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El Anfiteatro Flavio (El Coliseo de Roma)

“Panem et circenses” fue una de las más comunes premisas políticas de la Roma
clásica. El reparto de comida, así como la organización de espectáculos, permitía a
los patrocinadores, tanto el propio Estado como políticos a título personal,
promocionarse públicamente y mejorar o mantener su estatus social en el complicado
entramado de clientelismo político de la antigua Roma; ya que eran eventos muy
caros y se ofrecían de manera gratuita para disfrute de la plebe.

Los espectáculos más populares eran


la lucha de gladiadores (mune ra), la
matanza de fieras (venatio), y las
batallas navales (naumaquias), que
llegaron a celebrarse en lagos
artificiales. Por otro lado, aunque la
historiografía cristiana ha tratado de
otorgar al Anfiteatro Flavio un lugar
protagonista en la masacre de
cristianos, lo cierto es que los historiadores dudan de que se realizaran en este lugar.

Hasta finales del siglo I a.C. estos espectáculos se celebraban en escenarios


desmontables; pero tras la muerte de Nerón, y con la llegada al poder de la dinastía
Flavia de la mano de Vespasiano el año 69 d.C., se aplica la condena de memoria
(damnatio memoriae) al anterior emperador. En este contexto, se decide desmontar la
Domus Aurea de Nerón y construir en esos terrenos el primer anfiteatro estable de
Roma, el Amphiteatrum Flavium. Su localización exacta será entre los montes
Palatinus, Caelius y Esquilinus.

El Anfiteatro Flavio es conocido desde la edad media como Coliseo, ya que se situaba
al lado de una escultura de bronce de Nerón, considerada “colosal” (35 metros), a la
que tras la muerte de Nerón cortaron la cabeza, siendo sustituida por una del dios
Helios. Los romanos nunca lo conocieron como Coliseo.
Su construcción se inicia el año 71 d.C., y se inaugura oficialmente el año 80 d.C. de
la mano del sucesor de Vespasiano, Tito, sin estar totalmente terminado. El poeta
romano Marcial nos relata que para esta inauguración se celebraron 100 días
consecutivos de juegos, y se mataron más de 5.000 fieras. Finalmente, se acaban las
obras el año 82 d.C . ya con Domiciano en el poder, siendo el ático la última parte en
quedar acabada.

El resultado no pudo ser más espectacular, y todavía a día de hoy, resulta una
construcción impresionante teniendo en cuenta que se construyó hace unos 2.000
años. Dividido en cuatro pisos, tres registros de arquerías de medio punto y un ático,
dibuja una elipse de 190 metros de largo por 135 metros de ancho (la arena mide
79×47), y 50 metros de altura. Se calcula que en la gradería (cavea) podían reunirse
entre 45.000 y 75.000 personas; una capacidad que todavía podría considerarse alta
para los estándares actuales.

Uno de los aspectos que más llama la atención a los visitantes del anfiteatro romano,
además de su aspecto imponente, es su complejo sistema de túneles subterráneos,
actualmente al descubierto. Construidos con Domiciano, fue necesario subir tres
metros el nivel de la arena. A través de
ellos se comunicaban las jaulas de las
fieras y las habitaciones de los gladiadores
y mediante un sistema de rampas,
pasarelas y ascensore s podían acceder
directamente a la arena.

La decadencia del Anfiteatro se inicia,


después de diversas restauraciones, con la
prohibición de los juegos de gladiadores por parte de Valentiniano III, el 438 d.C., en
un ya desgastado Imperio Romano, celebrándose el último espectáculo el año 523
d.C. bajo dominio del ostrogodo Teodorico. A inicios del siglo IX se convierte en
cantera, siendo utilizadas sus partes más valiosas para la construcción de la Roma
medieval, renacentista y barroca.
El papa Benedicto XIV la consagra convirtiéndola en Iglesia en el año 1749.
Finalmente, en el siglo XIX Raffaele Stern y Giuseppe Valadier realizan una serie de
excavaciones y restauraciones con las que el Anfiteatro retoma su valor como
monumento y vestigio de la antigüedad clásica. La UNESCO lo declara, junto con el
resto del centro histórico de Roma, patrimonio de la Humanidad el año 1980, siendo
en la actualidad uno de los lugares más visitados del mundo.

En la Roma Clásica

En 29 a. C. el cónsul romano Estatilio Tauro construyó un anfiteatro en el Campo de


Marte, el primero de gran tamaño de la ciudad, con todas las instalaciones
necesarias. Este edificio quedó destruido en el Gran incendio de Roma del año 64,
surgiendo la necesidad de un nuevo anfiteatro para la urbe romana.

Las obras del Coliseo empezaron bajo el mandato del emperador Vespasiano, entre
70 y 72 d. C. El emplazamiento elegido era un llano entre las colinas de Celio,
Esquilino y Palatino, a través del cual fluía una corriente canalizada. El
emplazamiento donde se construyó el anfiteatro había sido devastado años atrás por
el Gran Incendio de Roma en 64 d. C., y aprovechando esta circunstancia, Nerón se
apropió de gran parte del terreno para edificar su residencia: la grandiosa Domus
Aurea. En ella ordenó construir una laguna
artificial, la Stagnum Neronis, rodeada de
jardines y pórticos. El ya existente
acueducto de Aqua Claudia se amplió para
que llegara hasta esa zona, y la gigantesca
estatua de bronce conocida como el Coloso
de Nerón se colocó al lado de la entrada de
la Domus Aurea. De esta estatua recibe el
anfiteatro el nombre de coliseo.

El área se transformó durante el reinado de Vespasiano y sus sucesores. Aunque se


conservó el Coloso, se derribó buena parte de la Domus Aurea. El lago se rellenó y la
tierra sirvió como emplazamiento para el nuevo Anfiteatro Flavio. Se construyeron
escuelas de gladiadores y otros edificios relacionados en los alrededores, donde
anteriormente se encontraba la Domus Aurea. Según una inscripción reconstruida que
se encontró en el lugar, «el emperador Vespasiano ordenó que este nuevo anfiteatro
se erigiera usando su parte del botín como general». Esto puede referirse al gran
tesoro que robaron los romanos tras su victoria en la primera guerra judeo-romana de
70 d. C. El Coliseo puede así ser interpretado como un gran monumento triunfal,
siguiendo la tradición de celebrar las grandes victorias. La decisión de Vespasiano de
construir el Coliseo en el emplazamiento del lago de Nerón puede verse como un
gesto popular para devolver a la gente una parte de la ciudad de la que Nerón se
había apropiado para uso exclusivo. Al contrario que muchos otros anfiteatros, que se
hallaban a las afueras de la ciudad, como el Anfiteatro Castrense, el Coliseo se
levantaba justo en el centro de la urbe, situándolo literal y simbólicamente en el
corazón de Roma.

Entre los siglos V y VI se prohibieron las luchas de gladiadores y de animales


salvajes, y en el siglo XIII el Coliseo
se convierte en fortaleza. El último
espectáculo que albergó el Coliseo
del que se tiene noticia es en el año
523 por orden del rey godo
Teodorico. Posteriormente el
anfiteatro fue a bandonado, e incluso
parte de sus piedras, como la de
tantos otros edificios históricos de los
Foros Imperiales, se utilizaron como canteras para otros edificios más modernos. Fue
sólo a finales del siglo XIX cuando se excavó la estructura bajo la arena, y volvió a ser
símbolo de la gloria de Roma.

El Coliseo albergó espectáculos como las venationes (peleas de animales) o los noxii
(ejecuciones de prisioneros por animales), así como las munera: peleas de
gladiadores. Se calcula que en estos juegos murieron unas 200 000 personas.
Asimismo, se celebraban naumachiae, espectaculares batallas navales que requerían
inundar la arena de agua. Es probable que fueran en los primeros años, antes de
construirse los sótanos bajo la arena. El Coliseo poseía un avanzado sistema de
canalización de agua que permitía llenar y vaciar rápidamente el piso inferior.

Se desconoce la identidad del arquitecto del edificio, como ocurría en general con la
mayoría de las obras romanas: las edificaciones públicas se erigían para mayor gloria
de los emperadores. A lo largo de los años se han barajado los nombres de Rabirio,
Severo, Gaudencio o incluso Apolodoro de Damasco, aunque se sabe que este último
llegó a Roma en el año 105.

Cuando Vespasiano murió en 79, el


Coliseo ya estaba completo hasta el
tercer piso. Su hijo Tito terminó el
nivel superior e inauguró el edificio
en 80. Dión Casio dice que se mató
a más de 9000 animales salvajes
durante los juegos inaugurales del
anfiteatro. Más adelante se
remodeló el edificio bajo el mandato del hijo pequeño de Vespasiano, el
recientemente nombrado emperador Domiciano, quien construyó el hipogeo, túneles
subterráneos que se usaban para alojar animales y esclavos. También añadió una
galería en la parte superior del Coliseo para aumentar su aforo.

En 217, el Coliseo fue gravemente dañado por un gran incendio (causado por una
tormenta eléctrica, según Dión Casio) que destruyó el suelo de madera en el interior
del anfiteatro. No se reparó del todo hasta 240 y se siguió remodelando en 250 o 252,
y de nuevo en el año 320. Una inscripción recoge que varias partes del Coliseo fueron
restauradas por Teodosio II y Valentiniano III (que reinaron de 425 a 450),
posiblemente para reparar los daños que causó un terremoto en 443; las obras
prosiguieron en 484 y 508. La arena se seguía usando para competiciones hasta bien
entrado el siglo VI, registrándose la última pelea de gladiadores de la historia cerca
del 435. La caza de animales continuó por lo menos hasta el año 523.
En la Edad Media

El Coliseo experimentó grandes cambios en su uso durante el periodo medieval. A


finales del siglo VI se construyó una pequeña iglesia dentro de la estructura del
anfiteatro, aunque aparentemente no le dio un significado religioso al edificio entero.
La arena se transformó en un cementerio. Los numerosos espacios entre las arcadas
y bajo los asientos se convirtieron en fábricas y refugios, y según las fuentes se
alquilaron hasta el siglo XII.

Durante el papado de Gregorio Magno, muchos de los monumentos antiguos pasaron


a manos de la Iglesia, que era la única autoridad efectiva. Sin embargo, carecía de
recursos para mantenerlos, por lo que cayeron en el abandono y el expolio. En la
Edad Media, la decadencia de la ciudad afectó a todos los monumentos imperiales.
Los terremotos de 801 y 847 provocaron grandes destrozos en un edificio
prácticamente abandonado en las afueras de la ciudad medieval.

Cuando en 1084 el papa Gregorio VII fue expulsado de la ciudad, muchos


monumentos pasaron a manos de familias nobles romanas, que los usaron como
fortalezas. Alrededor de 1200 la familia Frangipani se apropió del Coliseo y lo fortificó,
usándolo de forma parecida a un castillo y convirtiéndolo en su área de influencia. El
Coliseo fue cambiando de manos hasta 1312, en que volvió a la Iglesia.

El gran terremoto de 1349 dañó severamente la estructura del Coliseo, haciendo que
el lado externo sur se derrumbase. Muchas de esas piedras desprendidas fueron
recuperadas para construir palacios, iglesias (incluidos edificios de la Ciudad del
Vaticano), hospitales y otros edificios en toda Roma. Una orden religiosa se asentó en
el tercio norte del Coliseo y siguió habitándolo hasta principios del siglo XIX. La piedra
del interior del anfiteatro fue picada en exceso, para reutilizarla en otra parte o (en
caso de la fachada de mármol) quemarla para obtener cal viva. Las abrazaderas de
bronce que sostenían la mampostería fueron arrancadas de las paredes, dejando
numerosas marcas. Aún hoy pueden observarse dichas cicatrices en el edificio.

En la Edad Moderna
A lo largo de los siglos XV y XVI, el travertino que lo recubría fue arrancado para
emplearlo en otras construcciones, por ejemplo, el Palacio Barberini y el Puerto de
Ripetta. Un conocido dicho latino reza Quod non fecerunt Barbari, fecerunt Barberini
(lo que no hicieron los bárbaros, lo hicieron los Barberini). También se utilizó para
quemarlo y obtener cal. El expolio de piedras continuó hasta 1749, en que Benedicto
XIV consagró el monumento como lugar santo en memoria de los mártires allí
ejecutados (si bien se cree que la mayoría de éstos fueron martirizados en el Circo
Máximo).

En el siglo XIX, por el contrario, comenzaron una serie de obras para estabilizar
muchos monumentos antiguos. En 1820 se terminaron varios contrafuertes que son
claramente distinguibles hoy día, y sin los cuales el edificio probablemente se habría
derrumbado. Durante todo el siglo se sucedieron obras de consolidación y mejora, en
un proceso que aún continúa.

En el presente

El Coliseo es sin duda uno de los grandes atractivos turísticos de Roma. Ha sido
llevado al cine en múltiples
ocasiones, destacando
sobre todo la reconstrucción
digital mostrada en la
película Gladiator.

En 1980, la Unesco declaró


el centro histórico de Roma,
incluido el Coliseo,
Patrimonio de la Humanidad. Desde 2000, las autoridades mantienen el edificio
iluminado durante 48 horas cada vez que en algún lugar del mundo se le conmuta o
aplaza una sentencia de muerte a un condenado.

Este monumento de la Roma Clásica ha sido designado una de Las Nuevas Siete
Maravillas del Mundo Moderno, según la designación honorífica realizada en Lisboa el
7 de julio de 2007, en el marco del concurso New 7 Wonders, organizado por el suizo
Bernard Weber, del cual la Unesco se ha desmarcado completamente.

En el verano de 2016 culminó una trabajosa tarea de limpieza del exterior del edificio,
la primera de tipo integral que se le ha realizado en toda su historia; un proceso
iniciado casi tres años antes. Financiada por la firma de calzados Tod's, la
restauración consistió en el lavado de superficies mediante agua pulverizada
(respetando la pátina de piedra y mármoles) y en la sustitución de estucados no
idóneos. A este trabajo, con un presupuesto de 10 millones de euros, seguirá la
restauración del interior del Coliseo y una modernización de los servicios al visitante,
gracias a otra partida de 15 millones.

Composición, forma y contenido

Se trataba de una edificación destinada al espectáculo y celebraciones. Tiene una


forma en planta ovalada, con el eje mayor de
189m y el eje menor de 156m, lo que hace un
perímetro oval de 524m. Contaba con cuatro
pisos de altura, alcanzando los 48 m,
distribuidos en graderíos que daban vista a la
arena central, donde se desarrollaba la
actividad. El pueblo romano se ubicaría según
clases sociales, de abajo a arriba, y contaría
con un aforo máximo de 70.000 personas
(incluyendo las personas de pié).

Visto desde fuera se observa una construcción basada en el arco y las columnas, y
contaba con numerosos pasillos interiores para la movilidad de la gente. Así mismo
bajo la arena se ubica un complejo sistema de pasillos y salas, e incluso un sistema
de aguas que permitía la recreación de escenas navales. Todo esto estaría
coronado por un toldo hecho a base de velas y mástiles de barcos.
Forma

Si bien los griegos definieron la forma del teatro como un conjunto de graderías en
semicírculo enfrentando a un escenario, forma que también fue apropiada y difundida
a través del imperio romano, el anfiteatro es una invención romana, consistente en un
grupo de graderías circulares, ovales o elípticas alrededor de un arena.

Esta diferencia formal acarreaba también un uso y


un público distinto. Los teatros en Roma eran
usados para obras dramáticas y a ellos acudía una
élite culta. Los anfiteatros eran más propicios para
deportes o combates, y eran favoritos de varios
estratos sociales, incluyendo esclavos. De hecho,
se podría decir que el Anfiteatro Flavio
representaba en sus diferenciadas graderías a la
estratificada sociedad romana: la familia imperial estaba en una posición privilegiada,
luego venían los senadores, aristocracia, soldados, el pueblo, los esclavos y en el
lugar más alejado de todos, las mujeres.

La planta tiene forma oval, y mide 188 metros en su eje mayor y 155 en el menor. La
arena medía 83 metros en su eje mayor y 48 en el menor.
El diseño original de Vespaciano incluía tres filas de arquerías de medio punto, con
pilares de órdenes dórico, jónico y corintio respectivamente.
Los arcos más bajos fueron hechos de piedra, mientras que la segunda y tercera
arquería se hicieron de ladrillo y concreto. Fue
decorado con finos mármoles, estatuas y
frescos en las paredes.

El uso de la isóptica permitió que todos los


espectadores puedan tener una adecuada
visión de los juegos. Para ello se varió el
ángulo de las graderías de 30° a 35° conforme éstas iban ganando altura.

Para facilitar una rápida evacuación de los 50,000


espectadores se implementaron 76 entradas. La
entrada del emperador era subterránea,
comunicándose directamente con su palacio.

Más tarde, en el 90 d.C. , el emperador


Domiciano, el segundo hijo de Vespaciano,
efectuó una serie de remodelaciones al
monumento a fin de hacerlo más imponente, darle más capacidad, mejor confort y
hacer los combates más espectaculares.

Domiciano, incluyó un cerramiento de ladrillo y concreto encima de las arquerías, con


lo que el Coliseo alcanzó una altura de 50 metros.

Este ático además sostenía los enormes toldos llamados "velarium" que servían para
proteger a los espectadores de la lluvia o el extremo asoleamiento en verano, y eran
operados por mil marineros del cabo Miceno.

Debajo de la arena mandó instalar un hipogeo, un laberinto que albergaba jaulas


para animales, rampas y elevadores para gladiadores, que permitían el rápido ingreso
de éstos a la arena, y también facilitaban la rápida evacuación de cadáveres de
animales y humanos. Sobre el hipogeo había una cubierta de madera que ya no se
conserva.
Materiales

En la construcción se utilizó una combinación cuidadosa de materiales: concreto para las


fundaciones, los romanos fueron los creadores del “opus caementicium”, mezcla de
grava, arena, cal y agua. Bloques de travertino para los embarcaderos y las arcadas,
relleno de tufa entre los embarcaderos para las paredes de los dos niveles más bajos. El
ladrillo de concreto y la toba fueron usados para los niveles superiores y para la mayor
parte de las cámaras acorazadas. Para unir los grandes bloques se aplicaron grandes
grapas de metal, se calcula que para ello fue necesario fundir 300tn de diversas
aleaciones.

En las paredes se utilizó mármol y estuco, una masa de yeso blanco mezclado con agua
de cola que también era utilizado para realizar figuras o piezas que luego se decoraban.

El ruedo donde se llevaban a cabo los espectáculos estaba realizado con un entarimado
de madera cubierto con arena, debajo del cual se extendía el complejo sistema de
pasadizos, cuartos y cámaras acorazadas. Con el transcurrir de los años no ha quedado
nada de este entarimado quedando al descubierto el complejos sistema de pasadizos y
celdillas.

Para elevar las puertas por


donde salían los gladiadores y
las ferias se utilizaba un sistema
de elevadores creado con poleas
manuales, mientras que algunas
graderías fueron protegidas con
barandas de bronce.

El último piso era protegido en


verano por un toldo o velarium
que se fijaba a los mástiles
sujetos con ménsulas y al igual
que las puertas de acceso al
ruedo eran izados mediante poleas. Durante los espectáculos nocturnos se suspendían
grandes candelabros sobre la arena.

La decoración fue muy estudiada y rica en elementos, con gran profusión de estatuas,
relieves de mármol y estuco, escudos de bronce o asientos de travertino. De ella,
después de XX siglos de historia, numerosos terremotos, expolios y otros daños apenas
quedan algunos vestigios.

LA ESTRUCTURA

El Coliseo romano fue quizás la obra más grandiosa de la arquitectura romana, y en él


se utilizaron las más variadas técnicas de construcción. Las pilastras y los arcos son
de travertino colocado sin argamasa.

En las partes inferiores y en los sótanos se empleó la toba del mismo modo. Muchos
de estos sillares iban sujetos con grapas metálicas. Las bóvedas que sostienen la
cávea se hicieron vertiendo argamasa de cemento directamente sobre cimbras de
madera, una innovación que aligeraba la fábrica.

El hecho de que el edificio se ubicase sobre una laguna obligó a excavar hasta 14
metros de limos inservibles y realizar una cimentación de casi 13 metros de opus
cementicium (hiladas de argamasa
de cal y piedras alternadas).

Los 80 arcos de medio punto del


piso inferior son los accesos
naturales al recinto y dan paso a la
gradería interior del Coliseo.

El sistema de gradas no
aprovechaba desniveles de
terreno (como era hab itual en
Grecia) sino que se levanta sobre una multitud de bóvedas superpuestas, sustentadas
por pilastras de traventino colocadas en disposición radial.
El interior del Coliseo está constituído por kilómetros de pasillos y galerias anulares,
coronadas por bóvedas de cañón y de arista, y estructurados en pisos comunicados
por escaleras.

Su diseño permitía el movimiento fluido de sus 50.000 espectadores que podía acoger
el anfiteatro y su evacuación factible, en caso necesario, en tres minutos.

La gradería rodea la arena, el espacio circular central (74 x 46 metros) donde se


llevaban a cabo las celebraciones.

Domiciano hizo construir bajo la arena un


subsuelo diseñado para agilizar el
espectáculo.

Disponía de pasillos y escaleras o


corredores abovedados y tenía también,
una estudiada distribución de habitaciones
y cámaras; contaba con ascensores de
polea para conducir a las fieras a la
superficie y, además, tenía un sistema
impermiabilizado de conducción del agua para transformar la arena en una gran
piscina de metro y medio de profundidad.

*.- Antiguamente, junto al Coliseo, había una gigantesca estatua de bronce dorado de
más de 35 metros de altura: el Coloso de Nerón, obra del escultor

Xenodoro, que representaba al emperador, y a la que, tras fallecer éste, se le


sustituyó la cabeza por la del dios Sol.

*.- Junto al Coliseo Romano y el Coloso, se podía admirar el Templo de Venus


dedicado a la diosa fundadora de Roma y el Arco de Constantino

El Coliseo, con un diámetro de más de medio kilómetro, es una de las obras maestras
de la ingeniería romana:
*.- Tanto por una galería que se sustenta sobre su propio sistema de bóvedas.

*.- Como por su ingenioso subsuelo que oculta la arena.

*.- Su fachada, aún siendo conservadora, creó estilo gracias a la armonía visual
generada por el juego entre la recta y la curva

*.- Situado en el centro de Roma, servía de de recinto para diversos espectáculos


romanos como la lucha entre gladiadores, recreaciones de batallas y teatro sobre
mitología clásica.

*.- Constituyó el símbolo de todo un Imperio, el poder de una ciudad.

*.- La zona de graderíos era llamada “Cávea”, dividida en tres sectores superpuestos,
más un cuarto graderío de madera para los espectadores de a pie.

*.- Cada sector estaba reservado para las diferentes clases sociales.

*.- En su parte más alta, el Coliseo tenía el “Velarium”, una gran carpa que protegía a
los espectadores del sol y que eran manejados por un destacamento especial de
marineros de la flota de Nápoles.

*.- El “podio” era la zona donde se


sentaban el emperador y los
principales miembros de la sociedad
romana.

En Roma, capital del Imperio y lugar de


grandes espectáculos, se hizo
necesario hacer un anfiteatro cuando él que existía había sido destruido por un
incendio.
El nuevo edificio debía tener la capacidad y grandeza de la ciudad de Roma: el
Anfiteatro Flavio, más conocido como Coliseo (quizás en recuerdo de la colosal
estatua de Nerón ubicada en las cercanías del anfiteatro).

Fue construido por Vespasiano después de la guerra con Judea el año 72 d. C.

Situado en medio de la ciudad de Roma, en un sitio completamente llano, sobre una


especie de laguna artificial construida por orden de Nerón.

Vespasiano, a pesar de su empeño, no pudo ver terminada esta colosal obra, y Tito la
inauguró el año 80 d. C.

La fiesta de inauguración del edificio duro 102 días, en los que se mostraron una gran
cantidad de espectáculos de distinta índole.

Diseñado para que todos los asistentes (50.000) pudieran evacuarlo en pocos
minutos ya que la disposición de las bóvedas de cañón y de los pasillos y escaleras
que conducían a los asientos lo permitía.

Las bóvedas de la planta baja tenían 80 puertas marcadas cada una con un número
para facilitar que los espectadores encontrasen su localidad.

Los romanos utilizaron con frecuencia el


agregado de ladrillo embutido en una mezcla de
la masilla de cal con polvo de ladrillo o ceniza
volcánica y el uso de la piedra de travertino.

Además, para aligerar el peso de las enormes


estructuras, encajonaron a menudo tarros de
barro vacíos en las paredes. También utilizaron
barras de metal como refuerzos. Junto a la
combinación de muros y vanos.

El interior de las bóvedas se decoró con variados diseños de estuco (ahora perdidos).
Algunos escritores cuentan también que el Coliseo aún se conservaba en excelentes
condiciones durante el siglo VIII.

*.- Antiguamente, junto al Coliseo, había una gigantesca estatua de bronce dorado de
más de 35 metros de altura: el Coloso de Nerón, obra del escultor

Xenodoro, que representaba al emperador, y a la que, tras fallecer éste, se le


sustituyó la cabeza por la del dios Sol.

*.- Junto al Coliseo Romano y el Coloso, se podía admirar el Templo de Venus


dedicado a la diosa fundadora de Roma y el Arco de Constantino

El Coliseo, con un diámetro de más de medio kilómetro, es una de las obras maestras
de la ingeniería romana:

*.- Tanto por una galería que se sustenta sobre su propio sistema de bóvedas.

*.- Como por su ingenioso subsuelo que oculta la arena.

*.- Su fachada, aún siendo conservadora, creó estilo gracias a la armonía visual
generada por el juego entre la recta y la curva

*.- Situado en el centro de Roma, servía de de recinto para diversos espectáculos


romanos como la lucha entre gladiadores, recreaciones de batallas y teatro sobre
mitología clásica.

*.- Constituyó el símbolo de todo un Imperio, el poder de una ciudad.

*.- La zona de graderíos era llamada “Cávea”, dividida en tres sectores superpuestos,
más un cuarto graderío de madera para los espectadores de a pie.

*.- Cada sector estaba reservado para las diferentes clases sociales.
*.- En su parte más alta, el Coliseo tenía el “Velarium”, una gran carpa que protegía a
los espectadores del sol y que eran manejados por un destacamento especial de
marineros de la flota de Nápoles.

*.- El “podio” era la zona donde se sentaban el emperador y los principales miembros
de la sociedad romana.

Los anfiteatros eran edificios exentos.

Los romanos utilizaron ingeniosamente las hileras de arcos de hormigón para


construir el equivalente a una ladera de colina sobre la cual descansarían los asientos
del auditorio. De este modo pudieron edificar teatros y anfiteatros en cualquier sitio,
incluso en las zonas más llanas del desierto.

El acceso desde los pasillos internos hasta las gradas se producía a través de los
vomitorios, llamados así porque permitían salir una enorme cantidad de gente en poco
tiempo. Estaba tan bien diseñado que los 50.000 espectadores podían ser evacuados
en un poco más que cinco minutos.

El edificio tenia 527 metros de circunferencia y llegó a tener una altura de 57 metros.

La base tiene una forma elíptica, donde su eje mayor mide189 metros y su eje menor
156 metros.

Diseñado para que todos los asistentes (50.000) pudieran evacuarlo en pocos
minutos ya que la disposición de las bóvedas de cañón y de los pasillos y escaleras
que conducían a los asientos lo permitía.

El nombre de arena, proviene de la capa de ésta que era esparcida sobre el suelo
para empapar la sangre derramada por los combatientes.

Debajo de la arena se situaba el subterráneo, conformado por galerías cubiertas


(ambulacrum), y multitud de cámaras para encerrar a las fieras salvajes.
En Anfiteatro Flavio estas cámaras subterráneas se extendían debajo del podium y
había debajo de la arena cinco galerías, dos de forma elíptica y tres paralelas al eje
mayor y estas a su vez separadas por pequeñas cámaras.

En estas tres galerías habían suaves rampas que subían hasta la arena, y en las
cámaras existían aberturas cuadradas en forma de pozos, con ascensores para subir
a las fieras y hacerlas aparecer repentinamente en medio de la arena.

La parte destinada a los espectadores (cavea) en el Coliseo, presenta tres divisiones


principales:

*.- El Podium, destinado a los sitios de honor;

*.- Las Gradas

*.- y los Pórticos.

El podium era una plataforma que rodeaba la arena, lo suficientemente alta para
resguardar a los espectadores.

En el Coliseo, como en ningún otro edificio, confluyen la grandeza y majestad del


Imperio Romano reflejadas en la imponente fachada exterior y en la grandiosa
gradería del ovalo interior que delimita la arena del circo.

CONTEXTO

El Coliseo se desarrolla tras una época de guerra, justo con la mayor gloria del
Imperio Romano. Tras haber sometido a Europa por el Norte, Sur y Oeste, así como
a los judíos al Este; se genera una revuelta social en Judea, promovida por los
Griegos. Esto da lugar a varios años de guerra que finalizarían sobre el año 70 d.C.

Para el Coliseo se aprovecha además la zona desforestada por el Gran Incendio de


Roma, por lo que es entendido como una obra de culminación, de celebración de
triunfo en el inicio de la edad de oro de los emperadores romanos.
TECNOLOGÍA CONSTRUCTIVA

El Coliseo se emplaza en un antiguo lago artificial, que fue desecado y rellenado de


tierra, donde los cimientos se excavan a más de 15m de profundidad. Se emplean
dos tipos de rocas, el travertino (caliza blanca) para pilares y arcos, sin mortero, en
las zonas exteriores más solicitadas. La toba (roca ligera y porosa) en las pilas y
arcos interiores, sin mortero, donde las solicitaciones eran menores por no tener
tanta carga encima de las gradas. Ladrillo y argamasase usaron para las divisiones
interiores. Y el aspecto más importante fue la utilización de cemento (primitivo) sobre
cimbras de madera para la realización de las bóvedas, por lo que se introduce el uso
de encofrados, el uso del cemento como material ligero y resistente, así como
demostrar un perfecto conocimiento de la resistencia de materiales y su uso,
además del uso del arco de bóveda para la distribución de cargas, que permitía
mayores solicitaciones con mayores luces, y por lo tanto, mayor espacio interior
diáfano. A su vez tendría un complejo sistema de tuberías y desagües que permitían
inundar la arena y su posterior vaciado, según el espectáculo.

IMPACTO

En cuanto al impacto de la obra, supuso un gran cambio del entorno, ya que se


deseca un lago (que había sido creado), y se ubica en una zona devastada por un
incendio. Si bien está en el centro de la ciudad, donde se hace la vida social, junto al
foro, el palacio del emperador y el acueducto del que tomaba agua, sus dimensiones
sobresalen frente a todo lo demás. Fue (y se usó como) la expresión del máximo
poder de Roma y el inicio de su mejor época, donde el foro, la vida pública y el
espectáculo eran la base y preocupación del emperador. Este valle, ahora conocido
como Antigua Roma, sería el centro neurálgico del imperio, en él se desarrollaría
toda la actividad social del pueblo, así como el poder el César.
En cuanto al impacto constructivo, se emplea por primera vez la cimbra y el cemento
en bóvedas y construcciones de gran envergadura, así como la utilización de
diferentes materiales para un mismo fin, distribuyéndolos según las solicitaciones
que iban a tener. Además los complejos sistemas con los que estaba dotado, son
muestra de lo que ya se atrevían a realizar, denotan un gran conocimiento de la
construcción.

El velario

El Coliseo contaba con una cubierta de tela desplegable accionada mediante poleas.
Esta cubierta, hecha primero con tela de vela y luego sustituida por lino (más ligero),
se apoyaba en un entramado de cuerdas del que
poco se sabe. Cada sector de tela podía
moverse por separado de los de alrededor y era
accionado por un destacamento de marineros de
la flota romana.

En la parte superior de la fachada se han


identificado los huecos en los que se colocaban
los 250 mástiles de madera que soportaban los
cables. Al parecer las cuerdas se anclaban en el suelo, pues de otro modo los
mástiles soportarían demasiado peso. A tal efecto había un anillo concéntrico de
piedras o cipos situados a 18 metros de la fachada en la explanada exterior, y que
también permitían controlar el público para evitar aglomeraciones. La franja entre la
fachada y los cipos estaba pavimentada con travertino

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