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Teoría de la Administración Publica

Fecha de entrega: 18/09/2018.


-Santomé Herrera Ximena.

La UNAM está pasando por una crisis. Vaya, no es que sea algo nuevo, en realidad la problemática
actual que vive nuestra Universidad se deriva del hartazgo, pues la violencia, la inseguridad, el
acoso, el narcomenudeo y muchos otros problemas son, al parecer, algo que ya es cotidiano.

Personalmente, siempre he creído que la UNAM, al ser la “Universidad de la nación”, es un reflejo


directo de todo lo que sucede en el país. Una de las cosas que la diferencian con otras instituciones
educativas es el compromiso que sus estudiantes y egresados tienen para con México. Si alguna
vez han tenido la duda de cuál es el objetivo principal de nuestra escuela, es generar profesionales
que sirvan a la humanidad, en términos muy generales. Siguiendo esta lógica, ¿qué clase de
formación tendremos si carecemos de algo tan básico como la seguridad?

Cómo mencione anteriormente, la Universidad parece ser un reflejo de nuestra nación, y refuerzo
mi teoría al observar cómo las autoridades (en ambas partes) tienen pleno conocimiento de todo
lo que sucede y, sin embargo, no hagan nada para remediar la situación. Algo que me pareció muy
curioso fue cómo se necesitó de un ataque porril en Rectoría, en contra de alumnos del Colegio
de Ciencias y Humanidades, Plantel Azcapotzalco, que se manifestaban pacíficamente para exigir
que se cumpliera el pliego petitorio que habían realizado, para que la comunidad estudiantil
despertara. Antes de eso, hubo asesinatos de varios compañeros en Ciudad Universitaria, miles
de casos de violencia y acoso, tan graves que, para muestra un botón: en la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales hay “botones de pánico” en cada cubículo de los baños de mujeres. Cuando
me percaté de ello solo pude pensar qué fue lo que tuvo que suceder para que esto se
implementara.

En varios periódicos salió la noticia de que la UNAM denunció ante la PGR y la PGJ estos ataques,
también expulsó a veintidós alumnos, quienes participaron de estos actos violentos. Otras
interrogantes se suman, ¿qué tanto ayudará esto a la seguridad? ¿Por qué la institución sí
responde ante estos actos y hace caso omiso de tantas otras problemáticas?

Estamos en un momento histórico, cuando entramos a la facultad eso se nos dijo de manera
incansable, puesto que este año se cumplen cincuenta años del movimiento estudiantil de 1968,
además de que estamos a punto de pasar a un nuevo gobierno que promete romper con la
corrupción (entre muchas otras metas). Pese a la represión y lo sangriento que fue el movimiento,
se cumplieron varias de las exigencias por las cuales los alumnos se manifestaban. Para bien o
para mal, vivimos en una época en la cual es mucho más fácil enterarse de lo que pasa en el
mundo. La gente se informa (o se mal informa) más que hace cincuenta años. A pesar de los miles
de problemas que debemos enfrentar los ciudadanos, considero que somos más conscientes que
las generaciones que nos precedieron.

Como dato curioso, uno de los puntos del pliego petitorio de 1968, pedía que la UNAM ampliara
su matrícula para bachillerato, pues en ese entonces sólo existían los nueve planteles de la Escuela
Nacional Preparatoria. Tres años después, en 1971, se crearon los Colegios de Ciencias y
Humanidades. Al ser egresada de un plantel de este Colegio, me sería imposible no sentir profunda
admiración por aquellos jóvenes que en su momento lucharon por una causa que consideraban
justa, y gracias a ello, miles de generaciones, incluida la mía, pudimos estudiar en una institución
que busca despertarnos a la realidad nacional, a ser críticos y autodidactas.

Somos un pueblo que olvida fácilmente, somos un pueblo que está acostumbrado a la corrupción,
a que en muchas familias haya un desaparecido al cual llorar, también somos un pueblo muy
acostumbrado a las desigualdades sociales. La interrogante que sale a relucir con esto es,
¿también seguiremos siendo un pueblo indiferente ante las injusticias?

Miles de hipótesis se han planteado desde aquel ataque porril: que si fueron las propias
autoridades universitarias, que si tiene que ver con la transición de gobierno, que si los alumnos
fueron quienes provocaron a los porros, en fin, miles de ideas que sólo logran confundir más a
quienes lo ven desde afuera. Y también, para quienes son ajenos a esta comunidad estudiantil, la
imagen de la UNAM queda cada vez más mancillada con estos hechos. Los medios de
comunicación no ayudan mucho, puesto que en varias ocasiones no presentan información veraz,
solo alimentan la desinformación de la gente.

Otra de las crisis que presuntamente podría enfrentar la Universidad, es que el próximo
presidente quiere que el examen de admisión se cancele, y la educación superior sea “para todos”,
yo me pregunto, ¿acaso no hay ya una matrícula gigantesca en la UNAM? Es una decisión que si
la vemos en términos generales podría parecer noble, ya que la educación es un derecho
universal, pero si lo analizamos más detenidamente, es algo descabellado. Existen grupos de
sesenta, setenta alumnos, salones que no están adaptados para tantas personas, ¿Qué pasará si
se cancela el examen de admisión? Esto será peor, aunque deban crear nuevos planteles, la
demanda será mil veces mayor, y otra pregunta importante surge, ¿el Estado cuenta con tantos
recursos como para que esto se lleve a cabo? Es una situación preocupante. Además de que,
comenzó a correr el rumor de que nuestro próximo presidente podría hacer que el rector renuncie
si no acepta esta propuesta, aunque esto sólo es una teoría.

Una pregunta que surgió después de haber investigado diversas fuentes es, ¿por qué la UNAM
sigue tolerando a estos grupos porriles? Lamentablemente es una duda que ha quedado
inconclusa. ¿Será solo una forma de represión por parte de las autoridades?

Un tema que ha estado surgiendo en las asambleas es la democratización de la Universidad, por


medio de una organización tripartita (alumnos, maestros y trabajadores tomarían las decisiones...)
¿En realidad es una solución viable? Los estudiantes muchas veces estarán mal informados en
caso de que se lograra dicha petición, la corrupción estará presente cada vez que se tenga que
votar, con el famoso “clientelismo”.

Otras de las peticiones


Otro enfoque que se puede dar al proceso que recientemente se esta dando dentro de la
universidad es verlo como una variable de influencia para desestabilizar el sistema político
(gobierno o estado) para tener un órgano de tensión o fluctuación para el sistema político desde
el sistema educativo, social y cultural.

Aunque esto solo es una teoría, pero bien podíamos estudiar los cambios que provocarían en la
nueva administración y como podrían afectar a la asignación de recursos de parte del estado o
gobierno por lo que se puede ver como un modo de represión o sujeción departe del mismo hacia
el sistema educativo.

Es apremiante mirar al proceso o movimiento desde adentro que es donde en mi parecer es donde
se generara el cambio primeramente para posteriormente escalar a un plano ya más general
dentro del marco institucional de la universidad y de ahí romper la burbuja institucional y pasar al
plano nacional, pero podría estar en un error de mi parte.

El tema de las asambleas realizadas desde la facultad de ciencia políticas y sociales desde donde
estamos viendo de primera mano este movimiento que está a mi parecer mal administrado u
organizado ya que se esta implementando una democracia participativa cuando tenemos uno
comunidad al interior un tanto apática y no participativa.

Esto se podría terminar implementado un modelo de democracia representativa con sistemas de


regulación para caer en una deformación de estas y se podría estar dando pie a la formación de
una federación donde muchos están de acuerdo y otros tantos no, pero habría que hacer estudios
de casos con métodos de comparación para ver qué tan viable es que al final del día seremos
científicos sociales y por que no aplicarlo a estos temas.

Si bien todo esto no servirá de nada si no estamos dispuestos a capitalizar este movimiento para
poder dar resultados casi inmediatos a las problemáticas más generales como lo están tomando
en los pliegos petitorios de la facultad algunos a mi parecer utópicos ya que es muy difícil llegar a
estos si no se sabe dar valor a este movimiento.

Un tema que hay que tomar muy en serio y este no tiene que ser tan utópico como lo mencionaba
es la seguridad dentro de las instalaciones de la institución (me refiero a todos los campus de la
UNAM) por lo que se dan muchos puntos para resolver este uno es la profesionalización de los
cuerpos de vigilancia pero por otro lado se dice que le estas dando armas a la institución para la
represión pero pongo en la mesa quieres seguridad y que estás dispuesto a ceder para tenerla se
dice que perderíamos la libertad.

Libertad un término muy amplio había que delimitarlo o hacer mención de que libertad
estaríamos perdiendo si hablas de libertad de expresión y acceso libre a los espacios públicos lo
tenemos y en parte es gracias al movimiento del 68 y la institución te deja y alienta a esta que
uno quiera perder el derecho a poder hacer lo que uno quiere (me refiero a drogarte, embriagarte
y muchas cosas que trasgreden al sitio en sí y a la comunidad de la institución ) en los espacios
públicos es otra cosa.
La democratización es también muy circunstancial ya que se da cabida a una transformación de la
parte administrativa de la institución que a mi parecer esta no ha tenido la capacidad o no han
querido dar paso a una transformación de fondo para dar mejores soluciones a las políticas de
esta ya que es un punto crucial una evaluación y autocritica de esta para saber si estas haciendo
las cosas de manera eficiente y eficaz para esto se deben implementar mecanismos de control
pero vuelvo a lo mismo o no se quiere por comodidad o no se sabe cualquiera de los dos casos
sería muy lamentable ya que estamos hablando de una institución de formación educativa que
debería de implementar estos saberes en pro de sus ideales.

Retomando la democratización es indispensable establecer esta, pero con bases sólidas para la
regulación cabal de la misma ya que de puede prestar a grupos de elite para sus intereses y dejar
relegado a las minorías, entonces hay que ser un poco autocríticos y saber como formular sus
normas y reglas para no caer en estos casos, sin embargo también estaría bien implementar
órganos de regulación un tanto despolitizados para retroalimentar el buen funcionamiento y
disgregar la malas implementaciones.

Si bien todo esto recae en las manos de la comunidad estudiantil se podría ser incluyente para la
comunidad de académicos y trabajadores que si bien estos también salen un tanto afectados por
este tipo de movimientos por lo que se optara por la inclusión a mi parecer que debería ser l línea
a seguir, pero esto se podrá ver mas adelante y de cómo vaya evolucionando este.

En mi punto de vista hay que definir muy bien y dejar en claro los objetivos de este movimiento
ya que podríamos perder la objetividad del mismo con la intervención de agentes externos puede
dar un cambio a todo lo que se está tratando de hacer, pero también se puede dar una objetividad
mas clara a nivel nacional para dar un reflejo de que la comunidad no esta inmersa en su burbuja
y tiene los ojos bien petos en la sociedad externa a la comunidad estudiantil.

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