Ya sea entre familiares o amigos o participantes en las
redes, por pequeño que sea el círculo en que nos desenvolvemos, siempre buscamos la supremacía en algo; eso es innato; también lo es someterse al que nos supera.
La rebeldía no desaparece con el sometimiento. Si la
rebeldía acarrea consecuencias nefastas el sometimiento será absoluto o pacífico; pero si no es así, y es solo un debate, se llega hasta el caso, del que no tiene la razón, de la vuelta a lo que antes había dicho, y con otras palabras diga lo mismo que dijo el más acertado; o se retira del debate, dando a entender de que el nivel es bajo para él. Estos dos últimos son casos del Espirito Dictatorial, dominado por su genética, sin el control por el nivel educacional y cultural.
Para ser demócrata con poder, es necesario imponer la psiquis
y/o los intereses personales a nuestra naturaleza. Ud. podrá decir: “Obama fue un demócrata no solo por su partido, si no, por su comportamiento”. No lo sabemos, porque Obama no tuvo poder real, él mismo dijo una vez, cuando el debate sobre el techo de la deuda, que allí el jefe era el mercado de los bonos del Estado.
La gente con Espirito Dictatorial busca la manera de rodearse
de personas sumisas, admiradores del guía, por sus “verdades” y por su verborrea en el podio; para lo que el sumiso se cree a si mismo incapacitado e ignorante.