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Reseña del texto: Elster, J. (1996a).

Acción humana (Deseos y oportunidades;


Elección racional: Cuando fracasa la racionalidad).

Deseos y oportunidades

1. Enfoque del individuo para el análisis de la construcción social

El devenir de una sociedad es un conjunto de acciones llevadas a cabo por


sus miembros, la construcción de estructuras sociales y la dinámica social resultan
de las interacciones entre individuos. Para explicar sociológicamente dicha
realidad, Elster hace uso del individualismo metodológico, cuya perspectiva
considera que la “unidad elemental de la vida social es la acción humana
individual” (Elster, J. 1996).

Para Elster las acciones son consecuencia de una sucesión de dos


operaciones, siendo que el individuo cuenta con un conjunto de posibilidades
existentes para elegir, estas se reducen a partir de filtros, el primero actúa a través
de las restricciones (físicas, económicas, psicológicas, morales, etc.) a las que se
ve sometido el individuo, deja sin efecto algunas posibilidades y conforma el
conjunto oportunidades, aquel al que puede acceder y que estará sujeto al
segundo filtro, un mecanismo que determina cual acción será ejecutada
realmente, el autor menciona dos mecanismos, las normas sociales y la elección
racional. El autor señala que en la elección racional el individuo se debate entre
deseos y oportunidades.

1.1 Deseos y oportunidades

Mientras las oportunidades son el aspecto externo al individuo, los deseos


son el aspecto interno, las primeras al estar ancladas al mundo objetivo son
observables, tienden a variar con el cambio social y la historia, por otra parte el
deseo es subjetivo, depende del pensamiento del individuo, de su formación,
cultura, intereses. El carácter psíquico que posee el deseo lo vuelve difícil de
modificar, “suele ser más fácil de cambiar las circunstancias y las oportunidades
de la gente que su manera de pensar” (Elster, J. 1996); sin embargo no se puede
afirmar que los deseos sean estáticos y las oportunidades dinámicas.

El autor señala que en los mecanismos relacionares entre deseo y


oportunidad, unas veces conciertan, por ejemplo en la referencia a Tocqueville “la
esclavitud no solo impide que los hombres bancos hagan fortuna, sino que incluso
los desvía del deseo de hacer fortuna” (Elster, J. 1996), otras veces la oportunidad
y el deseo caminan en sentidos opuestos como en el caso norteamericano de la
democracia que toma de Tocqueville, la misma posibilidad de libertad religiosa que
ofrece la democracia a los individuos, disminuye su deseo de acceder a otra
oportunidad presente en el abanico de posibilidades, la educación, incrementan
las posibilidades y disminuye el deseo.

Elster afirma que para explicar una acción, el observar las oportunidades y
los deseos interactuando, dificulta advertir la realidad, porque en la relación
oportunidad-deseo existe otro factor al que el autor denomina creencias acerca de
las oportunidades, las oportunidades son el medio para alcanzar un deseo, el
deseo regulará lo que para ese individuo es importante o necesario, y las
creencias darán al individuo el acceso a la oportunidad real, si él es consciente de
las oportunidades o no, será objeto de sus creencias.

1.2 Elección Racional

Uno de los mecanismos que el autor considera, en el accionar individual, es la


elección racional, el individuo tiende a apegarse a los resultados que busca
obtener mediante el correcto desencadenamiento de sus acciones, para conocer
el mecanismo, el autor propone observar la conducta y “descubrir cómo categoriza
las opciones” (Elster, J. 1996), luego mediante las comparaciones observadas se
pude ordenar las preferencias y finalmente con la ayuda de operaciones
matemáticas se puede “convertir el ordenamiento de preferencia en una función
de utilidad” (Elster, J. 1996).

Las acciones harían las veces de medios que alcanzan un fin y la elección racional
seleccionaría el mejor medio posible, aquí el autor considera la falibilidad del
pensamiento humano para percibir la totalidad de posibilidades e incluso lo
adecuadas que estas puedan ser, en este caso el individuo estará limitado por lo
que cree de la oportunidad, para que la creencia se considere racional debe existir
una gran cantidad de pruebas empíricas que lo certifiquen.

Elster afirma que en casos donde la acción inmediata es imperativa, se vuelve


contraproducente indagar en un abanico de oportunidades que vaya más allá de
las que aparecen en primera instancia, en este caso señala a las probabilidades
subjetivas, que apelan a la confianza que la persona tenga en las oportunidades
disponibles, según los datos que haya recogido en su experiencia previa y que
han conformado un criterio de lo que es útil, “la teoría nos dice que adoptemos la
acción a la que se asocia la más alta utilidad esperada” (Elster, J. 1996).

Conclusión

En mi opinión las acciones individuales además de deseo y medios para


cumplir tales deseos (oportunidades) son consecuencia del bagaje social y cultural
con el individuo esta embarazado y que recibe de su formación dentro de la
sociedad, por tanto aducir que las creencias sobre la oportunidad son un aporte
para clarificar la interacción de elementos objetivos y subjetivos en el
desencadenamiento de las acciones me parece insuficiente, porque en la
subjetividad subyace la ideología, y esta es una construcción social, no individual,
por tanto para comprender la “vida social” no se puede reducir la observación a la
acción individual, considero que es parte del análisis, sin embargo la substancia se
halla en la subjetividad colectiva de la que el individuo no es consciente pero que
lo lleva a tener un pensamiento a priori de la realidad con el que toma decisiones y
actúa.

Bibliografía
Elster, J. (1996a). Acción humana (Deseos y oportunidades; Elección racional:
Cuando fracasa la racionalidad). En A. Bonanno (Trad.), Tuercas y tornillos: una
introducción a los conceptos básicos de las ciencias sociales (pp. 21–38).
Barcelona: Gedisa

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