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Los colombianos cuentan con varios mecanismos de participación ciudadana, los

cuales dan la opción de ejercer el derecho a participar del poder político. Entre los
mecanismos de participación se encuentran el plebiscito, el referendo, la consulta
popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato.

Por ser Colombia un país democrático, en el cual se busca que los ciudadanos sean
quienes decidan el rumbo que toma el país, en diferentes acciones, políticas y en
general decisiones, la Constitución Política Colombiana, consagra en el artículo 40
que “todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y
control del poder político”.

Es así, como se presentan varios factores, que deben conocer los ciudadanos para
hacer efectivo este derecho y ser participativo en las acciones del país, como lo es
el elegir y ser elegido, constituir partidos, movimientos y agrupaciones políticas sin
limitación alguna, difundir sus ideas y programas, interponer acciones públicas en
defensa de la Constitución y de la ley y tomar parte en elecciones, plebiscitos,
consultas populares, revocatorias del mandato, iniciativas legislativas, entre otras
formas de participación democrática, de las cuales se hablarán a continuación.

De acuerdo con el artículo 103 de la Constitución Colombiana, “son mecanismos de


participación del pueblo en ejercicio de su soberanía: el voto, el plebiscito, el
referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la
revocatoria del mandato”.

En todos los casos de mecanismos de participación expuestos anteriormente, de


acuerdo con el artículo 103 de la Constitución Colombiana: “El Estado contribuirá a
la organización, promoción y capacitación de las asociaciones profesionales,
cívicas, sindicales, comunitarias, juveniles, benéficas o de utilidad común no
gubernamentales, sin detrimento de su autonomía con el objeto de que constituyan
mecanismos democráticos de representación en las diferentes instancias de
participación, concertación, control y vigilancia de la gestión pública que se
establezcan”.
De igual manera, todos están reglamentados bajo la Ley 134 de 1994, la cual
expone paso a paso los requerimientos y las etapas de los mecanismos y “establece
las normas fundamentales por las que se regirá la participación democrática de las
organizaciones civiles”.

La Ley 134 de 1994 además señala que “la regulación de estos mecanismos no
impedirá el desarrollo de otras formas de participación ciudadana en la vida política,
económica, social, cultural, universitaria, sindical o gremial del país ni el ejercicio de
otros derechos políticos no mencionados en esta ley.”

Plebiscito
El plebiscito es el pronunciamiento del pueblo convocado por el Presidente de la
República, mediante el cual apoya o rechaza una determinada decisión del
Ejecutivo.

Iniciativa popular legislativa

De acuerdo con el Artículo 2 de la Ley 134 de 1994, La iniciativa popular legislativa


y normativa ante las corporaciones públicas es el derecho político de un grupo de
ciudadanos de presentar Proyecto de Acto legislativo y de ley ante el Congreso de
la República, de Ordenanza ante las Asambleas Departamentales, de Acuerdo ante
los Concejos Municipales o Distritales y de Resolución ante las Juntas
Administradoras Locales, y demás resoluciones de las corporaciones de las
entidades territoriales, de acuerdo con las leyes que las reglamentan, según el caso,
para que sean debatidos y posteriormente aprobados, modificados o negados por
la corporación pública correspondiente.

El Estado de Colombia reconoce la iniciativa popular en los artículos 154, 155 y 159;
el requisito previsto es que deberán estar avaladas por el 5% de los ciudadanos
inscritos en el censo electoral, con las facultades de designar a un vocero que será
oído por las Cámaras en todas las etapas del trámite.
Referendo

Es la convocatoria que se hace al pueblo para que apruebe o rechace un proyecto


de norma jurídica o derogue o no una norma ya vigente.

El referendo es un mecanismo de participación ciudadana que, en Colombia, está


regulado por la Ley 134 de 1994. El artículo 3 de esta ley define referendo como la
"convocatoria que se hace al pueblo para que apruebe o rechace un proyecto de
norma jurídica, o derogue o no una norma ya vigente". Este mecanismo de
participación ciudadana se puede llevar a cabo en diferentes escalas, puede ser a
nivel nacional, regional, departamental, distrital, municipal o local.

El propósito de un referendo consiste en que los proyectos de interés para la


comunidad sean autorizados y ejecutados; es decir, el referendo es una instancia
a la que el pueblo puede acudir en caso de que la corporación encargada de
aprobar la ley no la acepte o simplemente deje vencer el plazo para discutirla y
aprobarla.

Revocatoria del mandato

Ley 134 de 1994, con la que cuentan los colombianos para ejercer el control y
garantizar la eficacia en los actos del Estado. La revocatoria del mandato es un
derecho político, por medio del cual los ciudadanos pueden dar por terminado el
mandato que le han conferido a un gobernador o a un alcalde y es clara al señalar
que no aplica para otros funcionarios de elección popular como congresistas,
diputados, concejales, o Presidente de la República.
Cabildo abierto

Es la reunión pública de los concejos distritales, municipales o de las juntas


administradoras locales, en la cual los habitantes pueden participar directamente
con el fin de discutir asuntos de interés para la comunidad.

Es uno de los mecanismos de participación para que los ciudadanos ejerzan su


soberanía. "El Cabildo Abierto es la reunión pública de los concejos distritales,
municipales o de las juntas administradoras locales, en la cual los habitantes
pueden participar directamente con el fin de discutir asuntos de interés para la
comunidad", dice en el artículo 9 de la ley 134 de 1994, que es el estatuto con el
que se dictan las normas sobre los mecanismos de participación ciudadana en
Colombia. La materia del Cabildo Abierto puede ser de cualquier naturaleza que sea
asunto de interés para la comunidad.

Con la Constitución Nacional de 1991, Colombia dio un paso importante para la


ampliación y consolidación de la democracia al establecer nuevos espacios para la
participación ciudadana a través de diferentes mecanismos: el plebiscito, el
referendo, la consulta popular, la iniciativa legislativa, la revocatoria del mandato y
el cabildo abierto, todos íntimamente ligados con el ejercicio de la democracia
participativa.
Con el tiempo, estos mecanismos deberían constituirse en puentes para hacer
tránsito desde ejercicios propios de la democracia representativa hacia otros más
participativos, facilitando la convergencia entre el Estado y la sociedad civil y
convirtiéndose en piedra angular de los propios cambios institucional y social.
Sin embargo, estos procesos de democratización y re-institucionalización vía
participación ciudadana, no han estado exentos de obstáculos de los más variados
tipos, como la falta de voluntad política, de expedición oportuna de normativas o de
provisión de recursos financieros, los cuales han aplazado el empoderamiento de
los derechos políticos participativos así como los resultados que de dicha actividad
política pudieran derivarse. El ejemplo más ilustrativo de este fenómeno es la
limitación a la participación que el mismo Congreso de la República hizo a través de
la Ley Estatutaria de la Participación (134 de 1994), donde se establecieron
exigentes requisitos para garantizar su legalidad.
la Ley Estatutaria se expidió en 1994, pero otro año más tuvo que pasar para que
se asimilaran las normas y se comenzaran a ver intentos de aplicación y uso de
algunos mecanismos participativos. La participación ha tenido un extenso camino
de aprendizaje ciudadano, sin duda tortuoso, cuyo recorrido ha estado sembrado
de trabas e inconvenientes.
la participación ciudadana cuando es real modifica las relaciones de poder”. Explicó
que cuando esta acción se desarrolla favorece el empoderamiento de las personas,
permite el control social de la gestión pública, favorece la transparencia de los actos
del gobierno y le da vida a la idea del gobierno abierto, si bien la institucionalidad
crea mecanismos de participación, no siempre la ciudadanía los sigue. Esta
situación, según explicó, crea una tensión entre la voluntad política del gobernante
y el ejercicio de participación del gobernado.
Se gobierna para él y con él se construye sociedad y Estado. No hay democracia
sin darle el valor que le corresponde a la ciudadanía”, señaló la académica.
Explicó que el cambio histórico, a partir de la Constitución de 1991 cuando se pasó
de una sociedad representativa a una participativa, ha obligado a la Nación y los
ciudadanos a hacer un esfuerzo por involucrarse en la nueva dinámica.
Sin embargo, recalcó que las personas –pese a tener unas obligaciones– por estar
inmersas en un Estado, “no siempre las cumplimos a cabalidad”.

Una democracia participativa, según explicó, implica el empoderamiento real y


generalizado de los asuntos públicos, lo que significa una acción real de
acompañamiento del gobierno nacional y regional que, sin embargo, no ha sido muy
fuerte. Este hecho genera un reto en la formación del Estado Social de Derecho, el
sueño de los constituyentes de 1991, pero que estamos lejos de alcanzar.
Referencias

Constitución política de 1991

Ley 134 de 1994

Registraduría Nacional del Estado Civil

Banco de la Republica- Área Cultural

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