DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

GRUPO: 9911
PROFA. MIGUEL ÁNGEL TELLO SAAVEDRA
ALUMNO: GARCÍA CHIMAL RODRIGO DE JESÚS

Unidad 7. Los Extranjeros en cuanto a sus Bienes

Para la celebración del contrato informal de compraventa, en el cual el comprador es extranjero, no es necesario que éste
acredite su capacidad especial para adquirir bienes inmuebles en el territorio nacional, exhibiendo el correspondiente permiso
expedido por la Secretaría de Relaciones Exteriores, pues en los términos del artículo 3o. del Reglamento de la Ley Orgánica
de la fracción I del artículo 27 constitucional y del artículo 67 de la Ley General de Población, se deduce que esa autorización
o permiso deberá insertarse por los notarios o por los respectivos funcionarios en la escritura de compraventa, al darle al
mismo la forma preceptuada por la ley, más no es necesario que se exhiba en el acto en que se realiza el concurso de
voluntades y por tanto el contrato, porque aunque ya se perfeccionó, no se ha otorgado en la forma requerida por la ley.

7.1. Capacidad de los extranjeros para adquirir bienes

En México todo extranjero tiene libertad para adquirir bienes inmuebles; pese a tal principio, hay una regulación cuando se
trata de determinados bienes raíces.

7.2. Derecho aplicable a los extranjeros en relación con los inmuebles

El Derecho aplicable en éste tema conduce a las normas constitucionales y a la Ley de Inversión Extranjera.

7.2.1. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

Es decir, por ejemplo, en la fracc. I del Art. 27 de la CPEUM, dice claramente:

Sólo los mexicanos por nacimiento o por naturalización y las sociedades mexicanas tienen derecho para
adquirir el dominio de las tierras, aguas y sus accesiones o para obtener concesiones de explotación de
minas o aguas. El Estado podrá conceder el mismo derecho a los extranjeros, siempre que convengan ante
la Secretaría de Relaciones en considerarse como nacionales respecto de dichos bienes y en no invocar por
lo mismo la protección de sus gobiernos por lo que se refiere a aquéllos; bajo la pena, en caso de faltar al
convenio, de perder en beneficio de la Nación, los bienes que hubieren adquirido en virtud del mismo. En una
faja de cien kilómetros a lo largo de las fronteras y de cincuenta en las playas, por ningún motivo podrán los
extranjeros adquirir el dominio directo sobre tierras y aguas.

En dicho párrafo del artículo 27 queda claro que se establece que los extranjeros se adherirán a la legislación vigente
mexicana y de no atender dicha especificación, el bien puede ser adjudicado en beneficio del Estado Mexicano.

7.3. Cláusula Calvo

En México, la esencia de la Cláusula Calvo está contenida en el artículo 27 fracción I constitucional, por la cual, el extranjero
que desee adquirir dominio de las tierras, aguas y sus accesiones o concesión para explotar minas o aguas deberá renunciar,
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ante la Secretaría de Relaciones Exteriores, a la protección de su gobierno para cualquier conflicto que surgiese al respecto
de dichos bienes, bajo la pena de perderlos, en beneficio de la Nación, en caso de faltar al convenio.

El propio Carlos Calvo, declaro que los extranjeros tienen los mismos derechos que los nacionales, pero no por esto deben
reclamar más derechos que aquellos y si sufren algún daño deben contar con el gobierno del país donde residen y al que
pertenecen los autores de la violencia en contra de ellos. Por lo anterior esta cláusula es una manifestación del derecho de no
intervención extranjera que debe tener todo Estado.

7.4. Ley de Inversión Extranjera

La inversión extranjera es aquella por la cual los extranjeros ingresan capitales a México, los cuales pueden dedicarse a la
compra de bienes de uso personal, como la adquisición de bienes inmuebles. En general los usos previstos son reguladas
principalmente por la Ley de Inversión Extranjera, de la cual el artículo primero dice:

ARTÍCULO 1o.- La presente Ley es de orden público y de observancia general en toda la República. Su objeto es la
determinación de reglas para canalizar la inversión extranjera hacia el país y propiciar que ésta contribuya al desarrollo
nacional.

Con lo cual queda claro que la finalidad de aceptar la inversión extranjera, es el propio desarrollo nacional.

7.4.1. Adquisición de bienes inmuebles por los extranjeros

Además de las disposiciones y limitaciones establecidas con anterioridad, entre ellas la establecida en la Cláusula Calvo, la
CPEUM establece otras dos limitaciones a los extranjeros, al establecer que por ningún motivo podrán adquirir inmuebles en
una franja de 50 km en las playas y de 100 km en las fronteras; estos espacios se denominan franja prohibida. Dicha
prohibición aplica para personas jurídicas como físicas.

7.4.2. Artículo 10 de la Ley de Inversión Extranjera.

La transcripción de dicho artículo es el siguiente:

ARTÍCULO 10.- De conformidad con lo dispuesto por la fracción I del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, las sociedades mexicanas con cláusula de exclusión de extranjeros o que hayan celebrado el convenio a
que se refiere dicho precepto, podrán adquirir el dominio de bienes inmuebles en el territorio nacional.

De lo expuesto se tienen dos supuestos: las sociedades mexicanas con cláusula de exclusión de extranjeros, con la cual no
habría ningún problema ya que se trataría de una sociedad mexicana en su totalidad; no obstante en el segundo supuesto, se
trataría de sociedades mexicanas con socios extranjeros, los cuales tendrían que celebrar el convenio por el cual se someten
a los tribunales mexicanos en relación a conflictos sobre bienes inmuebles.
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En el caso de las sociedades en cuyos estatutos se incluya el convenio previsto en la fracción I del artículo 27 Constitucional,
se estará a lo siguiente:

I.- Podrán adquirir el dominio de bienes inmuebles ubicados en la zona restringida, destinados a la realización de actividades
no residenciales, debiendo dar aviso de dicha adquisición a la Secretaría de Relaciones Exteriores, dentro de los sesenta
días hábiles siguientes a aquél en el que se realice la adquisición, y
II.- Podrán adquirir derechos sobre bienes inmuebles en la zona restringida, que sean destinados a fines residenciales, de
conformidad con las disposiciones del capítulo siguiente.

7.4.3. Anticonstitucionalidad del artículo 10 de la Ley de Inversión Extranjera

Teniendo en cuenta todo lo mencionado se puede destacar la inconstitucionalidad del artículo 10 de la Ley de Inversión
Extranjera que contraviene lo dispuesto en el Artículo 27 de nuestra Constitución Política, al permitir que los extranjeros
adquieran bienes inmuebles en la franja comprendida en las zonas fronterizas y en las playas.

La Constitución dispone: en una franja de cien kilómetros a lo largo de las fronteras y de cincuenta en las playas, por ningún
motivo podrán los extranjeros adquirir el dominio directo sobre tierras y aguas. Este segundo supuesto contiene una
prohibición absoluta dirigida a los extranjeros quienes por ningún motivo podrán adquirir tierras y aguas en las dimensiones
señaladas. La prohibición constitucional es absoluta, contundente y tajante; sin embargo, la Ley de Inversión extranjera la
viola totalmente al transformar la franja prohibida en franja restringida y dispone al respecto:

Podrán adquirir el dominio de bienes inmuebles ubicados en la zona restringida, destinados a la realización de actividades no
residenciales, debiendo dar aviso de dicha adquisición a la Secretaría de Relaciones Exteriores, dentro de los sesenta días
hábiles siguientes a aquél en que se realice la adquisición.

Es notoria la violación constitucional por la Ley de Inversión Extranjera al permitir a los extranjeros adquirir el dominio de
tierras y aguas en la zona prohibida, zona que indebidamente denomina restringida.

7.5. Artículo 10 A de la Ley de Inversión Extranjera

Como complemento del artículo 10, se incluyó el artículo 10-A, que a la letra dice:

Los extranjeros que pretendan adquirir bienes inmuebles fuera de la zona restringida, u obtener concesiones para la
exploración y explotación de minas y aguas en el territorio nacional, deberán presentar previamente ante la Secretaría de
Relaciones Exteriores un escrito en el que convengan lo dispuesto en la fracción I del artículo 27 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos y obtener el permiso correspondiente de dicha dependencia.

El párrafo V de dicho artículo menciona que:

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La Secretaría de Relaciones Exteriores podrá determinar, mediante acuerdos generales que se publicarán en el Diario
Oficial de la Federación, supuestos en los que los extranjeros, para tener el derecho a que se refiere este artículo, sólo
deberán presentar ante dicha dependencia un escrito en el que convengan lo dispuesto en la fracción I del artículo 27
constitucional, sin requerir el permiso correspondiente de dicha dependencia.

Finalmente y con fundamento en éste último párrafo, la SER publico dos acuerdos del 2 y 11 de mayo de 1998, los cuales
dicen:

ÚNICO.- Los nacionales de aquellos países con los que los Estados Unidos Mexicanos sostiene relaciones diplomáticas
podrán beneficiarse de lo dispuesto por el último párrafo del artículo 10-A de la Ley de Inversión Extranjera, por lo que
únicamente deberán presentar ante la Secretaría de Relaciones Exteriores un escrito en el que convengan lo dispuesto por
la fracción I del artículo 27 Constitucional para adquirir bienes inmuebles fuera de la zona restringida.

ÚNICO.- Los nacionales de aquellos países con los que, los Estados Unidos Mexicanos sostiene relaciones diplomáticas
podrán beneficiarse de lo dispuesto por el último párrafo del artículo 10-A de la Ley de Inversión Extranjera, por lo que
únicamente deberán presentar ante la Secretaría de Relaciones Exteriores un escrito en el que convengan lo dispuesto por
la fracción I del artículo 27 Constitucional con el objeto de obtener concesiones para la exploración y explotación de minas
y aguas en el territorio nacional.

Es de recalcar que el último acuerdo llega a abarcar hasta los bienes nacionales.