Dimensión Humana

“La naturaleza hace a los hombres desiguales en genio, temperamento, fuerzas y caracteres. Las
leyes corrigen esta diferencia porque colocan al individuo en la sociedad para que la educación, la
industria, las artes, los servicios, las virtudes, le den una igualdad ficticia propiamente llamada
política y social” Simón Bolívar. Con esta frase quizá el Libertador pretendía reconocer las
diferencias inherentes al género humano pero también reconocía y exponía las capacidades y
funciones del derecho, capacidades casi tan grandes como las necesidades y principios del hombre
y la sociedad en la que este se encuentre. Al hacerse evidente que en la historia se repite una y
otra vez el constante abuso y explotación del hombre por parte de aquellos que están
jerárquicamente superiores a otros ya sea en patrimonio, influencia, capacidad o poder
propiamente dicho, el hombre dispone de las herramientas para darle solución a estos problemas.

Las guerras organizadas y las revoluciones muchas veces en la historia han formado el preámbulo
para que por medio de las fuerzas ejercidas por estas se transforme la situación jurídica, se
establezcan derechos y deberes según las intenciones del grupo social que pretenda crear o
impedir los cambios. El derecho también surge como herramienta y como medio para llevar a cabo
con justicia, racionalidad y viabilidad estos cambios pero frecuentemente cuando a través de este
no se logran los objetivos sociales, surgen nuevamente las agitaciones, las crisis, y las revueltas
populares o planificadas según los intereses del grupo.

Actualmente a una escala social más pequeña donde el derecho público y privado se hace
presente para resolver los conflictos, notamos que de acuerdo a los intereses de cada individuo,
gremio o asociación, surge la figura del abogado, quien deberá estar debidamente preparado para
cuando sea solicitado su servicio por parte del ente interesado. Es así que el derecho ofrece un
extenso abanico de especializaciones en función de los diversos sectores en los cuales se
desarrolla la vida en sociedad, para que de este modo quien pretenda tomar el derecho como
ejercicio profesional atienda al ente o sector que amerite de sus servicios y éste, según los
conocimientos, habilidades y competencia propia, contribuya con toda legalidad a defender los
derechos e intereses de quien lo solicite, siendo entonces no solamente reducida su función a la
de defensor sino que el abogado empleara los mecanismos legales que sean necesarios para llevar
a cabo los propósitos del cliente a quien deberá mantener informado y claro sobre las
posibilidades presentes. Es importante señalar por ejemplo la solicitud que se hace respecto a las
partes implicadas en alguna controversia y en la cual el abogado o los abogados que lleven estas
causas, si existe interés, informaran a los clientes y procuraran llevar a un acuerdo entre los
mismos tratando de satisfacer y dar conformidad a la ley y al cliente. En todo caso de no lograrse
la figura del acuerdo surge la del litigio donde se enfrentaran las partes, donde el abogado o
abogada desenvolverá su competencia y donde la institución, específicamente el tribunal a través
del juez capacitado y según sentencia firme y definitiva de este, resolverá el conflicto.

Es así que tenemos abogados laborales, penalistas, agrarios, civil, constitucionalistas, etc.