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Un objetivo ilusionante
Idear un reto, una razón para que el equipo funcione, un<< Santo Grial>> por el que la
gente se comprometa y se motive a trabajar conjuntamente.
Marcar unos objetivos y unas estrategias claras e ilusionantes.
Definir con claridad los valores del equipo
Trazar un programa de acción en el que se formalicen los compromisos y los objetivos a
los que se compromete el equipo, por qué es importante y cómo va a trabajar el equipo,
en conjunto para conseguir los resultados.
Su objetivo no es ser el jefe y que todo el mundo sepa que el manda es usted. Su objetivo
es hacer todo lo necesario para que el equipo funcione a la perfección. Si hace falta puede tomar el
mando, pero si los otros saben más del asunto o hacen esto o aquellos mejor no le importa hacerse
a un lado y dejar que ellos se encarguen. Gusta más que el equipo funcione que ser el jefe.
Cada componente de su equipo, , tiene que centrarse en el éxito del equipo, no en el suyo
propio. Todos están al servicio del equipo. No hay sitio para ninguna prima donna. La lealtad de
todos tiene que ser para el equipo. Esa es su razón de ser. Las personas muchas veces están
obsesionadas en qué hay que hacer para ser un buen jefe que se olvidan de cuál es su primera
responsabilidad. Lo fundamental al hacer bien las cosas es que finalmente se hagan.
La interdependencia y compenetración, la suma de conocimientos y habilidades marcaba la
diferencia. Una destreza individual alcanza todo su potencial cuando se combina con otras.
No se trataba de presumir de lo bien que lo hacías para decirlo de forma coloquial y luego
cosechar las mieles del triunfo o afrontar la agonía de un fracaso delante de todos. Era el
compromiso con los demás lo que realmente motivaba a las personas. Si se comprometían con
todas esas personas para triunfar sería muy difícil que se echaran atrás y además tendrían una
fuerte motivación.
Hay como una chispa divina que marca la diferencia entre un grupo y un equipo. Ninguno de
nosotros vale más que la suma de todos.
La primera clave es que haya un propósito común apoyados en unos valores compartidos
y unos objetivos. Es la primera clave para que un equipo funcione. Si no tienes una buena razón
para que la gente se una y que sea lo suficientemente importante para que la gente se entusiasme y
comparta valores y objetivos, no hay forma de tener un gran equipo. Puedes tener a un jugador que
es mucho mejor que los demás. Puedes tener a una estrella. Lo que no puedes tener es a una
estrella que está más preocupada por sus jugadas que por el juego del equipo. Tú lo llamas
individualista. En baloncesto solíamos decir que a esos jugadores se les pegaba el balón a las
manos. Cuando se hacían con la pelota, su única preocupación era hacer canasta ellos solitos.
Si quiero conseguir la máxima inteligencia posible, lo que tengo que hacer es combinar mi
inteligencia con la de los demás, o sea, es como conectar varios ordenadores para seguir uno más
potente. Una vez que se tiene un plan, todo el equipo tiene que seguirlo. Juego de equipo es como
ser el hombre de la cima de esas pirámides humanas que se ven en los circos. El hombre de la
cumbre está allí gracias a los compañeros que lo sostienen. ¿Y quién tiene más mérito? Los
hombres de la base. Ellos son los que sostienen toda la pirámide.
A partir de ahora vamos a usar un nuevo sistema para elegir al mejor jugador de cada
partido. El jugador que marque un gol obtendrá un punto. El que le pase el puck, el que le haga la
asistencia, obtendrá dos. El jugador que pase al que haga la asistencia, tres.
La versatilidad, esta es muy importante para que los equipos tenga éxito. Alguno tiene un puesto
especializado y no es lógico esperar que los otros puedan dominar esa técnica igual que él.
Tampoco tiene sentido hacer rotaciones entre los pilotos y los auxiliares de vuelo. Pero sí que tiene
sentido que tanto pilotos como auxiliares conozcan a fondo diferentes tipos de aviones. Recuerda
que tu propósito es lograr mentes flexibles y habilidades polivalentes. En los entrenamientos, de
vez en cuando no le hará ningún daño al equipo que alguno de los otros defienda la portería. Como
mínimo, le tendrán más respeto a quien normalmente tiene el puesto.
La tercera clave, hacer entre todos que el equipo sea fuerte, la idea de que ninguno de
nosotros vale más que la suma de todos, en el fondo habla de la coordinación, de la coordinación de
sinergias. La idea de que ninguno de nosotros vale más que la suma de todos en el fondo dice
que hay que aplicar las habilidades individuales en beneficio del equipo. Hasta ahora no lo había
entendido. La razón de que los equipos puedan funcionar bien es que al combinar las habilidades
individuales se crea un nuevo conjunto de habilidades, por sí mismos, nunca podrán tener las
habilidades propias de un equipo.
La suma de todo ellos es más que la suma de las partes. Es como los dos faros de tu coche.
Si tapas uno, ¿a qué distancia ilumina uno? Pon ciento cincuenta metros. Pero si se encienden los
dos faros a la vez, cada uno ilumina ciento cincuenta metros, ¿y que sucede? Pues que los primeros
ciento cincuenta metros quedan más iluminados y quizás hasta se ve bien ciento cincuenta metros
más allá. Esos cincuenta metros más sólo pueden verse si llevas los dos faros encendidos. Al
combinarse los dos, aumenta la potencia. No sé cómo ni por qué pasa, pero es así.
Todos los conocimientos individuales revierten en el equipo. Los empleados que han
recibido una formación hacen que el equipo de crezca. Si un jugador bien entrenado se va puede
hacer daño al equipo, pero el equipo continuará trabajando por encima de su nivel inicial. Como dice
la canción: <<Eso no te lo podrá llevar>>. Incluso en el caso de que una persona muy capaz se
La cuarta característica es la clave de las tres erres <<Repetir las recompensas y los
reconocimientos>>.Siempre que tengas la oportunidad, y en el caso de que no la haya debes
crearla, tienes que proponerte actuaciones que se correspondan con las tres primeras
características claves, que haya una coordinación entre el propósito, los valores y los objetivos, el
desarrollo de las habilidades y los conocimientos del equipo y <<Ninguno de nosotros vale más que
la suma de todos>>.
La gente repite las acciones que les han hecho ganar recompensas y reconocimiento. Lo que hay
que hacer es realzar lo positivo. Cuando uno se centra en lo positivo, se adquiere el hábito de hacer
las cosas bien. Una vez tuve un alumno que acabó trabajando colocando vigas de acero en edificios
de veinte y treinta pisos. Le pregunté cómo se las ingeniaba para caminar por esas vigas. Me dijo
que el truco era concentrase en dónde debías colocar el pie y nunca, nunca pensar en dónde no
había que ponerlo. Si no hacía eso podía dar por seguro que se equivocaría. Si uno se concentra
en hacer las cosas bien, acabará haciendo muy pocas cosas mal.
Muchas veces se piensa que hacer las cosas bien sólo implica hacer determinada acción
positiva y de trascendencia inmediata. Reconocer los logros a menudo es suficiente recompensa.
Un amigo contaba que tenían una orca que podía hacer cualquier cosa. Jugaba a la pelota
con su preparador y saltaba por encima de unas cuerdas. Incluso hacía sumas, daba las repuestas
dando golpes en el agua con una aleta. Usted cree que esos preparadores consiguieron todo eso
mediante unos esfuerzos positivos.
¿Lo dice en broma?
¿Castigaría usted a una orca por cometer un error y luego se metería en el agua con todos esos
kilos de músculos que tienen y esos dientes.
-Ni pensarlo-
-Si los preparadores de Sea World pueden hacer que una orca salte en el aire reforzando los
comportamientos positivos, creo que nosotros debemos ser capaces de enseñar a unos adultos de a
crear valor sin problemas.
En resumen
Siempre me gustó utilizar juegos de palabras y acrónimos cuando era profesora. Ayudan a la
gente a recordar. Se me ha ocurrido uno relacionado con el hockey y las cuatro características clave
que espero que sea de utilidad. Es un acrónimo basado en la palabra puck.
Ganar está muy bien, pero el resultado de crear un gran equipo,. En eso debemos
concentrarnos. Si uno se concentra en ganar, no se gana más veces necesariamente. No puedo
demostrarlo, pero apostaría a que la gente que piensa así luego gana en menos ocasiones. Lo malo
de creer que ganar lo es todo es que, por definición si pierdes, crees que no veles nada. Y ésa es
una manera de vivir muy superficial.
Pero si pones lo de ganar en la debida perspectiva, descubres que hay muchas otras cosas que
también son importante, a veces más importantes aún. Si haces un magnífico partido contra un
contrario magnífico y pierdes, y tu equipo cree que ganar lo es todo, dejas al equipo sin nada. Pero
el equipo que pone lo de ganar en perspectiva mantendrá su entusiasmo y seguirá dispuestos a
entrenarse. Esos jugadores seguirán ilusionados con ser un equipo de éxito y estarán más deseosos
de asimilar más habilidades y conocimientos tanto de forma individual como colectiva. ¿qué equipo
de esos dos habrá perdido? ¿qué equipo tiene más posibilidades de ganar la próxima vez?
Aunque es conveniente que un líder imparta las ordenes cuando hay una situación crítica y
el líder tiene unos conocimientos y habilidades que el equipo no tiene, llega un momento en que el
líder debe retirarse a un segundo plano y dejar que el equipo actúe por su cuenta.
En la palabra gestión quedaba comprendido que los elementos claves para formar un equipo eran el
optimo desempeño, la energía y la alegría de pertenecer a un equipo bien coordinado. Para seguir
un óptimo rendimiento era preciso: un propósito común apoyado en unos valores compartidos y unos
objetivos, desarrollar unas habilidades y conocimientos comunes (energía y turnarse en las
responsabilidades); alentar el potencial del equipo (interrelación positiva); y hacer hincapié en lo
positivo (sumar recompensas y reconocimientos).
Repitamos
La tercera característica, CREAR el potencial del equipo. <<Ninguno de nosotros vale más que la
suma de todos>> había sido el auténtico concepto clave. coordinación de sinergias.
La cuarta característica clave, HACER HINCAPIÉ en lo positivo , la característica de las tres erres,
como decía Weatherby, repetir recompensas y reconocimientos, era el remate. La vieja sabiduría
popular que dice que la gente repite aquello por lo que recibe elogios había funcionado con aquellos
chicos.
Allí donde la magia del equipo, también puede haber frustraciones personales o
incluso dolor. Ser parte de un equipo productivo que sabe chocar sus cinco no significa que
se adopten sus mejores ideas-a la vez que usted escoge las mejores de los otros miembros
de equipo- para hacer valer su única y personal visión de lo que ha de ser un buen producto,
un buen plan o un buen programa de acción. Lo cierto es que a la vez que usted escoge las
ideas de los demás, ellos están escogiendo las suyas.