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EXTENSIÓN JACALTENANGO
DERECHO NOTARIAL
VII CICLO
EL PROTOCOLO NOTARIAL
El derecho notarial es una ciencia que está comprendida por principios, doctrinas,
teorías, instituciones y normas jurídicas que regulan la organización del notario, la
función notarial y la teoría formal del instrumento público, por conocimiento
general esta es la definición de esta ciencia, pero el conocimiento a profundidad
es de suma importancia y obligatoriedad para los prolegómenos del derecho,
porque de cada uno de los elementos de la definición se derivan una serie de
temas importantes, en especial las instituciones del derecho notarial, que son ejes
de estudio que abarcan el contenido de esta ciencia, indispensables para la
preparación de futuros notarios.
Antecedentes:
Por esta razón, la oralidad se sustituyó por la prueba escrita, más eficaz por
ofrecer menos fallas.
Por otra parte, tiene relevancia el protocolo en nuestro medio por el hecho que los
actos y negocios jurídicos que se consignan en el mismo, tienen, por lo general
cierta durabilidad que se prolonga con el tiempo, por lo cual, en cualquier
momento constituye prueba fehaciente sobre los derechos y relaciones jurídicas
incorporadas en tales documentos.”
Etimología:
Oscar Salas, citando a varios autores, entre ellos Escriche, Fernández Casado,
Otero y Valentín, y R. Barcia, expone: Existen varias acepciones de la palabra
protocolo. Su etimología poco ayuda para esclarecer cuál es su sentido propio,
pues hay diversidad de opiniones acerca de su origen. Evidentemente es palabra
compuesta del prefijo proto, procedente de la voz griega protos, y del sufijo colo o
colon, sobre cuya significación no se han puesto de acuerdo los autores. Según
Escriche proviene de la voz latina cullium o collatio, que significa comparación o
cotejo; según otros, mencionados por Fernández Casado, se deriva del griego
kollon, que quiere decir pegar, debido quizás a que en la Roma de Justiniano se
fijaba a toda copia en limpio una etiqueta o sello, aunque según ficho autor se
deriva del sánscrito kul que significa reunir y lo reunido, es decir, depósito. Para
Roque Barcia, en fin, proviene del griego kolla, equivalente a cola o engrudo
porque así se pegaban las hojas de los libros.
Enuncia el autor aludido, que el Fuero Real de España, dispuso que los
escribanos tuvieron notas primeras o resúmenes, llamadas también
imbreviaturas, hasta que se llegó a conservar en poder del Notario el texto
íntegro del documento del documento y la cartae fue la reproducción fiel, (lo que
nosotros conocemos como testimonio). Esto fue consagrado legalmente en la
Pragmática de Alcalá en 1,503.
Definición:
Como pudimos darnos cuenta, son muchas las acepciones que se le dan la
palabra protocolo, por lo que es más adecuado hablar de protocolo del notario,
protocolo notarial o registro notarial.
Definición legal
Cabe indicar, que para una mejor comprensión de esta definición, es conveniente
analizar separadamente cada uno de sus elementos; por lo que al referirse a la
colección ordenada, se entiende que se basa en una numeración, tal como lo
indica el numeral dos del artículo 13 de la ley referida: “los instrumentos llevarán
numeración cardinal, y se escribirán uno a continuación de otro, por riguroso orden
de fechas….”
En cuanto a las escrituras matrices se refiere, es importante señalar, que este
elemento se compone de dos conceptos elementales muy interesantes, toda vez,
que viene constituyendo la razón en sí, del qué hacer notarial, específicamente al
hacer alusión a la escritura, misma que doctrinariamente de puede definir tomando
en consideración algunas definiciones importantes que aporta Jiménez-Arnau.
Fernández Casado: “Es el instrumento público por el cual una o varias personas
jurídicamente capaces establecen, modifican o extinguen relaciones de derecho.”
Manuel Ossorio la define como: “Escritura original que se refiere a un acto jurídico,
que se conserva en un protocolo o registro y de la cual se sacan, por el profesional
o funcionario que legalmente la guarda, las copias o testimonios textuales o los
certificados que resumen su contenido y que se utilizan en el comercio jurídico.”
Otro término conceptual, son las actas de protocolación y aunque ello genera una
posible confusión entre éstas y las actas notariales, cabe indicar que la primera, es
aquella que se efectúa dentro del protocolo, que lleva consigo la utilización del
papel especial para protocolo, mismo que es utilizado para la realización de las
escrituras matrices.
Con tales definiciones queda claro que este tipo de actos siempre deberán ser
parte del protocolo notarial y tendrán el carácter de permanentes.
Otro elemento fundamental de la definición de protocolo, es la de las razones de
legalización de firmas, que no son más que la razón que el notario hace dentro del
protocolo notarial, en hoja especial para protocolo, de haber legalizado firmas
puestas ante o reconocidas por el notario que toma la razón.
En cuanto a los documentos que el notario registra de conformidad con esta ley
(Código de Notariado), tal como lo indica la definición en estudio, cabe señalar,
que tal disposición es un poco confusa o deja mucho qué pensar, ya que dicha ley,
es clara al indicar qué documentos deben ir dentro del protocolo tal como lo indica
su definición, y al efectuar un arduo estudio a dicho cuerpo legal, concluimos que
tal disposición, si es aplicable, en el caso de que otras leyes así lo ordenen; por lo
que al respecto no hay mayores elementos qué tomar en consideración.
Una peculiaridad del Notario en Guatemala, con base que adopta el sistema de
Notariado Latino, es que de conformidad con el Código de Notariado, debe llevar
un registro de las escrituras públicas que autoriza, denominado protocolo notarial.
Características:
La doctrina no se centra en este tema, al querer determinar las características del
protocolo notarial; sin embargo, es apropiado señalarlas, como un aporte a la
doctrina y con el propósito de darle sustento a una institución que viene a ser el
centro del qué hacer notarial, la vida del notario; se podría decir que en toda su
magnitud se encuentra inmersa dentro de tal institución; ello obedece a la
necesidad de determinar sus características, que lo hacen único dentro de la
legislación guatemalteca, mismas que se describen a continuación:
a) Empastado obligatorio del protocolo notarial
b) El protocolo notarial es propiedad del Estado
c) El protocolo notarial se empasta anualmente
En ese sentido, el Estado crea las normas a través del órgano legislativo
con la finalidad de brindar seguridad jurídica a la población; de ello deviene
la creación del Código de Notariado, que es específico y regula toda la
función y actividad de los notarios.
Apertura
El protocolo se abre cada año, con la primera escritura que se facciona, la cual
llevará siempre el número uno, la que principiará en la primera línea del folio
inicial. (Art. 12 Código de Notariado).
Contenido
El protocolo del notario contendrá: Las escrituras públicas o matrices, las actas de
protocolización, las razones de legalización, la razón de cierre, el índice y los
atestados.
Formalidades
También debe tomarse en cuenta que son nulas las adiciones entrerrenglonadas y
testados, si no se salvan al final, antes que el documento sea firmado. Las
enmendaduras son prohibidas. (Art. 14 Código de Notariado).
Cierre
El protocolo debe cerrarse cada año, el último día del año natural, pero también
puede cerrase antes si el Notario dejare de cartular.
Índice
Atestados
Los atestados son los documentos que el notario agrega al final de su protocolo y
tiene relación con los instrumentos autorizados y debe constar principalmente el
recibo de pago de apertura, comprobantes de entrega de testimonios especiales,
copias de avisos, recibos, solvencias, entre otros. (Art. 17 Código de Notariado).
Empastado
Dentro de los treinta días posteriores al cierre del protocolo del notario debe
mandar a empastar su protocolo. (Art. 18 Código de notariado).
Depósito
En los casos de que el Notario quedare inhabilitado por cualquier causa, debe
entregar sus protocolos al Archivo General de Protocolos en la capital, y al Juez
de Primera Instancia en los departamentos, para que éstos los remitan al Archivo
(Arto. 26), siendo el Director del Archivo General de Protocolos, el que tendrá las
facultades de extender las copias y testimonios que le sean requeridas.
Desde luego en los casos anteriores los protocolos serán devueltos por
requerimiento personal del Notario depositante al quedar sin efecto la causa que
motivó el depósito. (Arto. 28).
En el último caso, del fallecimiento del Notario, los albaceas, herederos, parientes,
o cualquier persona que tuviera en su poder protocolos de un Notario fallecido,
deben depositarlos dentro de los treinta días siguientes al fallecimiento al Archivo
General de Protocolos, si fuera en la capital; al Juez de Primera Instancia, si
estuviera en cabecera departamental; o al Alcalde, si estuviese en un municipio;
en esos casos, estos funcionarios deben remitirlo dentro de los ocho días
siguientes del depósito al Archivo General de Protocolos. (Arto. 23).
Se ha dicho que las garantías o principios que fundamentan el protocolo, son las
de durabilidad y seguridad.
Al respecto del fundamento Oscar Salas, afirma: “Dado que nuestro sistema
notarial se concentra en el principio de que los originales o matrices deben quedar
en poder del notario, es necesario rodear y dotar, a tales documentos de una serie
numeroso de seguridades. Ello permite o facilita la expedición de copias
(testimonios), lo mismo que la comprobación de autenticidad de las mismas, en
todos aquellos casos en que los documentos notariales sean redargüidos de
falsedad. Se ha dicho, no obstante, que “el protocolo es un complemento de la
función notarial, pero no es de absoluta necesidad” (Sanahuja J.M.), porque bien
podría suceder, tal como ocurre en los países que siguen el sistema sajón
(Inglaterra, Estados Unidos, etc.) que la autenticación de las actas y negocios
jurídicos se realice sobre la base de que los documentos originales en que
aquellas constasen, sean conservados por los mismos interesados. En todo caso,
se considera que en el sistema notarial latino, la existencia y fundamentación del
protocolo radica en los siguientes aspectos a examinar:
a. Permanencia documental en las relaciones jurídicas
El protocolo notarial constituye una garantía que presta el Estado para la
efectiva perdurabilidad de los actos jurídicos que requieren de la
intervención notarial, para su completa validez y eficacia legal. Ello, porque
los protocolos evitan que se pierdan instrumentos públicos, los cuales en
manos de las partes, están sujetos al enorme riesgo de que resulten
extraviados. La pérdida de dichos documentos, como es obvio, acarrea
automáticamente la pérdida de la prueba del derecho consignada en los
mismos, con lo cual se les podría ocasionar múltiples daños irreparables a
algunos de los otorgantes del negocio jurídico.
Reposición
La existencia se hará por avisos que se publicarán tres veces durante un mes el
Diario Oficial y en otro de los de mayor circulación en la localidad.
Si existiere el testimonio especial del índice del protocolo, los avisos contendrán la
nómina de los otorgantes.
En caso del testimonio especial del índice, ha dado motivo de contradicción, y que
el artículo 37 del Código de Notariado, que se refiere los testimonios especiales,
no hace referencia a esta obligación, sin embargo considero que si debemos
enviar testimonio especial tanto del índice como de la razón de cierre; cuando la
ley hace referencia, a que “si existieren testimonio del índice” se refiere a los caso
de pérdida, destrucción o deterioro del protocolo del año en que se esté
cartulando, el cual no está cerrad ni elaborado el índice. Ahora para los casos de
años anteriores, si debe existir.
Si no fuere posible reponer todas las escrituras, el Juez tendrá que citar de nuevo
a los interesados, para consignar, en acta los puntos que tales escrituras
contenían y en caso de desacuerdo o no comparecieren, los interesados tendrán
que recurrir a un juicio en la vía ordinaria. (Artos. 90 al 95)
Inspección y revisión
La inspección y revisión del protocolo tiene por objeto comprobar si en el mismo
se han llenado los requisitos formales establecidos en la ley. la revisión puede ser
de tres clases:
a. Ordinaria
b. Extraordinaria y
c. Especial
d. La inspección
Según Oscar Salas, en Costa Rica, El Salvador y Nicaragua se usan para formar
el protocolo, a opción del Notarios, libros encuadernados o bien sueltas, pero que
en la práctica predomina el uso de hojas o folios sueltos, para encuadernarlos al
final del año natural. Sistema que se utiliza en Guatemala, Honduras y Panamá.
El estatuto del Notariado de Colombia, contenido en Decreto 960 del año 1970, en
su artículo 18 y 20, aunque no lo expresa taxativamente, se deduce que se usa
folio suelto.
Para integrar el protocolo, se hace uno o varios tomos empastados, del tamaño
que sea cómoda y práctica su consulta, en forma anual.
La Ley de Costa Rica, establecía en el artículo 29 que: “los productos serán lobros
encuadernados de cien folios, con hojas de papel sellado de cincuenta céntimos
cada una. La administración de Rentas Nacionales suministrará tales libros a los
Notarios previo el pago correspondiente”: se establece claramente que el
protocolo está contenido en libro empastado.
El Código Notarial de Costa Rica, regula las clases de tomos en que se formará el
protocolo, que introduce la novedad alternativa del tomo encuadernado y del tomo
con hojas movibles, lo que advierte un avance práctico, como aseguro y en
concordancia con la integración al Registro Notarial, dependiente a su vez del
Registro Nacional”