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INTRODUCCIÓN

Para muchos la teoría general de las obligaciones es la piedra angular del estudio del
derecho. El derecho personal u obligación se define como aquel derecho que tiene una persona
(denominada acreedor) a exigir sobre otra (denominada deudor) el cumplimiento de una
determinada prestación. Esta definición nos dice mucho más que el tecnicismo del concepto, en el
sentido de que es una relación que diariamente presenciamos en la vida cotidiana. En ese aspecto,
las obligaciones son más que una eventualidad, son una necesidad del ser humano para la
convivencia social.

Existen diferentes tipos de obligaciones de acuerdo a su clasificación: por su objeto y por


sus fuentes, para el caso que nos interesa, estudiaremos la categoría según sus fuentes. Acorde con
esta tipología, pueden ser voluntarias y no voluntarias. Dentro de las fuentes voluntarias
encontramos, al contrato -por excelencia- y en algunos sistemas jurídicos contemplan en adicción
a este, a la promesa unilateral. Esta última objeto de la presente investigación.

En el trabajo que nos ocupa, trataremos en síntesis un enfoque o análisis de cómo se


desarrolla la promesa unilateral de la voluntad, la promesa unilateral no es mencionada ni por los
textos legales ni por la jurisprudencia, es la promesa unilateral el fundamento de ciertas
instituciones, Valor teórico de la promesa unilateral.

Este trabajo está dividido en capítulos, debidamente titulados y subtitulados los cuales
contendrán informaciones tales como la promesa unilateral como el acto jurídico que crea una
obligación con cargo a una persona y por su sola voluntad.

Esperamos que de la forma en que trata el tema en cuestión sea del agrado para todos los
lectores de esta investigación de quinta.

1
OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Conocer los principios generales de la promesa unilateral.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Determinar los elementos primordiales y consideraciones generales sobre la promesa


unilateral para la formación de los contratos.
2. Comprobar cuáles son los requisitos para la validez de la promesa unilateral.
3. Analizar la promesa unilateral en el Derecho Francés.

METODOLOGÍA

El procedimiento utilizado en este trabajo es el de la investigación documental, adquirimos


la información a través de documentos de diferentes tipos como son: libros, diarios, revistas,
internet, etc. por lo tanto, no generamos información, sino que consultamos en varios documentos.
este tipo de investigación la desarrollamos a partir de la revisión, recopilación y análisis de
documentos escritos o impresos, que sobre el tema habíamos abordado con anterioridad.

2
MARCO TEÓRICO

RESEÑA HISTÓRICA

La “Promesa Unilateral” es otra fuente no contractual de las obligaciones negociables, pues


en muchas ocasiones se dan declaraciones unilaterales de voluntad que producen como efecto la
creación de obligaciones y estas surgen con la aceptación tácita o expresa del destinatario. No es
un vínculo creado por la conjunción de dos voluntades en su origen sino una declaración de
voluntad unilateral y, para eso, se hace indispensable la cooperación normativa.

En el Derecho antiguo, específicamente en el romano no se la conoce sino por medio de


dos casos aislados:

a) El votum, promesa unilateral hecha a una divinidad, donde el promitente quedaba


“obligado” sin necesidad que otra persona hiciera aceptación de su promesa.
b) La pollicitatio, era otra promesa unilateral hecha a una ciudad que debía hacerse por una
justa causa, fue excepcional puesta que la regla puesto que la regla exigía se hiciera siempre
ante otra persona.

En el antiguo Derecho Germánico la Promesa a Salmán1, y las promesas o mandas


religiosas del Derecho Canónico constituyen sin duda los antecedentes de esta institución.

Desde luego, en el Derecho Medieval, particularmente en el Derecho Canónico se


recogieron las ideas del votum romano cobrando decisiva importancia la promesa hecha con fines
religiosos, de tal forma que por la sola declaración unilateral de voluntad se quedaba obligado a
cumplir con una prestación; sin embargo, debe quedar establecido que hubo resistencia en el
Derecho Laico aceptar que por la sola declaración de voluntad unilateral una persona pueda quedar
obligada.

En el Derecho moderno las obligaciones nacidas de la declaración unilateral aparecen en


doctrina como consecuencia de nuevas previsiones del derecho de esta época, como acontece en
los casos de la oferta al público, concursos y promesas de recompensa. Sin embargo, atribuir a la
promesa unilateral fuerza vinculante es sin perjuicio de algunos precedentes romanos y germánicos

1
1 Ente ideal que se hacía intervenir cuando una persona deseaba transferir un beneficio a un ausente o incapaz. El
promitente ofrecía a Salman, algo, y quedaba obligado sin la efectiva aceptación del beneficiario real.

3
una conquista relativamente reciente. En doctrina se discute si las declaraciones unilaterales de
voluntad pueden ser fuente de las obligaciones.

Ya en el derecho contemporáneo, el Code Napoleónico de 1804 se resistió a reconocerla,


al igual que la doctrina francesa descartan la declaración unilateral de voluntad como fuente de las
obligaciones. En 1854 el jurista alemán Helnrich Slegel conferencio sobre la promesa pública y
con la ampliación que de sus ideas hizo Kunstze, el propio Siegel desarrollo la doctrina de la
“promesa como fuente de las obligaciones”. Los ordenamientos legales hacen eco de esta
discordia, los codificadores europeos y latinoamericanos del siglo XIX no reconocen fuerza
obligatoria en este instituto y recién a partir del Código Civil alemán de 1900 se ¡niela una corriente
legislativa que tiende a reconocer sus efectos legales, tal como ocurre en la legislación italiana,
portuguesa, mexicana y boliviana.

BASE CONCEPTUAL

La figura jurídica de la promesa unilateral ha pasado de la absoluta prohibición en el


Derecho Romano a la plena producción de efectos jurídicos en el Derecho Actual: alteri stipulari
nemo potest, que equivale a decir: "te doy algo y a cambio tú me darás algo”.

Según Messineo2: el termino promesa se emplea con dos significados diversos. En su


sentido amplio, comprende a toda figura que implique la asunción de la obligación de una
prestación independientemente de la manifestación técnica del contenido, son figuras de la
promesa unilateral: la promesa de pago, el reconocimiento de una deuda, la promesa al público, el
acto de donación de una fundación, los actos patrimoniales en cuanto sean unilaterales, la donación
matrimonial, la concesión de hipoteca, el acto por el cual el tercero adquiriente promueve el
procedimiento de liberación de la hipoteca y la constitución de una renta vitalicia por acto
unilateral entre vivos.

En su sentido más restringido y técnico se entiende como aquel que indica los casos de
negocio resultante de un compromiso unilateral. Doménico Barbero3, por su parte, señala que la
promesa unilateral es una clase de negocio jurídico unilateral, negocio entre vivos consistente en

2
2 Messineo, Francesco. Ob. Cit., p. 218
3
Barbero Doménico. Sistema del Derecho Privado. Buenos Aires. Edición Jurídica Europa-América. 1967. Tomo IV.
pág, 583

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la declaración de obligarse a cumplir una determinada prestación a favor del destinatario o de uno
del público.

La promesa unilateral según aparece en la Exposición de Motivos y Comentarios, es un


acto jurídico unilateral en virtud del cual el declarante queda obligado a ejecutar una prestación a
favor de otra persona, la prestación puede constituir en un dar, un hacer o un no hacer. La promesa
unilateral acarrea, por lo tanto, para el sujeto pasivo que formula la declaración consecuencias
iguales a las que ocasiona el contrato, o sea la formación de una obligación a su cargo.

Se entiende luego por promesa unilateral a la exteriorización de voluntad sancionada por


ley que implica para el promitente la necesidad jurídica de conservarse en actitud de cumplir
voluntariamente una prestación de carácter patrimonial, pecuniaria o moral, a favor de otra persona
que eventualmente puede llegar a existir o con la cual hace nacer a favor de una persona
determinada, un derecho, sin necesidad de que este acepte, o por último, con la cual extingue para
si un derecho creado a su favor.

La promesa unilateral se caracteriza por las siguientes notas: Unilateral, porque es de una
sola prestación, obligatoria, desde el momento en que llega a conocimiento de la persona: de
ordinario irrevocable, aunque sea excepcional: le es inaplicable el binomio onerosidad- gratuidad,
porque es un negocio unilateral, mas no bilateral ni plurilateral. Entraña una significativa
trascendencia en el mundo jurídico porque es otra fuente importante de las obligaciones tanto en
el campo civil como comercial.

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CAPÍTULO I

PROMESA UNILATERAL: CONSIDERACIONES GENERALES.

1.1 LA DECLARACIÓN UNILATERAL DE VOLUNTAD OBJETO DE ESTUDIO

Existen muchos supuestos de declaraciones unilaterales de voluntad que, por su naturaleza,


tienen distintos efectos. En atención a ello, consideramos necesario delimitar el campo de estudio
de la declaración unilateral de voluntad materia del presente trabajo.

El instituto que estudiaremos no está referido a determinar si una persona por su sola
declaración de voluntad puede crear una obligación a cargo de un tercero. Tal situación resultaría
quizás perjudicial para todos los sujetos de derecho, pues ello supondría que cualquier sujeto
podría convertirse en deudor por la mera voluntad de otro, lo que evidentemente perjudicaría a
aquel, generando un caos en la sociedad. Ello no es objeto de análisis del presente estudio.

1.2 LA PROMESA UNILATERAL COMO COSTUMBRE.

En el Derecho, en vista de que no existe norma legal que reconozca efectos obligatorios a
la promesa unilateral, un sector de la doctrina ha pretendido darle tales efectos acudiendo a otra
fuente del derecho: la costumbre. Así, se ha señalado que dada la practica acompañada del
convencimiento de la colectividad sobre el valor obligatorio de lo prometido, existe una costumbre,
aplicable en defecto de ley, a tener de la cual dicha promesa obliga.

Sin embargo, quienes niegan efectos obligatorios a la promesa unilateral, han criticado la
posición descrita señalando que tal argumento supondría cargar sobre un sujeto una obligación,
que la ley no hace nacer, bajo el pretexto de que la hace nacer el derecho consuetudinario
supletorio; añadiendo que no hay más hechos que sean fuente de obligaciones que los que la Ley
diga. Y la ley no recoge como hecho fuente la voluntad unilateral.

1.3 LA PROMESA UNILATERAL SIN RECOMPENSA.

Otro argumento que hemos encontrado en la doctrina para negar carácter obligatorio a la
promesa unilateral, utiliza la promesa de publica recompensa para postular que, así como
generalmente se promete al que haga algo, se prometiese sin más (sin tener que pagar nada al

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beneficiario). Entonces partiendo de lo que el valor obligatorio reside en la voluntad del
promitente, tampoco habría por qué negar que quedase obligado por su sola promesa. Pero
mantener tal criterio, chocaría palpablemente con todos los artículos aplicables al caso, que, sin
duda, requieren para el nacimiento de la obligación, la aceptación del beneficio.

1.4 POSICIONES DOCTRINARIAS

1.4.1 Doctrina Negativa

Un sector de la doctrina estima por regla general que una promesa unilateral no es fuente
de obligaciones, porque la sola declaración unilateral no es potencialmente capaz de crear
obligaciones válidas y exigibles, la sustentan en que parece impropio y desconcertante clasificar
como declaración unilateral de voluntad a un acto en cuya formación intervienen dos voluntades
que se conjugan y concuerdan, por eso muchos autores la consideran como un contrato.

Esta posición inicialmente se basa en argumentos de lógica jurídica. Así, una relación
obligatoria exige dos sujetos: el acreedor y el deudor. De la voluntad de uno de ellos solo no puede
generar una obligación, no puede decidirse entonces que na promesa o una declaración que no ha
sido aceptado por la otra parte la vincule con el emitente. Antes de la aceptación de la declaración
unilateral es esencialmente revocable y hablando de ella no genera ninguna obligación.

Se aduce por último que desde el punto de vista social repugna que una declaración
unilateral de voluntad de lugar a una obligación que sea vinculante, aun cuando no acepte por
aquel a quien está dirigida o favorezca.

1.4.2 Doctrina Positiva

Desde otro punto de vista otro grupo de juristas consideran que la obligación puede nacer
de la declaración unilateral de voluntad. Se dice que la voluntad unilateral es soberana respecto de
quien la manifiesta, y, por tanto, el compromiso que acepta una persona, bajo la forma de una
simple declaración de voluntad de su parte, debe poseer a eficacia jurídica de la obligación. Así,
de la misma manera como el ordenamiento jurídico admite que surja una obligación en virtud de
un acuerdo de partes, también puede reconocer el mismo efecto a la voluntad unilateral.

Para Saleilles la obligación tiene un valor positivo autónomo que existe aun antes de existir
un acreedor determinado, de manera que el deudor queda vinculado por su propia declaración

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consistiendo la posterior adhesión del acreedor simplemente en la apropiación de un valor
preexistente.

De todo el análisis se arriba a dos conclusiones:

1. Que la eficacia de la promesa unilateral como fuente de las obligaciones, es


excepcional, y
2. Que la voluntad unilateral que se estima vinculante para quien declara no es la
normalmente emitida y no aceptada, sino la que va acompañada del consentimiento
de quien la recibe, aun cuando este sea anterior o previo y aun cuando resulte solo
inducido, de modo que más que de verdaderas declaraciones unilaterales, se trata de
contratos unilaterales, en la medida que solo resulta obligado el declarante.

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CAPITULO II

EXPOSICIÓN Y EXAMEN CRÍTICO DE LA TEORÍA DE LA


PROMESA UNILATERAL

2.1 DEFINICIÓN.

La promesa unilateral es el acto jurídico que crea una obligación con cargo a una persona
y por su sola voluntad.

Hay que guardarse de confundir la promesa unilateral con el contrato unilateral. El


contrato unilateral es una convención, un acuerdo, productor de obligaciones con cargo a una sola
de las partes; es unilateral en sus efectos, pero bilateral o plurilateral en su formación. Por el
contrario, la promesa unilateral no exige ningún acuerdo; resulta de una voluntad aislada, y es
unilateral tanto en su formación como en sus efectos.

Es bastante frecuente que la voluntad de una sola persona produzca algunos efectos
jurídicos: los actos jurídicos unilaterales son numerosos. Pero la promesa unilateral no es más que
una variedad del acto jurídico unilateral; del mismo modo que el contrato no es sino una variedad
de convención. La promesa unilateral es el acto jurídico unilateral que crea una obligación.

No es ése el caso del testamento. El testamento es un acto jurídico unilateral, porque


produce efecto por la sola voluntad del testador; pero ese efecto es el de transmitir un patrimonio,
no el de crear obligaciones con cargo al testador. La aceptación de la sucesión por parte del
heredero obliga a éste al pago de las deudas del difunto; pero sería inexacto calificar esa aceptación
de creadora de obligaciones; la aceptación de una sucesión no es sino el abandono del derecho de
renunciar a la sucesión; ésta, de pleno derecho y por el solo hecho de la muerte del de cujus, se
transmite al heredero, obligado por las deudas, salvo su facultad de renuncia; porque continúa la
persona del difunto.

La emancipación, que resulta de una manifestación unilateral de voluntad, no crea ninguna


obligación.

El reconocimiento de un hijo natural es un acto unilateral; pero su naturaleza mixta impide


ver en el mismo una verdadera promesa unilateral.

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La confirmación de un acto nulo es también un acto unilateral; pero da vida
retroactivamente a un acto anterior que produce efecto; aquélla no es creadora de obligaciones
nuevas.

2.2 VALOR TEÓRICO DE LA PROMESA UNILATERAL.

Fundada sobre la omnipotencia de la voluntad, considerada como susceptible, por sí sola,


de convertir en deudora a la persona de la que emana, la teoría de Siegel no está en contradicción
con el sistema de la autonomía de la voluntad, sobre el cual descansa el derecho francés de las
obligaciones. Así pues, no cabría oponerle ninguna objeción fundamental.

Desde luego tropieza con una grave crítica en el terreno de la lógica jurídica. Considerada
desde el lado del deudor, la promesa unilateral puede concebirse: es posible admitir que una
persona cree, por sí misma y por ella sola, obligaciones a su cargo. Pero no existe deudor sin
acreedor. ¿Se resolverá entonces que la voluntad del deudor puede tornar a una persona acreedora
sin saberlo ella e incluso contra su voluntad? Eso es evidentemente imposible. Por eso, los
partidarios de la promesa unilateral exigen, para que el compromiso sea eficaz, una aceptación del
acreedor. Entonces, siguen siendo necesarias dos voluntades complementarias para darle eficacia
al vínculo de derecho. Se está muy cérea de la tesis clásica del contrato.

La teoría de la promesa unilateral conduce, por otra parte, a efectos parecidos a los
atribuidos a la oferta y a la aceptación en la teoría clásica del contrato. Si se decide que el deudor
puede obligarse por su sola voluntad, debe admitirse que podrá igualmente liberarse
unilateralmente; pero se le debe retirar esa facultad desde el instante de la aceptación del acreedor,
a falta de lo cual se reconocería la validez de obligaciones puramente potestativas, contrariamente
al artículo 1.174 del Código civil. Tal es la solución del derecho alemán.

La teoría de la promesa unilateral llega así a soluciones parecidas a las admitidas en la tesis
clásica del contrato. No existe ya entre los dos sistemas más que una sola diferencia, por otra parte,
importante: cuando el acreedor acepta el beneficio de una promesa unilateral, su crédito se retrotrae
al día del compromiso; mientras que un contrato no se perfecciona más que desde la aceptación, y
no produce efecto sino para lo futuro.

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2.3 PELIGROS PRÁCTICOS DE LA PROMESA UNILATERAL.

La tesis de Siegel presenta, pues, la ventaja teórica de hacer que nazca la obligación antes
de toda aceptación; pero esto al precio de serios peligros:

Las negociaciones que preceden a un contrato, la presencia del otro contratante, cuyos
intereses son opuestos, llaman la atención del deudor sobre la gravedad de las obligaciones en que
consiente. Por el contrario, el deudor que se compromete por sí solo corre el riesgo de hacerlo a la
ligera, de no captar toda la trascendencia de su acto.

Ya resulta difícil en ocasiones distinguir un simple proyecto de convención de un contrato


definitivamente formado. La dificultad será mucho mayor para un acto unilateral.

Por último, la prueba de la promesa unilateral resultará imposible en muchos casos; porque
el deudor no pensará en prepararle a su acreedor la prueba de sus derechos, o no querrá hacerlo.

Esas dificultades no son insuperables. Pero, para eludirlas, habría que hacer de la promesa
unilateral un acto solemne, una suerte de voto solemne, rodeado de las formalidades propias para
inspirar reflexión al deudor, y también para facilitarle al acreedor la prueba de sus derechos.

2.4 INUTILIDAD DE LA TESIS DE SIEGEL.

La teoría de la promesa unilateral de la voluntad, debida al austriaco Seigel, ha tenido cierta


influencia sobre la redacción de los códigos modernos; ha merecido la aprobación de algunos
juristas franceses. Sin embargo, no parece que haya encontrado mucho crédito entre la
jurisprudencia francesa.

La promesa unilateral, y es ésta la objeción más grave que cabe hacerle a la teoría de Siegel,
es inútil. Los códigos recientes han fundado sobre la promesa unilateral la teoría de la oferta y de
la promesa de recompensa; la jurisprudencia francesa ha llegado a resultados tan satisfactorios del
todo en la ignorancia del sistema de Siegel. Algunas instituciones, tales como la estipulación por
otro, los títulos negociables, las fundaciones, han tenido nacimiento antes de que se hubiera
sospechado la promesa unilateral, y sus efectos se explican sin que sea indispensable recurrir a la
tesis nueva. Se va a comprobar esto al examinar el derecho positivo francés.

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CAPITULO III

LA PROMESA UNILATERAL EN EL DERECHO POSITIVO


FRANCÉS

3.1 LA PROMESA UNILATERAL EN LOS TEXTOS LEGALES

La promesa unilateral no es mencionada ni por, los textos legales ni por la jurisprudencia.


Los redactores del Código civil, cuando enumeran en el artículo 1.370 las diferentes fuentes de las
obligaciones, no hacen alusión alguna a la promesa unilateral. En cuanto al artículo 1.108, que no
exige como requisito de validez del contrato sino “el consentimiento de la parte que se obliga”, no
debe ser separado del contexto: el artículo 1.108, que sirve de introducción a un capítulo
consagrado a los requisitos de “validez de las convenciones”, enumera esos requisitos “esenciales
para la validez de una convención”; ahora bien, la convención, al igual que el contrato, supone el
acuerdo de dos o más voluntades.

Por su lado, los tribunales parecen ignorar la teoría nueva; las sentencias no se refieren
nunca a la promesa unilateral.

El derecho positivo francés, aun cuando considera como necesaria la voluntad interna,
exige, no obstante, para que produzca efecto esa voluntad, que se manifieste, que se exteriorice;
aquella debe demostrar, afirmar su existencia; por medio de esa manifestación, deja de ser pura
operación del espíritu, para penetrar en el plano social. El derecho positivo francés no reconoce la
promesa unilateral.

3.2 ES LA PROMESA UNILATERAL EL FUNDAMENTO DE CIERTAS INSTITUCIONES

Si la promesa unilateral no se menciona expresamente, es porque el código civil no la


reconoce como el fundamento de instituciones. Desde luego que sus partidarios aseguran que
varias instituciones del derecho positivo francés no pueden explicarse sin ella.

3.3 LA OFERTA O POLICITACIÓN

En derecho francés, no se retrotrae la aceptación de la oferta por el destinatario; las


obligaciones a cargo del proponente no nacen sino desde el día de la aceptación. Así pues, el

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proponente no estaba obligado por su sola oferta. Con ello, el derecho francés rechaza la promesa
unilateral como fuente de obligaciones.

La jurisprudencia admite que el fallecimiento o la incapacidad del proponente,


sobrevenidos antes de la aceptación de la oferta, hacen que caduque esa oferta.

No se discute que el retiro de la oferta sea posible antes de que haya llegado al destinatario.
Acerca de este punto, partidarios y adversarios de la promesa unilateral coinciden. Los primeros
consideran que el deudor debe poderse liberar, por su sola voluntad, de una obligación que había
hecho que naciera unilateralmente. Los segundos explican más fácilmente todavía la posibilidad
de revocación de la oferta: el proponente, por no estar obligado hasta la aceptación, continúa siendo
libre para retirar su oferta.

3.4 LA PROMESA DE RECOMPENSA.

La promesa de recompensa no es sino una oferta particular, que suele hacerse al público, a
persona indeterminada.

La jurisprudencia admite que el autor de la promesa no puede retractarse de ella cuando la


acción por la que recompensa ha sido emprendida; por ejemplo, cuando ha comenzado la búsqueda
si se trata de recompensar a la persona que encuentre un objeto perdido. Por otra parte, la
jurisprudencia admite que la retractación anterior no será válida más que si ha llegado a tiempo al
conocimiento del público.

Esas soluciones, que están adoptadas por los códigos modernos, y en las que descubren los
partidarios de la promesa unilateral la consagración de su tesis por los tribunales franceses, pueden
justificarse, sin acudir a la promesa unilateral, por medio de los principios contractuales. La
persona que emprende algunas investigaciones acepta tácitamente la promesa hecha en su interés;
se perfecciona así un contrato. La prohibición de retirar la promesa, sin efectuar una publicidad
suficiente, puede explicarse, en rigor, por un precontrato: el prometiente se compromete
tácitamente a no retirar sin publicidad su oferta.

3.5 LA ESTIPULACIÓN A FAVOR DE TERCERO.

En ciertos casos, un tercero puede convertirse en acreedor pe m contrato al que ha


permanecido ajeno; es la estipulación a favor de tercero.

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Existe en ello una derogación del principio del efecto relativo de los contratos; también se
ha intentado explicar esta anomalía; se ha recurrido especialmente a la promesa unilateral. Sin
examinar en detalle esta cuestión, se destacará, por una parte, que la obligación del prometiente
con respecto al tercero beneficiario nace, no de su voluntad unilateral, sino de un contrato
celebrado con el estipulante; y que, por otra parte, los redactores del Código civil, lejos de
considerar la estipulación por otro como la aplicación de una regla general, la presentan como una
excepción a los principios.

3.6 LOS TÍTULOS NEGOCIABLES.

El título negociable, cuyo estudio depende del derecho comercial, es un título que acredita
la existencia de un crédito, cuya transmisión

Se ha buscado facilitar excluyendo las formalidades exigidas por el artículo 1.690 del
Código civil para la cesión civil de un crédito: el título negociable se transmite por la vía de una
transferencia si es nominativo; de un endoso, si es a la orden; de una tradición, si es al portador.
Para explicar que el deudor quede obligado a pagar a cualquier tenedor del título, se ha invocado
la promesa unilateral: el deudor se halla obligado porque, por su sola voluntad, se ha obligado a
pagar. Pero no se necesita recurrir a esa explicación. Cabe considerar que el deudor ha hecho una
oferta a cualquier portador del título, y que esa oferta ha sido aceptada por los sucesivos tenedores.
Cabe considerar también, más sencillamente, que la cesión del crédito incluida en el título es la
que obliga al deudor a pagar al nuevo acreedor.

3.7 LAS FUNDACIONES.

El derecho alemán permite crear una obra benéfica afectándole una masa de bienes.
Justifica por la promesa unilateral esa posibilidad de obligarse el fundador frente a la obra benéfica
que quiere fundar, pero que no posee todavía la personalidad moral: la voluntad exclusiva del
fundador lo convierte en deudor. Los tribunales franceses del orden judicial anulan, por el
contrario, toda liberalidad consentida a una obra benéfica que no tenga aún una persona moral,
cosa que hace muy difícil la constitución de las fundaciones por testamento. Se niegan, pues, a
admitir aquí la validez de una promesa unilateral.

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CONCLUSIÓN

Los códigos modernos no acuden a la teoría de la promesa unilateral sino en medida muy
restringida y a título excepcional. No parece que el derecho positivo francés tenga interés en
adoptar una noción que le es extraña. En efecto, permaneciendo en el terreno del contrato y del
acuerdo de las voluntades, el derecho francés ha llegado a soluciones satisfactorias, parecidas a
aquellas a las que han sido conducidas las legislaciones que recurren a la promesa unilateral.

Se comprende, en tales condiciones, que la Comisión de reforma del Código civil no haya
querido romper con las tradiciones del derecho francés, y que se haya negado a hacer de la promesa
unilateral una fuente de obligaciones junto al contrato.

Para la inteligencia de los problemas que plantea la promesa unilateral, se necesita tomar
contacto con los textos de los modernos códigos extranjeros, y compararlos con las soluciones de
la jurisprudencia.

En conclusión, es nuestra humilde opinión que analizar la promesa unilateral es el acto


jurídico que crea una obligación con cargo a una persona y por su voluntad.

El contrato unilateral es una convención, un acuerdo, pero bilateral o plurilateral en su


formación. Por el contrario, la promesa unilateral es un acurdo unilateral en la formación como en
sus efectos.

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BIBLIOGRAFÍA

 Código Civil de la República Dominicana, Cuarta Edición, Editora DALIS, Moca


República Dominicana.
 Capitant, Henri, Vocabulario Jurídico, Ediciones Desalma, Buenos Aires.
 Josserand, Louis, Derecho Civil, Tomo 2 Volumen I, Ediciones Jurídicas Europa-América,
Bosch y cía. Editores Buenos Aires.
 Mazeaud, Henri, León y Jean. Lecciones de Derecho Civil. Parte II, Vol. Editorial:
Ediciones Jurídicas Europa-América, Buenos Aires, 1959.
 Pañalillo Arévalo, Daniel. La declaración unilateral de voluntad como fuente de
obligaciones. Disponible en: https://doctrina.vlex.cl/vid/declaracion-unilateral-voluntad-
fuente-231349609
 Subero Isa, Jorge. El Contrato y los Cuasicontratos. Editorial Capeldom, Santo Domingo,
2010.

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ÍNDICE

Introducción .................................................................................................................................... 1

Objetivos ......................................................................................................................................... 2

Metodología .................................................................................................................................... 2

Marco teórico .................................................................................................................................. 3

Capítulo I ........................................................................................................................................ 6

Promesa Unilateral: Consideraciones Generales. ........................................................................... 6

1.1 La declaración unilateral de voluntad objeto de estudio ....................................................... 6

1.2 La promesa unilateral como costumbre. ............................................................................... 6

1.3 La promesa unilateral sin recompensa. ................................................................................. 6

1.4 Posiciones Doctrinarias ......................................................................................................... 7

Capitulo II ....................................................................................................................................... 9

exposición y examen crítico de la teoría de la promesa unilateral ................................................. 9

2.1 Definición. ............................................................................................................................ 9

2.2 Valor teórico de la promesa unilateral. ............................................................................... 10

2.3 Peligros prácticos de la promesa unilateral. ........................................................................ 11

2.4 Inutilidad de la tesis de Siegel. ........................................................................................... 11

Capitulo III .................................................................................................................................... 12

La Promesa Unilateral en el Derecho Positivo FRANCÉS .......................................................... 12

3.1 La Promesa Unilateral en los Textos Legales ..................................................................... 12

3.2 Es la promesa unilateral el fundamento de ciertas instituciones......................................... 12

3.3 La oferta o policitación ....................................................................................................... 12

3.4 La Promesa de Recompensa. .............................................................................................. 13

3.5 La estipulación a favor de tercero. ...................................................................................... 13


3.6 Los títulos negociables. ....................................................................................................... 14

3.7 Las fundaciones. ................................................................................................................. 14

Conclusión .................................................................................................................................... 15

Bibliografía ................................................................................................................................... 16

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