Vous êtes sur la page 1sur 5

tiempo y recursos disponibles y necesarios para lograr un resultado

aceptable. Tal vez este factor es, desde el punto de vista práctico y efectivo, el que
más influencia tiene en la toma de decisiones sobre cual método seleccionar para la
delimitación de la zona de protección. En este aspecto, si el tiempo y recursos
disponibles son amplios, se recomienda tratar de utilizar el método más detallado y
certero posible de acuerdo con la cantidad de información disponible. Si existen
limitaciones en el tiempo y recursos, la recomendación va en el sentido de utilizar
una metodología más simple, haciendo énfasis en los resultados obtenidos en
relación con las limitaciones que se afrontaron. En este último caso, es una práctica
sana establecer una recomendación sobre el método más conveniente de aplicar en
esa zona, de acuerdo con las características hidrogeológicas detectadas. De este
modo, cuando se disponga de mayor cantidad de recursos, la recomendación puede
seguirse para obtener resultados más detallados.

De acuerdo con la experiencia que se tiene en los trabajos que realiza la Comisión
Nacional del Agua en la República Mexicana, se considera que la mayoría de las
situaciones en donde se requiera realizar una delimitación de zonas de protección de
pozos, serán similares a cualquiera de los siguientes tres escenarios:

1. Se trata de un área relativamente aislada en donde existe poca información


hidrogeológica disponible.
2. Es una región en donde se ha realizado cuando menos un estudio
hidrogeológico
3. Se trata de un acuífero muy importante por el volumen de agua subterránea
que provee, ya que es la principal fuente de abastecimiento de una ciudad de más de
500,000 habitantes o de un Distrito de Riego de grandes dimensiones. Por esta
razón, ha sido ampliamente estudiado, al punto de que se ha realizado un modelo de
simulación en el área.

En el primero de los casos tipo propuestos, la selección de la opción menos costosa,


pero a la vez más efectiva dependerá definitivamente de la experiencia del

1
hidrogeólogo encargado de la delimitación de la zona de protección. Si de acuerdo
con su análisis, la zona de estudio es relativamente homogénea y no presenta
mayores complicaciones de tipo hidrogeológico, entonces los métodos de radio
calculado fijo o de formas simplificadas variables pueden ser una buena opción.
Cuando el análisis hidrogeológico señale que se trata de una zona compleja como
pudiera ser un medio cárstico o fracturado, entonces la metodología más adecuada
para delimitación de la zona de protección, es considerar en conjunto técnicas
manuales y de cartografía hidrogeológica. Este proceso puede ser acompañado por
la utilización de modelos analíticos simples para confirmar si la selección de la
geometría de la zona de protección propuesta, es consistente con los valores
probables de las propiedades hidráulicas del acuífero.

En la segunda de las opciones, la mejor de las alternativas es realizar el análisis de


la información disponible (calidad y cantidad). En caso de resultar de buena calidad,
y si las condiciones hidrogeológicas lo permiten, la resolución más directa será
utilizar un modelo analítico para la delimitación de la zona de protección. Para la
situación de medio hidrogeológico complejo, la solución es utilizar el método de
cartografía hidrogeológica. Una última posibilidad surge si el análisis de la
información indica la existencia de calidad y cantidad suficientes como para alimentar
un modelo numérico. En este caso, el tiempo y recursos disponibles, junto con la
recomendación de un hidrogeólogo con experiencia en modelación, decidirán si es
una opción digna de tomarse en cuenta.

La tercera posibilidad es probablemente la que siempre se desearía que se


presentara. Con relación a la utilización de la modelación numérica del flujo de agua
subterránea está cada vez más al alcance de los hidrogeólogos. En efecto,
actualmente la preparación académica de los hidrogeólogos ha mejorado, además
de la facilidad de obtención de un gran número de herramientas (computadoras,
programas, etc.) a un precio razonable. En esta situación, si después del análisis
realizado se considera que el modelo numérico existente es adecuado, la pregunta
que surge es ¿cual modelo es el más apropiado para lograr la definición precisa de
las zonas de protección?. En los siguientes párrafos se realizará una amplia
descripción de los criterios a utilizar para la definición del modelo numérico más
adecuado.

De acuerdo con la experiencia de otras partes del mundo, FLOWPATH (Franz y


Guiguer, 1990) fue uno de los primeros modelos numéricos disponibles y
probablemente es el más ampliamente utilizado para simular el flujo de agua
subterránea y delimitar zonas de protección de agua subterránea. La principal razón
por la cual FLOWPATH se ha mantenido como una de las mejores opciones
disponibles, es que el nivel de conocimiento requerido para lograr un resultado
aceptable, es similar al disponible en situaciones reales de trabajo. Además, los
autores del código continuamente han realizado mejoras, de tal modo que la nueva
versión siempre es mucho mejor que la previa. Actualmente existen varios modelos
numéricos que realizan cálculos similares a los de FLOWPATH, como es el caso de
MODFLOW (McDonald y Harbaugh, 1988)/MODPATH (Pollock, 1989). A
continuación se señalan algunos lineamientos que pueden considerarse para
identificar cual es la mejor opción para la resolución de un problema específico.

FLOWPATH es un modelo numérico de simulación bidimensional para estado


estacionario. En algunas situaciones la utilización de un modelo de estas
características puede ser una simplificación no conveniente del problema real. Por
esta razón, cuando la hidrogeología señala la presencia de componentes verticales
importantes, y además existe suficiente información (calidad y cantidad) disponible,
el modelo numérico más adecuado para la delimitación de las zonas de captura será
MODFLOW/MODPATH, ya que tiene un mayor número de opciones que
FLOWPATH, como es el de simular flujo subterráneo saturado tridimensional, en
estado transitorio, con una gran variedad de condiciones de frontera.

Los casos en que MODFLOW/MODPATH es adecuado para utilizarse en la


definición de zonas de protección incluyen:

Cuando el modelo existente para una región sea FLOWPATH


En donde el acuífero es heterogéneo y es necesario dividirlo en varias capas.
Cuando se espera una variación tridimensional de las cargas hidráulicas y en
algunas de las propiedades hidráulicas.
Cuando se tienen que considerar variaciones en los caudales de las descargas
naturales.
En donde existe una importante interacción agua superficial-subterránea.
Acuíferos de almacenamiento bajo y alta permeabilidad, en donde las diferencias en
la forma y tamaño de las zonas de captura pueden ser importantes.
Cuando se presentan evaluaciones en donde es necesario un análisis detallado.

Por último, es conveniente señalar que la selección de un modelo es una decisión


difícil y siempre existe el impulso de adoptar el más complicado, porque se tiene la
creencia de que en la medida de la sofisticación del modelo, mayor será la confianza
que se puede otorgar a sus resultados. Sin embargo, no debe de olvidarse que existe
una consigna muy clara cuando se utilizan modelos para la simulación del flujo
subterráneo, si entra basura, sale basura. En efecto, si la información disponible no
es adecuada o completa, el utilizar un modelo complicado no solventará la situación
de la falta de datos, sino que al contrario, la agudizará.

Otra situación importante que siempre se tiene que tener en mente, es que en
determinados medios hidrogeológicos, los contaminantes conservativos pueden
entrar en pozos de extracción, aunque de acuerdo con la delimitación de la zona de
protección realizada con cualquiera de las metodologías previamente señaladas, se
considere que están protegidos (Seiler y Lindner, 1995). Este hecho es
especialmente válido cuando se interceptan sistemas de flujo regionales, ya que en
este caso se ocasionan modificaciones importantes de las condiciones estacionarias,
que prevalecían previo al inicio de la explotación, y que ocasionan la interacción con
sistemas locales o intermedios. En estos casos es difícil aplicar en forma
convencional el concepto de zonas de protección de pozos para prevenir la
contaminación, ya que la presencia de componentes verticales en el movimiento del
agua subterránea, no puede ser considerado con las metodologías disponibles.

4.4 REFERENCIAS DEL


CAPÍTULO 4

Anderson, M.P. and Woessner, W. W. 1992. Applied groundwater modeling.


Academic Press, Harcourt Brace Jovanovich, Publishers. 381 p.

Bhatt, K. 1993. Uncertainty in wellhead protection area delineation dur to uncertainty


inaquifer parameter values. Journal of Hydrology, v.149, 1-8.

Domenico, P.A. and FM. Schwartz. 1997. Physical and chemical hydrogeology.
Second Edition. John Wiley & Sons, Inc. 506 p.

Franz, T. and N. Guiguer. 1990. FLOWPATH, two-dimensional horizontal aquifer


simulation model, Waterloo Hydrogeologic Software, Waterloo, Ontario, 74 p.

Fetter, CM. 1994. Applied hydrogeology. Prentice-Hall, Inc., Englewood Cliffs, N.J.,
3rd ed. 691 p.

Freeze, R.A., and Cherry, J., 1979. Groundwater. Prentice-Hall, Inc., Englewood
Cliffs. 604 p.
Javandel, I, C. Doughty and C.F. Tsang. 1984. Groundwater transport: Handbook of
mathematical models. Water Resources Monograph Series 10. American
Geophysical Union, Washington, D.C. 228 p.

McDonald, M.G. and AM. Harbaugh. 1988. A modular three-dimensional finite-


difference ground-water flow model. Techniques of Water-Resources Investigations
06-A1, USGS, 576 p.

Pollock, D.W. 1989. Documentation of computer programs to compute and display


pathhlines using results from the U. S. Geologiacl Survey modular three-dimensional
finite-difference ground-water flow model. U. S. Geol. Surv., Open-File Report 89-
381, 181 p.

Seiler, K.P. and W. Lindner.1995. Near-surface and deep groundwaters. Journal of


Hydrology, v.165, 33-44.
5

Vous aimerez peut-être aussi