposiciones se halla en un criado que aguarda mos con seguridad que el Señor ha de venir, pero no
a su señor, que ha de volver de un banquete de bodas a sabemos cuándo. ¿Qué se sigue de esto?
alguna hora de la noche. Cuando llame el señor, deberá
estar ya el criado a la puerta para abrir, dejar pasar y 41
Dijo entonces Pedro: Señor, ¿a quién diriges esta
conducir al señor a su casa. Para esto está allí el criado parábola: a nosotros o a todos? 42 El Señor contestó:
y lleva la túnica recogida; como cuando se está de cami- Quién es, pues, el administrador fiel y sensato, a quien
no, se trabaja o se combate, tiene ceñida la cintura y sos- el Señor pondría al frente de sus criados, para darles la
tiene en la mano una lámpara encendida. Si no llevase la ración de trigo a su debido tiempo? 43 Dichoso aquel cria-
túnica recogida no podría ir prontamente a la puerta, y do a quien su señor, al volver, lo encuentra haciéndolo
si tuviera que ir primero a buscar la lámpara y encen- así. M De verdad os digo: lo pondrá al frente de todos sus
derla, pondría de mal humor a su señor. Esto, aplicado bienes. 4S Pero si aquel criado dijera para sí: Mi señor
al discípulo, significa que a cada momento debe estar está tardando en llegar, y se pusiera a pegar a los criados
equipado moralmente de tal forma que pueda inmedia- y a las criadas, a comer y a beber y a embriagarse, ** lle-
tamente acudir a la llamada del Señor cuando venga a juz- gará el señor de ese criado el día que menos lo espera y a
gar, que debe ser claro y luminoso como el sol y sin la hora en que menos lo piensa, lo partirá en dos y le
tropiezo moral, cargado de frutos de justicia por Jesu- asignará la misma suerte que a los desleales. 47 Aquel cria-
cristo, para gloria y alabanza de Dios (Flp l,10s). do que, habiendo conocido la voluntad de su señor, no
El discípulo que está pronto es felicitado, es llamado preparó o no actuó conforme a esa voluntad, será casti-
dichoso por Jesús. Entre dos bienaventuranzas se ex- gado muy severamente. 48 En cambio, el que no la cono-
presan los bienes que aguardan al siervo que está siempre ció, pero hizo cosas dignas de castigo, será castigado
en vela, incansable y fiel. El Señor le servirá a la mesa con menos severidad. Pues a aquel a quien mucho se le dio,
(22,27). Cambio completo de la situación: el siervo es mucho se le ha de exigir, y al que mucho se le ha con-
señor, y el Señor es siervo. Dios hace participar de su fiado, mucho más se le ha de pedir.
gloria a los que velan. La gloria del reino de Dios se com-
para con frecuencia con un banquete de bodas, que Dios Pedro es portavoz del grupo de los discípulos. Como
prepara para los que acoge en su reino. Dios honra a los tal lleva también su nombre de oficio, Pedro, piedra.
invitados sirviéndolos y les da participación en su gloria. Con su pregunta distingue entre los discípulos y el pue-
Una tercera pareja de sentencias exhorta a estar pron- blo. Los apóstoles tienen una posición particular en la

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casa de Jesús, en su comunidad, pero también tienen una presente la venida del Señor, si cuentan con que el Señor
responsabilidad particular. La posición responsable de los puede venir a cada momento, si no olvidan que tienen
jefes en la Iglesia se considera con vistas a la venida del que rendir cuentas al Señor.
Señor como juez: «A los presbíteros que están entre La tentación puede consistir para el administrador en
vosotros, exhorto yo, presbítero como ellos, con ellos que se diga: El Señor está tardando, todavía no viene.
testigo de los padecimientos de Cristo y con ellos parti- Los instintos egoístas y los impulsos del capricho le se-
cipante de la gloria que se ha de revelar: Apacentad el ducen llevándolo a la infidelidad. Lucas parece haber
rebaño de Dios que está entre vosotros... Y cuando se dado a esta observación sobre la tardanza del Señor una
manifieste el jefe de los pastores, conseguiréis la corona importancia mayor de la que tenía en la redacción origi-
inmarchitable de la gloria» (IPe 5,1-4). naria de la parábola. Es posible que en la época en que
Lo que se exige a los apóstoles se expresa con una vivía Lucas más de una autoridad en la Iglesia dejara
parábola. El Señor de una casa está ausente, lejos. Du- que desear tocante a la fidelidad, a la vigilancia y a la
rante el tiempo de su ausencia encarga a un capataz que sensatez, diciéndose: el Señor está tardando. La venida
cuide de atender con justicia y puntualidad a la servi- del Señor en un plazo próximo no se había cumplido.
dumbre. Para este cargo se requiere fidelidad y sensatez: Entonces se pensaba: A lo mejor ni siquiera viene. El
fidelidad porque el capataz sólo es administrador, no se- hecho de que Jesús ha de venir es cierto. Cuándo ha de
ñor, por lo cual debe obrar conforme la voluntad del señor; venir, es cosa que se ignora. Con la venida de Jesús está
sensatez, porque no debe perder de vista que el señor asociado el juicio, en el que cada cual ha de rendir cuen-
puede venir de repente y pedirle cuentas. Si este capataz tas de su administración. En comparación con la certeza
obra con conciencia, es felicitado, pues el señor quiere de que ha de venir el Señor y de los bienes que aportará
encomendarle la administración de todos sus bienes. Si, su venida, pasa a segundo término el conocimiento de la
en cambio, obra sin conciencia e indebidamente, maltrata fecha exacta de su venida. Al Evangelio no le interesa
a la servidumbre y explota su posición de manera egoísta precisamente la descripción de los hechos del tiempo final,
para llevar una vida sibarítica, le espera duro castigo. sino la certeza de que han de tener lugar. Los dirigentes
Según la usanza persa, se le parte el cuerpo con una de la comunidad no deben ceder a la tentación por el
espada. retraso de la parusía.
La interpretación de la parábola, tal como la entendía Al siervo fiel y prudente se le pone al frente de todo
Lucas, se desprende ya de la descripción del cuadro. El lo que posee el Señor. La gloria del tiempo final consiste
criado es administrador. Los apóstoles están al frente de en una actividad intensificada, en un reinar juntamente
la casa del Señor y llevan las llaves (11,52). «Que los con el Señor. En cambio, el siervo malo es castigado;
hombres vean en nosotros servidores de Cristo y admi- se le asignará la misma suerte que a los desleales: será
nistradores de los misterios de Dios» (ICor 4,1). En el ad- entregado a las penas del infierno.
ministrador se busca «que sea fiel» (ICor 4,2). Los após- ¿Nos dices esta parábola a nosotros o a todos? Así
toles se comportarán con fidelidad y prudencia si tienen había preguntado Pedro, porque pensaba que los apóstoles

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tenían la promesa segura y que no estaban en peligro. hija, y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera,
Había oído lo que había dicho el Maestro sobre el pe- y la nuera contra la suegra.
queño rebaño, al que Dios se había complacido en dar el
reino. También el apóstol debe dar buena cuenta de sí Jesús aportó el tiempo de salvación. ¿Qué se puede
con fidelidad y sensatez, si quiere tener participación en percibir de esto? El tiempo de salvación se anuncia como
el reino. También para él existe la posibilidad de castigo. tiempo de paz; el Mesías es portador de paz. ¿Qué se
La sentencia depende de la medida y gravedad de la ha producido en realidad? Falta de paz, discordia hasta
culpa, del conocimiento de la obligación, y de la respon- en las mismas familias. Los discípulos no deben, sin em-
sabilidad. Los apóstoles han sido dotados de mayor co- bargo, perder la cabeza. El tiempo que se ha inaugurado
nocimiento que los otros, por lo cual también se les con Jesús es en primer lugar tiempo de decisión. Jesús
exige más y también es mayor su castigo si se hacen cul- tiene que cumplir una misión que le ha sido confiada por
pables. El que no habiendo conocido la voluntad del Dios. La misión reza así: Echar juego sobre la tierra,
Señor hace algo que merece azotes, recibirá menos golpes. traer el Espíritu Santo con su fuerza purificadora y re-
No estaba iniciado en los planes y designios del Señor, novadora S9. Jesús tiene ardiente deseo de que se veri-
y por ello no será tan severa la sentencia de castigo. Pero fique este envío del Espíritu. Pero antes debe él ser bauti-
será también alcanzado por el castigo, aunque menos, zado con un bautismo, debe pasar por sufrimientos que
pues al fin y al cabo conocía cosas que hubiera debido lo azoten como oleadas de agua. Está penetrado de an-
hacer, pero no las ha hecho. Todo hombre es considera- gustia hasta que se cumpla la pasión mortal. La agonía
do punible, pues nadie ha obrado completamente confor- de Getsemaní envía ya por delante sus mensajeros. La
me a su saber y a su conciencia. La medida de la exi- salvación del tiempo final no viene sin los trabajos de la
gencia de Dios a los hombres se regula conforme a la pasión. El ansia por salvarse debe infundir ánimos para
medida de los dones que se han otorgado a cada uno. soportar las angustias de la pasión. La elevación al cielo se
Todo lo que recibe el hombre es un capital que se le con- efectúa a través de la cruz. Jesús está en camino hacia
fía para que trabaje con él. Jerusalén, donde le aguarda la gloria que seguirá a la
muerte.
49
Fuego vine a echar sobre la tierra. ¡Y cuánto de- El Mesías es anunciado y esperado como portador de
searía que ya estuviera ardiendo! 50 Tengo un bautismo paz. Es el príncipe de la paz; su nacimiento trae paz a los
con que he de ser bautizado. ¡Y cuánta es mi angustia hombres en la tierra 90 . La paz es salvación, orden, unidad.
hasta que esto se cumpla! 51 ¿Pensáis que he venido a po- Ahora bien, antes de que se inicie el tiempo de paz y de
ner paz en la tierra? Nada de eso — o s lo digo yo—, salvación hay falta de paz, división y discordia, incluso
sino discordia. 52 Porque desde ahora en adelante, en una donde la paz debería tener principalmente su asienta El
casa de cinco personas, estarán en discordia tres contra profeta Miqueas se expresó con las palabras siguientes
dos y dos contra tres: 53 el padre estará en discordia con-
tra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la 89. Se dan muy ranadas explicaciones del v. 49.
90. Is 9,5s; Zac 9,10; Le 2,14; Ef 2,14ss.

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365
acerca del tiempo de infortunios y discordias que ha de por donde se halla el mar, se piensa acertadamente que
preceder al tiempo de salvación: «El hijo deshonra al va a llover; si sopla viento del sur, de la parte del desierto,
padre, la hija se alza contra la madre, la nuera contra se concluye que va a hacer calor. El período de tiempo
la suegra, y los enemigos son sus mismos domésticos. Mas que ofrece ahora Dios en el transcurso de los tiempos,
yo esperaré en Yahveh, esperaré en el Dios de mi salva- tiene también sus señales: el pueblo acude en masa a
ción, y mi Dios me oirá» (Miq 7,6s). Ahora tiene lugar Jesús, éste habla con autoridad de profeta, se expulsan
la división. Acerca de Jesús se dividen las familias, acer- demonios, se practican curaciones maravillosas... El pue-
ca de él deben decidirse los hombres (2,34). Esta división blo que, acerca del tiempo y de todo lo que sucede sobre
y separación es señal de que han comenzado los aconteci- la haz de la tierra y en el firmamento, tiene penetrante
mientos finales, que a cada cual exigen decisión. fuerza de observación y se forma un juicio exacto acerca
del significado de los acontecimientos, carece de este
juicio cuando se trata de acontecimientos concernientes
7. LLAMAMIENTO A LA CONVERSIÓN (12,54-13,21). a Jesús y a la salvación. Ni siquiera se toma la molestia
de verificar el significado del tiempo. Los hombres son
Jesús se dirige ahora a las multitudes, ya no a los discípulos. hipócritas. Saben interpretar también estas señales, pero
Si los discípulos estaban en peligro de desconocer la importancia hacen como si no las entendieran. No quieren interpretar
y el signiñcado del tiempo (12,52), mucho más lo está todavía este tiempo como señalado por Dios para la decisión,
el pueblo. Las señales que acompañan al tiempo de Jesús deben
interpretarse rectamente (12,54-59). Lo que tiene lugar en este
precisamente porque rehuyen el tomar decisión, no quie-
tiempo, exige a todos conversión (13,1-9). Este tiempo es tiempo ren convertirse, sino seguir con su vieja forma de vida.
de salud que comienza sin aparato y ocultamente, pero que en La voluntad les impide juzgar.
el futuro tendrá dimensiones arrolladuras (13,10-21).
57
¿Y por qué no juzgáis también por vosotros mismos
lo que es justo? 58 Cuando vas, pues, a presentarte al
a) Señales del tiempo (12,54-59). magistrado con tu contrario, trata de arreglarte con él
por el camino, no sea que te arrastre hasta, el juez, y
54
Decía también a las multitudes: Cuando veis que el juez te entregue al ejecutor, y el ejecutor te meta
una nube se levanta por poniente, en seguida decís: Va en la cárcel. 59 Te digo que no saldrás de allí hasta que
a llover, y así sucede. 55 Cuando sopla el viento sur, de- pagues el último cuadrante.
cís: Va a hacer calor, y lo hace. 56 ¡Hipócritas! Sabéis
apreciar el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo, pues, Es necesario examinar y enjuiciar rectamente el tiem-
no apreciáis el momento presente? po; éste es, en efecto, un tiempo de decisión, del que
depende el futuro. Quien no toma la debida decisión se
El pueblo, al observar el tiempo, sabe muy bien dis- expone a perderse eternamente. Choca que las gentes no
tinguir las señales. Cuando asoma una nube por poniente, atribuyan por sí mismas, para su propio bien, toda su im-

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portancia al debido enjuiciamiento de la hora presente. Mientras hablaba Jesús del significado de la hora
¿Por qué no juzgáis? ¿Y por qué no obráis conforme al presente como de un tiempo de decisión fijado por Dios, se
recto juicio? Ahora es todavía posible ponerlo todo en presentaron algunos, probablemente galileos, que le re-
regla. firieron cómo el procurador romano, Pilato, había man-
Una nueva parábola ayudará a juzgar rectamente del dado degollar a algunos galileos en el atrio del templo
tiempo y a hacer lo que es debido. Tú vas con tu con- mientras ofrecían sacrificios. Acerca de este hecho no
trario a un proceso. Todavía existe la posibilidad de tenemos información fuera del relato evangélico. Sin em-
negociar con él de recurrir a su bondad, de tratar de ga- bargo, no parece imposible en la historia de la adminis-
narle la voluntad y así librarte de él. Una vez que ha tración de Pilato. Los galileos propendían a la lucha, so-
comenzado la vista de la causa, el pleito sigue su camino. bre todo si estaban afiliados al partido de los celotas, que
Todo procede automáticamente. Ya no tienes manera de querían imponer con la fuerza un cambio político. Pilato
influir. Lucas tiene presente el proceso judicial romano; era duro y cruel. La acción era tanto más horrorosa, por
escribe para los paganos. Nadie ignora lo duro e inexora- cuanto la sangre de los sacrificantes se había «mezclado»
ble del orden jurídico. Del magistrado pasa el acusado con la sangre de los sacrificios. La cruel ejecución de los
ante el juez, del juez al ejecutor de la sentencia, del eje- galileos tuvo lugar en una fiesta de pascua; en efecto,
cutor a la cárcel, y de la cárcel no sale hasta que haya debido al gran número de víctimas, los hombres mismos
pagado el último cuadrante 91 . Lo único indicado en esta inmolaban los corderos, cuya sangre derramaban los sacer-
situación es intentar la conciliación antes de llegar al dotes sobre el altar. Las gentes estaban horrorizadas al
tribunal, y lograr así librarse del contrario. ver derramada sangre humana, profanados los sacrificios,
y a los romanos atentando incluso contra lo que estaba
consagrado a Dios.
b) Los acontecimientos invitan a la conversión (13,1-9). Las gentes refirieron a Jesús lo sucedido, seguramente
porque pensaban que también él quedaría impresionado y
1
En aquel tiempo se presentaron unos para anunciarle hasta quizá podría intervenir. Se preguntaban por qué
lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Piloto con Dios había dejado matar a aquellos galileos mientras sa-
la de los sacrificios que ellos ofrecían. 2 Él les respondió: crificaban y creían que la explicación estaba en que eran
¿Pensáis que esos galileos, por haber sufrido semejante pecadores y habían recibido el castigo que merecían sus
suerte, eran más pecadores que todos los demás galileos? pecados. Los judíos decían: No hay castigo sin culpa;
3
Nada de eso — os lo digo yo —; pero, si no os con- las grandes catástrofes presuponen graves pecados. Jesús
vertís, todos pereceréis igualmente. enfoca el acontecimiento referido a la luz de su predica-
ción acerca del sentido del tiempo presente. Aquí no niega
la conexión entre pecado y castigo. Lo que no es correcto
91. El texto original dice lepton, la moneda más pequeña de aquellos es concluir de este hecho que aquellos galileos castigados
tiempos, equivalente 1/80 de denario. El denario era el jornal corriente de
un peón. hubieran sido más pecadores que los demás galileos. To-

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NT, Le 1, 24
dos son pecadores, todos son reos del castigo de Dios. cluso todas las catástrofes que se producen en el tiempo
Por eso todos tienen necesidad de convertirse y de hacer son una llamada a entrar dentro de nosotros mismos,
penitencia si quieren librarse de la condenación que les anuncian la necesidad de volverse a Dios. Es endureci-
amenaza. miento de los hombres el no convertirse a pesar de las
pruebas. «El resto de la humanidad, los que no fueron
4
Y de aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la to- exterminados por estas plagas, no se convirtieron de las
rre de Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables obras de sus manos, de modo que no dejaron de adorar
que todos los demás habitantes de Jerusalén? 5 Nada de a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce,
eso — o s lo digo yo—; pero, si no os convertís, todos de piedra y de madera, que no pueden ver ni oir ni andar.
pereceréis de la misma manera. Y no se convirtieron de sus asesinatos, ni de sus male-
ficios, ni de su fornicación, ni de sus robos» (Ap 9,20s).
Tampoco de esta desgracia tenemos noticias extra-
6
evangélicas. La muralla sur de Jerusalén corría hacia el Entonces les proponía esta parábola: Un hombre
este hasta la fuente de Siloé. Probablemente había allí tenía plantada una higuera en su viña; fue a buscar fruto
un torreón de la muralla. Podemos conjeturar que este en ella, pero no lo encontró. 7 Dijo, pues, el viñador: Ya
torreón se había derrumbado durante las obras de con- hace tres años que estoy viniendo a buscar fruto en esta
ducción de aguas ejecutadas por Pilato. Todavía se re- higuera y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a estar
cordaba la catástrofe. En este suceso se trata de una ocupado inútilmente el terreno? 8 Dícele el viñador: Señor,
desgracia que no se debió directamente a intervención hu- déjala todavía este año; ya cavaré yo en derredor de ella
mana. En tal caso era todavía más obvio pensar que se y le echaré estiércol, 9 a ver si da fruto el año que viene;
trataba de un castigo de Dios. Jesús no niega el carácter de lo contrario, entonces la cortarás.
de castigo del accidente. Sin embargo, lo sucedido es un
aviso y un llamamiento a la conversión. Los dieciocho ' En las viñas de Palestina se suelen plantar también
habitantes de Jerusalén que habían sido víctimas de la árboles frutales. Su cuidado, al igual que el de las cepas,
catástrofe no eran más culpables que los demás habitantes está confiado al viñador que está al servicio del dueño
de la ciudad. de la viña. Las viñas eran lugar propicio y preferido para
Los acontecimientos de la época no son interpretados las higueras; por eso se explica que el propietario de la
por Jesús políticamente, sino sólo en sentido religioso. Da- viña espere frutos de la higuera. Sin embargo, tres años
do que Jesús está penetrado de la idea de que se ha ini- había esperado en vano. Hay que arrancar el árbol que
ciado el tiempo final, enjuicia el tiempo con normas pro- absorbe inútilmente los humores de la tierra. Sin em-
pias de los tiempos finales. Lo que sucede en el tiempo bargo, el hortelano quiere hacer todavía una última tenta-
es evocación del tiempo final, las catástrofes políticas y tiva bondadosa, a su árbol preferido quiere tratarlo con
cósmicas son señales de la catástrofe del tiempo final. preferencia. Si esta última prueba resulta inútil, entonces
El tiempo final exige decisión, conversión, penitencia. In- se podrá arrancar ese árbol que no da fruto.

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También esta parábola está destinada a interpretar el
tiempo de Jesús. Es el último plazo de gracia que el Hijo c) Se inicia la era de salvación (13,10-21).
de Dios recaba de su Padre. La elección de la imagen
10
evoca la acción de Dios en la historia de la salvación. Los Un sábado, estaba él enseñando en una sinagoga.
11
profetas habían comparado ya a Israel con una viña. «La Y precisamente había una mujer que desde hacía die-
viña de Yahveh Sebaot es la casa de Israel, y los hom- ciocho años tenía una enfermedad por causa de un espí-
bres de Judá son su plantío escogido» (Is 5,7). La histo- ritu, y estaba toda encorvada, sin poder enderezarse en
ria de la salvación ha alcanzado ahora su meta. El tiempo manera alguna. l2 Cuando la vio Jesús, la llamó junto a
final ha alboreado, el juicio amenaza, se ofrece la última sí y le dijo: Mujer, ya estás libre de tu enfermedad; n y
posibilidad de conversión, la acción de Jesús es el último le impuso las manos. Inmediatamente se puso derecha,
ruego dirigido a Dios para que tenga paciencia, es la úl- y daba gloria a Dios. u El jefe de la sinagoga, indignado
tima y fatigosa tentativa de salvación. El tiempo de Jesús porque Jesús había curado en sábado, dirigiéndose al pue-
es la última posibilidad de tomar decisión causada por el blo, decía: Seis días hay a la semana para trabajar; venid,
amor de Jesús. Su obra es intercesión por Israel y junta- pues, en ellos para ser curados, pero no precisamente en
mente acción infatigable encaminada a conducir a Israel sábado. l5 Pero el Señor le contestó: ¡Hipócritas! ¿Acaso
a la conversión. cualquiera de vosotros, en sábado, no desata del pesebre
Todo lo que tiene lugar en el tiempo de Jesús es su buey o su asno, para llevarlo a beber? 16 Pues enton-
iluminado por el hecho salvjfico que se ha iniciado con ces, a ésta, que es hija de Abraham, a la que Satán tenía
Jesús; todo: los hechos políticos, las catástrofes históri- atada desde hace dieciocho años, ¿no había que desatarla
cas, la acción de Jesús. El tiempo final ha llegado. Es la de esta atadura, aunque fuera en sábado? n Y mientras
oferta hecha por Dios para que se tome decisión, es in- él decía esto, todos sus adversarios se sentían avergonza-
vitación a la conversión y a la penitencia. Como Juan, dos; pero el pueblo entero se alegraba de todas las mara-
también Jesús predica que hay que hacer penitencia, que villas realizadas por él.
no hay que dejarlo para más tarde, que hay que dar fruto
con el cambio de vida y con las obras. Jesús va más lejos El tiempo de Jesús es un tiempo de decisión otorga-
que Juan. Aunque sabe que el juicio se acerca y que va do por Dios: comienzo de la eterna perdición, comienzo
a caer sobre Jerusalén la sentencia de destrucción; sin de la salvación eterna. La curación de la mujer encorva-
embargo, interviene en favor de su pueblo, ofrece amor, da es señal del alborear del tiempo de salvación. En po-
sacrificio y vida por Israel, a fin de que todavía se salve. cos rasgos, pero con profundo sentido, se representa lo
Jesús es intercesor en favor de Pedro (22,32) y de Is- que significa el tiempo de Jesús. Delante de Jesús, la gran
rael (23,34). miseria: una mujer que lleva dieciocho años bajo el do-
minio del mal espíritu, enferma, encorvada, sin posibili-
dad de erguirse, completamente inclinada hacia la tierra,
sin dirigir la mirada hacia arriba. Jesús se enfrenta con

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NT. l e I. 24»
hombres la interpretación de la ley. Por eso dice también:
esta miseria: mira a la mujer lleno de compasión, la llama,
le dirige su palabra, le impone las manos. Con esto se es- Hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo
boza todo lo que Jesús hacía siempre. La salvación albo- es suave y mi carga ligera (Mt 11,28). El sábado se con-
rea en esta mujer: ella se ve libre de las cadenas de Sa- vierte en día de gozo para todo el pueblo. Es la fiesta de la
tán y de la enfermedad, se yergue y cobra alientos, se ve conclusión de la obra de la creación, la glorificación de
en libertad para glorificar a Dios. Lo que la primera apa- Dios en la consideración de lo que había sucedido. «Y
rición en la sinagoga había mostrado en forma progra- vio Dios que era muy bueno todo cuanto había hecho» (Gen
mática, se cumplió también ahora: «Proclamar libertad 1,31). La obra de la creación halla su consumación en la
a los cautivos y recuperación de la vista a los ciegos» obra salvífica del tiempo final; en la acción salvífica / de
(4,18). La salud está aquí. Jesús se ha dado al sábado su más profundo sentido. El
Pero el jefe de la sinagoga no conoce las señales del pueblo entero se alegraba de todas las maravillas que se
tiempo. Es uno de esos hipócritas que saben interpretar habían realizado en él. «Aún le queda al pueblo de Dios
correctamente las señales en la tierra y en el firmamento, un reposo sabático. Porque el que entra en el reposo
pero se hacen refractarios al alborear del tiempo de sal- de Dios, también él descansa de sus obras, como Dios de
vación y por eso no interpretan tampoco debidamente las las suyas propias» (Heb 4,9-11). Al final no se halla el
señales que se producen. Su interpretación de la ley, su juicio, sino la redención y salvación definitiva del hombre,
aferrarse encarnizadamente a la tradición humana, su inac- a condición de que quiera hacerse accesible al amor de
cesibilidad al amor y a la misericordia con una persona Dios.
afligida le quita la posibilidad de comprender debida-
18
mente el tiempo. Los adversarios de Jesús acaban con- Decía, pues: ¿A qué se parece el reino de Dios, y
fundidos: ante el pueblo y todavía más en el juicio de a qué lo compararé? l9 Se parece a un grano de mostaza
Dios. que un hombre tomó y echó en su huerto; creció y se
El nuevo sentido que da Jesús al sábado ilumina también convirtió en árbol, y los pájaros del cielo anidaron en sus
el tiempo de salvación que él anuncia y aporta. La ley del ramas. 20 Y nuevamente dijo: ¿A qué compararé el reino
reposo sabático se pone al servicio del hombre, en él se de Dios? 21 Se parece a un poco de levadura que una
glorifica Dios mostrando misericordia a los hombres. El mujer tomó y mezcló con tres medidas de harina hasta
hombre vuelve a recuperar dignidad; no debe posponerse a que fermentó toda la masa.
los animales (al buey y al asno). Ahora se cumplen las
grandes promesas que había hecho Dios a Abraham al La fórmula introductoria que dice que el reino de
comienzo de la historia de salvación. La mujer es tratada Dios se parece a un grano de mostaza... a un poco de
como hija-de Abraham. Se quebranta el dominio de Satán, levadura, quiere decir que con el reino de Dios sucede
el hombre se ve libre de las cadenas que le habían echado como con... Lo que se compara es el contraste entre la
Satán y su séquito: el pecado, la enfermedad y la muerte. pequenez de los comienzos y el grandioso final. El grano
Jesús redime de la pesada carga que había impuesto a los de mostaza es la más pequeña de todas las semillas en el

374 375
mundo entero (Me 4,31), del tamaño de una cabeza de re sólo al comienzo y al fin, sino también al tiempo inter-
alfiler. Si se echa en la tierra y crece, se hace como un medio. El grano de mostaza se desarrolla y se convierte
árbol, tan grande que los pájaros pueden anidar en sus en un gran árbol, la levadura está oculta en la masa has-
ramas. En el lago de Genesaret alcanza el arbusto de mos- ta que todo llega a fermentar; no está inactiva. El período
taza una altura de dos metros y medio a tres. Algo pare- que va desde la entrada de Jesús en el cielo hasta su ve-
cido se puede decir de la levadura. La mujer hacía cada nida en gloria no está abandonado por la actividad del
mañana el pan para la familia. La víspera metía la leva- reino de Dios. El reino de Dios ha venido y todavía tiene
dura dentro de la masa. Muy poco, un puñado basta para que venir, está visible en la acción de Jesús y todavía está
gran cantidad de harina (3 medidas = 36,44 litros). Du- en camino, es real y todavía tiene que realizarse... Cierto
rante la noche fermenta toda la masa gracias a ese poco es que la acción de Jesús es presencia del reino de Dios,
de levadura. Se compara el comienzo insignificante y ocul- Cierto también que la consumación ha de aguardarse to-
to con el grandioso resultado final. davía; en cambio, sobre el período intermedio entre el
El reino de Dios se ha iniciado con la acción de Jesús. principio y el fin no se ha dicho nada claro, porque Jesús
Jesús lo anuncia y lo aporta, lo promete a los discípulos. se fija ante todo en el principio y en el fin. Sin embargo,
También los discípulos lo anuncian. La acción de Jesús crece... No hay poder capaz de detenerlo.
muestra que el reino de Dios está presente: sus curacio-
nes, sus expulsiones de demonios son señales del alborear
del reino de Dios. Pero esto no sucede de modo que
cada cual pueda decir: Aquí está el reino de Dios. Sólo
lo descubre el que tiene la sabiduría de Dios. Sólo la fe
es el camino para llegar a este conocimiento. El reino de
Dios es todavía un misterio en el que no son iniciados
todos, sino solamente los discípulos. Los discípulos deben
todavía orar para que venga el reino (11,2). Los discípu-
los que tienen participación en el reino son todavía un
pequeño rebaño (12,32). Como en el caso del grano de
mostaza y de la levadura es pequeño el principio, pero con
la seguridad de que el reino vendrá con gloria y grandeza.
Brota de comienzos pequeños. Ahora sólo ha alcanzado
a pocos, pero un día lo penetrará todo.
Jesús, con su predicación y su acción, trajo el reino de
Dios. Su tiempo es tiempo de salud, aunque con un co-
mienzo pequeño e imperceptible. Una día alcanzará el
reino de Dios su gran desarrollo. La parábola no se refie-

376 377
El Nuevo Testamento y su mensaje

Este comentario al Nuevo Testamento, destinado a la lectura es-


piritual, pretende hacer que la palabra de las Sagradas Escrituras
sea directamente fecunda para la vida del cristiano, en todos sus
aspectos. Consta de los siguientes volúmenes:

1. W. TRILLING, El Evangelio según san Mateo. Dos volúmenes


(2. a edición) de 288 y 352 páginas.
2. R. SCHNACKENBURG, El Evangelio según san Marcos. Dos vo-
lúmenes (2. a edición) de 224 y 348 páginas.
3. A. STOGER, El Evangelio según san Lucas. Dos volúmenes
(3. a edición) de 380 y 244 páginas.
4. J. BLANK, El Evangelio según san Juan. Tres volúmenes (en
preparación el 1.° y el 3.°; 300 páginas el 2.°).
5. J. KÜRZINGER, Los hechos de los apóstoles. Dos volúmenes
(2. a edición) de 332 y 216 páginas.
6. K. KERTELGE, Carta a los Romanos. 248 páginas (2. a edición).
7. E. WALTER, Primera carta a los Corintios. 304 p. (2. a ed.).
8. K.H. SCHELKLE, Segunda carta a los Corintios. 248 p. (2. a ed.).
9. C. SCHNEIDER, Carta a los Gálatas. 160 páginas (2. a ed.).
10. M. ZERWICK, Carta a los Efesios. 192 páginas (2. a edición).
11. J. GNILKA, Carta a los Filipenses. 84 páginas (2. a edición).
12. F. MUSSNER, Carta a los Colosenses. (2. a edición).
A. STOGER, Carla a Filemón. 160 páginas.
13. H. SCHÜRMANN, Primera carta a los Tesalonicenses. 104 pá-
ginas. (2. a edición).
14. H.A. EGENOLF, Segunda carta a los Tesalonicenses. 108 p.
15. J. REUSS, Primera carta a Timoteo. 100 páginas (2. a ed.).
16. J. REUSS, Segunda carta a Timoteo. % páginas.
17. J. REUSS. Carta a Tito, 80 páginas (2. a edición).
18. F.J. SCHIERSE, Carta a los Hebreos. 156 páginas (2. a ed.).
19. O. KNOCH, Carta de Santiago. 128 páginas (2. a edición).
20. B. SCHWANK, Primera carta de san Pedro. 148 páginas
21. A. STOGER, Carta de san Judas. Segunda carta de san Pedro.
132 páginas (2. a edición).
22. W. THÜSING, Las cartas de san Juan. 236 páginas (2. a ed.).
23. E. SCHICK, El apocalipsis. 288 páginas. 2. a edición).

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