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SÍNTESIS
NOMBRE: _________________________________________ GRADO: _______
ÁREA: Ciencias Sociales FECHA: ____________________ PERIODO: CUARTO
DOCENTE: Juan Pablo Santos Florez
Con respecto a la antigüedad del proceso de poblamiento, los científicos tienen dos
posturas. Un grupo plantea la teoría del poblamiento temprano, que afirma que
los primeros humanos llegaron hace unos 35.000 años, o antes. Por su parte, otro
grupo sostiene la teoría del poblamiento tardío porque cree que tuvo lugar hace
unos 15.000 o 12.000 años.
Su estilo de vida era nómada, puesto que tenían que recorrer grandes distancias
para encontrar alimento y refugio. Los primeros pobladores fueron cazadores y
pescadores, se alimentaban también con los frutos y las raíces que recogían.
En América del Sur, se conocieron las puntas de estilo cola de pescado, con
características distintas a las halladas en Norte América. Estas herramientas fueron
encontradas junto a restos de grandes animales ya extinguidos.
Este lapso de tiempo es también conocido como período lítico, inició con la llegada
de los primeros hombres a América y culmina con la aparición de las primeras
sociedades agrícolas. Estos grupos de hombres y mujeres se organizaron en
pequeñas bandas nómadas conformadas por grupos familiares. Se dedicaron
principalmente a la recolección de frutos silvestres, raíces, huevos y miel, lo mismo
que a la caza de animales y la pesca. Para cazar fabricaron puntas de lanzas en
piedra y herramientas como trituradores y cuchillos. También en esa época, la fauna
del continente estaba compuesta por grandes animales terrestres, que son
conocidos como megafauna. Los primeros habitantes de Norteamérica cazaban
mamuts y bisontes gigantes, mientras que en el norte de Suramérica se
especializaron en la caza de megaterios y paleollamas, un tipo de llama antigua.
La caza de los animales se hacía en grupos y con una técnica bien establecida: los
hombres rodeaban las manadas de animales, conduciéndolos a barrancos, con la
caída varios animales quedaban indefensos y eran cazados en medio de una ráfaga
de lanzas. Por su parte, las mujeres y los niños recogían los frutos, preparaban la
comida y las pieles para elaborar los vestidos.
Durante este período, grandes cambios climáticos afectaron la flora y la fauna, por
lo tanto los americanos debieron adaptarse a su nuevo entorno. La temperatura
aumentó, los hielos desaparecieron y el nivel del mar creció, lo que ocasionó la
extinción de la megafauna. Este cambio obligó a los americanos a producir
herramientas más estilizadas para la caza de una nueva fauna compuesta por
animales más pequeños. En esta época se dan dos grandes innovaciones. La
cerámica les permitió transportar, guardar y cocinar los alimentos. Por medio de la
observación de las plantas, aprendieron a cultivar las primeras semillas. Con este
descubrimiento, se da la aparición de la agricultura que permitió que los grupos se
sedentarizaran y crearan las primeras aldeas.
En este período surgieron grandes imperios con una organización política y social
compleja, en la que el gobierno estaba en manos de un emperador, que era
apoyado por las clases sacerdotales y guerreras.
Esta civilización se conoce como “la cultura madre de Mesoamérica”, pues se cree
que de ella derivan varias culturas posteriores. Los olmecas conformaron un Estado
dirigido por los sacerdotes y construyeron centros ceremoniales para adorar a sus
dioses que representaban con formas de animales como el águila, el caimán o el
jaguar. Los principales centros eran La Venta, San Lorenzo y Tres Zapotes.
Algunas de las manifestaciones artísticas olmecas son esculturas monumentales:
las cabezas colosales, los altares y las estelas. También dominaron disciplinas
como la astronomía y las matemáticas; inventaron su propio calendario y un
sistema de escritura; practicaron el juego de pelota y se destacaron como
escultores de madera, talladores de jade y de basalto.
También llamados “el pueblo de las nubes”, los zapotecas construyeron importantes
centros políticos y religiosos, entre los que se destacan Monte Albán, Mitla y
Zachila. Desarrollaron un sistema de escritura complejo basado en jeroglíficos y
glifos, así como dos calendarios: uno mágico y ritual, llamado pije, con una duración
de 260 días; y otro de carácter agrícola, basado en el ciclo solar anual de 365 días,
llamado Yza. Actualmente, hay cerca de 400 mil zapotecas en México.
Teotihuacán significa “la ciudad donde nacen los dioses” en idioma náhuatl. La
ciudad de Teotihuacán ocupaba una superficie de 21 km² y llegó a tener una
población de 125.000 habitantes, contaba con sistemas de alcantarillado y agua
potable y, durante siglos, constituyó el principal centro religioso de Mesoamérica.
Algunas teorías recientes indican que Teotihuacán no era una civilización, sino un
punto de encuentro para varios pueblos y culturas de la región, quienes
intercambiaban productos y conocimientos.
Hacia el año 600 d. C. Teotihuacán fue parcialmente destruida por lo que gran parte
de su población emigró a otras regiones de Mesoamérica.
Los toltecas fueron una sociedad guerrera que apareció en Mesoamérica con la
caída de Teotihuacán. Fueron gobernados por una aristocracia militar. Los toltecas
se ubicaron en la parte central de México y establecieron su capital en la ciudad de
Tula. Construyeron varias rutas comerciales por donde circulaban todo tipo de
productos como plumas, algodón y cacao. Asimismo, recaudaban tributos de
poblados vecinos.
Aspectos de su cultura se encuentran inscritos en las crónicas de su propia historia,
las cuales proporcionan las primeras genealogías de soberanos y cuentan las
hazañas militares de sus héroes.