Antes de entrar en el tema principal que es el aporte que ha tenido el paradigma
hermenéutico en el trabajo social, es importante que nos adentremos en la historia y en la evolución que ha tenido a lo largo de los años el trabajo social, hasta llegar a ser la profesión y disciplina que conocemos actualmente. La revolución industrial es el proceso de transformación económica, social y tecnológica que se dio en la segunda mitad del siglo XVII en el Reino de Gran Bretaña y concluyo en los años 1820 y 1840, a finales del siglo XVIII se experimentan los efectos de la industrialización en la sociedad, los horarios de trece horas de trabajo todos los días de la semana para hombres, mujeres y niños de cinco años de edad en adelante, los salarios excesivamente bajos, las condiciones insalubres de trabajo, generan como era de esperarse repercusiones principalmente en el proletariado y posteriormente en toda la sociedad. La sociedad a lo largo de su existencia ha venido afrontando diversos problemas sociales, tras la revolución industrial se generaron los desajustes sociales, las desventuras, la desigualdad social y las enfermedades físicas y mentales no se hicieron esperar. Ante la magnitud de esta problemática social, las viejas formas de ayuda social vinculadas a la iglesia o a la filantropía, se veían incapaces de dar respuesta eficaz o adecuada, fue esta situación la que obligo a pensar y buscar nuevas formas de intervención social, forzando primeramente al estado a asumir un papel más activo en función del bienestar de la comunidad, aparecieron las primeras normas y leyes que regulaban las relaciones laborales, las condiciones de trabajo y también se dieron las primeras de enfermeras, por medio de lo cual se pretendía organizar la sociedad. Las anteriores problemáticas sociales a causa de la implementación del sistema económico capitalista, llevan principalmente a la iglesia católica inducidos por el amor a Dios y a la filantropía inducidos por el amor al otro a prestar asistencia social a los menos favorecidos, es ahí donde surge la asistencia social y las mujeres se empiezan a preparar en centros de formación en su gran mayoría al mando de la iglesia católica, con el pasar del tiempo y gracias a varios precursores del trabajo social como disciplina y profesión este se formalizo como profesión. Pero ¿Qué es la hermenéutica? La palabra hermenéutica aparece en el siglo XVII, designada como la ciencia de la interpretación de textos económicos, bíblicos o jurídicos en su mayoría. Hasta finales del siglo XIX adopta la forma de una doctrina que intenta indicar reglas para dicha interpretación. Desde la época del renacimiento surgen diferentes ramas la hermenéutica, está la hermenéutica teológica, la hermenéutica sacra, la hermenéutica filosófica, la hermenéutica profana y la hermenéutica jurídica. Inicialmente solo se conocían reglas fragmentadas de la hermenéutica, hasta la reforma de Lutero quien genero el desarrollo de una hermenéutica sistémica, después llego Dilthey quien amplio la hermenéutica a una metodología general para las ciencias del espíritu y fue Heidegger quien convirtió a la hermenéutica en la base imprescindible para la lectura de las dinámicas sociales que se presentan en la cotidianidad de la vida. La hermenéutica en las ramas de las ciencias sociales y por supuesto en el trabajo social representa una crítica a las concepciones positivistas y espiritistas que regían al inicio de las ciencias sociales, refutando que la finalidad de las ciencias sociohistóricas no es únicamente la construcción de teorías, sino la interpretación de las acciones sociales. “Para Dilthey la teoría hermenéutica es un vínculo especial entre la filosofía y las disciplinas históricas, formulando en 1900 la idea de que la hermenéutica debe dotarse de reglas generales de la interpretación que puedan estar en las bases de todas las ciencias del espíritu, librándose de las teorías científico-naturales del positivismo”. (Lorena., 2010) En el trabajo social la hermenéutica dio la posibilidad de que la comprensión no sea solamente un proceso de conocimiento autónomo sino por el contrario se convierta en una herramienta universal para la profesión, convirtiéndose en un carácter práctico indispensable para la interpretación de las realidades sociales. En el paradigma hermenéutico comprender significa poder hacer, intervenir y comprender como estructura objetiva el mundo social, en el trabajo social la hermenéutica es la herramienta de análisis e intervención, implicando un cambio en la manera de efectuar la intervención por parte del profesional, puesto que antes se tenía la concepción de que el profesional debía mantenerse lo suficientemente alejado del objeto de intervención, con la aparición de la hermenéutica se estimula a que el trabajo social se involucre más con el objeto de estudio y a la misma vez no pierda la noción de la distancia de que debe mantener para cumplir de manera oportuna y eficaz su rol.