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Ilustre Municipalidad De Teno

Historia

Francisco Villota, el
guerrillero y héroe de Teno
en la Independencia de Chile
En la cercanía de celebrar el próximo año el Bicentenario de la
Independencia de Chile, con los preparativos propios en todas las
comunas de nuestro país por tan representativa fecha que nos
corresponde vivir, nos motiva como municipio y como ciudadanos
teninos, a descubrir, recordar y proyectar en toda la comuna en este
memorativo tiempo, la figura e impronta del personaje más
destacado que ha tenido Teno en nuestro proceso independentista,
lucha que iniciaron los padres de la Patria en 1810.

Se trata del joven guerrillero tenino, Francisco Lino Villota Pérez-


Cotapos, cuya familia era dueña de la Hacienda Comalle e
igualmente ésta un importante núcleo y linaje social de Santiago,
donde su padre, Celedonio Villota, era un comerciante y destacado
hombre público que adhería en la Colonia al bando realista, pues era
español. Don Celedonio Villota fue incluso candidato a Vocal en la
Primera Junta de Gobierno de 1810, siendo superado sólo por el
coronel español, Francisco Javier Reina. Sin embargo, no toda su
familia era partidaria del Rey y la Corona. Uno de ellos, su hijo
Francisco, demostró ser posteriormente un ardiente y decidido
patriota, en los momentos en que la Patria determinó su
Independencia de España.

Francisco Villota llega a Teno

Francisco Villota nació en Santiago en 1786 y era hijo del vasco


Celedonio Villota Alonso de Zelada y de doña Josefa Pérez-Cotapos
Guerrero. Junto a sus 11 hermanos vivió en una cómoda casona
ubicada en calle Santo Domingo, esquina de Morandé. Su padre
adquirió más tarde la Hacienda Comalle y determinó que la
administrasen sus hijos Pedro y Francisco, entre los que destacó este
último.

La venida del general José Miguel Carrera a Curicó en abril de 1813,


gatilló el deseo de Francisco Villota por conocerle e ir a esa villa en
aquellos días para escucharle. Carrera informó que una expedición
española comandada por el general Antonio Pareja, se dirigía desde
Chiloé, Talcahuano y Concepción, rumbo a Santiago. Se pretendía por
tanto organizar la resistencia a este ejército en la línea del río Maule.

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Últimos días de la Patria Vieja


Eran los últimos días de la Patria Vieja en nuestra novel nación,
donde las milicias curicanas huyeron ante los ejércitos, replegándose
a San Fernando, pues consideraron que no estaban preparados
militarmente para hacer frente a un ejército poderoso con una
estructura netamente militar. Los habitantes de Curicó, Teno y la
zona viven en medio de la mayor alarma. La llegada de las fuerzas
españolas produjo en Curicó represalias y vejaciones en contra de los
habitantes.

Se producen las batallas de Cancha Rayada y la pérdida de Talca,


Membrillar, El Quilo, Quechereguas en Molina, el desastre de Yerbas
Buenas y la firma del Tratado de Lircay. Finalmente, las derrotas
patriotas se suceden una tras otra, y se produce la temida llegada de
las tropas del general Osorio a Curicó. Muchas familias curicanas
huyen al norte o a los campos.

Tras las desavenencias entre los líderes Carrera y O’Higgins y las


derrotas en las tropas chilenas, se produce el Desastre de Rancagua y
la huida de las familias criollas al exilio a la Argentina, pues las tropas
españolas ingresan a Santiago. Este es el llamado período de la
Reconquista, que tantos dolores nos traería como chilenos.

Huida a la Argentina

Una de las muchas familias que huyeron a Cuyo y a Mendoza, fue la


reciente familia formada por Francisco Villota y su mujer María del
Carmen Palazuelos, los que ya estaban ampliamente envueltos en la
causa independentista, quienes huyen en mayo de 1816 por el Paso
del Planchón, aquí en las cercanías de Los Queñes, rumbo a la
Argentina. María del Carmen estaba embarazada de seis meses.
La llegada de Villota a Mendoza, en donde estaban siendo reunidos
los chilenos por San Martín, significó hambre y privaciones para ellos.
Vivieron en una pieza pequeña, de allegados, mientras trabajaban
haciendo armas y ropas para el ejército que libertaría a Chile. El 4 de
agosto de 1816, nace en Mendoza, Francisco Nieves del Carmen, el
hijo de Villota en el exilio, siendo visitado y felicitados sus padres por
los próceres Manuel Rodríguez, José de San Martín y Bernardo
O’Higgins.

Envío a Chile a formar guerrillas

Los acontecimientos en Chile, en donde la brutalidad del Gobernador


de Chile, Casimiro Marcó del Pont, del capitán Vicente San Bruno y de
los soldados Talaveras significaba muchos sufrimientos para los
curicanos y chilenos, determinó entre otras cosas a los próceres en
Mendoza, enviar a Chile a Manuel Rodríguez y a Francisco Villota
para formar las guerrillas y adelantar la llamada guerra de zapa.
Había que disponer de buenas informaciones, enviar espías a diversos
lugares, emisarios confiables, etc. También había que expandir la
propaganda revolucionaria por todos los lugares e informar a los
chilenos de la formación del ejército que se preparaba en Mendoza,
para liberar a Chile.

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Sin embargo, la acción más importante que se encomendó a


Rodríguez, Villota y otros hombres probados en la causa
independentista, fue la formación de guerrillas disuasivas en diversos
lugares de Chile, de manera de confundir y disgregar el ejército de
los españoles, a fin de desplazarlos por diversos sectores a la espera
de la llegada del Ejército Libertador. Para ello, había que venirse a
Chile y hacer esta labor. Francisco Villota aceptó gustoso y
acompañó fielmente a Manuel Rodríguez en estas acciones, dejando a
su familia en Mendoza.

En la zona entre San Fernando y Curicó no existían guerrillas


organizadas. Rodríguez y Villota las formaron. En Teno se
estructuraron las de Paulino Salas, alías “El Cenizo”, y se readaptó la
de José Miguel “Bandido” Neira, en Hacienda Teno y Comalle,
respectivamente. La del “Bandido” Neira era simplemente una banda
de salteadores que flagelaba las casas y haciendas, tanto de realistas
como de patriotas. Rodríguez tuvo el mérito de reorientar a Neira
para que este se dedicara a asaltar sólo las de los realistas. En uno
de los viajes de Rodríguez a Mendoza por El Planchón, le entregó
armas y municiones y un despacho de San Martín que le concedía el
grado de coronel de milicias.

Vuelta a Comalle

Francisco Villota volvió a la Hacienda de Comalle, ante la alegría de


la gente y allí organizó su guerrilla, como si el lugar fuese
simplemente una zona que necesitaba de muchos obreros agrícolas.
También permitió que la guerrilla de José Miguel Neira se refugiara en
sus tierras, haciéndolo el bandido en la Quebrada de Azócar, en el
sector de La Fortuna, Comalle, un lugar estratégico en que con sólo
atravesar unos cerros podía dirigirse prestamente a Chépica.

José Miguel Neira tenía una banda de 300 hombres fuertemente


armados, la que era de temer. Poseía además otros grupos de
bandoleros en Cumpeo y Nancagua, en donde desarrollaba un circuito
saltando de un lugar a otro. Las guerrillas de Paulino Salas y de
Francisco Villota eran similares en cuanto a número. Posteriormente,
se unieron los grupos de Salas y de Neira, formando una sola
guerrilla realmente poderosa, aunque todo era vigilado por Francisco
Villota, en esos momentos la mano derecha de Manuel Rodríguez en
la zona de Curicó. La Hacienda de Comalle era uno de los lugares de
confianza a donde llegaba Manuel Rodríguez e incluso dormía allí.

Asalto a Curicó
La captura de Melipilla por Manuel Rodríguez, además del asalto a
San Fernando, organizado exitosamente por el guerrillero
colchagüino, Juan Pablo Ramírez, hechos ocurridos en 1816,
motivaron de tal manera a Francisco Villota, que se determinó a
sorprender y asaltar la villa de Curicó con ese mismo objeto junto a
su gente.

En la noche del 24 de enero de 1817, Francisco Villota movió su


guerrilla hasta Curicó y se apostó en el lado oriente, en la actual
avenida España. El cuartel de las tropas españolas estaba en la Plaza
de Armas,

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al lado de la cárcel, en el mismo lugar donde hoy está la Gobernación


Provincial de Curicó. Villota se había puesto de acuerdo con el cura
Juan Félix Alvarado, quien desde el poniente debía atacar con los
guerrilleros costinos y encontrarse en la Plaza de Armas con Villota y
su gente. Pero, este no se presentó.

Sin embargo, el valor y la decisión firme de Villota por la Patria lo


llevó a temerariamente realizar igual el asalto a Curicó. Unos minutos
más tarde, se estrellaron sus hombres con una patrulla volante de
soldados españoles, ante quienes los guerrilleros patriotas
intercambiaron fuegos. Pero, llegó poco después otro refuerzo realista
que comenzó a hacer disparos desde los edificios cercanos a la calle
Estado.

Los historiadores curicanos señalan que la disciplina de las tropas


regulares de los españoles pudo más que el arrojo y espíritu de
venganza que tenían los grupos guerrilleros de Francisco Villota y
su gente. Al tener enfrente una resistencia seria, la guerrilla de Villota
giró confusamente en remolino y huyó en distintas direcciones. Dos
guerrilleros murieron y fueron tomados cinco prisioneros.
Huída a Huemul y muerte de Villota

Francisco Villota y su guerrilla huyeron a Comalle en busca de


refugio. Allí se disgregaron cada uno a sus casas o escondites. Villota
organizó los asuntos en la hacienda y huyó rumbo a las tierras más
lejanas de la estancia, tierras que la familia Villota tenía y que
comprendían hasta Huemul.

El coronel Antonio Morgado ordenó el despacho inmediato en


persecución de la guerrilla de Villota al capitán Lorenzo Plaza de los
Reyes, quien con cincuenta soldados del batallón Chillán y treinta
dragones a cargo del teniente Antonio Carrero, llegaron hasta la
Hacienda Comalle, amenazando y ofreciendo recompensas a la gente
para delatar el paradero de Villota. Tras torturas y ante la negativa
de la gente por traicionar a Francisco Villota, el capitán Plaza de los
Reyes ordenó ahorcar al joven mayordomo que Villota tenía en la
hacienda, José María Leiva, quien murió estrangulado en las vigas de
la casona sin que confesara el lugar donde estaba escondido el
patriota y su guerrilla.

Por otra parte, el coronel Antonio Morgado ordenó en Curicó ahorcar


a los cinco prisioneros patriotas de la guerrilla de Villota. Ellos fueron:
Isidro Merino, Luis Manuel Pulgar, Brígido Berríos, Rosauro Quezada y
Juan Morales. Como no había verdugo en Curicó, una villa tranquila
en aquellos días, Morgado ordenó fusilarlos por la espalda y colgarlos
en horcas en la Plaza de Armas. Se aprisionó a respetados vecinos
curicanos a quienes se acusó de conspirar y apoyar las guerrillas.
Dionisio Perfecto Merino, un importante vecino, fue remitido a
Santiago, embarcado en la fragata “Callao” y enviado conjuntamente
con otros patriotas que luchaban por la causa independentista, a los
presidios del Perú.

El capitán Plaza de los Reyes ardía en furia y soñaba con dar con el
paradero de Villota. El 27 de enero, mientras realizaba un patrullaje
dio con la guerrilla patriota de Francisco Villota en las
tierras más
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orientales de la familia Villota en Huemul. Allí tropas guerrilleras y


españolas se trazaron en una lucha fiera en las montañas de Huemul,
que conducen a Argentina.

Lamentablemente, los caballos de los patriotas estaban desensillados


pues descansaban, mientras aguardaban los días de la llegada del
Ejército Libertador en la avanzada de Ramón Freire, quien llegaría a
Chile precisamente por el paso del Planchón, algo que sabían.
Francisco Villota intentó resistir la brega, pero la tropa española
rompió los fuegos contra los patriotas y trece teninos cayeron
acribillados. Se produce la fuga de los guerrilleros.

El corcel de Francisco Villota, un brioso caballo blanco que al


perecer lo montó Villota a pelo, se atascó en un lodazal mientras
arrastraba a los españoles tras el, a fin de que sus hombres huyeran.
Villota desmontó y se aprestó a morir peleando. Mientras amartilla
una pistola para disparar a un soldado del batallón Chillán que se
viene a atacarlo de frente, Fermín Sánchez, un dragón español lo
ataca por detrás y le da un sablazo que le arroja al suelo
mortalmente herido. Luego llegan otros soldados y lo ultiman a
bayonetazos. Así acaba su vida por la Patria el valiente héroe
nuestro, Francisco Villota Pérez-Cotapos, el líder tenino de la
Independencia de Chile en la zona, muerto el 27 de enero de 1817 en
la Batalla de Huemul, como es conocida.

Ninguno de los españoles que lo asesinan conocía a Francisco


Villota. Hasta llegan a confundirlo con otro patriota tenino, Manuel
Antonio Labbé, quien se salvó de la lucha huyendo junto a otros
patriotas locales hacia los contrafuertes cordilleranos. Los españoles
trajeron su cadáver hasta la Hacienda de los Labbé, en la actual
Domingo Mancilla, en donde lo presentaron a su familia. Estos
reconocieron al héroe tenino, Francisco Villota Pérez-Cotapos y
lloraron su muerte. Recién comprendieron los españoles que habían
muerto al hombre más importante y más valiente de todos los
patriotas curicanos en la zona, después de Manuel Rodríguez.

Francisco Villota fue llevado en la grupa de un caballo a Curicó, y


con un evidente lujo de crueldad y ultraje a la opinión pública
curicana, el coronel Morgado lo exhibió desnudo en una horca en
plena Plaza de Armas de la villa, horca que se levantó ex profeso el
día 28 de enero, frente a la cárcel.

Los religiosos de la orden de San Francisco solicitaron permiso para


enterrarlo, siendo vestido con los hábitos religiosos y enterrado en la
Iglesia de San Francisco de Curicó, lugar en donde están sus restos
hasta el día de hoy.

Los acontecimientos de la guerra en el proceso independentista


siguieron sucediéndose en buena forma para las tropas patriotas.
Ramón Freire llegó con la avanzada del Ejército Libertador por el Paso
del Planchón, en donde se le unieron fielmente las tropas de las
guerrillas teninas de Villota y Neira, sobrevivientes de la Batalla de
Huemul. Freire prosiguió hacia el sur por la cordillera y atacó Cumpeo
con victoria, lugar donde habían muchos patriotas. De allí se dirigió a
Talca, la que también asaltó con éxito.

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Honremos a Villota en este Bicentenario

La llegada del Bicentenario de la Independencia de Chile en este


2010, obliga indudablemente a los teninos a reconocer la figura de
este gran patriota nuestro, hombre destacado en las páginas de
honor de la Historia de Chile y del Ejército. La ciudad de Teno, la
alcaldesa de nuestra comuna, Sandra Valenzuela Pérez, y el resto de
nuestras autoridades comunales, de acuerdo a la resolución del
Gobierno Regional de Maule, en orden a levantar en todas las
comunas de la Región del Maule un recordatorio o memorial del
Bicentenario, han determinado que se difunda el papel del guerrillero
tenino, Francisco Villota Pérez-Cotapos, de gran importancia en
nuestra historia patria, a fin de que todos los teninos y curicanos,
conozcamos en mejor forma su ejemplo de valentía y entrega por la
nación.
Igualmente, se prepara un proyecto cultural de la comuna, de
manera de levantar en nuestra ciudad un monumento ecuestre a
Francisco Villota en Teno, a cargo de un escultor de importancia y
con financiamiento de parte del Gobierno Regional del Maule, a fin de
que todas las generaciones presentes y futuras, reconozcamos en
Villota a nuestro héroe y su gran ejemplo de amor por la Patria. Este
proyecto debe estar presentado antes del 30 de julio de 2009. Se
trabaja igualmente en un libro con la biografía de nuestro héroe,
trabajo en que avanza el investigador histórico que les remite esta
información, el que debe estar confeccionado para los primeros días
del 2010, oportunidad en que podríamos inaugurar el monumento
ecuestre a Francisco Villota, nuestro héroe de la Independencia de
Chile.

Los actuales descendientes en Chile de Francisco Villota, han


autorizado al municipio de Teno a trasladar los restos del héroe
tenino de la Independencia a nuestra ciudad, desde la Iglesia de San
Francisco en Curicó, hechos en que se trabaja en estos momentos
junto a historiadores, arqueólogos y religiosos de la orden de San
Francisco y del Obispado de Talca, e igualmente se busca el mejor
lugar en donde se depositarán sus restos en forma definitiva en
nuestra ciudad.

Francisco Villota Pérez-Cotapos, es un nuestro héroe destacado


en la Independencia de Chile. Como comuna, gracias a él y a otros
valientes patriotas teninos, tenemos un lugar de importancia en el
proceso de la Independencia de Chile. Nuestros antepasados fueron
actores de relieve junto a los próceres de la Patria en este proceso
que nos dio libertad. Reconozcamos en la figura de nuestro héroe,
Francisco Villota, al hombre valiente y decidido que no trepidó en
ofrecer su vida, para vernos libres y sin el yugo de la opresión.

Francisco Villota es nuestro mejor sable y pistola patriota de todos


los tiempos. Lugarteniente del gran guerrillero patriota Manuel
Rodríguez, espía, emisario, guerrillero, su labor por la Patria es
significativa y abundante.
Motivémonos a darle la honra y honor que se merece. Únete a la gran
cruzada patriota para traer sus restos a Teno y levantar en su honor
un monumento ecuestre, en que reconocemos su entrega. Es la
mejor forma como celebraremos el Bicentenario de la Independencia
de Chile en Teno, en el ya cercano 2010.

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