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Aquel día de verano Linatika_sp

Aquel Día de Verano

Aquel día de verano yo la conocí. Teníamos entonces 16 años, su padre y el mío tenían
negocios juntos, así que ella se fue con sus padres hacia la casa de mis padres en Jerez
para pasar en fin de semana

Cuando la vi se me fue el suelo, estaba tan guapa, me fijé de inmediato en sus dulces
ojos y en su preciosa sonrisa. La verdad es que me extrañé a mi misma, nunca antes
me había sentido eso por una chica

E: Hola, me llamo Esther (Me dijo con su dulce voz)


M: Hola, yo... yo Macarena, bueno mejor me llamas Maca ( Le contesté)

No sé si por sus sonrisas, si por la forma como me miraba a los ojos, pero pude ver que
ella sentía lo mismo que yo. Estuvimos toda la tarde de viernes en la piscina y yo no
pude dejar de mirar a su cuerpo delgado

M: ¿Y tienes novio? (Le pregunté)


E: No...
M: ¿Y eso? ¿Qué pasa con los madrileños? ¿Si es que están todos ciegos o que?
(“¡Mierda! No debería habérselo dicho eso” Pensé enseguida)
E: (Sonrió y me dijo) De momento no me gusta nadie

Esa noche estuvimos hablando en mi habitación

E: Yo estoy haciendo bachillerato de humanidades. ¿Y tú?


M: De ciencias de la salud
E: ¿Qué quieres ser?
M: Pediatra. ¿Y tú?
E: Yo no sé si hago historia o filosofía inglesa
M: ¿A ti te gusta la historia? ¡Yo odiaba historia!
E: A mi me encanta, pero también me gusta el periodismo... Bueno, la verdad es que
todavía aún no me he decidido
M: Aún tienes 2 años
E: Sí... Bueno, ¿Y té que haces por aquí para divertirte?
M: Pues nada, a veces voy a la playa y eso es todo, a mi me gusta estar aquí en mi
cuarto oyendo música y leyendo

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E: A mí también me gusta estar sola en mi cuarto oyendo mis músicas... Tenemos algo
en común
M: Parece que sí...
E: Oye, al final no me dijiste si tienes novio o no
M: No, no tengo
E: ¿De verdad? ¡Con lo guapa que eres!
M: De momento tampoco me gusta nadie...

Se aproximó hacia mí, nos quedamos muy cerca una de la otra, pensé que nos íbamos
a besar en aquel momento, podía oír los latidos de mi corazón y creo que ella también

E: ¿Tus padres te dejan salir de noche?


M: Sí. ¿Por qué?
E: ¿No te apetece ir a la playa? Nunca he estado en la playa por la noche, debe de ser
lindo
M: Sí, es lindo. Anda, vamos

En la playa... ¡Dios en la playa todo fue perfecto! Llegamos y no había nadie, nos
sentamos en la arena y ninguna de las dos hablamos durante unos minutos, el silencio
se lo decía todo... Fue ella la que le puso fin

E: Oye eso es maravilloso


M: Sí, maravilloso... (Estaba pensando en su rostro)
E: ¿Ya habías estado aquí con alguien por la noche?
M: No, nunca. Pero si he estado algunas veces sola
E: ¿Pensando?
M: A veces, otras solo para estar un poco aislada del mundo
E: Eso es muy romántico... ¿Tú no lo crees? (Me miró)
M: Ammm... sí, la playa es muy romántica de noche

Se acercó hacia mí

E: ¿Te puede hacer una pregunta?


M: Claro
E: ¿Alguna vez has besado a otra chica?
M: ... Yo... No

Se acercó todavía más

E: ¿Y te gustaría? (Me pasó la mano por el pelo)


M: ... Yo... Bueno... No lo sé... (“¿Pero qué coño estoy yo diciendo? Es obvio que...”) Sí

Me sonrió y acercó sus labios hacia los míos. Nos fundimos en un largo y bonito beso.
Sentí su lengua en mi boca y puse la mía en la suya. Mis manos estaban en su cuello y
las de ella en mi cintura. Al rato nos apartamos

E: ¿Te ha gustado?

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M: ¿Qué si me ha gustado? ¡Joder me ha encantado, de verdad ha sido el mejor beso


de toda mi vida!

Nos besamos, una y otra vez. ¡Qué besos los de Esther! Tan dulces y envolventes. Ni
yo, ni ella éramos propiamente vírgenes y si no llega a ser por 2 tíos que aparecieron
en la playa, hubiéramos hecho el amor allí mismo

Los 2 tíos se acercaron a nosotras

Chico1: ¿Qué tal nenas?


Chico2: ¿Qué hacen por aquí 2 chicas solas a estas horas de la noche?
E: ¿A ti qué te importa?
Chico2: Pues a mi nada solo era una pregunta retórica... ¿Tú no eres de por aquí a que
no?
E: No ¿Por?
Chico2: No hablas como la gente de aquí, ¿Eres madrileña verdad?
E: Sí, ya te puedes largar ahora, tú y tu amigo
Chico2: Ah claro, que maleducado soy, yo me llamo Álvaro y mi amigo Julián
Julián: Hola
E: Hola y adiós
Álvaro: ¿Ya os vais?
M: Bueno en la realidad estábamos contando con que vosotros os fueseis
Julián: ¡Por fin hablas mujer, que ya te creía muda!
E: Bueno, si no os vais nos vamos nosotras
Álvaro: ¡Esperad! ¿Es que acaso no os gustan los chicos o qué?
E: Sí, eso es, somos lesbianas. ¿Y sabes qué? Sí no llega a ser por vosotros a estas horas
ya estaríamos haciendo el amor
Julián: ¡Joder! ¿De verdad?
Álvaro: Oye... vosotras, como si no estuviéramos aquí ¿eh?
E: ¡Qué gracioso! ¿Os largáis de una puta vez o no?
Julián: Eh mujer, tranquila. Pero no, nos vamos a quedar aquí
M: Muy bien, pues vayámonos nosotras cariño

Nos levantamos y nos fuimos

E: Espero que no te hayas quedado ofendida con lo que dije en la playa (Me dijo
cuando llegamos a mi habitación)
M: ¡Qué va! Ha sido muy gracioso (Me acerqué a ella) Me gustó la parte del “no llega a
ser por vosotros a estas horas ya estaríamos haciendo el amor”
E: ¿Ah sí?
M: Sí
E: ¿De verdad?
M: Sí
(Típico tonteo ya sabéis)
E: Oye ¿Ya están todos acostados a que sí?
M: Sí...

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Entonces me besó, los labios, luego bajando por el cuello hasta llegar a mi abdomen,
besándome el ombligo mientras sustentaba mi cintura...

Esa noche fue ESTUPENDA, no tuvimos apenas sexo, fue como una entrega simultanea,
nos entregamos de alma entera a ese momento. No recuerdo hasta al día de hoy
haber amado a alguien como la amé a ella, como amé a Esther...

Pasamos el fin de semana entero juntas, por la mañana íbamos a la piscina, por la
tarde paseábamos y por la noche hacíamos el amor, sí, fue sin duda el mejor fin de
semana de toda mi vida

M: Dile a tu padre que se quede aquí una semana, una semana por lo menos...
E: No puedo Maca, sabes que no puedo quedarme
M: Dile que te deje aquí y que venga a por ti la próxima semana, o el próximo mes...
E: Maca...
M: Dile eso Esther, dile que te ha gustado la ciudad y que quieres pasarte aquí las
vacaciones...
E: Maca...
M: ¿Por qué no puedes simplemente decirle eso?
E: ¡Maca!... De verdad, es mejor así, cuando más tiempo pase contigo peor será
cuando me tenga que marchar
M: No quiero que te vayas Esther
E: Y yo tampoco quiero irme cariño, de verdad, pero créeme por favor, es el mejor
M: ¿Y qué? ¿Nunca más te veré?
E: No sé Maca... No lo sé...

Salí de allí corriendo con las lágrimas cayendo por las mejillas, no entendía porque ella
no se quedaba, o quizás... No lo quise entender...

Al cabo de una semana pensaba haber comprendido la razón por la cual Esther no
quiso quedarse, no me quería, me dijo que sí, pero en aquel momento estaba segura
de que no. Yo sí la quería, la quería pero llegué hasta al punto de odiarla. ¿Cómo
puede venirse aquí, cambiar toda mi puta vida y luego marcharse tan pronto? Sí, en
esos momentos la odiaba, pero luego cuando recordaba sus ojos e su sonrisa... No
podía odiarla

Durante las vacaciones no me llamó ninguna vez aunque tuviera mi número, ni


siquiera una carta, una postal, un mail, yo que sé... ¡Nada! Ella tenía mi número, tenía
mi dirección, tenía mi mail, ¿Pero y yo qué tenía de ella? Pues nada, un simple
recuerdo... un recuerdo que con el paso del tiempo se iba desvaneciendo en el aire...
como humo

Era Septiembre y empezaba el instituto, la verdad es que yo no tenía muchas ganas de


estudiar... La verdad es que yo no tenía ganas de nada. Entré en el laboratorio para
tener mi primera clase de anatomía y entonces la vi por 1ª vez. Se llamaba Andrea y la
verdad es que estaba buenísima, no tanto cuanto... Bueno no importa, estaba buena y

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ya está. Y lo mejor de todo era que le iban las tías. Bueno creo que ya os podéis
imaginar ¿No? Pues eso fuimos novias. La quería, sí que la quería, pero no era igual, no
era la misma cosa... Y lo cierto es que tampoco duró mucho, 1 mes, un mes y nada más

La universidad la hice en Madrid, tenía entonces 18 años, me instalé en el centro de la


ciudad y partí a la descubierta de la capital. Al recorrer las interminables calles del
centro de Madrid solo una cosa ocupaba mi pensamiento... Ella. Sabía que vivía por el
centro y sin querer, lo juro, daba conmigo imaginando que la encontraba así como que
por acaso en una de esas interminables avenidas, pero no la encontré...

Cuando llevaba unos 2 años en la ciudad conocí a Juan, un tío muy majo, nos hicimos
amigos, amigos inseparables... Juan vaya pedazo de hombre, no lo digo por su cuerpo
ni por su cara (aunque sí fuese un hombre bonito) lo digo por su personalidad, es de
aquellas personas que ya no se “fabrican” más

Cuando yo tenía 24 años estaba ya trabajando en un hospital muy bueno del centro,
Hospital Central. Los días allí eran tranquilitos, nunca habían muchos niños. Un día
cuando yo estaba entrando en el hospital apareció una mujer detrás mío, no la miré, la
miré a los ojos y entonces no restaban dudas... ¡Era ella, era Esther... Mi Esther!

E: Ayúdeme por favor, me duele mucho el pecho... (Me miró)


E:... ¿Maca?... ¡Dios eres Maca!
M: Sí soy yo... ¿Cuánto tiempo eh?
E: Demasiado... ¡Aiiii!
M: A ver ¿Qué té pasa?
E: Me duele mucho el pecho
M: ¡Rustí, tráeme una silla de ruedas rápido!
R: Voy
M: Siéntate aquí que ya viene un médico a verte ¿Vale?
E: ¿Pero tú no eres medico?
M: Pediatra, ¿No lo recuerdas?
E: Claro...

Vilches se acercó hacia nosotras

V: A ver ¿Qué es lo que le pasa? (Preguntó Vilches)


E: Me duele el pecho
V: Vale, Maca ¿Es amiga tuya?
M: ... Sí...
V: Pues la voy a llevar a una de las cortinas a ver lo que tiene si quieres puedes venir
M: Vale, me cambió y ahora voy

V: Pues eso es muy raro no le encuentro nada


E: No puede ser, ¡Me duele un montón!
M: Tranquila cariño... (Me miró como “que sorpresa” y luego me sonrió)
E: Contigo a mi lado no tengo miedo
V: Bueno yo me tengo que largar, le voy a decir a Laura que se encargue de usted

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M: ¡Pero Vilches si tú no eres capaz de ver lo que tenía cuanto más Laura!
V: Maca tú tranquila que no debe de ser nada, a veces tenemos dolores y no estamos
enfermos, como una reacción del cuerpo a un cambio climático o yo que sé, créeme
Laura es la más indicada para esto

Vilches salió de la cortina

M: Esther, tengo mucha pena, pero tengo que irme que tengo trabajo. No te
preocupes que la doctora Llanos es muy buena
E: No, no claro, no te prendas por mí
M: Luego paso por aquí para ver como estás ¿Vale?
E: Vale... ¿Maca?
M: ¿Sí?
E: Te he echado mucho de menos
M: ... Y yo a ti Esther, y yo a ti...

Cuando acabé mi turno fui a ver como se encontraba Esther, pero ya no estaba en las
cortinas

M: Rustí ¿Sabes adonde está la chica que estaba en esta cortina?


R: Ah pues Laura se la llevó a quirófano
M: ¡¿A quirófano?!
R: Sí..
M: ¡Joder! (Salí de allí pitando para el quirófano, cuando llegué, vi que Laura y Javier la
estaban operando. Al cabo de un Rato, Laura salió)
L: ¿La chica es amiga tuya no?
M: Sí, ¿Qué es lo que le pasa?
L: Mira Maca tú no te pongas nerviosa, el nombre es un poco extraño pero no es nada
que no se pueda curar
M: Vale ¿Pero qué es lo que tiene?
L: Pues tiene una gristalis surdica (*me lo inventé ¿eh?*)
M: ¿Y eso que coño es?
L: Pues es una enfermedad que ataca el pulmón y lo deja como que muy sensible por
eso le duele el pecho
M: ¿Pero eso no es grave no?
L: Bueno grave no es, pero va a tener que quedarse aquí por unos días
M: ¿Pero se pondrá bien?
L: Que sí, tranquila, 1 semana y ya puede irse a casa
M: Hombre menos mal que ya me tenía preocupada
L: De verdad no hay porque estar preocupada, va todo bien
M: Gracias Laura
L: Pero mira ¿Tú no conoces a nadie de su familia?
M: Pues sí pero hacía mucho tiempo que no la vía no sé dónde viven ni nada
L: Es que Teresa estuvo intentando localizar a alguien de su familia pero no encontró a
nadie, bueno encontró a su novio, pero ni madre ni padre
M: ¿Novio?
L: Sí, estuvo por aquí debe de estar en la cafetería... Ah mira ahí viene

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Un hombre moreno se aproximó a nosotras

H: Hola doctora ¿Cómo está mi novia?


L: Pues está bien, tendrá que quedarse aquí por unos días, pero la operación ha ido
muy bien
H: ¡Qué alivio! Muchas gracias doctora
L: Es mi trabajo, bueno os dejo que tengo otro paciente
M: Hasta luego

Laura se fue

H: Estaba viendo que la perdía


M: ¿No sabes dónde está su familia?
H: La única familia que tiene soy yo
M: Ella tiene padre y madre, bueno por lo menos a unos años atrás si que los tenía
H: ¿Usted la conoce?
M: Sí, fuimos... amigas
H: Pues verás, sus padres se murieron en un accidente de coche hace 2 años, ahora
solo me tiene a mí, y yo solo la tengo a ella... Perdona que maleducado soy, me llamo
Álvaro

Esa frase... sí esa frase me sonaba de alguna parte “que maleducado soy, me llamo
Álvaro”... ¡Joder, claro, el chico de la playa! ¡Esther estaba novia del chico de la playa!

Salí de allí sin decirle ni nombre, no fui a ver a Esther como le había prometido... ¿Para
qué? No valía la pena...

Me fui para casa, me tomé una ducha y me tumbé en el sofá. Sé que no era el
momento indicado (porque sus músicas son la mayoría un poco tristes y de triste allí ya
bastaba yo), pero puse el CD de Bryan Adam’s, hasta que llegó a la música número 6 y
entonces no pude contener ni tristeza, lloré y lloré, hasta que se me acabaron las
lagrimas

Look into my eyes - you will see


What you mean to me
Search your heart - search your soul
And when you find me there you'll search no more

Don't tell me it's not worth tryin' for


Ya can't tell me it's not worth dyin' for
U know it's true
Everything I do - I do it for you

Look into your heart - you will find


There's nothin' there to hide
Take me as I am - take my life

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I would give it all - I would sacrifice

Don't tell me it's not worth fightin' for


I can't help it - there's nothin' I want more
Ya know it's true
Everything I do - I do it for u

There's no love - like your love


And no other - could give more love
There's nowhere - unless you're there
All the time - all the way

Oh - u can't tell me it's not worth tryin' for


I can't help it - there's nothin' I want more
I would fight for ya - I'd lie for you
Walk the wire for u - yah I'd die for ya

Ya know it's true


Everything I do - I do it for you
(Everything I Do)

El día siguiente me fui al Central como cada día y nada más llegar lo vi en la admisión

Álvaro: Hola
M: Hola
Álvaro: Oye ayer no me dijiste tu nombre, pero cuando le dije a Esther que estuve
hablando con una médico que era amiga suya me dijo que te llamas Macarena, bueno
¿Te puedo llamar Maca?
M: Prefiero Dra. Fernández (Le dije secamente)
Álvaro: Ah... Vale, Esther ha preguntado por ti, quiero decir por usted Dra. Fernández
M: Luego paso a verla (Le dije y salí de allí)
T: ¡Eh Maca que no has firmado los papeles!
M: Después Teresa, después

El día pasó muy rápido, hubo muchos niños, quizá fue por eso. En el final del día fui a la
habitación de Esther para ver como estaba

M: Hola, ¿Qué tal estás?


E: Hola Maca, estoy bien... Ayer no viniste a verme
M: Es que... No he tenido tiempo...
E: No tiene importancia
M: Oye Esther, ese tu novio no es... (Me interrumpió)
E: El chico de la playa, sí
M: Pero él no se acuerda de aquel día ¿A qué no?
E: Creo que no
M: Bueno ¿Mejor no?

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E: Sí... Mejor
M: Bueno me alegro de que estés bien, tengo que irme ahora
E: Espera Maca no te vayas ya, háblame de ti, de cómo te va todo
M: Pues a mí me va todo muy bien (Mentira, sí claro que era mentira)
E: ¿Estás soltera?
M: Sí
E: ¿Por qué?
M:... De momento no me gusta nadie (Le recordé la antigua frase que habíamos
utilizado aquel verano)
E: Lo siento Maca
M: Ya...
E: De verdad quería llamarte pero...
M: ¿Pero que Esther?
E: No fui capaz, te eché muchísimo de menos todos estos años y no pude olvidarte un
solo día desde aquel día de verano
M: Es un poco tarde para que me digas eso...
E: Ya lo sé pero tenía que decírtelo, nunca te he dejado de amar Maca, nunca
M: Ni yo a ti... Me tengo que ir, adiós
E: Hasta luego

Nuevamente estaba llorando por ella, ahora cuando pienso en el pasado, veo que toda
la vida fue así. Pasé toda la vida llorando por Esther...

Una semana se pasó y le dieron la alta a Esther, yo la estaba viendo irse, irse con aquel
tío yo que sé para donde. Una voz en mi interior me decía: “Vamos Maca no seas tonta
no la puedes perder nuevamente” esa era la voz de mi corazón, pero otra voz me
decía: “No seas tonta ella no se merece tu amor” era la voz que venía de mi cabeza, la
voz de la razón. Pero las personas apasionadas ni siempre actúan según la razón sino
según la pasión, así que...

M: ¡Esther!

Se volvió y se acercó hacia mí

E: Dime
M: ¿Podemos hablar?
E: Claro

Nos fuimos a mi despacho

E: ¿Qué pasa?
M: Es que... ¡Joder Esther no quiero perderte de nuevo!
E: Siempre me has tenido Maca aunque no lo supieras
M: Ya por eso, no lo sabía, creía que no te gustaba, nunca me has llamado ni nada...
E: Y no sabes lo cuanto me arrepiento, todos los días me culpo por eso, te quiero
Maca, Te quiero tanto

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M: Pero si no llega a ser por mí, ya te habías ido con él


E: No me merezco tu amor, no soy digna de él, mereces a alguien mejor
M: Pero te quiero a ti

Nos fuimos acercando poco a poco y entonces, después de 8 años, nuestros labios
volvieron a estar unidos

M: No me dejes Esther, nunca más me dejes


E: No te voy a dejar cariño ¡Nunca!

Ese fue el mejor día de mi vida, Esther estaba allí conmigo, y era mía, sí mía, no de
aquel que la esperaba en la admisión, mía y solo mía

Ese mismo día ella terminó su relación con Álvaro, que se quedó (perdón por la
palabra) jodido

Los primeros meses de nuestra relación fueron maravillosos, salíamos por ahí a
comprar, salíamos a bailar etc... Pero con el tiempo nuestra relación se fue quedando
cada vez más fría. Todavía no os dije pero Esther era abogada, una abogada y una
médico era inevitable que nos faltara tiempo. Llegamos a un punto en el que
discutíamos a toda las horas. Siempre fue así lo mío con Esther, nos queríamos, sí que
nos queríamos pero no nos soportábamos

E: A ver Maca ¡Basta ya!


M: Eso se lo digo yo, estoy harta
E: ¿Ah tú está harta? ¿Y yo? ¿Yo qué? Pues sí, también estoy harta

Eran nuestras típicas discusiones, pero luego venían las paces y... Lo olvidábamos...

Hubo una vez en la cual llegué a casa y Esther se estaba muriendo de reír con una tía
rubia... Sí me quedé celosa

E: Hola cari ya estás aquí


M: Ya ves
E: Esa es Angélica, mi compañera
Angélica: Hola
M: Hola... Cariño yo me voy a darme una ducha y ahora vuelvo
E: Vale, date prisa que la cena ya está lista
M: Vale

Angélica: Oye tu novia es muy maja


E: Sí que lo es

Cuando volví las dos estaban ya sentadas a la mesa

E: Anda siéntate aquí

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Me senté al lado de Esther

Angélica: Tienes mucha suerte Maca, esa Esther es un corazón de oro


M: Ya lo sé...
E: ¡Las cosas que tú dices mujer!
Angélica: Yo digo la verdad

Y allí estaban ellas casi que tonteando y yo allí en el medio, como una extraña. A partir
de ese día Angélica entró en nuestras vidas como el viento, o sea, sin pedir permiso

M: Oye Esther ¿Esa amiga tuya es un poco pesadita no?


E: Maca no seas así, Angi es super maja
M: ¿Angi?
E: Pues es como la llamo
M: Vaya intimidad vosotras dos
E: Tú solo estas celosa
M: ¿No tengo motivos?
E: Pues no, es solo una amiga
M: A mí no me importa
E: ¡Joder Maca no seas así!
M: ¿Qué no sea así? ¿Y Cómo quieres que sea? Pasas más tiempo con esa que conmigo
E: Hombre porque trabajo con ella
M: ¡Y aunque no sea en el trabajo Esther!
E: Maca, yo te quiero a ti y tú lo sabes muy bien, así que, ¿Para qué todas esas
discusiones?
M: Pues por eso mismo, porque te quiero y tengo miedo a perderte
E: Maca ya te he dicho que no me vas a perder, nunca... Anda ven aquí tonta

Tumbé mi cabeza sobre sus piernas

E: Te quiero
M: Y yo a ti

Un día cuando estaba casi llegando a casa me encontré con la tal Angélica, Angi...
¡ARGH!

Angélica: Hola Maca. ¿Qué tal?


M: Hola, bien gracias
Angélica: Oye que bien que te encuentro por aquí, estuve pensando si a vosotras no os
apetece irse a una casa que tengo en el campo... Un fin de semana a tres ¿Qué te
parece?
M: Pues no lo sé... (“¡No!”) Hay que hablar con Esther (“¡Qué seguro se va a quedar
encantada ARGH!”)
Angélica: Pues habla con ella, va a ser muy divertido ya lo verás
M: Vale, hasta luego
Angélica: Adiós guapa

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Llegué a casa y fui a hablar con Esther

M: Me he encontrado con Angélica


E: ¿Ah sí?
M: Sí, nos ha invitado a pasar el finde en su casa en el campo
E: ¿Qué guay no?
M: Tú lo verás
E: Anda Maca no seas así, seguro que va a ser muy divertido
M: Tan amigas sois, ella me dijo lo mismo
E: Venga cariño, no seas cabezota
M: Es que veo que te gusta mucho la Angélica esa
E: Ay Maca no me digas “la Angélica esa”, es mi amiga y me encanta estar con ella,
¡Joder! ¿Si es que ahora no puedo tener amigos?
M: Tú a lo tuyo, como siempre...
E: Oye Maca de verdad estoy harta de que me lo tires a la cara cada vez que
discutimos, yo voy a pasar el finde con Angélica, tú si quieres te vienes y si no, pues tú
lo sabrás
M: ¡Pues eso, tú a lo tuyo y déjame en paz!
E: Pues nada ya te estoy dejando, te dejo Maca
M: ¿Qué?
E: Lo que oíste, no puedo más, ¡Esto es un infierno Maca!
M: ¡Bueno tú tampoco ayudas mucho!
E: Yo... Yo me voy... (Se fue hacia la habitación y empezó a recoger sus cosas)
M: ¡Joder Esther! ¿Se puede saber que coño estás haciendo?
E: Las maletas ¿No ves?
M: No te vayas, ¡Esto es niñería Esther!
E: Sí que lo es, así que mejor nos dejamos de niñerías que ya es hora ¿No te parece?
M: ¿Pero como puedes ser tan...? Déjalo, da igual, tú haz lo que té de en la gana (Le
dije saliendo de la habitación)

Y lo hizo, se fue y se pasó el finde con la “Angi”...

Esther y Angélica llegaron a la casa en el campo

E: Oye esto es genial ¿eh?


Angélica: Sí, lástima que Maca no haya venido
E: Déjala que cuando se mete algo en la cabeza...
Angélica: Bueno ¿Entramos?
E: Claro

Esa noche cenaran salmón y bebieron vino blanco

E: Está todo riquísimo


Angélica: La verdad es que sí, ¿Té apetece oír música?
E: Vale

Angélica puso Whitney Houston como fondo musical (un poco pasado pero bueno)

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E: ¿A que a ti también te gusta Whitney?


Angélica: Pues sí, me encanta
E: A mí también. ¡Vaya voz tiene!
Angélica: Sí... ¿Oye ya te has fijado que tenemos mucho en común?
E: Sí, la verdad es que somos muy parecidas
Angélica: Ya... No sé sabes, es como si hubiera una química entre nosotras
E:...
Angélica: No digo algo del tipo amoroso pero... Algo
E:...
Angélica: Bueno déjalo a lo mejor son invenciones mías
E:... “O no...”
A: La verdad es que me gustas mucho Esther
E: Tú también me gusta, me lo paso genial contigo y eso

Angélica se acercó hacia Esther y sin pensárselo 2 veces la besó, Esther no se opuso al
beso, por lo contrario la beso a ella también... Pero al cabo de un rato de apartó

E: ¡No puedo!
Angélica: ¿Por qué no? Tú y Maca ya no están juntas
E: Pero la sigo queriendo... Y mucho
Angélica: Esther, olvídala, aunque sea por esta noche, anda que venimos hasta aquí
para pasárselo bien ¿O no?
E: Sí.. Pero...
Angélica: ¿Pero qué? Anda Esther, es solo una noche ¿Qué mal hay?

Angélica la volvió a besar, pero nuevamente Esther se apartó

E: Lo siento Angi, pero no puedo... Yo mejor me voy


Angélica: ¿Qué dices? ¡Joder Esther no seas pija, que ya pareces Maca joder!
E: Oye yo no soy pija y tú no hables así de Maca ¿vale?
Angélica: Pues nada, vete con tu querida Maquita

Esther llamó a un taxi y volvió a la ciudad

Me llamó a la puerta a las dos de la mañana

M: ¿Serás bicho tú? ¿Si es que acaso no tienes reloj o qué? (Le pregunté en mi tono
más borde)
E: Maca oye lo siento de verdad, anda déjame pasar para que hablemos
M: Esther de verdad no me apetece nada hablar contigo
E: Pero vas a hablar (Pasó y cerró la puerta)
M: A ver ¿Qué quieres?
E: Pues disculparme contigo
M: ¡Siempre igual Esther!
E: Yo sé que fui una tonta Maca, ya lo sé, pero es que ya sabes que no puedo estar
enfadada contigo

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M: Pero las cosas no son así Esther, no puedes mandar todo a la mierda y luego querer
que te disculpe
E: Oye Maca si lo estoy haciendo es porque sé que tú también me quieres
M: ¿Ah sí? ¡Sí que eres bicho!
E: Ya pero te gusto
M: ¿Cómo puedes estar tan segura eh?
E: Se te ve en los ojos cariño
M: Tendré que andar con los ojos cerrados de aquí por delante, tan peligrosos son
E: Maca, mi vida, ¿Me perdonas o no?
M:... No lo sé...
E:......
M: Quizá si me das un beso...

No me dejó terminar la frase y me besó

M: Bueno... va a ser que sí... Pero que ni se te ocurra volver a jugar con mis
sentimientos ¿eh?
E: Que no cari, que no

Por cierto, todavía no os dije, pero me llamo Macarena Fernández Wilson y tengo 40
años. Actualmente vivo en Jerez... sola

Los días se pasaron y nuestra relación iba de bien a mejor, pero cierto día Esther llegó
a casa muy cabreada

M: ¿Qué té pasa?
E: ¡Joder la Angélica esa, está cada día más pesada!
M: ¿Ah que ahora ya es “La Angélica Esa”?
E: Joder Maca ya estoy cabreada que llegue ¿no te parece?
M: Vale, lo siento, ¿Pero que ha pasado?
E: Es que desde aquella noche en el campo que está super pesada conmigo
M: A ver ¿Pero qué te amenazó o algo?
E: No. No, pero es que no me deja en paz, ¡estoy harta!
M: Bueno la tendrás que suportar, es tu compi
E: Bueno ahora ya no
M: ¿No?
E: No, ya no trabajamos juntas yo cambié de pareja, por eso está tan cabreada
M: Bueno déjala que eso le pasa
E: Espero bien que sí, porque joder ya no hay paciencia

Un día cuando Esther iba saliendo del trabajo, Angélica se acercó hacia ella

Angélica: Hola
E: Hola...
Angélica: ¿Tienes un tiempillo para mí?

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E: No, tengo prisa


Angélica: ¡Joder Esther, solo 2 minutos!
E: A ver dime, pero rápido que tengo prisa
Angélica: Esther... es que...
E: ¿Qué?
Angélica: Que te quiero
E: Ehhhh Angélica, tú olvídalo que yo quiero a Maca
Angélica: Maca, Maca, siempre Maca... ¿No tienes ojos para otra cosa que no sea
Maca?
E: Pues no
Angélica: Seguro que ella no te quiere más que yo
E: Yo sé muy bien el cuanto Maca me quiera, y no hay nadie en el mundo que me
quiera más que ella
Angélica: Vas a ser mía Esther, cueste lo que me cueste vas a ser mía, para que lo
sepas
E: Ya, claro... (Esther se fue)

Estábamos andando por la calle yo y Esther cuando ella empezó a sentir un dolor en el
pecho

M: ¿Té duele el pecho otra vez?


E: Sí y mucho Joder
M: A ver vámonos al hospital

V: Maca, lo siento... (Me dijo Vilches)

Sí, Esther se había muerto, tan joven... Aún teníamos tantas cosas por vivir...
Nuevamente yo estaba sola y nuevamente llorando

Hoy os cuento esta historia, la historia de mi vida, la cual escribí en el jardín de mi


casa... sola. Después de Esther no amé a nadie, no pude...

Ayer me fui al médico y me han diagnosticado una enfermedad muy rara y me dijeron
que me moriría en 2 meses como mucho... Estoy feliz, estoy muy feliz, me voy a
reencontrar con el amor de mi vida, con mi Esther, y ahora sí tengo la certeza de que
nunca más nos vamos a separar. Me llamo Macarena Fernández Wilson y esa es la
historia de mi vida

FIN
15

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