Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
I. INTRODUCCIÓN..................................................................................................................... 3
II. OBJETIVOS .......................................................................................................................... 3
2.1. OBJETIVO GENERAL. .......................................................................................................... 3
2.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS. .................................................................................................. 3
III. MARCO TEÓRICO ............................................................................................................. 4
3.1 Historia de la energía eólica ............................................................................................. 4
3.2. El viento................................................................................................................................... 6
3.3 Naturaleza y clasificación del viento...................................................................................... 8
3.4. La transformación de la energía eólica ................................................................................ 9
3.5. El aprovechamiento de la energía eólica .............................................................................. 9
3.6. Utilización de la energía eólica como energía eléctrica ..................................................... 10
3.7. El aerogenerador .................................................................................................................. 10
3.7.1. Evolución tecnológica del aerogenerador.................................................................... 12
3.8. Tipos de turbinas eólicas..................................................................................................... 13
3.9. El parque eólico Evaluación económica ............................................................................. 15
3.10.1. Generación eléctrica a escala “mini”............................................................................. 17
3.10.1. Bombeo de agua........................................................................................................... 18
3.10.2. Desalinización .............................................................................................................. 18
3.11. Como se hace un aeorogerador a mini escala .................................................................. 19
3.12. Sostenibilidad y medio ambiente ...................................................................................... 20
3.11.1. Aspectos ambientales .................................................................................................. 20
3.11.2. Deterioro del paisaje: .................................................................................................. 21
3.11.3. Efectos sobre las aves: ................................................................................................. 22
3.11.3. Ocupación del territorio: ............................................................................................ 22
3.11.4. Ruido: ........................................................................................................................... 22
3.11.5. Impactos en el mar: ..................................................................................................... 23
3.11.6. Consumo en la fabricación de las turbinas: .............................................................. 23
3.12. Aspectos socioeconómicos .................................................................................................. 23
3.13. Impacto visual.................................................................................................................... 24
3.14. Impacto sonoro ................................................................................................................... 25
3.15. Aspectos económicos .......................................................................................................... 25
3.14.1. Los costes de un aerogenerador ................................................................................. 25
3.14.2. Costes de instalación de los aerogeneradores ........................................................... 26
3.14.3. Costes de operación y mantenimiento de aerogeneradores ..................................... 26
3.16. Ventajas de la energía eólica ............................................................................................. 27
3.17. Inconvenientes de la energia eolica ................................................................................... 28
IV. CONCLUCIONES ................................................................................................................ 28
V. BIBLIOGRAFIA ....................................................................................................................... 28
I. INTRODUCCIÓN
Frente a la mayoría de los pronósticos realizados hace apenas unos años, hoy la energía eólica
no solo crece de forma imparable en España y bate todos los récords, sino que además se ha
convertido en la mejor demostración de que las energías renovables pueden contribuir a
transformar el modelo energético tradicional. Y esto en un momento en el que el precio del
petróleo supera los 60 dólares el barril. Cuando se escribía esta publicación eran más de
12.000 los aerogeneradores que se recortaban en el horizonte nacional, y la potencia eólica
acumulada rebasaba los 9.000 megavatios (MW); es decir, 80 veces más de la que había hace
ahora casi diez años, y de la que se hablaba con entusiasmo en la introducción de la anterior
guía sobre energía eólica editada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la
Energía (IDAE) en 1996. Entonces eran muy pocos los que creían que una energía renovable
como la eólica llegaría a competir con las convencionales. Sin embargo, este milagro se ha
producido y en el año 2005 se han podido observar algunas señales inequívocas de que así
ha ocurrido.
II. OBJETIVOS
2.1. OBJETIVO GENERAL.
El hombre usa por primera vez la energía del viento en Egipto, alrededor del año 3000 AC,
para propulsar barcos de vela. Se dice que Hammurabi usaba molinos de viento para
irrigación en el año 2000 AC. Los primeros molinos conocidos son los de Seistán, del siglo
VII.
En 1854 Halladay introduce un molino de viento ligero, barato, que se erige como uno de los
símbolos de las granjas americanas. El primer molino de viento de grandes dimensiones para
generación de electricidad, la turbina Smith-Putnam, fue construida en Vermont en 1945.
En el año 2005, existen generadores que producen más de 5 MW, y grandes parques (o
“granjas”) eólicas instaladas en el mar (“offshore”).
En el mundo
Europa
El continente europeo sigue siendo el más destacado en el desarrollo de la energía eólica. En
especial tres países, Alemania, España y Dinamarca, que juntos suman 27.905 MW de los
más de 47.000 instalados en el planeta.
África
Oceanía
Australia, Nueva Zelanda y los archipiélagos del Pacífico solo disponían en conjunto de 555
MW de potencia eólica en 2004. Sin embargo, 325 de estos fueron instalados ese mismo año,
siendo esta región donde más creció relativamente la energía eólica.
América
La energía eólica es la que utiliza la fuerza del viento para generar electricidad. Para ello se
hace uso de los aerogeneradores, los cuales mueven una turbina y consiguen transformar la
energía cinética del viento por energía mecánica. La cantidad de energía que se puede obtener
está en función del tamaño del "molino". A mayor longitud de las aspas, se obtiene más
potencia y por lo tanto más energía. El tamaño de estos modernos molinos de viento suele
variar, ya que existen unidades que van desde los 400 W y un diámetro de 3 metros.
Utilizados para el uso doméstico de las casas, hasta los aerogeneradores comerciales
instalados por empresas de electricidad que llegan a tener una potencia de 2,5 MW y 80 m.
de diámetro de aspas.
3.2. El viento
El elemento empleado tradicionalmente para medir la dirección del viento es una veleta, que
consiste en un dispositivo montado sobre un eje vertical y de giro libre, de tal modo que
puede moverse cuando el viento cambia de dirección. Normalmente, el movimiento de la
veleta está amortiguado para prevenir cambios demasiado rápidos de la dirección del viento.
Así mismo, puede obtenerse una medida de la dirección del viento resolviendo los registros
de salida de dos anemómetros de hélice dispuestos ortogonalmente.
Medida de la temperatura
La frecuencia de las medidas depende fundamentalmente del uso destinado para los datos.
Por ejemplo, la presión atmosférica, que varía muy lentamente, basta con realizar medidas
cada 3 horas. Con las temperaturas, bastan los valores horarios.
Una masa de aire en movimiento a una velocidad v tiene una energía cinética E=1/2⋅m⋅v 2.
La energía cinética por unidad de volumen será e=1/2⋅ρ⋅v 2.
siendo ρ la densidad del aire, que a efectos prácticos puede suponerse prácticamente
constante. El flujo de aire a través de una superficie es Φ=v⋅A.
La energía que fluye por unidad de tiempo, o potencia eólica disponible en una sección de
área A perpendicular a la corriente de aire con velocidad v será el flujo de energía cinética,
es decir, Pd=1/2⋅ρ⋅v 2 ⋅v⋅A=1/2⋅ρ⋅A⋅v 3 . Por tanto, la potencia disponible en las masas de
aire en movimiento es directamente proporcional a la densidad, al área perpendicular
enfrentada al rotor y al cubo de la velocidad. En unidades del S.I, dicha potencia vendrá
expresada en W.
Los sensores han de estar ubicados en lugares bien expuestos a todas las direcciones y sin
obstáculos en los alrededores.
La altura estándar de medición es de 10 metros sobre el suelo, con el fin de poder establecer
comparaciones homogéneas. En el caso de evaluación de una determinada máquina, conviene
realizar las medidas a la altura del buje, con el fin de reducir las posibles incertidumbres.
El uso de toda fuente energética presenta tanto ventajas como desventajas, por lo que es
importante, antes de emprender una utilización, efectuar un balance entre la pro y la contra
de una u otra posible a utilizar. La energía eólica, por supuesto, no puede escapar a esta
premisa.
La condición que se puede considerar normal en la mayor parte del planeta es que las
características del viento no resulten suficientemente adecuadas para su utilización como
fuente energética importante, salvo para aprovechamientos de pequeña potencia. No
obstante, existen regiones donde las condiciones de ocurrencia del recurso energético son
tales que resultan sumamente ventajosas para su aprovechamiento.
Desde el punto de vista económico, aún cuando la inversión inicial necesaria para la
instalación de los sistemas de captación eólica es mayor que la requerida para un sistema
diésel, los equipamientos eólicos tienen bajos costos de mantenimiento, “combustible” gratis
y una vida útil prolongada.
La energía eléctrica generada a partir de este tipo de equipamiento se destina, por supuesto,
a satisfacer necesidades de trabajo y confort requeridas por el hombre. De las distintas
posibilidades de disponibilidad de esta energía generada, mencionaremos tres casos que, al
menos en nuestro país, conforman situaciones generalizadas y bien caracterizadas. Mediante
máquinas de pequeña potencia (generalmente menos de 10 Kw) se puede proveer, si la
calidad del recurso eólico es adecuada, de energía para mejorar las condiciones de vida
posibilitando el acceso a iluminación, comunicación social y de seguridad (televisión, radio,
etc.) y eventualmente la utilización de algunas pequeñas herramientas eléctricas.
Si las circunstancias lo permiten, acoplando máquina eólica de una capacidad acorde con la
de los equipos existentes, se puede mejorar la calidad del servicio aumentando su
confiabilidad y prestación, con el agregado de poder lograr una disminución en el consumo
de combustible.
3.7. El aerogenerador
Cómo es un aerogenerador
La torre: Soporta la góndola y el rotor. Hoy en día suelen ser tubulares de acero. Las de
celosía (perfiles de acero soldados) son más económicas, pero han dejado de usarse por
estética y por ser más incómodas e inseguras para los trabajadores. En terrenos rugosos, las
torres más altas captarán vientos de mayor velocidad.
Rotor: Conjunto formado por las palas y el buje que las une. Sirve para transformar la
energía cinética del viento en energía mecánica. Cuanto mayor sea el área barrida del rotor
mayor será la producción. Los rotores pueden ser de paso variable (que permiten girar sobre
sí mismas a las palas) o de paso fijo (en el que no pueden girar). También puede ser de
velocidad variable (cuando la velocidad de giro del rotor es variable) o constante.
Las palas: Las palas de un aerogenerador son muy similares a las alas de un avión. Hoy en
día, la mayoría de las turbinas cuentan con tres palas. Y suelen ser de poliéster o epoxy
reforzado con fibra de vidrio.
Góndola: En su interior contiene los diferentes dispositivos que van a transformar la energía
mecánica del rotor en energía eléctrica. Además, en su exterior cuentan con un anemómetro
y una veleta que facilitan información continua a todo el sistema para su control.
Multiplicador: Multiplica la velocidad de giro que llega del rotor para adaptarla a las
necesidades del generador. El movimiento de giro de los aerogeneradores suele ser bastante
lento. El rotor de una turbina de 1.500 kW de potencia, por ejemplo, suele girar a una
velocidad de entre 10 y 20 revoluciones por minuto (r.p.m.). El multiplicador aumentará esta
velocidad hasta las 1.500 r.p.m. Generador: Transforma la energía mecánica en energía
eléctrica, tal y como hace la dinamo de una bicicleta, aunque generando normalmente
corriente alterna. El alternador puede ser síncrono o asíncrono. El primero suministra una
energía de mayor calidad, pero es más caro y complejo. Esta es la razón por la que el
asíncrono es el más extendido de los dos.
En 1888 Brush construyó la que hoy se cree fue la primera turbina eólica de funcionamiento
automático para generación de electricidad (aerogenerador). Tenía un diámetro de rotor de
17 m y 144 palas fabricadas en madera de cedro. A pesar del tamaño de la turbina, el
generador era solamente de 12 kW, debido a que las turbinas eólicas de giro lento del tipo
americano tienen una eficiencia media baja (Poul la Cour más tarde descubrió que las
turbinas eólicas de giro rápido con pocas palas de rotor son más eficientes para la producción
de electricidad que las de giro lento).La turbina funcionó durante 20 años actuando como
cargador de baterías.
3.8. Tipos de turbinas eólicas
El aerogenerador de eje horizontal con rotor tripala a barlovento es hoy el modelo más
utilizado para generar electricidad. Existen, sin embargo, variaciones en las turbinas.
Aerogenerador Darrieus: Si bien el rotor de los aerogeneradores más comunes gira sobre
un eje horizontal, otros modelos lo hacen sobre un eje vertical, perpendicularmente al suelo.
La máquina más conocida de este tipo es la turbina Darrieus, que fue patentada por el
ingeniero francés George Darrieus en 1931 y comercializada por la empresa estadounidense
Flowind hasta su quiebra en 1997. El aerogenerador está compuesto por un eje vertical, en
el que giran varias palas con forma de C. Algo similar a un batidor de huevos. Su ventaja
principal es que no necesita ningún sistema de orientación que lo dirija hacia el viento. No
obstante, es menos eficiente que un aerogenerador de eje horizontal, requiere ayuda para
arrancar y recibe menos viento al estar pegado al suelo.
Aerogenerador monopala, bipala, tripala o multipala: Una, dos, tres o muchas palas.
¿Qué resulta más eficiente para extraer la energía del viento? Los primeros aerogeneradores
tenían un gran número de palas, pero con los años se han reducido a tres. Este es el número
menor de palas que proporciona mayor estabilidad. Es decir, el número que permite ahorrar
más material y peso, sin complicar el sistema. Algunos modelos utilizan rotores bipala o
monopala, que logran un ahorro todavía mayor, pero resultan menos eficientes y deben
introducir sistemas de control más complicados para mejorar la estabilidad. El multipala
americano también sigue utilizándose, aunque solo para vientos moderados. Aerogenerador
con rotor a sotavento: Normalmente, las turbinas tienen el rotor a barlo vento, es decir,
delante de la góndola, para que no haya ningún elemento del aerogenerador que pueda frenar
el viento o crear turbulencias. Sin embargo, existen también turbinas con rotor a sotavento,
en las que las palas se encuentran en la parte trasera de la góndola. En máquinas pe queñas,
este sistema puede ser interesante para que la carcasa de la góndola haga de veleta y oriente
el aerogenerador en dirección al viento sin necesidad de otros dispositivos.
3.9. El parque eólico Evaluación económica
Desde que un promotor se lanza a la construcción de un parque eólico hasta que los
aerogeneradores instalados empiezan a verter energía en la red eléctrica suelen pasar más de
cinco años. En ese tiempo, habrá sido necesario realizar evaluaciones de viento, analizar la
viabilidad económica, redactar el proyecto y el estudio de impacto ambiental, negociar el
alquiler de los terrenos, resolver la evacuación eléctrica, conseguir financiación, lograr todos
los permisos administrativos, abrir vías de acceso, cerrar los contratos de compra-venta de
la energía, trasladar las piezas, montar los aerogeneradores, probar los equipos... Se trata sin
duda de un largo y arduo camino.
Terrenos
Los terrenos sobre los que se asientan los parques eólicos suelen ser propiedad de municipios
o particulares a los que se alquila (el alquiler en promedio ronda el 3,5% del valor de la
energía producida, aunque los límites oscilan mucho, entre el 1% y el 15% en algunas zonas
de las Islas Canarias, dependiendo fundamentalmente del potencial eólico y de la voluntad
negociadora de las partes Por otro lado, unas de las virtudes de esta fuente de energía es que
la instalación de los aerogeneradores no impide que se siga aprovechando los terrenos para
otros usos, como campos agrícolas o pastos.
Infraestructura eléctrica
Un parque eólico requiere toda una infraestructura eléctrica para recoger la energía de los
aerogeneradores (normalmente a 690 voltios de tensión) y llevarla hasta la línea de
distribución de la compañía eléctrica más adecuada o hasta las grandes líneas de transporte
de REE (de hasta 400.000 V). En instalaciones de poca potencia la evacuación se realiza a
la tensión de generación de los aerogeneradores hasta un transformador que eleva la tensión
hasta la existente en el punto de conexión, siendo las pérdidas eléctricas importantes. En
grandes instalaciones, en cambio, se suelen agrupar por sectores los aerogeneradores,
existiendo distintos transformadores.
Infraestructura de control
Si bien los aerogeneradores se han vuelto cada vez más grandes, hay una variante de
máquinas que se han negado a crecer. Son las turbinas de una potencia inferior a los 10 kW,
una de las joyas de los defensores de la generación eléctrica a escala “mini”. Aunque la
producción de energía de esta tecnología es limitada puede ser suficiente para cubrir
pequeños consumos, y tiene un buen número de ventajas con respecto a la gran eólica:
• Genera la energía junto a los puntos de consumo, por lo que reduce las pérdidas.
• Es accesible a muchos usuarios, sin apenas necesitar obra civil, y su instalación es sencilla.
La fuerza de Coriolis
Considere este cono rojo (a la derecha) moviéndose hacia el sur en la dirección del vértice
del cono. La Tierra está girando si la miramos desde una cámara situada en el espacio
exterior. El cono se está moviendo recto hacia el sur. Las imágenes son vistas frontales y de
planta.
Al lado se muestran las mismas imágenes de arriba con la cámara fija sobre la superficie
terrestre. Mire atentamente y se dará cuenta de que el cono rojo está girando sobre una curva
hacia la derecha mientras se mueve. La razón por la que el cono no se mueve en la dirección
recta en la que está apuntando es que nosotros, como observadores, estamos girando con el
globo.
La fuerza de Coriolis es por tanto una fuerza ficticia o “inercial” que explica el efecto descrito
cuando se obvia que el observador está girando. La fuerza de Coriolis es un fenómeno visible.
Las vías del ferrocarril se desgastan más rápidamente de un lado que del otro.
El viento sube desde el ecuador y se desplaza hacia el norte y hacia el sur en las capas más
altas de la atmósfera. Alrededor de los 30° de latitud en ambos hemisferios la fuerza de
Coriolis evita que el viento se desplace más allá. En esa latitud se encuentra un área de altas
presiones, por lo que el aire empieza a descender de nuevo. Cuando el viento suba desde el
ecuador habrá un área de bajas presiones cerca del nivel del suelo atrayendo los vientos del
norte y del sur. En los polos, habrá altas presiones debido al aire frío. Teniendo en mente la
fuerza de curvatura de la fuerza de Coriolis, obtenemos los siguientes resultados generales
de las direcciones del viento dominantes
3.10.2. Desalinización
Funcionamiento
Hacer 4 orificios en el rodillo de madera y con alambres ajustar el dinamo que da tal
forma quede ajustado por los alambres sobre el rodillo de madera.
Soldar con el cautín 2 cables al dinamo.
Sacar la hélice del ventilador de computadora, y esa hélice se acopla al generador por
medio de un pedazo de pitillo.
Se realiza una prueba la cual se trata de comprobar si la hélice gira correctamente
Los cables se pegan al rodillo de madera con cinta adhesiva
Con el secador encendido se apunta hacia el generador eólico.
Observar la carga generada con el voltímetro
Los cables se soldán al led y se comprueba que los enciende
3.12. Sostenibilidad y medio ambiente
El mayor impacto provocado por la energía eólica es de tipo visual. No en vano, los
emplazamientos más ventosos donde suelen colocarse los aerogeneradores corresponden por
lo general a entornos naturales poco humanizados y, por lo tanto, con preciados valores
paisajísticos. Este es un impacto muy subjetivo, pues depende de la apreciación estética de
cada persona. Además, si lo justo es que las cargas de la producción de energía se repartan
entre toda la población en función del consumo, todo el mundo debería preguntarse qué
prefiere tener junto a su casa para abastecerse de electricidad, si una planta térmica, una
central nuclear o un parque eólico. En cualquier caso, es evidente que hay muchos lugares
del país en los que por su especial interés paisajístico, ambiental, histórico, cultural o turístico
nunca se deberían instalar turbinas. Además, es de esperar que este impacto aumente cada
vez más, según vaya creciendo el parque eólico español, por lo que requiere de mucha
atención. Aunque esto podría mitigarse con el reemplazo de máquinas más potentes en los
parques existentes (“Repotenciación” o repowering).
La colisión de las aves con los aerogeneradores o las molestias causadas a la avifauna por
la construcción y funcionamiento de un parque eólico constituyen en realidad impactos
bastante limitados. Sin embargo, suelen tener cierta importancia en lugares especialmente
valiosos para el paso o la nidificación de las aves.
La energía eólica necesita instalar muchos aerogeneradores por todo el territorio para
acercarse a la producción de las centrales térmicas tradicionales. Aun así, las turbinas ocupan
solo entre un 1% y un 3% de estos terrenos, que pueden seguir aprovechándose para la
agricultura o la ganadería. Por otro lado, también se deben abrir o mejorar los accesos y
trazar líneas de evacuación de la energía (que en ocasiones llegan a soterrarse).
3.11.4. Ruido:
Para poder a finales de 2004 satisfacer la demanda del 6,5% de la energía consumida en
España a partir del viento, se han tenido que fabricar antes e instalar por todo el territorio
más de 11.000 aerogeneradores, algunos de ellos de tamaño gigantesco. Como es de suponer,
esto no ha sido tarea fácil y ha requerido de un nuevo tejido industrial capaz de manejar una
tecnología avanzada y con potencialidad para desarrollarla a gran escala. Un tejido industrial
que no existía hace muy pocos años. Así pues, la energía eólica no es solo buena para la
economía y la sociedad española porque reduce la dependencia exterior de energías como el
petróleo o el gas natural, también los es porque fomenta la creación de empresas y de empleo.
Hoy en día, son más de medio millar de empresas las que trabajan en el ámbito de la energía
eólica en el país. Y, por lo general, a un gran nivel. No en vano, dos compañías españolas
estaban en 2004 entre los diez mayores fabricantes de aerogeneradores del mundo: Gamesa,
en el segundo puesto (por detrás de la danesa Vestas), y Ecotècnia, en el noveno. Juntas
cubrieron el 20% de la demanda mundial de turbinas. Las instalaciones fabriles se extienden
por toda España: • Ensamblaje de góndolas: Pamplona (Navarra), Medina del Campo
(Valladolid), Buñuel (Navarra), Viveiro (Lugo), Tauste (Zaragoza), Agüimes (Las Palmas
de Gran Canaria), Noblejas (Toledo), Barásoain (Navarra)… • Palas: Ponferrada (León),
Alsasua (Navarra), Puentes de García Rodríguez (La Coruña), Miranda de Ebro (Burgos),
Tudela (Navarra), Albacete, Cuenca
• Aspecto funcional
• Aspecto social
• Aspecto estético
3.14. Impacto sonoro
Los costes de instalación incluyen las cimentaciones, normalmente hechas con cemento
armado, la construcción de los viales (necesarios para transportar la turbina y las secciones
de la torre al emplazamiento), un transformador (para elevar la corriente de los 690 V a los
10-30 kV de la red eléctrica local), la conexión telefónica para el control remoto y vigilancia
de la turbina ,y la línea eléctrica que interconexiona los aerogeneradores con la red eléctrica
local.
Los modernos aerogeneradores se diseñan para operar unas 120000 horas durante toda su
vida, es decir, alrededor de 20 años. Evidentemente, esta duración es mucho mayor que la
de un automóvil, cuya vida útil puede rondar las 6000 horas. La experiencia demuestra que
los costes de mantenimiento son relativamente bajos cuando el aerogenerador es nuevo, pero
que se incrementan conforme la aeroturbina envejece. Por otro lado, los recientes estudios
demuestran que los nuevos desarrollos tecnológicos requieren menores costes en
mantenimiento que las aeroturbinas diseñadas en la década pasada. El estudio desarrollado
en Dinamarca nos muestra que las aeroturbinas antiguas, de entre 25 y 150 kW tienen costes
de mantenimiento anuales medios del 3 % de la inversión original. Las nuevas aeroturbinas,
sustancialmente mayores, presentan costes de mantenimiento por kW instalado mucho
menor, estimándose este valor en torno al 2% por año de la inversión original. La mayor
parte de los costes de mantenimiento es una cantidad fija por año para atender el servicio
regular de las turbinas, aunque en otros entornos prefiere hblarse de una cantidad fija por
kWh de producción energética, en torno a 1.5 ptas /kWh. La razón de utilizar este método es
que el desgaste en el aerogenerador normalmente aumenta al aumentar la producción.
IV. CONCLUCIONES
V. BIBLIOGRAFIA
Eurostat: http://epp.eurostat.ec.europa.eu