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NOMBRE:

JEAMPIER AVELLAN
SOLORZANO
CURSO:
6TO ¨B¨
MATERIA:
DERECHO CIVIL V
CATEDRATICO:
INTRODUCCION

El presente trabajo de investigación tiene como finalidad estudiar e indagar sobre el

contrato de gruesa ventura, sus antecedentes, su forma de constituirse, su derivación, sus

prohibiciones, sus características, su naturaleza, sus elementos y además de ello poder comparar

con legislaciones de otros países sobre cómo se encuentre regulado este contrato.

El contrato de gruesa ventura es un contrato que consiste en que el prestamista

entrega dinero u otros bienes fungibles a un naviero para realizar transporte marítimo, obligándose

el naviero a pagar al prestamista el precio del riesgo si el viaje concluía en feliz arribo a puerto, en

caso contrario, si el barco naufraga o no llega a puerto, nada debe el naviero al mutuante.

Este contrato de gruesa ventura o también llamado préstamo a riesgo marítimo data de los

tiempos de los griegos que inventaron este sistema de préstamo, pasando a Roma con el nombre

de nauticum fœnus (nauticvm: de la navegación y foenus: interés del dinero prestado) el caso más

famoso de préstamo a la gruesa ventura es el que fue estipulado entre Isabel la Católica y Cristóbal

Colón en las Capitulaciones de Santa Fe.


OBJETIVO GENERAL:

El objetivo fundamental de la presente investigación es explicar de qué manera el contrato de

gruesa ventura surge en el mundo de los contratos y como se encuentra regulado en la legislación

ecuatoriana.

OBJETIVO ESPECIFICO:

.Estudiar el contrato de gruesa ventura de manera general.

.Analizar el proceso de conceptualización jurídica sobre el contrato de gruesa ventura en la

legislación ecuatoriana.

.Observar y comentar sobre el contrato de gruesa ventura en comparación con otras legislaciones.

FORMULACION DE HIPOTESIS:

HIPOTESIS GENERAL:

El contrato de gruesa ventura consiste en una variante al contrato mutuo.

HIPOTESIS ESPECÍFICA:

El contrato de gruesa ventura en la normativa ecuatoriana resulta parcialmente correcta con lo

establecido con normas internacionales sobre la materia.


CONTRATO A LA GRUESA

El préstamo a la gruesa ventura es recepcionado en España, especialmente en el siglo XV, con

el descubrimiento de América y a propósito de las expediciones marítimas que se realizaron a

lugares inhóspitos, donde aumentaba el riesgo de la travesía y la inversión para efectuarla. En este

orden de ideas, en las Leyes de Indias se le define como el “contrato de dinero que uno entrega a

otro a su propio riesgo para que trafique con él en el mar”. (Vigo Gutierrez, 1997)

El préstamo a la gruesa ventura del latín nauticum Fœnus es una variante del contrato de mutuo,

que consiste en que el prestamista entrega dinero u otros bienes fungibles a un naviero para realizar

transporte marítimo, obligándose el naviero a pagar al prestamista el precio del riesgo (pretium

periculi) si el viaje concluía en feliz arribo a puerto, en caso contrario, si el barco naufraga o no

llega a puerto, nada debe el naviero al mutuante (perdiendo capital e intereses). (Bonivento

Fernandez, 1977)

A la inversa de lo que ocurre en un mutuo ordinario, los riesgos son de cargo del mutuante

(prestamista), pero sólo desde que empieza hasta que termina la travesía. Antes y después se

aplican las reglas del mutuo común.

En el comercio marítimo se denomina préstamo a la gruesa o a riesgo marítimo a aquél en que,

bajo cualquier condición, tanto el reembolso de la suma prestada como el pago de los intereses

convenidos dependen del feliz arribo a puerto de los efectos sobre que esté hecho, o del valor que

obtengan en caso de siniestro. Pueden constituirse conjunta o separadamente sobre el casco del

buque, el aparejo, los pertrechos, víveres y combustible, la maquinaria o las mercaderías cargadas.

No se puede prestar a la gruesa sobre los salarios de la tripulación ni sobre las ganancias que se

esperen. El contrato a la gruesa puede extenderse a la orden, en cuyo caso es transferible por

endoso. (Somarriva Undurraga, 1939)


ANTECEDENTES

Los griegos inventaron este sistema de préstamo, pasando a Roma con el nombre

de nauticum fœnus nauticvm: de la navegación y foenus: interés del dinero prestado.

El caso más famoso de préstamo a la gruesa ventura es el que fue estipulado entre Isabel la

Católica y Cristóbal Colón en las Capitulaciones de Santa Fe.

En esta institución radica uno de los antecedentes del actual contrato de seguro.

NATURALEZA Y CARACTERÍSTICAS

CONTRATO BILATERAL.

CONTRATO CONSENSUAL.

CONTRATO NOMINADO.

CONTRATO PRINCIPAL.

CONTRATO ONEROSO.

CONTRATO ALEATORIO.

ELEMENTOS DEL CONTRATO DE GRUESA VENTURA

Los elementos del contrato de préstamo a la gruesa se dividen en reales y formales. Las

cosas que pueden ser afectadas al préstamo y los riesgos que condicionan su devolución

constituyen los elementos reales del contrato. (Ravina Martin, 1980)

Ravina Martín señala que lo son el objeto del contrato, el riesgo y el premio. Los formales

atienden precisamente a la forma en que debe ser pactado el préstamo y los requisitos del

documento en cuestión.
ELEMENTOS REALES: el objeto, el riesgo y el premio

El objeto del préstamo a la gruesa era la cantidad que el deudor recibía de parte

del acreedor. El monto de los mismos podía oscilar entre unos cuantos pesos hasta grandes

sumas de dinero prestados para grandes operaciones mercantiles. (Ravina Martin, 1980)

En los riesgos sobre mercancías no existía limitación alguna al monto del préstamo, salvo

el que éste no excediera el valor de las mercancías, de ahí que en las escrituras de riesgo se señalara

que el riesgo corría "sobre las cajas de mi ropa que en el con mi persona...llevan embarcadas

con efectos de mayor valor que la suma de este debito de cuya prueba quedo relevado.

Para que exista el préstamo a la gruesa es necesario que los bienes o cosas afectas

a él estén expuestas a un riesgo marítimo. “De ahí el nombre de "préstamo a la gruesa ventura":

donde no hay aventura marítima no puede darse esta clase de préstamo.

En cuanto al premio, este es "la prima o cantidad que el deudor debía devolver a

su acreedor junto con el principal como interés por el préstamo a cambio marítimo. “La

cuantía de los mismos es a decir de "uno de los puntos más oscuros de los cambios y préstamos a

riesgo de mar. "Generalmente el interés no aparece en instrumento, sino que en la suma prestada

se incluían los intereses "que han sido moderados según el tiempo presente"

ELEMENTOS FORMALES

La figura del préstamo a la gruesa o riesgo marítimo en la Edad Media y se indiquen

los elementos de forma requeridos para este tipo de contrato.

Así, dentro de los elementos del contrato de préstamo a la gruesa ventura podemos

señalar primeramente la forma escrita. El contrato había de ser pactado en forma escrita para poder
producir acción en un juicio. Comúnmente, las partes acudían ante el escribano para el

otorgamiento de la escritura, permaneciendo su redacción "inalterable durante casi tres

siglos". Estas escrituras constituían instrumentos públicos, mismos que traen aparejada

ejecución, aunque no contengan la cláusula guarentigia, mediante la cual se haya dado poder a las

Justicias para que ejecuten la obligación contenida en el instrumento. (Bonivento Fernandez,

1977)

ELEMENTOS PERSONALES

Los que intervienen del contrato, que son el acreedor, capitalista que desembolsa el

dinero a prestar y asume los riesgos de la navegación y el deudor o prestatario, quien se

obliga a la devolución del préstamo más un premio, salvo que se produjera un siniestro, caso en el

cual quedaba liberado de su obligación. Generalmente el acreedor era un hombre de negocios,

mientras que los segundos podían ser desde el simple marinero o pasajero que toma el

riesgo sobre su equipaje o ropa, hasta comerciantes, encomenderos y funcionarios que para

preparar su viaje solicitan fuertes cantidades de dinero en préstamo. (Garcia Baquero, 1992)

MODOS SEGÚN LA DOCTRINA DE PODER REALIZAR EL CONTRATO DE GRUESA

VENTURA

Desde el punto de vista doctrinario existen tres modos de realizar el contrato o préstamo de gruesa

y por ende ser probados a través de ellos, los cuales son:

Por instrumento publico con las solemnidades de derecho.

Por pólizas firmadas por las partes, con intervención del corredor.

Por documento privado entre los contrayentes.


Los riesgos que se toman con mención específica de cada uno y por qué tiempo. Si en el

instrumento del contrato no se hubiese hecho mención específica de los riesgos, con reserva de

alguno, o dejase de estipularse el tiempo, se entiende que el dador del dinero toma sobre sí todos

los riesgos marítimos que generalmente reciben los aseguradores, y por el mismo tiempo que rige

para éstos.

El viaje por el cual se corra el riesgo.

El plazo del reembolso y el lugar en que deba efectuarse.

Todas las demás cláusulas que estipulen las partes, con tal que no sean prohibidas por la

ley, o contrarias a la naturaleza del contrato.

Estos datos son necesarios para cumplir con las formalidades y obligaciones del contrato a

la gruesa, en caso de no haber puesto por escrito alguno, será considerado como simple préstamo

de dinero, al interés corriente, sin privilegio alguno en los efectos sobre que se hubiese dado y

pierde su figura como tal.

El préstamo hecho sobre un buque, o sobre un cargamento, no será préstamo a la gruesa,

ni surtirá los efectos legales, si el dador no toma sobre sí alguno de los riesgos marítimos. El

préstamo a la gruesa puede ser en dinero o en efectos propios para el servicio y consumo del buque,

o que puedan ser objeto de comercio, arreglándose en tales casos, por convenio de la partes, un

valor fijo para que pueda verificarse el pago en dinero. (Benecke, 1844)

Cuando una parte de la carga, buque o riesgos se haya asegurada, se puede por la parte

restante celebrar un préstamo a la gruesa y celebrar dicho contrato hasta alcanzar el valor total.
Los contrayentes estipulan por propia voluntad el premio en la cantidad y en la forma de

pago que les parezca, pero una vez acordada, la supervivencia de riesgo no da derecho a exigir

aumento o disminución del premio, a no ser que otra cosa se hubiese pactado expresamente. (Soria

Aguilar, 2014)

Las pólizas de los contratos a la gruesa extendidas a la orden, son transferibles por endoso

en la misma forma y con los mismos derechos y acciones que las letras, es decir, en caso de

incumplimiento, susceptibles de protesto, mora y acciones legales correspondientes.

LOS PRÉSTAMOS A LA GRUESA PUEDEN CONSTITUIRSE

Sobre el casco y quilla del buque: se entienden afectados a la responsabilidad los fletes del viaje

respectivos.

Sobre las velas y aparejos, armamentos y provisiones: o bien puede decir “sobre el buque en

general” (incluye así velas, aparejos, armamento y provisiones).

Sobre los efectos cargados.

Conjuntamente sobre la totalidad de estos objetos, o separadamente sobre parte

determinada de cualquiera de ellos. Si sobre el buque y cargamento, uno y otro responden por el

todo el dador.

Si sólo se constituye sobre el cargamento o sobre un objeto particular del buque, o de la

carga, sus efectos no se extienden más allá de la carga o del objeto que se ha determinado.

Si el buque llega felizmente a puerto, se produce el efecto, gozando el acreedor de la

oportuna acción ejecutiva y de la preferencia para el cobro de su crédito.

En caso de no suceder esto, puede darse:


Si los efectos se perdieron absolutamente a causa de accidente de mar, quedarán

extinguidas las acciones correspondientes al prestamista. La prueba de la pérdida incumbe al que

recibió el préstamo. No obstante, si se tratase de un naufragio y se salvaren algunos efectos, la

cantidad afecta a la devolución del préstamo se reducirá el producto de los mismos, deducidos los

gastos de salvamento.

Si la pérdida fuese debida a vicio propio de la cosa, culpa o malicia del prestatario, baratería

del capitán, empleo del buque en contrabando o embarque de las mercaderías en buque distinto

del designado en el contrato, el acreedor conservará sus derechos y acciones en la misma forma

que en caso de feliz arribo.

Para que el contrato a la gruesa surta sus efectos legales, es necesario que se encuentre en

el buque y principalmente en el momento de la pérdida, un valor equivalente a la suma tomada a

la gruesa. (Bolaffio, 1949)

Al tomador incumbe la prueba de que en el momento de la pérdida se encontraban en el

buque los objetos sobre los cuales recayó el contrato. En caso de que ya se hallasen a salvo parte

de lo que incluía el préstamo, la pérdida del dador se reducirá proporcionalmente a lo que había

quedado en el buque.

CLASES DE PRESTAMO A LA GRUESA

Como ya apuntábamos y de acuerdo con Manuel Ravina Martín, el préstamo a la gruesa ventura

puede ser sobre tres cosas:

1. Riesgo sobre navíos: En donde el deudor tomaba en préstamo una cantidad que,

invertida de alguna manera en el navío, ya sea en forma de apresto o carena, ya


sea en su jarcia, velamen, casco o quilla, fletes, útiles y demás aprovechamientos

del navío, corría riesgo sobre éste en su viaje de ida o de ida y vuelta a América.

2. Riesgo sobre mercancías: En este caso el deudor asignaba el dinero prestado

sobre unas determinadas mercancías embarcadas por su cuenta o bien compraba

fiadas con el préstamo al acreedor. De cualquier manera, la cuantía del préstamo no podía

rebasar el valor de las mercancías. Este tipo de riesgo podía ser tomado también sobre

equipajes, en donde el deudor garantizaba la cantidad prestada con la ropa que llevaba

embarcada.

Cabe destacar que cuando en la póliza se establecía que el riesgo corría

sobre mercaderías se debía entender todo género de mercancías, exceptuando

únicamente las bestias, los esclavos, desde luego el casco, los aparejos, los fletes y la

artillería de las naos, sin admitirse otra.

3. Riesgo sobre un azar: Con la doble tipicidad de apuesta simple o sobre vida.

Bajo esta nomenclatura entendemos un préstamo efectuado sobre un azar: el de si

llega a buen puerto el navío en que se embarca el deudor o de si éste llega con

vida."

Estos, según García-Baquero, fueron prohibidos por Real Cédula del 31 de mayo de

1763, por la que se prohibieron los seguros del mismo tipo.

4. Riesgo sobre sueldo: Prohibido en 1737 por las Ordenanzas del Consulado de Bilbao

en su capítulo XXIII, el préstamo sobre sueldo es el que se garantizaba con el

sueldo del tripulante del navío. Las Ordenanzas establecían que "tampoco se podrá

tomar dinero, ni efectos à la gruesa ventura, ò riesgo de Nao, sobre Fletes, ni sueldos
de Marineros, cuando fueren en viajes arreglados por meses; pero bien se podrá dar

à los Capitanes, Oficiales, y Marineros que navegaren à la pesca de Ballenas, y Bacallao;

precediendo por lo que mira à los Marineros, intervención, y consentimiento de sus

Capitanes.

INVALIDEZ DEL CONTRATO A LA GRUESA

El contrato a la gruesa es nulo:

Si se ha hecho a individuos de la tripulación, por sus salarios.

Si tiene por objeto fletes no devengados, ganancias que se esperan de alguna negociación, o uno y

otro simultánea o exclusivamente.

Si el dador no corre alguna clase de riesgo

Si recae sobre objetos, cuyos riesgos ya han sido tomados por otros en su totalidad.

En estos casos no surte el contrato sus efectos legales, sino que el tomador responde por el

capital prestado y los intereses legales, aunque la cosa u objeto del contrato haya perecido en el

tiempo y lugar de los riesgos.

Si el contrato a la gruesa comprende el buque y cargamento sin otra designación especial,

los efectos conservados responden por el todo al dador, aunque el buque se pierda en el viaje de

retorno. Lo mismo sucede cuando el buque llega a buen puerto, y los efectos han perecido.

Sufriendo desastre de mar o siendo apresado el buque o los efectos sobre que recayó el

préstamo a la gruesa, el tomador tiene el deber de avisar el suceso al dador, apenas llegue la noticia

a su conocimiento.
El individuo que en caso de varamiento o naufragio, y por su cuenta o con otro seguro,

pagase deudas preferentes a las que resultan de un préstamo a la gruesa, queda subrogados por el

mismo hecho, en los derechos del acreedor primitivo.

Las reglas establecidas acerca de las averías, sus estipulaciones, riesgos y responsabilidad

en el contrato de seguro, se aplican igualmente al préstamo a riesgo marítimo.

ECHAZON O ARRIBADA FORZOSA

ECHAZON

Es cuando existe la necesidad de salvar el buque y la carga del peligro de una tempestad, o

sea el grueso de la expedición, que lo obliga a aligerar la marcha y, a la vez, se ve impedido por el

peso, ocurre el sacrificio de parte de la carga desprendiéndose de ella arrojándola al mar. (Montoya,

2004)

Esa operación marítima va a procurar un daño al propietario de la carga arrojada, pero

correlativamente redunda en beneficio del buque y de la carga de los demás propietarios, del

común de los interesados, y que gracia a la “Echazón” se salva el buque y el resto de la carga. Ese

daño que se produce en el patrimonio del propietario de la carga sacrificada, debe ser reparado por

todos los demás interesados mediante una contribución a prorrata tomando en cuenta los valores

de los bienes salvados.

Típico caso de avería gruesa que consiste en arrojar al mar mercaderías o accesorios de la

nave, a fin de disminuir su peso y facilitar las maniobras en caso de peligro.

LEY RODIA DE ECHAZÓN: ley marítima que da la facultad de compensar o resarcir las

pérdidas de un barco, en caso de inminente naufragio, en aguas internacionales. Esto es, por
ejemplo, un barco se encuentra bajo la posibilidad de naufragar, por ende, es primario para el

capitán del navío y para la tripulación salvarse, además de obviamente salvar el barco en su

totalidad si es posible, para esto es necesario tirar por la borda gran parte de la carga o incluso la

carga por completo, para evitar el inminente naufragio de la nave y volver sanos y salvos a puerto.

Se pueden resarcir las pérdidas que fueron tiradas por la borda de la nave, siempre y cuando haya

sido estrictamente necesario para evitar el accidente de naufragar.

La echazón debe contarse según lo que se haya arrojado y el patrón debe contribuir por la

mitad, es decir, por la mitad de lo que valga la nave. Más aún: si el patrón reclama los fletes, tanto

de las mercancías echadas como de las salvadas, deben pagársele como si todas las mercancías se

hubieran salvado, si bien deberá contribuir al importe del echazón sueldo a libra, en proporción de

los fletes cobrados, como lo harán las otras mercancías que se salven. ¿Por qué razón? Porque lo

mismo cobró los fletes de las mercancías que se arrojaron, que los de las que se salvaron. Y justo

es que, puesto que quiere cobrar fletes de las mercancías salvadas como de las echadas, ayude a la

indemnización.

Por el motivo expresado se le han de pagar íntegros los fletes del echazón. Pero si el patrón

no reclama fletes ni los toma de los géneros echados, sino sólo de los que se salvaron, no ha de

contribuir con ellos a cubrir el echazón, pues bastante pérdida tiene, ya que pierde todos los fletes

de las mercancías arrojadas.

CONTRATO A LA GRUESA O PRÉSTAMO A RIESGO MARÍTIMO

CODIGO DE COMERCIO. EC.

Título VI

CONCEPTO:
Art. 898.- En el contrato a la gruesa uno de los contratantes presta al otro una cantidad de dinero,

u otra cosa apreciable en dinero, sobre objetos expuestos a riesgo marítimo, a condición de que, si

perecieren o se deterioraran por accidente de mar, el que ha dado el capital no puede cobrarlo sino

hasta la concurrencia de lo que los objetos valgan; pero si llegan felizmente a su destino, el que ha

tomado la suma estará obligado a pagarla con una prima o utilidad convenida.

LO QUE DEBE CONTENER EL CONTRATO A LA GRUESA:

Art. 900.- El contrato a la gruesa debe contener:

1. El lugar y la fecha del contrato;

2. Los nombres, apellidos y domicilio del dador y tomador;

3. El capital prestado;

4. La prima convenida;

5. Los efectos que se afectan al préstamo;

6. La clase, nombre y matrícula de la nave;

7. El nombre, apellido y domicilio del capitán;

8. El viaje por el cual se corra el riesgo o por qué tiempo; y,

9. El tiempo del reembolso.

Si no se fijare este tiempo, se considerará como tal el momento en que dejó de existir el riesgo.

NULIDAD:

Art. 903.- A solicitud del dador, puede declararse nulo el contrato a la gruesa celebrado sobre

objetos de menos valor que la suma prestada, si se probare fraude por parte del tomador.
Si no hubiere fraude, el contrato será válido hasta por el valor de las cosas afectas al préstamo,

según la estimación hecha o convenida entre las partes. El dador será reembolsado del exceso con

los intereses legales.

PROHIBICIONES

Art. 904.- Se prohíbe el préstamo a la gruesa sobre fletes no ganados o utilidades esperadas.

En este caso, el dador tendrá derecho sólo a la devolución del capital sin intereses.

PAGO

Art. 907.- Las cantidades tomadas a la gruesa para el último viaje, se pagan con preferencia a las

prestadas para algún viaje anterior, aunque se declare dejar éstas por continuación o renovación.

DERECHO COMPARADO MEXICO

El Código de Comercio de los Estados Unidos Mexicanos del 20 de abril de 1828 trata del

contrato a la gruesa o préstamo marítimo en su Libro Tercero "Del comercio marítimo", Título

Tercero "De los contratos especiales del comercio marítimo", Capítulo II, y constituye

prácticamente una transcripción del Libro Tercero, Título III, Sección segunda del Código Español

de 1829.

Este Código de Comercio de 1889 ofrece en su artículo 794 una definición del préstamo a

riesgo marítimo, por el que entiende "aquel en que, bajo cualquiera condición, dependa el

reembolso de la suma prestada y el premio por ella convenido, del feliz arribo á puerto de los

efectos sobre que esté hecho, ó del valor que obtengan en caso de siniestro", definición tomada del

artículo 719 del Código de Comercio Español de 1885


El Código de Comercio de 1889 es el que actualmente rige en el país. Las disposiciones

sobre préstamo a la gruesa ventura contenidos en el Libro Tercero "Del comercio marítimo" fueron

derogadas por el Artículo segundo transitorio de la Ley de Navegación y Comercio Marítimos

publicada en el Diario Oficial de la Federación el 21 de noviembre de 1963 que posteriormente

fue derogada a su vez por la Ley de Navegación publicada el 4 de enero de 1994 en el citado Diario

Oficial de la Federación.

DERECHO COMPARADO ESPAÑA

El contrato de préstamo consiste en la entrega de una de las partes a otra de dinero u otra cosa

fungible, adquiriendo la propiedad el prestatario, que está obligado a devolver al acreedor o

prestamista otro tanto de la misma especie y calidad.

El préstamo a la gruesa, hoy día en desuso, está regulado en el artículo 719 de nuestro Código

de comercio, que establece que "se reputará préstamo a la gruesa o a riesgo marítimo, aquel en

que, bajo cualquier condición, depende del reembolso de la suma prestada y el premio por ella

convenido, del feliz arribo a puerto de los efectos sobre que esté hecho, o del valor que obtengan

en caso de siniestro". (Guillemo J. Jimenez Sanchez, 2016)

Se podría decir que el préstamo a la gruesa se encuentra en una posición cercana al contrato de

seguro, basándonos básicamente su carácter aleatorio.

Este préstamo puede constituirse sobre la figura del buque, de sus pertenencias o accesorios así

como sobre las mercancías cargadas. Debe celebrarse mediante escritura y se caracteriza por el

hecho de que si el buque no arriba o vuelve al puerto por pérdida debida a los accidentes del mar,

se extinguen las acciones del prestamista (artículo 731 del Código de comercio).
CONCLUSION

En conclusión podemos decir que el contrato de gruesa ventura constituyo un instrumento

fundamental para el desarrollo del tráfico mercantil, en el cual permitió el aseguramiento de naves,

mercancías, capitales e inclusive la libertad individual de los pasajeros y navegantes.

Además este contrato tenía su importancia ya que no solamente se podía dar en dinero sino

también en los efectos propios del servicio y consumo del buque, o que puedan ser objetos del

comercio, arreglándose en tales casos en convenio entre las partes.

Finalmente este contrato ya casi no es tanta relevancia como lo tenía en el siglo xv, cuando

tuvo una gran importancia en España y en el mundo del comercio mercantil en ese tráfico de

mercancía que sucedían en aquella época y este contrato era por él que se regulaban dicho comercio

mercantil.
Bibliografía

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Vigo Gutierrez, Cambistas, mercaderes y banqueros en el siglo de oro español. Madrid.
Código de Comercio Ecuador
CONTRATO GRUESA VENTURA O PRESTAMO A RIESGO MARITIMO

CONTRATO DE FLETAMENTO MARÍTIMO

De una parte, el Sr. __________________, gerente de la empresa __________,


constituida en escritura pública otorgada ante Notario de _________, e inscrita
en el Registro Mercantil con fecha de _______________, libro _______, tomo
_______, folio _________, con Registro Federal de Contribuyentes núm.
___________, y con domicilio social ubicado en ________________, con
poderes de representación conforme a escritura pública autorizada por Notario de
___________ con fecha de _________________. De otra el Sr.
______________________________, de ocupación _____________, con
Identificación: ________________ y domicilio ubicado en _________________.

Las partes acuerdan celebrar el presente CONTRATO DE FLETAMENTO MARITIMO,


de acuerdo con las siguientes:

CLÁUSULAS

PRIMERA. El fletante se obliga a poner a disposición del fletador en fecha de


___________________ en el puerto de ______________ el buque denominado
________________, de _______ toneladas de registro bruto, _________
caballos de potencia, con capacidad para transportar ___________ toneladas de
peso muerto, con ______ pies cúbicos de capacidad, y con _______ toneladas
de contenido.

SEGUNDA. El buque será devuelto por el fletador en fecha de


_______________, en el puerto de ____________.

TERCERA. El precio del flete es de $_____________ por día, suma que se pagará
por el fletador el día en que se devuelva al fletante el buque.
CUARTA. El capitán, el Sr. __________________, así como la tripulación del
buque estarán sujetos a las órdenes del fletador.

QUINTA. Las mercancías que se van a transportar consisten en


_______________. Si el fletador embarcare efectos distintos de los expresados
y por ello sobrevinieren perjuicios al fletante o a los cargadores, por confiscación,
embargo, detención u otras causas, responderá de la indemnización completa a
todos los perjudicados por su culpa.

SEXTA. El deterioro o disminución de las mercaderías por vicio o mala calidad y


condición de los envases, o por caso fortuito no impedirán el devengo íntegro del
flete.

SÉPTIMA. Si el fletador, sin concurrir fuerza mayor, descarga sus mercaderías


antes de llegar al puerto de destino, pagará el flete por entero, y serán de su
cuenta los gastos de la arribada, y los daños y perjuicios que se causaren a los
demás cargadores.

OCTAVA. Serán de cuenta del fletador todos los gastos derivados del fletamento,
salvo los relativos al seguro, mantenimiento del buque y salarios, que corren de
cuenta del fletante.

NOVENA. En todo lo no previsto en el presente contrato habrá que estar a lo


dispuesto en el Código de Comercio, en las Leyes especiales y en las reglas
generales del Derecho común.

DÉCIMA. Para resolver cualquier cuestión derivada del presente contrato las
partes se someten expresamente a los Tribunales de __________, con renuncia
del fuero propio.

Conformes, firman el presente contrato, por duplicado y a un solo efecto, el Sr.


______________________ y el Sr. ___________________, en ____________
a _________ del 2018.
NOTA:

Los contratos mercantiles pueden ser intervenidos por Agente Mediador Colegiado
conforme al Art._______ del Código de Comercio, el cual establece que Los
Agentes Colegiados tendrán el carácter de Notarios en cuanto se refiera a la
contratación de efectos públicos, valores industriales y mercantiles, mercaderías
y demás actos de comercio comprendidos en su oficio, en la plaza respectiva.

Llevarán un libro-registro con arreglo a lo que determina el artículo ________,


asentando en él por su orden, separada y diariamente, todas las operaciones en
que hubiesen intervenido, pudiendo, además, llevar otros libros con las mismas
solemnidades.

Los libros y pólizas de los Agentes colegiados harán fe en juicio.

Si interviniese Agente Mediador en el presente contrato, se ha de incluir la


cláusula siguiente:

Este contrato ha sido formalizado con la intervención de el Sr.


________________, Agente Mediador Oficial, a todos los efectos legales
oportunos, así como en los arts._______ y _______ del Código de Comercio, y
demás legislación aplicable.

Y en prueba de su conformidad las partes otorgan y firman el presente contrato


por triplicado y a un solo efecto, de lo que yo el Agente doy fe, hechas las
advertencias legales, así como de la capacidad legal para contratar e identidad
de los contratantes y de la legitimidad de sus firmas y de todo lo dispuesto en el
presente contrato, que firmo y sello en ___________ a ________ del 2018.

___________________ ____________________

FIRMAS
NOTA:

Dr. Juan Ramon Perez Carrillo en el presente trabajo de investigacion sobre la gruesa ventura en
lo que concierne sobre la jurisprudencia en la actualidad en la pagina del consejo de la judicatura
de la corte nacional de justicia no se encuentra ninguna jurisprudencia en la cual yo pueda adjuntar
aquí en el presente trabajo por lo cual usted podria corroborar ingresando a la pagina de la corte
nacional de justicia y verificar que no existe en la actualidad jurisprudencia sobre la gruesa ventura.
ANEXOS

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