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XIME

Rio Pilcomayo

La Cuenca del río Pilcomayo está conforma por una extensa área compartida entre Argentina, Bolivia
y Paraguay. Integrando la gran Cuenca del Plata el área abarca una superficie de 290.000 km2
aproximadamente, con una población estimada de 1.500.000 de habitantes. A lo largo de su vasta
superficie la variabilidad climática y geológica-geomorfológica han conformado un gran número de
paisajes, habitats de más de 20 etnias aborígenes que han ido moldeando sus prácticas culturales
en función del ambiente y las circunstancias de su historia.

el río Pilcomayo es considerado uno de los ríos con mayor cantidad de transporte de sedimentos en
el mundo con una tasa media anual de 125 millones de toneladas. Esta particularidad constituye el
rasgo natural por excelencia de la región, recorriendo más de 1000 km desde los 5500 m de altura
en sus nacientes en Bolivia hasta los 250 m en los alrededores de Misión La Paz en territorio
argentino.

Se estima que la población total dentro del área de estudio es de aproximadamente 1,5 millones de
habitantes, distribuidos de manera no uniforme en la Cuenca, correspondiendo 950.000 habitantes
a Bolivia; 410.000 habitantes a Argentina y 120.000 habitantes en Paraguay. La población urbana
supera a la población rural sólo en un pequeño porcentaje dentro del área de estudio (56% de
población urbana). Las poblaciones urbanas generalmente se ubican en las cercanías a los cursos de
agua (río, riachos o quebradas).

El 60 % de la población de la Cuenca tiene ingresos que la ubican por debajo de la línea de pobreza
de sus respectivos países. El 30 % del total de esa población cae bajo la línea de pobreza extrema o
indigencia.

Las ciudades que cuentan con más de 10.000 habitantes dentro del área de estudio (ver Figura Nº

En Bolivia: Sucre, Potosí, Tupiza, Villazón, Yacuiba y Villa Montes.

En Argentina: La Quiaca, Mazza, Las Lomitas, Formosa y Clorinda

En Paraguay: Villa Hayes, Benjamín Acebal, Filadelfia y Pozo Colorado.

Se estima que el porcentaje de población indígena en relación a la población total del área de
estudio es del 37% en Bolivia, de 32% en Paraguay y de 7% en Argentina, sin embargo estos datos
deben ser actualizados por censos específicos en los tres países.

Se han relevado un total de 20 etnias en el área de estudio, distribuidas de la siguiente manera: 12


etnias en Paraguay y las de mayor población son Nivaclé, Enlhet Norte y Sur; 6 etnias en Argentina
de las cuales se destacan los Tobas y los Wichis y 3 etnias en Bolivia, los Guaraníes, los Tapiete y los
Weenhayek.

Damariz
Contaminación del rio Pilcomayo por metales pesados
Este importante río es compartido por Bolivia (con un 31 por ciento), Argentina (25 por ciento) y
Paraguay (44 por ciento), pero sin embargo ninguno de estos estados parece responsabilizarse por
los complejos problemas ambientales que enfrenta el curso fluvial y todo el ecosistema relacionado,
aquejados por la contaminación generada por la minería, los dragados y la deforestación.

Asimismo, las comunidades y poblaciones aborígenes que residen en las cercanías del Río Pilcomayo
también se ven fuertemente afectadas, ya que utilizan el agua de este río para riego sin tratamiento
alguno. De esta forma, los productos obtenidos de sus plantaciones presentan niveles extremos de
metales pesados, sobrepasando largamente lo indicado por la normativa internacional.

Además de la contaminación de origen urbano y minero, que afecta directamente a la salud de los
suelos y de esta forma a la economía y la calidad de vida de una gran cantidad de comunidades
indígenas y campesinas, la ausencia de una gestión integral de la cuenca del Río Pilcomayo afecta al
recurso pesquero.

Esto puede advertirse sobretodo en el sector boliviano, donde la acumulación de sedimentos en la


cuenca baja tiene como resultado una menor actividad pesquera, especialidad que se constituye en
la única forma de vida para muchas poblaciones de esa región, sobretodo en el caso de los pueblos
originarios.

Sin embargo, la elevada concentración de metales pesados en los depósitos de los cauces del Río
Pilcomayo en el área boliviana afecta directamente a Argentina y Paraguay, y por lo tanto es un
problema ecológico que no solamente debe ser abordado por el gobierno boliviano sino también
por las administraciones de Argentina y Paraguay.

Recientemente las comunidades más afectadas por la contaminación minera del Río Pilcomayo se
declararon en estado de emergencia, mientras que las autoridades locales de Potosí, en Bolivia, no
han presentado ningún tipo de solución para un proceso de degradación ambiental que amenaza
con destruir la ancestral relación de estos pueblos con el curso fluvial.

Las autoridades bolivianas desmintieron que el problema del Pilcomayo sea en la zona que
corresponde a Bolivia. Lo que sí es evidente y terrible en el Pilcomayo tiene que ver con la
contaminación que hace siglos comenzó como resultado de la intensa actividad minera en esa
cuenca.

De acuerdo a la Oficina Técnica Nacional de los ríos Pilcomayo y Bermejo (OTN), tras un monitoreo,
durante este primer semestre de 2016, en las cabeceras de la cuenca del río Pilcomayo, en el
departamento de Potosí, se identificaron 1.800 puntos de contaminación medioambiental, debido
a causas diversas en el río. La mayoría de estos focos de contaminación identificados están en el
departamento de Potosí y corresponden a empresas mineras que operan cerca de las riberas del
río, que –según la OTN– estarían incumpliendo las leyes mineras y medioambientales en vigencia.

Según la información de la (OTN), unas 600 comunidades ubicadas en las cuencas altas y media del
río Pilcomayo, se encuentran afectadas por la contaminación minera. 315 están en Chuquisaca, 200
se ubican en Potosí y 150 en el departamento de Tarija.
Un examen de laboratorio requerido por la Gobernación de Chuquisaca determinó el exceso de
sodio, hierro, manganeso y cromo en las aguas del río Pilcomayo, que fueron afectadas por el
colapso del dique de colas de la empresa minera Santiago Apóstol de Potosí.

Según un estudio realizado en 2010 por la Fundación Los Amigos del Pilcomayo y el Centro de
Estudios Regionales de Tarija (Cerdet), en el río fueron detectados altos niveles de plomo y después
la presencia de cadmio, arsénico y mercurio.

La contaminación ha disminuido severamente el volumen de peces. En la parte alta de la cuenca ya


no hay pesca y en la parte media los peces que quedan no son aptos para el consumo por la alta
concentración de plomo y mercurio que tienen. Incluso las zanahorias producidas a orillas del río,
tienen límites no permisibles de plomo.

ALE
Bioacumulacion de metales pesados en los peces

Que es bioacumulacion

La bioacumulación es un proceso de depósito gradual y durante un determinado tiempo, de una


sustancia química en el organismo de un ser vivo, ya sea porque el producto es absorbido más
rápidamente de lo que puede ser utilizado o porque no puede ser metabolizado.

La Bioacumulación no tiene por qué ser una preocupación si el compuesto acumulado no es nocivo,
pero algunos como el mercurio se pueden acumular en los tejidos y éste sí que es un elemento muy
perjudicial para la salud.

Los contaminantes químicos que son bioacumulables provienen de muchas fuentes y un ejemplo de
ello son los componentes de los pesticidas, muchos de los cuales son retenidos por los organismos.

La lluvia puede lavar las tierras recientemente tratadas con pesticidas y hacer que por escorrentía
estos productos acaben en arroyos, ríos, estuarios y finalmente en el mar y entren en contacto con
la fauna y la flora de los distintos ecosistemas que recorra

La biomagnificación

Una vez que un contaminante se encuentra en el agua o en el suelo puede entrar fácilmente en la
cadena alimentaria, primero a través del fitoplancton de allí al zooplancton (que se alimenta del
primero) y desde ese punto en más, va ascendiendo escalón a escalón hasta llegar a la cima de la
pirámide del consumo, que muchas veces son los seres humanos.

Si bien la cantidad de contaminantes podría haber sido lo suficientemente pequeña como para no
causar ningún daño en los niveles más bajos de la cadena trófica, estas acaban sumándose y podrían
causar graves daños a los organismos superiores de la pirámide alimenticia. Este fenómeno se
conoce como biomagnificación
Los peces de aguas frescas absorben aguas a través de la agallas. Como la sangre del pez es
iónicamente mas fuerte que el ambiente a su alrededor, el agua pasa a la corriente sanguínea a
través de las membranas semipermeables de las agallas (Ventre, 1997).

Las aguas frescas actúan como reserva de agentes contaminadores. Los peces acumulan niveles
elevados de metales de su medio ambiente por medio de la ingestión y la absorción. Estos metales
pueden afectar enormemente a los peces. Los investigadores han encontrado que el consumo y la
acumulación de los contaminadores dependen de la ubicación, especie, sexo, edad y la maduración
de las gónadas. Otros factores ambientales como la temperatura y el potencial del hidrógeno (pH)
también contribuyen a la reacción de los peces respecto a los metales pesados (Ventre, 1997;
Doménech, 1993).

Algunas especies que se encuentran expuestas a los metales pesados en el rio Pilcomayo son
armado banderita, boga lisa Schizodon borelli, cucharon lima Sorubim lima, dientudo jorobado
Cynopotamus sp., sábalo Prochilodus lineatus, vieja overa Pterygoplichthys anisitsi, vieja cabeza de
espátula Sturisoma robustum, bagre blanco Pimelodus albicans, sábalo Prochilodus lineatus, surubí
Pseudoplatystoma corruscans, piraña Pygocentrus nattereri y dorado Salminus brasiliensis

El pez sábalo (Prochilodus lineatus) del río Pilcomayo es de gran importancia para la subsistencia de
un considerable número de habitantes del sector que cruza desde el sur oeste en el departamento
de Potosí, hasta el sur este del departamento de Tarija. A partir de 1950, la pesca en Villamontes
fue desarrollándose paulatinamente, hasta convertirse en la actualidad en una actividad económica
importante para una considerable parte de la población.

Plomo en los peces : Las sales de plomo no solo son arrastradas por la corriente, sino que son
absorbidas por los peces que pueblan el río, y en mayor grado se depositan en el fondo del cause,
en los sedimentos y el barro, que por lo general son los que presentan mayor contenido de metal.
El plomo en los peces se acumula principalmente en las vísceras, que son eliminadas al “destripar”
el pescado, y en muy poca proporción en las partes blandas y tejido articular. Hasta el momento,
según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), no se detectaron casos alarmantes
de saturnismo (intoxicación crónica por plomo) ni de otros metales (Codex, 2001).

El plomo no es fundamental para la nutrición de los animales y se considera tóxico tanto para ellos
como para las plantas; los peces acumulan plomo en su forma iónica, siendo los más susceptibles
entre todos los organismos (Smolders, 2001).

Las condiciones favorables para la acumulación del plomo son:

 Tamaño pequeño
 pH reducido
 Temperaturas elevadas
 Exposición crónica o permanente
 El sedimento como la alimentación (Martínez, 1994).

Una vez ingerido, el plomo no se rechaza fácilmente. Varios estudios han observado cambios físicos
y de costumbre en los peces debido a la intoxicación. Con respecto a la conducta, las
manifestaciones de las intoxicaciones por el plomo en los peces pueden ser hiperactiva y/o natación
regular. También se notó que los peces llegaban a la superficie mas frecuente debido a la inhibición
de la actividad de acetilcolinesterasa. Una señal anterior de envenenamiento debido al plomo es la
presencia de moco en las agallas. A nivel celular el plomo inhibe a los sistemas biológicos e interfiere
con los componentes esenciales de cinc y cobre (Martínez, 1994; Márquez, 1992).
Las variaciones en la toxicidad de plomo también se atribuyen a la naturaleza migratoria y a los
hábitos de alimentación de las diferentes especies, la ingestión de comidas y alimentos
contaminados de plomo produjeron el aumento de los niveles de este metal en los peces. El hecho
de que los sábalos se alimentan en el fondo del río puede contribuir a elevar estos niveles. Existieron
discrepancias, sin embargo, en cuanto a este argumento. Demayo et al (1978) han notado que muy
poco del plomo ingerido se retiene, más bien son las agallas las que se han identificado como el
camino principal para la transmisión del plomo (Smolders, 2001; Ventre, 1997).

Mercurio en peces: El metilmercurio es el compuesto orgánico de mercurio más mortífero y


abundante en el medio ambiente. Los peces lo adquieren a través de sus agallas y de las plantas y
los animales de los cuales se alimentan. Una vez en el pez, el metilmercurio se acumula en su
organismo uniéndose fuertemente a las proteínas. El proceso de cocción no reduce
significativamente la presencia este compuesto.

El metilmercurio se mueve eficientemente a través de la pirámide alimentaria en los ríos, los lagos
y los océanos, desde los organismos más pequeños hasta los más grandes. Mientras este tóxico
asciende en la pirámide, más se acumula en los peces; aquellos que ocupan una posición alta en la
cadena son los más propensos a contener mayor cantidad del contaminante. A pesar de que todos
los peces contienen trazas de metilmercurio, la acumulación de este tóxico no es igual en todos ya
que esto depende de lo que consumen, de cuánto tiempo viven.

Arsénico en peces: El trióxido de arsénico causa toxicidad en los peces con una concentración letal
del 50% (CL50) a las 96 horas de 50-100 mg/l para el Pez Dorado, de 30-40 mg/l para lavCarpa, de
20-25 mg/l para la Trucha, y de 25-30 mg/l para otros. La concentración de arsenitos y arsenatos,
considerada como segura para peces y otros organismos acuáticos, es de 15-23 mg/l (Metelev y
cols., 1983).

El As presente en el agua se absorbe por las branquias, por el tracto gastrointestinal y por la piel
(Albert, 1997), se distribuye en hígado, riñón, piel y escamas (afinidad de los arsenitos por la
queratina), branquias y músculo, donde el As inorgánico se biotransforma en As orgánico lipo e
hidrosoluble (Lenihan y Fletcher, 1977).

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