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I
n los primeros años después del final
de la Guerra Fría, muchos estadounidenses
tenían un profundo optimismo sobre el
futuro de la política internacional. El
presidente Bill Clinton captó ese estado de
ánimo cuando le dijo a la ONU
Asamblea General en septiembre de 1993:
T as espirales descendentes que los Estados Unidos han tomado fueron cualquier cosa
menos inevitables. Washington siempre ha tenido la posibilidad de elegir cómo enfocar la
gran estrategia. Una opción popular entre algunos libertarios es el aislacionismo. Este
enfoque se basa en el supuesto de que no hay ninguna región fuera del Hemisferio
Occidental que sea lo suficientemente importante estratégicamente como para justificar el
gasto de sangre y tesoros estadounidenses. Los aisladores creen que Estados Unidos está muy
seguro porque está separado de todas las grandes potencias del mundo por dos fosos
gigantescos -el Océano Atlántico y el Océano Pacífico- y, además, ha tenido armas nucleares -
el elemento disuasorio definitivo- desde 1945. Pero en realidad, no hay ninguna posibilidad de
que Washington adopte esta política, aunque los Estados Unidos tenían fuertes tendencias
aislacionistas hasta la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, un activismo
internacionalista, fomentado por gente como la Fundación Rockefeller, ha deslegitimado
completamente este enfoque. Los políticos estadounidenses han llegado a creer que el país
debería estar involucrado militarmente en el escenario mundial. Sin embargo, aunque ningún
político de la corriente dominante se atrevería a abogar por el aislacionismo en este momento,
la justificación de esta gran estrategia demuestra cuán seguros son los Estados Unidos. Esto
significa, entre otras cosas, que siempre será un desafío motivar al público estadounidense a
querer gobernar el mundo y especialmente a luchar guerras de elección en lugares distantes.
El balanceo offshore, que fue la gran estrategia tradicional de Estados Unidos durante la mayor
parte de su historia, no es más que otra opción. Se basa en la creencia de que hay tres regiones