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QUE ES LA VIOLENCIA

Es el uso de la fuerza física o verbal para conseguir un fin especialmente para


dominar a una persona, animal, o en algunos casos sobre uno mismo, originando
un daño de manera voluntaria o accidental. Este acto de agresión implica la
destrucción de la persona por diferentes métodos que pueden ir desde lo físico
y corporal hasta lo verbal y emocional. La violencia física es el caso donde se
usa la fuerza y se puede ocasionar lesiones corporales ya sean internas,
externas o ambas y se considera como un acto de invasión hacia la otra persona
por medio de empujones, golpes, violación sexual, daños con arma blanca o de
fuego y en muchos casos la muerte. Este tipo de violencia puede ser generada
por un individuo o un grupo de individuos e incluso de organismos, instituciones,
grupos o comunidad.
La violencia está relacionada con la agresividad que es un componente biológico
presente en los animales, utilizado por motivos de supervivencia, para conseguir
alimento, defender un territorio o reproducirse, pero el ser humano en ocasiones
utiliza ese impuso tanto consiente e inconscientemente y es entonces cuando
se define un problema patológico.
El otro caso es la violencia verbal o emocional que puede ser derivada de la
física, es decir son todos los daños psicológicos que generan las agresiones
sufridas tales como temores mórbidos, depresión, lesiones en el sistema
nervioso y central que en muchos casos pueden conducir a una persona a la
locura o al suicidio. Estos daños no solo son causados por la violencia física,
sino también por la verbal que no es más que la forma de comunicar palabras
con un tono de voz agresivo o amenazante, a través de la humillación,
manipulación u ofensas en que la persona establece una relación de dominio
frente a su víctima. En la mayoría de los casos la persona tarda en darse cuenta
que está siendo violentada ya que la huella de esta modalidad no es tan visible
a corto plazo, por el contrario la autoestima de la persona afectada va
disminuyendo poco a poco, aumenta su infelicidad y terminan sintiéndose
culpable como consecuencia de la manipulación sufrida dando paso al perdón y
la reconciliación con su agresor. Este termina aislando a su víctima de su entorno
más cercano y termina dando paso a la segunda etapa que sería la violencia
física.
Existen diferentes tipos de violencia entre ellos el llamado triángulo de la
violencia compuesto por la violencia directa, cultural y estructural.
VIOLENCIA DIRECTA

Es la violencia donde sus efectos son visibles, es decir está compuesta por la
violencia física mencionada anteriormente. es el tipo de interacción entre sujetos
que se manifiesta en aquellas conductas o situaciones que, de forma deliberada,
aprendida o imitada, provocan o amenazan con hacer daño, mal o sometimiento
grave (físico, sexual, verbal o psicológico) a un individuo o a una colectividad, o
efectivamente lo realizan, afectando a sus víctimas de tal manera que limitan sus
potencialidades presentes o futuras. Puede producirse a través de acciones y
lenguajes, pero también de silencios e inacciones, y es (generalmente)
condenada por la ética, la moral y el derecho. Pero la violencia puede
proyectarse no solo contra personas, sino contra animales, plantas, objetos
artísticos o no y entornos naturales o medioambientales. Puede incitarse con
diversos estímulos y puede manifestarse también de múltiples maneras asociada
igualmente a los variados procedimientos de la humillación, la amenaza, el
rechazo, el acoso o las agresiones verbales o emocionales. La consecuencia
puede ser y es casi en todos los casos la lesión o destrucción en parte o en todo
de un ser o grupo humano, por un lado; de un animal o de una especie natural,
por otro; o de objetos, bienes y propiedades raramente propios y más
frecuentemente ajenos o comunes, por último.

VIOLENCIA CULTURAL

Se refiere a los aspectos de la cultura que aportan una legitimidad a la utilización


del arte, religión, ciencia, derecho, ideología, medios de comunicación,
educación, etc., que vienen a violentar la vida. Así, por ejemplo, se puede
aceptar la violencia en defensa de la fe o en defensa de la religión. Dos casos
de violencia cultural pueden ser el de una religión que justifique la realización de
guerras santas o de atentados terroristas, así como la legitimidad otorgada al Estado
para ejercer la violencia. Cabe añadir que toda violencia cultural es simbólica.
Este tipo de violencia no es tan visible como la anterior y por lo tanto detectar su
origen, prevención y remedio sea mas difícil, por lo que en este caso nos
referimos a la violencia emocional. Es el daño en forma
de desconfianza o miedo sobre el que se construyen algunas relaciones
interpersonales insanas y se halla en el origen de problemas en las relaciones
grupales bajo formas como la polarización, el resentimiento, el odio etc; Otro
aspecto de la violencia cultural para tener en cuenta es que puede manifestarse
también como una amenaza sostenida y constante que causa sin embargo
daños y destrozos psicológicos severos en quienes la padecen, así como
repercusiones negativas en la sociedad. Pues, en efecto, la violencia cultural
posee también un componente social. Para definirlo mas claro es el tipo de critica
u oposición a toda ideología libre del ser, y que genera conflictos, opresiones,
conductas agresivas e inmorales y desencadena una serie de daños
psicológicos, y emocionales a los directamente afectados.

Se cuestiona la utilización del argumento de las diferencias biológicas para


justificar una serie de desigualdades en términos de derechos, privilegios y
actividades entre hombres y mujeres, como si fueran parte de la naturaleza
humana, cuando en realidad son construcciones sociales y culturales.
Es un comportamiento deliberado, que provoca, o puede provocar, daños físicos
o psicológicos a otros seres, y se asocia, aunque no necesariamente, con
la agresión física, ya que también puede ser psicológica, o maltrato emocional,
la represión política o la intolerancia religiosa a través de amenazas, ofensas o
acciones. Algunas formas de violencia son sancionadas por la ley o por la
sociedad; otras son crímenes. Y distintas sociedades aplican también diversos
estándares de tolerancia y castigo de la misma en cuanto a las formas de
violencia que son o no son aceptadas.

VIOLENCIA ESTRUCTURAL
Define aquellos procesos de la violencia en los que la acción se produce a
través de mediaciones institucionales o estructurales. Podría ser entendida como
un tipo de violencia indirecta presente en la injusticia social, y otras
circunstancias que en definitiva hacen que muchas de las necesidades de la
población no sean satisfechas cuando, con otros criterios de funcionamiento y
organización, lo serían fácilmente. También desde su origen, y en relación con
las mediaciones que la hacen posible, pone de manifiesto los impulsos,
incitaciones e interacciones entre unas y otras formas de violencia.
La idea de violencia estructural se gestó poco a poco, ante la necesidad de
explicar las interacciones de las prácticas violentas en los diversos ámbitos
sociales. Tal vez se pueda encontrar un significativo precedente en las
explicaciones que los teóricos marxistas daban a la explotación y la marginación
de los trabajadores, aunque al dar demasiada importancia a las condiciones
económicas dejaron de lado otras explicaciones. Otro caso puede ser en la
época de la esclavitud donde los hombres de color eran somentidos al trabajo
duro, a la humillación y sus derechos eran omitidos.
Este último explicaba como la violencia estructural que englobaría a
la pobreza condicionada estructuralmente (cuando no estuviera garantizado el
acceso a bienes como alimentos, agua, vestido, vivienda, medicamentos y
escolaridad), a la represión política (cuando se vulnere derechos como los
relativos a la libertad de expresión, de reunión, de movimiento, de protección
jurídica, de movilización, de formación de la conciencia, al trabajo...), y a
la alienación (cuando hubiera obstáculos, evitables, a la satisfacción de
necesidades tales como la de comprender las condiciones de la propia
existencia, de comunidad, de compañerismo, de amistad, de solidaridad, de
alegría, de dar significados a la propia vida, de tener algún tipo de comunicación
con la naturaleza...).
Como se puede comprobar, este concepto permite desvelar las formas
ocultas y estáticas de la violencia, y las relaciones que pueden existir entre unas
y otras formas de la misma. Efectivamente la violencia de los sistemas (hambre,
miseria, analfabetismo, incultura, dependencia, desigualdades de género, etc.),
sus causas, mecanismos y resortes están, en muchas ocasiones, velados por
otras circunstancias que, además, hacen que sean mas difícilmente detectables.
Todo ello genera la frustración de no poder realizar las potencialidades propias
del ser humano y además encontrar dificultades para descubrir las causas de
que esto ocurra. No hay un sujeto agresor (personas, grupos o instituciones)
perceptible que se pueda identificar fácilmente, no se puede personalizar, puede
que tampoco responsabilizar, en nadie concreto, ya que está enmascarado en
una trama de decisiones que se toman en sistemas o estructuras que resultan,
en definitiva, injustas.
Hoy en día hay muchas manifestaciones que podrían ser interpretadas bajo
esta perspectiva, por ejemplo, muchos niños mueren cotidianamente de hambre,
la razón inmediata es la falta de disponibilidad de alimentos por parte de sus
familias, o de las autoridades locales. Todo ello puede ser debido a la falta de
producción de las tierras, a inadecuadas decisiones en la planificación; a la
incapacidad de sus autoridades gubernamentales, cuando no corrupción; a la
falta de ayuda suficiente por parte de los países desarrollados; a la
desestructuración de la economía regional; a su vez relacionada con el
intercambio desigual que se realiza internacionalmente; y con las secuelas del
colonialismo.
La violencia, como muchos de los sistemas humanos, ha alcanzado dentro
de la globalización un grado de complejidad el que las relaciones que se
establecen entre unas y otras formas de la misma son, en parte, determinantes
en si mismas y por tanto, dando otra vuelta de tuerca, las verdaderas razones no
son las aparentes sino otras profundas que se sustentan y retroalimentan entre
si.
Otra manera de ver el problema es reconocer como, en la mayoría de las
ocasiones, quien la sufre (el objeto de la misma), no la percibe como tal, no
tiene conciencia de su situación, porque existen mediaciones que le impiden
visualizarla (violencia cultural). Se percibe como algo natural, inmutable y, en
su caso, las razones son aleatorias (mala suerte, el destino, los dioses, etc.), en
consecuencia no se le opone ninguna resistencia y, paradójicamente,
se colabora de manera indirecta con el mantenimiento de la situación.
De otro lado, guiados por el deseo de su desaparición, se podría dar una
cierta tendencia a sobredimensionar el poder de la violencia estructural, que
a su vez también podría acarrear cierta deformación paralizadora, por parcial e
inadecuada, de la apreciación y valoración de la realidad. Esta inclinación
conecta directamente con visiones sostenidas por tradiciones culturales y
religiosas (mazdeísmo, judeocristianismo, islamismo, etc.) y sus imaginarios
negativos de la especie humana (paraísos perdidos, pecados originales,
calvarios, crucifixión, purgatorios, demonios, etc.), que a la espera
de salvaciones apocalípticas (apocalipsis) incapacita e inmoviliza para
la regulación pacífica de los conflictos.

QUE ES LA CONVIVENCIA SOCIAL

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