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El rey es el jefe del Estado, figura que desempeña funciones de naturaleza eminentemente
simbólica y que carece de poder efectivo de decisión. Sus actos tienen una naturaleza reglada,
cuya validez depende del refrendo de la autoridad competente que, según el caso, es el
presidente del Gobierno, el presidente del Congreso de los Diputados, o un ministro.
El Gobierno, cuyo presidente es investido por el Congreso de los Diputados, dirige el poder
ejecutivo, incluyendo la administración pública. Los miembros del Gobierno son designados por
el presidente, y junto a él, componen el Consejo de Ministros, órgano colegiado que ocupa la
cúspide del poder ejecutivo.
Estructura
Preámbulo
Parte dogmática
Parte orgánica
Se diseña la estructura del Estado regulando los órganos básicos que ejercen los poderes
estatales. El sistema español conserva el diseño tripartito de división de poderes
de Montesquieu, entre Poder ejecutivo, Poder legislativo y Poder judicial. Los apartados
correspondientes en la Constitución Española son los siguientes:
4 Disposiciones adicionales,
9 Disposiciones transitorias,
1 Disposición derogatoria,
1 Disposición final.
Características
Se trata de una constitución escrita que se enmarca dentro de la tradición del Derecho
continental y en contraposición al sistema inglés, cuya Constitución no está recogida en un
texto concreto sino que deriva de un conjunto heterogéneo de costumbres y textos, configurado
a lo largo de su prolongada historia constitucional.
Es una constitución rígida, por cuanto que contiene un procedimiento específico para la
reforma de sus preceptos. Por el contrario, las constituciones flexibles serían aquellas que
pueden ser modificadas por el legislador ordinario, caso del sistema inglés.
Por otro lado, se trata de una constitución derivada, puesto que atendiendo al Derecho
comparado, no incluye innovaciones radicales, sino que se asienta sobre el constitucionalismo
histórico español, y muy especialmente en las constituciones europeas posteriores a
la Segunda Guerra Mundial.
La eficacia de los principios constitucionales ha desatado polémica entre la doctrina, que duda
entre su posible carácter normativo, o bien su esencia programática. Lo primero supondría que
los principios constitucionales vincularían por sí mismos a los poderes públicos, mientras que la
eficacia programática implicaría una simple guía o recomendación, estando sujetos los poderes
públicos a las concreciones de los principios que hace la Constitución a lo largo de su
articulado, pero no a los principios en sí.
Por otra parte, la generalidad de la doctrina señala como principios constitucionales los
recogidos en los dos primeros artículos de la Constitución española, que afirman:
Artículo 1.
Artículo 2.
Estado de Derecho
Históricamente, el Estado de Derecho suponía la sumisión del poder estatal a la norma
jurídica como garantía de la libertad individual de los particulares.
Estado social
La consagración del Estado social implica que los poderes públicos no sólo permiten la
igualdad y la libertad, sino que han de intervenir activamente para promover dichos valores
y remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud.
Si el Estado de Derecho implicaba un límite a los poderes públicos para garantizar una
esfera de igualdad y libertad al individuo, el Estado social reclama que los poderes públicos
desarrollen una actividad tendente a conseguir una igualdad material y una efectiva
libertad.
De esta manera, la Constitución recoge una serie de preceptos donde se busca una
redistribución de la renta más justa y equitativa.
Estado democrático
El Estado democrático tiene una doble vertiente. En primer lugar, el artículo 1.2 reconoce
la soberanía nacional del pueblo español, principio elemental para sostener la convivencia
democrática contenida en el preámbulo, y fuente de la legitimidad democrática directa del
poder legislativo.
El artículo 1.3 de la Constitución señala que la forma política del Estado español es
la monarquía parlamentaria. Así pues, la forma de gobierno mencionada implica que el Rey es
el Jefe del Estado, pero no controla el poder ejecutivo, sino que éste está sometido al control
parlamentario.
Por otra parte, el principio de autonomía preside la configuración territorial del Estado, que
acorde al artículo 137, se organiza en municipios, provincias y comunidades autónomas. Hay
que distinguir, no obstante, la autonomía local (municipios y provincias) con un carácter
marcadamente administrativo, y la autonomía de las nacionalidades y regiones (comunidades
autónomas) de mayor trascendencia político-administrativa.
Pese a ello, se trata de un caso límite sobre el que el Tribunal Constitucional de España no ha
tenido que pronunciarse. La posible admisión o rechazo constitucional a la escisión de parte de
su territorio no es un tema pacífico para la doctrina constitucionalista.
Valores Superiores
La libertad, que supone que cada individuo tiene derecho a elegir entre las diferencias
opciones que se presenten, de acuerdo con sus preferencias e intereses.
La justicia, que tiene un doble sentido, por un lado, como valor abstracto y por lo tanto, igual a
equidad, y por otro, como algo más concreto, que se refiere al conjunto de instituciones
creadas por el Estado para tutelar y hacer cumplir la ley. Art 24 y titulo VI.
La igualdad, hace referencia por un lado, a la igualdad jurídica o formal de todos los españoles
ante la ley, Art 139. Por otro lado, hace referencia a la igualdad material o real, cuyo logro
supone la satisfacción de una serie de intereses o necesidades básicas. Art 40 Distribución
equitativa de renta individual y regional.
La igualdad ante la ley, sin discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo,
religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
El derecho a la vida e integridad física y moral, sin que puedan ser sometidos a tortura ni a
penas o trato inhumano o degradante.
A la libertad ideológica, religiosa y de culto.
Derecho a la libertad y seguridad.
Derecho al honor, intimidad personal y familiar y a la propia imagen.
Derecho a la libre elección de residencia y circulación por el territorio nacional.
Derecho a la libertad de pensamiento, ideas, creación y expresión literaria, artística,
científica y técnica, a comunicar o recibir información veraz, sin censura por cualquier
medio de difusión (p. ej. libertad de prensa).
Derecho de reunión pacífica y sin armas.
Derecho de asociación.
Derecho a participación en asuntos públicos por los ciudadanos y derecho de acceso a
funciones y cargos públicos.
Derecho a la tutela judicial efectiva (protección por el Poder Judicial).
Derecho al principio de legalidad penal: ningún delito, ni pena sin previa ley.
Derecho a la Educación y libertad de enseñanza.
Derecho a la huelga.
Derecho de Petición individual y colectiva.
Después de los Derechos Fundamentales que son los más importantes, la C.E. recoge los
Derechos y Deberes de la ciudadanía.
Derecho y deber de defender España.
Deber de contribución al sostenimiento de los gastos públicos.
Derecho al matrimonio.
Derecho a la propiedad privada y a la herencia.
Derecho y deber al trabajo y libertad de creación de empresas.
Por último la constitución establece los conocidos como Derechos Sociales que obligan a que
los poderes públicos realicen el Estado Social. Para ello (recordar art. 1de la Constitución
Española, al principio del este tema) las actuaciones de los poderes públicos deben i r a
garantizar:
La protección de la familia.
La distribución equitativa de la renta.
Un régimen público de Seguridad Social.
La protección de la salud.
El acceso a la cultura.
La protección y conservación de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la
persona.
La protección del Patrimonio Histórico.
El derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada.
La participación de la juventud en el desarrollo político, social, económico y cultural.
La protección de los discapacitados, sensoriales y psíquicos.
La atención y suficiencia económica de la tercera edad.
La defensa de los consumidores.
Las organizaciones profesionales de defensa de intereses económicos.
Estos derechos tienen una protección especial. Así la Constitución crea la institución del
Defensor del Pueblo para la defensa de los derechos comprendidos en el Título I.
Artículo 43
Artículo 148.
Artículo 149.
El Sistema Nacional de Salud (SNS) es, por lo tanto, el conjunto coordinado de los Servicios de
Salud de la Administración del Estado y los Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas
(CC.AA.) que integra todas las funciones y prestaciones sanitarias que, de acuerdo con la ley,
son responsabilidad de los poderes públicos.
La Constitución Española de 1978 diseñó una organización territorial del Estado que posibilita
la asunción por las Comunidades Autónomas de competencias en materia de sanidad. Al
amparo de las previsiones constitucionales y de los respectivos Estatutos de Autonomía, todas
las Comunidades Autónomas han asumido paulatinamente competencias en esta materia. El
proceso de transferencia de la asistencia sanitaria gestionada por el Instituto Nacional de la
Salud (INSALUD) se inició en 1981 y ha culminado en el año 2002, manteniendo la
Administración Central del Estado la gestión de la sanidad en las Ciudades Autónomas de
Ceuta y Melilla, a través de Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA). De este modo,
las Comunidades Autónomas ejercen sus competencias en las siguientes materias:
Planificación sanitaria.
Salud pública.
Asistencia sanitaria.
Para ello, las CCAA han asumido las funciones y servicios, los bienes, derechos y obligaciones
relativos a dichas competencias, el personal y los créditos presupuestarios adscritos.
Los principios relacionados con la coordinación sanitaria a nivel estatal están recogidos en la
Ley 14/1986 de 25 de abril, General de Sanidad, que además concreta los instrumentos de
colaboración y crea como órgano de coordinación el Consejo Interterritorial del Sistema
Nacional de Salud (CISNS).
Posteriormente, la Ley 16/ 2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional
de Salud contempla el Consejo Interterritorial con este mismo carácter de órgano de
coordinación, y profundiza en materia de coordinación y cooperación dentro del Sistema
Nacional de Salud.
Por todo ello, la Ley de Cohesión y Calidad del SNS establece acciones de coordinación y
cooperación de las Administraciones públicas sanitarias como medio para asegurar a los
ciudadanos el derecho a la protección de la salud, con el objetivo común de garantizar:
BIBLIOGRAFIA
PARA SABER +
CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA Aprobada por Las Cortes en sesiones plenarias del Congreso
de los Diputados y del Senado celebradas el 31 de octubre de 1978. Ratificada por el pueblo
español en referéndum de 6 de diciembre de 1978. Sancionada por S. M. el Rey ante Las
Cortes el 27 de diciembre de 1978