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Semestre: 4
Indirectos:
Con estos métodos de exploración se realizan mediciones indirectamente de
propiedades físicas de los suelos y rocas.
Métodos sísmicos: Este procedimiento se funda en la diferente velocidad de
propagación de las ondas vibratorias de tipo sísmico a través de diferentes medios
mate-riales. Las mediciones realizadas sobre diversos medios permiten establecer
que esa velocidad de propagación varía entre 150 y 2,500 m/seg en suelos,
correspondiendo los valores mayores a mantos de grava muy com-pactos y las
menores a arenas sueltas.
Crosshole (pozo a través): Los ensayos de Cross-Hole permiten estimar
módulos elásticos (dinámicos), coeficiente de Poisson, módulo de Young,
módulo de cizalla, etc, del terreno. Estos parámetros son muy importantes a
la hora de determinar el grado de rigidez, compresión y deformación del
terreno y son empleados en estudios geotécnicos.
El método está basado en determinar la velocidad de propagación de las
ondas de compresión (P) y de cizalla (S) a diferentes niveles de profundidad.
Para la ejecución del ensayo, es necesario un mínimo de dos sondeos. La
técnica consiste en generar pulsos sísmicos dentro de uno de los sondeos
(sondeo emisor) y determinar el tiempo transcurrido desde que se genera el
pulso hasta que se recibe, por medio de un geófono de tres componentes,
en el otro sondeo (sondeo receptor). Conociendo la distancia que separa
ambos sondeos, se puede obtener la velocidad de transmisión de las ondas
sísmicas. Además, es necesario calcular, de manera independiente, la
densidad de los materiales extraídos de los sondeos.
Up hole (pozo arriba): El método uphole consiste en generar ondas en un
punto del sondaje y monitorear su arribo a la superficie. Generalmente se
utilizan explosivos como fuente, generándose simultáneamente ondas de
corte (ondas S) y ondas longitudinales (ondas P). Las llegadas de estas dos
ondas son monitoreadas por varios geófonos instalados en un arreglo en la
superficie del terreno. En depósitos de suelo con rigidez baja a media, la
propagación de las ondas P es suficientemente más rápida que la de las
ondas S y, por lo tanto, el arribo posterior de la onda S puede ser distinguido
en el registro monitoreado. En el caso de suelos rígidos y rocas, la diferencia
en la velocidad de propagación de estas dos ondas no es tan pronunciada y
así resulta difícil discernir la señal de la llegada de las ondas S.
Down hole (pozo abajo): En el caso del método downhole, un geófono o
hidrófono es adherido a la pared del sondaje, para monitorear la llegada del
frente de onda propagándose hacia abajo desde la fuente ubicada en la
superficie del terreno. La fuente utilizada suele ser una placa de madera
firmemente adherida a la superficie y golpeada manualmente por un martillo.
Si la placa es golpeada horizontalmente, generará una onda de corte
polarizada en la dirección horizontal. La onda longitudinal (onda P) es
generada golpeando la placa verticalmente o dejando caer un peso sobre
ésta. En el método down hole, el geófono se instala sucesivamente a las
profundidades deseadas mientras se genera la onda para cada profundidad,
en la superficie. Este tipo de investigación puede ser conducido
efectivamente en áreas de ciudades muy pobladas, donde el espacio
disponible es limitado.
Refracción sísmica: Este método se basa en determinar los tiempos de
recorrido de las ondas P desde un punto conocido (fuente sísmica) hasta una
serie de receptores (geófonos) situados a lo largo de una línea de
adquisición. Conociendo el tiempo de recorrido que las ondas P emplean en
recorrer la distancia que separa la fuente y los receptores, se puede
determinar la velocidad de propagación del medio situado entre ambos.
A partir de los valores de velocidad se puede obtener un modelo del subsuelo
compuesto por capas de velocidad constante y espesor variable. Este
método es muy útil para determinar, de manera rápida, la estructura del
subsuelo.
Sus aplicaciones más frecuentes son la detección del sustrato rocoso,
estudios sobre ripabilidad, estabilidad de taludes, etc.
Ondas superficiales: Dentro de las técnicas basadas en la dispersión de
ondas superficiales destaca el MASW (Multichannel Analysis of Surface
Waves). Es un método desarrollado a finales de los años 90 en Estados
Unidos. Sus principales ventajas son que puede emplear (y combinar si es
necesario) ondas Rayleigh generadas de manera activa (mediante maza,
vibrador o fuente explosiva) o pasiva (tráfico, viento, mareas, etc.).
Otra ventaja de este método es que, además de analizar el modo
fundamental de dispersión de las ondas Rayleigh, puede incorporar
información proveniente de los modos superiores de vibración, generando de
este modo modelos de velocidad de mayor resolución.
Actualmente, es el método geofísico basado en la dispersión de ondas
superficiales más popular en todo el mundo, dada su fiabilidad y versatilidad.
Además, Geofísica Consultores incorpora el empleo de un land-streamer de
alta resolución para la adquisición de los datos de campo, reduciendo los
tiempos de adquisición y los costes económicos asociados de manera
considerable. Con una separación entre geófonos de 1,0m y un sistema de
desplazamiento optimizado se obtienen modelos de velocidad de ondas S de
alta resolución en pocos minutos. Este sistema ha sido empleado con total
éxito en zonas donde el tiempo de registro es reducido (aeropuertos,
autovías, líneas férreas de alta velocidad, etc.).
Métodos eléctricos: Los métodos eléctricos en corriente continua (Geoeléctrica)
se fundamentan en el estudio de la propagación de la señal eléctrica en el medio.
La Geoeléctrica ha desarrollado multitud de dispositivos (Schlumberger, Wenner,
dipolo-dipolo, polo-dipolo, etc.)
El fin último es el conocimiento de las resistividades eléctricas presentes en el
subsuelo mediante las medidas de diferencia de potencial (electrodos M y N)
generadas por la inyección de una corriente eléctrica en el subsuelo (electrodos A
y B). Las dos técnicas geoeléctricas más empleadas, principalmente en obra civil,
geotecnia, hidrogeología y medio ambiente, son las tomografías eléctricas y los
sondeos eléctricos verticales SEVs.
La tomografía eléctrica, muy desarrollada desde la aparición de los equipos
multielectrodo, permite obtener secciones 2D de alta resolución de resistividad
eléctrica real mediante la inversión de pseudosecciones de resistividad aparente.
Las tomografías eléctricas no son más que distintos niveles de las calicatas
eléctricas tradicionales sobre los que se realiza una inversión para obtener modelos
2D de resistividades reales.
Los sondeos eléctricos verticales SEVs permiten obtener la distribución de
resistividades reales con la profundidad en un punto (información 1D) mediante la
inversión de curvas resistividad aparente – distancia AB. Con los SEVs podemos
alcanzar varios kilómetros de profundidad siempre y cuando se cumplan ciertos
condicionantes (zona sin cambios laterales importantes, topografía más o menos
suave,…).
Métodos nucleares: El método del densímetro nuclear permite determinar
rápidamente y con precisión la Densidad Seca y la Humedad de los suelos en el
campo, sin tener que recurrir a métodos de intervención física, tales como la
extracción de testigos. El equipo utilizado para este ensayo, determina la Densidad
mediante la trasmisión, directa o retrodispersada, de los rayos gamma,
cuantificando el número de fotones emitidos por una fuente de Cesio- 137. Los
detectores ubicados en la base del medidor detectan los rayos gamma y un
microprocesador convierte los conteos en una medida de Densidad.
El Densímetro tiene dos modos de operación: el modo de Transmisión Directa (la
varilla con la fuente perforando el material) y el modo de Retrodispersión (la varilla
se encuentra próxima a la fuente, pero no perforando el material).
En el modo de Transmisión Directa, la varilla con la fuente de Cesio-173 se introduce
en el terreno hasta la profundidad deseada. Los detectores en la base de la sonda
cuantifican la radiación emitida por la varilla con la fuente. Para llegar a los
detectores, los fotones gamma deben primero pasar a través del material, donde
chocan con los electrones ahí presentes. Una alta densidad del material supone un
alto número de choques correspondientes, lo que reduce el número de fotones que
llegan a los detectores, es decir, mientras menor sea de Número de Fotones que
alcancen a los detectores, mayor será la Densidad del material.
En el modo de retrodispersión, los fotones gamma deben ser dispersados (o
reflejados) por lo menos una vez, antes de alcanzar a los detectores en la sonda.
Para efectuar este proceso, se coloca la varilla de manera que, la fuente y los
detectores se encuentran en el mismo plano, denominado Posición de
retrodispersión. Los fotones provenientes de la fuente penetran en el material, y los
que se dispersan son medidos por los detectores. A fin de evitar que los fotones
puedan acceder a los detectores directamente, sin ser dispersados por el material,
la sonda dispone de blindajes entre la fuente y los detectores.
Métodos sonar: Este método es aplicado para realizar batimetría en el mar, lagos,
ríos y estudiar estratos bajo el lecho de ellos. El sensor puede ser arrastrado por un
barco en la superficie o por un submarino, o estar montado en el casco de un barco.
La intensidad de las reflexiones acústicas en el suelo marino de este haz en forma
de abanico es detectada por elementos electrónicos que forman el sensor y
procesada para obtener un registro en una serie de secciones transversales. Al ser
ensambladas en la dirección de desplazamiento, estas secciones transversales
forman una imagen del fondo marino dentro del rango de alcance del haz. Ondas
acústicas de alta frecuencia son transmitidas (las frecuencias de sonido en un sonar
de barrido lateral por lo general se encuentran entre 100 a 500 kHz; las frecuencias
más altas permiten obtener una mejor resolución pero tienen un alcance menor),
reflejadas por los objetivos y registradas por sensores que miden el tiempo de viaje
de las mismas, para así generar una imagen en tiempo real de los objetivos
presentes bajo el agua.
Tipos de muestras
Muestras alteradas:
Son aquellas que están constituidas por el material disgregado o fragmentado, en
las que no se toman precauciones especiales para conservar las características de
estructura y humedad; no obstante, en algunas ocasiones conviene conocer el
contenido de agua original del suelo, para lo cual las muestras se envasan y
transportan en forma adecuada.
Las muestras alteradas, de suelos podrán obtenerse de una excavación, de un
frente, ya sea de corte o de banco o bien, de perforaciones llevadas a profundidad
con herramientas especiales. Las muestras deberán ser representativas de cada
capa que se atraviese, hasta llegar a una profundidad que puede corresponder al
nivel más bajo de explotación, al nivel de aguas freáticas o aquél al cual sea
necesario extender el estudio.
El peso mínimo de la muestra será de 40 Kg. Que es la cantidad de suelo que
comúnmente se requiere para realizar las pruebas en materiales de terracerías; esta
cantidad deberá obtenerse de una muestra representativa mediante el
procedimiento de cuarteo. El espaciamiento de los sondeos y el número de
muestras que se tomen deberán estar de acuerdo con la homogeneidad del suelo y
el tipo de estudio de suelo de que se trate. En suelos que se presenten pocas
variaciones en sus características, el espaciamiento de los sondeos será mayor que
en los suelos heterogéneos. Igualmente, en los estudios preliminares el
espaciamiento será mayor que en los estudios definitivos.
Algunos tipos de muestras alteradas son:
Sueltas: Generalmente son excavaciones que se realizan para permitir la
exposición de la configuración del terreno, el procedimiento para la recuperación es
el siguiente:
Se retira la primera capa que se encuentra en el suelo y se deposita aparte,
en el proceso de muestreo nunca se desecha ni se contamina con la que se
encuentra más abajo. Esta primera capa es de espesores variables, de color
oscuro y olor a materia orgánica, es sobre la cual se desarrolla la vida, esta
capa sirve de nutrientes a las plantas y de hogar a muchos animales. En los
proyectos para el desarrollo de obras civiles esta primera capa se le conoce
comúnmente como “capa estéril” debido a que no aporta nada al desarrollo
del proyecto, pero en casos donde el objetivo del trabajo son procesos de
recuperación de suelos o desarrollo de zonas de cultivo, esta es la capa más
importante a estudiar.
Se toman muestras individuales de cada una de las capas a estudiar, este
proceso se lleva a cabo con ayuda de palas, cuchillos, barras, siempre
procurando no contaminar las capas entre sí.
Las muestras son almacenadas en bolsas o recipientes cerrados,
debidamente rotulados que permitan la plena identificación de la muestra.
Posteriormente son enviados al laboratorio.
Es común que en vez de tomar muestras individuales se requieran muestras
integrales, o sea de todo el perfil de suelo observado, para ello es necesario
almacenar en un solo recipiente la muestra tomada de todo el perfil. En cualquiera
de los casos es necesario tapar la excavación realizada una vez finalice el proceso,
dejando siempre para ubicar el suelo orgánico en la superficie.
Tubo partido: Es un elemento utilizado para obtener muestras de terreno. Consta
de un tubo partido longitudinalmente con una punta endurecida y a su extremo
contrario un acople roscado para añadirle las extensiones necesarias. Utilizada en
perforación de suelos y obtención de muestras de: 50.8 mm x 30,5mm (2” Ø ext.x
12” largo).
Muestras inalteradas:
Son aquellas muestras obtenidas por medio de muestreadores y usando técnicas
en las cuales es posible preservar de la estructura natural del material; aunque se
use la expresión “inalterada” se debe tener en cuenta que una muestra de suelo al
ser retirada de sus condiciones naturales sufre algún tipo de remoldeo o alteración,
se denomina así porque representan fielmente las condiciones del suelo in-situ. En
estas muestras se realizan todos aquellos ensayos que permiten evaluar las
condiciones de resistencia del suelo y comportamiento ingenieril y las propiedades
de permeabilidad, además determinar la humedad natural y todos los demás
ensayos que se pueden ejecutar en las muestras alteradas.
Algunos tipos de muestras inalteradas son:
Tubo shelby: El tubo Shelby o también llamado tubo de pared delgada es un tubo
fabricado de acero sin costuras y su objetivo es la toma de muestras de suelo “in
situ”, con este sistema se pueden obtener muestras de arcilla o de suelos,
prácticamente inalteradas. Posee una rosca de conexión hembra en la cabeza que
se incorpora a una válvula de bola para controlar el vacío. El tubo de pared se
encuentra unido a la cabeza con tres tornillos. En la parte de la cabeza se encuentra
instalado un escalón para que el tubo se asiente firmemente sobre el suelo, de
manera que se aplique de forma uniforme la fuerza necesaria de empuje.
Este tipo de muestreador se utiliza principalmente en suelos cohesivos y blandos o
semiduros, sin importar que se localicen encima o debajo del nivel freático.
Barril (broca de diamante): Este muestreador opera a rotación y presión, permite
recuperar muestras con poca alteración, en arcillas duras, limos compactos y limos
cementados con pocas gravas, abajo del nivel freático; las muestras recuperadas
son de 7.5 y 10 cm de diámetro.
El barril Denison es el mejor muestreador para las tobas duras, si se muestrea arriba
del nivel freático, se debe utilizar aire como fluido de perforación. En ambos
extremos de cada muestra inalterada se deben realizar pruebas de resistencia con
torcómetro y penetrómetro de bolsillo. Esta doble determinación de resistencia se
efectúa inmediatamente antes de proceder a sellar muestras. El sellado tiene como
por objeto proteger las muestras contra las vibraciones y la pérdida de contenido
natural de agua, usando para ello papel de estaño y una mezcla de brea y parafina.
Congelación: Este método es usado en arenas finas y consiste en el uso de
nitrógeno líquido, el cual es utilizado con el objetivo de congelar la superficie de
donde se obtendrá la muestra.
Cúbica: En esta se conserva la estructura y el contenido de agua natural del suelo
en el lugar donde se toma la muestra, por lo que su obtención, envase y transporte,
requieren cuidados especiales a fin de no alterarlas. Son generalmente cúbicas, de
aproximadamente 40 cm por lado, que se recubren con una membrana
impermeable hecha de manta de cielo, parafina y brea para protegerlas y evitar la
pérdida de agua durante el transporte y almacenamiento.