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Difusión.

La difusión puede ser definida como el mecanismo por el cual la materia es transportada
a través de ella misma. Los átomos de gases, líquidos y sólidos están en constante
movimiento y se desplazan en el espacio con el transcurso del tiempo. En los gases, este
movimiento es relativamente veloz, como puede apreciarse por el rápido avance de
los olores desprendidos al cocinar o el de las partículas de humo. Los movimientos de los
átomos de los líquidos son, en general, más lentos que los de los gases, como se pone
en evidencia en el movimiento de las tintas que se disuelven en agua líquida. En los
sólidos, estos movimientos están restringidos, debido a los enlaces que mantienen los
átomos en las posiciones de equilibrio. Sin embargo, las vibraciones térmicas permiten
que algunos de ellos se muevan. La difusión atómica en metales y aleaciones es
particularmente importante considerando el hecho de que la mayor parte de las
reacciones en estado sólido llevan consigo movimientos atómicos. Algunos ejemplos son
la precipitación de una segunda fase a partir de una solución sólida, y la formación de
núcleos y crecimiento de nuevos granos en la recristalización de un metal trabajado en
frío.

Mecanismos de difusión.

Difusión por vacantes.

Los átomos pueden moverse en las redes cristalinas desde una posición a otra si hay
suficiente energía de activación proporcionada por la vibración térmica de los átomos,
y si hay vacancias u otros defectos cristalinos en la estructura para que ellos los ocupen.
Las vacancias en metales y aleaciones son defectos en equilibrio, y como se dice más
arriba, siempre existe una cierta cantidad, lo que facilita la difusión sustitucional de los
átomos. A medida que aumenta la temperatura del metal, se producen más vacancias
y habrá más energía térmica disponible, por tanto, la velocidad de difusión es mayor a
temperaturas elevadas.

Fig. 1. “Difusión por vacancias.”


Difusión intersticial.

La difusión intersticial de los átomos en las redes cristalinas tiene lugar cuando éstos se
trasladan de un intersticio a otro contiguo sin desplazar permanentemente a ninguno
de los átomos de la matriz de la red cristalina. Para que el mecanismo intersticial sea
efectivo, el tamaño de los átomos que se difunden debe ser relativamente pequeño
comparado con los de la red; por ejemplo, hidrógeno, oxigeno, nitrógeno, boro y
carbono pueden difundirse intersticialmente en la mayoría de las redes cristalinas
metálicas.

Fig. 2. “Difusión intersticial.”

Sitios Intersticiales.

Estructura Tetraédrica Octaédrica


CCCu 12 6
CCCa 8 4
Hc 12 6

Intersticial desajustada.

Este mecanismo es poco común debido a que el átomo no se ajusta o acomoda


fácilmente en el intersticio que es muy pequeño.

Mecanismo de anillo.

Este mecanismo consiste en el intercambio directo de átomos en la red cristalina (latice)


el proceso de dos anillos es muy difícil en especial, en la estructura empaque cerrado
(compacta).
Debido a la cantidad de distorsiones que producen en los anillos multiatómicos no
inducen interacciones tan grandes del latice y por ello los modelos de tres o cuatro
anillos son más laborales en cuanto a energía.

Primera ley de Fick.

La primera ley de Fick relaciona al flujo difusivo con la concentración bajo la asunción
de un estado estacionario. Esta ley postula que el flujo va desde una región de alta
concentración a las regiones de baja concentración, con una magnitud que es
proporcional al gradiente de concentración (derivada espacial), o en términos más
simples el concepto de que el soluto se moverá desde una región de alta concentración
a una de baja concentración atravesando un gradiente de concentración. En una
única dimensión (espacial), la ley toma la forma:

Donde:

J= densidad de flujo (átomos/cm2s)

D=difusibilidad o coeficiente de difusión (cm2/s)


𝜕𝚽
=Gradiente de concentración (átomos/cm3)
𝜕𝑥

Segunda ley de Fick.

La Segunda ley de Fick se define como, la velocidad de cambio de composición es


igual al cociente de difusión por la velocidad del gradiente de concentración a una
temperatura constante.

Esta ley describe la difusión dinámica y se obtiene por la ecuación diferencial siguiente:
ⅆ𝑐 ⅆ2𝐶
= 𝐷 ( 2)
ⅆ𝑡 ⅆ𝑥

Cuya solución depende de las condiciones del límite para:


𝐶𝑥 𝑥
𝐶𝑠 − − 𝐶0 = ⅇ𝑟𝑓 ( √𝐷𝑡)
𝐶𝑠 2
Donde:

Cs= Constante de concentración de los átomos que se difunden en la superficie del


material

Cx= Concentración de atamos que se difunde en la posición x debajo de la superficie


después de un tiempo t.
Co= Concentración uniforme inicial de los átomos en el material.

Factores que afectan la difusión.

El tipo de mecanismo de difusión. El que la difusión sea intersticial o sustitucional afectara


al cociente de difusión. Átomos pequeños pueden difundirse intersticialmente en una
red cristalina de átomos de disolvente de mayor tamaño. Por ejemplo, el carbono
difunde intersticialmente en las redes de hierro CCCu. y CCCa. Los átomos de cobre
difunden sustitucionalmente en una red de aluminio como disolvente puesto que
ambos, cobre y aluminio, tienen tamaños aproximadamente iguales.

La temperatura a la que la difusión tiene lugar influye mucho en el valor del coeficiente
de difusión. Al aumentar la temperatura el coeficiente de difusión también aumenta.

El tipo de estructura cristalina de la red es importante. En una estructura CCCu. El factor


de empaquetamiento es de 0.68, mientras que el de la CCCa. es de 0.74
El tipo de defectos cristalinos presentes en la
región de difusión en estado solidó es
también importante. La mayoría de las
estructuras abiertas permiten una difusión
más rápida de los átomos. Por ejemplo, en
metales y cerámicos la difusión tiene lugar
más rápidamente a lo largo de los límites de
grano que están más cerca de la matriz. En
metales y aleaciones las vacantes en exceso
aumentaran las velocidades de difusión.

La concentración de las especies que se difunden es importante, ya que mayores


concentraciones de los átomos de soluto que difunde aumentaran el coeficiente de
difusión. Este aspecto de la difusión en estado solidó es muy complejo.

Tipos de difusión.

Difusión volumétrica.
El movimiento de los átomos, a través del latice o dentro de los granos; frecuentemente
se conoce como difusión volumétrica.

Los átomos se mueven a través del cristal de un nodo de la red o a otro, o de un


intersticio a otro. Debido a la presencia de los átomos adyacentes, la energía de
activación es grande y la velocidad de difusión relativamente lenta.

DIFUSION EN LOS BORDES DE GRANO.


Los átomos pueden difundirse a lo largo de los
bordes de grano. Más fácilmente en el borde de
grano debido al escaso empaquetamiento en los
limites granulares, la energía de activación es
baja.

En forma simple la difusión de las fronteras de


grano se debe comprender que tiene
movimiento y que los átomos pueden emigrar.

Los átomos simplemente saltaran a través de la


región llamada frontera y ocupan posiciones del
otro lado. En consecuencia, la frontera de grano se mueve en dirección opuesta al flujo
neto de átomos como se observa en la siguiente figura:

Se muestra la emigración de una nueva frontera de grano en dirección de su centro y


los saltos aleatorios de los átomos a través de la frontera de grano hacia sitios vacantes
de latice.

La difusión en las superficies.

Esta es la más fácil, porque en las superficies existen incluso menos restricciones para
que los átomos se difundan a lo largo de la superficie, las grietas o superficies
particulares.
AUTODIFUSION. - “Migración de átomos en un metal puro”
Polímeros.

Un polímero es una macromolécula formada por un enlace covalente de unidades


estructurales básicas. Las unidades que se repiten se llaman monómeros y pueden ser
de uno o varios tipos. Todo monómero debe tener dos o más sitios de enlace, los cuales
representan su funcionalidad; dependiendo de ésta, los monómeros que constituyen al
polímero serán lineales o ramificados.

Los polímeros se producen por la unión de cientos de miles de moléculas pequeñas


denominadas monómeros que constituyen enormes cadenas de las formas más
diversas. Algunas parecen fideos, otras tienen ramificaciones. Algunas más se asemejan
a las escaleras de mano y otras son como redes
tridimensionales.

Existen polímeros naturales de gran significación


comercial como el algodón, formado por fibras
de celulosas.

La celulosa se encuentra en la madera y en los


tallos de muchas plantas, y se emplean para
hacer telas y papel.

La seda es otro polímero natural muy apreciado y


es una poliamida semejante al nylon.

La lana, proteína del pelo de las ovejas, es otro


ejemplo de polímero natural.

Propiedades de los Materiales poliméricos.

Los materiales poliméricos son flexibles y son aislantes del calor y de la electricidad.

Los electrones de valencia de los átomos que constituyen este tipo de materiales se
encuentran formando enlaces covalentes que unen cada átomo con sus vecinos
constituyendo moléculas. Estos electrones se mueven en el espacio asignado a los
orbitales moleculares, el cual está restringido estrictamente a su tamaño, y no tienen
libertad de desplazarse a otras zonas, por lo que los materiales poliméricos no conducen
el calor ni la electricidad, son aislantes.

Por otro lado, los enlaces covalentes sencillos tienen la capacidad de rotar sobre sí
mismos, lo cual permite que una parte de la molécula pueda cambiar su posición
respecto a otras, dándole flexibilidad a las moléculas.

Los materiales poliméricos tienen baja resistencia debido a su peculiar estructura de


poseer enlaces débiles entre una cadena de polímero y otra.
Clasificación.

Según su origen

Polímeros naturales. Existen en la naturaleza muchos polímeros y las biomoléculas que


forman los seres vivos son macromoléculas poliméricas.
Por ejemplo, las proteínas, los ácidos nucleicos, los
polisacáridos (como la celulosa y la quitina), el hule o
caucho natural, la lignina, etc.

Polímeros semisintéticos. Se obtienen por


transformación de polímeros naturales. Por ejemplo, la
nitrocelulosa, el caucho vulcanizado, etc.

Polímeros sintéticos. Muchos polímeros se obtienen


industrialmente a partir de los monómeros. Por ejemplo,
el nailon, el poliestireno, el policloruro de vinilo (PVC), el
polietileno, etc.

Según su comportamiento al elevar su temperatura

Para clasificar polímeros, una de las formas empíricas más sencillas consiste en
calentarlos por encima de cierta temperatura. Según si el material funde y fluye o por el
contrario no lo hace se diferencian tres tipos de polímeros:

 Elastómero, plásticos con un comportamiento elástico que pueden ser deformados


fácilmente sin que se rompan sus enlaces o modifique su estructura

 Termoestables, que no fluyen, y lo único que conseguimos al calentarlos es que se


descompongan químicamente, en vez de fluir. Este
comportamiento se debe a una estructura con muchos
entrecruzamientos, que impiden los desplazamientos
relativos de las moléculas.

 Termoplásticos, que fluyen (pasan al estado líquido) al


calentarlos y se vuelven a endurecer (vuelven al estado
sólido) al enfriarlos. Su estructura molecular presenta
pocos (o ningún) entrecruzamientos. Ejemplos:
polietileno (PE), polipropileno (PP), cloruro de polivinilo
PVC.

Según sus aplicaciones.


Atendiendo a sus propiedades y usos finales, los polímeros pueden clasificarse en:

 Elastómeros. Son materiales con muy bajo módulo de elasticidad y alta extensibilidad;
es decir, se deforman mucho al someterlos a un esfuerzo pero recuperan su forma inicial
al eliminar el esfuerzo. En cada ciclo de extensión y contracción los elastómeros
absorben energía, una propiedad denominada resiliencia.

 Adhesivos. Son sustancias que combinan una alta adhesión y una alta cohesión, lo que
les permite unir dos o más cuerpos por contacto superficial.

 Fibras. Presentan alto módulo de elasticidad y baja extensibilidad, lo que permite


confeccionar tejidos cuyas dimensiones permanecen estables.

 Plásticos. Son aquellos polímeros que, ante un esfuerzo suficientemente intenso, se


deforman irreversiblemente, no pudiendo volver a su forma original. Hay que resaltar
que el término plástico se aplica a veces incorrectamente para referirse a la totalidad
de los polímeros.

 Recubrimientos. Son sustancias, normalmente líquidas, que se adhieren a la superficie


de otros materiales para otorgarles alguna propiedad, por ejemplo, resistencia a la
abrasión.

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