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CURSO
Guía Didáctica
Curso 2008-2009
Dr. Salvador Camacho
Coordinador
2
INDICE
Presentación 3
Los profesores del Curso 4
Objetivos del Curso 8
Competencias (habilidades y destrezas) 8
Programa 9
Metodología 9
Documentos de Trabajo 11
Evaluación 11
Para comunicarse con el Coordinador del Curso 11
Bibliografía 12
Plan de Trabajo 13
Anexos
La comunicación en el aula 24
Metodología universitaria 37
El trabajo autónomo 45
Técnicas de Evaluación 48
Planificación Didáctica 81
Competencias profesionales 90
Estructura básica de una Guía Didáctica 94
3
PRESENTACIÓN
actividad del profesor. En la actualidad los términos “planificación” y “diseño” sirven para
designar un proceso de investigación, reflexión y análisis que permite tomar decisiones acerca
de los objetivos a alcanzar para satisfacer unas determinadas necesidades de aprendizaje, los
métodos, medios y tiempo necesarios para alcanzarlos y los procedimientos para evaluar el
proceso de aprendizaje en su conjunto y sus resultados. El centro de atención de todo el
proceso de diseño es el estudiante. Este desplazamiento del interés inicial por la enseñanza
hacia el aprendizaje, que aparece como uno de los postulados del EEES, obliga al profesorado
a planificar y desarrollar la enseñanza de un modo diferente. No es suficiente con facilitar al
alumno el material que tiene que estudiar sino que hay que indicarle cómo debe abordar el
proceso de aprendizaje. Las Guías Didácticas se integran en lo que se ha denominado también
“planificación operativa” (la que corresponde al profesor) para distinguirla de la planificación
institucional que se concreta en las Guías ECTS. Los contenidos de una Guía Didáctica son
variados pero, en cualquier caso, deben recoger la información básica que precisa el estudiante
para enfrentarse a la asignatura con garantías de éxito. Esta información tiene que ser espe-
cialmente cuidada en lo que atañe al trabajo autónomo del estudiante puesto que uno de los
cambios sustanciales impuestos por el modelo del EEES es el reconocimiento de un mayor
protagonismo del alumno en su propia formación, menor dependencia, por tanto, del profesor y el
uso de nuevas vías de relación, más allá del contacto “cara a cara” en el aula. En este nuevo
contexto, el profesor tendrá que esmerarse en la confección de Guiones de Trabajo Autónomo y
materiales de aprendizaje que estarán a disposición de los alumnos en forma impresa o digitaliza-
da.
Esta Guía contiene información acerca de los contenidos, objetivos, actividades, metodolog-
ía, criterios de evaluación y otros asuntos de interés relativos al Curso “Planificación de la
docencia universitaria por competencias y elaboración de: Guías Didácticas” promovido por el
Vicerrectorado para la Garantía de la Calidad de la Universidad de Granada. Examínela
atentamente pues en ella se basa todo el trabajo del Curso. Si tiene dificultades para interpretar
alguna cuestión o desea información complementaria, no dude en solicitarla del profesor
coordinador del Curso.
Esta Guía y los documentos anexos son propiedad intelectual de Salvador Camacho
Pérez. Pueden ser reproducidos sin permiso del autor siempre que se cite su proceden-
cia.
A esta labor docente se une la investigadora que ha dado como frutos la dirección de 11 tesis
doctorales en líneas de investigación tales como “Análisis de micronutrientres en alimentos y líqui-
dos biológicos” o “Evaluación e intervención nutricional en población mayor”, la publicación de más
de 60 artículos y 5 capítulos de libro.
PROGRAMA
METODOLOGÍA
El módulo contempla una duración de 70 horas, de las cuales 33 son presenciales (11 sesiones
de 3 horas) y 37 no presenciales. La metodología se adaptará a ambas modalidades. Se incluye
un Plan de Trabajo con referencias explícitas a las tareas que se realizarán en la fase presencial,
que, en todo caso, versarán sobre:
-Aclaración de dudas
-Ampliación de información
-Presentación de experiencias
-Ejercicios sobre documento, individuales y en pequeño grupo
-Ejercicios de simulación
-Debates y puestas en común, elaboración de conclusiones
Se incluyen, asimismo, Guías de Trabajo para cada una de las unidades. Se espera que los
profesores-participantes:
1. Asistan a las clases presenciales.
2. Desarrollen las actividades prescritas e informen del resultado de su tarea.
3. Durante la clase, planteen dudas o pidan aclaración sobre términos o conceptos.
4. Expresen espontánea y libremente sus opiniones personales en cualquier momento de la
clase.
5. Aporten al grupo materiales y experiencias relacionados con los contenidos del Curso
6. Colaboren con sus compañeros en las tareas del Curso
7. Soliciten de los profesores la orientación y ayuda que estimen necesaria.
8. Sugieran a los profesores nuevos enfoques o vías metodológicas para mejorar la calidad de
su acción docente.
10
1. Permanecer a disposición de los participantes durante y después del desarrollo del Curso.
2. Posibilitar la participación y la expresión de las opiniones personales en todo momento.
3. Aceptar cuantas sugerencias se les formulen para mejorar su actuación docente, y some-
terse a una evaluación final.
Todo hombre recibe dos educaciones: la que le dan y la que él se da; esta última es la
más importante
GIBBON, Edward (1737-1794. Historiador inglés)
CALENDARIO
Marzo 2009
2 6 9 13 16 20 23 27 30
9,30- Teórica Teórica Teórica Teórica Teórica Teórica Teórica Teórica Teórica
10,30 1ª Sesión 2ª Sesión 3ª Sesión 4ª Sesión 5ª Sesión 5ª Sesión 6ª Sesión 7ª Sesión 8ª Sesión
Dr. Dr. Dr. Dr. Dr. Dr. Salvador Dr. Salvador Dr. Salvador Dr. Salvador
Salvador Salvador Salvador Salvador Salvador Camacho Camacho Camacho Camacho
10,30- Camacho Camacho Camacho Camacho Camacho Experiencia Experiencia Experiencia Experiencia
11,30 Dr. Francisco Dra. Manuela Dra. Reyes Dra. Carmen
11,30- González Lechuga Villena Artacho Martín- Alberdi Urquizu
12,30 Gómez Lagos
Dra. María
Dolores Ruiz
López
16-17 Teórica Teórica Teórica Teórica Teórica Teórica Teórica Teórica Teórica
1ª Sesión 2ª Sesión 3ª Sesión 4ª Sesión 5ª Sesión 5ª Sesión 6ª Sesión 7ª Sesión 8ª Sesión
Dr. Dr. Dr. Dr. Dr. Dr. Salvador Dr. Salvador Dr. Salvador Dr. Salvador
Salvador Salvador Salvador Salvador Salvador Camacho Camacho Camacho Camacho
17-18 Camacho Camacho Camacho Camacho Camacho Experiencia Experiencia Experiencia Experiencia
Dr. Francisco Dra. Manuela Dra. Reyes Dra. Carmen
18-19 González Lechuga Villena Artacho Martín- Alberdi Urquizu
Gómez Lagos
Dra. María
Dolores Ruiz
López
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Abril 2009
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DOCUMENTOS DE TRABAJO
Examine el Plan de Trabajo que se incluye en esta Guía
EVALUACIÓN
BIBLIOGRAFÍA
Se sugieren algunas obras para ampliación o profundización de los contenidos del Curso. Se
incluyen solamente las que resultan más accesibles. Si algún profesor precisa más información
conviene que lo plantee al profesor director del módulo.
PLAN DE TRABAJO
PRIMERA SESIÓN
Ponente: Dr. Salvador Camacho Pérez
3. Dominio elevado
2. Dominio suficiente
1. Dominio escaso o nulo
4. Defina la comunicación didáctica y destaque las condiciones que la hacen posible. Reflexione
acerca de su implicación personal en cada una de estas circunstancias.
5. Conceptualice el término “clima de clase” (§ 2.). Se proponen varios factores determinantes
del clima de clase. ¿Son todos igualmente importantes desde su punto de vista?
6. Un entorno de aprendizaje adecuado produce efectos positivos. ¿Puede usted modificar el
repertorio en función de su experiencia docente? ¿Qué importancia le atribuye usted al clima
de clase?
7. Al profesor relacional se le han asignado ciertas características, entre otras, ser competente.
¿Se identifica usted con todas o algunas de ellas? Cumplimente, si lo desea el siguiente cues-
tionario. En clase insistiremos en este punto.
8. ¿Posee usted (para su desgracia) alguno de los rasgos del abominable hombre o mujer NO?
9. El profesorado universitario pone a disposición de la comunidad científica los resultados de
sus investigaciones, fruto, en muchos casos, de un trabajo de equipo. Sin embargo, se resiste
a compartir sus conocimientos y experiencia como docente. Lea, por favor, el texto titulado “Al
margen” y prepárese para un debate en torno a estas cuestiones que tendremos en clase.
10. Ahora se centrará en el papel que corresponde al profesor como emisor en el proceso
comunicativo (por mucho que se apele a métodos activos o participativos, el profesor siempre
tendrá que emitir mensajes). Estudie detenidamente el § 3. y podrá comprobar que:
10.1. Los profesores inseguros suelen ser poco convincentes. ¿Cómo podríamos proporcionar
a los profesores ese dominio de la situación?
10.2. Es necesario conocer el contenido de lo que se va a comunicar (dominio de la materia).
15
10.3. La percepción que posee el profesor respecto de los alumnos se manifiesta en compor-
tamientos diversos, todos ellos bloqueantes. Reflexione acerca de en qué medida usted
practica algunas de estas percepciones.
SI NO
¿Tiendo a evaluar los comportamientos de los alumnos antes que a compren-
derlos?
¿Me esfuerzo en imponer mis propias ideas aún a riesgo de equivocarme?
¿Tengo necesidad de recordar continuamente que “en la clase mando yo”?
¿Suelo dejarme influir por los juicios previos que poseo de los alumnos?
11. Tan importante como lo que un profesor dice es cómo lo dice (paralenguaje). Interesa que
usted evalúe sus propios comportamientos verbales. A estos efectos, resulta útil grabar en
vídeo una de sus clases y proceder, después a un análisis detenido con o sin ayuda de otro
compañero o de un experto.
12. Algunos obstáculos en la comunicación educativa provienen de errores del profesor en función
de receptor. Observe (§ 4) que en el fenómeno de la escucha las percepciones del receptor y
sus niveles de atención tienen una importancia singular. Examine estos datos desde la pers-
pectiva de su experiencia receptora.
13. El humor ayuda a configurar un clima positivo. Advierta (§ 5) que el humor se contempla como
un estilo (sentido del humor) y como una herramienta o recurso didáctico. Reflexione acerca
de su particular nivel de humor.
14. Se alude a ciertas cautelas en el uso del chiste o la ocurrencia. ¿Añadiría usted alguna otra?
15. Otros problemas relacionados con la comunicación tienen que ver con el mensaje. En el § 6
se mencionan algunos de ellos. ¿Es usted consciente de la existencia de estos problemas en
sus comparecencias en clase? Más concretamente, ¿dosifica adecuadamente la originalidad y
la redundancia? MUY IMPORTANTE. ¿Reúnen sus mensajes didácticos las características
que se señalan en el texto?
16. En el § 7 se le suministra información sobre la técnica de preguntas. Existe constancia de que
muchos profesores NO saben preguntar. Se ha dicho que la enseñanza comienza cuando el
profesor deja de responder y empieza a preguntar. ¿Qué uso hace usted de las distintas mo-
dalidades de preguntas?
17. No todas las preguntas son didácticamente eficaces. ¿Diría usted que las que usa habitual-
mente lo son?
18. La mayéutica es una técnica tan antigua como moderna. Lea el § 8 y comprobará cómo
resulta especialmente útil en la enseñanza universitaria, donde deseamos que el alumno pien-
se. ¿La aplica usted?
SEGUNDA SESIÓN
Ponente Dr. Salvador Camacho Pérez
El profesor como mediador entre el conocimiento científico y el alumno. La lección como técnica
didáctica. Instrumentos para el análisis del acto didáctico. La enseñanza recíproca. El aprendizaje
tutelado por iguales. Los equipos de trabajo.
Su experiencia: ¿Cómo organiza usted sus clases? ¿Qué secuencia básica sigue? ¿Utiliza
métodos alternativos de enseñanza? ¿Puede aportar al grupo alguna experiencia valiosa en este
campo?
1. Lea el Capítulo METODOLOGÍA UNIVERSITARIA (p.37) en su totalidad para tener una visión
de conjunto del tema.
2. En el § 1. se destaca el papel mediador del profesor, cuyo rasgo fundamental es la credibili-
dad. ¿Se esfuerza usted en facilitar la comprensión de los contenidos científicos a sus alum-
nos?
3. La lección, en cualquiera de sus variantes, sigue siendo un método de enseñanza amplia-
mente utilizado en la enseñanza universitaria. Comience caracterizando los tres tipos de lec-
ción que se mencionan en el texto (§ 2) . ¿Cuál suele aplicar usted habitualmente en sus cla-
ses?
4. Ahora conviene que se centre en la lección moderna. Es muy importante que comprenda el
significado de cada una de las acciones que integran las fases inicial, central y final. Tenga en
cuenta que este esquema debería servirle de base para preparar sus lecciones futuras. No deje
de solicitar las aclaraciones que estime oportunas.
5. Revise el cuestionario del acto didáctico (§ 3) y adáptelo a las características singulares de su
asignatura. Proponga estas mejoras en clase.
6. Trate de fijar con claridad los rasgos de la enseñanza recíproca (§ 4). Si ha aplicado esta
técnica alguna vez, comunique al grupo el proceso seguido.
7. De especial importancia en el ámbito universitario tiene el aprendizaje que se obtiene
mediante la tutela de iguales. Observe (§ 5) que posee muchas ventajas y que se puede aplicar
en situaciones muy variadas. Si ha aplicado esta técnica alguna vez, comunique al grupo el
proceso seguido.
8. Muchos profesores universitarios encargan a los alumnos trabajos de grupo. A menudo,
sin embargo, el alumno carece de la debida información acerca de lo que tiene que hacer
realmente y cómo tiene que hacerlo. Lea el § 6 y podrá responder a estas cuestiones:
8.1. ¿Cuál es el proceso de construcción de un equipo de trabajo?
8.2. ¿Qué orientaciones hay que dar a los alumnos?
17
TERCERA SESIÓN
Ponente Dr. Salvador Camacho Pérez
La primacía del aprendizaje sobre la enseñanza. Justificación del trabajo autónomo en la enseñan-
za universitaria. Desarrollo práctico del aprendizaje autónomo. Las Guías de Trabajo Autónomo. El
papel del profesor en el trabajo autónomo de los estudiantes.
Su experiencia: ¿Ha aplicado técnicas de trabajo autónomo? Si es así, ¿en asignaturas teóricas o
prácticas o en ambas? ¿Dispone de modelos de guías de trabajo autónomo? ¿Dispone de
resultados acerca de la aceptación de esta técnica por los alumnos?
1. La lectura del documento anexo sobre TRABAJO AUTÓNOMO (p.45), las explicaciones
complementarias del profesor y el intercambio de información, le permitirá responder a estas
cuestiones:
1.1. ¿Qué justificación tiene el trabajo autónomo en la enseñanza universitaria?
1.2. ¿Cómo se incardina el trabajo autónomo en la moderna metodología universitaria?
1.3. ¿Cómo se desarrolla en la práctica el aprendizaje autónomo?
1.4. ¿Qué son las Guías de Trabajo Autónomo?
1.5. ¿Cómo se elaboran?
1.6. ¿Qué papel corresponde al profesor en esta técnica?
2. Cerciórese de que está en condiciones de elaborar Guiones de Trabajo Autónomo para su
asignatura.
Excelente maestro es aquel que hace nacer en el alumno el gran deseo de aprender
GRAF, Arturo (1843-1913. Escritor italiano)
18
CUARTA SESIÓN
Ponente Dr. Salvador Camacho Pérez
Actividades
En un examen, hasta el más necio puede hacer una pregunta que ni el más sabio puede respon-
der
19
ANÓNIMO
11. Las pruebas objetivas adoptan muchas modalidades, sirven para medir objetivos de distinto
tipo y tienen que ajustarse a unas normas (no use el término “examen tipo test” porque es
vulgar y redundante). Tiene usted que dominar perfectamente esta técnica. En el § 4
hallará abundante información. ¿Ha utilizado pruebas objetivas alguna vez? ¿De qué tipo
preferentemente?
12. Es muy importante facilitar a los alumnos información precisa acerca de cómo debe realizar
las pruebas. El § 4.3. incluye instrucciones que conviene que adapte a su asignatura.
13. Cada prueba objetiva tiene que ajustarse a unas normas de elaboración y de corrección ¿Las
tiene usted en cuenta?
14. Lo mismo cabe decir de los exámenes de respuesta libre. Aplíquese concienzudamente al
estudio del § 5 y compruebe que comprende toda la información que contiene. ¿Utiliza
exámenes orales? ¿Cómo los desarrolla? ¿Facilita instrucciones a los alumnos como las
contenidas en el § 5.4? ¿Tiene en cuenta normas de elaboración como las que aparecen en
el § 5.5?
15. Las pruebas de respuesta libre son difíciles de corregir. ¿Usted cómo lo hace? ¿Aplica alguno
de los procedimientos descritos en § 5.7?
16. Muchos profesores tienden a simultanear las acciones de medir y calificar cuando son
procesos completamente distintos. Estudie el § 6 y podrá caracterizar la calificación tanto
en su concepto como en sus funciones y procedimientos. MUY IMPORTANTE.
17. Si usted está interesado/a en la evaluación de actitudes, lea el § 7. Y solicite, si lo desea,
más información al profesor sobre el fomento sistemático de actitudes.
18. El § 8 le ofrece una breve información sobre la corrección de trabajos. ¿Aplica usted algún
método análogo?
19. Le propongo un sencillo procedimiento para evaluar el clima de clase (si está interesado en
este tema, puedo facilitarle más información). Puede adaptar el cuestionario que hay en el § 9.
20. Lo mismo le digo respecto de la evaluación del profesor y del programa (§ 10) ¿Solicita usted
a los alumnos alguna información de este tipo?
QUINTA SESIÓN
Ponente. Dr. Salvador Camacho Pérez
conocimiento.
10. Realice el ejercicio de identificación de operaciones cognoscitivas y prepárese para
discutir el resultado en clase.
11. Debe distinguir entre objetivos generales y específicos (si esto no lo tiene claro no podrá
elaborar programaciones correctas).
11.1.Establezca claramente la relación Objetivo General-Núcleo o Tema y Objetivo
Específico-Contenido.
11.2.Observe que el Objetivo Específico determina un resultado en términos de acción
(muy importante).
11.3.La formulación de O.E. tiene algunas ventajas. ¿Está de acuerdo con ellas? ¿Incluiría
alguna otra?
11.4.Aprenda a formular objetivos específicos; tiene algunos ejemplos en el documento (no
dude en consultar al profesor cualquier duda por pequeña que sea).
11.5.Estudie las normas y realice el ejercicio de discriminación de comportamientos
observables. Prepárese para discutir el resultado en clase.
11.6.Haga lo mismo con el ejercicio de detección de errores en la formulación de O.E.
12. Utilizando las tablas de verbos que se incluyen en el documento, formule algunos
objetivos sobre contenidos adaptados a su asignatura. Si tiene duda acerca de su
pertinencia, consulte al profesor.
13. Las actividades de aprendizaje permiten alcanzar directamente los objetivos específicos.
Estudie los principios de selección de actividades.
14. Elabore una relación de objetivos específicos y de actividades que conducen a ellos.
Servirá de base para la discusión en clase.
15. Lea, por favor, el texto titulado COMPETENCIAS PROFESIONALES (p.92) y prepárese para
un debate en clase. Concluya si el establecimiento de competencias profesionales tal y como
se recoge en el EEES permitirá que la universidad facilite una formación más ajustada a las
exigencias sociales y profesionales.
16. Examine alguna relación de competencias profesionales propias de su especialidad y
juzgue si están bien formuladas. Alternativamente, construya el perfil de competencias de
su asignatura.
SEXTA SESIÓN
Ponentes Dr. Salvador Camacho Pérez y Dr. Francisco González Gómez
Actividades: Análisis y discusión del documento adjunto: “Estructura básica de una Guía
Didáctica de asignatura” (p. 96). Presentación de Experiencias de Guías Didácticas.
SÉPTIMA SESIÓN
Ponentes Dr. Salvador Camacho Pérez y Dra. Manuela Villegas Lucena
Puesta en común y discusión en torno al desarrollo del trabajo: dificultades halladas, posibles
soluciones. Sigue presentación de Experiencias de Guías Didácticas a cargo de profeso-
res colaboradores.
OCTAVA SESIÓN
Ponentes Dr. Salvador Camacho Pérez, Dra. Reyes Artacho Martín-Lagos y
Dra. María Dolores Ruiz López
NOVENA SESIÓN
Ponente Dr. Salvador Camacho Pérez y Dra. Carmen Alberdi Urquiza
DÉCIMA SESIÓN
Ponentes profesores participantes
UNDÉCIMA SESIÓN
23
LA COMUNICACIÓN EN EL AULA
1. Una relación basada en la confianza mutua. Una afectuosa relación personal, basada en el
entendimiento y la mutua comprensión, constituye el soporte indispensable en el logro de
objetivos fructíferos en el campo de la educación. Además, si usted desea que sus alumnos
muestren iniciativa y sean responsables, tiene que demostrarles que confía en ellos.
2. La posibilidad de libre expresión de las ideas y de las manifestaciones personales. En la
relación didáctica, emisor y receptor deben sentirse libres de coacciones o de expectativas
de evaluación más o menos explícita.
3. Los intercambios frecuentes de los papeles de emisor y receptor. La comunicación fluye en
todas direcciones, eso sí, de un modo ordenado y eficaz.
4. La alternancia de canales para transmitir/recibir información. Los mensajes se trasladan por
medios diferentes haciendo uso de todo tipo de recursos en beneficio de una mejor recep-
ción.
25
2. El clima de clase
Se entiende por clima de clase la estructura relacional existente en el aula que se configura por
la interacción de todos los factores que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje y, muy
particularmente:
• Percíbase a sí mismo como un ser superior (si no lo es, haga un esfuerzo suplementa-
rio)
• Insulte a los alumnos. No en vano es usted quien manda.
• Grite siempre que haya ocasión. Si gesticula airadamente, mejor.
• Utilice la ironía, el sarcasmo o la burla directa para ridiculizar a los alumnos.
• Exprese ante los alumnos las carencias o debilidades de otros profesores.
• Reprenda a menudo. Si no lo hace, sus alumnos pueden creer que usted es débil. Y no
tolere justificaciones o excusas.
• Ignore o desprecie el trabajo o el esfuerzo de los alumnos.
• No pida jamás las cosas por favor ni dé las gracias.
• No reconozca nunca los propios errores: usted es infalible.
• No confíe en los alumnos; en realidad, todos tratan de engañarle y, además, son unos
inútiles.
• No sonría nunca: sus alumnos pueden pensar que usted es humano
• Ejerza su papel de
ABOMINABLE HOMBRE/MUJER
27
Al margen
Aunque en este apartado hemos considerado el fenómeno de la comunicación en su
relación con la enseñanza y, más ampliamente, en lo que concierne a las relaciones profesor-
alumnos, creemos que resulta oportuno hacer algunas reflexiones en torno a la comunicación
entre profesores (comunicación horizontal) y a su importancia en la formación y
perfeccionamiento del profesorado.
Lo primero que cabe afirmar es que, en el ámbito universitario, las relaciones horizontales
están claramente desaprovechadas. Así, por ejemplo, cada Departamento tiende a funcionar
como una unidad estanca y, siendo sus problemas similares, consumen energías en resolver
por sí mismos lo que otros, quizás, han resuelto ya con éxito. Por lo que respecta a los
profesores, son escasos los que acuden a las clases de otros compañeros (en algunos países
esto constituye una práctica habitual) para aprender de ellos o, simplemente, para intercambiar
opiniones sobre métodos de trabajo. Las causas son múltiples: a) Cierta tendencia a considerar
el aula propia como un reducto y cualquier presencia ajena, como una intromisión b) Profesores
inseguros que temen ser evaluados negativamente por sus colegas (aunque esa finalidad haya
sido descartada), c) Temor a que la presencia de otro profesor perturbe a los alumnos y afecte
al normal desarrollo de la clase y d) Temor a decir o hacer algo inconveniente que pueda
trascender más allá de los límites del aula. El caso es que muchos profesores, seducidos por la
atracción fatal de Congresos, Jornadas, Seminarios y otros eventos análogos que, eso sí,
dispensan certificados con la homologación correspondiente, olvidan que la inspiración, el
referente, la enseñanza de lo que se debe hacer en un aula, está próximo a ellos, en la misma
Facultad, en ese compañero de una materia igual o diferente, que tiene acreditadas sus dotes
de buen maestro y al que valdría la pena ver en acción. No existe, en efecto, la necesaria
comunicación horizontal y los profesores siguen refugiados en su autonomía aular como si su
clase fuese su castillo. Podríamos cambiar esta situación, pero ¿cómo?
3. El profesor-emisor
El profesor tiene que hablar bien, es decir, con propiedad, claridad y precisión (rasgos del len-
guaje científico). Algún autor propone tres fases en le exposición oral del profesor:
Cuando se hace uso de la palabra, importa lo que se dice y cómo se dice. El paralenguaje
incluye las características de la voz (rapidez, volumen, altura, timbre, articulación, etc.) y los
llamados “segregadores” (interjecciones, carraspeos, muletillas, pausas, etc.). Carnegie recomien-
da destacar las palabras importantes, variar el tono de voz, la velocidad del discurso, hacer pausas
antes y después de las ideas importantes y despertar la curiosidad de los alumnos con frases
impactantes.
4. El profesor-receptor
tamientos del profesor en función de receptor, se refieren, básicamente a sus percepciones y a sus
niveles de atención.
La percepción que tiene el receptor de sí mismo influye en la comunicación porque buena parte
de los mensajes que llegan a nosotros lo hacen matizados por nuestros propios intereses y
actitudes. Ningún receptor capta un mensaje tal y como lo tenía en la mente el emisor. La percep-
ción que se posee del emisor determina la existencia de prejuicios (a los que hemos aludido
anteriormente) y efectos de halo. Este último fenómeno opera en la comunicación cuando tende-
mos a juzgar al otro en función de una impresión previa favorable o desfavorable. Si el alumno que
interviene en clase nos resulta grato (experiencia previa positiva) sus palabra adquieren para
nosotros una significación y un valor elevados. Si, por el contrario, poseemos experiencias previas
negativas acerca de un alumno es muy probable que tendamos a minimizar la calidad de su
intervención con independencia del valor objetivo que ésta posea.
Las actitudes del receptor hacia el tema determinan, en ocasiones, la aparición de la llamada
defensa psicológica. Los mensajes emitidos por alumnos creativos, en tanto que no se ajustan a
los patrones convencionales, suelen ser rechazados por profesores que prefieren la respuesta
normativa a la respuesta innovadora. El rechazo que experimentan algunos profesores ante la
posibilidad de que los alumnos expresen juicios acerca de su actuación docente constituye otra
defensa psicológica ante cuestiones que no desean conocer.
Respecto de los niveles de atención, hay que recordar que, en general, no sabemos escuchar y
ello a pesar de que el aprendizaje del lenguaje se basa en la previa capacidad de escucha. De otra
parte, es casi imposible escuchar lo que no se quiere oír, es decir, lo que atenta contra nuestras
creencias, valores, sistemas conceptuales, etc.
Escuchar es un proceso activo en el que la nota predominante es la retroalimentación expresa-
da en gestos afirmativos, paráfrasis, formulación de preguntas, etc. El éxito de la escucha se
acrecienta si el profesor manifiesta: a) Aceptación de los sentimientos y de las diferencias de
criterio expresadas por los alumnos, b) Confianza en la capacidad del alumno para aportar ideas,
c) Comprensión de las circunstancias que determinan la intervención del alumno y d) Deseo de
utilizar productivamente en beneficio del grupo las ideas que le son expresadas.
flexible lo inflexible, relajado lo tenso, relativo lo absoluto, natural lo solemne, débil lo aparen-
temente robusto. Cuando profesores y alumnos ríen al unísono podemos estar seguros de que,
al menos en ese momento, todos disfrutan de su existencia.
El chiste y la ocurrencia pueden utilizarse como recursos didácticos, para reforzar otros
mensajes, para relajar el ambiente o para hacer más llevadera la dura tarea de enseñar y
aprender pero su aplicación requiere algunas precauciones:
Parecidas observaciones cabe hacer en lo relativo a los dichos, sentencias o refranes. Go-
ethe dijo que «una colección de anécdotas y máximas es el mayor tesoro para el hombre de
mundo que acierta a intercalar las primeras en su lugar debido y a recordar las segundas en el
caso oportuno». Ludwig, el gran biógrafo, sostenía que «una palabra, una anécdota, una
máxima enseñan con frecuencia más que todos los tratados públicos».
Nota: Si desea recibir el artículo “Humor y Educación” del profesor Camacho, pídalo a scama-
cho@ugr.es
6. El mensaje didáctico
Quiero por último aludir al proyecto de creación de un Instituto Universitario de Investigación en
Formación del Profesorado que han hecho un grupo de profesorado de nuestra Facultad. Pensamos
que la propuesta tendrá repercusión en todo el profesorado que en la Facultad trabajamos la forma‐
ción del profesorado, por lo que nos hubiera gustado una convocatoria completamente abierta para
la elaboración de esta propuesta. De todas maneras mantenemos nuestra intención de convocar una
reunión informativa para todo el profesorado con un representante del grupo de profesorado que ha
elaborado la propuesta. El Decano.
“Algunos minerales contienen uranio y torio (pechblen, chalcolita, uralita); son muy activos desde el
punto de vista de la emisión de rayos de Becquerel. En un trabajo anterior uno de nosotros ha de‐
mostrado que su actividad es incluso mayor que la del uranio y la del torio y ha emitido la opinión de
que este efecto era debido a alguna otra sustancia muy activa oculta en pequeña cantidad en esos
minerales…” Pedro y María Curie
Todos los efectos anteriormente descritos (“efecto de funciogénesis”, “efecto de consistencia”,
“efecto de generalización”), que se reintegran conformando el “efecto de especialización”, y el últi‐
mo apuntado “efecto de autocontrol”, permiten configurar una matriz educativa del sistema, conce‐
bida como una estructura funcional hojaldrada, y en parte jerarquizada, de niveles interaccionados e
integrados” Autor conocido.
Nota: Si está interesado en ampliar información sobre el lenguaje científico puede leer: Mendías, A.
y Camacho, S. (2007). “La comunicación científica”. Revista de Educación de la Universidad de
Granada, vol.20 (2),77-89.
7. Preguntar y responder
un profesor eficaz. Por ello, entre las funciones más específicamente didácticas del profesor se
hallan no sólo la formulación de preguntas sino también la estimulación de las disposiciones y
capacidades interrogadoras de los alumnos. En la base de toda pregunta se hallan dos factores
fundamentales:
La pregunta, como todo lo humano, puede hacerse bien o mal y aunque no hay reglas infali-
bles aplicables a todas las situaciones, hay condiciones generales que normalmente suelen
producir buenos resultados, mientras que otras impiden el ejercicio de esa actividad y malogran
sus posibles frutos. En efecto, algunas circunstancias dificultan o paralizan la pregunta. Quizás
la más importante sea la soberbia intelectual. Cuando se cree que ya se sabe todo, ¿para qué
seguir preguntando?
En técnica de comunicación, la pregunta constituye una modalidad de feedback explícito. En el
marco de la lección se presenta habitualmente de tres formas.
1. Preguntas del alumno al profesor sobre cuestiones no entendidas o sobre las que se desea
más información.
Testimonio
Estaba en cuarto de carrera. Yo tenía una duda sobre un tema en clase. Él se dedica a
explicar a un grupo reducido de primera fila, los demás somos relleno. Le consulté mi du-
da y volvió a plantear la cuestión con las mismas palabras, no sabía hacerlo de otra for-
ma. Yo seguía insistiendo en que no entendía lo que quería decir.... él me dijo que era
problema mío. Así de simple. Una persona tan poco cualificada no debería de hacernos
perder el tiempo a los demás.
2. Preguntas del profesor al alumno con finalidad muy variada (casi siempre en demanda de
información, no de comprensión).
3. Preguntas de alumno a alumno, generalmente, en el transcurso de debates o de trabajos de
grupo.
• Es relevante (fija la atención sobre lo esencial) y adecuada a los objetivos del tema
• Pretende determinar los conocimientos del alumno, no su ignorancia
• Es inteligible, de fácil comprensión
• Está en el ámbito de posibilidades de respuesta del alumno
• Es progresiva (la graduación debe favorecer el descubrimiento)
• No es literal (se formula con mensaje reelaborado a partir de la información transmitida)
• Es variada ( en su forma y modelo)
• Es estratégica (se distribuye a lo largo de la clase y entre todos los alumnos)
• Se dirige inicialmente al grupo, pero se focaliza, a continuación, en un alumno determinado
Además:
No todas las preguntas desencadenan los mismos procesos mentales. Ciertas preguntas
obtienen de todos los alumnos la misma respuesta. Esa unanimidad responde, al menos, a tres
razones:
8. La discusión socrática
La mayéutica, (etimológicamente “arte de partear”) fue utilizada por Sócrates para conducir
a su interlocutor hacia la verdad que estaba dentro de sí mismo. El punto de partida es
diametralmente opuesto al de la técnica anterior por cuanto:
• Considera que el alumno que pregunta “sabe” la respuesta aunque ignore que lo sabe. Mi
papel como profesor será conducirle a la evidencia del conocimiento.
• Al ser un método basado en la reflexión compartida, exige del profesor unas habilidades
especiales para que sus preguntas sean estratégicas y conducentes al fin perseguido y
exige del alumno un alto grado de concentración.
• El papel del profesor aparece reforzado a los ojos de los alumnos. Mientras que se puede
prescindir de un profesor “informador”, el profesor “socrático” es irremplazable.
• Aunque la aplicación de esta técnica exige más tiempo del que precisa una respuesta
concreta, es mucho más rentable ya que, al tiempo que un alumno en particular sigue el
proceso interrogativo marcado por el profesor, todos los alumnos participan de la misma
reflexión.
Hay que estimular al alumno a preguntar y a preguntarse. El profesor que desea excitar las
capacidades investigadoras de los alumnos tiene que reducir drásticamente el número de sus
respuestas y aumentar el número de sus preguntas. Cualquier información que el alumno
puede obtener por sí mismo, no debe facilitarla el profesor.
Más importante que resolver los conflictos que se plantean en las relaciones humanas, es
evitarlos. Un análisis de las situaciones potencialmente conflictivas puede ayudarnos a ajustar
nuestros comportamientos de modo que la relación adopte formas constructivas. Una de las
técnicas para afrontar conflictos interpersonales fue desarrollada por Gordon. Con el nombre de
Métodos I, II y III este autor designa a unos procesos que, en el caso de las relaciones profesor-
alumno, concluyen, o bien con la victoria de una de las partes sobre otra (y sus consiguientes
efectos destructivos) o bien con un acuerdo en el que nadie pierde. En el Método I, el profesor
35
gana y el alumno pierde; en el Método II, el alumno gana y el profesor pierde; en el Método III
ambos se unen para hallar una solución aceptable.
Ya sabemos que comunicarse es poner en común, compartir significados, afectos o emocio-
nes. Las relaciones interpersonales se expresan en un flujo constante de estímulos y respues-
tas basadas en predicciones acerca de los comportamientos de los demás. Si sonrío, espero
una sonrisa, no una mueca adusta. Desde la perspectiva del
Análisis Transaccional, tanto los estímulos como las respuestas Para pensar
proceden de uno de los estados del ego: padre, adulto o niño.
Toda persona tiene tres
La caracterización de estos estados ayuda a planear el estímulo
caracteres: el que exhibe, el
o la respuesta adecuada para que la transacción sea comple- que tiene y el que cree tener
mentaria es decir, no generadora de conflicto.
Las relaciones humanas se concretan en un intercambio de KARR, Jean Baptiste Alphonse
señales (verbales y no verbales) que, en unos casos son (1808-1890. Novelista francés)
complementarias (el estímulo recibe la respuesta esperada) y
en otros, cruzadas (respuestas inesperadas). En la terminología
del A.T., ambas se expresan en una unidad de acción llamada transacción. Tanto los estímulos
como las respuestas (verbales y no verbales) proceden de uno de los tres estados del ego
descritos por Eric Berne, el creador del A.T.
Según Eric Berne, toda persona tiene dentro de sí un Padre, un Adulto y un Niño. El Padre
es nuestro yo normativo, exigente, autoritario, intolerante, generalizador y también, protector.
Se identifica con los atributos de muchos padres biológicos. El Adulto es nuestro yo calculador,
realista, objetivo, interrogador, sereno, cortés, juicioso. El Niño es nuestro yo juguetón, creativo,
intuitivo, sensible y, también, indefenso o débil. Se identifica con los rasgos del niño biológico.
La clave para evitar los conflictos es actuar desde el estado del yo que demanda la situa-
ción. Así, no es signo de adultez, proceder siempre desde el adulto pero se reputaría de
inmadura a una persona adulta que siempre actuara desde su niño. Tampoco puede uno
ejercer de padre a todas horas. Si me cuentan un chiste -estímulo desde el niño-, lo normal es
que disfrute con la ocurrencia e incluso que me ría abiertamente si me hace mucha gracia -
respuesta desde mi niño-. Si me hacen una consulta profesional -desde el adulto- la respuesta
más pertinente procederá, con seguridad, desde mi adulto. Pero, en la práctica de la relación
humana, ¿funcionan los intercambios según estos patrones rígidos? Veamos las transacciones
desde una nueva perspectiva que, sin duda, enriquecerá lo que hemos expuesto hasta ahora.
Recuerde que las transacciones cruzadas (generadoras de conflicto) implican transforma-
ción de los estados iniciales. Si me dirijo al niño espero que la respuesta transaccional proven-
ga del niño y otro tanto sucede con el padre y el adulto.
El AT puede ayudarnos a mantener relaciones constructivas. Pero el AT posibilita una com-
prensión aún más profunda de los comportamientos humanos. El AT ha sido aplicado con éxito
en las relaciones padres-hijos y profesores-alumnos, en la formación de profesionales de
variada índole, incluyendo los docentes e, incluso, en el desarrollo de la creatividad en la
empresa. En síntesis, debe usted recordar que:
• Si usted explica la dinámica del AT a sus alumnos, comprobará que todos se hacen
conscientes de sus actuaciones y se esfuerzan por hacerlas pertinentes y conciliadoras.
Nota: Si desea más información acerca del Análisis Transaccional, consulte al profesor.
37
METODOLOGÍA UNIVERSITARIA
Einstein dijo: “En definitiva, muchas de las ideas fundamentales de la ciencia son simples y
pueden, por regla general, ser expresadas en un lenguaje que puede entender cualquiera”.
Facilitar el hallazgo de la verdad científica es la tarea prioritaria de cualquier profesor. Ello
significa que está obligado a desplegar todas sus capacidades para aclarar conceptos e instruir
acerca de las vías que conducen al descubrimiento. El profesor (parece una obviedad) está
obligado a aclarar, no a confundir; a allanar el camino, no a obstaculizarlo; a estimular el
pensamiento, no a reprimirlo.
Aunque se insiste mucho en que el profesor es un facilitador, organizador y estimulador del
aprendizaje y no la fuente de información preferente para la adquisición del conocimiento, es
indudable que, en algún momento del proceso educativo, tiene que traducir, en términos
inteligibles, complejos conceptos científicos que, sin su intervención, el alumno, o bien no
alcanzaría por sí mismo o tardaría mucho tiempo en hacerlo.
1. La fase inicial integra aquellas acciones del profesor que tienden a establecer las condi-
ciones necesarias para una adecuada recepción del mensaje: Estas acciones son:
1.1. Determinación del tema y de los objetivos. ¿Qué tema o aspectos del tema van a ser
desarrollados? ¿Qué objetivos de aprendizaje deberán ser alcanzados al término de la lec-
ción? Desde el punto de vista didáctico, carece de sentido “explicar” lo que el alumno puede
descubrir por sí mismo o ayudado por fuentes de consulta de fácil acceso (véase, más ade-
lante, lo relativo al trabajo autónomo).
1.2. Establecimiento de marcos de referencia previos. Es importante que se generen asociacio-
nes con contenidos cuyo dominio ya posee el alumno. También resulta aconsejable verificar
si el alumno posee los conocimientos inmediatos e indispensables para abordar con éxito la
unidad en cuestión.
1.3. Motivación inicial. Integra todas las conductas del profesor que tienden a generar una
disposición positiva de los alumnos hacia la materia. No resulta indigna la interpretación del
profesor como “vendedor” de un producto (materia) e incluso de sí mismo (no se olvide que la
atracción o la aversión de los estudiantes hacia el profesor se traslada a la materia enseña-
da).
1.4. Creación del clima. Esfuerzos del profesor por crear (o mantener) un clima propicio a la
interacción en el aula, donde todos se sientan aceptados (véase lo dicho anteriormente sobre
el clima de clase).
2. La fase central incorpora las tareas del profesor y de los alumnos que constituyen el
núcleo esencial de la lección.
2.1. Estímulo a la consecución de los objetivos. Todas aquellas conductas del profesor que
mantienen el interés por el logro de los objetivos previstos.
2.2. Transferencias de conocimientos y aprendizajes. El profesor hace referencia expresa a
experiencias anteriores, a otros temas, conceptos o situaciones no tratados específicamente
en la lección, con la finalidad de ampliar sus perspectivas de utilización y motivar al alumno.
Un contenido puede parecer inicialmente al alumno algo intrascendente pero el profesor pue-
de conseguir que lo perciba como algo importante.
2.3. Orden y coherencia. Alude a la secuencialidad lógica de los contenidos y de las técnicas
utilizadas. Es necesaria una continuidad en el desarrollo Para pensar
de unos conceptos a otros de mayor complejidad o abs-
tracción. Hay profesores de teoría y de
2.4. Síntesis parciales. Se trata de repeticiones intermedias práctica, aunque, algunos, sólo
cuya finalidad es aclarar, reforzar y posibilitar una ade- son insoportables.
cuada organización mental de lo aprendido.
SCHOPENHAUER, A (1788-1860.
2.5. Refuerzos al tema. Señalar, subrayar, advertir de un
Filósofo alemán) (Parafraseado)
término, concepto o situación de aprendizaje que interesa
destacar.
2.6. Controles parciales. El profesor realiza exploraciones para asegurarse de que los contenidos
van siendo asimilados por el alumno.
2.7. Conclusiones parciales. Síntesis de las normas, reglas, leyes, etc. que se van desprendiendo
de la lección.
39
2.8. Uso de ejemplos. El profesor utiliza citas, analogías, que pretenden ser aclaratorias del tema
de que se trata, adecuadas a la capacidad de los alumnos y a su experiencia.
2.9. Uso de recursos didácticos. El profesor apoya su actuación en materiales y recursos que
facilitan el aprendizaje.
2.10. Participación del alumno. Se refiere a la comunicación de alumnos entre sí o de profesor-
alumnos como medio para lograr una dinámica de participación. El profesor utiliza producti-
vamente las ideas de los alumnos para alentar sus deseos de participar y para reforzar as-
pectos importantes del tema.
3. La fase de cierre completa el desarrollo de la lección. En ella se incluyen las siguientes tareas:
3.1. Resumen final. Establecimiento de conclusiones generales, consolidación de los puntos
fuertes y planteamiento de interrogantes que dejan abierta la curiosidad intelectual de los
alumnos.
3.2. Control final. Exploración para constatar el nivel medio de captación del mensaje y de
consecución de objetivos.
3.3. Fijación de tareas. La referencia inmediata para la asignación de tareas complementarias son
los objetivos formulados al principio de la lección. Se facilitan fuentes de datos, técnicas de
localización y tratamiento y, en general, cuanta información es necesaria para garantizar que
el trabajo responderá a las finalidades previstas. Se seleccionan tareas cuyo marco de desa-
rrollo natural es fuera de la clase, procurando que sean sugestivas y realizables.
3.4. Marcos de referencia anticipativos. Se anuncia el tema a desarrollar próximamente y se
ponen de relieve los aspectos que lo vinculan con el que se ha impartido.
3.5. Rapport final. Incluye todos los comportamientos del profesor que posibilitan la existencia de
un cima final relajado y que contribuyen a motivar al alumno para una próxima sesión.
Una de las experiencias más enriquecedoras para cualquier profesor universitario es verse
en acción. Independientemente de que la presencia de una Para pensar
cámara de TV en la clase, impregna de un cierto artificio la
actuación del profesor, no deja de ser muy interesante por la La diferencia entre el
abundante información que proporciona para el interesado y para profesor ordinario y el
quienes pueden ayudarle a mejorar sus destrezas docentes. Si no extraordinario consiste en
se considera conveniente esta fórmula siempre se puede apelar a que aquél no hace nada
algún compañero que observe lo que hacemos de un modo extraordinario, y éste nada
sistemático y comente posteriormente con nosotros los resultados sistemático.
de su observación. A continuación se ofrece un cuestionario para
FREUD, Sigmund (1856-
análisis del acto didáctico, profusamente utilizado por nosotros con
1939. Psiquiatra austriaco)
profesores de todos los niveles y materias, en circuito cerrado de
televisión.
PROFESOR/A OBSERVADO/A_________________________________
TEMA_______________________________________________
1. FASE INICIAL
1.1. Rapport inicial 1 2 3 4 5
1.2. Marcos de referencia previos 1 2 3 4 5
1.3. Motivación inicial 1 2 3 4 5
1.4. Anuncio tema y objetivos 1 2 3 4 5
2. FASE DE EXPOSICIÓN
2.1. Motivación ---------------
2.1.1. Estímulo a logro de objetivos 1 2 3 4 5
2.1.2. Transferencias 1 2 3 4 5
2.1.3. Refuerzos 1 2 3 4 5
2.2. Transmisión del mensaje ---------------
2.2.1. Orden y coherencia 1 2 3 4 5
2.2.2. Repeticiones intermedias 1 2 3 4 5
2.2.3. Refuerzos al tema 1 2 3 4 5
2.2.4. Controles parciales 1 2 3 4 5
2.2.5 Conclusiones parciales 1 2 3 4 5
2.3. Recursos didácticos ---------------
2.3.1. Uso de ejemplos 1 2 3 4 5
2.3.2. Uso de material y equipos 1 2 3 4 5
2.3.3. Participación del alumno 1 2 3 4 5
3. FASE DE CIERRE
3.1. Control del mensaje ---------------
3.1.1. Comprobación de objetivos 1 2 3 4 5
3.2. Distribución de tareas ---------------
3.2.1. Coherencia con objetivos 1 2 3 4 5
3.2.2. Fuentes informativas 1 2 3 4 5
3.3. Motivación final 1 2 3 4 5
3.3.1. Marcos de referencia anticipativos 1 2 3 4 5
3.3.2. Rapport final 1 2 3 4 5
4. La enseñanza recíproca
41
La tutoría entre iguales, como otras técnicas pseudomodernas a las que se ha dotado de un
interesante aparato teórico, ha sido uno de los métodos tradicionalmente aplicados por los
maestros, muy especialmente, en las llamadas “Escuelas Unitarias” cuyas aulas albergaban a
alumnos de muy variada edad y formación. Ahora mismo, esta modalidad goza de gran
predicamento en muchas universidades extranjeras, debido al nivel de comunicación y al grado
de empatía que se logra entre pares de iguales.
Se trata de aprovechar el dominio de algún alumno en un campo específico para que ejerza
circunstancialmente tareas de enseñanza en beneficio de otros compañeros. Puede aplicarse
bajo la fórmula de un alumno que enseña a otro alumno o un alumno que enseña a un grupo
42
reducido de alumnos.
En ambientes universitarios está técnica tiene especial significado en aquellas materias de
componente práctico y en situaciones donde se requieren conocimientos que algunos alumnos
poseen, bien porque los han adquirido previamente a su incorporación a las clases o porque
han desarrollado un aprendizaje con mayor celeridad o eficacia.
Quienes han investigado los efectos de esta técnica le atribuyen determinadas ventajas:
La tutoría entre iguales adopta, como se ve, el formato tradicional -un profesor que enseña y
unos alumnos que aprenden-, si bien en este caso, el profesor es un alumno.
Antes de abordar esta técnica, el profesor tiene que conocer cuáles son las habilidades
especiales de los alumnos en unos contenidos determinados. Las fichas personales –
estandarizadas- que los profesores entregan al comienzo del curso para que sean
cumplimentadas por los alumnos, no suelen incluir datos de interés sobre conocimientos
previos, habilidades, uso de instrumentos, etc. Es necesario, pues, que se diseñe un nuevo
formulario, adaptado a las características de cada asignatura. En la planificación que maneja el
profesor se puede incluir, dentro de cada tema, el nombre de los alumnos que se han declarado
competentes en un aspecto determinado y que auxiliarán al profesor como tutores, una vez que
se ha comprobado que, efectivamente, poseen el nivel de conocimientos necesario. Llegado el
momento, se constituyen tantos grupos como sea necesario y el profesor permanece atento a
las demandas que puedan surgir de los alumnos tutores.
También es posible aplicar esta tutela entre iguales formando anticipadamente a un grupo
pequeño de alumnos que posteriormente revertirán la información a otros compañeros. Esta
modalidad se ha revelado muy útil en el caso de grupos de prácticas excesivamente
concurridos, donde el profesor no puede, por sí mismo, atender satisfactoriamente las
necesidades formativas de los alumnos.
Nosotros utilizamos habitualmente varias formas de tutoría entre iguales en la asignatura de
Nuevas Tecnologías Aplicadas a la Educación. Partimos, en efecto, de un conocimiento previo
de las habilidades de los alumnos consignadas en la ficha especial de la asignatura. A partir de
aquí, completamos su formación (cuando es necesario) en los recursos correspondientes (el
entrenamiento en edición de vídeo, por ejemplo, se realiza un sábado por la mañana con
43
carácter voluntario). Durante las clases prácticas los alumnos “expertos” ayudan al profesor a
atender las demandas de los compañeros. El grupo de tutores es lo suficientemente amplio
para que puedan rotar en este cometido y no se vea afectado su propio entrenamiento en otros
recursos. Los alumnos que adquieren un determinado aprendizaje se convierten en tutores
potenciales y pueden ser requeridos en cualquier momento por otro u otros compañeros.
Un equipo de trabajo está constituido por un número variable de alumnos que tienen que
realizar una determinada tarea de modo cooperativo, aprovechando las capacidades
individuales para lograr un objetivo compartido (la heterogeneidad de los componentes en
aptitudes e intereses enriquece al grupo). El equipo se somete a unas normas de
funcionamiento, sugeridas o generadas de modo autónomo y a una distribución de papeles en
función de las características personales.
Los equipos de trabajo presentan singularidades específicas en función del tipo de tarea y
de su nivel de permanencia. Así, por ejemplo, no reúnen las mismas características los grupos
que se constituyen incidentalmente en el aula para desarrollar ejercicios de aplicación, discutir
sobre un tema dado o resolver un problema, que los que abordan una tarea más compleja que
se prolonga en el tiempo (a menudo durante todo el curso). En el primer caso, las exigencias
son menores y la flexibilidad debe ser la nota dominante.
El proceso de construcción de un equipo de trabajo se ajusta, de ordinario, a las siguientes
fases:
1. Fijación de la tarea. Un equipo de trabajo se configura en torno a una tarea. Por ello,
antes de promover la creación del grupo el profesor tiene que establecer con toda cla-
ridad qué cometido corresponde a todos o a cada uno de los equipos.
2. Determinación de las competencias o aptitudes de los miembros potenciales. Cada
trabajo precisa el aporte de determinadas capacidades, competencias o actitudes. Si
se pretende, por ejemplo, realizar una tarea que implica el uso de instrumentos in-
formáticos, alguien del grupo deberá conocer su manejo o estar dispuesto a adquirir
este conocimiento en el plazo hábil de funcionamiento del grupo.
3. Constituir el equipo. En medios universitarios es conveniente respetar las preferencias
personales pero hay que rechazar las composiciones inadecuadas o improvisadas
que pudieran provocar la incomodidad de los miembros o influir negativamente en el
desarrollo del trabajo propuesto. En cuanto al número de integrantes estará en función
de la complejidad de la tarea y de la heterogeneidad de los componentes aunque exis-
te cierto acuerdo en señalar como límite mínimo 4 y máximo, 6.
La primera condición para qué el grupo actúe con eficacia es la precisa delimitación de los
objetivos. Otro factor es la motivación individual. Para que cada integrante pueda encontrar
satisfacción en su participación en las tareas del grupo, debe sentirse co-protagonista de unas
metas que son compatibles con las suyas propias. Los objetivos, por tanto, tienen que ser
claros y aceptados y lo más operativos posibles.
Los equipos de trabajo formados por alumnos necesitan orientaciones claras que incluyan:
Algunas modalidades de trabajo cooperativo son ampliamente usadas en las clases universi-
tarias aunque es probable que, en muchos casos, no se exploten adecuadamente desde el
punto de vista didáctico.
Nota: Si desea recibir información adicional acerca de las modalidades de trabajo cooperati-
vo (discusión dirigida, diálogos simultáneos, método de casos, etc.) pídala a scamacho@ugr.es
El equipo de trabajo formado por alumnos posee, como cualquier otro grupo social, una
dinámica interna que es la suma, integración y resolución de todas las fuerzas que se
desarrollan como resultado de la interacción de los individuos que lo componen. Como quiera
que el trabajo en equipo tiene interés no sólo porque permite obtener unos resultados sino
también porque sitúa a los alumnos ante una experiencia de aprendizaje socializado, conviene
al propio grupo reflexionar acerca de los factores que influyen en esa dinámica: la atmósfera,
los esquemas de comunicación, el grado de participación, la complementariedad de papeles,
etc.
En sentido estricto, un equipo de trabajo se manifiesta eficaz cuando alcanza los objetivos
propuestos. Si al profesor sólo le interesa determinar este extremo, tendrá que verificar si los
resultados obtenidos responden a los criterios de evaluación establecidos previamente y que el
grupo debería conocer. Si el producto resultante del trabajo en grupo es un informe o un
material elaborado según unas instrucciones determinadas, bastará con cotejarlo con cada uno
de los aspectos o categorías evaluables. A este propósito puede ser útil cualquiera de los
modelos de evaluación de informes o trabajos de investigación que se presentan en el módulo
IV de este Curso. Si el profesor desea, además, obtener datos acerca de la dinámica de trabajo
del grupo (funcionamiento interno), puede recabar respuestas de los integrantes por medio de
un cuestionario elaborado “ad hoc” o adaptado de los numerosos existentes. En cualquier caso,
suelen incluirse referencias a:
EL TRABAJO AUTÓNOMO
El trabajo autónomo constituye una alternativa eficaz a los modelos directivos clásicos o
modernos, suscitadores de aprendizajes receptivos. Basado en las aportaciones del aprendiza-
je por descubrimiento, subraya la intervención del alumno en el proceso de búsqueda y
hallazgo de respuestas personales a problemas de contenido de muy variado carácter.
Además, posibilita la autorregulación del aprendizaje, desarrolla en el alumno la responsabili-
dad por su propia formación y genera motivación intrínseca asociada a la satisfacción por la
realización de la tarea.
En el aprendizaje por descubrimiento, el contenido esencial de lo que debe ser aprehendido
no se facilita en su forma final sino que tiene que ser descubierto por el sujeto. Los rasgos que
definen el aprendizaje por descubrimiento son: acción fundamental
del alumno, mínima intervención del profesor y producción de algo Para pensar
que no está en los datos.
El alumno trabaja sin una dependencia directa del profesor, Todo hombre recibe dos
educaciones: la que le
investiga, analiza datos, consulta fuentes, organiza materiales,
dan y la que él se da;
sintetiza ideas, elabora informes, presenta oralmente resultados,
esta última es la más
etc. Esto significa que su puesta en práctica requiere una tarea importante.
previa de instrumentación: el estudiante tiene que estar en
posesión de una serie de técnicas que le permitan trabajar GIBBON. Edward (1737-
independientemente y conocer la nueva metodología. 1794. Historiador inglés)
A pesar de sus saludables efectos, el trabajo autónomo carece
de arraigo en los medios universitarios españoles. Las causas son múltiples: inercia y rutina,
desconocimiento de la técnica, dificultad objetiva de elaboración de las Guías de Trabajo
Autónomo, etc. Nuestra actitud favorable hacia este método de trabajo está reforzada por
experiencias muy positivas llevadas a cabo con numerosos alumnos y en diversas disciplinas.
La realización material de la Guía de Trabajo sólo puede resultar eficaz si el profesor tiene
claros los objetivos educativos, si está familiarizado con el modelo de aprendizaje por descu-
brimiento y domina las técnicas de trabajo intelectual.
La actual configuración de la enseñanza universitaria llamada “pre-
sencial”, a la que, exageradamente, se le atribuye la ventaja del Para pensar
contacto directo con el profesor, es, en muchos casos, un trasunto de
la enseñanza media y, aún, de la primaria: los alumnos asisten a clase Excelente maestro es
durante cinco o seis horas, escuchan al profesor y se llevan tareas aquel que, enseñando
“para casa”. Esta tediosa manera de entender la formación universita- poco, hace nacer en el
ria, hace tiempo que se abandonó en países de nuestro entorno alumno el gran deseo de
cultural. Parece que ahora se avecinan cambios sustanciales que se aprender.
orientan hacia un mayor protagonismo del alumno en su formación,
menor dependencia, por tanto, del profesor y el uso de nuevas vías de GRAF, Arturo (1843-1913.
relación, más allá del contacto “cara a cara” en el aula. En este nuevo Escritor italiano)
contexto, el profesor tendrá que esmerarse más en la fase “preactiva” del aprendizaje, incluyendo
la confección de Guías de Trabajo Autónomo y materiales de aprendizaje que estarán a disposición
de los alumnos en forma impresa o digitalizada. Como sucede en otras universidades extranjeras,
46
el alumno tendrá que proveerse de esta documentación al principio del Curso y en ella basará su
propio trabajo personal. Las Guías estarán cada vez mejor elaboradas, incorporarán mayor
información, ampliarán sus posibilidades de tratamiento virtual, serán, en definitiva la expresión
más acabada de la capacidad del profesor para diseñar el proceso que llevará al alumno a obtener
buenos resultados, si se aplica a la tarea. Es probable, incluso, que se pueda esgrimir como un
mérito, no menor que un artículo impactante, a efectos de acreditación docente.
Desde el momento que el profesor abandona su tradicional papel de “banco de datos” o de
fuente de información preferente, cobra mayor relieve su dimensión de facilitador del aprendizaje
que se materializa, muy especialmente, en las Guías de Trabajo y en acciones consecuentes como
aclarar dudas, resolver problemas, atender, en suma, las necesidades que el estudiante no puede
afrontar por sí mismo. Cuando el profesor explica lo obvio, hace lo que el alumno tiene que hacer,
impide que el alumno despeje las incógnitas o sacie su curiosidad, corre el peligro de ser sustituido
por cualquiera de los ingenios tecnológicos (un vídeo o un ordenador, por ejemplo) que no cotizan
a la Seguridad Social. Por el contrario, el profesor ve reforzada su condición, cuando resulta
imprescindible para que el alumno aprenda con eficacia y garantía de éxito. Si los profesores nos
dedicamos, básicamente, a ejecutar tareas que puede realizar una máquina, (a veces, hasta con
mejores resultados), estamos promoviendo una especie de suicidio colectivo.
Después de muchos años confeccionando guías de trabajo autónomo para diversas asignaturas
teóricas y prácticas, hemos de reconocer que se trata de una tarea laboriosa, que hay que realizar
con esmero si se quiere alumbrar un documento que tenga verdadera utilidad. La guía tiene que
ofrecer una secuencia de actividades trazada de tal modo que conduzca inexorablemente al
aprendizaje. Estas actividades pueden ser muy variadas, desde reflexiones personales hasta
ejercicios de aplicación o experiencias de otro tipo como visitas a instalaciones, entrevistas, etc. Es
un planeamiento cuidadoso y metódico del trabajo del alumno, con todas las referencias, fuentes y
materiales necesarios para que aprenda por sí mismo. Algunos profesores solicitan posteriormente
la evidencia del trabajo realizado en forma de una Carpeta de Aprendizaje (portfolio en la termino-
logía anglosajona).
Las guías de trabajo autónomo han estado durante muchos años ausentes de la universidad
llamada “presencial” quizás porque el propio trabajo autónomo parecía innecesario en una
estructura basada en la enseñanza dispensada por el profesor. Nunca resultó admisible este
planteamiento porque se debió mantener el principio elemental de que lo que el alumno puede
hacer por sí mismo, no lo debe hacer el profesor. Ahora vienen los de fuera a decirnos lo que ya
sabíamos pero muchos no practicaban (incluidos sesudos prohombres de la pedagogía).
A continuación ofrecemos un ejemplo de guía de trabajo autónomo para una asignatura teórica
de letras. Hemos visto guías de matemáticas, de química, y de otras disciplinas de ciencias. Todos
los aspectos teóricos de un programa pueden, en principio, desarrollarse para trabajo autónomo; el
único límite es la habilidad del profesor o de los profesores (es una tarea habitualmente comparti-
da) para diseñarla correctamente.
Incluimos a continuación un ejemplo de Guía de Trabajo Autónomo. Omitimos los contenidos y
objetivos de aprendizaje que sí aparecen en la Guía original.
1. Elabore un estado provisional de semejanzas y diferencias entre una empresa industrial y un centro de
enseñanza.
2. Contrástelo con lo dispuesto en su manual de trabajo (capítulo 6, 1.2.)
3. Prepárese para un debate que suscitará el profesor sobre el tema: ¿qué rasgos de la empresa pueden
y deben ser incorporados a la escuela?
4. La perspectiva comunitaria subraya el papel de la escuela como lugar de encuentro: ¿de quién?, ¿para
qué?.
5. Visite un Centro de Primaria público y otro privado y solicite información que le permita trazar los res-
pectivos organigramas. Compárelos con los que se ofrecen en el Manual de Trabajo (pp. 183-186).
Compruebe en qué se asemejan y en qué difieren. Entregue una copia de los organigramas al profe-
sor, expresando nombre y dirección de los Centros visitados.
6. Consulte el Manual de Trabajo (Cap.14, §§ 6.2. y 7.2.) y las instrucciones remitidas a los Centros de
Primaria por la Inspección Técnica de Educación (están en el Anexo I), así como la LODE y trate de
responder a estas cuestiones:
6.1. ¿Cuál es la finalidad de un Proyecto Educativo?
6.2. ¿Qué características debe reunir?
6.3. Qué relación guarda con el ideario educativo y con las programaciones escolares?
6.4. ¿Quién ha de elaborarlo?
6.5. ¿Cuál debe ser su contenido?
6.6. ¿Cómo se debe redactar?
6.7. ¿Por qué es necesario un proyecto educativo de Centro?
6.8. ¿Cuál es su regulación legal?
7. Consulte la LODE (BOE, 159 de 4 de julio de 1985), el § 6.3. del Cap. 14 de su Manual de Trabajo y
los Reglamentos de Régimen Interior de dos Centros de EGB –uno público y otro privado-, así como el
esquema de la página 441 y concrete:
7.1. La diferencia entre Reglamento, proyecto educativo e ideario.
7.2. El contenido básico de un Reglamento de Régimen Interior.
7.3. El procedimiento para su elaboración.
8. En la obra de Carlos Arribas citada en la bibliografía, pp. 90 y ss. y en el § 3 del Cap. 24 del Manual de
Trabajo, así como en el Decreto 103/1982 de 15-IX de la Junta de Andalucía (BOJA del 1-X-82) hallará
información que le permitirá precisar:
8.1. Las clases de transporte escolar
8.2. Los requisitos exigidos para la seguridad en el transporte escolar
8.3. La regulación del transporte escolar en Andalucía
9. Mientras que los Departamentos se ocupan de la coordinación vertical, a los equipos docentes corres-
ponde la coordinación horizontal. Compruebe:
9.1. Quién integra los Equipos Docentes
9.2. En qué se distinguen de los Departamentos (observe el cuadro de la página 239 del Manual).
9.3. En el mismo Centro Público cuya visita se le ha propuesto con anterioridad, recabe información acerca
del funcionamiento real de los equipos docentes.
10. La importancia de la calidad y organización del mobiliario y el material escolar está recogida en el libro
de Fernández-Saramona-Tarín que aparece en la bibliografía, pp. 162-163.
10.1. Observe en la figura 4 la postura correcta del escolar en relación con el asiento y la mesa
11. El libro de texto ha tenido y tiene defensores y detractores.
11.1. Concrete la función que corresponde a los textos en la enseñanza
11.2. Bernard Maynar expone un punto de vista acerca del uso de textos escolares. Pregunte a profesores
de EGB en activo y trate de verificar esas afirmaciones.
11.3. En grupos de 4-5 alumnos apliquen el cuestionario de Rosales a la evaluación de un texto de Ciclo
Inicial de EGB. Elaboren unas breves conclusiones y entréguelas al profesor.
48
1. TEORÍA DE LA EVALUACIÓN
1. 1. Concepto de evaluación
Etapa del proceso educacional que tiene por objeto comprobar de modo sistemático en qué
medida se han logrado los resultados previstos en los objetivos que se hubieren especificado
con anterioridad. En síntesis, la evaluación es una interpretación de una medida (o medidas) en
relación a una norma ya establecida. (LAFOURCADE)
• Conocimientos
• Competencias
• Actitudes
En resumen: enseño para que el alumno aprenda. La enseñanza sólo se justifica si deriva en
aprendizaje.
El segundo aspecto hace referencia a los instrumentos utilizados para medir los progresos de los
estudiantes. En la mayor parte de los casos, el espectro se reduce a pruebas
49
escritas, con manifiesto olvido de otros procedimientos como entrevistas, pruebas orales,
observación sistematica.etc. que permiten obtener información útil acerca de las
capacidades del alumno.
Las pruebas a que se ven sometidos los estudiantes son, a menudo, poco fiables. No
se barre un repertorio amplio de conocimientos por lo que la prueba carece de repre-
sentatividad. No es posible medir los conocimientos relativos a varios temas con
dos, tres o cinco preguntas improvisadas.
• La materia objeto de examen. No basta con decirlo verbalmente; esta información debe
incluirse en la Guía de la Asignatura.
• El tipo de examen: prueba de respuesta libre, prueba de experiencia, prueba objetiva de
opción múltiple, de doble alternativa (Verdadero-Falso) o de otro tipo.
• Que cada tipo de examen se prepara de un modo diferente (no se estudia de la misma
manera para una prueba objetiva que para una prueba tipo ensayo).
• Que debe atender a las instrucciones que se dictan para la realización del examen.
• Que debe revisar el examen antes de entregarlo.
• Que debe ofrecer en el examen un texto fluido con párrafos sueltos y, si es necesario,
con un índice o esquema previo.
• Que los profesores miden también aspectos complementarios del examen (aunque no por
ello menos importantes): ortografía, estilo de redacción, limpieza, buena letra, etc. y, por
ello, debe esmerarse en la presentación.
No se explotan los resultados de la evaluación para mejorar el proceso. Son escasos los
profesores que emiten informes individualizados acerca de los aspectos en los que el alumno ha
realizado un aprendizaje evidente y aquellos otros en los que es deficitario. Tampoco son
frecuentes los estudios sobre el rendimiento grupal. Carece, asimismo, de arraigo la evaluación
del profesor y del programa.
4. Cualquier instrumento de medida debe tender a precisar lo que el alumno sabe; no lo que el
alumno ignora.
Preguntas clave:
¿Qué tengo que evaluar? (Objetivos, competencias)
¿Cómo tengo que evaluar? (Selección de instrumentos)
¿Cuándo tengo que evaluar?
-Periodicidad
-Todos los alumnos al mismo tiempo
-Cada alumno cuando esté preparado
Inicial. Finalidad:
Autoevaluación
Heteroevaluación:
-Del profesor
-De los compañeros
Recuperación
El profesor conoce las deficiencias de aprendizaje y planea, eventualmente, estrategias de
recuperación de los objetivos no alcanzados.
Fuente de datos .para:
- Realizar estudios estadísticos
- Análisis de ítems en pruebas objetivas.
- Análisis de tipos de preguntas en exámenes de respuesta libre.
- Estudios sobre técnicas didácticas.
- Análisis de objetivos
Pronóstico
El profesor puede establecer las posibilidades reales de cada alumno y de la clase como grupo
y ajustar las programaciones sucesivas.
Motivación
Los resultados obtenidos, al ser comunicados con inmediatez a los alumnos, pueden acrecen-
tar el interés por el aprendizaje. (Ley del efecto)
2. LA MEDIDA
Medir equivale a comparar un hecho o fenómeno con otro de igual naturaleza que se toma
como unidad. El resultado de esta medida nos proporciona un dato que se puede traducir en un
número, adjetivación o categoría.
Todo útil estandarizado, mediante el que se manifiesta el estado interno del alumno y que
permite una cuantificación. Debe ser adecuado a los objetivos y contenidos que se desean
medir.
52
Abiertas. El alumno tiene libertad para enfocar, plantear y desarrollar la respuesta. P.e.
Exámenes de Respuesta Libre (Oral o escrito).
Semiabiertas. El alumno responde libremente dentro de unos límites. P.e. los problemas.
Cerradas. El alumno tiene que someterse estrictamente a las características del material dado.
P.e. Pruebas objetivas.
3.1. Validez. Grado de precisión con que la prueba mide realmente lo que se desea medir.
Validez de contenido
Precisión con que la prueba mide los objetivos. Obliga a la elaboración de una Tabla de
Especificación.
Validez de predicción
Capacidad de una prueba para pronosticar los resultados del alumno en otro dominio o
momento.
53
Validez concurrente
Coincidencia entre los resultados de una prueba y los obtenidos por otros procedimientos como
la autoevaluación o la observación sistemática.
3.2. Fiabilidad. Un instrumento es fiable cuando, aplicado varias veces a la misma situación, da
siempre resultados aproximadamente similares. Puede ocurrir que una prueba no mida lo que
queramos medir (no sea válida) pero que lo que mida, lo haga bien. Un instrumento puede ser
fiable pero no válido. Sin embargo, todo instrumento válido tiene que ser fiable para ser
efectivo. Las pruebas escolares suelen ser poco fiables. La fiabilidad aumenta cuando:
a) El número de ítems es elevado (Decrece la influencia del azar). Véanse más adelante las
normas para la elaboración de pruebas objetivas donde se fija un número mínimo de pregun-
tas.
b) Los elementos a medir son homogéneos (Una prueba que trate de medir los conocimientos
que poseen los alumnos acerca de la célula, será más fiable que otra que pretenda medir
los conocimientos de biología en general).
c) Se seleccionan las preguntas más discriminativas o las que ofrecen un nivel adecuado de
dificultad. (Índices de Discriminación y Dificultad)
3.3. Objetividad. Grado de concordancia entre los juicios de distintos examinadores acerca de
lo que cabe estimar como una "buena" respuesta. Afecta muy especialmente a las pruebas de
respuesta libre.
“Los exámenes son espantosos, incluso para el más preparado, pues el hombre más necio puede
hacer preguntas que ni el hombre más sabio puede responder”. SIR CHARLES C.COLTON
4. PRUEBAS OBJETIVAS
Ventajas:
• Corrección objetiva y sencilla
• Pueden ser corregidas por distintos profesores
• Permiten comprobar objetivos de distinta complejidad
• Diferencian niveles de competencia e identifican puntos no entendidos por el alumno
54
Inconvenientes:
• Condiciona hábitos memorísticos de estudio, si no se aprovecha adecuadamente la versatili-
dad de este tipo de pruebas
• Difíciles de elaborar
• Influencia del azar en las respuestas
4.3. Instrucciones
4.4. Tipos
1. De elección múltiple :
a) Escoger la única respuesta correcta
b) Escoger la opción incorrecta
c) Escoger varias respuestas correctas
d) Escoger la mejor respuesta entre varias correctas
2. De elección combinada
3. De base común
4. De doble respuesta
5. De asociación
6. De doble alternativa
7. De respuesta limitada
8. De ordenamiento
La radio fue inventada por: (Rodee con un círculo la letra correspondiente a la respuesta
correcta). (Si se usan Hojas de Respuestas, el cuestionario queda disponible para una nueva
aplicación):
A Graham Bell
B Marconi
C Morse
D Watt
Notas:
1. La respuesta será correcta si se escogen todas y solamente las opciones correctas.
2. Si las opciones correctas están relacionadas entre sí, este tipo de preguntas puede servir
para comprobar comprensión.
Nota: Existe la tendencia natural a buscar lo correcto. Por ello conviene subrayar la negación o
escribirla con letras capitales.
Para corregir con objetividad los exámenes de respuesta libre se ha propuesto que:
A Los ejercicios sean siempre anónimos
B Se lea un ejercicio completo antes de pasar al siguiente
C Se prepare de antemano una clave para cada pregunta
Hemos dividido una clase de 45 alumnos en tres grupos de 15 sobre la base de la nota
obtenida por cada alumno y apreciamos que en la primera pregunta, 9 alumnos del grupo
destacado (los 15 primeros) y 3 del grupo débil (los 15 últimos), han dado la respuesta correcta.
Para esta pregunta, el índice de Dificultad es:
A 12%
B 27%
C 30%
D 40%
E 60%
A Muy adecuada
B Aceptable
C Mala
• El contenido de la pregunta debe ser relevante y estar de acuerdo con los objetivos.
• Las preguntas tienen que estar formuladas con claridad.
• En la pregunta no deben haber elementos irrelevantes para la respuesta.
• Ninguna pregunta debe dar la pista para responder a otra.
• Los distractores deben ser plausibles.
• Todas las opciones deben ser gramaticalmente consistentes con la pregunta.
• En la pregunta deben incluirse todas las palabras que, de lo contrario, tendrían que repetirse en cada
opción.
• Es mejor evitar las preguntas negativas. En todo caso, conviene escribir la negación con letras
capitales y subrayarla.
• Es preferible usar material nuevo en las opciones sin copiar el texto literalmente.
• Si se trata de medir la comprensión o conocimiento de una definición, es más eficaz incluir el término
en la pregunta y proponer diversas definiciones en las opciones.
• La posición de la opción correcta se debe distribuir aleatoriamente a lo largo de la prueba.
• Se debe evitar que la respuesta correcta sea más larga o esté mejor redactada que las opciones
falsas.
• El número ideal de opciones es de cuatro y no debe ser inferior a tres.
• Las diversas opciones no deben estar todas en la misma línea, sino una debajo de otra.
Relacione las cualidades expresadas en la primera columna con los tipos de pruebas de la
columna segunda:
58
1 Pruebas objetivas
2 Pruebas de respuesta libre
Notas:
1. Las columnas no deben ser muy largas, si bien una de ellas, será, al menos, un 50% por
ciento más larga que la otra.
2. Ambas columnas deben ser homogéneas
3. Si alguno de los elementos de las columnas se pueden usar para más de una combinación,
se debe advertir a los alumnos
Notas:
1. Bajo índice de fiabilidad (Por azar se puede responder al 50%)
2. Es difícil encontrar ítems enteramente verdaderos o falsos
3. En las respuestas incorrectas no se expresa lo que el alumno considera respuesta correcta.
Pedir al alumno que justifique las opciones que considera falsas
4. Incluir más de 40 ítems..
5. Cuidar de que cada ítem sea enteramente verdadero o falso
6. No citar literalmente el texto de referencia.
7. Evitar frases negativas o con doble negación.
8. Evitar que la respuesta se obtenga por simple sentido común.
9. Evitar ítems que no tengan posibilidad de respuesta.
10. Aplicar la fórmula correctora del azar
Notas:
1. Técnicamente no pertenecen al grupo de pruebas objetivas porque el alumno tiene que
recordar, no reconocer. Sin embargo, a efectos de objetividad en la corrección, sí pueden
considerarse objetivas.
59
2. La frase incompleta no debe dejar margen para más de una respuesta teóricamente correcta.
3. El espacio a completar debe dejarse al final
4. Si hay más de un espacio en blanco, todos deben tener la misma longitud.
5. No debe citarse el texto de referencia literalmente
Ordene de 1 a 5 los pasos que hay que dar para preparar adecuadamente un examen:
___Determinar la dificultad de las cuestiones
___Tener presente la materia o contenido del examen
___Considerar los objetivos pretendidos
___Calcular el número de preguntas
___Seleccionar el tipo de prueba adecuado
F+f
I.D. = ------- x 100
N
En principio, una pregunta que tenga un I.D. entre 30-70% es aceptable. Los valores más
adecuados son, no obstante, los comprendidos entre 50 y 60%.
Determina en qué medida una pregunta sirve para distinguir un grupo destacado de alumnos de
un grupo débil. Varía de -1 a +1
(F-f)
I.DIS= 2 x --------
N
Condiciones de aplicación
EJEMPLO
Alumnos
P RP 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 F f F+f F-f IND IND.
DIF DIS
1 B B B B B B B B B B B B E E E
2 C C C C C C C C C C C C C C C
3 A B A B A B B A B B A B A A A
4 E E E E C E E C E C C A E - C
5 B B C B B C E C C C E E E E E
6 D D D D C D D D E D E E D E E
7 A C C C C C C C C C C C C C C
8 C B B B C B C B B B B B B C C
9 E E E E E E E E C E E E C B A
10 C C C C C C A C C B - C D B A
33 33
% %
+ -
Clave:
P = Pregunta
RC = Respuesta Correcta
La corrección de este tipo de pruebas plantea escasos problemas. A cada respuesta válida
se asigna un punto teniendo en cuenta que es necesario aplicar la fórmula correctora del azar
en las pruebas de V-F y de elección múltiple. Téngase en cuenta que en una prueba de V-F, las
posibilidades de acertar sin saber son del 50%; en una prueba de elección múltiple de 4
opciones, del 25%, etc. A la hora de corregir hay que neutralizar esta influencia del azar
teniendo en cuenta los errores del alumno. Una fórmula correctora puede ser:
61
E
PD = A - --------- en donde:
N-1
PD = Puntuación directa
A = Aciertos
E = Errores
N = Número de opciones del ítem (En pruebas de Verdadero-Falso, simplemente se restan los
errores de los aciertos)
(Esta fórmula no penaliza las respuestas en blanco).
5.1. Concepto
.
Tipo de prueba en la que el alumno estructura libremente la respuesta.
Ventajas:
Inconvenientes:
• Dificultad de estandarización
• Fiabilidad y objetividad insuficientes
• Riesgo de favoritismo
• Influencia de factores extraños
• Coste excesivo de tiempo si el número de alumnos es elevado
Ventajas:
Inconvenientes
5.4. Instrucciones
Conviene facilitar a los alumnos unas normas precisas acerca de la manera como tienen que
realizar estos exámenes. Resulta, por otra parte, muy útil comentarlas con ellos antes de la
prueba.
1. Este ejercicio pretende comprobar hasta qué punto Vd. es capaz de aprovechar los
conocimientos adquiridos para...
2. Procure responder reflexivamente, sin precipitación, sin nerviosismo. Piense que no está en
juego nada que no pueda resolverse más adelante, si ello fuera necesario.
3. Escriba su nombre (apellidos y nombre) en la parte superior de todos los folios y numérelos
en el ángulo superior derecho.
4. Escriba con letra clara y legible y deje los márgenes adecuados
5. Si tiene que suprimir alguna frase o palabra NO tache. Use el sistema convencional del
paréntesis y el subrayado. Así : (Peslatozzi)
6. Si se trata de una prueba tipo ensayo, elabore un esquema previo con los puntos a
desarrollar y entréguelo con el resto del trabajo.
7. En las pruebas tipo ensayo organice sus respuestas de un modo claro para que sea fácil su
lectura. Puede usar clasificaciones alfanuméricas u otros signos para diferenciar unos
apartados de otros. Piense que los profesores difícilmente se sustraen a la influencia de la
primera impresión y de los aspectos formales del ejercicio.
8. No sea retórico. Procure decir lo mismo con menos palabras
9. Cuide la calidad de sus constructos gramaticales y de su ortografía.
10. Si tiene que consultar algo al profesor, llámele con un gesto. No hable en voz alta;
molestaría a los compañeros.
63
5.5. Elaboración
Ya hemos dicho que la prueba tiene que ser representativa, es decir, que tiene que abarcar,
proporcionalmente, el conjunto de objetivos que se pretenden medir. Para ello, resulta útil
elaborar una tabla de distribución como la siguiente (se puede adaptar a las características de
cada asignatura).
TABLA DE DISTRIBUCION
10% (1)
Síntesis
0%
Valoración
0%
TOTAL 15 25 10 50
Datos previos
Pasos:
1. Establezca el número de ítems de que consta la prueba (En este caso, 50).
2. Asigne a cada Tema la importancia relativa que usted le otorga (en %).
3. Halle el número de preguntas que debe formular de cada Tema. Para ello multiplique el
número total de preguntas (50) por los porcentajes asignados a cada Subnúcleo y divida
este resultado por 100. De este modo, p.e., al primer Tema le corresponden 15 preguntas.
Escriba este número en la parte inferior de la tabla (en el ejemplo de arriba aparece en
negrita).
4. Halle el número de preguntas que debe formular (dentro de cada Tema) relativas a los
distintos tipos de objetivos. Para ello multiplique el número de preguntas asignado a cada
Tema por el porcentaje atribuido a cada grupo de objetivos y divida por 100. Así, p.e., en el
primer Tema tendremos que multiplicar 15 (número de ítems en el Tema) por 10 (peso re-
lativo de los objetivos de Identificación en la Unidad). El resultado es 1,5. Como quiera que
no es posible formular una pregunta y media, reduciremos por defecto o por exceso. (En el
ejemplo se reduce por exceso a 2)
5. Efectúe esta operación cuantas veces sean necesarias hasta completar la tabla.
5.7. Corrección
La corrección de este tipo de pruebas es difícil porque la respuesta que se demanda no está
objetivada. Además, es frecuente que se califique al tiempo que se corrige. (Atención al
llamado ”efecto 10” que consiste en plantear un número de preguntas igual a 10 o múltiplo o
divisor de 10)
Monotonía
Cansancio
Primera impresión
Aspectos formales
Efecto de halo
Afectividad del profesor
5.7.3. Procedimientos
A) Por agrupamiento
Los ejercicios se agrupan en clases según su calidad. Para ello se elige un ejercicio tipo de
cada clase. La subjetividad no desaparece del todo aunque se tiene en cuenta el rendimiento
del grupo.
B) Por clave
El profesor elabora una clave previa en la que constan los diferentes aspectos que deben
contener las distintas respuestas.
C) Por categorías
Ejemplos de categorías:
Planteamiento
66
Desarrollo
Uso de fórmulas
Operatoria
Resultados
En un comentario de texto:
Vocabulario:
Riqueza de léxico
Manejo de antónimos
Manejo de sinónimos
Presentación
Corrección ortográfica
Signos de puntuación
Caligrafía
Redacción
Comprensión
Exposición
Sistematización
Capacidad de análisis
Interpretación personal
Creatividad
Capacidad de relación
Conocimientos
Técnica de comentario
Preceptiva literaria
Autores y estilo
Otro procedimiento consiste en elaborar una serie de juicios globales que se puntúan de más a
menos. Por ejemplo:
6. LA CALIFICACIÓN
6.1. Concepto
6.2. Función
Hay varias maneras de dar “puntos de referencia” para interpretar las calificaciones:
6.3. Procedimientos
Se mide el progreso en relación con el nivel de partida. Si un alumno A parte de una situación
previa X y otro alumno B parte de una situación Y lo que mediríamos no es el nivel alcanzado
sino el trayecto recorrido desde el punto de partida al de llegada, que será distinto seguramente
para A y B. Para el alumno A, su trayecto puede tener valor de aprobado; para el alumno B, de
notable. Este procedimiento es inaplicable en muchas fases de la enseñanza universitaria
en tanto que todos los alumnos deben acreditar unos conocimientos y unas competen-
68
cias mínimas.
La referencia son los objetivos de aprendizaje que el alumno tiene que alcanzar. ¿Qué
cantidad de objetivos hacen falta para situar a cada alumno en cada peldaño? Si nos dejamos
llevar por el efecto 10 sería:
El nivel fijo plantea dificultades porque somos subjetivos a la hora de decidir los contenidos que
entran en un examen o los objetivos que hemos de controlar. Este problema se reduce si se
tienen objetivos muy graduados y claros. Sin embargo, desde el punto de vista estadístico, este
procedimiento es inadecuado. Los especialistas recomiendan que en las pruebas objetivas se
suba el nivel fijo para aprobar (en torno al 60%) y se baje la exigencia para el sobresaliente
(en torno al 85%). Y ello tanto por la llamada regresión o huída hacia la media de las notas altas
o bajas respectivamente como también por la posibilidad de que el alumno acierte sin saber y
por las imperfecciones de la prueba. No se olvide que estamos hablando de calificación, no de
evaluación que, como sabemos, integra otras variables además del examen.
En España, el sistema de valoración es, cuanto menos, curioso. En la Universidad, por ejemplo,
existen cinco valores cualitativos:
Suspenso
Aprobado
Notable
Sobresaliente (Matrícula de Honor)
que se corresponden, NO con cinco valores cuantitativos sino, en principio, con 10, que van
desde el 1 al 10 (sin consideramos el 0, entonces son once valores). Pero esto tampoco es
cierto porque a cada cualificación le corresponden, al menos, dos cantidades:
Aprobado: 5 y 6
Notable: 7, y 8
Sobresaliente: 9 y 10
Suspenso: 0,1,2,3 y 4.
Pero esto sigue sin ser cierto porque, cuando el profesor utiliza decimales, llegamos, al menos
a 20 dígitos. Pero ¿qué sucede si utiliza dos decimales, e incluso, tres, como hemos visto hacer
a algún colega. Pues que ya no hablamos de 10 valores numéricos, ni de veinte, ni de 100,
hablamos de ¡MIL¡ Evidentemente, todo esto se simplificaría extraordinariamente si, como
sucede en otros países, el baremo oscilara entre 1 y 3 ó entre 0 a 100. Verdaderamente, resulta
difícilmente comprensible la rara habilidad que tienen algunos profesores para discriminar entre
un 7,345 y un 7,346. Y no cabe argüir que esa cifra la proporciona el programa informático con
el que se tratan las notas porque los datos los introduce el profesor.
69
Esto dice LEWIS, H. W. (1999:40). Cómo tomar decisiones correctas. Ediciones Deusto.
Barcelona.
Lo normal es asignar un punto a cada respuesta correcta. Sin embargo, pueden aplicarse otros
criterios:
1. Asignar la nota más alta al alumno que más preguntas conteste aunque no sean el 100%.
Téngase en cuenta que, por muy bien que se haya preparado la prueba, siempre queda un
margen de ambigüedad en los ítems. No se puede exigir, por tanto, que el alumno lo contes-
te absolutamente todo. Lo más razonable es dar la máxima nota al que responda al 85% o
más.
2. En cuanto a la nota más baja para aprobar, lo normal es considerar como aceptable el
examen que tiene respondido el 60% de los ítems. Esto obedece a que pueden acertarse
algunas preguntas sencillas que se plantean deliberadamente para motivar al alumno o que,
sin proponérselo el profesor, resultan obvias.
7. EVALUACIÓN DE ACTITUDES
• Algunos autores han afirmado, no sin razón, que resulta más fácil medir las actitudes que
definirlas, siendo esto último especialmente complicado.
• TRIANDIS propone la siguiente definición: “idea cargada de emotividad que predispone una
clase de acciones en una clase particular de situaciones sociales”. De acuerdo con este
autor, las actitudes tienen tres componentes :
a) Cognoscitivo. Creencias de un individuo respecto de un objeto determinado. Así, nuestra
actitud hacia el deporte, por ejemplo, implica un cierto conocimiento del mismo. En este
sentido cabe decir que las actitudes se aprenden.
b) Afectivo. Es la emotividad que impregna la idea. El objeto es percibido como placentero o
displacentero.
c) Reactivo. Son las conductas por medio de las cuales se expresa la actitud.
70
• Son predisposiciones (tendencias) generales del individuo a obrar de una manera determi-
nada bajo ciertas condiciones.
• Son estables y consistentes (difíciles pero no imposibles de modificar)
• Se expresan en conductas observables o hábitos de comportamiento (Es posible
entender la actitud como un conjunto de hábitos)
• Son aprendidas (no confundir con aptitudes)
En las Escalas Numéricas y Nominales, el rasgo aparece expresado por un número o letra de
acuerdo con la equivalencia previamente establecida:
Equivalencias:
5 Excelente
4 Muy buena
3 Buena
2 Regular
1 Deficiente
5 4 3 2 1
En tareas de aula x
Riesgos:
Escalas de Actitudes
Se usan generalmente para medir las opiniones de los sujetos ante determinadas proposicio-
nes. El perfil de las respuestas permite establecer -con limitaciones- la actitud en cuestión. Se
apoyan en estos supuestos:
1. Podemos medir las actitudes si las inferimos de las opiniones y sentimientos expresados (lo
cual, como hemos dicho, es inexacto).
2. Las afirmaciones u opiniones contenidas en los ítems de la escala tienen el mismo sentido
para todos los que responden.
“En caso del conflicto, la belleza del paisaje debe prevalecer sobre la producción industrial”
5 4 3 2 1
Plenamente De acuerdo Indiferente Desacuerdo Totalmente
de acuerdo en desacuerdo
6 Muy de acuerdo
5 De acuerdo
4 Más bien sí que no
3 Más bien no que sí
2 En desacuerdo
1 Muy en desacuerdo
Registros anecdóticos
Para la apreciación de actuaciones (muy útil en sesiones de prácticas) también pueden usarse
escalas como las precedentes. Se registran señales en la lista para indicar si la actuación del
alumno presenta la característica especificada en cada ítem. Por ejemplo, si se trata de
determinar habilidades en el uso del microscopio, se puede elaborar una lista como la siguien-
te:
Desde luego, antes que proceder a evaluar las habilidades o competencias, hay que tener muy
claras cuáles son y cómo deben manifestarse.
74
8. CORRECCIÓN DE TRABAJOS
Al encargar trabajos de investigación, es conveniente entregar a los alumnos una guía como la
siguiente:
1. Seleccione el tema
2. Localice información
3. Lectura
4. Anote en fichas
La fuente y la página
Distinga si es cita directa o resumen
Anote todo lo que sea de interés
Escriba en uno de los márgenes superiores el tema general de la nota para poder clasificarlas.
Creatividad
1 2 3
Ninguna originalidad Cierta originalidad Gran originalidad y
creatividad.
Conclusiones
1 2 3
Escasas y mal planteadas Conclusiones razonables Conclusiones probadas y
bien expuestas.
Notas y bibliografía
1 2 3
Inadecuadas Adecuadas Excelentes
Presentación
1 2 3
Muy pobre Adecuada Excelente
Deseo comprobar cuál es el ambiente general de la clase. Para ello, le pido que rodee las
palabras que mejor expresen su estado de ánimo o sus sentimientos en este momento.
¿CÓMO ME ENCUENTRO AHORA?
También puede interesar medir el nivel de motivación de los alumnos respecto de la clase.
Me divierto 1 2 3 Me aburro
Me siento acompañado 1 2 3 Me siento solo
Me manifiesto realmente como soy 1 2 3 No puedo manifestarme
Se me anima a pensar 1 2 3 Se me obliga a memorizar
Se me respeta 1 2 3 Se me humilla
Se tienen en cuenta mis opiniones 1 2 3 Se desconsideran mis opiniones
Trabajo a gusto 1 2 3 Trabajo a disgusto
Me siento importante 1 2 3 Me siento inferior
Aprendo 1 2 3 Pierdo el tiempo
Me siento libre 1 2 3 Me siento atrapado
Hay un ambiente agradable 1 2 3 Hay un ambiente desagradable
Se me ayuda 1 2 3 No se me hace caso
Se hacen tareas interesantes 1 2 3 Se hacen tareas sin interés
La información facilitada por los alumnos sobre aspectos relacionados con la docencia o con el
programa son de suma utilidad para un profesor interesado en mejorar su competencia
profesional. He aquí los cuestionarios que hemos venido utilizando en Nuevas Tecnologías
Aplicadas a la Educación.
El profesor que ha impartido la asignatura desea mejorar sus sistemas de trabajo y, para ello, le serán de gran utilidad
las opiniones que usted exprese en este Cuestionario de forma anónima.
Instrucciones: Rodee con un círculo el número que corresponda de acuerdo con la siguiente clave:
77
4 En gran medida
3 Bastante
2 Poco
1 Nada
4. Al concluir el desarrollo de esta asignatura percibo que:
1. He llegado a dominar los principios básicos de la asignatura………………………………. 4 3 2 1
2. He aumentado significativamente mi vocabulario técnico…………………………………… 4 3 2 1
3. He mejorado mi capacidad para interpretar información……………………………………. 4 3 2 1
4. Ha aumentado mi interés por los estudios de Magisterio…………………………………… 4 3 2 1
5. Ha aumentado mi curiosidad por investigar y descubrir……………………………………. 4 3 2 1
6. Ha aumentado mi capacidad para resolver problemas……………………………………. . 4 3 2 1
7. Ha mejorado mi capacidad para extraer conclusiones…………………………………….. 4 3 2 1
8. He aprendido cosas que no sabía……………………………………………………………. 4 3 2 1
9. Me he encontrado a gusto en clase………………………………………………………….. 4 3 2 1
10. He logrado mayor confianza en mí mismo/a………………………………………………… 4 3 2 1
11. Me he familiarizado con una bibliografía útil para mi formación………………………….. 4 3 2 1
12. He recibido ayudas oportunas del profesor………………………………………………….. 4 3 2 1
13. He adquirido un buen nivel de eficiencia en las prácticas realizadas…………………….. 4 3 2 1
14. He aumentado mi comprensión de lo que significa ser maestro/a………………………. 4 3 2 1
15. He comprendido la importancia de esta asignatura en mi formación……………………. 4 3 2 1
16. He avanzado sin dificultad a lo largo de los temas desarrollados……………………….. 4 3 2 1
17. He logrado motivarme para profundizar en temas de Nuevas Tecnologías………….. 4 3 2 1
18. Ha aumentado mi capacidad y actitud crítica……………………………………………… 4 3 2 1
19. Me ha parecido adecuada la metodología aplicada por el profesor……………………. 4 3 2 1
20. Me he sentido tratado/a con respeto por el profesor……………………………………… 4 3 2 1
21. Me identifico con la manera de ejercer la docencia el profesor…………………………. 4 3 2 1
22. He sentido en todo momento que el profesor se mostraba accesible…………………… 4 3 2 1
23. Pienso que los contenidos tratados fueron bien seleccionados………………………….. 4 3 2 1
24. Me he sentido libre para intervenir en clase………………………………………………… 4 3 2 1
25. He percibido que el profesor trataba a todos los alumnos por igual……………………… 4 3 2 1
CREATIVIDAD Y EVALUACIÓN
Algunos profesores universitarios cuidan con esmero sus propuestas de examen. Son
conscientes de que para emitir un juicio, sino justo, al menos fundamentado sobre el
rendimiento del alumno, necesitan disponer de información suficiente. Se han preocupado de
indagar acerca de procedimientos variados de evaluación, han superado las rutinas
evaluatorias en las que, probablemente, han sido formados y se manifiestan creativos en el
diseño de los ejercicios. Algunos exámenes son obras de arte y modelos de técnica. Cualquier
alumno puede confiar en estos profesores cuidadosos y responsables como debe desconfiar de
los arbitrarios y negligentes. Y, como quiera que un examen siempre es una situación
estresante, hay quien ofrece para empezar un texto relajado que arranca la sonrisa y, entre
bromas y veras, coloca a cada alumno en la posición que le corresponde.
LEA ESTAS LÍNEAS ANTES DE INICIAR EL EXAMEN DE DIDÁCTICA GENERAL
Usted estará, sin duda, en una de estas situaciones:
Con respecto a su presencia en clase:
a) Ha venido regularmente a clase, ha intervenido en los debates, ha aportado su punto de vista,
ha soportado al profesor.
b) Ha venido de vez en cuando a clase, ha escuchado, ha mirado, ha callado.
c) No se le ha visto el pelo por clase. No sabe quién es el profesor, pero sabe donde está la Facul‐
tad.
Con respecto a las actividades de trabajo autónomo:
a) Las ha realizado con regularidad, ha anotado las dudas, se las ha planteado al profesor.
b) Las ha ido realizando por tandas y ha dejado unas cuantas para el final. Apenas ha formulado
preguntas al profesor.
c) No ha realizado las actividades, no ha planteado dudas porque todo era una inmensa, planeta‐
ria DUDA.
80
Con respecto a la preparación de este examen:
a) Ha dedicado mucho tiempo al estudio de esta asignatura y viene razonablemente confiado/a
en que todo saldrá bien.
b) Ha estudiado sin demasiado empeño pero lo suficiente para albergar ciertas esperanzas de que
va a salir todo medianamente bien.
c) No ha pegado golpe pero cree en los milagros.
Si usted está en la zona A de los tres campos, nos entendemos perfectamente y, sin duda, disfru‐
taré mucho emitiendo un juicio favorable de usted.
Si usted está en la zona B de los tres campos, comprenderá que su futuro didáctico no despierte
en mí demasiado entusiasmo. No obstante, está a tiempo de dar el salto a la zona A y reconciliar‐
se conmigo y con usted mismo/a.
Si usted está en la Zona C, le acompaño en el sentimiento. Desearía decírselo de una manera me‐
nos brusca, pero usted huele a cadáver. Y lo peor es que, mientras siga suspendiendo, me va a se‐
guir dando faena. ¿No podría recuperar la cordura?
Dr. Salvador Camacho Pérez
81
PLANIFICACIÓN DIDÁCTICA
El hombre realiza permanentemente acciones para lograr unos objetivos y sabe en qué
medida sus previsiones se han visto cumplidas. Las empresas fijan claramente unos objetivos
para cada Área, Departamento, Sección u operario, disponen unos recursos (humanos,
materiales, organizativos) y establecen procedimientos para evaluar sus logros. Las institucio-
nes, los grupos -cualquiera que sea su naturaleza- prevén lo que desean conseguir en un plazo
de tiempo determinado, el modo de conseguirlo y los sistemas que permitirán comprobar si sus
pretensiones se han visto satisfechas. La idea de previsión, de anticipación, de planificación va
asociada, invariablemente, a toda tarea responsable y trascendente.
El concepto de planificación es uno de los logros de la moderna tecnología educativa y se
fundamenta en la convicción de que la educación, entendida como tarea racional y sistemática,
exige conocer anticipadamente, de manera precisa, qué objetivos deben alcanzar los alumnos.
Sólo en función de unos objetivos claros es posible planear una estrategia de aprendizaje
(actividades) y unos procedimientos de control (evaluación). La planificación cabe interpretarla
en dos sentidos: a) como proceso (acción de planificar) y b) como producto (resultado de la
planificación (Guía Didáctica o instrumento similar).
La planificación o diseño del proceso educativo sirve a varias finalidades: motivar al alumno,
facilitándole información acerca de lo que se espera de él, cómo va a lograrlo y de qué modo se
va a comprobar lo conseguido; vincular lo ya aprendido (conocimientos previos, inmediatos e
indispensables) con lo que queda por aprender; orientarle acerca de su propio proceso y
ofrecerle la posibilidad de profundizar en los temas desarrollados.
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La planificación moderna
Está orientada hacia los objetivos y competencias
Guía el quehacer del alumno
Es abierta y revisable
Está asociada al modelo de profesor "estimulador, facilitador y orientador" del aprendizaje
3. Principios de la Planificación
Para realizar una adecuada estructuración de los contenidos hay que atender, sobre todo, a
los siguientes aspectos:
Contenidos son las unidades de materia relativas al Núcleo con las que se enfrenta directamen-
te el alumno.
Ejemplos:
Tiempo
Objetivos generales
Objetivos didácticos
Contenidos
Estrategias de enseñanza-aprendizaje :
-Materiales del profesor
-Materiales del alumno
Criterios de evaluación (referidos a una Unidad Didáctica o al conjunto de los Temas)
Materiales o referencias para estudiarlo.
· Método de trabajo del tema.
· Dificultades principales.
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1. Los Núcleos y Contenidos han de expresarse en el orden en que van a ser desarrollados a
lo largo del Curso.
2. La amplitud de los Núcleos ha de corresponderse con el nivel de los alumnos (mucha
cantidad de materia indica propósito de información; escasa cantidad de materia, propósito
de profundización.
3. Cada Contenido ha de ser, efectivamente, una parte del Núcleo y guardar con éste una
relación lógica.
4. Los Núcleos y Contenidos han de expresarse en términos de “materia”, no de conducta u
operación.
6. Objetivos Didácticos
Los objetivos didácticos relativos a cualquier materia pueden formularse para el desarrollo
de tres ámbitos:
El sentido de los objetivos, según el EEES es hacer explícitas tanto las metas que deseamos que los
estudiantes alcancen como las condiciones en las que deseamos lleven a cabo el proceso de aprendiza‐
je. Se deben incluir:
- Objetivos relacionados con los conocimientos o habilidades a adquirir.
- Objetivos relacionados con el dominio de ciertas herramientas de aprendizaje y/o de formación.
- Objetivos vinculados a valores o actitudes relevantes
Los objetivos que se formulan respecto del Núcleo en su conjunto se llaman Objetivos Gene-
rales; los que se formulan respecto ce cada uno de los contenidos, se llaman Objetivos de
Aprendizaje o Específicos.
Los Objetivos Específicos responden a la siguiente pregunta: “¿Qué aprende a hacer el
alumno con cada contenido?”. Recuérdese que ese hacer puede referirse a uno o a varios
ámbitos del aprendizaje.
Contenido:"El laboratorio”
O.E.: "Conocer los peligros que se derivan de una manipulación defectuosa de los objetos del
laboratorio”
Contenido:"Logaritmos”
O.E.:”Resolver problemas aplicando logaritmos”
ÁMBITO COGNOSCITIVO
Acabar Acotar Adecuar Adaptar Adivinar Administrar Adoptar Agregar Agrupar Alegar Analizar Anotar
Añadir Aplicar Apoyar Argumentar Articular Arreglar Asignar Asociar Atribuir Aumentar Bosquejar
Calcular Cambiar Caracterizar Citar Clasificar Colocar Combinar Comentar Comparar Compendiar
Completar Componer Comprender Comprobar Conceptuar Comunicar Concentrar Concluir Concordar
Conectar Conexionar Conducir Confeccionar Conocer Conseguir Conservar Considerar Construir
Consumar Contar Contestar Contrastar Controlar Convertir Copiar Criticar Cubrir Decidir Decir Declamar
Deducir Defender Definir Deletrear Delimitar Demostrar Derivar Desarrollar Descifrar Describir Despejar
Detectar Determinar Diagnosticar Dictaminar Diferenciar Dirigir Discernir Discriminar Diseñar Disponer
Distinguir Distribuir Dividir Dramatizar Efectuar Ejercitar Elaborar Elegir Elevar Eliminar Emitir Emparejar
Emplear Encajar Encontrar Enriquecer Enumerar Enunciar Esbozar Escoger Escribir Especificar
Esquematizar Establecer Estructurar Evaluar Experimentar Exponer Expresar Extender Extrapolar
Factorizar Fijar Finalizar Formar Formular Generalizar Hacer Hallar Identificar Igualar Ilustrar Imitar
Implantar Implicar Improvisar Imputar Incluir Inducir Incorporar Inferir Informar Inhibir Iniciar Inscribir
Instalar Integrar Interpolar Interpretar Intervenir Introducir Invalidar Inventar Jerarquizar Justificar Juzgar
Leer Localizar Llenar Manifestar Mantener Matizar Medir Modificar Mostrar Multiplicar Narrar Nombrar
Numerar Obtener Operar Ordenar Organizar Orientar Planificar Plantear Ponderar Practicar Precipitar
Predecir Preparar Presentar Prever Probar Producir Programar Promover Pronosticar Pronunciar
Proveer Proyectar Quitar Razonar Reagrupar Realizar Reconducir Reconocer Redactar Relacionar
Reestructurar Reformar Reformular Relatar Reordenar Reparar Repartir Repetir Representar Reproducir
Resolver Responder Restar Restaurar Resumir Reunir Saturar Seleccionar Señalar Separar Seriar
Sintetizar Situar Solucionar Subrayar Sugerir Sumar Suministrar Suprimir Sustituir Sustraer Tachar
Terminar Totalizar Traducir Transformar Transmitir Transportar Trasladar Trazar Unir Usar Utilizar
Validar Valorar Verificar
ÁMBITO AFECTIVO
Acceder Aceptar Adecuarse Adaptarse Admitir Adoptar Animar Aprobar Armonizar Asistir Colaborar
Compatibilizar Comprometerse Comunicarse Concertar Concordar Conducirse Conferenciar
Congratularse Conformar Consentir Conservar Considerar Consumir Contenerse Contribuir Controlarse
Convenir Conversar Cooperar Cuidar Cumplir Dar Decidir Elegir Entregar Escoger Imitar Implicarse
Iniciarse Incorporarse Integrarse Jerarquizar Juzgar Justificar Lavarse Limpiar Manifestarse Mantener
Mejorar Modificar Movilizarse Normalizar Obedecer Ocuparse Orientar Participar Percibir Perfeccionarse
Permitir Planificarse Preferir Progresar Promover Proteger Reaccionar Realizar Reconducir Reforzar
Repartir Respaldar Responsabilizarse Sugerir Tolerar
ÁMBITO PSICOMOTOR
Abarcar Acabar Agitar Agregar Agrupar Alcanzar Amplificar Andar Añadir Apoyar Aproximar Armonizar
Articular Arreglar Arrojar Asir Balancear Batir Bosquejar Botar Cambiar Cerrar Colocar Completar
Componer Conectar Conexionar Conducir Confeccionar Construir Continuar Coordinar Copiar Cortar
Cubrir Declamar Deletrear Desarrollar Descender Desplazarse Dibujar Diseñar Disponer Doblar
Dramatizar Ejecutar Elevar Embutir Emitir Emparejar Encajar Encestar Enlazar Equilibrarse Envolver
Flexionar Fijar Filtrar Formar Girar Golpear Grabar Hacer Igualar Ilustrar Imitar Impeler Implantar
Impulsar Inclinar Incluir Incrustar Inscribir Instalar Intervenir Introducir Jugar Juntar Lanzar Levantar
Llenar Llevar Manejar Marcar Marchar Medir Modelar Mover Movilizar Operar Partir Pasar Pegar Pintar
Plantar Plegar Poner Practicar Pronunciar Proyectar Quitar Rayar Reagrupar Realizar Rebajar Recibir
Recortar Redondear Regar Rellenar Remendar Remitir Reordenar Reparar Repetir Representar
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Reproducir Repujar Restaurar Reunir Revestir Rodar Saltar Seguir Separar Situar Soldar Soltar Suavizar
Subrayar Suspender Tachar Transportar Transvasar Trazar Trepar Unir Verter
7. Experiencias de aprendizaje
Son conductas u operaciones de tipo sensomotriz, cognitivo o afectivo que el alumno tiene
que realizar como experiencia de aprendizaje para alcanzar los objetivos específicos. Las
actividades estarán bien planeadas, por tanto, si sirven para alcanzar los objetivos propuestos.
La mayor parte de las actividades que se proponen de ordinario en el aula propician lo que
se denomina pensamiento convergente, que sigue una secuencia lógica para llegar al hallazgo
de ideas o soluciones. Pero es necesario activar otros procesos que tienen que ver con el
pensamiento divergente o creativo.
90
COMPETENCIAS PROFESIONALES
En términos generales, puede postularse que cuando se desea dotar a una persona de los
conocimientos, habilidades y destrezas necesarios para un trabajo determinado, es necesario
definir, previamente, las tareas que va a tener que realizar, así como las cualidades básicas
requeridas para un eficaz desempeño de la misión asignada. En organización industrial se acepta
comúnmente que toda descripción de una tarea profesional incluye, al menos, los siguientes
apartados: 1. Denominación de la tarea. ¿Qué hace?; 2. Metodología y Recursos. ¿Cómo y
con qué lo hace?; 3. Objeto. ¿Para qué lo hace?; 4. Requisitos. ¿Qué aptitudes o cualidades
exige? La respuesta a estos interrogantes permite establecer planes de formación, calificar las
competencias profesionales de los sujetos y mejorar los métodos de trabajo.
En el ámbito empresarial parece claro a qué se alude cuando se dice que tal persona es un
profesional competente. Hace años intervinimos en la selección de un ingeniero de procesos para
una multinacional del automóvil. Trazado el perfil del puesto de trabajo, examinamos la
competencia de cada uno de los aspirantes. Obtuvo la plaza el candidato que no era titulado
universitario. No entramos a valorar sus conocimientos porque éstos se daban por supuestos en
tanto que era capaz de realizar la tarea con la máxima eficacia. Y es que una persona erudita o
conocedora de una materia puede ser incompetente (en ciertas tareas) pero una persona
competente no necesita acreditar nada más.
El EEES ha retomado el enfoque competencial pero cuando se habla de competencias en la
formación académica surgen interpretaciones diversas y proliferan las disquisiciones
terminológicas.
El crédito tiene que estar basado en el trabajo que el alumno debe realizar para te-
ner la formación adecuada (conocimientos y competencias). De lo que el alumno
debe llegar a saber dependerá el contenido de las clases teóricas, clases prácticas,
seminarios, tutorías evaluaciones, etc. (Acuerdo de la Asamblea General de la
CRUE el día 13 de diciembre de 2000).
La relevancia de los estudios dentro del mercado laboral europeo debe ser enmar-
cada en una concepción global de aprendizaje permanente; es pertinente por tanto
señalar que las universidades ofrecen la posibilidad de encarar la formación orien-
tada a las profesiones dentro de un ambiente académico que garantiza una forma-
ción sólida, en la que fundamentos, técnicas, habilidades y aptitudes se adquieren
en entornos intelectualmente estimulantes. Así pues, además de propiciar diferen-
cias en los estudios de pre y posgrado de acuerdo con las distintas competencias
para el empleo de ambos niveles de estudio; la relevancia social de los estudios
dependerá en gran medida de la calidad de la educación recibida, de la diversidad y
flexibilidad de programas con múltiples puntos de acceso y salida, del desarrollo de
aptitudes y habilidades para la comunicación, la capacidad de jerarquizar la infor-
mación, y el trabajo en equipo. Acuerdo de la Asamblea General de la Conferencia
de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), celebrada el 8 de julio de
2002)
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Aquí estamos hechos un lío. Por un lado se nos dice que la competencia es lo que el sujeto
es capaz de lograr, de hacer, de actuar y, por otro que también es competencia conocer,
comprender e, incluso, saber cómo ser. De esto último se deduce que ser bueno es una
competencia. Pensemos en un proceso para la selección de personal con destino al manejo de
grandes prensas. Podríamos fijar como cualidades necesarias de los aspirantes la capacidad
de atención (se trata de un trabajo donde los descuidos se pagan caro), con gran sentido de la
responsabilidad (un fallo puede provocar graves daños a personas y cosas) y con amplios
conocimientos de neumática. ¿Todo esto es suficiente? No, porque lo que el sujeto tiene que
acreditar, en última instancia, es que maneja con soltura prensas de 5000 a 50000 kilos. El
conocimiento no garantiza la competencia.
vidad. Cada competencia está formada por diversas unidades de competencia. Por
ejemplo, en la competencia “evaluar” una de las unidades de competencia puede
ser preparar los exámenes.
Una muestra más de redacción confusa. ¿Cómo que conocimientos de habilidades? ¿Y por
qué no habilidades de conocimientos? Siendo absurdo, al menos pondría el acento en las
habilidades, que guardan estrecha relación con las competencias; los conocimientos, no.
¿Qué significa emprender actividades? ¿Significa, en este caso, planificar, ejecutar y contro-
lar? Si es así, estas son las competencias, sin más. Imaginemos que redactamos unas
competencias para un ingeniero de caminos en estos términos: “Cuando concluya el estudio de
esta asignatura el alumno deberá ser capaz de proyectar, dirigir y evaluar la construcción de
puertos de tal calado”. Regrese a la información anterior sobre Objetivos Generales y advierta
que esta formulación corresponde exactamente a la de un Objetivo General. Y es que cualquier
objetivo general que implique aplicación de conocimientos, habilidades o destrezas, es una
competencia. Todo lo demás es retórica circunvalatoria. Insistimos: la competencia no es saber,
es saber hacer.
Ahora las competencias son el no va más. Pero se han hecho un lío con eso de los con‐
tenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales y las competencias transversales
genéricas y específicas, Instrumentales, Personales, Sistémicas, de Conocimientos discipli‐
nares, profesionales y de actitud. Una barahúnda de términos, un revoltijo logomáquico
propio de la jerga pedantológica, mejor dicho de la jerga psicopedantológica porque mucho
ha tenido que ver en este invento la psicología oficial transmutada en pedagogía de la con‐
fusión y de la retórica circunvalatoria. Las cosas son más sencillas.
La competencia está generalmente asociada a la acción y, por ello, no cabe considerarla
otra cosa que la aplicación de saberes, habilidades o destrezas a la práctica profesional.
Saber matemáticas NO es una competencia; Conocer la organización de un hospital NO es
una competencia; Resolver problemas de convivencia en el aula SI es una competencia;
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Expresarse con claridad y concisión SI es una competencia, proyectar un puente SI es una
competencia, Comprender el concepto de resistencia de materiales NO es una
competencia. Defender a un reo ante un tribunal SÍ es una competencia (que cabe
descomponer en competencias menores). Ser bueno o ser estudioso NO es una
competencia por mucho que lo digan los santones de la psicopedagogía dominante.
Se dan, en efecto, en este asunto de las competencias, las interpretaciones más
extravagantes. Así, se habla de competencias de conocimientos disciplinares para designar a
lo que, pura y simplemente, son conocimientos y se distinguen de las competencias de
actitud (que, evidentemente, no son competencias sino actitudes) y de las competencias
profesionales que integran el saber hacer, es decir, las auténticas competencias. Otras
veces se incluye bajo la rúbrica del saber hacer, nada menos que “el respeto a las
diferencias culturales y personales de los alumnos y demás miembros de la
comunidad educativa” y, dentro del apartado de saber estar, “la capacidad para
asumir la necesidad del desarrollo profesional continuo, mediante la autoevaluación de la
propia práctica”. Según esto, hay que “saber hacer el respeto” y “hay que saber estar la
capacidad”. ¿Quién lo entiende? Nadie duda de que una persona puede ser competente
en teoría de la música y resultará acertada su designación como profesor de esa disciplina,
siempre que sepa enseñar, es decir, que sea un profesor competente. Cuando se trata de
transferir los conocimientos universitarios al campo de la empresa o del ejercicio
profesional en el más amplio sentido, el conocimiento de las teorías se da por supuesto;
ahora lo que interesa es lo que ese sujeto es capaz de hacer, ya sea diseñar, operar,
diagnosticar, organizar, supervisar etc.
PRESENTACIÓN
Caben referencias a los principios que inspiran la confección de la Guía, a las características y
utilidad de ésta, a la importancia de la asignatura, a su posición relativa en la titulación o lo que
aporta a la formación del profesional.
EL PROFESOR/A
Perfil profesional del profesor o profesora de la asignatura: formación académica, especializa-
ción, escritos e investigaciones, etc. Puede resultar oportuno incluir referencias personales:
aficiones, intereses ajenos al ejercicio docente, experiencias vitales, etc.
OBJETIVOS DE LA ASIGNATURA
El Departamento ha debido enunciar los objetivos generales de la asignatura y el profesor los
incluye en la Guía, aclarando su sentido, y ofreciendo al alumno una primera referencia acerca
de lo que se espera conseguir tras el desarrollo de la materia. En el marco del EEES, se
enunciarán preferentemente competencias.
PROGRAMA DE PRÁCTICAS
Los profesores de asignaturas prácticas vienen facilitando a los alumnos el llamado “Cuaderno
de Prácticas” que es, en realidad, un plan detallado de los ejercicios de laboratorio que ilustra
acerca de la conexión de las prácticas con los contenidos teóricos, de las normas de seguridad
para el uso de aparatos, manejo de instrumentos, etc. En materias teórico-prácticas se opta,
generalmente, por un formato más simple que recoge, básicamente, lo que el alumno tiene que
hacer con cada uno de los aparatos y, eventualmente, el modo de hacerlo.
METODOLOGÍA
En este apartado aparece información acerca de las técnicas y procedimientos didácticos que
se van a aplicar en clase. También se puede incluir el tipo de agrupación para los distintos
trabajos y las diferentes situaciones educativas que propondrá el profesor.
CARPETA DE APRENDIZAJE
Con la aplicación de la normativa concerniente al EEES, las Carpetas de Aprendizaje
(preferimos esta denominación a la importada de “portfolio”) adquieren una singular importancia
en el conjunto de actividades que tienen que desarrollar los alumnos y como criterio de
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CRITERIOS DE EVALUACIÓN
En este apartado se incluyen los aspectos que van a ser considerados por el profesor a efectos
de determinar el rendimiento del alumno. Respecto de los trabajos, opcionales u obligatorios,
junto a la relación de éstos, se suelen incluir normas de ejecución y presentación.
MODELOS DE PRUEBAS
Algunos profesores incluyen ejemplos de pruebas o exámenes aplicados en sus clases.
CALENDARIO DE PRUEBAS
Pueden aparecer, tanto las fechas de exámenes oficiales como las correspondientes a
exámenes parciales o de otro tipo. También pueden incluirse en el Plan de Trabajo.
PLAN DE TRABAJO
Puede estar distribuido por sesiones o por semanas e incluso por días. Se especifica la fecha y
el tema o la ocurrencia. Si se aplican metodologías variadas, es oportuno también especificar si
se expondrá por el profesor o será trabajado autónomamente por el alumno.
Los profesores de asignaturas prácticas o teórico-prácticas pueden incluir, además, un plan
detallado de los ejercicios de laboratorio donde conste tanto la conexión con los contenidos
teóricos como las normas de seguridad para el uso de aparatos, manejo de instrumentos, etc.