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VII

Acerca del alma = De anima 1 Aristóteles ; con prólogo de


Marcelo D. Boeri. - 1a ed. - Buenos Aires : Colihue, 2010.
488 p. ; 18xl2 cm.- (ColihueClásica)
Traducción directa del original en griego: Marcelo D. Boeri PRÓLOGO
ISBN 978-950-563-064-6
l. Filosofía Aristotélica. l. Boeri, Marcelo, D., prolog. Il. Boeri,
Marcelo, D., trad. III. Título audaz idea de hacer una nueva traducción del De anima
L A
de Aristóteles surgió hace casi cinco ,años, cuando en
representación de Ediciones Colihue me contactó Andrea
Título original: nEp 1 \!fU X~e; Arouxet, antigua compañera de estudios en la Universidad
Coordinador de colección: Lic. Mariano Sverdloff de Buenos Aires, para colaborar con algún texto que me inte-
resara para la colección clásica de esta editorial. Desde el año
Equipo de producción editorial: Leandro Avalas Blacha., Vanesa 2003 dicté distintos cursos y seminarios de grado y posgrado
Gamarra y Pablo Gauna. sobre epistemología antigua en la Universidad de los Andes
Diseño de tapa: Estudio Lima+Roca (Chile), donde trabajé como profesor-investigador entre 2003
y 2010. Como cabía esperar, Aristóteleserap.no de los autores
Todos los derechos reservados. centrales de mis cursos y, sobre todo, varias~secciones de sus
Esta publicación no puede ser reproducida, total o parcial-
mente, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de
estudios psicológicos contenidos en el De anima. Desde ese
. recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún ·momento comencé a traducir algunos capítulos especialmente
medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, significativos de ese tratado para mis cursos y seminarios de
electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin permiso epistemología antigua. Pero el impulso final para terminar
LA FOTOCOPIA
previo por escrito de la editorial. MATAALllBRO
Y ES UN DELITO este libro lo tuve durante 2007: primero, gracias a un semestre
Solo se autoriza la reproducción de la tapa, contratapa y página
'r
.~.·.\¡'8.:~·· sabático que me permitió avanzar en varias tareas que tenía
de legales e índice completos, de la presente obra exclusiva-
mente para fines promocionales o de registro bibliográfico.
·l-1-J pendientes (entre las cuales estaba incluido este proyecto)
ISBN 978-950-563-064-6 y, segundo, durante la última mitad de ese año, cuando con
mi colegajorge Mittelmann dictamos el seminario conjunto
(Q Ediciones Colihue S.R.L. «Los fundamentos de la psicología aristotelica, su trasfondo
Av. Díaz Vélez 5125 platónico y la interpretación contemporánea _de la "filosofía
(C140SDCG) Buenos Aires- Argentina de la mente" de Afistóteles» .. Las conversaciones y discusio-
www.colihue.com.ar nes que mantuve con jorge dentro y fuera de ese seminario
ecolihue@colihue.com.ar fueron de una valiosa ayuda y estímulo para avanzar en mi
Hecho el depósito que marca la ley 11.723 trabajo en este libro y para afinar algunos detalles de mi
IMPRESO EN lA ARGENTINA- PRINTED IN ARGENTINA
VJII MAR CELO D. BOERI PRÓLOGO IX

traducción e interpretación general del texto. Gracias a una ponencia en las !!jornadas Internacionales de Filosofía Antigua
revisión conjunta que hicimos de mi traducción del libro I (Buenos Aires, 15-17 de octubre de 2008), organizadas por lá
y de los tres primeros capítulos del libro II confrontándola, profesora María Isabel Santa Cruz y, sobre todo, en un curso
una vez más, con el texto griego pude evitar algunas im- intensivo de seis sesiones en la Universidad de Paraíba (Bra-
precisiones y detectar algunas omisiones. Jorge también fue sil), organizado por el profesorJosé Gabriel Trindade Santos
testigo de cómo nació y, paulatinamente, comenzó a crecer (Joao Pessoa, 4-7 de noviembre de 2008) y realizado con el-
(de manera alarmante) la introducción; también en este caso apoyo del Centro de Filosofía de la Universidad de Lisboa
me beneficié de su lectura crítica. Debo un agradecimiento (Portugal). Estoy en deuda con la profesora Santa Cruz y
especial a mi estudiante de Licenciatura Sebastián Sanhueza; con el profesor Trindade Santos por su generosa invitación
en un momento en el que no veía de dónde sacaría energía así como con las audiencias de ambas reuniones. Varias de
para terminar de revisar este libro Sebastián me auxilió con las observaciones públicas y privadas que me hicieron llegar
su buena disposición e invaluable ayuda durante casi dos algunas personas asistentes a esos coloquios fueron de mucha
días completos de intenso trabajo, durante los cuales pude utilidad para repensar un problema o para intentar formular
volver a revisar el Apéndice sobre las interpretaciones de la más' claramente mis pun'tos de vista. Mi curso enJ oao Pessoa
noética aristotélica que he incluido en este volumen. Mi hija fue particularmente importante para este libro: durante tres
María Florencia me ayudó a revisar mi traducción de casi intensos días una audiencia entusiasta asistió a mis conferen-
todo el libro II y el libro III completo del De anima, que to- cias y debatió mis interpretaciones del De anima. Todas las
davía debía releer por última vez. Gracias a esa nueva lectura preguntas y observaciones, incluidas las más ingenuas, me
pude detectar varias imprecisiones y omisiones de alguna hicieron repensar mi comprensión de algún pasaje. Como
palabra que faltaba traducir. Puede resultar extraño hacer cabía esperar para mí, no pude librarme fácilmente de las
un agradecimiento público a un hijo en este lugar, pero me preguntas del profesor Trindade Santos una vez finalizado
complace expresar mi sincero agradecimiento a Florencia por el curso; le estoy agradecido por su sano espíritu de diálo-
su espíritu de colaboración, su buen ánimo y su amor por mi go movido por un genuino interés y «deseo de entender».
trabajo. En varios pasajes de la lectura Florencia descubrió lo También debo hacer un reconocimiento especial a María
atractivo que puede ser todavía un texto algo abstruso y ajeno Isabel Santa Cruz y a Daniela P. Taormina por sus rápidas
a sus intereses actuales. También deseo expresar mi gratitud y precisas aclaraciones a mis dudas con respecto al neopla-
a Mariano Sverdloff, responsable de la colección «Colihue tónico Marino (citado por Ps. Filópono en su discusión de
Clásica», por su paciencia y la comprensiva extensión de los la noética aristotélica; cf. Apéndice 1).
plazos que inicialmente habíamos convenido para la entrega Los textos antiguos pueden ser leídos de varias maneras,
del manuscrito. Espero que el libro en su versión final pueda aunque, por lo general, se reducen a dos o tres: ( z} como
ser una justificación razonable para mis reiterados retrasos piezas teóricas de museo, (iz}. como construcciones colosa-
en la entrega del original. les a las cuales se rinde pleitesía y ante las cuales el lector
Una parte sustancial de las ideas contenidas en la intro- no puede más que estar de acuerdo o (iii) como obras que
ducción y en mis notas a la traducción fue presentada como contienen un pensamiento vivo (susceptible de ser discu-
MARCELO D. BOERI PRÓLOGO XI
X

tido) que se puede integrar a la discusión contemporánea a mi esposa, Patricia S. Vulcano, mi compañera durante los
de los temas que tratan (si no a todos, al menos a algunos últimos veinte años de mi vida, a quien dedico este libro con_
de ellos). El lector advertirá rápidamente que he optado amor y sincero reconocimiento.
por la tercera estrategia; en efecto, tengo la convicción de
MARCELO D. BOERI
que los pe~sadores antiguos pueden ser razonablemente
incorporados a algunas discusiones actuales y que, en mu- Santiago de Chile, enero de 2009
chos casos, sus observaciones pueden ser iluminadoras en
el intento de comprender un problema. Aristóteles, claro
está, no es la excepción a esto, sino un representante muy
digno de lo que estoy sugiriendo. Es muy probable que
en nuestros días nadie pueda suscribir por completo su
psicología (i. e. su «teoría del alma»), pero sus discusiones
sobre «lo anímico» (para evitar decir «lo mental», lo cual
introduciría una confusión que no está en el texto del De
anima) tienen la vivacidad y fuerza de las obras pioneras,
además de la agudeza de un filósofo genial que ha proba-
do ser un interlocutor importante en el debate actual de
algunas teorías fisicalistas y funcionalistas de filosofía de la
mente. Es en este espíritu que sugiero abordar la lectura
de mi traducción de este extraordinario y «clarividente» 1
texto aristotélico, con la esperanza de que este trabajo sea
una modesta contribución a .los estudios aristotélicos en
lengua española.
Como he aclarado hace un momento, Aristóteles prefe-
riría decir «anímico» y no «mental» para referirse al objeto
de estudio de su De anima. No es menos cierto, sin embargo,
que siempre que habla del «pensamiento» o del «intelecto»
también se refiere a lo «mental». Mi vida anímica, mental e
intelectual debe mucho más de lo que puedo expresar aquí

7. La feliz expresión es de Alfonso Gómez-Lobo, en ocasión de su


conferencia «Inmortalidad y resurrección. Problemas filosóficos y
respuestas actuales», dictada en la Universidad de los Andes (Chile)
en abril de 2008.
XIII

INTRODUCCIÓN

l. UNA NUEVA REHABILITACIÓN DE ARISTÓTELES


A PARTIR DEL DE ANIMA2

H ACIA mediados de la década del 60 del siglo pasado se


hablaba de la «rehabilitación de la filosofía práctica de
Aristóteles» 3 • Esa rehabilitación tuvo lugar en el contexto del
redescubrimiento de las obras aristotélicas de filosofía prácti-
ca y de la relevancia que esos textos comenzaron a tener en
contextos de discusión sistemática, más que historiográfica,
pues de hecho habían comenzado a ser incorporados a las
discusiones que por aquel entonces Hans Georg Gadamer, el
fundador de la hermenéutica filosófica, estaba haciendo 4 • En
el marco de otra tradición filosófica, los trabajos de Elizabeth
Anscombe5 y, de un modo incipiente todavía, los de Donald
Davidson también habían incorporado a Aristóteles a sus
discusiones6 • De un modo análogo se podría sugerir ahora
que entre los años 70 y 90 del siglo pasado se produce otra
«rehabilitación» de Aristóteles, aunque esta vez centrada en
sus trabajos psicológicos, que comienzan a ser estudiados con
creciente interés en conexión directa con algunas discusiones

2. Algunas secciones de esta Introducción reproducen, de una


manera diferente, lo dicho en Boeri 2007: caps. 6-7 y Boeri 2009;
otras, en cambio, son material completamente nuevo que no había
sido publicado antes.
3. Cf. Volpi 1999, especialmente 315-323 y 338-342.
4. Cf. Gadamer 1993: 295-307.
5. Cf. Anscombe 1958.
6. Ver Davidson 1980.
XIV MARCELO D. BOER! INTRODUCCIÓN .XV
contemporáneas de filosofía de la mente dentro de la tradición reductivo, que se presentaba en la forma de la «t~.oría psico-
anglosajona. Hace varias décadas el filósofo Hilary Putnam física de la identidad», cuya tesis principal es qu~J_os estados
comenzó a redescubrir las posiciones aristotélicas pues ellas, mentales son simplement~ estados del sistema nervioso cen-
aunque más no sea de un modo general y primitivo, se acer- tral o estados del cerebrd1.1Los críticos de esta posición, en
caban a su enfoque funcionalista en el dominio de la discusión cierto modo radical, señal~ban que los juicios de identidad
especializada de filosofía de la mente. En un importante ensayo psicofísica de la forma «el dolor es una descarga de fibras
de sus últimos años Donald Davidson afirmó -no sin algo de C» generan ciertas dificultades conceptuales, pues el dolor
exageración- que la posición psicológica aristotélica era un parece tener propiedades que los eventos cerebrales no tie-
sano intento de abandonar el dualismo sustancialista de Platón nen y viceversa. Mucho más problemática era la sospecha
y que para Aristóteles los estados mentales están corporizados, creciente -compartida por neurofisiólogos y filósofos- de que
de modo que lo mental y lo físico solamente son dos modos el proyecto de tratar de aislar un tipo de actividad cerebral
de describir el mismo fenómeno 7• Aunque Aristóteles no llega tan para identificarla con cada estado psicológico particular esta-
lejos, sí señala con especial énfasis que pasiones o emocione~1 ba condenado al fracaso. A partir de los 70 el funcionalismo
(páthe, que presuponen ya ciertos estados de creencia como su psicológico reemplazó a la teoría de la identidad psicofísica
causa, estados de creencia que pueden ser entendidos como como teoría de la mente dominante. Probablemente una parte
«estados mentales»), tales como cólera, calma, miedo, compa- importante del éxito de este enfoque se debe a que se cree que
sión, etc. se dan acompañadas de un cuerpo, pues junto con el funcionalismo es compatible con la investigación empírica
ellas el cuerpo es, en cierto modo, afectado (De Anima [DA] de la mente y a que el funcionalismo no requiere -al menos
403a16-19) 8 • O sea, aunque un páthos tiene su origen en un no necesariamente- una reducción materialista de la mente
cierto estado mental (o actitud proposicional) -como creer o al cerebro. De acuerdo con los mentores del funcionalismo
tener la expectativa de que lo que se aproxima es malo o doloroso (Hilary Putnam yJerry Fodor), los procesos mentales internos
para mí, i. e. miedo (Rhet. 1382b29-1383a8)- se trata de un
estado que no es ni completamente físico ni completamente
9. Cf. Feigel 1958, citado por Kirn 2005: 14. Para una caracterización
«mental», y que para existir presupqne una especie de corre- general de las «teorías de la identidad» véase Rosenthall998: 344-355,
lación entre lo físico y lo anímico. sobre todo 348-351. Algunos materialistas monistas niegan la existencia
Cualquiera que haya examinado la literatura especiali- de la mente corno una realidad distinta del cerebro y adoptan alguna
zada de las últimas décadas sobre la psicología aristotélica forma de reduccionisrno, tratando de explicar los fenómenos mentales
en términos físicos o biológicos. Las posturas reduccionistas consideran,
advertirá que Aristóteles ha vuelto. a ser tenido en cuenta en en general, que la distinción entre la mente y el cerebro se debe a la
la discusión contemporánea del problema mente-cuerpo y, insuficiencia actual de nuestros conocimientos acerca de los procesos
en general, de la naturaleza de los estados mentales. En los cerebrales (cf. Sirnon 1996), pero que el desarrollo científico futuro
60 la tesis que parecía más atractiva era la del materialismo permitirá reducir los fenómenos mentales a fenómenos _puramente
físicos o biológicos que tienen lugar en el cerebro. Es evidente que
Aristóteles no estaría de acuerdo con este tipo de posición pues, no
importa lo difícil que sea establecer la relación entre lo físico y lo mental
7. Davidson, «Aristotle's Action», en Davidson 2005: 290.
(o, más precisamente, «lo anímico»), él cree que hay que distinguir lo
8. Utilizo el texto griego editado por Ross 1961. uno de lo otro (cf. DA 4llb7-8; 412b6-9).
XVI MARCELO D. BOERJ INTRODUCCIÓN XVII,

son estados funcionales del organismo, cuyo órgano no es reductivos como los funcionalistas han reclamado que su in-
necesariamente el cerebro. Por ejemplo, el dolor no es un terpretación de la psicología aristotélica es la correcta, hay que
estado físico-químico del cerebro o del sistema nervioso, sino señalar que los desacuerdos reinantes se deben, al menos en
un estado funcional del organismo tomado en su totalidad. De parte, a la falta de precisión que puede advertirse en algunos
este modo, los fenómenos mentales pueden entenderse como textos psicológicos de Aristóteles al hablar de «lo mental», o
estados funcionales del organismo y no es posible conocerlos incluso al hecho de que sus intereses eran distintos a los que
estudiando los procesos parciales en los que están implicados, se tienen hoy en día en la discusión psicológica y de filosofía
como los procesos cerebrales. El funcionalismo presupone de la mente. Por ejemplo, no es parte de su interés principal
que una misma función puede ser desempeñada por sistemas enfatizar la función causal que desempeña un estado mental,
muy distintos, ya que la naturaleza de sus componentes no aunque, claro está, a veces tal función desempeña un papel.
es esencial para el correcto desempeño de su función. Un'a Uno podría razonablemente argumentar que la teoría aristoté-
cosa es un reloj o un termostato por la función que realiza lica de la percepción y de las emociones resulta creíble a varios
(dar la hora, desconectar la corriente cuando se alcanza una filósofos, epistemólogos y psicólogos cognitivos en nuestros
determinada temperatura), y otra el material del que está días porque hay al menos una posibilidad de interpretar tales
hecho. Del mismo modo, las creencias y deseos son estados teorías en clave del funcionalismo contemporáneo (Putnam),
físicos de sistemas físicos que pueden estar hechos de diferentes esto es, la teoría fisicalista contemporánea que sostiene que los
tipos de materiales. Algo es una creencia o un deseo en virtud estados mentales (creencias, deseos, estados de dolor o placer,
de lo que hace y no en virtud de los materiales de los que su sistema etc.) se constituyen solamente por su «papel funcional» y se
está compuesto. No es analizando el sistema sino su función identifican con tal rol funcional 10 • Un funcionalista considera
-argumentaban Putnam y Fodor- como comprenderemos el que la identidad de un estado mental es determinada por sus
proceso. De este modo, podemos atribuir estados mentales relaciones causales con estímulos sensórios, otros estados
a seres extraterrestres con una estructura fisicoquímica muy mentales o la conducta. De esta caracterización general se
diferente a la nuestra y las funciones mentales podrían muy sigue, según los funcionalistas, que los estados mentales son
bien ser desempeñadas por un soporte no orgánico, como «múltiplemente realizables», i. e. que pueden manifestarse
un ordenador digital. Cualquier sistema puede tener mente a en diferentes sistemas (incluso en computadoras) siempre y
condición de que sea capaz de realizar la función adecuada.
Hay, sin embargo, un sentido en que el funcionalismo es
reduccionista, ya que algunas de sus vertientes reducen los 70. «Dos sistemas son funcionalmente isomórficos si hay una correspon-
estados psicológicos a cualquier estado físico que es causado por dencia entre los estados de uno y los estados del otro que conserve las relaciones
funcionales» (Putnam 1975a: 291; el destacado en itálica es de Putnam).
ciertos estímulos y causa, a su vez, ciertas conductas. Tanto
O sea, dos sistemas pueden tener constituciones muy diferentes y ser
las posiciones materialistas reductivas como las funcionalistas isomórficos desde el punto de vista funcional; para cada estado en un
intentan reducir los estados mentales a ciertas disposiciones sistema hay un estado correspondiente en el otro (cf. 292-293). Es decir,
conductuales, o procesos fisiológicos, o estados físicos con una desde el punto de vista de la realización de la función la realización
físico-química del sistema es completamente accidental o contingente
función causal determinada. Aunque tanto los materialistas para el funcionalismo (Putnam 1975a: 293).
XVIII MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XIX

cuando tales sistemas lleven a cabo de una manera apropiada entre los fenómenos que se clasifican como mentales y los que
las funciones apropiadas. Nuestra mente sería una especie se clasifican como físicos y que establece que el dominio de lo
de software, cuyo hardware es el cuerpo. Un dolor o un pla- mental, debido a su esencial falta de normatividad, no puede
cer, desde el punto de vista funcionalista, no sería más que ser un objeto serio de investigación científica) 12 ayudó a ubi-
aquello que es causado por un daño o un beneficio corpóreo, car lo mental en un plano diferente del físico, oponiéndose
respectivamente, lo que da lugar a la creencia de que algo así a las posiciones fisicalistas fuertes que sostenían que los--
está mal en el cuerpo y al deseo de abandonar ese estado, o eventos mentales eran únicamente procesos cerebrales. 13 Da-
a la creencia de que algo está bien en el cuerpo y al deseo de vidson sostiene que, aunque el monismo anómalo se parece
permanecer en ese estado. Dado que el funcionalismo limita al materialismo en su afirmación de que todos los eventos
lo mental a su «funcionalidad», sostiene que cada «entidad son físicos, rechaza la tesis, esencial al materialismo, según la
mental» es un ejemplo de la propiedad que especifica sumen- cual a los fenómenos mentales se les puede dar explicaciones
talidad en términos funcionales, por un lado, y la propiedad puramente físicas. 14 Davidson explica su «monismo anómalo»
que especifica su naturaleza material, por el otro. De donde de la siguiente manera: es un «monismo» porque sostiene que
parece seguirse que las propiedades mentales y materiales no los eventos psicológicos son eventos físicos; y es «anómalo»
son idénticas y que, por ende, puede conservarse la inmate- porque insiste en que los eventos no caen bajo leyes estrictas
rialidad de lo mental 11 • cuando se los describe en términos psicológicos. 15 Aunque
Un enfoque renovado y, en cierto modo, novedoso que la posición de Davidson puede ser calificada de «fisicalista>>
intentaba mostrar los límites del materialismo reductivo en o «materialista» («todos los eventos son físicós»), su esfuerzo
la consideración de los estados mentales fue el que, además por matizar su posición. y diferenciarla de cualquier forma
del funcionalismo, dio Davidson entre mediados de los 70 y de materialismo burdo puede ser entendido como un sano
comienzos de los 80: Con su tesis del «monismo anómalo» (i. intento por mostrar la irreductibilidad de los ítems mentales
e. la tesis de que no hay correlaciones estrictamente «legales» a los físicos, contradiciendo de ese modo la tesis de la iden-

77. Cf. Granger 1996: 34. El funcionalismo fisicalista no es reductiva- 72. Davidson, «Could there be a Science ofRationality?», en Davidson
mente materialista en la medida en que permite que pueda conservarse 2004: 121.
la inmaterialidad de los estados mentales. Sin embargo, exige que 73. Davidson, «Mental Events», en Davidson 1980: 207-227.
todo estado mental sea ejemplificado en algún tipo de sistema físico o 74. Davidson, «Mental Events», en Davidson 1980: 214. Desde el
material, y para cualqukr va1iedad de funcionalismo el «organismo» momento en que Davidson admite que hay interacciones causales en
será una cosa materi;d, y aunque todos sus estados serán estados ma- las que intervienen eventos mentales, también debe admitir que tales
teriales, algunos de dichos estados materiales también serán estados eventos mentales pueden funcionar como factores causales puesto que
mentales porque serán capaces de satisfacer ciertas funciones propias son idénticos a ciertos eventos físicos. Esto, sin embargo, no implica
de lo mental. En su 1975a Putnam felicitaba a Aristóteles por anticipar que las propiedades mentales sean reductibles a propiedades físicas
su funcionalismo en varios e importantes detalles, una observación que (cf. más abajo la sección 1.1, donde hago una exposición sumaria del
se ha vuelto habitual entre los funcionalistas contemporáneos, aunque emergentismo). Para las críticas al monismo anómalo de Davidson
no siempre ni en todos los casos citan pasajes específicos de los textos puede verse con provecho Liz 1995: 219-222.
aristotélicos en general o psicológico-aristotélicos en particular. 75. «Philosophy and Psychology», en Davidson 1980: 231.
XX MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XXI
tidad mente-cuerpo del materialismo fuerte.Jti Los enfoques algunos aspectos,! algunos principios. funcionalistas :parecen
de Putnam y Davidson son especialmente importantes para coincidir con la tesis- de Aristóteles, segci.nla cual todo se define
la rehabilitación de Aristóteles que estoy sugiriendo, porque por su función (érgon) y cada cosa es lo que verdaderamentef:!§.
sus puntos de vista, además de haber sido particularmente CUando es capaz de llevar a cabo SU función propia 18 .1A.hora
influyentes y a pesar de sus diferencias, dejan cierta autonomía biEm, si lo que sostiene el funcionalismo es cierto, entonces, el
a lo mental, en la medida en que rechazan la identificación dolor o el placer pueden ser realizados por diferentes tipos de
estricta de lo mental y lo corpóreo. Ese rechazo aleja al fun- «estados físicos» en diferentes tipos de cosas, o sea, pueden ser
cionalismo y al monismo anómalo del materialismo burdo «múltiplemente realizados». A pesar de lo que han argumen-
y los acerca a una posición mucho más matizada como la de tado algunos funcionalistas sobre el hecho de que el funcio-
Aristóteles, quien, aun cuando defiende la tesis de que entre nalismo no caería ni en el dualismo ni en el materialismo, el
lo anímico y lo corpóreo hay una relación estrecha, no está funcionalismo ha resultado una teoría especialmente atractiva
dispuesto a aceptar que puedan identificarse 17• para aquellos que pretenden dar una explicación materialista
de los estados mentales. En efecto, algunas variantes de la
1.1 La reincorporación de Aristóteles a la posición materialista sostienen que cualquier estado que sea
discusión contemporánea de filosofía de la mente capaz de desempeñar los papeles antes descriptos debe ser
y la interpretación funcionalista de la psicología un estado físico. Si uno quisiera incorporar las teorías psico-
aristotélica lógicas aristotélicas a esta discusión, como han hecho varios
prestigiosos aristotelistas contemporáneos y ·varios filósofos
Algunos intérpretes recientes del DA han visto en el fun-
de la mente de las últimas décadasw, tendría que preguntarse
cionalismo en sus diversas formas una posición atractiva para
reinterpretar la psicología aristotélica porque, al menos en
18. Cf. Meteorologica 390al0-13, citado in extenso abajo; De motu 703a34-
b2; De part. an. 641a2-3; 654b4, 657a6 et passim
16. Como veremos enseguida, tanto el monismo anómalo de Davidson 19. Cohen 1992; Wilkes 1992; Nussbaum- Putnam 1992. Véase tam-
como el funcionalismo (de Putnam) pueden entenderse como buenos bién el trabajo pionero de Sorabji 1979 (1 a ed., 1974), donde argumenta
ejemplos de «mateiialismo no reductivo». Al menos algunas formas que el funcionalismo psicológico (i.e. la teoría que establece que los
de emergentismo y de funcionalismo tienen, por tanto, razones para estados mentales son estados funcionales de los organismos) tiene un
asimilar algunas tesis psicológicas de Aristóteles a sus propias explica- precedente relevante en la filosofía de la mente de Aristóteles. Una
ciones. En efecto, aunque Aristóteles distingue con claiidad los ítems posición similar puede verse también en Nussbaum 1985, Essay l. Si
físicos de los anímicos, defiende con especial interés la tesis de que lo que Sorabji y Nussbaum sugieren es correcto, Aiistóteles, como
no es posible que se den los estados anímicos independientemente los funcionalistas conte:g1poráneos, habría evitado respaldar el mate-
del cuerpo o de ciertos estados corpóreos. Algúna,s consecuencias del Iialismo reductivo (que en el ejemplo aristotélico discutido en DA I
emergentismo y del funcionalismo, sin embargo, alejan esas posiciones corresponde a las posiciones psicológica.'> de los atomistas) y el dualismo
de la aristotélica o ese es, al menos, el modo en el que argumentaré (que en la discusión dialéctica del mismo libro de DA corresponde a
en la sección 1.1. Platón). Modrak, en cambio, sostiene una posición que, a mi juicio,
17. Como se verá en la siguiente sección de esta Introducción, Aiis- es mucho más matizada y que, probablemente, hace más justicia al
tóteles argumenta en contra de las tesis presocráticas que identifican texto de Aristóteles: la psicología aristotélica no puede asimilarse al
el alma con alguna entidad corpórea (cf. DA 1). funcionalismo psicológico contemporáneo sin más, entre otras razones,
XXII MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XXliJ

si cabe alguna posibilidad de que dentro de su modelo psi- la nuestra, pero también podría suponerse que un ordenador
cológico Aristóteles habría aceptado la tesis de la «múltiple digital podría tener tales estados. O sea, lo que hace que algo
realizabilidad de lo mental». Me propongo argumentar que sea un estado mental no depende de su constitución interna,
no hay razones para creer que Ari~tóteles habría estado de sino de la manera en que funciona en el sistema del cual tal
acuerdo con el funcionalismo psicológico, i. e. la tesis de que la estado mental es parte. Una parte destacable de los supuestos
identidad de un estado mental se determina por sus relaciones del funcionalismo es que los sistemas materiales no establecen
causales con estímulos sensorios, otros estados mentales o la una diferencia esencial para la percepción, las emociones o, en
conducta, caracterización general a partir de la cual se sigue, general, para los estados mentales o, como tal vez preferiría
al menos según algunos funcionalistas, que los estados men- decir Aristóteles, los «estados anímicos» (en efecto, aunque en
tales son «múltiplemente realizables», i. e. que pueden darse su opinión todo estado mental es un estado anímico, no todo
en diferentes sistemas (incluso en computadoras) siempre y estado anímico es un estado mental). Así, entonces, los estados
cuando tales sistemas lleven a cabo de una manera apropiada mentales son reducibles a estados funcionales de la materia.
las funciones apropiadas:.w. Si la tesis funcionalista es cierta, Hasta aquí mi caracterización general del funcionalismo; lo
por tanto, sería genuino atribuir estados mentales a seres ex- que en particular me interesa mostrar ahora es cuáles son las
traterrestres que posean una estructura física muy diferente de razones de fondo que, en mi opinión, se siguen de los textos
aristotélicos para rechazar la posibilidad de que Aristóteles
hubiera aceptado la tesis de la «múltiple realizabilidad de lo
porque Aristóteles no está dispuesto a dar descripciones funcionales mental» -como lo sugieren algunas interpretaciones recientes
de estados anímicos que no hagan ningún tipo de referencia a la fisiología
(cf. su 1987: 6; 38-43). de la psicología aristotélica- así como examinar el papel causal
20. Como señalé antes en mi caracterización general del funcionalismo, de ciertos estados anímicos en la psicología aristotélica21 •
para muchos funcionalistas los procesos mentales internos son estados
funcionales de un organismo, cuyo órgano no es necesariamente el
cerebro: el dolor no es un estado físico-químico del cerebro o del 21. Una versión de la cual puede verse en Nussbaum-Putnam 1992.
sistema nervioso, sino un estado funcional del organismo tomado en su Nussbaum defendió una interpretación funcionalista de la psicología
totalidad, de lo cual se seguiría que los estados mentales son estados aristotélica en su obra de 1985 (1 a edición, 1978). En el texto que
funcionales del organismo que no es posible conocer si se· estudian compuso junto con Putnam, ella parece retractarse en parte de lo
los procesos parciales (como los procesos cerebrales) en los que están dicho antes, pues ahora parece negar que las condiciones materiales
implicados. Esto conlleva la consecuencia de que una misma función o físicas puedan suministrar condiciones suficientes para los estados
puede ser desempeñada por sistemas muy diferentes porque la natu- psíquicos (cf. 1992: 33). Nussbaum-Putnam 1992 fue escrito en re-
raleza de sus componentes, argumenta el funcionalista, no es esencial acción a las objeciones de Burnyeat 1992, probablemente el crítico
para el correcto desempeño de su función (da lo mismo que un reloj más importante e influyente de la interpretación funcionalista de la
esté hecho de madera o de aluminio, siempre y cuando el sistema psicología aristotélica. Burnyeat niega que Aristóteles precise «bases
al que llamamos «reloj» sea capaz de dar la hora). Análogamente, categóricas suficientes» para la existencia de las disposiciones psíqui-
las creencias y deseos serían estados físicos de sistemas físicos que cas, una negación que sería de índole «racionalista». De este modo, la
pueden estar hechos de diferentes tipos de materiales, pues, según el explicación de la existencia de una actividad psíquica no dependería
fun,·ionalista, x es un deseo o una creencia en virtud de lo que hace y de -al menos no exclusivamente- la estructura material o física del
de cómo funciona, no en virtud de los mq.teriales de los que su sistema organismo; la explicación es de naturaleza racionalista y depende de
está compuesto. un recurso a la mera disposición o poder para la actividad mental que
XXIV MARCELO D. BOERJ INTRODUCCIÓN XXV

El funcionalismo materialista argumenta que cuando ha- (iv) por lo tanto, las máquinas de Turing pueden describir
blamos de la mente nos estamos refiriendo a un conjunto de . completamente cualquier sistema cognitivo (esta es
estados funcionales que se definen en términos de relaciones una primera conclusión).
causales que son intrinsecas a ciertos sistemas materiales or- (v) Las máquinas de Turing se definen funcionalmente, i.
ganizados apropiadamente:¿ 2• Las variedades de funcionalismo e. independientemente de su implementación;
tienden a romper la dependencia unívoca que vincula los (vi) por lo tanto, los sistemas cognitivos pueden definirse
estados mentales con los sistemas físicos que «n~alizan» esos independientemente de su implementación;
estados mentales. Esta es la denominada «multiple reali;;,ability of (vii) por consiguiente, los sistemas con mentes pueden de-
the mental>>, i. e. la tesis según la cual lo que se considera como finirse independientemente de su implementación:¿ 4 •
una mente es independiente de su realización física (en ese Querría sugerir ahora que, además del hecho de que Aris-
sentido, las máquinas también pueden tener «estados menta- tóteles ni siquiera podía imaginarse un sistema computacional
les»):¿3. Un argumento más o menos habitual para fundamentar como un medio físico apropiado para la real~~ación de lo
la «múltiple realizabilidad de lo mental» es el siguiente: mental, es importante destacar el hecho de qu{!_os «sistemas
(z) los sistemas con «mentes» son sistemas cognitivos; físicos» en los que él cree que puede haber «alma» (psyché;
(ii) los sistemas cognitivos son sistemas computacionales; en lenguaje contemporáneo, «mente») son siempre sistemas
(iii) las máquinas de Turing pueden describir completa- orgánicos o cuerpos naturales (cf. DA 412a27-28-bl: organikón;
mente cualquier sistema computacional;
24. El argumento es convenientemente resumido por Eliasmith 2002:
1-2, quien además ofrece un intento de refutación de él. Las «máqui-
posee el organismo (cf. Bumyeat 1992: 21-22). Esto, sin embargo, no nas de Turing» derivan de la predicción de A.M. Turing, quien en
significa que las disposiciones psíquicas o poderes (facultades o capa- 1950 predijo que hacia el año 2000 sería posible que un programa de
cidades) no requieran ciertas condiciones de tipo físico (por ejemplo, computadora ejecutara el <~uego de la imitación» (i. e. eJ juego en el
como dice Aristóteles, para que haya visión debe haber cierto materia1 que participan tres personas: un hombre, una mujer y un interrogador
trasparente). No obstante, tales materiales solo suministran condiciones que puede ser de cualquier sexo; el interrogador permanece en una
necesarias, no suficientes, de la visión. habitación separada y el objeto del juego es que e.l interrogador deter-
22. Cf. Lewis, citad·o por LaRock 2002:232 (véase también LaRock mine quién es el hombre y quién la mujer; cf. Turing 1950: 433-434)
2002: 234-236). tan bien que un interrogador promedio no tendría una oportunidad
23. Un típico defensor de esta tesis es, una vez más, Putnam, quien de más del 70°/o de hacer la identificación correcta después de cinco
llega a cuestionar la importancia de estudiar el cerebro -que sería el minutos de interrogatorio (cf. Turing 1950: 442). El «Test de Turing»
medio de «implementar la mente»- para entender la mente (cf. Put- se proponía aclarar la naturaleza del pensamiento (cf. Putnam 1975b:
nam 1995: 364-366 -donde utiliza las «máquinas de Tming» como un 364-370, en especial373; cf. también Putnam 1975c). Putnam, en cam-
verdadero modelo de un organismo, a tal punto que llega a sugerir bio, pensaba que nuestra organización funcional es la de una máguina
que tales máquinas poseen sensores de dolor- y, en especial, Putnam de Turing (cf. Putnam 1975b [aparecido originariamente en 1960]). En
1975c: 433-437). Esto se explica porque, como argumenta Putnam, las los últimos tiempos parece haberse retractado o moderado esa idea:
actitudes proposicionales, las emociones, los sentimientos, etc., no se cf. Nussbaum-Putnam 1992: 48). Para una exposición detallada del
identifican con estados del cerebro. Entre los estudiosos aristotélicos proyecto de Turing cf. Kim 1998: 80-87; 96-99; una clara explicación
reciéntes que defienden la interpretación funcionalista de Aristóteles crítica del proyecto de Turing puede verse en Davidson, «Turing's
véase, especialmente, Cohen 1992 (especialmente 60; 70-71). Test», 2004: 77-86.
XXVI MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XXVIl

412b5-6: órgana), en los que es claramente decisivo que lo que vitales bien definidas que difícilmente (al menos· en opinión
se considera «mente» o «alma» no puede ser independiente de Aristóteles) podrían llevarse a cabo en un artefacto.
de su realización física. Pero además, y como lo muestra una A continuación ofrezco siete argumentos (algunos tex-
de las definiciones que de alma ofrece el mismo Aristóteles, tuales y otros conceptuales) en contra de la interpretación
«alma» siempre se entiende en referencia a un cuerpo anima- funcionalista de la psicología aristotélica.
do25. Cualquier alma (vegetativa, sensitiva o racional) se da (i) El alma es una sustancia en el sentido que corresponde
solamente en un ser orgánico natural con funciones orgánico- a la explicación o definición de una cosa y en cuanto es lo que
es para un cuerpo natural orgánico. Si no fuera así, se podría
1
decir que un hacha (i. e. un artefacto en el mapa ontológico
25. Cf. DA 412a27ss. con el comentario de Wieland 1982:312. Incluso aristotélico) es un cuerpo natural y que su esencia es su alma
Nussbaum, con el trasfondo de su enfoque funcionalista de Aristóteles, (DA 412b 11-17). El ejemplo del hacha muestra que Aristóteles
interpreta organikón como «orgánico», no como <<instrumental», aunque,
como no puede ser de otra manera, entiende árgana en 415b18 como
visualizó, al menos ex hypothes~ el problema de si sería posible
«instrumentos», no como «órganos» (cf. Nussbaum 1985: 149-150). que haya psyché en un cuerpo artificial, y su respuesta es, cla-
Jorge Mittelmann me objeta que si «orgánico» remite a érgon no se ramente, que no es posible. La forma de hacha es solamente
entiende por qué un sistema no natural no podría ser orgánico en «ese la estructura conceptual que determina qué es ese objeto
sentido débil» (i. e. en el sentido de «desempeñar una función», y me
remite al comentalio de Alejandro en De anima 16, 10-14, y también como tal (cf. Phys. 193a34-b3); pero esa forma no puede ser
a Dificultades y soluciones 54, 9 ss. de Ps. Alejandro). Ahora bien, si «alma», ya que si lo fuera un hacha ya no sería un artefacto,
entiendo correctamente el pasaje de Alejandro en De anima 16, 10 sino un cuerpo natural. Para decirlo con las palabras mismas
ss., cuando este interpreta la definición aristotélica de alma como «la de Aristóteles, «no es de un cuerpo de este tipo (i. e. el tipo
actualidad plimera de un cuerpo natural orgánico», enfatiza que por
«cuerpo orgánico» entiende aquel que posee muchas y diferentes partes de cuerpo que es un hacha) que el alma es el "qué era ser", es
que son capaces de servir a las potencias o facultades anímicas. Es por decir, la forma, sino de un cuerpo natural de tal tipo que tiene
eso, argumenta Alejandro, que Aristóteles dice que el cuerpo orgáni- e1 principio~gel movimiento y del reposo en sí mismo» (DA ·
co «tiene vida en potencia» (o sea, un cuerpo orgánico no puede ser 412b 15-17). 'Dicho de otra manera, solamente hay alma en los
cualquier cuerpo que instrumentalmente sea capaz de desempeñar una
cierta función: un cuerpo es verdaderamente orgánico si tiene vida en entes naturales, los mismos que distingue con toda precisión
potencia. Pero ningún artefacto puede ser orgánico en este sentido ya en Phys.l92b8-14 como diferentes de los artificiales. Si este
que, aun cuando eventualmente pueda ser capaz de desempeñar una argumento es plausible, hay al menos una razón para pensar
función, no posee vida en potencia). O sea, lo orgánico está ligado a
la función, pero es claro que tanto Alistóteles como Alejandro piensan
que la psicología de Aristóteles puede entenderse como un
en una función que puede darse en un cuerpo que pueda albergar capítulo de su física.
poderes anímicos o vitales; o sea, en lo que está pensando Alejandro, . (ii) Los «sistemas materiales» en los que Aristóteles habi-
correctamente en mi opinión, es en una función biológica. La conclusión tualmente piensa cuando habla de «alma» son uniones natura-
del argumento de Alejandro es elocuente en el sentido que acabo de
indicar: «En efecto, lo que ya posee el alma perfecta es capaz de hacer les, ítems que ejemplifican acabadamente una continuidad en
y padecer muchas cosas gracias a ella: alimentarse, crecer, generar, sentido estricto. Una «unión natural» (sjmphysis) se diferencia
percibir sensorialmente, desear, pensar, hablar, actuar, estar sano, estar del mero contacto (haph~ en que en tanto en este no tiene
enfermo» (De anima 16, 14-16; mi traducción). Como es obvio, ninguna que haber otra cosa además del contacto, en dos ítems en los
de esas funciones puede ser llevada a cabo por un artefacto.
XXVIII MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XXIX

que se da una unión natural (sympephukósin) «hay en ambos estimulada y activada por un objeto perceptible externo (i. e.
una cierta unidad idéntica que hace que, en vez de estar en por un objeto «extramental», un aisthetón),¡_lapercepc:i<?n]que
contacto (háptesthaz), estén unidos naturalmente y sean una es la puesta en acto de la facultad o capacidad per5:eptiva
unidad en cuanto a su continuidad y cantidad, aunque no en que, como tal, es 'pasiva) en sí misma no es un fenómeno ni
cuanto a su cualidad» (Met. 1014b24-26; mi traducción. Cf. completamente corpóreo ni completamente incorpóreo, ni es,
también Phys. 213a9-ll). Es decir, los sistemas materiales en claro está, el objeto percibido. De hecho, Aristóteles rechaza
los que, según Aristóteles, hay alma son sistemas continuos expresamente cualquier tipo de explicación que intente dar
(entendidos como se entiende una «unión natural»)~ no con- cuenta de la percepción (aísthesis) únicámente con referencia
tiguos, como sería un sistema material artificial en el que las a la acción causal de los componentes de los objetos corpó-
partes «se tocan» entre sí (cf. Met. 1069al-14):26 • reos. Los objetos sensorios extramentales solamente inducenla
(iii) Hay otra razón de orden sistemático para no entender percepción; pero la percepción en sí misma es) una actividad !

la psicología aristotélica en clave del funcionalismo mate- -defalma (después de todo, la aísthesis es una forma -eidos-,
rialista: Aristóteles rechaza expresamente cualquier tipo de y como tal debe ser un factor activo; cf. DA 432a3). Por lo
explicación que intente dar cuenta de la percepción (aísthesis) tanto, el objeto perceptible es solamente condición necesaria
solo por referencia a la acción causal de los componentes de los de la percepción, pero nunca suficiente 28 •
objetos corpóreos. La percepción (o sensación: aísthesis)-que,
según la concepción aristotélica, está en la base de «estados
«Puesto que percibir sensorialmente (aisthánestaz) no es propio del alma
mentales» como creencia o pensamiento- no puede expli- ni del cuerpo -pues aquello de lo cua,l hay potencialidad, también hay
carse si se prescinde de ciertas facultades del alma como tal, actualidad, y la llamada "sensación"/ es como un cierto tipo de movi-
independientemente de los ingredientes materiales de los miento del alma ~que ocurre] a través del cuerpo-, es manifiesto que
cuerpos27• Aunque la facultad perceptiva es, en cierto modo, el estado afectivo (páthos) no es propio del alma ni es posible que un
cuerpo inanimado perciba» (De som. el vig. 454a7-ll; mi traducción).
28. Para una interpretación diferente del fenómeno de la percepción
o sensación en Aristóteles cf. el clásico artículo de Slakey (citado y
26. La continuidad es una propiedad de lo que por naturaleza forma ·brevemente comentado infra en n. 46). Para confirmar que la aísthesis
una unidad por contacto con otra cosa y, como lo continuo llega a ser en sí misma no es para Aristóteles un fenómeno ni completamente
una unidad, un todo también será una unidad. Aristóteles distingue corpóreo ni completamente incorpóreo puede ser interesante poner
claramente lo sucesivo de lo continuo: una cosa es sucesiva a otra atención en un pasaje introductorio al De sensu, donde se argumenta que
cuando viene después de un comienzo, sea en cuanto a su posición o las características más importantes (ta mégista) de los aniiT,lales -entre
en cuanto a su forma, y cuando no hay nada de su misma clase entre las cuales se encuentra la aísthesis, junto con la memmia,( un .estado
ella y aquello respecto de lo cual es sucesiva. Por ejemplo, entre dos emocional como. la cólera (thymós), el deseo, el apetito, el placer .y el
líneas no puede haber una tercera, o entre dos unidades, otra unidad. dolor- son comunes al alma y el cuerpo (De sensu 436a6-10; cf. también
Para que una cosa B suceda a una cosa A debe ser posterior a dicha 436b 1-4 y, especialmente, 436b6-7, donde Aristóteles sostiene que
cosa A sin que haya nada en medio. Algo es continuo, en cambio, «la sensación surge para el alma a través del cuerpo»). El texto no solo
cuando los límites por los cuales dos cosas están en contacto llegan a es relevante para constatar que la sensación no es ni un fenómeno
ser uno y el mismo (Phys. 226b34-227al2). puramente anímico ni uno puramente corpóreo,-sino también que
27. Esto está sugerido en varios pasajes del DA, pero el pasaje más los estados anímicos mencionados están anclados al cuerpo, que es el
claro dentro de los tratados psicológicos de Aristóteles es el siguiente: sustrato en el cual pueden realizarse.
XXX MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XXXI

(iv) Una razón adicional de tipo sistemático por la cual parte, y cuando dicho movimiento no se debe a la acción de
Aristóteles no habría admitido la posibilidad de la múltiple un agente exterior. Si se admite que una cosa A se encuentra
realizabilidad de lo anímico (ni tampoco de «lo mental», que, en reposo porque otra cosa distinta de A (digamos B) dejó dq
en su opinión, es también una actividad anímica) reside en el moverse, necesariamente el movimiento de A dependerá del
fuerte contraste entre lo ·que es o existe por naturaleza (phjsez), movimiento o del poder motor de B (este es típicamente el
por un lado, y lo que es o existe por arte (téchne[i]), por el otro. ejemplo de algo que debe su movimiento a la acción motriz de
En Phys. VII -VIII Aristóteles rechaza la explicación platónica algo exterior). Y si tanto el objeto movido como el motor están
del alma como principio del movimiento de sí misma y como en movimiento (tanto lo movido como el motor son en este
principio de movimiento de los demás objetos del mundd·w. De caso «movidos»), ello debe ser divisible porque todo lo movido
acuerdo con el enfoque aristotélico, la explicación platónica del -argumenta Aristóteles- es divisible (en el libro VI ya se aclaró
m1mdo físico requiere de un motor extrinseco; en la explicación que lo .que carece de partes [to ameréS] no puede moverse, a
cosmológica del Timeo, tanto el alma como el demiurgo están no ser que lo haga por accidente; lo que no tiene partes es lo
separados del mundo (esta explicación ya había sido adelantada cuantitativamente indivisible. Véase Phys. 240b8-13). Es decir,
en el pasaje de Fedro 246c: <<el alma que ha perdido sus alas se tanto el objeto movido como el motor son magnitudes extensas
desplaza hasta alcanzar algo sólido, donde se instala y se apropia porque uno y otro se encuentran en contacto (cf. Phys. 241 b34-
de un cuerpo terrenal que parece moverse a sí mismo por su 242a49). Lo que sigue del argumento parece estar dirigido a
propia fuerza»). En Aristóteles, en cambio, el fuerte contraste mostrar que incluso en el caso de los animales debe suponerse
entre lo que es «por arte» y lo que es «por naturaleza» (cf. Phys. la existencia de un motor externo a ellos. Lo importante de este
II 1) muestra su interés por rehusarse a admitir la tesis platónica pasaje de Phys. VII J3° es que la explicación de que los animales
de que la mituraleza se identifica con el arte. Si fuera cierto que no pueden moverse «por partes» probablemente· habría que
Aristóteles pudo haber visto como posible la tesis funcionalista buscarla en el hecho de que, para Aristóteles, son organismos
de la múltiple realizabilidad, entonces no habría constituido un y, en cuanto tales, funcionan como una totalidad31 •
problema (como de hecho constituyó) explicar el hecho de que En Phys. VIII 1, valiéndose de un argumento en cierto
hay entes (como los animales) que parecen tener el principio modo a priori, Aristóteles muestra que el tiempo y el movi-
del movimiento en sí mismos. En efecto, para Aristóteles el miento no tienen comienzo. El caso de los animales es un
problema central no es explicar el caso de aquellas cosas que
se mueven porque algo externo a ellas las pone en movimiento
(los ·artefactos), sino el de aquellas cosas (como los animales) 30. Para cuyos detalles remito a Boeri 2003, ad locum
que parecen tener el principio del movimiento en sí mismas. 37. Esta solución, sin embargo, tal vez no sería aceptada por Aristóteles,
Algo tiene el principio del movimiento en sí mismo cuando quien claramente dice que el hecho de que algo se mueva como un todo
y no por un agente exterior no es prueba suficiente de que tiene en sí
se mueve porque el todo se puso en movimiento, no solo una mismo el principio del movimiento, ya que en ese caso es difícil distinguir
motor de movido (cf. 241 b39-41). Esta objeción, sin embargo, vale en un
sentido muy general porque, aun cuando haya algo externo al animal que
29. Cf. Platón, Timeo 34b-37b, Solmsen ·1960: 112-113; 272ss., y Boeri «condiciona» su movimiento (el medio ambiente), el animal, como ítem
1993: 30-32. natural que es, tiene el principio del movimiento en sí mismo.

UNIVERSIDAD DE: ANTIOQUIA


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XXXII MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XXXlll

contraejemplo de eso pues, de hecho, funcionan como puntos aparentemente evidentes de automovimiento, son automo-
de partida para el movimiento. Todo lo que Aristóteles tiene tores. No solo nada impide que el medio que circunda a un
que hacer es mostrar que el movimiento de los animales no animal sea la causa de los movimientos que le sobrevienen,
constituye un ejemplo de «comienzo del movimiento». Y eso sino que esto es «tal vez necesario». Aristóteles declara que es
es, precisamente, lo que hace, porque el hecho de que veamos falso (pseúdos; Phys. 253all) que un animal que estaba en re-
que un animal está en reposo y repentinamente comienza a poso comience a desplazarse sin que ningún agente exterior
caminar sin que ningún agente exterior lo ponga en movimiento lo ponga en movimiento. Esto es así porque siempre hay algo
no prueba que en el animal haya completo reposo. Según en el animal que se encuentra en movimiento, es decir, no
Aristóteles, en el animal siempre hay alguna de sus partes es cierto que el animal pueda estar en completo estado de
connaturales que se encuentra en movimiento y la causa del reposo, porque también esos movimientos son condiciona-
movimiento del animal no es él mismo sino tal vez (ísos) su dos por el entorno que, a su vez, actúa como agente motriz
entorno (to periéchon). Con «partes connaturales» que están en externo. En el mejor de los casos el animal solo se mueve a
movimiento se refiere a movimientos tales como crecimiento, sí mismo en lo que respecta al movimiento locativo o mo-
decrecimiento y respiración, procesos fisiológicos (cf. Phys. vimiento de traslación (Phys. 253al4-15). Este largo rodeo
259b9) que también están determinados por el entorno (tales sobre los animales como ejemplos claves de automovimiento
procesos continúan funcionando aun cuando el animal esté tiene por objeto mostrar la relevancia que tiene en el mapa
durmiendo. De acuerdo con la psicología madura que encon- ontológico aristotélico la distinción «por naturaleza»-«por
tramos en DA, el crecimiento y el decrecimiento que se dan arte», una distinción que, de ser cierta la interpretación fun-
en todos los vivientes son producidos por la parte del alma cionalista de la psicología aristotélica (o al menos alguna de
reproductora y nutritiva: to gennetikon kai threptikón. Cf. DA, sus variantes), quedaría completamente desdibujada. Hay, por
432b8-ll). Es decir que los factores externos al ser viviente consiguiente, no solo razones de orden textual sino también
hacen que este reaccione a ellos de diferentes maneras, prO- sistemático para pensar que Aristóteles no estaría dispuesto a
duciendo en sí mismo movimientos o cambios (por ejemplo, avalar la tesis, central para el funcionalismo, de que el alma
el alimento queprocede del medio ambiente, es decir, desde puede ser «transportada» de un cuerpo (el cuerpo de un ser
el exterior, hace que, al ser asimilado, el animal aumente su vivo, digamos) a otro (una, máquina o cualquier otro artefacto
magnitud). Esto, como observa Solmsen:32 , da por tierra con que permita llevar a cabo determinada función) mediante la
una importante distinción platónica, ya que, según Platón, simple ejemplificación en el nuevo cuerpo de algún conjunto
todo cuerpo que recibe desde afuera el movimiento es inani- de propiedades organizativas que estaban ejemplificadas en
mado, en tanto que el que lo recibe desde dentro es animado el primer cuerpo.
(cf. Fedro, 245e). Aristóteles no solo niega que sea inanimado (v) Por lo demás, hay que reparar en el hecho de qu~para
un cuerpo que recibe el movimiento desde un agente externo, Aristóteles «alma» no es lo mismo que«mente» (la psychéf.:me-
sino que parece sugerir que ni siquiera los animales, ejemplos de ser vegetativa -con sus procesos de nutrición, crecimiento,
decrecimiento, visuales, gustativas, etc.-, sensitiva -con sus
32. 1971: 173.
procesos característicos de sensaciones de dolor o placer, de
XXXIV MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XXXV

tacto en sus variadas formas, etc.- o racional-con la actividad puede ser más claro al respecto:_el alma es una actualidad
característica de pensar, ya sea en sentido teórico o práctico, primera de un cuerpo natural (sóma physikón) que en potencia
i. e. el pensamiento que se hace en vista de algo-) y que, por tiene vida y es de tal índole lo que es orgánico, i. e. un cuerpo
lo tanto, el alma solamente puede darse en un ser orgánico natural orgánico (organikón; DA 412a27-b6) 35 • En Met. 1040b6-8
natural con funciones orgánicas bien definidas. Algunos defen- Aristóteles parece sugerir que, cuando las partes de un cuerpo
sores de la lectura funcionalista de la psicología aristotélica ejercen su función dentro del cuerpo, es adecuado decir que,
citan con entusiasmo un pasaje de Met. Z 11 (1036a33), donde realmente, están-en posesión de su función y que, por ende,
Aristóteles sostiene que «ni el bronce ni la piedra pertenecen son un cierto tipo de parte que coincide con cierto tipo de
a la sustancia (donde «sustancia» debe significar «forma») del órgano. Pero solamente lo son como partes materiales de un
círculo», y de esta línea infieren que lo que quiere decir es organismo, independientemente del cual ya no son los que
que la forma «círculo» sobreviene a diferentes tipos de ma- podrían ser. En efecto, separadas del cuerpo en el cual son
teria, de lo cual, a su vez, se seguiría q~e, aunque Aristóteles capaces de llevar a cabo sus funciones, se convierten en mera
afirma que la forma de hombre aparece siempre en carne, materia36 • Es cierto, entonces, que Aristóteles describe algu-
huesos y otras partes semejantes (1036b3-4), «en cierto nivel
abstracto» fue al menos concebible para él la posibilidad de la
múltiple realizabilidad de lo mentaP 3 • Como ya he indicado si se define correctamente, no se qefinirá sin su función (lo cual da en
arriba, sin embargo, la optimista expectativa de que a partir parte la razón a Cohen), pero también sostiene que dicha función no
existirá sin sensación, la cual es propia de cierto tipo de sistema material,
de este pasaje de Met. uno pudiera albergar la esperanza de a saber, un cierto tipo de sistema orgánico (para Aristóteles las plantas
que Aristóteles suscribiera de algún modo a la tesis de la también son sistemas orgánicos, pero carecen de sensación, que es la
«múltiple realizabilidad de lo mental» debe ser descartada marca distintiva del animal; cf. DA 410b25; 413b2). Además, Aristóteles
pues, como lo indican las definiciones aristotélicas de alma, también está interesado en recordar que «cualquier alma al azar no
puede entrar en cualquier cuerpo al azar» (DA 407b22-23). La afirma-
no puede decirse que cualquier tipo de sistema físico tiene psyché ción se hace en el contexto de la refutación de la tesis pitagórica de la
pues esta siempre se da asociada a un cuerpo físico, pero no reencarnación (Aristóteles parece pensar que, según los pitagóricos, el
cualquier tipo de cuerpo físico, sino solamente aquel que sea alma podría reencarnar en cualquier tipo de cuerpo), pero es de todas
capaz de admitir funciones fisiológicas. Es cierto, como señala maneras válida para la teoría general del alma que Aristóteles defiende:
solamente puede entenderse a una forma como «alma.> ~i el compuesto
Cohen, que Aristóteles está interesado en argumentar que del que es forma es un compuesto natural animado orgánico.
las definiciones deben ser siempre en términos de función, 35. Como correctamente señala Charlton, las «expresiones anímicas»
no de materia, pero no es menos cierto que también está se dan en respuesta a la pregunta «¿cuál es su forma?» cuando dicha
interesado en enfatizar que derto tipo de funciones (como pregunta surge respecto de objetos materiales (i.e. cuerpos) que son
naturales, i. e. no artefactos o seres inanimados (1995: 246).
las anímicas) solamente se dan en cierto tipo de sistemas
36. Como no podía ser de otra manera, el texto es mucho más lacónico;
materiales, i. e. sistemas orgánicos animados. 34 Aristóteles no simplemente dice: «Es manifiesto que en su mayoría las que parecen ser
sustancias también son potencias (o facultades; dynámeis): las partes de
los animales, pues ninguna de ellas existe separagamente; pero cuando
33. Cf. Cohen 1992: 59-60. se separan, en ese momento todas ellas existen como materia» (Met.
34. Cf. Met. 1035b 14-18, donde Aristóteles argumenta que cada parte, 1040b5-8; en la comprensión de estas líneas sigo la interpretación de
XXXVI MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XXXVII

nos casos difíciles, en los que las partes son eventualmente Aristé>~eles en DA: la teoría que podríamos llamar ex gradibus
capaces de tener una existencia independiente, de manera vitae.{_Jj.l comi~n:?;O e!~ DA II 2 Aristóteles establece que lo ani-
que son unidades por naturaleza, pero no son necesariamente mado se distingue de lo inanimado por el hecho de vivir (<;en);:<)
unidades orgánicas (Me t. 1040b 10-15); pero las partes del ser síil-embargo, «vivir» puede entenderse de muchas maneras,
vivo tienen unidad solamente en cuanto partes del todo (i. e. aunque puede determinarse, con certeza en su opinión, que
el cuerpo). Para poner el ejemplo de Aristóteles, una mano si algo posee una de las siguientes facultades está vivo: inte-
es mano en sentido estricto únicamente en la medida en que lecto, sensación, movimiento y reposo (locativos), procesos
funciona como tal como parte de la unidad orgánica; separada de alimentación, decrecimiento y crecimiento (DA 413a22-
del todo, se descompone en sus elementos materiales, los que 25). En este contexto aparece formulada por primera vez la
solamente gracias a la forma del todo orgánico son capaces forma más básica de vida -que obviamente remite de modo
de «ser mano», i. e. de ser una parte orgánica de un todo or- directo al tipo de alma también más básico, en la medida en
gánico. La unidad natural, por consiguiente, es la unidad de que el alma es el principio de los seres vivos; 402a6-7-: la vida
una sustancia (ousía), sustancia cuya forma es el alma. vegetativa o nutritiva, que puede darse separadamente de las
(vi) Un argumento (textual) adicional en contra de lapo- demás, pero las demás no pueden darse sin ella (413a31-32; cf.
sibilidad de que Aristóteles haya podido aceptar la múltiple también 414a30-b5). Aunque en estas dos líneas no semen-
realizabilidad de lo mental es que en su enfoque «funcionalis- ciona de manera explícita la facultad nutritiva o vegetativa (to
ta» el alma de los animales -que es la «esencia» o sustancia de threptikón), es bastante evidente que Aristóteles está pensando
lo animado (ousía toú empsjchou)- es la sustancia conceptual, en ella, como resulta claro inmediatamente (en 413b5), donde
es decir, la forma y la esencia de un cuerpo de determinado sí es mencionada dicha facultad. Ahora bien, si la facultad
tipo (tói toióide sómatz) ya que cada parte, si va a estar bien nutritiva puede darse independientemente de las demás (in-
definida, no podrá definirse sin su función (érgon), pero la cluida la racional, claro está), es manifiesto que Aristóteles
función de un animal no existe sin sensación (cf. Met. 1035b14- no podría haber admiti~o que un sistema artificial podría
18). Por lo tanto, los estados anímicos no pueden tener lugar haber llevado a cabo la función de pensar sin presuponer
independientemente de una cierta actividad fisiológica (en la previamente un conjunto definido de funciones vegetativas.
que está involucrada la sensación), actividad que únicamente J:)icho _deg_tr:9 Il}()_g.Q~JP~I!~§iJ_É~.!P~~-~11: es _para Aristóteles una
pueden llevar a cabo los cuerpos naturales orgánicos. función biológica. O sea, un serhumano que piensa también
(vii) El séptimo y último argumento para tratar de mostrar se mueve, percibe, se ali-ffie-nta~-cre-ce y-se-~:ep~~duce~o como
las dificultades de una lectura funcionalista de la psicología exp!iCitaiñenfelo-dice .Arr5toi-e1es: ~;Es- {riiPQ~ihle gue un
aristotélica se funda en un hecho básico de los presupuestos de --~-ll~rpQ _ter1ga é!ll!l_ª_Yl!I1 i!l~l~c;t_o _cli_~c~_r:5W:o_r, p~r_Q_ !}()_J~nga
-~ens9:~i_§_g» (P4___~_?_±12_?~4). Esto prueba, una vez más, que
Patzig-Frede 1988: II 298). Un problema no menor es que Alistóteles los sisfemas «anímico-mentales» en los que Aristóteles está
parece tratar todas las partes del animal -incluidas las partes horneó- pensando son siempre sistemas orgánicos biológicos que, por
meras, como «carne» o «hueso»- como si estuvieran definidas por sus definición, excluyen cualquier sistema artificial.
funciones y, de este modo, como si se tratara de ítems animados (i. e.
dotados de alma; en este punto sigo a Whiting 1992: 77-78).
Regresemos brevemente ahora a algunas discusiones
?
XXXVIII MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XXXIX

contemporáneas de filosofía de la mente de modo de evaluar Una forma de emergentismo es la que sostiene que las pro-
si, de algún modo, la psicología aristotélica podría coincidir piedades de nivel más alto «supervienen» alas de nivel más bajo
con ellas. Como solución a las dificultades tanto del monismo sin que ello necesariamente implique una interacción causaPH.
como del dualismo, algunos filósofos contemporáneos han El «enfoque emergentista» tiene también ingredientes que lo
propuesto algún tipo de teoría emergentista, según la cual acercan al enfoque que Aristóteles defiende en DA; en efecto,
los estados mentales no son idénticos a los estados físicos ~~-~IJ.él. tesis bastante_ fuerte en DA quel()ses~ªQO-ª-ª-llÍinic_os_no¡
del cerebro ni p_ueden reducirse a ellos, pero no son tampo- s~!l idénticos .a estados C()rpóreos o físicos ni puedenreducirs_e¡
co independientes de ellos. A diferencia del materialismo a ellos (como pensaban los atomistas y otros filósofos1_~ro_i
reductivo (que sostiene que solamente los componentes tamp-ocoson completamente independientes de tales estªdpsj
más pequeños de la materia tienen propiedades únicas), el ffsicos o C<:)~?!~_<?s. Hay, sin embargo, ciertos i~p~dimentos
emergentismo afirma que, en particuJ.ar, respecto de la es- decisivos para conectar"'el emergentismo contemporáneo con la
tructura y la función de ciertos sistemas físicos complejos se psicología aristotélica: para el emergentismo es un problema el
dan propiedades que son únicas y que no se encuentran en llamado «cierre o clausura causal» (causal closure), esto es, la tesis
las partes más pequeñas de la materia. Dichas propiedades de que el mundo físico constituye un dominio cerrado causal-
de los sistemas más complejos no son reductibles a las de los mente o, dicho de otro modo, lo físico solamente puede tener
elementos constitutivos, aun cuando no pueden existir sin causas físicas 39 • Como es evidente, se trata de un presupuesto
ellos. La antítesis es entre las propiedades fundamentales de la materialista que permitiría tener algún rol causal a lo mental
materia (como la masa, que pueden ser meramente cuantita- si y solo si lo mental pudiese identificarse con lo físico. Pero,
tivas) y las propiedades emergentes, que son cualitativas. Como como sabemos, Aristóteles no solo cree que lo anímico (en lo
el materialismo, el emergentismo no admite otro tipo de cual debe incluirse a lo mental como una de sus especies) tiene
entidades que las físicas; pero, a diferencia del materialismo,
sostiene que ciertos niveles de complejidad física superiores
dan lugar a la existencia de propiedades emergentes que no área podría predecir el resultado de la combinación de esos dos gases.
son reductibles a las propiedades físicas 37• Pero, mutatis mutandis, uno podría aplicar el ejemplo del agua al de las
propiedades físicas del cerebro, que dan lugar a los estados mentales.
Para una discusión general del emergentismo cf. Ludwig 2003: 18-19;
37. El ejemplo al que recune el emergentismo es el del agua, gue como muchas otras posiciones contemporáneas, el emergentismo no
tiene una nueva propiedad cuando el hidrógeno (H) y el oxígeno (O) está exento de problemas; para la consideración de algunos de ellos
se combinan para dar lugar a la transparencia del agua. De acuerdo puede verse Liz 1995: 217. El autor emergentista clásico es Margan
con una versión fuerte del emergentismo, una propiedad P de un 1923 (citado por Liz 1995: 217, n. 9). · ·
compuesto C es emergente si es metafísicamente posible para otro 38. Shields es uno de los aristotelistas contemporáneos que en tiempos
objeto carecer de la propiedad P, aun cuando ese objeto esté compuesto recientes ha defendido una interpretación «emergentista-superviniente»
de partes con propiedades intrínsecas idénticas a las que están en C. de la psicología aristotélica (cf. su 1995), en la que el alma es una cosa
En el ejemplo lo que emerge es la propiedad de un líquido transpa- que «superviene>> en la cosa que es el cuerpo. En su opinión, Aristóte-
rente que no puede predecirse por el mero hecho de entender que les desanolla un cierto tipo de «dualismo sustancialista>>, que Shields
el hidrógeno y el oxígeno son gases. Claro que uno siempre puede prefiere llamar «dualismo superviniente».
argumentar que un físico o alguien con un conocimiento experto en el 39. Cf. Kim 2005: 15-16.
XL MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XLI
poderes causales sobre el cuerpo (DA 415b8), sino que además Como he señalado arriba, algunos filósofos de la mente
lo anímico no es un ítem físico (DA 411 b 7). y aristotelistas contemporáneos suelen sostener que el pre-
Desde mediados del siglo XX una parte de la discusión decesor más remoto del funcionalismo es Aristóteles. ¿Sobre
erudita consideró como falsa la atribución a Aristóte~es de qué basan esta afirmación? Sobre muchas indicaciones de
una teleología exhaustiva. A diferencia de sus intérpretes Aristóteles, pero, centralmente, sobre la afirmación aristotélica
medievales, muchos intérpretes contemporáneos vieron en de que ¡el-<ilma[ es la forma de un cuerp<:> _I!_élJ:l1ral Nosotros
Aristóteles no un modelo teleológico exhaustivo o completo, sabemos que, de acuerdo con los supuestos básicos de la
sino una teoría que, en un sentido limitado y moderado, se· ·ontología aristotélica, una __f~~-~~-e-~--~g_l!ello Cll!_t:!)e pgpnite
concentraba en un área de la investigación científica, a saber, al o[>j~tQ gel q1.:1_~ ~s fQ!"!Ilª s_~_r__~§_e objeto. Por ejemplo (para
el estudio de la vida. En parte esta visión corresponde alo que tomar algunos ejemplos que da Aristóteles en DA), la forma
se rotula como «funcionalismo» o, tal vez mejor, como «fun- de un hacha es lo que le permite al hacha ser hacha (i. e.
cionalismo biológico». El núcleo de la tesis funcionalista que se funcionar como hacha); la del ojo, la que le permite ser ojo
adscribe a Aristóteles en el dominio de las ciencias de la vida (i. e. ver). De la misma manera, el alma como forma es lo
sostiene que no hay que esforzarse por ni esperar dar cuenta que le p~rmit~ al_ ~er vivo ~~r u:q-~er_Y:i~o. (f. e. vi vi~)~ ·¡()_<]ld.~
de todos los rasgos de la actividad de los organismos vivientes le permite a un cuerpo natural cumplir C:QIL§l!S_ func.iones
en términos de su constitución material. Lo que hay que ha- prop_ia,~ . (<:r~<:er, desarrollarse, __ n l1.tr:iJs~_, _p~rcibir_y pensar).
cer, sostiene el funcionalismo biológico, es más bien respetar Esto es lo mismo que decir que la forma e~jg~~p_arable del
el hecho de que es algo integral a la actividad delser vivo el cue!'P<?.R<?I.9E~e~-auriql1e el alma no es cuerpo, I1<?__s~~c:l_a_ªÜlQ_~_s-
principio de orden de dicho material y que dicho principio de ~!!.~Y."~~--<:l-~1-~l!~rpo. Este aserto es muy fuerte en Aristóteles,
orden solamente puede ser inteligiblemente especificado por y aparece repetido o sugerido varias veces en el texto 41 • El
referencia a la función que se espera que cumpla. Al menos énfasis es importante para advertir en qué difiere la posición
parte de esta interpretación se encuentra respaldada por varios
y significativos pasajes de Aristóteles (algunos de los cuales he
citado antes), pero uno decisivo es el siguiente: Met. 1035bl6-25 (donde Aristóteles pone el ejemplo de un dedo que
únicamente es dedo cuando funciona como tal); Phys. 194b7-8. Sin
Todas las cosas se definen por su función (érgon), pues cada duda, las cap_acidades anímicas aristotélicas se definen en términos
· cosa existe verdaderamente cuando es capaz de realizar su de su forma.[~ay 1;n sentido muy claro en el que la función de algo es
propia función: por ejemplo, un ojo, si ve. Lo que no puede L:1.mbién su forma; pero las definiciones funcionales de Aristóteles no
se parecen en naCia a las de los funcionalistas contemporáneos, para
[realizarla], en cambio. [solamente existe] homónimamente,
los cuales el papel funcional de una cosa se define en términos de sus
como [el ojo] muerto o el de piedra. Desde luego que tampoco relaciones causales entre los inputs-que son estímulos físicos-los outputs
es sierra la de madera. a no ser que se trate de una imagen -que son las conductas- y otras entidades mentales: Para Alistóteles,
(Afeteorologica 390al0-13l10 • en cambio, la actividad de ver es la actividad funcional entendida tal
como se define la vista: «recibir la forma de lo visible sin su materia»,
una explicación que no convencería a ningún funcionalista contem-
40. Para el ejemplo del «ojo», que es ojo si y solo si funciona como poráneo. Cf. Code 1991: 109. ·
tal, cf. DA 408b21-22 y, especialmente, 412bl8-22. Véase también 47. Cf. DA 403al6-19; 414al9-20.
XLII MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XLIII

psicológica de Aristóteles respecto de la de Platón; en efecto, particularmente significativo en el que puede verse lo potente
dicho énfasisi[elimina la posibilidad de pensar en términos de que es esta idea en el ámbito de los tratados psicológicos: lo
un dualismo sustancialista «riguroso» al modo platónico (del único y lo mejor que puede hacer un ser viviente que sea
Fedón, por ejemplo): o sea, hay dos sustancias que son dos completo y no se encuentre mutilado ni sea el resultado de
ítems diferentes, alma y cuerpo, y el alma puede existir de la generación espontánea es replicar su propia forma (i. e.
modo independiente. Aristóteles también cree que el alma y su alma) en otro miembro de la misma especie, al cual se la
el cuerpo s~n dos ítems di~r. rentes; pero además piensa que · transmite (esa es «la más natural de las funciones»: 415a26-27).
el uno n()·se da sin el otro:J¡~I cuerpo sin su forma (el alma) Este es el modo en el que un individuo de• la especie puede,
no es cuerpo más que en sentido homónimo porque no fun- en la medida de lo posible, «participar de lo eterno y lo divino».
ciona como un cuerpo. Pero, a su vez, sin un cuerpo el alma Pero su forma no tiene existencia separada de su cuerpo,
no posee el soporte material en el cual pueden desplegarse porque es imposible participar de lo eterno y de lo divino
las funciones anímicas (como los estados afectivos que so11 de manera continua (ya que nada destructible puede persistir
«estructuras formales materiales»; lógoi ényloi, DA 403a25)i/ siendo lo mismo y numéricamente uno). El único modo en
En su interpretación de la forma y en su distanciamiento del el que uno puede «persistir» es siendo no el mismo indivi-
platonismo, Aristóteles dirá ahora que el alma, como cual- duo, sino «persistiendo» en otra cosa que sea como él mismo
quier otra forma en su esquema ontológico, debe darse en el (vuelvo al argumento en la sección 3.1). Se trata de una tesis
particular, i. e. esta alma en esta persona, esta alma en este que aparece bastante temprano dentro del tratado; en efecto
animal, esta otra alma en esta planta. A diferencia de Platón, e~ DA 403a5-IO/[Aristofefes-argume-ntaque- eÍ~l~~~o pued~
que sin duda sostiene que el alma puede existir aparte del ! experimentar una afección o ejer·-c. .e. rla_. s-·in···· e.1-c···ue·r·p·-·o-'. . a.u--· n·--que\
cuerpo y que además produjo un conjunto de argumentos . hay
1 una f~cult.a~ que ~or excel~n_cia._pétrec:e._prQpia 9-e.l al!!!_ª~
bastante detallados para probar la inmortalidad del alma ~P-~l"l_S_cLr- O_!__ntehg¡r (noezn; 403a8~.\ Creo que este pasaje es im-
(cf. Fedón, Fedro), Aristóteles tiene al menos algunas dudas a portante pues Aristóteles sugiere que._sLe.l pe.nsar es l!Ilét fon:na /1
ese respecto. En mi opinión, no es un hecho menor que este de «imaginación» (phantasía:_)_9 _r~_s!!l~j!!J:pQ~_il>J~§i!l~llª-(~omo ¡!
nunca produce un argumento para tratar de demostrar la fin'!!f!l:e.p.te.Jg_~staQ.le._<::e).Lelpen_s~¡:xequiere 9e.l.IJ:I_C1Jerpo~ Enl/
inmortalidad del alma:JElliilemof§_smo-~stofé}[~cSJ por lo e.f~_~t_'!'. ~i
l.a. ima._gt
. ·nac.ió..n .. p~-~~.!!P_ ()_J?-~--.la_ se.-~~~.c.~.o-~_n
la j sensa_c~ón,
demás, plantea serias dudas a la ·posibilidad de que el alma un cuerpQ, _ §~_s!~egl:le.~~pe.n~~!'P:Q_~e__c!_ét_~in un suemo. La 1
siga existiendo una vez separada del compuesto que es el ser conclusión del argumento parece ser que el alma (psych~ no
vivo. Como acabo de .indicar, una poderosa objeción contra existe separadamente, salvo que haya funciones o afecciones
la teoría platónica de las Formas está anclada en el hecho de propias de ella~ Pero como las afeccio.nes del alma sup~pen
que, según Aristóteles, las formas no se dan separadas del un cuerpo, el alma no puede existir separadamente de éli\La
compuesto, sino que son inmanentes a él (cf. Met. 1037a29- misma teoría y la misma explicación también aparece--e;;r· un
33; 1078b30-32; 1079b15-19); la relevancia que esta creencia tratado biológico, donde Aristóteles argumenta del siguiente
tiene también en la teoría psicológica aristotélica difícilmente modo: (z) dado que es imposible que la naturaleza de un tipo
pt1ede ser exagerada; en efecto, dentro de DA hay un pasaje de cosa como un animal sea eterna, lo que se genera es eterno
XLIV MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XLV

de acuerdo con el único modo en el que le es posible; (iz) ahora capacidad en cualquier estructura física particular. Pero, como
bien, es imposible que sea «numéricamente» (es decir, «como el materialismo, al menos parte de la crítica contemporánea
un individuo»: arithmó{i)) eterno, pues la sustancia de lo que es sostiene que la filosofía de la mente de Aristóteles puede ser
se da en el particular, pero (iiz) es imposible que se mantenga entendida como un «materialismo débil». En este enfoque se
la eternidad de la especie en el mismo individuo, aunque es argumenta que el materialismo aristotélico es no reductivo en
posible que se conserve en la especie (eídei d'endéchetaz) o, más el sentido de que los tipos de estados mentales no son idénticos
precisamente, en otro individuo de la misma especie. (v) Pero a los tipos de estados físicos 44 • Algunas posiciones filosóficas
como los individuos no son eternos, siempre hay un género contemporáneas (como el fisicalismo en sus diversas formas)
(génos aez} de seres humanos, de animales y de plantas, y es tienden a identificar los estados mentales con procesos fisioló-
para conservar la existencia de tales géneros que se produce gicos, y así algunas lecturas de la psicología aristotélica hechas
la reproducción42 • En su distanciamiento de Platón, por tan- con el trasfondo del fisicalismo tienden a ser fuertemente
to, Aristóteles no solo relativiza la posibilidad de que alma materialistas y a rehabilitar a Aristóteles como un interlocutor
y cuerpo puedan darse separados, sino que además funda válido en la discusión actual45 • Como espero dejar en claro
un nuevo sustancialismo metafísico que reconoce el alma
y el cuerpo como dos ítems esencialmente diferentes pero, 44. Un representante sobresaliente de esta corriente interpretativa es,
finalmente, como ítems sustanciales. de nuevo, Sorabji, quien sugiere que para Aristóteles percibir presupo-
La «filosofía de la mente» de Aristóteles, entonces, se ne un proceso fisiológico en el que el órgano del sentido literalmente
vuelve importante para los intereses de algunos filósofos «toma» .la cualidad perceptible del objeto (cf. su 1979: 49, n. 22).
Para el debate Sorabji-Bumyeat cf. lo que sigue en esta sección. Una
contemporáneos porque él también tuvo interés por evitar discusión crítica de la interpretación de Sorabji se encuentra ahora en
(contra Platón) los problemas inherentes al dualismo sustan- Caston 2005: 248-253. Otra interpretación que, en cierto modo, trata
cialista y (contra los atomistas) los inherentes al materialismo de enfatizar la interdependencia entre cuerpo y alma en la psicología
aristotélica es la de Shields, quien procura explicar dicha relación en
reductivo. Como el funcionalismo moderno,, Aristóteles términos de un «dualismo superveniente»; i. e. el cuerpo y el alma
evita tanto el dualismo como el materialismo: ai'desc~ibii iá.-' pueden seguir siendo sustancias de naturaleza diferente, aunque el
psy~hé en términos d~ cap~~idades o facultades·'( dynámeis) de alma dependa del cuerpo. Según Shields, Aristóteles adopta una forma
las funciones vitales, evita la identificación del alma con el no cartesiana de dualismo sustancialista (un «dualismo superveniente»)
en el que la sustancia inmaterial del alma «superviene» a la sustancia
cuerpo (o con un cierto tipo de ~<cuerpo sutil», como hacían material del cuerpo (cf. Shields 1995: 106-135; sobre la interpretación
los atomistas) 43 • Por ejemplo, la capacidad de digerir el ali- «superveniente» dE>_\~ psicología aristotélica véase ahora Bolton 2005:
mento es conceptualmente diferente de la realización de esa 216). Para una defensa materialista de la psicología aristotélica cf.
también Charles 1984: 215-227, quien califica a Aristóteles como un
«materialista ontológico no reductivo».
42. Cf. Aristóteles, De gen. an. 731 b31-732a3, con los comentarios de 45. Sobre todo cuando se trata de un fisicalismo fuerte, i. e. la tesis de
Cooper 2004a: 112, n. 4. >
que las propiedades de los objetos son siempre propiedades físicas.
43. Como agudamente señala Sorabji (1979: 43, n. 2), el alma aristoté- En el contexto de un fisicalismo débil, en cambio, se admite que algu-
lica no es aquello que tiene capacidades o facultades, sino que el alma nas propiedades (i. e. las propiedades menL:cles) son propiedades no
es dichas capacidades o facultades (este enfoque coloca a Sorabji del físicas, y estas propiedades no físicas no son idénticas ni reductibles
lado de los «atributistas»). a ninguna propiedad física. Algunas objeciones a la interpretación
XLVI MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XLVII

en esta Introducción, hay pasajes de DA en los que se ve de . Ji~iológicg (<:_Q_!!!Q ya}-¡~_ s_l1ger}~::lg}, s!J:?._Q_t~m_Q!~_!!__g!!_~~~stados
una manera bastante obvia que la psicología aristotélica no mentales» con1o _las emocione~_~Pí:l:.~.Q_I!~~-(p4_t.fu;Lc::m:n_p.Prtan
puede ser materialista en el sentido de un fisicalismo fuerte. ~-'_l:~~~Io f~rmaJ,po material, _en }el: ~-~~!~él:_ en qu~ pu~p~:q
No solo Aristóteles no ~staría dispuesto a ace_ptar que la explicarse como formas o estrU:cturas formales (lógoz) ql1_~ ~~-Q--ª!!..
gís_(/:t_e_s_iJ . (~~~~ét.~ic?~_9.2.~iceE_cióilL~§_l:!!Lt>.rº~~sº_P-_liiªJn~I1tt- en la materia (..l)A 403a25;b2-~). 46 Aunque, en cierto modo, la

fisicalista (fuerte) de la psicología aristotélica pueden verse en .Barnes De esta manera, aun cuando la explicación formal de la entidad
1979: 32-33. No obstante, como muestra Barnes ( 1979: 34), Aristóteles psicofísica fuera puramente funcional (como pretenden los funcio-
a veces se acerca al fisicalismo, especialmente cuando habla de algu- nalistas), la explicación formal sigue siendo inadecuada como una
nos casos en los que el alma no puede actuar o recibir una acción sin especificación de la naturaleza de la entidad mental, ya que una
un cuerpo; el caso concreto al que se refiere Aristóteles es el de los especificación apropiada requiere explicaciones tanto formales como
estados afectivos o emocionales (páthe), pero esto lo hace extensivo materiales (cf. 1987: 47-48). En la medida en que Aristóteles aplica la
también al pensamiento. En efecto, si el pensamiento resulta ser una expresión «predicado» a la forma (i. e. la forma es un predicado de la
forma de representación (phantasía) o resulta que es imposible sin una materia: Phys. 190a31-b5; Met. 1049a27-36; DA 412a17-19) y «sujeto»
representación (como finalmente resulta, en su opinión), el pensa- a la materia (cf.lvfet. Z 2, 1028b36-1029b12), y en la medida en que
miento también requerirá un cuerpo como condición necesaria de su el alma es una forma (DA 412a19-21) hay que admitir que la lectura
existencia (cf. DA 403a6-10). Barnes aboga por un «fisicalismo débil» «atributista» de la psicología aristotélica tiene sustento.
(cf. 1979: 40-41); su posición también es «atributista», en la medida 46. Examino con cierto detalle el tema de las emociones en el apartado
en que sostiene que el alma para Aristóteles es un «atributo» dado 3.2.5 de esta Introducción. A mi juicio, es bastante evidente el hecho de
que es la «actualidad primera» de un cuerpo orgánico vivo (1979: 41). que, en opinión de Aristóteles, una explicación puramente materialista
La posesión de «alma» seña entonces la posesión de varios tipos de qe la percepción no es satisfactoria. Para un intento de defensa de la
capacidades psicológicas; Aristóteles también se refiere a la «actualidad tesis según la cual Aristóteles suscribe un enfoque materialista de la
primera» que seña el alma como a una capacidad, lo cual muestra, percepción cf. el clásico ensayo de Slakey 1961 (reproducido en Durrant
arguye Barnes, que es «resueltamente no-sustancialista» (1979: 40). 1993; en lo que sigue cito por la paginación de esa edición). El estudio
Barnes también advierte que el atributismo en sí mismo no establece de Slakey es brillante pero su tesis falsa, a saber, que «Aristóteles trata
ningún tipo de compromiso con el fisicalismo o el no fisicalismo, ya que de explicar la percepción simplemente como un evento en los órgános
las propiedades pueden ser físicas o no físicas, y estas últimas podñan de los sentidos» o como «el movimiento que ocurre en los órganos de
serlo de sujetos no físicos. Según algunos intérpretes, el hilemorfismo los sentidos» (Slakey 1993: 75; 77). La sensación o percepción (aísthesis)
de Aristóteles -i. e. la tesis de que cualquier objeto físico, animado o en cuanto actualidad (i. e. como el ejercicio de la facultad perceptiva)
inanimado, natural o artificial, puede analizarse en términos de su ma- constituye ya un cierto movimiento del alma: sin alma sensitiva, no hay
teria y forma- tiene un sentido «atributista» (cf. Modrak 1987: 26-27). sensación. Esta objeción es advertida por Slakey, quien observa que,
Según Modrak, Aristóteles no está interesado en definir lo mental en como indica Aristóteles en DA JI 12, aunque las plantas se calientan, no
términos de las «consecuencias conductuales» de la entidad mental, sienten calor (DA 424a32-34). Slakey insiste en su posición al subrayar
cosa que, al parecer, es un rasgo central de cualquier definición que que Aristóteles no abandona su tesis de que percibir es «un volverse
concuerde con el funcionalismo psicológico moderno (cf. Modrak x en los órganos de los sentidos» (1993: 81). No hay duda de que lo
1987: 28). En opinión de Modrak, la interpretación funcionalista de que activa los poderes sensorios son objetos externos, i. e. un objeto
la psicología aristotélica es errónea porque el funcionalista define que se ve o se oye (DA 417b20-21), pero eso solamente explica el me-
los estados mentales en términos puramente funcionales; Aristóte- canismo de la fisiología de la percepción, el cual no debe confundirse con
les, en cambio, considera sus explicaciones formales y materiales 1ª--p~_r_c;.~pc!QD_ ~11-ª-ÍriJtsr:P~~@.~~Q"{i-ef."Uri fenó~_ell:_<? J:!i_C()f!lpJ~~~~
de los estados mentalt>~'i. como si suministraran dos descripciones S§I}sible _{Q__f!~Jc::.<?Ln:L<:()_l.P__pletarg~J?:te no S~!:J:~i]:)!e__{Q__!!Q _f!§!c::o). Véase
complementarias e mcompletas del mismo «estado psicofísico». también De. som. et v(g~, 454a7-11. Además, la aísthesis es un eídos (de
XLVIJI MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XLIX

materia (hjle) de la que habla Aristóteles en DA y otros tratados terialismo ingenuo presente en la mayor parte de las teorías
psicológicos es algo físico (en la mayor parte de los contextos del alma de sus predecesores presocráticos le valdría con toda
en el marco de su análisis hilemórfico) y, por lo tanto, podría justicia el título de «Padre de la Psicología». A diferencia de
identificarse con la idea contemporánea de «fisicalidad», hay la explicación que daban los presocráticos sobre la actividad
que ser cauto pues Aristóteles también distingue entre mate- biológica entendida como la presencia azarosa de una ma-
ria perceptible (bronce, madera) y materia inteligible, i. e. la teria esencialmente extraña dentro de la constitución física
«materia» de los entes matemáticos (como, por ejemplo, «ob- del cuerpo del animal, Aristóteles insiste en que debe haber
jetos» geométricos como el círculo; Met. 1036a9-12; 1037a4). un paralelismo estructural necesario entre alma y cuerpo.
Aunque es cierto que cuando Aristóteles aplica su doctrina Cualquier actividad de un ser vivo (o de un cuerpo vivo)
hilemórfica a su psicología identifica la materia con el cuerpo se explicará, en un sentido, en términos de la materia que
del ser viviente y la forma con su alma, no es menos cierto compone el cuerpo mismo y, en otro sentido, en términos del
que en ese mismo contexto de análisis hilemórfico, materia es alma. Pero es la misma actividad la que se explica en ambos
cualquier cosa que pueda constituir cualquier tipo de objeto, casos. Ahora bien, si Aristóteles está diciendo efectivamente
perceptible o inteligible47• esto, podemos preguntarnos si no está anticipando las teorías
fisicalistas tan dominantes en la filosofía y la psicología con-
1.2 La interpn~tación atributista y sustancialista de la temporáneas. Eso es, precisamente, lo que varios intérpretes
psicología aristotélica simpatizantes de teorías fisicalistas-funcionalistas querrían
ver en los textos aristotélicos. El aspecto esencial de todas
Prácticamente todas las teorías del alma de los filósofos
aquellas teorías que merecen el rótulo de «fisicalistas» es que
anteriores a Aristóteles son «sustancialistas», toda vez que el
dan cuenta de los rasgos del animal y, en especial, de la acti-
alma es considerada como un cierto tipo de «cosa» o «sus-
vidad humana que podría adscribirse a la operación dentro
tancia». Naturalmente, no todos pensaron que se trataba del
del animal de un alma no material, únicamente en términos
mismo tipo de sustancia, pues en tanto unos identificaron al
del animal corpóreo mismo, pero con el reconocimiento de
·alma con una sustancia material (Demócrito y en general los
que esos rasgos, aun cuando son rasgos del cuerpo, no pue-
presocráticos), otros lo hicieron con una sustancia inmaterial
den reducirse directamente a los rasgos que pertenecen de
(Platón) 411 • La refutación que Aristóteles lleva a cabo del ma-
un modo más específico al cuerpo como mero objeto físico.
Otro modo de decir esto es argumentar que un fisicalista debe
«los objetos sensibles»; DA 432a2-3) y, por ende, es un ítem activo por sostener una teoría atributista del alma, esto es, d~be decir
definición. Aristóteles es muy claro en su terminología: la facultad
sensoperceptiva (to aisthetikón) es, en cuanto facultad, un ítem pasivo,
que en la medida en que podemos responder a la pregunta
pero la aísthesis es una «estructura formal» y, por tanto, constituye «¿qué es el alma?» podemos hacerlo solo eón la respuesta «es
una actualidad. Por eso Aristóteles puede decir que es una forma. un conjunto de atributos del cuerpo correspondiente».J.!J. Uno
4Z Cf. Granger 1996: 4-5. tal vez podría argumentar que el hecho de que Aristóteles
48. Para los detalles del debate que mantiene Aristóteles tanto con el
sustancialismo materialista como con el·sustancialismo no materialista
de Platón cf. DA I y la sección 2 de esta Introducción. 49. Esa es la estrategia de Bames 1979: 34 ss.
L MARCELO O. BOERI INTRODUCCIÓN L/

diga expresamente que el alma es una sustancia (ousía; cf. un predicado del sustrato material (i. e. el cuerpo)? Dentro
DA 412al9-20) debería hacemos sospechar que el atributismo del DA el pasaje más relevante para este tipo de enfoque es
(una de las dos interpretaciones contemporáneas dominantes 412al6-19, donde Aristóteles argumenta:
de la psicología aristotélica, junto con el sustancialismo) no Todo cuerpo natural que participa de la vida, por lo tanto, será
puede ser categóricamente cierto, porque una nota esencial una sustancia (ousía) y una sustancia entendida en el sentido
de la sustancia es no ser un predicado y, por tanto, tampoco del compuesto. Pero puesto que tambiép hay un cuerpo de tal
un atributo 50 • Pero en contra de esta interpretación está el tipo -i. e. que tiene vida-, el alma no será un cuerpo pues el
hecho de que Aristóteles advierte que el alma no es sustancia cuerpo no se encuentra entre lo que [se dice] de un sustrato,
en el sentido de sujeto, sino en el sentido en el que lo es una sino que más bien es un sustrato, es decir, materia. Es forzoso,
forma, i. e. el sentido en que lo es «la causa de ser» de algo entonces, que el alma sea una sustancia en el sentido deforma de
51
(en el caso del compuesto de cuerpo y alma, del animal) • un cuerpo natural que en potencia tiene vida.
El atributista, sin embargo, siempre puede argumentar que el
O sea, si el cuerpo no se encuentra en el dominio de lo
alma entendida como «una sustancia en el sentido de forma»
que se dice de un sustrato no puede ser un atributo o pre-
(412al9-20) no es más que un conjunto de rasgos formales-
dicado, sino un sujeto o sustrato. Pero el fundamento más
funcionales que fácilmente pueden entenderse como atributos
importante que hace persuasiva la interpretación atributista
o propiedades de algo. Pero, ¿cuál es la evidencia que tienen
de la psicología aristotélica tiene que. ver con el hecho de la
los «atributistas» para entender el alma (i. e. la forma) como
relevancia que desempeña el hilemorfismo de Aristóteles
en su psicología y en la caracterización aristotélica del alma
como «actualidad primera» de un cuerpo natural orgánico (DA
50. Este es uno de los argumentos que utiliza Aristóteles para argumen-
tar en contra de la tesis de que el universal es sustancia (cf. Met. Z 13, 412a27-28) 52 • De acuerdo con ;er _bilemgmsino,¡t()_g-ª:__~gtic1ad
1038b15-16). Lawson-Tancred ha presentado una objeción interesante <!_~l.!!l:~-~~9. (natural~ Cl:r.~ªEi_étD p_~~qe_s_~r~~!~!!gid(L_~<;>_:~!!-ºJl_ll
al enfoque atributista: la teoría del alma-armonía, en contra de la cual comE_l:l~sto de materia y forma (como se ve en DA 430al0-14,
argumenta Aristóteles en DA407b27-408a2~, so_sti.ene Lawson-Tancre?, Aristóteles hace extensivo su modelo hilemórfico. incluso al
es una versión primitiva del atributismo pstcolog¡co ya que la armoma
no es una cosa, sino una propiedad o atributo de las cosas que la poseen intelecto, tal como este se da en un ser humano) 53 • Hay ade-
(cf. su 1986: 37-43; 48-75). Como parte de su rechazo del alma-armonía
Aristóteles argumenta que una armonía no podría ser lo que pone en
movimiento y, como parece obvio en el contex~o, parece incorporar 52. Sobre esto cf. Modrak 1987-26-27. Ackrill acepta la relevancia del
la idea de que el alma debe ser causa del movimiento. Pero SI esto hilemorfismo en el DA y argumenta que las descripciones aristotéli-
es así, el alma debe ser una causa motriz (donde «movimiento» no es cas del alma y del cuerpo son inconsistentes con la tesis, básica en el
solamente movimiento locativo, sino que incluye también moYi.miento hilemorfismo, de que es posible dar descripciones conceptualmente
cuantitativo y cualitativo (415b21-28). Ahora bien, si Aristóteles rechaza diferentes de la forma y de la materia del compuesto. Según Ackrill,
la teoría del alma-armonía porque esta, que es una propiedad, no puede · en el hilemorfismo psicológico esta suposición es falsa porque es
ser causa motriz, sería razonable pensar que también rechazaría, por incompatible con la concepción aristotélica de la sustancia orgánica
la misma razón, cualquier forma de atributismo .. (cf. Ackrill 1979)
57. Cf. Aristóteles, Top. 151a20-21 y Met. 1041 b27-28 con el comentario 53. Este es el modo en que argumentaré en mi interpretación de-
de Berti 2005: 162. flacionaria de la distinción intelecto agente-paciente en DA III 5 (cf.
LJI MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN LIIJ
más otros pasajes aristotélicos en los que se enfatiza la idea como he señalado arriba, al describir la psyché en términos
de que la forma es un predicado, por cuanto es un ítem que de capacidades o facultades (dynámeis) de las funciones vita-
se dice o predica de un sujeto (hypokeímenon; a este respecto les, Aristóteles elimina la posibilidad de que el alma pueda
cf. Phys. 190a31-b5). Se trata de una tesis que Aristóteles ya identificarse con el" cuerpo. La capacidad de alimentarse es
presenta en algunos tratados tempranos como Cat. (1a25- diferente de estar alimentándose, la de sentir dolor, placer o
b3), pero que vuelve a repetir en textos maduros como Met. miedo, diferente de estar sintiendo de manera efectiva esas
zs-+. El otro argumento poderoso a favor de la interpretación afecciones, la capacidad de pensar, por último, es diferente
atributista se relaciona con la caracterización del alma como de estar efectivamente pensando. El «pasaje Ryleano» (DA
«actualidad primera», i. e. como la capacidad de ejercer una 408b 1-18), como indica Barnes55 , positivamente muestra que
actividad: la capacidad de ejercer una actividad es anterior a Aristóteles no piensa en el alma como en un agente causal res-
su ejercicio (DA 412a21-b1). La relevancia de este aspecto de ponsable de actividades anímicas como nutrición, sensación
la definición aristotélica de alma, creo, es decisiva, ya que, o pensamiento; es más bien el compuesto (este hombre, este
animal, esta planta) el que con o por medio de su alma lleva a
cabo tales actividades.
infra sección 3.1).
54. Cf. Met. 1029al-7: «El sustrato primero, en efecto, parece ser sobre Pese a lo persuasiva y funcional que resulta la lectura atribu-
todo sustancia, y tal se dice, en cierto modo, la materia; de otro modo tista de la psicología aristotélica, no está exenta de dificultades;
la forma (morplze) y, en tercer lugar, el compuesto de ellos. Uamo a pesar de la claridad y, en cierto modo, categoricidad del
"materia", por ejemplo, al bronce; "forma" a la estructura formal, y pasaje de DA recién comentado, no es menos cierto que hay
"compuesto de ellos" a la estatua. Así, pues, si la forma es anterior
a la materia y es en mayor grado, por la misma razón, también será otros pasajes en los cuales Aristóteles está inclinado a pensar en
anterior al compuesto» (mi traducción). Es decir, la materia es sustrato el alma (no en el compuesto orgánico) como en un verdadero
en relación con la forma, de modo que esta se refiere a la materia, no agente causal directo. En DA 415b8-12 inequívocamente pone
porque la forma sea ontológicamente posterior (Aristóteles previene en énfasis en el hecho de que el alma es nada menos que causa
contra de esa interpretación), sino porque la conforma. formalmente. Es
un sentido parecido, entonces, en que puede decirse que el alma como motriz, de donde uno tendería a pensar que es bastante más
forma del cuerpo conforma o constituye formalmente al ser vivo que que un mero conjunto de rasgos formales (piénsese, especial-
es dicho cuerpo, pero respecto del sustrato que es el cuerpo el alma mente, en el alma nutritiva con sus capacidades de generación
es un predicado. Aclarador en este sentido también es el siguiente pa-
saje: «Aquello de lo cual [se predica algo], es decir, el sujeto o sustrato
y conservación del organismo, aunque también podría decirse
(hypokeímenon) se distingue por lo siguiente: (z) por ser un "esto" o (iz) lo mismo del alma intelectiva, con sus funciones intelectuales,
por no serlo. Por ejemplo, el sujeto de las afecciones es hombre, ya sea cuyo despliegue y ejercicio efectivo tienden a la conservación
que se trate del cuerpo o del alma; afecciones, en cambio, son "músico" del organismo «hombre» como siendo efectivamente un ser
y "blanco"[ ... ] Pues bien, en todos estos casos es así, el [sujeto) último
es susmncia; pero en los casos en que no es así, sino que lo que se predica humano). O sea, aunque Aristóteles seguramente no suscribiría
es una forma, es decir, un "esto" el [sustrato) último es materia, esto es, la tesis platónica y cartesiana que concibe el alma como una
se trata de una sustancia material» (Met. 1049a27-36). Esto es, cuando sustancia que existe por sí, tampoco reduce el alma a sus fun-
lo que se prec1.i'.:'a es la forma o la esencia (el alma en los contextos
.psicológicos), el sustrato o sujeto es la materia o la sustancia material
(el cuerpo en el dominio psicológico). 55. Bames 1979: 33-34.
LIV MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN LV
dones. Este tipo de objeción muestra que la noción aristotélica hecho de que el alma, que es una sustancia diferente e inde-
de alma no es completamente clara o inequívoca. El atributismo pendiente del cuerpo, tiene un influjo causal sobre el cuerpo59 •
tiene la virtud de mostrar que el alma aristotélica no puede ser Aunque uno puede encontrar ciertos pasajes en DA en los que
identificada sin más con una posición cartesiana que, para no- se podría estar favoreciendo una cierta lectura sustancialista
sotros, constituye el modelo más acabado de sustancialismo56 • (como el citado arriba, en el que Aristóteles habla del alma
El sustancialismo típicamente argumenta que el alma es una como de una causa motriz o eficiente), creo que no puede
«sustancia», es decir, un cierto tipo de «cosa» o ítem que es encontrarse ningún texto aristotélico en el que se favorezca la
ejemplificado en los particulares contables y discretos. Claro tesis cartesiana de que el alma sea una sustancia independiente del
que el sustancialismo platónico o cartesiano aclara que no se cuerpo, al menos no dentro de DA. Por el contrario, hay más
trata de cualquier tipo de cosa, ·sino de una cosa inmateria4 de un pasaje en el cual Aristóteles está interesado en subrayar
cuya existencia es independiente de cualquier cosa material el hecho de que, aunque el alma no es un cuerpo, no se da si
de nuestro mundo fenoménico. Es esa, en buena medida, la no es a través de un cuerpo (DA 403a16-19; 414a19-20).
posición defendida por Platón en el FedórP o al menos esa es la En la discusión contemporánea de filosofía de la mente hay
interpretación que de tal posición hizo Aristóteles. De acuerdo al menos una posición (probablemente más) que sostiene que
con el sustancialismo platónico (y para decirlo con un lenguaje el alma es un atributo o predicado del cuerpo y que defiende,
actual), tanto el cuerpo como el alma son sujetos que tienen un de todos modos, un cierto dualismo alma-cuerpo. En un libro
conjunto de propiedades de primer orden que son exclusivas relativamente reciente el filósofo Richard Swinburne sostiene
( i. e. las propiedades del alma no se dan en el cuerpo ni las del lo siguiente: las personas tienen dos partes que están unidas, a
cuerpo· en el alma}58 • El sustancialismo cartesiano enfatiza el saber, cuerpo y alma. Por cuerpo se entiende aquello a lo que
sus propiedades físicas pertenecen; si un hombre pesa 90 kg,
56. Para ponerlo en palabras de C. Kahn, en la medida en que acep- entonces su cuerpo pesa 90 kg. El alma, en cambio, es aquello
tamos la suposición no declarada de que solamente hay dos categorías a lo que las propiedades mentales puras de un hombre pertene-
(la de lo físico y la de lo mental), «todos somos dualistas cartesianos» cen60. Si un hombre imagina un gato, el dualista dirá que «su
(cf. su 2005: 194). alma>> imagina un gato. El dualista sustancialista está dispuesto
5Z Véase especialmente Platón, Fedón 78c-79b; este último pasaje
constituye la declaración Il1ás clara del dualismo platónico, que es-
a decir que las almas sienten y creen; este modo de hablar no es
tablece que una cosa es el cuerpo y otra el alma (siendo el cuerpo y habitual, pues por lo general atribuimos predicados mentales a
el alma «clases o tipos de seres» -eíde tón ónton; 79a6-, aun cuando el la mente, no al alma. Asimismo, suena raro decir que el alma
alma sea más real y, por ende, mássustancial por cuanto es más afín
a las Formas (cf. 76e-77a, donde el alma es una ousía, i. e. una «realidad
o sustancia»; cf. también Fedón 79b4-15). mismo modo (cf. 79a-c).
58. Una lista bastante nutrida de esas propiedades de primer orden 59. No deja de ser sorprendente que Descartes crea que «cuando la
excluyentes son listadas de nuevo en el Fedón: (z) lo corpóreo puede mente unida al cuerpo piensa en algo corpóreo, algunas partículas del cerebro
verse, tocarse y sentirse; lo anímico, no; (iz) lo corpóreo pertenece, cambian de lugar>> («Respuesta a Hyperaspistes» -Hyperaspistes es el
por tanto, al orden de lo visible; lo anímico, al de lo invisible; (iiz) lo sobrenombre de Arnauld, aparentemente ignorado por Descartes: cf.
corpóreo, que es más afín a lo sensible, nunca se encuentra del mismo Olaso-Zwanck 1980: 393, n. 43 -, AT III 425).
modo; el alma, que es más afín a las Formas, siempre se encuentra del 60. Swinburne 1997: 145.
LVI MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN LVII

siente o cree; por lo general decimos que una p~rsona siente absoluto, aunque un alma de tal índole no sería entonces un
o cree. Pero en la persona que consta de dos partes es su alma hombre o parte de un hombre» 62 (el destacado en lógicamente
la que, en rigor, siente o cree (este enfoque ayuda a entender es mío). Este argumento presupone que el alma es el consti-
el «pasaje ryleano» de Aristóteles). Swinburne también distin- tutivo esencial cuya continuidad hace posible la continuidad
gue propiedades mentales mixtas como aquellas propiedades de la persona. Pero lo interesante de este enfoque es que, aun
mentales que pueden ser analizadas parcialmente en términos defendiendo un dualismo entre alma y cuerpo, y sosteniendo
de un componente físico. Escribir una carta es una propiedad que el alma es el ingrediente sin el cual no es posible la con-
mental mixta porque involucra (i) proponerse escribir una tinuidad de la persona, parece admitir (como probablemente
carta (propiedad mental), a la que le sigue (ii) la mano que no podía ser de otro modo teniendo a la vista la neurociencia
se mueve para que la carta sea escrita (propiedad física). En contemporánea) que, aunque uno puede eliminar ciertas par-
opinión del dualista la propiedad mixta pertenece al hombre tes del cuerpo sin que se pierda la continuidad de la persona,
porque su componente de propiedad mental pura pertenece la eliminación del cerebro (otra parte del cuerpo, aunque, al
a su alma, y su componente de propiedad física pertenece a parecer, no como una pierna o una mano) parece tener como
su cuerpo. Escribo una carta porque mi cuerpo hace ciertos consecuencia directa la eliminación de la continuidad de la
movimientos y mi alma propuso que lo hiciera. Algunos persona63 • Sin cerebro no hay vida emocional o afectiva de
dualistas, como Descartes, parecen decir a veces que el alma ningún tipo ni, presumiblemente, la base moral o intelectual
es la persona; cualquier cuerpo viviente que temporalmente que también define a una persona como tal.
esté unido a un alma no es parte de lá persona.
Swinburne, por su parte, cree que hay que decir que los 1.3 El problema de la causación de lo mental en el
brazos y piernas y todas las demás partes del cuerpo viviente debate contemporáneo y el alma aristotélica como
de un hombre son partes de la persona. En efecto, mis brazos causa
y piernas son partes de mí. Lo que en realidad quiere decir
En los debates recientes de filosofía de la mente uno de
Descartes no es que el cuerpo viviente no es parte de la
los temas más discutidos es el de la posibilidad de que lo
persona, sino que no es esencialmente (sino solo contingente-
mental sea una verdadera «causa». El problema se remonta a
mente) parte de la persona. Swinburne agrega que «el cuerpo
Descartes, quien, desafiado por Gassendi y otros de sus con-
es separable de la persona y que la persona puede continuar
temporáneos, se vio forzado a tratar de mostrar que el alma, si
aunque el cuerpo sea destruido» 61 • El alma, en cambio, es lo
en realidad es una sustancia diferente del cuerpo, es de todos
que necesariamente debe continuar si yo voy a continuar. Pero
modos capaz de ejercer cierta acción causal sobre el cuerpo 6 ~.
aclara: «al decir que la persona "puede" continuar si el cuerpo
es destruido solo quiero decir que esto es lógicamente posible,
que no hay contradicción en suponer que el alma continúe 62. Swinburne 1997: 146-47.
existiendo sin su cuerpo presente o sin ningún cuerpo en 63. Cf. Swinburne 1997: 148.
64. En la discusión contemporánea se habla de Descartes como de
un «interaccionista sustancialista?>, es decir, como de alguien que sos-
67. Swinburne 1997: 146. tiene que, aunque alma (o mente) y cuerpo son sustancias diferentes,
LVIJl MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN LIX
Varios intérpretes piensan qu_e Descartes no logró ofrecer una real para la mayor parte de los filósofos de la mente 66 ; como
respuesta satisfactoria; pero, como ha señalado recientemente es obvio, esta última afirmación de Kim da por supuesto el
J. Kim, el problema de Descartes era mostrar cómo era sos- hecho de que en el debate contemporáneo de filosofía de la
tenible su tesis de la interacción mente-cuerpo dentro de una mente ya no es creíble una teoría de la mente en la que esta
ontología que visualizaba solamente dos tipos de sustancias sea concebida como una «sustancia inmaterial», como pensa-
radicalmente diferentes entre sí: mentes y cuerpos65 • Nuestro ba Descartes y, antes de él, como pensaron Platón (e incluso
problema, en cambio, es diferente, habida cuenta de que la Aristóteles, quien sin darle el estatus de «sustancia», en el
tesis sustancialista de la mente ya no constituye una opción sentido de un ítem que pueda existir de modo independiente
per se separada del cuerpo, siguió pensando que el alma era un
ítem inmaterial). Pero lo interesante de la observación de Kim
pueden interactuar a través de nuestros cerebros. La objeción que ya
en su época se le presentó a Descartes es la de cómo la mente, que es que admite que, aun cuando uno abandone la concepción
es una sustancia inextensa, es capaz de interactuar con una sustancia cartesiana de la mente como una sustancia inmaterial y favo-
extensa como el cuerpo. Este mismo problema se le presentó sin duda rezca una ontología materialista, el problema no se soluciona,
a Platón, quien en muchos puntos defiende también un «sustancialismo pues, de todos modos, habrá qué explicar en qué consiste
interaccionista>>, y también a Aristóteles, quien, aun rechazando la tesis
de que el alma sea un ítem sustancial capaz de existir independiente- la mente como ítem material diferente del cuerpo. Dicho de otro
mente del cuerpo (como pensaba Platón), sostenía que la naturaleza del modo, hay posiciones fisicalistas que han vuelto a defender
alma y la del cuerpo son esencialmente diferentes y que, no obstante, un cierto dualismo metafísico, solo que ahora el dualismo no
parecen ejercer una acción mutua. Sobre la posibilidad de interpretar
la psicología aristotélica en términos de un dualismo sustancialista cf.
es entre un ítem inmaterial (la mente o alma) y otro material
Menn 2002: 86-88; como correctamente señala Menn, en Phys. VII (el cuerpo), sino entre dos ítems materiales.
Aristóteles explícitamente indica que el alma es movida por el cuerpo,
implicando que el alma y su motor corpóreo se encuentran en con-
tacto espacial (cf. Phys. 247a3-19 con mi comentario en Boeri 2003: 1.3.1 Excurso cartesiano
149-152). Es cierto que esta posición es rebatida en DA, donde, sin Aunque el problema de Descartes es más o menos familiar
embargo, Aristóteles no parece abandonar nunca la tesis de la mutua para los lectores de filosofía moderna (y, en general, para el
dependencia entre cuerpo y alma (aun cuando dicha dependencia no
sea siempre ni en todos los casos una dependencia causal). Véase lo sentido común que sin haber leído nunca a Descartes da por
que sigue de esta sección. supuesto que mente y cuerpo son ítems radicalmente dife-
65. El dualismo cartesiano está suficientemente bien atestiguado en los rentes), se trata de un asunto que, mutatis mutandis, ya había
textos: cf. Meditaciones Metafísicas II (AT IX 20-21 ); «Respuesta aH ype- aparecido en el platonismo, del cual Aristóteles es, al menos
raspistes» (AT III 422; 424-425); «Explicación de la mente humana o
del alma racional, donde se explica qué es y qué puede ser» (AT VIII
en este respecto, un muy digno representante~ En su distan-
344); allí Descartes enfatiza la diferencia radical entre alma y cuerpo ciamiento del «sustancialismo dualista platónico», Aristóteles
al sostener que el «compuesto humano» es por su propia naturaleza cree que alma y cuerpo son ítems diferentes y, a diferencia de
corruptible, en tanto que la mente es «incorruptible e inmortal». Cf. lo que creía Platón (y de lo que varios siglos después sostuvo
también las cartas a Eli~abeth de121 de mayo de 1643 (AT III 665) y
del28 de junio de 164~ (AT III 691-692). Una cuidadosa exposición
crítica de la concepción cartesiana de la mente puede verse ert García-
Carpintero 1995: 45-49. 66. Cf. K.im 2005: 8-9.
LX MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN LXI

Descartes), piensa que entre cuerpo y alma hay una relación Como es obvio para cualquier lector atento que tenga a la
que, en cierto modo, uno podría calificar de «codependencia>>. vista el trasfondo de la psicología aristotélica, lo que ha hecho
Creo que puede defenderse esta caracterización de la relación Descartes es eliminar tanto el alma vegetativa como la sensiti-
entre cuerpo y alma en la psicología aristotélica porque (i) sin va. La experiencia sensoperceptiva (ver, oír, sentir calor), que
alma no hay cuerpo en sentido estricto (ya que un cuerpo en en el marco aristotélico se explicaba con el recurso al alma
sentido estricto es uno que funciona como tal, para lo cual la sensitiva (tb aisthetikón), es reducida ahora al puro pensar y
presencia de un alma es conditio sine qua non) y (ii) porque sin se la entiende como conciencia perceptiva. Lo que Descartes
cuerpo el alma carece del «sustrato» en el cual realizar sus introduce es la noción de lo mental como pura subjetividad
capacidades (recuérdese la caracterización de los estados afec- y lo decisivo es el contenido subjetivo de la percepción. El
tivos -que para Aristóteles constituyen excelentes ejemplos de genio maligno puede engañarlo a uno acerca de cualquier
ítems anímicos- como «estructuras formales materializadas o cosa, menos de que la proposición «yo soy, yo existo» es ne-
que se dan en la materia»). Sin embargo, aunque uno pueda cesariamente verdadera (necessario esse verum) siempre que uno
encontrar algunos rasgos de la teoría aristotélica del alma la pronuncie o la conciba en su mente (Meditaciones Metafísicas
que subsisten en Descartes (como la creencia aristotélica de II = AT VII 25, 12-13). Además, dado que uno podría ser
que el alma es un ítem inmaterial), no hay duda de que el engañado al creer que posee un cuerpo, Descartes también
planteo cartesiano se aparta, en lo fundamental, del aristo- está dispuesto a eliminar la totalidad de los atributos del alma
télico. El texto cartesiano más claro y representativo, en el que presupongan un cuerpo, con lo cual no hace falta enten-
que Descartes parece adoptar una posición conscientemente der el alma en términos de facultad nutritiva o sensitiva. La
antiaristotélica, conviene citarlo completo: totalidad de las funciones anímicas se reducen al pensar (que
se entiende como «ser consciente de»: cogitare), y que incluye
Pero, por cierto, también imagino quién soy, pues aunque
[pueda ocurrir], como he supuesto, que nada en absoluto de en sí mismo las demás funciones, las cuales deben entenderse
lo imaginado sea verdadero, sin embargo, este poder de ima- como la experiencia subjetiva de la conciencia individual.
ginar no deja de existir y es parte de mi pensamiento. En fin, Lo que este nuevo enfoque psicológico hace es eliminar la
yo soy el mismo que percibe, es decir, el que reconoce las cosas distinción, fundamental para Aristóteles, entre lo más pro-
corpóreas a través de los sentidos: sin duda en este momento piamente perceptivo y lo más propiamente «mental». En el
veo la luz, oigo el ruido. siento el calor. Estas cosas son falsas, lenguaje cartesiano sentire (aisthánesthai en el aristotélico) no
pues estoy dormido (o soi1ando) 6 í. Y, ciertamente. parece que es ya solamente «sentir» o «percibir sensorialmente», sino «ser
veo. oigo, siento calor. Esto no puede serfalso, y esto es lo que consciente de». O sea, por sentire Descartes no quiere decir el
en mí propiamente se denomina «percibir». Y esto, tomado
precisamente así, no es más que pensarfiH.
nulla prorsus res imaginata uera sit, uis lamen ipsa imagind.ndi reuera existit
et cogitationis mea epartem facit. Idem denique ego sum qui sentio, siue qui res
corporeas tanquam per sensus animaduerto: uidelicet iam lucem uideo, strepitum
67. Hipotéticamente. audio, ·calorem sentio. Falsa haec sunt, dormio enim. At certe uidere uideor,
68. Descartes, Meditaciones Metafísicas II; mi traducción (AT VII 29, 7- audire, calescere: hoc falsum esse non potest, hoc est proprie quod in me sentire
18: Sed uero etiam ego ídem sum qui imaginar; nam quamuis forte, ut supposui, appellatur, atque hoc praecise sic sumptum nihil aliud est quam cogitare).
LXII MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN LXIII

uso de los sentidos, de los cuales cree que razonablemente, es tanto como decir que el sujeto no experimenta su sentire--,
en la medida en que nos engañan, uno debería dudar. Pero en realidad uno está siempre y en todo momento conciente.
uno debería preguntarse en qué consiste el «yo» cartesiano y Esta tesis conlleva la vigorosa antiaristotélica consecuencia
qué ventajas conlleva respecto del aristotélico69 • Su argumento de que los estados anímicos son completamente privados y
es que el yo es una res cogitans, una cosa «que duda, entiende, están reservados al autoconocimiento y captación reflexiva
afirma, niega, quiere, no quiere, imagina y también siente o interna del sujeto. De este modo, uno no podría saber que
percibe»i0 • Pero ninguna de esas actividades puede concebirse una persona está adolorida por la simple apariencia externa;
independientemente de su conciencia, de modo que el sujeto el dolor, corno cualquier otro estado anímico, es, en opinión
que las experimenta no puede estar equivocado respecto de de Descartes, una experiencia completamente privada. Esto,
que ellas están sucediendo cuando suceden. La conclusión en cierto modo, se explica por el hecho de que, según Des-
del argumento es que uno (o su «yo») es un ser cuya esencia cartes, los poderes del automovirniento, la sensación o el
es estar pensando (por eso uno es una res cogitans, «una cosa pensamiento no pertenecen a la esencia del cuerpo. Este tipo
que piensa»). Desde aquí es fácil avanzar a la idea de que, de conclusión acerca la posición cartesiana al sustancialismo
dado que la esencia de la mente es pensar, dejar de pensar, platónico y la aleja del enfoque aristotélic;o que insiste tan
i. e. dejar de ser consciente, sería lo mismo que dejar de exis- vigorosamente en que los poderes o capacidades anímicas
tir. No hay nunca posibilidad de dejar de sentire en sentido son fuertemente dependientes para su realización del cuer-
cartesiano (al menos mientras uno está vivo), de modo que, a po. El otro aspecto que, de una manera fundamental, aleja a
pesar de que haya una cierta apariencia de inconsciencia -que Descartes de Aristóteles es que para este último todo «estado
mental» es un proceso fisiológico. En efecto, en DA I 1 cobra
cierta importancia el problema de a quién corresponde con
69. Es cierto, sin embargo, que ya en latín clásico sentire (o sensus) no propiedad estudiar el problema del alma: si al dialéctico (que
significa solamente «percibir por los sentidos» o «sentir»; en Séneca,
Cartas a Lucilio 121, 5-24 sentire y sensus significan «ser consciente de»
define la ira o enojo -un páthos, ejemplo favorito de Aristóte-
y «conciencia» respectivamente (cf. Cartas a Lucilio 121, 11: «Tampoco les de «estado anímico»- como «un deseo de devolver dolor
sabe qué es «animal», pero es consciente [sentiq de que él es un animal»). por dolor»; DA 403a30-3l)i 1, o al físico, que define la ira
No obstante, no es menos cierto que la reducción del sentire -incluso
en su sentido sensible o sensitivo- al pensar (cogitare) es un movimiento
propiamente cartesiano. 77. La definición «dialéctica» de la ira dice que es un «deseo», es decir,
70. Meditaciones Metafísicas II = AT VII 28, 20-22: Sed quid igitur sum? una actitud proposicional, lo cual explica por qué la ira (como estado
Res cogitans. Q,uid est hoc? Nempe dubitans, intelligens, affirmans, negans, afectivo) es un lógos materializado: es un lógos porque tiene contenido
uolens, nolens, imaginans quoque et sentiens; cf. también Meditaciones Me- proposicional, y es materializado porque los deseos se dan en un cuer-
tafísicas II = AT VII 27, 13-15; 18-19: «Soy, por ende, precisamente po. Sobre la «definición dialéctica>> de la ira o enojo véase Aubenque
solo una cosa que piensa, esto es, una mente, un alma, un intelecto o 1996: 47-49; no creo, sin embargo, que la definición dialéctica de ira
una razón, palabras cuyo significado antes me era desconocido [... ]: se presente como «una definición superficial e incompleta>> (Aubenque
no soy aquella estructura de miembros que se llama "cuerpo huma- 1996: 48). En mi opinión, la definición dialéctica apunta al carácter
no">> (sum igitur praecise tantum res cogitans, id est mens, siue animus, siue de lógos de cualquier estado afectivo y la definición física al de· énylos;
intellectus, siue ratio [... ]: non sum compages illa membrorum, quae corpus es una manera elegante por parte de Aristóteles de enfatizar ambos
humanum appellatur). aspectos contenidos en cualquier páthos.
INTRODUCCIÓN LXV
LXIV MAR CELO D. BOERI

como «la ebullición de la sangre o de lo caliente en torno del exclusión causal, (iii) la s-qperveniencia mente-cuerpo y (iv) el
corazón» (DA 403a31-bl). El físico da cuenta de la materia; dualismo de las propiedades mentales-físicas 73 • La afirmación
el dialéctico, en cambio, da cuenta de la forma, es decir de (i) es un supuesto fuerte de cualquier explicación fisicalista de
la definición (lógos) de la emoción. Pero lo relevante es, en lo mental y de la causación: mi creencia de que hay un pastel
todo caso, el hecho de que en el enfoque aristotélico no hay de manzana delante de mí y mi deseo de tomar un trozo de
estados anímicos que puedan darse independientemente de pastel y saciar mi hambre son la causa de que mueva mi
ciertos procesos fisiológicos 72 • brazo para ser capaz de tomar el trozo de pastel. Cualquier
enfoque fisicalista daría cuenta de este acontecimiento como
de un acontecimiento físico, al menos en el sentido de un
1.3.2 El alma aristotélica como causa
materialismo no reductivo en el sentido de que mi creencia
Regresemos ahora por un momento al problema de la y mi des.eo, aunque no pueden identificarse sin más con íte-
posibilidad de que lo mental sea capaz de ejercer un cierto ms físicos como mis manos, no se dan sin tales ítems físicos
influjo causal. En la filosofía de la mente contemporánea lapo- (como mi cuerpo, por ejemplo; piénsese en alguna forma
sibilidad de la causación de lo mental constituye un verdadero de emergentismo en la que de la combinación de dos ítems
problema, entre otras razones; porque, una vez rechazado de físicos emerge algún conjunto de propiedades no físicas). En
plano el dualismo sustancialista cartesiano, no es completa- el ejemplo, el movimiento de mi brazo en el momento en
mente claro qué es la mente o, más precisamente, qué tipo de que tomo el trozo de pastel es causado por ciertos impulsos
ítem es lo mental. Lo que parece bastante claro es que, aun nerviosos que envían órdenes a mis músculos, impulsos que,
cuando se defienda una teoría materialista de la mente, no a su vez, son causados por otros impulsos nerviosos en la
parece superarse por completo el dualismo mente-cuerpo; si corteza cerebral, los cuales son causados por otros impulsos
no fuera así, no se explicaría por qué tantos filósofos contem- nerviosos que se originan en la retina, que son causados por
poráneos que abogan por un enfoque materialista de la mente la luz, etc. 74 • Pero una de las preguntas que tal vez deberíamos
siguen encontrando difícil, cuando no imposible, atribuir po- hacernos en este intento de dilucidar la psicología aristotélica
deres causales a la mente, generando de ese modo un nuevo a la luz de algunas discusiones contemporáneas es hasta qué
dualismo metafísico. Dicho de otra manera, aun cuando se
conciba a la mente como un ítem físico, es claro que, al menos
implícitamente, se cree que no es el mismo tipo de ítem físico 73. Kim 2005: 21-22.
74. El ejemplo del pastel y de mi deseo de comerlo es mío, pero está
que es el cuerpo. De acuerdo con los supuestos fisicalistas, la pensado sobre la base de un ejemplo dado por García-Carpintero;
eficacia causal de las propiedades mentales es inconsistente con la explicación del acontecimiento físico del movimiento de mi brazo
las siguientes afirmaciones: (i) el mundo físico es causalmente causado por un impulso nervioso, etc. está tomado íntegramente del
cerrado (i. e. «la clausura o cierre causal de lo físico»); (ii) la útil ensayo de García-Carpintero 1995: 48. Mi ejemplo está especial-
mente seleccionado pues puede ser funcional tanto a una explicación
contemporánea como a la explicación aristotélica de la psicología
de la acción, en la que el intelecto práctico (nous praktikós) y el deseo
72. Otras diferencias entre Aristóteles y Descartes pueden verse dis- (órexis) son lo que pone en movimiento al agente en el sentido de un
cutidas en Sorabji 1979: 45-51. «movimiento locativo» (cf. DA III 9-10).
LXVI MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN LXVII
punto este tipo de objeciones respecto de los poderes causales diferente del cuerpo, es capaz de producir ciertos efectos
de lo mental (o «de lo anímico» en lenguaje aristotélico) afecta sobre el cuerpo. Descartes pensaba que la interacción entre
los supuestos y los desarrollos teóricos de Aristóteles. Querría mente y cuerpo se da gracias a la glándula pineal y, sin duda,
sugerir en este punto que «nuestro problema» (para usar el él pensó que dicha glándula era una entidad material. Pero si
giro deJ. Kim) respecto de la distinción mente-cuerpo y de las ese es el caso, no se ve qué es lo que esto explica, i. e. cómo
probables dificultades que involucraría suponer que la mente un ítem inmaterial (la mente) es capaz de producir efectos
tiene poderes causales sobre el cuerpo no es el problema de sobre uno material (el cuerpo) is. Algunos filósofos de la mente
Aristóteles. En efecto, él no tiene la menor duda de que el contemporáneos, que están bastante lejos de los supuestos
alma es capaz de desplegar poderes causales sobre el cuerpo de la psicología aristotélica y que encuentran incoherente el
viviente y, aunque la psicología aristotélica exhibe esfuerzos dualismo sustancialista cartesiano (o que están dispuestos a
importantes por distanciarse del «dualismo platónico» y defender una tesis fisicalista)í 6 , sin embargo, creen que hay
enfatiza el hecho de que los estados anímicos se dan a través razones para querer hacer un esfuerzo por salvar la realidad
del cuerpo (marcando así una especie de dependencia del de la causación mental. En primer lugar, la posibilidad de
alma respecto del cuerpo), nunca se arriesga a dar el paso de
identificar dichos estados anímicos con estados corpóreos o
75. La relación entre mente y cuerpo era pensada como una verdadera
físicos. Aristóteles sit,'"lie pensando, muy platónicamente, que interacción por Descartes, i. e. no solo una cadena causal que comience
el alma, aun cuando sea un ítem incorpóreo (io precisamente con un acontecimiento físico puede dejar el dominio físico y entrar
por ser un ítem incorpóreo!), es capaz de ser causa o de ser en el mental, sino que además un acontecimiento que comience en el
una explicación causal del cuerpo viviente (DA 415b8-14). dominio mental puede dejar dicho ámbito mental y entrar en el físico
(cf. Descartes, Las pasiones del alma, Parte l, Art. 34-35 (AT XI 354-356).
Creo que pueden caber pocas dudas de que, como ya pensaba Pero si esto es efectivamente así, se sigue que entre lo mental y lo físico
Aristóteles, las creencias y los deseos (ítems intencionales) son no hay un vacío, al menos no lo hay desde el punto de vista causal. Si
ingredientes esenciales para explicar en términos causales el sustancialismo cartesiano es cierto, se sigue que, en contra de lo que
ciertos acontecimientos (por ejemplo, puesto que yo deseaba supone el fisicalismo contemporáneo, el mundo físico no es causalmente
autónomo, i. e. la tesis de la clausura causal del mundo físico es falsa.
saciar mi hambre y puesto que creía que comiendo un trozo
76. O «algo lo suficientemente cerca del fisicalismo»; cf. Kim 2005:
de mi pastel de manzana lo haría, llevé a cabo el movimiento 9-10. Un aspecto relevante de la resistencia de varios filósofos con-
de mi brazo para tomar el trozo de pastel). Me parece que este temporáneos a aceptar la posibilidad de que haya una «causación
tipo de supuesto podría ser compartido incluso por un filósofo mental» tiene que ver con el prejuicio de cómo sería posible que la
que piense que lo mental debe anclarse del lado de lo físico. mente ejerza poderes causales en un mundo fundamentalmente físico
o, puesto de otro modo, como puede haber «conciencia>> en un mundo
El punto central es, en todo caso, saber qué tipo de ítems son físico. Es un hecho que la hay (cf. Searle 1984: 13-14), razón por la
la creencia y el deseo. El tema de los poderes causales del cual algunos piensan que debe tratarse de un ítem físico; en cualquier
alma sobre el cuerpo no constituía un problema para el dua- caso, el problema subsiste dado que (i) prácticamente ningún filósofo
contemporáneo está dispuesto a respaldar el dualismo sustancialista
lismo cartesiano; pero a pesar de los esfuerzos que tuvo que cartesiano y (ii) porque, gracias a la ciencia contemporánea, sabemos
hacer Descartes ante las objeciones de Gassendi, no resulta que no hay ningún «estado anímico» que pueda carecer de una base
muy claro cómo, si la mente es una sustancia radicalmente fisiológica. Sobre la relevancia de este punto en la psicología aristotélica
cf. infra sección 2.
LXVIII MARCELO D. BOERJ INTRODUCCIÓN LXIX
la acción humana y de nuestras prácticas morales requiere El alma es causa (aitia) y principio (arché) del cuerpo viviente.
que nuestros estados mentales tengan efectos causales sobre Estos, sin embargo, se dicen de muchas maneras y, de modo
el mundo físico. Nuestras creencias y deseos hacen que, de similar, el alma es causa de acuerdo con tres modos determi-
alguna manera, nuestros miembros se pongan en movimiento. nados [de ser causa], pues el alma es causa (i) como aquello
En segundo lugar, la posibilidad del conocimiento humano desde donde se produce este movimiento, (ii) como aquello
presupone la realidad de la causación mental. Sería difícil en vista de lo cual y (iii) como la sustancia de las cosas ani-
imaginar la posibilidad misma del conocimiento si facultades madas78. Ahora bien, que [el alma es causa] como sustancia
cognitivas como percepción, memoria o razonamiento -que es evidente, pues la sustancia es causa del ser para todas las
al menos en cierto sentido pueden entenderse como «estados cosas, y vivir es el ser para los vivientes, y causa y principio de
mentales»- carecieran por completo de ciertos poderes causa- eso es el alma. Además, la actualidad de lo que es en potencia
les. En un sentido aún más general sería difícil pensar cómo es su explicación formal (lógos). Pero es manifiesto que el alma
podrían explicarse conductas físicas (como el movimiento también es causa en el sentido de aquello en vista de lo cual,
pues tal como el intelecto produce en vista de algo, del mismo
de mi mano cuando decido tomar un trozo de mi pastel de
modo también [lo hace] la naturaleza pues eso constituye su
manzana) independientemente de ciertos estados mentales.
fin. Y. de acuerdo con la naturaleza. el alma es algo de tal
Doy por supuesto que esta discusión es suficiente para
índole en los vivientes, pues todos los cuerpos naturales son
advertir por qué las posiciones actuales de filosofía de la
instrumentos del alma, y como los de los animales, así tam-
mente son reacias a atribuir poderes causales a los estados
bién son los de las plantas, por cuanto son en vista del alma.
mentales; pero además espero que esta discusión también [...] Desde luego que también aquello primero desde donde
haya mostrado (aunque más no sea por ·la vía negativa) se produce el movimiento locativo es alma. Esta facultad, sin
por qué Aristóteles no habría sido remiso a admitir que, al embargo, no se da en todos los vivientes. Tanto alteración
menos en un cierto nivel de análisis, el alma tiene poderes como crecimiento se dan gracias al alma, pues la sensación
causalesn. De he<;ho, en DA II 4 afirma: parece ser un cierto tipo de alteración y nada que no participe
de alma tiene sensación: de modo similar ocurre respecto del
crecimiento y el decrecimiento, pues nada decrece ni crece
77. Hago la restricción de que «en un cierto nivel de análisis» Aristó-
teles puede haber admitido los poderes causales del alma porque en
el «pasaje Ryleano» de DA 408b 1-18 (discutido arriba en la sección alteraciones, existen directamente, y la representación imaginativa y el
1.2) parece bastante claro que, si el alma no es más que un conjunto de pensamiento tienen el poder de las cosas, pues, en cierto modo, la forma
rasgos formales que pueden entenderse en términos de capacidades o pensada de lo caliente, ele lo frío, de lo placentero o de lo temible es tal
propiedades de un cuerpo, no sería el alma la que directamente ejerce que incluso es cada una de las cosas, razón por la cual [las personas] se
su acción causal sobre el ser vivo para producir un estado anímico de- estremecen o sienten temor con solo pensarlo». O sea, el solo hecho
terminado, sino más bien es el compuesto el qu~ con su alma produce de representarse o de pensar en el fiio (i. e. una cosa fría) o en un león
tales estados. No hay duda, sin embargo, de que.para Aristóteles ítems que corre hacia uno hace que (causa que) uno se estremezca o sienta
intencionales y anímicos c~mo phantasía, nóesisy énnoia tienen poderes miedo. Eso es prueba suficiente para Aiistóteles de que, al menos en
causales. Véase De motu 701 b 16-22: «Las representaciones imaginativas cierto modo, pueda decirse que ingredientes anímicos como la repre-
(phantasíaz), las sensaciones (aisthéseis) y los conceptos (énnoia) producen sentación o el pensamiento tengan un cierto poder causal.
alteración (alloioúsz). En efecto, las sensaciones, por ser cierto tipo de 78. O sea, causa motriz, final y formal.
LXX MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN LXXI

en sentido físico si no se alimenta, y nada que no participe de todos los vivient~s» (y asocia el crecimiento y decrecimiento
vida se alimen,ta. [...] Además, ¿qué es lo que mantiene unido a la facultad de reproducción y nutrición: to gennetikon kai
al fuego y a la tierra que se mueven en direcciones contrarias? threptikón), rápidamente desecha la plausibilidad de esa res-
Pues si no hubiera algo que lo impidiera, se dispersarían. Y si puesta. Su argumento para rechazar esta explicación es que,
va a haberlo, eso es el alma, es decir, la causa del crecimiento dado que el movimiento locativo siempre se da en vista de
y de la alimentación. Pero algunos creen que la naturaleza algo y acompañado de imaginación (phantasía) o deseo (ya
del fuego es causa en sentido estricto de la alimentación y del que nada que no desee algo o lo evite se mueve), se sigue que
crecimiento pues él es el único entre los cuerpos [o elementos] la facultad nutritiva no puede ser lo que pone en movimiento
que, evidentemente, se alimenta y crece, razón por la cual uno en sentido locativo. Luego de algunos rodeos, nos enteramos
podría suponer que es él el que actúa, tanto en plantas como en recién en el capítulo siguiente de queff9_gue-··p~i?ge -~n !!l.<?Yi-
animales. Sin embargo, [el fuego] es, en cierto modo, concausa,
miento locativo al a~!.!_Ilal~Of1_~_1~es~_9_y_~l il}!~l~c:;_!q_práct!co
no causa en sentido estricto, sino que, más bien, [es causa en
(DA III 10, 433a9-14; a31-bl). En cualquier caso, lo que esto
sentido estricto] el alma (415b8-416al5; con omisiones).
muestra es que, a diferencia de lo que sostiene el fisicalismo
El pasaje es sin duda muy significativo por el énfasis que contemporáneo en sus diversas formas, Aristótelesineguívo-
Aristóteles pone en el alma como causa formal («causa del ser c=ª-m~te_~_t:_e_e _qll_e_ít~m.s_!m1laterial~s como eLin.t~J~<:tP ·ºJª-
para todas las cosas») y como causa final («el alma es un fin en fqgn~ ti~pe11 poderes_~~usal_~~~_Naturalmente, es probable que
los vivientes pues todos los cuerpos naturales son instrumentos no haya ningún filósofo contemporáneo que esté dispuesto a
del alma y son en vista del alma») y por las consecuencias admitir que ítems inmateriales como las fofii1as sean «causas»
auspiciosas que esto tiene para una lectura atributista de la de algo, pero en el contexto del esquema explicativo aristoté-
psicología aristotélica. Si el alma no es más que una forma o lico eso es perfectamente plausible. Aristótel~s no adheriría
un fin, no hay razón para pensar en ella en el sentido fuerte a la tesis del «sustancialismo interaccionista» en la medida en
de una sustancia independiente, capaz de producir efectos que no cree que el alma pueda entenderse como una sustancia
causales. Pero, desafortunadamente para la lectura atributis- independiente del sistema corpóreo en el cual se manifiesta.
ta, Aristóteles también dice que el alma es causa motriz y, Pero sí adhiere a la tesis de que hay ítems inmateriales que
aunque parece concentrarse en el alma como causa motriz de tienen poderes causales.
los movimientos cuantitativos (crecimiento y decrecimiento) Si esto es así, hay que inferir que la ontología aristotéli-
y cualitativo (alteración), también señala que es causa del ca se encuentra en las antípodas de la ontología fisicalista
movimiento locativoi9 • Aunque en DA 432b8-ll sugiere que contemporánea, que únicamente admite poderes causales a
una respuesta plausible a la pregunta «¿qué es lo que pone ítems físicos. Pero la pregunta que como filósofos deberíamos
en movimiento locativo al animal?» parecería (dóxeien án) ser hacernos es si Aristóteles estaba o no equivocado o cuáles
«el movimiento de crecimiento y decrecimiento que se da en eran las razones de fondo que tenía para pensar que ítems
incorpóreos como el intelecto o las formas tienen poderes
causales. Al menos en parte, la ontología aristotélica -que
79. La capacidad del alma de poner en movimiento «con un movi- en línea con la platónica atribuye poderes causales a ítems
miento locativo» es de nuevo indicada en DA 432a17-22.
LXXII MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN LXXIII
incorpóreos- explica las razones por las cuales Aristóteles se . La pregunta es entonces: ¿qué es «aquella otra cosa de dentro
niega a atribuir una base orgánica al pensamiento o intelecto. o interna» que debería corromperse o destruirse para que el
En efecto, en su opinión,_ I10_)1ay_llf!_ ó_rgílno sensorial_g_ll.~ inteligir y la actividad intelectual (to noeín; to theoreín) decaigan
_s_~~propio de!JQ_t~lecto, mente o alma (DA 429a25-2]);si 1º-. o se extingan? Se podría pensar que se trata del órgano que
rrg]::>iera, elintelectopgci:riª ten~r UI15<lªdo 111aterié!l>~~:¡_:u~_c.ol1l­ fundonaría como la sede del pensamiento 82 • Pero en este
pli~¡;trí~Ja~:x.:plic;ación d~l alma en términos d~ forma. Que
el alma (racional) debe entenderse como forma es una tesis
a favor de la cual argumenta Aristóteles desde el comienzo traduce «lorsque dépérit quelque autre chose en nous» (1993 ad locum);
también Theiler cautelosamente (1994 ad locum) traduce «wenn etwas
de sus investigaciones psicológicas, cuando alega en contra anderes innen zertsort wird» (véase su nota al pasaje; 1994: 100-101. En
de los materialistas. Una consecuencia, inaceptable para el todos los casos el destacado en órgano me pertenece). Claro que esto nD.
enfoq~_ aristotélico- el~ ll!!ét_ teoría _!]:1(1t~rÍalista del é!lm_C:!__§_ ~gnt5f_él_q~~h~y~_!!_Il_Q!'g~ng_p_r9pig c1el ii1!.el~c;_tQjbristótele_s lo_niega
la eventual destrucci<)n del intelecto, lo cual sugif!re que, al expresamente), pero si se lo dice como Barbotin y CalvoLF.ª.re_cier.a_
que la J::grrup~ión__Q_g~s.ttL!C:C:ión ciet1I1 Qrg(lno (físi<;:Q, claro está) _p_n7
.men~s-~-r1 ~;;p~nt?,J~~r~~~-~§tar i!!t~r~sªd.o ~n mostrar que príaafectar la integridaddelint¡:}e_c:toi-con lo cual habría que explicar
es iil.c1estru.ctib1e:. i.-e_:.iil_rn_ortª} 80 • Según Aristóteles, el inteligir cómo sería posible que la destrucción o conupción de un órgano físico
-(~~eí~fY-~l~j~;ci-~io de la actividad intelectual (theoreín) se pudiera afectar al intelecto, que no es físico y, precisamente por eso,
es impasible y .sin mezcla. La expresión de Aristóteles es mucho más
extinguen o decaen «cuando algún otro factor interno se vaga («cuando alguna otra cosa de dentro-interna se corrompe»), y la
corrompe, pero ello (i. e. inteligir, teorizar) es impasible» (DA palabra «órgano» no está mencionada ni sugerida; el intelecto no tiene
408b24-25). La frase que acabo de citar es difícil de entender órgano corpóreo o sensible en el sentido en que, por ejemplo, lo tiene
y las traducciones a veces engañan o confunden un poco 81 • la vista (el ojo). Es claro que «la cosa interna que se con·ompe» debe
ser el corazón, pero Aristóteles no lo dice de modo explícito, probable-
mente para evitar que se crea que está afirmando que el pensamiento
tiene Uf:l_ c51'g(LnO: No_}:lay duda de queen este punto hay una tensióiL
80. Aunque, como sugeriré en la sección 3 de esta Introducción, hay ]ri1pgrt.ante p9rque, por una parte, el_p_ensar _no ti~r1e ~rganQ_S~I!.§QJ;:iQ
razones de orden sistemático dentro de DA para creer que, a pesar de
p~~por c:>.~~~-si:r:t_l111.c_orazc5:!1 ql1_~Jl111C:i()I}~_correctamente_n_o_puade_
sus dudas, finalmente Aristóteles no avala la tesis de la inmortalidad _h.@er ac~\fidades anímicas en general ni tampoc_opensamiento.. Este
del alma .. La tesis de Aristóteles del alma racional como «otro tipo _ele_ aspecto de la psicología aristotélica muestra de modo inequívoco, en
alma» g~~~r:trec:~.s:le-~n-órgano-c0::r}J_Q_r~_~(Q4 413~2~~27; 42_9a24-b5) mi opinión, que es fuertemente biológica, no espiritualista.
constituye la versión aristotélica del dualismo platomco, segun la cual
82. [Simplicio] piensa que esa «otra cosa interna que se conompe»
el intelecto constituye el principio divino en nosotros (~A III.5). ~e:o,
es el aire (o «aliento»; pneúma) o una «mezcla» (krásis), y argumenta
por otro lado, dada la base biológica de la concepcwn ans.totehca
del alma y dada su concepción del ser humano como un ammal, el que la sensación se vale del cuerpo como de un instrumento, pero la
1
actividad teórica racional (logike tlzeoría), en cambio, no se vale del
:::::-1 pensamiento humano debe, de todos modos, estar anclado ~n un
·'::::1 centro sensorio que funcione como el centro de control de todas las
cuerpo, aunque, en cierto sentido, lo acompañe y esté dispuesta junto
~~ actividades anímicas (entre las cuales se encuentran las intelectuales): con .él («es como el cuerpo expuesto a la luz respecto de la sombra»;
..::1J_eLc;orazón (cf. Kahn 2005: 200).
In Arist. De an. 60, 27-28). Ahora bien, si la actividad racional no se
vale del cuerpo, hómo es que al conomperse alguna otra cosa inte1ior
87. Barbotin traduce «l'exercice de la pensée ... qui décline quand un -sea aire o mezcla- se extingue el pensar? La observación es sutil,
organe interne quelconque se corrompt» (1966, ad locum); ~alvo Mar- pues si la actividad teórica no hace un uso efectivo del cuerpo, o sea,
tínez (1983 ad locum), aparentemente siguiendo a Barbotm, traduce: si no hay una dependencia efectiva de un componente corpóreo para
«al corromperse algún otro órgano interno»; Bodéüs es más cauteloso y que se dé el pensar, no se entiende bien por qué, al destruirse algo
LXXIV MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN LXXV

punto hay además un problema sistemático que tiene que ver de estados emocionales como la ira y el temor (DA 403a31;
con lo siguiente: si Aristóteles se esfuerza tanto por mostrar 408b8; 432b31) y de los estados anímicos en general, y como
que el intelecto es una entidad incorpórea y si, de hecho, es los estados emocionales tienen un origen cognitivo y por
una entidad in corpórea, ¿por qué habría de corromperse por eso mismo son «estados mentales», podemos pensar que el
el hecho de que se corrompa ese «algo interno» que, aparen- . decaimiento del corazón (un órgano interno) como órgano
temen te, es un cuerpo? A diferencia de sus comentadores sensible implica el decaimiento del pensamiento (que sin
griegos, Aristóteles sostenía que, aunque no hay un órgano duda es un estado mental), lo cual no necesariamente supone
sensorial propio del pensar (como sí lo hay del ver -el ojo- o su destrucción sin más (tanto la función de nutrición como
del oír -el oído-), hay un órgano (el corazón) que es la sede la de sentir son gobernadas por el corazón, que en el animal
constituye el órgano central o «el órgano sensorio común y
único» .,-hén ti koinón estin aisthetérion- a los órganos sensorios
interno, presuntamente corpóreo, se extingue el pensar. Y responde
[Simplicio]: «en razón del estado o condición (schésis) respecto de ello
propios; cf. De iuvent. 467b 19-29; 469a5-10. ¡Erc·arazon¡~g_IJ:l9.
(i. e. del pensar), de la organización y del uso que se haga según ciertas sen~ori<?_~s>m.Q~!E<?!_~I1~_<=:, gobit::!l!':\:.!1<¿ ~()lo 19§_ª§P~~J:.9_§_más
actividades, aunque no según las [actividade~ teóricas» (cf. In Arist. De an. _Ero:e_~_C!mente corpóreos de la vidaA~J.ªlli.J:!laL_.§.ipo _té!_mbién
60, 21-32). [Filópono), por su parte, aunque piensa que con esa «otra
cosa interior que se corrompe» Aristóteles quiere decir el pneúma,
1~~-I!!~~P~E.i.~EJ~!:l~~jg~_r:p.§!eos_::-com9\ el deseolel sen ti; en·-
introduce algunos ingredientes extraños al pensamiento aristotélico cuanto sentir_,l!_ajiJ:l_ª~ºª~i.9.!!l9. «r:~pr_~~~P.J~f:jórr-imigi;;-~tiv~~
y cercanos al estoicismo. En efecto, [Filópono] cree que ese algo e incluso el pensar en el caso de los humapos-, pues es la
interior que se corrompe significa un pneúma pues no es solo en las sensación la que da lugar a todos los íte:rn.s intencionales que
charlas triviales o tonteras que el pensar «se extingue» (maraínesthaz), están involucrados en las formas superiores de vida). No es
sino que además sucede que en la edad madura con frecuencia se
producen ciertos estados de demencia (paraphrosjne) y debilitamiento un dato menor, por lo demás, que en un significativo pasaje
de los pensamientos y eso, según [Filópono], es propio de un «cuerpo del tratado De som. et vig. (45 6a4-6) diga Aristóteles que todos
neumático» (pneumatikos sóma), en el que prioritariamente se distinguen los animales sanguíneos tienen corazón y que este constituye
o «resaltan» (ellámptousin) las capacidades anímicas (In Arist. De an. 164, el principio del movimiento y de la sensación (o «sentido»)
6-12). Como se ve, ya no se trata del pneúma en el simple sentido de
«aire» o «aliento» (como calor vital del animal), sino del pneúma como dominante (aísthesis kuría). Es decir, el corazón sería la sede
la sede prioritaria de las facultades anímicas, una expresión del cual de la percepción en general y la sede última de todo acon-
es, según los estoicos, «lo conductor del alma» (hegemonikón) que, a su tecimiento físico. Ahora bien, ql1_e_~lc()rét:~c511 seajª_~ede»_
vez, produce las sensaciones (aisthéseis), las representaciones (phantasíaz),
los asentimientos (sunkatathéseis) y los impulsos (hormaí; eL Aecio, IV d~ estados_ mentales como las e!!l()C:i_s>_!l_~~_!l-~-~~@i_ficE:_que
21, 1-4; Estobeo, Ecl. I 49, p. 369 ss. ed. Wachsmuth). Que el pneúma s~a también la sede del pensar;en el caso hipotético de que
es identificado por [Filópono] con el hegemonikón (estoico) queda claro lo fuera (algo que Aristóteles nunca dice, además de negar
en su comentario a algunos pasajes puntuales de DA (cf. In Arist. De expresamente que haya un órgano sensorio del pensamien-
an., 195, 10-11; 587, 25-28). La interpretación de [Simplicio], según la
cual «esa otra cosa interna que se corrompe» es pneúma (en el sentido to), el corazón no es el pensar sin más, ni tampoco es esos
de «aire» o «aliento») encuentra cierto apoyo en el texto de Aristóteks, otros estados mentales (como las emociones); _e.l_-ª~-~~!mi~n~
quien sostiene que la naturaleza se sirve del aire inspirado (DA 420b 16- to o destrtiC:~ié)n del corazón e)<:plica por qu~ J:l() P()cl~II:!OS_
21) para un2. doble función: (z) mantener el calor interior «como algo
~ir p~_!l§.~!!<:!Q,__Eer_Q_J:l~--~_29)1!~~-ql_:l:e el_pe_!l~a!Di~!:l-~()_s>)a
necesario», y (u) en vista de la voz, para que se dé un bien.
LXXVI MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN LXXVII

ii!!~Jecciónsedestruya.~ip_mÉÍ~- Lo único que explica es que aún, en su combate al supuesto común de creer que el pensar
la destrucción del medio por el cual se hace manifiesto el se corrompe a causa del debilitamiento que acompaña a la
pensamiento da como resultado el decaimiento y, finalmente, vejez y que lo que sucede es como lo que ocurre cuando se
la desaparición del pensar o, dicho de otra manera, el corazón debilitan los órganos sensoriales, Aristóteles argumenta que
sería la condición necesaria de los estados anímicos, pero no si un anciano tuviera un ojo apropiado vería bien. La vejez,
puede identificarse con ellos. Aristóteles tiende a enfatizar la entonces, lo es del cuerpo, no del alma; o sea, los desperfec-
dependencia del pensamiento respecto de la percepción y sus tos o deficiencias no se deben al hecho de que el alma sufra
contenidos (DA III 4); defiende además una concepción del una afección, sino a que la sufra aquello en lo cual «se da»
_intc:ü~<::to-como la de Platón y, en un sentido diferente, como el alma (i. e. el cuerpo), como sucede en las borracheras y
la de Anaxágoras (DA 429al8-21)-, según la cual el noúsBQ_ en las enfermedades. Pero si esto es así, ¿por qué no hél1J.~ía
sJ~_eilCJ.lentraJn~_zclctdo c.on.el c:uerpo83 y_s~ clC:t se.P-arª.dº_del de tener un órgano sensorial el pensamiento? De acuerdo 1

cuerpo (DA III 5) y, al menos en su aspecto activo, tiene una con el mismo argumento aristotélico, la base orgánica del
1
actividad incesante, ·201--fO-cliaCnosecii~g~~pi11_i_muere: Las· pensar sería únicamente su condición necesaria y no habría
!funciones intelectuales tienen una cierta unidad con las demás ninguna necesidad de suponer que, al corromperse: dicha
funciones anímicas, especialmente con las perceptivas; pero base orgánica, también se corrompiera el pensar, toda vez
el intelecto como tal tiene un cierto carácter ..trascendente que la actividad intelectual como tal no es dicha actividad
~ :ql!~_'./"9-__l.l:lás c¡_J1ci_g_~J_y_i_xi_~I1!~.~-º!!!.0..~.9mpuesto 84 • Ahora bien, intelectual en sí misma. Es claro, sin embargo, que sin una
a pesar de la dificultad sistemática señalada arriba (i. e. si el base orgánica en condiciones apropiadas, las actividades
intelecto es una entidad incorpórea, no se explica por qué intelectuales no son posibles y, como sugiero, creo que j
habría de corromperse por el hecho de que se corrompa ese Aristóteles fue consciente de esto y sin duda el problema le 1
«algo interno» que es un cuerpo), es obvio que Aristóteles, generó una tensión mayor. Pero probablemente fue llevado 1
aunque niega que el pensamiento tenga un órgano .sensorio, a defender la tesis de que no puede haber una sede corpórea
percibió la relevancia de suponer una base orgánica para una sensoria del pensar por temor a que, si ese fuera el caso,
actividad anímica tan importante como el pensamiento. Más podría contribuirse a creer que la destrucción del órgano
sensorio acarrearía la destrucción del pensar mismo, cosa
que, dentro de sus presupuestos platonizantes, no estaba 1
83. DA 429a22-25: «El llamado "intelecto del alma", por tanto, -me dispuesto a aceptar. ---
refiero al intelecto con el que el alma piensa-razona (dianoeítaz) y su- Nada·de esto explica de una manera clara, en mi opinión,
pone-cree (hypolambánez)- no es nada en acto antes de inteligir. Por eso por qué Aristóteles cree que ítems mentales incorpóreos
es razonable que tampoco esté mezclado con el cuerpo».
84. En el contexto de su embriología Aristóteles llega a sostener que
(como el pensamiento o el deseo) tienen poder causal; es
el intelecto (noús), al que califica de divino (theíon), es la única parte o relativamente obvio, sin embargo, que pensó que es un hecho
facultad del alma que en el proceso de generación viene «desde fuera» que lo tienen porque si no lo tuvieran nuestra vida práctica
(thúrathen) al embrión humano y que es, como tal, preexistente (De gen. no podría explicarse, así como tampoco podrían explicarse
an. II 3, 736b16-29). Regreso a este difícil asunto en la sección 3 de
esta Introducción. ciertos movimientos corpóreos (como el movimiento de mi
LXXVIll MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN LXXIX
brazo para beber el agua frente a mí cuando deseo saciar mi de beber cuando uno tiene sed, sino también gracias al
sed). En qué sentido el alma puede ser causa formal (e incluso pensamiento (otro ítem mental) que intenciona el vaso de
final) creo que es bastante claro luego de lo que he discutido agua como deseable, y tanto el deseo como el pensamiento
hasta ahora en esta sección y las precedentes, sobre todo en pueden entenderse en términos de «causa motriz» pues son
los pasajes en los que he enfatizado el interés de Aristóteles los principios que dirigen intencionalmente al agente hacia
por mostrar que el alma es una ousía en el sentido de forma, lo que es su objeto de deseo y que, por ende, también lo
o sea, que el alma no es más que un conjunto de poderes ponen en movimiento. Y tal movimiento o cambio es no
que puede entenderse como un conjunto de propiedades o solo corpóreo, sino también mental. La dificultad que con
predicados de un cuerpo orgánico. Pero resta explicar en qué frecuencia tenemos de asociar la causa motriz aristotélica
sentido puede sugerir que el alma es causa motriz; eso es lo a ítems mentales o intencionales probablemente se explica
que me propongo hacer a continuación. por el hecho de que parecería más evidente conectar ítems
Como se ve en DA III 10 (especialmente 433al3-14), lo materiales al tipo de «movimiento» o «cambio» a que daría
que pone en movimiento al animal es el intelecto práctico lugar una causa motriz. Pero no debe olvidarse que nada
y el deseo o, como se sugiere enseguida, el objeto de deseo menos que en el tratado de la causa (Phys. II 3) Aristóteles
o lo deseable (orektón: 433al7-20). Y «lo deseable» es el pone como ejemplo plausible de causa motriz la deliberación
verdadero principio de movimiento porque es en vista de o decisión de un agente, es decir, un ítem mental (194b30:
él que también se mueve el pensamiento. «Lo deseable» es,. ho bouleúsas aítios; uno podría interpretar esta línea diciendo
mutatis mutandis, lo que «gatilla» o «dispara» el movimiento que no es la decisión o consejo del agente lo que califica
del animal y, como ocurría con el aisthetón en el caso de la como causa motriz, sino la persona misma que decide. Pero
explicación de la percepción, es un objeto ya actualizado Aristóteles también incluye en la causa motriz o eficiente
extra-mental. Sin embargo, es solamente la condición nece- el arte de la escultura, no el acto de esculpir o el escultor, cf.
saria del movimiento: sin un pensamiento que «lo intencio- Phys. 195a6-8; o sea que una forma o, en general, un ítem
ne», por así decir, no hay movimiento y tal objeto de deseo mental, también tiene poderes motrices en su opinión). Si
carece de capacidad de movimiento. Algo parecido puede esto es así, puede resultar más fácil entender en qué sentido
decirse respecto del objeto de deseo y del deseo: en tanto Aristóteles cree que un pensamiento o un deseo tienen un
el objeto de deseo es un ítem externo (e incluso corpóreo), verdadero poder causal. No deja de ser sorprendente, por
el deseo es un ítem intencional incorpóreo que despliega último, que estos ejemplos (i. e. el de la imposibilidad de la
poderes causales toda vez que uno efectivamente desea lo vida práctica y del conocimiento sin la causación mental)
que es objeto de deseo. Sugiero que un modo de entender en sean utilizados por algunos filósofos de la mente contem-
qué sentido el alma puede ser causa motriz se hace claro a poráneos (como J. Kim) cuando defienden la tesis de que
partir de la explicación que podría darse teniendo en cuenta los estados mentales tienen poderes causales. Finalmente,
mi ejemplo de la persona que mueve su brazo para beber aunque uno todavía pueda albergar dudas acerca de por
el vaso de agua que está frente a ella. El movimiento del qué los estados mentales parecen tener poderes causales,
brazo se explica no solo a partir del deseo (un ítem mental) no tengo dudas de por qué Aristóteles puede seguir siendo
LXXX MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN LXXXI

un interlocutor importante en la discusión contemporánea que ayuda a allanar el camino en la investigación filosófica
de estos problemas. que cuh:nina en un conocimiento en sentido estricto (cf. Met.
lÜÜ4b2'5-26)H 5 •
2. ARISTÓTELES, LOS PRESOCRÁTICOS y PLATÓN Udo podría decir que prácticamente todas las teorías
del alma de los presocráticos son «sustancialistas», toda vez
Con un método que le es característico, consistente en que el alma es considerada como un cierto tipo de «cosa» o
tomar y aprovechar lo que le parece adecuado de una teoría y «sustancia». Pero también hay que decir que los presocráticos
en desechar lo que no lo es (cf. DA 403b20-25), Aristóteles se (o casi todos ellos) consideraron al alma como una sustancia
ocupa (en DA l) de revisar las distintas posiciones psicológicas física, de modo que, usando un lenguaje contemporáneo,
sostenidas por los filósofos que lo precedieron. La dialéctica, podríamos rotular sus teorías como sustancialista-fisicalistas.
entendida como un cierto arte de discutir apropiadamente, Pero, ¿qué llevó a pensar a los presocráticos que el alma
no es conocimiento en sentido estricto (epistéme), pero permite era una sustancia física? La respuesta más fácil es decir que
ayudar a refutar la pretensión de cientificidad de algunas no sabían de qué estaban hablando; pero esa no sería una
posiciones y, asimismo, a someter a examen las opiniones buena respuesta pues, a pesar de nuestro cartesianismo
recibidas. El principio metodológico que guía la dialéctica implícito, no hay todavía una prueba última que muestre
aristotélica como método de prueba y error es expresamente que el alma no es una sustancia física o que no tiene nada
descrito en un bien conocido pasaje de los Top., donde se su- de físico. Si sostenemos que el mundo es físico y sustancial,
giere que todos los juicios que parecen verdaderos en todos o nos limitamos o bien a la posición según la cual en medio
en la mayoría de los casos deben tomarse como un principio o de este mundo físicamente sustancial tienen que encontrarse
tesis aceptada. Allí también se establece que hay que escoger entidades espiritualmente sustanciales, o bien a que no hay
entre los argumentos formulados por otros pensadores, hacer tales entidades sustanciales ya que todas las cosas son física-
listas de cada clase de argumento mientras se las distingue y se mente sustanciales. De estas dos alternativas la primera es la
les colocan títulos, mencionar expresamente las opiniones de de R. Descartes (que sostiene un dualismo materia-espíritu)
cada uno (como, por ejemplo, que Empédocles sostuvo que aunque, obviamente, esta tesis tiene un ilustre antecedente
los elementos de los cuerpos eran cuatro), «pues cualquiera griego en PlatónH 6 • Los presocráticos, en cambio, favorecie-
podría adjudicarse como propio lo dicho por alguien de re- ron la segunda posición y sostuvieron que incluso el alma
nombre» (Top. 105b 12-18; un procedimiento similar se lleva a (el candidato más importante para la tesis de que hay algo
cabo en Met. I 3-6). La idea básica de la dialéctica aristotélica, espiritual o «mental» en el universo) podría estar compuesta
tal como es discutida en los Top. y otros tratados, es que la de la misma sustancia física que las demás cosas, solo que
discusión de una aporía posibilita llegar a la euporía. O sea,
«recorrer una aporía» (diaporésaz) resulta útil para resolver
dicha aporía (euporeín) y advertir lo verdadero y lo falso (Top. 85.. Sobre el carácter tentativo de la dialéctica cf. las observaciones
101a34-36). En suma, aunque la dialéctica nÓ posee un valor de Rossi 2006.
probatorio, sí tiene un valor tentativo («de prueba y error») 86. Cf. Fedón 64c-66d et passim; para Descartes véase Medítaciones
metafísicas II (AT IX 20-23).
LXXXII MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN LXXXIII

organizada de un modo más complejo o siendo una materia in~nima~o: movimiento (kínesis), y percepción sensorial (ais-
más sutil o rarificada87• thanesthaz; DA 403b25-27); a dichos rasgos se suma más tarde
En lo que sigue de esta sección me detendré en la discusión el carácter de ser incorpóreo propio del alma (DA 405b 11-12).
que en DA I Aristóteles lleva a cabo con los presocráticos y Se trata d~ tres rasgos característicos que Aristóteles incorpora
con Platón; me interesa mostrar el modo en que Aristóteles a su propia teoría psicológica como propios, no sin antes re-
analiza los aspectos que considera más evidentemente falsos cor~ar que su~ predecesores (o al menos algunos de ellos) ya
del «materialismo reductivo» de las teorías psicológicas de hab1an advertido que el alma es principio de movimiento (DA
los presocráticos, y la manera en que aprovecha construc- 403b28-29). Este es un primer detalle importante del saldo
tivamente tales aspectos y, al mismo tiempo, incorpora a positivo que arroja la discusión dialéctica sobre el tema del
su propia teoría psicológica los detalles que, en su opinión, alma al comienzo de DA I, a saber, que la psychéestá asociada
eran correctos de las investigaciones psicológicas de sus pre- al movimiento y a la percepción sensorial. Primero, Aristóte-
decesores. DA I puede ser leído como el primer tratado en les se concentra en el movimiento como rasgo característico
el que un filósofo argumenta abiertamente en contra de una del alma y hace la siguiente conexión: dado que algunos
posición fisicalista «fuerte» o del materialismo reductivo; en creyeron que lo que no se mueve a sí mismo no es capaz de
su distanciamiento de Platón, Aristóteles tratará de mostrar mover otra cosa, suponen que el alma debe estar en movi-
que, aunque el alma o las funciones anímicas no pueden miento. Así Leucipo y Demócrito suponen que el alma es un
reducirse a un cuerpo o estados corpóreos, el cuerpo es al cierto tipo de fuego (DA 403b20-404a9; 405al3). Aunque es
menos condición necesaria del alma y de sus actividades o bastante claro que en este escenario los atomistas defienden
funciones. Este tipo de explicación muestra, una vez más, la una teoría psicológica esencialmente diferente de la platónica
situación matizada del enfoque aristotélico entre una posición (por cuant? identifican el alma con un cuerpo físico, el fuego,
materialista y una posición «espiritualista»: ni el alma es un y con los atomos de forma esférica, que también son ítems
cuerpo, ni tampoco se da sin un cuerpo. materiales), los atomistas y Platón ofrecen explicacione; si-
milares en un sentido: ambos sostienen que el alma, por estar
2.1 Las características que, según su naturaleza, en movimiento ella misma, es capaz de poner en movimiento
pertenecen al alma y el modo en que fueron a otras cosas (DA 404a10-24) 88 • De inmediato aparece en es-
adelantadas por los predecesores de Aristóteles cena también Anaxágoras, un filósofo cuya relevancia en la
formación filosófica de Platón y Aristóteles difícilmente puede
Hay dos rasgos característicos que, según Aristóteles, per- ser exageradall!J . s·m emb argo, aunque Anaxágoras comparte
tenecen a todo lo que es animado y que lo diferencian de io
88. ~unque en 404a21 Aristóteles no menciona a Platón por su nom-
87. Cf. DA 405a5-7, donde Aristóteles ejemplifica con Demócrito,
bre, smo qu~ habla de un indiferenciado «cuantos argumentan», es
quien postuló que el alma era fuego parser el elemento más sutil e bastante obv1o que se refiere a él y a los platónicos (para las referencias
textuales cf. mi traducción, nota ad locum).
incorpóreo; véase también DA 405a21-22, donde Diógenes de Apolonia
aparece defendiendo la tesis de que el alma es aire por ser lo más sutil 89. Platón, Apología de Sócrates 26d; Crátilo 413c; Fedón 72c, 97b-d;
de todo y por tener la naturaleza de un principio. Fedro 270a. Aristóteles, Met. 984b, 989a, 1007b, 1009b, 102la, 1069b;
LXXXIV MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN LXXXV

con Dernócrito la creencia de que el alma es lo que pone en implícita al hecho de que Dernócrito no refiera el intelecto a
movimiento, Aristóteles cree que, al menos en un sentido, la verdad, pues, en el enfoque aristotélico el intelecto Qunto
no están diciendo lo mismo. Corno para la tradición que lo con la epistéme) es una de las facultades que están siempre
precedió, para Aristóteles la psyché es el principio de vida, lo en la verdad (DA 428al7-18). La posición de Anaxágoras, en
cual explica, una vez más, el ya indicado fuerte anclaje de cambio, le parece «menos clara» (hétton diasaphe~ que la de
la psicología aristotélica en lo biológico (DA 402a6-7). Corno Dernócrito, pues aunque Anaxágoras sostiene que la causa de
señalarnos arriba, lo animado (es decir, lo que está dotado lo bello o noble y de lo correcto es el intelecto, en otra parte
de alma) difiere de lo inanimado por dos características prin- dice que es el alma (DA 404b 1-3). Además, Anaxágoras habría
cipales: en tanto lo animado tiene movimiento y sensación, dicho que el intelecto (noús) se da en todos los animales, tanto
lo inanimado no tiene ninguna de las dos cosas (DA 403b25- grandes corno pequeños, superiores e inferiores. Sin embargo,
27). Estas son las características que los predecesores de argumenta Aristóteles, lo que se llama intelecto en el sentido
Aristóteles han señalado corno propias de lo animado y de lo de inteligencia (phrónesis) no se encuentra presente en todos
que, en general, tiene vida, rasgos que incorpora a su propio los animales del mismo modo, ni siquiera en todos los seres
enfoque. A pesar de las observaciones críticas de Aristóteles humanos (DA 404b5-6). Es obvio que Aristóteles, corno es
a Dernócrito, señala, casi al pasar, que Dernócrito no usa el habitual en este tipo de discusión dialéctica, está aplicando
intelecto corno una cierta potencia o capacidad que se refiere sus propias categorías de pensamiento a Anaxágoras y a sus
a la verdad, sino que dice que alma e intelecto son lo mismo predecesores en general (es, en efecto, bastante dudoso que
(DA 404a30-31). Me da la impresión de que Aristóteles aprue- Anaxágoras haya tenido una distinción tan clara entre «alrn~>
ba, al menos en parte, la identificación que hace Dernócrito e «intelecto»); pero lo interesante de este tipo de debate re-
entre intelecto y alma; de hecho, cuando habla del «llamado side más bien en el hecho de que Aristóteles aprovecha las
intelecto del alma» (DA 429a22-24), i. e. el alma racional, el posiciones de los demás filósofos para construir de modo
intelecto con el que el alma piensa (o razona: dianoeitaz) y positivo sus propias posiciones. El pasaje es relevante porque
hace suposiciones o juicios (hypolambánez) y que «no es nin- establece dos tesis que resultan decisivas para el resto de la
guno de los entes antes de inteligir», hace prácticamente lo investigación que Aristóteles se propone en DA: (i) no debe
mismo. Esta es la primera razón por la cual, en mi opinión, confundirse alma (psyche} con intelecto (noús). (ii) El intelecto
es relevante la objeción de Aristóteles a la identificación que es un cierto tipo de alma, pero no puede ser «alma sin más»,
hacían sus predecesores entre intelecto y alma, a saber, por- porque si así fuera, deberíamos decir que los bueyes, por
que esta objeción posibilita el intento de refinar las nociones ejemplo, tienen intelecto, ya queres un hecho que tienen alma.
de intelecto y alma. Hay a la vez, sin embargo, una crítica Y es un hecho que tienen alma porque son vivientes, tienen
sensación, movimientos, es decir, son seres vivos en el sentido
de «animales». Además, si intelecto y alma fueran lo mismo,
DC 270b, 294b, 30la, 302a; Phys. 187a, 189a, 203a, 250b y, especial- también podría decirse que las plantas tienen intelecto, lo
mente, 256b24-27, un pasaje que constituye un decisivo antecedente cual es todavía mucho más comprometido para una teoría
de la noética aristotélica (regreso a ese texto en la sección 3 de esta que, corno la aristotélica, pretende explicar que hay razones
Introducción).
LXXXVI MAR CELO O. BOERI
INTRODUCCIÓN LXXXVII
para pensar que las «actividades mentales» son diferentes de de Aristóteles, entonces, la sugerencia de Anaxágoras de
las «actividades sensorias»; que las plantas tienen alma es un que el intelecto es impasible y que no tiene nada en común
hecho para Aristóteles -pues están vivas, aunque no en el con las demás cosas (lo cual explica que no esté «mezclado»)
sentido de «animal», porque no tienen sensación-, pero de es razonable; sin embargo, aunque ese aserto es verdadero,
eso no podría seguirse qu"e también tienen intelecto. Anaxágoras no explica cómo o por qué razón, si efectivamente
La segunda razón por la cual es importante la objeción es de tal índole (como Aristóteles admite que lo es), conoce
aristotélica (i. e. que intelecto y alma no son lo mismo) tiene (DA 405bl9-23). Eso es lo que se intenta hacer en DA III 4-6.
que ver con el hecho de que incluso en aquellos que por natu- Estos y otros casos similares, por consiguiente, muestran que
raleza tienen intelecto (i. e.los humanos) es posible distinguir la discusión dialéctica en la que Aristóteles presenta las teorías
grados o niveles de intelecto (porque hay algunos que son más de los que lo precedieron en el tratamiento del asunto (el alma)
inteligentes que otros). Pero además, la tesis de Anaxágoras no tiene un valor meramente histórico-expositivo, sino que
de que el intelecto solo es, entre lo existente, simple, sin sirve a intereses de orden sistemático en el intento de generar
mezcla y puro (DA 405al6-17) adelanta de un modo signifi- un refinamiento de. nociones que permitan describir de un
cativo algunos aspectos decisivos de la noética aristotélica, modo más apropiado los fenómenos anímicos en general y
tal como se la presenta en DA III 4, 429b23-26!Jo. En opinión mentales en particular.
Veamos ahora las objeciones en contra de los «materialis~
tas»; entre ellos Aristóteles incluye pensadores aparentemente
90. Como he señalado hace un momento (véase la nota anterior),
la relevancia de esta tesis de Anaxágoras en los escritos aristotélicos tan disímiles como Demócrito o los pitagoricos: Demócrito
difícilmente puede ser exagerada; cf. Phys. 256b20-25 con mi comen- (y Leucipo), por sostener que el alma no es más que fuego
tario en Boeri 2003 ad locum. La sutil observación de Anaxágoras o sustancia cálida y compararla con las partículas que están
resuelve la aporía platónica del alma como motor que, al m?v~r, es
movido. El único motor que no cambia cuando produce mov1m1ento
en suspensión en el aire (DA 403b30-404a3); los pitagóricos
es aquel que mueve de ur: modo tal que no es instrumento o _me?io (o, más bien, «algunos de ellos»), por decir que el alma no
del movimiento (Phys. 256b20). El hecho de que veamos el termmo es más que un conjunto de partículas (xúsmata) de aire (DA
extremo de la serie de los movimientos (que puede ser movido pero el 404al7-18). La objeción de fondo de Aristóteles a estas po-
principio de su movimiento no reside en otro), y que_tan:bién veam?s
lo que es movido por sí mismo, hace razonable o, mas b1en, necesano siciones es que -dicho con un lenguaje contemporáneo que
(anankaion; 256b23) que haya un tercer término en la explicación del naturalmente no se encuentra así en los textos aristotélicos-,
fenómeno del movimiento: el que es capaz de mover siendo inmóvil. según los materialistas, todos los estados mentales son también
Aunque en Phys. VIII Aristóteles no dice que este tercer término estados físicos, una tesis que se opone frontalmente a la idea
«mueve como lo amado» (cf. Met. 1072b2-5) y como lo deseable y lo
inteligible (Met. 1072a25), ni que este motor es intelecto o pensamiento aristotélica básica, según la cual hay cierto tipo de actividad
(cf. Met. 1072b24-30), parece sugerirlo de una manera indirecta al citar mental que, aun cuando no se da sin lo corpóreo (como
con aprobación la posición de Anaxágoras, según la cual el Intelecto es
«impasible» y sin mezcla, porque este es, precisamente, el único modo
en que un motor (el Intelecto de Anaxágoras en este caso) podría m?ver
o producir un cambio en algo sin ser él mismo movido o cambiado que se mueve a sí mismo (el animal) hay un componente inmóvil: el
(256b26-27). La indicación de Aristóteles es en este punto que en lo alma, la mente o intelecto.
INTRODUCCIÓN LXXXIX
LXXXVIII MAR CELO D. BOERI

condición necesaria), no es algo corpóredH. Las objeciones a Al comienzo de esta sección 2 he enfatizado el hecho de que
Anaxágoras y a Dernócrito son particularmente interesantes, en su examen de las posiciones de sus predecesores Aristóteles
pues Aristóteles advirtió que el primero había, en cierto modo, ve claramente adelantados los dos ingredientes propios de lo
adelantado su propia posición del intelecto o alma racional dotado de alma: el movimiento y la percepción sensorial. En
corno una entidad impasible y sin mezcla que, sin embargo, efecto, en tanto algunos pitagóricos habrían sostenido que el
ejerce su acción sobre el cuerpo, en tanto que el segundo alma es las partículas que se encuentran en el aire, otros pita-
parece haberle dado la idea de que alma e intelecto no son góricos habrían dicho que es lo que las pone en movimiento
lo mismo. Corno ya he indicado hace un momento, cuando (DA 404al6-19)!n. Hay otros que argumentan que el alma es
Aristóteles señala, casi al pasar, que Dernócrito no usa el inte- lo que se mueve a sí mismo; aunque Aristóteles no dice ex-
lecto corno una cierta potencia o capacidad que se refiere a la presamente que se está refiriendo a Platón, sin duda es eso lo
verdad, sino que dice que alma e intelecto son lo mismo (DA que está haciendo: no solo es evidente por la objeción que en
404a30-31), me da la impresión de que hay un sentido en el general presenta a los que argumentan eso («no ven nada que
que Aristóteles aprueba la identificación que hace Dernócrito mueva sin estar también ello mismo en movimiento»), sino
entre intelecto y alma, aunque hay una crítica implícita al he- también por la abrumadora cantidad de pasajes en los que
cho de que Dernócrito no refiera el intelecto a la verdad, pues, Platón enuncia y defiende esa posición93 • Ahora bien, a pesar
desde el punto de vista aristotélico, el intelecto (noils) es una
de las facultades que está siempre en la verdad (DA 428al7-18; 92. Esta última es una posición que, de acuerdo con Aristóteles, tam-
cf. también EN 114la6). Hay, desde luego, otro sentido en el bién Demócrito habría respaldado (DA 404a6-7).
que Aristóteles rechaza la identificación de Dernócrito entre 93. Cf. Platón, Fedro 245c-246a; Leyes 894c4-5; d3-4; 895b5-7; 895e 10-
alma e intelecto, pues este último es solamente un cierto tipo 896a2-4 et passim. La tesis de los que sostienen que el alma es lo que
se mueve a sí mismo porque no ven nada que mueva sin estar en
de alma, no alma sin más.
movimiento es atacada en Phys. VII 1-2 (la referencia implícita es,
claro está, a la tesis aristotélica del Primer Motor Inmóvil que, por ser
capa~ de m?v.er sin moverse, constituye un perfecto contraejemplo a
97. El desarrollo de los vivientes no puede explicarse en términos de la tesis platomca de que lo que mueve también está en movimiento o
los elementos materiales que los componen: los cuatro elementos, que, se_ mueve). Según Aristóteles, mueven por sí las sustancias, que por sí
junto con sus potencias o capacidades -calidez, frialdad, humedad, mismas se encuentran en un lugar determinado (se trata del ser por sí
sequedad- no son más que condiciones necesarias para el desarrollo tal co:n? se lo entiende en el caso de la sustancia, cuya independencia
de los organismos (cf. Cooper 2004a). Creo que por lo dicho hasta este o_ntolog¡ca respecto de sus determinaciones accidentales la hace priorita-
punto y por lo que viene a continuación hay ya razones para desechar na. Cf. Met. 1028a22-24; véase también AnPo. 73b5-10: «pero la sustancia
explicaciones «psicofisicalistas» o «funcionalistas>> que sostienen que [ousí~] y todo lo que significa un esto [tóde tz] son precisamente lo que
el alma es sin más los poderes o capacidades de nutrición o sensación son sm ser alguna otra cosa. Las cosas que no se dicen de un sujeto, en-
(cf. Balme, Modrak, Charles). Modrak oscila entre ambos enfoques tonces, las llamo "por sí" y las que se dicen de un sujeto, "accidentes"»).
cuando, por un lado, señala que la psicología aristotélica no tiene un En ~entido estricto esto vale sobre todo para las sustancias que están
correlato exacto entre las teorías contemporáneas (cf. Modrak 1987: realizando en acto un movimiento de traslación, pues de hecho nada
4-6; 43) y, por el otro, indica que las capacidades psicológicas de las impide que estando en reposo sean trasladadas o «puestas en movimien-
que habla Aristóteles son «capacidades para ciertas actividades "psí- to» ~cf. 2llal7-23). ~1 ej~mplo que Aristóteles propone (el del bastón y
quicas"» (cf. 1987: 27). la piedra; Phys. 256a4-13) para mostrar que las cadenas de motores no
XC MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XCI
de las dificultades que en opinión de Aristóteles implica la tesis 2.2 El rnétodo dialéctico en funcionamiento: tesis
de que el alma es lo que, al mover, se mueve a sí mismo9 4, ese falsas pero razonables en algún aspecto y tesis falsas
enfoque muestra de todos modos un aspecto importante de y groseras
cualquier investigación psicológica: el alma está asociada al
movimiento, donde «movimiento» no puede significar única- A veces se deja de lado el estudio de DA I porque se da
mente cambio de lugar, sino también cualquier tipo de proceso por supuesto que constituye un rodeo demasiado largo al
anímico (como crecimiento y decrecimiento y, en general, tema central del tratado y a lo que, en definitiva, Aristóteles
cualquier tipo de proceso perceptivo). Ese es un jngrediente quie:e d~cir ~e. mod.o constructivo en el marco de su propia
que Aristóteles incorpora a su propia explicación. teona pstcolog¡ca. Sm embargo, si se hace esto, se pierde el
Otra interpretación que merece la consideración seria en la hilo conductor que, partiendo del examen de las tesis de sus
discusión dialéctica de DA I es la teoría según la cual el alma es predecesores, Aristóteles establece como condición necesaria
los principios o que el alma se compone a partir de los elemen- de sus propias investigaciones psicológicas (o ese es el modo
tos. En este punto en particular Aristóteles homologa la tesis en el que me propongo argumentar en este apartado). En DA
de Empédocles y la de Platón: el primero cuando afirma que I 4 se concentra el ataque en la tesis del alma-armonía, una
vemos tierra con tierra, éter con éter, y fuego con fuego; el se- teoría psicológica que, según informa el mismo Aristóteles, es
gundo cuando sostiene que el alma se da partir de los elementos persuasiva para muchos y parece haber tenido algunos adep-
y que las cosas se dan a partir de los principios (DA 404b 10-18). tos entre simpatizantes pitagóricos, una parte de los cuales es
En realidad, la tesis de fondo que uniría las explicaciones de representada por el personaje Simias en el Fedón de Platón.
Empédocles y de Platón es que «lo semejante se conoce por (o Se trata de una posición a la que Aristóteles ya se opone en
por medio de) lo semejante» (404b 17-18; 405b 15).!15 el diálogo perdido Eudemo (cf. Frag. 7, ed. Ross = Frag. 45
ed. Rose). La principal objeción a la tesis del alma-armonía
es que la armonía no es capaz de poner en movimiento nada
pueden ir al infinito indica claramente que el movimiento por sí es aquel
cuya. fu.ente motriz reside en el agente mismo, que es productor de tal (~f. DA 407~34-408a1).' aunque también trata de mostrar que
movimiento, y no depende de otro agente al cual deba su capacidad SI la armoma es una cterta proporción y composición de los
motora (un antecedente de este argumento, sin embargo, se encuentra
ya ~n Platón, Leyes 895a-c; allí Platón argumenta que el movimiento más
antiguo y poderoso es el que se mueve a sí mismo, y que el movimiento so~re todo l'_i"!t;o 45c2-d3: «cada vez que hay luz diurna en torno del
que es producido por otro y, a su vez, produce un tercer movimiento es fluJO de la viswn, en.tonces coincide lo semejante con lo semejante
secundario. Claro que para Platón el motor de motores es el alma, una y se v~elve una tot~hdad c_ompa~ta y se constituye un único cuerpo
posi~ión que .t?-rist.~teles discute y critica). En opinión de Aristóteles, para apropiadamente umdo segun la lmea de los ojos [... ]. Y al volverse un
Platon la exphcacwn del mundo físico requiere de un motor extrínseco; todo homogén~o (homoiopathés) por su semejanza, cualquier cosa que lo
en :a explicación cosmológica del Timeo, tarlto el alma como el demiurgo toque o cualqmer otra cosa que lo toque, al transmitir sus movimientos
están separados del mundo (esta explicación ya había sido adelantada a todo e~ cuerpo hasta el alma, produjo esta sensación en virtud de la
en el pasaje de Fedro 246c citado supra en p. xxx. cual decimos que vemo~» (mi traduc~ión). La tesis de que lo semejante
94. Las objeciones más detalladas a esa posición platónica se encuen- se .conoce por. _lo semeJa~t~, ademas de a Empédocles y Platón, se
tran en DA I 3. atnbuye tamb1en a Parmemdes (cf. Teofrasto, Acerca de las sensaciones
1-2). Sobre la te01ia platónica de la percepción y la interpretación de
95. Sobre la razonabilidad de esta atribución a Platón cf. Lisis 214a y Teofrasto puede verse con provecho Solana Dueso 1989: 24-36
XCII MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XCIII

ingredientes mezclados, resultará que uno puede tener muchas dicho principio es lo más importante 97• Pero como no hay
almas en todo el cuerpo, lo cual es absurdo (DA 408a11-18) 96 • nada más poderoso o prevaleciente que el alma, y como es
Como he sugerido al final de 2.1, la tesis que de acuerdo más imposible aún que haya algo más poderoso o preva-
con Aristóteles hace que la posición de Empédocles y la leciente que el intelecto, es razonable suponer (en contra
de Platón se parezcan es la afirmación de que lo semejante de Empédocles y de Platón, quien en el Timeo «produce»
se conoce por lo semejante (cf. sobre todo DA 410a-b). El el alma a partir de los elementos; cf. DA 404b 16-17) que el
argumento más sólido que creo que Aristóteles formula intelecto es lo más primigenio (progenéstaton) y dominante
en contra de la tesis de que lo semejante se conoce por lo (kúrion) según naturaleza. Estos filósofos, sin embargo,
semejante es el que presenta en DA I 5, cuando sostiene argumentan que los elementos son los entes prioritarios
que lo que en los cuerpos de los animales es de tierra (i. e. (DA 410bll-15). Las tesis de Empédocles y de Platón son
las partes duras que, según su propia química, tienen una un buen ejemplo de lo que en esta subsección he llamado
mayor concentración de tierra) no percibe sensorialmen- «tesis falsas y groseras»; o sea, sostener que lo semejante
te nada, ni siquiera las cosas semejantes, aunque, según se conoce por lo semejante no solo es falso (por lo aducido
la tesis de que lo semejante se conoce por lo semejante, antes), sino que además constituye una posición grosera,
debería hacerlo (cf. 410a30-b2). El argumento parece ·un ya que confiere poderes cognitivos a ítems corpóreos (los
poco presuntuoso y anclado del lado de la propia química elementos). Sin embargo, no hay duda de que la expresión
aristotélica, pero sirve para desactivar la sospecha de que un más acabada de una tesis sobre el alma no solo falsa, sino
ítem corpóreo sea capaz de desarrollar actividades anímicas también grosera es la de los que sostienen que el alma es
como el conocimiento y la percepción sensorial. Aunque, un número que se mueve a sí mismo Oenócrates; cf. DA
como he mostrado antes (cf. supra n 95), la atribución que 408b30-409a10. En 408b32 habla de dicha tesis como de
hace Aristóteles a Platón de la tesis de que lo semejante se «la más absurda»; alogótaton). Pero, por otro lado, en DA I
conoce por lo semejante tiene una base textual bastante Aristóteles también presenta tesis que, de acuerdo con mi
certera en los textos platónicos, no deja de ser sorprendente distinción inicial, aunque falsas, son no obstante razonables.
que en su objeción a esa tesis atribuya a Platón la idea de En efecto, cuando Aristóteles observa que los que han he-
que un ítem corpóreo es capaz de conocer o percibir, acti- cho la razonable suposición (hypeiléphasin, ouk alógos; 405a5)
vidades anímicas por antonomasia también en la psicología de que lo que mueve a la naturaleza se encuentra entre los
platónica que no pueden estar ancladas del lado de lo cor- ítems primeros, encuentra una razón para entender por
póreo. Pero el movimiento argumentativo parece mostrar qué a algunos les pareció que el alma era fuego. La tesis
que el interés de Aristóteles es enfatizar que los elementos es falsa porque, en su opinión, un ítem corpóreo no puede
-que se parecen a la materia- necesitan un principio que los identificarse con el alma (cuyas capacidades biológicas e
una, ordene, mantenga juntos o cohesione (sunéchon) y que

97. Para el importante desarrollo que esta importante idea (i. e. que
96. Para una discusión todavía interesante de la psicología del Eudemo, el alma es el principio que mantiene unido el compuesto) tuvo en el
cf. Nuyens 1973: 81-90. estoicismo cf. Sexto Empírico, Adversus Mathematicos VII 234-235.
XCIV MAR CELO D. BOERI
.INTRODUCCIÓN XCV

intencionales no pueden reducirse a un cuerpo, además presocrático. Para Aristóteles «alma» es siempre alma de «un
del hecho de que si el alma fuera un cuerpo, tendría que cierto tipo de cu.erpo»; c~mo argumentaré en los siguiente
haber dos cuerpos en el mismo lugar, lo cual es, en opi- apartados y seccwnes, el mterés fundamental de Aristóteles
nión de Aristóteles, un absurdo; cf. DA 409b2-3), pero la es defender u~a cierta «codependencia» entre alma y cuer-
posición también tiene algo de razonable en la medida en po, pero en dicha codependencia el alma no puede ser el
que el fuego es el más sutil e incorpóreo de los elementos. principio vital de. cualquier tipo de cuerpo, sino de aquel
Así, pues, aunque la tesis es falsa, aporta un ingrediente en el que sea posible el despliegue de funciones anímicas
decisivo para la propia doctrina aristotélica del alma: la bien ~efi~nidas. Pero, ¿por qué el alma no puede, en opinión
incorporeidad. de Anstoteles, ser un cuerpo? Uno podría responder a esta
Lo relevante desde el punto de vista metodológico y del pregunta de un modo ingenuo y tendencioso diciendo que la
tratamiento dialéctico de los filósofos anteriores es, por con- afirmación de que el alma no es un cuerpo es un desafortu-
siguiente, que la discusión con ellos sirve como una suerte nado rastro de platonismo en el DA. Pero esa claramente no
de introducción al tema que se está investigando, pues, aun es la razón que da Aristóteles, quien favorece la aplicación
cuando esos filósofos se hayan equivocado en muchos e de su teoría hilemórfica para dar cuenta de su psicología; en
importantes detalles, han contribuido, de todos modos, a dicha explicación, el alma es la forma y el cuerpo la materia
esclarecer el asunto. En efecto, la discusión con sus predece- del ser vivo, que es el compuesto. Pero, ¿por qué habría
sores prueba, una vez más en opinión de Aristóteles, que la que asimilar el alma a una forma? Porque el alma, como
investigación teórica que se haga acerca de la verdad de un a:gument.a A:is~óteles desde el comienzo de sus investiga-
tema es en un sentido difícil y en otro fácil. Prueba de ello es ciOnes psicologicas en el DA, es el «principio de los seres
el hecho de que nadie puede alcanzar la verdad dignamente vivos» (402a6-7), y si es un principio (arche} debe ser de una
ni no alcanzarla por completo, sino que cada uno dice algo nat~raleza diferente de aquello de lo cual es principio. Las
significativo acerca de la naturaleza del objeto en discusión entidades corpóreas tienen, según Aristóteles, un carácter
y, aunque lo que cada uno individualmente diga acerca de pa~ivo, de manera que siempre requieren de un principio
algo o no es nada o es poco, de todas las opiniones reunidas activo (la forma) que los active, organice o disponga de un
se obtiene una cantidad significativa de apreciaciones razo- modo apropiado para constituir una entidad determinada.
nables sobre lo que se está investigando. Es por eso que, en Tal como un páthos no es solamente un cierto proceso fisio-
opinión de Aristóteles, hay que estar agradecidos no solo con l~gico corpóreo, una casa tampoco es un mero conjunto de
aquellos cuyas opiniones podemos compartir, sino también piedras, maderas y ladrillos, sino ese conjunto de materiales
con los que han argumentado de un modo más superficial formalmente dispuestos u organizados de cierta manera (i.
(e incluso erróneo). Pues también estos últimos contribuyen e. como una casa; cf. DA 403b3-7). Así también, un animal,
en algo al desarrollo de nuestro estado anímico, esto es, al un ser humano o una planta no son un mero conjunto de
desarrollo de nuestro conocimiento (Met. 993a30-b14). car~e, hue.sos, sangre, pelos, tallos o raíces, sino ese conjunto
· Para terminar este apartado de la sección 2, querría pasar de ltems dispuestos formalmente de cierta manera. O, como
en limpio la objeción aristotélica fundamental al fisicalismo argumenta Aristóteles, los ítems materiales requieren de
XCVI MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XCVII

algo que los cohesione (sunéchon; DA 410b12 ss.) y, en el es la sustancia (o usía) del alma y todas sus determinaciones
caso de los seres vivos, ese «algo cohesionante o unificante» accidentales (hósa symbébeke, 402a8). Al comienzo del tratado,
es el alma. Pero, ¿por qué el alma cohesiona al cuerpo y entonces, nos encontramos con una típica explicación aristo-
no el cuerpo al alma? Porque cuando el alma abandona el télica concerniente a las cuestiones metodológic.as que deben
cuerpo, este se dispersa y descompone (DA 411 b7-9). Como ser tenidas en cuenta como paso previo al inicio de una investi-
es bastante claro, Aristóteles también está asumiendo una gación. La alternativa que se plantea es (a) que la investigación
posición dualista (cuerpo y alma son dos ítems diferentes), sea común a otros muchos tratados y, consecuentemente, se
pero en su distanciamiento del platonismo, procura mostrar podría pensar que existe un método único para todos aquellos
que son dos sustancias «codependientes». objetos respecto de los cuales queremos conocer su entidad
sustancial (ousía), o (b) que no existe un método único y común
2.3 Una reconstrucción del «argumento en tornodel qué es (tí estz) de cada cosa y, entonces, habrá que
metodológico» de DA 1 1 aprehender cuál es la modalidad investigativa que se ajuste a
cada caso, si por división o por demostración (cf. 402a11-19).
He reservado este último apartado de esta sección 2 para O sea, al estudiar el alma hay que determinar no solo qué es el
comentar el importante argumento metodológico con que alma (i. e. su ser), sino también el método que se seguirá para
Aristóteles abre su DA. En mi reconstrucción del argumento hacerlo (DA 402a11-16). Pero la definición del alma también
enumeraré los pasos en que creo que este se articula; final- debe dar por supuestas las prescripciones hechas en el contexto
mente, haré un breve comentario para mostrar su relevancia más técnico del tratamiento de la definición, la principal de las
en el proyecto general del tratado. El primer aspecto que debe cuales es seguramente que de la definición no hay demostración
tenerse en cuenta es que Aristóteles declara explícitamente que (cf. AnPo. II 3, 90b24-30).
el conocimiento del alma «contribuye enormemente (megála) (i) En lo que respecta al estudio de la psyché, el punto de
al conocimiento de la verdad en su totalidad y, en especial partida debe ser establecer a qué género pertenece y qué es,
(málista), al conocimiento de la naturaleza» (402a4-6). Esta es decir, habrá que determinar qué tipo de ítem es el alma:
declaración ubica de modo directo al DA en el contexto de si es un esto o, más precisamente, una sustancia (tóde ti kai
un tratamiento de filosofía natural; la razón es, desde el punto ousía), una cualidad, una cantidad o alguna otra de las de-
de vista aristotélico, muy simple: si el alma es el principio de más determinaciones categoriales distinguidas (402a23-25).
los seres vivos y los seres vivos son el objeto de estudio de la El análisis rápidamente mostrará que el alma debe ser una
naturaleza, se sigue que el alma constituye un tópico de estudio sustancia (ousía), por cuanto el alma es un ítem primario. En
decisivo para el conocimiento de la naturaleza. Ahora bien, un comentado pasaje de DA, Aristóteles sostiene que decir
lo primero que habría que destacar es no solo que Aristóteles que es el alma quien se irrita sería análogo a afirmar que el
ubica su investigación psicológica del lado de la filosofía teó- alma teje o construye edificios. Sería mejor, entonces, no decir
rica (theoresai kai gnómai; DA 402a7), sino también que desde que el alma se compadece, aprende o piensa sino el hombre,
el comienzo el modo en que aborda el tema es por el lado de «gracias» o «a causa de» su alma (408b 11-15). Esto parecería
su teoría de las categorías, pues lo que hay que saber es c;:uál implicar que el alma no es el sustrato de estados anímicos
XCVIII MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN XCIX

y mentales tales como compasión o pensamiento, sino que tan interesado en subrayar el hecho de que no constituye una
lo es el compuesto de materia y forma, el sujeto individual. distinción menor y de que el alma es una actualidad, no una
Más tarde, sin embargo, establece la diferencia entre alma potencialidad, uno podría imaginarse las consecuencias que
y cuerpo sobre la base de que en tanto aquella no es un podrían seguirse si el alma se encontrara entre lo que es en
hypokeímenon, este sí lo es; y el cuerpo es un Sl~eto porque no potencia. Como sabemos, lo potencial puede tanto ser como
se encuentra entre las cosas que se dicen de un sujeto (412al7-19). no ser y debe tener materia (cf. GC335a32-b7. Met. 1017a35-
Como es claro, se trata de la misma distinción establecida b8; 1036a8-12; 1042a27-28. Phys. 255a33-bl2). Por lo tanto, si
en Cat. (la20 ss.) para hablar de una sustancia primera, solo el alma se encontrara entre lo potencial, sería algo material,
que ahora el contexto en el que se hace tal distinción es no quod non en opinión de Aristóteles. Así, pues, si el alma no es
ei lógico de la relación sujeto-predicado, sino el ontológico algo potencial, debe ser algo actual o, como dice Aristóteles,
en el que se quiere distinguir el cuerpo del alma. El hecho el alma es una actualidad primera de lo que en potencia tiene
de no tener en cuenta el esquema categorial, parece sugerir vida. Pero si el alma es una actualidad y, por ende, el factor
Aristóteles, ha llevado a algunos a confundir el alma con una capaz de dar realidad a lo que potencialmente tiene vida (i.
cantidad o cualidad cuando, en realidad, es una sustancia!lx. Es e. si es el factor capaz de actualizar lo que puede llegar a ser
decir, al comienzo de una investigación hay que determinar un ser vivo), no puede ser un ítem potencial.
por vía de una definición qué es el objeto de estudio; pero (iii) El tercer componente importante a tener en cuenta
la respuesta a la pregunta «¿qué es x?» es un enunciado que en el «argumento metodológico» es si el alma es (a) divisible
describe la esencia (i. e. el tí esti de la ousía que es el alma), y en partes (meriste} o (b) si carece de partes (amerés). Aunque
dicho enunciado es una definición. nosotros sabemos que la respuesta a este dilema es (a) 100 , hay
(ii) El segundo ingrediente importante en el argumento que recordar que para Aristóteles lo que es divisible tiene
metodológico tiene que ver con la puesta en juego de una magnitud (Phys. VII 1), o sea, si el alma fuera «divisible»
distinción conceptual aristotélica crucial desde los primeros
escritos: lo que es en potencia y lo que es en acto. La relevan-
cia de esta distinción difícilmente puede ser exagerada en los (aísthesis) como una especie de cambio cualitativo que resulta de ser
escritos aristotélicos y, sin duda, también en DA desempeña alterado y de recibir una acción de un agente adecuado. Cf. 417al7-18:
«Todas las cosas son afectadas y movidas por un agente, es decir, por
un papel relevante, entre otras, en la cuestión de la distinción lo que está en acto» (hypo toú poietikoú kai energeía(i) óntos). Es decir,
de la facultad sensitiva (to aisthetikón) y el objeto de sensación hay percepción cuando un objeto (i. e. el agente, que ya está actuali-
(to aisthetón; cf. 418a3-4). Esta distinción, sugiere Aristóteles, zado, el aisthetón) «estimula» o ayuda a activar la sensación. Sobre la
no es insignificante (402a2 6-b 1)!.1!.1; para entender por qué está importancia de este pasaje cf. Bolton 2005: 218-219.
700. En efecto, uno puede «dividir» el alma en nutritiva, sensitiva, inte-
lectiva, desiderativa, motriz según el lugar, aunque hay que reparar en
el hecho de que Aristóteles recuerda que se trata de facultades (dynámeis;
98. En este último apartado reproduzco (con algunas modificaciones) DA 414a29-31) de una única entidad (es cierto, sin embargo, que en
lo que he argumentado en Boeri 1997: 101-102. 432a26-31 parece hablar de lo nuhitivo, lo sensitivo y lo representativo
99. Que la distinción no es insignificante puede verse también por el como de «partes»). Que para Aristóteles hablar de partes (mére) del
hecho de que Aristóteles explica el fenómeno de la percepción sensorial alma constituye una dificultad queda claro en el comienzo de DA III 9.
e MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CI

en sentido estricto, tendría que ser un cuerpo (quod non en gico (cf. 404a5; 406b2-3; 410b27; 411a30 y especialmente
opinión de Aristóteles). El alma es divisible en la medida en 411 b 15-30). En un pasaje central, en el que discute la facultad
que pueden distinguirse diferentes tipos de poderes anímicos o capacidad que tiene cada parte del alma, argumenta de la
en ella, pero claramente eso no significa que cada facultad del siguiente manera: (a) si el alma en su totalidad (he hóle psyche}
alma sea una «parte» entendida en términos de una magnitud. cohesiona el cuerpo en su totalidad, conviene que también
Las «partes» del alma se explican en virtud de las diferentes cada una de las partes también cohesione algo del cuerpo. (b)
funciones u operaciones que un ser vivo puede tener. Esto, sin embargo, es imposible porque no se ve con claridad
(iv) El siguiente ingrediente del argumento metodológico qué parte o cómo cohesionará el intelecto (una afirmación
se orienta a investigar si el alma es o no de la misma especie que sugiere la dificultad de atribuir un poder causal al inte-
u homogénea (homoeidés; 402b2). Aristóteles pone el énfasis lecto para producir un cierto tipo de efecto corpóreo). (e) No
en el hecho de que, aun cuando quede claro que hay distin- obstante, el hecho de que algunos seres vivos (como plantas
tos tipos o especies de alma, su definición debe ser una sola, e insectos) sigan viviendo después de haber sido seccionados
no importa que se trate del alma humana o de otro tipo de parece indicar que poseen un alma idéntica en especie (pues
alma. En efecto, si el alma es una sustancia, debe tener una cada una de las partes -en el caso de esos insectos- se sigue
única esencia y, por ende, la definición de alma debe ser una moviendo porque en ellas hay alma, e incluso sensación, i.
sola. Dicho de otra manera, las definiciones canónicas que e. alma sensitiva). (dj Además, en cada una de las partes se
Aristóteles ofrece de alma valen para los tres tipos de alma encuentra presente la totalidad de las partes del alma, que son
distinguidos: vegetativo, sensitivo y racional (sobre la idea de homogéneas (homoeidé; 4llb25) entre sí, como si cada parte
que las esencias son ítems unitarios que, por tanto, requieren no fuera separable de las demás ni el alma en su totalidad
de una definición única cf. Met. 1006a31-b4). Aunque el ser fuera divisible (DA 4llbl5-27). Este argumento parece ser la
vivo posee su propia alma dotada de «partes», dichas partes respuesta al dilema planteado al comienzo: lo primero es el
son «de la misma especie» (u «homogéneas»; homoeidés 402b2) alma toda entera, no sus «partes». Las partes no son más que
a través de las diferentes clases de seres vivosw 1• las funciones, facultades o poderes que pueden atribuirse al
(v) El quinto aspecto relevante del argumento metodoló- alma, pero el alma en sí misma es una totalidad entera en el
gico es determinar si lo «primero» es el alma toda entera o ser vivo.
sus partes. La relevancia que tiene la distinción «alma toda (vi) Por último, lo que hay que investigar es si (a) primero
entera-cada parte del alma» es manifiesta en DA, donde son las partes del alma o (b) si lo son sus funciones, o vice-
Aristóteles regresa al tema varias veces en conexión con versa. Si lo que hay que investigar primero es (b), surgirá la
algunas discusiones importantes para su proyecto psicoló- duda de si hay que investigar primero «los opuestos a estas
cosas» (i. e. lo opuesto a las meras facultades que, por sí
mismas, son pasivas), por ejemplo, lo sensible respecto de
707. Polansky 2007: 43; sobre el interés de Aristóteles por mostrar que la facultad sensitiva, lo inteligible respecto del intelecto o la
la definición de alma debe valer para todo ser vivo y que solamente
hay una definición de alma véanse los todavía útiles comentarios de
Nuyens 1973: 212-214.
INTRODUCCIÓN CIIJ
Cll MAR CELO D. BOERI

parece fácil responder a esta pregunta, pero creo que podría


facultad intelectiva. Como sugiere Polansky 102 , es probable
sugeri~se que son ~ropiedades esenciales del alma pensar, sentir
que la investigación de las funciones u operaciones del alma
y nutnrse, es decir, las funciones de cada tipo de alma distin-
sea prioritaria, pues se centra en una actualidad respecto de
gui~o. Ca~a una de ~sas funciones pertenece por sí al alma (o
la cual se define la facultad del alma, una interpretación que
meJor, al tipo o especie de alma correspondiente), pero no está
favorece la anterioridad de la actualidad sobre la potenciali-
en la esencia (o usía) «alma». En efecto, no es parte de la ousía
dad. Si esto es así, hay que investigar primero el objeto del
d_el alma «pensar» o «sentir» (de hecho, ninguna de esas capa-
pensamiento («lo inteligible»: noetón) o el objeto de sensación,
Cidades entra en las definiciones canónicas del alma que ofrece
no las capacidades que en cuanto tales son ítems pasivos.
Aristóteles en DA I: (z) «Es forzoso que el alma sea una sustancia
El «argumento metodológico» se cierra con una observación
~n el s~ntido de forma de un cuerpo natural que en potencia
relevante desde el punto de vista científico-procedimental en
tiene VIda» (412a19-21); (iz) «el alma es la actualidad primera
su fase heurística: aunque es importante conocer qué es algo
d_~ un ~uerp? natural que en potencia tiene vida>> (412a27-28);
(en este caso el alma, i. e. su ousía), no es menos importante
(zzz) «si efectivamente hay que mencionar algo común a toda
conocer también sus determinaciones accidentales o, más
alma, [esta] será la actividad primera de un cuerpo natural
simplemente, sus «propiedades» (ta symbebekóta), que también
orgánico» (4J.2b4-6). Sin embargo, en la definición de DA II 2
pueden contribuir al conocimiento del qué es. Constituye un
(«el alma es prioritariamente aquello gracias a lo cual vivimos
sentimos y pensamos»; 414a12-13) sí parecen entrar esos «acci~
principio metodológico fundamental de Aristóteles el que, al
investigar un objeto, cualquiera fuere, uno debe poner atención
dentes esenciales», aunque uno podría seguir sosteniendo que,
en todos sus aspectos (incluidos, claro está, los «accidentales»)
al menos pensar o sentir, no necesariamente entran en la ousía
de manera tal que sea posible determinar los principios del
de alma ya que «ser alma>> no requiere forzosamente ser capaz
objeto y a partir de ellos producir las demostraciones del
de desplegar la función de pensar o de sentir. Si «ser blanco»
caso (cf. AnPr. 46a20-21: «Una vez que se hayan admitido
c~lifica como otro ejemplo de accidente esencial (un ejemplo
suficientemente los fenómenos de este modo, se descubrirán
diferente del matemático más habitual en Aristóteles), y «ser
las demostraciones astronómicas»). Aristóteles también puede
superficie» no es «ser blanco» (Met.l029b 17-18) 103, entonces no
estar pensando en los «accidentes esenciales» del alma· esto
parece haber demasiado problema en suponer que «pensar» 0
está claramente sugerido por el ejemplo de «accidente;> que
«sentir» sean «accidentes esenciales» del alma (otro caso más 0
proporciona cuando se refiere a las matemáticas: «a cuántos
menos típico de «accidente esencial» en Aristóteles es «chato»
pues solamente una nariz puede ser chata; cf. Me t. ·1 030b 16-2 O~
ángulos rectos equivalen los ángulos iguales de un triángulo»
-402b20-21-, el ejemplo aristotélico favorito para hablar de
1037a29-33 AnPo. 73a34-b1). O sea, tal como «blanco» pertene-
«accidente esencial», i. e. «lo que pertenece a cada cosa por sí
ce a la superficie por sí (pero no está en su ousía), así también
sin estar en su ousía» (Met. 1025a31-32). Si en lo que efectiva-
«pensar» o «sentir» pertenecen al alma por sí, pero no están en
mente está pensando Aristóteles es en los accidentes esenciales
del alma, cabe preguntarse cuáles son tales accidentes; no me
703. Debo esta referencia ajorge Mittelmann además de una entu-
siasta discusión sobre el problema. '
102. 2007: 43.
CIV MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN cv
su ousía; si pertenecieran, toda alma deberla tener la capacidad no vivo (a un animado de un inanimado). De ahí que, aunque
de pensar o sentir, pero, según Aristóteles, no la tiene 104 • para nosotros parezca extraño atribuir alma a las plantas, para
Aristóteles es perfectamente normal y se sigue de su tesis de
3. EL DE AN/Jv!A, SUS TRASFONDOS METAFÍSICOS, SUS que, si el alma es el principio de la vida, no puede haber una
COMPROMISOS ONTOLÓGICOS Y SU IMPORTANCIA PARA LA distinción demasiado clara entre biología y psicología 105 • De
TEORÍA DE LA ACCIÓN Y LA EPISTEMOLOGÍA ARISTOTÉLICAS hecho, la palabra «alma» (psyche} en griego todavía significaba
«vida» en tiempos de Heráclito 106 • Cuando Aristóteles dice que
Suele decirse que el DA es el estudio psicológico de Aris- («el alma es prioritariamente aquello gracias a lo cual vivimos,
tóteles por antonomasia. Muchos ·estudiosos piensan que ese sentimos y pensamos» (DA414a12-13) sin duda está pensando
aserto induce a errores ya que en el DA de Aristóteles hay poco . en ella como «vida» o «principio de vida».
o nada de «psicología» en el sentido moderno o contemporá- El DA ha sido uno de los textos aristotélicos más discuti-
neo (Hamlyn). Eso es cierto, pero hay que aclarar que toda vez dos entre los especialistas en los últimos cuarenta años, en
que usamos vocabulario moderno o, más bien, contemporáneo parte gracias a la rehabilitación de los escritos psicológicos
para hacer referencia a una obra antigua, hay que precisar los de Aristóteles que se ha dado en la discusión contemporá-
términos, pues casi nunca los antiguos usan las palabras en el nea, a causa de los aspectos de la psicología aristotélica que
sentido en que las usamos nosotros, aun cuando las palabras parecen coincidir con algunas teorías contemporáneas, y en
sean en sí las mismas. Uno puede sí decir, sin temor a caer parte por la relevancia que el tratado tiene en sí mismo. El
en la exageración ni en el error, que el DA de Aristóteles es hecho de que las tesis aristotélicas hayan sido reinterpretadas
un tratado de psicología en la medida en que se trata de un a la luz de algunas discusiones contemporáneas de filosofía
estudio sistemático de la psyché, o sea, del alma (aunque no de la mente ha contribuido a que este texto haya vuelto
necesariamente de la «mente», pues, como ya he hecho notar a ser rehabilitado 107• Las interpretaciones son a veces tan
antes, para Aristóteles no todo tipo de psyché es «mente»: ni el opuestas que parece que se está hablando de libros distintos:
alma nutritiva ni la sensitiva pueden identificarse sin más con la relación cuerpo-alma en la psicología aristotélica ha sido
«mente» o «procesos mentales», aunque Aristóteles admite que
los estados sensoriales son condición necesaria del pensar, pero
ese es otro asunto). El «alma» es para Aristóteles, como lo había 705. Cf. Kahn 2005: 196. Si los siete argumentos que he presentado en
la sección 1.1 son plausibles, hay razones vigorosas para pensar que la
sido para casi toda la tradición filosófica griega anterior, el psicología aristotélica tiene un carácter fuertemente biológico.
principio de vida, aquello que distingue a un ser vivo de un ser 706. B85 DK: «combatir con el corazón (thymós) es difícil, pues lo que
[uno] desea se compra al precio de la vida» (psyche}.
707. Véase el importante libro de Welsch 1987 sobre el «sentido común
704. Hay, no obstante, una objeción que podlia ponerse a esto último: o general» (ignorado, hasta donde he podido ver, por casi todos los
aunque «sentir» o «pensar» no están en la ousía del alma (porque puede estudiosos anglosajones, incluido el estudio de Gregoric 2007 sobre
haber «alma» sin que haya «sentir» o «pensar»), no puede decirse lo el sentido común y el reciente e importante comentario al DA de
mismo de «nutrir» o «nutrirse». De acuerdo con Aristóteles, si hay Polansky 2007), la colección de ensayos editada por Nussbaum-Rorty
alma, hay nutrición, y si hay nutrición también hay alma. En este caso 1992, Everson 1997 y, más recientemente, los ensayos incluidos en
la relación es biunívoca. Peder 2001.
INTRODUCCIÓN CVII
CVI MARCELO D. BOERI

en que se dice que una forma es una ousía; si recordamos el


caracterizada como materialista, espiritualista (Burnyeat),
segundo paso del «argumento metodológico» de DA I 1, se
dualista, «cuaternista» (Kahn), como materialista no reducti-
entiende enseguida el interés de Aristóteles por caracterizar
va (Sorabji), como atributista (Bames), sustancialista o como
el alma como una sustancia en el sentido de forma: si el alma
una forma de superveniencia (Shields). Hay, probablemente,
fuera materia o un compuesto, sería algo potencial y material
un solo punto en el que todo el mundo está de· acuerdo:
(quod non en su opinión), pues el alma constituye el factor
Aristóteles aplica el modelo explicativo hilemórfico a su
activo capaz de poner en acto ciertas capacidades de cierto
teoría psicológica y en dicho modelo el alma es la forma y
tipo de cuerpos naturales.
el cuerpo la materia 108 •
Examinemos brevemente ahora las cuatro definiciones de
alma que presenta Aristóteles; cito en primer lugar los pasajes
3.1 Las definiciones de alma en el DA y sus dificultades y luego ofrezco una breve explicación de ellas:
El problema de la inmortalidad del alma (racional)
después de la muerte (i) «Es forzoso que el alma sea una sustancia en el sentido de
forma (hos eídos) de un cuerpo natural (sómatos plrysikoll) que en
Como vimos en la sección anterior, en el «argumento potencia tiene vida» (DA 412al9-21); (ii) «el alma es la activi-
metodológico» de DA I 1 Aristóteles adelanta varios aspectos dad (o «actualidad») primera (enteléclzeia he próte) de un cuerpo
que son cruciales para entender qué tipo de ítem es, en su natural que en potencia tiene vida» (DA 412a27-28); (iii) «si
opinión, la psyché. Es por esa razón que puede resultar apro- efectivamente hay que mencionar algo común a toda alma,
piado comenzar este apartado por recordar los aspectos que [esta] será la actividad primera de un cuerpo natural orgánico
utilizará Aristóteles en las definicionés de alma que da en DA (sómatos plrysikoz1 01ganikoti)» (DA 412b4-6). (Ú') «El alma es, en
Il. En primer lugar, argumenta Aristóteles, habrá que deter- sentido prioritario, aquello por lo cual (o gracias a lo cual)
minar cuál es la ousía del alma, así como sus determinaciones vivimos, sentimos y pensamos de manera que será una cierta
(accidentales). El alma, como veremos enseguida en las defi- estructura (lógos), es decir una forma, no materia o sustrato.
niciones de DA II 1, es una ousía. Pero, como sabemos, ousía Pues 'sustancia' se dice de tres maneras, [...] , de las que una
puede entenderse de diferentes maneras: una mesa -que en el es la forma, otra la materia y otra el compuesto de ambas, y
mapa ontológico de Aristóteles es un compuesto- es una ousía, de estas, la materia es la potencia, la forma el acto. Dado que
pero una forma también lo es. Debido a aspectos sistemáticos el compuesto es algo animado, el cuerpo no es acto del alma,
importantes (que fundamentalmente tienen que ver con el sino que esta [es el acto] de un cierto cuerpo» (DA 414al3-19).
interés aristotélico por argumentar en contra de cualquier Esto es, el alma humana -que es la forma de este cuerpo
forma de materialismo reductivo en cuestiones psicológicas), determinado que llamamos «cuerpo humano»- determina
veremos que enfatizará que el alma es una ousía en el sentido formalmente de una cierta manera la materia que conforma
un ser humano; el alma del buey, la materia que conforma lo
708. Aunque hay al menos un intérprete, entre los que he podido que llamamos «buey»; la de una rosa, la materia que consti-
consultar, que pone en duda la relevancia del modelo hilemórfico tuye lo que llamamos «rosa», etc. Pero no se trata solamente
para entender la teoría aristotélica del alma contenida en DA (cf. Bos de una determinación formal de un cierto tipo de materia.
1998).
UNrVERSiDAD DE ANTiOQUiA
B~2bi0TECA CENTRAL
CVIII MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CIX

Como Aristóteles distingue tipos de alma en una especie de este contexto lo muestra el hecho de que, aunque un cuerpo
scala naturae (DA II 2-3 el passim), cada tipo de alma tiene como una piedra es un cuerpo físico, no es, sin embargo, un
ciertas propiedades específicas que introducen determinacio- cuerpo que en potencia tenga vida (i. e. un· cuerpo que sea ca-
nes también específicas: quien tiene alma racional, también paz de desplegar poderes anímicos como alimentarse, tener
tiene alma sensitiva y vegetativa; la inversa, en cambio, no sensación o pensar; cf. DA 412a13-15). El problema es que
es cierta. Ahora bien, es precisamente allí donde comienza Aristóteles tiene una sola palabra para decir las dos cosas,
el desacuerdo: si el ser animado -i. e. el zóon en el sentido de pero en el contexto no cabe duda de que «físico» es mucho
«ser vivo»- es un compuesto de materia y forma) siendo el más amplio que «natural»: aunque todo cuerpo natural es un
alma la forma y el cuerpo su materia, no es completamente cuerpo físico, no todo cuerpo físico es un cuerpo natural. De
claro en qué sentido hay que entender la identificación del acuerdo con la segunda definición, el alma es una «actualidad
alma con la forma ni en qué sentido puede entenderse que primera». En DA 412a22-26 Aristóteles aclara que «actuali-
el cuerpo es la materia, porque para Aristóteles un cuerpo en dad» (entelécheia) puede entenderse de dos maneras: (a) en
sentido estricto es el cuerpo que funciona como tal, es decir, se potencia (la expresión aristotélica es mucho más lacónica:
trata ya de un cuerpo orgánico que cumple las funciones que «como el conocimiento») y (b) en acto (como el ejercicio
lo identifican como tal y que, por lo tanto, ya está formalmente del conocimiento). El alma es como el conocimiento (como
determinado como un cuerpo específico. Si esto es así, las definicio- la capacidad) porque es la facultad o capacidad de ejercer
nes aristotélicas de alma parecen redundantes porque sería una actividad. En la definición (iiz) el alma es la actualidad
tanto como decir que el alma es la forma de algo que ya tiene o actividad primera de un cuerpo natural orgánico. Aunque
forma -toda vez que un cuerpo es cuerpo si y solo si funciona algunos intérpretes argumentan que en Aristóteles organikón
como tal, es porque ya está informado como cuerpo y dota- nunca significa «orgánicO», sino «instrumental» (cf. Bos 1998:
do de las capacidades para cumplir determinadas funciones 3), no creo que en este pasaje haya otra manera de entender
orgánicas-, con lo cual el modelo hilemórfico aplicado a la la palabra organikón si no es en el sentido de «orgánico».
explicación del viviente (zóon) como compuesto de materia Aunque Bos propone interpretar la definición de psyché de DA
y forma no parece apropiado. 412b5-6 como «la entelequia primera de un cuerpo natural
Veamos ahora con algún detalle la primera definición, elemental que en potencia posee vida y que es el instrumento
que es la más completa: el alma es una ousía en el sentido de del alma» (1998: 4; el destacado en elemental es mío), no hay
forma. Esta es probablemente la manera más enfática que nada en el texto que permita semejante traducción. Además,
tiene Aristóteles de decir que el alma es un ítem inmaterial: esta interpretación tiene un escollo sistemático que es crucial:
si es una forma, no puede identificarse con ninguna «cosa» según Aristóteles, los elementos son inanimados, es decir, no
material, ya que las formas aristotélicas son estructuras (con- tienen alma (cf. Phys. VIII 4, 254b33-255a30).
ceptuales) de las cosas. Luego, en la definición (iz) dice que Aristóteles hace esfuerzos ingentes por alejarse del dua-
· el alma es forma de un «cuerpo natural que en potencia tiene lismo sustancialista de Platón, quien sostenía que el alma es
vida». El griego physikón puede significar tanto «físico» como una entidad inmaterial que puede existir separadamente del
«natural»; que este último significado es el apropiado en cuerpo (cf. Fedón 64c-65a). De modo expreso y probable-
ex MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CXI

mente pensando en la tesis platónica, Aristóteles sugiere (DA sensible es importante). Más aún, si se identifica el alma con
414al9-20) que el alma no puede existir separadamente del la forma y el cuerpo con la materia (DA 412al7-19; 412b6-8;
cuerpo y, aun cuando ello no necesariamente significa que el 414a14-19), y si debe haber una cierta relación de dependen-
alma no es inmortal o no subsiste después de que el cuerpo cia entre la forma y la materia, no puede haber una forma
se corrompeHJ!J, enfatiza el hecho de que el alma sin más no separada (en el sentido de una «separación real», que para
puede ser una sustancia (o una forma) que tenga existencia Aristóteles es claramente espacial: tópo{i); DA 413b15) de su
independientemente del cuerpo: «Por lo tanto, es evidente que correspondiente materia. La dificultad antes señalada respecto
el alma no existe separada del cuerpo, o algunas de sus partes, si es de la aplicación del modelo hilemórfico para explicar la cons-
que es divisible por naturaleza» (DA 413a3-5). Esas partes que titución de un ser vivo puede aligerarse si se recuerda que para
no pueden existir separadas del cuerpo deben ser la nutritiva Aristóteles materia y forma no son «cosas» del mundo, sino
y la sensitiva pues, como he señalado recién, Aristóteles sí solamente «principios de explicación», y esto es así a tal punto
piensa (al menos tentativa o hipotéticamente) que al menos el que no solo piensa que se trata de «respectos» -en el sentido
alma racional puede existir sin el cuerpo (no importa que el de que lo que es forma para una cosa puede ser materia para
modo en que se da dicha existencia no sea nunca explicado otra, aunque en una relación o respecto diferente (cf. Phys.
en detalle ni el hecho de que todo pensamiento sea pensa- 194b9)-, sino que también sostiene que la forma y materia
miento representativo, lo cual parece enfatizar, una vez más, últimas son una y la misma cosa, solo que en tanto la materia
que incluso en el caso del alma racional la dependencia de lo lo es en potencia, la forma lo es en acto (Met. 1045bl6-21).
La inferencia casi automática que uno podría hacer si lee
709. El alma racional en su función de «intelecto agente», que se da estos pasajes con cierta ingenuidad es que Aristóteles está
«separado» (del cuerpo o, tal vez mejor, del intelecto paciente: cho- sugiriendo algún tipo de materialismo, porque si la forma (i.
ristheís) es, dice Aristóteles, «inmortal y eterno» (DA 430a22-23). De e. el alma) es material podría ser lo mismo que el cuerpo (o
todos modos, debe señalarse que no hay acuerdo entre los intérpretes «confundirse~> con él). Pero esto no es posible: primero, por-
respecto del significado de choristheís: A. Mansion ha negado que el
intelecto agente sea divino y ha argumentado a favor de la interpreta- que ni la materia ni la forma son «cosas» en sentido estricto.
ción según la cual «el intelecto activo es perecible del mismo modo y Segundo, porque cuando define el alma como «la actualidad
por la misma razón que el pasivo» (Mansion 1953: 468). Barnes hace primera de un cuerpo natural orgánico» enfatiza el hecho de
notar que «el lenguaje de la separación» debe ser tratado con precau- que hay que descartar la pregunta de si el cuerpo y el alma
ción, ya que hablar de separación de elementos psíquicos no siempre
es hablar acerca de la relación entre alma y cuerpo (cf. 1979: 34, n. son una sola cosa (DA 412b5-9), como también hay que des-
4). En este contexto, sin embargo, me parece bastante evidente que la cartar la posibilidad de que la cera y la· figura que. a ella se
separación a la que se refiere Aristóteles respecto del intelecto apunta a le imprime sean una sola cosa. O sea, lo que hay que hacer
la separación entre intelecto agente y paciente. En lo que sigue intento es distinguir la materia de .cada cosa de aquello de lo cual es
argumentar a favor de una explicación deflacionaria de la distinción
«intelecto agente-paciente». Si mi explicación es al menos razonable, materia. Además, el texto claramente señala que el alma no
resultará más sencillo entender por qué Aristóteles habría estado es un cuerpo porque este es un sustrato, en tanto que el alma
pensando en dos funciones distintas del intelecto, no en dos intelectos puede entenderse como «algo del cuerpo>>, i. e. un atributo
distintos. Una interpretación similar ha sido sugerida recientemente
por Gerson (2005: 152-162), aunque sus argumentos son diferentes.
(DA 412al5-19).
CXJI MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CXIII

Aunque alma y cuerpo no se identifican ni son una sola (oude memichtha~ DA 429a24), lo cual indica con bastante cla-
cosa, Aristóteles subraya fuertemente el hecho de que el ridad que es inmaterial o algo diferente del cuerpo 111 • Varias
alma no es capaz de sufrir ni producir una afección (páthos) páginas más adelante, cuando se aboca a la investigación del
sin el cuerpo (afecciones tales como «enojarse», «confiarse», problema del intelecto o alma racional, señala que tal como
«apetecer» y, en general, «sentir» o «percibir sensorialmen- las cosas son separables de la materia, así también sucede
te»: aisthánesthai; DA 403a5-7). Aunque cuerpo y alma son con las cosas que se refieren al intelecto (DA 429b21-22).
cualitativamente diferentes -tal como lo son la forma y la Este pasaje tiene muchos problemas: por un lado, ha sido
materia: aquella activa, esta pasiva-, en el compuesto no tomado como un testimonio importante para avalar una
puede darse el alma por un lado y el cuerpo por el otro (por interpretación espiritualista del intelecto y para mostrar que,
eso es, precisamente, un compuesto). Lo que Aristóteles debe a pesar de todo, Aristóteles defiende la tesis de la inmorta-
estar sugiriendo, entonces, es que en la aplicación del modelo lidad del alma tras la muerte. Después de todo, como dice
explicativo hilemórfico al ser vivo (que es un compuesto de el famoso pasaje de DA III 5, 430a22-23, «una vez separado
materia -su cuerpo- y de forma -su alma-; cf. Política 1277a6) (se refiere probablemente al intelecto agente), sin embargo,
ni las actividades anímicas se dan separadas del cuerpo ni las eso solo es lo que precisamente es, y eso solo es inmortal
corpóreas separadas del alma, y que el compuesto (en este y eterno». Uno podría interpretar esta línea (430al8) en el
caso, un ser vivo) no es un mero «agregado» de componentes, mismo sentido que la tesis en cuestión tiene en Met. XII, i. e.
sino una combinación de ingredientes cuyo resultado es un
cuerpo peculiar que es capaz de tener cierto tipo de funciones
111. Lo que a mi juicio nunca queda del todo claro en el texto aris-
orgánicas 110 • Ahora bien, Aristóteles afirma que «el intelecto totélico es cómo «se da» o «está» el alma en el cuerpo. Este es un viejo
del alma» (tés psychés noús), la capacidad anímica distintiva problema del platonismo que Aristóteles, a pesar de su distanciamiento
del ser humano, aquel intelecto con el cual el alma (racional, de Platón en su intento de desactivar la explicación sustancialista del
se entiende) piensa o razona y hace suposiciones o juicios alma, nunca termina de explicar: cómo es posible que dos ítems (alma
y cuerpo) que son cualitativamente diferentes puedan establecer un
(dianoeitai kai hypolambánez) no está mezclado con el cuerpo cierto «contacto» entre sí, a punto tal que, por ejemplo, el alma es la
responsable del movimiento locativo del animal (DA410b19-21). Que
«no está mezclado» concuerda, como señala Hicks (1907: 480), con la
770. «Tal como la pupila (kóre) y la visión son el ojo, también aquí el observación anterior según la cual el intelecto debe ser «sin mezcla»
alma y el cuerpo son el animal»: DA 413a2-3. Las partes de los anima- (amigés; DA 429a18). Pero la razón de fondo debe tener que ver con el
les, argumenta Aristóteles, son sustancias en el sentido de «potencia» hecho de que para Aristóteles una mezcla en sentido estricto es una
porque ninguna de tales partes existe separadamente y, cuando se combinación entre. cuerpos (cf. GCI 10, 328a31-33), proceso en el cual
las separa, existen como materia. Separadas de la totalidad orgánica hay involucrada una cierta contraliedad, de modo tal que cada uno
no son más que un «agregado» o un «montón» (sorós) que no tiene de los ingredientes $ea capaz de experimentar una acción recíproca;
capacidades funcionales, o sea, no constituyen una verdadera unidad como ya explicó por qué el alma (racional) no puede confundirse con
orgánica (cf. Me!. 1040b5-10; este importante detalle podría agregarse el cuerpo, entonces, tampoco puede «estar mezclada» con él. Esto, sin
a mi argumento (ii) en contra de una interpretación funcionalista de la .embargo, no explica cómo es que el alma se da enel cuerpo. Aristóteles
psicología aristotélica. Cf. supra, sección 1.1). Un verdadero compuesto cita con aprobaCión varias veces la indicación de Anaxágoras, en quien
-y esto vale también para los compuestos inorgánicos- es algo de tal cree ver adelantada (como ya he señalado en la sección 2), en cierto
na.turaleza que el todo es una unidad (Me!. 104lbll-12). modo, su propia posición.
. CXIV MARCELO D. BOERI . INTRODUCCIÓN cxv
que una vez separado, «es sustancialmente una actualidad» 1 5 con una de las sentencias más ambiguas y que ha dado más
o sea, su sustancia o esencia (ousía) es ser una actualidad (cf. problemas a los intérpretes:
Met. XII 6, 1071 b19-20), y solamente eso es inmortal y eterno Sin embargo, no lo recordamos, porque eso (i. e. el intelecto
(430a22-23), pero eso únicamente puede ocurrir cuando está agente) es impasible, pero el intelecto paciente es corruptible
separado de todo aquello que impide u obstruye la actividad.· y sin eso (¿?) nada piensa» (DA 430a23-25).
(DA 429a21-22) 112 Aristóteles concluye este pasaje de DA III
¿A qué se refiere el segundo «eso» (en la última línea)
172. En el contexto de su argumento en contra de las Formas plató-
y cuál es el sujeto de «piensa»? En esta traducción puede
nicas como principios motrices (Formas que, aunque pueden mover, entenderse que se refiere al intelecto paciente, y que el
no mueven en sentido efectivo ni todo el tiempo) Aristóteles concluye sujeto de «piensa» es el intelecto agente. Que «eso» (toúto)
que debe haber otra sustancia, aparte de las Formas, que debe ser un puede ser el intelecto paciente se explica de la siguiente
principio tal cuya sustancia sea «actividad» (Met. ·1071 b 19-20). El pro-
manera: el intelecto humano no está siempre pensando,
blema que tiene este pasaje de Met. y el de DA que acabo de citar es
que el único principio cuya sustancia («realidad» o «ser») es actividad «no es nada en acto antes de inteligir» (DA 429a24), y para
debe ser inmaterial y no se da a través de una sustancia corpórea (como inteligir debe ser activado. El intelecto es en potencia, no a
se da o existe el alma racional o intelectiva en.un ser humano). Pero· otro intelecto, sino en potencia para pensar 113 • Esto mostraría
si eso es así,. no es claro cómo la esencia del alma humana pueda ser
actividad y, por tanto, seguir ejerciendo la actividad de inteligir cuando que se trataría no de dos intelectos, sino de dos funciones del
se encuentra separada del cuerpo. Uno podría sugerir que, en realidad, mismo intelecto que, en su «aspecto material y formal» en la
la separación no es del cuerpo (una posibilidad que genei·a no pocas relación materia-forma da lugar al acto de pensar 114 • La otra
dificultades al hilemorfismo aristotélico), sino del intelecto paciente
(para más detalles sobre este punto cf. mi nota a DA III 5, 430a22}.
La historia de la interpretación de DA III 5 es extensa y complicada:
Alejandro de Afrodisía (s. II d. C.) fue el primero en asimilar el intelecto· la nota anterior, debe ser que, en sentido estricto, una mezcla es una
agente con «la causa primera>> (De anima 89, 9-19) y, por extensión, con combinación entre cuerpos, pero el intelecto no es un cuerpo.
dios (De intellectu 109, 23-110, 3), una tesis que fue convenientemente 113. Gerson 2005: 156.
rechazada por Tomás de Aquino (Summa Theologica la. q. 79a, 4-5; 114. El primero en sugelir la tesis de que se trata no de dos intelectos,
Sentencia libri De anima lib. 3 lectio 10) y que raramente ha vuelto a sino de dos funciones de un único intelecto fue Plutarco, citado por
ser defendida. La única interpretación contemporánea que, en cierto [Filópono], In Arist. De an. 535, 13-16: «Plutarco [...] no cree que en
modo, se acerca a la de Alejandro es la de Frede 1996, quien defiende· nosotros haya un intelecto doble (i. e. «dos intelectos»: dittim noun),
la tesis de que el intelecto agente es el intelecto divino, «Dios[ ...] como sino uno simple (i. e. «un solo intelecto»: haploun), y dice que este
un principio operando en el intelior de cada alma humana sin dejar [intelecto] único no siempre está inteligiendo [todo el tiempo], sino
de ser el primer plincipio de todo» (cf. 1996: 383-384). Es interesante que a vecesintelige. Ahora bien, Plutarco cree que está diciendo que el
hacer notar que en su interpretación Alejandro enfatiza, como Aristó~ intelecto humano, que cree que a veces también intelige, está en acto»
te les, el hecho de que el intelecto (agente), por ser impasible y no estar (i. e. cuando intelige). Cf. también lnArist. De an. 536,2-5. También es
mezclado con la matelia, también es incorruptible, y que por ser una filosóficamente sugerente la interpretación de Alejandro de Afrodisia
actividad y una forma se da independientemente de la potencia y la de que la corruptibilidad del intelecto debe entenderse en el sentido
a
materia (De anima 89, 16-17). El punto que mi juicio nunca se explica de que, cuando no está inteligiendo o pensando, se destruyen sus pen-
suficientemente es cómo puede darse en nosotros el intelecto agente samientos (noémata; cf. De anima 90, 10-11). O sea, lo que se corrompe
pero no estar «mezclado» con el cuerpo y estar, por tanto, «separado» no es el intelecto (paciente), sino su contenido intencional cuando cesa
ele lo potencial y lo materiaL La explicación, como he indicado eri la actividad intelectual. Plotino (citado por [Filópono], In Arist. De an.
CXVl MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CXVJI

posibilidad sería sostener que se trata de lo contrario, i. e. rnenos habitual a esta lectura consiste en argumentar que el
que «eso» en la expresión «sin eso» es el intelecto agente y intelecto paciente se corrompe y el agente no, pues «es in-
que lo que no piensa nada «sin eso» es el intelecto paciente. rnortal y eterno» 116 ; y eso es una buena razón para defender la
Esta lectura también puede ser plausible, pues lo pasivo ne- tesis de que, efectivamente, se trata de dos intelectos. Pero esa
cesita de lo activo para ser actualizado. Que el intelecto es objeción puede desactivarse fácilmente, ya que uno, dentro de
paciente significa que puede. pensar, pero para hacerlo debe un muy conservador esquema explicativo aristotélico, podría
ser actualizado. En la versión por la que me he decidido en entender que se trata de la relación materia-forma, solo que
mi traducción del pasaje el sujeto de «piensa» es la persona aplicada al intelecto o, más específicamente, al acto de pensar,
que piensa, con lo cual hay que reponer el sujeto («uno», que, en el humano, no es permanente y necesita siempre ser
«una persona»). actualizado. Para explicar cómo se produce tal actualización
Al menos en parte, la dificultad puede atenuarse si se Aristóteles puede simplemente estar recurriendo al esquema
ofrece una interpretación deflacionaria del problema del hilemórfico y sugerir así que lo pasivo siempre requiere de
intelecto agente. En primer lugar, hasta donde puedo ver, algo activo para activarse y que, inversamente, lo activo
en el texto no hay evidencia de que cuando Aristóteles dice también requiere de algo pasivo para ejercer su actividad.
«intelecto agente o paciente» esté necesariamente hablando De hecho, como acabo de indicar, eso es lo que claramente
de dos intelectos, sino más bien de dos funciones distintas del indica el mismo Aristóteles en la introducción del capítulo:
mismo y único intelecto. Esta lectura creo que es sugerida Puesto que en la naturaleza toda lo uno es materia para cada
por el mismo Aristóteles cuando al comienzo de DA III 5 tipo de cosa -y eso es lo que en potencia es todas aquellas
hace la analogía de la actividad artesanal (que presupone la cosas 117- , y lo otro es la causa, es decir el agente (to aítion km'
relación forma-materia como los componentes activo y pasivo poietikón), por producir todas las cosas (to[i} poiefn pánta) -como el
de cualquier proceso de producción) con la actividad anímica arte respecto de la materia-, es necesario que estas distinciones
que da lugar al fenómeno del pensar 115 • Una objeción más o se den también en el alma (DA 430al0-14).

La distinción materia-forma también debe aplicarse al


535, 10-13), aparentemente al comentar el pasaje platónico de Fedro alma y, en particular, a la explicación del intelecto o alma
245c, interpretó que el alma está siempre en movimiento (aeikíneton) intelectiva. La potencia es a la materia como la forma es
porque está siempre inteligiendo, y por eso creyó que el intelecto era al acto; la distinción paciente-agente, entonces, aplicada al
el que siempre está inteligiendo: «Por eso Plotino afirma que [Platón]
llama "intelecto en acto" (energeía{zj noún) al intelecto humano que intelecto, también debe ser simétrica, tal como lo es la distin-
siempre intelige». ción materia-forma: sin un factor pasivo no hay otro activo y
175. Por lo demás, DA III 5 debe leerse en conexión con el capítulo
anterior y, en especial, con las sugerentes líneas 430a25-26: «y en tanto
[inteligir o pensar] es algo común a dos cosas, en un sentido parece
actuar y en otro, padece.r~. Hasta donde puedo ver, no hay otra forma do ya. había sido adelantada por Zingano 1998: 173; 176, aunque sus
de entender aquí el grieg9 to men poieín dokeí to de páschein; si es así, el argumentos de detalle son diferentes.
giro tomen ... to de no p,uede hacer referencia a dos intelectos, sino a 776. Cf. Caston 1999: 203, 206.
dos aspectos del mismo intelecto. la interpretación que estoy sugirien- 777. Es decir, los particulares incluidos en la clase o tipo de cosa.
CXVIII MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN ·cxix
sin uno activo no hay uno pa~ivo. Lo pasivo es a la materia
en cierto, modo condicionado por el cuerpo y sus estados).
como lo activo es a la forma. Si esta sugerencia es al menos
Lo que garantiza la continuidad de la intelección al Primer
plausible, podría aceptarse que en DA III 5 Ari~tóteles ~o- está
Motor Inmóvil -que en Met. XII se identifica con dios y con
hablando de dos intelectos, sino de dos funciOnes d1stmtas
la intelección rriisma- es precisamente el hecho de que ese
pero complementarias del mismo intelectom. La sentencia
intelecto (que es dios) no tiene nada que ver con lo material,
final con que cierra el capítulo («el intelecto paciente es co-
es decir, es capaz de llevar a cabo su actividad sin un cuerpo 1w.
rruptible»: ho de pathetikos noús phthartós; DA 430a24-25) puede
Si no fuera (esencialmente)' intelección sino potencialidad, lo
entenderse no como la corrupción del intelecto, sino como la
razonable sería suponer que para dios la continuidad de la
corrupción o destrucción en el sentido del cambio al que está
intelección sería algo fatigoso (Met. 1074b28-30). Ese no es,
sujeto el sustrato material sobre el que actúa el factor activo.
precisamente, el caso del «intelecto del intelecto», per~ sí es
Aristóteles señala expresamente que el intelecto humano -que
el caso del intelecto humano, que no solo se da a traves del
como cualquier intelecto carece de materia- es indivisible (Met.
cuerpo sino que, en cierto modo, está condicionado por los
1075a6-8); pero el intelecto humano (a diferencia del intelecto
estados afectivos del sujeto.
divino, cuya vida describ.f' en Met. XII), aunque él mismo no
sea potencia en la medida en que es inmaterial, comprende
siempre un aspecto potencial, y ello es así porque, aunque no 179. Este importante detalle también es enfatiz~do por _AleJandr?_en
su interpretación del problema:«[... ] la causa pnmera (to_proton a_ztwn~
es un cuerpo, se da a través del cuerpo (DA 403a5-10; eso es lo
que, en sentido estricto (kuríos), es intel_ecto. Pues la forma I~t;tatenal (to
que explica que el humano no esté pensando todo el tiempo. aúlon eidos) es intelecto en sentido estncto; es por eso tambien que este
El pensamiento, como cualquier otra actividad vital, está intelecto es más valioso que el que está en nosotros y en lo ~aterial,
porque en todas las cosas lo a~tivo es m~ valioso que lo_ pasivo, y lo
que está separado de la matena lo es mas que lo que esta [mezcl~d~]
118. La tesis aristotélica de que el intelecto es «impasible y sin mezcla»
con ella» (De anima 89, 18-21). Dicho de otro modo, aunque Arista-
(apathes kai amigés), esto es, que se trata de una entidad que _no está teJes argumenta que el intelecto no está mezclado con el cue~o (!JA
429a24-25), hay un sentido en e} que ruede entenderse que ~1) Sl Jo
sujeta a afección (que es lo mismo que decir que no puede expenmentar
activo es más valioso que lo pasivo y (ii) si lo mejor es 1~ que Siemp:e
ningún cambio), es una tesis que, como vimo~,- ya aparece en Phys.
256b25-26: «Anaxágoras se expresa con conecc10n cuando afirm~ que está activo (no lo que a veces lo está y a veces no), :1 mtelecto_ ~as
valioso es el que puede darse sin un cuerpo (o sea, el mtelec_to diVmo
el intelecto es impasible y sin mezcla, ya que al menos hace que el sea
de Met. XII). La interpretación de Alejandro del intelecto activo co_mo
principio del movimiento. En efe_cto, ~nicamente as~ podría ?:over,
«la forma inteligida» (cf. su De intellectu 108, 7-8) se v~ muy atractl~a;
si es inmóvil, y podría gobernar SI es sm mezcla>> (mi tra?uccwn). El
su identificación del intelecto agente con la causa pnmera (De anmza
intelecto es impasible y sin mezcla porque este es, precrsamente, el
89, 9-19) y, por extensión, con dios (De intellectu 109, 23-110, 3) me
único modo en que un motor (el in~electo de A?axág?ras: en este c~so)
podría mover o producir un cambiO en algo sm ser el m1s~o m?v1do parece, en cambio, insostenible. ~ay vari.as razones p_ara esto, ~unq~e
la más importante es que, de ser cierta la mterpretacwn de Alejandro,
o cambiado (256b26-27 con mi comentario ad loe. en Boen 2003). La
indicación de Aristóteles es en este punto que en lo que se mueve a sí habiia que pensar que cada vez que está ope:an~o el intelecto ag~nte
en un individuo también está presente en el dios, lo cual no tiene
mismo (el animal) hay un componente inmóvil: el alma, la mente o
ningún sustento en los textos de Aristóteles y se ve como un enfoque
intelecto. Al comienzo de su investigación en DA, Aristóteles sugiere
claramente antiaristotélico. Pero es un hecho que, al menos cada vez
que el intelecto «pmece sobrevenir [en nosotros] como siendo un cierto
que pensamos (i. e. que actualizamos las formas), el intelecto activo
tipo de sustancia, y [parece] que no se conompe» (DA 408b18-19).
«está» en nosotros.
cxx MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CXXI

Que el intelecto parece sobrevenir al humano corno si se (DA 429al3-15; 43la 16-17: «el alma nunca intelige sin una
tratara de un cierto tipo de sustancia que, al parecer, no se imagen»). Si el intelecto no padece una afección y pensar es
corrompe debe significar que el intelecto, en la medida en que ser afectado por algo, no se entiende cómo puede pensar el
es una ousía, también es una cierta realidad que no depende de intelecto separado de o «no mezclado» con el cuerpo. (iz) Si
otra cosa para ser lo que es. Al comienzo de su investigación el intelecto es separable del mismo modo en que lo son las
(DA 408b 18-19) Aristóteles todavía presenta el problema en un cosas de la materia, la separación solamente será de tipo con-
tono hipotético, pues para el sentido común lo más habitual ceptual, según el lógos: o sea, se trata del tipo de separación
sería pensar que se corrompe a causa del debilitamiento que conceptual corno la que es posible hacer con cualquier objeto:
acompaña a la vejez y lo que sucede es corno lo que ocurre uno puede separar «silla» de su materia («madera»), pero eso
cuando se debilitan los órganos sensoriales. Pero si un anciano es solamente una separación conceptual, no real. O sea, ni la
tuviera un ojo apropiado, argumenta Aristóteles, vería bien. forma ni la materia son cosas. Entonces, (iiz) ¿qué significa que
La vejez, entonces, lo es del cuerpo, no del alma; o sea, los el intelecto -en su aspecto de intelecto agente, que es el único
desperfectos o deficiencias no se deben al hecho de que el impasible, sin mezcla con el cuerpo, aquel cuya sustancia o
alma sufra una afección, sino a que la sufra aquello en lo cual cuyo ser es ser una actualidad- es «inmortal y eterno»? Debe
se da el alma (i. e. el cuerpo), corno sucede en las borracheras significar que el intelecto en su sentido más propio (i. e. el in-
y en las enfermedades. De este modo parece quedar superada telecto mientras está inteligiendo) no puede identificarse con
la dificultad planteada respecto de la hipotética corrupción del nada corpóreo, por un lado, y que, por lo tanto, no está sujeto
alma (entendida como intelecto paciente) por corromperse el a las variaciones de lo corpóreo (decaimiento, debilitamiento,
cuerpó a través del cual se da. No obstante, uno podría pregun- muerte) 120• Lo que en el mejor de los casos el famoso pasaje de
tarse si la analogía es apropiada, porque Aristóteles sostiene que De gen. an. 736b8-29 «prueba>> es la preexistencia del intelecto,
no hay un órgano sensorial que sea propio del intelecto (DA no su supervivencia tras la disolución del compuesto. Los fetos,
429a25-27), mente o alma racional. Platón, desde su posición señala Aristóteles, al comienzo viven la vida de una planta.
dualista-sustancialista, niega la posición de los materialistas Pero si uno efectivamente es humano, debe poseer, además
pues sostiene que el alma es en realidad un sustrato de estados del alma vegetativa y sensitiva, también la intelectiva, porque
mentales que puede existir independientemente del cuerpo. hay que tener todos los tipos de alma que uno esencialmente
Si lo que he argumentado hasta aquí es al menos plausible,
se ve con claridad por qué una interpretación «espiritualista»
de la noética aristotélica presenta dificultades sistemáticas 720. A esto obviamente se puede objetar que el intelecto, aunque no
que parecen insalvables para un enfoque espiritualista que tenga un órgano corpóreo, de todos modos decae cuando las funcio-
nes corpóreas decaen (eso explica de nuevo el hecho de que, aunque
pretende asimilar la teoría aristotélica del intelecto a la visión el alma y el cuerpo son dos cosas diferentes, no pueden darse el uno
cristiana de la inmortalidad del alma. Dichas dificultades pue- independientemente del otro; también explica que incluso la actividad
den resumirse en los siguientes puntos: (z) Aristóteles señala en de pensar es para Aristóteles una función biológica). Pero, como ya
varias ocasiones que el pensar (y, obviamente, está hablando hemos visto, Aristóteles visualizó el problema y advirtió que lo que
decae no es la función anímica de pensar, sino el sustrato en el cual se
del pensar humano) es pensamiento representativo-sensitivo da dicha función (i. e. el cuerpo).
CXXJI MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN CXXIII
tiene en potencia antes que en acto. Eso significa que en algún del cuerpo. Se trata del único caso en el que lo que intelige
momento del desarrollo de la vida del ser vivo será posible y lo inteligido se identifican (cf. .i11et. XII 9-10; DA 430a3-4).
actualizar esos tipos de alma. Ahora bien, todos los tipos de
(iv) Un último argumento en contra de la interpretación espi-
alma no pueden preexistir, ya que todos los principios cuya ritualista de la noética aristotélica es el que ya he adelantado
actualidad (o acto) es corpórea, claramente no pueden existir antes (en la sección 1.1): en virtud del hilemorfismo y de las
sin un cuerpo (por ejemplo, no es posible caminar sin pies). objeciones presentadas a Platón, constituye una vigorosa tesis
Es por eso también que no es posible que entren desde fuera, aristotélica que las formas no se dan separadas del compuesto,
porque, al no tener existencia separada, no pueden entrar en sino que son inmanentes a él (cf. Met 1037a29-33; 1078b30-32;
un cuerpo. Y concluye Aristóteles: I079b 15-19). Pero el alma es una forma; por ende, no puede
Queda, entonces~ que el intelecto solamente entre desde fuera darse separada del compuesto. Es por eso que lo único y lo
y que él solo sea divino. pues la actualidad corpórea de ningún mejor que. puede hacer un ser viviente que sea completo y
modo participa de él en acto (i. e. de ningún modo participa no se encuentre mutilado ni sea el resultado de la generación
de su actualidad; De gen. au. 736b27-29). espontánea es replicar su propia forma (i. e. su alma) en otro
Como he sugerido recién, el argumento prueba, en el miembro de la misma especie, al cual se la transmite. Este
mejor de los casos, la preexistencia del intelecto, no necesaria- es el modo en el que un individuo de la especie puede, en la
mente su supervivencia tras la muerte del animal. Aristóteles medida de lo posible, «participar de lo eterno y lo divino». Pero
podría objetar que, si es preexistente y si no necesitaba de un su forma no tiene existencia separada de su cuerpo, porque
cuerpo para existir, entonces, puede seguir existiendo sin un es imposible participar de lo eterno y de lo divino de manera
cuerpo. Es precisamente por ser divino que puede seguir exis- continua (ya que nada destructible puede persistir siendo lo
tiendo independientemente de un cuerpo. Desdichadamente mismo y numéricamente uno). La conclusión del argumento
para nosotros ni en este pasaje del tratado De gen. an., ni en DA es que el alma. (psyche} no existe separadamente, •salvo que
III 5 Aristóteles describe el modo en que «piensa» o «intelige» haya funciones o afecciones propias de ella. Pero como las
el intelecto humano «separado» del cuerpo. La descripción afecciones del alma suponen un cuerpo, el alma no puede
detallada de en qué consiste pensar o inteligir que desarrolla existir separadamente de él (cf. DA 415a15-b1).
en DA III no corresponde a un «intelecto separado», sino a
un intelecto que está implantado en un cuerpo, es decir, al 3.2 Las nociones clave de la psicología aristotélica:
intelecto de un sujeto humano mientras ese sujeto está vivo. sensación o percepción (aísthesis), imaginación o
La única descripción detallada que tenemos de la vida del representación imaginativa (phantasía), intelecto o
intelecto que no se da en un cuerpo es la que se presenta en pensamiento (noús)
Met. XII, pero en ese caso se trata del intelecto divino, y dios Hay un acuerdo general entre los intérpretes en pensar
para Aristóteles es una entidad inmaterial de la cual, por eso que el término clave (o al menos uno de ellos) es aísthesis:
mismo, puede decirse que se intelige a sí misma y que lo hace sensación, percepción o sentido. Y esto es así porque, como
todo el tiempo por no estar sujeta a los condicionamientos queda claro en varios pasajes del DA, la aísthesis es lo que des-
CXXIV MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN cxxv
encadena o «gatilla» facultades o ítems intencionales como la epistemológicas desde Platón; son sin duda centrales en toda
imaginación (phantasía), el deseo (órexis), el placer y el dolor. la discusión del Teeteto y el Sofista de Platón y, en general, tam-
El pasaje central en el que Aristóteles establece esto con toda bién en toda la epistemología antigua posterior a Aristóteles.
nitidez es el siguiente: Según cada contexto, estas palabras pueden designar una
En efecto, tal como resulta evidente que algunas plantas siguen capacidad, una actividad y un producto o resultado. En DA
viviendo aun estando divididas y separadas entre sí. ya que el (413b2) es claro que la sensación es el factor prioritario de la
alma en ellas -[o sea] en cada planta- es una sola actualidad, existencia del animal, i. e. es lo que define a un viviente como
pero múltiple en potencia, así [también] vemos que, en relación «animal». En el comentado pasaje de AnPo. II 19 Aristóteles
con otras diferencias del alma, sucede en los insectos que están caracteriza la aísthesis como una «facultad connatural o innata
divididos. Pues cada una de dichas partes tiene sensación y capaz de discriminar o distinguir» (99b35: djnamis sjmphytos
movimiento locativo; y [si tiene] sensación~ también tiene kritiké, cf._ DA 432al5-16) 122 • La sensación o percepción por sí
imaginación y deseo ya que donde hay sensación, también misma e independientemente del pensar o del juicio es capaz
hay dolor y placer, y donde están presentes estas [afecciones], de «discernir o distinguir» tipos de sensación que el animal
forzosamente también hay apetito (DA 413bl6-24). asocia a estados de dolor o placer. Se trata de una tesis sobre
la cual Aristóteles regresa varias veces y a la cual le confiere
En el contexto Aristóteles está particularmente interesado
una importancia decisiva en sus discusiones psicológicas y
en saber si lo nutritivo (to threptikón), lo sensitivo (to aisthetikón)
epistemológicas (cf. Met. 980a21-28; 1047b32; 1054a29. DA
y lo racional (to dianoetikón) -es decir, si las tres facultades
413b20-24). En De motu 700bl9-2lllega a afirmar que aísthesis
anímicas distinguidas- son (i) alma o (ii) «una parte del
y phantasía «disciernen todo» (kritika pánta) y, en ese sentido,
alma». Y si son (ii), si cada una de ellas es tal que es separable
ocupan el mismo lugar que el intelecto (ten auten tó{i} nó[i} chóran
(choristón) l:ll. La noción de aísthesis es clave porque en el DA
échosuin). Ahora bien, el tenor de este tipo de afirmación se
hay una teoría de la percepción, de la «representación ima~
comprende mejor cuando se advierte que para Aristóteles el
ginativa» (phantasía; que no se da sin sensación) y del modo
alma no puede experimentar una afección o ejercerla sin el
en que un sujeto humano es capaz de procesar los fenómenos
cuerpo, aunque hay una facultad que, por excelencia, parece
senso-representativos a través del lenguaje, i. e., de pensar.
propia del alma: pensar (DA 403a8). Este pasaje es importante
Aquí ya aparece el pensamiento, el juicio, la verdad, el error,
pues sugiere que si el pensar es una forma de phantasía o resul-
etc. Nociones como «imaginación», «sensación» o «pensa-
ta imposible sin ella (como finalmente lo establece de modo
miento» y sus derivados son centrales en todas las discusiones
positivo; DA 429al3-15), el pensar, como cualquier otro estado
anímico, requiere del cuerpo (cf. 403a5-10). La conclusión
127. Según Aristóteles, respecto de algunas, «no es difícil advertirlo» del argumento es que el alma no existe separadamente, salvo
(sin duda está pensando en el alma nutritiva y sensitiva, que no son que haya funciones o afecciones propias de ella. Pero como
separables), pero hay «algunos otros casos que implican una dificultad» las afecciones del alma suponen un cuerpo, el alma no existe
(DA 413bl5-16). Estos «otros casos» son, en realidad, el alma racional
o intelectiva, sobre cuya separabilidad y posibilidad de existencia
independiente del cuerpo discuto más abajo. 722. Para la discusión de este pasaje cf. Volpi 2003: 289-290.
C.XXVI MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN C.XXVII
separadamente (cf. DA 403a15ss.). Esto parece contradecir [en un sentido, el órgano sensorio y el sentido son] lo mismo,
lo dicho en De gen. an. II 3, 736b 16-29 sobre el intelecto que y en otro diferente. Lo que siente, en efecto, será una maani-
«viene desde afuera» y que, eventualmente, podría sobrevivir tud, aunque por cierto ni el ser de la facultad sensitiva ;i la
a la muerte del ser vivo, pero en el contexto el énfasis debe sensación es una magnitud, sino que es una cierta proporción
ponerse no en la capacidad del intelecto de seguir viviendo y facultad de aquello \DA II 12, 424al7-28).
tras la disolución del animal, sino en el modo en que hay que No me propongo exponer ni discutir las múltiples inter-
explicar cómo funciona el intelecto que está presente en el pretaciones que se han ofrecido de estas difíciles líneas; mi
individuo vivo. objetivo es mucho más modesto: ofrecer una explicación
más o menos coherente del contenido básico del pasaje y
3.2.1 La aísthesis usarlo como punto de partida de la exposición del problema
Más adelante regresaré al problema del pensamiento; vea- de la aísthesisy de las demás facultades cognitivas (phantasía;
mos ahora qué entiende Aristóteles por aísthesis en el DA: (i) nóesis) que se dan a partir de ella. El hecho de que Aristóteles
aísthesis incluye no solo los sentidos -vista, gusto, oído, etc.-, subraye (i) que la sensación es lo que recibe (to dektikón) las
sino también estados afectivos como frío, calor, dolor, apetito formas sensibles sin materia acentúa la idea de presentar a la
y temor. La noción de aísthesis entendida como «sentido» aísthesis como un factor pasivo. Por otra parte, (ii) Aristóteles
apresa el significado que la palabra tiene para referirse a una también enfatiza el hecho de que la aísthesis es una forma (de
facultad sensitiva entre los cinco sentidos. Si se la entiende los objetos sensibles) y, como toda forma, es un factor activo
como «sensación», en cambio, el núcleo significativo se con- (DA 432a2-3). Pero, además, (iii) no hay duda de que también
centra en el estado afectivo (de dolor, placer o de «sentir» en está interesado en mostrar que la aísthesis se da como una
general, como sentir frío o calor, estar enojado o temeroso, suerte de interacción entre el objeto de sensación (aisthetón)
etc.) que experimenta el animal. Los intérpretes han dado una y la capacidad sensitiva (to aisthetikón), que es actualizada
importancia decisiva al pasaje con que Aristóteles abre DA por el ~bjeto de sensación que ya está en acto, i. e. que ya
II 12, texto que por su relevancia conviene citar completo: es efectivamente un objeto sensible (cf. DA 417a17-18 y De
sensu 438b22-23). O, dicho de otro modo, hay percepción
Respecto de toda sensación en general hay que entender que
cuando un objeto (i. e. el agente, que ya está actualizado, el
la sensación es lo que recibe las formas sensibles sin la materia
aisthetón) «estimula» o ayuda a activar la facultad sensitiva
como, por ejemplo~ la cera del anillo recibe la impronta sin el
para que se dé un caso de «sensación» 123 • Si se combinan (i)
hierro o el oro, sino que admite la impronta de oro o de bronce,
y (ii), puede decirse que el órgano del sentido es activado
pero no en cuanto oro o bronce. De un modo similar también
la sensación de cada cosa es afectada por lo que tiene color,
por el objeto sensible y la sensación es lo que recibe la forma
sabor, o sonido, pero no en cuanto se dice cada una de aquellas sensible del objeto sin materia (cf. DA 424a17). Hay varias
cosas [dicha cosa particular], sino en cuanto es de tal tipo, es maneras de entender esto: (a) como una «teoría de la ima-
decir, en sentido conceptual. El órgano sensorio prioritario es
aquel en el cual [se da] una facultad de tal índole. Ahora bien,
723. DA 417a6-8.
CXXVIIJ MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CXXJX

gen», en cuyo caso en el acto de percibir se da en el alma 0 percepción sensible verdadera actividad de juicio pues,
una imagen de lo percibido. Lo que se da es esa imagen y aunque los animales comparten con los humanos la capa-
no la cosa misma, de donde se sigue (b) que la percepción cidad sensitiva o perceptiva, claramente, no comparten la
~o percibe la cosa particular, sino solo sus cualidades (i. e. capacidad de juzgar, que es propia del alma racionaP2 4 •
el blanco del muro, la dulzura de la miel). Pero además, la En De sensu 7 (447a29-b21) Aristóteles asigna al «sentido
sensación es un cierto tipo de alteración (DA 415b24); debe interno» (i. e. el sentido general o común) la capacidad de
ser, entonces, una afección que sufre una cosa por acción recibir y discernir diferentes sensaciones al mismo tiempo. Es
de otra (lo cual explica la analogía con la cera que recibe la bastante evidente que otorga una capacidad «sintetizadora»
marca del anillo sin el hierro). Dicho con un ejemplo, «rojo» al sentido común o general y, si eso es así, la sensación no
(o sea, el rojo de esta flor) activa el ver (i. e. el sentido de la puede ser entendida como algo completamente pasivo. Lo
vista en la dirección de «ver rojo»). Entre sensación (aísthesis) más propiamente pasivo es no tanto la sensación (aísthesis),
y sensible (aisthetón) hay un «doble movimiento»: el «ver sino más bien la facultad sensitiva (aisthetikón). Es por eso
rojo» es una actualización que el sentido de la vista puede que Aristóteles está dispuesto a concluir de un modo tan
activar gracias al objeto sensible, pero el objeto sensible se contundente que
hace efectivamente sensible o perceptible en la medida en
Es evidente, por lo tanto, que la facultad sensitiva no es en acto,
que es sentido o percibido. A cada sentido corresponde un sino solo en potencia, por lo cual no siente [por sí sola], tal
rango o tipo posible de correspondencia con ciertos niveles como lo combustible no entra en combustión ello mismo por
cualitativos en los que puede describirse un objeto: visible, sí mismo sin un agente de combustión. Pues [si así no fuera],
gustable, audible, etc. Es con respecto a dichos niveles cuali- entraría en combustión por sí mismo y no tendría necesidad
tativos que la cosa es un «sensible propio» (DA 418a9-13). La del fuego que está en acto (DA 417a6-9).
aísthesis que llamamos «vista» capta la cosa como «sensación
visual»; la que llamamos «oído», como sensación auditiva, Es decir, sin un objeto que sea capaz de activar la facul-
etc. Por eso dice Aristóteles que la aísthesis es afectada por tad sensitiva no hay sensación; una vez más puede notarse
lo que tiene color, sabor o sonido, pero no en cuanto se en este importante pasaje la tesis metafísica fundamental de
dice cada uno de ellos, sino en cuanto es de tal cualidad, es Aristóteles, según la cual el acto es anterior a la potencia:
decir, kata ton lógon o «conceptualmente» {DA 424a22-24). aunque activo y pasivo son dos términos «co-extensivos» -en
Pero, como indiqué antes, la sensación no es la mera recep- la medida en que no puede decirse que haya algo activo sin
ción pasiva de tales formas inmateriales. La sensación es algo en que dicho factor activo no pueda ejercer su activi-
considerada por Aristóteles como una facultad discernidora dad, ni algo pasivo sin algo activo de lo que lo pasivo reciba
(AnPo. 99b35; De sensu 447b25-26: krinoúse{i} aisthései; DA una acción-, lo activo posee una anterioridad ontológica
424a5-6), lo cual indica que, en algún sentido elemental o
básico, es capaz de «juzgar» el material que recibe. Lo más
prudente, sin embargo, sería interpretar estos pasajes de un
124. Para una evaluación balanceada de los usos de krínein-kritikós en
modo débil, i. e. no hay en el plano de la pura sensación Aristóteles, cf. Nussbaum 1985: 334.
cxxx MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN CXXXI
respecto de lo pasivo 125 • Ahora bien, hay que recordar, una
sus cualidades. Se trata, en realidad, de una interpretación de
vez más:, que un poco antes de las líneas del comienzo de DA
la en cierto modo intrigante sentencia «la sensación de cada
II 12 citadas in extenso hace un momento Aristóteles señala
cosa es afectada ~orlo que tiene color, sabor, o sonido, pero
que la sensación es un cierto tipo de alteración (alloíosís tis,.
no en cuanto se dice cada una de aquellas cosas [dicha cosa
DA 416b34-35. Véase también 415b24). Pero si la sensación
particular], sino en cuanto es de tal tipo (hé[i} toiondz), es decir,
es un cierto tipo de alteración, debe ser un cierto tipo de
en sentido conceptual» (DA 424a22-24). Pues bien, si esto es
movimiento, es decir un cierto tipo de estado afectivo que
así, entre el aisthetón y lo aisthetikón debe haber una especie
sufre una cosa por acción de otra. Eso, como ya he sugerido,
de doble movimiento: el «ver rojo» (aísthesis) es un ver que la
explica, al menos en parte, la analogía del anillo (=el objeto
vista (aisthetikón) puede activar gracias al objeto perceptible
sensible) con la cera(= la aísthesis), o sea el hecho de recibir
rojo (aisthetón). .
la forma la aísthesis con el hecho de recibir la cera la forma
Pero también debemos preguntamos cuáles son las «for-
del sello del anillo. Uno podría parafrasear la analogía del
mas sensibles» o «aspectos sensibles» que se dan sin la materia
anillo con el siguiente ejemplo: «rojo» (i. e. el rojo de este ítem
en -la definición de aísthesis como «lo que recibe las formas
perceptible que llamo «rosa») activa la aísthesis en la direc-
sensibles sin materia». Las formas sensibles deben ser esos
ción de la visión, esto es, de «ver rojo». El ver, sin embargo,
«niveles cualitativos» de los que hablaba antes, es decir, los
puede activarse en múltiples direcciones («ver verde», «ver
sensibles propios. La aísthesisque llamamos «vista» aprehende
púrpura», «ver cuadrado», etc.). Esto explicaría mi sugerencia
la cosa como sensación visual; la que llamamos «oído», como
anterior de que uno no percibe la cosa particular, sino solo
sensación auditiva; pero lo que en cada caso capta la aísthesis
es la forma sensible del objeto en cuestión. Es por eso que
Aristóteles dice que la aísthesis es afectada (páschez) por lo que
125. Para la relevancia de esta tesis dentro del DA puede verse III 5,
430a18-19: «siempre es más valioso lo que actúa que lo que padece, el tiene color, sabor o sonido (i. e. por un aisthetón que tiene una
principio que la materia». Para la importancia de esa tesis en el domi- cualidad visible, gustativa o sonora o, más precisamente, por
nio de la teoría aristotélica del movimiento cf. Phys. 251 a9-17, donde un sensible cuyo ser consiste en esa cualidad visible, gustativa
~s:óteles subraya que las cosas capaces de moverse (ta dynámena
kznezsthaz) deben haber existido con anterioridad al supuesto primer o sonora). Es decir, un sensible pone en movimiento la aís-
movimiento (es decir, antes de que un cambio comience debe existir thesis de quien la posee, pero la aísthesis de cada uno no capta
algo capaz de padecer tal ca,mbio), y que debe haber un cambio anterior s:nsopercepti?lemente lo perceptible en cuanto el ente que
al (ex hypothesz) primer cambio, de modo tal que el cambio sea capaz dtcho perceptible es, sino en cuanto es tal o cual. Por último,
de producir un cambio en aquello que es susceptible de ser cambiado
de un estado a otro (este proceso se da en todos los tipos de cambio o la expresión que he traducido «en sentido conceptual» (DA
movimiento). En Phys. 25lb28-252a5 aplica un argumento simétrico y 424a24) está probablemente usada por Aristóteles de una
sugiere que, si se supone que el movimiento en algún momento tuvo manera intencionalmente ambigua: (i) lógos puede significar
un comienzo, deberá haber un cambio posterior al supuesto último aquí ,«fo~n:a» (como sinónimo de eidos), en cuyo caso lo que
cambio; esto es, después de que cualquier cambio termine debe existir
algo capaz de haber experimentado tal cambio. Es una afirmación estana diciendo es que se refiere a «la forma o aspecto sensible»
fantasiosa, entonces, decir que el cambio existió por momentos y por pero sin materia; (ii) lógos puede estar adelantando la tesis de
momentos no existió. que la aísthesis sucede cuando hay una cierta «proporción»,
CXXXII MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CXXXIII

el significado que sin duda tiene el griego lógos en la línea corresponde a tipos de cualidades-, es decir, la aísthesisque no
final del pasaje que estoy analizando (DA 424b27-28). Que la puede captar el ítem particular en cuanto particular separado
aísthesis es un cierto lógos o proporción significa que para que del dominio sensible en el que se presenta el ítem particular (i.
haya sensación debe haber un delicado balance entre sensibles e. el dominio correspondiente a cada uno de los cinco sentidos
demasiado intensos o demasiado débiles. En cualquiera de los y los sensibles propios correspondientes; eso es el hékaston
dos casos no hay sensación (DA 424a3-5; 424b28-30; 429a30). hé[i} toiondí de 424a23-24). Pero, como es obvio, la aísthesis
Hasta aquí mi interpretación de DA II 12, 424a17-28. Que- por sí misma no se encuentra prioritariamente en ninguno de
rría ahora extraer algunas conclusiones de la interpretación de esos cinco «dominios sensibles», sino que posee la capacidad
pasaje recién analizado y establecer algunas otras conexiones o posibilidad de ser todos ellos: la aísthesisen potencia puede
que me permitan avanzar en dirección de las demás facultades ser la vista, el oído, el gusto, el tacto o el olfato. La aísthesis en
cognitivas que se dan en ocasión de la aísthesis: la imaginación acto, en cambio, es la visión, la audición, la gustación, el hecho
(phantasía) y el pensamiento (nóesis; noeín). Si la interpretación efectivo de tocar o la olfacción (DA 426a6-19; 432a2-3). El
ofrecida hasta aquí es al menos plausible, habría que concluir ser capaz de sentir-percibir es lo que distingue al animal de la
que, como ya he señalado, la aísthesis no aprehende un ítem planta y constituye un «término medio», una mesótes, es decir,
particular en cuanto ese ítem particular, sino dicho ítem en una«proporción» (lógos; DA424a2-6; 424b25-31; 429bl4-16;
cuanto es de una cualidad determinada. Si uno está dispuesto 435a21-24). No deja de ser interesante señalar que en estos
a forzar el asunto, puede pensar que «rojo», «agudo o grave», pasajes Aristóteles utiliza prácticamente la misma terminolo-
«dulce», etc., esto es, el aspecto formal sensible del objeto, no gía para caracterizar la sensación que la que usa para definir
se da sin el ente del cual «rojo», «agudo» o «grave», «dulce» la virtud moral. En tanto la sensación es un término medio
son cualidades sensibles. Dicho de otra manera, parece que la entre «extremos sensibles» (un sonido demasiado fuerte o uno
aísthesisno es capaz de distinguir sin más la cosa roja, aguda o demasiado débil no pueden ser percibidos sensorialmente), la
grave, dulce como contenido sensible de esa cosa particular. virtud moral también es un término medio entre un exceso
En DA 424b 10 ss. Aristóteles argumenta que «ni la luz, ni y un defecto (cf. EN1104a25-26; 1106bll-12; 36-1107a3).
la oscuridad, ni un sonido, ni un olor producen nada en los Aristóteles dice varias veces que la sensación es (o «pa-
cuerpos, pero sí en las cosas en las que se dan; por ejemplo, rece ser») «una cierta alteración» o «una alteración de un
es el aire junto con el trueno el que despedaza la madera»., cierto tipo» (alloíosís tis: DA 415b24; 416b34-35; cf. De insom.
O sea, si la aísthesis no puede percibir «agudo» sin separarlo· 459b3-5) 126 • Es evidente que aquí está echando mano de una
del sonido agudo (i. e. algo actual que decimos que es agudo), categoría física para dar cuenta de la sensación, pero la res-
tampoco puede percibir lo agudo en un sentido puramente tricción «cierta» o «cierto tipo de» (tis) en la expresión «cierta
formal. Pero, ¿por qué dice que la aísthesis es afectada por alteración» o «cierto tipo de alteración» está indicando que
cualidades tales como color, sabor, olor, pero no en cuanto no puede entenderse la sensación como la alteración física,
cada cosa es lo que es, sino en cuanto cada cosa es de tal o
cual cualidad? Porque la aísthesis que está describiendo y en-
726. Sobre estas dos posibles interpretaciones del griego alloíosís tis
fatizando aquí Aristóteles es la propia de cada sentido -que veáse Bumyeat 2002: 35-37.
INTRODUCCIÓN cxxxv
C.XXXIV MARCELO D. BOERI

sensación no es un proceso en el que, como en la alteración


tal como se la trata en los contextos físicos más técnicos.
física estándar, una cualidad reemplaza a otra. Cuando un
Dado que desde el punto de vista de la teoría aristotélica de
sentido es cambiado o alterado por el objeto sensible respec-
la percepción esta siempre implica una _afección en un órg~~o
tivo lo que ocurre es que el sentido se activa o actualiza o,
de la percepción (cf. DA 419a17-18), se s1gue que la perc.epclOn
dicho de otro modo, lo que se da no es un cambio sino una
debe ser un determinado tipo de alteración. Esto explica por
realización o completitud del sentido 128 • Como argumenta
qué Aristóteles piensa que. la sen~so.percepci~n ~s.«alteración~>:
Aristóteles de manera explícita, hay dos sentidos en que se
en todo fenómeno perceptivo proXlffio, el pnnc1p10 del cambio
habla de alteración: (z) como un cambio en las disposiciones
y el objeto de cambio deben estar en contacto. Consecuente-
privativas (o negativas) y (iz) como un cambio en la condición
mente, entre alterante y alterado no hay intermedio alguno
0 estado, i. e. en la naturaleza (DA 417b 14-16). O sea, la altera-
(esta es una importante conclusión que ya aparece en Phys. VII
ción en la que la sensación consiste no es una pérdida de una
2 a propósito de la discusión y prueba de la tesis aristot~lica
cualidad (como el proceso del paso de caliente a frío o de frío
fundamental del movimiento: la tesis física general, segun la
a caliente que experimenta un cuerpo, i. e., como en cualquier
cual «entre motor y movido debe haber contacto» también se
caso corriente de alteración física), sino un cierto estado o
aplica a la alteración o cambio cualitativo). Pero esto no explica
condición de conservación o, mejor aún, de actualización.
todavía por qué la sensación no es «alteración sin más», sino un
Como el metafísico que es, Aristóteles no puede evitar
«cierto tipo de alteración»; que la sensación no es alteración sin
aplicar su distinción entre «ser en potencia» y «ser en acto» a
más debe significar que no se la puede entender en el sentido
la aísthesis. Aun cuando el ítem básico de la psicología aristo-
general en que se entiende la alteración tal y como se la define
télica es por definición un páthos -en efecto, una aísthesis en su
en Phys. 226a26-29:
significado de «sentido» es una facultad y por eso un estado
llámese alteración (alloíosis) al movimiento cualitativo, pues afectivo- y, por ende, se trata de algo pasivo, hay también un
este es el nombre común que se le da. No llamo cualificado modo en que puede entenderse una aísthesis como algo «actual»
(to poión) a lo que reside en la sustancia -pues también la ~ife­ o «efectivizado» 129 • En efecto, no es lo mismo la capacidad de
rencia [específica] es cualidad (poiótes)-, sino a lo que es objeto
de afección (to patlzetikón), aquello en virtud de lo cual se dice
[que algo] recibe una afección o no la recibe. enDA415b234; 416b34-35. En Phys. 244bll-15 se lee: «Efectivamente,
las sensaciones, en cierto modo, también son alteradas, porque la sen-
Es decir, en el sentido habitual de «alteración» (i. e. el pro- sación (aísthesis) en acto es un movimiento que se produce a través del
cuerpo cuando el sentido (aísthesis) está padeciendo alguna afección».
ceso físico consistente en el pasaje de un estado cualitativo a
728. Para una discusión detallada de la diferencia entre los dos sentidos
otro) el ítem que recibe la acción y que se altera gradualmente de alteración cf. Gregoric 2007: 34-35.
se convierte en el agente. Pero eso no es lo que sucede con la 729. Una aísthesis es un páthos en la medida en que comprende una
sensación entendida como «un cierto tipo de alteración» 127 ; la afección corpórea. Pero un acto perceptivo también es, como ur: acto
mental una «actualidad» (enérgeia) y no un mero estado afectivo o
proces~ (cf. DA II 5). Creo que al menos parte de la disputa S~rabj~­
Burnyeat (que discuto muy brevemente más adelante) yace en el enfas1s
72 7. Lo que sin duda es claro es que al menos uno _de los sentidos de alte- de uno de los dos aspectos inherentes a la aísthesis; pero el proceso debe
ración que describe Aristóteles en Phys. VII es el mismo que encontramos
CXXXVI MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CXXXVII
ver (aísthesis en potencia) que el ver efectivo o actual (aísthesis 3.2.2 Breve excurso sobre el debate Sorabji-Burnyeat en torno de .
en acto;, DA 417a6-13). Aunque la distinción de ser aísthesis la teoría aristotélica de la percepción
en potencia y en acto se introduce bastante temprano en el Como hemos visto hasta ahora, tanto los filósofos de la
tratado, los ejemplos más claros aparecen un poco más tarde:
mente contemporáneos como los aristotelistas recientes han
en el curso de su argumento para mostrar cómo se produce
dado interpretaciones muy diferentes de la psicología de
una sensación auditiva, Aristóteles sostiene que cuando lo que Aristóteles. Pero entre los aristotelistas recientes el debate
puede oír (i. e. lo que tiene la capacidad de oír) está actualizado
probablemente más conocido y fructífero de las múltiples
(i. e. cuando esa capacidad se efectiviza) y lo que puede sonar lecturas de la psicología aristotélica es el que mantuvieron
(i. e. lo que tiene la capacidad de sonar) está sonando (i. e. cuan-
R. Sorabji y M. Burnyeat a lo largo de una década. En lo
do esa capacidad se efectiviza), entonces el oído en acto y el
que sigue me propongo hacer una exposición breve de ese
sonido en acto suceden al mismo tiempo (DA 425b29-426al).
importante debate, sin ningún ánimo de ser exhaustivo, para,
Aunque el argumento se concentra en una aísthesis particular
finalmente, ofrecer una interpretación modesta del problema.
(i. e. una aísthesis auditiva), claramente vale para cualquier
Como justamente señala V. Caston en un artículo re-
otra aísthesis. La explicación enfatiza el hecho de que tantó la ciente13:.!, es difícil imaginarse la controversia que podría
capacidad (el sentido en cuestión) como el sensible propio de
causar una nota a pie de página, como la que ocasionó la
cad~ sentido deben estar actualizados en el momento en que
de un artículo de Sorabji, originariamente publicado en
tiene lugar la sensación. Pero además, el ejemplo es útil para
1974 133 . La tesis fuerte de Sorabji (en adelante TS), que en
describir el doble carácter que tiene cualquier aísthesis: en acto
parte retoma algunas ideas de Slakeyl 34 , sostiene que en
y en potencia. En efecto, en cada sentido particular es posible
el acto de percepción el órgano del sentido literalmente
distinguir el aspecto potencial de la sensación (vista) del actual
toma (o «incorpora») las cualidades sensibles que son per-
(visión) 130 . Pero Aristóteles argumenta que lo «en potencia»-«en
cibidas; dicho de otro modo, si Aristóteles iguala nuestra
acto» tiene una especie de relación de codependencia131 .
conciencia de la vista (DA 425b 13-16) con la <:uestión de
cómo somos conscientes del órgano que ve (425b19-22), es
verse de un modo completo, de manera de hacer justicia a la doble a través de la conciencia del órgano que somos conscientes
condición que, según Aristóteles, es propia de la sensopercepción. de que estamos viendo. Además, el acto de percepción es
730. Como Aristóteles en griego, disponemos en castellano de algunas
palabras para distinguir el sentido en potencia del sentid_~ en act?: «v~s­
ta» (ópsis) y «visión» (hórasis); «sonido» (psóphos) y «sonacwn» (psopheszs!; no es en acto, sino solo en potencia, por lo cual no siente [por sí sola],
«oído» (akoe} y «audición» (ákousis); en nuestra lengua podemo~ decir tal como lo combustible no entra en combustión ello mismo por sí
«olfato)) para el sentido en potencia y «olfacción)) para el sentid_o en mismo sin un agente de combustión)). El mismo ejemplo y la misma
acto. En griego Aristóteles dispone de una sola palabra para _decir l~s explicación da Aristóteles en Phys. 251al2-16.
dos t:osas: ósphresis. De hecho, en varios pasajes de DA y con d1fere~c1a 732. Caston 2005: 245.
de pocas líneas a veces la utiliza en un sentido y otras en otro (vease 733. Cito por la paginación de la reimpresión de 1979. Cf. Sorabji
421b22-23 para ósphresis como sentido en acto y 423a10 y 424b23 1979: 49 n. 22
como sentido en potencia o facultad de oler). 734. Cf. Slakey 1993 (originariamente publicado en 1961), seguido
737. DA 417a6-8: «Es evidente, por lo tanto, que la facultad sensitiva también en parte por Hamlyn 1993: 113-114.
C.XXXVIII MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CXXXIX

literalmente el cambio fisiológico del órgano sensorio, i. e. el el acontecimiento psicológico mismo, aun cuando es un pro::
órgano sensorio realmente experimenta un cambio. Somos ceso fisiológico, es un «algo más» que el cambio fisiológico
conscientes de que percibimos (de que vemos, por ejemplo) mismo 1:16 • Como correctamente enfatiza Sorabji, Aristóteles
porque somos conscientes de nuestro órgano visual, pues no estaría dispuesto a respaldar el reduccionismo materia-
el órgano se colorea durante el proceso perceptivo 135 • Una lista de Slakey porque, desde el punto de vista aristotélico,
consecuencia importante de este tipo de enfoque es que el cualquier proceso perceptivo implica la intervención de
sujeto percipiente replica en sí mismo el objeto y constituye formas o, más precisamente, de una causa formal: tal como
así una especie de reflejo del mundo que percibe. Esto, en una casa no es solamente un montón de ladrillos, maderas o
opinión de Sorabji, sin embargo, no significa que Aristóteles piedras, sino el estar formalmente dispuestos esos materiales,
sea un materialista reductivo (y en esto se aparta de Slakey): así también la percepción no es un mero proceso fisiológico,
sino que. presupone una descripción formal pues el cuerpo
735. Sorabji 1979: 49-50; véase también Sorabji 1992: 209-211; para (la materia del proceso perceptivo) es en vista del alma (la
el «literalismo fuerte» cf. su 1992: 213. En apoyo de su interpretación forma de tal proceso). Aunque percibir es un proceso fisioló-
Sorabji cita DA 425b22-25, donde se lee: «Además, lo que ve es como gico, por tanto, ese es no significa «es idéntico a» 137• El hecho
si estuviera coloreado (hos kechromátistaz), pues el órgano del sentido
recibe lo sensible sin la materia en cada caso. Es por eso también que, de que el percipiente (p) que percibe un determinado tipo
aun cuando los objetos sensibles no estén presentes, las sensaciones y de cualidad e en t y de que p literalmente tome la cualidad
las representaciones siguen estando en los órganos sensorios», aunque e en el órgano correspondiente al tipo de cualidad de que
no parece darle ninguna importancia a la restricción que introduce
se trate no significa, sin embargo, que esta formulación del
hos antes de kechromátistai. Si tal restricción se toma en cuenta, uno
debería entender que lo que está diciendo Aristóteles no es que el «literalismo» de TS suministre las condiciones suficientes de
órgano sensorio realmente se colorea, sino que es como si se coloreara, la percepción, sino que únicamente suministra las condicio-
que no es lo mismo. Es por eso que no encuentro completamente nes necesarias 138 • Pero si ese es el caso, la pregunta que uno
convincente la referencia que hace Sorabji a otros pasajes de DA para
avalar su interpretación, pues al menos en algunos de ellos lo que debería hacerse es qué significa que en el acto perceptivo el
Aristóteles está diciendo no es que el órgano se colorea o, en general, órgano literalmente toma la cualidad del objeto o se vuelve
adquiere ·literalmente las cualidades percibidas, sino que la facultad como el objeto. La respuesta de TS parece ser que el órgano
sensitiva cuando es afectada se «asemeja al objeto» (417a20; 418a5-6). del sentido efectivamente se transforma por la acción de la
Sin embargo, este tipo de juicio debe ser moderado a la luz de otros
pasajes de DA citados por Sorabji para respaldar su punto de vista cualidad perceptiva, y eso significa que «literalmente toma
(como 424a7-10, donde, efectivamente, Aristóteles parece sugeiir que la cualidad del objeto» 13 !1• Pero este no es el modo en que
el órgano sensorio es potencialmente blanco, negro, caliente o frío:
la expresión aiistotélica es un poco más difusa -«lo que va a tener
sensación de blanco y negro»: to méllon aisthésesthai leukoü kai mélanos-, 736. Sorabji 1979: 54; cf. DA 424b 16-17 y mi nota ad locum.
pero es claro que está pensando en el órgano sensoiio). Como muestra 737. Sorabji 1979: 55-56. Sorabji discute en detalle el aspecto formal
Caston (2005: 250-251), sin embargo, Sorabji no parece adherir a una de la percepción en su 1992 (especialmente, 209-223).
versión «fundamentalista» del literalismo que lo comprometa a sos- 738. Cf. Caston 2005: 249.
tener que el órgano será la cualidad del objeto del mismo modo que 739. Cf. Everson 1997: 84, n.83, quien convenientemente remite a
el objeto percibido es esa cualidad por el hecho de poseer la misma GC 324b7-9, donde Aristóteles claramente afirma que «lo que puede
disposición mateiial. ser caliente, necesaiiamente es caliente cuando lo que es capaz de
CXL MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN éXLI
Sorabji entiende elliteralismo pues, según él, la disposición debe entenderse en el sentido de que recibir la forma sin la
material del ojo no se vuelve como la disposición material materia es simplemente volverse consciente de un color, por
que subyace al color en el objeto visible. La «gelatina del ojo» ejemplo. En su versión más fuerte Burnyeat está dispuesto a
(eye jelly, i. e. el cuerpo vítreo del ojo, situado entre la parte sostener que no hace falta ningún proceso fisiológico para que,
posterior del cristalino y la retina) se coloreará de una manera por ejemplo, el ojo vea, lo cual a fortiori elimina la posibilidad
similar a otros cuerpos transparentes (como el mar), pues el de que el ojo (o, más precisamente, el «cuerpo vítreo» del
material transparente no es visible por sí, sino «a través de ojo) «se coloree», como sostiene TS. El hecho de que Aris-
un color extraño» (DA 418b4-6), o sea, a través del color de tóteles parezca pensar que un animal es capaz de conciencia
un objeto visible exterior a él. Este es, entonces, el sentido en mostraría, según Burnyeat, por qué la «filosofía de la mente»
el que el ojo durante la percepción visual «de un cierto modo de Aristóteles ya no sería creíble. La percepción no puede
se colorea» (hos kechromátistai; DA 425b22-23): toma el color incluirse, por ende, en la lista de los páthe del alma, de manera
meramente en un sentido extrínseco o accidental. que no puede ser un proceso fisiológico. Según Burnyeat,
Aunque Sorabji trata de hacer notar que hay descripciones Aristóteles no incluye a la aísthesis dentro de los páthe de que
de actividades psicológicas que no necesariamente se refieren habla en DA 403al6 y a24-25, sino que está pensando en el
a procesos fisiológicos (o que se identifican con ellos), me da la sentido estrecho de afecciones y no en el sentido más amplio que
impresión de que su explicación queda finalmente anclada del parece implicar DA 403a3, donde Aristóteles parece querer
lado fisicalista que en último término enfatiza tales procesos. decir estados o condiciones del alma14:¿. No hay, por tanto, nin-
Esto es, en cierto modo, reconocido por el propio Sorabji gún cambio en las cualidades materiales subyacentes (en esto
cuando afirma que podría ser acusado de «sobre-simplificar» ~oincide con Sorabji). La diferencia crucial entre TS y TB es
lo que dice Aristóteles, pues ha estado hablando como si este que en tanto la primera sostiene que en el acto perceptivo el
estuviera dando una descripción puramente fisiológica, sin ojo llega a estar realmente coloreado, la segunda sostiene que no
ninguna implicación para la mente (en su explicación del llega a estarlo 143 • Para Burnyeat entonces la explicación de la
hervir de la sangre en torno del corazón; la definición física existencia de una actividad anímica no dependería, al menos
de ira) 1·w. Concluye, finalmente, que «entre otras cosas» para no necesariamente, de la estructura material o física, sino del
Aristóteles ver es un proceso fisiológico 141 • recur~o a la disposición o poder para esa actividad anímica,
Por su parte, la tesis fuerte de Burnyeat (TB) establece que disposición o poder que el organismo posee. Esto se muestra,
recibir la forma de algo únicamente significa volverse como según Burnyeat, porque los animales poseen una «facultad
ese algo en cuanto a su forma, no en cuanto a su materia, lo cual de conciencia perceptiva» 144 • Esto, sin embargo, no significa
negar que las disposiciones anímicas exijan ciertas condiciones
(necesarias) de tipo físico (por ejemplo, para que haya visión
calentar está presente y cerca». Para algunas objeciones adicionales
que Everson dirige a la interpretación «espiritualista», i. e. la ::I'esis de
Burnyeat (TB), cf. su 1997: 8.5-89. 742. Burnyeat 1992: 24; 2002: 82, n. 143; 2001: 146-149.
140. Sorabji 1979: 63. 743. Burnyeat 1995: 425.
141. Sorabji 1979: 64. 744. Burnyeat 1992: 22.

UNiVERSIDAD DE ANTIOQU¡A
BIBl~OTECA CENTRAL
CXLll MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CXLIII

debe haber un medio transparente), pero esos materiales son dicha experiencia perceptiva (AnPo. 99b36-100a3). Eso es, se-
solamente condiciones necesarias y no suficientes de la percepción. gún Aristóteles, lo que posibilita que solamente el ser humano,
Como tales condiciones necesarias, también se necesita el entre los seres sentientes, pueda producir un detenimiento en
p~der mismo de la percepción, que ya no es físico 1+5 • De aquí el flujo sensorial y pasar así al plano del universal (cf. también
se sigue, según Burnyeat, que las disposiciones anímicas (o De mem 450a27-32, donde parece bastante claro que a través de
«psíquicas») de la materia física suministran los principios la percepción sensible se produce algo en el alma y también en «la
centrales de la explicación aristotélica del mundo físico y de parte del cuerpo que la posee»). Pero si esto es así, el proceso
la percepción porque tales disposiciones (i. e. los poderes o perceptivo presupone un cierto cambio fisiológico o incluso es
capacidades anímicas, que no deben confundirse con las con- un cierto proceso fisiológico, como sostiene TS, pues deja un
diciones físicas necesarias) son las que proveen la explicación cierto rastro o «residuo» en el alma.
de las actividades vitales de los organismos. De aquí también Como. anuncié al comienzo de esta sección, aunque la
debe inferirse, piensa Bumyeat, que este tipo de disposiciones exposición que he hecho de las posturas de Sorabji y Bur-
hace que Aristóteles tenga una concepción de la materia que es nyeat es un poco general y, por eso, sujeta a objeciones,
virtualmente incomprensible para nuestra percepción poscar- creo que no sería exagerado decir que, mientras TS pone
tesiana del mundo. Aristóteles, a diferencia de nuestro mundo el acento en el aspecto fisiológico de la percepción y, por
contemporáneo y de los intérpretes funcionalistas contempo- ende, también en el corpóreo, TB, en cambio, pone el én-
ráneos de la psicología aristotélica1+6 , no está interesado en fasis en el aspecto más puramente «anímico» y, por tanto,
explicar la «emergencia» de la vida y de la conciencia a partir menos corpóreo del fenómeno de la percepción. En lo que
de las propiedades básicas a la física y la química. Los poderes sigue retomo mi interpretación de la aísthesis aristotélica,
de la vida y la conciencia ya están dados para Aristóteles 1+7• A que intenta apresar ambos aspectos como propios de lo
pesar de lo atractiva que siempre he encontrado la posición que Aristóteles parece entender por sensopercepción. Para
de Bumyeat, creo ahora que enfrenta un escollo importante: comenzar, tal vez no esté de más recordar que (i) Aristóte-
Aristóteles piensa que cuando un percipiente racional percibe les incluye la aísthesis entre aquel tipo de fenómenos que,
algo, sobre todo cuando tiene una experiencia perceptiva que junto con la memoria, la cólera, el apetito y, en general, el
se repite, en el alma queda un rastro, un percepto (aísthema), de deseo, el placer y el dolor, son comunes al alma y al cuerpo
(De sensu 436a7-10; 436bl-4. DA 403a4-7; 433b20-21). De
donde se sigue (iz) que la aísthesis surge, ocurre o se produce
745. Este enfoque coincide bastante con la interpretación de [Filópo- (gígnetaz) para el alma, pero a través del cuerpo (De sensu
no], In Arist. De an. 444, 17-19.
436b6-7) 148 • Si esto es así, entonces, la sensación no podrá
746. Para un cerrado ataque a la interpretación funcionalista de la
psicología aristotélica cf. Burnyeat 1995 y Code 1991. Hay, sin embar-
go, un sentido en el que la posición de Burnyeat también es fisicalista 748. Estos pasajes parecen ir en contra de TB, cuando sugiere que la
(como la funcionalista): en su opinión, las «disposiciones anímicas o aísthesis no está incluida en el alcance de pasajes como DA 403a16;
psíquicas», i. e. las capacidades o facultades anímicas de las que habla a24-25. Creo que en particular De sensu 436b6-7 («es evidente que la
Aristóteles, son propiedades físicas estrictamente del cuerpo. sensación se produce para el alma a través del cuerpo») podría pre-
747. Burnyeat 1992: 22; 26. sentar una dificultad a TB, pues es claro que este pasaje de De sensu
CXLIV MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CXLV

explicarse ni exclusivamente como un proceso fisiológico movimiento (este es, por su parte, el aspecto enfatizado por
(como al menos ciertos énfasis de TS parecen sugerir) ni TB de la percepción). Pero tanto (a) como (b) son factores
tampoco exclusivamente como un proceso mental consis- esenciales sin los cuales no hay aísthesis. Para concluir ~sta
tente en un cierto estado de conciencia (como cree TB). ección cito y comento brevemente ahora un conoc1do
Esto es algo que Aristóteles mismo argumenta de manera S • d
asaje de Met. IV 5 (que vuelvo a citar en nota a m1 tra uc-
explícita cuando sostiene que percibir sensorialmente ~ión de DA 417b27), donde Aristóteles discute la relación
(aisthánesthaz} no es un proceso propio ni del alma ni del sensible-sensación-ser sentiente. Creo que este texto puede
cuerpo (donde «propio», ídion, debe querer decir «peculiar» echar luz sobre el modo en que Aristóteles parece haber
o «exclusivo»), sino que la aísthesises un cierto movimiento pensado el fenómeno de la aísthesis, i. e. c~omo un delicado
del alma que solamente puede ocurrir a través del cuerpo balance o equilibrio entre el aspecto corporeo, por un lado,
(cf. De som. et vig. 454a7-ll). En parte, ya he adelantado y el más puramente anímico, por el otro.
esta interpretación del fenómeno de la sensación (cf. supra
1.1 y 1.3.2), pero a modo de conclusión de este apartado En general, si solamente existe lo que es sensible, no existiría
dentro de esta sección lo resumo rápidamente. nada si no existiesen seres animados, pues [en ese caso] no
habría sensación. Ahora bien, tal vez es cierto [argumentar]
Aristóteles· sostiene que la distinción entre la facultad
que [en ese caso] no habría ni objetos sensibles ni sensaciones
sensitiva (to aisthetikón) y el objeto de sensación (to aisthetón;
(aisthérnata) -pues esto último es un estado afectivo del que
cf. 418a3-4) no es para nada insignificante (402a26-bl). A
siente-, pero es imposible que los sustratos que producen la
continuación procede a explicar el fenómeno de la percep-
sensación 149 no existan sin sensación. Pues la sensación no lo es
ción sensorial (aísthesis) como (a) una especie de cambio cua- de sí misma, sino que hay algo que es diferente [de la sensación]
litativo que resulta de ser alterado y de recibir una acción de y está al margen de ella, lo cual debe ser anterior a la sensación.
un agente adecuado (este es el aspecto enfatizado por TS de En efecto, lo que mueve es por naturaleza anterior a lo movido,
la percepción como proceso fisiológico), pero para que haya y esto no es menos cierto si se dice que motor y movido 1Jal1ta)
percepción sensorial debe haber, como condición necesaria, son recíprocos (Jvlet. 1010b30-10lla2; cf. también l047a4-6).
objeto sensible (i. e. el agente, que ya está actualizado, el
aisthetón) que sea capaz de «estimular» la sensación (cf. DA El argumento del pasaje puede articularse en los siguien-
417al7-18). Sin embargo, (b) el sensible extramental es sola- tes momentos: (i) sin seres animados capaces de sentir, no
mente la condición necesaria del movimiento de alteración hay objetos sensibles. Dicho de otro modo, la realidad de los
en que consiste la aísthesis: sin un «estado de conciencia» sensibles depende de que alguien los perciba o intencione.
que «lo intencione», por así decir, no hay movimiento y (ii) Pero, inversamente, sin objetos sensibles tampoco habría
tal objeto de sensación (aisthetón) carece de capacidad de
749. O sea los «sensibles» (aistheta}. Aunque para que haya sensación
deben entrar en juego ambos factores (sensible-ser que siente), Aristó-
es un paralelo casi exacto de DA 403al6 y que, claramente, incluye teles puede decir que los sensibles «producen la sen_sación» porque la
a la aísthesis. En este punto en partiCular coincido con TS (cf. Sorabji activan. La sensación en potencia, en efecto, necesita ser actualizada
1992: 211, n. 116). por algo que ya está en acto (i. e. el sensible).
CXLVI MARCELO D. BOERI INTROQUCCIÓN CXLVII

sensaciones, que pueden entenderse como estados afectivos TS como TB podrían argumentar, como de hecho hacen,
del que siente. Pero (iii) debe haber a la vez sensación para que sus posiciones no son reductivas ni en el sentido de
que haya sensible, porque la sensación es sensación de algo identificar sin más la percepción con un proceso fisiológico
(a saber, del sensible). (iv) Hay un sentido en que puede ni en el de hacerlo con un puro estado de conciencia que
entenderse el objeto sensible extramental como anterior no tenga para nada en cuenta las condiciones necesarias de
(próteron) a la sensación; pero esa anterioridad no puede la percepción. Es probable que esos matices, presentes en
ser temporal, pues en el nivel del análisis temporal lo que TS y en TB, solamente estén reconociendo que los énfasis
parece haber entre el sensible y la sensación es una especie de cada una de esas posturas constituye tan solo una visión
de codependencia y contemporaneidad que debe darse a la unilateral de la aísthesis aristotélica que conviene evitar.
vez para que haya sensación y sensible. El sensible debe,
entonces, ser ontológicamente anterior en la medida en que 3.2.3 El «sentido general» (koine aísthesis): üs una facultad
es un ser en acto, i. e. es algo que ya es en cuanto objeto independiente de los cinco sentidos o es otro modo de hablar de la
extramental, aunque para ser «algo que es sensible» debe ser facultad sensitiva?
intencionado como tal por un ser capaz de sentir o, más
Luego de que Aristóteles ha tratado de un modo bastante
precisamente, por un percipiente que esté percibiendo en detallado lo relativo a la aísthesis (como un cierto tipo de
ese momento. Es por eso que, aunque Aristóteles claramente
afección -alteración-, y como la capacidad de recibir las
indica que el aisthetón («lo que mueve») es por naturaleza
formas sensibles sin la materia), introduce el difícil tema del
anterior a lo movido (i. e. la sensación como capacidad de
llamado «sentido común o general» (cf. DAIII 1-2).En DAII
sentir, esto es, la sensación en potencia), hay un modo en el
6 argumenta que las cualidades sensibles (o «los sensibles») se
que motor (el sensible) y movido (la facultad de sentir) son
relacionan con los sentidos kath 'hautá, «por sí», o sea, el uno
recíprocos. Si uno enfatiza el momento de codependencia
se define en referencia al otro; i. e. los sentidos individuales
o reciprocidad entre sensible y sensación, no puede pensar,
se definen por referencia a sus objetos (DA 418a8-12) 150 • Es
como hace a veces TB, que la aísthesis es únicamente concien-
probable que Aristóteles no haya estado particularmente
cia perceptiva, pues al menos como condición necesaria del
interesado en definir los objetos del sentido por referencia a
acto perceptivo hay que admitir que en tal acto hay involu-
los sentidos (en las caracterizaciones que hace de color, luz,
crado algún ingrediente material (esto es al menos en parte
sonido, olor, sabor, calor, frío, etc., muy rara vez menciona
reconocido por Burnyeat). Pero además, dentro de ese mis-
los sentidos: DA 418b9-10, b 16-17, b20; 419a9-11, 420a8-9).
mo esquema interpretativo, conservadoramente aristotélico,
Sabemos también que para Aristóteles cada sentido (especial
que enfatiza la reciprocidad entre sensible y sensación, tal
o específico) tiene un órgano del sentido (u órgano sensorio:
vez habría que admitir que una aísthesis aristotélica tampoco
aisthetérion) que le es propio: vista-ojo, oído-oreja, olfato-
es un mero proceso fisiológico (algo que también reconoce
TS, aunque parece terminar subrayando el carácter de
proceso fisiológico de la percepción) y presupone también
750. Cf. AnPa. 73a34-b24, donde desarrolla otros sentidos de la ex-
una cierta toma de conciencia. Soy consciente de que tanto presión «por sí».
CXLVJJJ MAR CELO D. BOERJ INTRODUCCIÓN CXLIX

nariz, tacto-(carne), gusto-lengua. En repetidas ocasiones y es de relevancia: la posibilidad de que Aristóteles ya haya
casi al pasar señala que, aunque cada sentido tiene su órgano visualizado la idea de que debe existir una facultad capaz
sensorio correspondiente, los sentidos están comunicados de dar unidad a la experiencia perceptiva.
(o «unificados») gracias a un «sentido común o general» que Cito completo el pasaje clave en el que se introduce el
opera como una suerte de «centro de control» de la percep- problema:
ción; dicho «sentido común» tendría la función de unificar
Ahora bien, cada sentido se refiere al sensible respectivo, y
la experiencia perceptiva 151 • Uno de los problemas que en
cada sentido está presente en el órgano sensorio en cuanto
general han tenido los intérpretes en el momento de explicar
órgano sensorio, y discrimina (krinei) las diferencias del
este «sentido común o general» es saber con precisión si se sensible respectivo; p1 >r ejemplo, la vista, blanco y negro; el
trata de una facultad independiente y diferente de los cinco gusto. dulce y amargo. De este mismo modo sucede también
sentidos o no; desafortunadamente, los textos no siempre en el caso de los demás [sentidos]. Pero dado que también
son del todo claros en este importante detalle y han susci- discriminamos (krínomen) «blanco» de «dulce» y cada una
tado las más diversas interpretaciones 152 • Varios intérpretes de las [demás cualidades] sensibles entre sí, ¿con qué 1" 3 per-
recientes han rechazado enérgicamente que pueda tratarse cibimos que son diferentes? Tiene que ser, sin duda, con la
de una facultad independiente y, aunque constituye proba- aisthesis (sensación, percepción), pues [se trata de cualidades]
blemente el enfoque más razonable (no solo por cuestiones sensibles. De aquí también se hace evidente que la carne no
sistemáticas, sino también de economía explicativa), hay es el órgano sensorio último, pues si lo fuera lo que discri-
pasajes en los que parece que Aristóteles estaría dispuesto mina mismo tendría que estar en contacto [con el objeto
a aceptar que se trata de una facultad independiente que, de sensible]. No es posible, entonces, discriminar por medio de
todos modos, nunca termina de explicar suficientemente. En [dos facultades] separadas (por ej., por el gusto y la vista) que
cualquier caso, las referencias que hay al «sentido común» dulce es diferente de blanco, sino que ambas [cualidades, ·i.
en los textos aristotélicos son siempre breves, menciones al e. dulce y blanco] deben ser evidentes para una [facultad]
pasar a propósito de otra cosa, y no constituyen una discu- única. [Porque la suposición de que dos facultades separadas
sión ordenada y sistemática de un tema que para nosotros pudieran discriminarlas] sería como si yo percibiera una [de
las cualidades] y tú la otra, y [en ese caso] sería manifiesto que
son diferentes la una de la otra. Pero es una sola cosa la que
tiene que decir que son diferentes, pues «dulce» es diferente
757. Cf. DA 425a2Z La sensación (aísthesis) es entendida como un cierto
término medio (méson; mesótes) o proporción (lógos) que debe mantenerse de «blanco». [Lo que] dice [la diferencia], por tanto, es algo
para que pueda darse la sensación o percepción (DA 424a4-6; 29-32). idéntico (i. e. uno)~ de modo que, como lo dice, así también
152. Cf. Welsch (198í: 324-325; 327-328 y, en especial, 356-375), quien lo piensa y lo percibe (DA III 2, 426b8-22).
propone lisa y llanamente la eliminación de la llamada «doctrina del
sentido común» y sugiere, en cambio, una «doctrina de la unidad de
lo sensorial» (una idea que, en cierto modo, ya había sido adelantada
por Rodier; cf. infra n. 160). A favor de la tesis de que no se trata de 753. Leyendo tíni con los codd. UXT. Sobre las dificultades textuales
un sentido diferente de los cinco sentidos están también Everson 1997: de este importante pasaje cf. Kahn, 1979: 10, n.26. Véase también
155-56 y, más recientemente, Polansky 2007: 375-376; 393-394. Welsch 1987: 310, que también sigue esta lectura.
CL MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CL/

Este texto está lleno de dificultades; a la habitual prosa el DA se enfatiza en la explicación del funcionamiento de
aristotélica ultrasintética hay que agregar la dificultad del los sentidos particulares, en general, de qué es lo que pasa
problema. Aristóteles plantea dos dificultades que tienen el cuando se da un acto de percepción tratado desde un punto
carácter de verdaderas aporías: (z) si cada sentido, presente de vista meramente fisiológico.
en su respectivo órgano sensorio, discrimina las diferencias La pregunta de Aristóteles no es «¿cómo discriminamos
que pertenecen a su objeto sensible, y si también discrimi- la vista del gusto»?, sino «¿cómo discriminamos blanco de
namos blanco de dulce (i. e. tipos de cualidades: no es lo dulce?». La solución a la dificultad, en la interpretación
mismo una cualidad gustativa que una cualidad visual), la tradicional, consiste en decir que los sentidos particulares
pregunta es «¿cuál es la facultad por la cual percibimos que no son, en último término, facultades independientes, sino
estamos viendo o estamos oyendo?». Aristóteles responde que, aunque en cierto modo son independientes, constituyen
«sin duda debe ser por medio del «sentido» (aisthesis), porque también aspectos de un solo sentido o facultad sensitiva que
se trata de objetos-cualidades sensibles. Pero (iz), ¿en qué convergen en un punto: el sentido común o general, otra
consiste ese «sentido»? O sea -esta es la segunda dificultad-, forma de hablar de «la facultad sensitivo-perceptiva» (to
«¿cuál es la facultad con la cual distinguimos colores de aisthetikón). Cuando el sujeto percipiente dirige su atención
sabores?» Para retomar el ejemplo de Aristóteles, la dife- hacia fuera, los sentidos singulares aparecen distintos unos
rencia entre «dulce» y «blanco» no es posible discriminarla de otros, funcionando según su propia facultad que, a su
Quzgarla) por medio de dos facultades separadas (gusto y vez, se dirige a su sensible propio, operando a través de su
vista), sino que esas dos cualidades deben ser evidentes a propio órgano sensorio. Cada órgano sensorio es el canal o
una facultad única y, al mismo tiempo, unificadora. O sea, vía corpórea que tiene cada sentido (esto sería lo que podría-
el gusto discrimina «dulce»; la vista, «blanco», pero que lo mos llamar la «función externa del sentido»: la operación
blanco es diferente de lo dulce (es decir, el hecho de que la de los sentidos especiales o particulares que suministran
cualidad X es diferente de la cualidad Y} no lo distingue o información al sujeto percipiente a través de diferentes ca-
discrimina ninguna de esas dos facultades separadas, sino nales: vista, oído, gusto, tacto, olfato. Pero cuando el sujeto
que tiene que ser lo que es capaz de hacer una facultad úni- percipiente fija su atención en su interior, se produce un
ca que está por debajo de los sentidos particulares o, más cierto proceso de reflexión interno que le permite advertir
precisamente, debe tratarse de una facultad que cualquier que los sentidos en realidad convergen en una especie de
sentido particular tiene que presuponer y, por lo tanto, está centro de control: la actividad unificadora y discr-iminadora
en la base de cualquier sentido. Este pasaje también es muy de una sola facultad. Este «centro de mando o de control»
significativo para advertir el énfasis que Aristóteles pone en también es para Aristóteles aísthesis, «conciencia», y es
lo que podría llamarse «percepción interna»; se trataría de gracias a esa convergencia en ese centro que los sentidos
una suerte de teoría introspectiva (en ciernes) de la aísthesis particulares son capaces de compartir en la koine aísthesis los
(una teoría no formulada de modo explícito, pero sugerida), mismos sensibles comunes y de percibir los objetos de uno
que se distingue claramente de un enfoque más «objetivo» o y otro sentido en un acto simultáneo ún~co.
meramente biológico-fisiológico, que es el enfoque que en En realidad, una parte importante de lo que he dicho es
CLII MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CLIII

un poco especulativa de mi parte, porque en DA Aristóteles sentidos, el sentido común o general no puede ser otro
solamente presenta el problema pero no lo desarrolla en sentido diferente de los cinco. Una prueba de que eso es
detalle ni lo resuelve. La explicación de la importancia de así consiste (i) en el hecho de que, si efectivamente fuera
una facultad unificadora del sentido la da Aristóteles en otro sentido, el animal debería tener un órgano sensorio
los Parva Naturalia, sobre todo en De sensu 7154 • Pero en este que le corresponda. Pero el hecho es que no hay un órgano
pasaje de DA sugiere que esa facultad unificadora del senti- sensorio propio del sentido común o general; por consi-
do tiene las siguientes funciones: (1) percibir los sensibles guiente, no es un sentido diferente de los cinco sentidos
comunes, (2) conformar la unidad de lo sensitivo (i. e. la (DA 424b24-27) 157• (ii) Además, lo que el animal percibe
conciencia que percibe a través de los sentidos y de las sen- sensorialmente es un cierto número y tipo de cualidades
saciones propias de cada sentido), y (3), conectado con el sensibles, uno por cada sentido (el tacto, las cualidades
punto anterior, proveer al sujeto percipiente o sentiente la táctiles; la. vista, las visuales; el oído, las auditivas, etc.).
conciencia de su percepción. Esta última función, sin duda, Pero no es menos cierto que Aristóteles parece sugerir que
no puede proceder de cada sentido particular en cuanto los cinco sentidos, en cierto modo, se subordinan o hacen
tal, porque cada sentido particular solamente se refiere a la referencia al sentido común o general: (a) percibimos el
sensación del sensible propio. El hecho de que la dificultad tamaño, la figura o el movimiento de una cosa por medio de
que introduce Aristóteles en DA III 2 («¿mediante qué cosa nuestros sentidos, pero no por medio de nuestros sentidos
-Uacultad?- percibimos que estamos viendo u oyendo?») en cuanto tales, sino kata sumbebekós. Dicho de otro modo,
quede sin solución aparente ha dado lugar a que algunos percibimos los sensibles comunes mediante la percepción
intérpretes digan que la facultad de la vista (i. e. el sentido ~ensorial tomada en su totalidad, pero «por accidente» (i. e.
de la vista) que «está presente» en el ojo (o sea, localizada el sentido común o general distingue una cualidad de otra
en el ojo en la medida en que la visión -que es el sentido por accidente; cf. DA 425a15; [Filópono], In Arist. De an.
o sensación en acto- se da a través del órgano sensorio) es 461, 9-10). (b) De donde se sigue que hay ciertas cualidades
inmediatamente consciente de sí misma y no precisa de un que las percibimos porque percibimos el objeto al que
modo más elevado o general de percepción 155 • Pero, como habitualmente se encuentra adjunta dicha cualidad; por
sugiere Rodier en su todavía útil comentario al DA, «no es ejemplo, cuando vemos «miel» también percibimos «dulce»
en cuanto sentido especial y diferenciado que el sentido (DA 425a21-24) 15 s. (e) La otra característica relevante del
de la vista nos da conciencia de la visión; más bien lo hace
en la medida en que participa de las características comu-
nes a toda sensibilidad» 156 • En suma, si como argumenta 757. Uno siempre podría objetar a este argumento que Aristóteles
cree que la facultad de pensar puede ejercerse sin necesidad de que
Aristóteles, no existen otros sentidos además de los cinco haya un órgano del pensar.
758. El texto es lo suficientemente ambiguo como para pensar (z) en
dos ítems de distinto tipo (uno sustancial: la miel; otro cualitativo: la
754. Aristóteles De sensu, 449a5-20 (citado y analizado más abajo). dulzura), pero asociados estrechamente, o (iz) en dos cualidades de un
755. Block, 1961: 62 (citado por Kahn 1979). mismo ítem sustancial («dulce» y «amarilla», dicho de «miel»). Si uno
756. 1985: 266. pone atención en el ejemplo de la bilis, a la cual atribuimos «acritud»
CLIV MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CLV

sentido común o general es que nos hace darnos cuenta de que esa facultad se considera en relación con su objeto, tal
que percibimos; en un lenguaje más cercano al nuestro, uno como se la formula en la definición de un sentido particular.
tendería a pensar que aquí Aristóteles visualiza el fenómeno Pero cuando se propone explicar esa unidad y pluralidad
de la autoconciencia (cf. DA 425a31-b2). (d; La siguiente simultáneas de las que habla en DA III 7, pone una analogía
característica, estrechamente asociada a la anterior, es que matemática: esa «facultad» es una e indivisible, tal como el
el sentido común o general nos hace conscientes de que punto geométrico que separa dos segmentos de una línea,
dos percepciones sensibles son diferentes (DA 426b 12-15; pero tomado dos veces como punto final de cada línea.
cf. también De sensu 449a5-10) 159 • En De mem. Aristóteles Dice Aristóteles:
aclara que hay una facultad común (koine djnamis) que
Tal como al que algunos llaman «punto», en cuanto es uno y
acompaña a todos los sentidos gracias a la cual uno percibe
dos [al mismo tiempo], también es así divisible, [así también]
o se da cuenta de que (aisthánetaz) ve y oye (455al5-17). O
lo que discrimina es uno y simultáneo 161 en cuanto indivisi-
sea, el sentido común o general permite ser consciente de ble, pero en tanto es divisible, usa dos veces el mismo punto
la propia experiencia perceptiva y distinguir o discernir simultáneamente. Pues bien, en cuanto usa dos veces el [punto]
distintos tipos de cualidades (dulce es diferente de blanco; límite, también discrimina dos cosas separadas de un modo
De mem. 455a18-20). separado. Pero en cuanto [lo usa como] uno, es uno y simul-
La dificultad sobre el sentido común o general es ori- táneo (DA 427al0-14).
ginalmente planteada (en el pasaje que cité textualmente
al comienzo) en los siguientes términos: los objetos de Una explicación más o menos plausible de este críptico
sentidos diferentes deben ser sentidos-percibidos por una pasaje de la analogía matemática con el sentido común po-
facultad única; pero Aristóteles no define esta facultad ni dría ser la siguiente: la facultad común 162 o sentido común es
aclara en qué consistiría su relación con los sentidos par- como un punto de una línea 163• Ahora bien, un punto puede
ticulares; solamente nos dice que se trata de una sola cosa
(¿facultad?), «una e indivisible, pero separada en su ser» (DA 761. Es decir, discrimina al mismo tiempo.
III 2, 427a2-5; III 7, 431a20ss.) 160• Esto es, en la medida en · 762. Cf. Aristóteles, De som. et vig. 455al2-22: «Pues bien, en cada
sentido hay algo que le es propio y algo que le es común (propio de la
vista es, por ejemplo, el ver; del oído, el oír, y del mismo modo sucede
y «amarillo» como sus cualidades (425bl-2), la interpretación correcta con cada uno de los demás [sentidos]); y también hay una facultad
debería ser la segunda. común (koini: djnam_is) que acompaña a todas, con la cual uno percibe
759. El problema de la dificultad de percibir simultáneamente dos que ve y oye (pues uno no ve que ve con la vista, ni es con el gusto ni
cualidades diferentes es especialmente examinado por Aristóteles en con la vista, ni con ambos, que uno discierne y es capaz de discernir
De sensu 7. Para una discusión detallada del pasaje cf. Zingano 2002: que las cosas dulces son diferentes de las blancas, sino con alguna
especialmente 38-44. parte común a todos los órganos senso1ios). Hay, en efecto, un solo
760. El sentido común, indica Rodier (1900: 266), es la condición de sentido (mia aísthesis) y un solo órgano sensorio dominante (to kuríon
los sentidos especiales y se encuentra en cada uno de ellos. Esta es, aisthetérion hén), aunque el ser del sentido es diferente para cada género,
obviamente, la manera más económica y probablemente más sensata i. e. para el sonido y el color». Para un comentario de este pasaje cf.
de resolver el problema de si el sentido común es o no una facultad Welsch 1987: 338-340, 351-355.
independiente de los cinco sentidos. 763. En DA III 7 vuelve a usar lenguaje geométrico: «como el caso
CLVI MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CLVII
considerarse de dos ·maneras: como uno o como dos, ya que partes. Pero el tiempo no parece componerse de ahoras
el punto puede usarse como límite o «punto límite» entre dos (Pizys. 218a6-10).
segmentos o secciones de una línea 16+:
Dicho de otra manera, el ahora tomado como instante pre-
sente es inextenso, igual que el punto, y por tanto, indivisible
como el punto. En el sentido de «instante presente», no de
Es en este sentido que el punto es uno y doble, pero en lapso, el ahora es como el punto y por eso no puede ser parte
respectos distintos; en cuanto unidad que por sí mismo es, el del tiempo, sino lo que determina lo anterior y lo posterior;
·punto es «indivisible». Es decir, el punto es uno en número, existe en cuanto lo anterior y lo posterior son numerables
pero en cuanto a su función puede ser doble: puede ser el (Phys. 219b25). Pero el ahora no mide el tiempo (con lo cual
fin de una sección de la línea y el comienzo de otra. En un no es una parte de él) y el tiempo no es un compuesto de
contexto diferente la analogía matemática sirve también para ahoras. Aristóteles sostiene que el ahora no puede ser parte
explicar el problema del tiempo; en efecto, en su explicación . del tiempo porque (z} cualquier parte debe medir la totalidad,
del tiempo y sus partes «el ahora» es un punto que distingue y (iz) porque el ahora es, en realidad, aquello que delimita el
lo anterior de lo posterior, pero que no es parte del tiempo: pasado y el futuro (Phys. 218a6-10). Lo mismo sucede con la
E-l ahora -argumenta Aristóteles- no es parte del tiempo, analogía del punto para explicar el sentido común: el punto
pues la parte mide [el todoJ y este debe componerse de es uno en número, pero en cuanto a su función puede ser
doble, ya que puede ser el fin de una sección de la línea y
el comienzo de otra. La pregunta ahora debería ser cómo
del aire, que afecta la pupila de un modo determinado, y la pupila contribuye la analogía a explicar que «lo que discrimina (i.
[afecta] a otra cosa -con la audición ocurre del mismo modo- pero el
término último es uno solo, es decir que es un medio único (o «término e. en el caso de esa facultad) es uno y simultáneo» (i. e. dis-
medio»), pero su ser es múltiple [... ).En cuanto a aquello con lo cual {el crimina al mismo tiempo) en tanto indivisible, pero en tanto
alma} distingue en qué difiere lo dulce de lo caliente, también se ha tratado divisible, usa dos veces el mismo (punto) simultáneamente.
antes, pero debemos tratarlo también en lo 9u~ sigue. Es, en efect_o, una En la medida en que usa dos veces el punto límite, también
cierta unidad, y lo es en el sentido en que lo es ellzmzte. Y estas cosas, siendo
una por analogía y en número,. son cada una resp~cto de cada una discrimina dos veces cosas separadas de un modo separado.
como aquellas cosas (i. e. las cualidades «dulce», «cahente») lo son una Pero en cuanto lo usa como uno, es uno y se da simultánea-
respecto de la otra.> (43la17-22). mente, dice Aristóteles. Creo que el pasaje intenta señalar que
164. Como sugiere [Simplicio) (In de An. 201, 5), lo que Aristóteles está el sentido común, aunque uno en número -como el punto-, en
indicando en su analogía es el punto que determina dos segmentos de
una línea. Del mismo modo, «el alma sensitiva, que al mísmo tiempo sus múltiples funciones sensorias o perceptivas es múltiple (o,
conoce dos objetos sensibles, es una e indivisible, porqüe lo que discri- más precisamente, quíntuple, i. e. los cinco sentidos). «Usa dos
mina (to kr'inon) ambas cosas a la vez también es uno. Pero en cuanto veces el punto límite» porque usa dicho punto como sentido
es divisible, usa a la vez dos veces el mismo punto, por cuanto opera general unificador de la sensación y como caso específico de
en el ahora también a la vez según razones diferentes» (In de An. 201,
8-12). Cf. también Rodier 1900: 394 y Aristóteles, Phys. 263a23-31, con sensación. O sea, la aísthesisque llamamos vista, por ejemplo,
mi comentario en Boeri 2003: 250-252. Sobre el «modelo del punto» discrimina «blanco», pero la aísthesis general o común discri-
véase también Welsch 1987: 315-318. mina, distingue o separa «blanco» de «agrio».
CLVIII MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CLIX
Como el «término medio» o «proporción» que la aísthesis 169
una y la misma, aunque su ser es diferente , y diferente en
es en sí misma, la facultad del sentido común 165 , i. e. la facultad género 170 o en especie 171 • De manera que [una persona] podría
sensitiva central que subyace a todo sentido, se relaciona con percibir [i. e. diferentes cualidades] simultáneamente con una
cada extremo tal como cada extremo está relacionado el uno y la misma [facultad], aunque en su definición no es la misma
con el otro (DA 43la23). Las dos aporías planteadas en DA (De sensu 449a5-20).
III 2 y mencionadas al pasar en otras secciones del libro III Este pasaje explica con más detalle cómo esa facultad
son finalmente «resueltas» en el De sensu, donde regresa al común, el sentido común, es una en un sentido y múltiple
problema de los objetos que discriminan sentidos diferentes en otro; el texto también muestra, muy claramente en mi
y ofrece la siguiente solución: opinión, que el sentido común no es una facultad diferente
Si efectivamente el alma percibe «dulce» con una parte [de sí de los cinco sentidos. Es una en cuanto es indivisible en acto,
misma] y «blanco» con otra, o hay una cierta unidad a partir pero diferente cuando se ha vuelto divisible en· acto, o sea
de esas [partes] o no la hay. Pero debe haber tal unidad, pues la cuando cada sentido particular se ejerce o actualiza. Pues lo
parte sensitiva (to aisthetikon méros) es una. Ahora bien, ¿qué tipo que es lo mismo y uno en número puede ser blanco y dulce,
de unidad (tínos ... henós) [percibe] aquella [parte]? Pues nada dice Aristóteles recurriendo a una explicación propia de
que se dé a partir de estas cosas (i. e. a partir de dulce y blanco) lo que ocurre en el plano de los hechos o estados de cosas
es uno. Debe haber, por consiguiente, una cosa única del alma (prágmata), y muchas otras cosas (i. e. puede tener muchas
(hén ú efnai tés PSJ'clzés) por la cual percibe (i. e. el alma) todas [las otras cualidades). En De som. et vig., 455a16 Aristóteles dice de
cualidades] (hápanla). como se ha dicho antes 166 , pero un tipo modo expreso que el sentido común o general es una facultad
[diferente de cualidad] a través de un [órgano] diferente. Pues común (koine djnamis) que acompaña a todas las facultades,
bien. ¿acaso esta facultad sensitiva (ta aistlzet.ikón) de lo dulce y de es decir, a todos los sentidos, facultad por medio de la cual
lo blanco es una en cuanto es indivisible en acto, pero diferente
uno percibe que ve, oye, saborea, toca, etc., y es capaz de
cuando se ha vuelto divisible en acto? 167 • ¿O es que tal como
discer!J.ir que lo dulce es diferente de lo blanco. No creo, sin
puede suceder en el caso de los hechos mismos, así también
embargo, que haya que entender que se trata de una facultad
ocurre en el caso del alma? Pues lo que es lo mismo y uno en
diferente de los cinco sentidos; el sentido general o común es
número puede ser blanco y dulce, y muchas otras cosas 168 [ •• .].
Del mismo modo, entonces~ tenemos que establecer que la
una facultad porque tiene ciertas capacidades y, sin duda, una
facultad sensitiva de todas las [cualidades] es numéricamente capacidad fundamental: la de unificar la experiencia percep-
tiva. Aunque en este pasaje Aristóteles no nos dice cuál es el
«órgano sensorio dominante único», nosotros sabemos que
765. Uso el rótulo «facultad» para referirme al sentido común porque es el corazón. Más adelante, en el mismo tratado (456a4-6),
al menos en De som. et vig. 455a16, Aristóteles habla de él en términos señala que «todos los animales sanguíneos tienen corazón,
de djnamis.
766. Probable referencia a DA 427a5 ss.
767. Es decir, cuando en su actualización o ejercicio se ha vuelto 769. Si se lo considera en relación con sus objetos.
divisible. 770. Entre los diferentes sentidos.
768. O sea, puede tener muchas otras cualidades. 171. Si se la considera dentro de un sentido dado.
CLX MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CLXJ

y de allí procede el principio del movimiento y del sentido aunque la expresión «sentido común» aparece muy pocas
dominante» (cf. también De iuvent. 467b28; 469al2). Las dos veces en DA (416b32; 425a27; 43lb5) 173 y aun cuando las
dificultades planteadas -y no resueltas- en DA 426b8-21 pare- funciones de ese sentido no están desarrolladas con mucho
cen resolverse con la indicación de la unidad de la facultad de detalle sino que, como he dicho, aparecen más bien plantea-
la sensación que ahora aparece unida a la doctrina fisiológica dos los problemas que surgirían si ese sentido no existiera (cf.
de la unidad del aparato sensorio, que tiene su sede en el DA 426b8-22), en uno de los pasajes en los que aparece la ex-
corazón, «el órgano sensorio común para los órganos espe- presión «sentido común» se caracteriza ese sentido como una
cíficos del sentido, en el cual las sensaciones reales, actuales suerte de «percepción objetiva» (i. e. por referencia a ciertas
o en ejercicio deben estar presentes» (De iuvent. 467b28-29). cualidades que percibe): «de los sensibles comunes tenemos
Nosotros diríamos «cerebro» en vez de corazón, pero lo inte- ya un sentido común, y ello no por accidente» (DA 425a27).
resante aquí es que, al unir la explicación en sus dos facetas, La sugerencia implícita es que no puede haber un sentido
fisiológica y no fisiológica o cognitiva, Aristóteles parece particular para los sensibles comunes, y el «sentido común»
ofrecer una explicación bastante completa: sentir-percibir es. no apare,ce allí como una percepción subjetiva o conciencia,
no solo un cierto tipo de movimiento físico (alteración) -con donde es bastante claro que la «facultad común» es definida
lo que ello implica en el plano fisiológico-, sino también una por referencia a la conciencia de cada sensación como tal. La
cierta conciencia en el sentido de la percepción interna, como pregunta es, entonces, si la «facultad común» de De som. et vig.
.cuando advierto que siento dolor, placer, tristeza, o como (455al2-22), que acompaña a todos los sentidos particulares,
cuando percibo o advierto que veo o que huelo, o cuando puede o no ser identificada con el sentido común de DA. Se
mis múltiples sensaciones tienen una unidad que hace que yo, trata de un detalle, pero Aristóteles casi siempre pone énfasis
como sujeto percipiente, pueda articular el mundo físico, que en esos detalles para hacer indicaciones importantes; de to-
aunque es múltiple en sus manifestaciones sensorias, debe ser dos modos, aquí hay, desde el punto de vista metodológico,
unificado para que los datos de los sentidos y el flujo sensorio una especie de círculo vicioso porque, por un lado, en DA el
no resulten caóticosm. sentido común y sus funciones no son descriptos en detalle
Hay, sin embargo, un problema: el pasaje de De som. et vig. (Aristóteles argumenta tratando de mostrar qué ocurriría si no
(455al2-22) que acabo de comentar es bastante claro en el existiera tal sentido y sugiere de un modo indirecto algunas
sentido señalado, pero uno podría preguntarse si la «facultad de sus funciones); por otro lado, donde hay una descripción
común» que allí aparece es lo mismo que el «sentido común un poco más detallada del sentido común (que además apa-
o general» mencionado en DA. Y esto es así por lo siguiente: rece con otro nombre: «facultad común») cambia el acento
y su~:ay~ el papel del sentido común en el plano de la per-
cepcwn mterna. Hay, sin embargo, una característica que
772. Cambiando lo que hay que cambiar, esta teoría de la «conciencia
perceptiva» o de la «percepción consciente» no es demasiado diferente
comparten ambas nociones: el sentido o facultad común está
de la caracterización de conciencia de Locke: «the perception of what
passes in a man's own mind» (Essay Concerning Human Understanding,
II, cap. 1, section 19), aunque, como Descartes, Locke también parece 773. En este último pasaje, sin embargo, el sentido común se menciona
reducir el percibir a lo mental. solo en conexión con la percepción del movimiento.
CLXII MARCELO D. BOERJ INTRODUCCIÓN CLXIII
«localizado» en el sensorio central (el corazón), no en algún ción: la sensación y la fantasía en el dominio de la descripción
órgano sensorio particular correspondiente a alguno de los teórica del fenómeno de la percepción tienen su contraparte
cinco sentidos. Hay otra forma de conectar ambas nociones en el dominio práctico. Por eso Aristóteles indica que en el
de sentido común: hay al menos un pasaje de DA (433b7) humano, además de fantasía sensitiva, hay también fantasía
en el que el vocablo aísthesis está usado en el sentido de per- racional o deliberativa, con lo que esto implica en la explica-
cepción interna o subjetiva: «percepción del tiempo», donde ción de la acción, según hemos visto arriba. Más allá de las
«percepción» puede ser «conciencia» del tiempo 174 • Hay otras muchas dificultades que el sentido general o común genera
secciones de DA en las que uno podría entender aisthesis en en los textos psicológicos de Aristóteles, parecen caber pocas
el sentido de conciencia o percepción interna, cuando Aristóteles dudas de que es el responsable de la unidad de la experiencia
identifica el «sentido» con el estado afectivo de placer o dolor: perceptiva que permite al sujeto percipiente distinguir distinto
Todos los animales tienen uno de los sentidos: el tacto; y donde tipo de cualidades sensibles en una experiencia perceptiva
hay afsthesis, allí hay placer y dolor, lo placentero y lo doloroso organizada, y que esa capacidad perceptiva no depende de
(DA 414b3-4). los sentidos particulares.
La disputa sobre si el sentido común es o no una facultad
Claro que la «percepción del tiempo» tiene que ser la distinta de los cinco sentidos se remonta ya a la antigüedad.
aprehensión interna del tiempo como un factor importante en [Filópono], por ejemplo, sugiere que Aristóteles «llama
el nivel práctico de la deliberación que presupone cualquier "sentido común" a los cinco sentidos» [... ] y aclara: «los
acción racional en la evaluación de lo que (a)parece bueno. sensibles comunes tienen un sentido común diferente, pero .
En el De mem., sin embargo, Aristóteles menciona la «facultad [dicho sentido común] no los aprehende por accidente» (In
primaria del sentido», que es la responsable de la percepción Arist. De anima, 460, 17-22, ed. Hayduck). Esta interpretación
del tiempo y de los sensibles comunes y que, además, es la sugiere expresamente que el sentido común no es una facul-
sede de la fantasía (450a9-19). Creo que estos dos pasajes tad distinta de los cinco sentidos, sino que solamente sería
son importantes para intentar mostrar la plausibilidad de mi la unidad subyacente a los cinco sentidos en la experiencia
sugerencia inicial respecto de la posible función que tendría perceptiva. Es en ese sentido que dice que «corresponde al
el «sentido común o general» en el plano práctico, donde, sentido común, no a un sentido particular único, decir que la
según la teoría general de la percepción aristotélica y mutatis miel es una sola cosa, [... ]pues el sentido particular se engaña
mutandis, parece que uno puede aplicar las distinciones que y juzga que todo lo que ve amarillo es miel» (In Arist. De ani-
Aristóteles emplea cuando describe el fenómeno de la percep- ma, 461, 18-21, ed. Hayduck). Esto no explica, sin embargo,
cómo podría suceder eso si no se trata de una facultad; el
774. Aristóteles indica que solo tienen recuerdo (mnéme) los animales mismo [Filópono] advierte la dificultad cuando se pregunta:
que son capaces de percibir el tiempo (De mem. 449b28-29; 4~?al9, con «¿por qué, si tenemos muchos sentidos, aprehendemos los
el comentario de Veloso 2003: 62-65 y de Morel 2006: 72-13). Como sensibles comunes con un solo sentido?». Y responde: «para
muestra Taormina (2002: 59), la percepción del tiempo, en sentido que no aprehendamos o captemos (antilambanómetha) menos
estricto, depende de la imaginación, en la medida en que siempre
presupone imágenes. o en menor grado los sensibles» (In Arist. De an. 461, 22-23,
CLXIV MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CLXV

ed. Hayduck). La función del sentido común sería, entonces, es que tengamos un sentido común para ser conscientes de
combinar la cualidad «amarillo» con el objeto único «miel», los sensibles comunes, sino que tenemos más de un sentido
pero ello es algo que ya estaría implícito en los cinco sentidos individual para ello. O sea, cuando uno ve, normalmente ve
que funcionan coordinadamente. La interpretación de [Sim- formas y tamaños y cuando ello ocurre el sentido particular no
plicio] es, probablemente, más atractiva, además del hecho está operando en cuanto tal sentido («vista»), sino en cuanto
de que, al interpretar la expresión aristotélica koine aísthesis, sentido común (que es el que, técnicamente, capta los sensibles
distingue con más detalle tres significados de la expresión: (z) comunes). Esa es la razón por la cual, argumenta Everson,
sentido común (o «general») de los sensibles comunes, que no aunque podemos atribuir al sentido común capacidades per-
se ejerce en el sentido en que se da en la reunión por síntesis o ceptivas que no son las de los cinco sentidos particulares, no
«concentración» (sunaíresis) de los múltiples sentidos, sino en debemos atribuirlas a un órgano sensorio común localizado1 75 .
cuanto está presente en cada uno de los múltiples sentidos de Everson señala que aunque Aristóteles habla del corazón
acuerdo con la comunidad recíproca que hay entre ellos; (iz) como del «órgano común» (De iuvent., 467b28; 469a12), ello
de otro modo, «sentido común» se entiende como el sentido se debe a que el órgano es común a los demás órganos y no
que discrimina (krínousa) en la reunión o unidad (sundorme} de a que es el órgano común del sentido común 176 . El pasaje es
los múltiples sentidos que la misma cosa es dulce y amarilla, y muy discutible, pues Aristóteles expresamente dice que en
ello sucede al mismo tiempo respecto de la miel y de la vista, el órgano sensorio común deben hacerse presentes o encon-
que opera (energoúsa) así respecto de lo amarillo y del gusto, trarse las sensaciones en acto, no que el órgano sea común a
que lo hace respecto de lo dulce. Ninguno de estos dos senti- los demás órganos (De iuvent. 467b29) 177•
dos (i. e. vista y gusto), sin embargo, se refiere a ambas cosas
conjuntamente, sino que el sentido que reúne dos cosas en una 3.2.4 La phantasía y la nóesis
sola es aquel al que se llama «común o general», por cuanto Las dificultades de interpretación de un vocablo como
discrimina o discierne al mismo tiempo múltiples cualidades phantasía en Aristóteles y otros filósofos antiguos son tan im-
en la reunión de las cualidades sensibles propias. (iiz) De otro
portantes como las que implica la interpretación de aísthesis
modo, finalmente, se llama «común» al sentido que capta y otros términos clave de la epistemología antigua. Con fre-
o aprehende (antileptike} las cualidades sensibles comunes, cuencia significa «representación», «impresión», «apariencia»
porque cada sentido tiene, además de lo propio, también lo (por oposición a «realidad» o a «lo que efectivamente es»,
común (por ejemplo, decimos que «bípedo» pertenece a los i. e. «a lo que es el caso»; pero también «apariencia» en el
hombres en común, por cuanto se trata de una cualidad que
sentido de «lo que se aparece o hace presente»; así aparece al
pertenece a cada hombre; [Simplicio], In Arist. De an. 185, menos en dos pasajes del DA: 402b23; 428b3-4). La palabra
5-19, ed. Hayduck). En la discusión contemporánea más re-
ciente ha habido también una considerable disputa respecto
de si el sentido común es o no una facultad independiente; 775. Everson 1997: 156.
776. Everson 1997: 156, n. 29.
la tesis de que sí lo es ha sido vigorosamente cuestionada
777. Para una interpretación diferente de la de Everson, cf. Modrak
por Everson, quien señala que lo que Aristóteles no dice 1987.
MAR CELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN CLXVII
CLXVI
ha sido traducida también por «imaginación», cuando lo que Los muchos rodeos que da Aristóteles para llegar a su de-
parece querer decir Aristóteles es la capacidad que permite finición de phantasía anuncian el hecho de que se trata de una
la producción de imágenes (phantásmata) 178 • La expresión (y facultad que, aunque estrechamente vinculada a la sensación
la forma verbal phaínetai: [a]parece) tiene, en todo caso, un y a la intelección, no es lo mismo que ellas. En rigor, se trata
doble valor: cognitivo y fisiológico, que conviene recordar, de una facultad que está en medio de sensación e intelección
pues inevitablemente queda oscurecido en las traducciones. yque, por tanto, comparte, en cierto modo, ambos dominios.
Creo que no hay forma de superar este importante obstáculo La verdad o falsedad de la phantasía dependerá del carácter
para la comprensión del texto. En el caso concreto de lo que de la sensación conectada con ella: si la phantasía que sigue
Aristóteles llama phantasía, para nosotros es desafortunado el a la sensación es la de un «sensible propio», será verdadera
hecho de que caracterice dicha facultad de un modo positivo en cuanto tal sensación dura o permanece, pero será falsa
una sola vez (DA 429al-2) y de una manera más bien rápida, cuando tal sensación ha desaparecido. O sea, los atributos
luego de decir todo lo que no es phantasía. En efecto, echando «verdadera» o «falsa» aplicados a la phantasía deben signifi-
mano de un recurso que usa muy a menudo, primero dice car «representación correcta» y «representación incorrecta»,
con bastante detalle lo que no es phantasía (y por qué no lo respectivamente (que Aristóteles reserva el uso estricto de los
es) para luego hacer una caracterización modesta y muy atributos «verdadero» y «falso» a los ítems lógico-lingüísticos
económica de qué es: «una phantasía -dice Aristóteles- es apofánticos queda perfectamente claro en DA 432al0-12, don-
aquello en virtud de lo cual se produce una imagen (phán- de aclara que lo verdadero y lo falso se dan como el resultado
tasma) en nosotros» (DA 428a1-2) o, en la conclusión general de una combinación de conceptos). La explicación comienza
del argumento que señala qué es lo que no es phantasía, «la por establecer que aquello en virtud de lo cual se produce una
phantasía será un movimiento producido por la sensación en imagen en nosotros tendrá que ser una de aquellas facultades
acto» (DA 429al-2) 17!). Como se ha señalado con frecuencia, o disposiciones en virtud de las cuales discernimos, nos encon-
DA III 3 es un texto particularmente complicado, en el que tramos en la verdad o en la falsedad. Esas facultades o estados
las repeticiones e inconsistencias abundan 180 • Por ejemplo, disposicionales (héxeis) son la sensación, la opinión, la ciencia
aunque al comienzo Aristóteles distingue phantasía de aísthesis y el intelecto (estas dos últimas son tratadas como virtudes
y de diánoia (DA 427b 14-15), más tarde subsume la phantasía al o perfecciones intelectuales en ENVl, virtudes intelectuales
pensar o inteligir (noein) y lo considera como una contraparte «que siempre están en la verdad»). Que la sensación es una
de la suposición o convicción (hypólepsis; 427b27-28). facultad capaz de discernir es evidente a partir de lo dicho
antes; sin embargo, la phantasía no puede ser lo mismo que
la sensación, pues (z) en tanto esta puede serlo en potencia o
en acto (el sentido de la vista es aísthesisen potencia, la visión
778. Sobre las dificultades que introduce el término «imaginación»
para interpretar phantasía, véase el todavía importante trabajo de es aísthesis en acto), una imagen (que es un tipo de phantasía),
Schofield 1979. en· cambio, puede hacerse presente sin que se dé ninguna
779. Para una discusión pormenorizada de los significados de phantasía de las dos cosas (como ocurre en los sueños; DA 428a5-8).
en Aristóteles véase Frede 1992: 279-280. (iz) Tampoco puede ser una sensación porque en tanto esta
780. Frede 1992: 281.
MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN CLXIX
CLXVIII

siempre está presente, la phantasía no siempre lo está. (iiz) los seres vivientes dotados de sensación, los únicos que tienen
Además, las sensaciones son siempre verdaderas, en tanto que phantasía. Ahora bien, aun cuando Aristóteles sostiene que las
las phantasíai son, en la mayor parte de los casos, falsas. Que phantasíai son falsas en la mayor parte de los casos, no cree
las sensaciones son siempre verdaderas debe significar que, que siempre lo sean. En efecto, si ese fuera el caso, el animal
si el órgano del sentido del sujeto percipiente está sano, verá estaría en peligro permanente y carecería por completo de
lo que, efectivamente, está viendo -por ejemplo, en un día algunos recursos básicos para su propia autoconservación.
soleado en un lago de aguas claras verá el remo quebrado-; Por ejemplo, si veo algo a la distancia que se parece a un
eso no significa, sin embargo, que el remo esté quebrado 0 león y formo la imagen o la representación imaginativa de
que la proposición «el· remo está quebrado» sea verdadera. un león aproximándose hacia mí y me quedo quieto en mi
Será verdadera si el juicio que describe un estado de cosas lugar, hay una posibilidad cierta de que yo sea devorado por
determinado coincide con el «estado de cosas real» (prágmata), el león. Es por eso que, a pesar de afirmar que las phantasíai
i. e. si el remo está efectivamente quebrado, el juicio será son falsas en la mayor parte de los casos, Aristóteles también
verdadero; si no, no. Como observa Aristóteles, «tú no eres está interesado en enfatizar que la mera phantasía (pero tam-
blanco porque creamos con verdad que tú eres blanco (i.' e. bién la sensación, los conceptos -énnoiai- o la mera nóesis)
porque el juicio «tú eres blanco» sea verdadero), sino que de una cosa fría o caliente (o, como en mi ejemplo, de un
porque tú eres blanco nosotros nos encontramos en la verdad león aproximándose hacia mí) es suficiente para producir
cuando lo afirmamos» (Met. 1051b6-9). una alteración tal como un escalofrío o un estado de temor
Pero, ¿por qué habrían de ser falsas en la mayor parte de (este es, en efecto, el significado de la sugerente sentencia «la
los casos las phantasíaz? No solo porque podemos represen- phantasía y la nóesis tienen la fuerza o poder de las cosas») 181 •
tarnos o imaginarnos cualquier cosa -pensemos en cualquier Como veremos, Aristóteles argumenta en contra de la
objeto que puede ser el resultado de un proceso de asociación tesis platónica según la cual una phantasía es una mezcla o
de ideas-, sino también (y esta es la explicación que ofrece combinación de opinión y sensación (cf. Sofista 264a-c y DA
Aristóteles) porque no es cuando estamos ejerciendo con 428a24ss.; con lo cual parece esforzarse por evitar la pre-
precisión nuestros sentidos en relación con su objeto propio sunción de que las fantasías humanas tienen una «estructura
que decimos que se da un caso de phantasía o representación, proposicional»); en la fantasía humana -sobre todo en el tipo
sino cuando no los estamos ejercitando con claridad. O sea,
la phantasía presupone que haya habido una «sensación en 18!. Cf: De. r;totu 701b16-22. Nussbaum observa que la tesis de que
acto», es decir, el ejercicio efectivo del sentido, pero dicho la 1magmacwn y el pensamiento tienen el poder de las cosas reales
(Aristóteles, De motu 701 b18-19) «hace referencia al poder de estos
ejercicio del sentido, sobre todo cuando se hace en relación procesos materializados de causar cambio corpóreo a gran escala {tal
con el sensible propio, o está libre de error o implica un error como el estremecimiento), no al poder de los eventos anímicos de
mínimo (DA 418all-16). Nada de eso puede decirse de una ·causar eventos corpóreos» (Nussbaum 1985: 152). Cualquiera fuere
phantasía. Su explicación de la phantasía- que es muy cercana el caso, lo que e~tá fuera de discusión es que t'!-nto la imaginación
como el pensamiento comprenden poderes causales. Incluso ítems
al uso que hace del verbo phaínesthai- indica su interés por mentales, tales como esperanzas o recuerdos, cuentan como «causas»
explicar el modo en que las cosas en el mundo se aparecen a para Aristóteles (De motu 702a5-7).
CLXX MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN CLXXI
de fantasía que Aristóteles llama «racional» o «deliberativa»-,
falsa la definición platónica de fantasía como «combinación
sin embargo, intervienen ingredientes judicativos en el sen-
de sensación y opinión» Aristóteles pone su famoso ejemplo
tido de que hay una elaboración del contenido sensible de
del sol, el cual se aparece o se representa (phaínetaz) como de
la fantasía que puede ser expresado de modo proposicional
un pie de diámetro; pero si uno ha aceptado como verdadera
en la creencia u opinión. Por ejemplo, después de tener la
otra creencia o convicción (hupólepsin alethé; DA 428b3), asa-
sensación de calor (que es verdadera en la medida en que
ber, que el sol es más grande que la tierra habitada, rechazará
mis sentidos perciben el calor y soy afectado por el calor,
esa aparición o representación como falsa y, por lo tanto, no
es decir, «siento calor»), me represento el calor -porque la
le prestará su asentimiento. Uno puede decir: «el sol se me
sensación «calor» hace que me represente lo cálido- y digo
presenta o aparece como teniendo un pie de diámetro, pero
(o, simplemente, creo o pienso en silencio sin proferir sen-
ese no es el modo en que las cosas realmente son» (De som.
tencia alguna): «la piedra está caliente», por lo cual también
460b18 ss.). Lo que uno se representa (phaínetaz) respecto de lo
«creo que la piedra está caliente y puede quemarme». Claro
que al mismo tiempo tiene un juicio verdadero también puede
que cuando uno pasa al plano judicativo para describir el
ser falso. Este argumento se encuentra en el contexto de la
contenido de la sensación o «el movimiento que produce la
crítica que Aristóteles dirige contra la definición platónica de
sensación en acto» (i. e. la fantasía) puede aparecer el error.
phantasía como «combinación de sensación y opinión»: si lo
Pero ¿cómo sabe un sujeto percipiente que está en el error?
que aparece (phantasía) no coincide con la creencia del sujeto
Únicamente si dispone de una facultad que le permita mediar
(dóxa), debe ser porque lo uno y lo otro son cosas diferentes,
entre las cosas o los estados de cosas (como «realmente son»)
y si son diferentes, no puede decirse que una phantasí~ es
y la percepción que de tales cosas o estados de cosas tiene.
una combinación de aísthesisy dóxa. Un argumento parecido
Pero para que eso sea posible debe traducir lo real (i. e. las
aparece también en otro contexto; en efecto, en ocasión de
cosas o estados de cosas) que se da en la sensación al nivel de
discutir el tema de la amistad, Aristóteles está tratando de dilu-
una estructura lingüística que sea descriptiva de aquello de
cidar qué es aquello que «se ama» (philoúmenon) y argumenta:
lo cual, como ser percipiente, tiene sensación. Este es, efecti-
vamente, el plano en el que aparece el error. En la captación [si] el apetito (epitlwnda) lo es de lo placentero, entonces, lo que
intelectual directa (la «intelección» -nóeszs-, dice Aristóteles; se ama es lo placentero; y si es lo que deseamos racionalmente
DA 430a26-27) de la cosa (i. e. la intelección del concepto, (boulómetha), es el bien: lo placentero y el bien son diferentes.
noción u «objeto inteligido»: nóema), en la intelección de los
indivisibles, no hay error o falsedad (y no puede haberla,
45la2. Un significativo adelanto de esta importante explicación lo
según Aristóteles, porque tal captación supone aprehender la ofrece Aristóteles mucho antes: «el intelecto es uno y continuo, como
forma de modo directo). La falsedad o error aparece recién t.:'lmbién lo es la intelección. Pero la intelección es las cosas inteligidas
con la combinación de noémata; la falsedad siempre se da en (noémata), y estas constituyen una sola cosa junto con _lo sucesivo, como
la composición, es decir, en el juicio 182 • Para mostrar que es el número, no como la magnitud. Es por eso que el mtelecto tampoco
será continuo de este modo (i. e. al modo de una magnitud), sino que,
o bien carece de partes o bien no es como una magnitud continua»
782. Cf. DA 430a26-b2; 432al0-12. Véase también De mem. 450b25- (DA 407a6-10). Para la verdad como dándose en la composición que es
el juicio cf. De in t. 16all-18 con el comentario de Vigo 2006: 109-113.
CLXXII MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CLXXIII
[...] Pues lo que es objeto de deseo (orektón) y lo que es objeto por separado tampoco podrá ser una combinación de ellas 184 •
de deseo racional (bouletón) es o el bien o el bien aparente. Por Por otra parte, la observación de Aristóteles respecto
lo tanto, lo placentero también es objeto de deseo, pues es un de los sensibles propios es interesante en el contexto de su
cierto bien aparente. En efecto, unos creen (dokeí) que [es un epistemología y de lo que podríamos llamar su «filosofía de
bien]; a otros, en cambio, se les aparece (plzaínetai) [como un la mente» porque distingue claramente la facultad sensitiva
bien], aunque no creen (m.e doke(i)) [que lo sea]. Pues el aparecer
de la facultad de opinar (que es una forma de pensar), la
(phantasía) y la creencia (dóxa) no se dan en la misma parte del
facultad que más habitualmente refiere a casos que noso-
alma (EE 1235b22-29).
tros conectaríamos (como Aristóteles) con lo que llamamos
O sea, el bien aparente está asociado no a la facultad «error», «falsedad», «verdad», etc. Hay un solo caso en el
racioRal, sino a la desiderativa o, más precisamente, al deseo que los sensibles comunes pueden engañarse o estar en el
entendido en el sentido de «apetito» o deseo irracional que, error: cuando de lo que se trata es de establecer qué es el
en el pasaje recién citado, se conecta directamente con el objeto (coloreado, sonoro, etc.) y donde está. La respue~ta
«aparecer», no con la creencia u opinión. El bien real corres-: a la pregunta por el «qué» ya es un juicio, una opinión, una
ponde también a una forma de deseo, i. e. al deseo que está proposición, es decir una aserción significativa que para ser
asociado a la facultad racional que indica qué se debe desear. verdadera debe coincidir con el estado de cosas que describe.
Aquellos en los que el aparecer y el creer que algo x es un Pero en ese caso ya estamos en el dominio de una facultad
bien no coinciden, tienen al menos una razón para suponer distinta de la sensitiva o perceptiva: la «opinativa», dice
que, aunque x parece un bien, en realidad, no lo es. Final- Aristóteles (doxastón; DA 413b29-30). Lo que la discusión
mente, Aristóteles concluye su crítica a la tesis platónica de aristotélica de los «sensibles propios» 1H5 tiene de interesante
la phantasía como una combinación de sensación y opinión a los fines de lo que me propongo mostrar en esta sección es
haciendo notar que una opinión se vuelve falsa cuando el la conexión necesaria que establece entre el ámbito sensible
hecho que describe se modifica sin que uno lo advierta. O sea, y el no sensible en el proceso de interpretación que un ser
una misma proposición puede ser verdadera en el momento t 1 racional hace del mundo. Se trata, en realidad, de un viejo
y falsa en t2 , y la verdad o falsedad de la proposición depende problema que ya viene del platonismo 186 • De hecho, una parte
del estado de cosas (prágmata), i. e. de lo realmente existente, y
de la coherencia o adecuación del contenido de la proposición 784. El argumento de Aristóteles ha sido interpretado de diferentes
al hecho que describe 183 • La phantasía, entonces, no puede ser maneras. Para una reciente interpretación de la reductio ad absurdum
opinión ni sensación, y si no puede ser ninguna de estas cosas que Aristóteles estaría haciendo de la posición de Platón cf. Heil2003.
785. Cf. DA 418all-17: sensible propio es «aquel que no puede ser
sentido-percibido por otro sentido-percepción y respecto del cual no
783. Como en repetidas ocasiones argumenta Aristóteles, el juicio es posible engañarse (o «estar en el error»), como la vista respecto
(lógos) u opinión (dóxa) permanecen sin cambio, pero pueden volverse del color, el oído del sonido, el gusto del sabor, (... ], aunque puede
verdaderos o falsos según sea que coincidan con el estado de cosas engañarse (equivocarse) en cuanto a qué es lo separado (i. e. el objeto
{prágma), al cual se refieren. O sea, si el estado de cosas cambia sin coloreado, o que produce sonido) o dónde se encuentra».
que uno lo advierta, lo que uno crea o afirme puede volverse falso sin 786. Platón lo discutió con mucho detalle en dos diálogos - Teeteto y So-
experimentar cambio (cf. Cat. 4a24-35). fista- y Aristóteles lo tiene a la vista permanentemente en DA, que puede
INTRODUCCIÓN CLXXV
CLXXIV MAR CELO D. BOERI

animal ~ la función fundamental del deseo en la explicación


significativa del DA puede leerse como un diálogo con Platón
del fe~,omeno del movimiento y, más específicamente, de
y, en algunas secciones específicas, como una discusión crítica
la accwn (que es un tipo de movimiento). Como ya hemos
de las posiciones platónicas. La observación importante en
adel~nt.ado, Ar~stóteles suele afirmar que lo que pone en
contra de Platón es en. ~ste punto que la facultad sensitiva (y
movimiento. al ,mtelecto y al animal en general es el objeto
la c~nsecuente sensacwn que presupone cualquier fantasía)
de deseo (orekton); pero la representación o fantasía también
es diferente de la facultad de opinar o de pensar, pero aquella
mueve, y cuando lo hace no lo hace sin deseo. Aristóteles
es condición necesaria de esta; esto, como acabo de sugerir
argumenta que el objeto de deseo mueve sin ser movido
ya lo había advertido Platón, pero, como vimos, Aristótele~
«porque e~s inteligido (noethénaz) o representado-imaginad~
pone énfasis en el hecho de que la phantasía no puede ser
(phantasthenaz}» (DA 433b12). O sea, el objeto de deseo puede
una combinación de sensación y opinión por tratarse, según
ser pensado, imaginado o representado como siendo tal 0
su distinción de las partes del alma, de dos facultades dife-
cual; pero de nuevo, el modo en que cada agente piense 0 se
rentes que corresponden a dos partes del alma diferentes.
represente su objeto de deseo dependerá del modo en que
Es por eso que aunque una fantasía es diferente tanto de la
se ~ncuentre? sus disposiciones habituales y sus capacidades
sensaci~n com~ del ~ens~miento discursivo (diánoia), no hay
racwnales: SI sus facultades racionales se encuentran correc-
pensamiento discursivo sm sensación, y sin sensación no hay
tamente desarrolladas o entrenadas, el modo en que piense 0
juicio (hypólepsis; DA 427b14-16).
se represente el objeto de deseo será el apropiado y eso será
Un último tema que querría discutir brevemente en este
~na «representación racional o deliberativa» apropiada, un
apartado (antes de centrarme en la explicación aristotélica de
tipo de representación privativo de los seres humanos. La
la nóesisy de pasar al siguiente apartado, en el que discuto los
representación sensible -de la que Aristóteles ya ha hablado
detalles de teoría de la acción aristotélica contenidos en DA
in extenso en DA III 3-5- se da en los demás animales; la de-
III) es el de la llamada «representación racional o deliberati-
liberativa, en cambio, solo en los que son capaces de hacer
va», que es introducida hacia el final de DA III 10 y retomada
cálculos racionales, i. e. en los seres humanos. Porque si uno
en III 11. Este importante aspecto de la teoría aristotélica de
va a llevar a cabo un curso de acción u otro, eso ya es un
la phantasía puede constituir una transición apropiada a los
cál~ulo r~cional (log~mós); la representación o imaginación
asuntos que trataremos enseguida a propósito de la discusión
deliberativa (phantasza bouleütike}, entonces, es la que se da en
que se presenta en DA III sobre la causa del movimiento del
un proceso de investigación de los medios que conducen a
ciertos fi~es. P~ro, ¿por qué habría de intervenir en este pro-
e~t~nderse mejor si se lo lee como un texto en el que está discutiendo
ceso un Cierto tipo de representación o fantasía? Recordemos
top1~o~ de escuela, para lo cual es necesario tener presente la discusión que para Aristóteles el pensar humano es siempre un pensar
platomca en torno del error, la imposibilidad de identificar el conocimien- r~presentati~o (i. e. un pensar que está mediado por ingre-
to c~m la I_Jercepción y, al mismo tiempo, la imposibilidad de eliminar dientes sensibles-representativos), y un cálculo racional es
los mgred1entes sensoperceptivos del conocimiento. Como muestra la
discusión y rec~a::o de Plat~n d~ la primera definición de epistéme en el
TeeL, aunque epzstemeno es atstheszs, no hay conocimiento sin aísthesis. Más
detalles sobre este punto pueden verse en Boeri 2007: cap. 2.
CLXXVI MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN CLXXVII
un tipo de pensamiento (pensamiento práctico, claro está) IH7. que se le presenta al agente racional como vías plausibles o
Debe haber, entonces, asociado al cálculo racional como razonables, de modo de encaminar su acción y, en general,
forma de pensamiento práctico, un cierto tipo de fantasía o su vida práctica en una dirección determinada (DA 434a5-10).
representación que, habida cuenta del tipo de pensamiento Para terminar con este apartado, me centraré en algunos
de que se trata, deberá tener también una cualidad particu- aspectos importantes de la noética aristotélica contenidos en
lar: no podrá ser una fantasía sin más, pues el pensamiento DA. Antes de pasar al detalle de la teoría, me parece importan-
práctico piensa o planea cursos de acción en los que hay te explicar por qué he incluido el tratamiento de la nóesisjunto
involucrados aspectos evaluativos que hacen perseguible un con el de la phantasía. Creo que hay una razón sistemática bas-
curso de acción y evitable otro. Por eso la fantasía debe ser tante evidente para hacerlo de esa manera: Aristóteles repite
«racional» (logistike} o, como el propio Aristóteles refina la 0 sugiere hasta el cansancio que la intelección o pensamiento
expresión, «deliberativa» (bouleutike}, una «fantasía práctica» humano es siempre intelección o pensamiento imaginativo-
que presupone el modo de operar de la racionalidad práctica, representativo. O sea, sin phantasía no hay pensamiento,
la cual es capaz de planear un determinado curso de acción._ lo cual significa que sin sensación, que es condición de la
La fantasía deliberativa, entonces, debe ser el trasfondo sen- phantasía, tampoco lo hay (DA 43lal4-17; 43lb2-7; 432a8-
sible o perceptivo propio de la razón práctica 188 • Los cursos 14. De rhem. 449b31; 450al. De div. 463a29-30). La lógica
de acción son siempre dos o más, y el agente es el que tiene de este argumento fuerza, una vez más, a creer que el alma
que deliberar sobre cómo y por qué medios lograr el fin (cf. racional, con su característica actividad de pensar, no puede
EN 1112b 15ss). Pero uno no puede elegir más que un curso existir independientemente del cuerpo. Por lo demás, ya he
de acción, y es así como el agente establece la medida «con adelantado {cf. supra sección 1.1) varios aspectos importantes
una sola cosa», pues persigue lo que, luego de una evaluación de la noética aristotélica en mi discusión e interpretación de
racional, resulta lo más importante o significativo para su vida la distinción «intelecto activo-intelecto pasivo». Ahora querría
práctica. Pero eso no es más que producir una representación concentrarme (z) en la importante discusión sobre el noús en
a partir de multiplicidad de representaciones, es decir, se trata DA III 4 y en los argumentos aristotélicos para hacer plausible
de una síntesis que unifica la multiplicidad de posibilidades la tesis de la separabilidad; (iz) finalmente, también quisiera
detenerme a hacer una breve discusión del difícil capítulo 6
187. Como recuerda Rodier (1900: 552), la imaginación o repre- de DA III, donde Aristóteles explica la llamada «intelección
sentación deliberativa es la que acompaña en los seres racionales la de los indivisibles».
investigación de los medios que conducen a los fines y tiene que ver
con la razón práctica. (z) Probablemente el pasaje más relevante de DA en el
188. Uno podria conjeturar que la «imaginación racional o delibera- que Aristóteles desarrolla los fundamentos de su noética es
tiva?~ es una suerte de «extensión» de la noción de phantasía, tal como III 4; este texto no solo es importante por las precisiones que
ha sido discutida en los capítulos anteriores. Si el pensar es siempre presenta respecto de «la parte del alma con la cual el alma
pensar representativo-imaginativo, el pensar práctico también _debe
serlo, pero en este último caso el tipo de phantasía que entra en Juego conoce y piensa», sino también porque constituye un signifi-
debe ser también una phantasía práctico-deliberativa que acompañe cativo adelanto de III 5, donde aparece la célebre distinción
al pensamiento práctico. entre «intelecto paciente» («el que es tal por llegar a ser todas
INTRODUCCIÓN CLXXIX
CLXXVIII MAR CELO D. BOERI

inteligir y percibir, inteligir debe consistir en un cierto padecer


las cosas») e «intelecto agente» (el que es tal «por hacerlas 0
por obra de los objetos inteligibles. Tanto la sensación como el
producirlas todas») 189 • Hay, en efecto, indicaciones bastante
intelecto son formas porque son actualizaciones de una cierta
claras de dicha distinción en III 4; casi al comienzo del ca-
capacidad o facultad: la sensación es la actualización de la fa-
pítulo Aristóteles argumenta que el inteligir es impasible, es
cultad sensible, el intelecto de la facultad racional o de pensar.
capaz de recibir la forma y es en potencia tal como la forma
Pero hay otra razón por la cual Aristóteles está tan interesado
(cf. 429al5-16; véase también 429a24-25: «el intelecto del
en mantener el paralelismo entre sensación e intelecto: los
alma no es nada antes de inteligir»). La acción de inteligir 0
objetos inteligibles «se dan» en las formas sensibles (432a4-5).
pensar, sin embargo, no recibe, como la sensación, las formas
Esa es la razón, argumenta Aristóteles, por la cual sería impo-
sensibles (cf. DA II 12), sino las formas puras desprovistas de
sible aprender o comprender algo si se carece de percepción
toda sensibilidad, porque inteligir o pensar es la actualización
sensible; ~sto explica, una vez más, por qué el pensamiento
de las formas (eso es, en realidad, el «intelecto agente»), y la
humano es siempre pensamiento representativo-imaginativo:
pura actividad en que consiste el pensar no tiene ingredientes
cuando uno piensa o teoriza algo, se representa y teoriza una
sensibles. Aristóteles, de todos modos, está interesado desde
imagen, aunque sin su materia, ya que las imágenes son como
el comienzo del capítulo en mantener un cierto paralelismo
perceptos (aisthémata) o como el resultado de la sensación (ef.
con lo que sucede con la facultad sensitiva y la sensación en
DA 432a7-10). Para hacer aún más clara la tesis aristotélica del
general. Por eso trata de asimilar la recepción de las formas
«pensar representativo-imaginitvo» conviene darle un vistazo
sensibles en el caso de la sensación y del pensamiento; pero
a un interesante pasaje del De mem. donde Aristóteles pone
aunque ambos procesos son análogos, claramente, no son
un claro ejemplo:
idén_ticos. El aspecto en que coinciden la sensación y el pen-
samiento es que ambos son formas (para el carácter de «for- No es posible pensar sin una imagen. En efecto, en el pensar
ma» de la sensación y del intelecto cf. DA 432a2-32); además resulta la misma afección que en la diagramación (diagráplzein)
ambos poseen sus objetos propios: ni la sensación puede ser [de figuras], pues en este caso~ aunque no hacemos uso del
lo que más propiamente es sin los objetos sensibles que la hecho de que la cantidad del triángulo es determinada~ no
actualizan ni el intelecto puede ser lo que más propiamente es obstante~ lo dibttiamos como determinado según la cantidad.

sin los objetos inteligibles, que también lo actualizan. Es por Y, de la misma manera [ocurre con] el que piensa que, aunque
eso también que si puede establecerse cierta analogía entre no piensa una cantidad. pone la cantidad ante sus ojos, pero
no piensa en cuanto cantidad. Sin embargo, si la naturaleza
lo es de cantidades, pero indefinidas. [uno] pone una cantidad
7~~- Algunos intérpretes subrayan el hecho de que Aristóteles nunca determinada, y [la] piensa solamente en cuanto cantidad.
ut1h_:a 1~ expresión «intelecto agente>> (noús poietikós; cf. Polansky Ahora bien, por qué razón no es posible pensar nada sin un
200;: 4.'>8 n. 1). En efecto, aunque esa es una expresión habitual en continuo o [pensar] cosas que no están en el tiempo sin tiempo,
los ~omentadore~ g¡iegos (Temistio, In Arist. De an. Paraph. 99, 11-33. es otra discusión (De mem. 449b31-450a9).
AleJandro, De anzma, 88, 24; 89, 6), Aristóteles no la utiliza nunca. Sin
embargo, ~se_hecho_:w tiene la menor importancia porque, de todos Cuando pensamos en una figura geométrica (como un
mo??s, Anstoteles d1ce que hay un intelecto que es tal «por producir
(potezn) todas las cosas», que claramente es lo mismo.
CLXXX MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CLXXXI

triángulo) nuestro pensamiento de esa figura está desprovisto está dispuesto a establecer una cierta analogía entre la facultad
de una cierta cantidad determinada, que refiere a los múltiples sensitiva y la intelectiva, también está interesado en destacar
triángulos materiales del mundo (el triángulo de ladrillo, de el hecho de que la impasividad de una y otra facultad no es
cartón, o incluso el triángulo que el geómetra dibuja en la similar (ouch homoía; 429a29). En efecto, el hecho de que la
pizarra). O sea, el puro pensamiento del triángulo está des- facultad sensitiva tenga un anclaje tan marcado en lo corpóreo
provisto de la cantidad y de toda determinación sensible de (a punto tal que sin un órgano sensorio no puede actualizarse
los triángulos concretos; sin embargo, en el acto de pensar un pues «la facultad sensitiva no existe sin un cuerpo»; 429b5) es
triángulo, quien lo piensa «pone ante sus ojos» la cantidad, también lo que determina que un sensible demasiado intenso
i. e. se representa o imagina el triángulo -desprovisto en sí o fuerte «bloquee», por así decir, la posibilidad de que dicha
mismo de toda sensibilidad en el puro pensar- como un facultad se actualice y dé paso a la sensación. Inversamente,
triángulo sensible concreto dotado de una cantidad determi- la facultad intelectiva no solo no tiene un órgano corpóreo,
nada. No obstante, quien piensa en un triángulo mediante sino que además cuando más intenso o fuerte es el inteligible,
este recurso imaginativo-representativo no lo piensa en el intelecto intelige mucho más. Eso muestra de nuevo que
cuanto cantidad. Dicho de otra manera, el pensamiento en sí·. el intelecto es separable. Este argumento también le sirve a
mismo no involucra cantidad, que es una marca de los ítems Aristóteles para confirmar que el intelecto, como pensaba
sensibles determinados, pero no es posible pensar en un Anaxágoras, debe ser sin mezcla para que «gobierne, es
ítem determinado si no es por referencia al modo en que se decir, para que conozca». Como he sugerido, su razón de
da dicho ítem en la realidad sensible, esto es, dotado de una fondo para rechazar la tesis de que el alma esté mezclada
cantidad determinada y de todas las determinaciones que lo con el cuerpo es que en su química una mezcla en sentido
determinan como el ente que es. estricto es una combinación entre cuerpos y, como ya estableció
Regresemos ahora por un momento a DA III 4: si la inter- que el alma no es un ítem corpóreo, entonces, no puede estar
pretación que he ofrecido hasta ahora es coherente, debe ser mezclado. Si estuviera mezclado, sería un ítem cualificado,
claro por qué Aristóteles sostiene (a) que el inteligir o pensar por ejemplo, algo frío o caliente y, además, tendría un órga-
(noein) es como el percibir sensorialmente (aisthánesthaz); tam- no (DA 429a24-26). El argumento confirmatorio de la tesis
bién debe ser evidente en qué sentido cree que (b) inteligir o anaxagórea también refuerza la posición aristotélica, según
pensar es como «un cierto padecer» por la acción de lo·inte- la cual no puede haber un órgano del pensar; si lo hubiera,
ligible y que, no obstante, (e) inteligir o pensar es impasible es.te. estaría sujeto a los vaivenes y condicionamientos de
porque, como la sensación, es capaz de recibir las formas sin 10 corpóreo que, cuando son demasiado intensos o fuertes,
la materia (i. e. tanto la facultad sensitiva como la intelectiva impiden la actualización de la facultad en vez de estimularla.
oc~rren por el hecho de que son afectados por sus objetos La explicación en el contexto sugiere que todo aquello que
respectivos) y, por lo mismo, es en potencia como la forma (i. se manifiesta como extraño al intelecto impide y obstruye;
e. el «intelecto paciente» el cual, en cierto modo, debe iden- · es bastante claro que lo que se manifiesta extraño al intelecto
tificarse con la capacidad o facultad de pensar que, en cuanto es todo aquello que es de índole material (429a20-21). Pero
tal, es pasiva), aunque no es la forma. Pero aunque Aristóteles no deja de ser sorprendente que Aristóteles concluya que el
CLXXXII MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN CLXXXlll
intelecto no tiene ninguna otra naturaleza propia a no ser el (iz) La intelección de los indivisibles: en el texto Aristóteles
hecho de que es potencial (429a21-22). Dicho de otra manera, distingue con cierta claridad dos funciones del pensamiento
si antes enfatizó tanto el carácter activo del intelecto, no se
0 intelección (nóesis): (a) captar o aprehender directamente y
entiende cómo ahora afirma que su naturaleza propia es el sin mediación «los indivisibles», i. e. los conceptos o «ítems
hecho de ser potencial o, tal vez mejor, «posible» (dynatós)wo. ínteligidos» (noémata), y (b) la «síntesis» o composición de
Pero la línea que sigue aclara este aparente acertijo: el «inte- los conceptos por medio de alguna forma del verbo «ser»
lecto del alma» no es nada en acto antes de inteligir; es decir, en la estructura predicativa «S es P», donde «S» y «P» son
en cuanto facultad o capacidad de pensar su ser más propio unidades nocionales simples. En (a), argumenta Aristóteles,
es ser «posible», porque es el intelecto antes de conocer algo no hay falsedad; en efecto, como ya hemos visto, tanto la
efectivamente, o sea, el intelecto antes de que piense algo. Y falsedad como la verdad son atributos propios de expresiones
ese es, precisamente, el modo en que se da el intelecto en un predicativas en las que <<se dice o predica algo de algo» (cf.
cuerpo: como capacidad o facultad de pensar (el «intelecto An. Pr. 24al6-30. AnPo. 72al3-14; 82a30-32. De int. 17a20-26.
paciente»). Hay, por último, una razón de orden físico por la Cat. lal6-19; 2a4-10). El tercer aspecto relevante del capítu-
cual Aristóteles cree que el intelecto o, más precisamente, el· lo (ii.l) es que cuando el intelecto _intelige en este segundo
inteligir efectivo o «acto de intelección» (nóesis) es «impasible» sentido compone, es decir, sintetiza. Es decir, cuando el pen-
o «no afectado» (apathés): los poderes activos cuyas formas no samiento piensa en el sentido predicativo de «pensamiento
s·e dan en la materia son impasibles o no sufren afección; los discursivo» compone o sintetiza los conceptos, d.e modo tal
poderes cuyas formas se dan en la materia son de tal tipo que que tal composición pueda darse en un enunciado capaz de
son afectados cuando actúan (cf. GC 324b4-6). A la pregunta describir un estado de cosas determinado. Aristóteles dice que
de si el cambio se produce (i) en el paciente o (ü) en el paciente si se trata de nociones de hechos pasados o foturos el intelecto
y en el agente Aristóteles parece responder que en el paciente, compone tales hechos cuando los piensa, pero es razonable
pero esto sucede cuando los poderes activos no tienen ningún pensar que esto puede aplicarse a cualquier tipo de instancia
otro producto (érgon) más que el acto o actividad (enérgeia), y temporal. Dicho de otra manera, cualquiera sea la instancia
en tal caso la actividad se da en los poderes activos mismos temporal en que se encuentre la cópula -«S foe P», «S es P»,
(por ejemplo, la visión en el que ve, la teoría en el que está «S será P»-, la composición a que ella da lugar al combinar
teorizando, y la vida en el alma; Met.l050a34-bl). los conceptos indivisibles debe ser verdadera o falsa. Es por
eso que Aristóteles declara que «no solo es falso o verdadero
[decir] que Cleón es blanco, sino también que lo era o que
190. En algunos casos Aristóteles parece distinguir entre «intelecto» lo será» (DA 430b4-5); y concluye con la tesis de que «lo que
(nous), que es potencial o posible, e «intelección» (nóesis), que siempre produce unidad en cada caso es el intelecto» (430b5-6). Esta
es activa. Sin embargo, la terminología no es siempre ni en todos los
casos completamente coherente. La distinción que acabo de señalar última afirmación pone el acento en la capacidad sintetizadora
es avalada por Alejandro de Afrodisia, De anima, 68, 24-25, cuando o unificadora del intelecto o pensamiento (nóesis) que, como
distingue entre noziscomo capacidad o facultad (djnamis), por un lado, hemos visto, es, de acuerdo con la versión de DA III 6, una
y nóesis como la actividad del nozis respecto del inteligible, por el otro. de las dos funciones de la nóesis.
CLXXXIV MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CLXXXV

3.2.5 Psicología y teoría de la acción. Las emociones o estados sensación y fantasía son cosas diferentes, se encuentran, como
afectivos como <<formas materializadas» vimos antes, estrechamente vinculadas en la medida en que
DA III 9-11 constituye un apretado resumen de teoría toda phantasía presupone una aísthesis. Lo que es interesante
aristotélica de la acción; estos pasajes presuponen las de- para nuestro propósito en esta sección es la dificultad que ve
talladas discusiones sobre la sensación y la representación Aristóteles respecto del alma sensitiva, «que no podría consi-
o imaginación (phantasía), así como la conexión de estas derarse con facilidad ni como racional ni como irracional» (DA
facultades con el intelecto o la actividad de pensar. Todas 432a30-31). Y ello es así porque, aunque parece distinguir una
estas facultades, pero sobre todo la imaginación y el inte~ nueva parte del alma (la desiderativa, orektikón), que parece
lecto, pasan a desempeñar ahora un papel relevante en la ser diferente de todas las demás, tanto en su definición como
explicación de la acción. Aristóteles comienza por recordar en lo que se refiere a su poder o capacidad (DA 432b3-4),
que el alma de los animales se ha definido de acuerdo con habría que considerarla estrechamente asociada, de nuevo,
dos facultades, capacidades o poderes (dynámeis): la discer- al alma sensitiva, que es la sede del deseo y de la capacidad
nidora (kritikón; krinon, que compete no solo a la sensación. de sentir, entendido dicho sentir en términos de dolor y
sino también al pensamiento) y la que pone en movimient~ placer o, en general, de «estado afectivo» (páthos) 193 • La tesis
con un movimiento locativo. Lo primero es relevante para de que el deseo o anhelo racional (boúlesis) surge en la parte
advertir de qué modo se articula la capacidad discernidora calculadora del alma racional muestra en qué sentido hay una
en dos planos que, para el humano, son casi inseparables: el forma de deseo que, aunque puede asociarse a lo racional, no
sensitivo-perceptivo, por un lado, y el intelectual-racional es razón; la afirmación de que el apetito (epithymía) y el impulso
por el otro I!ll; lo segundo, porque la acción es un cierto tip~ colérico (thymós), por otra parte, surgen en el alma irracional
de movimiento (DA 432a15-17). Inmediatamente Aristóteles señala de qué modo puede concebirse una forma de deseo
vuelve a recordar su distinción inicial de alma nutritiva y sen- que, aunque vinculada a lo irracional, no es irracional en el
sitiva, y ahora agrega la «representativa» (phantastikón), con lo sentido en que lo es alguien que, por naturaleza, es racional
cual el esquema originario parece complicarse; dicha facultad pero no hace uso de su capacidad racional. Se trata de domi-
representativa habría que incluirla como una división de la nios distintos que, sin embargo, pueden asociarse para dar
sensitiva, no solo para evitar complicaciones innecesarias sino
porque, como Aristóteles ya ha dicho reiteradamente, aunque
una fantasía no es una sensación, sin sensación no hay fantasía, decir, la aísthesis y la phantasía son diferentes desde el punto de vista
de modo que lo phantastikón no puede entenderse como una esencial-definicional porque sus funciones también son diferentes, aun
cuando la una no pueda entenderse sin la otra (De insom. 459al5-17;
facultad diferente de la sensitiva 192 • De modo que, aunque DA 43lal2-14). Véase también Morel2006: 64, n.43.
793. Que la facultad de desear debe entenderse en estrecha conexión
797. Para la aísthesis como «facultad o capacidad connatural discerni- con la parte sensitiva del alma lo sugiere, una vez más, el propio
dora» cf. AnPo. 99b35. Aristóteles cuando señala que, si se da la facultad sensitiva, también
debe darse la desiderativa, por cuanto el apetito (epithymía), el impulso
792. Como el mismo Aristóteles recuerda en otro lado, la capacidad
(thymós) y el anhelo o deseo racional (boúlesis) son tipos de deseo (órexis;
r~p_:esentativa (o imaginativa: to phantastikón) y la sensitiva (to aisthe-
DA 414bl-2).
tzkon) son «una y la misma>>, aunque son «diferentes en su ser», es
INTRODUCCIÓN CLXXXVJJ
CLXXXVI MARCELO D. BOERI

lugar a una explicación coherente (DA 432b5-6). Quiero decir plazo porque es placentero, pero que no necesariamente es
el ser humano, igual que las bestias, tiene apetitos; desde el efectivamente bueno; para serlo, debería continuar siendo
p~nto de vista estrictamente fisiológico un humano no es muy
bueno (y benéfico) en el mediano y largo plazo. Y ello es
d1ferente de un buey. CuandoJuan tiene sed el apetito le dice así no solo porque Juan está dotado de razón, sino también
«ibebida!»; cuando tiene hambre, «icomida!»; la diferencia porque tiene «conciencia del tiempo» (chrónou aísthesin; cf. DA
esencial entre el humano y el buey es que en tanto este no 433b6-10) 1!14 • Y esta conciencia del tiempo está asociada a
retrasa la satisfacción del deseo ni está interesado por el modo la facultad racional que «ordena resistir a causa del futuro»,
en que satisface el deseo, aquel, en cambio, no solo puede en tanto que el apetito irracional opera teniendo en cuenta
retrasar la satisfacción de una necesidad fisiológica, sino que solamente lo inmediato, lo cual, a su vez, está vinculado con
además es capaz de planear el modo en que llevará a cabo la lo placentero que se identifica con lo que es bueno en sentido
satisfacción de su deseo. Para poner un ejemplo trivial, en un estricto por el mero hecho de que es agradable o placentero
día de calor Juan y su buey ven un espejo de agua y pueden en el momento presente (DA 433b8-10).
encontrar dicho espejo de agua como algo deseable. Pero si Hacia el final de DA III 9 Aristóteles introduce la segunda
Juan tiene una evidencia mínima de que ese líquido puede. facultad que, junto a la desiderativa, será responsable de poner
estar contaminado, será capaz de demorar la satisfacción del en movimiento al «animal» humano: el intelecto, aunque no
deseo. Por ejemplo, si el agua presenta un color turbio, emite el intelecto teórico -que no es capaz de teorizar nada prác-
un olor fétido o si se presenta cualquier otra indicación de esta tico o realizable y que, por sí solo, no mueve nada-, sino el
índole,Juan, como agente racional, debería ser capaz de retra- intelecto práctico, es decir aquel que opera en vista de algo
sar o mediatizar la satisfacción del deseo y decidir no beber (432b26-28). El intelecto práctico hace un cálculo racional en
el agua del lago frente a él en ese momento. La facultad «que
pone en movimiento con un movimiento locativo» al animal
794. Se podría objetar que ni en este ni en ningún otro pasaje de
es también relevante en la explicación de la acción porque el Aristóteles afrthesissignifica «conciencia». Aristóteles, en efecto, todavía
movimiento locativo es siempre en vista de algo (i. e. es un no tiene la palabra técnica griega para «concienci~> (sunafrthesis), tan
movimiento intencional) y se da junto con representación y frecuente en el griego filosófico posterior a Aristóteles (cf. Alejandro de
Afrodisía, De anima 65, 8. Plotino, IV 4 45; V 3 2. Epicteto, Disertacio-
deseo. Es un hecho, hace notar Aristóteles, que nada se pone nes, I 2, 30; II 11, 1). Aunque sunafrthesis (y el verbo correspondiente:
en movimiento si no desea o evita algo, salvo que lo haga a sunaisthánesthaz} aparece unas pocas veces en los textos aristotélicos
la fuerza (DA 432b 14-17). Se trata de una facultad entonces (EN1170b9-10; EE 1244b25; 1245b22-24), no tiene todavía el sentido
. ' ' técnico de «conciencia», sino el sentido más general de «percepción
que solamente pueden tener los animales y, entre ellos, de un
compartida» (una excepción a esto tal vez podría ser EN 1170b4-5,
modo mucho más sofisticado, el ser humano que, además de donde Aristóteles habla de los hombres buenos como de «aquellos que
esa facultad capaz de ponerlo en movimiento como «animal», se complacen con la conciencia de lo que por sí mismo es bueno»). Sin
está dotado de capacidades intelectuales qu~ le permiten embargo, cuando [Filópono] comenta DA 433b6-10 habla de chrónou
evaluar las situaciones concretas de acción y que, en ese sunafrthesis, no de chrónou aísthesis (cf. [Filópono], In Arist. De an. 586,
21-23. Lo mismo hace [Simplicio] en su comentario (cf. In Arist. De an.
proceso evaluativo, es capaz de tomar distancia respecto de lo 299, 35), lo cual indica que cuando leen afrthesis en el pasaje recién
que se le presenta o aparece (phaínetaz) como bueno en el corto citado de DA entienden sunaísthesis.
CLXXXVIII MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CLXXXIX

vista de un fin; tanto el deseo como el intelecto práctico son tipos de caracteres correspondientes: virtuoso, continente, in-
principios del movimiento, pues lo que es objeto de deseo continente e intemperante 196 • Y es a propósito de la distinción
pone en movimiento y es así que el pensamiento (práctico) de los tipos de deseo y de la posibilidad de que el deseo -y
también mueve, porque su punto de partida es el deseo (DA la imaginación, que también es capaz de mover; DA 433a20;
433a13-20). Para volver a nuestro ejemplo de Juan en el día a26- pueda ser correcto o incorrecto que aparece la distinción
de calor: puede ocurrir que, pensando en la alta temperatu- entre tipos de bien en el contexto del DA: el objeto de deseo
ra, Juan haya tomado la precaución de llevar una botella de (orektón) siempre pone en movimiento, pero dicho objeto de
agua para saciar su sed previendo que el calor despertaría su deseo puede coincidir con el bien real o con el bien aparente, y
sed. Así, aunque ve el espejo de agua, esta no constituye un debe tratarse siempre de un bien práctico o realizable (praktón)
objeto de deseo para él pues puede satisfacer su sed si bebe en el curso de una vida humana, i. e. debe tratarse del bien
de su botella, que es uha fuente de agua confiable. El cálculo que puede ser de otro modo (DA 433a26-30). El pasaje es lo
racional que el agente lleva a cabo gracias a su pensamiento suficientemente potente desde el punto de vista filosófico y,
práctico no se activa si no hay un genuino objeto de deseo al mismo tiempo, sintético como para sugerir varias lecturas
que funcione como punto de partida del intelecto de Juan. Es· e interpretaciones. Por ejemplo, ¿qué hace que x sea objeto
en este sentido que Aristóteles corrige su tesis inicial de que de deseo para el agente y? ¿Q es que hay objetos que son
son dos los factores que ponen en movimiento al animal y siempre deseables, sin importar la calidad de las disposiciones
prefiere argumentar a favor de que el motor es, en realidad, habituales del agente ni la circunstancia en que se encuentra
uno solo: la facultad desiderativa (to orektikón). Su razón más en un caso concreto? Si lo que he estado sugiriendo es plau-
·fuerte para este cambio es que, como queda dicho, sin deseo sible, habría que responder que no cualquier agente desea
el intelecto no mueve nada; y esto puede constatarse tanto cualquier cosa o, dicho de otrO' modo, que no cualquier objeto
cuando se trata de deseos racionales como de deseos irracio- constituye un genuino objeto de deseo para cualquier agente.
nales que operan en el agente: cuando un agente se mueve En realidad, esto forma parte de las indicaciones que hace el
según un cálculo racional correcto, también lo hace según propio Aristóteles cuando en EN (1113a31) dice que, según sea
un deseo racionalw 5 • Pero el deseo también puede mover en el tipo de disposición habitual del carácter (héxis) que tenga
contra del cálculo racional, en cuyo caso el deseo que pone el agente, así también será lo que se le aparece como bueno
en movimiento al intelecto ya no será un deseo o anhelo o deseable. El virtuoso aristotélico tiene, como cualquier
racional (boúlesis), sino un apetito (epithymía; DA 433a22-26). otro agente racional, apareceres o apariencias (phantasíaz)
Las consecuencias que tiene esta sofisticada teoría del de lo que es bueno, pero lo que se le (a)parece es lo que es
deseo y de la racionalidad práctica son decisivas en la expli- verdadero (talethés; EN 1113a29-31), y ello es así no solo por
cación. de los diferentes tipos de acción y de los diferentes la calidad de sus estados disposicionales, sino también por
la calidad de sus capacidades cognitivas. Aristóteles sostiene

195. O sea, cuando sigue una «razón verdadera. » que concuerda con un
«deseo recto», dos condiciones imprescindibles para que haya «verdad 196. Para los cuales me permito remitir a mi discusión en Boeri 2007:
práctica» (cf. EN 1139a23-31). capítulo 5.
cxc MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN CXCI
que aquello que se le aparece a un agente como objeto de
teles en sus tratados de filosofía práctica; luego, presentaré el
deseo, se le aparece como tal porque cree que es bueno (DA
mismo problema en el contexto del tratamiento psicológico
433a27-30), de donde se sigue que el entrenamiento apropiado
de las capacidades cognoscitivas y, en el plano práctico en (sobre todo en DA).
Aristóteles estudia los estados afectivos (emocionales o
particular, de las virtudes intelectuales y, entre ellas, de la
pasionales) de un modo más o menos sistemático en Rlzet. II,
prudencia o sabiduría práctica (phrónesis) garantizarán que
donde ofrece la siguiente definición general de páthe:
los apareceres que el sujeto identifica con el bien coincidan
efectivamente con el bien. Según sea el modo en que cada son aquellas cosas por las cuales las personas experimentan
uno haya entrenado y formado sus estados habituales y sus ciertos cambios y, al hacerlo, difieren respecto de sus juicios
capacidades intelectuales, así también será el objeto de de- rpros tds kríseis); a ellas (i. e. a los páthe) -ira. compasión, miedo, y
seo que, en la explicación aristotélica del virtuoso, debería cuantas cosas son de esta índole y sus contrarias- siguen placer
coincidir con el bien real, nunca con el bien aparente. No es y dolor (Rizet. 1378al9-22; cf. también 1356al5-16; 1378al9-24).
que, necesariamente, toda vez que algo se presenta o aparece El primer detalle importante de este pasaje es que entre
como bueno en lo inmediato deba ser rechazado; ocurres( emoción y juicio hay una relación íntima, pues no solo los
que, en la mayor parte de los casos, lo inmediato se aparece estados emocionales afectan el juicio, sino que según sea el
como placentero y eso solo a veces le basta al agente para juicio o la propia creencia del sujeto, así será también su estado
considerarlo bueno. Pero ese es el caso típico del sujeto cuyas emocional. Que las emociones afectan el juicio debe significar
disposiciones habituales no están correctamente entrenadas, que, aun cuando tienen un origen cognitivo (pues se dan a
ni sus capacidades intelectuales apropiadamente desarrolla- partir de una cierta creencia respecto de algo o alguien), no
das. El «agrado», «gusto» (en el sentido de «llevo a cabo x son lo mismo que un juicio o una creencia. La tesis de que
porque me gusta») o «placer» no son nunca considerados por según sea la creencia del sujeto así será también su estado
Aristóteles como criterios racionales apropiados para seguir emocional se ve con bastante claridad en algunas definiciones
un curso de acción. de emociones específicas en Rlzet. II; por ejemplo, «enojo»
Para terminar con este apartado quiero ahora discutir las (o «ira»: org~ es, según Aristóteles, «un deseo de venganza
emociones o estados afectivos (páthe) como ciertos tipos pecu- (o «represalia»: timaría) acompañado de dolor debido a un
liares de «estados anímicos». Los estados afectivos son ítems desprecio manifiesto, y de cosas que se refieren a uno mismo
anímicos particularmente interesantes porque en el dominio o a los suyos sin que uno merezca tal desprecia>> (Rlzet. 1378a30-
psicológico son el tipo de cosa que ejemplifica de manera 32; cf. 1382a21-22). Esta definición muestra que para que el
ejemplar la tesis aristotélica de que el alma no es un cuerpo agente esté enojado o iracundo primero debe creer o pensar
pero no se da si no es a través de un cuerpo (DA 414al9-20). que ha sido menospreciado o deshonrado. Si no cree eso la
En efecto, los estados afectivos son lógoi ényloi, i. e. «formas emoción de la ira no tendrá lugar. Pero también indica que el
o estructuras materializadas» (DA 403a25). En lo que sigue iracundo no solo cree que otro lo ha menospreciado, sino que
ofreceré, primero, un análisis de los páthe aristotélicos desde cree que no se merece tal menosprecio. El que se encuentra en
el punto de vista del tratamiento que ofrece de estos Aristó- un estado de ira, entonces, también ha hecho una evaluación
UNiVERSiDAD DE ;:\N1 40QU~A
BIBliOTECA CENTRAL
CXCJI MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN CXCIII

del estado de cosas que es anterior a la aparición de la ira, y ción aristotélica de ira también pone énfasis en el hecho de
tal evaluación se refiere no solo al causante de la deshonra que se trata de un deseo de venganza, represalia o reparación.
que ha dado lugar a su estado de creencia que resulta en su La persona que ha sido deshonrada experimenta un deseo de
ira, sino también a lo que cree respecto de sí mismo en el venganza porque cree (en el sentido de una genuina creencia,
sentido de lo que merece o no merece. No hay duda de que i. e. en el sentido de creer que lo que uno cree es verdadero)
esa evaluación puede ser errónea o imprecisa, lo cual tendrá que no merecía el desprecio de que ha sido objeto; y si no
como consecuencia que la ira del agente sea injustificada; en lo merecía, ese menosprecio debe ser reparado. Es por eso
ese caso, lo que se presenta es un caso de irascibilidad (orgilótes, que, aunque el deseo de venganza manifiesta en que consiste
el defecto por exceso de la emoción «ira»: EN1108a4-9), pero la ira se da con dolor, a la emoción de la ira sigue un cierto
esa evaluación errónea también puede constituir un, caso de placer que se da a partir de la esperanza de vengarse. Lo que
autoengaño, una forma básica de irracionalidad w7• La definí- es placentero es la creencia (oíesthaz) de que uno va a lograr lo
que desea, a saber, la reparación por un menosprecio inme-
recido (Rhet. 1378b 1-4). Este pasaje indica no solo el valor de
!97. Hay varios motivos por los cuales podría pensarse en el autoenga~ una actitud proposicional (como la creencia o el deseo) en la
no como en una forma elemental de irracionalidad: aunque uno sabe consideración de un estado emocional, sino también el hecho
(en algún sentido de «saber») que una acción o actitud de uno merece de que el placer que se sigue a la ira es un placer psicológico
el reproche y, tal vez, el desprecio por parte de otra persona, se con-
vence a sí mismo de que tal acción o actitud no merece el reproche 0 conectado con el estado de creencia del sujeto sobre lo que
el desprecio por parte del otro. Hay muchos ejemplos, tomados de la ocurrirá o podría ocurrir en el futuro.
vida cotidiana, que podrían darse para ejemplificar esto: expresiones Lo mismo sucede respecto del miedo, una emoción que
como «en realidad, no quise insultar a Felipe y si lo interpretó así, es Aristóteles define como «un cierto dolor o perturbación que
su problema», «fumar hace daño, pero solamente estoy fumando un
cigarrillo», o «los alimentos altos en grasa son malos para la salud, procede de una representación (phantasía) de un mal inminen-
el sobrepeso es malo y tengo sobrepeso ... , pero iempiezo la dieta el te que es destructivo o doloroso» (Rhet. 1382a21-22). Si u~o
lunes!» muestran el tipo de recurso de autoconvencimiento al que lee esta definición tiene la impresión de que el componente
las personas solemos recurrir, recurso cuyo objetivo fundamental es
reemplazar una creencia por otra. En efecto, lo que el agente hace es
de creencia (que oficia de causa de la emoción) ha sido reem-
reemplazar una creencia (respecto de sí mismo) que le causaba dolor plazado por el de representación o «apariencia» de un mal
(«fumar es malo para la salud y estoy fumando ... », «insulté a Felipe, inminente. Pero esa impresión es falsa por dos razones: (z) la
pero no había ninguna razón para tratarlo así», «tengo sobrepeso y phantasía de un mal inminente que es destructivo y doloroso
sigo comiendo en exceso») por otra creencia que lo alivia de ese dolor
(«fumar es malo, pero es solo un cigarrillo», «insulté a Felipe pero no también es una forma de creencia o de pensamientows. El
quise hacerlo, por lo cual no tiene por qué sentirse insultado», «tengo
sobrepeso, pero el lunes comienzo la dieta»). Es irracional creer algo
por el hecho de que esa creencia nos alivia de un dolor, o sea, es irra- que parece ser la estructura misma de la racionalidad.
cional creer algo que, en realidad, no creo y, sobre todo, creerlo sobre
la base de una experiencia puramente sensible o sensitiva. Al menos en 798. Cf. la definición de «confianza>> (thársos), el estado emocional
principio, nadie está dispuesto a creer que lo que cree no es verdadero; opuesto al miedo: «es la esperanza (elpís) acompañada de la represen-
si cree que lo que cree es falso, debe reemplazar esa creencia por otra. tación (phantasía) de que lo que puede salvamos está próximo» (Rhet.
El debe e~ «debe reemplazar» carece de m~tices morales; obedece a lo 1383al7-18).
• 1 ••• r'
CXCIV MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN cxcv
pensar (noeín; dianoeísthaz), según Aristótel~s~ se d,a .siempre
sona o el medio por el cual me he enterado del daño que ha
asociado a la aísthesis como facultad cognoscitiva basica, de la
sufrido esa persona amada son confiables o tienen una cierta
cual depende cualquier forma de actividad intelectual, lo que
autoridad; en este caso, uno podría argumentar que su estado
no significa que el pensar se identifique con el sentir-?ercibir.
emocional es «razonable», pues es razonable que un agente
En su opinión, el pensamiento es siempre pensamiento re-
racional tenga una cierta respuesta afectiva ante una situación
presentativo, i. e. sin sensación y sin fantasía -que depende
como la descripta, sobre todo, si su creencia en que el estado
siempre de una sensación- no hay pensamient.o (DA 429al3-
de cosas es efectivamente el indicado deriva de una fuente
14; 43lal4-19). (iz) También en el caso del miedo el agente
confiable para él. Cuando nos enteramos de la devastación
cree que algo dañino está por pasarle pues tiene la e~pectativa
producida por el tsunami en el sudeste asiático y advertin:os
de que va a experimentar una afección destructiva (Rhet.
no solo la existencia del fenómeno natural devastador, smo
1382b29-32), y una expectativa (prosdokía) presupone una
también que esa tragedia afectó a otros seres humanos como
forma de creencia. Es más, Aristóteles señala expresamente
nosotros, podemos ser capaces de «vivir» dicha tragedia
que tener una esperanza (elpís) es una condición del miedo:.
como propia y, en ese caso, experimentamos un sentimiento
si uno no tiene esperanza de salvación por la que luchar no
de compasión que puede ser muy razonable en el sentido
tiene miedo y una muestra de esto es que el miedo nos pone
recién indicado 199 • De nuevo, entonces, no es cierto que las
a deliberar, pero nadie delibera sobre aquello en lo que no
emociones no tengan nada que ver con la razón, pues son
tiene esperanza (Rhet. 1383a5-8). Ahora bien, si el orador
o tienen su origen en ciertos procesos mentales o actitudes
quiere que su auditorio sienta miedo, deberá convencerlo de
proposicionales (como la creencia, el deseo o la expectativa).
que algo serio o terrible -que lo amenaza o que amenaza a
Por otro lado, si asumo como enteramente cierta la creen-
sus seres queridos- se aproxima (Rlzet. 1382a21-b34). Lo que
cia de que mi hija sufrió un daño irreparable -y, en sintonía
sucede (un trueno, un sismo) o lo que hace o dice otra persona
con esa creencia, mi estado emocional es de un fuerte dolor
afecta al agente de una manera determinada y le compete
y miedo por la pérdida del ser amado- porque escuché que,
en los muchos sentidos en que podría entenderse que lo que
aparentemente, un banco fue asaltado y sabía que ella probable-
ocurre o lo que dice o hace otra persona puede afectar sus
mente iría a hacer una transacción bancaria a ese banco, ese
intereses. O sea, el miedo, la ira o cualquier otra emoción
estado emocional no es razonable. Aristóteles sugiere que no
no serían tales sin la creencia por parte del agente de que,
sería razonable tener miedo de todo, como tener miedo de
de alguna manera, está siendo afectado. La propia cre~ncia
un ratón que hace ruido, un estado afectivo que califica de
del agente, entonces, es decisiva en la respuesta emOCIOnal
y las emociones no son reacciones automáticas, sino que el
agente actúa siguiendo su propio juicio. Permítaseme poner 799. «Admítase que la compasión (éleos) -dice Aristóteles- es cierto dolor
un ejemplo trivial para ilustrar mejor el asunto: si me e~tero por un cierto mal que es destructivo. o doloro~o en quien no lo merece)
de que una persona amada ha sido herida, puede surgir un que también cabría esperar que lo padeczera uno mtsmo o alguno de los que estan
cerca de uno mismo, y ello cuando parece próximo. Pues es evidente la ne-
sentimiento (un páthos) de temor o, en general, de dolor, cesidad de que el que está por compadecerse se encuentre en un estado
especialmente cuando tengo razones para pensar que la per- tal como para creer (oíestlzaz) que él mismo o alguno de los que está cerca
de él podría experimentar (o padecer; patheín) un mal» (Rhet. 1385b13-18).
CXCVI MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CXCVII

«cobardía bestial» 200 • Si mi creencia en el daño que ha sufrido según sea que se deriven de creencias verdaderas o falsas,
mi hija tiene bases lo suficientemente sólidas y autorizadas, respectivamente 202 •
mi creencia es razonable y el estado emocional o afectivo que Dada la conexión que hay entre los estados emocionales
produce en mí puede también ser razonable201 • Puede ocurrir, y.el juicio (Rhet. 1356a15-16), Aristóteles hace notar que los
sin embargo, que, aun siendo confiable, quien me informó juicios pueden producirse súbitamente (Rhet. 1354b3) y que
sobre lo sucedido a mi hija haya estado equivocado y que, aun los que juzgan influenciados por sus estados emocionales y el
sin querer engañarme, me haya hecho creer que era real un que juzga procurando tomar distancia de tales estados (el juez)
estado de cosas que, finalmente, resultó ser falso. En cuanto -a diferencia del legislador que trata no sobre lo particular
advierto el verdadero estado de cosas, mi estado de creencia sino sobre lo futuro y lo universal-, juzgan sobre personas
cambia y, consecuentemente, mi estado emocional de dolor, determinadas, respecto de las cuales con frecuencia pueden
temor o desesperación desaparece, y ello ocurre porque la tener sentimientos de amor u odio. Si eso es así, es posible que
creencia que había dado origen a mi páthos (y que, al menos no sean capaces de considerar adecuadamente la verdad de
mientras dura esa emoción, sigue presente) ha desaparecido. cada caso, pues el placer o el dolor pueden oscurecer el juicio
Pero de inmediato se genera otro estado emocional-afectivo; (Rhet. 1354b3-11) 203 • O sea, según la definición canónica de
un estado emocional de gozo o alegría (chara} que debe co-
rresponder a otra creencia, la que me indica que mi hija está
a salvo. Esto muestra, según Aristóteles, no solo que nuestras 202. También podría darse el caso de que, aun teniendo una creen-
cia falsa, el agente tenía razones para pensar que era verdadera (por
emociones. se originan en creencias (o sea, en ciertos estados
ejemplo, un testimonio que parecía confiable y generó una creencia
mentales o incluso «pensamientos», una de cuyas formas más que, finalmente, se reveló como falsa). El hecho de que Aristóteles
elementales es la creencia), sino también que la emoción per- afirme explícitamente que la ira y el apetito son deseos irracionales
manece mientras dura la creencia que le dio origen; también (álogoi oréxeis) no presenta un serio obstáculo a mi afirmación sobre la
razonabilidad de un estado emocional (cf. Rhet. 1369a4). En el contexto
sugiere que, tal como dichas creencias pueden ser verdaderas es evidente que está distinguiendo tipos de deseo (órexis es el género
o falsas, así también nuestros estados emocionales pueden y boúlesis y epithymía son sus especies, siendo aquel un deseo racional
ser apropiados o inapropiados (razonables o no razonables), y este un deseo irracional) y la ira como emoción está claramente
asociada a un estado descontrolado que puede coincidir con un deseo
irracional o apetito (cf. Rhet. 1369all, donde la identificación entre
ira y apetito es aún más evidente). Pero en ese caso no se trataría de
200. EN1149a6-8; en realidad Aristóteles no dice que «no es razonable», la ira o enojo que conviene al virtuoso, una persona que, además de
sino que todo exceso de insensatez, de cobardía, de intemperancia o haber desarrollado correctamente sus disposiciones habituales y sus
de irritabilidad es o bien bestial, o bien enfermizo, pero el exceso en capacidades intelectuales, exhibe un «sistema emocional>) balancea-
sí ya involucra la destrucCión de la proporción, del lógos, que siempre do. Aristóteles señala expresamente que en las emociones (menciona
implica el término medio. En ese sentido creo que puede decirse que explícitamente el caso de la ira) también puede haber término medio;
es «no razonable». o sea, el virtuoso aristotélico tiene estados de iracundia, pero tales
207. Siempre es difícil decidir qué es lo que me hace suponer que mi estados no son descontrolados (cf. EN 1108a4-9). El exceso de ira es
creencia tiene bases «sólidas y autorizadas)); mi afirmación presupone irascibilidad (orgilótes), la emoción (páthos) es la ira (EN 1125b29-31).
que es posible poseer un criterio o un conjunto de criterios que den 203. Cf. también DA 429a4-8, donde un estado emocional (páthos)
una cierta garantía a mi sistema de creencias. puede ser la causa de que el intelecto se nuble. En este caso, a dife-
CXCVJIJ MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN CXCJX

emoción o estado pasional, un páthosimplica un cambio en el 0 sea se da lo óptimo, que no es otra cosa que la virtud. Así
agente que hace que su juicio respecto de algo sea diferente. como hay exceso, defecto y medio respecto de las acciones,
No es lo mismo, en efecto, juzgar que x es p cuando uno está también los hay respecto de las emociones.
dolorido o cuando uno está alegre, cuando uno ama o cuan- Las emociones, entonces, pueden ser «cultivadas»
do uno odia (Rlzet. 1356a15-16). Además, a cualquier estado (prodieirgásthai) si el agente es capaz de establecer los estados
emocional sigue placer y dolor; se entiende que el placer y correctos de su carácter (EN 1179b24-31). Los componentes
el dolor pueden ser físicos o psicológicos. El placer y el dis- apetitivos y desiderativos del alma pueden participar de la razón,
placer motivan acciones (EN 1105a3) y, aunque suministran pues son capaces de oírla y de obedecerla (EN 1102b30-31).
una pauta que el agente aplica a sus acciones particulares, Aunque de acuerdo con el enfoque aristotélico es correcto decir
no pueden ser sin más el parámetro de la acción correcta. El que los malos lo son debido al modo como manejan sus placeres
dictum aristotélico de que el virtuoso da con el mediÓ haciendo y dolores -por evitar los dolores que no deben y perseguir los
referencia tanto a la emoción como a la acción (EN1104bl3- placeres como no deben-, no es adecuado, en cambio, definir
16; 1106bl6-24; 1108a30-31; 1109a23) sugiere que el agente. las virtudes como ciertos tipos de apatía y quietud (apátheian kai
es evaluado moralmente tanto por sus acciones como por sus eremían) respecto de los placeres y los dolores (EE 1222al-5;
emociones o, más precisamente, por el lugar que el agente cf. EN1104b24-26). O sea, el virtuoso no es dominado por sus
asigna a las emociones en su acción y en el curso de una vida emociones (ni en el sentido del exceso ni en el del defecto),
buena, y por el modo en que encuadra sus emociones y las pero tampoco es un insensible que opera por defecto. Y el
modera dentro de parámetros racionales. La tesis de que la insensible lo es en la medida en que no desea o apetece lo
virtud (o el término medio) se da respecto de las emociones que e::, mejor, i. e. lo que es según naturaleza; ese es un apathés,
y las acciones es particularmente relevante para advertir por alguien que se comporta como si fuera una piedra porque
qué Aristóteles sostiene que las emociones no pueden ser ha eliminado los ingredientes emocionales de su vida (EE
excluidas de la vida buena. La virtud moral o del carácter se 122la21-23). Aristóteles argumenta que el que está enojado
refiere a las emociones (y a las acciones) porque es en ellas por lo que debe (eph' hois det] y con los que debe (hois det], o
donde se da el exceso, el defecto y el medio (EN 1106b 16-17); más aún, como debe, cuando debe y por el tiempo que debe
los ejemplos son de nuevo sentir temor, confianza, apetito, ira, estarlo, es elogiado, y ese es precisamente el calmado (práos),
compasión y, en general, placer o dolor, porque es en ellos quien quiere estar libre de perturbación (atárachos) y no ser
donde se da el más y el menos, pero ni el más ni el menos es conducido por la pasión (EN 1125b31-35; véase también EN
bueno (EN1106b16-21). Si, en cambio, experimentamos esos 1104b12; 1106bl8-23; 1115bll-18}2°-l. Esto es, el calmado
estados emocionales cuando hay que experimentarlos, por lo es el que ha logrado encontrarse en un estado emocional
que se debe, con quienes se debe, por la razón, por el tiempo
y del modo que se debe, entonces, hay un término medio,
204._ Aristóteles es especialmente cuidadoso en señalar que no se
elogia _al ~eme:oso o al_ q~e se enoja, pero tampoco se censura al que
rencia de lo que sucedía en la explicación de la Rhet., es la emoción se enoJa sm mas (ho orgzzomenos haplós), sino el modo (pós) en que lo hace
la causa del juicio o, mejor dicho, del tipo de juicio y no a la inversa. (EN 1105b23-1106al).
ce MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CCI

equilibrado, porque ha dado con el término medio en lo me propongo explicar en qué sentido debe entenderse la
que· se refiere a su estado emocional que, junto con la acción dependencia que tiene una creencia de un estado disposi-
(virtuosa), constituye un ingrediente imprescindible de la cional. El principio de racionalidad práctica, según el cual
virtud: «cualquiera se enoja, y eso es fácil, como lo es dar y «todo intelecto (noús) elige lo que es mejor para sí mismo, y
gastar dinero, con quién [enojarse], en qué medida, cuando, el equitativo(epieikés) obedece a su intelecto» (EN 1169al7-
por qué razón y del modo en que hay que hacerlo ya no es 18) debe valer también para el que no es virtuoso, pero en
para cualquiera» (EN, 1109a26-29). ese caso se trata de un intelecto o una razón equivocada,
Ahora bien, Aristóteles también argumenta que del pues es una razón que coincide con las motivaciones desi-
moderado tal vez (ísos) se sigan directamente, por ser mo- derativas irracionales del agente; esto explica que diga que
derado, creencias y deseos honestos o buenos acerca de lo en el malvado «las acciones que debe (de~ llevar a cabo
Rla.~entero; del intemperante, en cambio, creencias y deseos están en conflicto con las que lleva a cabo»; en el equitativo
, ·chnirarios acerca de estas mismas cosas (Rhet. I369a21-24). 0 virtuoso, en cambio, lo que debe hacer coincide con lo
Lo que ahora está diciendo Aristóteles es que la creencia que hace (EN 1169al5-16). Aunque Aristóteles estuviera
(dóxa), un cierto «estado mental», se origina a partir del dispuesto a aceptar que cualquier ser racional que hace
estado disposicional o disposición habitual (héxis) en que se un ejercicio adecuado de sus capacidades racionales solo
. encuentra el agente; pero uno podría preguntarse cómo es elige lo que es mejor para sí mismo, no admite que todo
, que un estado mental como la creencia u opinión se genera acto erróneo es solo un error intelectual. En su intento de
de una disposición habitual, una tesis aristotélica que en su refutación del intelectualismo socrático, Aristóteles enfatiza
contexto genera no pocas dificultades~ 05 • En lo que sigue que quien esté dispuesto a sostener que el agente actúa mal
por ignorancia debe tener en cuenta que la ignorancia del
sujeto puede ser censurada si el agente resulta responsable de
205. «La persona virtuosa (spoudaíos) juzga correct'amente cada cosa, su ignorancia (el ejemplo es el de un borracho: el principio
y en cada caso se le aparece lo verdadero. Pues según [sea] la disposición
habitual, [así es] la propia [concepción de lo que es] noble y placentero, y tal de su acción depende de sí mismo pues emborracharse o
vez la persona excelente se diferencia mucho por el hecho de advertir no depende de él; EN 1113b32-33). El hecho de que lo que
(harán) lo verdadero en cada [situación concreta de acción], como si se le aparece como bueno al virtuoso es lo verdadero (i. e.,
fuera un patrón y medida de cada situación» (EN 1113a29-33). La solamente se le aparece el bien real, no el bien aparente;
discusión especializada se ha concentrado, sobre todo, en el hecho de
que Aristóteles parece estar ofreciendo un argumento circular, porque EN 1113a30) se explica porque el modo en que lo noble o
el bien es definido como aquello que se mide correctamente y como placentero se aparece a cada persona depende de su propio
lo haría el virtuoso, pero el virtuoso se define como aquel al que se le estado del carácter, pero también por el hecho de que tiene
aparece el bien (cf. Natali 1999: ad loe.). En su comentario de ENGau-
thier:Jolif no dicen una sola palabra sobre las líneas que he destacado
en el pasaje recién citado (i. e. a cierto tipo de disposición habitual
corresponde cierto tipo de juicio respecto de lo noble o placentero). Por medida que tiene el virtuoso es la phrónesisy que esta es, técnicamente,
los argumentos que presento a continuación, no creo que «la regulación una virtud intelectual (cf. ENVI). Para un comentario breve sobre la
moral sea en definitiva, para Aristóteles, intelectual» (Gauthier:Jolif conexión disposición habitual-juicio sobre el bien cf. Sherman 1989:
1970: t. II, 208), aunque obviamente admito que la regla, canon o 81, n.35; Reeve 1992: 52; Vigo 1996, 118, n.99; 268, n.l12.
CCII MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CCIIJ

sus capacidades cognoscitivas apropiadamente entrenadas, dos disposicionales ya que se da con la actualización de ~as
lo cual garantiza que el virtuoso juzgue correctamente cada facultades racionales en un ser humano adulto- sus propms
sitúación concreta de acción (EN 1113a29-30)2°6 • disposiciones habituales, es probable que sus creencias y
Si lo que he estado sugiriendo en este apartado es plau- deseos («rectos») no sean firmes, de donde podrían seguirse
sible, habría que creer que no cualquier objeto constituye un estados débiles de carácter (como la incontinencia) o esta-
genuino objeto de deseo para cualquier agente. Según sea el bles, pero cualitativamente negativos (como la intemperan-
modo en que cada uno haya entrenado y formado sus disposi- cia). El proceso de adquisición de las propias disposiciones
ciones habituales y sus capacidades intelectuales, así también habituales es inconsciente en las etapas tempranas de la vida
será el objeto de deseo que, de acuerdo con la explicación humana; luego, cuando el agente comienza a ejercer sus
aristotélica, debería coincidir con el bien real, nunca con el facultades racionales, puede ser capaz de someter a examen
bien aparente. No es que, necesariamente, toda vez que algo la calidad. de tales disposiciones y, eventualmente, a partir
se presenta o aparece como bueno en lo inmediato deba ser de ese análisis racional cambiarlas si descubre que son de-
rechazado; ocurre sí que, en la mayor parte de los casos, lo ficientes o viciosas, lo cual significa que también cambiará
inmediato se aparece como placentero y eso solo a veces lé sus creencias respecto de lo que es correcto o incorrecto y
basta al agente para considerarlo bueno. Pero ese es el caso los deseos que se dan junto con ellas. Si después de su exa-
típico del sujeto cuyas disposiciones habituales no están men racional descubre que tales disposiciones son buenas,
correctamente entrenadas ni sus capacidades intelectuales las reafirmará y hará más sólidas. La forma de racionalidad
apropiadamente desarrolladas. que interviene en ese «proceso de revisión» de las disposi-
En Rhet. 1369a21-24 Aristóteles afirma que «tal vez», ciones habituales es la prudencia (phrónesis), que reúne en
por tener un tipo de carácter determinado, un agente tiene sí misma dos aspectos inseparables en la explicación de la
también ciertas creencias y deseos; ENIII 4-5 207 echa alguna acción: el universal (que prescribe lo que hay que hacer) y
luz al problema de la conexión entre estado disposicional, el particular, que tiene que ver con la situación concr~ta _de
creencia y deseo. Sugiero que el «tal vez» del pasaje de acción. La prudencia apunta a lo universal porque md1ca
Rhet. recién mencionado puede significar al menos dos co- qué hay que hacer en el sentido normativ~, de «lo correc~o
sas: (z) si bien los estados disposicionales, no son las únicas es llevar a cabo F>>, siendo Fun tipo de accwn; pero ademas
causas de las creencias y deseos de un agente, tales estados permite que el agente discrimine qué acción es apropiada en
disposicionales son factores fuertemente condicionantes un caso concreto (EN1141bl4-16). Cuando el virtuoso actúa
del tipo de creencias y deseos que tenga una persona. Pero, es capaz de aplicar el principio prescriptivo a la situación
inversamente, (iz) si uno no ha racionalizado en un proceso concreta; pero la prudencia no prescribe en un sentido gene-
reflexivo -que es posterior a la adquisición de ciertos esta- ral, independientemente de la situación concreta de acción.
El agente virtuoso tiene sin duda un saber (como pensab~
206. Cf. también EN1094b27; 1099a23; 1114b7; 1181b9-10.
Sócrates), pero hay que distinguir cuidadosamente de que
207. He examinado con cierto detalle estos pasajes en Boeri 2007: tipo de saber se trata porque hay formas de saber, argumenta
cap. 5. Aristóteles, cuyos objetos no permiten identificarlo con la
CCIV MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN ccv
acción, pues sus objetos son necesarios (como ocurre en el el sentido o sensopercepción (aísthesis) y otra diferente es la
caso de la epistéme aristotélicamente considerada):-! 08 , pero facultad de juzgar. Un punto importante en la investigación
de lo necesario no hay acción responsable. Al tener la per- psicológica de Aristóteles -que se encuentra estrechamente
cepción de lo correcto (percepción que nos proporciona la vinculado con la relación entre juicio y sentido- es el de la
prudencia, que es una virtud intelectual que nos indica lo separabilidad o no del alma y lo que ello implica en términos
que «hay que hacer») el sujeto puede actuar «reflexivamen- de su inmortalidad y la vida tras la disolución del compuesto,
te» en la dirección correcta y hacer firmes sus disposiciones que es el animal. Lo relevante aquí para Aristóteles es, como
habituales, de modo que ya no las posee por el solo hecho ya hemos visto en apartados anteriores, si el alma es separa-
de haberlas practicado, sino que ahora las practica con el ble (sin más) o solamente en un sentido conceptual; o sea, el
trasfondo de una base cognoscitiva sólida. problema es si puede haber una separación «real» del alma
En lo que sigue discutiré brevemente el tratamiento psi- (como si. el alma fuera una cosa que puedo separar de otra
cológico de los páthe aristotélicos, tal como aparecen en DA cosa, i. e. el cuerpo), o si esa separación no es más que una
y otros tratados psicológicos. En vista de eso, examinaré la distinción lógica o conceptual. Dice Aristóteles:
conexión que establece Aristóteles entre los estados afecti~
el alma es el principio de las facultades ya mencionadas y se
vos y la fantasía, de modo de ver, una vez más, la relación
define o determina por ellas: por la nutritiva, la sensitiva, la
entre sensación, mente y juicio. Cuando el objeto externo
intelectiva, y por el movimiento. Si cada una de ellas es alma
de la sensación ha desaparecido, argumenta Aristóteles, las
o una parte del alma, y si es una parte, si es de un modo tal
phantasíai que produjo permanecen. Cuando somos afectados
que es únicamente separable en un sentido conceptual (o
por nuestras pasiones o estados afectivo-emocionales somos definicional: lógo(i)) o también en un sentido locativo (i. e. en
fácilmente engañados en lo que respecta a nuestras sensoper- un sentido «real»: tópo(i)), no es difícil de ver en algunas de
cepciones. Así, por ejemplo, el cobarde es engañado en su ellas, aunque en el caso de algunas otras implica una cierta
miedo, el enamorado en su amor, y cuando hay ocasión de dificultad (DA 413bll-16).
un pequeño parecido el uno cree ver enemigos y el otro a su
amada/do. La causa de estas apariciones o representaciones Como espero haber mostrado (en 1.1) a propósito de mi
es que la facultad por la cual el sentido dominante juzga (la interpretación de DA II 4, hay razones de orden sistemático
vista respecto del color o de lo visible, digamos) no es la para sospechar que si no hay pensamiento sin phantasía ni
misma que aquella por la cual las imágenes (eídola) llegan a phantasía sin aísthesis, entonces, debe seguirse que tampoco
nuestra mente (De insom. 460b3-20). Una cosa, entonces, es hay actividad intelectual independientemente del cuerpo (al
cual estén asociados la aísthesis y la phantasía), con lo cual la
dificultad de la que habla el pasaje que acabo de citar quedaría
, 208. «La ciencia (epistéme) es una creencia o convicción (hypólepsis) que disipada: el alma racional no puede existir independiente-
se refiere a los universales y a las cosas que existen por necesidad» (EN
1140b31-32). Se trata de un tipo de saber que no puede identificarse mente de un cuerpo 209 • Este argumento adquiere relevancia
con el saber involucrado en la acción virtuosa, porque la acción lo es
de lo particular y el objeto propio de la epistéme es, según Aristóteles,
lo necesario, i. e. lo que no puede ser de otro modo. 209. Para las dificultades que implica la sugerencia aristotélica de que
CCVI MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN CCVII

también en el análisis. aristotélico del páthos, ya que, como corazón». Y en tanto uno de ellos da cuenta de la materia,
el otro da cuenta de la forma, es decir de su definición. La
he sugerido antes, este tipo de ítem anímico es el favorito
definición del hecho, en efecto, es esta [forma], aunque si ha
de Aristóteles para ejemplificar su tesis de que el alma no es
de existir esta [forma] debe estar en una materia de tal o cual
cuerpo pero no se da si no es a través del cuerpo. Veamos el
tipo (DA 403al6-b3).
pasaje central en el DA:
La sentencia inicial de este pasaje establece, de manera
Parece~ no obstante~
que todas las qftcciones del alma -como
inequívoca a mi juicio, la fuerza de la afirmación aristotélica
cólera, calma~ temor, compasión, confianza, y además alegría,
amor y odio- también se dan acompañadas de un cuerpo, respecto de la codependencia, por así decir, entre cuerpo y
pues hay un cuerpo que es afectado junto con ellas. Se puede alma: un estado anímico como un páthosno es un cuerpo, pero
mostrar, sin embargo~ que a veces, aun cuando ocurren fuertes sin un cuerpo no puede darse. Aristóteles parece encontrar
y claras afecciones~ no se produce estado alguno de excitación una confirmación adicional de su aserto cuando sostiene que
o temor; en otras ocasiones, en cambio, cuando el cuerpo se esto es así porque hay un cuerpo que es afectado junto con
enoja y se encuentra dispuesto tal y como cuando [uno] está . los páthe del alma. Observa, no obstante, que hay casos en
enojado, es puesto en movimiento por factores pequeños e los que, aunque se produce una afección (o más bien, «fuertes
insignificantes. Hay incluso un caso aún más claro: aunque y claras afecciones») no se produce un estado de excitación
no suceda nada temible, las personas llegan a encontrarse o temor. Pero esto puede entenderse como la excepción a la
sumidas en afecciones propias de lo temible. Y si es así, se regla de que estados afectivos del alma y estados corpóreos
hace manifiesto que las afecciones son formas materiales. Así van unidos. De hecho, Aristóteles también piensa que estados
pues, sus definiciones son las siguientes: «estar enojado es un anímicos (como el pensamiento) son por sí solos capaces de
cierto movimiento de un cuerpo de tal tipo -de una parte o producir estados corpóreos (como el estremecimiento; De motu
de una facultad- por esto o en vista de esto». Es por eso que 701 b22). Como se ve en el pasaje que acabo dé citar cobra
el estudio del alma- ya sea de toda [alma] o de una de tal cierta importancia el problema de a quién corresponde con
tipo- corresponde ya al físico, quien definirá cada una de propiedad estudiar el problema del alma: si al dialéctico (que
ellas -por ejemplo, «¿qué es el enojo?»- de un modo diferente define la ira o enojo ~un páthos- como «un deseo de devolver
que el dialéctico~ pues este [lo definirá] como «un deseo de dolor por dolor»; DA 403a30-3lr210 • o al físico que define la ira
devolver dolor por dolor» o algo por estilo. Aquel, en cambio, como «la ebullición de la sangre o de lo caliente en torno del
como «la ebullición de la sangre o de lo caliente en torno del
corazón» (DA 403a31-bl). El físico da cuenta de la materia;
el dialéctico, en cambio, da cuenta de la forma, es decir de la

el único modo de que el alma pudiera existir separadamente ~es que


tenga una afección que peculiarmente le pertenezca (DA 403a5-8), véase
Polansky 2007: 52, quien persuasivamente indica que el verdadero 210. La definición «dialéctica» de la ira dice que es un «deseo», es
problema no es tanto si el alma podría preexistir al cuerpo o existir decir, una actitud proposicional, lo cual explica por qué la ira (como
después de él, sino si cuando el alma explica el funcionamiento del estado afectivo) es un lógos materializado: es un lógos porque tiene
ser vivo durante su vida puede tener funciones peculiares al alma sin contenido proposicional, y es materializado porque los deseos se dan
el cuerpo. en un cuerpo.
CCVIII MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN CCIX
definición (lógos) del estado afectivo. La definición dialéctica y
física de la ira (pero seguramente la de cualquier otro páthos) po r el mero hecho de ser material; las mesas también . son
·stemas materiales organizados, pero de eso no se sigue que
ejemplifica, respectivamente, el aspecto de lógosy de énylosque
posee cualquier estado afectivo. Pero la ira, como cualquier :~an seres vivos). Si se tiene en cuenta este detalle, n~ tiene
r qué sorprender que Aristóteles afirme que los calculas
otro páthos, claramente comprende ambos factores: por un po . ( . h, . ~
lado un factor lógico-formal y, por el otro, un factor fisiológico- racionales ( logismoz) son, igual que las sensacwnes azst esezs;,
material. Las líneas finales del texto recién citado introducen los placeres (hedonaz) y los dolores (ljpaz), afecciones (páthe)
funciones (u «operaciones»: érga) del alma. Lo que estoy
~ugiriendo ~astan:e el~me~t~l,
un decisivo apotegma aristotélico que abona mi interpretación
no funcionalista de la psicología aristotélica: si va a darse una es una versión, de una inter-
forma determinada, debe darse en una materia determinada. retación «holista» de la psicologia anstotehca, en la que la
O sea, cualquier tipo de forma no se da en cualquier tipo de fatalidad (el ser vivo) no puede entenderse como un mero
materia. Lo que esto indica es, una vez más, la correlación agregado· de partes. Nosotros sabe~os ~ue hay fun~iones
que debe haber entre forma y materia en el contexto de la endocrinas que tienen una conexwn d:recta con_ ciertos
explicación psicológica que recurre al modelo hilemórfico, en estados emocionales (cuando uno tiene miedo se estimula la
el que, claro está, el alma es la forma y el cuerpo la materia producción de adrenalina). Quien propong~ un~ int~~reta­
(DA 403b2-3). Pero el alma como forma no puede ser forma ción funcionalista-mecanicista de la psicologia anstotehca en
de cualquier tipo de materia, sino solo de una materia que general y de las emociones aristotélicas e? particular ~abe que
permita desarrollar funciones orgánico-biológicas. es capaz de producir químicam~nte el n:Ied.o o de estimular!~
Además, no es que las afecciones o emociones sean el mediante la aplicación de cornente electnca en el cerebro,
dominio propio del filósofo de la naturaleza que se ocupa de pero este hecho no logra explicar por qué esa ~moció~ se da
lo materiaF 11 porque, como indica Aristóteles, no es tan claro en un organismo. En efecto, solamente es posible es:Im~lar
que la definición propia del físico sea aquella que se centra el miedo en una persona si se le aplican choques electncos
en la materia e ignora la forma (lógos), sino más bien la que se en su cerebro pero si esos choques se aplican a un cerebro
refiere a lo que se compone de ambas cosas, i. e. de materia que ya no est¡ en el cuerpo de una persona, nunc~ se l~gr,ará
y forma (DA 403b 7-9):2 12 • El alma humana es el alma de un producir miedo. Esto es así, creo que argumentana Ans,tote-
organismo y un organismo, a diferencia de los mecanismos, les, porque un cerebro fuera de una pers~na ya no. es mas un
es un sistema que debe ser entendido como una totalidad cerebro, ya que no funciona como tal y si no funcwna como
funcional que no se define, al menos no necesariamente, un cerebro, no es un cerebr0 213 •
como un sistema material organizado (el organismo vivo
también es, claro está, material, pero no es un ser viviente 273. Aristóteles no da el ejemplo del cerebro, pero da el de 1~ mano
que, separada del cuerpo, ya no es mano más que ~n un sentido .ho-
mónimo (para el caso es lo mismo: «el todo es anteno: a la parte», cf.
277. Como sugiere Hamlyn 1993:79. Política, 1253a20-25; cf. también Met. .1035b24-2~~ 1036b~0-3~). Soy
272. Por lo demás, Aristóteles piensa que el físico debe ocuparse no solo consciente de que mi referencia a la mterpreta.cwn. ~uncwna.hs~a de
de la materia sino también de la forma (cf. Phys. 198a21-27; 200a30-b8). Aristóteles es muy básica en este punto y que la d1scus10n especmhzada
es mucho más sofisticada (he intentado exponer, al menos en parte,
ccx MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN CCXI

3.2.6 Acción y sentido común tiempo en la lista de sensibles comunes214 . pero 1o que aqm,
dice expresamente Aristóteles es que el tiempo se conoce por
Querría regresar brevemente a algunos detalles de la
medio de lo «sensible primero» (una expresión que, proba-
explicación aristotélica de la acción y establecer algunas
blemente, remite al sentido común); pero si una cualidad o
conexiones con la cuestión del «sentido común». Como he-
propiedad es un sensible co~ún, tie~e que ser cognoscible
mos visto arriba, Aristóteles argumenta que lo que siempre
por medio de dos o más sentidos par~1culares (!JA ~25b4~s.).
mueve es lo deseable, pero lo deseable puede ser el bien
El tiempo, sin embargo, no es conoCI~o por mngun sent:~o
real o el bien aparente (DA 433a27; Top. 146b36-147a4). Si
particular externo; además, como el tiempo es una af~c~10n
hay razones para creer que el propio objeto de deseo no es
del movimiento, se relaciona directamente con el movimien-
necesariamente bueno, sino solo aparentemente bueno. (EE
to, que sí es un sensible común y aparece en todas las listas
1235a25-30; EN 1113al5-b2), la pregunta debería ser cuál es
aristotélicas de sensibles comunes. El contexto de De mem. en
el criterio para distinguir una cosa de la otra. Puesto el asunto
el que se analiza el tiempo es el de la teorí~ de la percepci~n
de esta manera, lo que me interesa enfatizar ahora es el papel
pero, como ya hemos señalado arriba: e~ tiempo desempena
de la representación (phantasía) en la acción. Este puede ser ·
una función decisiva en el plano practico, pues es aquello
un momento adecuado para hacer una distinción que con
que permite al agente racional tomar distancia respecto de
frecuencia pasa desapercibida; se trata de un detalle que se
aquello que se le aparece como buen? en el cor~o pla~~ por-
discute en el contexto de la teoría de la percepción, pero que
que es placentero, y salir del domimo de cons1derac10n de
tiene un. eco importante en la explicación de la acción. Cuan-
lo inmediato, de modo de evaluar el objeto de deseo en una
do en DA II 6 Aristóteles introduce los «sensibles comunes»
proyección «medio o largo placista>>.
(418al7-18: movimiento, reposo, número, figura, magnitud;
Para terminar este apartado quisiera ahora explorar bre-
cf. III 1, 425b6: movimiento, magnitud, número), el adjetivo
vemente si el sentido común o universal desempeña algún
«comunes» significa que una cualidad como figura o m_qvi-
papel relevante en la «experiencia perceptiva>~ vinc~lada con
miento pueden ser percibidos por al menos dos sentidos, en
el dominio de la representación racional o deliberativa y, por
tanto que un sensible propio (como color) es percibido por
lo tanto, con la acción. Que el sentido común o general des-
un solo sentido (la vista). Pero en ese pasaje todavía no hay
empeña un papel importante como «centro de mando» q~e
nada que indique que los varios sentidos que son capaces
controla la unidad de la experiencia perceptiva parece sugenr-
de percibir la figura deban estar relacionados con el sentido
lo él mismo Aristóteles cuando afirma que «de los [sensibles]
común. Esta confusión -entre los sensibles comunes y el
comunes tenemos un sentido común o general» (DA 425a27) y,
sentido común- ha llevado a algunos estudiosos a incluir al
aun cuando probablemente no es una facultad independiente o
diferente de los cinco sentidos, parecen caber pocas dudas de

algunos aspectos de esa discusión en la sección 1.1 d_e esta Intr~duc­


ción). Un resumen muy ilustrativo y detallado de las mterpretac10nes 274. Cf. De mem. 450a10-12: «hay que conocer la magnitud y el
de las últimas décadas (sobre todo en la discusión anglosajona) puede movimiento por medio de aquello con lo cual también [se conoce]
encontrarse en Granger 1996 y, más recientemente, en Caston 2005. el tiempo».
CCXII MAR CELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CCXIII
que el sentido común o general tiene una función importante el «sentido común» en que esta teoría tenga algún tipo de
en la unificación o síntesis de la experiencia perceptiva. Me injerencia en el dominio práctico o en el proceso de capta-
interesa ahora establecer si es posible extender las funciones ción de los conceptos evaluativos. A pesar de eso, me atrevo
del «sentido general» más allá del dominio meramente sen- a adelantar la siguiente conjetura: es posible ampliar de un
sitivo, a fin de ver si hay algún modo en el que Aristóteles modo analógico las funciones del sentido común, tal como
sugiera que hay cierto tipo de «experiencia perceptiva>> que estas se dan en el plano puramente sensible, al dominio de
da lugar a la «percepción» de conceptos evaluativos y, más la percepción o captación de conceptos prácticos. Que pue-
específicamente, en el tipo de percepción que concluye en una de hacerse un uso «extensivo» o «analógico» de la noción
representación racional o deliberativa. Lo que me propongo aristotélica de aísthesis al dominio práctico es algo sugerido
es examinar si el «sentido general» también puede tener un por el propio Aristóteles cuando, al comienzo de la Política,
papel importante en la unificación o síntesis de la «experiencia establece que los seres humanos, a diferencia de los animales,
perceptiva» de distintos tipos de conceptos evaluativos, a fin tenemos «percepción (aísthesis) del bien y del mal, de lo justo y
de ver de qué modo se conectan tales conceptos y su génesis de lo injusto y de las demás cosas por el estilo»; 1253al6-18).
con la representación racional o deliberativa. Aun cuando no · De acuerdo con la teoría aristotélica de la percepción,
hay textos que permitan dar una base sólida a esta conjetura, la aísthesis se concibe como la interacción entre el objeto de
y aunque Aristóteles distingue claramente representación sensación y la capacidad (to aisthetikón) actualizada. El órgano
sensitiva de racional -con lo cual parece poner el énfasis en del sentido es activado por el objeto sensible y la sensación
el hecho de que hay que eliminar los aspectos sensibles de ese es lo que recibe la forma sensible del objeto sin materia (cf.
tipo de representación-, uno podrá suponer que una phantasía DA 424al7)2 15 ; pero, como sabemos, la sensación no es la re-
racional o deliberativa sigue teniendo algo de sensible y, por cepción pasiva de tales formas inmateriales. La sensación es
tanto, operando en ese dominio, aunque no en el sentido de considerada por Aristóteles como una facultad discernidora
la pura sensación. Pero la phantasía racional, si efectivamente (AnPo. 99b35; De sensu 447b25-26: krinoúse{i) aisthésez}, lo cual
es una phantasía, debe tener algo de sensible pues toda fan- indica que, en algún sentido elemental o básico, es capaz de
tasía, sostiene Aristóteles, presupone una sensación. Esto se <~uzgar» el material que recibe. La imaginación deliberativa
sigue claramente de la definición canónica de fantasía como o racional posee, como el cálculo racional, una capacidad
«un movimiento producido por una sensación en acto» (DA «sintetizadora», pues es gracias a ella que el agente establece
429al-2; cf. De insom. 459al7-18). O sea, la fantasía es el efecto la medida con una sola cosa y es capaz de producir una ima-
o resultado del ejercicio efectivo de la sensación, lo cual indica gen a partir de muchas (DA 434a9-10). Lo más prudente, sin
que sin sensación (en acto) no hay fantasía. Ahora bien, mi eml:;>argo, sería interpretar estos pasajes de un modo débil,
sugerencia de que el sentido común o general podría tener i. e. no hay en el plano de la pura sensación o percepción
algún papel en la «experiencia perceptiva» que tiene que ver
con la aprehensión o captación de los conceptos evaluativos
no parece tener fundamento, pues no hay ningún pasaje en 275. Sobre las distintas maneras de entender esto (como una teoría
los tratados psicológicos de Aristóteles en los que se discuta de la imagen o como que la percepción no percibe la cosa particular,
sino solo sus cualidades) cf. supra sección 3.2.1
CCXIV MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN ccxv
sensible verdadera actividad de juicio pues, aunque los ani- 4. LA PRESENTE TRADUCCIÓN
males comparten con los humanos la capacidad sensitiva 0
perceptiva, claramente, no comparten la capacidad de juzgar, El texto base seguido para la traducción es el de D. W.
que es propia del alma racional del humano. En De sensu 7 Ross (1961); sin embargo, me he apartado de su versión un
(447a29-b21) Aristóteles asigna al «sentido interno» (i. e. el buen número de veces (cf. las «Variantes textuales»), ya que
sentido general o común) la capacidad de recibir y discernir en muchos casos introduce correcciones que, en mi opinión,
diferentes sensaciones al mismo tiempo. Es bastante evidente son innecesarias. Como· criterio hermenéutico básico he
que otorga una capacidad sintetizadora al sentido común, pero optado por seguir la lectura de los códices toda vez que esta
no hay razones para suponer que eso mismo no pueda exten- ofrezca un sentido al menos razonable. Aunque muchas de las
derse también a la phantasía, que parece ocupar una posición conjeturas de Ross resultan muy atractivas, no hay razón para
intermedia entre la sensación y el pensamiento. La phantasía apartarse de la tradición manuscrita toda vez que esta ofrece
racional o deliberativa en algún momento debe haber sido un sentido aceptable. En las «Variantes textuales» he indicado
también aísthesis, aunque no sensación en el sentido de la pura también las concordancias y discordancias con otros editores
sensibilidad, sino en el sentido que tiene la palabra en el pasaje· del texto griego (o con estudiosos que reproducen una edición
de la Política recién citado: como captación de ciertas nociones crítica y, como :)'O, se apartan por diferentes razones del texto
prácticas (bueno, malo, justo, injusto) que luego, cuando esa base). Traducir el griego telegráfico de Aristóteles no siempre
percepción se ha ido, podremos representarnos de modo de es una tarea grata, pues su prosa es ultra-sintética y su estilo
ser capaces de planear nuestra vida práctica216 • Así, pues, si extremadamente árido. Esa tarea constituye, por consiguiente,
se extiende la analogía, uno podría conjeturar que tal como un extraordinario desafío para cualquier intérprete del De ani-
el sentido («sensible») general es capaz de distinguir tipos de ma. No he tratado de mejorar el estilo literario de Aristóteles
cualidades sensibles, el sentido («transensorial») general debe (que es sin duda muy pobre) ni, por tanto, de reescribir el
ser capaz de distinguir tipos de conceptos evaluativos, una texto. Sin embargo, en varias ocasiones he repuesto algunas
distinción relevante en el momento de discriminar el bien palabras entre [] para mejorar la comprensión en español;
aparente del bien real. así lo he hecho en mi traducción cuando el no haberlo hecho
hubiese introducido ambigüedades que no están en el griego.
En la mayor parte de los casos y cuando los agregados son
2 76. Para una discusión relevante de este sentido de aísthesis «transenso-
más o menos evidentes y naturales, no los indico con nin-
rial» véase de nuevo Volpi 2003: 294-300. La audaz idea de ampliar la gún signo (por ejemplo, es muy habitual en griego omitir la·
aplicación de la aísthesis al dominio de la percepción moral es original tercera persona del presente de indicativo del verbo «ser»,
de Welsch 1987, a quien, hasta donde puedo advertir, Volpi sigue. pero obviamente no es necesario indicar al lector cada vez
Pero el problema ya está sugerido por el mismo Aristóteles, quien de
manera casi expresa sugiere que la aísthesis que es capaz de percibir que uno escribe «es» cuando en el griego está omitido); solo
nociones evaluativas no es un conocimiento sensible, sino intelectual he incluido palabras entre [ ] cuando pensé que el agregado
(cf. EN 1142a25-30, con Natali 1999, n. 618 ad locum y, en especial, en cuestión suponía ya una interpretación más discutible de
1143b5, donde aísthesis se identifica con noús; cf. Gauthierjolif 1970: mi parte (también aparecen entre < > palabras agregadas
vol. II, 538-539).
CCXVI MARCELO D. BOERI INTRODUCCIÓN CCXVII

por Ross o algún otro editor en su edición del texto griego). zóion por «animal» o «ser viviente», symbebekós por «accidente»
La traducción procura ser fiel al original y al mismo tiempo (aunque soy consciente de las limitaciones de este término y
mantener un nivel de lengua comprensible para el lector de de que en algunos casos es muy claro que significa «lo que
habla castt:llana (si he logrado o no mi objetivo, corresponde resulta a o coincide con»), aitía-aítion por «causa» (a veces
juzgarlo al lector). En muchos casos recurro a paráfrasis (un «explicación»), arché por «principio» o «comienzo» (según el
recurso que, en mi opinión, es frecuentemente exigido por el contexto), génesis por «generación» o «proceso de generación»,
griego de Aristóteles); he intentado, sin embargo, minimizar el mégethospor «magnitud» (a veces «cantidad»), kínesispor «movi-
uso de tales paráfrasis, pero cuando las hay son justificadas en las miento (aunque a veces también está usado por Aristóteles en
notas. Por lo general, he optado por seguir las traducciones más el sentido amplio de «cambio» o «proceso»), eídos por «form~>
habitualmente usadas en castellano para traducir los términos (a veces de acuerdo con el contexto «tipo», «especie»), epistéme
técnicos: así la palabra psychéla he traducido por «alma>>; ousía, por «conocimiento», kineísthai por «ser movido», «moverse»,
por «sustancia>> (una opción interesante podría ser «entidad»); kineín por «mover», «producir o impartir movimiento», eremeín
enérgeia, por «acto»; entelécheia, por «actualidad»; djnamis, po¡; por «estar en reposo». Muchas de estas decisiones son, como
«potencia>> (a veces por «capacidad» o «facultad»); diánoia, por suele ocurrir con cualquier traducción que uno decida adoptar,
«pensamiento discursivo» (en algún caso por «mente»); nofis, discutibles, pero en muchos casos son parte de las limitaciones
por «intelecto» (y el verbo noein por «inteligir>>); nóesis, por que impone nuestra propia lengua.
«intelección»; nóema, por «cosa o ítem inteligido» o también La traducción está dotada de un aparato de notas a pie de
«concepto»; aísthesis, por «sensación», «sentido», «percepción página, en las cuales he hecho referencias cruzadas dentro
sensorial» (y el verbo aisthánesthai por «percibir sensorialmen- del texto de DA o a alguna otra obra de Aristóteles. En la
te», «percibir» o «sentir»); aísthema, por «percepto» (o resultado mayor parte de los casos el objetivo de una nota es aclarar el
de la percepción o sensación); aisthetikón, por «facultad sensiti- núcleo de un argumento o desarrollar los implícitos de dicho
va>>; aisthetérion, por «órgano sensorio» (e incluso por «sentido» argumento; en varias ocasiones he procurado dar la referencia
en los pasajes en los que Aristóteles parece usar este término a otro pasaje aristotélico en el que tales implícitos son desa-
como un sinónimo de aísthesis); aisthetón, por «sensible» u rrollados en detalle. Mis notas, por tanto, no pretenden dar
«objeto sensible»; threptikón, por «facultad nutritiva>>; lógos, por cuenta de todos los problemas y dificultades implicadas en
«razón», «palabra», «proporción» (según el contexto); mesótes, este fascinante texto ni ser exhaustivas (eso sería una tarea
por «término medio»; bouleutikón, por «factor deliberativo»; que supera los objetivos de este libro, como un comentario
logismós, por «cálculo», «razonamiento»; páthos, por «afecto», det~1lado, una empresa que estoy muy tentado de hacer en
«estado afectivo»; órexis, por deseo; orektikón, por «facultad desi- los próximos años). Varias de las dificultades principales, no
derativa>>; orektón, por «deseable u «objeto de deseo»; noetikón, obstante, las he tratado en las diferentes secciones de esta
por «facultad intelectiva>>; epithymía, por «apetito»; epithymetikón, Introducción, que puede ser leída como una introducción
por «facultad apetitiva>>; boúlesis, por «deseo racional»; phantasía, general al texto y como una aclaración del modo en que
por «imaginación» o por «apariencia>> (según sea que se trate entiendo algunos de los problemas filosóficos más relevantes
de la facultad de producir imágenes o del sentido fenoménico suscitados por el DA. Aunque he dado cuenta de algunos
originario en el sentido de «lo que se aparece o hace presente»), títulos importantes de la literatura especializada, no preten-
CCXVIII MARCELO D. BOERI CCXIX

do haber agotado las referencias a esa literatura, que, en su ABREVIATURAS DE LAS OBRAS DE ARISTÓTELES
estado actual, es extremadamente vasta y casi inabarcable. El CITADAS Y DE OTRAS OBRAS Y AUTORES
excelente comentario de Polansky (2007) llegó un poco tarde
a mis manos; sin embargo, he podido revisar varias páginas AnPo. =Aristóteles, Analytica Posteriora
de ese texto, que me fue de mucha utilidad en la redacción de An. Pr. = Aristóteles, Analytica Priora
algunas notas y en la aclaración de algunos pasajes oscuros del Cat. = Aristóteles, Categoriae
texto. Cualquiera que haya revisado la literatura especializada DA = Aristóteles, De anima
sobre el DA de las últimas décadas advertirá que, a pesar de De div. =Aristóteles, De divinatione per somnum
mis desacuerdos con algunos estudiosos, es mucho más lo De gen. an. = Aristóteles, De generatione animalium
que debo a los autores citados de lo que a simple vista puede De insom. =Aristóteles, De insomnis
verse en mis notas y referencias. De int. = Aristóteles De interpretatione
De iuvent. = Aristóteles, De iuventute et senectute
PosrcRIPTUM De mem. = Aristóteles, De memoria
De motu = Aristóteles, De n:totu animalium
Desde que entregué la primera versión del manuscrito de De part. an. = Aristóteles, De partibus animalium
este libro (enero de 2009) he vuelto a releer el texto aristotélico De sensu = Aristóteles, De sensu et sensibilibus
varias veces, aunque la lectura más concentrada la hice desde De som. et vig. = Aristóteles, De somno et vigilia
marzo de 2010, cuando comenzamos a tener un seminario DK = Diels-Kranz, Die Fragmente der Vorsokratiker (1972)
semanal de lectura en griego· del De anima de Aristóteles Ecl. =Juan Estobeo, Eclogae physicae et ethicae
como una actividad extraprogramática del Departamento de EE = Aristóteles, Ethica Eudemia
Filosofía de la Universidad Alberto Hurtado (Chile). A estas EN= Aristóteles, Ethica Nicomachea
sesiones asistían (y continúan asistiendo regularmente) mis GC = Aristóteles, De generatione et corruptione
colegas Eduardo Malina Cantó y Roberto Rubio. También Hist. anim. = Aristóteles, Historia animalium
fue (y es) parte del equipo el Licenciado Nicolás Irarrázaval. In De an. Paraph. = Temistio, In Aristotelis De anima Paraphrasis
Más tarde se sumó tambiénjuan Manuel Garrido (Instituto In Arist. De an. = [Filópono] In Aristotelis De anima commentaria
de Humanidades, Universidad Diego Portales, Chile). Gra- InArist. De an. =[Simplicio], InAristotelis De anima commentaria
cias a las discusiones generadas en este grupo de lectura he In Arist. Phys. = Simplicio, In Aristotelis Physicorum commentaria
podido introducir algunas mejoras a la traducción; aunque In A~ist. Top. = Alejandro de Afrodisía, In Aristotelis Topicorum
no me ha sido posible recoger todas las sugerencias, algunas lzbros acto commentaria
de ellas las he incluido y el resultado ha sido un texto mejor Met. = Aristóteles, Metaphysica
y un poco más preciso. Vaya mi agradecimiento a todas las Phys. =Aristóteles, Physica
personas mencionadas. A Roberto Rubio también le debo una Rhet. =Aristóteles, Rhetorica
lectura pormenorizada de esta introducción. Vaya también Top. = Aristóteles, Topica
mi reconocimiento por su tarea.
CCXXI

VARIANTES TEXTUALES

Ross Mi lectura
405b28
d)ta to> 8ta tilv avanvoilv, 8ta tilv avanvoilv codd.; Biehl
Movía [2001] [1896]; Jannone-Barbotín
[1966]

407b1 -
n KtVr¡<nc; atnlic; TI OUcrÍa, ~ Ktvr¡crtc; CXUtlic; ¡..t~ OUcrÍa
Torstrik codd., Biehl [ 1896]; Hicks
[ 1907]; J annone-Barbotin
[1966]; Movía [2001

408b11
ro 811, Biehl [1896], Hicks to 8f: codd. CEVXS 1<Pc;Jan-
[1907] none-Barbotin [1966]; Movia
[2001]
410b23
(<popac; ou8'] aicr.Silcrcroc; <popac; ou8' aicr.Silcrcroc; codd.;
Biehl [1896]; Hicks [1907];
Jannone-Barbotin [1966]; Mo-
vía [2001]
410b24
<ta> noAAa cod. L:, Movia noAAa om. cet. codd.; Bíehl
[2001] [1896]; Hicks [1907];Jannone-
Barbotín [1966]
413a8
<fp Omitiendo f] con los codd.;
Biehl [1896]; Hicks [1907];
Jannone-Barbotin [1966]; Mo-
vía [2001]
417a22
sA.f:yo~tEv, Torstrík; Movía A.f:yo¡..tEV con los codd. IC/J1P,
[2001] Bíehl [1896]; Hícks [1907];
Jannone-Barbotin [1966]
CCXXJI MARCELO D. BOERI
INTRODUCCIÓN CCXXIII

417a32 427al0-11
aptS¡.tll'ttK~V, Torstrik; Movia atcrS11mv codd.; Biehl [1896]; tCX.Ú'tTI <Kat a8taÍpE'toc;> Kat 'ta Ú'tTI Ka 1. 8tatpE'tij, Bíehl
[2001] Hicks [1907] ;Jannone-Barbotin 8tcx.tpE'tij, Movía [2001] [1896]; Hícks [1907];
[1966] Jannone-Barbotin [1966]
422a32 427b17
UJ.Hj)O'tÉpOU a¡.t<pÓ'tEpa con los codd. l:'(J>Ip; ~ WJ'tll [ vó11crtc;], sed. Madvig; 'h a tnil vó11crtc; con los codd.
Biehl [1896]; Hicks [1907]; Biehl [1896] SPQ_IP
Jannone-Barbotin [1966]; Mo-
via [2001] 428a15
nÓ'tEpov (add. Ross) aA.11Silc; 'tÓ'tE 11 CxAllSilc; 11 \!fEU8ijc;
<pSapn KlÍ ['ti; e; yc;ÚcrEroc;] omito 'ti;c; yEÚcrEroc; con los
~ \!fEU8ijc; con los codd. LW:L: (Biehl
J annone-Barbotin sin cor- codd.PWy:L:
[1896] y Hicks [1907] leen
chetes [1966] Movía [2001]
'tÓ'tE UAllSilc; 11 \(/EU8ijc;; jan-
422b6 none-Barbotin [1966]: 'tÓ'tE
ácpñ Ú<pll con los codd~ UWy:L:cpc Kai 'h aA.11Silc; 'h \(/Eu8i]c; con
; Biehl [1896]; Hicks [1907]; los codd.HaVXFbM
Jannone-Barbotin [1966]; Mo-
via [2001] 430al0
'EnEi 8' [ &crnEp] f.v 'End 8' f.v
423a2
Et 't"Íc; <n> 1tEpt 'tllV crá.pKa El 't"Íc; 1tEpt 'tllV crá.pKa, 430a18
Temistio; Biehl [1896]; Hicks &v f.vépyEta codd. U y, Biehl f.vgpyEíq. codd. ECSVXy
j!!•
[ 1907]; Jannone-Barbotin [1896]; J annone-Barbotin
[1966]; Movía [2001] [1966]; Movia [2001]
425a29-30 430b1
[ 'tOV KA.Éco voc; u iov 'hll ac; omito con Torstrik 'tOV npocrEvvorov [ Kai] cruv'tÍSllcrt Sin corchetes en Kai; Biehl
ópav] KAécovoc; uiov 'hllac; ópav [1896]; Hicks [1907]; Jannone-
Barbotin [1966]; Movia [2001]
426b7
A.úEt n (cf. 424a31); Movia A.unf:t codd. S 1P 02:, Biehl 430b25
[2001] [1896]; Hicks [1907];Jannone- ['trov ahícov] Torstrik; Movía 'tcOV ahícov sin corchetes;
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3

LIBRO I

UESTO que suponemos que el conocimiento se encuentra 1 4D2a


P entre las cosas admirables y valiosas, y que un conocimiento
es superior a otro, ya sea en cuanto a su exactitud o por ser
mejor o más admirable, por ambos [motivos] tendríamos razón
en poner, en primer lugar, la investigación acerca del alma.
Parece que su conocimiento también contribuye enormemente s
a la verdad en su totalidad y, en especial, [al conocimiento] de
la naturaleza, pues [el alma] es como un principio de los seres
vivos 1• Por nuestra parte, lo que estamos buscando es hacer [pri-
mero] un examen teórico y conocer no solo su naturaleza, sino
también su sustancia2 ; luego todas las [determinaciones] acci-

1. La palabra griega es zóia, que puede significar tanto «animales»


corno, más en general,. «seres vivos». Que este segundo significado
debe ser el correcto lo muestra el hecho de que para Aristóteles las
plantas también tienen alma y, por lo tanto, son zóia. No deja de ser
sorprendente que Aristóteles hable del alma «corno» (hoíon) de un
principio de los seres vivos, ya que no hay duda de que cree que se
trata de un genuino principio (cf. DA 411b28-30; 413a26-27; 413bl-13
y, sobre todo, 415b8). Corno señala Rodier (1900: 4), es probable que
arché(principio) esté, utilizado en su sentido más amplio, que comprende
la forma, el motor y la materia (para una nutrida lista de pasajes en los
que Aristóteles emplea la palabra «alma» corno causa formal, motriz
y final del animal cf. Rodier 1900: 5-6).
2. O sea, para conocer x hay que saber cuál es su ousía (su «esencia»
o «sustancia»), esto es, qué es x. Por eso enseguida homologa la ousía al
tí esti (el «qué es algo»).
ACERCA DEL ALMA 5
ARISTÓTELES

dentales que a ella se refieren. De estas, parece que algunas son (iz) [hay que distinguir] si se encuentra entre lo que es en
afecciones peculiares del alma, otras, a causa de ella, también potencia o, más bien, constituye una cierta actualidad. No se
10 se dan en los seres vivos. De cualquier modo y cualquiera sea
trata, en efecto, de una diferencia insignificante. (iiz) También 402b

el caso, adquirir una convicción sobre ella se encuentra entre debemos examinar si tiene partes o carece de ellas, y (iv) si
lo más ~ifícil. En efecto, dado que [esta] investigación también toda alma es de la misma especie o no; y (iv.z) si no es de la
es comuna otras ~uchas [~reas del saber] -me refiero a la que misma especie, si difiere en su especie o en su género 5 • Por
trata de_ la sustancia, es decir, al qué es [algo]-3 , tal vez a alguien cierto que los que actualmente hablan e investigan sobre el
le podna parecer que hay un solo método para todas las cosas 'alma solamente parecen hacer su examen respecto del alma 5

cuya sustancia.~ueremos saber, tal como también sucede que humana6 • Hay que tener la precaución, sin embargo, de que
15 hay demostrac10n de las determinaciones accidentales propias, no nos pase inadvertido si su definición es una sola, como la
de manera que deberíamos investigar este método. Pero si no de «animal», o si es diferente según sea cada [tipo de alma],
existe ~n método único y común respecto de qué es [algo], el como por ejemplo, la de «caballo», «perro», «hombre», «dios»
tratamiento se vuelve aún más difícil, pues habrá que determi- (y, [en ese caso], el universal «animal» o no es nada, o es algo
nar cuál es el procedimiento [apropiado] respecto de cada cosa. posterior)7. Del mismo modo sucederá aun cuando [uno] le
Pero si fuera obvio que [el procedimiento] es demostración
división, ~ también algún otro método, ello implica todaví~ dificultades al enfoque «atributista» de la psicología aristotélica; el atri-
20 muchas dificult~des y digresiones respecto de a partir de qué butista, sin embargo, siempre puede argumentar que el alma entendida
[p~nt~s. de partida] hay que hacer la investigación. ·Pues los como «una sustancia en el sentido de forma» (412a19-20) no es más que
pnncipi~s de [asuntos] diferentes -por ejemplo, números y un conjunto de rasgos formales-funcionales que fácilmente pueden en-
tenderse como atributos o propiedades de algo. Pero el pasaje 415b8-12
superficies- también son diferentes. inequívocamente pone énfasis en el hecho de que el alma es nada menos
_ Sin duda, hay que distinguir, en primer lugar, (z) a qué. que causa motriz, de donde uno tendería a pensar que es bastante más
genero [de cosas pertenece el alma] y qué es, quiero decir, si que un conjunto de rasgos formales (para una discusión más detallada
es un «esto», es decir, una sustancia, una cualidad, una canti- de este importante punto remito a mi Introducción, sección 1.2).
5. En esta distinción Aristóteles puede estar pensando en Platón, Fedro
25 dad o alguna otra de las categorías ya distinguidas 4 • Además,
271a (cf. Polansky 2007: 44, n. 20).
6. Es difícil saber con precisión a quiénes se refiere Aristóteles; sin
embargo, como muestra Polansky (2007: 45), hay buenas razones para
3. Es habitual en Aristóteles la identificación de «sustancia» (ousía) suponer que está pensando en los platónicos y, especialmente, en Pla-
con_ «el qué es» (lo. tí estz), en cuyo caso tal vez sería mejor interpretar tón, quien habla de «partes del alma» y de partes «no homogéneas o de
ousza como «esencia». P~ra no introducir un problema adicional pre- diferente especie» (racional, colérica y apetitiva; cf. República IV).
fiero mantener «sustancia» en todos los casos y eventualmente aclarar
Z Si «alma» en cada caso particular pertenece al mismo género (como
en ~ota, cuando el contexto lo requiere, si se trata de un sentido en «gato», «perro», «hombre» pertenecen al género «animal»), entonces,
particular. Par_a la identjficación entre ousía y tí esti cf. Met. 1028a11-15 habrá una sola definición de alma (cf. Hicks 1907: 187). Es decir, los
(donde ademas el «que es>> aparece también asimilado al «esto» en
predicados son ontológicamente posteriores a la sustancia o sujeto del
este caso la forma), 1017a25, 1024bl3-14, 1025bl4 (donde tí esti ~stá
claramente en lugar de ousía). cual se predican. Para la definición canónica de «universal» (como «lo
que se dice, se predica o «se da» por naturaleza en muchos») cf. Me t.
4. Como se ve más adelante (412al9-21; 415b8-12) Aristóteles se decide Z 13, 1038b12-15; De int. 17a39-40 y AnPr. 24al8-19. Que el universal
por creer que es una sustancia (ousía); los pasajes recién citados presentan
6 ARISTÓTELES
ACERCA DEL ALMA 7
predicara otra cosa común. Más aún, (v) si no hay muchas
almas sino [muchas] partes [del alma], tenemos que investigar sustancia. En efecto, principio de toda demostración es «el
10 si lo primero es el alma toda entera o sus partes. También es
qué es» [algo]I 1, de modo que todas aq~ellas definiciones en
difícil determinar cuáles de estas [partes] son por naturaleza nformidad con las cuales no sea posible conocer las [de-
co ] . . .
diferentes las unas de las otras, y si hay que investigar prime- terminaciones] accidentales [de un objeto o que m siqmera 403a

ro las partes que sus funciones, por ejemplo el inteligir o el faciliten conjeturar sobre ellas, es obvio ;ue tod~: las han
f¡ rmulado de un modo dialéctico y vano 1 . Tamb1en es una
intelecto, e1 sentir o la facultad sensitiva. De manera similar
ocurre también en los demás casos. Pero (vz} si las funciones d~ficultad concerniente a las afecciones del alma si todas son
15 son anteriores, habría qpe plantearse de nuevo la dificultad de
también comunes a lo que tiene [alma] o si también hay alguna
si hay que investigar los opuestos antes que tales funciones 8 ; qu(! sea propia del alma -~i~ma. Por cierto que aprehender 5

por ejemplo, lo sensible antes que la facultad sensitiva, lo esto es necesario, pero dificiL Al parecer, en la mayor par:e
inteligible antes que el intelecto. No obstante, parece que no de los casos [el alma] no recibe una acción ni la produce sm
solo es útil conocer el qué es [algo] para considerar teórica- el cuerpo; por ejemplo, enojarse, confiarse, :petece~ y, en
mente las causas de las [determinaciones] accidentales de las general, sentir. Inteligir, emp~ro, p~rece lo_ mas_pec~,har [de
sustancias -como sucede en las matemáticas, qué es lo recto ella], y si eso también es un cierto tipo de ~agmac10~ ~ no
20 y lo curvo, o qué es la línea y la superficie para comprender
se. da sin imaginación, ni siquiera sería posible que ~xistiera 10

a cuántos [ángulos] rectos equivalen los ángulos iguales de un sin un cuerpol 3 • Ahora bien, si hay algo que es prop10 de las
triángulo- , sino que además las [determinaciones] acciden~
9

tales, inversamente, contribuyen de un modo significativo al 71. Por eso Aristóteles sostiene que del «q~é es» no hay _de:n?stra-
ción or ue es principio de la demostracwn y, como pnnc1p10, es
conocimiento del «qué es». Pues cada vez que podamos dar
una explicación de las determinaciones accidentales, ya sea de
inde~os:able (cf. Met. 991a31-32; 1001al3; 1025b14. AnPr46a34-37.
AnPo 76a31-32; 100b13).
todas o de la mayor parte [de ellas], según se nos aparezcan 10, 12. Probablemente se refiere a Platón; Aristóteles pa~ece ~star o~o­
25 entonces también podremos decir lo más adecuado sobre la niendo «dialéctica>> (el me todo filosófico por antonomasxa segur: P~at~n;
cf. República53le4-6. Véase también República534b, donde dxalectico
es el que capta la definición de la eser:ci_a.~e cada c~~a; Fedro 266b~c,
donde la dialéctica es el método de diVISIOn y reumon que «permite
«animal» no es nada puede entenderse en el contexto del argumento habl~ y pensar»; Crátilo 390c, donde dialéctic? es el que sabe pre-
en el que Aristóteles se esfuerzapor mostrar que no es ousía; pues todo guntar y responder) a método demostra~ivo. D~cho con pal~br~ de
universal es un predicado y la ousía (i. e. la «sustancia>> o «realidad»}"es Aristóteles, lo que implícitamente se esta op?mendo es el silo~smo
aquello de lo cual lo demás se predica (cf. Met. Z 13). dialéctico (que parte de premisas reputadas -endoxa- y ~or eso _mismo
8. Esto es, los opuestos a las funciones son las facultades pasivas. plausibles) y el silogismo científico, que par~~ de premisas pnmeras,
9. A dos rectos: 180°. verdaderas, inmediatas, causa de la conc~us:on, etc. (e~. 'f!P: 100a27-
10. Este es uno de los pasajes en DA en el que phantasíano puede signi- b23· AnPo 71 b r6-33). Para las criticas de Anstoteles a la d1alectíca como
ficar «imaginación» (en el sentido de la facultad de producir imágenes), «sil~gismo débil» cf. AnPr. 46a31-b2 y Berti 2004b.
sino «apariencia» o «aparecer» (cf. también 428b3-4, donde la forma ' 73. Este es un buen argumento. en contra de la inmo~~lidad del alma:
verbal phaínetai debe significar «aparece»; para el mismo uso y ejemplo el alma racional y el pensar, que es su peculiar actividad, no. se ~~n
cf. Aristóteles, De insom. 460b18-19). sin un cuerpo. Que el pensar no se da sin un cue~o ~s la concluswn
que uno debería sacar luego del argumento que Anstoteles desarrolla
8 ACERCA DEL ALMA 9
ARISTÓTELES

funciones o de las afecciones del alma, será posible que ella sea incluso un caso aún más claro: aunque no suceda nada temi-
separable. Pero si nada es propio de ella, no será separablei4 ble, las personas llegan a encontrarse sumidas en afecciones 25

sino que será como lo que es recto que, en cuanto recto, tien~ propias de lo temible. Y si es así, se hace manifiesto que las
múltiples propiedades, como tocar la esfera de bronce en un. afecciones son formas materiales 17• Así pues, sus definiciones
15
I5 punto ; pero lo recto, por estar separado, no podrá tocar de

este modo pues, dado que siempre se da acompañado de un 7Z Jannone-Barbotin 1966 ad loe. y Barnes (1979: 36, n. 5) leen en hjle(i)
cuerpo, ~s inseparable [de él]. Parece, no obstante, que todas con los codd. CE. Conservo, sin embargo, la lectura de Ross (ényloz},
l~~ afecciones del alma -como cólera, calm.a, temor, compa- respaldada por los codd. UXTPL: y por todos los comentadores antiguos
swn, confianza, y además alegría, amor y odio- también se y medievales (cf. [Filópono] In Arist. De an. 54, 12-15; 55, 23; 63, 19;
568, 23-24. [Simplicioj, In Arist. De an. 20, 5. Temistio, In Arist. De an.
dan acon:pañadas de un cuerpo, pues hay un cuerpo que es Paraph. 7, 24-25. Sofonias, In Arist. De an. Paraph. 8, 24). Esta célebre
afectado JUnto con ellas. Se puede mostrar, sin embargo, que caracterización de «estado afectivo o afección» (páthos) se propone
20 a veces, aun cuando ocurren fuertes y claras afecciones, no se enfatizar que los estados anímicos no pueden separarse del cuerpo en
produce estado alguno de excitación o temor; en otras oca- el cual se realizan (como el mismo Aristóteles observa en DA 403a15-
19). Discuto con un poco más de detalle este asunto en la Introducción,
si_ones, en cambio, cuando el cuerpo se agita 16 y se encuentra sección 3 (véase también Rodier, 1900: 34-35). También puede verse
d1spues:o ~al y cqmo cuando [uno] está enojado, es puesto con provecho Met. 1033a5, donde Alistóteles favorece la idea de que
en mov1m1ento por factores pequeños e insignificantes. Hay «el círculo de bronce contiene materia en su forma o estructur~>, o
sea, hay formas que se dan materializadas (como la chatura respecto
de la nariz, en la medida que «chato» es un predicado que únicamente
se aplica a «nariz»; cf. Met. 1030b16-20 y 1037a29-33: «Pues la ousía
pa:a m?str~r que el_ pens~miento humano es siempre representativo es la forma [eídos] inmanente, de cuya unión con la matelia deriva la
o 1magmati~o (cf. uifra_43~a14-17). Y como no hay imaginación 0 denominada «ousía compuesta»; por ejemplo, la concavidad, pues de
representac10n (phantasza) sm sensación (aístkesis), ni sensación sin un la unión de esta con la nariz deriva la nariz chata y la chatura [...]Pero
cuerpo, el pensar se da con el cuerpo. Para más detalles sobre este en la ousía compuesta, como en «naliz chata» y en Calias, también está
problema remito al lector a mi Introducción, sección 1.1. presente la materi~>; véase también Met. 1014b36-1015a7, y Bonitz
14. O sea, su existencia separada del cuerpo será imposible. [1870], 545a32-35). En la sustancia entendida como compuesto («nariz
~~- Este pasaje, que parece identificar las propiedades matemáticas y las chata», «Calias») también estará presente la materia. Dado que para
f1s1cas (en efecto, la recta en cuanto recta «toe~> la esfera de bronce en Aristóteles una nota distintiva de «sustanci~> (ousía) es que, para que
un punto, pero ~n cu~nt? no separable), genera dificultades pues, como algo x sea efectivamente sustancia ese algo debe constituir una genuina
se muestra abaJO, Anstoteles parece mostrar cierto interés en sostener unidad, es decir que no debe ser un mero agregado de partes (cf: Met.
que las propiedades matemáticas puedan confundirse con las físicas. 1037b27; 1039a3ss.; 1040b5-10 y Met. VIII 6), y como el compuesto
Para una posible solución· al dilema ver Modrak 2001: 120, n.3. material no es una verdadera unidad por derecho propio (en la medida
16. .La expre~ión griega denota con bastar! te claridad que Aristóteles está en que depende de la permanenciade la forma y de su materia remota),
hac1:r:do un J~ego entre «uno se enoj~> (orgízetaz} y «el cuerpo se agi®> el carácter genuino de sustancia dicho del compuesto puede estar sujeto
(or~a(i), en sr:ego ambos v~rbos están conectados etimológicamente); a ciertas restricciones. Sin embargo, dado que el compuesto es sustrato
sen~ raro deCir que «el ~uerpo se enoj~>. Lo que Aristóteles parece estar
del cambio, puede ser sustancia hasta cierto punto. El ejemplo de la
haciendo es una analogm entre el estado de excitación o perturbación en realización de la forma «chatura» enfatiza el hecho de que se trata
el que se encuentra el cuerpo (y «sube la presión de la sangre», diríamos de una forma que siempre se da «materializad~> en el compuesto; el
ejemplo de los estados afectivos (páthe) en este pasaje de DA también
nosotros) y el estado en ~1- que se_ en~~entra. una persona enojada, que
no se da sm tal perturbac10n y ex1tac10n a mvel corpóreo. constituye un caso de formas (los estados afectivos son formas en la
ACERCA DEL ALMA
11
10 ARISTÓTELES

son las siguientes: «estar enojado» es un cierto movimiento de «piedras, ladrillos y maderas»; pero ~ay otra [definició~ ~ue
un cuerpo de tal tipo -de una parte o de una facultad- por esto la describirá como] «la forma en vista de tales [propositos
. d e esto ¡sE
o en VIsta . s por eso que el estudio del alma -ya sea que se da] en esas cosas». ¿Cuál de esas [defi~icior:es] es la
de toda [alma] o de una de tal tipo- corresponde ya al físico del físico? ¿Acaso la que se refiere a la matena e Ignora la
qui~n definirá cada una de ellasw -por ejemplo, «¿qué es ei definición, o la que solamente se refiere a la definición? ¿No
enOJO?»- de un modo diferente que el dialéctico, pues este será más bien la que se refiere a lo que se compone de ambas
[lo definirá] como «un deseo de devolver dolor por dolor» cosas? ¿Cuál es, pues, cada uno de ellos? ¿Q es que no hay
l3b o algo por estilo. Aquel, en cambio, como «la ebullición de una sola persona que se ocupe de las afecciones de la materia
la sangre o de lo caliente en torno delcorazón». Y ~~-tanto que no están separadas, ni [de ellas] en cuanto separadas,
uno de ellos da cuenta de la matería:.w;-ei~otro21 . da cuenta sino que el físico trata de todas las funciones y afecciones de 10
d~ J~ forma, es decir de su definición. Esta definiciónlO es un cuerpo tal o cual y de una materia tal o cual, y otro, esto
del hecho, aunque si ha de existir esta [forma] debe estar en es, un artesano23 , se ocupa de algunas [otras cosas] si se diera
una materia de tal o cual tipo 22 . Por ejemplo, la definición de el caso, como por ejemplo un carpintéro o un médico, y de
5 cas~ ,es la si~iente: «refugio que impide la destrucción por la
las afecciones que no están separadas [de hecho] en cuanto
acc10n del VIento, la lluvia y el calor»; otra la describirá como no son propias de un cuerpo tal o cual, pero [son separables]
por abstracción se ocupa el matemático24 , y de las que son 15
separables [de hecho se ocupa] el que se dedica a la filosofí:
n:e?ida en que son «ítems anímicos») que se dan o se realizan «mate-
primerar~ 5 • Debemos regresar al punto del que se aparto
nahzados». O sea, no hay enojo, placer o miedo independientemente nuestra discusión. Estábamos diciendo, pues, que las afec-
26
de un sustrato material-corpóreo en el cual se realicen. ciones del alma, en la medida en que son tales <como>
_78. Cf.la definición de «ira» o «enojo» (orge} en Rhet. 1378a30-32: «un la cólera y el temor, son inseparables de la materia física
deseo de venganza (o «represalia»: timaría) acompañado de dolor debi-
do a un desprecio manifiesto, y de cosas que se refieren a uno mis~o
o a los suyos sin q.ue uno merezca tal desprecio» (cf. también 1382a21-22).
Para un comentano de esta caracterización de la ira o enojo me permito
remitir a Boeri 2007: cap. 7. __ , 23. Un «técnico» o «especialista» (techníte5), alguien que tiene un co-
79. Es decir cada una de lasaf~~~ion~sdel alma. nocimiento experto en un área profesional.
24. Cf. Aristóteles Phys. II 2, 193b22-25; .@observación aristoté~ica está_
20. El físico.
probablemente destinada a enfatizar -tal vez en contra de. Platon- que
27. El dialéctico. la matemática es una disciplina que no se refiere a sustanCias suprasen-
22. E~te pasaje ofrece, en mi opinión, un respaldo sólido al rechazo sibles, sino a sustancias s~:n~-~bles (cf. Cleary 1995: 433-434).
de la mterpretación funcionalista de la psicología aristotélica y al 25. Aristóteles .sostiene que la tarea de la filosofía primera (i. e. la
consecuente rechazo de la sugerencia según la cual Aristóteles habría «metafísica») es 'éJ-.estudio de aquellos objetos que exist~n de u_n modo
aceptado la tesis de la «múltiple realizabilidad de lo mental». Como independiente o separado (Met. 1026al0-15). O sea, a .~1ferenc1a d~ los
p~ede .verse aquí, el alma como forma solamente puede darse en un
objetos matemáticos, que son sepa~ables por ~bstracciOn de I,os o?Jet~s
czerto ti~o de materia o sistema material, i. e. el que puede ser descripto materiales en los que se dan, los obJetos propiOs de la filosofia pnmera
como Siendo capaz de dar lugar a funciones orgánicas (como se ve más
adelante en DA 412a28-29; b5-6). Sobre este importante asunto cf. son por sí mismos separados.
nuestra Introducción, sección 1.1. 26. Agregádo de Ross.
12 ARISTÓTELES
13
de los ani~~les de este modo, y no como lo son la línea Y:
27

. la superfic1e28 • ·

II

que estamos in_vest-igando lo concerniente al alma,


D ADO
es necesario que, ~l_misiT1_Q tiempo que recorremos las
dificultades reªpecto de las cuales debemos encontrar la so-
20

lución a medida que avancemos, resumamos las opiniones


de los que nos precedieron, quienes manifestaron algo sobre
el alma, de mar1:era que tomemos lo que está bien dicho y, si
algo no está bien dicho, nos precavamos de ello29 •
El comienzo de nuestra investigación consiste en propo-
ner lo que especialmente parece ~-~nt:<::~r~l alma según su 25
~ª"-Claramente parece que lo animado sobre todo se
diferencia de lo inanimado por dos [características]: el movi-
miento y la percepción sensoriaP 0 • Prácticamente estas dos
27. En este caso zoia ya debe significar «animales», no solo el más [características] sobre el alma nos han transmitido nuestros
g~nérico «seres vivos» o «vivientes» pues los estados afectivos (como
c?lera o temor) solamente son propios de los animales, es decir, seres predecesores, pues algunos31 sostienen que, en particular y
VIvo~ capaces. de experimentar sensaciones. Al decir que los estados
afectivos son mseparables de la materia física de los animales Aris-
tóteles repite su tesis de que los estados afectivos están anclado~ en la 29. Para la relevancia, de la prescripción metodológica anunciada aquí
materia (cf. supra 403a25: lógoi ényloz). cf. nuestra Introducción, sección 2.
28. Los objetos matemáticos (como línea o superficie) en cuanto tales 30. El movimiento se refiere, fundamentalmente, a la capacidad de
s?n separables conceptualmente (o en el pensamiento) del objeto mate- desplazarse que puede tener el ser vivo o al movimiento locativo
~al del cual son abstracciones. Las afecciones del alma, en cambio, son que puede tener un ser vivo como una planta que, sin desplazarse,
mse~arables del cue~o _incluso en sentido conceptual o mental. Hay experimenta de todas maneras un cierto tipo de movimiento locativo
pasajes en los que An~toteles habla como si los objetos matemáticos (cf. Phys. 261a15-20). «Movimiento» también puede significar cambio
abstractos fueran propiedades de los cuerpos físicos; por ejemplo, en de cantidad (crecimiento o decrecimiento), propio del alma nutritiva-
Phys. II ~ afirma que los cuerpos físicos contienen (échei ta physikit sómata) vegetativa. El ser capaz de sentir o percibir (aisthánesthaz) es lo que,
superficies, volúmen_es (o «sólidos»; sterea}, longitudes y puntos (193b24- corno insiste más adelante Aristóteles, está asociado a las sensaciones
25), pero luego sostiene que el matemático no examina cada una de más básicas y primitivas del animal y lo que caracteriza a un animal
e~tas c~sas en ~.antolímite del cuerpo físico (193b31-32). En Met. XIII es ' como un ser vivo de ese tipo; pero la sensación también desempeña un
aun mas explicito y argumenta que los objetos matemáticos no existen papel decisivo en el dominio epistemológico (cf. Met. I_ ~y AnPo. II_ 19),
separadamente de los objetos físicos ni en los objetos físicos, sino «de ya que sin sensación no hay imaginación o representacwn (phantasza), y
otra manera» (1077b 15-17; 1078a3-5). Para una discusión detallada del sin imaginación no hay pensamiento y, por tanto, tampoco concepto.
primero de estos pasajes de Met. XIII cf. Cleary 1995: 305-307. 37. Se refiere a Platón; cf. Fedro 245c ss.
57

UBRO II

B ASTA con lo dicho sobre las doctrinas transmitidas por los 412a
que nos precedieron acerca del alma. Emprendamos un
nuevo comienzo e intentemos ~--qué es el alma y 5
1111

:::1

cuál sería su definición más general. ;tiablam~-~~-'~<_sus~p_:::~


;;¡
cia» como de un g~p.erQJ.ieJo qJJ.~~-~.:yde ·esfá- en un sentido
!'-1
como materia, lo que por sí mismo no es un «esto», en otro
sentido la configuración o, más precisamente, la forma, en
virtud de la cual ya se dice un «esto» y, en tercer lugar, lo que
se compone de ambas cosas 151 ~!!lat~rja_ _g~p=91~~~' en ,,,
tanto que la{fc)r~a_c::~-~ad, /y esto---üftirno se entiende 10
de dos maneras: (z) en un senti-a_c;,como el conocimiento; en
-º1!.9.' (iz) como
--"-~---- ------------
el ejercicio
- - --· --·
[de
- -
dicho conocimiento]J
- ---~ ---
Parecen
ser sustancias sobre todo los cuerpos 152 y, entre estos, los
naturales, pues ellos son principios de los demás. Entre los
cuerpos naturales, algunos tienen vida, otros no la tienen.
Llamamos «vida» a la autonutrición [de un ser vivo], al
crecimiento y al decrecimiento. Todo cuerpo natural que 15
participa -~~-~..YiQ_a, por lo tanto, serrunaYustanci~ y una
sustanCia entendida en el sentido de compuesto. Pero puesto
que también hay un cuerpo de tal tipo -i. e. que tiene vida-,

757. Estos son los tres significados básicos de ~n Aristóteles; como


se ve enseguida, el alma únicamente puede ser ousía (sustancia) en el
sentido de «forma». Para el «alma» como ousía en el sentido de «causa
del ser>> (y como lo que no se dice de un sujeto) cf. Met. 1017al5-16
752. Cf. MetVII 7-8.
sB ARISTÓTELES ACERCA DEL ALMA 59

<--~L~l~_a_no será un cue:r:Eo, pues el cuerpo no se encuentra de que son completamente simples, también son órganos;
entre lo que-[seaícéTcie umustrato, sino que más bien es como por ejemplo, la hoja es la protección del pericarpio, y el pe-
un sustrato, es decir, materia. Es forzoso, entonces, que el ricarpio lo es del fruto. Y las raíces son análogas a una boca
zo alma sea una sustancia en el sentido de forma de un cuerpo [de un animal], pues ambas cosas absorben el alimento, Si,
natural que en potencia tiene vida. Pero la sustancia es una e~ectivamente, hay que mencionar una [característica] común s
actualidad; por lo tanto, es la actualidad de un cuerpo de tal en ,todo tipo· de alma, esa sería que [el alma] es la actualidad
índole. Dicha actualidad se dice~l1:l.O-ei primera de un cuerpo natural orgánico 157• Es por eso también
<conoc_imiento y (iz) como el ~j_e_r_~~m~].
Es evidente, entonces, que [el alma es una ~ en
-.. el sentido del conocimiento, pues la existencia del sueño instrumento del alma» (1998: 4; el destacado en elemental es mío. Cf.
también Bos 2002: 278, donde argumenta que en Aristóteles «cuerpo
zs y la vigilia:presliponeñlaexistencia del alma y, la vigilia natural» nunca es el cuerpo de una criatura viviente, sino siempre un
es análoga al ejercicio del conocimiento, en tanto que el «cuerpo elemental»). Pero esta interpretación tiene un escollo siste-
sueño, a tener y no ejercitar [dicho conocimiento)1 53 • El cono- mático decisivo: según Aristóteles, los elementos son inanimados, es
decir, no tienen alma (cf. Phys. VIII 4, 254b33-255a30). Una solución
cimiento es anterior en cuanto a su generación en el mismo ·
intermedia sería interpretar organikón como «organizado» (esa es la
[individuo] 154 • Por lo cual, el alma es la actualidad primera_d_e salida de Smith 1995, en su traducción de DA 412a28-bl. Pero en la
un cuerpo natural que en potencia tiene vida¡_:;5 . Y es de tal . línea siguiente traduce árgana por «organs>), que sin duda es la tra-
412b índole el que es orgánico
156
• Las partes de las plantas, a pesar ducción correcta). Lo que me parece importante señalar es que en el
contexto es bastante obvio que Aristóteles cree que organikón y árgana
son prácticamente lo mismo. Ahora bien, una cama o un hacha -para
poner un par de ejemplos típicos de artefactos aristotélicos-, aunque
753. O sea, el alma es una «actualidad primera>), i. e. es la facultad o son sistemas «organizados», no son sistemas orgánicos en el sentido de
capacidad de ejercer una actividad. un ente capaz de desplegar poderes anímicos o vitales como aquellos
754. Es decir, la posesión del conocimiento es anterior a su ejercicio en los que está pensando Aristóteles: alimentarse, crecer, decrecer,
por parte del individuo. experimentar estados afectivos de dolor o placer, sensaciones y,
755. El griego~physikón puede significar tanto «físico)> como «natural>); eventualmente, pensar. En contra de Bos puede citarse el pasaje de
que este último significado es el apropiado en este contexto lo muestra De respiratione 476a18-19, donde órganon claramente significa «órgano>),
e_l _hecho de 9ue, aunque un cuerpo como una piedra e:; un cuerpo pues el ejemplo de Aristóteles allí es «lengua» (cf. también 474b18).
f1Slco, no es, sm embargo, un cuerpo que en potencia tenga vida (i. e. un Creo que se trat?- de un pseudoproblerna: órganon puede significar tanto
cuerpo que sea capaz de desplegar poderes anímicos como alimentarse, «instrumentó>~~omo «órgano», y es claro que, al menos en algunos
tener sensación o pensar). El problema es que Aristóteles tiene una sola pasaje~, Aristótel~s saca provecho de esta ambigüedad: un órganon en el
palabra para decir las dos cosas, pero en el contexto no cabe duda de animal es un «instrumento biológico>), algo que sin duda nunca puede
que «físico>) es mucho más amplio que «natural>): aunque todo éuerpo ser un hacha o uria cama, que solamente son instrumentos artificiales.
natural es un cuerpo físico, no todo cuerpo físico es un cuerpo natural. , 757. Esta definición presenta no pocos problemas; algunos de ellos han
756. Aunque algunos intérpretes argumentan que en Aristóteles sido analizados por Charlton 1995; la primera de dichas dificultades
organikón nunca significa «orgánico», sino «instrumental» (cf. Bos 1998: tiene que ver con el hecho de que la definición comienza con una claúsula
3; 2000: 25; 2002: 278-279), no veo cómo en este pasaje la palabra po- condicional. Si la definición de cualquier término debe captar o incluir
dría significar «instrumental>), Bos propone interpretar la definición de lo que es común a todo aquello a lo que se aplica, no hay razón para
psyché de DA 4.12b5-6 de la siguiente manera: «es la entelequia primera introducir esa prótasis condicional (Charlton 1995: 244). No creo, en
de un cuerpo natural elemental que en potencia posee vida y que es el cambio, como Charlton, que esté de más la introducción del adjetivo
6o ARISTÓTELES ACERCA DEL ALMA 61

que no hay que investigar si el alma y el cuerpo son una sola está, lo dicho de la parte a la totalidad del cuerpo viviente.
cosa, como tampoco si lo son la cera y la figura [que en ella Pues de manera análoga a como la parte se da respecto de la
se graba], ni en general la materia de cada cosa y aquello de parte, así también la sensación en su totalidad se da respecto
lo cual es materia. Pues [aun cuando] «uno» y «ser» se dicen de todo el cuerpo que siente en cuanto tal. No es lo que ha 25
de muchas maneras, la actualidad es lo que [se dice «uno» y perdido su alma lo que tiene la capacidad de vivir, sino lo
«ser»] en sentido estricto. que la tiene. El esperma [en los animales] y el fruto [en las
10 Ahora bien, se ha dicho en general qué es el alma, pues plantas] es lo que en potencia es un cuerpo de tal tipo. Ahora
es sustancia en el sentido de forma 1511 , y eso es el «qué era bien, tal como el corte [en el caso del hacha] y la visión [en el
--~~~~----- ~-~ ~--~~~ ~ '
ser» de un ctrerprr-de-tal-tlpo. Es como sí se supusiera que del ojo], así también la vigilia es una actualidad; el alma, en 413a

un instrumento como un hacha fuera un cuerpo natural. El cambio, lo es tal como la vistay la capacidad del órgano 161 •
«ser hacha» sería su sustancia y eso sería su alma. Y una vez El cuerpo, por su parte, es lo que es en potencia; pero tal
que esta estuviera separada, ya no habría hacha, a no ser en como un ojo es la pupila y la vista, también en este caso el
15 sentido homónimo, pero ahora es un hacha. Pues no es de un alma y el cuerpo son el animal. Por lo tanto, que el alma no
cuerpo de este tipo que el alma es el «qué era ser», es decir,· es separable del cuerpo, o algunas partes del alma, si es que 5

la explicación formal, sino de un cuerpo natural de tal tipo por naturaleza es divisible, es evidente. Pues la actualidad
que tiene el principio del movimiento y del reposo en sí mis- de algunas de ellas es la de las partes mismas. Sin embargo,
mo. Debemos considerar lo dicho también en el caso de las nada impide que algunas [partes seán separables] ya que no
partes 159 , pues si el ojo fuera un animal, su alma sería la vista. son actualidades de ningún cuerpo. Más aún, no es claro si
20 Esta es, en efecto, la sustancia del ojo, [sustancia} en cuanto el alma es la actualidad de un cuerpo en este sentido como
forma. Pero el ojo es la materia de la vista; cuando la vista es el marinero de la nave 162 •
removida, el ojo ya no es ojo, a no ser en sentido homónimo,
como el [ojo] de piedra o el pintado 160 • Hay que aplicar, claro un órgano sensorio debe estar animado; si no lo está, no funciona como
un ojo y, por ende, no es un ojo en sentido propio.
767. Es decir, el alma es una «actualidad primera», o sea, una actua-
«primera» calificando a «actualidad»; como se había aclarado antes lidad en el sentido de capacidad o facultad.
(412a10-11), «actualidad», dicho del alma, debe entenderse en el primer 762. En realidad, el alma no puede ser una actualidad como el mari-
sentido de «actualidad», es decir, como una capacidad. nero en la nave. Si lo fuera, el alma pod1ía ser confundid§!- con un ítem
758. La expresión griega es he kata ton lógon y lógostiene su significado corpóreo (quod non en opinión de Aristóteles). Miguel de Efeso (citando
habitual de «forma» (para un uso similar de lógos cf. infra 415b 14-15 y como propio un pasaje de De anima 79, 19-20 de Alejandro de Afrodisía)
Phys. 200a14-15). retoma la analogía para argumentar que «el alma en nosotros no es (
759. ¿Las partes del cuerpo o las del alma? Hicks cree que deben ser como el remero en la nave, sino que es una cierta forma y perfección»
las partes del cuerpo (cf. 1907: 317), pues antes habló de las partes del (Miguel, In librum de animalium motione 116, 9-10). Alejandro es incluso
cuerpo como árgana y las definió por sus funciones. El ejemplo que mucho más enfático cuando argumenta que el único caso en el que el
viene a continuación («ojo») claramente indica que está pensando en marinero de la analogía aristotélica sería viable es aquel en el que el -
partes corpóreas. Creo además que es posible que Aristóteles esté re- piloto se puede identificar con el arte de pilotear (téchne kubernetike} una
tomando lo que ha dicho antes al hablar de «las partes de las plantas» nave. En ese caso únicamente el alma podría estar en el c]lerpo como
(en 412b1; véase también 416a4-5). «un estado y una forma en la materia» (Alejandro, De anima 15, 10-12).
760. O sea, para que un órgano sensorio como un ojo sea efectivamente El arte del pilotaje es diferente del piloto mismo: en tanto este es un
62 ARISTÓTELES

10 Quede determinado de esta manera y de un modo esque-


mático nuestro esbozo sobre el alma.

11

que lo que es claro y más cognoscible en un sentido


D ADO
conceptual procede de lo que es oscuro pero más evi-
dente, hay que procurar encaminarse así de nuevo al examen
del alma163 • Pues el enunciado definidor no solo debe mostrar

163. Al comienzo de Phys. I 1 Aristóteles argumenta que no es lo


mismo cognoscible para nosotros que cognoscible por sí o en sentido
absoluto. Esta distinción debe entenderse en el sentido de que lo que
en un primer momento (próton) es claro y evidente para noso.tros son los
compuestos, las cosas particulares de nuestra experiencia sensible (este
es un modo apropiado de entender la aparente paradoja de este pasaje
de DA, donde algo puede :«s~~ más oscuro» y al mismo tiempo «evi-
dente» (413all: ek tón asap~ónJpJ:n phanerotéron): es más oscuro porque lo
que conocemos del objeto no'son sus principios explicativos, pero a la
vez es «evidente» porque se hace manifiesto en la percepción sensible.
Solo en una segunda instancia (hjsteron) y a partir de tales cosas se nos
hacen cognoscibles los elementos y los principios que distinguen y,
consecuentemente, explican tales objetos (cf. Phys. 184al9-23). Dicho
de otro modo, las cosas del mundo sensible son, en el orden del tiempo,
primeras para nosotros, pero en el orden de la fundamentación o de la
explicación son posteriores a nuestra percepción, porque no percibimos
los elementos que explican los fenómenos de modo directo, sino en un
momento posterior y a partir de tales fenómenos. Aquí se distinguen
dos sentidos de «primero»: uno estrictamente temporal (en el sentido
de que aparece primero -a nuestra percepción- en el tiempo), y otro
ontológico que tiene que ver con la fundamentación del objeto: si A
explica o fundamenta a B, A es anterior a B. Este, como se ve, es un
sentido de «primero» muy cercano a la llamada «prioridad ontológi-
ca», porque aquello que puede existir independientemente de otras
cosas es fundamento de lo no eterno y corruptible, y puede llamarse
con propiedag «anterior a» las demás cosas. Pero, de acuerdo con las
distinciones que encontramos en otros tratados aristotélicos, esto no es
compuesto y, por ende, un ítem material, aquel es una forma. estrictamente «prioridad en el tiempo». En Cat. 12 Aristóteles sostiene

que una cosa etmfVERtrSIOADraóEAN~~~~~';;


BIBLIOTECA ~~f\JTO A 1 -
ARISTÓTELES
ACERCA DEL ALMA 6s
15 el hecho -como dice la mayor parte de las defin~ciones-,
de modo similar en ambas direcciones y en todas direccio-
sino que [en él] también tiene que darse y hace·rse evidente
nes. Es el caso de todo lo que siempre se alimenta y vive de 30
la causa 164 • Sin embargo, los enunciados de las definiciones.
un modo continuo en tanto sea capaz de obtener alimento.
de ahora son como conclusiones; por ejemplo, ¿qué es la.
Este [tipo de vida] puede darse separadamente de los demás,
cuadratura? Que un rectángulo equilátero sea igual a .uno
pero los demás, en el caso de los seres mortales, no pueden
que no es equilátero. Pero una definición d~ este tipo es un
darse sin éJl 66 • Esto es evidente en las plantas, pues ellas no
enunciado de una conclusión. En cambio, la que dice que la
tienen ninguna otra facultad del alma 167• Vivir, por tanto, se 413b
cuadratura es el descubrimiento del medio [proporcional]
da en los animales debido a este principio, y el animal lo es
20 expresa la causa de la cosa. Ahora bien, habiendo tomado ·
prioritariamente a causa de la sen~ación, pues incluso_ a las
un nuevo punto de partida de nuestra investigación, decimos
cosas que no se mueven ni cambian de lugar pero tienen
que lo animado se distingue de lo inanimado por vivir. Sin
sensación las llamamos «animales», y no decimos solamente
embargo, «vivir» se dice de muchas maneras, y sostenemos
que «viven» 168 • El tacto se da en todos [los animales] como
que algo vive únicamente si uno de estos [factores] se da
elaspecto primario de la sensación 169 • Y tal como la facultad 5
[en ello]: intelecto, sensación, movimiento y reposo según ·
nutritiva puede darse independientemente del tacto y de toda
el lugar, y además el movimiento que se da en el proceso
sensación, así también el tacto puede darse independiente-
25 de alimentación, decaimiento y también crecimiento 165 • Es
mente de los demás sentidos. Llamamos «facultad nutritiva» a
por eso que también todas las plantas parecen estar vivas,
la parte del alma que es de un tipo tal que también las plantas
pues evidentemente tienen en sí mismas una facultad y un
participan. Todos los animales, en ca~bio, evident:men,te
principio en virtud de los cuales admiten no solo crecimiento
tienen el sentido del tacto. Más tarde diremos por que razon
sino también decaimiento según lugares opuestos, pues no
sucede cada una de estas cosas 170• Por ahora basta solamente 10
crecen hacia arriba sin hacerlo hacia abajo, sino que crecen
con decir que el alma es un principio de estas [facultades] ya
mencionadas y que se determina por ellas: por la facultad
héteron hetérou) de cuatro maneras: en primer lugar y en el sentido más nutritiva, sensitiva, del pensar y por el movimiento. Si cada
estricto, según el tiempo, como cuando se dice que una cosa es más una de ellas es alma o una parte del alma y, si es una parte,
vieja y más antigua que otra (14a26-28). si es tal que es separable únicamente conceptual o también 15
764. AnPo. 93a1-8. locativamente, no es difícil advertirlo respecto de algunos de
765. O sea, el término «vivir» es un homónimo pues puede decirse
de (z) una planta -cuyas únicas operaciones vitales son alimentarse,
crecer, decrecer, reposo en un lugar, y reproducirse-, pero también (iz) 766. Esto es, la «vida nutritiva o vegetativa» es condición necesaria
de un animal que, además de esas operaciones, tiene sensaciones (con de todas las demás formas de vida.
lo que ello implica, i. e. imaginación, deseo y, P?r ~nde, place~ y dolor, 767. Es decir, solamente tienen la facultad nutritiva o vegetativa (to
además de una forma rudimentaria de «conocimiento» sensible, etc.) threptikón).
y, finalmente, en la cumbre de la scala naturae, (iiz) de un s~r humano 768. Para la sensación (aísthesis) como principio distintivo del animal
que, además de las operaciones que poseen los entes descnptos en (z) cf. también De sensu 436b 10-12.
y (iz), posee actividades anímicas intelectuales con todo!? q~e eso tam-
bién conlleva (i. e. conocimiento no sensible, aprehenswn mtelectual, 769. Para el tacto como el sentido del cual no puede carecer ningún
elección, decisión, etc.). Cf. DA 412 al4-15. animal véase también De sensu 436b 12-14.
770. Cf. DA II 10-12.
66 ARISTÓTELES ACERCA DEL ALMA 67
esos casos, pero otros implican una dificultad. En e_fecto, tal alma, es manifiesto a partir de esto que no son separables 173 ,
como resulta evidente que algunas plantas siguen viviendo como algunos sostienen. Sin embargo, que son diferentes en
aun estando divididas y separadas entre sí, ya que el alma en cuanto a su definición es evidente, pues la facultad sensitiva
ellas -[o sea] en cada planta- es una sola en acto pero múl- es diferente de la que opina 17\ si en realidad sentir también Jo
tiple en potencia, así [también] vemos que, en relación con [es distinto] de opinar, y del mismo modo también en lo que
20 otras distinciones del alma, sucede en los insectos que están respecta a cada una de las demás [facultades] mencionadas.
divididos. Pues cada una de dichas partes tiene sensación y Además, algunos animales tienen todas estas [facultades];
movimiento locativo; y si [tiene] sensación, también tiene otros, algunas de ellas, y otros, únicamente una de ellas 175 ,
imaginación y deseo ya que donde hay sensación, también y esto producirá una distinción entre los animales. Por qué 414a
hay dolor y placer, y donde están presentes estas [afeccio- razón es así, debemos examinarlo más tarde. De un modo
nes], forzosamente también hay apetito 171 • Sin embargo, en similar también sucede en relación con los sentidos, pues
25 lo que concierne al intelecto, es decir, a la facultad teórica, unos los tienen todos; otros, algunos, y otros, uno solo, el
[la cuestión] todavía no es evidente, sino que parece tratarse más necesario: el tacto.
de un género diferente de alma y ese [género de alma] sola- · Pero puesto que [la expresión] «aquello gracias a lo cual
mente puede ser separado, tal como lo eterno respecto de lo vivimos y sentimos» se dice de dos maneras, tal como [la ex- 5
corruptible 1n. Pero en lo que se refiere a las demás partes del presión} «aquello gracias a lo cual conocemos» -nos referimos
en un caso al conocimiento y en otro al alma, pues afirmamos
que conocemos gracias a cada una de esas dos cosas-, de igual
771. Este pasaje es, en cierto modo, decisivo para advertir la relevancia
de la sensación (aísthesis) como facultad cognitiva básica que, por así modo también estamos sanos en un caso debido a la salud; en
decir, desencadena o «dispara» facultades o ítems intencionales como otro, debido a una cierta parte del cuerpo o incluso a su totali-
la imaginación (phantasía), el deseo (órexis), el placer y el dolor. Por lo dad. Pero, de esas cosas, tanto el conocimiento como la salud
general traduzco órexis por «deseo» y epithymía por «apetito». El hecho
son configuración y una cierta forma, es decir, una definición;
de que Alistóteles defina técnicamente epithymía como «deseo de lo
placentero» (Top. 140b27; Depart. an. 66la8; Rhet.l370al7; DA414b5-6) es como si fueran una actividad [del cuerpo] que recibe. En un 10
hace pensar en un deseo irracional, de donde «apetito». caso, de lo que es capaz de [recibir] el objeto de conocimiento;
772. Se refiere, claro está, al alma racional. Sobre las dudas que mani- en el otro, de lo que es capaz de recibir el objeto de la salud.
fiesta Aristóteles a lo largo de todo el tratado respecto de la posibilidad En efecto, parece que la actividad de los [factores] activos se da
de que pueda existir este tipo de alma separada del cuerpo me permito
remitir a la Introducción, sección 1.1, donde presento un argumento en lo que es afectado y en lo que se encuentra dispuesto. ·Pero
conceptual y textual para mostrar que hay más razones para creer que
Aristóteles no susclibe la inmortalidad del alma después de la muerte,
que sería un caso de «separabilidad» o, más precisamente, un caso de según ellugar.V éase también 413b 11-14 y 429a27-28. Para la expresión
una forma que no se da en un compuesto, violando un principio básico «alma intelectiva o racional» (dianoetike psyche} cf. 43lal4.
del hilemorfismo. Gerson (2004: 352-353) especula que el intelecto no 773. En efecto, ni el alma nutritiva ni la sensitiva pueden seguir siendo
es una función psíquica. Pero si ese fuera el caso, no veo cómo habría lo que son independientemente del cuerpo.
que entender dianoetikón -una de las expresiones que usa Aristóteles 774. «La facultad de la opinión» (to doxastikón), otra manera de ha-
para referise al alma intelectiva- en DA 414a31-32, donde es una entre blar del alma racional o intelectiva (413bl3; 414a32; b18; 429a28;
valias dynámeis (capacidades, facultades o <<funciones») del alma junto 43lal4).
con lo nutritivo, lo sensitivo, lo desiderativo y lo que mueve al animal 775. El tacto.
68 ARISTÓTELES 6g

~a es prioritariamente aquello gracias a lo cual vivimos,


sen~_y_pensamos, de m<?.?o que será un cierto p_rin_cipio
--e;z-~tiY~_,_ es decir, un~~~~~' esto es, s:ustratn.__
Pues «sustancia» se dice de tres maneras, según dijimos: forma,
15
materia, y lo que se compone de ambas. Y de ellos, la materia es 111
potencia y la forma actualidad; dado qu~ lo que se compone de
/~~~ado, el cuerpo no es la actualidad del alma; e las facultades del alma mencionadas, algunos tienen todas, Jo
//sino que esta [es la actualidad] de un cierto cuerpo. Es también
( por esa razón que hacen una suposición apropiada aquellos a
D según dijimos; otros, algunas de ellas, y otros, una sola.
Mencionamos las facultades nutritiva, sensitiva, desiderativa,
'!
20 los que les parece que el alma no existe sin un cuerpo ni es motriz según el lugar, intelectiva. Las plantas solamente tienen
1 un cierto cuerpo 176 • En efecto, no es un cuerpo, sino algo del la nutritiva, otros [seres vivos] tienen esta y también la sensitiva. 414b
cuerpo 177, y por eso se da en un cuerpo, y en un cuerpo de una Pero si [tienen] la sensitiva, también tienen la desiderativa, pues
cierta índole. No es como [pensaron] los que nos precedieron, el deseo es apetito, cólera, y deseo racional 178• Todos los animales
que la adjuntaban a un cuerpo, sin determinar para nada en tienen al menos un sentido, el tacto, y el que tiene sensación tiene
qué o en cuál [cuerpo], auJ cuando no sea manifiesto que una placer y dolor, lo placentero y lo doloroso, y cuando estas cosas
cosa al azar sea capaz de recibir una cosa al azar. Es así como se hacen presentes también hay apetito, pues este es un deseo s
25 sucede también según la definición, pues la actualidad de cada de lo placentero. Más aún, [los animales] tienen la sensación del
cosa sobreviene por naturaleza a lo que existe en potencia y a la alimento, pues el tacto es sensación del alimento 179• En efecto,
materia apropiada. Por consiguiente, que [el alma] es una cierta
actualidad, es decir, un principio explicativo de lo que tiene
178. Pasajes como este muestran que boúlesisno puede interpretarse como
potencia de ser tal, es evidente a partir de estos [argumentos]. «voluntad» (tal como desafortunadamente todavía insisten en hacer algu-
nos intérpretes y traductores de Aristóteles, sobre todo de lengua española).
Este texto prueba, con toda claridad en mi opinión, que la boúlesis (una
forma estrictamente racional del deseo que, por tanto, solamente puede
estar presente en el ser humano) no puede entenderse como voluntad
en el sentido de una facultad (como tiende a hacemos pensar en nuestra
lengua -y en general en las lenguas modernas-la palabra <<Voluntad»).
Si en realidad boúlesis pudiese significar «voluntad», habría que explicar
176. Creo que la relevancia de esta sutil observación de Aristóteles por qué Aristóteles hace depender la boúlesis de la «facultad de desear»
difícilmente puede ser exagerada; en efecto, es descriptiva del modo (to orektikón), la cual a su vez, debe depender de la facultad sensitiva (to
en que la psicología aristotélica se distancia de la psicología platónica aisthetikón). Que la boúlesises una forma estrictamente racional del deseo se
(«el alma no existe sin un cuerpo») pero, al mismo tiempo, conserva un ve también en DA 432b5-6 y 433a26-27, donde queda claro que cuando
supuesto fundamental del platonismo («el alma no es un cierto cuerpo»). el deseo está asociado a la parte racional del alma es boúlesis, en tanto que
La innovación de Aristóteles consiste en enfatizar que las operaciones cuando lo está a la parte irracional es apetito (epithymía) o cólera (thymós).
anímicas no pueden ocurrir independientemente de un cuerpo. Para Cf. también EE 1223a26-27; un examen más o menos sistemático del
una discusión detallada de estas líneas me permito enviar a Boeri 2009. deseo o querer racional (boúlesis) puede verse en ENIII 4-5.
177. Este tipo de pasaje justifica el enfoque atributista. Ver Introduc- 179. Como se verá enseguida, el «tacto lingual>~ (o «que se da en la
ción, sección 1.2. lengua»; 423a17) es una forma especial de tacto, pues el gusto se en-
ARISTÓTELES ACERCA DEL ALMA 71

todos los seres vivos se alimentan de cosas secas, húmedas, Es evidente, por lo tanto, que del mismo modo habrá 20

calientes y frías, y el tacto es una sensación de estas cosas. Las una sola definición tanto de alma como de figura, pues en
demás [cualidades] sensibles, en cambio, [son captadas por el este caso no hay una figura aparte del triángulo y las [figuras]
tacto] accidentalmente, pues un sonido, un color o un olor no sucesivas, ni tampoco en aquel caso hay un alma aparte de las
10 contribuyen en nada al alimento. El sabor, por su parte, es una ya mencionadas 1¡! 2 • En las figuras podría haber una definición
de las [cualidades] táctiles. Hambre y sed son apetitos: el hambre común, que se aplicará a todas y no será propia de ninguna
de lo que es seco y caliente, la sed de lo que es húmedo y frío. figura. De modo similar sucederá también en el caso de los
El sabor, en cambio, es como un condimento de estas cosas. [tipos de] alma ya mencionados. Es ridículo, por lo tanto, 25

Más tarde tendremos que aclarar estos asuntos; baste por el buscar en estas y otras cosas una definición común, que no
momento con decir que los animales que tienen tacto también vaya a ser una definición propia de ningún ente y que no se
15 tienen deseo. En cuanto a la imaginación, es un tema oscuroum, aplique según la especie propia e indivisible, renunciando a
y tenemos que examinarlo más tarde. Algunos [animales], ade- tal definición. Los casos de las figuras y de los asuntos con-
más de estas cosas, también tienen la facultad del movimiento cernientes al alma son paralelos, pues siempre, tanto en las
locativo; otros, como el ser humano y si hay algo de una índole figuras como en los seres animados, en el [término] sucesivo
diferente o más valiosoHli, no solo la facultad intele.ctual, sino está en potencia el [término] antecedente 11B. Por ejemplo, en Jo

también el intelecto. el cuadrado [está contenido] el triángulo, y en lo sensitivo, lo


nutritivo. Por consiguiente, hay que investigar caso por caso
cuál es el alma de cada cosa -por ejemplo, cuál es la de una
cuentra entre lo que es táctil (cf. 414bll).
180. Para el tratamiento pormenorizado de la imaginación en DA cf.
planta, cuál la de un hombre o de una bestia-.,Por qué razón
III 3 y mi discusión en la Introducción, sección 3.2. se encuentran dispuestos de este modo sucesivamente, debe- 415a :
181. Probablemente está pensando en dios, que en su tratamiento mos examinarlo, pues sin lo nutritivo lo sensitivo no existe.
de Jvlet. XII es el modelo de toda intelección y se identifica con dicha En las plantas, en cambio, lo nutritivo está separado de lo
intelección, i. e. con la actividad misma del pensar (probablemente sensitivo y, a su vez, sin lo tangible no existe ninguno de los
no es causual que Aristóteles opte por decir nóesis cuando habla de la
actividad pura del pensar y no noús, que puede involucrar algún tipo demás sentidos, pero el tacto existe sin los demás [sentidos].
de ingrediente pasivo impropio de dios; cf. DA 429a22: dynatós). El ser Pues muchos animales no tienen vista ni oído ni sentido del 5
divino entendido como «intelección de la intelección» (Met. 1074b34-
35) no es capaz de pensar; simplemente piensa todo el tiempo. Su ser
es la pura actividad y dicha actividad permanente es su pensar. A mi
juicio, es bastante claro que en DA III 5 Aristóteles está hablando fun- 182. O sea, tal como hay una sola definición de «figura» (que debe
damentalmente del intelecto humano, que puede estar activo cuando valer para todos los tipos de figura), así también hay una sola definición
piensa («intelecto agente») o en potencia como «capacidad de pensar» de alma (que debe va]er para todos los tipos de alma). Y hay una sola
(«intelecto paciente»), porque puede pensar pero no lo está haciendo. definición de cada ente unitmio porque las esencias son únicas, de
Esta distinción solamente puede hacerse en el humano, el único caso donde se sigue que sus definiciones -que son la expresión proposicio-
en el que hay un intelecto anclado a un cuerpo. En dios el intelecto nal de tales esencias- también deben ser únicas. Cf. Met. 1006a31-b4
nunca se da como capacidad (que supondría un aspecto pasivo qu~ y nuestra Introducción, pp. C-CI.
Aristóteles expresamenle niega en el caso del ser divino; cf. Met. XII 183. Para la comprensión de estas líneas me permito remitir a mi
6-7), sino que es pura actividad. argumento ex gradibus vitae en la Introducción, sección 1.1.
72 ARISTÓTELES 73

olfato. Entre [los animales] que poseen la facultad sensitiva,


unos tienen la facultad del movimiento locativo y otros no
la tienen. Finalmente, una minoría posee cálculo racional
y pensamiento, pues entre los seres destructibles aquellos
10 que tienen cálculo racional también tienen todas las demás IV
[facultades], en tanto que no todos los que poseen cada una
de aquellas [facultades] tienen cálculo racional. Algunos ni que va a investigar acerca de estas cosas debe aprehen-
siquiera tienen imaginación, en tanto que otros viven sola-
mente con imaginación. En cuanto al [intelecto] teórico [es
E L
der qué es cada una de ellas; luego, investigar de este
modo acerca de lo que le sigue y acerca de las demás cosas.
15

objeto de] otra discusión 184 • Por consiguiente, es manifiesto Pero si hay que decir qué es cada una de ellas -por ejemplo,
que esta es la definición más apropiada acerca de cada una qué es la [facultad] intelectiva, sensitiva o nutritiva, además
de estas cosas y acerca del alma. hay que decir antes qué es inteligir y qué sentir. En efecto, las
actividades y acciones son conceptualmente anteriores a las 20

facultades 185 • Y si es así, habría que haber considerado como


anteriores a ellas a sus objetos correlativos, i. e. habría que
determinar primero· sobre ellos por la misma razón, como
acerca del alimento, de lo sensible y de lo inteligible. Por
tanto, hay que discutir en primer lugar acerca del alimento y
de la reproducción, pues el alma nutritiva también se da en
los demás [vivientes] y es la facultad prioritaria y más común 25

del alma, en virtud de la cual se da la vida para todos [los


vivi~ntes]. Sus funciones son la reproducción y el uso del ali-
mento, pues para los vivientes que son completos y no están
mutilados ni tienen generación espontánea la más natural de
sus funciones es producir otro como ellos mismos -un animal
un animal, una planta una planta- para que, en la medida
de lo posible, participen de lo eterno y de lo divino. Todos, 415b
en efecto, tienden a ello y hacen lo que hacen por naturaleza
en vista de ello. Pero «aquello en vista de lo cual» es doble:

185. Creo que la distinción que subyace a esta observación es la distin-


ción «primero por sí»-«primero para nosotros», para cuyá explicación
184. Cf. infra DA III 4-6. véase supra mi nota a DA 413all-13.
ARISTÓTELES ACERCA DEL ALMA 75
74
«aquello en vista de lo cual» y «aquello en vista de quién» 18 6. sustancia es evidente, pues la sustancia es causa del ser para
Ahora bien, dado que es imposible participar de lo eterno y todas las cosas, y vivir es el ser para los vivientes, y causa y
de lo divino de manera continua, por cuanto nada destructible principio de eso es el alma. Además, la actualidad de lo que 15

5 puede persistir [siendo] lo mismo y numéricamente uno, en la es en potencia es su explicación formal. Pero es manifiesto
medida en que cada uno puede participar, así participa, uno que el alma también es causa en el sentido de aquello en
más, otro menos, y persiste [siendo] no el mismo [individuo], vista de lo cual, pues tal como el intelecto produce en vista
sino [en algo que es] como él mismo, (es decir que] no es uno de algo, del mismo modo también [lo hace] la naturaleza,
en número, sino que es uno en especie 18 í. pues eso constituye su fin. Y, de acuerdo con la naturaleza,
El alma es causa y principio del cuerpo viviente. Es- el alma es algo de tal índole en los vivientes, pues todos los
tos1HH, sin embargo, se dicen de muchas maneras 1H!J y, de cuerpos naturales son instrumentos del alma, y como los de
10 modo similar, el alma es causa de acuerdo con tres modos los animales, así también son los de las plantas, por cuanto 20

determinados (de ser causa], pues el alma es causa (z) como son en vista del alma. «Aquello en vista de lo cual» [se dice]
aquello desde donde se produce este movimiento, (iz) como de dos maneras: «aquello en vista de lo cual» y «aquello en
aquello en vista de lo cual y (iiz) como la sustancia de las vista de quien». Desde luego que también aquello primero
cosas animadas 190 • Ahora bien, que (el alma es causa] como desde donde se produce el movimiento locativo es alma. Esta
facultad, sin embargo, no se da en todos los vivientes. Tanto
alteración como crecimiento se dan gracias al alma, pues la
786. Se trata de una distinción muy frecuente en Aristóteles (cf. Phys.
194a35-6. Met. 1072b2-3. EE 1249b15). El primer sentido de «aquello sensación parece ser un cierto tipo de alteración y nada que 25

en vista de lo cual» es el propósito para el cual algo es hecho. El fin no participe de alma percibe sensorialmente; de modo simi-
en el sentido de «aquello en vista de quién» se refiere al agente o al lar ocurre respecto del crecimiento y el decrecimiento, pues
beneficiario para el cual algo es hecho o producido. Por ejemplo, en el
dominio de la actividad técnica o artesanal, para el constructor el fin
nada decrece ni crece en sentido físico si no se alimenta, y
como «aquello en vista de lo cual» es producir un refugio apropiado nada que no participe de vida se alimenta. Empédocles no
para la lluvia o las inclemencias del tiempo, pero el constructor hace ha argumentado bien cuando agrega que las plantas crecen 416a
o produce tal refugio para nosotros. En este sentido nosotros somos el cuando estas tienden sus raíces hacia abajo porque la tierra se
fin del constru.ctor en el sentido de «aquello en vista de quién».
mueve en esta dirección según naturaleza, y (las ramas] hacia
787. O sea que no es posible la persistencia numérica de cada indivi-
duo (no hay posibilidad, por tanto, de la persistencia de la identidad arriba porque es de este mismo modo [como se mueve] el
individual tras la muerte y, por ende, de la inmortalidad del alma), fuego. No entiende correctamente, en efecto, el arriba y el
sino que solo es posible la identidad específica: la identidad de la abajo, pues el arriba y el abajo no es lo mismo para todas las
propia especie de cada cosa se transfiere a su descendencia. Sobre la
cosas y para el universo, sino que tal como es la cabeza de
diferencia entre identidad numérica y específica, cf. Aristóteles, Met.
l018a5-9. Aristóteles construye su argumento de la imposibilidad de los animales, así también son las raíces de las plantas, si hay
persistencia numérica con un ojo puesto en Platón, Simposio 208a-b que decir que los órganos son distintos e idénticos por sus 5
(debo esta referencia ajosé Pablo Martín). . funciones. Además, ¿qué es lo que mantiene unido al fuego
788. «Causa» y principio». y a la tierra que se mueven en direcciones contrarias? Pues
789. Cf. Met. V 1-2; Phys. II 3.
si no hubiera algo que lo impidiera, se dispersarían. Y si va
790. O sea, causa motriz, final y formal.
76 ARISTÓTElES
ACERCA DEL ALMA 77
a haberlo, eso es el alma, es decir, la causa de que crezcan y
crecer [por lo otro]. Otros, en cambio, como dijimos, son
10 se alimenten. Pero algunos _creen que la naturaleza del fuego
del parecer opuesto: el contrario [se alimenta y crece] con
es causa en sentido estricto de la alimentación y del creci-
el contrario, por cuanto lo semejante no puede ser afectado
miento, pues él es el único entre los cuerpos [o elementos]
por lo semejante, pero el alimento tiene que cambiar ~ ser
que, evidentemente, se alimenta y crece, razón por la cual
digerido. Pero el. cambio es, para todas las cosas, hacm lo
uno podría suponer que es él el que actúa, tanto en plantas
como en animales. Sin embargo, [el fuego] es, en cierto modo,
o
opuesto lo intermedio. Además, ~1 alim~nto experimenta 35

una afección por obra de lo que recibe el ahmento, pero esto


concausa, no causa en sentido estricto, sino que, más bien,
no [experimenta tal afección] por obra del alimento, como 41Gb
15 [es causa en sentido estricto] el alma. Pues el crecimiento del
tampoco el carpintero [experimenta una afección] por obra
fuego va al infinito, hasta que haya [algo] combustible, en
de la materia, sino que esta la experimenta por obra de aquel.
tanto que de todas las cosas que se constituyen por naturaleza
El carpintero solo cambia desde el reposo hacia la actividad.
hay un límite, es decir, una proporción, tanto de su magnitud
Hay una diferencia, no obstante, si el alimento es lo último
como de su crecimiento. Estas características 191 son propias
0 lo primero que se agrega [al cuerpo]. Pero si ambas cosas
del alma, no del fuego, de la forma más que de la materia.
[son alimento], la [materia] no digerida y la digerida, se podría 5
Puesto que la facultad nutritiva y reproductiva del alma
hablar de «alimento» en ambos sentidos. En efecto, en tanto
20 es la misma, hay que determinar primero lo concerniente al
no digerida, lo contrario es alimentado por lo contrario, y en
alimento, pues [la facultad nutritiva] se distingue de las demás
tanto digerida, lo semejante por lo semejante. Es evidente, por
facultades por esta función 192 • Parece que lo contrario es ali-
tanto, que, en cierto modo, ambos se expresan correcta e in-
mento para lo contrario, aunque no todo [contrario] lo es de
correctamente; pero puesto que nada que no participe de vida
todo [contrario], sino cuantos contrarios se generan no solo
se alimenta, lo animado será un cuerpo alimentado, en tanto 10
los unos a los otros, sino que crecen [de manera conjunta].
animado, de manera que también el alimento se relaciona
Muchos, en efecto, se generan unos de otros pero no todos
con lo animado, y no en un sentido accidental. Sin embargo,
25 son cantidades; por ejemplo, sano de enfermo. Es evidente
es diferente «ser alimento» y «ser facultad de crecimiento»,
que aquellas cosas no son alimento recíproco del mismo
pues en cuanto lo animado constituye una cierta cantidad ~s
modo, sino que el agua es alimento para el fuego, pero el facultad de crecimiento, pero en cuanto es un «esto», es decir,
fuego no alimenta al agua. Pues bien, parece que esow 3 se da
una sustancia, es alimento, pues [este] conserva la sustancia
especialmente en el caso de los cuerpos simples, que uno sea
[del viviente], el cual existe en la medida en que se alimenta.
alimento y el otro alimentado. Esto, sin embargo, contiene
Y es productor de generación, no del [individuo] que se ali- 15
3o una dificultad: en efecto, unos sostienen que lo semejante se
menta, sino [de un individuo que es] como el que se alimenta.
alimenta con lo semejante, y que también [lo uno] es hecho
Pues la sustancia de este [último] ya existe, y nada se genera
a sí mismo, sino que se conserva. De manera que el principio
797. Es decir, el tener un límite y una proporción. del alma es una facultad tal que conserva a lo que la tiene en
792. O sea, la de absorber alimento. cuanto tal, en tanto que el alimento le permite actuar. Es por
793. El que un contralio sea alimento de otro. eso que, si está privado del alimento, no puede existir. Pero 20
ARISTÓTELES 79

puesto que hay tres factores --lo alimentado, aquello con lo


que se alimenta y lo que alimenta-, lo que alimenta es el alma
primera!!)4; lo alimentado, el cuerpo que la tiene, y aquello
con lo que se alimenta, el alimento. Pero dado que es justo
denominar a todas las cosas desde su fin, y su fin es generar V
25 [un individuo] como él mismo, el alma primera será genera-
dora [de un individuo] como él mismo. «Aquello con lo cual NA vez hechas estas distinciones hablemos en general de
se alimenta» se entiende de dos modos: como «aquello con
lo que gobierna» -la mano y el timón, lo que mueve y lo que
U toda sensación. Como se ha dicho, la sensación resulta
no solo en el moverse, sino también en el ser afectado, pues
es movido, y solamente lo que es movido-. Pero es necesario parece ser un cierto tipo de alteración. Algunos también 35
que todo alimento pueda ser digerido, y lo caliente produce sostienen que lo semejante es afectado por lo semejante; en 417a ,
la digestión; por lo tanto, todo lo animado contiene calor. qué sentido es esto posible o imposible, ya lo hemos dicho en
30 Pues bien, se ha dicho de una manera esquemática qué es los tratados generales acerca del actuar y del ser afectadow 6•
el alimento; hay que hacer más tarde las aclaraciones sobre· Pero aquí se presenta una dificultad: por qué no hay sensación
él en los tratados apropiadosw 5 • también de las sensaciones mismas, y por qué sin las cosas
externas [los órganos de los sentidos] no producen sensación,
habiendo [en ellos] fuego, tierra y los demás elementos, de los 5

cuales hay sensación, ya sea por sí mismos o por accidentew 7•

796. Cf. Aristóteles, GC 323b15-324al0.


797. Todo haría pensar que en 417a4 el sujeto de poioúsin debe ser ais-
théseis; pero los sentidos no son magnitudes, razón por la cual tampoco
puede haber en ellos fuego, tierra o alguno de los demá~ elem_entos.
Aristóteles debe e.star pensando, entonces, no en los sentidos, smo en
los órganos de los sentidos (aisthetéria). Lo otro que puede entenderse
es que en este pasaje Aristóteles usa aisthéseis («sensaciones») en lugar
de aisthetéria («órganos de los sentidos»; para esta solución cf. Hamlyn
1993: 99. Una solución similar parece adoptar Calvo Martínez al tradu-
cir tón aisthéseon autón ou gínetai aísthesis -417 a3- por «no hay percepción
sensible de los órganos sensoriales mismos», aunque no agrega ninguna
nota aclaratoria [cf. Calvo Martínez 1983 ad locum]). Que en este pasaje
Aristóteles parece estar usando aísthesisno en el sentido de sensación,
sino en el de «órgano sensorial» lo confirma Temistio al parafrasear el
pasaje del siguiente modo: «Pues bien, si la sensación (aísthesis) capta
los sensibles, cada uno de los órganos sensorios (aisthetéria) también es
794. Esto es, la facultad o alma nutritiva. sensible, pues cada uno es un cuerpo y [se constituye] a partir de los
795. Probablemente en el tratado perdido Sobre el alimento. elementos, como ojo, lengua y oído. ¿Por qué la sensación no capta
ARISTÓTELES
ACERCA DEL ALMA 81
8o

Consiguientemente, es manifiesto que la facultad sensitiva no un agente, es decir, por lo que está en acto. Es por eso que,
es en aCto, sino solo en potencia, por lo cual no siente [por sí en un sentido, como dijimos, es afectado por lo semejante y,
sola], tal como lo combustible no entra en combustión ello · en otro, por lo desemejante, pues lo desemejante es afectado, 20

mismo y por sí rriismo.sin un agente de combustión 198 • Pues pero cuando ha sido afectado es semejante. También debemos
[si así no fuera], entraría en combustión por sí mismo y no· distinguir lo relativo a la potencia y a la actualidad. En este
10 tendría necesidad del fuego que [ya] está en acto. Pero dado
momento estábamos hablando en sentido absoluto acerca de
que decimos que «sentir» se entiende de. dos maneras -pues ellas. De este modo, podríamos llamar a algo «conocedor»
decimos que lo que oye y lo que ve en potencia oye y ve, como si dijéramos que «un hombre es conocedor» porque
aunque esté dormido, y también lo que [oye y ve] en acto [oye «hombre» se encuentra entre los que conocen o tienen co-
y ve]-, también la sensación se entenderá de dos maneras, . nacimiento, o como cuando decimos que ya es conocedor el 25

la que es en potencia y la que es en acto. De manera similar, que tiene la gramática. Cada uno de ellos posee una poten-
también lo sensible lo es en potencia y en acto. Ahora bien, cialidad, pero no del mismo modo: el uno porque su género
15 hablemos primero como si «ser afectado», «ser movido» y «ser
y materia es de tal índole, el otro porque, cuando quiere, es
activo» fuesen lo mismo. En efecto, también el movimiento.
es una cierta actividad, aunque imperfecta, como se ha dicho
~n otra parte 1!J9 • Todas las cosas son afectadas y movidas por aspira o a~~nta hacia un ?n. Es imperfecto o incompleto (atelés) porque
su perfecc10n o completitud solo se logra cuando la kínesis ha llegado
a su fin. En los ejemplos de Aristóteles, el adelgazamiento (ischasía), el
también los órganos sensorios mismos ya que, cuando no hay nada aprendizaje (máthesis), la caminata (hádisis) y la edificación (oikodómesis)
externo presente, es puesta en movimiento por los órganos sensorios? son ejempl~s de movimien~os o cambios; son imperfectos o incomple-
~hora bien, lcómo es que no vemos los ojos o los colores de los ojos, tos porque hasta que efectivamente no se ha adelgazado, aprendido,
smo que [vemos] con los ojos las demás cosas? ¿y cómo es que no caminado o edificado no puede decirse que el movimiento o cambio
tocamos la carne y el calor en torno de la carne, sino que con la carne se ha realizado. Cuando un constructor está construyendo una casa
[tocamos] las demás cosas? Ahora bien, es evidente que lo sensible y no se puede decir que «la ha construido» o que «la ha terminado de
la sensación se encuentran en los órganos y que cada uno de ellos está construir» (oikodómeken), pues en tanto dura el proceso de construcción
en potencia, no en acto» (In De an. Paraph. 54, 21-29). la casa no está todavía construida. Los actos o actividades (enérgeiaz),
798. Es decir, la facultad como tal es pasiva y para ser actualizada re- en cambio, no apuntan hacia un fin, son fines; el fin, entonces, no se
quiere de un objeto externo que ya sea en acto. Sobre este importante encuentra más allá de la acción. Esa es la razón por la cual la actividad
punto de la teoría aristotélica de la percepción sensorial véase nuestra es completa o perfecta: la perfección o completitud es simultánea a
Introducción, sección 3.2.1. la realización de la acción. La acción de ver o de pensar es completa
799. Aristóteles parece estar pensando en Me t. IX 3-6, donde distingue desde su mismo comienzo; por eso quien está viendo (horáz} ya ha visto
actos o actividades (enérgeiaz) de movimientos, cambios o procesos (eórake) y quien piensa (noeí) ya ha pensado (nenóeken) (cf. Met. 1048b18-
(kinéseis). Según dicha distinción, la palabra «acto» (o «actividad»; 35; un completo comentario de este pasaje se encuentra en Ackrill
enérgeia), que también se aplica a «actualidad» (entelécheia), consiste en [1979] y, más recientemente, en Gill [1989], 192-194 y Natali [1994],
el existir de la cosa (Met. 1048a31-32; enérgeia to hypárchein to prágma), especialmente 168-171). Aristóteles no es completamente coherente
«pero no como cuando decimos que tal cosa está en potencia». La con su terminología pero donde el problema aparece formulado del
diferencia entre actos o actividades y movimientos o cambios radica, modo más claro hace hincapié en que una cosa alcanza su entelécheia
fundamentalmente, en la relación que tales actos y movimientos tienen cuando ha alcanzado el pleno desarrollo de su propia naturaleza (cf.
con sus fines. Un movimiento (kínesis) no es un fin sino que se relaciona, Phys. 193b1-8; Depart. an. 641b36; DC31la4).
ARISTÓTELES ACERCA DEL ALMA

capaz de efectuar una actividad teórica, si nada externo se lo posee ya el percibir sensorialmente, como [el que posee). el
impide. El que ya la está efectuando es [conocedor) en acto conocimiento; el [percibir sensorialmente] en acto se d1ce
30 y, en sentido estricto, sabe que «esto· es A». Ahora bien, los de modo semejante al ejercer [el conocimiento). Hay, sin 20
dos primeros, aunque son conocedores en potencia, llegan embargo, una diferencia [entre los dos casos): los objetos que
a ser conocedores en acto 200 , el uno habiéndose alterado a producen la actividad, i. e. lo que se ve o se oye y, de modo
través del aprendizaje por el cambio frecuente de un estado a similar, el resto de los sensibles, son exteriores.~zón
su opuesto; el otro, de otra manera, por poseer la sensación o de ello es que la sensación en acto lo es de los particulares,
417b la gramática, pero no estar ejercitándolas, es decir, en cuanto eñ-tarítoque~erconocimieñtoTa··es··d-e·losüniversaies-f-esros
a su ejercicio activo. Tampoco «ser afectado» se entiende en están, en cl'erto'ffióéfo~=~:Pjralmi_:_Iili~iíi'a2 ~-:~ti.yioi~e~25
sentido absoluto, sino que puede entenderse como una cierta p~;s~;;;¿e·<r~~~ mismo, cuando quiere, P-ero sentir no
destrucción [de un contrario] por el otro, por una parte, y, dij)ellde de uno mismo pues debe haber un objeto sensible.
por otra parte, es más bien la conservación de lo que es en --rYe modo semejante es tarii151en· estoene'l-casoa"EnoscÜnoci-
potencia por obra de lo que está en acto, y así es semejante 1 mientos de los objetos sensibles y [tal conocimiento) se debe a
s tal como la potencia respecto del acto. Pues lo que tiene la misma causa: a que los sensibles lo son de los particulares
conocimiento se convierte [en algo] que está efectuando una y de las cosas externas202 • Habrá una ocasión apropiada más
actividad teórica, lo cual o no es un proceso de ser altera-
do -pues es un desarrollo hacia sí mismo, es decir, hacia su
actualidad- o es otro tipo de alteración. Es por eso que no es 201. Cf. AnPo. 99b39-100b l. Los universales están, en cierto modo, en
el alma misma porque, como argumenta Aristóteles en estos pasajes
adecuado decir que lo que comprende está siendo «alterado» de An Po., la experiencia sensible en algunos animales (los seres huma-
cuando ejerce su comprensión, como tampoco es alterado nos) deja un rastro sensible, una «persistencia» (mone), que constituye
10 el constructor cuando está construyendo. Ahora bien, llevar ei comienzo de la aparición del universal en la medida en que es lo
hacia la actualidad lo que intelige y comprende desde lo que que anuncia el detenimiento del flujo sensible. Que esto es así puede
verse con claridad a parlir del hecho de que aquellos animales que no
es en potencia no es una enseñanza, sino que es justo que experimentan este detenimiento del flujo sensible solamente pueden
tenga otro nombre: «lo que aprende y adquiere conocimien- tener conocimiento sensible (AnPo. 99b38-39). Y es, precisamente, a
to desde lo que es en potencia por la acción de lo que es en partir de dicha persistencia que aparece ellógos, i. e. el universal (100a2).
acto y enseña», o no hay que llamarlo <<ser afectado», como Pero eso, en cierto modo, ya estaba en el alma.
202. Los sensibles son externos porque son «objetos (sensibles) ex-
1s se ha dicho, o hay que reconocer que hay dos modalidades
tramentales», como «esta rosa roja» o «el sonido de este violín». No
de alteración: (z) el cambio hacia la~ dispr:·•;iciones privativas, obstante, a veces Aristóteles está interesado en enfatizar la dependencia
y (iz) el [cambio] hacia los [diferente3] estados [de una cosa] del objeto sensible del ser capaz de experimentar sensación. O sea, si
y la naturaleza. El primer cambio de ]el f;..cultad sensitiva es· no hubiera seres sensibles (i. e. seres con capacidades sensoperceptivas)
no habría objetos sensibles (cf. Met. 1010b30-10lla2: «En general, si
producido por lo que lo e:c.gendra y, cua.nJo es engendrado, solamente existe lo que es sensible, no existiría nada si no existiesen
seres animados, pues [en ese caso] no habría sensación. Ahora bien,
tal vez es cierto [argumentar] que [en ese caso] no habría ni objetos
200. Esta última cláusula (ónte·. energeia(i) gw ·ntáiepistémones) la agrega sensibles ni sensaciones (aisthémata) -pues esto último es un· estado
Ross y parece ser exigida en vista de un mejor sentido. afectivo del que siente-, pero es imposible que los sustratos que pro-
ARISTÓTELES
Bs
adelante para aclarar lo concerniente a estos asuntos2o3. Por
ahora baste con las ~istinciones hechas, a saber, que lo que
se llama «en potencia» no lo es en sentido absolut0 2o4, sino
que es como si dijéramos que el niño puede comandar u
ejército, o en el sentido en que se podría decir [lo mismo] d~
41Ba un adulto. La facultad sensitiva lo es de este segundo modo2os.
VI
~er~, dado que la diferencia entre estos sentidos [de poten-
cmhdad] carece d~ un nombre, se ha determinado respecto discutir, primero, sobre los sensibles en cada
de ellos que son diferentes y cómo lo son206 • Hay que valerse D EBEMOS
sentido. Pero lo sensible [se dice] de tres maneras, dos
de los cuales decimos son percibidos sensorialmente por sí
de [las expresiones] «ser afectado» y «ser alterado» como si
fueran denominaciones precisas. Como se ha dicho, la facultad mismos, y uno por accidente. De los primeros dos uno es to

sensitiva es en potencia, tal como lo sensible ya es en acto. propio de cada sentido; otro, común a todos [los sentidos].
5 Por lo tanto, es afectada por no ser semejante, pero una vez Llamo «propio» al que no puede ser percibido sensorialmente
que ha sido afectada se asemeja [al objeto], y es tal como éJ2o1. por otro sentido y respecto del cual no es posible engañarse;
por ejemplo, la vista del color, el oído del sonido, el gusto
del sabor. El tacto, sin embargo, tiene muchas diferencias. 15

Pero cada [sentido] discrimina sobre esos [objetos sensibles


propios] y no se engaña en cuanto a que es color y que no es
sonido, aunque [puede engañarse] en cuanto a qué es colo-
reado o dónde se encuentra, o qué es lo que está sonando o
dónde se encuentra208 . Pues bien, tales [sensibles] se llaman
ducen !a s~nsaci~n no existan sin sensación. Pues la sensación no lo
es de~ SI misma, smo que hay algo que es diferente [de la sensación] «propios» de cada [sentido]; los [sensibles] comunes, en cam-
Y esta al margen de ella, lo cual debe ser anterior a la sensación. En bio, son movimiento, reposo, número, figura, magnitud. En
efecto, lo q~e mu.eve ~s por naturaleza anterior a lo movido, y esto no efecto, tales [sensibles] no son propios de ningún [sentido],
es menos cierto SI se dice que motor y movido (taúta) son recíprocos».
203. Cf. DA III 4.
204. Es decir, no tiene un solo significado. 208. Cada sentido no yerra en lo que se refiere a la percepción propia
~05. Es decir, «lo s;~sitivo o que puede sentir en potencia» porque ya del sentido en cuestión (por ejemplo, la vista no puede equivocarse en
tiene la facultad y umcamente necesita actualizarla. cuanto a que x es un color y no un sonido), pero el sentido es incapaz
206. Se trata de un sentido remoto de potencia y otro próximo. Cf. de llevar a cabo el tipo de discriminación o distinción conceptual que
supra 417a21-b28. se requiere para saber qué es x. Dicho de otro modo, la aísthesis carece
207. La facultad sensitiv~ (to aisthetikón) es en potencia porque, como del tipo de juicio crítico propio de la opinión o creencia: aunque hay
toda fa~ultad, es algo pasivo que necesita ser activado o actualizado· varios pasajes en los que Aristóteles atribuye a la sensáción capacida-
lo sensible, en cambio, el obj~to de sensación (to aisthetón), es ya e~ des de discriminación (DA 418a14; 422a21; 424a5; 425b21; 426bl0.
acto P.orque es una cosa u objeto real, actualizado como tal y capaz De sensu 447b25-27), nunca da el paso de sugerir siquiera que ella sea
de activar la f~culta.d se~s-itiva. Pero en el acto perceptivo mismo hay capaz de juzgar conceptualmente. Para el antecedente platónico de
una suerte de IdentificaciOn entre objeto sensible y facultad sensitiva. esta sutil distinción en los significados de krínein en conexión con la
sensación y el juicio cf. Sorabji 1992: 198-201.
86 ARISTÓTELES

sino comunes a todos, pues constituyen cierto tipo de movi-


2o miento que es sensi'bl e por el tacto y la VIsta-
. ') 09 .
Por su parte, se llama sensible «por accidente», por
ejemplo, si [algo] blanco fuera «hijo de Diares», pues es por
accidente que [uno] percibe sensorialmente eso210 , porque VII
a lo blanco le sucede accidentalmente [que es] aquello que
se percibe~¡¡. Es también por eso [que el sentido] en cuanto
QUELLO de lo cual hay vista es visible. Visible es el color

25
tal no experimenta para nada una afección por obra de lo
sensible 2 t 2• De los sensibles por sí, los propios son sensibles
A y lo que puede decirse con una palabra pero que, casual-
mente, carece de un nombre. Lo que decimos se hará evidente
en sentido estricto y es respecto de ellos que la sustancia de
cuando avancemos. Lo visible, en efecto, es un color y este
cada sentido es por naturaleza.
se da en lo visible por sí. Es «por sí» no conceptualmente, 3o

sino porque tiene en sí mismo la causa de ser visible. Todo


color pone en movimiento lo transparente en acto, y esta 41Sb
es su naturaleza; es por eso que no hay nada visible sin luz,
sino que todo color de cada cosa se ve en la luz. Por tanto,
209. Es decir, por más de un sentido. La figura o la magnitud son sobre la luz hay que decir primero qué es. Por cierto que es
sensibles (o perceptibles) por el tacto y la vista. algo transparente; y llamo «transparente» a lo que es visible, 5
270. O sea, «hijo de Diares». pero no es visible por sí, por así decirlo en sentido absoluto,
277. Es decir, la percepción sensorial en sentido estricto es de un objeto sino por un color extraño. Y tal es el aire, el agua y muchos
sensible que tiene una cualidad determinada (como «blanco»), pero a
«blanco» puede «sucederle» (o «resultarle accidentalmente»; sumbébeke) sólidos, pues no es transparente en cuanto agua ni en cuanto
que sea «hijo de Diares». Dicho de otro modo, una relación como «ser aire, sino porque hay una cierta naturaleza que es la misma
hijo de» no es objeto de la percepción sensorial, sino que es algo que y es inmanente a estos dos [cuerpos simples] y al cuerpo
se capta o aprehende accidentalmente junto con la captación efectiva eterno de arriba213 • Pero su actualidad, la de lo transparente 10
del objeto sensible. Lo que Aristóteles está interesado en enfatizar es el
hecho de que un sensible accidental, como «hijo de Diares», en cuanto en cuanto transparente, es luz. Allí donde esto está en po-
tal (i. e. en cuanto es una relación, algo que resulta ser a «blanco»), no tencia, también hay oscuridad. La luz es como un color de
actúa sobre el sentido. Como señala Polansky (2007: 259, n. 12), rela- lo transparente, cuando es transparente en acto a causa del
ciones como «ser hijo de» o «ser padre de» son sensibles accidentales fuego o de un [elemento] tal como el cuerpo de arriba, pues
en el sentido indicado; pero hay otro tipo de relaciones (como «más
verde» o «más blanco») que son sensibles propios, y otro tipo (como también este tiene una y la misma [característica)2 14 • Pues
«más rápido» o «más grande») que son sensibles comunes. Pero el tipo bien, se ha dicho qué es lo transparente y qué la luz: que
de relación enfatizado en «ser hijo de Diares» se encuentra entre el tipo
de relaciones que son incapaces de tener algún tipo de poder causal
sobre el sentido por la sencilla razón de que no son sensibles propios 273. Se refiere al éter, el constitutivo material de los cuerpos celestes.
y, por ende, no pueden tener un carácter estrictamente sensible.
274. Debe referirse a la capacidad de iluminar gue tienen tanto el
272. Siendo ese sensible «hijo de Diares». Véase la nota anterior y fuego como el éter, que es una forma de fuego (cf. Aristóteles, DC
[Filópono] In Arist. De an. 315, 31-316, 2. 269a9-18; 270b20-25).
131

111

UESTO que definen el alma .especialmente a través de dos 427a 17


P distinciones, por el movimiento locativo y por el inteligir,
el comprender y el percibir sensorialmente, y como parece
que el inteligir y el compre~<;ler son, en cierto modo, como
un cierto percibir -pues en estos dos casos el alma discierne y 20
conoce algo que es-, también los antiguos sostienen que com-
prender y percibir sensorialmente son lo mismo. Empédocles,
por ejemplo, ha dicho: «en efecto, aumenta la comprensión en
los hombres frente a lo presente» 310 , y en otra parte: «en la me-
dida en que se vuelven diferentes, así también su comprensión
siempre cambia» 311 , y Homero quiere decir lo mismo que esto
también [con la frase] «tal es, en efecto, el intelecto»:m. Todos
estos, en efecto, suponen que el inteligir es algo corpóreo,
como el percibir sensorialmente, y [suponen] que lo semejante
percibe sensorialmente e intelige por lo semejante, corno
también ya lo deten;ninarnos en los tratados del comienzo.
Desde luego que ellos también deberían haber dado a la vez
una explicación del error, pues es algo más apropiado a los 427b
animales y el alma pasa más tiempo en él [que en la verdad].
Por lo tanto, debe ser, o bien, corno dicen algunos, que todas

310. Empédocles, B 106 (DK).


311. Empédocles, B 108 (DK). Aunque uno asociaría el phroneín aristo-
télico al «pensamiento práctico» o a «prudencia» (phrónesis), es probable
que Aristóteles esté usando phroneín en el sentido general de «pensar»,
«entender» o «comprendeP> (cf. supra 403b 25-28).
312. Odisea, XVIII 133.
ARISTÓTELES ACERCA DEL ALMA 133

las apariencias son verdaderas313 , o que el error consiste en el Además, cada vez que opinamos algo terrible o temible, inme-
5 contacto con lo desemejante, ya que eso es contrario a conocer diatamente somos afectados en forma conjunta [con nuestra
lo semejante con lo semejante. También parece que el error y opinión o juicio], y de un modo similar sucede también con lo
el conocimiento de los contrarios son lo mismo. Ahora bien que nos da confianza. En el caso de la imaginación, en cambio,
que no es lo mismo percibir sensorialmente y comprender es' estamos dispuestos del mismo modo como si estuviéramos
manifiesto, pues de lo primero participan todos los animales y contemplando cosas terribles o que producen confianza en
de lo segundo, pocos. Pero tampoco es lo mismo inteligir [que una pintura. Hay también diferentes formas del juicio mismo: 25

percibir sensorialmente], en el cual [inteligir] se distingue el ciencia, opinión, prudencia y sus contrarios; en lo que respecta
hacerlo correcta e incorrectamente: hacerlo correctamente es a sus diferencias, hay que referirse a otra discusión 315 •
10 prudencia, ciencia y opinión verdadera. Incorrectamente, las En cuanto al inteligir, puesto que es diferente del percibir
[disposiciones] contrarias a estas, y esto tampoco es lo mismo y puesto que una parte de él parece ser la imaginación y otra,
que percibir sensorialmente. En efecto, la sensación de los el juicio, una vez que hayamos determinado lo concerniente
[sensibles] propios es siempre verdadera y se da en todos los a la imaginación, tendremos así que hablar sobre el juicio. 42Ba

animales, en tanto que el pensamiento discursivo también Si, efectivamente, la imaginación es aquello en virtud de lo
puede ser falso y no se da en ningún [animal] que además cual decimos que una cierta imagen se produce en nosotros
carezca de razón. Por cierto que la imaginación es distinta -a no ser que usemos el término en sentido metafórico-,
15 tanto de la sensación como del pensamiento discursivo, y ¿acaso es alguna de estas cosas: una facultad o una disposi-
este no se genera sin sensación y sin sensación no hay juicio. ción habitual, ítems por medio de los cuales discernimos y
Que la [imaginación] no es lo mismo que el pensamiento y el nos encontramos en la verdad o en la falsedad? Y tales son la
juicio es evidente, pues [la imaginación] es una afección que sensación, la opinión, la ciencia, el intelecto. Ahora bien, que 5

depende de nosotros y podemos [imaginarnos algo] cuando [la imaginación] no es sensación resulta evidente a partir de
queremos -es en efecto posible producir algo ante nuestros lo siguiente: la sensación es, en efecto, potencia o acto; por
ojos, como hacen los que, mediante técnicas mnemotécnicas, ejemplo, vista y visión, pero una [imagen] se representa sin
20 producen imágenes-, pero opinar no depende de nosotros, ya que se dé ninguna de las dos cosas, tal como lo que sucede en
que necesariamente se estará en la falsedad o en la verdad314 • los sueños. En segundo lugar, la sensación siempre está pre-
sente, pero la imaginación, no. Y si fueran lo mismo en acto, 10

sería posible que la imaginación se diera en todas las bestias;


313. Aristóteles ya había atribuido esta tesis a Demócrito en 404a27-29 parece, sin embargo, que no se da en la hormiga, la abeja o
(cf. mi nota ad locum), tesis en contra de la cual argumenta Aristóteles
en Met. 1010bl-1011a2; véase también Platón, Teeteto 152a-c.
314. La frase «opinar no depende de nosotros» (doxázein d' ouk eph'
hemin; 427b20) puede resultar un poco enigmática, aunque su proba- este modo, un juicio puede dejar de ser verdadero y volverse falso
ble significado es que lo que no depende de nosotros es el valor de (o, inversamente, dejar de ser falso y volverse verdadero) si la cosa
verdad de los juicios que emitimos cuando opinamos. Lo que gobierna o estado de cosas cambia sin que lo sepa el que emite el juicio (cf.
la verdad o falsedad de una opinión o juicio es la cosa o estado de Aristóteles, Cat. 4a24-35).
cosas (prágma) del cual dicho juicio constituye una descripción. De 375. Se refiere al tratamiento de las virtudes intelectuales en ENVI.
ARISTÓTELES
ACERCA DEL ALMA 135
134

el gusano. Además, las [sensaciones] siempre son verdaderas, pues la opinión puede llegar a ser tanto verdadera como falsa. 20

en tanto que las representaciones imaginativas son falsas en Sin embargo, la creencia acompaña a la opinión, pues no es
la mayor parte de los casos316 • Además, no es cuando estamos posible que los que parecen no tener una creencia tengan una
ejercitando con precisión [nuestros sentidos] respecto de su opinión 318 • La creencia, sin embargo, no la tiene ninguna bes-
ts sensible cuando decimos que esto se nos aparece 317 como un tia; la imaginación, en cambio, la tienen muchas. Además, la
hombre, sino más bien cuando no lo percibimos con claridad, creencia acompaña a toda opinión; haber sido persuadido, a la
y es entonces cuando [la imaginación] es verdadera o falsa. creencia, y la palabra o razón 319 , a la persuasión. Pero aunque
Eso es precisamente lo que estábamos diciendo antes: incluso algunas bestias tienen imaginación, no tienen, sin embargo,
con los ojos cerrados se aparecen visiones. Tampoco puede ser palabra o razón. Resulta manifiesto, por consiguiente, que la 2s

[la imaginación] ninguna de las [disposiciones] que siempre opinión no se da en compañía de sensación ni a través de la
está en la verdad, tal como ciencia o intelecto. Pues la ima- sensación, y que la imaginación no será una combinación de
ginación también es falsa. Resta ver, por tanto, si es opinión, opinión y sensación 3:w. Ello es así por estas razones y porque
la opinión no lo será, si realmente la hay, de alguna otra
cosa sino de aquello de lo que también hay sensación321 • Lo
316. Con «representaciones imaginativas» traduzco ahora phantasíai·
en esta línea Aristóteles parece no estar pensando solamente en 1~
phantasía como facultad de producir imágenes (i. e. «imaginación»), sino 318. Esta afirmación tiene un interesante eco socrático-platónico y, en
tambié~ en ~1 a:'pecto fenoménico del aparecer, propio de cualquier cierto modo, parece reproducir la tesis (socrática en su origen) según
p~antasza. A~stoteles no da un argumento para mostrar que las sensa- la cual nadie cree que lo que cree es falso. Lo que decimos expresa lo
c:on_es son s1ei?pr~ verdaderas, pero esa afirmación probablemente que creemos acerca de las cosas y los estados de cosas; cuando alguien,
st~Ifica que, SI ~1 organo del sentido del sujeto percipiente está sano, honesta y firmemente, dice «X es p» es porque efectivamente cree o
vera lo que, efectivamente, está viendo -por ejemplo, en un día soleado, piensa que la proposición «X es jJ>> es verdadera. Cuando uno tiene
en un lago de aguas claras, verá el remo quebrado- o sentirá calor en una creencia da por supuesto que dicha creencia o convicción no es
un día caluroso o escuchará un sonido agudo si es tal el sonido que se errónea. Como señala Sócrates en el Teeteto de Platón, «nadie admite o
está emitiendo. Ahora bien, el hecho de que uno vea el remo quebrado concede que su propia creencia (oíesis) es falsa» (Teeteto 171 b1-5; 200a3).
en el agu~ ~? significa, sin ~mbargo, que el remo esté quebrado o que Aristóteles regresa a ese tema en AnPo. I 2 71 b 13-15, cuando argumenta:
la propos1c1on «el remo está quebrado» sea verdadera. Será verdadera «Pues los que no conocen científicamente creen que se encuentran en ese
si el juicio que describe un estado de cosas determinado coincide con estado, en tanto que los que conocen científicamente sí se encuentran
el «estado de cosas real» (prágma), i. e. si el remo está efectivamente en ese estado[ ... ]». O sea, el conocimiento tiene que ver con un cierto
quebrado, el juicio será verdadero; si no, no. Como observa Aristóteles estado disposicional («se encuentran en ese estado»: hoútos échein) y con
«tú no eres blanco porque creamos con verdad que tú eres blanco' una cierta certeza que sea capaz de garantizar que la propia creencia no
sino que porque tú eres blanco nosotros nos encontramos en la verdacl es falsa. Pero la idea importante que recoge Aristóteles en estos pasajes
cuando lo afirmamos» (Met. 105lb6-9). O sea, lo que determina la es que es irracional creer que lo que uno cree es falso.
ver~ad o falsedad del juicio es la cosa o estado de cosas que, como tal,
319. El vocablo griego, que puede significar aquí «palabra» o «razón»,
es siempre extramental; la verdad o falsedad de un juicio, por tanto,
no depende de un cierto estado psicológico privado, sino de un cierto es obviamente lógos.
estado de cosas que es «objetivo». 320. Esto dicho, probablemente, en contra de Platón (cf. Sofista, 264a-b).
Véase, sin embargo, abajo 428a28-29.
317. El verbo es phaíneta~ de nuevo usado en sentido fenoménico,
solo que ahora no usa el sustantivo (phantasía), sino el verbo. Cf. nota 321. Es decir, la opinión, aunque diferente de la sensación, no se da
anterior. sin ella. Cuando siento calor o frío al tocar un objeto creo u opino que
ARISTÓTElES ACERCA DEL ALMA '37
que quiero decir es que la combinación de la opinión y de que uno lo advierta. Se sigue entonces que la imaginación
30 la sensación de «blanco» será imaginación. Pues sin duda no no es ninguna de esas cosas ni lo que se deriva de ellas. No 1o
42Bb podría ser la combinación de la opinión de «bueno» con la obstante, puesto que (z) cuando una cosa ha sido puesta en
sensación «blanco». Por consiguiente, el imaginarse [algo] con- movimiento hay otra cosa que ha sido movida por ella, y (iz)
sistirá en opinar lo que realmente se percibe sensorialmente como la imaginación parece ser un cierto movimiento que
de un modo no accidentaP 22 • No obstante, [lo que a uno] se no puede producirse sin sensación, sino que se da en cosas
le aparece respecto de las cosas acerca de las cuales al mismo dotadas de sensación y entre las cuales hay sensación, y (iiz)
tiempo tiene un juicio verdadero, ciertamente, también puede puesto que el movimiento es producido por una sensación
ser falso. Por ejemplo, el sol se nos aparece como de un pie en acto y es necesario que este [movimiento] sea semejante a
de diámetro, pero uno tiene la creencia de que es más grande la sensación, este movimiento no podrá existir sin sensación 15
5 que la tierra habitada. Ahora bien, lo que sucede es que, 0 ni en cqsas que carecen de sensación. Y aquello que posee
bien conservándose inalterable el hecho, y sin que uno olvide [tal movimiento] podrá producir y padecer muchas cosas de
o cambie de parecer, la propia opinión verdadera que uno acuerdo con él, y [ello puede ser] verdadero o falso 323 • Esto
tenía [sobre algo] se ha modificado, o bien, si uno aún la tie~e, ocurre por lo siguiente: la sensación de los [sensibles] propios
la misma [opinión] debe ser verdadera y falsa. Sin embargo, es verdadera o tiene la menor cantidad posible de falsedad. En
[una opinión] se torna falsa cuando el hecho se modifica sin segundo lugar, [viene la percepción sensible de que] aquellas
cosas <que suceden accidentalmente a los sensibles> suce-
den de modo accidental a ellos. Y en este caso ya es posible
el objeto está calien~~ o frío. ~ero lo que el argumento quiere probar es
que la facultad sen~Itiva es diferente de la racional. Aunque la opinión estar en falsedad. Pues [en la sensación] «blanco» no se está
«no se da acampanada de sensación» ni «a través de la sensación» la en falsedad; pero [en la sensación] de que lo blanco es esto
sens~ci_~n (que es ~a expresión de la facultad sensitiva actualizada)' es o alguna otra cosa sí puede estarse en falsedad 324 • En tercer
condicwn necesana de la opin~ón.
lugar, [viene la sensación] de los [sensibles] comunes que
322. Ha habido una cierta cantidad de discusión erudita sobre si esta
de~nición debe s~guir_s~ de la tesis platónica de la imaginación (phan- también acompañan a los [atributos] accidentales a los cuales
tas~a) ~omo com?maci?n de sensación y opinión y, por consiguiente, pertenecen los [sensibles] propios. Me refiero, por ejemplo, al
at~bmr~e a -~lato~ o si es lo que el propio Aristóteles piensa que es movimiento y a la magnitud; en relación con ellos es mucho 25
la 1magmacwn. SI la segunda alternativa fuera la verdadera la afir- más fácil engañarse en el plano de la sensación325 • Pero el
m~ción J?arecería contr~deci: el _rechazo explícito de Aristót~les por
el mgred1ente de creencm (doxa) mvolucrado en la caracterización de
imaginaci?n según la fórmula platónica. [Filópono] (a quien sigue de
cer~a Rodier: 1900: 425) se inclina por pensar que esta caracterización 323. Esas «muchas cosas» probablemente son phantasíai.
se sigue~: pe~sar e~ la imaginación como una combinación de opinión 324. O sea, cuando percibo-siento «blanco» no hay falsedad o error,
Y se~sacwn («Imagmarse según aquellos que argumentan que se da a pero cuando percibo que esto o alguna otra cosa es lo.blanco, sí puede
part~~ de la c_ombin_ación de opinión y sensación»; In Arist. De an. 505, haber falsedad o error. Es decir, cuando atribuyo el predicado «blanco»
11-13). Lo mismo p1ensa Hicks 1907: 465. En vista de la coherencia del a un objeto, dicho objeto no es falso; lo que puede ser falso es el juicio
argumento general en contra de la definición platónica de phantasía hay, que describe esa atribución.
por tan:o, que supo_ne: que se trata ~e la reformulación de la posición 325. Como correctamente sugiere Gregoric (2007: 32-33), esto puede
de Platon y que Anstoteles no suscnbe este enunciado. deberse al hecho de que ninguno de los sensibles comunes se percibe
ARISTÓTElES 139

movimiento que es producido por la sensación en acto, la que


se da a partir de estos tres tipos de sensación, será diferente.
La primera, en tanto la sensación está presente, es verdadera;
las otras [dos] podrán ser falsas, tanto si [la sensación] está
presente como si está ausente, y especialmente en caso de IV
30 que el sensible esté lejos. Por tanto, si no hay ninguna otra
429a cosa que tenga las características mencionadas más que la cuanto a la parte del alma con la cual el alma conoce y 429a 10
imaginación, y esta es lo que se dijo, la imaginación será un
movimiento producido por la sensación en acto. Y, dado
E N
piensa, ya sea que se trate de algo que es separable o de
algo que no es separable en magnitud, sino conceptualmente,
que la vista es el sentido más importante, su nombre 326 se ha debemos examinar en qué consiste su diferencia y cómo a
formado de «luz» 327 , porque sin luz no es posible ver. Y dado veces se produce el inteligir. Claro que si efectivamente el
5 que [los casos de imaginación] permanecen y son semejantes inteligir es como el percibir sensorialmente, será, o bien
a las sensaciones, los animales en la mayor parte de los casos un cierto padecer por obra de lo inteligible, o bien alguna
actúan de acuerdo con ellas; algunos, como las bestias salvajes, otra cosa por el estilo. Es forzoso, por tanto, que [el inteligir] 15
porque no tienen intelecto; otros, como los hombres, porque sea impasible y capaz de recibir la forma, y en potencia tal
en ocasiones en un estado emocional, en la enfermedad o en [como la forma)3 28 , aunque no es esa [forma]; y del mismo
el sueño el intelecto se les nubla. Pues bien, respecto de la modo como la facultad sensitiva es respecto de los sensibles,
imaginación, qué es y por qué, baste con lo dicho. así también es el intelecto respecto de los inteligibles. Por
consiguiente, dado que [el intelecto] intelige todas las cosas,
debe ser sin mezcla, como afirma Anaxágoras329 , para que
gobierne, esto es, para que conozca. En efecto, lo que se 2o
manifiesta como extraño [a sí mismo] impide y obstruye, de
modo que no tiene ninguna naturaleza propia a no ser esta:
que es posible 330 • Por consiguiente, el denominado «intelecto
del alma» -me refiero al intelecto con el cual el alma piensa
y hace juicios- no es nada en acto antes de inteligir. Es por
eso que tampoco es razonable que él esté mezclado con el 25
sensorialmente por un sentido propio, sino por varios sentidos indivi-
duales que se abocan a sus sensibles respectivos. Aunque este fenómeno
también sucede respecto de los sensibles accidentales (i. e. el hecho de
que puedan ser percibidos por más de un sentido), nuestra percepción 328. Este es el «intelecto paciente» del siguiente capítulo (sobre el
de los sensibles comunes depende de nuestro uso de varios sentidos problema cf. Introducción sección 3.1).
y de la comparación que uno haga del informe que proporciona cada 329. Anaxágoras, B 12 (DK).
uno de ellos. 330. Para la interpretación del griego dynatós como «posible» (más
326. Es decir, el nombre p!zantasía. que como «potencial») sigo a Polansky 2007: 439; a este respecto cf.
327. Aristóteles conecta p!zantasía c9n plzós (luz). también mis observaciones en la Introducción, sección 3.2.4.
ARISTÓTELES ACERCA DEL ALMA

cuerpo, pues [en tal caso] sería un individuo cualificado, por intelecto, por el contrario, cuando intelige algo intensamente
ejemplo, [un objeto] frío o caliente, y tendría un órgano, como intelig¡ble no intelige menos, sino más, incluso los objetos que
la facultad sensitiva, pero [el caso es que] ahora no lo tiene. Es son inferiores. La facultad sensitiva, en efecto, no se da sin un s
claro entonces que los que sostienen que el alma es el lugar cuerpo, en tanto que el [intelecto] es separable333 • Y cuando
de las formas:m se expresan bien, aunque [esta descripción llega a ser cada uno [de sus objetos], tal como se dice que
vale] no para toda el alma, sino solo para la intelectiva, y no lo es el que conoce en acto -y esto ocurre cuando es capaz
es las formas en acto, sino en potencia. Que la impasibilidad de actualizarse por sí mismo- también en ese momento se
30 de la facultad sensitiva y de la intelectiva no es la misma es encuentra, en cierto modo, en potencia, aunque no del mis-
manifiesto en los órganos sensorios y en la sensación. Pues mo modo en que se encontraba antes de haber aprendido o
429b la sensación no es capaz de percibir sensorialmente a partir descubierto [algorm. El intelecto es entonces capaz de inteligir
de un sensible demasiado intenso; por ejemplo, [no percibe por sí :rp.ismo. Pero puesto que «magnitud» y «ser una mag- 10

sensorialmente] un sonido a partir de sonidos intensos, ni es


capaz de ver o de oler a partir de colores y olores fuertes 332.El
hay sensación o percepción si el sensible es demasiado intenso o fuerte.
Dicho de otro modo, si el sensible es demasiado fuerte se resiente el
331. Aunque la expresión «lugflr de las formas» no se encuentra así en órgano sensorio que oficia de canal de la percepción. Inversamente, si
los diálogos platónicos, es muy probable que Alistóteles esté pensando el inteligible es muy fuerte o intenso, el intelecto intelige mucho más.
en Platón o en algún platónico. Al menos en Timeo 50e Platón habla Según Alistóteles, esto muestra, una vez más, que la facultad sensitiva
del receptáculo (hypodoche} como aquello «que debe encontrarse exento no se da sin un cuerpo y que la intelectiva, en cambio, aunque se da a
de todas las formas, lo que va a recibir todos los géneros en sí mismo». través de un cuerpo (esta premisa está implícita), no posee un órgano
Aunque la expresión tópos ouránios («lugar celeste») se ha transformado sensmio de su actividad y que es separable (si la actividad de pensar
en un giro más o menos habitual para hacer referencia al dominio dependiera de un cuerpo, no podría ser posible que el intelecto intelija
eidética de la metafísica platónica, la expresión no se encuentra así mucho más cuanto más intenso sea el objeto inteligible. El cuerpo
en los diálogos de Platón quien, en realidad, habla de un hyperouránios siempre es el medio que impide y obstruye la actividad de pensar). O,
tópos: «lugar supra-celeste»; cf. Fedro 247c3. No sería extraño Aristó- como entendie el pasaje [Simplicio], «no hay un órgano en la actividad
teles estuviera pensando en República 517b5, donde Platón habla del teólica de las formas inteligibles» (In Arist. De an. 228, 10-11).
«lugar inteligible o pensable» (noetos tópos) para referirse a la sección 333. Esta línea (y otras por el estilo en DA) respalda la sospecha de la
superior de la línea dividida, donde ya están las Formas (cf. también tesis espiritualista acerca de la afirmación alistotélica de la inmortali-
República 526e2-3). Polansky, en cambio, piensa que Aristóteles está dad del alma. Sin embargo, no hay un solo argumento a favor de la
pensando en Timeo 30b y 46d, donde Platón sugiere que el noús debe inmortalidad del alma en el DA (ni en ninguna otra parte del Corpus
esta.r siempre en el alma (cf. su 2007: 441). [Filópono] In Arist. De an. Aristotelicum, con la excepción tal vez de algunas pocas líneas del per-
524, 6-8 cree que A1istóteles está haciendo un elogio a Platón y agrega: dido Eudemo), donde, por el contrario, sí encontramos un argumento
«En efecto, dado que arriba dijo que el alma recibe las formas de los a favor del carácter inmanentista del alma que, como cualquier otra
inteligibles y así actúa, por eso elogia a Platón, quien dijo que el alma forma, se da en el compuesto (cf. DA II 4 y mi discusión en la Intro-
es el lugar de las Formas». ducción, sección 1.1).
332. Esto explica la tesis aristotélica de que la sensación (aísthesis) es una 334. O sea, no es lo mismo la potencialidad del que es capaz de ejer-
cierta proporción (lógos) o término medio (mesótes). Cf. supra 424a27-b 1; cer un conocimiento antes de haber aprendido algo que la del que es
véase también 431a19 y 435a21-22. El hecho de que la facultad sensi- capaz de ejercerlo cuando ya lo ha aprendido. En este segundo caso,
tiva esté directamente anclada en el cuerpo implica que debe tener un ya tiene el conocimiento (porque luego de aprender algo uno ya ha
órgano, lo cual, sin embargo, limita el modo en que siente o percibe: no adquirido un saber) pero no lo está ejerciendo.
ARISTÓTElES ACERCA DEL ALMA 143

nitud» son cosas diferentes, y también lo son «agua» y «ser alma] discierne lo caliente y lo frío, es decir, aquellos factores 15
agua»3 35 -y así ocurre también en muchos otros casos, pero no de los que la carne constituye una cierta proporción. «Ser
en todos, pues en algunos es lo mismo-336 [el alma] discierne carne» lo discierne con otra [facultad] que o está separada
«ser carne» y «carne» con [una facultad] diferente o [con la [de la facultad sensitiva] o es como la línea curva respecto de
misma facultad] pero dispuesta de una manera diferente. Es sí misma cuando se la endereza. De nuevo, en el caso de los
que la carne no se da sin materia, sino que, como lo chato, es · entes abstractos338 lo que es recto es como lo chato, pues se da
«esto en esto [otro]»337. Ahora bien, con la facultad sensitiva [el con lo continud339 , y su «qué era ser» -si «ser recto» y «recto» 20
son diferentes- es diferente. Sea, pues, [su «qué era ser»] el dos;
lo discierne, por lo tanto, con otra [facultad] o [con la misma]
335. Esto es, no es lo mismo una magnitud o extensión concreta (como
esta cantidad determinada de agua o de tiena) que el hecho de ser pero dispuesta de otra manera. En general, por consiguiente,
una magnitud, i. e. no es lo mismo la cosa que su esencia; una cosa es como las cosas son separables de la materia, así también
el ente concreto con una determinación cuantitativa determinada y lo son las que se refieren al intelecto. Se podría plantear la
otra es el aspecto formal-conceptual de «ser una magnitud o extensión siguiente dificultad: si el intelecto es simple e impasible y no
determinada.>.
336. Es decir, hay ciertos ítems (como las formas «blancura» o «cha-
tiene nada en común con ninguna otra cosa, como sostiene
tedad») que son lo mismo que su esencia (i. e. x es lo mismo que «ser Anaxágoras, ¿cómo inteligirá, si inteligir consiste en padecer 25
»>).Aristóteles discute este tipo de casos en Met. VII 6 y 10. una cierta afección -en efecto, en tanto es algo común a dos
337. Este tipo de giro («esto en esto [otro]»), relativamente habitual en cosas, en un sentido parece actuar y en otro padecer-340 y si
Aristóteles, sirve para enfatizar el enfoque inmanentista de las formas además también [el intelecto] mismo es inteligible? Pues, o
aristotélicas, o sea, el modo en que la forma está en el compuesto (cf.
Met.l030bl8; Phys. 202b8-21; Depart. an. 640b26). «Lo chato» (tosimón) bien el intelecto se dará en las demás cosas -si él mismo no
es el ejemplo favorito de Aristóteles de una «forma materializada» (cf. es inteligible según otra cosa y si lo inteligible es algo uno
Met. 1025b30-34; 1030b28-1031al; 1035a25-30); véase también Met. en especie-, o bien tendrá algo mezclado [en él], que lo hace
1064a23-28, donde Aristóteles argumenta que la chatura -simótes- se inteligible como a las demás cosas. Ya se ha distinguido antes 3o
da solamente en una nariz, razón por la cual también su definición o
forma -lógos- implica la de nariz, porque lo chato es una nariz cón- que es afectado según algo común, porque el intelecto es, en
cava. De aquí se hace evidente que siempre hay que dar cuenta de la
definición o forma de carne, ojo y de las demás partes corpóreas junto
con la materia. El tema es bastante recunente en contextos metafísicos: naturales no es separable de su materia. En DA un ejemplo típico de
si todas las cosas naturales (physika} -ítems como nariz, ojo, rostro, «formas materializadas» (lógoi énylozj son las pasiones o estados afectivos
carne, hueso y, en general, animal, pero también hoja, raíz, corteza y, (páthe; 403a25).
en general, planta- se dicen de modo semejante a lo chato, es obvio 338. O más literalmente «en el caso de las cosas que existen en la
de qué modo hay que investigar el «qué es», es decir, cómo hay que abstracción».
definir en el dominio físico. O sea, lo relevante es que no es posible 339. Es decir, forzosamente implica un objeto material y, por ende,
dar una definición en dicho dominio sin el movimiento o cambio, pues un «continuo material».
se trata de cosas que poseen materia (Met. 1025b34-1026a6). Como 340. Si mi interpretación de esta línea es conecta (y desde el punto de
indicamos en nuestra Introducción (sección 1.1), la discusión psicoló- vista gramatical no hay nada que impida que lo sea: to men poieín dokeí
gica de Aristóteles es un capítulo de su teoría física, disciplina cuyo lo de páschein), hay una razón para pensar que en la distinción «intelecto
objeto de estudio son entes sensibles. Sin embargo, la física estudia agente-paciente» Aristóteles no está pensando en dos intelectos, sino
sus objetos en su aspecto formal. Pero la forma de los entes físicos o en dos fonciones del mismo intelecto.
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ARISTÓTELES 145

los inteligibles, aunque en acto no es nada antes de inteligir.


430a Potencialmente es del modo como [hay una escritura] en una
tablilla en la que no hay nada escrito en acto 341 ; esto es lo que
precisamente ocurre en el caso del intelecto. Y el [intelecto]
mismo es inteligible como lo son los inteligibles pues en el V
caso de las cosas que carecen de materia lo que intelige y lo
inteligido son lo mismo3-J.2 • En efecto, el conocimiento ~eórico
s y lo que es objeto de conocimiento en este sentido son lo mis-
mo. Hay que examinar la causa de que [el intelecto] no esté
P UESTO. que en la naturaleza toda hay algo que, en un 430a 10
sentido, es materia para cada tipo de cosa -y eso es lo
que en potencia es todas aquellas cosas345 - , y otro sentido,
inteligiendo siempre. Pero en el caso de las cosas que tienen es la causa, es decir el agente, por producir todas las cosas
materia cada uno de los inteligibles está en potencia34 \ de -como el arte respecto de la materia-, es necesario que estas
modo que el intelecto no pertenecerá a ellas -pues el intelecto distinciones se den también en el alma346 • Y también hay un
es una potencia de tales cosas sin su materia-344 , en tanto que intelecto que es tal por llegar a ser todas las cosas, y otro por 1s
a aquello [sin materia] pertenecerá lo inteligible. producirlas todas, que es como un cierto tipo de estado, como
la luz347• Pues también la luz, en cierto modo, hace que los

345. O sea, los particulares incluidos en la clase o tipo de cosa.


346. Traduzco de una manera relativamente neutra la expresión en
te(i) psyché(i) que puede significar (i) «en el caso del alma» o (ii) «en
cada alma individual». Para una discusión pormenorizada de esta
dificultad véase Rist 1966: 8.
347. La luz es un estado o condición porque, como el intelecto agente,
es una actualidad (cf. supra DA 418b9-20 y la nota ad locum). Como
correctamente entiende Temistio la analogía, Aristóteles «define la
luz como una actualidad de lo transparente en acto» (cf. Temistio, In
341. Para la imagen del alma como una tablilla cf. Platón, Teeteto De an. Paraph. 26, 12-13; véase también 59, 9; 59, 32-35). Este tipo de
191c-d y Filebo 39a-b. pasaje es útil además para advertir lo absurdo que es interpret~r héxis
como «hábito», una palabra que, si bien puede hacer referencm a un
342. Es decir, el intelecto, que es pura inmaterialidad, es un perfecto cierto estado habitual que indica una cierta permanencia, en el len-
ejemplo de que en lo que carece de materia l_o ~ue i~telige y lo inteligido guaje coloquial intuitivamente significa «costumbre». Pero para decir
son lo mismo. Cf. Met. XII 1074b34-35: noeszs noeseos. «costumbre» Aristóteles tiene (y usa: EN 1103a17; 26. 1148b27; 34. De
343. Este es otro adelanto del <{intelecto paciente» del siguiente ca- motu 703a34. Hist. an. 611al-2) otra palabra: éthos (con épsilon). En la
pítulo; dicho de otra manera, el intelecto paciente no es más que el analogía entre la luz y el intelecto agente o productivo este es una héxis
intelecto en su capacidad de inteligir. Este es el modo en el que puede porque, como sostiene Aristóteles, «las formas y los fines son cierto
darse el intelecto en los humanos, pensando a veces y otras veces, no. tipo de estados» ( GC324bl7-18; este pasaje también muestra por qué
344. Es decir, el intelecto es una potencia o facultad (djnamis) de los una héxisno puede ser un «hábito». Sería al menos inusitado -por no
inteligibles sin materia, porque posibilita inteligir tales inteligibles. En decir extravagante- pensar que una forma o un fin sea un «hábito»).
este sentido constituye él mismo Ja facultad de pensar. Es decir, la luz y el intelecto agente son formas o actualidades y, por
ARISTÓTELES ACERCA DEL ALMA 147

colores que son en potencia sean colores en acto. También Una vez separado, sin embargo, eso solo es lo que precisa-
este intelecto es separable, impasible y sin mezcla por cuan- mente es, y eso solo es inmortal y etemo350 ; no obstante, no
to sustancialmente es en acto 348 . En efecto, siempre es más
valioso lo que actúa que lo que padece, el principio que la 350. En mi interpretación deflacionaria de la distinción intelecto
materia, y es lo mismo el conocimiento en acto que su objeto, «agente-paciente» en De anima III 5, cuando Aristóteles dice «separa-
20 y el [conocimiento] en potencia es en un individuo anterior do» -choristheís; 430a22; no «separado» o «separable>>, como interpreta
en el tiempo, pero en general no [es anterior] en el tiempo, Fronterotta 2007: 84. El participio choristheís es de aoristo y pasivo;
para decir «separable» Aristóteles dispone del adjetivos choristós que,
sino que no sucede que a veces intelija y a veces no intelija349 • por lo demás, usa profusamente; aunque es cierto que en algunas
ocasiones choristós parece significar «separado»- debe querer decir (i)
separado del cuerpo (cf. Nuyens 1973: 306) o (ii) separado del intelecto
ende, también «estados» (héxeis). paciente .. Si lo que quiere decir es (i), entonces está pensando que el
348. Hay dos lecturas, igualmente plausibles, testimoniadas por los alma racional es, después de todo, inmortal (porque también es a ese
codd.: «acto» o «en acto». He preferido esta última porque, además de intelecto agente al que atribuye los predicados «inmortal y eterno» en
ser la lectura de la mayor parte de los codd., creo que hace un poco más la línea siguiente). Si lo que quiere decir es (ii), entonces lo que está
claro el sentido general del argumento: si el intelecto puede entenderse en pensando es que el intelecto (agente) es lo que más .propiamente es
un sentido pasivo y otro activo, el intelecto es sustancial o esencialmente (i. e. pura intelección o actividad de inteligir) únicamente cuando está
«intelecto» toda vez que está inteligiendo, i. e. cuando está desplegando separado de cualquier factor potencial (el intelecto paciente, en efecto,
su esencia, que es la actividad de pensar. Es cierto, sin emb.argo, que se caracteriza al comienzo del capítulo en términos de capacidad o
Aristóteles usa con cierta regularidad «acto» y «en acto» como s1 se tratara posibilidad; es el intelecto que es tal «por llegar a ser todas las cosas»,
de lo mismo (cf. Met. 107lbl9-20: «debe haber, por tanto, un principio i. e. por «ser capaz de llegar a ser todas las cosas»). Pero, de nuevo, ese
tal cuya sustancia sea acto». Véase también Met. 1072a25-26). Gerson factor potencial está dado por el cuerpo, de modo que no parece haber
(2005: 156-159) sugiere que nuestro intelecto, en cuanto inmortal, está una distinción demasiado clara entre las alternativas (i) y (ii), aunque,
siempre comprometido en una «actividad autorrefle~iva» y opera sin como sabemos, hay razones de orden sistemático para pensar que
imágenes. No creo que haya evidencia para suponer nmguna .las dos?e Aristóteles finalmente rechazaría la posibilidad de la inmortalidad del
cosas: lo primero porque, de hecho, nuestro mtelecto no está s1emp~e alma racional (cf. DA II 4). En una línea interpretativa similar Zingano
pensando; lo segundo, porque Aristóteles argumenta a.favor de la tes1~ hace notar que choristós no puede significar una separación sustancial
exactamente opuesta, i. e. que un intelecto, como el hu:nar:o, q~e está del cuerpo, pues el intelecto es parte del alma, que es la forma de un
en un cuerpo, siempre opera con imágenes. No veo que eVIdencia hay cuerpo (el destacado es mío. Como puede verse en mi argumento en
para distinguir entre el pensamiento del intelecto y el pens.amiento del contra de la interpretación que sostiene que Aristóteles defiende la
alma: en DA III 5 Aristóteles sigue hablando del «llamado mtelecto del inmortalidad del alma racional -Introducción, sección 1.1- coincido
alma» (DA III 4, 429a22), el mismo que sirve para introducir la noética completamente con Zingano en este punto; un enfoque similar ya había
aristotélica en DA III 4 y que se extiende al menos hasta III 6. defendido Nuyens 1973: 289, quien hacía notar que, aunque «separa-
349. El sujeto de noeí en esta sentencia es du~o~o, aunq~e, como ble» significa un cierto tipo de independencia del intelecto respecto
píensan Alejandro (De intellectu, 109, 27) y Tem1stio (In Arzst. De an. del cuerpo, el «pensamiento de tal hombre en particular depende de
Paraph. 99, 34-36), probablemente debe ser el intelecto agente. Ross la existencia de ese hombre»). Ser separado, entonces, debe significar
atetiza desde «es lo mismo el conocimiento» (430al9-20) hasta «y a «ser separado de los órganos corpóreos» (cf. Zingano 1998: 153, n. 33;
veces no intelija» (430a22); su razón para atetizar estas líneas es que véase también 154, aunque no creo que sea tan claro que decir que
(i) aparecen de nuevo en 431a1-3 (donde son «inofensivas»), y que el intelecto es separable significa decir que él está separado de todo
(ii) interfieren seriamente con el argumento. No logro ver con mucha órgano corporal: esta interpretación puede ser útil para explicar los
claridad en qué sentido dichas líneas interferi.rian c.on el ar~n:e~t_o; pasajes en los que Aristóteles habla del intelecto como «separable»,
podría tratarse solamente de la intención de eJemplificar la d1stmc10n pero no veo cómo esto puede explicar lo del intelecto que «separado,
entre lo actual, por un lado, y lo potencial, por el otro. eso solo es lo que precisamente es»). Zingano resuelve el problema
ARISTÓTELES
1.~9
351
25 [lo] recordamos, porque eso es impasible, pero el intelec-
to paciente es corruptible y sin eso 352 [uno] nada intelige.

sugiriendo que «separado» no se dice del intelecto, sino de la distinción


entre actividad de conocer de un individuo y el conocimiento como VI
resultado de esa actividad (1998: 176-177). Con todo lo atractiva que
parece esta solución, no creo que en el contexto el participio choristheís
pueda referirse a otra palabra que no sea noús.
357. Es decir, el intelecto agente. A HORA bien, la intelección de los indivisibles se da en
aquellos ítems respecto de los cuales no hay falsedad;
en cambio, en aquellos en los que [hay] tanto falsedad como
352. Según Caston (1999: 213-215), el pasaje se refiere no al intelecto
humano separado, sino al hecho de que los seres humanos no recuerdan verdad hay ya una cierta composición de los conceptos, como
que mientras el intelecto divino es no afectado (y, por ende, eterno), si se tratara de una sola cosa353 • Tal como solía decir Empédo-
nuestro propio intelecto es afectado. No encuentro nada en el texto, cles, «donde brotaron cabezas de muchos sin cuello» 35-4, luego
sin embargo, que habilite a pensar que Aristóteles está hablando del
intelecto divino. La razón que ofrece Aristóteles para mostrar por qué no fueron compuestos por la Amistad. Y así estas [nociones o 30

«recordamos» es que el intelecto agente es impasible, aunque la razón conceptos], aunque estaban separadas, se componen, como
de fondo debe ser que la memoria, como cualquier otra capacidad lo inconmensurable y la diagonaP 55 • Y si [la composición es
cognitiva de ese tipo, presupone la imaginación y, por tanto, también
la sensación (una línea interpretativa muy semejante es presentada por
de hechos] pasados o futuros, cuando [el intelecto] piensa el 430b

Fronterotta 2007: 90-91, aunque pone especial énfasis en el hecho de tiempo, también lo compone, pues la falsedad siempre [se da]
que el recordar, en realidad, no subsiste porqu~, al estar conectado
íntimamente con la facultad sensible, pertenecía a aquella parte del
compuesto que se ha corrompido, i. e. al cuerpo. Fronterotta remite
convenientemente a De mem. 450al0-25). Pero un intelecto separado un modo demasiado directo o simple («hace de nosotros un intelecto
de un cuerpo no tiene sensación y, por consiguiente, tampoco recuerdo agente»; «nosotros somos inmortales»), además del hecho de que, al
(este argumento presupone la premisa implícita de que el intelecto menos a partir de lo que dice DA III 5, deberíamos inferir no que ac-
activo puede seguir existiendo cuando se disuelve el compuesto). Esta tualizamos lo que actualizamos con el «intelecto mortal» (tal vez con
línea interpretativa, conservadoramente aristotélica (al menos en el este giro Temistio está haciendo referencia al intelecto paciente, que es
hecho de que la memoria supone sensación), parece la más razonable el que se destruye, de donde es «mortal»), sino con el intelecto agente.
y es en parte avalada por Temistio, In Arist. De an. Paraph. 101, 34-37. 353. La palabra griega es noémata, i. e. «intelecciones» o, tal vez mejor,
Sin embargo, Temistio también hace notar -probablemente pensando «los resultados de la intelección» (i. e. «Ítems inteligidos»).
en el aserto aristotélico de que el pensamiento, como cualquier otra 354. Frag. 57 (l?K).
función anímica, no se da si no es a través del cuerpo- que «cuando el 355. El ejemplo de la diagonal (de un cuadrado), que es inconmensura-
compuesto (koinón) se destruye no es posible que el [intelecto] agente ble (con los lados de dicho cuadrado), es un recurso favorito de Aristó-
piense o recuerde, pues pensar no era propio de él, sino del compuesto teles para ilustrar falsedades (como cuando se afirma que la diagonal es
que pereció». Es por eso, sugiere Temistio, que cuando Aristóteles dice conmensurable; AnPo. 71 b26) o para ilustrar tales falsedades mediante
que no lo recordamos porque él es impasible, pero el intelecto paciente argumentos por reducción al absurdo, en los que una falsedad resulta
es destructible, «hace de nosotros un intelecto agente, y sostiene que el de dar por supuesta su contradictoria (cf. AnPr. 4la26-29; 46b29-32;
compuesto se destruye y que por eso nosotros, que somos inmortales, 50a37; 65b17-18). En el contexto del DA el ejemplo sirve para mostrar
no somos capaces de recordar aquello que actualizamos con el intelecto que, aunque la diagonal del cuadrado y su conmensurabilidad con el
mortal» (In Arist. De an. Paraph. 102, 1-8). Hay varios implícitos en la lado de dicho cuadrado «están separadas» (ya que la diagonal no es
interpretación de Temistio que no podemos atribuir a Aristóteles de conmensurable con el lado), pueden componerse o ponerse juntos.
ARISTÓTElES
ACERCA DEL ALMA
356
en la composición • En efecto, aunque [uno] llame «no blan- efecto, el tiempo es divisible e indivisible del mismo modo
co» a «blanco» ha compuesto «blanco» y «no blanco» 357• Pero que la longitud. Por consiguiente, no es posible decir qué es 10
también es posible afirmar que todas las cosas son división. lo que el intelecto inteligía en cada mitad [del tiempo)3 62 , pues
5 Pues bien, no solo es falso o verdadero [decir] que Cleón es no existe, si no ha sido dividido, a no ser en potencia. Pues al
blanco, sino también que lo era o que lo serrr 58 • Pero aquello inteligir por separado cada una de las mitades, [el intelecto]
que produce unidad en cada caso es el intelecto 35 !l. también divide a la vez el tiempo, y entonces es como si [las
Puesto que «indivisible» [se entiende] de dos modos, o en dos mitades fueran] longitudes. Pero si [intelige la longitud]
potencia o en acto 360, nada impide inteligir lo <indivisible en como compuesta de ambas [mitades], [la intelige] en el tiempo
cuanto> indivisible, <como> cuando [uno] intelige la longitud [que se da] en ambas [mitades)3 63 • ·
(pues es indivisible en acto) 361 , y en un tiempo indivisible. En Lo que es indivisible no según la cantidad, sino por su
forma [el intelecto] lo intelige en un tiempo indivisible, es
356. Es decir, en el juicio; para el uso de «composición» (sjnthesis) decir, por [un acto] indivisible del alma364 • Pero lo que inte- 15
asociado a juicio en Aristóteles véase De int. 16a12-13. . lige [el intelecto] y el tiempo en que [intelige] son divisibles
357. O sea, «blanco» y «no blanco», aunque son dos nociones indi- por accidente, no en cuanto aquellos [indivisibles según la
viduales y, por tanto, «indivisibles, pueden decirse en combinación
cuando uno dice que «lo blanco es no blanco».
forma)3 65 , sino en cuanto <aquellos> son indivisibles. Pues
358. Es decir que lo verdadero y lo falso son atributos de proposicio- también en ellos hay algo indivisible, aunque tal vez no
nes que se refieren tanto al presente como al pasado y al futuro (cf.
De int. 18a33-b25).
359. Hasta este punto, entonces, Aristóteles ha señalado dos funciones que adiaíretos, como ítem unitario, es «incapaz de ser dividido» (i. e. el
o propiedades del intelecto: (i) la captación o aprehensión directa de sentido potencial de adiaíretos) y que, en realidad, está no dividido (el
los «indivisibles» (i. e. de los conceptos), sin mediación alguna y (izj sentido actual de adiaíretos).
la combinación o composición (sjnthesis) de los conceptos mediante 362. En la traducción de esta dificil línea sigo la interpretación de Berti
alguna forma del verbo ser, de modo de producir una unidad en la (2004a: 79). Tal vez la idea es que no es posible decir en qué pensaba
estructura predicativa «S es P». Cf. Berti 2004a: 78. el pensamiento en cada mitad, en el sentido de que no puede decirse
360. Esto es, como lo que no puede ser dividido («indivisible en en cuál de las dos mitades de la longitud estaba pensando, porque una
potencia») y como lo que no está efectiva o realmente dividido («in- mitad no existe si no se divide la longitud, a no ser en potencia.
divisible en acto). 363. O sea, los indivisibles únicamente pueden ser en acto; este es, en
367. Para entender mejor el pasaje tal vez es mejor representarse la lon- efecto, el caso de una longitud o de cualquier otra magnitud continua,
gitud de una linea; como el tiempo (que también puede representarse i. e. de «indivisibles cuantitativos». El tiempo, igual que la longitud,
en una línea, como magnitud continua que es; cf. Phys. IV), puede ser como magnitud continua que es, es indivisible solamente en acto. Es
divisible e indivisible. La longitud puede ser divisible porque, aunque decir, el tiempo en el cual el intelecto piensa una longitud es única-
en acto es indivisible (en efecto, si se divide la línea en los puntos que mente indivisible en acto, ya que puede ser dividido en dos mitades
la componen, deja de ser una línea), en potencia es divisible como una mientras el intelecto puede pensar cada mitad de la longitud una vez
sucesión de puntos. Nada impide que uno piense en algo indivisible que ella ha sido dividida.
(una longitud lineal) como divisible. Como hace notar Ross (1961: 296), 364. Siguiendo a Bywater, Ross reubica esta línea en 430b20, después
ni «no dividido» ni «indivisible» tienen la ambigüedad que Aristóteles de «tanto en el tiempo como en la longitud» (cf. Ross 1961: aparato
le atiibuye a la palabra adiaíretos. Por eso Ross propone entender crítico a 430b 14-15).
adiaíretos como «unitario»; en este sentido queda un poco más claro 365. Cf. Berti 2004a: 81.
152 ARISTÓTELES
ACERCA DEL ALMA
'53
separable, que produce un tiempo y_ una longitud úni~os. Y 0 falsa. El intelecto, en cambio, no es [así] en cada caso, sino
eso se da de igual modo en todo contmuo, tanto en el tiempo que el [intelecto que intelige] el «qué es» según el «qué era
como en la longitud. ser» es verdadero, y [eso] no es [decir] algo de algo 36!J. Pero
El punto y toda división, y lo que es indivisible en este tal como el ver tdel [sensible] propio es verdadero, y [ver]
20 sentido, se manifiesta como la privación. Un argumento se- si «hombre» es o no «blanco» no es siempre verdadero, así
mejante también se aplica en los demás casos; por ejemplo, también son cuantas cosas carecen de materia.
cómo [uno] conoce «malo» o «negro», pues, en cierto modo,
lo conoce por el contrario. Pero lo cognoscente debe estar
en potencia ty debe estar en ellot 366 • Sin embargo, si no hay
ningún contrario para alguna [de las causas)3 67 , ello se conoce
2s a sí mismo, es acto y es separable.
La enunciación [consiste en decir] algo de algo, como tam-
bién lo es la afirmación 36 l\ y toda [enunciación] es verdadera

366. Traduzco el crux interpretum tal como lo da Ross 1961 ad loe.; Biehl
1896 lee: hen eínai autó(z), en cuyo caso habría gue traducir «lo cog-
noscente debe estar en potencia y [los contrariosj deben ser uno para
ello». Tal vez la salida mejor es seguir la lectura de los codd. I:X<Dic y
leer hen eínai en autó{i}: «lo cognoscente debe estar en potencia y [los
contrarios] deben ser uno en ello». O sea, los contrarios son uno en
lo cognoscente en la medida en que el conocimiento de uno de los
contrarios implica también el del otro.
367. Ross, siguiendo a Torstrik (cf. también Hicks 1907: ad locum)
atetiza tón aitíon (innecesariamente, a mi juicio). Es probable que
Alistóteles esté pensando en las categorías que carecen de contrario_s:
sustancia y cantidad (cf. Cat. 3b24-4a9); eso que carece de «un contrano
de las causas», que es acto y es separable debe ser un i~?.ivisib~e o .«~a
esencia misma del indivisible o del ser del uno» (Bodeus 1993: 233,
n. 6). Esto, no obstante no explica lo «de las causas»; pero, uno podría
entender el pasaje si sugiere que ese ítem indi~sible.' que constituye ~a
más propia esencia o ser de la unidad del objeto m1smo, es su prop:a
causa. Como admite Hicks {1907: 523), que piensa que las palabras ton
aítion están «fuera de lugar», to gnorízon (430b24), «lo que conoce», es
ello mismo un aítion (cf. Polansky [2007: 477 y Berti 2004a: 83, n. 21).
que, habitualmente, en el lenguaje alistotélico phásis es el género y
368. En realidad, tanto la afirmación como la negación presuponen la apóphasis y katáphasis sus especies.
estructura «S es P», donde P es el «algo» que se dice y S el «de algo»
369. O sea, se trata del intelecto que capta, directamente y sin la
(ti katá tinos), del cual se lo dice. Esa es la razón de q_ue Ross y otros
editores prefieran la corrección de Torstrik (apóphasis) en 430b27, ya mediación que presupone la composición del juicio, el concepto, es
decir, un indivisible sin combinación.
155

VII

conocimiento en acto es lo mismo que su objeto, en 431a


E L
tanto que el [conocimiento] en potencia es temporal-
mente anterior [al conocimiento en acto] en el individuo,
pero en general tampoco [es anterior] temporalmente. Pues
todo lo .que se genera se da a partir de lo que es en acto.
Lo sensible claramente hace que la facultad sensitiva vaya s
de lo que es en potencia a lo que es en acto; en efecto, [lo
sensible] no es afectado ni alterado 370 • Este, por lo tanto, es
otro tipo de movimiento, pues el movimiento es un acto
de lo imperfecto, en tanto que el acto en sentido estricto,
el de lo que ha sido perfeccionado, es otro 371 • Ahora bien,

370. Esto es, el objeto sensible extrarnental hace que la facultad sen-
sitiva pase de su estado potencial (i. e. el estado que tiene en cuanto
facultad) a su estado actual; por ejemplo, el objeto visible hace que la
facultad o sentido de la vista pase a su estado de actualidad y haga que
el ojo sea «ojo vidente». Pero en el proceso de activación de la facultad
sensitiva el objeto sensible no es afectado ni alterado.
371. Esta definición de movimiento (kínesis) debe compararse con la
que da Aristóteles en Phys. 20lall, donde en vez de enérgeia («acto»)
usa entelécheia («actualidad», «actualización»). La palabra entelécheia en la
definición de movimiento (cf. también Phys. 251 a9-10) presenta muchas
dificultades: se ha interpretado corno «actualización», «actualidad» o,
simplemente, «acto». El hecho de que etimológicamente la palabra
sugiera un estado («lo que tiene un fin en sí mismo», corno conjetura von
Fritz [1938], 66) más que un proceso hacia un estado parecería indicar
que es más correcto traducir por «actualidad» el griego entelécheia. Si
se interpreta la palabra corno «actualización» o «realización» se estaría
definiendo el movimiento e introduciendo tácitamente en el definiens
la noción de proceso, con lo cual la definición se tomaría circular (cf.
Tomás de Aquino, In Phys., Lib. III, Cap. I, Lectio II, n. 2; citado por
ARISTÓTELES ACERCA DEL ALMA
157
percibir sensorialmente es similar al mero afirmar e inteligir. 374
Las imágenes son como perceptos para el alma intelec- 15
Pero cuando [el objeto] es placentero o doloroso, [el alma], tiva, pero cuando afirma o niega el bien y el mal, los evita
372 375
10 al afirmar o negar, lo persigue o lo evita • Sentir placer o o persigue • Es por eso que el alma nunca intelige sin una
dolor es estar activo con el medio término sensitivo respecto imagen; pero tal como el aire hace que la pupila376 tenga
de lo que es bueno o malo en cuanto tal. Tanto la evitación una determinada cualidad, y esta, a su vez, [actúa] sobre
como el deseo en acto son lo mismo: la facultad desiderativa otra cosa (con el oído sucede del mismo modo), aunque,
y de la evitación no son diferentes, ni entre sí ni respecto de en sentido último, [la facultad sensitiva] es una sola cosa, y
la facultad sensitiva373 • Su ser, sin embargo, sí es diferente. uno solo es el término medio [en que consiste], aunque su 20
ser sea múltiple [... ]. 377 Pero con qué discrimina en qué se
Kosman [1969], 41, n. 6). Ross ([1979], 536-537) sostiene que la «actu-
alización» (así interpreta entelécheia) es el pasaje de la potencialidad a
la actualidad (que es una kínesis). Por ejemplo, una alteración sería la 374. Cf. AnPo. II 19, 99b36-37, donde también habla de los «perceptos»
entelécheia de lo que puede ser (o llegar a ser) alterado, crecimiento o que quedan en la mente, i. e. los rastros sensibles de la sensación. La
decrecimiento lo son de lo que puede crecer o decrecer y así ocurre palabra aísthema también aparece en 432a8 (cf. nota ad loe. y De mem.
también en las demás formas de cambio. La distinción de Ross entre 450a30). Como sugiere Hamlyn (1993 ad locum), su uso recuerda la
«posibilidad de ser» y «posibilidad de devenir» fue criticada por estrecha dependencia que encuentra Aristóteles entre el alma inte-
Kosman, quien sugirió que Aristóteles define el movimiento como la lectual y la sensitiva, la cual se encuentra inmediatamente antes en la
actualidad, que es la actividad de un sujeto que es en potencia diferente jerarquía del argumento ex gradibus vitae (cf. Introducción, sección 1.1).
de lo que es en realidad en este momento ([1969], 54-58). Así entendida 375. O sea, perseguir algo porque se cree que es bueno es afirmarlo·
la definición, se evita la circularidad, por cuanto Aristóteles distingue evitar algo ~~rque se cree que es malo es negarlo o, dicho de otro modo:
actos o actividades (enérgeiaz) de movimientos o cambios (kinéseis). En la persecucwn es a la afirmación como la evitación es a la negación
este punto puede resultar de utilidad recordar la distinción aristotélica (EN 1139a21-22). Lo que Aristóteles parece querer dejar en claro en
entre actos o actividades y movimientos o cambios. Según Aristóte- la anal~gía es que cuando uno afirma o niega una noción práctica o
les, la palabra «acto» (o «actividad», enérgeia), que también se aplica evaluativa (bueno, malo, etc.) se produce un cierto movimiento en el
a «actualidad» (entelécheia), consiste en el existir de la cosa «pero no plano de la acción, a diferencia de lo que sucede en el caso del uso
como cuando decimos que tal cosa está en potencia>> (Met. 1048a31-32; t:órico de la razór:-: .~e la afirm~ción de una proposición (o de dar por
enérgeia to hypárchein to prágma). La diferencia entre actos o actividades c1er~ una proposicwn) no se sigue nada en el plano práctico. Sobre
y movimientos o cambios reside, fundamentalmente, en la relación este Importante tema en la explicación aristotélica de la acción cf.
que tales actos y movimientos tienen con sus fines. Un movimiento Aristóteles, De motu 701 a8-13, donde queda claro que la conclusió~ de
(kínesis) no es un fin, sino que se relaciona, aspira o apunta hacia un fin. un s~lo~smo te~ri~o es una proposición especulativa (theórema) y la de
Es imperfecto o incompleto (atelés) porque su perfección o completitud un s1l?g¡smo pra~~Ico, en c~m_bw, es una. acción (práxis) o, para los que
solo se logra cuando la kínesis ha llegado a su fin cf. supra n. 199. se res1st?? a admlti: q~e Ans~ot~les efectivamente haya pensado que la
372. Cf. EN1139a21-22. concluswn de un szlogzsmo practico sea una acción, la conclusión de ese
373. O sea que hay un sentido en que la facultad desiderativa (to ~ipo ?e silogism?_s es, de todos modos, una proposición que siempre
orektikón) es solamente otra manera de hablar de la facultad sensitiva 1mphca una accwn: «como», «camino», «no como», «bebo» (De motu
(to aisthetikón). Hay un sentido, sin embargo, en que son diferentes 701a32-33; EN 1147a31).
(«su ser, sin embargo, sí es diferente») porque el sentir no se reduce al 376. O el «cuerpo vítreo» del ojo; cf. Sorabji 1979 y Lawson-Tancred
deseo; también experimentar un placer o un dolor, percibir blanco o 1986 ad loe.
dulce, etc., es«sentir», pero no son estrictamente «deseo» (al menos no 377. Ross 1961 ad loe. anota en el aparato crítico: sententia non completa.
lo son los actos de percepción de cualidades sensibles). Uno podría entender esta última afirmación en el sentido de que,
ARISTÓTELES ACERCA DEL ALMA
159
378
diferencia dulce de caliente, ya se ha dicho antes , pero medio de las imágenes o los pensamientos que están en el
también hay que decirlo ahora del siguiente modo: es, en alma, como si los estuviera viendo, [uno] calcula y delibera
efecto, algo único, y es así en el sentido de un límite, y estas · sobre el futuro con relación al presente. Y cuando dice que
cosas, al ser una unidad análoga y numéricamente, cada una lo placentero o lo doloroso está allí, entonces lo evita o
de ellas es respecto de cada uno como aquellas [cualidades] persigue aquí. Y, en general, es así en el caso de la acción; 1o
las unas respecto de las otras. Pues, ¿en qué se diferencia y lo que no involucra acción alguna, lo que es verdadero o
25 plantear el problema de cómo discrimina las [cualidades] falso, se da en el mismo género en el que se da lo bueno y
que no son homogéneas o las [cualidades] contrarias, por lo malo. Sin embargo, se diferencian en que lo uno [lo es]
ejemplo, blanco y negro? Sea C a D como A, blanco, es a en sentido absoluto 380 , y lo otro [lo es] para.alguien 38 1. Los
B, negro [como aquellas cualidades lo son las unas respecto
de las otras]; se sigue, alternando, [que C es a A como D es
a B]. Si CA perteneciera a una única cosa, el caso sería así, conciliar esta línea con DA III 1, 425a14-15, donde Aristóteles indica
como AB, lo mismo y uno, aunque su ser no será el mismo. que no hay un órgano sensorio para los «sensibles comunes» distinto
431b Y aquellos casos serán semejantes. También [se aplicarút] el
de los cinco sentidos. Es ~nicamente por el sentido de la vista y no
por ~1- encuentro de lo_s cmco sentidos (como sugeriría el pasaje en
mismo argumento si A fuera dulce y B blanco. Ahora bien, cuestion) que uno percibe el movimiento de la antorcha (Hicks 1907:
la facultad de inteligir intelige las formas en las imágenes y, 539). La propuesta de Bywater (i. e. que te(i) koiné(i) debe eliminarse
como en aquellos casos, lo que es objeto de persecución o com? una glosa marginal).' propuesta que Hicks y Rodier sugieren
de evitación está determinado para ella, y al margen de la seguir, no me parece convmcente, pues en ese caso la traducción del
Pa:'aJe. quedaría aún más oscura (de hecho, Hicks, aunque atetiza te(i}
5 sensación, cuando está en las imágenes, se mueve [para per- kozne(i}, tra?uce como si leyera la expresión: «by the central sense», o
seguir o evitar]. Por ejemplo, si uno percibe sensorialmente sea q~e e~tá pensan~o en el sentido común. Theiler (1994 ad loe.), en
que la antorcha es fuego, al ver que se mueve, reconoce con cambiO, sigue la conJetura de Torstrik, que propone leer kinései en vez
de koiné(i}. Barbotin hace un comentario completamente trivial a la
[el sentido] común, que es el enemigo 379 • Pero a veces, por
línea en cuestión: «la antorcha en movimiento: señal convencional de
la apr?ximación del enemigo» (cf. su 1966: n. 7 ad locum). Bodéüs, en
cambiO, of~ece_u~a explicación más razonable: la inteligencia descifra
aunque la facultad sensitivo-perceptiva es una sola, tiene, no obsta~ te, una ~orma mt:hg¡ble que se_ ~a de evitar (el enemigo) en una percepción
múltiples funciones -como ver, oír, gustar, tocar, oler-, correspondien- sensible propm (:1 f~ego VISible) y común (el movimiento del fuego),
tes a los cinco sentidos, además del hecho de que es gracias a la facultad pero no mdica nmgun problema con la expresión (cf. Bodéüs 1993:
sensitiva que sentimos dolor o placer, deseamos esto o aquello, etc. 237, n. 4 ad locum).
378. Se refiere, probablemente, al «sentido común» o «general». Cf. 380. Lo verdadero y lo falso.
Introducción, sección 3.2.3. 381. Lo bue~o y lo malo. En el texto tiní puede significar «para algo»
379. El texto es telegráfico (te{i} koiné{i} gnorízei; 43lb5-5), pero koiné y «para alguien»; prefiero este segundo significado, pues Aristóteles
debe referirse a un aísthesis elidido (Hicks 1907: 539). Hay, además, parece estar pensando en un agente de acción para quien un ítem es
una razón sistemática para creer que interviene el «sentido común o bueno o malo. Otro modo de entenderlo es (como sugiere Polansky
general»: el movimiento es un sensible común (cf. DA 418a10). Otros, 2007: 491) suponer que Aristóteles solamente está pensando en algo que
en cambio, creen que la expresión te(i) koiné(i) es una interpolación es ~ueno p~r~ una co_sa pero malo para otra (esto explica que Polansky
(Bywater, Susemihl, seguidos por Rodier 1900:511 y Hicks 1907: 539). entienda tzm en sentido neutro, «para algo»). Esta interpretación, sin
Hicks, sin embargo, pone énfasis en el hecho de que es imposible re- embargo, no toma en cuenta el evidente énfasis que Aristóteles pone
ARISTÓTELES
160

llamados «objetos abstractos» [uno los] [intelige)3 13 :2 tal como


si [alguien)3 133 inteligiera en acto lo c~ato, no en cua~to cha-
15 to sino separadamente en cuanto concavo, o sea, s1 uno lo
3B4 E
'
inteligiera ,
sin la carne en la que se da lo concavo . s as1,
también como [uno] intelige los objetos matemáticos como VIII
si [existieran] separadamente, aunque no <existen?JH 5 sepa-
radamente, cuando los intelige. Y, en general, el intelecto en resumir ahora lo dicho acerca del alma, volvamos 431b 20
acto ·es sus objetos 386 • Si es acaso posible que él pueda o no
inteligir algo separado de la magnitud cuando él mismo no
T RAS
a decir 3H7 que el alma es, en cierto modo, todas las
cosas existentes, pues las cosas existentes son o sensibles o
está separado, tenemos que examinarlo más tarde. inteligibles, y el conocimiento es, en cierto modo, los ob-
jetos cognoscibles, en tanto que la sensación es los objetos
sensibles. Tenemos que investigar cómo es esto. Ahora bien,
el conocimiento y la sensación se dividen en sus objetos: el 25
[conocimiento y la sensación] en potencia, en sus objetos en
potencia; el [conocimiento y la sensación] en acto, en sus ob-
jetos en acto. La facultad sensitiva y la cognoscitiva del alma
en la acción (prá.xis: 43lb 10), lo cual parace indicar que está pensando son estas cosas en potencia; la una, lo que es cognoscible; la
en una persona, no en una cosa. otra, lo que es sensible. Pero deben ser o las cosas mismas o
382. Agregado de Ross.
sus formas; pero, sin duda no pueden ser las cosas mismas,
383. Agregado de Ross.
384. O sea, uno intelige los objetos abstractos como intelige ciertas pues no es la piedra la que está en el alma, sino la forma, de 432a
propiedades de los objetos corpóreos, a saber, separadas de su aspecto modo que el alma es como la mano, pues [tal como] la mano
matelial. es el instrumento de .instrumentos, así también el intelecto
385. Agregado de Ross. es la forma de las formas, y la sensación es la forma de las
386. El «intelecto en acto» es, claramente, el «intelecto que hace o cosas sensibles. Puesto que, al parecer, no hay ninguna cosa
produce todas las cosas» de 430al5. Para la expresión «el intelecto
en acto es sus objetos» cf. de nuevo DA III 5 (430a9-20f'. donde, e~ separable al margen de las magnitudes sensibles, los objetos 5
vez de «intelecto en acto», Alistóteles prefiere la expreswn «conoci- inteligibles se dan en las formas sensibles, tanto los llamados
miento en acto>>, que para el caso es lo mismo. En efecto, ~olamente objetos abstractos 3HH como todos los estados y afecciones de
hay conocimiento cuando hay pensamiento en act?, es decir, cuand~ los objetos sensibles. También es por eso que no se podría
se actualizan las formas, que es lo mismo que decir cuando uno esta
efectivamente pensando {cf. 429al3-18). Polansky (2007: 492) hace la
interesante sugerencia de que Alistóteles habla de «obje_tos» en pl~ral
(prágmata) porque ahora está interesado ~n.aplica: l~s diferentes _tipos 387. En realidad, no lo ha dicho antes; tal vez, está pensando en la
de pensamiento de los que ha hablado (teonco, practico y ~atemahco) discusión dialéctica con sus predecesores y, especialmente, en Platón
para enfatizar que el conocimiento de_ la mente o pensa~rnento puede (cf. supra 409b26-27) .
extenderse a todas estas áreas (no veo, sm embargo, necesidad de hablar 388. Probablemente se refiere a los objetos matemáticos, para cuyo
de «mente matemática», ya que esta estaría incluida en la teórica). tratamiento cf. Met. XIII-XIV y Cleary 1995.

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