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Conductividad eléctrica

La conductividad eléctrica es la capacidad de un cuerpo de permitir el paso de la corriente


eléctrica a través de sí. También es definida como la propiedad natural característica de
cada cuerpo que representa la facilidad con la que los electrones pueden pasar por él. La
conductividad varía con la temperatura (es una de sus características mas importante).

La conductividad es la inversa de la resistividad, por tanto , y su unidad es el S/m


(siemens por metro), no
confundir con la conductancia que es G=1/R (inversa de la resistencia).
Un conductor tiene una conductividad (permisividad eléctrica) de 1 Siemens, si una
diferencia de potencial entre sus extremos provoca una corriente de 1 Amperio.

Conductividad en medios líquidos

La conductividad en medios líquidos (Disolución) está relacionada con la presencia de sales


en solución, cuya disociación genera iones positivos y negativos capaces de transportar la
energía eléctrica si se somete el líquido a un campo eléctrico. Estos conductores iónicos se
denominan electrolitos o conductores electrolíticos. La conductividad es el parámetro
utilizado para medir la concentración de iones y la actividad de una solución.

Las determinaciones de la conductividad reciben el nombre de determinaciones


conductométricas y tienen muchas aplicaciones, algunos ejemplos:

 En electrólisis, ya que el consumo de energía eléctrica en este proceso depende en


gran medida de ella.
 En estudios de laboratorio para determinar el contenido de sal de distintas soluciones
durante la evaporación del agua (por ejemplo en el agua de calderas o en la
producción de leche condensada.etc.
 En estudio de las basicidades de los ácidos, puesto que pueden ser determinadas por
mediciones de la conductividad.
 Para determinar las solubilidades de electrólitos escasamente solubles y para hallar
concentraciones de electrólitos en soluciones por titulación.
 En control de plantas de producción de agua potable
 En determinaciones de la salinidad del agua de mar

La conductividad eléctrica se utiliza para determinar la salinidad (contenido de sales) de


suelos y substratos de cultivo, ya que se disuelven éstos en agua y se mide la conductividad
del medio líquido resultante. Suele estar referenciada a 25 °C y el valor obtenido debe
corregirse en función de la temperatura.

Los conductímetros pueden incorporar la medición de otros parámetros como: ph,


temperatura, turbidez etc.
Relación de las unidades de medida de conductividad

1 S/cm(siemens/centímetro)=1000 ms/cm=1000000 ns/cm=1000 Ec=10000 CF=1


mho/cm=0,01 mho/m=500.000 ppmTDS

Stephen Gray fue el primero en transmitir electricidad a través de un conductor y descubrió que
para que esto ocurra, el conductor tenía que estar aislado de tierra.

Demostró que las cargas de electricidad estática podían ser conducidas por algunos materiales.
Entre 1729 y 1736, Stephen Gray obtuvo resultados de muchos experimentos que indicaban que la
electricidad de un tubo de vidrio, que había sido excitado previamente por fricción, podía ser
transportada a otros cuerpos dándoles la habilidad de atraer y repeler objetos livianos.

Con todos estos experimentos concluyeron que la electrificación era un efecto que se presentaba
en la superficie de los cuerpos, en donde aparecía lo que llamaron una "virtud" o "fluido" eléctrico
y que en la actualidad se llama carga eléctrica. Encontraron que la carga eléctrica podía moverse
libremente de un cuerpo a otro a través de ciertos materiales que llamaron conductores (el cuerpo
humano, los metales, el aire húmedo, etc.). También verificaron que materiales tales como la
madera, la seda y la cerámica no conducen electricidad, por lo que los llamaron aisladores o no-
conductores.

De esta manera, Gray descubrió dos importantes propiedades de la electricidad: que puede ser
conducida y aislada. Posteriormente, la asistencia financiera del reverendo Granville Wheler
permitió la continuidad de sus estudios. Este trabajo inspiraría luego a generaciones de
investigadores a experimentar con corrientes eléctricas y cómo transmitirlas a grandes distancias.

A pesar de la importancia de sus investigaciones (algunos proponen que fue el precursor de las
comunicaciones eléctricas) recibió poco crédito por ellas. En ese momento, los descubrimientos en
electricidad ocurrían rápidamente y sus hallazgos tendieron a parecer triviales en poco tiempo. En
la actualidad no hay un monumento a Gray y se cree que fue enterrado en una tumba común de
un viejo cementerio de Londres, en un área reservada a pensionistas pobres de Charterhouse.

ENLACE IONICO
Enlace iónico o electrovalente. Es una unión de partículas que resulta de la
presencia de atracción electrostática entre los iones de distinto signo, es decir, uno
fuertemente electropositivo (baja energía de ionización) y otro fuertemente
electronegativo (alta afinidad electrónica). Eso se da cuando en el enlace, uno de
los átomos capta electrones del otro.

Cuando una sustancia contiene átomos de metales y no metales, los electrones son
atraídos con más fuerza por los no metales, elementos de elevadas
electronegatividades y afinidad electrónica, los cuales se transforman en iones con
carga negativa; los metales, con energía de ionización pequeña, a su vez, se
convierten en iones con carga positiva.

Los iones de cargas diferentes se atraen electrostáticamente formando enlaces


iónicos.

Sustancias iónicas
Las partículas que componen las sustancias sólidas pueden ser: iones, átomos,
moléculas, de acuerdo con la naturaleza de las mismas. Dichas partículas, al estar
dispuestas en el espacio a determinada distancia y con un cierto orden, forman una
red cristalina, en cuyos nodos se encuentran ellas.

La característica principal de un sólido, es la disposición de sus átomos e iones que


conducen a la formación del cristal. Esta disposición suele representarse por medio
de esferas sólidas. Un cristal de un compuesto iónico puede considerarse, desde el
punto de vista formal de su construcción, como la repetición regular de unidades
asimétricas, que pueden ser átomos, moléculas o iones.

La disposición de los iones en la red cristalina de un sólido iónico debe ser tal, que
garantice la máxima estabilidad del cristal correspondiente a una mayor disminución
de energía y el máximo valor posible de la energía reticular.

El enlace iónico involucra la formación de un sólido cristalino ordenado, en el que


se distribuyen espacialmente los iones con carga positiva (cationes y los iones con
carga negativa (aniones) siguiendo un patrón similar al de un papel mural, pero
dispuestos de manera tridimensional. En un compuesto iónico hay un completo
balance de la carga eléctrica. Así por ejemplo:

Si se dispone de iones aluminio (III) (Al+3) y óxido (O-2), la condición de electro


neutralidad se puede expresar de este modo: si en un cristal de Óxido de Aluminio
hay iones Al3+ e iones O-2, entonces para que exista neutralidad deberán existir dos
iones Al+3 y tres iones O-2- en el compuesto sólido, de manera que la fórmula del
compuesto es Al2O3.

Estructura
La fórmula de los compuestos iónicos, indican la relación que existe entre los iones
que forman estos compuestos. Las sustancias iónicas, forman cristales de diversas
formas geométricas, en lo que las partículas fundamentales son iones, que se
mantienen unidos por fuerzas electrostáticas ejercidas en todas las direcciones del
espacio, desde cada ion en particular, a continuación se muestra distintos tipos de
estructuras iónicas.

Las consideraciones anteriores en relación con las estructuras de las redes


cristalinas iónicas permiten comprender que en los sólidos iónicos existe un
empaquetamiento de iones lo mas compacto posible, en dependencia de las cargas
y de los radios de los iones.

En este empaquetamiento las fuerzas que mantienen unidos a los iones son fuerzas
de atracción entre cargas eléctricas las cuales no se producen en una dirección
determinada, sino en todas las direcciones del espacio a partir de cada ion. Todo
esto permite explicar las propiedades características de los sólidos que presentan
enlace iónico

La estructura que se describirá es el modelo que describe a un gran número de


sólidos iónicos.

Propiedades

 Tienden a formar sólidos cristalinos con temperaturas muy altas


 Son sólidos estables de estructura cristalina en el sistema cúbico, como consecuencia
de las atracciones electrostáticas entre los iones de cargas contrarias.
 Los cristales iónicos son frágiles y pueden experimentar fracturas a lo largo de
determinados planos del cristal.
 Son solubles en agua y otros solventes polares, siendo pequeña su solubilidad en los
disolventes orgánicos.
 Altos puntos de fusión (entre 300°C y 1000°C) y ebullición.

Sin embargo existen excepciones como el CaF2 el cual presenta un elevado punto
de fusión pero es insoluble en agua.

Los compuestos iónicos también presentan una baja conductividad eléctrica en el


estado sólido pero se hacen buenos conductores de la electricidad cuando se
funden o cuando se disuelven en disolventes polares como el agua.

 Una vez fundidos o en solución acuosa, conducen la electricidad, pero no en estado


cristalino, porque los iones individuales son demasiado grandes para moverse
libremente a través del cristal.
 Los sólidos iónicos presentan estructuras con bajos números de coordinación, a
diferencia de los sólidos metálicos, lo que explica su menor densidad.

De hecho, la distinción entre un sólido iónico y uno covalente puede establecerse


en función del número de coordinación, al que puede llegarse de forma experimental
mediante técnicas de difracción de rayos X. Sin embargo, algunos sólidos
covalentes como el diamante presentan también bajos números de coordinación,
por lo que es necesario un criterio más específico para establecer un sólido como
iónico.

ENLACE COVALENTE
Los enlaces covalentes son un tipo de unión entre átomos que forma moléculas a
través de la compartición de pares de electrones. Estos enlaces, los cuales
representan un balance bastante estable entre cada especie, permiten a cada
átomo alcanzar la estabilidad de su configuración electrónica.

Estos enlaces se forman en versiones simples, dobles o triples, y poseen


caracteres polares y no-polares. Los átomos pueden atraer a otras especies,
permitiendo así la formación de compuestos químicos. Esta unión puede
ocurrir por fuerzas distintas, generando una atracción débil o fuerte, o de
caracteres iónicos o por intercambio de electrones.

Los enlaces covalentes se consideran uniones “fuertes”. A diferencia de otras


uniones fuertes (enlaces iónicos), los covalentes suelen ocurrir en átomos
no-metálicos y en los que tienen afinidades parecidas por electrones
(electronegatividades similares), haciendo que los enlaces covalentes sean
débiles y requieran menos energía para romperse.

En este tipo de enlace se suele aplicar la llamada regla del Octeto para
estimar la cantidad de átomos a compartir: esta regla afirma que cada átomo
en una molécula requiere 8 electrones de valencia para mantenerse estable.
A través de la compartición, estas deben alcanzar pérdida o ganancia de
electrones entre las especies.
Características
Los enlaces covalentes son afectados por la propiedad electronegativa de
cada uno de los átomos involucrados en la interacción de pares de electrones;
cuando se tenga un átomo con una electronegatividad considerablemente
mayor a la del otro átomo en la unión, se formará un enlace covalente polar.

Sin embargo, cuando ambos átomos posean una propiedad electronegativa


parecida, se formará un enlace covalente no-polar. Esto sucede porque los
electrones de la especie más electronegativa se encontrarán más unidos a
este átomo que en el caso del de menos electronegatividad.

Vale destacar que ningún enlace covalente es totalmente igualitario, al


menos que los dos átomos involucrados sean idénticos (y así, posean la
misma electronegatividad).

El tipo de enlace covalente depende de la diferencia de electronegatividad


entre especies, donde un valor entre 0 y 0,4 da como resultado un enlace
no-polar, y una diferencia de 0,4 a 1,7 resulta en un enlace polar (los enlaces
iónicos aparecen a partir de 1,7).

Enlace covalente no-polar

El enlace covalente no-polar se genera cuando los electrones son


compartidos entre átomos de forma igualitaria. Esto generalmente ocurre
cuando los dos átomos tienen una afinidad electrónica similar o igual
(mismas especies). Mientras más parecidos sean los valores de afinidad
electrónica entre los átomos involucrados, más fuerte será la atracción
resultante.

Esto suele ocurrir en moléculas de gas, también conocidas como elementos


diatómicos. Los enlaces covalentes no-polares trabajan con la misma
naturaleza que los polares (el átomo de mayor electronegatividad atraerá
más fuertemente al electrón o electrones del otro átomo).

Sin embargo, en las moléculas diatómicas las electronegatividades se


cancelan por ser iguales y resulta en una carga de cero.

Los enlaces no-polares son cruciales en la biología: ayudan a formar el


oxígeno y los enlaces peptídicos que se observan en las cadenas de
aminoácidos. Las moléculas con alta cantidad de enlaces no-polares suelen
ser hidrofóbicas.

Enlace covalente polar

El enlace covalente polar se da cuando existe una compartición desigual de


electrones entre las dos especies involucradas en la unión. En este caso, uno
de los dos átomos posee una electronegatividad considerablemente mayor
que el otro, y por esta razón atraerá más a los electrones de la unión.

La molécula resultante tendrá un lado ligeramente positivo (aquel que tiene


la menor electronegatividad), y otro lado ligeramente negativo (con aquel
átomo con la mayor electronegatividad). También tendrá un potencial
electrostático, proporcionándole al compuesto la capacidad de unirse
débilmente a otros compuestos polares.

Los enlaces polares más comunes son los del hidrógeno con átomos más
electronegativos para formar compuestos como el agua (H O). 2

Propiedades
En las estructuras de los enlaces covalentes se toman en cuenta una serie
de propiedades que se involucran en el estudio de estas uniones y ayudan a
entender este fenómeno de compartición de electrones:
Regla del octeto

La regla del octeto fue formulada por el físico y químico estadounidense


Gilbert Newton Lewis, aunque hubo científicos que estudiaron esto antes que
él.

Es una regla de pulgar que refleja la observación de que los átomos de los
elementos representativos suelen combinarse de manera que cada átomo
alcanza los ocho electrones en su capa de valencia, llevándolo a tener una
configuración electrónica similar a los gases nobles. Se utilizan diagramas o
estructuras de Lewis para representar estas uniones.

Existen excepciones a esta regla, como por ejemplo en las especies con una
capa de valencia incompleta (moléculas con siete electrones como el CH , y3

las especies reactivas de seis electrones como el BH ); también sucede en


3

átomos con muy pocos electrones, como el helio, el hidrógeno y el litio, entre
otros.

Resonancia

La resonancia es una herramienta que se emplea para representar las


estructuras moleculares y representar los electrones deslocalizados donde
los enlaces no pueden ser expresados con una única estructura de Lewis.

En estos casos se deben representar los electrones con varias estructuras


“contribuyentes”, llamadas estructuras resonantes. En otras palabras, la
resonancia es aquel término que sugiere el uso de dos o más estructuras de
Lewis para representar una molécula particular.

Este concepto es completamente humano, y no existe una u otra estructura


de la molécula en un momento dado, sino que puede existir en cualquier
versión de esta (o en todas) al mismo tiempo.
Además, las estructuras contribuyentes (o resonantes) no son isómeros: solo
puede diferir la posición de los electrones, más no de los núcleos de átomo.

Aromaticidad

Este concepto se usa para describir una molécula cíclica y plana con un anillo
de enlaces resonantes que exhiben mayor estabilidad que otros arreglos
geométricos con la misma configuración atómica.

Las moléculas aromáticas son muy estables, ya que no se rompen fácilmente


ni suelen reaccionar con otras sustancias. En el benceno, el compuesto
aromático prototipo, se forman enlaces conjugados pi (π) en dos estructuras
resonantes distintas, las cuales forman un hexágono con alta estabilidad.

Enlace sigma (σ)

Es el enlace más simple, en el que dos orbitales “s” se unen. Los enlaces
sigma se presentan en todos los enlaces covalentes simples, y también
pueden ocurrir en orbitales “p”, mientras estos estén mirando el uno al otro.

Enlace pi (π)

Este enlace se da entre dos orbitales “p” que se encuentran en paralelo. Se


unen lado a lado (a diferencia del sigma, que se une cara a cara) y forman
áreas de densidad electrónica encima y debajo de la molécula.

Los dobles y triples enlaces covalentes involucran uno o dos enlaces pi, y
estos le dan a la molécula una forma rígida. Los enlaces pi son más débiles
que los sigma, ya que hay menos superposición.

Tipos de enlaces covalentes


Los enlace covalentes entre dos átomos pueden formarse por un par de
electrones, pero también pueden formarse por dos o hasta tres pares de los
mismos, por lo que se expresarán estos como enlaces simples, dobles y
triples, los cuales se representan con distintos tipos de uniones (enlaces
sigma y pi) para cada uno.

Los enlaces simples son los más débiles y los triples los más fuertes; esto
ocurre porque los triples son los que poseen menor longitud de enlace (mayor
atracción) y la mayor energía de enlace (requieren más energía para
romperse).

Enlace simple

Es la compartición de un solo par de electrones; es decir, cada átomo


involucrado comparte un solo electrón. Esta unión es la más débil e involucra
un único enlace sigma (σ). Se representa con una raya entre los átomos; por
ejemplo, en el caso de la molécula del hidrógeno (H ):
2

H-H

Enlace doble

En este tipo de enlace dos pares compartidos de electrones forman enlaces;


es decir, cuatro electrones son compartidos. Este enlace involucra un enlace
sigma (σ) y uno pi (π), y se representa con dos rayas; por ejemplo, en el
caso del dióxido de carbono (CO ):
2

O=C=O

Enlace triple

Este enlace, el más fuerte que existe entre los enlaces covalentes, se da
cuando los átomos comparten seis electrones o tres pares, en una unión
sigma (σ) y dos pi (π). Es representado con tres rayas y se puede observar
en moléculas como el acetileno (C H ): 2 2

H-C≡C-H

Por último, se han observado enlaces cuádruples, pero son raros y se limitan
principalmente a los compuestos metálicos, como por ejemplo el acetato de
chromio (II) y otros.

Ejemplos

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DE LA
ORINA
La orina es un líquido “estéril” resultante de la filtración sanguínea en el riñón. Está compuesta
principalmente por agua y productos de desecho resultantes del metabolismo celular. La esterilidad va
entrecomillada debido a que estudios recientes ponen en entredicho esa afirmación.
El volumen de orina diaria que excreta una persona adulta oscila entre 0.5 litros y 2 litros. Según la fuente que
consultemos nos toparemos con un volumen más acotado (1-1.5 litros, 1-2 litros…) o incluso con un volumen
fijo aproximado de litro y medio. Estas cifras se manejan hablando siempre en condiciones normales.

La orina producida variará en función de muchos factores, entre los que destacan
la nutrición y la hidratación. El volumen producido y su composición también se
verán afectados en condiciones patológicas.
Composición de la orina

La orina está compuesta mayoritariamente por agua, que ocupa del 90 al 95% de
su totalidad. En el agua figuran disueltas el resto de sustancias que la componen,
entre las que se encuentran principalmente:

 Agua.
 Electrolitos (Na+, K+, Ca2+, Mg2+, NH4+, Cl–, SO42-, HPO42-, HCO3–…)
 Urea.
 Ácido úrico.
 Creatinina.
 Aminoácidos.

También se encuentran compuestos químicos como el ácido cítrico, vitaminas,


hormonas y elementos formes. Éstos elementos los veremos en profundidad
durante el estudio del sedimento urinario.

pH de la orina
El pH urinario nos da una idea de la concentración de H libres y de la capacidad del riñón para mantener la
+

concentración normal de hidrogeniones en el plasma y en los líquidos extracelulares.


La acidez se debe a la presencia de ácidos no volátiles, que se excretan como fosfatos y sulfatos. Y también a
otros ácidos como el láctico, pirúvico y cítrico, que se excretan en forma de sales.

Los valores de pH normales fluctúan entre 6 y 8. Un pH superior a 8 puede indicar la existencia de una
infección bacteriana, que iría acompañada con la presencia de nitritos en la orina. Mientras que un pH inferior
a 6 no es considerado patológico, y puede darse a primera hora de la mañana.

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