Vous êtes sur la page 1sur 13

TEXTOS PARA REALIZAR MAPAS CONCEPTUALES

Texto 1: LA WEB 2.0


Antes los usuarios se conectaban a Internet para visitar diferentes páginas y obtener de allí
la información que necesitaban, es lo que se llama la Web 1.0. Estas páginas eran más bien
estáticas. A partir del 2004 apareció el término Web 2.0 que engloba una serie de servicios
Web en la que los usuarios participan activamente enviando y recibiendo información.
Pero para entender de donde viene el término de Web 2.0 tenemos que remontarnos al
momento en que Dale Dougherty de O’Reilly Media utilizó este término en una
conferencia en la que compartió una lluvia de ideas junto a Craig Cline de MediaLive. En
dicho evento se hablaba del renacimiento y evolución de la web.
En éste nuevo modelo de Internet la información se genera directa o indirectamente por
los usuarios y es compartido por los sitos de diferentes maneras a través de los micro-
medios. Los micro-medios más comunes son los Web-blogs o blogs, Podcast, Videocast,
wiki.

La aplicación más conocida es: Wikipedia que es una enciclopedia digital, abierta, on-line
escrita en más de 80 lenguas, en permanente cambio y crecimiento, que ofrece contenidos
con multimedia (fotos, audio, etc.) los cuales pueden ser complementados, modificados,
enriquecidos o contrastados por cualquier visitante. (por lo que hay que tener precaución:
si bien para publicar un artículo se requiere darse de alta y citar las fuentes para garantizar
la fiabilidad del contenido, también se presume de la buena fe de los colaboradores). Si
antes usuarios usaban Internet en modo lectura, ahora pueden usarla en modo de
escritura compartida. Al pasar de ser lectores a lecto-escritores, desarrollan la capacidad
de compartir el conocimiento en diferentes formatos. No son consumidores sino
productores de contenidos.
Texto 2 ¿Qué es el estrés?

El estrés es la respuesta automática y natural de nuestro cuerpo ante las


situaciones que nos resultan amenazadoras o desafiantes. Nuestra vida y nuestro entorno,
en constante cambio, nos exigen continuas adaptaciones; por lo tanto, cierta cantidad de
estrés (activación) es necesaria. En general, tendemos a creer que el estrés es
consecuencia de circunstancias externas a nosotros, cuando en realidad entendemos que
es un proceso de interacción entre los eventos del entorno y nuestras respuestas
cognitivas, emocionales y físicas. Cuando la respuesta de estrés se prolonga o intensifica en
el tiempo, nuestra salud, nuestro desempeño profesional, e incluso nuestras relaciones
personales se pueden ver afectadas. La mejor manera de prevenir y hacer frente al estrés
es reconocer cuándo aumentan nuestros niveles de tensión y ante qué estímulos o
situaciones.
Síntomas de estrés

Las señales más frecuentes de estrés son:


 Emociones: ansiedad, irritabilidad, miedo, fluctuación del ánimo, confusión o
turbación.
 Pensamientos: excesiva autocrítica, dificultad para concentrarse y tomar
decisiones, olvidos, preocupación por el futuro, pensamientos repetitivos, excesivo
temor al fracaso.
 Conductas: tartamudez u otras dificultades del habla, llantos, reacciones
impulsivas, risa nerviosa, trato brusco a los demás, rechinar los dientes o apretar
las mandíbulas; aumento del consumo de tabaco, alcohol y otras drogas; mayor
predisposición a accidentes; aumento o disminución del apetito.
 Cambios físicos: músculos contraídos, manos frías o sudorosas, dolor de cabeza,
problemas de espalda o cuello, perturbaciones del sueño, malestar estomacal,
gripes e infecciones, fatiga, respiración agitada o palpitaciones, temblores, boca
seca.
¿Qué hacer ante el estrés?

Las estrategias para afrontar el estrés buscan prevenir o controlar los excesos en las
demandas procedentes del entorno o bien de nosotros mismos. En los casos en que la
situación que nos genera estrés es inevitable, como un examen o una lesión, el desafío
consiste en hacer frente a la situación de la manera más saludable posible, lo cual incluye
no seguir haciendo aquello que sabemos, por el pasado, que no nos ha dado resultado.
Para ello te sugerimos algunas estrategias que han probado ser eficaces, y que pueden
ayudarte a hacer frente a situaciones de mucha tensión:

1. Relájate. Realiza actividades que te permitan renovarte física y psicológicamente:


descanso, vacaciones, deportes y actividades de ocio, técnicas de relajación.
2. Haz ejercicio. Las actividades físicas como caminar, nadar, reparan nuestras fuerzas y
nos reaniman.
3. Mantén una dieta saludable. Evita la automedicación y el abuso de cafeína, alcohol y
comidas.
4. Sé asertivo. Establece límites, aprende a decir que «no». Suspende las actividades que
son menos prioritarias, es decir, “escoge tus batallas”.
5. Organiza tu tiempo. Prioriza y estructura tus actividades y expectativas.
6. Intenta mantener expectativas realistas. Esperar demasiado de uno mismo o de los
demás, exigirte perfección o ser inflexible con las prioridades puede generar mucha
frustración.
7. Comparte tus emociones. Busca alguien con quien conversar y expresar tus emociones,
tanto la risa como la pena y la rabia.
8. Anticipa las situaciones estresantes y prepárate. Imagina la situación (la entrevista, por
ejemplo) y practica tus respuestas y reacciones para estar preparado.
9. Ordena tu espacio personal. Limpia y arregla tu cuarto y tu mesa de estudio. Cambia tu
ambiente físico de manera que te ayude a trabajar y descansar mejor.
TEXTO 3
El principal instrumento con el que contamos para desvelar las interioridades del
sueño es la electroencefalografía. Toda actividad cerebral exige que las neuronas
intercambien señales eléctricas. Al hacerlo se detectan en la superficie del cerebro
tensiones eléctricas que aparecen y desaparecen. El cerebro “vibra”. Estas mínimas
tensiones propias del cerebro activo pueden ser captadas, amplificadas y registradas
gráficamente, por medio de electrodos. A dicho registro se le llama electroencefalografía
(EEG). No descubre lo que el cerebro piensa o siente, sino si trabaja o no y de qué manera,
y en qué medida está despierto. Cuanto mayor es la tensión desarrollada, tanto más
asciende o desciende la aguja que lo registra, y cuanto más rápido aparece o desaparece
aquella, más a menudo se impulsa esta hacia arriba y abajo. Por tanto, la puntiaguda línea
del EEG constata dos fenómenos; en altura, la intensidad (amplitud) de las tensiones,
horizontalmente, la rapidez (frecuencia) con que aparecen y desaparecen.
A mediados de los años 30, cuando la electroencefalografía era aún una novedad,
Alfred Loomis, fisiólogo en la Universidad de Princeton, descubrió el primer EEG de un
durmiente, que trajo consigo algunos descubrimientos: el cerebro no descansa mientras
dormimos, sino que permanece activo; la actividad durante el sueño no es igual que la de
la vigilia, y no es uniforme, sino que varía con frecuencia; el sueño puede clasificarse por
niveles o estadios a partir de EEG, niveles que dependen de la profundidad de aquel es
decir, de la mayor o menor insensibilidad a los estímulos despertadores.
TEXTO 4: LA RABIA, UNA AMENAZA FATAL

(Natura, nº 88, julio 1990)

Para la Organización Colegial Veterinaria, la información es el único medio de prevención


de la rabia, enfermedad que una vez manifestada no tiene cura. Según todos los datos que
maneja el colectivo, sólo se conocen dos humanos que lograron sobrevivir a la infección.
Esta resulta fatal de 10 a 14 días en los animales y de 3 a 7 días en los humanos.

En Europa se ha encontrado el virus de la rabia en no pocos animales: zorro, topo, hurón,


conejo, ardilla, ratón, hámster, armiño, rata, marta, muflón y jabalí, entre otros. Sin
embargo, son los murciélagos las especies que pueden trasmitir la infección en mayor
grado.

La gran variedad de murciélagos, unido a su proximidad con el hombre hacen que puedan
trasmitir esta fatal infección con relativa facilidad. Un murciélago afectado puede ser
encontrado frecuentemente en el suelo. Al cogerlo, transmite el virus con una mordedura.
El que algunas especies busquen su refugio en construcciones del hombre aumenta el
potencial peligro. Por ello, el Consejo General de Colegio de Veterinarios, aconseja evitar el
contacto corporal con estos mamíferos, aleccionando de manera especial a niños y jóvenes
del medio rural, que mantienen la costumbre de capturar y jugar con ellos.

No obstante, los expertos han confirmado que la probabilidad de contraer la rabia por
mordedura de murciélago, en función de las estadísticas, resulta mínima. Hasta el punto de
que en todo el territorio europeo se producen al año entre uno y cuatro casos virtuales de
rabia humana. Cantidad que contrasta con las que maneja la Organización Mundial de la
Salud referente a la India, donde aparecen 15.000 casos de rabia humana al año
Texto 5:
DEPRESIÓN INVERNAL. Si TIENES HAMBRE, TOMA EL SOL

Autor: M. Bohoslavsky

Desde luego, cuando brilla el Sol nos sentimos mejor que cuando está nublado o
llueve; por supuesto nuestro ánimo mejora en primavera y verano y baja un poco en
otoño e invierno; naturalmente los habitantes de la soleada Andalucía son de por sí
más alegres y dicharacheros que los vascos o los asturianos y resulta lógico que los
españoles en su conjunto, viviendo entre las latitudes 36 y 44 -y eso por no hablar de
las Canarias-, seamos más optimistas que las gentes muy septentrionales, sean
lapones, finlandeses o siberianos.

Sí, pero... ¿por qué? A los científicos no les gustan algunas de las palabras que hemos
usado en el párrafo anterior -"desde luego", "por supuesto", "naturalmente", lógico"-
porque en realidad no hacen sino eludir la cuestión ¿Por qué tenemos que mejorar con
el Sol? Después de todo, si tan malo es estar privado de la luz natural, los europeos del
Norte deberían haber invadido y ocupado permanentemente Italia y la Península
Ibérica hace milenios, y no lo han hecho, exceptuando a los turistas. De modo que, si
se puede vivir bien en cualquier sitio y dejar los baños de sol para las vacaciones, ¿a
qué se debe el hecho generalizado de cambiar de humor según la intensidad de la luz?

Las primeras respuestas verdaderamente científicas parecen provenir de los trabajos


de un puñado de psicólogos, psiquiatras y neurólogos que han estado estudiando tres
dolencias aparentemente independientes entre sí, la "depresión estacional" (en inglés
SAD) por "personal affective disorder"; además "sad" quiere decir triste, la "obesidad
por consumo de carbohidratos" (OCACH) y el "síndrome premenstrual" (SPM). Al
parecer las tres enfermedades están vinculadas con el nivel en la sangre de la hormona
"melatonina" y el nivel de melatonina depende, a su vez, de la luz solar. Pero vayamos
por partes.

A comienzos de la última década, el psiquiatra estadounidense Peter Mueller, del


Instituto Nacional de Salud Mental, atendía a una paciente de 29 años afectada de
fuertes depresiones durante los inviernos. Por una serie de circunstancias personales
esta señora debió cambiarse de ciudad varias veces, y el psiquiatra le pidió que, allí
donde estuviera, le hiciera saber su estado de salud. Mueller pudo observar, entonces,
que cuanto más al norte vivía esta mujer, más tempranamente aparecía su depresión
cada invierno, le duraba más y era más intensa; en cambio en las dos ocasiones en
que la paciente viajó a Jamaica, su depresión se cortó a los dos o tres días de llegar a la
isla, pese a que viajó en enero y febrero, es decir, cuando estaba en medio de su brote
depresivo invernal.

Esta experiencia hizo pensar a Mueller que la falta de luz solar podía ser el
desencadenante de esas depresiones, así que aconsejó a su paciente que se expusiera,
cada mañana, a la luz: unos
2.500 lux adicionales, proporcionados por lámparas de "luz solar", es decir la que
contiene todas las frecuencias propias de la luz natural (la luz en interiores suele ser de
250 a 500 lux; en la calle de día varía entre 10.000 lux en países del Norte, cuando está
nublado, y unos 80.000 lux al
mediodía, sin nubes en el Ecuador). Según narran en un reciente artículo publicado
por la prestigiosa revista Scientific American los investigadores Richard y Judith
Wurtman, lo asombroso no fue que aquella mujer y otros pacientes mejoraran del SAD,
sino que la luz extra también causó remisión de los síntomas en gente que padecía de
otras enfermedades.

En realidad, quienes padecen del SAD no sólo sufren brotes periódicos de depresión en
otoño y en invierno sino que suelen tener unas ganas compulsivas de comer cosas que
contengan carbohidratos (pastas dulces, fideos, pasteles, por ejemplo), duermen 9 ó 10
horas por la noche pero igual siguen somnolientos durante el resto del día (lo que los
diferencia de otros pacientes deprimidos, que suelen tener dificultades para conciliar el
sueño y se desvelan fácilmente) y mejoran de modo espectacular cada primavera,
perdiendo incluso el "hambre selectiva" por los carbohidratos. Estos síntomas sugieren
cierto parentesco entre el SAD y un tipo de obesidad relacionado no tanto con las
comidas -en la mesa sino con el "pillar" cosilla ricas en carbohidratos fuera de hora.
Este tipo de obesidad, llamada OCACH, también mejora al proporcionar a los pacientes
una exposición mayor a la luz.

Un estudio más amplio, entre 723 personas afectadas por SAD, mostró que mientras
que en los estados norteños -donde la pérdida estacional de luz solar es alta en
invierno- esta dolencia afectaba a 100 de cada 100.000 habitantes (0,1%), en el Sur
sólo alcanzaba a 6/100.000 (0,006%) es decir era 17 veces menos frecuente. Mientras
que los Wurtman averiguaban los hábitos alimenticios de obesos de carbohidratos
(mediante un ingenioso aparato tragamonedas que daba a elegir entre comidas con la
misma cantidad de calorías pero distinta proporción de carbohidratos), descubriendo
rápidamente que la avidez de OCACH se incrementa al atardecer y en las primeras
horas de la noche, otros investigadores observaban una curva semejante en mujeres
afectadas del síndrome premenstrual (SPM). Curiosamente, la forma de comer
manifestaba un carácter cíclico, con un ritmo diario en la OCACH, mensual en el SPM y
anual en el SAD. Este carácter cíclico hizo pensar de inmediato en una causa hormonal.

Por cierto, los investigadores del SAD dudaban de si la depresión no sería


desencadenada por la proximidad de la Navidad (con su carga afectiva de nostalgia) o
por los cambios que siempre nos imaginamos que haremos cada Año Nuevo. Pero no,
la culpa es de la luz solar: en el Hemisferio Sur, la depresión invernal se desata en los
meses de mayo y junio, bien lejos de estas celebraciones.

Aunque la depresión de tipo SAD no es una dolencia frecuente, puede alcanzar a


millones de personas que viven en latitudes altas; por lo demás el SPM es una dolencia
bastante común, y se calcula que 2 de cada 3 obesos son del tipo OCACH, lo que
supone una proporción alarmante de la población occidental (la más afectada de
obesidad).

¿Podrá solucionarse tal cúmulo de problemas sólo agregando unas horas de solarium
cada mañana a nuestros hábitos actuales? Posiblemente sí, si es que realmente detrás
de todo el problema está la "melatonina", una hormona segregada por la
pequeña glándula pineal (el célebre "tercer ojo" del que tanto se habló hace dos o
tres décadas, en realidad una misteriosa fuente de hormonas situada en la base del
cerebro, por delante del cerebelo).

Descubierta en 1.958, la melatonina tiene especial interés en este caso porque su nivel
en sangre y también la producción pineal son cíclicas y su ritmo diario es "puesto en
hora" por la luz. También los niveles de melatonina a lo largo del año tienen
variaciones estacionales vinculadas con los cambios de luz en las latitudes altas. En las
ratas de laboratorio, según demostraron en
1984 Julius AxeIrod y el propio Richard Wurtman, la melatonina suprime la función de
las glándulas sexuales y su síntesis está regulada por una compleja interacción entre la
retina, el
cerebro y ciertos nervios que inervan la glándula pineal. En esos mamíferos, la
exposición a la luz
frena la producción de esta hormona: como en las novelas policíacas, el cerco
empezaba a cerrarse en torno del "sospechoso". El nivel alto de melatonina está
asociado con el tener sueño:
en los humanos, el nivel de hormona en orina, durante el sueño nocturno, es 5 veces
más alto
que en pleno día.

No todas las dudas están resueltas, desde luego, y por lo tanto tampoco se puede
pensar en soluciones milagrosas de las tres dolencias cíclicas mencionadas. Para
empezar, no se sabe mucho sobre la verdadera función de la melatonina, aunque
parece ser un efecto sedante y moderador, necesario para el descanso, y en la
compleja mente humana puede ocasionar depresión por sedación excesiva. Del mismo
modo, la ansiedad por los carbohidratos podría deberse -aunque hay dudas- a los fallos
en el mecanismo que informa al cerebro de que el cuerpo ya tiene suficiente reserva
de azúcares. No se sabe bien cómo, pero la melatonina quizá cruce en el camino
metabólico de la “serotonina", un neurotransmisor que cada día demuestra tener más
importancia en nuestro sistema nervioso. Sea como fuere, la relación luz-mela-
tonina-humor-hambre de carbohidratos es un fascinante campo a investigar, y quizás
una prometedora ocasión de cura natural y sencilla.
TEXTO 6: MITOS Y LEYENDAS

¿Qué es un mito?
Un mito (relato falso con sentido oculto, narración, discurso, palabra emotiva)
se refiere a un relato que tiene una explicación o simbología muy profunda para una
cultura en el cual se presenta una explicación divina del origen, existencia y desarrollo
de una civilización.
En este contexto, puede considerarse a un mito como un tipo de creencia
establecida, habitualmente a través de varias generaciones, con relación a ciertos
hechos improbables y sorprendentes que, de acuerdo al mito, han sucedido en la
realidad, los cuales no son posibles de ser verificados de manera objetiva. Pero incluso
los hechos históricos pueden servir como mitos si son importantes para una cultura
determinada.
Clases de mitos
Se distinguen varias clases de mitos:
a. Mitos teogónicos: Relatan el origen y la historia de los dioses. Por ejemplo,
Atenea surgiendo armada de la cabeza de Zeus. A veces, en las sociedades de
tipo arcaico, los dioses no son preexistentes al hombre. Por el contrario,
frecuentemente los hombres pueden transformarse en cosas, en animales y en
dioses. Los dioses no siempre son tratados con respeto: están muy cercanos a
los hombres y pueden ser héroes o víctimas de aventuras parecidas a las de los
hombres.
b. Mitos cosmogónicos: Intentan explicar la creación del mundo. Son los más
universalmente extendidos y de los que existe mayor cantidad. A menudo, la
tierra, se considera como originada de un océano primigenio. A veces, una raza
de gigantes, como los titanes, desempeña una función determinante en esta
creación; en este caso tales gigantes, que son semidioses, constituyen la
primera población de la tierra. Por su parte, el hombre puede ser creado a
partir de cualquier materia, guijarro o puñado de tierra, a partir de un animal,
de una planta o de un árbol. Los dioses le enseñan a vivir sobre la tierra.
c. Mitos etiológicos: Explican el origen de los seres y de las cosas; intentan dar una
explicación a las peculiaridades del presente. No constituyen forzosamente un
conjunto coherente y a veces toman la apariencia de fábulas.
d. Mitos escatológicos: Son los que intentan explicar el futuro, el fin del mundo;
actualmente, en nuestras sociedades aún tienen amplia audiencia. Estos mitos
comprenden dos clases principales: los del fin del mundo por el agua, o por el
fuego. A menudo tienen un origen astrológico. La inminencia del fin se anuncia
por una mayor frecuencia de eclipses, terremotos, y toda clase de catástrofes
naturales inexplicables, y que aterrorizan a los humanos.
e. Mitos morales: Aparecen en casi todas las sociedades: lucha del bien y del mal,
ángeles y demonio, etc. En definitiva, los inventos y las técnicas particularmente
importantes para un grupo social dado se hallan sacralizadas en un mito. Los
ritos periódicos contribuyen a asegurar su perennidad y constituyen de esta
forma una especie de seguro para los hombres. Las fiestas a que dan lugar son
para los hombres ocasión de comunicarse con las fuerzas sobrenaturales y de
asegurarse su benevolencia.

¿Qué es una leyenda?


Una leyenda es una narración oral o escrita, en prosa o verso, de apariencia más
o menos histórica, con una mayor o menor proporción de elementos imaginativos.
Pueden ser religiosas, profanas o mixtas, según el tema del cual traten. Las
leyendas también pueden ser populares (de formación más o menos espontánea o
inconsciente), eruditas o fruto de una combinación de elementos de ambos orígenes.
Pueden haber sido inicialmente eruditas y haber conseguido, después, una gran
popularidad.
Sin importar la extensión que tenga -aunque por lo general es corta- el rasgo
que la define es su tema. La leyenda siempre es un relato que pretende explicar un
fenómeno natural -como las tempestades, los lagos, los terremotos-, contando una
historia fantástica. Como ejemplo, la leyenda de la Laguna del Inca, de intenso color
verde, dice que en el fondo de sus aguas está enterrado el cuerpo de una princesa inca,
cuyos ojos eran de ese color, quien murió el día en que acababa de casarse.
Su dolido esposo no quiso enterrarla, sino dejarla allí, y cuando lo hubo hecho,
las aguas transparentes se tornaron del color que conservan hasta hoy. Como en toda
leyenda, esto pasó hace muchísimo tiempo, y la narración fue pasando de boca en
boca, de generación en generación, hasta que alguien decidió escribirla. Por esto
decimos que las leyendas se originan en forma oral u escrita.
TEXTO 7: Estado de flujo

La capacidad de entrar en el estado de flujo es el mejor ejemplo de inteligencia


emocional, un estado que tal vez represente el grado superior de control de las
emociones al servicio del rendimiento y el aprendizaje. En este estado las emociones
no se ven reprimidas ni canalizadas sino que, por el contrario, se ven activadas,
positivadas y alineadas con la tarea que estamos llevando a cabo. Para verse atrapados
por el tedio de depresión o por la agitación de la ansiedad es necesario separarse del
estado de “flujo”. De uno u otro modo, casi todo el mundo ha entrado en alguna u otra
ocasión en éste estado especialmente cuando trascendemos nuestros límites.
El rasgo distintivo de esta experiencia extraordinaria es una sensación de alegría
espontánea, incluso rapto. La reflexión excesiva en lo que se está haciendo interrumpe
el estado de flujo y hasta el mismo pensamiento de que “lo estoy haciendo muy bien”
puede llegar a ponerle fin. En este estado la atención se focaliza tanto en la tarea que
se está llevando a cabo que se puede perder la noción del espacio y tiempo.

Daniel Goleman
“Inteligencia emocional”
Texto 8: El lenguaje secreto de las plantas

Los grandes protagonistas del sistema de defensa de las plantas son los
llamados compuestos orgánicos volátiles. Se trata de moléculas fabricadas por la
inmensa mayoría de los vegetales que se liberan al ambiente en respuesta a diversos
estímulos y que sirven para trasmitir mensajes, tanto a diferentes partes de la planta
como a otras plantas y animales. Además de formar parte de los aromas de muchas
flores, contribuyen al olor característico a hierba recién cortada, el típico “olor a
césped”. Estos constituyen un mecanismo de defensa ante un daño mecánico: ayudan
en la reparación y minimizan el riesgo de infecciones. Muchos cumplen la función de
atraer a los insectos polinizadores y asegurar así la reproducción de las plantas. Pero
esto puede ser un arma de doble filo. Si bien unos ayudan, otros pueden ser voraces
devoradores. Por ello, los compuestos volátiles actúan muchas veces como repelente o
incluso tóxicos para diversos insectos. Por ejemplo; la albaca libera una hormona que
imita las hormonas juveniles de los insectos, lo que inhibe el desarrollo del animal y
evita que se convierta en adulto y se reproduzca.
TEXTO 9:

El chocolate es un alimento eminentemente energético por su elevado contenido


calórico. Se obtiene a partir del cacao, fruto con propiedades estimulantes gracias a su
contenido en teobromina, En Europa, se consume desde el siglo XVI, cuando los
españoles introdujeron un cacao procedente de América, Anteriormente, sin embargo,
ya era consumido en México por los aztecas, quienes, tras dejar secar la semilla y
quitarle la cáscara, le añadían agua hirviendo para conseguir un chocolate bastante
amargo. Más tarde, los españoles empezaron a elaborarlo con azúcar y finalmente los
suizos le añadieron leche, consiguiendo así mejorar su sabor y su olor.

Actualmente el chocolate se elabora mezclando cantidades variables de pasta


de cacao o cacao refinado en polvo y azúcar lustre. Pueden incluirse mantequilla de
cacao y aromatizante como canela y vainilla, Seguidamente, se deja enfriar la mezcla
de manera controlada para evitar una distribución irregular de los ingredientes.

En el mercado existe una gran variedad de tipos de chocolate, cada uno de los
cuales se ha obtenido mezclando ingredientes distintos mezclando los mismos
ingredientes de manera diferente. Entre los más comunes, destacan el chocolate
amargo—hecho básicamente con pasta de cacao y cacao en polvo --, el chocolate con
leche—que puede prepararse tanto con leche descremada como con leche entera o
con sólidos lácteos—y el chocolate fondue—que contiene alrededor del 32 % de cacao-
-.

Cada tipo de chocolate tiene composiciones y cantidades de azúcar y grasa


diferentes. Sin embargo, prácticamente ningún tipo se aconseja como alimento
habitual en la dietas, debido a su alto valor lipídico y, por tanto, calórico. Además,
grandes cantidades de chocolate resultan indigestas y pueden causar estreñimiento.
Estas limitaciones no impiden que el chocolate sea el principal protagonista de nuestra
repostería, ya que son múltiples las combinaciones que se pueden hacer con él.
También es utilizado ocasionalmente como ingrediente en algunas recetas de carnes.

La Vanguardia
“Medicina y calidad de vida”

Vous aimerez peut-être aussi