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EL CONTEXTO NACIONAL EN EL ECUADOR Y LOS MANDATOS DEL CEAAL

Colectivo CEAAL - Ecuador

1. ANÁLISIS DEL CONTEXTO


Ecuador vive las consecuencias de una década de “gobierno progresista” que se instauró en 2007
como consecuencia del fuerte descontento popular ante la pobreza y desigualdad provocadas por
los gobiernos neoliberales precedentes, lo cual condujo a grandes movilizaciones sociales de
protesta y a una expresión electoral de cambio que se concretó con la elección de Rafael Correa
como Presidente de la República.

En lo fundamental, identificado como propiciador del Socialismo del Siglo XXI, el nuevo gobierno
abarcó cuatro elementos: la restitución del Estado luego de su reducción por los gobiernos
neoliberales, un relativo desarrollo y modernización de la economía; el progreso material del país
en obras públicas y algunos logros sociales en áreas como educación, salud, seguridad social, con
una relativa disminución de la pobreza.

Las capacidades regulatorias del Estado en la economía se reafirmaron gracias a la Constitución


de 2008, ampliamente debatida y aprobada en la Asamblea Constituyente de Montecristi, la
misma que garantizó los derechos colectivos y de la naturaleza, una mayor participación
ciudadana en la planificación para el desarrollo y el control social de la gestión pública, definió
extensamente el régimen para el Buen Vivir.

Sin embargo, estos avances no tuvieron la aplicación a través de políticas adecuadas y estuvieron
acompañados de varias irregularidades de la administración gubernamental que derivaron en un
autoritarismo presidencial, un manejo económico sin priorizar proyectos en el aparato productivo
para enfrentar a la globalización neoliberal y el poder de las instituciones financieras
internacionales. Esto condujo a que no se logre diseñar una propuesta que enfrente el problema
de la industrialización de las materias primas y de la comercialización internacional de sus
productos procesados, quedando como una simple formulación teórica un supuesto “cambio de
la matriz productiva”, anclado en la explotación de los recursos naturales estratégicos.

De manera general, pese a los inmensos ingresos provenientes de la exportación de petróleo, el


gobierno de Correa se caracterizó por: una escasa industrialización del aparato productivo; un
comercio exterior extremadamente reprimarizado; un empleo inadecuado y poca disminución
del desempleo; una productividad y una capacitación laboral estancadas; una distribución en
extremo desigual de la tierra y del agua manteniendo latifundios gigantes; una reiterada
dificultad en el fomento a la creación de empresas y una persistente carga de la intermediación,
especialmente sobre pequeños y medianos productores.

Hay también otros indicios de que en la década 2007 – 2017 no hubo cambios en la estructura de
la economía ecuatoriana, manteniéndose una composición del empleo y de la producción entre
ramas de actividad sin modificaciones relevantes y una tecnificación con una baja inversión en
maquinaria; hubo una elevada dependencia en cuanto a importación de medios de producción,
provocando un déficit permanente en la balanza comercial no petrolera y una salida permanente
de dólares, moneda que fue adoptada por el gobierno de Jamil Mahuad en el 2000, para no afectar
a los grandes empresarios luego de una gran crisis inflacionaria a finales de los 90’.

La ausencia de transformaciones estructurales se manifiesta en el mantenimiento y promoción


del extractivismo que afecta a la naturaleza y al medio ambiente en general, y condena al país a
tener economías rentistas, a prácticas clientelares y una grave tendencia a la ampliación de la
frontera petrolera, a la entrega de los “campos maduros” al capital transnacional; a lo que se suma
la imposición del extractivismo minero, provocando no solo degradación ambiental, sino también
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graves costos sociales, como el desplazamiento forzado de poblaciones indígenas para favorecer
la prospección y explotación de minerales en sus territorios por parte de empresas chinas. En el
sector agrícola son los agro-negocios y el ingreso de semillas transgénicas al país, transgrediendo
el mandato constitucional, la mayor depredación en favor de grandes capitales, sobre todo
transnacionales.

Todas estas actividades han estado acompañadas de una innegable y recurrente corrupción, en
particular en la contratación de grandes obras de infraestructura como las enormes represas
hidroeléctricas o la supuesta “repotenciación” de la Refinería de Esmeraldas, el gigantesco
movimiento de tierras, al costo de 1.200 millones de dólares para una publicitada construcción
de la Refinería del Pacífico en asociación con PDVSA de Venezuela y empresas chinas todavía en
ciernes. Corrupciones similares han ocurrido en las llamadas “preventas petroleras” negociadas
especialmente con China, en la construcción de carreteras, aeropuertos, edificios públicos, etc. En
muchos de estos casos el papel de empresas “corruptas y corruptoras” -como Odebrecht- ha sido
protagónico. Es decir, se realizaron prácticas que no difieren mucho de los tiempos del
neoliberalismo.

A parte de esta situación es importante señalar algunas consecuencias del comportamiento del
Presidente Correa durante sus diez años de mandato. Una particular aversión tuvo contra el
movimiento indígena no sumiso a sus disposiciones, sobre todo contra la CONAIE, Confederación
de Nacionalidades Indígenas de Ecuador. Igual ensañamiento tuvo contra los movimientos
sociales y críticos que no pudo controlar. Su afán de sometimiento lo llevó a crear organizaciones
paralelas en la población indígena, en los sindicatos de trabajadores, en las asociaciones de
profesores, entre otras. Acción que hoy se observa debilitó en gran proporción la capacidad de
respuesta en los actuales tiempos en que se empiezan a perfilar medidas de corte neoliberal que
favorecen claramente a los sectores hegemónicos del país, como siempre asociados al capital
transnacional y en contra de las grandes mayorías del país.

A los intelectuales, periodistas y medios de comunicación opositores, o sospechosos de oposición,


se les hizo objeto de reiteradas agresiones, que no cesaron ni con la remoción o el abandono de
los puestos de trabajo de muchos de ellos.

Partiendo de una interpretación arbitraria de la Constitución, Correa orientó una política de


concentración de todos los poderes del Estado. Afirmó que “va meter sus manos en la justicia”, y
fue lo que hizo, la mayoría de jueces seguían su disposición punitiva; también intervino en la
Asamblea Nacional, aprovechando tener una mayoría de asambleístas, por lo cual ésta dejó de
fiscalizar y elaboró una controvertida legislación favorable a los requerimientos del Presidente.

En estas condiciones, la realización de actividades de Educación Popular en apoyo a las demandas


de atención pública de las organizaciones populares se puso en riesgo. Una vez que el gobierno
criminalizó la protesta popular, descalificó organizaciones y persiguió a sus miembros las labores
de acompañamiento tuvieron que tomar precauciones. Algunas ONG ecologistas fueron
eliminadas de su registro.

Cabe indicar también que en los diez años de gobierno autoritario, como organizaciones sociales
autónomas y con prácticas emancipadoras no tuvimos la fuerza y la habilidad para articular una
respuesta que cuestione y enfrente las acciones caudillistas del gobierno de Rafael Correa y
paradójicamente, en la coyuntura electoral para el cambio de gobierno, algunas de ellas apoyaron
abiertamente la candidatura de sectores oligárquicos que hoy, sin ganar las elecciones, han
logrado imponer su agenda, favoreciendo, como no podía ser de otra manera, sus nefastos
intereses y en desmedro de las históricas reivindicaciones populares. Y lo peor es que algunos de
estos líderes y lideresas hoy hacen co-gobierno en ministerios con poca incidencia e
intrascendente significación social. También se les ha asignado representaciones diplomáticas,
alejándolos de esta forma de su accionar político junto a sus bases sociales.

En la actualidad, luego de las elecciones presidenciales de abril de 2017 y la posesión del nuevo
Presidente, Lenin Moreno, pese a provenir del mismo partido se han producido rupturas en la
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conducción gubernamental y en la Asamblea Nacional por discrepancias en varios temas de
política económica y fiscalización de los contratos de las obras del gobierno anterior. Una de las
cuales condujo al encarcelamiento del ex - Vicepresidente Jorge Glas, por asociación ilícita para
encubrir negocios de Odebrecht.

En cuanto a la política económica, el gobierno de Moreno ha impulsado varias concesiones a


grupos económicos monopolistas nacionales para el manejo de ministerios claves para la
inversión productiva, el comercio y las obras públicas, habiendo llegado a condonarles miles de
millones de dólares de deudas y tributos. También existe una predisposición a aceptar el regreso
del FMI y el Banco Mundial para supuestamente ayudar a solucionar los problemas del gigantesco
endeudamiento externo heredado del gobierno de Correa.

Esta situación plantea una renovación socio-organizativa y una innovación temática para
contribuir a la capacitación técnico política y al fortalecimiento de las organizaciones populares
con una incidencia mayor y más permanente de la Educción Popular.

2. MANDATO POLITICO PROGRAMÁTICO

Las actividades de Educación Popular promovidas y realizadas por las Organizaciones No


Gubernamentales pertenecientes al CEAAL - Ecuador se han dirigido a diversos sectores sociales
urbanos y rurales, vinculando su labor con movimientos y organizaciones educativas, sindicatos
de trabajadores, asociaciones barriales, organizaciones campesinas e indígenas, agrupaciones de
jóvenes y mujeres, población migrante.
Los principales ejes de contenido para lograr un acompañamiento eficaz con la población son los
derechos humanos en sus diversas dimensiones, tanto políticas como económicas, sociales y
culturales; así como también la implementación de propuestas educativas que tomen en cuenta
la desestructuración social y la degradación ecológica. Actualmente en el Ecuador se impulsa un
proceso de articulación de la Sociedad Civil y el Estado para definir conjuntamente políticas
educativas, en el marco del Diálogo Nacional propiciado por el actual gobierno. En este proceso
denominado Acuerdo Nacional por la Educación el CEAAL ha participado activamente. No
obstante lo expresado, si la tendencia del gobierno es reducir el tamaño del Estado será muy difícil
que se implementen políticas públicas, planes, programas y proyectos significativos en este
ámbito, porque simplemente no habrá presupuesto para invertir en un área estratégica como es
la educación. No sería nada raro que al final del día quienes vengan a asesorar en esta temática
sean los “expertos del Banco Mundial” cuya presencia como ya ocurrido en otras circunstancias
será justamente para que no pase nada, para que la educación sea lo menos emancipadora posible.
Cobra particular importancia la educación popular orientadora de una mejor y mayor
participación ciudadana en el control social de la gestión pública y el seguimiento de la
administración de las autoridades municipales y provinciales electas, en todo lo que concierne el
cumplimiento de los Planes de Desarrollo ofrecidos al momento de su inscripción como
candidatos o candidatas, como requisito para su registro y desarrollo de las campañas electorales.

El mejoramiento de la calidad de vida, las modalidades de defensa de los derechos individuales y


colectivos, la protección contra la violencia y la inseguridad, la no discriminación étnica o de
género, la democracia participativa, son temas prioritarios, a desarrollarse en programas de
formación y capacitación acordados con las organizaciones populares o con instituciones públicas
a nivel local o territorial. Estos acuerdos son prácticamente alianzas estratégicas para una
formación política de la población o de los ciudadanos que frecuentemente no realizan las
instituciones públicas por no ser de su interés o las organizaciones sociales porque no disponen
de talentos humanos o presupuestarios. El contenido de estos programas educativos debe
corresponder a las necesidades de intervención de las organizaciones de base en la formulación
de políticas públicas y de participación en instancias de toma de decisiones de la gestión
parroquial, municipal, provincial, regional o nacional.

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Nuestra tarea inmediata es la de contribuir, desde nuestra experticia, con los procesos de
fortalecimiento de las organizaciones sociales y movimiento popular en general, apuntando a
fomentar su capacidad de movilización y propuestas autónomas (jamás cola de ningún gobierno)
para a su vez apuntalar procesos de democracia participativa, capaz de poner en escena a nuevos
actores políticos que recuperando el acumulado histórico de lucha y reivindicación mejoren las
condiciones de vida de los sectores empobrecidos, víctimas de las políticas neoliberales que
nuevamente se empieza a implementar en el país.

3. MANDATO ORGÁNICO

Las principales iniciativas de relacionamiento han sido dimensionadas según el territorio, las
características culturales, sociales y organizativas de la población objetivo y la voluntad política
de sus dirigencias. Esta identificación comprende aspectos que faciliten la ejecución de las
actividades educativas en forma tal que contemple la distribución en el tiempo según las regiones
y sus características de clima, de períodos de siembra y cosecha, de facilidades de transporte y
alojamiento, de seguridad personal y colectiva.

Una de las exigencias programáticas constituye la coordinación temprana con los o las
responsables de la organización social para coincidir en la disponibilidad de tiempos y recursos,
así como en la predisposición participativa de las personas.
4. MANDATO FINANCIERO
La principal limitante de realización de cursos, talleres o seminarios ha sido la económica. La
escasez de autofinanciamiento bloquea o dificulta frecuentemente la ejecución de actividades,
obligando a planificaciones restringidas geográficamente o de poca duración.
Las condiciones de financiamiento que establecen las Fundaciones Internacionales son a menudo
difíciles de cumplir o demanda plazos de espera muy largos.
Las experiencias de economía solidaria son todavía incipientes. Seguimos con el desafío de
propiciar acciones autogestionarias y creativas.

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