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FACULTAD DE TEOLOGÍA
Filosofía de la Historia
Trabajo final
Se han usado múltiples fuentes de información, entre ellas bibliografía del autor,
artículos de revista y sitios de internet que enriquecen desde distintas perspectivas la
lectura de Sábato. Con respecto a lo primero es importante aclarar que se ha prestado
especial atención a sus ensayos más que a sus novelas. Además se pone en juego el
material que el profesor facilitó durante la cursada.
1
Desarrollo
1. La elección del "personaje"
La vida de cada ser humano está repleta de acontecimientos que de alguna u otra
manera afectan su mirada sobre la existencia. El devenir histórico-personal
continuamente nos pone frente a situaciones que replantean nuestros esquemas vitales,
abren a planteos existenciales e invitan a caminar en una determinada dirección. Si
bien la tecnicidad de algunas palabras puede hacer pensar que se trata de una planteo
enajenado de la realidad, no es así. Toda persona tiene implícita o explícitamente una
concepción de la vida y por lo tanto sobre su historia y la de los demás.
Ahora bien, nos preguntamos: ¿Corresponde hacer una reflexión que no sólo incumba
la historia personal, sino que se extienda a todo el género humano e incluso a todo el
cosmos? ¿Es legítimo que una persona particular se abra a una mirada de la historia
humana universal? Parecería muy osado tal emprendimiento. Sin embargo, hay
personas que firmemente enraizadas en su horizonte histórico-cultural han
profundizado en el sentido del caminar humano y lo han expresado de muy diversos
modos.
Quizás sirva para terminar de justificar la elección un comentario que hace el Pbro.
Hugo Múgica comentado la novela Sobre héroes y tumbas: "La historia de Martin y
Alejandra la conocemos, es la de dos jóvenes que se conocen, que se enamoran, que
fracasan en esa incipiente y tormentosa relación. Es una historia de amor, de un amor
personal entre dos adolescentes, tan personal, tan profundamente personal que se
transforma en universal, en arquetípica, una historia actual y, de tan actual,
atemporal."1
1
MUGICA, Hugo, " La serena esperanza de otro mañana", Revista Iberoamérica.
http://revista-
iberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/viewFile/5002/5161
2
2. Idea de progreso
Pero, ¿qué es lo que ve?, ¿de dónde vienen la pesadumbre y el desanimo? Para
comprender esto es preciso adentrarse en su biografía y quizás hasta respirar el
ambiente cultural que lo rodeaba. Luego de que en 1937 obtuviera su Doctorado en
Ciencias Físicas y Matemáticas en la Universidad Nacional de La Plata, fue becado
gracias al apoyo de Bernardo Houssay para realizar trabajos de investigación en
Laboratorio Curie en París. Allí entra en contacto con el movimiento surrealista, lo
cual marcó una gran influencia en sus futuras obras. En 1939 se trasladó al Instituto
Tecnológico de Massachusetts, abandonando París poco tiempo antes de que estalle la
Segunda Guerra Mundial. Decidió volver a la Argentina en 1940 con la determinación
de abandonar la ciencia pero para cumplir con quienes le habían otorgado la beca se
desempeñó como profesor en la Universidad de La Plata, en la cátedra de ingreso
a Ingeniería y en un postgrado sobre relatividad y mecánica cuántica. Pero esto no
pudo sostenerse mucho tiempo, en 1943 decidió alejarse de forma definitiva del
ámbito científico.
Así lo describe el mismo Sábato en Antes del fin, obra que hace de testamento
espiritual o autobiografía: "El período del Laboratorio coincidió con esa mitad del
camino de la vida en que, según ciertos oscurantistas, se suele invertir el sentido de la
existencia. Durante este tiempo de antagonismo, por la mañana me sepultaba entre
electrómetros y probetas, y anochecía en los bares, con los delirantes surrealistas."2 En
esos años percibe la ciencia como una terrible religión en la que va dejando de creer y
a la cual no quiere prestar más culto: "Mientras los creyentes, en la solemnidad de los
templos musitaban sus oraciones, ratas hambrientas devoraban ansiosamente los
pilares, derribando la catedral de los teoremas. Había dado comienzo la crisis que me
alejaría de la ciencia. Porque mi espíritu, que se ha regido siempre por un movimiento
pendular, de alternancia entre luz y tinieblas, entre el orden y el caos, de lo apolíneo a
lo dionisíaco, en medio de ese carácter desdichado de mi espíritu, se encontraba ahora
azorado entre la forma más extrema del racionalismo, que son las matemáticas, y la
más dramática y violenta forma de irracionalidad."3 De esta manera a pesar de
encontrarse en una de las más altas metas a las que podía aspirar un físico, se encontró
vacío de sentido.4
Es ese «sentido» conquistado en su obra lo que intentaremos sacar a luz, pero antes
debemos dar cuenta de aquel ambiente que, según las palabras de Sábato en el prólogo
2
SÁBATO Ernesto, Antes del fin, Seix Barral, Buenos Aires, 1998, p.75
3
Ibídem., p.77
4
cf. Ibídem., p.84
5
Ibídem., p.91
3
para la edición de 1968 de Uno y el Universo, lo llevó experimentar un odio por el
fetichismo científico y lo condujo a esa característica revuelta contra la Razón y lo
Objetivo, los dos ídolos de esa religión que era la ciencia.6
¿De qué modo se presenta tal dogmatismo científico que impide "acceder al hombre
concreto enajenado por una sociedad tecnolátrica"?7 ¿Quién es esa ideología de la
ciencia y qué dice del hombre y de la historia? Esto queda de manifiesto en Uno y el
Universo, una de los primeros escritos del autor que consiste en una serie de artículos
filosóficos en los que critica la aparente neutralidad moral de la ciencia y alerta sobre
los procesos de deshumanización en las sociedades tecnológicas. A fin de sintonizar
con dicha crítica es oportuno presentar la mirada de la historia de la humanidad que
expresan la Modernidad y el Positivismo científico caracterizada por la «idea de
progreso».
A. Ilustración racionalista
Afirma Condorcet acerca de las guerras: "Los pueblos más ilustrados, al recuperar el
derecho a disponer por sí mismos de su sangre y de sus riquezas, aprenderán, poco a
poco, a considerar la guerra como el azote más funesto, como el mayor de los
crímenes (...) Como los pueblos se aproximarán, al fin, dentro del marco de los
principios de la política y de la moral y como cada uno de ellos, en su propio
beneficio, convocará a los extranjeros para un reparto más igual de los bienes que
debe a la naturaleza o a su industria, todas esas causas que producen, envenenan y
perpetúan los odios nacionales, se desvanecerán, poco a poco, ya no proporcionaran
alimento ni pretexto al furor belicoso (...) Acelerarán los progresos de esta fraternidad
de las naciones, y las guerras entre los pueblos, como los asesinatos, figurarán entre
esas atrocidades excepcionales que humillan y repugnan a la naturaleza, y que marcan
con un prolongado oprobio al país y al siglo cuya historia ha sido mancillada".
¿Qué puede pensar Ernesto Sábato injertado en un siglo que Norberto Bobbio en su
Autobiografía dice que será recordado como el más cruento de la historia? En una de
sus últimas obras La Resistencia comenta: "La Modernidad comenzó con el
Renacimiento, un tiempo inigualable en creaciones, inventos y descubrimientos. Fue
una etapa que, como la niñez, estaba aún bajo la mirada de sus predecesores. Fue el
6
SÁBATO Ernesto, Uno y el Universo, Seix Barral, Buenos Aires, 2003, p.10
7
Ibídem.
8
CONDORCET, Marqués de, Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu
humano y otros textos, F.C.E., México, 1997
4
Racionalismo su verdadera independencia. Se han recorrido hasta el abismo las sendas
de la cultura humanista. Aquel hombre europeo que entró en la historia moderna lleno
de confianza en sí mismo y en sus potencialidades creadoras. Ahora sale de ella con su
fe hecha jirones. Estamos indudablemente frente a la más grave encrucijada de la
historia, ya no se puede avanzar más por el mismo camino. Hace tiempo que el
sentimiento humanista de la vida perdió su frescura, en su interior han estallado
contradicciones destructivas: el escepticismo le ha minado su ánimo. La fe en el
hombre y en las fuerzas autónomas que lo sostenían se han conmovido hasta el fondo.
Se han quebrado demasiadas esperanzas. ¿Era el destino del ser humano intentar su
supremacía y su independencia?, ¿estaba esta hora inscrita ya en los papiros de la
eternidad?"9
B. Positivismo científico
Se alcanza luego el tercer y último estado llamado positivo o real que "conduce al fin
a nuestra inteligencia, gradualmente emancipada, a su estado definitivo de positividad
racional." El espíritu humano entonces "circunscribe sus esfuerzos al dominio, desde
entonces rápidamente progresivo, de la verdadera observación, única base posible de
los conocimientos accesibles en verdad, adaptados sensatamente a nuestras
necesidades reales."
Así la ciencia positiva llega a ser la garante de acceso a la realidad del mundo, la única
palabra acreditada para hablar del hombre y de lo que lo rodea. Esto género un enorme
entusiasmo, el avance técnico y científico constituía al parecer de muchos 'el mesías'
9
SÁBATO Ernesto, La Resistencia, Seix Barral, Buenos Aires, 2011, p.129-130.
10
COMTE, Augusto, Discurso sobre el espíritu positivo, Capítulo I: Ley de la evolución
intelectual de la humanidad o ley de los tres estados.
5
que redimiría al hombre asegurando el bienestar y la paz. Pero tal frenesí no iría a
durar mucho, algunas décadas más tarde la opresión de los trabajadores en las
fábricas, el hacinamiento en las ciudades y el horror de las guerras mostrarían el
costado oscuro del progreso científico.
C. Socialismo
11
SÁBATO Ernesto, Uno y el Universo, Seix Barral, Buenos Aires, 2003, p.27-28
12
Ibídem., p.30
13
Ibídem., p.118
14
SÁBATO Ernesto, Antes del fin, Seix Barral, Buenos Aires, 1998, p.70
15
Ibídem., p.71
6
socialismo, tal como ha sido expuesto por sus teóricos -marxistas o no-, es algo más
que la nacionalización de la producción y del consumo: es un movimiento
profundamente moral, destinado a enalteces al hombre y a levantarlo del barro físico y
espiritual en que ha estado sumido en todo el tiempo de su esclavitud. Es, quizá, la
interpretación laica del cristianismo."16
"Estos tiempos modernos de la cultura occidental, hoy en su fase final, otorgaron a los
hombres una cultura que les dio amparo y orientación. Bajo su firmamento, los seres
humanos atravesaron con euforia momentos de esplendor y sufrieron con entereza
guerras y miserias atroces. Hoy con dificultad vamos aceptando su muerte, su
necesario invierno, sabiendo que ha sido construida con los afanes de millones de
hombres que han dedicado su vida, sus años, sus estudios, la totalidad de sus horas de
trabajo, y la sangre de todos los que cayeron, con sentido o inútilmente, para bien o
para mal, durante cinco siglos."17
16
SÁBATO Ernesto, Uno y el Universo, Seix Barral, Buenos Aires, 2003, p.66
17
SÁBATO Ernesto, La Resistencia, Seix Barral, Buenos Aires, 2011, p.128
7
3. La posmodernidad
A mediados del siglo XX entramos en una época que va ser muy descreída de la idea
de progreso, más bien se tiene la sensación de que podemos destruir el mundo y se
pregunta cómo hacemos para controlar todo el poder se ha desarrollado. La impresión
general de la historia no es el avance hacia un idílico Brave new world18 sino que
continuamente cambiamos pero sin avanzar hacia ningún lado. Se abre paso una
mirada más bien pesimista del devenir histórico y de la realidad que termina por
instalarse en la sociedad. La posmodernidad se caracteriza por el relativismo y el
sinsentido, y si bien podemos decir que fue anticipada en el siglo XIX por figuras
como Arthur Schopenhauer, Søren Kierkegaard, Friedrich Nietzsche y Fiódor
Dostoievski, es la época de Jean Paul Sartre, Martin Heidegger, Miguel de Unamuno
y Albert Camus por nombrar algunos representantes. En Latinoamérica, más
precisamente, en Argentina, Ernesto Sábato hizo eco de esa voz del siglo pasado.
18
Un mundo feliz es la novela más famosa del escritor británico Aldous Huxley, publicada por
primera vez en 1932. Anticipa el desarrollo en tecnología reproductiva, cultivos humanos
e hipnopedia que, combinadas, cambian radicalmente la sociedad. El mundo aquí descrito
podría ser una utopía, aunque irónica y ambigua: la humanidad es desenfadada, saludable y
avanzada tecnológicamente. La guerra y la pobreza han sido erradicadas, y todos son
permanentemente felices. Sin embargo, la ironía es que todas estas cosas se han alcanzado tras
eliminar muchas otras: la familia, la diversidad cultural, el arte, el avance de la ciencia, la
literatura, la religión y la filosofía (https://es.wikipedia.org/wiki/Un_mundo_feliz).
19
La sociedad transparente, Posmoderno: ¿una sociedad transparente?
8
continuamente se transforman las posibilidades de comunicación entre todos los
hombres, esto no significa que haya más claridad con respecto a dónde vamos, sino
que es difícil en qué dirección la historia humana está destinada a avanzar. "La
historia humana, entre salvación y perdición, es ambigua. Ni siquiera sabemos si
somos nosotros los dueños de nuestro destino."
20
SÁBATO Ernesto, La Resistencia, Seix Barral, Buenos Aires, 2011, p.26
21
Ibídem., p.72
22
Ibídem., p.27
23
Ibídem., p.14
24
Ibídem., p.127-128
9
4. La esperanza
A pesar de todo, nuestro querido Ernesto Sábato hacia el final de su vida se abre a otra
mirada. En esa vejez serena que transcurrió en su casa de Santos Lugares, provincia de
Buenos Aires, concentra su mirada en la niñez, "como si de allí pudiera recibir el
misterio último que anida en su alma"25 y quizás, -¿quién sabe?- puedo haber recitado
aquel excelente poema de Miguel de Unamuno:
Si no agrandas la puerta,
achícame por piedad.
Vuélveme a le edad bendita,
en que vivir es soñar.
Es cierto lo que escribe la investigadora del CONICET Maria Rosa Lojo: "Dotado
como pocos escritores para exhibir, dramáticamente, las contradicciones de la historia
y de la cultura, las tensiones y debates de la sociedad argentina y latinoamericana, no
estaba exento él mismo de ambivalencias y contrastes. Escéptico atormentado por el
sinsentido de la vida, solemne vaticinador de apocalipsis, sostuvo, sin embargo, desde
su obra y desde su propia persona, una “absurda metafísica de la esperanza” que lo
mantuvo, resistente, sobre este mundo, hasta casi cumplir su centenario."26
Pero más valioso aun es lo que dice el mismo Sábato al comenzar La Resistencia:
"Hay días en los que me levanto con una esperanza demencial, momento en los que
siento que las posibilidades de una vida más humana están al alcance de nuestras
manos. Éste es uno de esos días."27 Estas palabras dan comienzo a una obra
conmovedora que, aunque fiel al estilo y la vocación del escritor, deja translucir una
sutil confianza en la historia. Mas ya no se trata de grandes movimientos sociales pues
"no hay otra manera de alcanzar la eternidad que ahondando en el instante, ni otra
forma de llegar a la universalidad que a través de la propia circunstancia: el hoy y
aquí."28; y sigue después: "no hay motivo para descreer del valor de las gestas
cotidianas. Aunque simples y modestas, son las que están generando una nueva
narración de la historia, abriendo así un nuevo torrente al curso se la vida."29
La esperanza de un mundo más humano se cuela en las grietas del derrumbe del
mundo moderno, esa luz se filtra y lentamente va inundando nuestras vidas, pero esto
no se dará así no más, hace falta resistir y comprometerse con la historia. Tal como
dice el teólogo Andrés Torres Queiruga "situada la esperanza en su nivel último, todo
intento de elaborar una comprensión de la misma se convierte inmediatamente en
tarea abierta, es decir, en pregunta cuya respuesta no puede ser dada ya por resuelta,
sino que ha de ser buscada y justificada."32 En este sentido, Sábato invita a luchar
incansablemente por el bien ya que "el ser humano no podría sobrevivir sin héroes,
santos y mártires porque el amor, como el verdadero acto creador, es siempre victoria
sobre el mal."33
La novela Sobre héroes y tumbas termina del siguiente modo: "Oteando el horizonte,
mientras se abrochaba, Bucich agregó: -Bueno, a dormir, pibe. A las cinco le
metemos. Mañana atravesaremos el Colorado."
Al respecto el padre Hugo Mugica comenta: "Termina donde comienza el acto más
humilde y concreto de la esperanza: avanzar, aunque no se sepa bien hacia dónde,
aunque apenas sea hacia un nuevo día. Casi la última palabra que nos deja Sábato en
esta historia es 'mañana', mañana 'a las cinco', al amanecer, cuando la luz nace, cuando
se enciende esa pequeña resurrección de cada noche, esa humilde esperanza de toda
vida."34
Es bueno cerrar esta sección con las siguientes palabras: "La historia es novedosa. El
hombre, enceguecido por el presente, casi nunca prevé lo que va a suceder. Si atina a
ver un futuro diferente lo hace como agravamiento de la situación actual o como el
surgimiento de lo contrario, cuando los cambios suelen venir por hechos
irreconciliables en su momento, o, al menos, no valorados en su dimensión. Hoy, ante
la cercanía del momento supremo, intuyo que un nuevo tiempo espiritualmente muy
rico está a las puertas de la humanidad, si comprendemos que cada uno de nosotros
posee más poder sobre el mal en el mundo de lo que creemos. Y tomamos una
decisión."35
31
Ibídem., p.109
32
TORRES QUEIRUGA, Andrés, Esperanza a pesar del mal, Sal Terrae, Santander, 2005,
p.28
33
SÁBATO Ernesto, La Resistencia, Seix Barral, Buenos Aires, 2011, p.88
34
MUGICA, Hugo, " La serena esperanza de otro mañana", Revista Iberoamérica.
http://revista-
iberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/viewFile/5002/5161 (consulta:
22 de noviembre 2015)
35
Ibídem., p.80
11
Conclusión
Quizás ante situaciones críticas los hombres pueden tomar tres tipos de actitudes: el
pesimismo catastrófico que no ve la salida, la indiferencia que se fuga de la realidad,
la esperanza que abre el camino a un mañana más humano. Me parece que nuestro
desafío hoy como seres humanos y como cristianos es dar sentido al absurdo de la
existencia de muchos e interpelar esa apatía que deshumaniza nuestro mundo. Ernesto
Sábato constituye una figura singular en este sentido, fue un hombre sin duda
asombroso cuya historia personal nos conecta con la historia del siglo XX. No se trata
de una personalidad monolítica y estática, al contrario el paso del tiempo lo moldea y
lo abre a nuevas perspectivas. Tal vez sea porque no haya una única mirada de la
historia o porque la vida personal marca hacía donde miramos. Como sea,
misteriosamente quien no escapa de la realidad sino que se sumerge en ella abre a sus
hermanos los hombres nuevos caminos. La historia es así, ambigua y polifacética mas
a todo hombre le corresponde comprometerse con ella y seguir esperando aun cuando
todo parezca derrumbarse.
Concluimos con las palabras de Benedicto XVI: "Toda actuación seria y recta del
hombre es esperanza en acto. Lo es ante todo en el sentido de que así tratamos de
llevar adelante nuestras esperanzas, más grandes o más pequeñas; solucionar éste o
aquel otro cometido importante para el porvenir de nuestra vida: colaborar con nuestro
esfuerzo para que el mundo llegue a ser un poco más luminoso y humano, y se abran
así también las puertas hacia el futuro. Pero el esfuerzo cotidiano por continuar
nuestra vida y por el futuro de todos nos cansa o se convierte en fanatismo, si no está
iluminado por la luz de aquella esperanza más grande que no puede ser destruida ni
siquiera por frustraciones en lo pequeño ni por el fracaso en los acontecimientos de
importancia histórica. Si no podemos esperar más de lo que es efectivamente posible
en cada momento y de lo que podemos esperar que las autoridades políticas y
económicas nos ofrezcan, nuestra vida se ve abocada muy pronto a quedar sin
esperanza. Es importante sin embargo saber que yo todavía puedo esperar, aunque
aparentemente ya no tenga nada más que esperar para mi vida o para el momento
histórico que estoy viviendo. Sólo la gran esperanza-certeza de que, a pesar de todas
las frustraciones, mi vida personal y la historia en su conjunto están custodiadas por el
poder indestructible del Amor y que, gracias al cual, tienen para él sentido e
importancia, sólo una esperanza así puede en ese caso dar todavía ánimo para actuar y
continuar."36
36
BENEDICTO XVI, Spes salvi. http://w2.vatican.va/content/benedict-
xvi/es/encyclicals/documents/hf_ben-xvi_enc_20071130_spe-salvi.html (consulta: 22 de
noviembre 2015)
12
Bibliografía
1. Del autor:
SÁBATO Ernesto, Antes del fin, Seix Barral, Buenos Aires, 1998
LOJO, María Rosa, " Metafísica de la esperanza y el otro Nobel que no fue", Pagina
12
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/1-53377-2011-05-02.html
(consulta: 21 de noviembre 2015)
3. Otros:
TORRES QUEIRUGA, Andrés, Esperanza a pesar del mal, Sal Terrae, Santander,
2005
4. Material de clases:
BOBBIO, Autobiografía
13
Índice
Introducción.................................................................................................................p.1
Desarrollo.....................................................................................................................p.2
2. Idea de progreso.......................................................................................................p.3
A. Ilustración racionalista...................................................................................p.4
B. Positivismo científico.....................................................................................p.5
C. Socialismo......................................................................................................p.6
3. La posmodernidad....................................................................................................p.8
4. La esperanza..........................................................................................................p.10
Conclusión.................................................................................................................p.12
Bibliografía................................................................................................................p.13
14