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EL CARÁCTER

Daniel Iván Leza Cepeda

Introducción

La noción de carácter se encuentra presente en psicoanálisis desde Freud, siendo

abordada desde su patología. Aparentemente este abordaje ha resultado en una

colocación periférica del término ya que la teorización y práctica analíticas se basaron en

los instrumentos teóricos derivados del trabajo con las neurosis.

Dadas las modificaciones en la clínica contemporánea, André Green ha propuesto

retomar el concepto de carácter como un organizador de la práctica psicoanalítica puesto

que da cuenta de un elemento estable no necesariamente patológico en el sujeto, a

partir del cual se puede comprender la patología.

El presente trabajo, adherido a la propuesta de Green, pretende mostrar de forma

esquemática la articulación de carácter con el aparato psíquico, sus elementos

constitutivos y la dinámica de estos. Se plantea la organización del carácter, patológico o

no, como resultante del enfrentamiento a las fantasías Edipicas y su superación.


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MAPA MENTAL

Figura 1. El Carácter, mapa mental


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Conclusiones

Movilizado por la búsqueda de una base para la descripción clínica contemporánea,

André Green, en su libro Ideas directrices para un psicoanálisis contemporáneo (2005),

propone el concepto de carácter como un organizador de la teoría psicoanalítica ya que

la neurosis, que había tomado anteriormente ese lugar, se ha visto desplazada por un

pathos actual. El concepto le parece ser superador de otras propuestas, como la

Kleiniana o la Intersubjetiva, sólo para ejemplificar, debido a su menor carga ideológica.

En el mencionado texto, Green define el carácter como una “fracción estable de la

organización psíquica donde pueden injertarse los efectos de varios tipos de

organizaciones pertenecientes a la patología” (Green, A. 2005, pág. 197). Por su parte,

Reich, lo define como una “alteración crónica del Yo” y lo caracteriza como una “coraza”

(2005). Encontramos que el carácter entonces es una cierta configuración psíquica que

permanece estable, que esta es resultado de la acción del Yo y que como “coraza” tiene

una función defensiva pero permite el contacto. Dado que es una “fracción” se puede

entender que el carácter guarda una relación de contenido con el aparato psíquico pero

tomará una de continente de aquellas organizaciones que serán entonces contingentes

y/o ajenas a él, tales como los cuadros psicopatológicos, que sólo tendrían con este una

relación de apoyadura.

Desde Freud se puede encontrar la referencia al carácter e incluso la delimitación

de los elementos que lo conforman. Así se tiene que en los tres ensayos de teoría sexual

referirá que “lo que llamamos el carácter de un hombre está constituido en buena parte
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con el material de las excitaciones sexuales y se compone de pulsiones fijadas desde la

infancia, otras adquiridas por sublimación y de construcciones destinadas a sofrenar

unas mociones perversas reconocidas como inaplicables” (Freud, 1905, citado por

Green, 2005). Según muestra Green (2005) hacia 1933 esta concepción sería

enriquecida con el reconocimiento explícito de que el carácter es una resultante de la

tendencia unificadora del Yo sobre las pulsiones, ya mencionadas, las identificaciones

constitutivas del Súper Yo y las acciones del Yo, representadas por la sublimación.

De acuerdo con Reich (2005) el carácter es resultante de una forma definida de

solucionar el complejo de Edipo y es esta forma, desarrollada con la triple función de

evitar la angustia, absorber la angustia existente y procurar gratificación, la que se

encuentra en la base de la posibilidad de enfermar o no de un determinado modo.

Si bien Reich realiza una tipología del carácter extensa, únicamente distingue

entre la existencia de un carácter que ha logrado la genitalidad y otro que no al que llama

neurótico. Esta limitación se supera con la comprensión del uso por parte del Yo de otros

mecanismos defensivos pregenitales además de la represión propia de la configuración

neurótica. Peskin (2006), en una revisión de los adelantos de Lacan a este respecto,

muestra la relación entre los mecanismos de represión, forclusión y renegación operados

sobre las conflictivas propias del complejo de castración y la aparición de neurosis,

psicosis y perversión respectivamente como estructuras subjetivas, que en este caso, el

autor del presente trabajo asimila a la noción de carácter.


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Bibliografía

Green, A. (2005). El análisis del material en sus componentes en: “Ideas directrices para

un psicoanálisis contemporáneo”. Argentina: Amorrortu Editores.

Peskin, L. (2006). El diagnóstico psicoanalítico. Subjetividad y Procesos Cognitivos, núm.

8, 2006, pp. 244-266. Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales. Buenos Aires,

Argentina

Reich, W. (2005). “Análisis del carácter”. Barcelona: Paidós.

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