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LA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

DERECHO PENAL GENERAL


“AUTOR MEDIATO”
“DOLOEVENTUAL”

ALUMNOS:
1) MANDUJANO CUADROS MARCO ANTONIO

DOCENTE:
VALLADARES RUIZ JORGE

Lima – Perú

2017

1
Título

“AUTOR MEDIATO CON DOMINIO DE ORGANIZACION”


“DOLOEVENTUAL”
INDICE

1. AUTOR MEDIATO CON DOMINIO DE ORGANIZACIÓN ........................... 4


a) Caso: “Abimael Guzmán y Sendero Luminoso” .............................................. 6
b) Caso: “Fujimori y los crímenes de Barrios Altos y la Cantuta” ....................... 7
2. DOLOEVENTUAL .............................................................................................. 8
2.1.1. Clases de Dolo .......................................................................................... 9
2.1.1.1. El dolo directo de primer grado: .......................................................... 9
2.1.1.2. El dolo directo de segundo grado ...................................................... 10
2.1.1.3 El dolo eventual. ................................................................................. 11
ANEXO ..................................................................................................................... 12
EL DOLO EVENTUAL EN LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA: PERIODO 1980-2011 .................................................. 12
1. AUTOR MEDIATO CON DOMINIO DE ORGANIZACIÓN

Teoría de la Autoría Mediata: Delitos cometidos a través de otro o de otros


y de manera indirecta
La teoría de la autoría mediata por dominio de organización fue
fundada por el profesor alemán Claus Roxin. En su conferencia pronunciada
con motivo del inicio de clases en Hamburgo propuso, por vez primera en la
ciencia del Derecho penal, un nuevo supuesto de autoría mediata
El caso de la autoría mediata por dominio de organización constituye
también un supuesto donde se presenta la figura del autor detrás del autor.
Quien desde la posición de mando de un aparato de poder organizado, que
se encuentra al margen del derecho, ordena a sus miembros ejecutores la
comisión de crímenes, tiene el dominio del acontecimiento criminal, por lo
que se le puede imputar el hecho delictivo a título de autor mediato, esto sin
importar que los ejecutores inmediatos sean también plenamente
responsables como autores directos.
Este fue el caso que aconteció en el Perú, donde el líder de la
agrupación terrorista Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, ordenó la
ejecución de personas, órdenes que fueron ejecutadas por los brazos
armados ejecutores de la organización. Abimael Guzmán es autor mediato, a
él se le pueden imputar los asesinatos como obra suya, pues tenía el
dominio sobre la organización de la que dependían los ejecutores directos.
En este caso, como en los anteriores, la responsabilidad de los
ejecutores a título de autores inmediatos no evita el domino del hombre de
atrás.
Para atribuir un hecho a una persona a título de autor mediato por dominio
de organización serían las siguientes:

a) Existencia de una organización integrada al menos por un mínimo stock


de personas sustituibles antes o durante el evento criminal las cuales
mantienen una relación jerárquica con sus superiores. Aquellas personas
pueden o no tener cierta predisposición a la comisión de delitos.

b) Control (dominio) de la organización por parte del hombre de atrás y a


través de ella de sus integrantes sustituibles. Dicho control puede
manifestarse bajo distintas modalidades: a través de la creación de la
organización, el no control del mismo pudiendo hacerlo dada su posición o a
través del impulso sostenido de la misma con medidas dirigidas a autorizar
sus actuaciones ilícitas. En todos estos supuestos se evidencia, por parte del
hombre de atrás, un dominio del riesgo (que es el aparato de poder) de
producción de actos ilícitos.

c) Conocimiento de la organización o aparato de poder y decisión de que sus


miembros ejecuten o continúen ejecutando hechos ilícitos penales.

En consecuencia, para atribuir a una persona la realización de un


hecho delictivo en calidad de autor mediato por dominio de organización no
se necesita probar el dominio del hecho concreto, esto es, el control del
curso causal del delito cometido (por ejemplo el control directo sobre el
asesinato de los nueve estudiantes y un profesor de la Universidad la
Cantuta). Sólo se necesita probar el control de la fuente del riesgo, es decir,
el aparato de poder. Tampoco se necesita probar la orden directa de
cometer los delitos concretos, dado que el hombre de atrás también puede
ser imputado por la omisión de controlar el aparato de poder pudiendo y
debiendo hacerlo. Finalmente, tampoco se necesita probar que el hombre de
atrás quiso que los actos ilícitos se realizaran. Nos basta con demostrar que
el hombre de atrás conocía el aparato de poder organizado y sus actividades
ilícitas y decidió que el mismo continuara con las mismas.

Ejemplos.
a) Caso: “Abimael Guzmán y Sendero Luminoso”
En este caso, la Corte Suprema del Perú asume, desarrolla, fundamenta y
aplica por vez primera la doctrina del “autor detrás del autor”. Esto lo hace en
un caso de gran importancia para el Perú. Se trata del juzgamiento de las
acciones terroristas realizadas por el líder de la organización denominada
“Sendero Luminoso”, Abimael Guzmán Reinoso. A éste se le imputó,
además de liderar y formar parte de una organización terrorista, el haber
ordenado el asesinato de personas, siendo el más conocido el asesinato de
los pobladores de Lucanamarca, un distrito en los andes peruanos. Los
ejecutores directos eran miembros de dicha organización y formaban parte
de su brazo armado.
En sus consideraciones, la Corte asume expresamente la teoría del dominio
del hecho y en su pronunciamiento señala que “la teoría del dominio del
hecho permite, ente otras ventajas, distinguir más claramente la diferencia
entre autor y partícipe, así será autor quien domina la configuración del
injusto y partícipe quien no ejerce tal dominio y sólo colabora con un hecho
ajeno. Consecuentemente, no compartimos la posición de que hay que
abandonar toda la doctrina sobre la autoría y participación ni menos
podemos certificar el ocaso o el deceso de la teoría del dominio del hecho.
Posteriormente, declara la responsabilidad penal de Abimael Guzmán
Reinoso como autor mediato por dominio de organización, argumentando
que, como miembro del comité central, habría dado la orden de dar muerte a
los sesenta y nueve comuneros de Lucanamarca, los que habrían sido
ejecutados por los miembros del comité Regional Cangallo-Fajardo de dicha
organización, subrayando que “los que dieron las órdenes resultan ser
autores mediatos y los ejecutores los autores directos.” Con esta decisión se
declara como válida y se aplica la estructura dogmática del autor detrás del
autor. Aún más, se asume expresamente la doctrina de la autoría mediata
por dominio de organización en los términos que fue fundamentada y
desarrollada por Claus Roxin. Conforme a ello, se indica “tres son los
requisitos para que se configure el domino de la voluntad en virtud de
aparatos organizados: a) organización con estructura jerarquizada rígida,
b) fungibilidad de los ejecutores inmediatos y c) apartamiento del
ordenamiento jurídico. El análisis de lo actuado, en opinión mayoritaria de
este colegiado, permite concluir que en el presente caso se tiene
configuradas las condiciones antes reseñadas, y por lo tanto, los
protagonistas de los hechos deben responder a título de autores mediatos”

b) Caso: “Fujimori y los crímenes de Barrios Altos y la Cantuta”


En este caso, la Corte Suprema del Perú juzgó y condenó al ex presidente
Alberto Fujimori Fujimori como autor mediato de crímenes contra la
humanidad por el asesinato y posterior desaparición de un profesor y nueve
estudiantes de la Universidad Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta), por la
muerte de diecisiete personas en una quinta del distrito limeño de Barrios
Altos, y por el secuestro de un empresario y un periodista. Según la
acusación, Fujimori habría ordenado estos crímenes que luego habrían sido
realizados por distintos ejecutores plenamente responsables con quienes el
ex presidente no tuvo contacto directo. Para fundamentar la autoría del ex
presidente, la Corte Suprema basó su decisión en la teoría de la autoría
mediata por organización. Según esta teoría será autor mediato quien, con
poder de mando, ordena la ejecución de crímenes a través de una
organización que se haya al margen del Derecho y que cuente con
ejecutores fungibles y predispuestos a la ejecución del delito. Lo relevante
de la sentencia de la Corte Suprema es que se asume como válida para la
jurisprudencia peruana, la figura del autor detrás del autor en la modalidad
de la autoría mediata por dominio de organización
2. DOLOEVENTUAL

Dolo eventual: Elemento del tipo subjetivo donde el autor “considera


seriamente la posibilidad de realización del tipo legal y se conforma con ella”.
El tomar en serio la posibilidad de realización del delito significa que el autor
juzgue el riesgo de realización del tipo como relativamente elevado. Además,
conformarse con la posible realización del tipo significa que el sujeto acepta
la posible realización del resultado o, por lo menos, se resigna a ella.
2.1 Distinciones entre los Diversos Tipos de Dolo e Imprudencia, a la
Luz de las Teorías de la Voluntad
A efectos didácticos, se establecerá a continuación una breve distinción
entre las diferentes clases de dolo e imprudencia que se distinguen en la
doctrina a la luz de las teorías de la voluntad; ello con la finalidad de
contrastarlas con los postulados de las teorías cognitivas que se expondrán
con posterioridad.

2.1.1. Clases de Dolo


Las doctrina distingue fundamentalmente 3 tipos de dolo en función a la
intensidad de realizar el tipo objetivo: el dolo directo de primer grado, el dolo
directo de segundo grado y el dolo eventual; los que, en todos los casos,
deben concurrir en el momento en el que se pone en práctica la conducta,
siendo rechazado por la doctrina el dolo antecedente (previo a la realización
de la conducta) o el dolo subsiguiente (posterior a la realización de la
conducta).
2.1.1.1. El dolo directo de primer grado:
También llamado dolo de intención o dolo de propósito, se caracteriza
por presentar el elemento voluntad de modo más intenso, de forma que el
resultado típico o la acción típica es el objetivo perseguido por el sujeto:
quiere realizar la conducta típica y la realiza. El autor ajusta su
comportamiento al fin propuesto y actúa movido por el interés de su
consecución, "(... ) es indiferente si se toma el resultado como algo seguro o
tan sólo como algo probable ( ... ). Resulta asimismo irrelevante si el
resultado es el móvil (el motivo) del hecho o si tan sólo se trata de una meta
intermedia del autor que se muestra como paso para alcanzar objetivos
adicionales, mientras que la finalidad última del hecho está situada más allá
del primer cometido"

Ejemplo: Pedro desea matar a su esposa María, a quien recientemente ha


descubierto engañándolo con José, para ello la espera a la salida del trabajo
y, a toda velocidad, la atropella con su Ferrari nuevo color rojo en plena
avenida, levantándola por los aires y causándole la muerte instantánea.
(Pedro se propuso como objetivo matar a María, ajustando su conducta a la
consecución de dicho objetivo, actuando con la intención de matarla y
predominando, por tanto, el factor volitivo de su conducta).

2.1.1.2. El dolo directo de segundo grado


También llamado dolo de consecuencias necesarias, se caracteriza
porque el autor no persigue directamente el resultado típico, pero sabe y
advierte como seguro o casi seguro que su actuación lo producirá;
representándosele como consecuencia necesaria dicho resultado (el autor
se representa el delito como consecuencia inevitable) y dominando, por
tanto, el factor cognoscitivo del dolo. Así, "(. .. )el resultado típico no coincide
plenamente con el fin directamente perseguido por el autor; pero se
encuentra tan estrechamente vinculado al mismo que el logro de ésta
apareja necesariamente la emergencia de aquél, de tal forma que no puede
decirse que quiere el uno pero no el otro: el ligamen que une ambos es de
tal naturaleza que por querer producir el uno, necesariamente tiene que
producir y, por tanto, también querer; el otro"

Ejemplo: Ricardo desea matar a Pedro, reconocido empresario que siempre


va acompañado por su escolta de seguridad y chofer José (hecho que
Ricardo conoce), por haberlo despedido arbitrariamente de una de sus
empresas. Para ello, coloca explosivos en el Ferrari nuevo color rojo de
propiedad de Pedro, sabiendo que la explosión de éstos no sólo destruirán
por completo el coche, sino que también matarán a cualquier persona que se
encuentre dentro. Los explosivos revientan y causan la muerte instantánea
de Pedro, José y la destrucción total del coche. Ricardo habrá matado a
Pedro con dolo de primer grado y a José con dolo de segundo grado, al
haber aceptado la muerte de este último conociendo que la acción
encaminada a la muerte de Ricardo, necesariamente produciría también la
muerte de José.
2.1.1.3 El dolo eventual.
También denominado dolo condicionado (a la luz de las teorías que
reconocen el elemento volitivo como parte del dolo) se caracteriza porque el
autor se representa el delito como resultado posible (eventual), de forma
que, aunque no desea el resultado, conoce la posibilidad de que se
produzca; lo que evidencia un menosprecio reprochable del bien jurídico
protegido (por esta razón es equiparado en términos de culpabilidad a los
otros tipos de dolo). "De este modo, el dolo eventual está integrado por la
voluntad de realización de la acción típica (elemento volitivo del injusto de la
acción), por la seria consideración del peligro de que el resultado acaezca
(elemento intelectual del injusto de la acción), así como, en último lugar, por
la conformidad del autor con el advenimiento del resultado típico como
ingrediente de la culpabilidad"

Ejemplo: Pedro desea lucir el Ferrari nuevo color rojo que acaba de
comprar, por lo que decide pasear por el centro de la ciudad a gran
velocidad, a fin de que todos los vecinos aprecien la calidad de su coche.
Pedro conoce el riesgo que conducir a gran velocidad en la ciudad
representa para los peatones y no quiere dañar a nadie, pero asume el
riesgo de cualquier atropello que pueda causar a fin de lucir su coche.
Lamentablemente, atropella a dos niños, causándoles la muerte instantánea.
(Pedro actuó con dolo eventual dado que, a pesar de conocer el riesgo que
su actuación generaba y, pese a no querer dañar a nadie, asumió la
producción del delito; mostrando un gran menosprecio con su actuación para
el bien jurídico).
ANEXO

EL DOLO EVENTUAL EN LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE


SUPREMA DE JUSTICIA: PERIODO 1980-2011

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