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AGRADECIMIENTOS

Título original: The Secret Life 01 the Unborn Child Haría falta un libro entero para dar las gracias a to-
Traducción: Horacio González Trejo dos los investigadores cuyas ideas y dedicación han con-
tribuido a la elaboración de esta obra. Dado que fueron su-
mamente generosos con su tiempo y conocimientos,
Reservados todos los derechos . Queda
rigurosamente prohibida, sin la autoriza-
tengo una especial deuda de gratitud con las siguientes
ción escrita de los titulares del Copyright, personas: el Dr. Peter Fedor-Freybergh, profesor de obs-
bajo las sanciones establecidas en las leyes, tetricia y ginecología de la Universidad de U psala (Sue-
la reproducción parcial o total de esta cia); el Dr. Alfred Tomatis, profesor de psicolingüística de
obra por cualquier medio o procedimien- la Escuela de Psicología Clínica del Instituto Católico de
to, incluidos la reprografía y el tratamien- París; los Dres. Sepp Schindler e Igor Caruso, profesor y
to informático, así como la distribución
profesor emérito de psicología de la Universidad de Salz-
de ejemplares mediante alquiler o présta-
mo públicos. burgo (Austria), respectivamente; el Dr. Ronald D. Laing
de Londres; la Dra. Michele Clements del London Mater-
nity Hospital; Sheila Kitzinger, asesora del National
© 1981 by Thomas Verny, M.O. y John Kelly Childbirth Trust de Inglaterra; el Dr. Lewis Mehl, del
© 1988 by EDICIONES URANO, S.A. Centro para la investigación sobre el nacimiento y el desa-
Aribau, 142, pral . - 08036 Barcelona
n 'ollo humano, Berkeley, California; el Dr. Stanislav Grof
info@edicionesurano.com
del Esalen Institute, Big Sur, California; el Dr. David
ISBN : 84-86344-57-3 Cheek de San Francisco; el Dr. Gustav Hans Graber de
Depósito legal: B-4 1.l 03-2004 Berna, Suiza, y Sigrid Enausten, del Instituto Max Planck
de Munich (Alemania).
Impreso por I.G. Puresa, S.A. - Girona, 206 - 08203 Sabadell (Barcelona) También quisiera expresar mi gratitud a mi amiga San-
dra Collier por su apoyo constante y su sabio asesora-
Impreso en España - Printed in Spain
miento; a ]onathan Segal por sus firmes y meditados con-
sejos editoriales, y a Anne Cohen, que convirtió mis

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garabatos ilegibles en páginas prolijamente mecanogra-
fiadas. Mi equipo en pleno -Sandy Bogart, Geraldine Fo-
garty, Debbie Nixon, Nick Stephens y Shelley Owen-
contribuyó activamente en esta empresa con sus sugeren-
cias y su material de casos clínicos. Tengo una especial
deuda de gratitud con Michael Owen, que contribuyó a
mi investigación sobre el vínculo entre embarazo, naci-
miento y personalidad; con Sheila Weller, por sus ideas de
producción siempre penetrantes; con Natalie Rosen, por PREFACIO
compartir conmigo su magnífica biblioteca y sus conoci-
mientos de partería, y con Naomi Bennet, por sus múlti-
ples ideas y comentarios creativos. La idea de este libro surgió en el invierno de 1975,
Por último, me gustaría aprovechar esta oportunidad durante un fin de semana que pasé en la casa de campo de
para expresar el agradecimiento que siento hacia mis pa- unos amigos. Helen, mi anfitriona, estaba embarazada de
cientes, que confiaron lo bastante en mí para compartir siete meses y resplandecía. Por las tardes, con frecuencia
conmigo sus sentimientos más profundos. Ellos fueron la encontraba sentada a solas delante de la chimenea, can-
los verdaderos inspiradores de esta obra. tándole suavemente una bellísima nana a su hijo no
nacido.
THOMAS VERNY Esta conmovedora escena dejó una profunda impresión
Enero de 1981 en mí, de modo que, después del nacimiento de su hijo, al
contarme Helen que esa nana ejercía un efecto mágico en
él, mi curiosidad se despertó. Al parecer, por mucho que
llorara el bebé, éste se serenaba cuando Helen entonaba
esa canción. Me pregunté si su experiencia sería única o si
los actos de una mujer, tal vez incluso sus pensamientos y
sentimientos, influían en el hijo no nacido.
Lógicamente, yo ya sabía que, en algún momento, toda
mujer encinta siente que ella y el niño no nacido intercam-
bian sentimientos. Como la mayoría de los psiquiatras,
había oído a mis pacientes narrar historias y sueños que
sólo parecían tener sentido en virtud de experiencias pre-
natales y del nacimiento. En consecuencia, comencé a
prestar especial atención a dichos recuerdos.
Asimismo, me dediqué a estudiar la bibliografía cientí-
fica pertinente, en busca de la información que me
ayudara a comprender la mente del niño intrauterino y del

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recién nacido, pues a esas alturas estaba convencido de pende parcialmente de los mensajes que recibe
que, sin lugar a dudas, poseía una mente. Fui estimulado acerca de sí mismo mientras está en el útero.
por las investigaciones del Dr. Lester Sontag, que demos- • La principal fuente de dichos mensajes formadores
traron que las actitudes y los sentimientos maternales po- es la madre del niño. Esto no significa que toda pre-
dían dejar una marca permanente en la personalidad del ocupación, duda o ansiedad fugaces que una mujer ex-
niño no nacido. De todos modos, el Dr. Sontag había reali- perimenta repercutan sobre su hijo. Lo importante
zado esos estudios entre los años treinta y cuarenta. La son los patrones de sentimiento profundos y cons-
mayoría de las investigaciones novedosas y realmente esti- tantes. La ansiedad crónica o una intensa ambiva-
mulantes que encontré correspondían a campos afines, lencia con respecto a la maternidad pueden dejar
como el de la neurología y el de la fisiología. Gracias a una una profunda marca en la personalidad de un niño
nueva tecnología médica de la que se dispuso a fines de los no nacido. Por otra parte, emociones intensificado-
años sesenta y principios de los setenta, los investigadores ras de la vida, como la alegría, el regocijo y la expec-
de estas y otras especialidades pudieron estudiar, por fin, tación, pueden contribuir significativamente al de-
al niño en su hábitat natural sin perturbarle. Lo que descu- sarrollo emocional de un niño sano.
brieron significó una visión espectacularmente distinta de • Las nuevas investigaciones también comienzan a
la vida fetal. En parte gracias a ellos he podido presentar dedicarse mucho más a los sentimientos del padre.
en esta obra un retrato prácticamente nuevo del niño in- Hasta hace poco, no se tenían en cuenta sus emo-
trauterino, muy distinto del ser pasivo y sin mente de los ciones. Nuestros últimos estudios indican que esta
textos tradicionales de pediatría. posición es peligrosamente errÓnea. Demuestran
Ahora sabemos que el niño intrauterino es un ser hu- que lo que un hombre siente hacia su esposa y el
mano consciente que reacciona y que a partir del sexto niño no nacido es uno de los factores más impor-
mes (tal vez incluso antes) lleva una activa vida emocional. tantes para determinar el éxito de un embarazo.
Además de este hallazgo sorprendente, hemos realizado
los siguientes descubrimientos: Este libro es producto de seis años de intensos estudios,
reflexiones, investigaciones y viajes. En el proceso de
• El feto puede ver, oír, experimentar, degustar y, de reunir el material que aquí aparece, he visitado Londres,
manera primitiva, incluso aprender in utero (es de- París, Berlín, Niza, Roma, Basilea, Salzburgo, Viena,
cir, en el útero, antes de nacer). Lo más importante Nueva York, Boston, San Francisco, Nueva Orleans y
es que puede sentir... no con la complejidad de un Honolulú, a fin de hablar e intercambiar ideas con c;lesta-
adulto, si bien, de todos modos, siente. cados psiquiatras, psicólogos, fisiólogos, fetólogos, obste-
• Consecuencia de este descubrimiento es el hecho de tras y pediatras. También he realizado varios proyectos de
que lo que un niño siente y percibe comienza a mo- investigación propios -dos de ellos se incluyen en el libro-
delar sus actitudes y las expectativas que tiene con y tratado a centenares de pacientes afectadas por embara-
respecto a sí mismo. Si finalmente se ve a sí mismo zos o alumbramientos traumáticos.
y, por ende, actúa como una persona feliz o triste, Puesto que el niño no nacido que aparece en estas pági-
agresiva o dócil, segura o cargada de ansiedad, de- nas difiere radicalmente del ser descrito tanto por la

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prensa popular como por la médica, me pareció funda-
mental que la credibilidad de las ideas que expongo se sus-
tentara en rigurosos informes y estudios científicos. Creo
que éstos resultarán, por sí mismos, un material de lectura
interesante y fascinante. Algunos estudios se ocupan, ne-
cesariamente, del impacto de las emociones maternas ne-
gativas ... gran parte de nuestros nuevos conocimientos se Capítulo primero
han obtenido estudiando el impacto de dichas emociones.
Como ocurre tan a menudo en el campo de la medicina, LA VIDA SECRETA DEL NIÑO INTRAUTERINO
aprendemos cómo y por qué las cosas salen bien compren-
diendo antes cómo y por qué fallan.
Los investigadores clínicos que han llevado a cabo estos Este libro trata de muchas cuestiones -los orígenes
descubrimientos se han interesado, por lo general, más de la conciencia humana, la formación y desarrollo del
por el aspecto teórico de su trabajo que por su aplicación niño intrauterino y del recién nacido-, pero principal-
práctica. Esto no es de extrañar. Sin embargo, evidente- mente del modelado de la mente humana, de la forma en
mente dichos descubrimientos tienen importantísimas que nos convertimos en quienes somos. Se basa en el. des-
consecuencias para los padres. Con estos nuevos conoci- cubrimiento de que el niño no nacido es un ser consnente,
mientos a su disposición, madres y padres tienen una que siente y recuerda, y, puesto que existe, lo que le ocurre
oportunidad incomparable de contribuir a modelar la per- -lo que nos ocurre a todos nosotros- en los nueve meses
sonalidad de su hijo no nacido. Pueden contribuir, de ma- que van de la conc~pción al nacimiento.n:oldea y forma la
nera activa, a su felicidad y bienestar, no sólo in utero y en personalidad, los Impulsos y las ambICIOnes de manera
los años inmediatamente posteriores al nacimiento, sino significativa. . . .
también durante el resto de su vida. Esta comprensión dio Esta comprensión y el excepCIOnal cuerpo de Investiga-
lugar al presente libro. ciones de la que surge nos llevan mucho más allá de lo que
sabemos -o creemos saber- sobre el desarrollo emocional
del niño intrauterino. Aunque, en un sentido científico,
esto es sumamente estimulante (entre otras cosas, desplaza
definitivamente la vieja idea freudiana de que la personali-
dad no comienza a formarse hasta el segundo o tercer año
de vida), aun lo es más la forma en que profundiza y enri-
quece el significado y la importancia del hecho de ser p~­
dres, sobre todo madres. En realidad, el aspecto más gratl-
ficante de nuestros nuevos conocimientos consiste en lo
que revelan sobre la gestante y el pap~l que ésta d~sem­
peña formando y guiando la personalIdad. de su hIJO n?
nacido. Sus herramientas son sus pensamIentos y senu-

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mientos, y con ellos tiene la posibilidad de crear un ser hu- pensamientos y los sentimientos de la madre tendrían un
mano favorecido con más ventajas de las que anterior- efecto potencialmente benéfico en su hijo antes de nacer.
mente se consideraban posibles. También tiene sentido que nuestros nuevos conoci-
No afirmo que todo lo que le ocurre a ella en esos meses mientos realcen el papel del padre en el embarazo. Du-
críticos modela de manera irrevocable el futuro de su rante éste, la relación con un hombre cariñoso y sensible
bebé. Hay muchos factores en juego en la formación de proporciona a la mujer un sistema constante de apoyo
una nueva vida. Los pensamientos y sentimientos mater- emocional. Así como en nuestra ignorancia habíamos des-
nos sólo son un elemento de esa combinación; pero lo que baratado este delicado sistema excluyendo rudamente al
los singulariza es que, a diferencia de unas características hombre, ahora que hemos descubierto -o, para ser más
dadas, como la herencia genética, son controlables. Una exactos, redescubierto- lo importantes que son la seguri-
mujer puede convertirlos en una fuerza tan positiva como de- dad y el nutrimento emocionales para la mujer y su hijo no
see. Sin lugar a dudas, esto no significa que la felicidad fu- nacido, puede aquél volver aocupar su legítimo lugar en el
tura de un niño depende de la capacidad de su madre para embarazo.
tener pensamientos optimistas las veinticuatro horas del Estas ideas novedosas han salido directamente de los la-
día. Dudas, ambivalencias y ansiedades ocasionales son un boratorios de Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Fran-
aspecto normal del embarazo y, como veremos más ade- cia, Suecia, Alemania, Austria, Nueva Zelanda y Suiza,
lante, pueden contribuir realmente al desarrollo del niño donde, durante las últimas dos décadas, los investigadores
intrauterino. Lo que significa es que una embarazada o han trazado callada y concienzudamente una perspectiva
una futura madre disponen ahora de otro modo de influir espectacularmente nueva del feto, del nacimiento y de las
activamente y para bien en el desarrollo emocional de su primeras etapas de la vida.
bebé. El presente libro constituye un primer intento por acer-
Aunque se podrían emplear las palabras «avance deci- car tan revolucionarios trabajos a un público lo más am-
sivo» para describir esta comprensión, es necesario aclarar plio posible. Dado que se trata de un primer intento, algu-
que ha surgido de otros descubrimientos recientes. Por nas cuestiones resultarán necesariamente especulativas, si
ejemplo, a fines de los años sesenta descubrimos un sis- bien trataré de separar lo incuestionable de lo hipotético.
tema posnatal de comunicación madre-hijo denominado Como es de prever, ciertas cuestiones se prestarán a la po-
vínculo. En muchos sentidos, nuestra nueva investigación lémica, mas no espero que todo el mundo esté de acuerdo
es una prolongación lógica de ese descubrimiento previo, conmigo en todos y cada uno de los puntos expuestos.
dado que hace retroceder un paso el sistema de comunica- Sin embargo, estoy convencido de que este libro e in-
ción y lo sitúa en el útero. Desde el punto de vista médico cluso todo este campo de investigación ofrece una opti-
puede decirse prácticamente lo mismo: si tenemos en mista e ilimitada esperanza: esperanza para los médicos,
cuenta lo que hemos aprendido en los últimos tiempos pues les permitirá evitar muchas de las oportunidades per-
acerca de las consecuencias que la dieta y la ingestión de didas de embarazo y nacimiento; esperanza para madres y
alcohol y de drogas por parte de la madre tienen en el niño padres, porque profundiza y enriquece la naturaleza del
no nacido, y también sobre el papel que desempeñan las hecho de ser padres, y, sobre todo, esperanza para el niño
emociones en la enfermedad y la salud, se deduce que los aún no nacido.

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Éste es el principal beneficiario de nuestros nuevos co- gadores cree que algo semejante a la conciencia existe
nocimientos. Muy distinto, mucho más consciente, recep- desde los primeros momentos de la concepción. A modo
tivo y cariñoso de lo que nadie había imag!nado, en. el de prueba, señalan los millares de mujeres totalmente sa-
útero y durante el nacimiento merece -en realIdad, reqUIe- nas que tienen abortos espontáneos repetidas veces. Se es-
re- un tipo de asistencia más sensible, nutritiva y humana pecula con que, en las primeras semanas -tal vez incluso
de la que recibe en la actualidad. El obstetra francés Fred~­ horas- posteriores a la concepción, el óvulo fertilizado
rick LeBoyer, autor de El nacimiento sin violencia, lo perCI- posee suficiente conciencia de sí mismo para sentir el re-
bió instintivamente y por eso defendió de manera tan con- chazo y para obrar en consecuencia. Esta idea y las prue-
vincente métodos de alumbramiento más delicados. Lo bas que la sustentan serán analizadas más adelante y con
que nosotros hemos aprendido clínicamente confirma su más detalle. De momento, por muy interesante que sea,
punto de vista. . esta teoría sólo es eso, una teoría, y no un hecho demos-
Proporcionar al recién nacido un entorno cálIdo, tran- trado.
quilizador y humano plantea una difere~cia, porque el En lo que respecta al niño, la mayor parte de lo que se
niño es muy consciente de cómo nace. PercIbe ternura, de- conoce con verdadera autoridad -porque ha sido confir-
licadeza y un trato cuidadoso, y responde a ellos del mado por estudios fisiológicos, neurológicos, bioquími-
mismo modo que siente y responde de una manera total- cos y psicológicos- se refiere al período desde el sexto mes
mente distinta a las potentes luces, las señales eléctricas y de embarazo en adelante. Prácticamente, en un sentido
la atmósfera fría e impersonal que t?n a menudo se aso- global, a esas alturas es un ser humano fascinante. Ya
cian con el nacimiento en la sala de partos de un hospital. puede recordar, oír e incluso aprender. En realidad, tal
Sin embargo, este conocimiento y la revolución gue.im- como demostró un grupo de investigadores en lo que ha
plica también van más allá de LeBoyer y de cualqUIer I?:a llegado a considerarse un informe clásico, el niño no na-
sobre el parto; nos abre por primera vez la mente del nmo cido es un aprendiz muy veloz.
aún no nacido. Lo más extraordinario es que revela que Dicho grupo enseñó a dieciséis bebés intrauterinos a
éste es consciente, aunque su conciencia no sea tan pro- responder a una sensación de vibración mediante el pata-
funda o compleja como la de un adulto. Es incapaz de leo. Normalmente, el niño intrauterino no reacciona de
comprender los matices de significado que el adulto ese modo ante una sensación tan suave. A decir verdad, la
puede adjudicar a una simple palabra o a un gesto. De to- ignora. Ahora bien, en este caso, los investigadores pudie-
dos modos, como demuestran algunos estudios nuevos ron crear en sus jóvenes sujetos lo que los psicólogos con-
(serán analizados con más detalle en el próximo capítulo), ductistas denominan respuesta condicionada o aprendida,
el niño intrauterino es sensible a matices emocionales ex- exponiéndolos primero varias veces a algo que los haría
cepcionalmente sutiles. Puede sentir y reaccionar no sólo patalear naturalmente: un ruido fuerte (éste se producía a
ante emociones amplias e indiferenciadas, como el amor y poca distancia de la madre, y las reacciones de su hijo se
el odio, sino también ante complejos estados afectivos controlaban mediante sensores colocados en su abdo-
más matizados, como la ambivalencia y la ambigüedad. men). Luego, los investigadores introdujeron la vibración.
Aún se desconoce en qué momento exacto sus células Cada niño era expuesto a ésta inmediatamente después de
cerebrales adquieren esta capacidad. Un grupo de investÍ- que se produjera el ruido cerca de su madre. Los investiga-

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dores suponían que, después de suficientes exposiciones, secuencias psicológicas del fumar por parte de la madre.
la asociación entre vibración y pataleo se volvería tan Arroja al feto a un estado crónico de incertidumbre y
automática en la mente de las criaturas que patalearían in- miedo: no sabe cuándo volverá a ocurrir esa desagradable
cluso cuando la vibración se aplicara sin el ruido. Yesta- sensación física ni cuán dolorosa será cuando aparezca;
ban en lo cierto. La vibración se convirtió en un indicio únicamente sabe que volverá a ocurrir. Éste es el tipo de si-
para ellos y el pataleo de respuesta en una conducta tuación que predispone hacia un tipo de ansiedad profun-
aprendida. . . damente arraigada y condicionada.
Este estudio, que permite vislumbrar las capacidades Otro tipo de aprendizaje más feliz que tiene lugar en el
del niño intrauterino, también logra algo más: muestra útero es el habla. Cada uno de nosotros da un ritmo idio-
una de las formas en que las características y los rasgos de sincrásico a su manera de hablar. A menudo es tan apa-
la personalidad comienzan a formarse en el útero. Nues- gado que los que nos rodean no lo perciben, pero la dife-
tros gustos y nuestras aversiones, nuestros mied.o~ y nues- rencia siempre aparece en las pruebas de análisis del
tras fobias -en síntesis, todas las conductas definidas que sonido. Nuestros patrones del habla son tan definidos
nos convierten singularmente en nosotros mismos- tam - como nuestras huellas digitales. El origen de estas diferen-
bién son, parcialmente, producto del aprendizaje condi- cias no constituye un gran misterio. Provienen de nuestras
cionado. Como acabamos de ver, el útero es el sitio donde madres. Aprendemos nuestra habla imitando el modo de
se inicia este tipo específico de aprendizaje. A fin de ilus- expresarse de ellas. Como es lógico, los científicos solían
trar cómo modela los rasgos futuros, analicemos la sensa- suponer que esta imitación no se producía hasta bien en-
ción de ansiedad. ¿Qué podría provocar en un niño intrau- trada la infancia; mas, ahora, muchos han llegado a coinci-
terino el origen de una ansiedad profundamente arraigada dir con el Dr. Henry Truby -profesor de pediatría, lin-
ya largo plazo? Una posibilidad es que su madre fume. En güística y antropología de la Universidad de Miami- en el
un extraordinario estudio realizado hace varios años, el sentido de que este proceso de aprendizaje comienza an-
Dr. Michael Lieberman demostró que un niño intraute- tes, en el útero. Como prueba el Dr. Truby señala estudios
rino se agita emocionalmente (medido según la acelera- recientes que demuestran que el feto oye claramente desde
ción de los latidos de su corazón) cada vez que su madre el sexto mes en el útero y, aun más sorprendente, que
piensa en fumar un cigarrillo. N o necesita llevárselo a l~s adapta su ritmo corporal al habla de su madre.
labios ni encender una cerilla; la sola idea de fumar un CI- Si tenemos en cuenta su fino oído, no es una sorpresa
garrillo basta para alterar al niño. N aturalm~nte, el feto no que el niño intrauterino también sea capaz de aprender
puede saber que su madre está fumando -ni pen~ar en es- algo de música. Un feto de cuatro o cinco meses responde
to-, pero intelectivamente es lo bastante perspicaz para claramente al sonido y la melodía ... y lo hace de maneras
asociar la experiencia del fumar de su madre con la de~a­ muy distintas. Si pones un disco con un tema de Vivaldi,
gradable sensación que provoca en él. Esto se debe a la diS- hasta el bebé más agitado se relaja. Si pones un disco con
minución de su provisión de oxígeno (el tabaco reduce el un tema de Beethoven, hasta el niño más sereno comienza
contenido de oxígeno de la sangre materna que pasa a tra- a patalear y a moverse.
vés de la placenta), lo cual es fisiológicamente nocivo para Sin duda alguna, la personalidad es mucho más que la
él, aunque es posible que sean todavía más nocivas las con- suma de lo que aprendemos ... dentro o fuera del útero.

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Considero que, puesto que al fin hemos identificado algu- loncelo se lanzaba sobre mí; conocía el curso de la pieza
nas de las experiencias tempranas que modelan rasgos y incluso antes de volver la página de la partitura. Un día co-
características futuros, ahora una mujer puede influir acti- menté este asunto con mi madre, que es violoncelista pro-
vamente en la vida de su hijo desde antes del nacimiento. fesional. Pensé que le llamaría la atención, porque siempre
Una forma consiste en dejar de fumar o en reducir la can- era la parte del violoncelo la que aparecía claramente en
tidad de cigarrillos que se fume durante el embarazo. Otra mi mente. Se sorprendió, mas, cuando supo de qué pieza se
es hablándole al niño. Éste oye realmente y, lo que es más trataba, el misterio se resolvió rápidamente. Todas las par-
importante, responde a lo que oye. Una charla suave y tituras que yo conocía sin haberlas previamente leído eran
dulce le lleva a sentirse amado y deseado. Esto no se debe a las que ella había tocado mientras esperaba mi naci-
que entienda las palabras, que evidentemente están más miento.»
allá de su comprensión, pero el tono de lo que se dice no lo Hace algunos años, en una conferencia, me topé con
está. Intelectivamente es lo bastante maduro para percibir otro ejemplo de aprendizaje prenatal que no sólo era tan
el tono emocional de la voz materna. impresionante como el de Brott, sino que, además,
Incluso es posible empezar a enseñar a un niño no na- apoyaba las ideas del Dr. Truby acerca de la formación del
cido. En el peor de los casos, una embarazada que todos habla en el útero. Correspondía a una joven madre nortea-
los días escucha unos minutos de música tranquilizadora mericana que había vivido su embarazo en Toronto. Una
puede lograr que su hijo se sienta más relajado y tranquilo. tarde, encontró a su hija de dos años sentada en el suelo de
Yen el mej or de los casos, esa exposición temprana podría la sala repitiendo para sí misma: «Aspira, exhala, aspira,
crear en el niño un interés musical para toda la vida. Es lo exhala.» La mujer afirmó que había reconocido inmedia-
que le ocurrió a Boris Brott, director de la Hamilton Phil- tamente las palabras, pues pertenecían a un ejercicio de
harmonic Symphony de Ontario. Lamaze.' Ahora bien, ¿cómo las había captado su hija? En
Hace pocos años, una noche oí que entrevistaban a un primer momento pensó que la pequeña las había oído
Brott por la radio. Es un hombre pintoresco con cierto por televisión, pero en seguida comprendió que eso era
don para contar anécdotas. Aquella noche le hacían pre- imposible. Vivían en Oklahoma y cualquier programa que
guntas sobre ópera; hacia el final de la charla, el entrevista- su hija pudiera haber visto habría correspondido a la ver-
dor le preguntó cómo había llegado a interesarse por la sión norteamericana de Lamaze: esas palabras sólo se em-
música. Era una pregunta simple -supongo que planteada, plean en la versión canadiense. Puesto que ése era el mé-
más que nada, para llenar la 'papeleta-, pero lo cierto es todo que ella había seguido, sólo existía una explicación:
que pareció afectar a Brott. Este vaciló unos segundos y su hija había oído y memorizado 1 las palabras mientras
respondió: «Aunque parezca extraño, diré que la música aún estaba en el útero.
ha formado parte de mí desde antes de mi nacimiento.»
Perplejo, el entrevistador le pidió que se explicara.
1. El método de Lamaze es uno de los diversos sistemas de prepara(ión para el parto.
«Bueno -dijo Brott-. De joven, quedé confundido por (N . (/col T.)
2. Uno de los problemas que se plantean al esaibir un libro sobre el niño intrauterino
la excepcional capacidad que tenía ... para interpretar cier- (onsiste en que uno se ve obligado a emplear un vocabulario destinado a estados mentales
tas piezas sin haberlas leído previamente. Dirigía una par- de los adultos. Como es lógico, el feto no «memoriza_ a(tivamente (omo lo ha(emos noso-
irOS. Sin embargo, (omo veremos más adelante, las huellas de la memoria (omienzan a for-
titura por primera vez y repentinamente la parte del vio- °
lIlarse en el (erebro del feto al sexto séptimo mes y probablemente antes.

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Hasta no hace mucho, una historia como la precedente se remonte al útero. La vida no es estática. Lo que ocurre a
o como la de Brott habría tenido suerte si hubiese apare- los veinte, a los cuarenta e incluso a los sesenta años indu-
cido como nota al pie de página en una ponencia médica. dablemente nos influye y nos altera. Sin embargo, es impor-
Debido al desarrollo de una nueva y estimulante disciplina tante recalcar que los acontecimientos nos afectan de manera
llamada psicología prenatal, estos incidentes reciben, al muy distinta en las primeras etapas de la vida. Un adulto y,
fin, la seria consideración científica que merecen. Cen- en menor medida, un niño han tenido tiempo de desarro-
trada sobre todo en Europa y extrayendo la mayor parte llar defensas y respuestas. Pueden suavizar O desviar el im-
de sus practicantes de los campos de la obstetricia, la psi- pacto de la experiencia. Un niño intrauterino no puede ha-
quiatría y la psicología clínica, esta disciplina es singular cerlo. Lo que le afecta lo hace de manera directa. Por ese
no sólo por la naturaleza extraordinaria de su contenido, motivo las emociones maternas se graban tan profunda-
sino también por la fuerte inclinación práctica de sus in- mente en su psique y su fuerza sigue siendo tan poderosa
vestigaciones. Ciertamente, en el breve espacio de una dé- más tarde, en la vida. Las principales características de la
cada transcurrida desde su creación, nosotros ya hemos personalidad rara vez cambian. Si el optimismo queda gra-
aprendido lo suficiente sobre la mente y las emociones del bado en la mente del niño intrauterino, más adelante serán
niño intrauterino como para ayudar a rescatar a miles de necesarias muchas adversidades para borrarlo. ¿Ese niño
pequeños de una vida de debilitantes trastornos emocio- será artista o mecánico, preferirá a Rembrandt con rela-
nales. ción a Cézanne, será zurdo o diestro? Tan sutiles detalles
Digo «nosotros» porque fue la esperanza de evitar estas se hallan más allá de los conocimientos que actualmente
tregedias la que me condujo a la psicología prenatal. A lo poseemos y sinceramente pienso que está bien que así sea.
largo de los años, en hospitales, en la enseñanza y en mi Poder predecir con absoluta precisión rasgos muy especí-
práctica, he visto centenares de personas profundamente ficos de la personalidad restaría a la vida gran parte de su
marcadas por experiencias prenatales destructivas, pa- misterio.
cientes cuyas enfermedades sólo pueden explicarse en tér- El punto en que nuestros conocimientos pueden signi-
minos de lo que les sucedió'en el útero y durante el naci·· ficar legítimamente una diferencia reside en ayudar a
miento. Mi experiencia no es única; muchos de mis identificar y prevenir el origen de graves problemas de
colegas psiquiatras han tratado casos parecidos. Me pa- personalidad. La mayoría de las mujeres saben que ocu-
rece que la psicología prenatal ofrece finalmente un modo parse emocionalmente de sí mismas significa, de manera
de evitar que, en primer lugar, muchos de estos dramas se automática, ocuparse de sus hijos no nacidos. Como cien-
produzcan. Más allá de esta afirmación, contamos con un tíficos, con nuestras tablas y estudios hemos confirmado
modo de mejorar prácticamente las posibilidades que toda ese saber, pero también lo hemos superado. Estoy conven-
una generación tiene de ingresar en la vida libre de los co- cido de que nuestra creciente capacidad de reconocer en el
rrosivos trastornos mentales y emocionales que, en el pa- útero una conducta potencialmente conflictiva y pertur-
sado, han acosado a los niños. bada puede ser altamente beneficiosa para miles de niños
No estoy diciendo que tengamos una panacea universal que todavía han de nacer, para sus padres y, en última ins-
que mágicamente desterrará nuestros males. Tampoco su- tancia, para la sociedad. Ya hemos comenzado a ejercitar
giero que todo trastorno emocional trivial que nos afecta esta capacidad en menor grado y a menudo hemos obte-

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nido resultados sorprendentes, como demuestra el Si- Pero lo importante es que existen. Necesita sentirse
guiente estudio. amado y deseado tan apremiantemente como nosotros. Y
Los investigadores partieron del supuesto de que la ac- quizá más aún. Es necesario hablarle y pensar en él; de lo
tividad fetal es, con frecuencia, un claro signo de ansie- contrario, su espíritu y a menudo también su cuerpo co-
dad. Calcularon que si la conducta de un niño en el útero mienzan a debilitarse.
posee algún significado profético, los fetos más activos se Los estudios sobre embarazadas esquizofrénicas y psi-
convertirían un día en los niños más ansiosos. Yeso es cóticas proporcionan pruebas elocuentes de los efectos
precisamente lo que ocurrió. Los bebés que más se mo- devastadores del abandono emocional en el útero. En es-
vían en el útero se convirtieron en los niños más ansiosos. tos casos, las mujeres no pueden evitarlo. Las consecuen-
N o eran solamente un poco más ansiosos de lo normal. cias de la enfermedad mental impiden una comunicación
Rebosaban de ansiedad. Esos pequeños de dos y tres años significativa con sus hijos. Sin embargo, con frecuencia,
sentían una inquietud casi desgarradora incluso en las si- ese silencio o caos dejan marcas profundas en los peque-
tuaciones sociales más corrientes. Se alejaban, asustados, ños. Al nacer, suelen tener bastantes más problemas físi-
de sus maestros, de sus compañeros, de la posibilidad de cos y emocionales que los bebés de mujeres mentalmente
hacer amigos y de todo contacto humano. Estaban más sanas.'
tranquilos, más relajados y menos ansiosos cuando se en- En los capítulos siguientes se analizará el planteamiento
contraban solos. de cómo se produce esta comunicación. Lo que merece re-
Como es lógico, no es posible prever con absoluta cer- saltarse aquí es que existe ... y que podemos hacer algo con
teza su modo de comportarse más adelante. Es posible que respecto a esto. Hasta cierto punto, incluso podemos medir
un buen matrimonio, una carrera especialmente gratifi- su calidad y orientación. En líneas generales, la personali-
cante, la paternidad, la terapia, algo o alguien acaben con- dad del niño intrauterino que una mujer lleva en sus entra-
trarrestando parte de esas ansiedades. Pero se puede decir ñas es una función de la calidad de la comunicación ma-
con confianza que, a los treinta años, la mayoría de esos dre-hijo y también de su especificidad. Si la comunicación
niños asustados todavía se encaminarán a los rincones fue abundante, enriquecedora y, sobre todo, nutritiva,
para evitar encuentros. La diferencia radica en que en ese existen muchas posibilidades de que el bebé sea robusto,
momento intentarán evitar a maridos, esposas y a sus pro- sano y feliz. Esta comunicación es una parte importante
pios hijos, no a maestros y compañeros de juegos. El ciclo del vínculo. Como todos los investigadores que han estu-
se repetirá una y otra vez. diado el vínculo después del nacimiento coinciden en que
No tiene por qué ser así. El hecho de que más embaraza- es enormemente provechoso para la madre y el hijo, es ló-
das empezaran a comunicarse con sus hijos representaría gico pensar que el vínculo antes del nacimiento sería
un comienzo extraordinario. Imagínese cómo se sentiría igualmente importante. Estoy convencido de que es mu-
uno a solas en una habitación durante seis, siete u ocho cho más provechoso. La vida, incluso la vida en los prime-
meses sin el menor estímulo emocional o intelectual. Ésa
es, más o menos, la consecuencia de ignorar a un niño in- 1. Siempre habrá person as que buscará n causas fí sicas para explicar los trasto rnos emo-
trauterino. Lógicamente, sus necesidades emocionales e cionales. Sin embargo, después de reali zar miles de eSlUdios en esquizofrénicas y maniaco-
depresivas. en sus sistemas sanguíneos no se ha em:o ntrado nin guna sustanc ia quírnica cu yo
intelectuales son mucho más primitivas que las nuestras. traspaso reprodujera los síntomas.

22 23
ros minutos y horas, ofrece infinitas distracciones: imáge- mejor y, en la mayoría de los casos, mucho mejor. Co-
nes, sonidos, olores y ruidos. Por su parte, la vida en el m ían, pesaban y dormían más, respiraban mejor, y llora-
útero era mucho más uniforme y estaba completamente ban y enfermaban menos. Esto no se debió a que recibie-
rodeada por su madre y todo lo que ésta decía, sentía, pen- ran un tratamiento especial, a que tuvieran padres supe-
saba y esperaba. Hasta los ruidos externos pasaban a tra- riores o mejores médicos, sino sólo a que estuvieron
vés de ella. expuestos a u.na cinta de dos dólares en la que estaban gra-
¿Cómo no va a estar profundamente afectado por la ma- bados los latidos de un corazón.
dre? Incluso algo aparentemente tan terrenal y neutro Lógicamente, la mujer no tiene control sobre esta ope-
como el latido de su corazón surtía un efecto. Sin lugar a ración y, en cierto sentido, su latido funciona con el piloto
dudas, es una parte fundamental de su sistema de sustenta- automático. Pero puede llegar a comprender sus emocio-
ció.n de la vida. Evidentemente, el niño no lo sabe, pues lo nes y a abordarlas con más eficacia. Esto es vital para el
ÚlllCO que conoce es que el ritmo tranquilizador de ese la-
bienestar de su hijo porque su mente se modela de manera
tido es una de las principales constelaciones de su uni- fundamental según sus pensamientos y sentimientos. El
verso. Se duerme con él, despierta con él, descansa con él. hecho de que su mente evolucione hacia algo principal-
Puesto que la mente humana -incluso la mente humana en mente duro, angular y peligroso, o suave, fluyente y
el útero- es una entidad productora de símbolos, gradual- abierto depende, en gran medida, de que sus pensamientos
mente el feto le adjudica un significado metafórico. Su y emociones sean positivos y reforzadores o negativos y
tae-tae constante llega a representar la tranquilidad, la se- cargados de ambivalencia.
guridad y el amor hacia él. En su presencia, el niño suele Esto no significa, en modo alguno, que las dudas y las
prosperar. incertidumbres ocasionales harán daño al niño. Tales sen-
Esto se demostró hace pocos años mediante un estudio timientos son naturales e inofensivos. Me estoy refiriendo
singular e ingenioso. Consistía, simplemente, en hacer so- a un patrón de conducta bien definido y constante. Sólo
nar la cinta con la grabación de los latidos de un corazón este tipo de emoción intensa y constante puede crear los
humano en la sección de un hospital destinada a los recién tipos de aprendizaje condicionado y que afectarán negati-
nacidos. Los investigadores supusieron que si el latido ma- vamente a un niño. Un nacimiento físicamente difícil con
terno poseía algún significado emocional, los recién naci- sus tensiones emocionales concomitantes no modifica las
dos que se encontraban en esa sección los días en que pasa- cosas. Lo importante es lo que la madre quiere, siente y co-
ban dicha grabación se comportarían de un modo distinto munica al bebé.
del de los bebés que estaban allí los días en que no ponían Por este motivo es tan importante que la embarazada
la cinta. Yeso es exactamente lo que sucedió. piense en su hijo. Sus pensamientos -su amor, su rechazo o
Pero ocurrió de un modo mucho más concluyente de lo su ambivalencia- comienzan a definir y a modelar la vida
que se esperaba. Bastante convencidos al idear el experi- e~nocional del niño. Lo que ella crea no son rasgos especi-
mento de que aparecerían algunas diferencias, los científi- fIcos, como la extroversión, el optimismo o la agresividad.
cos quedaron asombrados ante la cantidad y magnitud de Estas palabras son, sobre todo, palabras adultas con un
las que se produjeron. Prácticamente en todos los senti- significado adulto, demasiado específicas y afinadas para
dos, los bebés sometidos a la grabación se encontraron aplicarlas a la mente de un niño intrauterino de seis meses.

24 25
Lo que se forma son tendencias más amplias y más pro- dir en la capacidad de un hombre para relacionarse con su
fundamente arraigadas, como el sentimiento de seguridad compañera, desde lo que siente hacia ella o hacia su propio
o de autoestima. A partir de estas tendencias, más ade- padre hasta las presiones laborales o sus propias inseguri-
lante, en la infancia, se desarrollan rasgos específicos del dades (en un sentido ideal, el momento para resolver esos
carácter ... como en aquellos niños que mencioné. No na- problemas es antes de la concepción, no durante el emba-
cieron tímidos, sino ansiosos, y a partir de esa ansiedad razo). Recientes investigaciones han demostrado que lo
puede surgir una dolorosa timidez. que afecta más profundamente su sentido de compromiso
Un ejemplo más afortunado es la seguridad. Una per- -para bien o para mal- es en qué momento comienza la re-
sona segura confía profundamente en sí misma. ¿Cómo no lación con su hijo, si es que ésta tiene lugar.
va a hacerlo si desde el filo mismo de la conciencia se le ha Por evidentes motivos fisiológicos, el hombre está, en
dicho que es deseada y querida? Atributos como el opti- este caso, en desventaja. El niño no es una parte orgánica
mismo, la confianza, la cordialidad y la extroversión sur- de su ser. Sin embargo, no todos los impedimentos físicos
gen naturalmente de ese sentimiento. del embarazo son insuperables. Algo tan corriente como
Se trata de elementos preciosos para dar a un niño, ele- hablar es un buen ejemplo: un nií10 oye en el útero la voz
mentos que pueden proporcionarse fácilmente: al crear en de su padre y existen claras pruebas de que oír esa voz su-
el útero un entorno cálido y emocionalmente enriquece- pone una importante diferencia emocional. En los casos
dor, la mujer puede lograr una diferencia decisiva en todo en que un hombre habló con su hijo utilizando palabras
lo que su hijo siente, espera, sueña, piensa y obtiene a lo breves y tiernas, el recién nacido pudo distinguir la voz de
largo de la vida. su padre en una habitación, incluso en las primeras una o
Durante esos meses, la mujer es el nexo entre su bebé y dos horas de vida. Más que distinguirla, responde emocio-
el mundo. Todo lo que le afecta incide en él. No hay nada nalmente a ella. Por ejemplo, si está llorando, se calla. Ese
que la afecte más profundamente ni que la alcance con un sonido cariñoso y conocido le dice que está protegido.
impacto tan hiriente como las preocupaciones con res- La relación también influye directamente en el futuro
pecto a su marido (o compañero). Por este motivo, emo- padre en un sentido más general. Los estereotipos suelen
cional y físicamente hay pocas cosas más peligrosas para retratarlo como bienintencionado, pero torpe. Esto crea
un niño que un padre que maltrata o deja sola a su esposa una perniciosa crisis de confianza en muchos hombres. A
embarazada. Prácticamente, todos los que han estudiado modo de defensa, suelen alejarse de sus esposas durante el
el papel del futuro padre -por desgracia, hasta ahora sólo embarazo y recurrir a la seguridad de amigos y colegas que
lo han hecho un reducido grupo de investigadores- han les proporcionan respeto y el sentido de la propia valía. La
descubierto que su apoyo es absolutamente indispensable relación es un modo -un modo muy importante- de rom-
para ella y, en consecuencia, para el bienestar del hijo de per este círculo vicioso e interesar al hombre mucho más
ambos. profunda y significativamente en la vida de su hijo desde
Este hecho por sí mismo convierte al hombre en una el principio mismo. Cuanto antes se interese, más posibili-
parte importante de la ecuación prenatal. Un factor igual- dades de beneficiarse tendrán su futuro hijo o su futura
mente vital del bienestar emocional del niño es la actitud hija.
del padre hacia su pareja. Diversos elementos pueden inci- Esta visión de la paternidad es ciertamente novedosa. A

26 27
decir verdad, la mayor parte de lo que aparece en las próxi-
mas páginas es novedoso y francamente radical, radical en
el sentido original de la palabra: un profundo cambio
desde la raíz del ser para alejarse de prácticas pasadas. Esto
y sólo esto es necesario si abrigamos la esperanza de pro-
ducir futuras generaciones de niños cada vez más sanos y
emocionalmente seguros. Capítulo 11

LOS NUEVOS CONOCIMIENTOS

Como profesor de psicolingüística' en París y autor


de varios libros y ponencias muy bien considerados, el
Dr. Alfred Tomatis conoce tan bien como cualquier otra
persona el valor de los datos científicos. También sabe
que, a veces, una anécdota puede esclarecer una cuestión
más eficaz y sencillamente que una docena de estudios.
Por ese motivo, cuando quiere ilustrar el poder formador
de las experiencias prenatales, suele narrar la historia de
Odile, una niña autista (que se aparta de la realidad) a la
que trató hace algunos años.
Al igual que la mayoría de los pequeños que padecen su
enfermedad, Odile era prácticamente muda. La primera
vez que el Dr. Tomatis la examinó en su consulta, la niña
no hablaba ni parecía oír cuando le dirigían la palabra. Al
principio, Odile se aferró tercamente a su silencio. De ma-
nera gradual, el tratamiento del Dr. Tomatis la volvió me-
nos callada. Al cabo de un mes, la niña prestaba atención y
hablaba. Como es lógico, sus padres se sintieron satisfe-
chos ante estos progresos, si bien, simultáneamente, se
mostraron algo perplejos: se dieron cuenta de que la com-
prensión de su hija mejoraba notablemente cuando habla-
ban en inglés en lugar de hacerlo en francés. Lo que más
los desconcertaba era ignorar dónde había adquirido

1. En la Escuela de Psicolog ía C línica del In stituto Cató lico.

29
Odile esos conocimientos. Ninguno de los dos hablaba Vinci. Los Cuadernos de Leonardo dicen más sobre las in-
mucho inglés en casa y, hasta que fue sometida a la asisten- fluencias prenatales que muchos de los textos médicos
cia del Dr. Tomatis, Odile -de cuatro años- había sido casi más modernos. En un pasaje especialmente penetrante, es-
totalmente insensible a la palabra hablada, al margen del cribió: «La misma alma gobierna los dos cuerpos ... las co-
idioma en que se pronunciase. Suponiendo incluso lo im- sas deseadas por la madre a menudo quedan grabadas en el
probable -que se las había ingeniado para aprenderlo niño que la madre lleva en su seno en el momento del de-
oyendo fragmentos de las conversaciones entre sus pa- seo ... una voluntad, un supremo deseo, un temor o un do-
dres- , ¿por qué ninguno de sus hermanos y hermanas lor mental que la madre siente tiene más poder sobre el
mayores (y normales) había hecho lo mismo? niño que sobre ella, dado que frecuentemente la criatura
Al principio, este hecho desconcertó al Dr. Tomatis, pierde su vida por este motivo.»
hasta que, un día, la madre de Odile mencionó casual- Los demás necesitamos cuatro siglos y la ayuda de otro
mente que durante la mayor parte del embarazo había tra- genio para alcanzar a Leonardo. En el siglo XVIII, el hom-
bajado en una empresa de exportación-importación de Pa- bre inició sus prolongados y atormentados amores con la
rís en la que sólo se hablaba inglés. máquina y las consecuencias se sintieron en todas partes,
La comprensión de que hasta los rudimentos de un incluida la medicina. Los doctores estudiaban el cuerpo
idioma pueden establecerse en el útero nos ha permitido humano casi del mismo modo que los niños de nuestros
trazar un círculo completo. Hace cuarenta años, esta idea días analizan los juegos de construcción. La enfermedad
habría sido descartada por imposible, mientras que hace consistía, simplemente, en averiguar qué ocurría y dónde
cuatrocientos habría sido aceptada como una realidad. y por qué lo que tenía que funcionar no iba bien. Lo im-
Nuestros antepasados eran claramente conscientes de que portante era lo que podía ser instantáneamente visto, to-
las experiencias de la madre se grababan en su hijo no na- cado y comprobado.
cido. Por ese motivo, los chinos crearon las primeras clíni- Todo esto era loable ... hasta cierto punto. Liberó a la
cas prenatales hace un milenio. También por este motivo medicina de las supersticiones que la habían obstaculi-
hasta las culturas más primitivas han advertido a las emba- zado durante los dos milenios anteriores y la situó en una
razadas que se alejen de hechos aterradores, como los in- posición más rigurosa y científica. Sin embargo, en el pro-
cendios. Siglos de observación les han demostrado las po- ceso, los médicos se tornaron casi irracionalmente des-
derosas consecuencias de la ansiedad y el miedo maternos. confiados de las cosas que no podían sopesarse, medirse u
En muchos textos antiguos, desde los diarios de Hipó- observarse al microscopio. Sentimientos y emociones eran
crates hasta la Biblia, se pueden encontrar datos sobre es- demasiado indefinidos, esquivos e impertinentes para este
tas influencias prenatales. En un expresivo pasaje de san novedoso y racional mundo de la medicina de precisión. A
Lucas (Lucas, 1:44), Elisabet afirma: «Porque así que sonó principios de este siglo, muchos de esos elementos «im-
la vo~ de tu salutación en mis oídos, exultó de gozo el niño precisos» fueron reintroducidos en el campo de la medi-
en mI seno.» cina a través de las teorías psicoanalíticas de Sigmund
Sin embargo, el primer hombre que asimiló la idea en Freud.
todas sus dimensiones no fue un santo ni un médico, sino La obra de Freud sólo aludía al niño no nacido. La con-
el gran artista, inventor y genio italiano Leonardo de cepción neurológica y biológica tradicional de su época

30 31
sostenía que un niño no era lo bastante maduro para sentir siológicas. En síntesis, necesitaban un modo de estudiar y
o experimentar significativamente hasta el segundo o ter- someter realmente a prueba al niño no nacido en el útero.
cer año de vida, motivo por el cual Freud también pensó Esto estaba más allá de las posibilidades de cualquier má-
que la personalidad no empezaba a desarrollarse hasta ese quina o aparato que entonces eXlStiera.
momento. De todos modos, a mediados de los sesenta, la tecnolo-
De todos modos, Freud realizó una importante aunq ue gía médica finalmente los alcanzó. Puesto que muchos de
accidental contribución, a la psicología prenatal. Demos- esos pioneros llegaron a una venerable y activa ancianidad
tró, más allá de toda duda, que las emociones y los senti- (algunos aún viven), tuvieron la satisfacción de ver gran
mientos negativos influyen adversamente en la salud fí- parte de sus hipótesis confirmadas por una nueva genera-
sica. Dio a esta idea el nombre de enfermedad psicosomá- ción de investigadores. La obra de neurólogos como Do-
tica. El hecho de que las enfermedades en que pensaba minick Purpura, del Albert Einstein Medical College de
cuando formuló este concepto fueran úlceras y migrañas Nueya York, y de Maria Z. Salam y Richard D. Adams, de
no tiene importancia, como tampoco la tiene que se cen- Harvard; de audiólogos como Erik Wedenberg, dellnsti-
trara en los efectos negativos, más que en los positivos, de tuto de Investigaciones Karolinksa de Suecia, y de obste-
l~ mente sobre la salud . Lo importante fue su compren- tras como Antonio J. Ferrería, del Mental Research Insti-
Slón de que una emoción podía crear dolor e incluso un tute de Palo Alto, del Dr. Albert Liley, de la Escuela para
cambio físico en el organismo. Algunos investigadores Pos graduados del National Woman's Hospital de Auck-
creían que, si esto era cierto, también resultaba posible que land, Nueva Zelanda, y de la Dra. Margret Liley -su espo-
una emoción pudiera modelar la personalidad del niño in- sa- , por fin proporcionó lo que tanta falta hacía: sólidas e
trauterino. indiscutibles pruebas fisiológicas de que el feto es un ser
En los años cuarenta y cincuenta, investigadores entre que oye, percibe y siente. A decir verdad, el niño intraute-
los que se incluyen Igor Caruso y Sepp Schindler, de la rino que surgió de la obra de estos hombres y mujeres era
Universidad de Salzburgo, Austria; Lester Sontag y Peter emocional, intelectual e incluso físicamente más desarro-
Fodor, de Estados Unidos; Friedrich Kruse, de Alemania; llado de lo que habían creído pioneros como Winnicott y
Dennis Stott, de la Universidad de Glasgow; D. W. Winni- Kruse.
cott, de la Universidad de Londres, y Gustav Hans Gra- Por ejemplo, los estudios demuestran que, en la quinta
ber, de Suiza, estaban convencidos de que las emociones semana, el feto ya desarrolla un repertorio sorprendente-
maternas influían precisamente de ese modo en el feto. mente complejo de actos reflejos. En la octava semana no
Pero no podían demostrarlo experimentalmente. sólo mueve fácilmente la cabeza, los brazos y el tronco,
En su condición de psiquiatras y psicoanalistas, sus úni- sino que, además, con estos movimientos ya ha labrado un
cos instrumentos eran sus ideas y criterios. Si bien en la dé- primitivo lenguaje corporal: expresa sus gustos yaversio-
cada de los cincuenta ya habían volado más alto en pos de nes con sacudidas y patadas bien colocadas. Lo que le de-
aquellas ideas que consideraron posibles cuando iniciaron sagrada especialmente es que lo manipulen. Basta presio-
sus investigaciones, aún necesitaban el modo de traducir- nar, urgar o pellizcar el vientre de la embarazada para que
l~s a referencias empíricas sólidas y verificables que pu- el feto de dos meses y medio se aleje de prisa (hecho obser-
dleran ser demostradas por sus colegas de las ciencias fi- vado mediante diversas técnicas).

32 33
Esta preocupación por la comodidad tal vez explique el todo momento oye. Además, tiene muchas cosas que oír.
motivo por el cual algunos recién nacidos son tan activos El abdomen y el útero de la embarazada son lugares muy
por la noche. En el útero, la noche era el momento más aje- ruidosos. Los retumbos estomacales de su madre son los
treado del día para el bebé. Una vez acostada, su madre es- sonidos más potentes que oye. La voz de ella, la de su pa-
taba lejos de sentirse relajada y sosegada. A causa de la aci - dre y otros sonidos ocasionales son más amortiguados,
dez estomacal, el estómago revuelto y los calambres en las pero igualmente le resultan audibles. Sin embargo, el so-
piernas, no dejaba de moverse de un lado a otro, e invaria- nido que domina su mundo es el rítmico tac del latido car-
blemente hacía como mínimo dos o tres visitas al cuarto díaco de la madre. Mientras mantiene su ritmo regular, el
de baño. En consecuencia, no me parece tan sorprendente niño intrctut~rino sabe qU,e todo es:á bien; ~e siente seguro
que algunos nií10s vengan al mundo con el ritmo del sueño y esa senSaCión de segundad persiste en el.
invertido. El recuerdo inconsciente del latido cardíaco de la madre
El dominio de las expresiones faciales se retrasa un en el útero parece ser la causa por la cual e! bebé se calma si
poco más que el de los movimientos generales del cuerpo. alguien lo sostiene contra su pecho o se adormece con el
Al cuarto mes, el niño intrauterino es capaz de fruncir el tic-tac constante de un reloj y el motivo por el cual los
ceño, bizquear y hacer muecas. Aproximadamente en ese adultos que trabajan en una oficina ajetreada rara vez se
momento adquiere los reflejos básicos. Basta acariciar sus distraen con e! repiqueteo rítmico de las máquinas de es-
párpados (hecho realizado experimentalmente en el útero) cribir o el zumbido uniforme de un acondicionador de
para que bizquee en lu gar de sacudir todo el cuerpo como aire. El Dr. Albert Liley también cree que éste es el motivo
hací~ antes; basta acariciarle los labios para que empiece a de que, cuando se pide a un grupo de personas que pongan
SUCClOnar. un metrónomo según un ritmo que las satisfaga, la mayo-
De cuatro a ocho semanas después es tan sensible al ría opte por uno que va de los cincuenta a los noventa gol-
tacto como un niño de un año. Si se le cosq uillea acciden - pes por minuto ... aproximadamente equivalente a los lati-
talmente el pericráneo durante un examen médico, mueve dos de! corazón humano.
la cabeza de prisa. El agua fría le desagrada mucho. Si ésta Otro experto, Elias Carnetti, opina que e! recuerdo pri-
se inyecta en el vientre de su madre, el fe to patalea enérgi- mitivo del latido del corazón de nuestras madres también
camente. explica muchas cosas acerca de nuestros gustos musicales.
Quizá lo más asombroso de esta criatura tan sorpren- Sostiene que todos los ritmos de tambor conocidos se
dente sean sus gustos selectivos. En general, no considera- ajustan a uno de dos patrones básicos: a la rápida retreta de
mos un gourmet al feto, pero en cierto modo lo es. Basta las pezuñas de los animales o al medido latido del corazón
añadir sacarina a su dieta normalmente suave de líquido humano. El patrón de las pezuñas animales es fácil de
amniótico para que su tasa de in gesti ón se duplique. Basta comprender: un lejano vestigio del pasado del hombre
agregar un aceite de mal sabor y parecido al yodo, llamado como cazador. Pero es el ritmo de! latido cardíaco e! que
Lipidol, para que esas tasas no sólo disminuyan brusca- está más extendido por el mundo ... incluso en las culturas
mente, sino que, además, el feto haga una mueca . cazadoras que aún subsisten.
Investigaciones recientes tam bién demuestran que, a Boris Brott está convencido, sin lugar a dudas, de que su
p artir de la semana veinticuatro, el niJlo intrauterino en interés por la música se despertó en el útero. Muchos otros
34 35
músicos -incluidos Arthur Rubistein y Yehudi Menuhin- La visión del nií'i.o no es especialmente aguda al nacer.
afirman lo mismo. Además, en una impresionante serie de El recién nacido sólo tiene un 20/500 de visión, lo que sig-
nuevos estudios, la audióloga Michele Clements ha de- nifica que no distingue un árbo¡' a medio campo de fútbol
mostrado que el niño no nacido tiene claros gustos y aver- de distancia. De todos modos, ni los árbo les ni los cam pos
siones musicales ... que también son selectivos . de fútbol tienen mucho que ver con ese momento de su
Como ya he dicho, Vivaldi es uno de los compositores vida. Si están cerca, puede ver los objetos de su mundo con
preferidos de los niños intrauterinos, al igual que Mozart. bastante claridad. Puede discernir la mayoría de los rasgos
La Dra. Clemens explica que, cada vez que se hacía sonar del rostro de su madre si se encuentra entre quince y
una de sus excelsas composiciones, los ritmos cardíacos de treinta centímetros de distancia. Igualmente impresio-
los fetos invariablemente se estabilizaban y disminuía el nante es el hecho de que, desde una distancia de dos me-
pataleo. Por su parte, la música de Brahms, Beethoven y tros setenta, pueda divisar el contorno de un dedo.
todos los estilos de música rack aturdían a la mayoría de El doctor Liley plantea una teoría fascinante con res-
los fetos . Pataleaban violentamente cuando sus madres pecto a esta cuestión. Considera que las deficiencias visua-
ponían discos de estos compositores. les de un bebé pueden ser, al menos parcialmente, la con-
En los años veinte, un investigador alemán dio cuenta secuencia de un hábito que adquirió en el útero. Sostiene
de una reacción aun más definida. Varias de sus pacientes que si un infante no se interesa mucho por los objetos que
embarazadas le explicaron que habían dejado de asistir a se enc uentran a más de treinta o cuarenta y cinco centíme-
conciertos porque sus niños no nacidos reaccionaban tem- tros de distancia, ello se debe a que dicha distancia corres-
pestuosamente ante la música. Casi medio siglo después, pondr al tamaí'i.o del ho gar que acaba de dejar.
el doctor Liley y sus colegas descubrieron, por fin, la El hecho de que el niño intrauterino tenga habilidades
causa. El equipo del doctor Liley comprobó que, a partir demostradas para reaccionar ante su entorno a través de
de la semana veinticinco, el feto literalmente salta al ritmo los sentidos, muestra que está en posesión de los requisitos
de los golpes del tambor de una orquesta, lo cual, sin duda, básicos del aprendizaje. Sin embargo, la formación de la
no es un modo muy reposado de pasar una velada. personalidad exige algo más. Como mínimo absoluto re-
Por razones obvias, la visión del niño intrauterino se de- quiere la conciencia. Para que sean significativos, los pen -
sarrolla con más lentitud: aunque no está totalmente a os- samientos y los sentimientos de la madre no pueden regis-
curas, el útero no es el lugar ideal para practicar la visión. trarse en el vacío. Su hijo ha de ser agudamente consciente
Esto no significa que el feto no vea. A partir de la semana de lo que ella piensa y experimenta. Igualmente indispen-
dieciséis es muy sensible a la luz. Sabe en qué momento su sable es el hecho de que el feto puede interpretar sus pen-
madre toma baños de sol a causa de los rayos que lo alcan- samien tos y sentimientos con toda sutileza y complejidad.
zan. Aunque, en general, esto no lo perturba, una luz En el útero recibe muchos memajes y tiene que poder dis-
apuntada directamente al vientre de su madre le molesta. tingu ir entre los fundamentales y los que no lo son, sobre
Suele volver la cara y, aunque no lo haga, la luz lo sobre- qué mensJjes ha de obrar y cuáles tien e que descartar. Por
coge. U n investigador provocó espectaculares fluctuacio- último, debe recordar lo qu e éstos le transmiten. Si no
nes en el latido cardíaco de un feto apuntando una luz in- puede hacerlo, por muy crítico que sea su contenido, éste
termitente al vientre de la embarazada. no se registrará durante más de unos momentos.

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Todo esto es mucho pedir a un niño muy pequeño, mo - mienzan a reaistrar períodos de sueño REM, ' que en los
tivo por el cual algunos investigadores todavía rechazan adultos significa la presencia de estados oníricos. Su-
enérgicamente la idea de que la personalidad comienza a pongo que, aunque es imposible decir si los REM del feto
formarse en el útero. Sostienen que las capacidades emo- significan lo mismo, si el niii.o soñara -con la salvedad de
cionale~, intelectuales y neurológicas' que supone este la diferencia de experiencia-, sus sueños no serían muy
cOI?ple¡o proceso están fuera del alcance del niño intrau- distintos de los nuestros. Por ejemplo, podría soñar que
terino . mueve las manos y los pies, o que oye ruidos . Incluso es
. Estas objeciones ig~oran ciegamente lo que se ha apren- posible que pueda sintonizar con los pensamientos o sue-
dIdo de manera expenmental. Los recientes estudios neu- ños de su madre, de modo que los sueños de ella se con-
rológicos no sólo demuestran que la conciencia -el más vierten en los suyos.
importante de los tres requisitos- existe en el útero, sino Otra posibilidad planteada por tres investigadores del
que también indican con toda precisión el momento en sueño norteamericanos -los doctores H. P. Roofwarg,
que comienza. El doctor Dominick Purpura -director de J. H. Muzil y W . C. Dement- sostiene que los períodos
la muy respetada revista Brain Research, profesor del Al- REM son el equivalente del levantamiento de pesos por
bert Einstein Medical College y jefe de la sección de estu- parte de l cerebro del feto . Dichos investigadores afir-
dios sobre el cerebro de los Institutos Nacionales de Sa- man que, para desarrollarse de manera correcta, el cere-
lud- sitúa el comienzo de la conciencia entre las semanas bro fetal tiene que ejercitarse y que la actividad neuroló-
veintiocho y treinta y dos. Señala que, en ese momento, los gica de los períodos REM no es más que eso: ejercicios
circuitos neurales del cerebro están tan desarrollados mentales.
como en un recién nacido. ' Este dato es fundamental por- Los -primeros y delgados fragmentos de huellas de la
que los mensajes son retransmitidos a través del cerebro y memoria comienzan a atravesar el cerebro fetal alrededor
d e éste a diversas partes del cuerpo a través de dichos cir- del tercer trimestre, aunque es difícil determinar el mo-
cuitos. Aproximadamente en la misma época, la corteza mento exacto. Algunos investigadores sostienen que el
cerebral madura lo suficiente como para sustentar la con- niño puede recordar a partir del sexto mes y otros afirman
ciencia. Esto es asimismo importante porque la corteza es que el cerebro no adquiere los poderes de evocación hasta,
l~ p~rt~ más elevada y compleja del cerebro, la parte más por lo menos, el octavo mes. Sin embar~o, es indudable
dlstI.ntlvamente humana y la que utilizamos para pensar, qu e el niño intrauterino recuerda o retIene sus evoca-
sentIr y recordar. cIOnes.
Pocas semanas después, las ondas cerebrales se vuelven En un libro de reciente aparición, el psiquiatra checos-
definid as, lo que permite distin gUIr con facilidad entre los lovaco Stanislav Grof cuenta que un hombre sometido a
estados de sueño y de vi gilia del niño. Ahora está mental- medicación describió con toda exactitud su cuerpo fetal
mente activo incluso mientras duerme. A partir de la se- - lo a rande que era su cabeza en comparación con sus pier-
mana treinta y dos, las pruebas sobre ondas cerebrales co- nas ~ brazos- y cómo se sentía al encontrarse en ~l tibi? lí-
quido amniótico y unido a la placenta. A continUaCiÓn,
1. Es li no de los I11C1t i\'o~ por los l'lla les las t.IS.l> de sllpen 'i \'enci, de los prel11 ;lt ll ros
.1lI me nt ,1Il no t.1ble mente al r"l.\ 1de l segllndo trim estre v a partir de ento nces.

38 39
mientras describía los sonidos de su corazón y los de su inyección de un grupo de sustancias químicas ' llamadas
madre, se interrumpió súbitamente en mitad de la frase y catecolaminas, que aparecen naturalmente en la s~ngre de
anunció que podía oír voces amortiguadas fuera del útero; animales y seres humanos asustados. En los experImentos
risas y gritos de voces humanas y el cascado toque de las de! doctor Cannon, se extrajeron las catecolaminas de los
trompetas de la feria. Del mismo modo repentino e inex- animales ya asustados y a continuación se inyectaron a un
plicable, el hombre declaró que estaba a punto de ser se~undo grupo de animales relajados. En pocos segundos
parido. y ~n provocación, todos los an~males serenos también co-
Intrigado por la intensidad y los detalles del recuerdo de menzaron a mostrarse aterrOrIzados.
su paciente, el doctor Grof se puso en contacto con la ma- Posteriormente, el doctor Cannon descubrió que lo que
dre de éste, que no sólo confirmó los detalles de la historia provocaba este efecto extraordinario er~ la capa.cidad de
de su hijo, sino que también añadió que fue la agitación de las catecolaminas para actuar como un SIstema Circulante
la feria lo que precipitó el alumbramiento. De todos mo- de alarma contra incendios. Una vez introducidas en e! to-
dos, la mujer se sorprendió ante las preguntas del doctor rrente sanguíneo, provocan todas las reacciones fisiológi-
Grof. A lo largo de todos esos años había mantenido deli- cas que asociamos con e! miedo y la ansiedad. ~l hecho de
beradamente en secreto su visita a la feria, pues su madre le que el sistema sanguíneo corresponda a un ammal o a un
había advertido que, si lo hacía, le podía ocurrir algo así. niño no nacido apenas implica diferencia. En el cas? del
Se asombró de que e! médico estuviese enterado de su feto, la única distinción corresponde a la fuente de dIchas
paseo. sustancias: provienen de su madre cuando ésta se per~~rba.
Cada vez que incluyo esta anécdota en una conferen- En cuanto atraviesan la barrera de la placenta, tambIen lo
cia, los profanos asienten significativamente. La idea de
perturban a él. . . . . ,.
que un niño intrauterino recuerde les parece una cosa En rigor, esto torna prInCIpalmente flSlOlogICOS la a~-
bastante natural. Lo mismo se aplica a la conciencia del siedad y e! miedo del niño intrauterino. El impacto dI-
feto: la mayoría de las personas la consideran una idea to- recto inmediato y más verificable de las hormonas mater-
talmente lógica, sobre todo las mujeres que están o estu- nas s~ da en su cuerpo, no en su mente. Sin embargo, en e!
vieron embarazadas. Sin embargo, lo que provoca mira- curso del proceso, estas sustancias lo empujan hacia una
das de desconcierto y preguntas del público es la afirma- conciencia primitiva de sí mismo y de la faceta puramente
ción de que e! niño intrauterino puede percibir los emocional de los sentimientos. Se trata de un proceso com-
pensamientos y sentimientos de su madre. Preguntan plicado, y en el próximo capítulo. analizaremos cómo
cómo es posible que un niño pueda descifrar los mensajes tiene lu~ar. De momento, baste deCir que cada oleada de
maternos que expresan «amor» y «consuelo» cuando no hormon~s maternas lo arranca de la inexpresividad que es
tiene modo alguno de saber lo que estos estados afectivos su estado normal en e! útero y lo introduce en una especie
significan. de receptividad. Algo excepcional -quizá inquietamente-
Los primeros indicios de respuesta para esa pregunta ha ocurrido y, puesto que es humano, el feto trata de dar
surgieron en 1925, cuando e! biólogo y psicólogo nortea-
mericano W. B. Cannon demostró que el miedo y la ansie-
l . ESll' ~rllpo ·-en el que S~ il1dlly~1l la ~pinclril1a. la norepinefrin;l y la dop.lmin;l- ;a:tú;l
dad pueden provocarse bioquímicamente mediante la 1,'. 01110 transrl1isordentro del SiSh.'Ill .1 nernoso :llll0I101ll0.

40 41
sentido a ese hecho. Aunque no plantea el interrogante violenta pelea entre perros, sufrir un susto en el trabajo o
de esta manera, lo que en realidad se pregunta es: «¿por ver que uno de sus hijos se escapaba durante un día.
qué?» Como es lógico, podría suponerse que, puesto que estos
Gradualmente, a medida que su cerebro y su sistema sustos fueron efímeros, quizá la exposición relativamente
nervioso maduran, comenzará a encontrar respuestas no breve a las hormonas maternas no dañó la salud física y
sólo en la faceta física de los estados afectivos de su ma- emocional de sus hijos. Según esa misma lógica, todos los
dre, sino también en la emocional. Este proceso no es bebés del estudio expuestos a tensiones intensas y a largo
tan concreto como lo hacen parecer las palabras. En el plazo deberían haber nacido enfermizos. Pero no fue así.
sexto o séptimo mes, el niño no nacido es capaz de ha- En realidad, surgió una distinción muy sutil entre las ten-
cer discriminaciones bastante sutiles con relación a las siones. Los datos del doctor Stott demostraron que con-
actitudes y los sentimientos de su madre y, lo que es tratiempos prolongados que no afectaban directamente la
más importante, comienza a responder a ellos. seguridad emocional de la mujer -por ejemplo, la ~nfer­
Una de las mejores pruebas que conozco de este he- medad de un pariente próximo- tenían poco o mngún
cho es una extraordinaria serie de investigaciones pre- efecto en su hijo no nacido, mientras que las tensiones per-
sentadas a principios de 1970 por el doctor Dennis sonales a largo plazo lo tenían con frecuencia. En general,
Stott. Dados los evidentes problemas de comunicación, se trataba de tensiones con un miembro próximo de la fa-
el niño intrauterino o el recién nacido no pueden expli- milia, el marido y, en algunos casos, un pariente político.
carnos qué sentimientos maternos percibió en el útero Según el doctor Stott, además de ser personales, otros dos
ni cómo reaccionó ante ellos, pero, al igual que los de- elementos caracterizaban dichas tensiones: «Tendían a ser
más mortales, está sujeto al efecto psicosomático. constantes o propensas a estallar en cualquier momento y
Cuando es feliz, suele florecer físicamente; cuando está eran imposibles de resolver.,> Me parece que el hecho de
muy turbado, con la misma frecuencia se vuelve enfer- que diez de las catorce mujeres de este estudio someti.das a
mizo y emocionalmente inestable. Puesto que la princi- tensión tuvieran hijos con problemas físicos o emocIOna-
pal fuente de su vida emocional en el útero es la madre, les supera todo lo que pueda explicarse exclusivame?te en
el doctor Stott supuso que el estado físico y emocional términos fisiológicos. Al fin y al cabo, este y el otro tI po de
del niño al nacer y en los años inmediatamente posterio- tensiones a largo plazo estudiadas por el doctor Stott eran
res permitiría hacerse una buena idea del tipo de mensa- intensas; en consecuencia, existían las mismas posibilida-
jes maternos que recibió en el útero y la exactitud con des de enviar grandes cantidades de hormonas maternas al
que los percibió. torrente sanguíneo.
Si estaba en lo cierto, los contratiempos maternos a El único modo de dar sentido a la diferencia es en térmi-
corto plazo no debían afectarle tan profundamente nos de percepción. En un caso, los niños pudieron sentir
como los de largo plazo. Yeso es lo que descubrió en que, aunque muy real, la aflicción de su madre no e:a ,ame-
una de sus investigaciones. Ningún efecto negativo -6- nazadora para ella ni para ellos; en el otro, perCIbIeron
sico o emocional- era evidente en los vástagos de muje- agudamente que su aflicción significaba una amenaza.
res que durante el embarazo habían padecido una ten- Lamentablemente, uno de los elementos que el doctor
sión bastante intensa pero breve, como presenciar una Stott no analizó en su investigación fue lo que sentían ha-

42 43
cia sus hijos no nacidos las madres con tensión personal. nuevos experimentos psicológicos ingeniosamente dise-
Sospecho que, si lo hubiera hecho, habría descubierto que ñados.
la intensidad de los sentimientos de la mujer hacia su hijo Después de seguir a dos mil mujeres dura?te el emba-
puede reducir el impacto que sus contratiempos ejercen er: razo y el alumbramiento, la doctora .Mol11ka Lukesch
él. Su amor es lo más importante y, cuando el niño lo per- - psicóloga de la Universidad Constantllle, de Fra~kfurt,
cibe, a su alrededor se forma una especie de escudo protec- República Federal de Alemania- llegó a la conclu~lón de
tor que puede disminuir o, en algunos casos, neutralizar el que la actitud de la madre producía el efecto más Impor-
impacto de las tensiones del exterior. tante en la forma de ser del infante. Todas ellas provenían
Sería difícil imaginar un embarazo más tumultuoso que de la misma extracción económica, eran igualmente inteli-
el que soportó una mujer a la que llamaré Susano Sin ma- gentes y habían goza~o del n:is~o grado y c~li~a~ de asis-
rido -el esposo la había abandonado pocas semanas des- tencia prenatal. El Úl11CO y pnnclpal factor dlStllltlVO era la
pués de que ella se enterara de que estaba embarazada- y actitud hacia sus hijos no nacidos, que resultó tener un
acosada por permanentes problemas económicos, Susan efecto crítico en los bebés. Los hijos de las madres acepta-
ya tenía dificultades más que sobradas, cuando, en el sexto doras -las que deseaban tener descendencia- eran emocio-
mes de embarazo, se le detectó un quiste precanceroso en nal y físicamente mucho más sanos al nacer y después que
un ovario. Se planteó su extirpación inmediata y, al comu- los vástagos de madres rechazadoras.
nicarle que la intervención quirúrgica la haría abortar, Su- El doctor Gerhard Rottmann, de la Universidad de
san se negó. Mediada la treintena, Su san estaba conven- Salzburgo, Austria, llegó a la misma conclusión. Su estu-
cida de que era su última oportunidad de tener un hijo y lo dio es especialmente digno de mención porque demuestra
deseaba desesperadamente. Más tarde me dijo: «Nada más las sutiles distinciones emocionales que es capaz de hacer
tenía importancia. Habría corrido cualquier riesgo con tal el feto.
de tener a mi hijo.» Me parece que, a cierto nivel, su hija Sus sujetos, ciento cuarenta y una mujeres, fueron clasi-
percibió ese deseo. Andrea, nombre que recibió la pe- ficadas en cuatro categorías emocionales, basadas en la ac-
queña, nació sana y en el momento de escribir este libro, titud que tenían hacia el embarazo. Los hallazgos de las
dos años después, es una nií'ia normal, feliz y bien categorías más extremas, que prácticamente imitaban las
adaptada. de la doctora Lukesch, no plantearon sorpresas. Las muje-
En síntesis, aunque las tensiones externas que afronta res a las que el doctor Rottmann calificó de Madres Idea-
una mujer tienen importancia, lo más esencial es lo que les (porque las pruebas psicológ.icas demost~aban q~e de-
siente hacia su hijo no nacido. Sus pensamientos y senti- seaban a sus hijos tanto conSClente como lllconSClente-
mientos son el material a partir del cual el niño intraute- mente) tuvieron los embarazos más fáciles, los partos
rino se forja a sí mismo. Si son positivos y nutritivos, el menos problemáticos y los vástagos ~ísica y en:ocional-
niño puede -como en el caso de Andrea- soportar choques mente más sanos. Las mujeres con actitud negativa -a las
prácticamente de cualquier dirección. Pero no se puede que llamó Madres Catastróficas- como grupo, tuvieron
engañar al feto. Si es hábil para percibir lo que en líneas los problemas médicos más difíciles durante el embarazo
generales está en la mente de su madre, aun lo es más para y alumbraron la tasa más elevada de infantes prematuros,
percibir su actitud hacia él, como demuestra una serie de de poco peso y emocionalmente perturbados.

44 45
De todos mod~s, los da~os más interesantes surgieron niños y sus familias, calcula que una mujer miembro de un
de los dos grupos IntermedIOs del estudio del doctor Rott- matrimonio mal avenido corre un riesgo 237 veces supe-
mann. Sus Madres Ambivalentes estaban exteriormente rior de alumbrar un niño psicológica o físicamente en-
contentas con su gestación. Maridos, amigos y familiares fermo que una mujer que vive una relación segura y nu-
~uponían. que estas mujeres deseaban ser madres. Sus hijos ' ntlva.
Intrautennos sabían que no era así. Sus sensores habían Según el doctor Stott, incluso peligros tan ampliamente
captado la misma ambivalencia subconsciente presente en reconocidos como la enfermedad física, el consumo de ta-
los tests psicológicos del doctor Rottmann. Al nacer, un baco y la realización de un trabajo agotador durante el em-
porcentaje extraordinariamente elevado de estos niños barazo, plantean un riesgo menor para el niño intraute-
presentó problemas de conducta y gastrointestinales. Los rino. Sus cifras son convincentes. Descubrió que los
n!ños no nacidos de Madres Indiferentes también pare- matrimonios desdichados tenían hijos que, de pequeños,
Clan es.tar p:ofundamente confundidos con respecto a los eran cinco veces más asustadizos que los vástagos de rela-
mensajes mIxtos que captaban. Sus madres tenían diversas ciones felices. Estos pequeños seguían acosados por pro-
razones para no desear descendencia -habían hecho ca- blemas hasta bien entrada la infancia. El doctor Stott des-
rrera, tenían problemas económicos, todavía no estaban cubrió que a los cuatro y cinco años tenían un tamaño
preparadas para ser madres-; no obstante, los tests del insuficiente, eran tímidos y emocionalmente dependían
doctor Rottmann demostraban que inconscientemente de sus madres en grado excesivo. Estos datos resultan per-
deseaban el e~1barazo. ~n algún nivel, los niños captaron turbadores. También es importante recordar que un
ambos mensajes, que eVIdentemente los confundieron. Al vínculo madre-hijo fuerte y nutritivo puede proteger al
nacer, un porcentaje extraordinariamente elevado de ellos feto incluso de choques muy traumáticos.
eran apáticos y aletargados. Además, en la psicología humana no existen correlacio-
¿Qué I?uede decirse de la influencia del padre? Como ya nes en proporción de uno a uno. El hecho de que un niño
he mencIOnado, todas las pruebas demuestran que la cali- sea producto de un matrimonio desdichado o de una ma-
dad de la relación de !a mujer. con su marido o compañero dre indiferente, ambivalente o incluso catastrófica, no ne-
- el hecho de que se slen.ta felIz y ~egura o, a la inversa, ig- cesariamente significa que de adulto se convierta en un
norada y amenazada- ejerce una mfluencia decisiva en el caso de esquizofrenia, alcoholismo, promiscuidad o agre-
niño ?O nacido. La doctora Lukesch, por ejemplo, valora sividad. N o hay nada tan preciso en la mente. Sin em-
la cahdad de la relación de la mujer con el esposo en se- bargo, el útero es el primer mundo del niño. El modo en
gundo lugar, anteponiendo únicamente su actitud hacia la que lo experimenta -como amistoso u hostil- crea predis-
~~ternidad en la determinación de la personalidad del posiciones de la personalidad y el carácter. En un sentido
nInO. muy real, el útero establece las expectativas del niño. Si ha
C~mo acabamos de ver, el doctor Stott también opina sido un entorno cálido y amoroso, probablemente el niño
que este es un elemento decisivo. Califica un mal matri- esperará que el mundo exterior sea igual. Esto provoca
monio o una_relació~ negativa ~omo una de las principales. una predisposición hacia la confianza, la franqueza, la ex-
causas de dan o emOCIOnal y físICO en el útero. Sobre la base troversión y la seguridad en sí mismo. El mundo será su
de un estudio reciente realizado con más de mil trescientos envoltura tal como lo ha sido el útero. Si dicho entorno ha
46 47
sido hostil, el niño esperará que su nuevo mundo sea igual- De una manera muy distinta, se apreció la misma correla-
mente poco atractivo. Estará predispuesto hacia la des- ción en los adolescentes que habían reaccionado en exceso
confianza, el recelo y la introversión. Relacionarse con (evaluado según las fluctuaciones de s~ ritmo card~aco) al
otros será difícil, lo mismo que la afirmación de sí mismo. ruido producido en el útero. E~ conJu.nto? todaVla eran
La vida será más dificultosa para él que para un niño que notablemente emotivos. Estas diferenCias mcluso apare-
ha tenido una buena experiencia uterina. cieron en los estilos cognoscitivos o de pensamiento de
Hasta cierto punto, podemos medir dichas predisposi- ambos grupos. Cuando los investigadores mostraron una
ciones. La timidez de los pequeños que dan los primeros imagen a uno de los adolescentes que llamaré d~ alta reac-
pasos y que han sido calificados de ansiosos en el útero es ción, éste fue mucho más propenso a dar una mterpreta··
una muestra de las caracteríticas prenatales vaticinadoras ció n emocional y creativa, describiendo no sólo lo que ha-
de la conducta posterior; un ejemplo aun más claro es un bía en la imagen, sino lo que pensaba que sentía l~ gel:te
estudio a largo plazo sobre los adolescentes, realizado po- representada en ella, si estaban tristes o conten~os, mql~l_e­
cos años después en el mismo centro, el Instituto de Inves- tos o despreocupados. Por su parte, los de b~Ja reacclO~
tigaciones Fels de Yellow Springs, Ohio. Como cabía es- solían hacer descripciones muy concretas. Lo que des~n­
perar, los investigadores no hallaron una correlación bían era lo que veían espontáneamente. delant: de s~s oJ.~s.
exacta entre la conducta de los sujetos in utero y su con- En sus interpretaciones había poca o mnguna ImagmaclOn
ducta como adolescentes. De todos modos, las relaciones o talento.'
surgidas fueron significativas e interesantes. En el próximo capítulo analizaremos las fuerzas prena-
En este caso, la vara de medir era el ritmo cardíaco que, tales que contribuyen a modelar el carácter.
al igual que la actividad, es un buen indicador de la perso-
nalidad del feto. Al controlarlo, podemos determinar de
qué manera cada niño reacciona ante las tensiones y los te-
mores (en este caso, la fuente era un ruido fuerte produ-
cido cerca de la madre) y de este modo aprender algo sobre
el estilo de su personalidad. Lo que torna tan significati-
vos los hallazgos de la investigación del Instituto Fels no
es sólo la demostración de que, al igual que los demás,
cada niño intrauterino reacciona ante la tensión según su
peculiaridad, sino también que esa reacción nos dice algo
importante acerca de la personalidad futura del niño.
Analicemos a los que denominaré de baja reacción, es
decir, los fetos que, a juzgar por la constante estabilidad de
su ritmo cardíaco, apenas se inmutaban al oír el ruido.
Quince años después, esos jóvenes apenas se inmutaban J. Este eSllIdio demuestra lo cuidadoso que hay que ser al e"aluar la personalid.u! .Id
ante lo inesperado. Los investigadores descubrieron que nii\o intr;\uterino odel rc..:ién n:'\I.:ido. Para su desarrollo tllturO~ es peligroso (on~tlfcrar
.bueno. al bebe porque es pl:kido. o .malo- porque alborota en el útero. Hay <]lIe deJar ,)"e
mantenían el control de sus emociones y de su conducta. Lada llii10 desarrolle su pe rsonalid:ld s in que los padres preJuzguen 51 es bueno o m:llo.

48 49
Capítulo III

EL YO PRENATAL

A fines de 1944 apareció una asombrosa ponencia


que podemos considerar precursora del estudio sobre ado-
lescentes realizado por el Instituto Fels. Titulada «La gue-
rra y la relación materno-fetah>, surgió de observaciones
que su autor -el doctor Lester W. Sontag- había realizado
acerca del modo en que determinadas ansiedades mater-
nas graves influían en el desarrollo de la personalidad del
feto . Estas tensiones específicas giraban en torno a amena-
zas dirigidas al marido de la gestante, y lo que ocurrió no
sólo fue que las mujeres sometidas a ellas tuvieron niños
más caprichosos. El doctor Sontag consideró que los pro-
blemas de esos niños eran de origen físico. En el momento
en que la guerra había convertido en una realidad coti-
diana lo que en tiempos de paz eran temores ocasionales
de peligro para cientos de miles de embarazadas cuyos
maridos estaban en el frente, el doctor Sontag se interesó
por el bienestar de los hijos que llevaban en su seno esas
madres de tiempos bélicos. Suponía que esas intensas an-
siedades maternas podían alterar físicamente en el útero
los reguladores emocionales del niño y que, por ese mo-
tivo, muchos de esos bebés se comportarían de un modo
distinto, quizá más inestablemente, que los niños nacidos
en tiempos mejores.
En el presente, la ponencia del doctor Sontag parece ex-
cepcionalmente presciente, sobre todo porque previó de

51
rr:?do correcto que las tensiones que aumentan la produc- con su aparato neurológico y su sistema de circulación
Clon n~urohorm?nal materna -por ejemplo, las amenazas sanauínea. En consecuencia, estos enlaces neurohormo-
al ~ando- ~cr~clentan la susceptibilidad biológica del niño
b .
nales son vitalmente importantes porque constituyen uno
hac Ia la aflIccIón emocional. Los contratiempos del pe- de los pocos modos en que la madre y su hijo intrauterino
q ueñ~ no sól~ surgen de las consecuencias psicológicas de pueden sostener un diálogo emocional. En general, es la
la ansIedad, ~1ll0 también de las físicas. En general, cada madre quien inicia el diálogo. Al percibir una acción o
factor es tan Importan te como los demás en la determina- pensamiento, su cerebro lo convierte instantáneamente en
ción del tono y la or~e ntación de la mente. Al igual que el un a emoción y orienta su organismo para que produzca
doctor Sontag, considero que, en estos casos, el niño se un conjunto adecuado de respuestas. El proceso tiene lu-
torna emocionalmente más voluble porque sus mecanis- gar en la corteza cerebral, la capa exterior del cerebro; .di-
mos orgánicos han sido alterados de manera significativa rectamente debajo de ésta, en el hipotálamo, la percepCIón
en el útero mediante una producción excesiva de neuro- o idea recibe untono emocional y un conjunto apropiado
ho~monas por parte de su madre. A 10 largo de la vida se- de sensaciones físicas . (Este proceso también funciona a la
gUIrá desarrollándose y cambiando, pero su capacidad de inversa. U na sensación -por ejemplo, un dolor en el bra-
desarrollo y ~am~io estará biológicamente entorpecida zo- se traducirá primero en una emoción, digamos el
po r sus expenenClas prenatales. Dadas sus limitaciones miedo, en el hipotálamo, y una milésima de segundo des-
biológicas intrínsecas, a veces le resultará más difícil fun- pués en un pensamiento, «me he roto el brazo», en la cor-
cionar tan bien como aquellos que no las tienen. teza cerebral.)
El doctor Sontag denominó somatopsíquico a este fenó - Todas las sensaciones reales que relacionamos con esta-
meno y lo definió como el modo en que <<los procesos fi- dos como la ansiedad, la depresión y la excitación se ini-
siológicos ?ásicos afectan la estructura de la personalidad, cian en el hipotálamo; pero los cambios físicos reales que
la percepción y el comportamiento de un individuo», lo las emociones provocan se crean en los dos centros con-
cual 10 convierte en el espejo de lo psicosomático. En el trolados por aquél: el sistema endocrino y el sistema ner-
caso?e lo somatopsíquico, en lugar de que la personalidad vioso autónomo (SNA). En el caso de una gestante que se
predlspon.ga al organismo hacia úlceras o hipertensión, asusta súbitamente, el hipotálamo ordena al SNA que ace-
los mecanismos orgánicos predisponen a la persona a tras- lere el latido cardíaco, dilate las pupilas, haga sudar la
tornos psicológicos como la ansiedad o la depresión. Todo palma de las manos y eleve la tensión sanguínea; simultá- .
l~ qu~ ahora estamos aprendiendo acerca de los complejos neamente, el sistema endocrino recibe la señal de aumen-
CIrcUItos neurohormonales' que relacionan a la madre con tar la producción de neurohormonas. Al inundar el to-
e! niño no nacido, sustenta las tesis que hace una genera- rrente sanguíneo, estas sustancias modifican la química
CIÓ~ rlanteó en términos .:speculativos el doctor Sontag. corporal de la mujer y, en última instancia, la de su hijo no
FlsIcamente, madre e hIJo no comparten un cerebro ni nacido. He utilizado el miedo como ejemplo, pero otras
un sistema nervioso autónomo comunes; cada uno cuenta emociones también pueden desencadenar este proceso,
emociones que, si son intensas y constantes, están en con-
. 1. Me refiero.a sustanc ias co mo la adrenalina. la noradren alina, la seroto nina, la ox ito-
cma, etc., pr~duCldas por bs glándulas del organismo y que, al atravesar la placenta, pueden diciones de alterar los ritmos biológicos normales del niño
afectar al nmo intrauterino.
intrauterino.
52
53
Una de las formas en que esto ocurre es creando una s rado de susceptibilidad dependía sobr.e todo del gr~do d.e
predisposición emocional hacia la ansiedad. Se trata de un desarrollo en que se encontraban los SUjetos (a la sazon, 111-
proceso más psicológico que físico, y más adelante vere- ños no nacidos) cuando los alcanzó el hambre. Pade~er
mos cómo ocurre. Otro modo más grave es creando una hambre en los primeros cuatro o cinco n:eses de gestación
predisposición física hacia la ansiedad a través de una alte- parecía ejercer el mayor efecto; la obeSidad era muy fre-
ración de los centros de procesamiento emocional del or- cuente entre los hombres cuyas madres habían estado mal
ganismo. Aún ignoramos exactamente en qué punto el ce- alimentadas en dicha época. El equipo llegó a la conclu-
rebro y el sistema nervioso del feto son más vulnerables a sión de que la privación nutritiva en ese período afecta. la
los excesos de neurohormonas maternas relacionadas con di sposición de las zonas hipotalámicas que regulan la m-
la tensión, y no conocemos con claridad los tipos de cam- aestión de alimentos y el desarrollo.
bios provocados por dichas neurohormonas. De todos n Pruebas directas sobre la influencia de la tensió~ en. el
modos, pruebas recientes demuestrln que el hipotálamo y desarrollo hipotalámico surgen .de un. nu~~o estU?lO fm-
sus puestos avanzados en el organismo del feto pueden ser landé s. Todos los sujetos de la mveStlgaclOn hablan per-
particularmente vulnerables. dido a su padre mientras estaban en el útero o po~o de~­
Esto resulta significativo porque, como ya hemos di- pués de nacer; fue esta diferencia lo que desrerto ellnteres
cho, el hipotálamo es el regulador emocional del orga- de los doctores Matti Huttunen y Pekka Nlskanen. Indu-
nismo. Si queda situado demasiado alto o demasiado bajo, dablemente, la muerte del marido somete a una gran te.n-
el hipotálamo - o los mecanismos que controla, como los sión a la mujer, tensión que automáticamente se transmite
sistemas endocrino y nervioso autónomo- no funcionará a su hijo. Los investigadores desean saber en qué mO~1ento
correctamente. Las pruebas que sustentan la idea de la vul- las consecuencias de dicha tensión serían ~1ay~res , SI antes
nerabilidad del hipotálamo adoptan dos formas: directa e o después del nacimiento. Un repaso al hlstonal de los su-
indirecta. A esta última categoría corresponde el informe jetos les proporcionó una respue~ta: las t.asas de trastornos
de un equipo de investigadores de la Universidad de Co- psiquiátricos - sobre todo esqUlzo.f:-e111a- eran notable-
lumbia, que midió las consecuencias del hambre in utero. mente superiores entre aquellos nmos cuy:os pa~res ha-
Lo pertinente de este informe para nuestro análisis es que bían muerto antes de su nacimiento. Los mvestlgadores
demuestra de qué manera, en etapas críticas del embarazo, pensaron que este d~scubrimiento , p~:ecía superar l~s e~­
un factor externo influye en la formación del hipotálamo. plicaciones psicológicas. En S~l opmlOn, la extraordm.': na
(Además de otras actividades, el hipotálamo regula nues- incidencia de trastornos emoclOnales en el grupo de 111nos
tra ingestión de alimentos .) El equipo de Columbia estu- cuyos padres habían muerto antes de su nacimiento suge-
dió el historial físico de las holandesas y sus hijos que ha- rí,{ un funcionamiento biológico defectuoso. Puesto que
bían estado sometidos al hambre. ' Resultó que, en el el hipotálamo es el centro s.ensible ~~l orga?is~10, llegaron
grupo, los problemas de exceso de peso eran comunes; el a la conclusión de que su mtegraclOn habla Sido adversa-
mente afectada por la aflicción materna. .
l. A fin es de I ~H , los _,lemal1 es hi rie ron un grO\'e embar¡;o de alimenlos en cicrtas re- No obstante, es importante recordar que ambos mfor-
g io nes d e H o landa, lo que produjo un a hambruno de V,' SIO a k a nce , El estudio se basó el! los mes medían las consecuencias de una aflicción extrema. El
a ntccede ntes de los ho mbres en edad de reclutamiento cuvas mad res estaban embarazildas
d e d ios duran te la escasez de alimen tos, ' hambre y la muerte del esposo no suelen ser experiencias

54 55
corrientes de la embarazada. Sus tensiones y ansiedades q uilo, nervioso, hiperactivo. El movimiento excesivo
s~~len ser mucho menos graves y, por consiguiente, tam- r;-JO strado por los nii'ios tímidos y ansiosos que dan sus pri-
b~~n lo son las consecuencias de dichas tensiones en su meros pasos -a los que me refería anteriormente- es el
hiJO ..~stas tensiones más sutiles pueden dar por resultado precursor uterino de esta conducta; esos pequeños fueron
un .mno que coma poco, llore mucho, sea caprichoso y calificados de mucho más activos que un grupo compara-
flOJO ,d.e vientre. En general se le cataloga de «propenso a ble de nii10s no nacidos. Debido a su incesante movi-
los coltcos». Creo que esta conducta está relacionada con miento en el útero, a menudo estos niños nacen ligera-
pequeí10s defectos provocados por la tensión en el hipotá- m ente baj os de peso; merece la pena agregar q lIe, en los
lamo y el SNA del niño. informes sobre bajo rendimiento escolar en la infancia, la
Planteado de manera sen~il1a, el hipotálamo y el SNA correlación entre poco peso al nacer y bajo rendimiento en
h;.cen que nu~stro entorno ll1terno funcione uniforme y la lectura parece demostrar que esos niños siguen teniendo
eTlcaz.mente S111 que nosotros ha <:tamos ninaún esfuerzo problemas.
· h b b
c~nsC!ent.e. Slec o a c,o:rer o realiz~ t:abajos pesados, este Aunque, como la mayoría de las demás capacidades es-
slste~la ~Justa automatlCamente mi ntmo respiratorio; si colares, la lectura exige cierto grado de inteligencia, tam-
un dl~ fno entro en una habitación caliente, realiza las co- bién req uiere cierta habilidad paL1 persistir en una tarea.
rreCCI~!leS necesarias en la temperatura de mi cuerpo. De modo que es lógico suponer que una de las razones
T~mbl.~n regula losproce.sos orgánicos de digestión yeli- por las cuales los nii'ios que Pl'')¿lrOn poco al nacer ten-
111111aClOn, de modo que SI, por algún motivo, el SNA o su drán posteriormente problel11~15 d e lectura reside en que
ce~:o de contr.ol -el hi~otála~10- fun.ciona.n mal, pueden se distraen demasiado y son exc esivamente intranquilos
surb l.r problemas gastro111testll1ales o ll1testll1ales. Por eso como para permanecer quietos el tiempo suficiente para
conSidero que muchos de los casos de trastornos aástricos aprender a leer. En síntesis, sus pwblemas de lectura son
d~spués .del nacimiento, aparentemente imposibles de un reflejo de sus problemas de conducta. Esta relación
diagnosticar, se deben a problemas del hipotálamo o del destaca en el British National Child Development Study,
SNA. El Dr. Sontag comparte este criterio. Hace varios un proyecto de investigación a gran escala patrocinado
añ~s, en una ponencia afirmó que el SNA irritable o hiper- por el gobierno británico. Los investigadores no sólo des-
activo p:obablemente podía provocar «perturbaciones en cubrieron que los pequeños de poco peso al nacer suelen
la motlhdad, el tono y la función gastrointestinales». O leer más deficientemente que sus compañeros de escuela,
como planteó. ~1ás. enérgicamente en otro informe; sino que eran más propensos a ser calificados de «proble-
«Puesto que l.a Irn~abdldad del niño supone el control del máticos» o «difíciles» por los maestros. Más significativo
tracto gastromtestll1al, evacua a intervalos excesivamente aún, mientras factores como el sexo, el orden de naci-
frecuentes, regurgita lo que ha comido v, en líneas genera- miento, el consumo de tabaco por parte de la madre o su
les, se pone muy fastidioso.» ' edad de ( l11barazo estaban en correlación con un rendi-
Aunque esta serie de c.ondicionamientos puede o no miento deficiente de lectura o con problemas de con-
provocar problemas de alImentación, con frecuencia de- ducta, el bajo peso al nacer era una de las pocas variables
:el~cadena problemas de conducta. El niño con un SNA que se relacionaba con ambos.
lrmable y sobrecargado suele ser muy excitable: intran- A riesgo de simplificar en exceso, podrían reducirse to-

56 57
dos los descubrimientos que acabo de citar a la siguiente llevan peligros psicológicos. Se descubrió que las embara-
fórmula: la excesiva secreción neurohormonal mat> ._ zadas a las que se administraba uno o ambos a~entes du-
crea un SNA sobrecargado que conduce a poco peso al na- ra nte la gestación tenían hijos c~n rasg~s femen1l1?s noto-
cer, trastornos gástricos, dificultades de lectura y proble- riamente incrementados. Las dIferenCIas eran mas noto-
mas de conducta. ri as en las niñas. De todos modos, los niños expuestos el las
En un plano más hipotético y basándose en investiga- hormonas también se consideraron más afeminados, me-
ciones más recientes, podría agregarse otro elemento: una nos atléticos y mostraron hacia sus padres significativa-
producción excesiva de las hormonas maternas progeste- mente menos agresividad que los varones no expu.estos a
rana y/o estrógeno provoca desequilibrios en el sistema ellas. Otro hallazgo interesante del mundo masculIno fue
nervioso y en el cerebro del feto, lo que a su vez conduce a la relación entre el tipo de dosis y la conducta. Los varones
trastornos constitucionales de la personalidad. De todos expuestos a una combinaci.ón de estrógeno y progest,e r?na
modos, en este campo, los problemas de personalidad no tenían más rasgos femen1l1os que los expuest?s un~ca­
estarían relacionados con la hiperactividad, sino con el pa- mente al estró<1eno. De todos modos, uno de los 1l1vestlga-
pel correspondiente a su género sexual. dores se apres~ra a advertir que lo que el equipo encontró
Tanto la progesterona como el estrógeno están presen- «fueron cambios de temperamento, no trastornos de con-
tes en la corriente sanguínea de la gestante. La dosis de ducta».
cada una depende de un complejo equilibrio de seiiales en- Estos descubrimientos demuestran lo que he sostenido
tre los sistemas nerviosos autónomo y central de la mujer. en todo momento: la exposición a cantidades excesivas de
Lo que controla dichas seiiales y, en consecuencia, la se- hormonas maternas específicas provoca en el niño no na-
creción de progesterona y estrógeno, es lo que ella piensa, cido específicos cambios de personalidad con base orgá-
siente, hace o dice. En resumen, al igual que las demás hor- nica. En este caso, las hormonas provenían de una fuente
monas, estas dos están, en última instancia, reguladas por externa; en la mayoría de los demás, provienen directa-
sus emociones. Lo que súbitamente ha proporcionado una mente de la madre.
resonancia totalmente nueva a este conocimiento, acep- Por fortuna, la impronta fisiológica no destina necesa-
tado desde hace mucho tiempo, es un estudio reciente rea- riamente al niño a un único y estrecho camino de desarro-
lizado por investigadores de la State University oi New llo de la personalidad. El proceso q~e he desc~ito afecta al
York (SUNY). conjunto de sus circuitos neurológlCos, y e.s mnegable. el
Hasta principios de los años setenta, momento en que hecho de que dichos circuitos son muy sensI?les a.f~ncIo­
en Estados Unidos fueron prohibidos por . peli<lrosos
b , el
namientos defectuosos en forma de cargas msufIclentes,
estró~eno o Ul1l combinación de estrógeno y progeste- sobrecargas e incoherencias. No caben dudas de que senti-
rana se empleaban para evitar abortos. Las mujeres que mientos fundamentales, como el amor y el rechazo, afec-
corrían el riesgo de abortar recibían cantidades de estas tan al niño intrauterino desde muy temprano. Pero a me-
hormonas muy superiores a las que están normalmente dida que su cerebro madura, las sensaciones y senti~ien­
prese!1t~s en su sistema. La prohibición se basó en los peli- tos primitivos se convierten en estados de pens~mIento­
gros tíSICOS de estos agentes, y el informe de la SUNY fue sentimiento más complejos y, más tarde aún, en Ideas pu-
el primero en demostrar que estas sustancias también (on- ras. Debemos recordar que las mejores pruebas con que

58
5Y
q uietud . Al nacer, el infante está lo bastante maduro como
cont~mo~ indican que las primeras manifestaciones de para poder responder con gran exactitud a los sentimien-
conClenc~a fetal no se producen hasta bien entrado el se- tos maternos y para componer respuestas físicas, emocio-
gundo tnmestre. Una tensión catastrófica en el tercer o nales y cognoscitivas. Por ejemplo, en los estudios que he-
c~~rto. mes puede alterar el desarrollo neurológico del mos analizado, la desdicha de los niños rechazados queda
111no; s:n embargo, hasta el tercer mes, el efecto que ejerce de relieve en el elevado porcentaje de problemas físicos y
sobre el es sobre todo -aunque no totalmente- físico. de conducta; la felicidad de los bebés deseados se nota en
Ha~ta ese momento, a la tensión apenas se le adjudica con- su relativa tranquilidad, y la ambigüedad de los hijos de
te111do cognoscitivo, porque su cerebro no está lo bastante madres indiferentes y ambivalentes se manifiesta en sus
maduro p~ra traducir a emociones los mensajes maternos. respuestas a mit:1d de camino, pues en conjunto no están
~a emOClOn no sólo supone una sensación sino dar sen- del todo enfermos, pero tampoco totalmente sanos.
tIdo a é.sta. Por ejemplo, la cólera es un sen'timiento rudi- Como sabe cualquier estudiante que cursa biología, los
mentano. ?ólo cuando recibe tono y definición en los cen- seres vivientes progresan de lo simple a lo complejo. Físi-
tros sUI?enores del cerebro se convierte en una emoción camente, en nueve meses, el niño no nacido se convierte de
compleja. ~):ra crearla, e~ niño debe ser capaz de percibir una minúscula e indiferenciada partícula de protoplasma
una senSaCI?n, d~rle sentl?o y producir una respuesta ade- en un ser sumamente definido, con un cerebro, un sistema
cuada. En s111teslS, traducIr un sentimiento o sensación en nervioso y un organismo complejos; emocionalmente se
una emoción req uie~e un proceso de percepción. A su vez, convierte de un ser insensible en otro capaz de registrar y
esto supone la capacIdad de realizar unos complejos cálcu- procesar sentimientos y emociones muy complejos y
los mentales all11vel de la corteza cerebral, capacidad que
C0111 pi icados.
el feto no alca?za hasta el sexto mes de gestación. Sólo en- Otro modo de definir este desarrollo consiste en lla-
tonces, a m.e~lda que gana conciencia de sí mismo como marlo júrmación del ego. El ego es el total de lo que como
un «yo» defll11do y es capaz de convertir las sensaciones en individuos pensamos Y sentimos sobre nosotros mismos;
emoci~nes, ccmienza a ser modelado cada vez más por el nuestras fu erzas, impulsos, deseos, vulnerabilidades e in-
contemdo p¡,¡,rar'1ente emocional de los mensajes de su seguridades intervienen en la formación del «yo» definido
madre. que es cada uno de nosotros. En cuanto el niño es capaz de
,A. medida que a~menta su capacidad de diferenciar y recordar y sentir -en una palabra, de ser marcado por la
dlstmgUlr, su proplO desar:ol:o emocional se torna más experiencia- , su ego se está formando.
compleJO. Es como una comp~ta?~ra a la que se repro- Como ya he mencionado, Freud creía que el ego comen-
gram~ constante~ente. Al pnnclplO, sólo puede hacer zaba a operar entre el segundo y cuarto año de vida del
ecuaclO.nes emoCl?nal,es muy sencillas. A medida que su niño, hipótesis no tan absurda si tenemos en cuenta las
me.mona y expenencla se despliegan, gradualmente ad- pruebas de que disponía en su época. Ahora sabemos más
qUler.e la capaCldad de establecer relaciones más selectivas -física, psicológica y neurológicamente- que lo que Freud
y sutIles. A los tres meses d~ vida intrauterina, práctica- podía imaginar acerca de los primeros meses de vida. Aun-
mente pasa por alt? men.saJ~s mat~rnos tan c.omplejos que parezca inexplicable, pocos de estos conocimientos se
como la a~blval~n~l~ y la 1I1dl.ferenCla, aunque es posible han filtrado en las actuales teorías acerca del ego, por lo
que a un mvel pnmltlvo expenmente una sensación de in-
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60
que probablemente transcurrirán una o dos décadas has ta ceso, su experiencia de la ansiedad y lo que puede hacer
que l~ form~ci~n ~el ego en el útero sea integrada en las con ella se torna lentamente más compleja. Lo que co-
d,octnnas p~lqulátncas acep~adas. De todos modos, ya han menzó siendo una sensación directa y desagradable que
sIdo descll?l<:rtos los mecanIsmos de la formación del ego; sólo podía distinguir como incómoda, a lo largo de los
a~ora, lo UnICO que resta es aprender a aplicarlos al pe- meses se convierte en algo muy distinto. Pasa a ser una
nodo prenatal.
emoción, adquiere una fuente -su madre-, le lleva a pen-
C~nsidero que el ego del niño intrauterino comienza a sar acerca de las intenciones de dicha fuente con respecto a
func.lOnar en algún momento del segundo trimestre, pues, él, lo obliga a encontrar modos de abordar dichas inten-
e!l dIcho período, el feto ha alcanzado la madurez necesa- ciones y crea una serie de recuerdos a los que más adelante
na . A esas,a!turas, su sistema nervioso está en condiciones podrá referirse. ,
~e tr_~nsmJttr sensaciones a Jos centros cerebrales superio- Los fundamentos de la cólera se establecen casI del
~~s: El valor de estos mensajes principalmente fisiológicos mismo modo, aunque su origen es distinto. Sabemos qu e
I t:slde en que f?m~ntan el d~sarrollo neurológico que más el recién nacido tiene un grito específico «de furia» y que
:ldelante ~ecesJtara para realIzar operaciones más comple- uno de los factores que lo provoca es reprimir sus movi -
Jas. Por eJemp!o" la gestante. ha pasado un día muy aje- mientos. Basta cogerle un brazo o una pierna para que
treado que ha t~tJgado a su nIño no nacido; ese cansancio grite colérica mente, Casi con certeza, obstaculizar su C01:-
I ' una sensacIón primitiva - incomodidad- que mo VI'1'Iza
crea dueta tiene el mismo efecto antes que después del nacI-
e sistema nervioso del niño intrauterino y su intento d miento. Si su madre está sentada o acostada en una posi-
dar sentido a dicha sensación involucra a'su cerebro. Un: ción incómoda, el niño intrauterino se molesta. Los
ve~ qu~ se haya producido un número suficiente de esos sonidos desagradables -por ejemplo, los gritos de su pa-
epIsodIOs, sus centros perceptivos estarán lo bastante de- dre- también le llevan a reaccionar de este modo. No obs-
sarrolla?os com? para procesar mensajes maternos más tante, al igual que ocurre con la ansiedad, pequeñas dosis
co:np!eJos y s~Jt¡Jes (al igual que los demás mortales, el de cólera contribuyen al desarrollo del feto, porque ac ele-
nmo I11trautenno se perfecciona con la p ráctica). ran el desarrollo de asociaciones intelectuales rudimenta-
~ara demos,trar de qué manera este proceso se inicia en rias. Por ejemplo, en el caso de reprimir sus movimientos,
el lItero, ~nallzaré la contribución de una emoción ma- el niño no nacido aprende algo acerca de la relación entre
te rn~ corne.nt~ - la ansie~ad - al desarrollo del ego. Dentro causa y efecto -la forma en que su madre se sienta o se
~~ cle~tos lllnltes, ,I~ ansled~d es beneficiosa para el feto. acuesta provoca calambres y, en consecuencia, le enfure-
1 atUl ba ~u sensaclOn de u,nIdad Con el entorno y hace que ce- , lo cual es un precedente del pensamiento humano.
sea co,~sclente de,su propia separatidad y diferenciación. En el útero también pueden originarse ciertos tipos de
T amblcn 1~ eml?ula a la acción. Como ser estimulado, alte- depresión. En general se deben a una pérdida importante.
r~d~ o ~ontundldo J:.0r ~nensajes ruidosos es una experien- Cualquiera que sea el motivo -enfermedad o confusión-,
cia Il1comoda, el n,ll1O Il1trauterino patalea, se revuelve y la madre retira su amor y apoyo a su hijo no nacido; esta
gr~dllalmente ~omlenza a crear modos de apartarse del ca- pérdida sumerge al feto en la depresión. Es posible obse r-
~lll1.o de la ansleda~i; en una palabra, comienza a erigir un var las consecuencias de esta situación en un recién nacid o
co nJunto de mecanIsmos de defensa primitivos. En el pro- apático o en un confundido muchacho de dieciséis año s,
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63
ya que, al igual que otros patrones emocionales que se
plica el modo en que el «yo» se forma en el útero, sino tam-
constituyen en el útero, la depresión puede acosar a ~n ser
bién el papel que las emociones de la madr~ desempeña?
durante el resto de su vida. Por este motivo, el tratamiento
en el modelado de ese «yO». Si las madres canñosas y nutn-
de las depresiones infantiles se ha co nvertido última-
tivas alumbran hijos más seguros y llenos de confianza en
me.nte, en una de las principales prioridades de la psi-
qUl<1tna. sí mismos, se debe a que el «yO» autoconsciente de ca~a in-
fante está hecho de calidez y amor. De manera semejante,
~demás, sen~imientos como la depresión, la cólera y la si las madres desdichadas, deprimidas o ambivalentes dan
ansIed.ad . contnbuyer: al desarrollo de la conciencia y del
a luz un porcentaje superior de niños neuróticos, se debe a
cono~lln.Iento de sí mIsmo. La impecable formulación que
que los egos de sus vástagos se modelaron en mo~entos
la pSIqUIatra holandesa Lietaert Peerbolte hizo de este
de temor y angustia. N o es sorprendente que, S111 una
proc,eso sostiene que «ver es la interrupción de la visión », y
reorientación, dichos niños se conviertan a menudo en
no solo se trata de una metáfora persuasiva, sino que es su-
adultos desconfiados, ansiosos y emocionalmente frá-
mamente apta, ya que el estado normal del niño en el útero
es, al igual que la visión, inexpresivo y desenfocado. Según gi l e s . . " . ,
En fecha reCIente el Dr. Paul BICk -medICO de la Repu-
la propuesta de la Dra. Peerbolte, ver es lo que ocurre
blica Federal de Alemania y pionero en la aplicación de la
cuan~o un a invasión externa interrumpe súbitamente la hipnoterapia- trató a un hombre que encajaba perfecta-
serel1ldad
. del feto. En esos momentos , el niño es seme-
mente en esa descripción. E l hombre padecía graves ata-
Jante al .caminante que ha estado mirando un paisaje
ques de ansiedad acompañados de olea~as de calo.r súbito.
cuando, 111esperadamente, su mirada se posa sobre el her-
A fin de averiguar su origen, el Dr. BICk sometIó al pa-
m?so campanario de una iglesia situada a 10 lejos. Del
ciente al estado hipnótico. El hombre se remontó lenta-
nllsmo modo que la vista del campanario llama de súbito
mente a lo largo de los meses que había pasado en el útero,
la atención del caminante y provoca en él una sensación
recordó determinados incidentes y los describió con voz
poc~ cor~iente -pavor y respeto- que deja un recuerdo,
serena y uniforme hasta llegar al séptimo mes. A esas altu-
una 111vaSIón externa obliga al niño a abandonar su inex-
ras su voz se tensó repentinamente y el paciente se aterro-
presi~idad, concentra su atención, logra una respuesta
rizÓ. Sin duda alguna, había llegado a la experiencia que se
emocIOnal y, como Ocurre con todos los incidentes ex-
había convertido en el núcleo de su problema. Se sintió su-
traordinarios o excepcionales, deja una huella en la me-
mamente acalorado y asustado . ¿A qué se debió? Pocas se-
m,oria. Coincido con la Dra. Peerbolte en que, cuando el
manas de spués, la madre del paciente dio la respuesta: du-
numero de esos momentos y recuerdos alcanza cierto ni-
rante una larga y angustiada conversación, confesó que,
vel crítico, se ur:en en el conocimiento de sí mismo prácti-
en el séptimo mes de embarazo, había intentado abortar
camente del mIsmo modo que las partículas de auua se
tomando baños calientes.
~onv!erten en cristales de hielo cuando la temperat~ra es Lo que sabemos acerca de la conducta del feto en el
111fenor al punto de congelación.
útero también se ajusta a la formulación de la Dra. Peer-
Esta teoría -como todas las buenas teorías- da sentido a
bolte. Si, en los meses anteriores al nacimiento, la con-
muchos datos aparentemente dispares sobre la formación
ducta del niño se vuelve cada vez más compleja y contro-
del ego. La interpretación de la Dra. Peerbolte no sólo ex-
lada, se debe a que, ahora, la guía un «yO» consciente
64
65
sustentado por un creciente banco de memoria del que ex- ción cerrada. Dijo que había estado un rato en ella, q~e lo
trae los datos. A cierto nivel, todos los conflictos emocio- pasaba bien y que luego ~~ estado de ánimo de los re~mdos
nales surgen de los recuerdos, sean éstos conscientes o, cambiaba; la gente se apmaba a su al~e~edor y le s~nalaba
como ocurre con más frecuencia, inconscientes. Por ejem- acusadoramente con el dedo. Se smtIó encolenzado y
plo, el paciente del Dr. Bick no recordaba el origen de sus asustado y no supo qué hacer. Ni el méd.ico l:i el p~cien.te
ataques de ansiedad, mas no por ello era menos real el te- comprendieron el significado de esa m Is.t e r.lO sa hlstona.
rror que se originaba en dicha fuente; más de dos décadas Sin embargo, el recuerdo despertó la cunosldad de Fred,
después, su conducta todavía estaba dirigida por un re- de modo que pocos días después lo comentó con su madre.
cuerdo prenatal sumergido pero potente. Todos tenemos y el misterio se desveló: el relato de Fred era un recuerdo
recuerdos perdidos que, desde su escondite -el incons- prenatal levemente -sólo 1~v~~1ente-_ distors,ionado. En
ciente-, pueden ejercer una poderosa influencia en nues- realidad, la escena que descnblO le habla ocu~nd,o a su ma-
tras vidas. dre mientras estaba embarazada de él, y el mCldente fue
Hace pocos años, el neurocirujano canadiense Wilder tan aterrador y humillante como la experiencia que Fred
Penfield lo demostró en una serie de audaces experimen- había relatado . Ella se encontraba en una sala llena de
tos clínicos. Aplicando una sonda eléctrica especial a la su- gente durante una fiesta, cuando varias de sus amistades se
perficie del cerebro, el Dr. Penfield logró que una persona enteraron de que esperaba un hijo ilegítimo. Aunque no
volviera a experimentar emocionalmente una situación o dijeron nada, sus críticas tácitas la hirieron profunda-
un acontecimiento que había olvidado hacía mucho mente.
tiempo.1 En su informe sobre los experimentos, el Dr. A estas alturas, resulta evidente que es mucho lo que sa-
Penfield consignó que cada paciente «no sólo recuerda re- bemos acerca del modo en que los acontecimientos y las
producciones fotográficas y fonográficas exactas de esce- situaciones modelan nuestra personalidad. Sabemos que
nas y hechos pasados ... vuelve a experimentar las emocio- el afecto y las atenciones son indispensables para el de~a­
nes que la situación provocó realmente en él... lo que vio, rrollo de un «yo» fuerte, al tiempo que parec: q';le la ansIe-
oyó, sintió y comprendió». Por este motivo, desaires, de- dad y la atención maternas lo amena~a~ practJcamen:e a
rrotas y conflictos olvidados hace mucho siguen golpeán- todos los niveles. N o obstante, todavla Ignoramos cuales
donos. Incluso los recuerdos más profundamente enterra- son los acontecimientos prenatales específicos que produ-
dos tienen resonancias emocionales que nos influyen de cen rasgos definidos de la personalidad. ,
manera confusa y a menudo inquietante. Los escasos estudios -principalmente patrocmadv.) por
Un día, mi colega el Dr. Gary Maier me contó una histo- el Gobierno- que han intentado medir las consecu~n~ias a
ria que ilustra esta cuestión. Sometido a medicación, uno largo plazo de las experiencias prenatales y del naclml,e~nto
de sus pacientes -un hombre dócil e inseguro al que lla- en el comportamiento estudiantil postenor de los mnos,
maré Fred- tuvo una evocación sorprendente. En medio no han llegado lo bastante lejos como para prestarnos gran
de la sesión, súbitamente comenzó a describir una habita- ayuda. . '
A decir verdad, tales mformes dIcen muy po~o acerca
l. Como el cerebro no tiene fibra s de dolor, el Dr. Penfield pudo intervenir a pac ientes del motivo por el cual a algunos niños les va mejor que a
que no perdian el co nocimiento. En el transc urso de la intervención quirúrgica estimulaba
diversas partes del cerebro co n una sonda eléctrica. otros, en la escuela o sobre los hechos o situaciones que

66 67
producen el «yo» emocionalmente estable y seguro indis- ficadores. La sensación uterina más mencionada fue la de
pensable para un buen rendimiento en la escuela y en la sosiego (43 %), aunque seguida m~y ~e cer~a por la de an-
vida. Tampoco explican qué parte de las historias prenata- siedad (41 %). Surgió una elevada ll1Cldencla de recue.rdos
les y de nacimiento del niño intervienen en la formación de nacimiento traumáticos: más del 60 % de los SUjetos
de ese «yo» o en la socava de su estabilidad. dijo que recordaba haberse sentido asfixia~o dur.ante el
Es posible que algún día dispongamos de esos datos . En nacimiento, y más del 40 % expuso que habla sentido do-
el ínterin, podemos aprender algo de los resultados de una lores en la cabeza, el cuello o los hombros. Dada la natura-
experiencia modélica que dirigí en 1979. Aunque mi leza excepcional del grupo de est~dio, ~onsidero que e~tas
proyecto era de modesto alcance y se realizó sobre una po- cifras deben estar ligeramente distorSIOnadas; es posl?le
blación sumamente restringida -personas sometidas a psi- que un grupo de individuos más normales presente una I~­
coterapia profunda-, creo que los resultados representan cidencia algo inferior de recuerdos prenatales y de .nacI-
predicciones significativas de la conducta futura. miento perjudiciales. Sin :mbargo, ~na de las ventajas de
Estructuré el estudio en torno a dos categorías básicas: estudiar a un grupo sometido a terapia se basa e~ el efecto
acontecimientos prenatales y experiencas de nacimiento amplificador, que agudiza y facilita la observ.aClón de las'
(que en un capítulo posterior se analizarán por separado). correlaciones. Por ejemplo, el 75 % de los sUjetos se des-
Pensé que facilitaría la interpretación subdividir estas ca- cribió como introvertido, y el 65 % dijo que en ese mo-
tegorías amplias en dos más reducidas: hechos objetivos y mento se sentía colérico, deprimido o ansioso.
sentimientos subjetivos, lo que permite distinguir entre lo Este último conjunto de cifras nos lleva al núcleo
que las personas pensaban que las influía y lo que real- mismo del estudio: un análisis de las experiencias prenata-
mente las influía. les que fueron la raíz de su descontento. El factor más crí-
Tal como podía esperarse de cualquier grupo sometido tico era con mucho, la actitud materna. Los datos del es-
a psicoterapia, mis sujetos solían tener historias prenatales tudio i~dicaban que un sujeto tenía posibilidades mucho
y de nacimientos altamente cargadas: el66 % describió a la mayores de convertirse en un ad~lt? emocional.~1ente e~~
madre como sometida a mucha tensión durante el emba- table si su madre deseaba su naC1l11lento. Tamblen surglO
razo; el 47 % dijo que ella era muy desdichada. Pero el una firme correlación entre disposición materna hacia el
55 % dijo que la madre había deseado la maternidad, en embarazo y funcionamiento sexual adulto. En líneas ge-
oposición al45 % que dio cuenta de una actitud negativa . nerales, cuanto más positiva se siente la ~:adre. ~on res-
Los porcentajes de los padres eran apenas más estrechos: pecto al parto, más posibilidades tiene su hiJO o hl)a de lle-
el 51 % sostuvo que los padres deseaban un hijo y el49 % gar a la edad adulta con una actitud sexual sa?a y mad~ra .
que no lo querían. El doble de padres prefería un varón a De todos modos, hay que señalar que la mejor combll1a-
una niña. Puesto que la mayoría de los sujetos nacieron ción para el desarrollo de la personalidad radicaba :~ una
durante el apogeo de la alimentación mediante biberón actitu d positiva hacia el embarazo y en tener un hiJO de l
-en los años cuarenta y cincuenta-, muy pocos habían sexo deseado. Tanto en hombres como en mujeres, dicha
sido amamantados: sólo el 16 % reveló que había sido lle- combinación producía menos depresi~n, menos cólera
vado al pecho de su madre después del nacimiento. irracional y mejor adaptación sexual. DICe mucho acerca
Los resultados de la sección subjetiva fueron más clari- de nuestra sociedad el hecho de que un hombre cuya ma-

68 69
mientas de la mujer, sólo se debe a que las ~mocione.s ne-
gativas, por ejemplo las destructivas, han. s?do estudiadas
dre deseaba una niña pero tuvo un varón sufriera menos mucho más minuciosamente que las p~SltIV~S. Sosp~cho
efectos apreciables a largo plazo que una mujer nacida de ue, a veces, los médicos mostramos ~n mteres demaSiado
una madre que deseaba un varón. ~nérgico por lo mórbido y lo pat.ológlCo a costa d~ lo sa,no
Al igual que muchos otros informes, el mío también ha- y sustentador de vida. Ahora se Impone un camb~o ~e en-
lló una fuerte correlación entre consumo de tabaco por fasis. Mi estudio reveló varios aspec~?s de los sentlm~entos
parte de la madre y conducta neurótica, lo cual no es sor- maternos -por ejemplo, desear un hIJ?X ten~r el ;a:on o la
prendente, pues, como vimos en el primer capítulo, el niña deseados- que producen beneficIOS pSlCologlCOS po-
consumo de tabaco puede predisponer al niño intraute- sitivos. Sin lugar a dudas, existen muchos otros r,asgos de
rino a una grave ansiedad. La misma correlación negativa este tipo, y en el próximo capí~~lo veremos de que manera
aparece con respecto a la ingestión de alcohol y, a pesar de el niño intrauterino se benefiCia de ellos.
que las consecuencias físicas de éste en el feto son mucho
más devastadoras que las del cigarrillo, creo que lo que
aquí se mide es una variable psicológica. La mujer bebe
más porque está perturbada, y son sus sentimientos nega-
tivos los que realmente dañan a su hijo.
Sin lugar a dudas, una de las correlaciones más fascinan-
tes que surgió de mi investigación fue la relación entre las
sensaciones uterinas subjetivas y una conducta sexual
adulta. Descubrimos que las personas que recordaban ha-
ber estado aterrorizadas en el útero, en el plano sexual
eran notablemente más inseguras de sí mismas y también
más propensas a los problemas sexuales, mientras que las
que recordaban el útero como un lugar bueno y apacible,
estaban mejor adaptadas sexual mente.
Opino que esto se debe a que los gustos sexuales de una
persona son expresión del modo en que aprendió a sentir
con respecto a sí misma en el útero. Si esta teoría es co-
rrecta, significa que lo que el estudio realmente midió no
fueron tanto las actitud e sexuales como los factores que
las modelan. Es de suponer que una persona que se auto-
define como extrovertida y en líneas generales equili-
brada, sexualmente se defina del mismo modo, mientras
que alguien cuya autodefinición está teñida de la cólera y
el resentimiento introducirá esos rasgos en su vida sexual.
Si parece que en este capítulo me detengo más de lo de-
bido en la fa.ceta negativa de los pensamientos y sen ti-

70
Capítulo IV

EL ViNC ULO INTRAUTERINO

Hace varios años llegó a mis manos un informe de


un pediatra suizo llamado Stirnimann, que me pareció ex-
traordinario. Y lo era aun más porque el tema -las pautas
de sueño de los recién nacidos- no era novedoso; las bi-
bliotecas médicas están llenas de informes sobre los hábi-
tos de sueño de los recién nacidos. Sin embargo, el Dr.
Stirnimann había dado un ingenioso giro a su estudio. En
lugar de comenzar en el momento del nacimiento y buscar
explicaciones, como habían hechos otros investigadores,
retrocedió un paso y partió del útero.
Ese cambio imaginativo introdujo una diferencia espec-
tacular. Sus relatos demostraron que hay un simple mo-
tivo por el cual los recién nacidos duermen cuando lo ha-
cen y que éste no tiene nada que ver con los horarios de
comida, la rutina de la sección para recién nacidos o cual-
quier otro factor que se produzca después del nacimiento.
Las pautas de sueño del niño quedan fijadas meses antes
en el útero por su madre. En su estudio, el Dr. Stirnimann
lo demostró con ejemplar sencillez. Escogió dos grupos de
gestantes con hábitos de sueño distintos -madrugadoras y
noctámbulas-, y a continuación estudió los hábitos de
sueño de sus hijos después del nacimiento. Tal como sos-
pechaba, todas las madrugadoras alumbraron bebés ma-
drugadores y todas las madres noctámbulas tuvieron hijos
noctámbulos.

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Este ejemplo casi perfecto de vínculo antes del naci- brimientos provenían de investigaciones animales y no
mien:o -y es la única expresión que lo describe con total humanas, el sistema de comunicación intrauterina que
~xac tl~ud~ es lo que me estimuló tanto con respecto a la descubrieron entre la gallina madre y el polluelo no na-
In~es,tlgaC1ón, Retrocediendo simplemente un paso, el Dr. cido funcionaba de manera muy parecida a la sugerida por
Stlrlllmann pudo demostrar que los niños intrauterinos el Dr. Brazelton con respecto a los seres humanos. Se ba-
pueden adaptar sus ritmos a los de sus madres con la saba en una serie de indicaciones' complejas y bastante es-
misma precisión que los recién nacidos, pecíficas y contribuía a la adaptación pos parto tal como se
Desde lu~?o, ah?ra sabemos lo crucial que es el vínculo suponía. Los investigadores descubrieron que los pollue-
para los reclen nacIdos. Los bebés que sincronizan con sus los empollados por sus madres eran mucho más sensibles a
madres suelen beneficiarse . Pero esta sincronización es las llamadas de éstas y se adaptaban con más facilidad al
compleja, y siempre me ha llamado la atención el hecho de nuevo entorno que los empollados en una incubadora me-
que tantas madres y tantos hijos puedan realizarla impeca- cálllca.
blemente desde el primer intento. Es lógico suponer que si este sistema funciona en un
Pruebas recientes sugieren que algunas respuestas ma- animal situado en un nivel muy inferior de la escala evolu-
terna~ están biológicamente reguladas. Incluso con esta tiva, en nosotros opera un sistema semejante pero mucho
v,enta)a, ¿cómo e~ posible que la madre y el niño intraute- más desarrollado. Varios y novedosos estudios con seres
rIno puedan realIzar u?a danza tan compleja y perfecta- humanos sustentan esta conclusión. En realidad, 10 que
mente cronometrada SIn el beneficio de un ensayo antes aparece en las nuevas investigaciones es una imagen de un
del estreno? sistema humano de vínculo intrauterino al menos tan
La investigación del I?r. Stirnimann demostró que, me- complejo, matizado y sutil como el vínculo que se produce
ses antes del a~umbramlento, madre e hijo ya habían co- después del nac imiento. Ciertamente, ambos forman
menzado a fUSIOnar mutuamente sus ritmos y respuestas. parte de l mismo continuum vital: lo que sucede después
Esto apuntaba de manera directa a una conclusión: el del nac im iento es una elaboración y depende de lo que
vínculo posterior al nacimiento - que siempre se estudió ocurrió antes de éste .
como un fenómeno singular y aislado- en realidad era la Esta comprensión explica el origen del comporta-
continuación de un proceso vinculante que había comen- miento posparto sorprendentemente logrado del recién
zado mucho antes, en el útero . nacido . Su capacidad de respuesta a los abrazos, caricias,
T~ Berry ~razelton, en:inente pediatra de Harvard, ya 10 miradas y otras indicaciones de su madre se basa en el
habla sugendo con antenoridad. En un simposio se refirió largo conocimiento que de ella ha tenido antes de nacer.
al v.ínculo y ~razó l~ hipótesis de que madres e hijos que se Al fin y al cabo, percibir el lenguaje de los ojos y el cuerpo
fUSIOnaban InmedIatamente después del alumbramiento de su madre no es muy desafiante para un ser que en el
quizá se apoyaran en un sistema de comunicación estable- útero ha afinado sus capacidades de interpretación de in-
ci~o ~n una etapa .del em barazo. Es ta hipótesis quedó
practICame~1t~ conflrm~da pocos años después mediante l . St..' descubrió <.]lh..' los p o l llll'!OS Ih} Il .K id os tl' llí.l l1 ll amadas esped ficas dl' ~lfli (ció n y
un descubnmlento realIzado por un grupo de biólogos en d,' .I' 1.1(O r \' las ~a l li lla s lI ll a r,'spllest.l especi fi(ol p'lr,l<ada lIll a, P<?r e jemp ln , b lI allla :b de
al h(( I\ln p rO\'lh': ;lb.l l' n l., m .Hi rc..' un sOll ld o o IlH}\'111lIcn to tran q lll!J z :H.:i nr que IIl S ( a ll ta n ~.\ ­
la City University of New York. A pesar de que sus descu- Ill l' nt e ( .dm .lb,l ,,1 po lllh.·lo .1Sll St;H.l o ,

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dicaciones pa~a la tarea mucho más difícil de aprender a aun más claro del vínculo intrauterino. Me enteré de su
responder a su mente. Los informes de los Dres. Lukesch caso a través del Dr. Peter Fedor-Freybergh, amigo mío de
y Rottmann han demostrado sus pasmosos poderes en este la infancia que ahora es profesor de obstetricia y ginecolo-
campo. Un ejemplo aun más impresionante de comunica- gía en la Universidad de Upsala, Suecia, y uno de los más
ción madre-niño intrauterino se presentó en una ponencia destacados obstetras de Europa.
enviada por Emil Reinold -obstetra austríaco sumamente Peter comentó que todo había comenzado bien. Al na-
respetado- en un congreso reciente de la Sociedad Inter- cer Kristina era robusta y sana . Después ocurrió algo ex-
nacional de Psicología Prenatal. Aunque el tema de la in- tra~o. Los bebés vinculados se mueven invariablemente
vestigación era la reacción fetal ante las emociones mater- hacia el pecho materno, pero, de manera inexplicable,
nas, también demostraba de qué manera el niño no nacido Kristina no lo hizo. Cada vez que se le ofrecía el pecho de
se convierte en partícipe activo del vínculo intrauterino. su madre, la niña apartaba .la cabeza. Al principio, Peter
Al igual que el informe del Dr. Stirnimann, el diseño de supuso que podía estar enferma, per? .c ~ando, al r~t_o,
esta investigación era ingenuamente sencillo. Se pidió a las Kristina devoró un biberón de leche artifiCial en la seCClOn
gestantes que se acostaran boca abajo de veinte a treinta de recién nacidos, mi colega llegó a la conclusión de que su
minutos, en una mesa situada debajo de un aparato de ul- reacción era una aberración transitoria. No lo era. Al día
trasonido. Lo que el Dr. Reinold no les explicó delibera- siguiente, cuando la llevaron a la habita~ión de su ~:adre,
damente es que cuando una mujer se echa de este modo, a Kristina vo lvió a rechazar la teta; lo mismo ocurno a lo
la larga su hijo también se serena y se queda quieto. A me- largo de los días siguientes. . ' .
dida que cada niño se relajaba, a la madre sólo se le decía Preocupado pero también curioso, Peter Ideó un ll1te)¡-
que por la pantalla de ultrasonido se veía que su hijo no se gente experimento. Comentó COll otra madre la descon-
movía. El terror provocado por esa información era inten- certante conducta de Kristina y la mujer estuvo de acuerdo
cionado y esperado. El Dr. Reinold deseaba averiO'uar con en tratar de darle el pecho. Cuando una enfermera dejó en
qué rapidez el miedo de la madre se registraba en ~u hijo y brazos de la mujer a una soñolienta Kristina, en lugar de
cuál eraJa reacción de éste. En todos los casos, la respuesta rechazar el pecho como había hecho con el de su madre,
no se hizo esperar: segundos después de que cada mujer Kristina lo aferró y empezó a succionar impetuosamente.
supiera que su hijo estaba inmóvil, comenzó a moverse la Sorprendido por su reacción, al día siguiente Peter visi:ó a
imagen que aparecía en la pantalla de ultrasonido. Nin- la madre de Kristina y le contó lo que había ocurndo.
guno de los bebés corrió un peligro inminente, pero en «¿Por qué cree que la nilla reaccionó de este modo?», in-
cuanto sintieron la aflicción de su madre comenzaron a quirió. La mujer respondió que no lo sabía. «¿Tal ~:: su-
patalear intensamente. frió alguna enfermedad durante el embarazo?", SU.g l~lO Pe-
Es muy probable que parte de su reacción se debiera al ter. «No, ninguna», respondió la madre de Knstll1a: A
aumento de los niveles maternos de adrenalina provocado continuación, Peter le preguntó a quemarropa: «Bien,
por el aterrador anuncio del Dr. Reinold, pero sólo en ¿quería quedar embarazada?» La mujer le mi.ró y ~espon ­
parte. A otro nivel, esos niños también reaccionaban com- dió: «N o, no lo deseaba, quería abortar. MI mando de-
prensivamente ante la aflicción de sus madres. seaba tener un hijo. Por eso la tuve.»
Una niña a la que llamaré Kristina ofrece un ejemplo Aquello era una novedad para Pe ter, pero evidente-

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mente no para Kristina. Desde hacía mucho tiempo era niño y comprensión de los propios sentimientos. Cuando
dolorosamente consciente del rechazo de su madre. Des- están presentes, pueden hacer algo más que compensar las
pués del nacimiento se negó a vincularse con su madre perturbaciones emocionales a las que todos somos pro-
porque ésta se había negado a vincularse con ella antes del pensos en nuestra :ida cotidiana. .
nacimiento. En el útero, Kristina había estado excluida El niño intrautenno es un ser sorprendentemente flex1-
emocionalmente, y ahora, a pesar de que sólo tenía cuatro ble que, si es necesario, h.asta puede lograr que una ligera
días, estaba decidida a protegerse de su madre de todas las emoción materna se extienda un largo trecho. Pero no
maneras posibles. puede estab.lecer el vínculo por su ,cuenta. Si su madr~ se
Si la madre de Kristina cambia de actitud, es posible que cierra emoclOnalmente, no sabe que hacer. Por ese mot~vo,
con el tiempo pueda volver a ganar su afecto. Pero ese las principales enferme.dades 'p~i~óticas, c~mo la esqu1z~­
afecto ya habría quedado establecido si se hubieran vincu- frenia, generalmente 1m pos1b!11tan el v111culo... y a~l­
lado antes de que Kristina naciera. mismo constituye una de las causas por las cuales los vas-
Aunque puedan diferir en el tiempo y las circunstan- tagos de madres esquizofrénicas presentan una tasa tan
cias, las consecuencias del vínculo intra y extrauterino son elevada de problemas emocionales y físic.os. .
casi siempre las mismas. Así como los patrones emociona- En ocasiones, una tragedia externa' ejerce e.l m1smo
les establecidos inmediatamente después del alumbra- efecto en una mujer normal y sana. En su caso, al1gual que
miento resultan, a largo plazo y a menudo, decisivos en la en el de la esquizofrénica, el vínculo ,Puede que.dar grave-
formación de la relación madre-hijo, lo mismo ocurre con mente debilitado o deteriorado ... caS1 por los m1smos mo-
los anteriores al nacimiento. Ambos también comparten tivos. Su hijo no dispone de una persona sensible a la cual
marcos temporales concretos: el mejor período para el pueda ligarse. Su madre qued.a absorta y,no cuenta con re-
vínculo extrauterino son las horas y los días inmediata- cursos emocionales que ded1car al bebe.
mente posteriores al parto y, para el vínculo intrauterino, Hace varios años, el Dr. Sontag describió dos casos de
los tres últimos meses de embarazo, y sobre todo los dos este tipo en forma de tragedias de la vida real. Como había
últimos, ya que, a esas alturas, el niño está física e intelec- estudiado a ambas mujeres de manera constante desde el
tualmente lo bastante maduro como para enviar y recibir principio de su gestación, el Dr. So?tag se encontra?a en
mensajes mu y completos. una posición singularmente ventaJos~: pudo me?_lr ~as
En ambos casos, el papel de la madre es semejante. Ella consecuencias inmediatas de la traged1a en cada 111no 111-
marca el ritmo, proporciona las indicaciones y moldea las trauterino y a continuación, después del parto, los efectos
respuestas de su hijo, pero sólo si éste decide que sus plan- a largo plazo. .
teamientos tienen sentido para él. Ni siquiera un bebé in- El Dr. Sontag escribió: «En un caso, una Joven que .espe-
trauterino de tres o cuatro meses seguirá las incertidum- raba su primer hijo, al cual había~o~ estado es~ud1ando
bres de su madre. Si sus movimientos son confusos, semanalmente ... en términos de activ1dad y de ntmo car-
con tradictorios, descuidados u hostiles, el niño puede ig- díaco, una noche se refugió en nuestro instituto porque su
norarlos o desconcertarse.
1. Catástrofes tan importantes como la pérdida del hogar o la muerte de un se r.querido
En resumen, el vínculo intrauterino no se produce auto- pueden mermlr las reservas emocionales de la gestante hasta el extre~,o d~ ser meafaz ,de
máticamente: para que funcione, es preciso amor hacia el llegar emocionalmente a su hijo no nac ido . Sm lugar a dudas, esto sera sentido por e mno .

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marido acababa de sufrir una crisis psicótica y amenazaba abiertos los canales entre ella y el niño y los llena de men-
co~, matarla: Se sentía sola y aterrorizada y no sabía a sajes tranquilizadores, el niño podrá seguir prosperando.
qUIen recurnr en busca de ayuda. Vino a nuestro instituto C omo ya he dicho, el firme vínculo intrauterino es la pro-
y le proporcionamos una habitación para que pasara la no- tección fundamental del niño contra los peligros e incerti-
che. Cuando, poco después, se quejó de que los pataleos dumbres del mundo exterior y, como ya hemos visto, sus
del feto era.n tan viol~~tos que le producían dolor, regis- efectos no se limitan al período uterino. En gran medida,
t:amos el ntvel ?e act~vldad de aquél. Era diez veces supe- dicho vínculo también determina el futuro de la relación
nor al que habla tentdo en las sesiones semanales. Otro madre-hijo. Para ambos, todo lo que surge después gira
caso que no~ llamó la at~nción f~e aquel en que una mujer sobre lo que sucede en ese momento, motivo por el cual es
a la que hablamos atendido perdió a su marido en un acci- tan imprescindible que madre e hijo estén mutuamente en
dente de. tráfico. Una vez más, la actividad violenta y la armonía.
f~ecuencla de movimiento fetal aumentaron en un factor Esto se produce a través de tres canales de comunica-
diez.» ción distintos. Salvo una o dos excepciones, parece que es-
De modo sup~~ficial, la reac~ión de estos bebés se pa- tos sistemas son igualmente capaces de transmitir mensa-
rece ~ la.?e los nmos que reacclOnaban simpáticamente a jes del bebé a la madre, y a la inversa. El primero de los
l~ afllcclOn de .su madre en el estudio del Dr. Reinold, si tres, el fisiológico, es el único que, en cierto sentido, re-
b~~n toda semejanza. es e~gañosa. Lo que el Dr. Sontag mi- sulta ineludible; incluso una madre rechazadora se comu-
dlO ~? era una ~eacclón SImpática, sino el terror general de nica biológicamente con su hijo, aunque no sea más que
un nmo cuyo sistema quedaba anegado por las hormonas para proporcionarle nutrimento. Como veremos más ade-
provocadoras de ansiedad de su madre. El hecho de que lante, la forma en que madre e hijo utilizan esta ruta espe-
cada beb~ naciera. b~jo de peso y fuera propenso a los cóli- cífica plantea una diferencia fundamental.
cos, capnchoso, lrntable y llorara mucho confirma que La segunda vía -la conductista- es la que mejor se com-
habí~ sufri~~ un ~rave trauma, ya que estos problemas se prende y la más fácil de observar. Por ejemplo, centenares
asocl~n casI mvanablemente con importantes trastornos de estudios han demostrado que los niños intrauterinos
er:nocl.onal~s en el, útero. Supongo que si el Dr. Sontag hu - patalean cuando están incómodos, asustados, ansiosos o
biese mclul?o mas datos complementarios sobre los in- confundidos. En los últimos tiempos, los investigadores
fan~es de su mforme, se habría demostrado que sus pertur- han descubierto que la madre se comunica de manera con-
baclO~es posnatales tenían menos que ver con las conse- ductista con su hijo no nacido de forma definida. Una de
cuencias física~ de dic~~s hormonas que con la forma en las formas más comunes consiste en frotarse el vientre ... y
que esas tra~edlas modifIcaron la actitud emocional de sus se ha comprobado que este ademán tranquilizador es
ma~:es .h acla ell~s, pues lo que a menudo pone en peligro prácticamente universal entre las embarazadas.
al nt?O mtrautenno no es la reacción físico-hormonal in- El tercer camino, en muchos sentidos el más difícil de
mediata. de su madre, sino la reacción emocional a largo definir, es el que denomino comunicación simpática. Se-
pla~o ..Sl queda tan perturbada por su propio sufrimiento guramente contiene elementos de los primeros, pero es
y per.?lda que se repltega en sí misma, es muy probable que más amplio y profundo. El amor es un buen ejemplo.
su hiJO sufra espantosamente. Ahora bien, si mantiene ¿Cómo sabe un feto de seis meses que es amado? ¿Porque

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su madre se acaricia el estómago, se alimenta racional- una combinación de la extraordinaria sensibilidad ma-
mente y responde a sus mensajes conductistas? Todos es- terna común en esas zonas rurales con nuestros altos nive-
tos elementos forman parte de la respuesta, mas no consti- les de asistencia médica. Con el vínculo ya hemos dado un
tuyen la totalidad. importante paso en esa dirección. Con el vínculo intraute-
La tasa de llanto de los recién nacidos ofrece otro ejem- rino podremos dar el siguiente. .
plo de comunicación simpática. ¿A qué se debe que hasta Serán necesarias más investigaciones, así como actitu-
los beb~s chinos muy pequeños lloren menos que los nor- des nuevas y más sensibles. Obstetras, pediatras, psiquia-
teamencanos? El hecho de que lo hagan dice mucho tras, enfermeras, comadronas, administradores de hospi-
acerca de la cultura en que nace cada infante; ahora bien, tales ... todos los que están en contacto con la gestante
¿cómo sabe lo suficiente un bebé de tres semanas -o in- pueden aprender a ser más solidarios y nutritivos y a mos-
cluso de tres meses- para comportarse tal como espera su trarse menos dispuestos a aplicar soluciones médicas a
cultura? Creo que la respuesta también se basa en la comu- problemas que, en realidad, son emocionales. Aunque, en
nicación simpática. ~s posible encontrar otro ejemplo en última instancia, el éxito o el fracaso del vínculo antes del
las zonas rurales de Africa, donde las mujeres llevan a sus nacimiento, al igual que el vínculo después de éste, reposa
recién nacidos como si se tratara de un saco , a las espaldas , en la mujer. Tiene que aprender a prestar más atención a
o colgado a un lado del cuerpo. Sostenido de cualquiera de los mensajes que envía a su hijo y a los que éste le trans-
estas dos maneras, el bebé podría ensuciar fácilmente la mite. Y esto requiere conocimientos: el conocimiento de
ropa de su madre con sus orines y defecaciones. Pero es las rutas a través de las cuales se comunican y el conoci-
algo que casi nunca le ocurre a una madre africana. Se las miento de los mensajes que recorren dichas rutas. Tam-
ingenia para percibir su urgencia con tiempo suficiente bién requiere una buena disposición para oír: su hijo tiene
pa.ra retlrar~o de su espalda y apartarlo antes de que eli- mucho que decir y se le debe prestar atención.
mme. Este tipO de conocimiento intuitivo apenas se consi-
d~.ra excepcional: En realidad, la africana ensuciada porsu
hiJO tras su séptimo día de vida es estrepitosa y amplia- COMUNICACIÓN CONDUCTISTA
mente calificada de mala madre.
Los habitantes de las sociedades rurales casi siempre Niño
son más intuitivos que los urbanos, probablemente por-
que están más dispuestos a confiar en sus sentidos. Parece El pataleo es la forma de comunicación más fácilmente
que la ~acionalización y la mecanización del tipo que se ha mensurable del niño intrauterino, V son muchas las cosas
extendido por Europa y Estados Unidos durante los últi- que pueden provocarlo, desde el 'miedo hasta un padre
mos siglos destruye esa confianza. Los enigmas de la natu- bien intencionado pero ruidoso, como descubrió la audió-
raleza nos perturban. Preferimos ignorar aquello que no loga Michele Clements. Un día entró inesperadame.nte en
podemos explicar. Sin embargo, esto no significa que su laboratorio el escéptico marido de una de sus pacIentes.
nue.stro pasado o el presente africano representen una es- Su esposa le había hablado del trabajo de la doctora Cle-
pecie de Utopía Obstétrica. En ambos, las tasas de morta- ments, pero a él le resultaba difícil creer que su hijo pu-
lidad infantil eran y son demasiado elevadas. El ideal sería diera oír. Al darse cuenta de que sus datos no le convence-
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rían, la doctora Clements propuso hacer una demostra- mañana siguiente pudo ser casual, aunque Diane con.si-
ción p~áctica. Pidió al hombre que apoyara la cabeza con- dera que esto es poco probable, dada la conducta postenor
t:-a el Vientre de su esposa y gritara. Lo que ocurrió fue un
de su hijo. Está convencida de que patalea.ba para. expr~s~r
ejemplo perfe.cto de comunicación conductista (y también su aflicción, ya que, una vez hecho el diagnóstico e 1111 -
una muest:a mequívoc~ de genio fetal). Después que el ciado el tratamiento pertinente, el niño se serenó y perma-
hombre gntara, en el vientre de su esposa estalló súbita- neció tranquilo hasta el nacimiento.
mente un pequeño volcán de piel. Sumamente molesto el Emociones maternas como la cólera, la ansiedad y e!
niño había registrado su protesta ante la ruidosa inva¿ón miedo también desencadenan furiosos pataleos. Buen
mediante una furiosa patada en el abdomen de su madre. ejemplo de ello son los trágicos bebés descritos por e! d~c­
<?tro sonido que provoca una enérgica respuesta fetal es tor Sontag, los que padecieron debido a las grandes tensIO-
e~ ntmo arduo. y palpitante de la música rock. Como ya he nes de sus madres. En estos casos, lo que generalmente
dicho, a los nIños intrauterinos les desao-rada. Lo descu- provoca las patadas de! bebé es una combinación de facto -
brió una de las pacientes de la doctora Clebments cuando se res «externos» e «internos». Las hormonas provocadoras
vio obligada a abandonar un concierto de rock a causa de de ansiedad de la madre inundan su sistema, tornándole
los violentos pataleos de su bebé. Para los oídos del feto inquieto y asustadizo. Su conducta y emociones también
son aun más acongojantes las voces altas y airadas de los le afectan. Prácticamente, cualquier cosa que la altera a
padres cuando discuten. A menudo provocan patadas por ella le altera a él, y casi con la misma rapidez. Nuevos estu-
parte del recién nacido.
dios demuestran que una fracción de segundo después que
~l pataleo tamb~én puede ser una señal de peligro que el miedo haya acelerado el pulso de la madre, el corazón
emite el feto . Una Joven a la cual llamaré Diane está con- de! nií10 empieza a latir al doble de! ritmo normal.
vencida de que eso fue 10 que desencadenó las enérgicas
patadas de su bebé. A 10 largo de los siete primeros meses
de embarazo, el niño había estado relativamente tran- Madre
quilo; las pocas patadas que daba eran normales para u'n
fe~o de .su .edad. En medio de la semana vigésima octava, Muchos de los modos conductistas que una mujer tiene
~Iane Sl11tl~ U? fortísim~ golpe en el abdomen. Al princi- de comunicarse con su hijo son tan sutiles y aparente-
pIO no le dIO ImportanCia. Aquella tarde había salido de mente comunes que es fácil pasar por alto e! efecto que
compras y consideró que, tal vez, el ajetreo había cansado ejercen en e! vínculo intrauterino. Por ejemplo, un alto
a su hijo. Por la noche, el pataleo se había vuelto tan in-
porcentaje de parejas se muda a un nuevo. hogar d~rante
tenso que ya no pudo pasarlo por alto. Preocupada, Diane el embarazo. En una investigación realizada reciente-
tel~foneó al obstetra y concertó una cita para el día si- mente, e! 79 % de las mujeres entrevistadas dijo que pen-
gUiente.
saba cambiar de residencia debido al crecimiento de la fa-
El diagnóstico de placenta previa ' que le hicieron a la milia, Por supuesto, e! problema no son las mudanzas en
sí, sino la desorganización y la ansiedad que las acompa-
. L Se Irala. de la placen la que ha quedado muy baja en el (,tero y que corre el peli~ro de ñan. En una ponencia que hizo época, el doctor R. L. Co-
sep,lrarse, arnesgando de este modo la \'Ida del nlll0 int rauterino.
hen demostró que la tensión desencadenada por la mu-
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danza a una ~~eva zona durante el embarazo puede retra- gado y sin prisa ... y su n1110 percibe la diferencia, del
sar ~a f.ormaclOn del vínculo entre madre e hijo después del mismo modo que uno o dos meses después nota cuando
nacImIe~to. Afortunadamente, la madre que conoce estas ella le lleva en el cochecito o cuando le hace saltar sobre
correlaclOne~ puede c.o~ pensarlas obteniendo descanso y sus rodillas. Con moderación, estas actividades son abso-
apoy~ en:oclOnal adIcIOnales, además de darle algunas lutamente inofensivas. El niño intrauterino es excepcio-
«explICaCIOnes» a su bebé. nalmente flexible, pero resulta peligroso llevarle al límite
Al~unos de los restantes hallazgos del doctor Cohen de su resistencia a través de una estimulación excesiva y
tambIén .se relacionab~n con el vínculo, aunque de forma constante.
menos dIrecta. La m~Jer que ocasionalmente se preocupa
por su aspecto, que pIensa que está fea, que cambia brusca-
mente de es~ado de ánimo o que no parece capaz de hacer COMUNICACIÓN SIMPÁTICA
los preparatIvos para el nacimiento de su hijo, no actúa de
un modo que le dañará activa o directamente. Sin em- Niño
bargo, el doctor Cohen opina que, cuando todas estas con-
ductas están ~resentes a lo largo de la gestación, pueden Los sueños no son azarosos ni arbitrarios. Ocurren por
ser ~emostratIvas de un rechazo subconsciente de la ma- algún motivo, y creo que, en el caso de la embarazada, mu-
ter111dad, con su consecuente impacto en el vínculo. chos sueños expresan sus conflictos inconscientes con res-
Otro. ~uti1 ca~:bi~ de conducta que la madre puede pecto al niño. Las gestantes que tienen sueños cargados de
tranSmItIr.a su hIJO SI? darse cuenta es la desdicha por te- ansiedad suelen pasar por partos más cortos y nacimientos
ner .que dejar su trabajO durante la gestación . Según un es- más tranquilos. Pruebas recientes demuestran que, en lo
tudIO, hast~ el 75 % de las trabajadoras renuncia a sus que respecta a las embarazadas, los sueños constituyen
puestos o pIde la e~cedencia durante el embarazo. En sÍ, uno de los modos corrientes y beneficiosos de afrontar sus
est.o no es. bueno 111 ma!o. Algunas mujeres prefieren se- ansiedades. También es sabido que en la literatura médica
gUIr tr.abaJando hasta bIen entr~do el último trimestre, y existen numerosos casos documentados sobre sueños de
otras tIenen muc~as ganas de dejar de trabajar. Cualquiera gestantes que se han convertido en realidad. Dadas las
de estas alt_er.natl~as .es corre.cta. El peligro se presenta conversaciones con mis colegas, sospecho que cientos y
cU~l1d? 1~ sublta perdIda de la 111dependencia económica y quizá miles de estas «coincidencias» no quedan consigna-
pSIC?l~gIca que provoca el abandono del trabajo causa re- das porque la que sueña o su médico temen que los califi-
SentImIen~o, cólera o insatisfacción. Por mucho que 10 in- quen de supersticiosos o poco científicos. Estos sueños
tente,. el111ño no puede vincularse con una madre que re- prenatales se ajustan a lo que sabemos acerca de las leyes
bosa Ira o frustración. del sueño. Siempre hay una lógica que los sustenta. Por
. Incluso la forma en que una mujer se mueve y marca el muy distinto que sea el contenido de cada sueño, una y
ntm? a l? largo del día se convierte en una especie de co- otra vez aparecen las mismas características y temas. La
mU111caCIón conductista. Al correr desenfrenadamente de que sueña se encuentra afrontando a su hijo, casi siempre
un la~o a ot~o -para cumplir con tareas y recados, se mueve en una situación inquietante o perentoria.
a un rItmo dISt111tO que cuando sale a dar un paseo prolon- La noche anterior a que una de mis pacientes tuviera un

86 87
aborto espontáneo, despertó varias veces a causa de sus nen una dimensión simpática. Incluso sensaciones con
propios gritos, di cie ndo «quiero salir, déjame salir». Está una clara base biológica -como el miedo y la ansiedad-
convencida de que su hijo hablaba a través de ella. Un co- afectan al niño de modo que superan todo lo que sabemos
lega m.e ~omentó el sueño de una paciente qu e, aunque sobre fisiología. Esto es doblemente cierto en lo que res-
muy dlstl11to en todos los sentidos, tenía el mismo tema pecta a las emociones que carecen de un anclaje biológico
subyacente: un niño que hacía frenéticos esfuerzos por evidente, como el amor y la aceptación. N ada de lo que sa-
transmitir un mensaje. Al principio del tercer trimestre, la bemos sobre el cuerpo humano puede explicar por qué
paciente soñó que se enco ntraba a punto de parir. Su em- esos sentimientos afectan al niño intrauterino. En cual-
barazo no había sido com plicado física ni emocional- quier caso, un estudio tras otro demuestran q,:e .l~s madres
mente, y ningún elemento de su historia clínica o psicoló- felices y satisfechas tienen muchas más poslblhdades de
gica sugería un ri esgo de parto prematuro. Pero el sueño la alumbrar niños con gran capacidad mental y extrover-
p.erturbó. Convenc ida de que poseía un significado, «por tidos.
SI acaso» comenzó a hacer los preparativos para el parto. Una emoción muy compleja y sutil como la ambivalen-
Dos semanas después dio a luz. cia proporciona un ejemplo más claro. Como ya. he~?s
En este punto, sólo podemos hacer especulaciones visto, la ambivalencia puede ejercer un efecto perjudiCial
acerca de los mecanismos incluidos en estos sueños prena- en el niño no nacido. Sin embargo, prácticamente no
tales. Creo que co nstituyen una especie de comunicación existe ningún estado fisiológico relacionado con ella. A
extrasensorial por parte del niño. Últimamente se ha pres- menudo, esta emoción es tan silenciosa que ni la mujer es
tado mucha aten ción científica a este fenómeno. En la consciente de ella. Considero que la única explicación ló-
Duke University, hace varias décadas que una unidad es- gica de estos descubrimientos es lo que he denominado
pecial de investi gació n extrasensorial se dedica a estu- «comunicación simpática». Evidentemente, el radar emo-
diarla, y la Asociación Americana para el Progreso de la cional del niño es tan sensible que registra incluso los más
Ciencia -uno de los grupos científicos más respetables y leves temblores de las emociones maternas.
respetados del mundo- ha quedado lo bastante impresio- Pese a su carácter inexorable, los datos sobre el aborto
nada por la importanci a potencial de las formas extrasen- espontáneo y su incidencia también nos aclaran mucho
soriales de cOI}lunicación como para patrocinar varios acerca de la naturaleza de la comunicación simpática. En
proyectos de investigación. Será interesante ver qué tipo realidad, los estudios sobre ambivalencia e indiferencia y
de resultados alcanzan. los datos sobre abortos proporcionan una buena com-
prensión de la naturaleza de las emociones maternas sim-
páticamente transmitidas. Un s!gnificativ? .número ~e
Madre abortos espontáneos se produce SI11 causa chmca; la mUjer
está físicamente sana y es totalmente capaz de gestar. Su
Lo que sabemos acerca de la comunicación simpática de problema es emocional y por lo general corresponde a al-
la madre al niño tiende a demostrar la teoría de la comuni- gún tipo de temor. Tras analizar más de cuatrocien.tos
cación extrasensorial con respecto a los niños. Al parecer, abortos espontáneos, un investigador llegó a la conclUSión
casi todas las emociones que la mujer experimenta contie- de que el miedo a la responsabilidad y a tener un hijo anor-

88 89
mal acrecentaban materialmente las posibilidades de nales en los vástagos de madres rechazadoras o desdi-
abortar. En un segundo estudio, otros dos investigadores chadas no se deban únicamente a hormonas maternas
sostuvieron lo mismo. La única diferencia radicaba en que nocivas. Al menos parece posible que si tiene un control
sus sujetos padecían otros tipos de iniedos. Estas mujeres parcial del embarazo y se s~ente en un an:~ie~t~ hostil,
temían ser abandonadas por sus maridos, amistades, fami- en algunos casos el feto retire su ap~yo ftslOloglCO, ha-
liares o médicos. ciéndose de este modo daño a sí mismo.
Sin lugar a dudas, el miedo tiene una base biológica, y es
posible que las neurohormonas producidas por el temor
materno afecten al ambiente intrauterino más poderosa- Madre
mente de lo que demuestran las investigaciones actuales.
Suponiendo incluso que esto sea cierto, dudo de que nue- Las hormonas relacionadas con la ansiedad y la ten-
vos descubrimientos fisiológicos puedan explicar plena- sión constituyen la manifestación más clara d.e com~~i­
mente la causa de dichos abortos. cación fisiológica por parte de la madre hacia el. mno.
Sin lugar a dudas, las ansiedades que afect~n dlre~ta­
mente al niño, al embarazo, al cónyuge o las msegunda-
COMUNICACIÓN FISIOLÓGICA des e incapacidades de la mujer ejerc~n el mayor Jm-
pacto en el feto. Pero sólo la an,siedad mtensa o contmua
Niño puede res¡",ltar peligrosa. La mUjer que a veces se preo-
cu pa por las deudas o por los kilos que ha aumentado
Hasta hace poco se suponía que la responsabilidad de no pone en peligro a su hijo. La cantidad de horm~nas
sustentar fisiológicamente el embarazo sólo correspondía que estas preocupaciones secund~rias prod~cen -SI es
a la madre; sin embargo, nuevas pruebas demuestran que que las producen- no afectan al mñ~ no nacl.do. Lo que
el niño también desempeña un importante papel. éste no puede asimilar es una agresión contl~ua de las
Así, según el doctor Liley, es el feto quien garantiza el hormonas de la ansiedad. En este caso, el pehgro no se
éxito endocrino de la gestación y quien desencadena mu- limita sólo al vínculo intrauterino. Como hemos visto
chos de los cambios físicos que debe experimentar el orga- en el anterior capítulo, este tipo de ataque puede situar
nismo de la madre, a fin de sustentarlo y alimentarlo en el el termostato emocional del niño en un nivel peligrosa-
proceso prenatal.' En consecuencia, es posible que, in- mente elevado.
cluso en esa etapa, el niño intrauterino tenga algún control El consumo de tabaco, la ingestión excesiva de alco-
de su bienestar, hecho que plantea algunas cuestiones inte- hol, la ingestión de drogas y el comer con exceso o in-
resantes. En concreto, abre la posibilidad de que las tasas correctamente también se consideran formas de comu-
extraordinariamente elevadas de daños físicos y emocio- nicación fisiológica materna. (Como ya he dicho, psico-
lógicamente representan una expresión indirecta de la
1. Nuevas investigaciones demuestran que la placenta, que es un órgano del niño in-
ansiedad.) Los cambios perjudiciales que dichas sustan-
t~autenno, l'roduce numerosas hormonas -entre ellas estrógeno, progesterona, gonadotro- cias pueden provocar en el entorno del niño no nacido
pina corióntca, etc .- que mantienen el embarazo. Al producir dichas sustancias, el niño in-
trauterino participa activamente en su propia supervivencia. podrían volverle temeroso; me refiero al consumo de ta-

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baco y supongo que también al de alcohol... y el niño in- de su hijo . En ese nivel de co~sumo, las posibilidades de
trauterino tiene todos los motivos del mundo para estar que el niño nazca gravemente deforme son del S? %.
preocupado. Casi tan crítico como la cantidad que bebe la mUjer es el
El alcohol es un buen ejemplo. Puede mutilar e incluso momento en que lo hace. Los mismos expertos advierten
matar al niño. El conocimiento de su peligrosidad du- que hay dos períodos del embarazo en que la i~gestión d.e
rante el embarazo se remonta a griegos y romanos, que alcohol es especialmente peligrosa para el mño. El pn-
notaron que las madres que eran grandes bebedoras mero abarca de la semana doce a la dieciocho, momento
alumbraban un porcentaje muy alto de niños deformes y en que su cerebro se encuentra en una etapa crític~ d~ de-
enfermizos. Sólo en la última década, los investigadores sarrollo; el segundo se extiende desde la semana vemtlcua-
han encontrado la causa científica de este fenómeno: el tro hasta la treinta y seis.
alcohol atraviesa la placenta tan fácilmente como casi Los cigarrillos son otro grave peligro para el niño in-
todo lo que la madre come o bebe. La manera exacta de trauterino. El consumo de tabaco reduce la provisión de
afectar al niño una vez que le alcanza depende de la can- oxígeno disponible en el torrente sanguíneo ~aterno y el
tidad de alcohol a la que esté expuesto y a su etapa de de- desarrollo del tejido fetal puede retardarse S1 no hay un
sarrollo. flujo adecuado de oxígeno. La mujer que furr:a uno o d.~s
Creo que la política más inteligente consiste en no pro- cigarrillos diarios tal vez no pone en grave pebgro .a su h1J?
bar una gota de alcohol durante el embarazo. De todos (a pesar de que, al igual que con el alcohol, la mejor pob-
modos, si la mujer decide tomarlo, debe limitar el con- tica es la abstinencia), pero probablemente sí la que fuma
sumo diario como máximo a 60 cl de alcoholo su equiva- dos paquetes diarios. Se~ún estudios recient~s, l.os b~bés
lente. Toda cifra superior hace que el niño corra el peli- nacidos de madres que tuman cuarenta o mas c1garnllos
gro de ser víctima del síndrome alcohólico fetal (SAF). diarios son más menudos y se encuentran en peor estado
Los investigadores aún no han dilucidado todos los me- físico que los de las no fumadoras. A los siete años, los hi-
canismos que supone esta grave enfermedad, si bien están jos de fumadoras tienden a tener más problemas en el
totalmente seguros de algo: cuanto más beba la mujer, aprendizaje de la lectura y un porcentaje superior de ~ras­
mayores posibilidades tendrá su hijo de nacer mental- tornos psicológicos que otros pequeños. Además, eX1sten
mente retrasado, hiperactivo, con un soplo cardíaco o pruebas crecientes de que el consumo de tabaco por parte
con una deformación facial que puede consistir en una del padre puede afectar el desarrollo del fe~o. Investi~ado­
cabeza pequeña o las orejas caídas. res de la República Federal de Alemama descubneron
Según los expertos del Instituto Nacional sobre el hace poco que los hijos en gestación de fumadores presen-
Abuso de Alcohol y Alcoholismo de Estados Unidos, tres taban una tasa de mortalidad prenatal notablemente supe-
o cuatro cervezas o vasos de vino al día pueden provocar rior a la de los de hombres no fumadores. El motivo no
uno o más de estos defectos, y seis o más copas diarias está claro todavía, aunque el to xicólogo Helmut Griem
pueden producir toda la horrorosa gama de deformida- cree que el tabaco puede producir cambios sutiles pero po-
des relacionadas con el SAF. La mujer que bebe 300 cl tencialmente graves en el esperma. _
diarios de alcohol -o el equivalente de alrededor de seis Los informes sobre las consecuencias de la cateína en el
tragos fuertes- juega a la ruleta rusa con la vida y la salud feto son menos persuasivos que los que corresponden al

92 93
alcoholo al tabaco. Los pocos estudios que se han reali- con su hijo, pero no es así. Es necesario ver en perspectiva
zado sobre la influencia de la cafeína en el embarazo no el contenido de este capítulo. Emociones negativas o hechos
que producen tensión no afectarán adversamente el vínculo
h.an dado resultados d~finitivos. La única excepción par-
cial corresponde a un mforme reciente de la Universidad intrauterino si son ocasionales. El niño no nacido es lo bas-
de Washington, en el cual los investigadores hallaron una tante flexible como para no desanimarse ante unos pocos
firme correlación entre la cafeína (fuera en forma de café, contratiempos. El peligro surge cuando se siente separado
de su madre o cuando sus necesidades físicas y psicológi-
colas, té o cacao) y determinados trastornos del naci-
miento. Las mayores consumidoras de cafeína del estudio cas son constantemente ignoradas. Sus demandas no son
presentaban la tasa más alta de bebés con poco tono mus- excesivas: lo único que quiere es un poco de amor y de
atención; si los recibe, todo lo demás, incluido el vínculo,
cular y bajos niveles de actividad. ¿Estas consecuencias
aparecen a corto plazo o son las precursoras de alguna en- se produce espontáneamente.
fermedad grave y permanente? La doctora Ann Stressi-
guth, jefa del equipo, sostiene que es imposible responder
a esta cuestión vital sin llevar a cabo más investigaciones.
En estas circunstancias, considero sensato que la emba-
razada beba café descafeinado y reduzca el consumo de
colas o cacao. En el peor de los casos, la ausencia de ca-
feína la beneficiará (ya se ha relacionado la cafeína con la
tensión alta y pruebas recientes demuestran que también
podría ser un factor del cáncer de mama). Si la mujer es tan
dependiente del café o el tabaco que abstenerse de ellos le
produce una tensión excesiva, es mejor intentar reducir su
consumo en lugar de privarse totalmente de estas sus-
tancias.
Los riesgos del consumo de drogas durante el embarazo
han sido .tan difundidos que no es necesario explayarse en
este sentido. Baste decir que el niño intrauterino es más
vulnerable a sus efectos tóxicos al principio del embarazo
y q~e pueden resultarle perjudiciales incluso pequeñas
cantIdades de cualqu.ier droga, incluidas medicinas co-
rrientes y de venta libre como la aspirina.

A est:lS alturas puede parecer que todo lo que la gestante


hace -desde tomar una simple aspirina para calmar un do-
lor de cabeza hasta tener ocasionalmente un pensamiento
negativo o un momento de tensión- afectará la relación

<)4
Capítulo V

LA EXPERIENCIA DEL NACIMIENTO

«Por favor, que alguien apague las luces», pidió en


alemán una mujer de aspecto jovial. A juzgar por los susu-
rros y pisadas de entusiasmo que se oyeron después, todos
los que se encontraban en el Kantonspital de Basilea esta-
ban tan deseosos como yo de que la película comenzara.
Lo que vimos no era técnicamente perfecto. Las imáge-
nes se desenfocaban de manera inexplicable y había que
esforzarse en oír lo que se decía. Hasta cierto punto, nada
de eso tenía importancia. Al dirigir la cámara a las recien-
tes madres y a sus hijos cuando se miraban por primera
vez, la directora había logrado crear una película real-
mente conmovedora.
Cuando más tarde pensé en esa cinta, comprendí que no
sólo era un magnífico documental sobre el nacimiento,
sino también una descripción exacta de nuestras actitudes
hacia éste. Durante la mayor parte de los cuarenta y cinco
minutos de la película, la cámara se ocupaba de las madres
y de sus reacciones. No se apartaba de los rostros de estas
mujeres mientras acariciaban y serenaban a sus recién na-
cidos. Puesto que el tema de la película era el parto, los be-
bés estaban con los ojos abiertos y despiertos, pero sólo se
les hicieron tomas muy breves. Evidentemente consti-
tuían el reparto secundario de este suceso concreto: las
verdaderas estrellas eran sus madres.
Ni que decir tiene que esta perspectiva no es exclusiva

97
le la película. Al describir el nacimiento, sobre todo desde Por otro lado, el nacimiento es el primer choque físico y
el punto de vista de la madre, la cámara simplemente refle- emocional prolongado que experimenta el niño, y nunca
¡aba l~ q~e la mayoría de nosotros opina cuando piensa en lo olvida. Vive momentos de inenarrable placer sensual,
el naCImIe?to. Lo vemo.s a través de l~s ojos de la madre y momentos en que cada centímetro de su cuerpo es bañado
es su ale?_na la q~e despIerta nuestra sImpatía. Suponemos por cálidos líquidos maternos y masajeado por músculos
que el nmo no sIente nada, que es un espectador inocente maternos. No obstante, estos momentos se alternan con
del acontecimiento. Lisa y llanamente, esto no es verdad. otros de gran dolor y miedo. Incluso en las mejores cir-
Para su madr~ y su padre, su nacimiento puede representar cunstancias, el nacimiento resuena en el cuerpo del niño
un recuerdo Imborrable, la satisfacción de un sueño de como una sacudida sísmica que alcanza las proporciones
toda la vida; sin embargo, para el propio niño es algo mu- de un terremoto.
cho más trasce?dental, un acontecimiento que se estampa En un instante flota maravillosamente en un estanque
en su personalIdad. Su modo de nacer -doloroso o fácil de tibio líquido amniótico y al siguiente puede verse súbi-
tranquil~ o violento- determina en gran medida su futur~ tamente lanzado hacia el canal del nacimiento y el co-
p.ersona~Idad y cómo verá el mundo que le rodea. Tenga mienzo de una experiencia difícil que puede durar muchas
c~nco, dIe~, cuarenta o setenta años, una parte de su ser horas. Durante la mayor parte de ese período, las contrac-
s~empre mIrará el mundo a través de los ojos del recién na- ciones maternas le empujarán y pellizcarán. Sólo es posi-
cIdo que una vez fue. Por ese motivo, Freud denominó ble imaginar qué se siente ante la fuerza total de una con-
«emociones primarias» al placer y al dolor que acompañan tracción, aunque algunos estudios radiológicos recientes
el nacimiento. Ninguno de nosotros logra escapar total- muestran que, a medida que cada contracción rodea al
mente a su influencia. niño, éste agita desenfrenadamente brazos y piernas, ha-
.Para comprenderlo, nada mejor que intentar ver el naci- ciendo algo que se parece mucho a una reacción ante el
mIento a través de los ojos de un niño. Al final del noveno dolor.
mes e? el útero, se ha vuelto profundamente consciente de El final del nacimiento es casi igualmente desconcer-
su Ulllverso; ahora, las sensaciones, los sonidos y la visión tante. Cuando el niño se acerca, al fin, a la abertura vagi-
de éste SO? pa,rte de él tanto como sus brazos y sus piernas. nal, los dos brazos de acero de los fórceps pueden apresar
Esta explIcacIón no es mística. En el más fundamental de de súbito su cráneo todavía frágil y su cuerpo de 2,700,
los s:ntidos, el. n~ño está de. acuerdo con su mundo y éste 3,200 03,600 kg puede ser empujado por una fuerza equi-
con el. Ha recIbId.o mensajes de su madre y, a través de valente a 18 kg sobre su cuello. También puede encon-
ella, del mundo. Estos interrumpirán momentáneamente trarse con que tiene insertado en el pericráneo un pequeño
su tranquilidad y comenzarán a poner los cimientos de su electrodo de metal que parte del monitor cardíaco fetal.
vid~ emocion~l. Como ya he dicho antes, los mensajes de Aunque logre salvarse de estos dos riesgos, es muy proba-
ansIedad mÍlllmos ayudarán al niño intrauterino a desa- ble que pronto se encuentre en una estancia fría, ruidosa y
rrollar s~ sen~ido del ((yo». Salvo en contadas excepciones, potentemente iluminada, rodeado de un grupo de desco-
breves e mqUIetantes mensajes de ((ambivalencia» o «ansie- nocidos que le sujetan, le exploran y le tironean.
dad » de una madre que en todos los demás aspectos se Simultáneamente, su mente registra toda sensación,
ocupa de él no le afectarán. ademán y movimiento. Ahora, nada escapa a su atención.

98 99
Hasta los detalles más insignificantes dejan imborrables lante éste buscó en su fichero (tuvo la precaución de no
huellas en su memoria, aunque el niño rara vez podrá evo- consultarlos de antemano, por temor a inducir a los suje-
car espontáneamente esos recuerdos más adelante. Casi tos). Cada hombre y cada mujer describieron con exacti-
nadie puede hacerlo. El nacimiento produce una especie tud cómo tenían girada la cabeza y en qué ángulo se en-
de efecto amnésico; existen buenos motivos para creer que contraban sus hombros al nacer, además de explicar cómo
se debe a la oxitocina (la princi pal hormona del organismo fueron traídos al mundo.
femenino para inducir a las contracciones uterinas y la Lo que hace que sea tan significativo el trabajo del doc-
lactancia) secretada por la madre durante el parto. Investi- tor Cheek hay que buscarlo en sus implicaciones más am-
gaciones recientes (que serán analizadas más profunda- p lias. Si un niño puede recordar algo tan simple como la
mente en el Capítulo X) muestran que la oxitocina pro- forma en que tenía girada la cabeza al nacer, ¿qué puede
voca amnesia en animales de laboratorio, de modo que es decirse de los hechos traumáticos? En concreto, ¿qué
posible que la presencia de esta hormona explique el he- puede decir sobre el recuerdo de queda~ atrapado en el ~a­
cho de que tantos recuerdos de nacimiento escapen a nal de nacimiento, el de no poder respirar durante vanos
nuestra evocación consciente. segundos o el de ser arrojado al mundo semanas o incluso
Sin lugar a dudas, sabemos que los recuerdos de naci- meses antes de llegar a término? ¿Qué sucede cuando a es-
miento existen y que, si se los estimula correctamente, es tos riesgos físicos se les suman la ansiedad, el miedo o la
posible recobrarlos. Los estudios del Dr. Penfield lo de- hostilidad de la madre?
mostraban, aunque su trabajo trataba de recuerdos primi- El experimento del Dr. Cheek y de otros investigadores
tivos. En contraposición, el Dr. David B. Cheek ha con- nos permite responder ahora, con cierta precisión, a estas
centrado su atención concretamente en los recuerdos del preguntas. Incluso es posible trazar los diversos «riesgos
nacimiento. En un extraordinario experimento clínico de nacimiento» y sus consecuencias psicológicas en el niño
realizado hace varios años, eligió a cuatro hombres y a a la manera de una tabla, incluidas las gráficas y las divi-
cuatro mujeres jóvenes que había ayudado a nacer en sus siones. A partir de experimentos c~n animales y de i~ve~­
años de obstetra en Chico, California. Sometió a hipnosis tigaciones clínicas he formulado CInCO categorías pnnc~­
a sus sujetos y pidió a cada uno que describiera cómo esta- pales de riesgos psicológicos relacionados con el nacI-
ban colocados su cabeza y sus hombros al nacer. La colo- miento, categorías que, aunque todavía provisionales,
cación se eligió como medida de la exactitud del recuerdo incorporan los mejores y ruás recientes datos de que se
del nacimiento, porque el Dr. Cheek sabía que los sujetos dispone.
no podían conocer la respuesta. Este tipo de información En la parte inferior, en la categoría más baja de riesgo
rara vez va más allá de las notas que el obstetra redacta so- psicológico de la tabla, estarían los nacimientos vaginales
bre el alumbramiento, y las correspondientes a estos jóve- simples y sin complicaciones. Aunque mis propias prue-
nes llevaban más de dos décadas guardadas bajo llave en bas empíricas demuestran que una inmensa mayoría de las
los ficheros del Dr. Cheek. personas nacidas por vía vaginal son extrovertidas, opti-
Constituían la prueba confirmatoria del experimento. mistas y confiadas, no puedo mencionar ningún estudio y
En todos los casos, lo que el paciente hipnotizado respon- decir: «Aquí se demuestra lo que decía.» Sin embargo, los
dió al Dr. Cheek quedó confirmado por lo que más ade- informes que se han hecho -y que en gran medida corres-

100 101
ponde? a ~nimales- indica? que el nacimiento vaginal sin estudiantiles de 1.698 niños de Indianápolis, los investiga-
complIcacIOnes concede Importantes ventajas emocio- dores descubrieron que existían muchas más posibilidades
nales. de que hubieran nacido de nalgas los que suspendían
En una investigación realizada en el Instituto Nacional como mínimo un curso y necesitaban ayuda para estudiar.
de Enfermedades Neurológicas y Ceguera, a principios de Aproximadamente en el mismo nivel de riesgo que los
los años se~enta, los investigadores descubrieron que los nacimientos de nalgas situaría las dificultades secundarias
monos naCIdos por vía vaginal (la reacción del mono ante y momentáneas con el cordón umbilical, por ejemplo, un
el nacimiento es la más parecida a la humana) eran mucho pellizco o un lazo del cordón que se corrigen rápidamente.
más ~ctivos, receptivos entre sí y aprendían más rápido en Ninguno pone en peligro la vida, pero ambos pueden per-
l~s cmco d.ías posteriores al nacimiento que los monos na- turbar la respiración del niño durante unos breves y ate-
cIdos medIante cesárea (a cuyas madres se les había apli- rradores momentos. Por este motivo, supongo que dejan
cado una anestesia local para evitar el efecto atontador de huellas psicológicas a largo plazo que suelen ser muy con-
drogas más fuertes). Otro asunto es la comparación que cretas; en realidad, toda incapacidad tiene su lógica in-
pued~ hace,rse entre los na~idos por cesárea y los paridos terna. Por ejemplo, los bebés que, al nacer, han tenido ac-
por VIa vagmal dos, tres o cmco años después. Muchas in- cidentalmente enganchado el cordón alrededor del cuello,
capacidades secundarias relacionadas con el nacimiento de niños y adultos tienden a sufrir un porcentaje superior
de,sapar~cen con el paso del tiempo. Sin embargo, entre , de problemas de garganta, como dificultades para tragar o
mIS pacIentes he notado que podría ser una consecuencia, defectos del habla.
a largo plazo, del nacimiento por cesárea: un intenso an- Esto era lo que le ocurría a un hombre que traté y que
helo de todo tipo de contacto físico. Probablemente, esto había sido tartamudo profundo desde los seis años. Al
se debe a que la cesárea priva de los momentos sensuales principio de la terapia resultó evidente que su padre era
que un bebé parido por vía vaginal experimenta durante el una de las piezas clave del rompecabezas. Cuando el pa-
parto: el dolor atroz y el placer extremo. Estas sensaciones ciente era pequeño, el padre le había criticado implacable-
s~nsuales son precursoras de la sexualidad adulta, y es po- mente por su manera de hablar, actitud que sólo empeoró
SIble que la persona traída al mundo de forma quirúrgica las cosas. A medida que la terapia avanzaba, gradualmente
nunca supere su pérdida. Por estas razones, las cesáreas surgió el hecho de que esa crítica sólo era uno de los diver-
quedarían situadas ligeramente por encima de los naci- sos factores importantes que contribuían a su dificultad;
mientos por vía vaginal en la tabla de riesgos. este hombre también tenía una historia de afecciones en la
A continuación, aproximadamente entre la tercera garganta. Durante una sesión recordó que, entre los tres y
parte y la mitad del camino ascendente de la tabla situaría los cinco años de edad, había padecido una dolorosa serie
los nacimientos de nalgas, que se producen apro'ximada- de infecciones de las amígdalas; en otra recordó que había
mente en uno de cada treinta y cinco partos. Aunque la nacido con el cordón umbilical enlazado alrededor del
mayo~ía de los niños nacidos de nalgas acaban por llevar cuello.
una VIda completamente normal, los estudios señalan que No pude comprobar su recuerdo, pues no logré conse-
tienen un riesgo ligeramente mayor de plantear problemas guir el rdato de su nacimiento. Pero en las semanas poste-
de aprendizaje en la infancia. Al comparar los progresos riores a la emergencia de este recuerdo de nacimiento sur-
102 103
gió otro tipo de corroboración más significativa: la tarta- tosas y aterradoras pesadillas. Noche tras noche, poco
mudez fue desapareciendo gradualmente. después de dormirse, se revolcaba en la cama y m.al?~cía
Por encima de las dificultades con el cordón umbilical o con un vocabulario que estaba más allá de las pOSIblhd~­
aproximadamente entre la mitad y las tres cuartas partes des de un niño de seis años. Más extraños aún eran los gn-
del camino ascendente de la tabla eri dirección a los pro- tos y chillidos que emitía después. A veces, también se re-
blemas críticos, estarían los nacimientos prematuros. Pue- fería a una luz rara y hablaba en lo que a su madre le
den variar según el grado de gravedad. Un nacimiento pre- parecía una lengua extranjera. Ninguno de los médicos
maturo de pocos días tendrá escasas consecuencias; de que los Burke consultaron por el problema d~ Rick~ sirvió
pocas semanas tendrá más importancia, y un nacimiento de ayuda; consideraron que su estado era lmpo~lb~e de
prematuro de pocos meses puede ser física y emocional- diagnosticar o recetaron medicamentos que no SIrvIeron
mente devastador para el niño.
de nada.
Al nivel ~ás bajo, he notado que muchos de mis pacien- Tras escuchar el programa de Sandra, la señora Burke
tes que naCIeron prematuros suelen sentirse constante- volvió a pensar en las circunstancias del nacimiento de su
mente apresurados y hostigados. Supongo que la sensa- hijo. Había tenido un parto muy difícil y Rick~ nació pre-
ción de que nunca lograrán ponerse al día es consecuencia maturo casi muerto. Gradualmente, a medIda que su
directa del haber sido prematuros. Comenzaron la vida mente ;e concentraba en esa noche, surgieron otros deta-
apresurados y ahora, muchos años después, siguen experi- lles: los agotados médicos que la atendieron habían ~~l­
mentando lo mismo.
decido. Habían llamado a un sacerdote para que admInIS-
Existen. otros casos, como el de un muchacho a quien trara la extremaunción a Ricky. Mientras la madre
lla~aré RI~ky B~rke, cuyo nacimiento prematuro deja ci- recordaba esos acontecimientos, súbitamente todo encajó
catnces pSIcológIcas más profundas. Tuve conocimiento en su sitio. La pesadilla de Ricky surgía de su recuerdo del
del caso de Ricky de una manera indirecta. Una de las esta- nacimiento, sus maldiciones eran las que había oído pro-
ciones de radio locales de Toronto pidió a Sandra Collier nunciar a los médicos y su idioma era el latín del sacerdote.
-terapeuta d~l centro don.d~ trabajo- que realizara un pro- Cuando telefoneó durante el segundo programa de San-
gran: a ~s~ecIal en dos emlSlones sobre sueños, pesadillas y dra para hablarle de Ricky, la señora Burke dijo que todo
su sIgnIfIcado. Sandra había trabajado a fondo en este era coherente.
campo -sobre todo en la relación entre sueños y memorias «Afortunado» puede parecer una palabra extraña p~~a
de nacimiento olvidadas- y lo mencionó hacia el final del aplicarla a Ricky Burke, mas, si tenemos en cuent.a las ~l.fl­
primer programa. Fue una coincidencia extraña: un cultades de su nacimiento,fue afortunado al salIr caSI In-
oyente oye una voz extraña por la radio y, de pronto, su demne. Una complicación de parto como la de Ricky co-
vIda y la de sus familiares cambia.
rresponde al último cuarto de la tabla. Los problemas de
En este caso, la oyente era Kathleen Burke y, al oír lo esta categoría incluyen casos de nacimiento prematuro
que Sandra decía sobre la manera en que los sueños pue- que ponen en peligro la vida (por ejemplo, partos que se
den expresar recuerdos de nacimiento inconscientes , se adelantaron como mínimo dos meses); dificultades con el
puso a pensar en su hijo Ricky y en su nacimiento. En los cordón umbilical que ponen al niño al borde de la muerte;
últimos años, Ricky había estado atormentado por espan- placenta previa que puede obstaculizar su salida del útero
104
105
durante el pa~to, y eclampsia, un tipo de hipertensión ma- janza de las historias de nacimiento de los 20 sujetos. El
terna potencIalmente amenazadora. 70 % había sufrido una o más complicaciones al nacer o
Los problemas psicológicos que a menudo se relacionan durante su gestación. El Dr. Mednick consultó los archi-
con ~stos .tras.torn~s son potencialmente graves: esquizo- vos de los niños que no padecían esquizofrenia y encontró
frema., pSICOSIS y VIOlenta conducta antisocial y delictiva. una cifra distinta aunque, a su manera, igualmente revela-
A: ~eclr verdad, las pruebas existentes en la literatura cien- dora: sólo el15 % había tenido algún tipo de complicacio-
tIEtca fav~rec~n, de ~~ne:a .abrumadora, la opinión de que nes durante la gestación o el nacimiento.
l~s ~omphcacIOne~ flsIOlo.glcas al nacer predisponen al in- Asimismo espectaculares son los resultados de otro es-
dlVl,d~0 a un amplt_o abamco de daños, desde lesiones psi- tudio realizado por el mismo Dr. Mednick. Esta vez, sus
cologlcas h~sta danos ~erebrales orgánicos. Por ejemplo, sujetos eran hombres que habían cometido delitos acom-
e.n un estudIO sobre 33 Jóvenes esquizofrénicos,.1os inves- pañados de violencia. Volvió a com probar que el único de-
tIgadores encontraro~ una tasa del 40 % de complicacio- nominador común era la historia natal: 15 de los 16 delin-
nes natales de todo tIpo. En contraste, la proporción en cuentes más violentos habían padecido nacimientos ex-
sus hermanos y hermanas mentalmente sanos sólo ascen- traordinariamente difíciles (la madre del decimosexto era
día al 10 %. epiléptica).
Más espectaculares aún son los resultados de un estudio Muchos -hasta es posible que la mayoría- de estos naci-
extraordinariamente esc!arec~dor llevado a cabo por el mientos violentos y dolorosos son evitables en su totali-
do~tor Sarnoff A. Medmck,.dl~e~tor del Instituto Psyko- dad o, en los casos en que esto no se logra, sus consecuen-
logIs k, de ~openhague. A pnnclpIOs de los años sesenta el cias pueden reducirse. A veces se puede conseguir propor-
~~: Medmck ~om~nzó a se~uir a un grupo de más de 1'70 cionando un poco más de la compleja asistencia médica
nmos que hab~an SIdo consIderados candidatos posibles a tecnológica en que se ha especializado la obstetricia mo-
la esqulzofrema porque sus madres padecían dicha enfer- derna, y otras suministrando menos. Pero siempre hay que
medad. ,El Dr. Mednick quería averiguar cuántos niños prestar muchísima atención al estado emocional de la mu-
padece:lan e~te trastorno y, 10 que era más importante, jer que está a punto de ser trasladada a la sala de partos.
por que motIvo. Su modo de enfrentarse con ese momento ejerce una
En pocos años, tuvo respuesta a la primera parte de la gran influencia en su modo de parir. Si está relajada, se-
pregunta. A esas alturas, 20 de los/ las jóvenes se habían gura de sí misma y desea el nacimiento de su hijo, existen
vuelto esquizofrénicos. Al buscar los motivos por los cua- muchas posibilidades de que el parto sea sencillo y total-
les ellos y no los demás habían sucumbido, el Dr. Mednick mente sereno. Si está atormentada por dudas y preocupa-
halló lo que consideró algunas semejanzas significativas ciones y tiene conflictos entre la perspectiva de conver-
en sus antecedentes. Comprobó que muchas de las madres tirse en madre, los riesgos de complicaciones aumentan
de los esquizofrénicos ya habían estado antes hospitaliza- consecuentemente.
das a ~ausa de su enfermedad. También averiguó que, en No sólo lo sabemos por los archivos de los partos, sino
l?s pnmeros años escolares, muchos de esos 20 habían también a través de lo que, en cierto sentido, son los rela-
sl.do cat~lo.gados de revoltosos por sus maestros. Ahora tos presenciales del niño a punto de ser parido. Entre otras
bIen, el umco dato que le llamó la atención fue la seme- cuestiones, el niño, en esas horas, es agudamente cons-

106 107
ciente de los sentimientos de su madre, y a menudo su re- dad de Cincinnatti. En este último, los investigadores no
cuerdo de tales emociones maternas puede surgir varias se limitaron a analizar la ansiedad per se, sino diversos ti-
décadas después, ya sea espontáneamente o por medio de pos de ansiedades y de tensiones y el efe~to de cad~ una en
la terapia. la duración del pa:to yen las cont:acclOnes uten.nas',E?-
Uno de los relatos más impresionantes de este tipo me conjunto se sometleron a prueba dlez factores pSlcolo?l-
llegó a través de una mujer de edad madura a la que trataba cos; los tres que más prolongaban el parto y que ~roduclan
desde hacía más o menos un año. Surgió una tarde, al final las contracciones más ineficaces eran, respectlvamente,
de lo que había sido una sesión emocionalmente agota- «actitud hacia la maternidad», «relación con la madre» y
dora para los dos . La mujer hablaba de algo inconexo «ansiedades, preocupaciones y temores habituales». En
c~ando, de repente, calló en mitad de una frase y la expre- síntesis, las mujeres que parían con más facilidad eran las
Slón de su rostro cambió. Antes de que pudiera pregun- que presentaban menos ambivalencia con respecto a la
tarle qué le ocurría, comenzó a describir lo asustada que maternidad, menos conflictos con sus madres y las que, en
habí~ estado su madre durante el parto y cómo sintió que líneas generales, resultaban menos ~nsiosas. ~tro descu-
el mledo llevó a ésta a replegarse en una bola protectora. brimiento tranquilizador de este mlsmo estudlO es la es-
«Supe que no me ayudaría a nacer, y me asusté porque ten- casa consecuencia que la aprensión normal tiene en la du-
dría que hacerlo todo sola», dijo la mujer. ración del parto o las contracciones uterinas.
Otra paciente, una mujer algo más joven, que había na- Numerosos estudios también demuestran que las com-
cido mediante cesárea, tenía un recuerdo natal igualmente plicaciones natales se producen con más fre~uenci~ enJ~s
aterrador. Recordaba el temor que había experimentado mujeres gravemente perturbadas. En un~ mV~StlgaclOn
su madre cuando el cirujano se dispuso a hacer la incisión: realizada hace varios años en la Brown Umverslty, los su-
«Pude sentir su terror cuando el bisturí comenzó a abrirle jetos eran 50 mujeres, la mitad calificadas por los inv~sti­
el vientre.» gadores de perturbadas antes del parto, y la otra mltad
Uno de los problemas que estos relatos plantean -desde normales (es decir, deseosas de dar a luz). Después de los
un punto de vista estrictamente científico- es que, a me- alumbramientos, un grupo de obstetras que no tenía nada
n~do, son muy difíciles de corroborar. O la madre del pa- que ver con el estudio analizó la histor~a de J?arto de cada
Clente no puede atendernos o, por algún motivo, no puede mujer y los informes que entregó a los mvestlgadores fue-
o no quiere evocar los pormenores del parto. Sin embargo, ron sorprendentes. . , .
~xiste un buen caudal de investigación seria que sustenta la Todas las perturbadas habían temdo como mmlmo ~na
ldea de que emociones positivas, como la confianza en sí complicación durante el parto, desde pro~lemas relatlv~­
misma y la expectación, pueden afectar el proceso del mente secundarios, como dar a luz a un mño con la nanz
parto, del mismo modo que emociones negativas, como la magullada, hasta otros importantes, en varios casos naci-
ansiedad profundamente arraigada. mientos prematuros, y en otros dos, niños muertos. A su
Un grupo de investigadores de la Universidad de Michi- manera, los datos sobre las mujeres consideradas «norma-
gan llegó a la conclusión de que las mujeres ansiosas tarda- les» fueron igualmente asombrosos. Ninguna había te-
ban mucho más tiempo en dar a luz que las tranquilas. nido complicaciones ni problemas durante el parto.
Existe otro informe aun más concluyente de la U niversi- Desde luego, esto no significa que toda tensión materna

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gra~~ dañe necesariamente al niño. De todos modos También en este caso, virtualmente todas las opiniones
¿quIen ~abe cuánto sufrimiento físico y emocional podría~ autorizadas coinciden en que el nacimiento sin cirugía es
mos eVItar nosotros -por nosotros me refiero a profesio- mejor y más seguro. Sin embargo, esto no ha impedido
nales de la salud~ como obstetras, psiquiatras, comadronas que, en las últimas dos décadas, el porcentaje de cesáreas
y enfermeras- sImplemente prestando a la salud emocio- practicadas en Estados Unidos se elevara en un 200 %. Un
nal de la gestante la misma atención que dedicamos a su importante factor que ha contribuido a este aumento alar-
salud física?
mante ha sido la introducción del monitor cardíaco fetal,
Exist,e, otra medi~a igualmente sencilla que, con toda que permite una lectura constante del ritmo cardíaco y
pro?a?IlIdad, permI.tiría disminuir los riesgos físicos del respiratorio del niño durante el part~. ,Los ~b~tetr~s so~­
na~Im:e~to y qu~, ~In lugar ~ dudas, reduce sus peligros tienen que este elemento les ha permItido dIstIngUIr mas
pSI~ologICOS. Lo UnICO que eXIge es emplear con más limi- pronto al niño que tiene problemas y asistirlo con m,ayor
tac:ones y prudenci,a drogas, fórceps, monitores fetales, rapidez ... en general, prac.ticando una cesárea. Sostt:~en
cesareas y la compleja tecnología que gradualmente ha lle- que gracias a ésta y al mOnItor fetal pueden salvar a nInOS
gado a dominar el acto de nacer.
que hace pocos años habrían muerto durante el parto,
En los cas~s en que l~ m~~re o ~l niño corren peligro, di- pero no pueden demostrarlo con cifras. Coincido ~on los
cha tecno~ogIa puede sIgnIfICar, lIteralmente, la diferencia que opinan que el aumento de las cesáreas exp~ne Innece-
entre l~ vIda y la mue~te. Para eso fue proyectada ... para sariamente a un número cada vez mayor de mUjeres y a sus
urgencIas. Por desgracIa, la mayoría de los obstetras recu- hijos a los peligros de la cirugía. .
rren ,d,e manera ru~inaria a la tecnología de que disponen y Los fórceps constituyen otro instrumento obstétnco de
la utilIzan con mUjeres que no la necesitan. El 80 % de las peligroso doble filo. Teniendo en cuenta el hecho de que
norteamericanas recibe como mínimo una droga durante hasta el más ligero deslizamiento del brazo de metal o el
el parto; el 30 % de los niños nacidos por vía vaginal son más leve exceso de presión puede dañar de manera perma-
sa~ados al mundo con fórceps, y el15 % de todos los naci- nente el cerebro del bebé, ¿es sensato emplearlos en casi un
mIento se hacen mediante cesárea. tercio de todos los nacimientos? Un número creciente de
Es difícil ~~ber cuánto daño físico directo infligen a la expertos opina que no, y entre ellos se encuentra el
madre y al ~I~O estos y otros elementos de gran potencia Dr. Cheek, que considera que es la ansiedad lo que lleva a
de la obst~tncIa m~de~na, Prácticamente todas las opinio- la parturienta a tensar los músculos pelvianos, hecho que,
nes. auton~adas COInCI~en en que el parto sin drogas es a su vez, desemboca en un empleo excesivo de los fórceps .
mejor y mas seguro. ¿Estas dañan realmente al niño? La Si las madres estuvieran mejor preparadas para parir, po-
mayoría de l~~ estudios indican que sí, que a corto plazo lo dría reducirse drásticamente el porcentaje de lesiones a
danan. Los nInOS cuya~ ~~dres han recibido anestesia ge- causa de los fórceps. Este mismo médico cita la tensión y
neral ~urante el parto InICIalmente suelen ser más inacti- las migrañas como problemas que a menudo se remontan
V?S y tIenen menos coordinación motriz. Esas manifesta- a un nacimiento con fórceps.
cI~nes pueden persistir muchos años después del naci- El hecho de que estos trastornos pudieran estar relacio-
mIento.
nados con los fórceps se le ocurrió al Dr. Cheek en cir-
Las cesáreas plahtean el mismo tipo de problemas, cunstancias inverosímiles. Estaba realizando un crucero
110
111
cuando uno de sus compañeros de viaje sufrió un fuerte Evidentemente , una historia, incluso aquella en la que
.
dolor de cabeza. El hombre tenía una historia de dolores hasta el último detalle ha sido confirmado de manera m-
de cabeza que siempre se producían en el mismo lugar: en dependiente, no hace un caso. Muchos factores, desde la
la frente, por encima del ojo derecho. El pasajero estaba simple tensión hasta los tumores cerebrales, provocan do-
convencido de que se debían a una grave infección ocular lores de cabeza constantes. Ignoramos cuán frecuentes
sufrida de pequeño. son los daños producidos por los fórceps, ya que se ha in-
Pero estaba equivocado. Sometido a hipnosis, describió vestigado muy poco sobre la~ consec~encIas a largo
concisamente cómo se había producido la infección ocu- plazo ... no sólo de los fórceps, smo ta~bIen ~~ las resta~­
lar, y a continuación se remontó de prisa en el tiempo tes prácticas y procedimientos obstétnc~s uuhzados rut~­
hasta su nacimiento, que, a juzgar por el relato, indudable- nariamente, desde el aparato de ultrasomdo hasta las epI-
mente había sido angustioso. Recordó los gritos de su ma- siotomías.
dre, y a continuación sintió que su cabeza estallaba presa Desde luego, hay momentos en que estos procedimien-
de un espantoso dolor. tos son absolutamente indispensables. Mas hora se em-
En respuesta a una pregunta, dijo que donde más le dolía plean de manera rutinaria, y ni que decir tiene que,es~ ~s
era en la frente, por encima del ojo derecho, pero que tam- innecesario. Como ha apuntado el Dr. LeBoyer, sena dIh-
bién sentía algo duro en la nuca, cerca de la base del cráneo. cil pensar en una entrada al mundo más aterradora que la
Para el Dr. Cheek, eso se parecía mucho a un parto con fór- que la obstetricia ha creado sin darse cuenta para esta ge-
ceps, o mejor dicho, a un intento fallido de practicarlo. Los neración. Casi siempre, los niños son traídos al n:-und?
fórceps -y, en consecuencia, el dolor- debieron haberse co- bajo potentes luces y en una estancia fría y de acero mOXI-
locado a los lados de la cabeza del niño, detrás de sus orejas. dable llena de desconocidos enguantados y enmascarados.
El hecho de que no estuvieran así y de que el brazo de fór- U na vez nacidos, en general se los separa de las madres,
ceps que producía más dolor presionara contra su frente frecuentemente aturdidas y drogadas, y se los deposita sin
parecía explicar el origen de los dolores de cabeza. miramientos en una sección de recién nacidos llena de
El Dr. Cheek podría haber bajado del barco con sólo otros pequeños asustados que gritan.. ..
una corazonada y una historia interesante, de no ser por- Lo sorprendente no es que, ahora, este SIstema se cnU-
que en el puerto se encontró con la madre de su compa- que, sino el tiempo que padres y médicos ~ardaro.n en
ñero. Indudablemente, lo último que ella esperaba cuando comprende.r lo perjudicial que era para el reClén naCIdo y
fue a recibir a su hijo era que la interrogaran sobre el naci- sus progemtores.
miento de éste; sin embargo, cuando el Dr. Cheek le ex- Todo lo que hemos aprendido en la última década nos
plicó por qué motivos quería saberlo, la mujer confirmó demuestra que, aunque lo hubiéramos intentado, :10 ha-
que el nacimiento había sido muy difícil. Había sufrido bríamos desarrollado un modo peor de nacer. Sm em-
fuertes dolores a lo largo del parto. Durante unos instan- bargo, en el mundo occidental, muchos niños siguen na-
tes, el niño había estado al borde de la muerte. Lo que lo ciendo en un escenario que quizá sea adecuado para una
salvó -y por los pelos, afirmó la mujer- fue el parto con computadora, pero que es profundamente inadecuado
fórceps que el obstetra realizó, desesperado, a último mo- para el nacimiento de un ser h~mano. , .
mento. Un ejemplo simple pero pertmente de una practIca que

112 113
persiste, a pesar de lo que ahora sabemos, es la separación mujeres asumiendo tan fácilmente el papel de la materni-
de la madre y el hijo inmediatamente después del parto. dad como esas madres que aparecían en la pantalla. Podía
Muchos obstetras sostienen fervientemente que es necesa- verse en sus actos y movimientos. Su modo de abrazar y
rio, porque lo que más necesitan madre e hijo, tras la ago- acercarse a sus hijos expresaba infinita sabiduría sobre el
tadora experiencia del parto, es mucho descanso. Todas amor materno. La directora de la película, una joven ale-
las investigaciones recientes sobre el vínculo entre padres mana llamada Sigrid Enausten, comentó más adelante que
e hijos demuestran que esto es falso, que lo que la madre y una de las cosas que más la impresionaron durante la fil-
el infante necesitan y desean más en esos minutos y horas mación fue cómo las mujeres hablaban con sus hijos. Sus
no es dormir ni comer, sino acariciarse, estar próximos, voces se tornaban más suaves y sus palabras más sencillas;
mirarse y escucharse. A lo largo de los últimos años, cien- hasta los verbos que empleaban cambiaban. Todo era, sin
tos de investigaciones lo han demostrado. duda alguna, instintivo, porque, en cuanto un médico o
Permítase me volver unos instantes a la película que ya una enfermera se dirigía a la madre, su voz recuperaba
he mencionado. Lo que a mí y al resto de los reunidos en el automáticamente el tono adulto y su lenguaje se tornaba
Kantonspital nos resultó tan fascinante fue el modo en más complejo.
que la directora había logrado captar ese vínculo. Las ma- La señorita Enausten agregó que se sorprendió al ver lo
dres y los hijos que aparecían en la cinta no estaban droga- poco que se preocupaban tales mujeres del sexo de sus hi-
dos, atontados ni agotados. Eran viejos y queridos conoci- jos. En general, ésa es la primera pregunta que formula
dos deseosos de verse. una nueva madre; pero aquéllas estaban tan entusiasmadas
Con los ojos abiertos y atentos, los bebés comenzaban a con mirar y tocar a sus bebés que no repararon en si habían
buscar a sus madres inmediatamente después de nacer. tenido un varón o una niña, ni se les ocurrió preguntarlo
Ninguno podía ver a más de treinta centímetros de distan- hasta pasada media hora, y en algunos casos, una hora des-
cia, de modo que algo tan lejano como el rostro de la ma- pués del p~rto. Les bastaba ~implemente con que. el. in-
dre estaba fuera de su alcance. Sin embargo, cada vez que fante estUVIera allí, seguro y bIen. Otra cosa que advIrtIo la
una madre hablaba, su hijo volvía o intentaba volver la ca- señorita Enausten fue la seguridad con que las mujeres
beza en la dirección de su voz. En cuanto se dejaba a cada manipulaban a esos niños. Muchas de las mujeres eran pri-
niño en el vientre de su madre, comenzaba a ascender im- merizas, pero ninguna se mostró reticente o nerviosa a la
pacientemente -con una especie de movimiento natato- hora de sostener en brazos a su hijo. Cada mujer sostuvo
rio- hacia su pecho. No obstante, tal vez lo más sorpren- por primera vez a su niño como si fuera el número mil.
dente fuera lo poco que lloraban esos niños. Hasta que Como dichos niños formaban parte de una película, y
aparecía la enfermera para llevárselos, estaban totalmente no de un estudio clínico, desconocemos cuánto se benefi-
tranquilos y contentos. ciaron de esta delicada experiencia natal. Sin embargo, los
Creo que el público quedó aun más sorprendido ante la resultados de varios estudios recientes sugieren que es
conducta de las madres. Todos éramos profesionales de la probable que esos infantes obtuvieran un gran beneficio.
salud -médicos, enfermeros, psicólogos, psicoanalistas- y En ellos se analizaron diversos tipos de experiencias nata-
conocíamos el nacimiento: muchos habíamos realizado les y su influencia en el posterior desarrollo intelectual y
partos. Pero creo que ninguno había visto jamás a unas emocional del niño. Revelaron que los niños que apren-

114 115
den más de prisa y parecen más felices se habían vinculado ceso a la madre de alambre y a la de tela, todos pasaban el
con sus madres después del nacimiento. En suma, prácti- tiempo con esta última versión. Se aferraban a ella y la
camente el mismo tipo de nacimiento que experimentaron abrazaban como si fuera una madre de verdad, algo que en
los bebés de la película. ningún momento ocurrió con la madre de alambre. Un día
Además, gracias a algunos estudios clínicos sabemos en que los Harlow hicieron que un pequeño juguete mecá-
que los recuerdos dél infante sobre la primera adhesión nico de cuerda atravesara ruidosamente el campo común
primitiva con su madre siguen afectando años después su de juego, todos los monitos asustados corrieron inmedia-
sentido de la seguridad emocional. Ha quedado demos- tamente hacia la madre de tela de toalla. Había ganado esa
trado en los trabajos pioneros sobre el vínculo realizados confianza y afecto por el simple hecho de estar envuelta
por los doctores Marshall Klaus y John Kennell. Los niños con una tela de toalla.
a los cuales el equipo denomina «infantes vinculados» se' Si hasta los manitos tienen este tipo de extraordinaria
convirtie~on en seres mucho más seguros de sí mismos y sensibilidad al tacto, ¿qué decir de la criatura humana de
extrovertIdos que los pequeños que fueron separados de tres días? ¿Qué pasa por su cabeza mientras está en una im-
sus madres inmediatamente después del parto. personal y ruidosa sección de recién nacid,os, rodeada de
Existe otra serie de estudios clásicos que pasan por ser desconocidos? ¿De qué manera está ausenCIa de todo con-
los más originales y penetrantes que se hayan realizado so- tacto humano significativo durante esas horas críticas la
bre la adhesión madre-infante. Los investigadores -un afectará más adelante, cómo afectará sus sentimientos ha-
equipo de la Universidad de Wisconsin compuesto por el cia su madre, hacia su padre y, un día, hacia su propio cón-
matrimonio formado por Harry y Margaret Harlow- yuge e hijos? ¿Hay dudas acaso de que se sentiría mejor si
querían averiguar qué ocurriría si se cogía un grupo de estuviera más con su madre y menos a solas?
monos inmediatamente después de nacer y se los colocaba
en una jaula con madres sustitutas artificiales. A fin de
averiguarlo, los Harlow idearon dos tipos de lo que funda-
mentalmente eran versiones simiescas del espantapájaros.
Una contaba con cuerpo de alambre y cabeza de madera, y
de uno ~e sus pechos de alambre sobresalía un pezón que
proporcIOnaba leche. La segunda madre falsa era igual, si
exceptuamos el hecho de que los Harlow envolvieron su
cuerpo con una tela de toalla (el pezón sobresalía a través
del agujero hecho en la tela). Ocurrió que ese simple deta-
ll~ significó la mayor diferencia del mundo para los mo-
nItos.
Los cachorros enjaulados con la madre de alambre be-
bían la misma cantidad de leche y aumentaban el mismo
peso que los que tenían una madre de tela de toalla. Sin
embargo, cada vez que los monos tenían libre e igual ac-

116
Capítulo VI

LA FORMACIÓN DEL CARÁCTER

A estas alturas debería estar claro que el naci-


miento es una de las experiencias más profundas que atra-
vesamos. Los juegos que de pequeños practicamos, los en-
tretenimientos que de adultos disfrutamos, e incluso
nuestros intereses sexuales, están, de alguna manera, rela-
cionados con el nacimiento. Mencionemos un ejemplo
simple pero muy corriente: ¿por qué el niño pasa horas ba-
lanceándose suavemente en un columpio? Balancearse no
es un juego ni una habilidad que le enseñan sus padres o
sus maestros. Los niños se sienten instintivamente atraí-
dos por los columpios porque el columpiarse reproduce el
delicado movimiento de balanceo del útero. El adulto que
se entusiasma ante la capacidad del prestidigitador para
extraer un conejo de su sombrero responde al mismo im-
pulso. La misteriosa aparición del conejo le recuerda in-
conscientemente su propio nacimiento. Esta recreación
simbólica de la mágica salida del hombre del útero consti-
tuye el motivo por el cual la magia siempre ha ejercido una
influencia tan poderosa en la imaginación humana.
Muchas de nuestras peculiaridades pueden explicarse,
asimismo, en términos del nacimiento. Todos sabemos de
personas que, por muy mal tiempo que haga, no usan som-
brero, jerseys de cuello alto, bufandas ni ninguna otra
prenda que constriña alrededor del cuello. Aunque, en ge-
neral, los amigos restan importancia a esta conducta, con-

119
siderándola caprichosa, creo que su origen reside en una fuertes y a veces peligrosas. Buen ejemplo de ell? es la.rela-
experiencia natal tumultuosa. La mayoría de los infantes ción que la investigación encontró entre parto mducldo y
se presentan de frente, lo cual significa que la cabeza y el perversión sexual. La persona que extrae .Rlacer sexual
cuello son la dos zonas que reciben los mayores golpes du- atormentando a su compañero está deseqUllIbrada en un
rante el parto. No es difícil comprender que alguien que sentido general; esto quedó confirmado por el hecho de
ha pasado por un nacimiento especialmente doloroso, más que el parto inducido no sólo estaba en correla.ción con el
adelante tenga aversión a las prendas para la cabeza y el sadismo sexual, sino también con la personalIdad maso-
cuello. quista.
En este tipo de influencias a largo plazo pensaba antes En este tipo de nacimiento, el parto se provoca me-
cuando dije que una parte de nosotros siempre mira el diante un derivado químico de la oxitocina que se aplica a
mundo a través de los ojos del recién nacido que una vez la madre por vía intravenosa. Esta sustancia permite que el
fuimos. El nacimiento y las experiencias prenatales cons- útero se contraiga y finalmente expulse al bebé. No obs-
tituyen los fundamentos de la personalidad humana. tante, si se detiene la aplicación de oxitocina sintética, las
Todo aquello en que nos convertimos o en que esperamos contracciones también suelen cesar, y el parto puede con-
convertirnos, nuestras relaciones con nosotros mismos, vertirse en una experiencia muy prolongada y frustrante.
nuestros padres y nuestros amigos están influidos por lo Muchas mujeres que han vivido un nacimiento indu-
que nos ocurre en esos dos períodos críticos. Después de cido (es importante destacar que la mayoría de los partos
haber analizado de qué manera nos modelan las experien- inducidos se practican por sugerencia o insistencia del
cias uterinas, ahora desearía abordar cómo nos afecta el obstetra) describen la experiencia como algo que «se les
nacimiento. hace». Sienten que las contracciones no se originan en el
La influencia a largo plazo de los primeros recuerdos interior, sino que son impuestas desde el exterior. En con-
natales surge con toda claridad en la segunda parte de la secuencia, pierden el dominio de su cuerpo y les resulta
investigación que realicé con mis pacientes. Demuestra más difícil empujar según el ritmo de sus contracciones.
indirectamente que, si somos más alegres o más tristes, La mujer no está en armonía con su cuerpo, y en modo al-
más coléricos o más deprimidos que otras personas, esto guno lo está con el bebé.
se debe, al menos en parte, a nuestro modo de nacer, a pe- El niño, que no está preparado para nacer, es expulsado
sar de que emergieron muy pocas correlaciones específi- del útero por sus contracciones, pero recibe muy poca
cas entre el nacimiento mismo y emociones como la ira y ayuda de la madre si ésta no puede empujar durante sus
la depresión; la mayoría de las relaciones tuvieron que ver contracciones o si lo hace en el intervalo entre una y otra.
con las actitudes sexuales. Además, puesto que la madre no puede empujar con la
En líneas generales, nuestras preferencias sexuales ex- misma eficacia y dado que los partos inducidos suelen ser
presan mucho acerca de nosotros mismos. Por ejemplo, más prolongados que los espontáneos, finalmente suele
un ego fuerte y una elevada autoestima casi siempre se re- traerse el bebé al mundo con fórceps.
lacionan con preferencias saludables, al tiempo que es Este tipo de nacimiento es el más insatisfactorio para la
igualmente probable que un ego maltrecho o frágil y que madre y el niño. El parto les ha sido impuesto, y ninguno
se subestima a sí mismo produzca predilecciones sexuales de los dos está fisiológicamente preparado. No pudieron

120 121
trabajar juntos en el proceso del nacimiento, y mis descu- Esta combinación de sufrimientos y placer deja una
brimientos parecen sustentar la opinión de que esta falta marca imborrable en sus inclinaciones sexuales. En un
de armonía durante el parto puede retrasar o impedir el sentido general, cuanto más placer experimente durante el
vínculo posterior madre-hijo y afectar el desarrollo de la nacimiento, más posibilidades tiene el niño de desarrollar,
personalidad del bebé. en el futuro, actitudes sexuales normales.
El parto inducido también es negativo porque resulta fí- Si los datos de mi estudio constituyen una guía fiable -y
sicamente peligroso. «Cada feto reacciona de una manera creo que así es-, las experiencias natales desempeñan un
distinta», afirma el doctor Edward Bowe, director de clí- papel primordial en la formación de las inclinaciones se-
nica obstétrica en el Columbia Presbyterian Medical Cen- xuales. Las caricias mutuas, los abrazos, los besos, los su-
ter de Nueva York, y destacado experto en los tipos de surros y los murmullos comunes al sexo adulto tiene mu-
oxitocina sintética que se utilizan corrientemente para in- chos paralelismos con el nacimiento y la posterior con-
ducir el parto. «No puedes prever quién despegará y lo ducta vinculante.
hará bien y quién tendrá contracciones tetánicas (prolon- Las cesáreas son un buen ejemplo de ello. Las caricias y
gadas), período durante el cual el feto puede sufrir lesio- masajes que el bebé recibe al atravesar el canal de naci-
nes cerebrales y tal vez morir a causa de la falta de miento representan un primer encuentro con la sensual~­
oxígeno.» dad y, por muy difusos o poco enfocados que sean, la cali-
Los riesgos que el doctor Bowe describe pueden expli- dad de esa sensación deja una marca indeleble. Es, en un
car asimismo los mo~ivos por los cuales los sujetos de la sentido muy real, precursora de la sexualidad adulta; tam-
investigación cuyos nacimientos habían sido provocados bién lo es, de manera distinta, su ausencia absoluta. Por ese
también presentaban un porcentaje superior de problemas motivo, los nacidos de cesárea tienen a menudo actitudes
de parto. Esto los situaba ante un peligro doble, porque un sexuales (e incluso físicas) notablemente distintas.
parto difícil -cualquiera que sea la razón- conlleva sus El nacimiento quirúrgico priva al niño de los placeres
riesgos emocionales, físicos y sexuales específicos. físicos y psicológicos que experimenta un infante nacido
Numerosas madres experimentan poderosas sensacio- por vía vaginal. Extraído del útero de su madre en un qui-
nes sexuales durante el parto, y muchos de sus hijos tam- rófano, no recibe masajes ni caricias. Las sensaciones que
bién viven momentos de intenso placer al atravesar el ca- el nacimiento suscita en él, a menudo emiten una nota di-
nal del nacimiento. Éste es el primer contacto físico del sonante. En un sentido físico, el nacido por cesárea tiene
niño (hay que recordar que en los nueve meses anteriores problemas con el concepto del espacio. El conocimiento
ha estado sumergido en un estanque protector de líquido de sus proporciones corporales no le llega naturalmente.
amniótico) y ejerce en él una impresión indeleble. Parece ignorar dónde comienza o acaba físicamente, de
De pronto, ahora, todo su cuerpo es empujado y fro- modo que es propenso a ser torpe. Sexual mente, las conse-
tado. Su piel es directamente estimulada por primerísima cuencias se manifiestan en un anhelo de contacto corpo-
vez. Experimenta dolor al mismo tiempo que vive esa es ti- ral. El nacido por cesárea exige -y ciertamente necesita-
mulación. Las contracciones uterinas ejercen una gran caricias y abrazos constantes. Dado el modo en que nació,
presión sobre su cuerpo, sobre todo en la cabeza, el cuello no es difícil saber dónde se origina este anhelo de contac-
y los hombros. tos amorosos.

122 123
El sufrimiento es el segundo elemento primordial de to- las mujeres el deseo de entrar en el útero adopta la forma
dos los nacimientos. Mezclado con el placer proporciona totalmente distinta de abrazos y caricias. Puesto que, en
al infante un claro contraste. Ningún elemento de su ex- general, éstos sólo.son accesibles como parte del intercam-
periencia 10 ha preparado para el dolor y ansiedad que so- bio sexual, muchas mujeres -sobre todo las solteras- se
porta al descender por el canal de nacimiento. A pesar de tornan promiscuas para lograr ser sostenidas en brazos, tal
los mágicos interludios de placer, se siente sometido a un como anhelan. La intensidad de dicho deseo varía enor-
ataque activo. El legado de este recorrido -o sus contrastes memente, al igual que el equilibrio del nacimiento. Algu-
desconcertantes y angustiosos- deja en todos nosotros nas mujeres no 10 sienten de manera directa, yen otras, el
una profunda huella. Nuestros símbolos religiosos y cul- anhelo de ser sostenidas en brazos y mecidas delicada-
turales más permanentes reflejan dicha influencia: tanto mente es casi palpable. Hace algunos años, una joven des-
l~s distinciones entre el cielo y el infierno como la expul- cribió este deseo a Marc Hollander, psiquiatra, con las pa-
Slón de Adán y Eva del Paraíso pueden interpretarse como labras siguientes: «Una especie de dolor ... no se parece al
parábolas del nacimiento, al igual que muchos de nuestros anhelo emocional hacia alguna persona que no está pre-
mi~o~ más profundos. Nuestro modo de nacer puede in- sente; es una sensación física.» El doctor Hollander la en-
flUlr mcluso en nuestra manera de morir. Existe una ex- trevistó como parte de un estudio sobre las mujeres y el de-
traordinaria semejanza en los relatos de personas que han seo de ser sostenidas en brazos, y sus resultados ilustran lo
estado clínicamente muertas durante un breve período. El profunda que es esta necesidad ... y, en consecuencia, la in-
autor científico Carl Sagan opina que esta semejanza po- fluencia del nacimiento. De las 39 mujeres, poco más de la
dría ser, en realidad, un reflejo de la experiencia natal co- mitad (21) le dijo que había recurrido al sexo para atraer al
mún a todos. hombre con el propósito de que la sostuviera en brazos. La
Sexual mente, dichos contrastes dejan huellas en forma mayoría de las mujeres pedían primero ser abrazadas; no
de ambivalencia. Los hombres la expresan de una manera obstante, los hombres querían sexo, de modo que, para
y las mujeres de otra, y algunos la sentimos más aguda- conseguir lo primero, las mujeres tenían que acceder a lo
mente 9~e ?tros, ya que la proporción de dolor y placer segundo.
del eqUlhbno natal varía de una persona a otra. En su raíz Otro estudio muy distinto muestra los extremos a los
se encuentra un deseo subconsciente de volver a experi- que pueden llegar algunas mujeres con tal de satisfacer su
mentar la alegría y la serenidad, el lugar seguro que poseí- anhelo de ser sostenidas en brazos. El tema era el emba-
mos en el útero. En el caso de los hombres, este anhelo razo fuera del matrimonio. La pregunta sometida a estu-
suele expresarse mediante una promiscuidad carente de dio era la siguiente: ¿Por qué determinadas mujeres que-
sentido. Las incesantes conquistas sexuales son, en reali- dan repetidas veces embarazadas fuera del matrimonio?
dad, intentos velados de reingresar en el útero y recuperar Los investigadores esperaban oír una sucesión de comple-
la serenidad perdida. Dado que por su misma naturaleza, jas razones emocionales, pero el motiv.o que se repetía era
ésta es una meta imposible de alcanzar, resulta inevitable el deseo de ser sostenidas en brazos. De las 20 entrevista-
que cada encuentro sexual compulsivamente repetido das -todas las cuales tenían tres o más embarazos fuera del
acabe en una decepción. matrimonio-, 6 dijeron que el coito era el precio que paga-
Aunque, en apariencia, semejante a la promiscuidad, en ban voluntariamente con tal de ser sostenidas en brazos.

124 125
La mayoría describieron la cópula como algo que «mera- hablando. T am poco pudo explicar la ira y depresión alter-
mente había que tolerar». nativas que sentía al pensar meramente en la experiencia
La cólera es otro legado natal compartido por todos. hipnótica.
Un principio psicológico ampliamente aceptado sostiene Ian se presentó con las respuestas en la sesión siguiente.
que el dolor provoca cólera y, como los mejores naci- Explicó que no sabía exactamente a qué se debía, pero que
mientos suponen dolor, es inevitable que a todos nos algo de la imagen del ascensor -quizá la cólera- se relaclQ-
quede un residuo subconsciente de cólera primaria. Se naba con su madre. Nunca se había llevado bien con ella, y
trata de algo absolutamente normal. Sólo surge el peligro al pensar en la imagen y las emociones que ésta desencade-
cuando dicho residuo es amplio y no se expresa. Puede naba, comenzó a sospechar que estaba relacionada con sus
deberse a un nacimiento en extremo doloroso, aunque un sentimientos hacia ella. En consecuencia, la telefoneó y,
parto relativamente normal puede provocar furia en el sin reflexionar, le preguntó si había tenido relaciones se-
infante si el dolor le confirma lo que ya ha comenzado a xuales con su padre mientras estaba embarazada de él.
percibir en el útero: que su madre es rechazadora o ambi- Tras una breve vacilación, ella replicó: «Sí, poco antes de
valente. Eso fue lo que le ocurrió a Kristina, que rechazó que nacieras.» Insistió en que no había tenido la culpa y en
el pecho materno. Para ella y los niños como ella, las pro- que, una noche, su padre había vuelto borracho y la había
fundas experiencias del parto inclinan el equilibrio natal obligado a copular. El psiquiatra de Ian comentó: «Al es-
hacia el dolor. A menudo suelen ser irreductiblemente cuchar ese relato me sentí un poco como N ewton viendo
coléricos y, puesto que carecen de una salida aceptable, caer la manzana. Repentinamente, todo estaba en su sitio.»
frecuentemente vuelven la ira contra sí mismos. Fenó- Creo que lo mismo le habría ocurrido hasta al más escép-
meno psicológico corriente, la cólera no expresada da tico de los psiquiatras. Hasta el día en que desentrañó su
cuenta de una serie de problemas emocionales, entre ellos origen, Ian había interiorizado la cólera hacia su madre
enfermedades psicosomáticas, como las úlceras y la aun por su «traición», hecho que explicaba su profunda y pro-
más común depresión. longada depresión.
Aunque una serie de factores, incluidos los psicológi- Es posible que todavía no comprendamos del todo la ra-
cos, pueden ocultarse tras la depresión, la cólera primaria zón de que emociones tan primarias, como la cólera y la
desempeña con frecuencia un papel central. Un ejemplo ambivalencia, se incorporen a los trastornos psiquiátricos
lo constituye un hombre al que llamaré Ian, cuyo caso infantiles y adultos; ahora bien, en el momento que des-
fue presentado en una reunión reciente de la Asociación pleguemos las interrelaciones entre emociones primarias
Psiquiátrica Americana. Ian era un depresivo crónico relacionadas con el nacimiento y las características poste-
grave. Ante un grupo de colegas, su médico explicó que, riores de la personalidad adulta, se harán evidentes más
sometido' a hipnosis, Ian dijo que se sentía como si lo su- conexiones entre ellos. Por ejemplo, entre mis pacientes
bieran y lo bajaran en un ascensor y que esto le llevaba a he percibido una correlación entre trastornos alimenta-
sentirse alternativamente colérico y deprimido. Al anali- rios -incluida la obesidad- y nacimiento y los hechos in-
zar luego la imagen, Ian y el médico llegaron a la conclu- mediatamente posteriores a éste.
sión de que el movimiento rítmico y palpitante del ascen- Desde el principio, los alimentos tienen para nosotros
sor simbolizaba la cópula. Pero Ian no quiso seguir importantes significados psicológicos. Algunos los uti1i-

126 127
fueron considerados como fenómenos fisiológicos «obje-
zamos como sustitutos del sexo, otros del amor y un tercer
tivos~- producen efectos definidos e imperecederos en la
grupo para ayudar a mantener las frustraciones a raya.
personalidad del niño .. Debemos aprender a aprovechar al
Este proceso se inicia con el recién nacido. La frecuencia
con que se le alimenta, la calidad de los alimentos y el cui- máximo esas oportumdades.
dado con que se le da de comer adquieren significados que
influirán en su actitud posterior hacia la comida. Por
ejemplo, si la madre se siente bien con respecto a sí misma
y a su hijo y si tiene recuerdos alegres (conscientes e in-
conscientes) sobre su propia relación primaria con su ma-
dre, probablemente indica que su hijo desarrollará una ac-
titud sana y equilibrada hacia la comida. El amamanta-
miento no produce milagrosamente esta actitud . Si hace
que la mujer se sienta incómoda o si el alcohol y el tabaco
contaminan su leche, es probable que el niño se forme una
opinión totalmente distinta. Al darse cuenta de que no
puede confiar en la proveedora de sus alimentos ni en la
calidad de éstos, no es raro que inconscientemente llegue a
asociarlos con sentimientos negativos, hecho que, de
adulto, puede llevarle a sufrir una serie de perturbaciones
de la alimentación.
Un corte artificialmente brusco del vínculo alimento-
madre también puede provocar problemas más adelante.
Puesto que, en la mente del niño, la comida está relacio-
nada con el afecto, la seguridad y la tranquilidad, para él
representa una fuente de magia emocional específica car-
gada de connotaciones ricas y nutritivas. Cuando desapa-
rece de manera brusca porque la madre está demasiado en-
ferma u ocupada para seguir alimentándole, el niño
quedará visible y profundamente afligido. Quizás pase el
resto de su vida intentando recuperar ese amor perdido
con un tenedor y un cuchillo.
Desde luego, esto no es inevitable, porque ningún inci-
dente aislado, por muy importante que sea, nos forma de
manera irrevocable. Seguimos cambiando y creciendo a
medida que avanzamos por la vida. Sin embargo, aconteci-
mientos como el nacimiento y el destete -que hasta ahora

128

L__--_______________________________
Capítulo VII

LA CELEBRACION DE LA MATERNIDAD

Últimamente se han escrito muchos comentarios


inobjetables sobre la mecanización del parto y con razo-
nes justificadas. La transformación de lo que debería ser
un momento profundamente humano en una celebración
de la tecnología médica es degradante y, en muchos casos,
contraproducente. Investigaciones y análisis estadísticos
recientes no dejan dudas al respecto. En mi opinión, una
de las críticas más devastadoras al modo de traer actual-
mente niños al mundo es el espantoso relato que la doc-
tora Michelle Harrison hizo de un parto que una noche
presenció como médica residente en un pequeño hospital
de los suburbios de Nueva Jersey. El hecho de que la sala
de partos estuviera en Nueva Jersey es accesorio. Con la
misma facilidad podía estar en cualquier otro hospital
norteamericano ... o francés, alemán, inglés, canadiense o
italiano, y es esto lo que hace que sea tan convincente el re-
lato de la doctora Harrison.
Escribió: «Cuando llegué, la parturienta ... estaba bas-
tante bien en la sala de partos, empujaba suavemente y se
quejaba, pero no gritaba ... Hacía ya muchas horas que ha-
bía comenzado a parir, lo estaba haciendo sola y pensé que
lo que faltaba le gustaría ... Me puse la bata y los guantes y
después la examiné. La dilatación era completa y pronto
daría a luz. La cubrí... En ese momento llegó el anestesista
-un joven arrogante- y se sentó a la cabecera de la partu-

131
rienta. Le colocó una mascarilla sobre el rostro y le dijo mientos y de la comprensión: ahora, lo que necesitamos es
que respirara profundamente. Le aseguró que todo estaba aplicarlos.
a punto de terminar. Sólo le faltaban dos o tres contraccio- Puesto que todo lo que la mujer piensa,. siente, d~ce y e~-
nes. Pre,gunté al anestesista qué le estaba aplicando. Ig- pera influye en su hijo intrauterino, el tIpO de aSistenCia
noró mi pregunta ... Unos minutos después decidió res- prenatal que recibe y las posibilidades de par~o. que se le
ponder, pero no entendí lo que masculló. De todos ofrecen deben reflejar este hecho. No estoy dlclendo que
modos, no tuvo importancia porque en ese instante llegó exista un tipo de parto mejor que los demás? lo qu.e ~un­
el obstetra. El anestesista adormeció aun más a la mujer ciona maravillosamente bien para una mUjer qUlza no
mientras esperaba que el obstreta se lavara y vistiera ... Éste sirva para otra. Las diversas posibilidades que se le o~recen
entró e ignoró mi presencia. El obstetra y el anestesista co- a la gestante deben ser, sin excepción, hu~a.nas, eficaces,
menzaron a hablar entre sí. Ahora, la paciente se atragan- seguras, significativas y adecuadas. El naClmlento es la ce-
taba a causa de las cánulas que tenía en la garganta. El lebración de la vida y la esperanza, no un estado de enfe-
parto se había interrumpido; habían inclinado la mesa merdad patológica. En consecuencia, la obstetricia mo-
para que el obstetra pudiera mirar a través de los labios di- derna debe retornar a sus fundamentos: a «coger el bebé» y
latados. A continuación, ambos hablaron con desdén. El no a la cirugía, a tratar a las embarazadas c~mo personas '!
anestesista comentaba, colérico, que la mujer tenía arcadas no como «pacientes». Debe dar voz a la mUjer y a su faml-
y el obstetra decía que ella había dejado de ayudarlos, ya lia en todas las decisiones relativas al parto. Pese a que
no empujaba y su útero no se contraía. Desenvolvieron los ocurre tan a menudo, es poco escrupuloso ignorar los de-
fórceps, los aplicaron y, con una anestesia aun mayor, el seos y anhelos de la embarazada. Ella se ha ganado los
infante fue retirado del útero de su madre con las abraza- triunfos emocionales del embarazo y tiene todo el derecho
dera~ de acero alrededor de la cabeza. El niño estaba azul y del mundo a disfrutar de esa parte vital e integral de su fe-
apátIco, pero se recuperó pronto mediante oxígeno y algu- minidad. El obstetra no debe negársela haciendo de Dios.
nas palmadas. Como pone perturbadoramente de relieve el relato de la
»El obstetra y el anestesista siguieron charlando mien- doctora Harrison, muchos obstetras no están dispuestos a
tras se suturaba a la paciente. Hablaron de compañeros, de compartir con la madre la responsabilidad del I?ar~o. En la
Puerto Rico, de las vacaciones, del tiempo, etc. El aconte- facultad de medicina les enseñaron que el naClmlento es,
cimiento del nacimiento se perdió en beneficio de ... la sobre todo, un problema de ingeniería, y parecen decidi-
charla masculina de café.» dos -al margen de los deseos de sus pacientes o de lo que
Evidentemente, éste no es el mejor modo de traer a un demuestran las nuevas investigaciones- a seguir tratán-
niño al mundo ni de tratar a una mujer adulta. La obstetri- dolo de ese modo. Afortunadamente existen algunas ex-
cia moderna puede y debe hacer las cosas mejor. La revo- cepciones y, a pesar de que todavía no son numer~sas, sus
lución provocada por la psicología prenatal ha puesto a partidarios aumentan. También aumenta la cantIdad de
nuestro alcance un nuevo derecho de nacimiento para nuevos enfoques y programas centrados en la familia que
nuestros hijos, derecho que puede significar una enorme pueden ayudar a profundizar y enriquecer el significado
diferencia para ellos, para nosotros sus padres y, en última del embarazo y el parto. De todos modos, no existe una
instancia, para la sociedad. Disponemos de los conoci- sola técnica -al margen de lo que puedan decir sus partida-

132 133
rios- que .s:a adecuada para todos. El obstetra, los amigos comparten. La fascinación del cuerpo de las gestantes, con
y.los famIlIares pueden dar consejos y guías para la elec- sus líneas llenas y sueltas, proporciona a muchos hombres
cI~n, pero, en última instancia, son únicamente los padres una sensación de verdadero placer sexual, y las mujeres
qUI:n~~ han de tomar las decisiones. Elegir entre diversas deberían ser conscientes de este hecho.
posIb.I!Idades .no sól~ les proporciona serenidad, sino que A veces, cosas en las cuales normalmente no se piensa
tambIen confIere el tIpO de tranquilidad que los beneficia -por ejemplo, el espacio donde se vive- también pueden
tanto a ellos como a su hijo. crear ansiedad. Un estudio demostró que la vivienda estre-
Esto. no significa que las ocasionales punzadas de ansie- cha agriaba significativamente los sentimientos hacia el
dad dejarán de existir. Ni siquiera el mejor programa pre- embarazo; cuanto mayor era el espacio del que marido y
natal acalla todas las dudas. Éstas son parte normal de mujer disponían, más felices se sentían respecto al emba-
todo embarazo, y la mujer no sería humana si no abrigara razo. Las parejas que vivían en casas se sentían mejor que
algunas. Los temores sobre las marcas del embarazo, su fi- las que ocupaban apartamentos. Lógicamente, un modo
g~ra o cómo soportará los dolores del parto pueden ali- de resolver este asunto consiste en hacer que la vivienda
VIarse hablando con el obstetra, la comadrona, los amigos que se ocupa se torne más amplia. Otro reside en mudarse.
:1
o. asesor prenatal. El hecho de saber que esa preocupa- El mejor momento para hacerlo es antes de quedar emba-
cI~n es ~nIver~al.mente ~ompartida proporciona por sí razada; ahora bien, si esto no es posible, un buen camino
mIsmo CIerto alIvIO. Lo mIsmo ocurre con la familiaridad: consiste en tratar de encontrar una casa o un apartamento
l~ sala de p~r~os no resultará tan intimidante e imponente mayor en la misma zona. Como ya hemos visto, la mu-
SI se la ha VISItado antes, ni tampoco los médicos y enfer- danza durante el embarazo plantea algunos riesgos; sin
meras de la planta de obstetricia si la mujer ha tenido oca- embargo, existen pruebas de que lo que trastorna a las m~­
sión de conocerlos antes del gran día. jeres no es la mudanza en sí, sino el traslado a una localI-
Una cierta perspectiva también ayuda, sobre todo en lo dad totalmente nueva.
referente a los efectos del embarazo en el cuerpo. Como El trabajo también afecta la percepción que la mujer
madre de cuatro. hijos, Sh.eila Kitzinger -antropóloga y tiene del embarazo. He descubierto que las mujeres que
as:sora prenatal mglesa- tiene algunos .conocimientos de constituyen el único medio de apoyo económico de su fa-
pnmera mano sobre esta cuestión. A pesar de todo, siem- milia, a menudo son las que peor se adaptan al embarazo.
pre se sorprende de los resultados cada vez que pide a sus En un estudio dirigido por el Dr. Helmut Lukesch, fre-
alumnas de los cursos prenatales que se dibujen a sí mis- cuentemente dichas mujeres eran las más coléricas y re-
mas embarazadas. Hasta las madres más felices y exube- sentidas, hecho que resulta comprensible. De todos mo-
rantes. se ven y se dibujan como seres regordetes y poco dos, en un sentido general, trabajar en casa, trabajar en un
atractIVOS. (El hecho de que la mayoría de las embarazadas despacho o no trabajar no viene al caso. Lo importante es
comprendan que su s~tuación es transitoria las distingue el sentimiento de realización y valía que la mujer extrae de
de las ma~res d~ ~l~o nesgo, que están convencidas de que su trabajo, ya que lo que siente acerca de sí misma influirá
se vol vera n defInItivamente poco atractivas. Más adelante en lo que siente respecto a su hijo no nacido.
me referiré a esta cuestión.) Como señala correctamente la En última instancia, la mujer normal y adaptada que se
Dra. Kitzinger, ésta es una opinión que pocos hombres siente bien con respecto al embarazo hará sin sobresaltos la
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135
transición a la maternidad, tal como lleva a cabo todas las claridad los parámetros del matrimo.nio. De p~on:o, las
demás transiciones críticas de su vida. Las mujeres (y los pequeñas grietas y fisuras que podían Ignorarse Slll nesg~s
niños) que corren peligro son quienes ingresan en la gesta- resultan imponentes. Surgen dudas enterradas desde haCia
ción sumidas ya en una confusión emocional, y lamenta- mucho: ¿qué tipo de madre será? ¿Puedo confiar en él?
blemente muchas pasan inadvertidas y no reciben ayuda. ¿Quiere ser padre? Las parejas descubren ~ue se h~cen
En la mayoría de los centros, el análisis psicológico toda- nuevas preguntas acerca de sí mismos y del otro, y SI ~as
vía no es un elemento rutinario de la asistencia prenatal. respuestas no son satisfactorias, la re~a~ión puede deten.o-
Además, muchos obstetras, comadronas y consejeros pre- rarse a pasos agigantados ... con gravlslmas consecuenClas
natales aún no son sensibles a los aspectos psicosomáticos para el hijo no nacido. El mejor momento para plantearse
del embarazo. La alimentación, el peso, los latidos cardia- estas preguntas es antes del em~arazoj mas? en el caso de
cos y la tensión sanguínea de la gestante se controlan mi- que surgieran durante la gestaClón, la pareJ~ debe busc~r
nuciosamente, pero casi nunca se ocupan de su psique. A inmediatamente algún tipo de asesoramiento matn-
menos que la aflicción sea tan notoria que los que la ro- monial.
dean no puedan pasarla por alto, es poco probable que la Otra relación significativa de la vida de una mujer que
mujer sea derivada para recibir ayuda psicológica. también puede afectar su embarazo y par~o es la qu~ ~a te-
Dado que es inevitable, esto significa que un elevado nido con su madre. La niña aprende su pnmera leCClOn so-
porcentaje de mujeres que podrían beneficiarse significa- bre la maternidad de su propia madre. Ella es el modelo
tivamente del asesoramiento, nunca lo reciben. Las conse- inicial y más influyente de su hija. Si se trata de una madre
cuencias de esta deficiencia saltan a la vista: en los estudios fuerte y sustentadora, es probable que s~ hija :ambién lo
sobre la tensión y en los relativos al embarazo y las com- sea. Si no es así y se siente incómoda, anSlOsa o lllcap~z en
plicaciones del nacimiento. Para ser justo, he de agregar este papel, su hija corre un riesgo mayor de sentlr lo
que muchas madres que corren un alto riesgo emocional mismo al quedar embarazada, y esto puede desembocar en
parecen totalmente normales; de hecho, muchas eran nor- graves problemas físicos y emocionales. Un reciente estu-
males hasta que el embarazo encendió algún conflicto psí- dio sueco llegó a la conclusión de que aquellas a las ~ue
quico latente establecido mucho tiempo atrás. La mujer llamaré «hijas desdichadas» tenían una tasa de comphca-
llega al embarazo con una historia dada, un ego formado y ciones del embarazo y el parto sensiblemente superior a la
un practicado estilo para hacer frente a la realidad. Si su de las hijas felices.
ego es amenazado de un modo imprevisto o su estilo de Desde luego, muchas mujeres que se relacionaron r,nal
hacer frente a la realidad se derrumba a causa de las presio- con sus madres tienen embarazos normales y se convier-
nes emocionales del embarazo, surge el peligro ... y en ese ten en madres felices y seguras de sí mismas. No obstante,
momento, por su bien, y aun más por el de su hijo, debe lo que esta historia hace es plantear el rie~go de incurr~r en
buscar ayuda. complicaciones obstétricasj'por ese ~OtlVO, estas mUjeres
La mujer de alto riesgo emocional suele corresponder a deberían tratar de resolver sus conflictos antes de quedar
una de tres categorías. La primera -y probablemente la embarazadas.
más corriente- es la mujer atrapada en una relación insa- En último término está la mujer acosada por temores y
tisfactoria. El embarazo suele delinear con impresionante ansiedades extraordinariamente intensos y enfermiza-

136 137
mente específicos. Sus preocupaciones no son azarosas ni resolver- y otra muy distinta estar sinceramente preocu-
se acallan fácilmente . En un estudio tras otro ella es la pada por el «yo» de una y por su hijo. Un médico sensible
muestra el mayo~ grado de temor y. dependencia. Está a y comprensivo puede ayudar a la mujer a resolver estas
merced de ~u mando, su obstetra, su madre, sus amigos. Al complicaciones. Junto al marido, él es la figura más crí-
p,arecer es mcapaz de tomar sola una decisión, por muy tica del embarazo. Recuérdese la escena en la sala de par-
sImple 9ue ~ea. A menudo, sus temores son desesperada- tos que la Dra. Harrison describió al principio de este ca-
mente IrraCIOnales. Ante todo, está preocupada por la pítulo. No fue el azar lo que interrumpió el parto de
forma en que el embarazo influye en su aspecto. No se aquella joven madre. Atada a la mesa de partos y en me-
trata de una preoc~?ación casual o pasajera, sino de algo dio de un alumbramiento doloroso, resultaba vulnerable
c~rcano a la obsesIOn: cada marca del embarazo se con- cuando entró el obstreta. Si la actitud de éste hubiese sido
VIerte en un presagio de desastre; nunca volverá a ser del- más humana, el resto del parto habría continuado tan
gada o atractiva; el embarazo ha estropeado definitiva- afablemente como suponía la Dra. Harrison un rato
mente su be~~eza . Su otra obsesión tiene que ver con la antes.
s~lud de su hlJo: sm la menor prueba médica, está conven- La persona que asiste en el parto y lo que la mujer
c!da de que el mño nacerá deforme o con lesiones irrever- siente por ella representa dicha diferencia, diferencia que
sIbles, debe explorarse de antemano con todo cuidado. El pri-
Es~os sentimientos puede~ desencadenar un amplio mer paso para hacer una elección consiste en decir quién
a ba~lco de problemas potencIalmente peligrosos. Un in- es más adecuado: un médico de cabecera, un obstetra o
vestIgador de~~ubrió, por ejemplo, que dichas mujeres u na comadrona. En el caso de la mujer de alto riesgo fí-
sue,len tener dlflcultad~s par~ vincularse con sus hijos des- sico, la decisión ya está tomada. Su enfermedad o la de su
pues del parto. Un reCIente mforme de la Universidad de hijo exigen la asistencia de un obstetra. La mujer que se
Carol~na del Norte m~estra que también corr~n un riesgo siente incómoda sin la asistencia del médico o que consi-
matenalmente supenor de complicaciones durante el dera que un parto sin éste equivale a una atención de se-
alumbra~iento. Las mujeres de este estudio que tenían los gunda clase también se sentirá mejor contando con un fa-
p~rtos mas prolongados, la mayor cantidad de alumbra- cultativo. La serenidad que la presencia de un médico le
ml.entos con fórceps y que daban a luz a niños con las más proporcionará podría ser importante para ella más ade-
bajas puntuaciones del Apgar ' también alcanzaban las lante, durante el embarazo y el parto.
p~ntuaciones más altas en las pruebas sobre dependencia El mejor modo de encontrar un médico compatible es
mIedos acerca de sí mismas y temores por el bebé. ' a través de las amigas que han dado a luz hace poco. Ellas
~omo ya h~ dich?, la palabra clave con respecto a estas podrán proporcionar los detalles mínimos pero impor-
anSIedades es znt~nszd~~. Una cosa es dejarse consumir por tantes sobre su personalidad y su filosofía que no figuran
estos temores -SltuaCIOn que un terapeuta puede ayudar a en las recomendaciones que hacen los hospitales y las so-
ciedades médicas locales. El paso siguiente es una entre-
1. El Apgar se basa en cinco I'; uebas q ue se reali zan de un o a cinco minutos después del vista personal, y es mejor entrevistar a varios médicos an-
parlo. Mide el puh<;> , la resp,rac,on, el ton~ ?,uscular, la irritabilidad refleja y el color (de tes de tomar una decisión definitiva. Hay que ser directo
a~1 a rosa) del reClen naCido. Una puntu aclOn de 7 ° superior se considera buena, de 4 a 6
so O razona ble, e Infenor a 3 tan baJa que se hace necesaria la reanimación . y no dejarse intimidar por la figura de bata blanca sen-

138 139
tada al otro lado del escritorio. Recuérdese que la intere- rrientes de un nacimiento médico suelen estar ausentes en
s~da es -o debería ser- quien toma las decisiones defini- los partos asistidos por comadronas. Su orientación hace
tIvas .
que sea más receptiva a las innovaciones. Generalmente,
. T!ene que p!,eguntarle acerca de su posición ante el na- se siente igual de cómoda con el método de Brad1ey que
cImI~nto. ¿QuIén traerá al mundo al bebé, el médico o ella? con el Lamaze, y le da lo mismo asistir a la futura madre en
~v,engu~r :ambién qué tipo de parto prefiere hacer. ¿Asis- una habitación para parturientas o en una maternidad que
tIra el m:dIco un parto natural o sólo los prescritos? Pre- en la sala de partos de un hospital. Otra de las ventajas es
gunta cuales son sus reglas (y las del hospital) sobre el con- su accesibilidad. Tiene más tiempo para responder a pre-
tr~l. fetal, el aparato de ultrasonido, la anestesia, la guntas y en general le interesa de verdad apoyar emocio-
eplSlotomía, el afeitado y el empleo de enemas. 'Permiti- nalmente a su paciente. Una joven a la que llamaré Marsha
:1
rán que el marido esté en la sala de partos y que bebé se puede confirmar lo que digo. Su primer hijo fue traído al
que?e con ella después de nacer? En el caso de que el niño mundo por un obstetra y el segundo por una comadrona.
nacIera prematuro o enfermo, ¿podría visitarle en la uni- Marsha dijo que la comadrona supuso una gran diferen-
dad pediátrica de cuidados intensivos del hospital? La ma- cia. «Hacia el final del parto, mientras empujaba, ella se
nera de responder a estas preguntas es tan importante me acercó y me dijo: "Ayuda a salir a tu bebé." Utilizó la
c~mo las respuest2~ propiamente dichas. Hay que sentirse palabra "bebé" y la repitió varias veces. El doctor sólo ha-
co~~do cen el estIlo del propio especialista y, lo que es bía dicho: "Empuja, sigue empujando." Todo resultaba
mas I~portante, se debe confiar en él/ella. Por muy muy mecánico. La palabra "bebé" lo volvió real. Me re-
atractIva o grande que sea su fama, si el médico no des- I.Ordó que no estaba empujando como ejercicio abstracto.
pi~~ta en la mujer una sensación de confianza, no tiene que Había un bebé de carne y hueso que intentaba salir.» La
utIlIzarlo como asistente para el parto. comadrona confiere más sensibilidad a su tarea, y esto es
Lo mismo se aplica a .las c?madronas. Aunque posean especialmente cierto en cuanto a la enfermera-coma-
una larga y venerable hIstona, sólo desde finales de los drona. Para asistir a los cursos de enfermera-comadrona,
años sesenta han vuelto a ingresar en la práctica médica en una mujer debe ser enfermera colegiada y tener al menos
una proporción significativa. Es precisamente esta nove- un año de experiencia en salud pública, así como un año de
dad la que puede hacer que algunas mujeres se intranquili- práctica hospitalaria con pacientes internados. En gene-
cen. Yo creo que la comadrona ofrece algunas ventajas im- ral, los cursos duran de dieciocho meses a dos años; du-
portantes. En pnmer lugar, es posible que su criterio con rante ese período, la comadrona participará normalmente
respec~o al parto sea más comprensivo y humanista. A di- en más de un centenar de partos. Si lo sumamos a los par-
ferenCIa del médico, cuya orientación hacia la enfermedad tos que asiste en cuanto se ha graduado, a menudo tiene
le ens,e~a a ver el pa.rto como un estado potencialmente tanta o más experiencia que un ajetreado obstetra para ha-
patologIco, los estudIos de la comadrona la llevan a consi- cerse cargo de un embarazo normal.
derarlo como un hecho biológico normal. Otras de las elecciones importantes que la mujer ha de
~demás, ella. ~s espec~alista en partos naturales, y los hacer al principio del embarazo es cómo parirá a su hijo.
metodos que utIlIza reflejan este hecho. La episiotomía el Cuando, en los inicios de la década de los sesenta, yo era
control fetal, los preparativos y todos los elementos ~o- médico residente en Harvard, sólo existían fundamental-
140 141
mente dos opciones de parto: vaginal o por cesárea, ambos cuados para alguien que quiere dominar la situación. De
médicos. Todos los nacimientos tenían lugar en el hospi- hecho, la mujer ideal para el Lamaze .es .co~o una atleta
tal. Afortunadamente, esto ya no es así. Las mujeres que magníficamente entrena~a que se ha ~iscipllllado para a~­
a~c~nzaron la mayoría.de edad a fines de los sesenta y prin-
tuar incluso sometida a llltensas preSIOnes. Esta analogia
CipIOS de los setenta lllgresaron en sus años fértiles con no es infundada. La gestante se entrena con el rigor y la de-
ideas ~uy claras acerca del significado del nacimiento y dicación de una atleta y enfoca el parto como si se tratara
de qUiénes debían ser sus principales beneficiarios. En la de un acontecimiento olímpico que está decidida a ganar
mayoría de los casos han logrado imponer sus ideas sobre (en su caso, ganar significa que no se le aplique ~inguna
obstetric~a . Hoy se dispone fácilmente de varios tipos de
droga estar consciente y desempeñar un papel actiVO en el
preparaCIOnes para el parto natural y de una amplia varie- parto). Las clases recalcan el dom!ni~ de sentimientos
dad de opciones de parto. como el miedo o el dolor, que podnan lllterponerse en la
C~mo ya he dicho, no discuto el empleo de los partos trayectoria de ese objetivo. La I?ujer que pr~ct~ca el La-
médiCOS o por cesárea para la madre o el niño con alto maze es adiestrada para manejar esos sen~lI~llentos de
r~e s go físico. Sin embargo, para los partos normales, estoy
modo ordenado y disciplinado. Aprende a aliViar el dolor
firme mente a favor de algún tipo de nacimiento natural. de las contracciones relajando los músculos a voluntad, a
Déjese el control en manos de aquellos a quienes corres- desviar la atención mediante ejercicios respiratorios, y a
ponde: la n:ujer y su marido. La escala es humana y no está marcar el ritmo del parto frenándose psicológica y fís ica-
presente mnguno de los excesos técnicos que a menudo mente.
acompañan a un nacimiento médico., Y lo que es más im- Debe conseguir la ayuda de otra persona.-a ser posi~le
portante aún, se da al niño una delicada y graciosa entrada su marido- para que la apoye en la conseCUCión de su obJe-
a~ mundo. D~do todo lo. que recientemente hemos apren-
tivo, una persona que asista a las clases con ella 'f que, du-
dido sobre la importanCia psicológica del nacimiento, este rante el parto, actúe como su entrenador emOCIOnal. Por
hecho basta para que el parto natural valga la pena. ejemplo, en los últimos momentos del par~o,. él asume. el
Tan importante como el tipo de parto que una mujer es- mando del paso del bebé por el canal de x:acimie?to y aVisa
~ oge. e.s la forma mental y física en que se prepara, y el me-
a su esposa en qué momento debe empujar y cuando ha de
Jor SitiO para obtener una preparación correcta es un curso relajarse.
pre~ at.al. No sólo i~struye sobre el embarazo, el parto, el
Otra forma popular de preparativo para el parto es el
naCimiento y los CUidados del niño, sino que también ac- método Bradley. El acento se pone en que. todos -madre,
túan como una especie de familia ampliada donde los fu- padre, bebé y médico- cumplan su cometld~. Una de las
turos padres pueden conocerse y compartir anhelos, te- películas instructivas del Bradley, Happy Btrth- Da1'. re-
mores y expectativas. Hay que escoger cuidadosamente coge finamente este espíritu. Presenta una bulliCIOsa
las clases. Los diversos programas prenatales tienen su banda sonora, a una resplandeciente madre como. estrella
propia filosofía sobre el parto. y un reparto secundario de personas que usan camisetas; el
Por ejemplo, la mujer que desea un parto estructurado médico queda identificado por la suya como «cogedor del
se sentirá, probablemente, muy cómoda con el método de bebé», y en la del padre se lee «entrenador». ~as clases pr~­
Lamaze. Su hincapié en la disciplina y la maestría son ade- paratorias del Bradley recalcan la importancia de lo senSl-

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ble m~s que de l? físico. Se estimula a maridos y esposas a res piratorios, si bien la prioridad recae en la preparación.
que dIscutan abIertamente en clase sus problemas marita- Las mujeres aprenden qué pueden esperar durante el
les y.sexuales y a que hablen de sus expectativas ante la pa- parto, cómo ayudarse a sí mismas y cómo aceptar el apoyo
termdad y cómo se ven a sí mismos en estos nuevos pape- de otros. El Dick-Read también recalca lo que sucede des-
les. Se subraya enormemente la alimentación. Se enseñan pués del parto; a menudo, las parejas aprenden sobre los
algunos ejercicios pelvianos y abdominales, si bien, a dife- problemas y retos de la paternidad tanto como sobre el
rencia del Lamaze, el Bradley no pone el acento en un ri- parto. En resumen, plantea un enfoque prag~ático, ~en­
guroso condicionamiento físico o mental. El mejor modo sato y no enjuiciador del nacimiento. La técmca de DICk-
de descri.bir esta técnica es llamarla «relajada,.. Se aconseja Reacl no exige el mismo grado de compromiso p~rsonal
a las mUjeres que permanezcan emocionalmente abiertas 'q ue otros tipos de adiestramiento. Creo que a la mUjer que
durante el parto, a fin de expresar y aceptar lo que sienten le guste explorar la idea del nacimiento natural en un en-
en lugar de intentar intelectualizarlo y dominarlo. torno no dogmático encontrará en sus clases un buen
Todo esto co~vierte el Bradley en un método singular y, punto de partida.
en muchos sentldos, ideal para tener un hijo. Sin embargo, A pesar de todas sus diferencias, lo único que el Lamaze
al igual que el Lamaze, no es adecuado para todas las ges- y el Bradley comparten con el Dick-Re~d e~ una vis~ón del
tan~es, inclui?as algunas primerizas. El Bradley deja a la
parto no limitada de antemano. La mUjer tIene la lIbertad
mUjer muy hbrada a sus propias decisiones durante el de elegir el método LeBoyer, o lo que se ha dado en llamar
alumbramiento. Al no saber cómo reaccionará cuando un «parto convencional delicado», una especie de híbrido
esté realmente de parto, la primeriza podría asustarse un que combina aspectos de los partos natural y médico.
poco ante esa falta de estructuración. Candidata más ló- Cualquiera de los dos funciona con los tres tipos de prepa-
gica es la mujer que desea fijar sus propios objetivos res- ración; de ambos, tal vez el LeBoyer sea el más popular
pecto al parto, pero que, al haber tenido ya un hijo, está lo -aunque no entre los obstetras- y sin duda el más cono-
bastante segura de sus reacciones durante el parto como cido. En los últimos años, en cada revista que leo aparece
para volver a su favor la libertad que ofrece el Bradley. un artículo sobre cómo modificó los nacimientos.
La última de las tres grandes formas de parto natural, la En pocas palabras, un parto LeBoyer se caracteriza por
técnica de Dick-Read, también es la más antigua. Modifi- luces suaves, contacto de piel inmediato entre la madre y el
cada considerablemente desde que fue presentada a fines recién nacido, demora en el corte del cordón umbilical y
de los años cuarenta, sigue siendo la menoS ideológica y la masajes y baño del infante por parte de su padre. Los par-
más sencilla. Totalmente práctica, no posee en absoluto el tidarios del LeBoyer afirman que este tipo de «trato suave»
élan del Lamaze ni la calidad abierta y relajada del Brad- permite que la llegada del niño al mundo sea lo más posi-
ley. Los partidarios de la técnica de Dick-Read gustan de tiva y enriquecedora posible. Aunque estoy de acuerdo en
considerarse prácticos y dan muchísima importancia al que es así, creo que los beneficios no corresponden tanto a
valor de la educación y a su capacidad para desterrar los te- los «efectos especiales» del LeBoyer como el hecho de que
mores y tensiones que provocan muchos de los dolores del el parto es natural y compasivo, de que la madre está entu-
parto. Los cursos de la técnica de Dick-Read enseñan ha- siasmada y de que permite que los progenitores comien-
bilidades para hacer frente a la realidad, como ejercicios cen a vincularse inmediatamente con el recién nacido.

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Como demuestran los resultados de un reciente estudio ciones de que el método de parto de LeBoyer es más tran-
canadiense, otros tipos de parto natural también pueden quilizador para el infante. A pesar del baño y de los masa-
ofrecer estos tres factores. Tras la publicación del libro del jes, los bebés del LeBoyer lloraban con tanta facilidad
Dr. LeBoyer, El nacimiento sin violencia, súbitamente el como los otros infantes. Su conclusión de que ambos mé-
obstetra Murray Enkin se vio acosado de peticiones de sus todos de parto son igualmente seguros y eficaces me pa-
pacientes para hacer partos del tipo LeBoyer. Sin em- rece justificada en todos los sentidos, así como su afirma-
bargo, en ese momento, el método todavía no estaba com- ción de que lo importante es que el nacimiento se adapte a
probado de manera científica. Por eso decidió llevar a las necesidades de cada pareja y cada bebé.
cabo su propio estudio con la ayuda de varios colegas y de Lo antedicho supone algo más que la mera selección de
sus pacientes (elegidas porque se esperaba que tendrían una forma de parto adecuada. El lugar en que una mujer
partos sin complicaciones). decide dar a luz a su hijo puede ser tan importante como el
Seleccionó al azar un grupo de mujeres que darían a luz método de parto que escoge. El escenario debe hacer que
según el método de LeBoyer. Otro grupo dio a luz según se sienta cómoda y relajada; debe ser adecuado al acto de
un método convencional delicado cuya mejor descripción nacer y asimismo seguro. Cada vez son más las madres que
consiste en decir que es como el LeBoyer, pero sin los opinan que, a pesar de que la sala de partos de un hospital
adornos: el niño nace naturalmente y sin drogas, mas las cumple el último de estos requisitos, no satisface los dos
luces no se suavizan, el cordón umbilical se le sujeta un primeros. Tales mujeres se han volcado cada vez más hacia
poco antes y no se le baña ni se le masajea; tampoco tiene lugares alternativos para dar a luz. Uno de los más popula-
contacto de piel inmediato con su madre. Al analizar los res y polémicos es el hogar.
resultados, el Dr. Enkin comprobó que, salvo una notable «Para los partidarios del nacimiento en casa, éste es el si-
excepción, no existían diferencias significativas en los re- tio por antonomasia del parto. Coincido en que el parto
sultados de los dos grupos. Las mujeres de ambos grupos casero plantea verdaderas ventajas. El hecho de que el na-
habían tenido prácticamente el mismo porcentaje de com- cimiento -y la muerte- formasen parte de las vivencias co-
plicaciones, que, dicho sea de paso, era bajo, y existían las tidianas dio a nuestros antepasados una comprensión mu-
mismas posibilidades de que pidieran un anestésico para cho más segura y sana que la que tenemos nosotros de los
aliviar los dolores del parto. La única excepción fue la pri- ritmos y revelaciones de la vida. El problema estriba en sa-
mera etapa, mucho más corta, del período de parto de las ber si los nacimientos en casa son seguros. Dentro de p'-
madres que emplearon el método de LeBoyer, hecho que cos aii.os, a medida que se acumulen más datos, tendremos
el Dr. Enkin considera que no se debió al método de alum- una idea mucho más clara; sin embargo, dado que ahora
bramiento, sino al entusiasmo de las mujeres por éste. existen tan pocas estadísticas definidas sobre su seguridad,
Tampoco surgieron diferencias importantes entre sus no me atrevo a recomendarlo, a pesar de que me gustaría
hijos. hacerlo. Las investigaciones con que contamos sobre este
Al principio, los bebés de LeBoyer eran ligeramente tema son insatisfactorias. Una reciente, realizada en Ore-
más activos y enérgicos, pero, al tercer día, el otro grupo gón, ilustra los motivos. A primera vista, el informe pa-
los alcanzó. Más significativa fue la imposibilidad del Dr. rece ser una clara condena de los nacimientos caseros. Los
Enkin de encontrar pruebas que sustentaran las afirma- investigadores descubrieron que la tasa de mortalidad de

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los bebés nacidos en casa duplicaba casi la correspon- die con quien hablar. De modo que allí estaba, media hora
diente a los infantes traídos al mundo en el hospital. después de haber tenido un hijo, sentada a solas en una ha-
Ahora bien, al hacer un análisis más profundo, resulta que bitación sumida en la penumbra y sin nada para conso-
dicha investigación tiene muchos defectos. En primer lu- larme, salvo una bolsa de caramelos. Me sentí espantosa-
gar, evidentemente, un alto porcentaje de los partos case- mente mal.»
ros no contaron con asistencia médica, y hasta los más fer- Por recomendación de su comadrona, dicha mujer deci-
vientes partidarios del movimiento de partos caseros se dió tener su siguiente hijo en una habitación para partos.
oponen a los alumbramientos sin asistencia. En segundo Lo recordaba así: «La segunda vez, todo resultó mucho
lugar, el estudio sólo analizaba los nacimientos caseros más sereno y gozoso. No tenía máquinas a mi alrededor,
consignados, y todos los indicios apuntan a que no se tenía mi marido pudo estar conmigo y me quedé con el bebé
en cuenta un número significativo de dichos alumbra- hasta varias horas después del parto.» Incluso notó que el
mientos. De cualquier modo, no debe pasarse por alto la alumbramiento fue distinto: «Resultó mucho más senci-
parcialidad de estas cifras. llo; después, no podía creer lo maravillosamente bien que
Dos alternativas que intentan combinar la protección me sentía. Tras mi primer alumbramiento, durahte un mes
médica del hospital con la atmósfera relajada del hogar quedé convertida física y emocionalmente en un verda-
son las habitaciones para partos dentro de un hospital y las dero guiñapo.»
maternidades o centros para parturientas. Las habitacio- Las maternidades independientes aún no son tan ase-
nes para partos dentro del hospital suelen ser habitaciones quibles como las habitaciones para part?s, si bien su nú-
privadas o semiprivadas pintadas y con cortinas, a fin de mero ha crecido rápidamente en los últImos años y creo
. darles un toque de calidez. Como es previsible, nunca son que seguirán aumentando . De todas las posibilidades, es-
tan cálidas como aparecen en los folletos del hospital, tos centros son, en mi opinión, los que están más cerca de
mas, a pesar de todo, ofrecen algunas ventajas definidas proporcionar un escenario ideal para el parto: una atmós-
como escenario de nacimiento. Una de ellas consiste en fera cálida y hogareii.a combinada con un buen respaldo
que la pareja, y no el hospital, fija las reglas. Dentro de lo médico. Por ejemplo, en uno de los más famosos centn.. . "
razonable, pueden recibir a quienes deseen en la habita- para parturientas -el Childbearing C;enter de N~eva
ción durante el parto, y prácticamente no se limita al York-, la mujer dispone de sala, cocina, Jardín al extenor y
tiempo que el bebé puede quedarse allí después de nacer. dos dormitorios, uno para ella y otro para la persona que
Muchas mujeres opinan que este hecho, por sí solo, su- la asiste.
pone una gran diferencia. En los centros para parturientas, reglas e interferencias
Una mujer me dijo: «Lo que más me molestó del naci- suelen reducirse al mínimo. Se permite que los familiares
miento de mi primer hijo fue que se lo llevaran de inme- más próximos asistan al parto, y generalmente dejan que
diato. Yo estaba totalmente despierta y quería tenerle un el bebé permanezca con su madre durante una hora, p~co
rato en brazos. Pero me llevaron a mi habitación, que es- más o menos, después de nacer. Desde una perspectIva
taba a oscuras (mi compañera intentaba dormir y no que- médica, los centros no se proponen competir con los gran-
ría que la luz estuviera encendida). En cuanto a mi marido des hospitales. Sólo aceptan madres de bajo riesgo (para
salió para hacer unas llamadas telefónicas,.ya no tuve a na- reducir al mínimo las emergencias), y el personal se com-

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pone'principa~mente de enfermeras-comadronas que pro-
porCIOnan casI toda la asistencia, incluidos los partos . Por
lo general, los centros disponen de un obstetra que se hace
cargo de las emergencias y de un pediatra que examina al
bebé en cuanto nace .
. Su objet.ivo, al igual que el de los demás escenarios y téc-
meas analIzados en este capítulo, consiste en rescatar al
naci~ient? de la tecnol?~ía y devolverle su lugar legítimo
Capítulo VIII
en ell.n~enor de la famIlIa. Estoy convencido de que esto
El VÍNCULO VITAL
benefICIará a la madre, a su hijo y, a largo plazo, a todos
nosotros.

Comenzó a sentir las contracciones un atardecer


del mes de abril, mientras ponía la mesa para la cena. Al
principio, el dolor fue tan leve -en realidad, era un impre-
ciso retortijón más que un dolor- que pensó que podía ser
producto de su imaginación. Todavía faltaba un mes para
que el embarazo llegara a término, y fácilmente podía tra-
tarse de un falsa alarma. Supo que no era así cuando tres
horas después la pusieron en camilla en la sala de partos.
Ahora, las ráfagas de dolor se producían a intervalos de
cinco segundos. Estaba lista para dar a luz, tan lista que ni
siquiera habría tiempo para aplicarle anestesia, a fin de ali-
viar los dolores. El parto se produciría sin la administra-
ción de una sola droga.
N o lo había planeado de esa forma, y para una mujer
que normalmente se altera ante lo inesperado, eso pudo
ser penoso en grado sumo. Sin embargo, el hecho de ver
nacer a su hija ejerció un profundo efecto en ella. En las
horas y días posteriores se dio cuenta de que estaba jubi-
losa. Se sentía mejor con respecto a sí misma de lo que re-
cordaba haber experimentado alguna vez y mucho más
cerca de Ann -nombre que recibió la niña- que lo que ha-
bía estado de su primer hijo. De algún modo, al poder sos-
tener en brazos y abrazar a su hija - lo que con su primer
hijo no había podido hacer, por estar demasiado drogada-
había disipado su ansiedad.

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"La seílora B.», nombre que el Dr.l.ewis Mehl dio a esta mitía recuperar dicho instinto, ni siquiera el retorno de sus
mujer en una de sus ponencias, es real, lo mismo que su re- vástagos.
lato y los sentimientos y emociones que experimentó des- Las investigaciones con animales rara vez son con-
pués del parto. Acariciar y abrazar al niño y vincularse con cluyentes, aunque hay suficientes motivos para suponer
é.l plantea una diferencia ?ecisiva. Inclus~ pasar tan poco que ésta podría serlo. Ya sabemos que la presencia del re-
tiempo como una hora Juntos después del nacimiento cién nacido es biológicamente crítica para la madre al me-
puede ejercer un efecto duradero tanto en la madre como nos en dos aspectos importantes: sus llantos estimulan la
en ~l niño. N un:erosos estudios han demostrado que las producción de leche y el roce de su piel contra el pecho
mUjeres q~e se vI.n~ulan se convierten en mejores madres y materno libera una hormona que reduce la hemorragia
que sus hIJos casI slempe son físicamente más sanos, emo- posparto. ¿Es demasiado inverosímil sugerir que su pre-
cionalm~nte más estables e intelectualmente más agudos sencia también podría dar rienda suelta a los instintos ma-
que los 1l1fantes separados de su madre inmediatamente ternos? La mayoría de las pruebas biológicas y de con-
después del parto. ducta sugieren que no.
El vínculo es fundamental. Todo lo que una mujer hace Podemos poner como ejemplo los malos tratos a los ni-
y dice a su hijo después del parto -los arrullos, abrazos, ca- ños, que tienen lugar mucho más frecuentemente entre los
ricias e inclus.o .miradas aparentemente sin propósito- pequeños que nacieron prematuros. Muchos profesiona-
cumple un obJetIvo concreto; proteger y nutrir al niño. les sotienen que el aislamiento de los prematuros en uni-
No sabemos con exactitud cómo opera este sistema, aun- dades pediátricas especiales, durante semanas y a veces
que nuevas evidencias indican que, al menos en este pe- durante meses después del parto, ejerce un efecto psicoló-
ríodo, gran parte de lo que se denomina conducta materna gico devastador en sus madres y las torna más propensas a
está biológicamente regulada. que más adelante maltraten físicamente a sus hijos .
. ?icha .posibilidad surgió de una fascinante investiga- Asimismo, las evidencias disponibles señalan que existe
clOn realIzada en la Rutgers University. Al experimentar un período específico, inmediatamente posterior al parto,
con la química del organismo de las ratas de sexo feme- en que el vínculo o la falta de éste ejerce un efecto máximo
nino, un investigador reparó en algo que le llamó la aten- en las madres y en los hijos. Las investigaciones discrepan
ción: los instintos maternos de estos animales dependían con respecto a su duración: algunas la limitan a la primera
de la producción de determinada hormona. Ésta aparecía hora o incluso menos, y otras a las primeras cuatro o cinco
en sus cuerpos hacia el final del embarazo, y mientras es- horas. Una investigación realizada por el Dr. John Kennel
taba presente en ellos las ratas eran madres ideales. Por sí -pionero en el campo del vínculo- y su equipo indica que
mismo, este hallazgo ya fue importante. su límite más alto está muy por debajo de las doce horas.
No obstante, el investigador deseaba averiguar cómo se Descubrieron que el vínculo inmediatamente posterior al
controla~a la aparición de dicha hormona. Descubrió que parto hacía que la madre se acercara más al hijo que el
el mecal11smo regulador era la presencia de los cachorros. vínculo que se iniciaba doce horas después del alumbra-
Si éstos eran retirados inmediatamente después del parto, miento. Las diferencias aparecieron casi inmediatamente.
la horn:on~ desaparecía del organismo de la madre y, con Al cabo de uno o dos días, las que llamaré madres de con-
ella, el1l1st1l1to materno. Una vez desaparecido, nada per- tacto temprano, ya sostenían en brazos, acariciaban y be-

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~aban a sus hijos sensiblemente más que el grupo de con- brazos a sus hijos. Cuando los investigadores volvieron a
tacto tardío. visitarlas un año más tarde, las mujeres hablaban de una
Esto no significa que las mujeres de contacto tardío se- manera distinta a sus hijos. Muy pocas chillaban o grita-
rán malas madres. Los sentimientos maternos de la mujer ban. La madre podía sugerir delicadamente a su hijo q.ue
son demasiado complejos y personales para reducirlos por era la hora de dormir la siesta o que debería recoger los JU-
completo a reacciones biológicas. Los millares de momen- guetes, pero siempre lo hacía con ur: resp:to implícito;
tos íntimos que a lo largo de la vida unen a la madre y al rara vez daba una orden. Además, los Investlgadores que-
hijo también son importantes. Sólo quiero recalcar que el daron sorprendidos por la forma en que l~ charla d~ .las
vínculo confiere a la mujer una ventaja significativa. mujeres parecía envolver a los niños en un ncoy nutntlvo
Como ya he dicho, toda ventaja es vital debido al patrón o remolino de palabras tranquilizadoras y fOrJadoras del
actitud total que contribuye a formar. Por ejemplo, el ego. Esos niños, que daban sus primeros pasos, sabían que
equipo del Dr. Kennell advirtió que incluso tareas elemen- eran amados y deseados simplemente por el modo de ha-
tales, como cambiar los pañales y alimentar al bebé, plan- blarles.
tean más dificultades a las mujeres no vinculadas. Valga Este tipo de lenguaje no se enseña en las clases prenata-
como ilustración el caso de una joven que conzco y que les ni puede aprenderse en los manuales del Dr. Spock. Se
fue separada de su hijo inmediatamente después del parto; produce de manera natural en las madres felices. Al ig~al
transcurrieron cerca de veinticuatro horas hasta que vol- que las madres primerizas de la película que he menc~o­
vió a verle. Dijo que, al principio, eso no la había preocu- nado, tales mujeres actuaban de un modo totalmente In-
pado mucho porque en el hospital se sentía cerca del niño. consciente. La elección de las palabras, las pautas del habla
Un mes después, su actitud había cambiado. Dudaba de y el tono de voz eran plenamente espontáneos. .
que el bebé le perteneciera y el niño le parecía un descono- La naturaleza ha realizado grandes esfuerzos para dlse-
cido. Dicha mujer estaba convencida de que finalmente se ñar un sistema de vínculo que encaje de manera muy pre-
crearía un vínculo entre ella y su hijo, y le aseguré que así cisa en las necesidades del recién nacido. No sólo altera es-
ocurriría. De todas formas, podría haber surgido antes si, pectacularmente la conducta de una mujer ad~lta que ya
después del alumbramiento, hubiese podido pasar un rato ha vivido de veinte a veinticinco años o más -dlcho sea de
con su hijo. paso, alteración que Freud insistió en que era imposible- ,
Casi siempre, las mujeres que se vinculan temprano se sino que lo hace precisamente de la fo.rma y dura~te el
comportan de una manera distinta. Las mismas diferen- lapso que mejor se adaptan al bebé. A f.In de evoluCl?nar
cias surgen en numerosos estudios, sean las mujeres blan- emocional, intelectual y físicam ente, el Infante neceslta el
cas, negras u orientales, ricas, pobres o de clase media, tipo de contacto y de asistencia amorosos específicos que
norteamericanas, canadienses, suecas, brasileñas o japone- sólo el vínculo desarrolla de manera plena en su madre.
sas. Incluso hasta tres años después, las madres vinculadas El bebé también está preparado para desempeñar su pa-
aun se muestran más atentas, entusiastas y sustentadoras. pel en el vínculo . Incapaz de alimentarse, vestirse o prote-
Al analizar a un grupo de mujeres un año después que die- gerse por su cuenta, los sonidos .que emite, y s~pongo que
ran a luz, los doctores Kennell y Klaus descubrieron que hasta sus miradas, están específlcamente destInadas a ob-
todavía tocaban, acariciaban y sostenían más tiempo en tener una respuesta amorosa y protectora por parte de

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aquellos que pueden alimentarle y vestirle. No hace mu- adjudican, por lo general, a problemas orgánicos, y el fac-
cho, el científico Carl Sagan mencionó el influjo especí- tor que se menciona más a menudo es una lesión cerebral
fico que los seres de cabeza grande y figura pequeña pare- leve. Este investigador supuso que podría existir otra ex-
cen ejercer sobre nosotros. El Dr. Sagan pensó que podía plicación. Advirtió que, en las primeras semanas de vida,
deberse a que la enorme cabeza nos recordaba, subcons- dic hos bebés suelen estar aislados en unidades pediátricas
cientemente, el predominio del cerebro sobre el cuerpo. de cuidados intensivos. Gracias a su tecnología de gran
Supongo que es más probable que estemos programados potencia, esas unidades pueden hacer todo lo necesario
para responder amorosamente a todas las figuras con as- por un niño, salvo tenerle en brazos o amarle.
pecto de bebé. Quizá pensemos que lo que tienen de atrac- Era en ese punto donde el investigador suponía que ra-
tivo personajes de historieta como los de «Pean uts» -por dicaba el fallo. En consecuencia, escogió un determinado
ejemplo, Charlie Brown y Linus- es su humor estoico; sin grupo de niños de su unidad y pidió al personal que, du-
embargo, yo me pregunto, si, en realidad, no estamos res- rante diez días, los acariciaran cinco minutos cada hora a
pondiendo a la vulnerabilidad de esas figuras con sus lo largo de las veinticuatro horas del día. Cinco minutos
enormes cabezas y sus pequeños cuerpos. no es mucho tiempo y una enfermera no es una madre,
Sin duda, al ver por primera vez al recién nacido, la ma- mas, a pesar de todo, las caricias produjeron resultados es-
dre se estirará, instintivamente, para sostenerle. Se trata de pectaculares. Los bebés del experimento aumentaron de
la reacción más natural del mundo y, al igual que los de- peso con más rapidez, se desarrollaron más de prisa y físi-
más aspectos del vínculo, también satisface una necesidad camente eran más robustos que los infantes que no habían
concreta y primordial del niño. Al nacer, el amor para el sido acariciados.
bebé no sólo es un requisito emocional, sino también una Pocos años después, otro equipo llevó a cabo una
necesidad biológica. Sin el amor, y los mimos y abrazos prueba parecida, aunque introdujo un cambio que resultó
que lo acompañan, se debilitaría y moriría. Esta enferme- decisivo. En lugar de enfermeras, se valieron de madres
dad recibe el nombre de marasmo, el cual proviene de la auténticas. En principio, esto no produjo ninguna sor-
palabra griega que significa «consumirse», y durante el si- presa importante. Como la mayoría de los demás bebés
glo XIX acabó con más de la mitad de los niños nacidos; vinculados, los infantes prosperaron. Sin embargo,
hasta los primeros años del siglo xx fue responsable de cuando, cuatro años después, los investigadores examina-
casi el ciento por ciento de las muertes ocurridas en las in- ron a esos niños, había surgido otra diferencia considera-
clusas. Dicho llana y brutalmente, tales niños murieron ble: por término medio, los pequeños acariciados someti-
por la falta de un abrazo. En la actualidad existen menos dos a las pruebas del coeficiente de inteligencia tenían 15
casos de marasmo. No obstante, por desgracia todavía hay puntos más que los niños que no habían sido tocados.
entre nosotros muchos bebés desatendidos. Los médicos Desde luego, lo que les ocurrió a estos niños a la edad de
los denominan infantes incapacitados de prosperar. uno, dos y tres años también fue decisivo . La inteligencia
Como demostró un investigador en un estudio sobre in- no está grabada en granito al nacer ni se desarrolla en el va-
fantes de poco peso al nacer, incluso unos pocos cuidados cío. Exige un constante estímulo por parte de la familia,
producen pequeños milagros en un niño privado de los amigos y los maestros del niño. Al unir a la madre y a
afecto. Sus tasas de desarrollo más lentas que la normal se su hijo, el vínculo no sólo proporciona a alguien que com-

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prend~ y ama al bebé, sino también a una aliada que puede tas aparentemente azarosas y tontas que las madres utili-
dar al. Infant~ el estímulo que necesita para desarrollarse zan en el juego no son ni lo uno ni lo otro, sino una serie
emocIOnal e Intelectualmente. Esto es mucho más difícil de juegos muy definidos, cada uno de los cuales tiene su
de lo que parece. propio conjunto de reglas, reglamentos y marco de
En .los recién nacidos sólo se registra un espectro muy tiempo, y está destinado a ensanchar las habilidades inte-
reducido de e~tímu!o. La mujer que quiera divertir, entre- lectuales del niño.
tener o interesar (:t su hijo debe escoger con sumo cuidado «Hacer muecas» es un ejemplo de juego temprano y
las formas de juego. Sin saber exactamente cómo o por bastante sencillo. Sin embargo, al cabo de uno o dos me-
que, eso es lo que la madre hace; parece que el vínculo in- ses, el infante reclamará algo más desafiante y estimula-
crementa su sensi?ilidad em~cional, del mismo modo que dor. Incluso a las siete u ocho semanas tiene ideas claras
:umenta su capacIda.d para altmen~arle y cambiarle los pa- acerca de lo que es un buen juego, cómo debe jugarse y
nales. Con frecuencia, la madre VInculada sabe intuitiva- durante cuánto tiempo. Uno de sus juegos preferidos es
mente qué retendrá la atención de su hijo. aquel que el doctor Daniel Stern, experto en vínculo, de-
Gran parte de lo que el recién nacido aprende en los pri- nomina «conducta de las palabras que contienen la clave
meros días de su vida tiene lugar a través de la vista. Acos- del chiste». Recibe este nombre porque, al ver a las muje-
tado en la cuna, constantemente vuelve la cabeza a un lado res jugando con sus hijos, el doctor Stern se acordó del
y otro y escudriña su horizonte en busca de alguien o de cómico que cuenta un chiste largo, complicado y gra-
algo que despierte su interés. Quiere ser entretenido, esti- cioso ante un público receptivo. En principio, madre hijo
mulado y posiblemente incluso aprender; sin embargo, se dan ánimo mutuamente. La madre interpreta el papel
dado que su alcance está tan gravemente circunscrito el de cómico y hace una tontería, por ejemplo, bizquea. El
estímu.lo vi~ual ha de ser de un orden muy concreto. es si bebé sonríe o agita, entusiasmado, brazos y piernas, en
den:as~ado Intenso, el ni.ño se sentirá agobiado y se reple- señal de que quiere más. Esto estimula a la madre a hacer
gara; Si no es lo bastante Intenso, no lo percibirá. Por ejem- algo aun más tonto. Gradualmente, ambos se entusias-
~lo, un ;o.s tro en reposo no le estimulará porque es dema- man cada vez más hasta que, al final, el juego alcanza un
sIado de~rl, y a e~as alturas sus rasgos no han adquirido la clímax semejante al de las palabras que contienen la clave
resonanCia emocIOnal que tendrán más adelante ... aunque de un chiste. Los dos «rompen» a reír -la madre con fre-
se tr~te de los de su madre. Pero enarcar las cejas, mover cuencia a las claras y el niño figurativamente-, el umbral
los OJos y echar la cabeza hacia atrás con falsa sorpresa -en de entusiasmo del pequeño alcanza la cumbre, y patalea y
resumen, todas las expresiones algo exageradas y tontas agita con frenesí brazos y piernas. Tras una pausa muy
que las madres vinculadas practican de manera instintiva- parecida al respiro que el cómico profesional concede al
encajan perfectamente en su espectro de estimulación. público entre un chiste y otro, el juego vuelve a co-
Las madres japonesas, norteamericanas, suecas, samoa- menzar.
nas, y casi todas las demás, juegan exactamente del mismo Mejor dicho, el juego vuelve a comenzar si el niño
modo con s~s.~ebés. Eligen f.ormas de juego que se adap- quiere. Si está aburrido -y a esa edad se aburre de prisa-,
tan con preClSlon al espectro Intelectual del recién nacido. puede demostrar que ha llegado el momento de un nuevo
Además, las evidencias demuestran que todas las conduc- juego apartando la cabeza, reduciendo la intensidad de su

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mirada o negándose a sonreír, formas en que, a esas altu- estoy seguro de que, si alguien le hubiese acercado un es-
ras, expresa sus deseos y sentimientos. pejo para que se viera, su propia expresión la habría sor-
Es igualmente hábil para percibir los sentimientos de prendido tanto como a mí. A pesar de todo, no podía evi-
otras personas hacia él. Los ojos le dicen mucho y el tacto tarlo. La visión de la leche cayendo por la barbilla de su
aun más. Caricias, mimos y abrazos constituyen la fuente hijo la alteró.
de información del infante, un modo de hacer algunas En contraposición, la alimentación y sobre todo el ama-
eval~aciones importantes sobre la otra persona y, lo que es
mantamiento tienen lugar en las madres vinculadas de ma-
más lmportante aún, sobre los sentimientos de ésta hacia nera tan natural como los demás aspectos de los cuidados
él. Si alguien se acerca a un bebé de una manera fría, desin- infantiles. Al comparar la experiencia de amamanta-
teresada, sofocante o colérica, esto le demuestra que no es miento de mujeres vinculadas y no vinculadas, un investi-
amado y que incluso puede correr algún peligro. Por el gador de Seattle encontró algunas diferencias sorprenden-
contrario, si estar en brazos es cálido y sustentador, el niño tes. A la octava semana después del parto, todas, salvo una
capta lo~ sentimientos de esa persona y reacciona en con- de las mujeres no vinculadas, habían renunciado al ama-
secuenCla. mantamiento simplemente porque era demasiado mo-
Las madres vinculadas parecen saberlo. Al ver a madres lesto. Las mujeres vinculadas consideraron tan vigoriza-
primerizas coger y mimar a sus hijos, quedé sorprendido dora la experiencia que todas amamantaron a sus bebés
una y otra vez por las consecuencias que el vínculo tiene hasta que tuvieron, como mínimo ocho semanas de edad.
en el nacimiento. Ya sea porque están más seguras o más En un grupo de brasileñas ocurrió prácticamente lo
cómodas, las madres vinculadas casi invariablemente mismo. Dos meses después del nacimiento, las tres cuartas
abrazan a sus hijos de una manera distinta. Las mujeres de partes de las mujeres vinculadas aún amamantaban a sus
l~ pel~cula que ya he mencionado constituyen un magní-
hijos. Entre las no vinculadas, sólo la cuarta parte habían
f!Co ejemplo. A pesar de que la mayoría eran primerizas, seguido amamantándolos después del segundo mes.
sostenían a sus hijos con aplomo y autoridad. Ninguna se Hemos de recordar que lo que estos estudios medían era
mostraba nerviosa ni inquieta. el efecto del vínculo en e! lapso durante e! cual la mujer
' . Volví a recordarlas al ver a una joven que no había te- amamantaba, no los beneficios psicológicos de! amaman-
nido posibilidades de vincularse, mientras intentaba ali- tamiento. Desde una perspectiva científica, aún está por
mentar por primera vez a su bebé. Cuando la enfermera le demostrarse de manera concluyente, aunque yo estoy
entregó al niño, la mujer sonrió e intentó disimular su ner- convencido de que pronto ocurrirá. La Naturaleza es su-
viosismo. Durante unos segunos, pasó incómoda al niílo mamente económica. Cada uno de sus sistemas está desti-
de un brazo a otro, para encontrar una posición adecuada. nad~ a satisfacer muchas necesidades distintas, y no hay
Finalmente la halló, cogió el biberón y lo introdujo torpe- motIVOS para suponer que el amamantamiento sea una ex-
mente en la boca del bebé. Lo que más me sorprendió fue cepción a la regla. Si confiere beneficios fisiológicos muy
su expresión en ese momento. Al ver que el pequeño chu- reales -y los efectos de la leche materna en la salud e inmu-
paba vorazmente del biberón entrecerró los ojos, tensó la nidad de un niño son reales-, también es probable que
mandíbula y se mostró ceñuda y decidida. A fin de ser conceda otros de tipo psicológico. De todos modos, ésta
justo, diré que su reacción era totalmente inconsciente, y no es razón para que una mujer que no da el pecho a su hijo

160 161
-porque no puede o no quiere- se sienta culpable. Lo que El nombre clínico de este estado es «embelesamiento», y
psicológicamente cuenta de verdad son las emociones que otro grupo de investigadores llegó a la conclusión de que
se comunican al infante mientras se le alimenta. El niño el factor que lo produce en las mujeres tambié~ lo provoca
puede sentirse amado ya sea alimentado con el pecho o en los hombres: el contacto temprano con el mfante. Se-
con biberón. gún este informe, cuanto antes podían ver los padres a sus
El amor del padre es tan complejo e importante como bebés más absortos e interesados estaban, y más deseosos
el de la madre. Si se le da la oportunidad, el hombre de ac;riciar a sus hijos, tenerlos en brazos y jugar con ellos.
puede ser tan «maternal» como la mujer: protector, da- Si dicho contacto temprano incluía estar presente durante
dor, estimulador, sensible a las necesidades de sus hijos, el parto, también sabían distinguir a su ni.ño de los demás
cuidadoso. Debido sobre todo a los estereotipos y los (los padres que no asistieron al parto no dlero~ pruebas de
conceptos erróneos sobre los padres, tan encarnados en este hecho) y se sentían más cómodos telllendolos en
nuestra cultura, nos ha llevado un tiempo excesivamente brazos.
prolongado reparar en estos simples hechos de la vida. De todos modos, los investigadores descubrieron que
Incluso las personas que debieron saberlo, con frecuencia los hombres jugaban de un modo distinto con sus b~bés.
lo ignoran. La antropóloga Margaret Mead probable- En general son más activos y despliegan mayor canuda?
mente ironizaba cuando definió al padre como una nece- de movimientos físicos que las madres, pero hasta esta dI-
sidad biológica antes del nacimiento y un accidente social ferencia desempeña su papel en el desarrollo del vínculo,
después de éste, aunque también expresaba una opinión ya que la interacción padre-hijo parece volver má~ r~cep­
ampliamente sustentada. tiva a la mujer. El doctor Parke y sus colegas advIrtlero,n
Por fortuna, se trata de una opinión que empieza a cam- que, cuando el padre estaba presente, su esposa sonrela
biar. En los últimos tiempos, los investigadores han descu- con más frecuencia al niño y estaba más atenta a sus ne-
bierto que la visión del recién nacido desencadena en el cesidades. Puesto que otros estudios descubrie.ron d.ife-
nuevo padre el mismo repertorio de conductas amorosas rencias similares de conducta, son muchos los ll1Vestlga-
que suscita en la madre: arrulla, mira a su hijo y habla con dores que, en la actualidad, creen que c.~da progenitor
él con la misma frecuencia y ganas. Sin embargo, nadie ha- -según su manera de relacionarse con ellll~J.O- aporta una
bía reparado en este hecho hasta que, pocos años atrás, el contribución singular pero complementana al desa.rrollo
psicólogo Ross Parke y su equipo se dedicaron a recorrer físico emocional e intelectual del infante. Resulta Impo-
el pabellón de maternidad de un pequeño hospital de Wis- sible decir si este hecho está determinado genética o cul-
consin. El doctor Parke descubrió que los hombres tardan turalmente. A juzgar por las pruebas de que disponemos,
apenas un poco más en entusiasmarse con sus hijos ... sin supongo que el condicionamiento social puede de,sempe-
duda porque no están tan biológica o cultural mente pre- ñar el papel más importante. Padres y madres a~tuan con
parados como las mujeres. Sin embargo, hasta esta dife- sus bebés prácticamente como. ~e eSp'era que act~en hom-
rencia desaparecía cuando las horas de visita se ajustaban a bres y mujeres. De manera casI mvanable, la mUjer asume
los horarios de los padres . Éstos besaban, abrazaban, acu- el papel de guardiana y se preocupa m~s por los ?eberes
naban, acariciaban y sostenían en brazos a sus recién naci- considerados tradicionalmente «femenmos»: la ah menta-
dos tanto como sus esposas. ción, el cambio de pañales y el consuelo del niño. Los pa-

162 163
dres suelen ser mucho más agresivos y juguetones con sus El mayor de los misterios es el que explica la adhesión
hijos. padre-infante. En última instancia, se trat a del amor. Sin
Es posible que el mejor ejemplo de la profundidad de embargo, al principio están ausentes los evidentes víncu-
estas diferencias sea la investigación realizada hace poco los psicológicos y fisiológicos que unen al niño con la
por un equipo de imaginativos investigadores de Boston. madre. Los padres no llevan a los niños en su seno du-
De diseño sencillo, consistía en poner a madres, padres e rante nueve meses, jamás los amamantan, sólo ocasional-
hijos en un cuarto de niños y ver cómo actuaban entre sí. mente les dan el biberón, y rara vez pasan con ellos tanto
Las semejanzas entre personas del mismo sexo eran sor- tiempo como sus esposas . No obstante?el vínculo que fi-
prendentes. En general, las madres eran serenas, protecto- nalmente se forja entre ellos y sus hiJOS puede ser tan
ras y delicadas con sus hijos. Rara vez decaía su interés o se fuerte y vital como el vínculo madre-hijo.
encolerizaban. Tanto si los tenían en brazos como si los Una de las formas en que lo hemos demostrado ha sido
abrazaban, charlaban o jugaban con sus bebés, casi siem- estudiando las horas de comer del niño. Para éste, comer
pre eran tiernas y serenas. Por contraste, los padres eran es un acto tanto emocional como físico . Si está ir.d modo
mucho más exaltados, volubles y estrepitosos. Las mujeres o receloso, no comerá. En consecuencia, si cuando su pa-
~ablaban más, mientras que los hombres hurgoneaban de- dre le da el biberón, el bebé ingiere la misma cantidad de
h.cadamente al bebé con un dedo o lo levantaban por los leche que cuando se lo da su madre, es un buen indicio de
aIres. que valora por igual a ambos progenitores. Es lo que ocu-
Lo más sorprendente de este experimento es la forma en rrió cuando se pidió a un grupo de padres y madres que
que cada progenitor se complementa con el otro. De todos alimentaran alternativamente a sus hijos. El consumo de
modos, la seguridad en sí mismo y la auto imagen del niño leche conservó el mismo nivel, cualquiera que fuese el
son resultado de todos los mensajes que recibe de sus pa- progenitor que se ocupaba de alimentar al niño.
dres. El hecho de que se produzcan a través de las caricias, Una medida aun mejor de los sentimientos del bebé
abrazos y delicadezas de su madre o del juego enérgico de hacia sus progenitores consiste en ver su reacción cuando
su padre -o a la inversa-, no es realmente importante. Lo alguno de los dos abandona la estancia. «Protesta de ~a .se-
fundamental es que reciba conjuntamente de sus progeni- paración» es el nombre bastante severo que ha recibido
tores el estímulo para ser él mismo. esta reacción, y a lo largo de los años se han llevado a
Como he dicho antes, supongo que el condiciona- cabo docenas de estudios con madres. A nadie se le había
miento social determina quién le enseña qué al niño. El ocurrido incluir a los padres hasta que, en 1960, un inves-
doctor T . Berry Brazelton, de Harvard, ofrece una expli- tigador joven y emprendedor llamado Milton Kotel-
cación distinta, pero no necesariamente contradictoria: chuck organizó algo que resultó ser su estudio más im-
«~~ parece que el bebé fija con todo cuidado trayectorias portante. El diseño del experimento era sencillo. Kotel-
d~s~Intas para cada p~ogenitor. .. En mi opinión, esto sig- chuck midió las reacciones de 144 bebés cuando sus
mflca que el bebé qUiere como padres a personas distin- madres o sus padres salían del cuarto de los niños y los
tas a causa de sus propias necesidades. Tal vez, el niño re- dejaban a solas con un desconocido. Descubrió que la
calca las diferencias que son decisivas tanto para él como partida del padre trastornaba al infante tanto como la de
para ellos.» la madre. Reflejando las actitudes de nuestra sociedad ha-

165
164
cia la paternidad, muchos de los científicos que estuvieron nía algún problema. Veía «eso» entre mi~ amigas y
presentes en la reunión en la que Kotelchuck leyó su po- sus madres (en diversos grados, pero 111dudable-
nencia se mostraron abiertamente escépticos ante sus des- mente superior al que había entre mi madre y yo), y
cubrimientos. Mas, como corresponde, esto también está esto hacía que me sintiera aun más sola.
cambiando. Ahora comprendo que «eso» no se dio y mi mente
Deseo finalizar este capítulo con una carta que recibí puede racionalizarlo much.o mejor .. Ha?ía gu~rra.
hace poco. Expresa mejor en qué consiste realmente el Nací en febrero de 1939. Mi madre VlO como mi pa-
vínculo que todas las investigaciones que he citado y las dre se alistaba inmediatamente. Nuestro padre no
observaciones que he llevado a cabo: estuvo en casa durante aquellos primeros meses de
vida. Estaba recibiendo instrucción para incorpo-
Cuando le vi a usted por televisión, tenía yo en rarse al ejército. No tengo ningún recuerdo de él
brazos y daba el biberón a mi nietecita de tres meses, hasta que, a fines de 1945, regresó de la .guerra. Era
que está pasando una temporada con nosotros, ya bueno conmigo pero distante. --r:enía y u.ene mucha
que su madre trabaja. Sus ojos me miraban y experi- más intimidad con otros dos mños nacidos en los
menté una poderosa y muy conmovedora sensación años posteriores a su regreso. Yo solía dejar la casa
de intimidad hacia ella y desde ella; no es algo que cuando le veía abrazar y coger en brazos a la herma-
pueda describir fácilmente, pero considero que fue nita que nació en 1954. Tenía 15 años y sentía celos y
muy fuerte. Supongo que, por mucho tiempo que sufría.
pase, esta sensación de intimidad jamás desapare- Ahora tengo 41 y es muy poco lo que siento por
cerá. Entre nosotras hubo un contacto, y sé que mi mis padres en ese sentido «íntimo». Existe un resR eto
nieta lo sintió dentro de sí misma sin poder tradu- por los cuidados físicos que entonces me prodiga-
cirlo con palabras. Con los ojos me hizo saber que lo ron, pero entre nosotros no existe <<nada más» ..Por
sentía. otro lado , los dos niños nacidos en 1952 y. 1954 Sien-
.
Hace años, la misma sensación surgió entre su ma- ten por ellos algo totalmente distinto. EXiste una 111-
dre y yo, cuando ésta era muy pequeña; ambas toda- dudable intimidad y, cuando la observo, algunas ve-
vía lo sentimos cuando nos encontramos después de ces no puedo creer que seamos hijos de los mismos
una jornada de trabajo o cuando nos saludamos por padres. . . .
la mañana. «Eso» -póngale el nombre que quiera- es No recuerdo haber compartido tanta 111umldad
un vínculo, una unión entre nuestras almas, y es de lo con alguien, salvo con mi abuela, que me quería mu-
más fuerte y hermoso. chísimo. Aún lo recuerdo. Todavía recuerdo cómo
El contraste es la falta de «eso» entre mi madre y olía a jabón y a lilas. Recuerdo sus cabellos sobre mi
yo. Sé que no estuvimos vinculadas, desconozco rostro, el roce de su piel y su suave acento ,e~cocés.
realmente los motivos, pero nunca estuvimos unidas Incluso hoy, cuando oigo ese acent~ especifiC? del
de ese modo. Las preguntas acerca de qué era lo que norte de Escocia, se me llenan los OJos de lagnmas.
lo provocaba me hicieron sufrir mucho, porque du- N o recuerdo haber pasado un solo momento con ella
rante largo tiempo supuse que quería decir que yo te- que no fuera cálido y amoroso. Era natural y normal

166 167
generar amor hacia la abuela. Era casi como un imán . música muy suave, muy ligera y hermosa, y ese día
Existía una «atracción » de ella hacia mí y, cuando mi recorrió todo el cementerio. ·
madre no estaba o no miraba, yo hacía todo lo posi- Hasta que conocí a mi marido, la abuela fue la
ble por acercarme a la abuela, para compartir con única persona que con los ojos me demostró que me
ella «ese sentimiento». La abuela siempre reconoció quería.
la existencia de «eso» entre nosotras y aprovechó tan Espero que esta carta le sirva de ayuda.
contados y preciosos momentos para realzar su im-
portancia. Si me lavaba la cara, se demoraba unos se-
gundos p ara pasarme la mano por el pelo, me hacía
cosquillas o jugábamos a algo. Mi madre hizo todo
lo posible por hundir a mi abuela, pero no logró des-
truir la relación que existía entre nosotras. ¿Eso se
produjo en las primeras semanas de vida? Jamás lo
había pensado hasta que comencé a escribirle estas
líneas. Tal vez se originó en las primeras semanas de
mi vida, cuando me llevaron a su casa.
Hace poco, cuando visitamos Toronto, sucedió
algo extraño. Mi marido y yo fuimos a visitar por
primera vez la sepultura de mi abuela, que murió
hace algunos años, cuando nosotros estábamos en
Columbia Británica.
Mientras buscábamos su tumba, oí en mi mente
una «nana» ... toda mi vida he oído en mi mente frag-
mentos de esa canción sin saber de qué se trataba ...
pero la percibí con muchísima intensidad mientras
buscaba su tumba. Cuando la encontré, no quería te-
ner cerca a mi marido ... y me molestaba sentirme así
por el hecho de que él estuviera allí, ya que durante
toda la mañana me había ayudado a buscar la sepul-
tura de la abuela. Pero sentía que quería estar a solas
con ella, volver a conectar una vez más con esa sensa-
ción especial que habíamos compartido. Sabía que
«ella» no estaba en aquella sepultura ... pero igual-
mente sentía todas esas cosas hacia la abuela y la can-
ción resonaba con toda su fuerza en mi mente. Des-
conozco cuál es el significado de esa «nana». Es una

168
Capítulo IX

EL PRIMER AÑO

En la década precedente, el infante irreflexivo que


estudié en la facultad de medicina a finales de los años
cincuenta, de repente ha dado paso a un ser sorprenden-
temente flexible e inventivo que sale del útero con aque-
llo que, para los médicos de mi generación, parece una
impresionante colección de capacidades emocionales, in-
telectuales y físicas . Lejos de ser la criatura insensible re-
presentada en nuestros textos, este niño puede ver, sen-
tir, tocar, degustar y jugar; puede responder y se le puede
responder de diversas formas complejas, e incluso tiene
preferencias verificables en lo que respecta a alimentos,
Juegos y conversación.
Al nacer y en las semanas inmediatamente posteriores,
no sólo es consciente, sino que también asimila pequeñas
cantidades de estímulo visual. Por ejemplo, basta con
acercarle o alejarle un juguete para que se dé cuenta. Los
contrastes también llaman su atención; de hecho, la atrac-
ción que siente por ellos es uno de los motivos por los cua-
les la madre puede tener problemas para establecer un
contacto ocular directo. Su mirada se desvía naturalmente
hacia el estimulante contraste que le proporciona el límite
del pelo de su madre. A veces, esto altera a la madre, que ha
de perseguir la mirada de su infante para establecer un
contacto ocular directo.
Junto a la vista, el sonido es la principal herramienta del

171
recién nacido para explorar su nuevo mundo y, de todos diferencias, su informe es digno de estudio porque se trata
los ruidos que lo pueblan, la voz humana es el único exclu- de una de las pocas investigaciones a largo plazo que se
sivamente adecuado para su capacidad auditiva. Al hablar han llevado a cabo sobre la personalidad. A lo largo de los
con bebés, los adultos elevan instintivamente el tono v ha- diez años en que se siguió a los niños, el equipo realizó
blan a intervalos de cinco a quince segundos; nuevas prue- muchas observaciones penetrantes sobre la delicada inte-
bas demuestran que esta combinación específica de racción entre la herencia y el ambiente en la formación de
tiempo y sonido llama y mantiene el cortísimo lapso de la personalidad. Parte de los datos más estimulantes nacie-
atención del recién nacido más que cualquier otro. ron de la conducta de los sujetos en la primera infancia.
Es menos lo que se sabe sobre la capacidad olfativa del En ese período, las reacciones del recién nacido son
infante, aunque informes recientes señalan que como mí- abruptas y unidimensionales y pueden transmitir varios
nimo existen cuatro olores que dejan una fuerte impresión significados distintos y contradictorios, lo que al observa-
e? él. Los tres primeros corresponden al regaliz, el ajo y el dor le dificulta saber exactamente qué siente el bebé, ya
vlOagre; el cuarto pertenece a su madre ... como demostró que éste puede patalear cuando está contento, triste, asus-
la doctora Aidan Macfarlane con una pequeña ayuda por tado o ansioso. De todos modos, el hecho de que patalee
parte de algunas madres que dan el pecho a sus hijos. mucho es significativo, pues el nivel de actividad del niño
Como parte del experimento, la doctora Macfarlane pidió es uno de los primeros indicadores importantes de su fu-
a las mujeres que se pusieran una almohadilla de gasa den- tura personalidad. Algunos infantes se mueven relativa-
tro del sostén entre una comida y otra. A continuación co- mente poco y sólo lo hacen de manera deliberada, mien-
locó la almohadilla usada a un lado de la cabeza de cada tras que otros están siempre en movimiento. Aunque este
niño y otra nueva y sin estrenar del otro lado. La doctora tipo de actividad excesiva no siempre se considera equiva-
Macfarlane razonó que, si el niño se volvía hacia la almo- lente a una gran ansiedad, las pruebas sugieren que en oca-
hadilla que había estado en contacto con la madre, esto siones es indicativo de ansiedad interior.
significaba que reconocía su olor. En las pruebas, hasta los Un ejemplo elocuente lo constituye un niño al que los
críos de cinco días mostraron preferencia por las almoha- investigadores llamaron Donald. El equipo escribió: «Do-
dillas usadas por su madre. nald mostró un nivel sumamente alto de actividad casi
La personalidad es mucho más difícil de medir, lo cual desde el nacimiento. A los tres meses, informaron sus pa-
podría explicar que generaciones de saber médico conv~n­ dres, "se meneaba y movía" mientras dormía. A los seis
cional hayan sostenido que el recién nacido carecía de ella. meses "nadaba como un pez mientras le bañábamos". A
Se suponía que era una página en blanco cuyo estilo perso- los quince meses, los padres descubrieron que "siempre le
nal sólo comenzaba a emerger cuando tenía a sus espaldas estábamos persiguiendo".» A los tres años, el niño todavía
alguna experiencia de la vida. Nuevas investigaciones han era un aprendiz en movimiento constante. Ni siquiera la
puesto en tela de juicio esta afirmación. Prácticamente, la disciplina obligada de la escuela logró moderar su activi-
totalidad de los 141 infantes analizados en un estudio dad. Con humor y afecto, la maestra de su parvulario ex-
mostraban claras diferencias de estilo y de temperamento puso que Donald «se colgaba de las paredes y trepaba por
muy poco después de nacer. A pesar de que los investiga- el techo». Pocos años después, los maestros ya no conside-
dores no exploraron dónde y cómo se originaban dichas raron tan simpática su hiperactividad. El equipo observó
172
173
que, a los siete años, «Donald tenía dificultades en la es- percepción de dicho mundo, sino también, en grado signi-
c~ela, pues era incapaz de quedarse quieto el tiempo sufi- ficativo, al éxito de su funcionamiento en él. Su inteligen-
ciente para aprender y molestaba a los demás niños mo- cia, su lenguaje y sus impulsos -todas las capacidades que
viéndose ... por el aula». Desde luego, no todos los bebés necesita para dominarlo- están significativamente influi-
superenérgicos están destinados a convertirse en un Do- dos por su madre y su padre, y por la calidad de los cuida-
nald. La actividad sólo es un índice de la personalidad fu- dos que le prodigan. La cantidad de atención (vínculo) que
tura. Además, si la energía del nii10 es correctamente cana- el bebé recibe incluso en las horas inmediatamente poste-
lizlda por sus padres y sus maestros y se le permite riores al nacimiento, sin duda opera una diferencia impor-
expresarse según su propio estilo, puede convertirse en tante en el tipo de persona en que se convierte. En los me-
una persona activa, dichosa y extrovertida. ses posteriores, las respuestas de sus padres -o su ausen-
La reacción de~ bebé ante el cambio -alimentos, perso- cia- le marcan de otras maneras decisivas. En realidad,
nas, lugares o rutll1as nuevos- también revela muchas co- junto a la herencia genética, la calidad de la atención de los
sas sobre él. Por su naturaleza misma, el cambio altera a to- padres es el factor más importante en la formación de la
dos ~os inf.ant~s; sin embargo; los médicos que realizaron profundidad y la extensión del intelecto. Los tipos de jue-
esta lI1veStlgaclón descubrieron que algunos bebés, a pesar gos a que el niño es expuesto, la forma de hablarle y el
d.e . desconcertar~e momentáneamente, se adaptan con fa- modo de tratarle desempeñan un papel importante en este
cIl:da~ ~ ~na rutma o alim~nto nu~vos. Otros son un poco proceso.
mas dlflClles: patalean, chJ!lan, gntan y generalmente ar- Todavía no está clara la forma en que estos factores se
man un jaleo terrible que, para las madres, suele ser in- funden con las características que ya han comenzado a
quietante. La edad y la experiencia no siempre liman las formarse en el útero y las influyen, sobre todo porque es
asperezas de su cólera. Los investigadores descubrieron muy difícil definir en un experimento una abstracción
que, a la edad de uno, dos y tres aii.os, muchos de los niños como el «yo». En el Capítulo III vimos que existen buenas
exaltados del experimento reaccionaban de manera exage- razones para creer que en el útero comienza a surgir un
rada ante incidentes insignificantes, hecho que me hace sentido rudimentario del «yo». A diferencia del feto, el re-
pensar que, en realidad, respondía a experiencias anterio- cién nacido' vive en un pequeIi.o universo en constante ex-
res, natales o uterinas. pansión. El alimento, los juguetes, los ruidos y su madre
Algunas de estas características tempranas sólo son ex- sólo existen mientras pueda degustarlos, tocarlos, oírlos,
presiones transitorias de una etapa, que se superan cuando sentirlos o sostenerlos. Aún no sabe qué son las personas
ésta con~luye. Otras parecen permanentes, aunque, dado y, menos aún, cómo actuar con respecto a ellas. Incluso
que los Impulsos y deseos que comienzan a surgir en el una actividad tan simple como las cosquillas, que, como
útero no adoptan una forma definitiva hasta el tercer o ha dicho Burton White -psiquiatra de Harvard-, no sólo
cuarto año, también son modificables. De hecho, lo que son un fenómeno físico, sino también social, están fuera
o~~rre en ese período intermedio influye en su forma defi- de su alcance en ese momento. El Dr. White afirma: «Para
l1ltlva tanto como lo que sucedió en el útero.
l. La mejore'pl icación de 1.\ conciencia del infante - \· Ia que 1", influid o más profunda-
Como guía, compañero e intérprete del nuevo mundo mente en mi pensamient o" correspunde a /n/aIll 5: 71." . !V","-' KI/()'Ü."/"dg" , el meditado e infor-
del infante, el progenitor no sólo le ayuda a establecer su mativo libro del Dr. Robert McCo,II.

174 175
que las cosquillas logren su objetivo, el niño debe percib~r
que tiene de ella se parece más a una de las figuras abstr~c­
la proximidad de quien se las hace. Se puede, hacer cosquI-
tas de Picasso que a una cara humana. Otra de las funclO-
llas a un bebé de dos meses, pero no pasara nada ... el ser
nes útiles de la memoria consiste en recordarle la hora de
humano no se vuelve cosquilloso hasta que tiene, como
comer. Sólo necesita unas pocas semanas para aprender a
mínimo, tres meses y medio. Parece ser una señal de la
conocer su horario y, de acuerdo con un nuevo informe,
aparición de la conciencia soci~l.» .~
no le gusta que se produzcan alteraciones inesperadas. Se-
Es posible que uno de los motivos por los.cu~les un nmo
gún este experimento, lo~ be~és acostumbrad~s ~ comer
de dos meses no ha desarrollado con antenondad la con-
cada tres horas se ponían mqUletos y molestos SI dicho pe-
ciencia social se deba, simplemente, a la falta de tiempo.
ríodo se alargaba. Por otro lado, al igual que lo~. adultos,
En los primeros meses, el infante está ocupadísimo explo-
los niños pueden sentir hambre antes de la hora fijada para
rando su entorno y adquiriendo las habilidades que más
comer. Cuanto antes aprendemos a respetar las necesida-
adelante necesitará para aprender. Al nacer, la mayoría de
des individuales del infante, más le ayudamos a desarro-
estas habilidades -vista, oído, gusto, olfato y tacto, herra-
llar su autoestima.
mientas indispensables de aprendizaje- ya están present.es
Quizá, la mejor medida de la agilidad menta~ del in~ante
y en funcionamiento. Lo mismo ~curre con la ~emona.
en ese período sea su capacidad de imitación. Esta ~xlge el
Teniendo en cuenta todas las prácticas que ha reahzado en
dominio de muchas habilidades bastante complejas. En
el útero, no es sorprendente que el recién nacido sobre-
primer lugar, el niño ha de comprender que el adulto que
salga en este campo, como demostró hace pocos años el
le hace morisquetas quiere ser imitado.; en segund~ l~gar,
Dr. Steven Friedman. Sus sujetos sólo tenían unos pocos
tiene que aprender a imitar esas e~preslOnes y,. por ultimo,
días de edad y, evidentemente, no podían decirle lo que re-
ha de ser persuadido de que participe en este Juego por lo
cordaban. Puesto que un objeto nuevo despierta incluso el
que, en realidad, es una recompe~sa'puramente abstr~cta:
interés de un bebé muy pequeño, el Dr. Friedman supuso
la gratificación de la persona q ue I~lta. l~or estos ~10tIVOS,
que, si a la tercera o cuarta aparición, un. tablero de ?a~~s
hasta hace poco los psicólogos mfantiles c.onslderaban
ya no despertaba la curiosidad de sus sUJetos, esto slgmfI-
que los niños menores de nueve meses eran mcapaces .de
caba que lo recordaban. Yeso fue lo que ocurrió. Después
imitar. Varios estudios nuevos han demostrado que m-
de verlo varias veces, los recién nacidos se apartaron abu-
cluso los niños de unos pocos días son capaces de imitar.
rridos, aunque recordaron el diseño del tablero !o basta~te
En una investigación que hizo época, los investigadores
bien como para responder cuando el doctor Fnedman in-
lograron tener una sección de recién nacid~s ll~na de ?e-
tentó ser más listo que ellos: cada vez que el tablero se sus-
bés que los imitaban. ¡Algunos de los bebes solo teman
tituía por otro con un número distinto de cuadros, los su-
una hora de edad! Cuando un investigador sacaba la len-
jetos recuperaban rápidamente el interés.
gua, hacía una morisq ueta o agitaba. los dedos delante del
Desde luego, el infante puede encontrar modos más
bebé, el pequeño solía responder de Igual manera. Este ex-
prácticos de utilizar su memoria, y aprende a hacerlo de
perimento (y otros semejantes) demuestra, de m~nera c~n­
prisa. En el espacio de un mes, poco más o menos, e~ capaz
cluyente, la presencia de un proceso de pensa~lento ~Ien
de recordar el rostro de su madre, pero dado que mira, so-
desarrollado (uno podría decir adulto) en el reCién naCido,
bre todo, sus ojos y su frente, probablemente la imagen
incluido el manejo de ideas abstractas .
176
177
Al cabo de uno o dos meses, el infante puede dominar de masiado). Sin embargo, existe una progresión casi geo-
incluso actividades más complejas. Digo que puede por- métrica entre la cantidad de tiempo significativo dedicado
que varias autoridades -incluidos los Dres. Burton White, a un niño y el desarrollo intelectual y emocional de éste,
de Harvard, y John Watson, de la Universidad de C:al!for- como se demostró hace pocos años en el Proyecto Prees-
nia- opinan que muchos bebés fallan en el aprendizaje no colar de Harvard, un singular e innovador estudio sobre
porque no sean lo bastante inteligentes o no se les haya en- aprendizaje temprano dirigido por e! Dr. White. Aunque
señado, sino debido a que no se les ha enseñado correcta- más adelante me extenderé sobre este tema, diré que una
mente. Enseñar a un niño muy pequeño es a la vez un arte de las cuestiones interesantes que él y sus colegas descu-
y una ciencia. Los padres pueden leer todos los libros per- brieron fue que los indicadores corrientes del rendimiento
tinentes, proporcionarle todas las .indicaciones adecuadas, del niño -como ingresos de los padres, nivel educativo y
mas fallarán si no captan las habilidades y ritmos del niño. posición social- eran mucho menos importantes que la ca-
Como el resto de los mortales, los infantes aprenden me- lidad de la atención materna. Los infantes y los niños que
jor cuando lo que se les enseña apela a sus facultades natu- dan sus primeros pasos más listos y socialmente más atrac-
rales; puesto que un niño de seis o siete semanas de edad lo tivos de! proyecto eran de diversa extracción, pero todos
que mejor hace es mirar, asir, succionar y vocalizar, las co- tenían madres receptivas, entusiastas, comunicativas y ge-
sas que aprende mejor y con más rapidez son las que se re- . .
nerosas con su tiempo y emocIOnes.
lacionan con dichas actividades. Todo lo que sea más com- La psicóloga infantil Mary Ainsworth, de la Universi-
plicado no sólo lo eludirá, sino que también pu.ede hacerle dad de Virginia, denomina «madres sensibles» a estas mu-
daño, sobre todo si es insistentemente repetido por un jeres. Afirma: "La madre sensible es capaz de ver las cosas
progenitor demasiado ambicioso. desde la perspectiva de su bebé. Está sincronizada para re-
A veces, los padres olvidan que, en ese período, el lapso cibir ... [sus] señales y ... responde rápida y adecuadamente
de respuesta de su hijo no es mucho más prolongado que a ellas. Aunque casi siempre parece darle lo que quiere»,
un largo suspiro. Las investigaciones han demostrado que agrega la Dra. Ainsworth, incluso al negar sus deseo~ «re-
las indicaciones que estimulan actividades como el habla conoce discretamente sus señales y propone solUCIOnes
deben estar precisamente cronometradas. El niño necesita adecuadas. Hace depender sus respuetas ... [de sus] deseos
un estímulo instantáneo -es decir, en un plazo de cincó a y comunicaciones. Por definición, ella no puede ser recha-
seis seO"undos-
b
o, de lo contrario, no lo asociará . con su. ~adora, entremetida ni ignorarlo».
conducta, que en este caso significa que no se sentirá esti- De todas las cualidades que la distinguen de la madre in-
mulado a hablar más. sensible, la Dra. Ainsworth opina que la más significativa
En parte esto es, simplemente, una cuestión de práctica: es la capacidad de empatía con su hijo y la visión del
a medida que cualquiera de los dos progenitores conoce mundo desde la perspectiva de éste. Dice la psicóloga: «La
mejor los ritmos y reacciones de su hijo, sus propias res- madre insensible dirige sus intervenciones e iniciaciones
puestas se vuelven más afinadas. Idealmente, también de- de la acción basándose casi exclusivamente en sus propios
berían tornarse más frecuentes. El juego a solas y la comu- deseos, humores y actividades. » Al actuar así, a menudo
nicación diaria a intervalos de treinta a cuarenta y cinco ignora o interpreta erróneamente las señales de su hijo; en
minutos puede ser adecuada (aunque, en mi opinión, no ambos casos, el niño sufre. Con frecuencia, e! infante

178 179
pierde la confianza en sí mismo. Hasta un niño de cinco o pregunta. Una pelota está bien, pero la pelota que hace
seis semanas necesita sentir que sus acciones influyen en «paf» o «bang» cuando se la aprieta o se la arroja es aun me-
su entorno. Cada éxito le estimula para intentar algo un jor; un padre que dice «puf» cuando le tocan la oreja es in-
poco más ambicioso y sentirse seguro, en la certeza de que fi nitamente más interesante que el que se limita a sonreír.
sus deseos se respetan. Puesto que en ese período mide el Este tipo de juego también contribuye al sentimiento de
éxito según las respuestas de su madre, si ésta ignora o in- maestría del bebé. Sus toques y apretones hacen que ocu-
terpreta mal sus esfuerzos, finalmente el niño dejará de in- rran cosas, y su éxito al provocar un cambio esta vez le es-
tentarlo. Los psicólogos denominan esta situación «desva- timulará a intentar algo más aventurado la próxima.
limiento forzoso», y sus consecuencias pueden verse en el Q uizá esta sensación de maestría explique la popularidad
niño de tres años que no sabe abrocharse la camisa, en el de del juego de las palabras que contienen la clave del chiste
siete que aún no sabe la hora y en el ser de treinta años que del Dr. Stern. Incluso en el papel de espectadores, los be-
cree que sus fracasos se deben a circunstancias que están bés llegan a sentir que afectan la conducta materna.
fuera de su control. A pesar de esta destreza recién descubierta, el niño de
Aunque las raíces de esta conducta pueden remontarse tres o cuatro meses aún no está preparado para avanzar
al útero, la insensibilidad hacia el recién nacido en las pri- más allá de los elementos básicos. Física y emocional-
meras seman as de vida puede transformar lo que sólo era mente, de momento sólo puede jugar con pelotas, sonaje-
una tendencia en una característica fija, que puede perju- ros y cubos, y como sólo existen con relación a él, todos
dicar gravemente al niño cuando se dispone a dar el si- son utilizados del mismo modo. Más adelante, en cuanto
guiente gran salto del desarrollo emocional e intelectual empiece a distinguir entre él y el mundo, los objetos asu-
que tiene lugar entre el final del segundo y el séptimo mes. mirán un carácter individual y su juego se ajustará a los re-
Durante la mayor parte de este período, la distinción bá- quisitos de cada juguete. Las pelotas serán lanzadas y apre-
sica entre sí mismo y el mundo sigue eludiendo al infante; tadas con más frecuencia que los cubos, y los sonajeros
éste sigue siendo, satisfactoriamente, el centro de su pe- serán agitados al menos con la misma frecuencia con que
queño universo. Como se ha desarrollado bastante tanto son mordidos.
física como intelectualmente, está mucho mejor prepa- Una de las pocas cosas que el niño percibe en ese pe-
rado para abordar la realidad objetiva que le rodea. Ahora ríodo es la textura. El gusto y el tacto -al igual que la vista
ve mejor; de hecho, su visión es casi tan buena como la de yel oído- siguen siendo sus modos primarios de aprender
un adulto. Se encuentra en condiciones de asir, recoger, ju- a conocer el mundo. Morderá, mascará, chupará y mirará
gar con y desechar objetos de mayores dimensiones y más prácticamente cualquier cosa siempre que ésta tenga co-
complejos. Esto tiene importantes consecuencias para su lor, forma u olor interesantes. Correctamente dirigida,
desarrollo intelectual, dado que su nuevo despliegue le esta amplia curiosidad puede convertirse en una forma de
permite partir de la fundamental pregunta de «¿qué es juego. Jugador nato, el infante no necesita mucha vigilan-
esto?» para llegar a la más complicada de «¿qué puedo ha- cia. El juego es un buen escape para la agresividad natural.
cer con esto?». También constituye un magnífico modo de ampliar los
Idealmente, tanto los juguetes que se le dan como los horizontes intelectuales del niño. Transcribo algunos
juegos que practica en esa etapa deben dar respuesta a esa ejemplos de cómo puede lograrse:

180 181
• TACTO: Colóquese al niño en superficies distintas Aunque las diferencias de fuerza relacionadas con el
-una alfombra o una manta-, para que pueda ex- sexo no surgen hasta mucho después, en este período ni-
plorar y percibir las texturas. ños y niñas comienzan a actuar de un modo que conside-
• VISTA: Hágase un móvil con figuras de cartón de ramos claramente masculino o femenino. La primera vi-
colores y cuélguese encima de su cama. Disfrutará sión de 10 que tradicionalmente se han considerado
mirando los colores y las figuras y pronto comen- cualidades femeninas -empatía, receptividad, sentimenta-
zará a estirarse hacia ellas. lismo, altruismo y sensibilidad- aparece ya en la sección
• OLFATO: Colóquese al niño en un asiento para para recién nacidos. Las niñas lloran más que los niños y al
bebés mientras se le prepara el almuerzo. La pre- parecer lo hacen por motivos distintos. Los experimentos
sencia de la madre no sólo le proporcionará compa- demuestran que las niñas son más propensas a llorar en
ñía, sino que también el hecho de estar en la cocina respuesta al llanto de otro bebé. Las niñas sonríen más y
le 'permitirá descubrir nuevos olores. responden de un modo distinto ante el rostro humano. A
• OIDO: Póngase la radio o un disco mientras el niño todos los bebés les agrada, pero a las niñas parece que les
está despierto. Los nuevos sonidos le estimularán. gusta más. La visión de 1111 rostro casi siempre desenca-
(De todos modos, la música debe ser relativamente dena un torrente de cháchara satisfecha en la niña, mien-
tranquila ... nada de rack martillante. No hay que tras que la respuesta del varón es menos entusiasta. En una
permitir que la radio se convierta en un sustituto de investigación, las niñas de tres meses preferían mirar fotos
la presencia de la madre.) de caras que de objetos. Por su parte, los varones se mos-
traban igual de satisfechos con unas que con otras.
El ejercicio es otra actividad que se presta al aprendi- Aunque ignoramos cuántas de estas diferencias se de-
zaje. A los bebés les encanta moverse, y todos sus retorci- ben a la biología, las investigaciones recientes dejan pocas
mientos, pataleos y balanceos les proporcionan informa- dudas acerca de que lo que puede comenzar como diferen-
ción útil acerca de las dimensiones de sus cuerpos y de cias constitucionales significativas pero secundarias, des-
cómo funciona cada parte. Imponer alguna disciplina a es- pués de años de condicionamiento social se convierten en
tos movimientos azarosos en forma de ejercicios equivale im portantes diferencias de personalidad. U na de las razo-
a acelerar el ritmo de aprendizaje. Por ejemplo, para que el nes princi pales por las cuales hombres y mujeres actúan de
niño conozca mejor sus brazos, puede acostársele boca manera distinta corresponde a que desde la infancia se les
arriba, cruzar un brazo sobre su pecho y después el otro. ha enseñado a hacerlo. Por ejemplo, una cualidad como la
Háganse los mismos movimientos con sus piernas. confianza en sí mismo -q ue en líneas generales nuestra so-
Cuando está boca arriba, ofrézcanse le los dedos; cuando ciedad considera que es más una característica masculina-
los haya cogido, elévese al niño suavemente hasta que se sabe que se origina temprano y que se basa en la dosis de
quede sentado y bájesele despacio. Un niño de tres o cua- atención que recibe una persona. En consecuencia, si los
tro meses puede carecer de fuerza para este juego, pero hombres la tienen en mayor medida que las mujeres, pare-
uno de seis o siete meses -sea niña o varón- debe estar en cería que incluso de bebés fueron objeto de mayor aten-
condiciones de lograr un fuerte asimiento de los dedos de ción. Esto es exactamente lo que las investigaciones de-
su padre o de su madre. muestran. Los bebés de sexo masculino reciben más

182 183
palabras, abrazos y estímulos que las niñas, y esta diferen- d urante este período se produce en la inteligencia humana
cia persiste a lo largo de la infancia y la adolescencia. La es un experimento realizado hace varias décadas por el
capacidad de aventura es otro rasgo adjudicado sobre todo psicólogo suizo Jean Piaget.
al estereotipo masculino que parece surgir, de manera par- Gran parte de lo que sabemos sobre el desarrollo de! in-
cial, de un aprendizaje temprano. Nuevas investigaciones te!ecto se debe a los experimentos que Piaget llevó a cabo
muestran que los varones tiene más libertad que las niñas sobre e! desarrollo de sus propios hijos. En este caso con-
para explorar y que, cuando lo hacen, son menos supervi- creto, intentaba determinar exactamente en qué momento
sados. personas y objetos comenzaban a asumir una vida sepa-
Lo que en líneas generales se consideran como caracte- rada para el niño; con este propósito inventó una prueba a
rísticas emocionales típicamente masculinas y femeninas la que sometió por separado a sus hijos cuando tenían
también exhibe las fuertes marcas de la experiencia tem- cinco o seis meses de edad.
prana. Considerando que a los bebés varones se les enseña Ante la mirada de cada pequeño Piaget, cogió un juguete
a refrenar sus sentimientos mientras que las niñas son esti- y lo ocultó parcialmente bajo un.a colcha. Eso no planteaba
muladas a expresar los suyos, ¿es asombroso que los hom- problemas; mientras una parte del juguete estuviera a la
bres adultos sean más moderados y controlados y las mu- vista, e! infante gateaba de prisa y lo cogía. A continua-
jeres más dadoras y receptivas? Creo que no. Tampoco me ción, Piaget dio un giro inesperado al experimento y tapó
parece una buena idea seguir perpetuando estas diferen- todo e! juguete, en lugar de una parte. Para recuperarlo, el
cias aprendidas. Este tipo de condicionamiento social ha niño sólo tenía que gatear y retirar la colcha, que seguía es-
aplastado innecesariamente y, en ocasiones de manera tando ante su vista. Esta única diferencia resultó ser deci-
cruel, e! espíritu de millares de niños. siva. A pesar de que repitió varias veces la prueba, todos
Cada niño debería poder seguir su propia inclinación los pequeños Piaget perdieron e! interés por el juguete es-
natural, y si ésta no encaja dentro de un estereotipo social condido. Seguían absortos en su propio mundo; en cuanto
conveniente ... modifiquemos entonces el estereotipo. El e! juguete desaparecía de su vista, para ellos dejaba de exis-
lugar en el cual hay que comenzar a modificar nuestro sis- tir, lo mismo que padres y otros objetos cuando no estaban
tema, que ahora está fuertemente dirigido a la realización directamente accesibles a la vista o al tacto. Piaget realizó
y el éxito masculinos, es la sección para recién nacidos, el mismo experimento por segunda vez cuando cada uno
donde las niñas deberían recibir el mismo aliento, estí- de sus hijos tenía unos meses más. En ese momento, eran
mulo y atención que los varo;}es. En ningún momento, capaces de entender que el juguete tenía una existencia in-
esta imparcialidad se torna más importante que entre el dependiente de ellos y, en lugar de perder el interés por él
séptimo y el decimotercer meses. cuando quedaba oculto, los pequeños se acercaban ga-
Al principio de ese período, el niño lleva finalmente a teando, retiraban la colcha, cogían el juguete y se alejaban
cabo la distinción crucial entre él mismo y el mundo. Los sosteniéndolo firmemente en la mano.'
bebés comienzan a notar que madres, padres, alimentos,
juguetes, vistas y sonidos llevan una existencia indepen- 1. En años posteriores a la experiencia aquí "itada,Jean Piaget completó su búsqueda de
diente; esto tiene importantes repercusiones en su pensa- los estadios perceptivos, emocionales, de simbolización y desarrollo de la inteligencia en el
niño. Con relación a los bebés y la primera infancia puede verse Jean Piaget: La! explicacio-
miento. La mejor ilustración del profundo cambio que nes ca14sales, Ed. Barral, Barcelona, 1973. (N. del T.)

184 185
· En lo que se refiere a la conducta, este cambio percep- hrc: la primera dando tiempo al bebé para adaptarse a la
tIVO desencadena una profunda alteración en la relación llueva situación, y la segunda permitiéndole hacer algo
del niño con las personas que le rodean. Has ta ese mo- con la nueva persona.
mento, no ha discriminado mucho entre los adultos que Puesto que, prácticamente, todos los niños entre los
pasan por su mundo. Los padres reciben más sonrisas que siete y los veinticuatro meses de edad reaccionan del
los desconocidos y su partida los altera más. Sin embargo, mismo modo ante los desconocidos, ambas conductas de-
como afirma el Dr. Robert McCall -ex director de psico- berían incorporarse a todas las presentaciones del niño. Es
logía y jefe del Desarrollo perceptivo-cognoscitivo del necesario dar un tiempo al bebé para que examine a la
Instituto de Investigaciones Fels-, lo que a los cuatro o nueva persona antes de acercarlo a ella; si el infante está en
cinco meses parece que tiene más importancia para el bebé edad de hablar, es una buena idea enseñarle alguna expre-
es la presencia de personas, más que la presencia de deter- sión social elemental, como «hola» y «adiós», que le permi-
minadas personas. Los desconocidos reciben grandes son- tirá hacer algo con dicha persona.
risas y, si se queda solo, el niño de esta edad recibe todo La nueva conciencia del niño también provoca otros
rostro nuevo casi tan cálidamente como recibiría el de su problemas. Ahora que comprende que su madre lleva una
madre o el de su padre. Esto comienza a cambiar alrededor existencia independiente, ya no necesita esperar, desva-
del séptimo mes (y, en algunos pequeños, en el sexto). El lido, a que ella aparezca. El hecho de que la pueda llamar,
niño se vuelve cauteloso, si no directamente receloso; combinado con su nuevo conocimiento de las cosas, cons-
ahora, su semblante se tensa en presencia de una persona tituye la base de una serie de juegos innovadores y, sospe-
extraña. El desconocido es analizado con todo cuidado y cho que para las madres, en ocasiones exasperantes. Un
seriedad y, si se acerca a la cuna demasiado de prisa o ines- juego favorito eterno es «dejar caer el juguete». Mientras
peradamente apoya una mano en ella, es probable que de- que en una etapa anterior, cuando desaparecía de su vista,
sencadene un torrente de lágrimas. lo olvidaba y su madre podía recogerlo cuando quería,
Planteado de este modo, parece que el niño reacciona ahora no sólo ha descubierto que dejar caer un juguete es
atemorizado y, teniendo en cuenta las circunstancias, ésta divertido, sino que este juego puede repetirse una y otra
sería la explicación lógica. Sin embargo, el Dr. McCall vez. Lo único que necesita es un juguete que haga ruido al
opina que estas confrontaciones producen en el infante la chocar contra el suelo y una madre dispuesta a recogerlo.
sensación algo más sutil de incertidumbre. Dado lo con- Alrededor de este período realiza el descubrimiento
fusa que la incertidumbre es como emoción, incluso para algo más práctico de que puede recordar nombres para las
un adulto con todos sus años de experiencia social, cabe cosas. A pesar de que aún no puede pronunciarlos, reco-
imaginar lo perturbadora que es para un infante. El Dr. noce palabras sencillas y su propio nombre. Junto al des-
McCall apunta que, si los desconocidos representaran una cubrimiento de que el mundo existe fuera de él, éste es el
amenaza indiscriminada, su mera presencia provocaría may0r adelanto intelectual que lleva a cabo en el primer
alarma. Ahora bien, si se le aborda lentamente o incorpo- año. El lenguaje eS el valor corriente de todo reconoci-
rado a un juego conocido, generalmente el infante se miento humano y hasta su comprensión silenciosa abre
siente cómodo. Dicho sea de paso, ambas conductas tam- nuevos reinos de aprendizaje. Expresiones como «mamá»,
bién liberan la ansiedad desencadenada por la íncertidum- «papá», «hola» y «adiós» finalmente desembocan en una

186 187
comprensión del lenguaje rudimentario y de la capacidad sica o el deporte, intentará desarrollar su interés por di-
social. chas actividades. Sin embargo, esta regla contiene dos im-
La confirmación de este hecho corresponde al Proyecto portantes corolarios: no debe obligarse al niño a hacer
Preescolar?e Harvard, en el que los bebés y niños que da- algo simplemente porque se supone que es bueno para él,
ban sus pnmeros pasos con la mejor captación del len- y los padres no deben simular intereses que no tienen real-
guaje casi siempre eran los que puntuaban más alto en las mente. Presento otras pistas útiles sobre la paternidad que
pruebas de rendimiento. Dichas puntuaciones no son tan conviene recordar:
importantes, porque los resultados de una prueba infantil
suelen variar ampliamente hasta que, alrededor de los tres • SED RESPETUOSOS. No cometáis el error de
años~ I~ inteligen~ia del niño se estabiliza. Sin embargo, pensar que lo que hacéis o decís delante de vuestro
lo~ CImIentos básIcos se establecen en el período que cul- hijo no tendrá importancia hasta que tenga dos o
mI~a en el t~rcer año y, como ya he dicho, lo que distin- tres años. Como ya hemos visto, importa mucho
gUIO a los ll1ños del Proyecto que obtuvieron la mayor desde el embarazo en adelante. El niño es muy per-
puntuación durante sus primeros años fue la calidad de la ceptivo y, si siente que no se le trata con respeto, es
atención maternal. La receptividad emocional formaba posible que ambos acabéis pagando por ello en el
part.e del Proyecto, pero sus madres también eran recepti- futuro.
vas mtelectualmente. Hablaban con sus hijos: cuando les • DISFRUTAD DE VUESTRO PEQUEÑO. No in-
entregaban un objeto, pronunciaban su nombre; cuando tentéis crear un niño perfecto. Sólo lograréis hacer
advertían que sus hijos miraban algo, 10 nombraban ... toda desdichado a todo el mundo. A pesar de las afirma-
o~.asión se convertía en una oportunidad para que madre e ciones en sentido contrario, no existe una técnica
hIJO conversaran. Dichas mujeres no aprendieron una ha- perfecta para criar niños . Aunque es importante
bilidad especial, sino que disfrutaban naturalmente de sus aprender tanto como se pueda de libros, autorida-
hijos: de estar con ellos, de mostrarles cosas, de dejarlos des y amigos, a la larga tendréis que ser expertos a
recorrer libremente la casa, de permitir que lo exploran vuestra manera. Haced lo que os parezca correcto e
todo. Desde la más tierna edad, sus bebés se habían con- ignorad todo lo demás.
vertido en partícipes activos y respetados de la vida fami- • DISCIPLINA. Poca disciplina es tan mala como
liar y tenían libre acceso a todos los miembros de la familia demasiada. Ésta debe ser moderada, adecuada y co-
en cualquier momento del día o de la noche. Esta rica vida herente. No castiguéis al niño por algo que el día
social era la segunda característica distintiva de los niños anterior le permitisteis hacer. Si una conducta o ac-
más inteligentes del proyecto. tividad se declaran prohibidas, deben seguir es-
. Uno de los motivos por los cuales estos pequeños prác- tando prohibidas. N o tengáis miedo de expresar
tIcamente no podían fracasar era la cantidad de adultos vuestros sentimientos. Si el niño os ha encoleri-
sustentadores y nutritivos que el ambiente inmediato les zado, mostrádselo con firmeza, pero evitad los gri-
pr~porcionaba como modelos. Como es lógico, el niño tos. Cercioraos también de que la cólera corres-
qUIere ser como las personas que ama. En consecuencia, s.i ponde a la situación con el niño: no descarguéis
ve que su madre o su padre disfrutan de la lectura, la mú- vuestras frustraciones en él.

188 189
• FOMENTAD LA INTIMIDAD. En general, a las
madres es necesario recordarles esto menos que a
los padres, sobre todo a los padres de hijos varones.
Abrazar, acariciar o besar a un hijo varón no tiene
nada de afeminado .
• SED VOSOTROS MISMOS. La abnegación no se
convierte en una buena paternidad. Vuestra vida y
Capítulo X
vuestro matrimonio también son importantes. No
deben quedar menoscabados sólo porque habéis te-
RECUPERACION DE RECUERDOS TEMPRANOS
nido un hijo. Además, es más fácil ser buenos pa-
dres si estáis satisfechos y seguros de vosotros mis-
mos. De lo contrario, existe la tentación de vivir el
Según la ciencia médica tradicional, antes de los
matrimonio a través de los hijos, y creo que no hay
dos años de edad, los niños no pueden recordar nada por-
receta más segura que ésta para el desastre.
que las grandes vías nerviosas t?davía no están. plena-
mente mielinizadas -es decir, cubIertas por una vama gra-
sosa de tejido conjuntivo- y, en consecuencia, no pueden
trasladar mensajes. Se ha demostrado que esto es inexacto.
La ausencia de mielina reduce la conducción de impulsos
nerviosos, pero no les impide el paso.
Aunque por otro motivo, la opinión psiquiátrica tradi-
cional también creía que los niños menores de dos años no
podían pensar. Se basaba en la aseveración ~reudian~ de
que sólo con la adquisición del lenguaje los 111ños comIen-
zan a emplear símbolos y a establecer en gramas de me-
mona.
Tales tradicionalistas probablemente rechazarían rela-
tos como los siguientes:

Cuando nací, en diciembre de 1960, mi madre me


dio en adopción tras ponerme el nombre de Illeen .
Fui enviada a una casa de maternidad y adoptada a la
edad de cuatro meses.
Mis padres adoptivos decidieron cambiar mi
nombre de pila por el de Cheryl, pues consideraron
que, dada mi tierna edad, no tendría importanc.ia. Lo
extraño es que un día que regresé del parvulano, re-
pentinamente y sin motivo, me enfadé mucho con q ue los recuerdos recuperados de este período tengan una
mi madre adoptiva. Me preguntó qué me ocurría y configuración y formas reconocibles tienden a confirmar
en medio de las lágrimas le dije que estaba enojada la idea de que, en el tercer trimestre, el cerebro funciona a
porque mi padre y ella me habían puesto el nombre niveles próximos a los de los adultos normales.
de Cheryl. Intentó consolarme diciendo que pensa- Si nuestras primeras evocaciones de los acontecimien-
ban que Cheryl era un nombre bonito para una niña, tos prenatales son modeladoras tan potentes de la con-
y luego me preguntó qué nombre habría preferido ducta, ¿por qué motivo recordamos tan pocos? Nuevas in-
tener. Mi respuesta fue: «¡Illeen! ¡Illeen! ¡Sólo me vestigaciones han dado varias respuestas a esta pregunta, y
gusta ese nombre!" Oamás me habían dicho que al- es posible que cada una por separado o, lo que es más pro-
guna vez me llamé Illeen.) bable, una combinación de todas, ejerza un efecto sobre la
Le saluda atentamente, memoria.
Sra. CHERYL YOUNG Nuestra incapacidad para recordar acontecimientos o
situaciones específicas no significa que dichas experien-
Dr. Thomas Verny: cias y las emociones que suscitan estén irrecuperabl~­
En respuesta a la petición que solicitó hoya través mente perdidas. Incluso los recuerdos muy enterrados SI-
de Take JO [un programa local de televisión], deseo guen resonando emocionalmente. Uno de los factores que
hacerle saber que tengo recuerdos anteriores a mi na- puede hacer que escapen a la evocación. conscien~e es. un
cimi~nto . Recuerdo una sensación de calidez y co- proceso que se relaciona con la presenCia de la oXltocma,
modidad ... tenía la sensación de oír sonidos amorti- que, como hemos visto, es la hormona que controla el
guados fuera de mi entorno y a mi alrededor podía ritmo de las contracciones del parto. La oxitocina es, fun-
ver una envoltura roja y brumosa. No me acuerdo de damentalmente, un regulador muscular, pero ejerce un
mi nacimiento (ocurrido el 28 de agosto de 1913), efecto concreto. Investigaciones recientes han demos-
pero, exactamente un año después, recuerdo que es- trado que una gran cantidad de oxitocina provoca amnesia
taba en el andén de la estación de Creston, en Co- en los animales de laboratorio; sometidos a su influencia,
lumbia Británica (mi lugar de nacimiento), y veía un incluso animales profundamente entrenados pierden la
tren lleno de soldados agitando banderas ... que se di- capacidad para realizar tareas. Aunque se desconoce a qué
rigía hacia el este. Tengo una foto (encontrada re- se debe esta respuesta, sabemos que la oxitocina de la par-
cientemente) que confirma lo que digo. turienta inunda el sistema de su hijo. En consecuencia, si
Le saluda atentamente, pocos de nosotros somos capaces de recordar l~ que suce-
RON GIBBS dió durante el parto, ello podría deberse parCialmente a
que nuestros recuerdos del nacimiento -al igual qu~ los. de
Hoy sabemos que a partir del sexto mes de embarazo, y los animales de laboratorio- están lavados por la oXltocma
sobre todo desde el octavo, se establecen plantillas de me- a que estuvimos expuestos durante el alumbramiento.
moria que siguen pautas identificables. En ese momento, Nuestra capacidad de recuperarlos más adelante tam-
el cerebro y el sistema nervioso del niño están lo bastante bién puede depender, en parte, de otra sustancia que se
desarrollados como para que .esto ocurra, y el hecho de produce naturalmente, la ACTH (hormona adrenocorti-
192
193
cotrofa). Nuevas investigaciones demuestran que la nado «aprendizaje dependiente de la situación» también
ACTH ejerce el efecto contrario al de la oxitocina: pudo contribuir a la recuperación del recuerdo.
ayuda a retener los recuerdos, hecho que podría explicar En pocas palabras, el aprendizaje dependiente de la si-
los numerosos recuerdos prenatales y natales que se cen- tuación alude al hecho de que, a veces, un suceso como el
tran en torno a hechos traumáticos o · inquietantes. nacimiento, que experimentamos en un estado de apertura
Cuando la embarazada o la parturienta está tensa, pre- física y emocional, pasa a formar parte de un entorno
sionada o temerosa, su cuerpo responde liberando hor- mental que abarca el recuerdo del acontecimiento mismo,
monas de la tensión, y la sustancia que regula su pro- así como las emociones y sensaciones físicas que lo acom-
ducción es la ACTH. Lo mismo ocurre cuando cual- pañan. En estos casos, a menudo somos incapaces de evo-
quiera de nosotros se asusta o está ansioso. Sin embargo, car el acontecimiento, a menos que otra circunstancia re-
en la gestante esto también influye en su hijo. Cada vez cree las emociones que suscitó. El poder de este fenómeno
que algo la asusta, grandes cantidades de esta hormona ha sido demostrado de manera concluyente en pruebas de
inundan el sistema del niño y le ayudan a retener una laboratorio. En un experimento, los investigadores em-
clara y vívida imagen mental del contratiempo de su plearon dos sensaciones muy corrientes -miedo y ham-
madre y del efecto que ejerce en él. Este fenómeno po- bre- para conectar y desconectar la memoria. Se asustó a
dría explicar el motivo por el cual Ricky Burke, al que un grupo de animales y, a continuación, se les enseñó un
ya nos hemos referido, tenía un recuerdo tan gráfico de determinado conjunto de tareas; mientras sólo estaban
su nacimiento. La noche en que Ricky nació, su madre asustados, podían recordar a la perfección cómo realizar
estaba sometida a una terrible tensión emocional: el dichas tareas. Sin embargo, el hecho de añadir un segundo
parto se había adelantado peligrosamente, sufría graves elemento -el hambre- obnubilaba sus memorias y, en con-
dolores y la estaban tratando en una situación de emer- secuencia, su rendimiento. Ignoramos por qué motivo un
gencia. La ACTH que su cuerpo produjo en respuesta a segundo elemento provoca la supresión de la memoria. De
las tensiones contribuyó, sin duda, al asombroso re- todos modos, este experimento demuestra que la memoria
cuerdo que su hijo tenía de la plegaria en latín que el sa- de una cosa, persona o acontecimiento está influida por la
cerdote había pronunciado y de las coléricas palabras de presencia de un entorno mental concreto y muy espe-
los frustrados médicos. cífico.
Este caso contrasta con las circunstancias en que sur- Dicho fenómeno podría explicar sin dificultades por
gió el recuerdo natal de una de mis pacientes, a la cual qué motivo el recuerdo que mi paciente tenía de su naci-
ya me he referido. Se trata de la mujer de edad madura miento surgió súbitamente durante una sesión conflictiva.
que, en medio de una sesión agotadora, de pronto re- En la psicoterapia profunda, el individuo está obligado a
cordó vívidamente el temor de su madre durante el abrirse paso a través de un campo minado de recuerdos
parto. El hecho de que su madre estuviera asustada -es con carga emocional, y en el transcurso de ese arriesgado
decir, tensa- en ese momento decisivo, indica que la recorrido, sin darse cuenta -como le ocurrió a mi pacien-
ACTH contribuyó a producir su intensidad de memo- te-, puede hacer estallar una de las minas. No es necesario
ria. No obstante, dado que su nacimiento había sido que la persona esté hablando sobre un tema determinado
bastante normal, supongo que un fenómeno denomi- para recuperar instantáneamente un recuerdo relacionado

194 [95
con él. Mi paciente hablaba de su marido cuando surgió el T al vez éste sea el motivo por el cual un paciente que ya
recuerdo natal. En el aprendizaje dependiente de la situa- he mencionado sólo era capaz de recordar el sonido de las
ción, lo que cuenta no son las circunstancias, sino el «en- trompetas festivas que había oído en el útero sólo después
torno» emocional o fisiológico que desencadena. Algún de ingerir ciert¡t droga, y por el cual otro paciente sólo re-
elemento de nuestra charla sobre su marido -ignoro cuál- cordaba cuando estaba medicado el incidente de la fiesta
recreó el «entorno» que la mujer había experimentado en el que su madre embarazada fue humillada. Sospecho
cuando su madre se asustó durante el parto, y así liberó un firmemente que, en el último caso, la ACTH pudo desem-
recuerdo de ese miedo materno. peñar un papel importante: en primer lugar, porque la si-
La capacidad que ciertos agentes farmacológicos (dro- tuación que la madre afrontó la noche de la fiesta estuvo
gas) tienen para producir recuerdos natales puede deberse profundamente cargada de tensión, de modo que en su sis-
al fenómeno del aprendizaje dependiente de la situación. tema debió de haber una gran cantidad de ACTH durante
Se demostró en un experimento clásico, en el cual se la reunión e inmediatamente después; y en segundo lugar,
inyectó una droga a los animales de laboratorio y a conti- a causa de la intensidad de la impresión. Creo que sólo una
nuación se les enseñó a recorrer un complicado laberinto ayuda a la recuperación de la memoria muy específica,
de pasillos comunicados entre sí. Cada vez que se les vol- como la ACTH, pudo provocar evocaciones prenatales
vía a dar la droga, los animales recorrían el laberinto como tan claras.
viajeros experimentados que avanzan por un camino co- Los psiquiatras y psicólogos que mediante drogas, hip-
nocido; ahora bien, si se utilizaba un agente distinto, su nosis, asociación libre y otros medios hacen regresar regu-
conocimiento del laberinto se quebraba. Eran capaces de larmente a sus pacientes a los tiempos natales y prenatales,
recordar algunas vías, pero no las suficientes para llegar a menudo dan cuenta de experiencias que parecen remon-
sanos y salvos a la salida del laberinto. tarse incluso a la concepción. Comentarios como los si-
Creo que este descubrimiento explica el motivo por el guientes no son excepcionales:
cual muchos de los recuerdos que surgen en los experi-
mentos con la memoria se relacionan con el nacimiento. «Soy una esfera, un balón, un globo, estoy hueco,
La mayoría de los sujetos de dichas pruebas nacieron en no tengo brazos, ni piernas, ni dientes, siento que no
una época en que los partos con medicación eran corrien- tengo pecho ni espalda, pies ni cabeza. Floto, vuelo,
tes. Evidentemente, los agentes que se les suministran en giro. Las sensaciones llegan de todas partes. Es como
los estudios sobre la memoria crean un «entorno» seme- si fuera un ojo esférico.»
jante al que produjeron los medicamentos para el parto.
Quizá, algunas de las sustancias utilizadas en dichos expe- Al margen de las sugerentes metáforas, esta descripción
rimentos se parecen químicamente a los analgésicos y se- no contiene muchos elementos que parezcan tener sen-
dantes que la obstetricia empleaba hace veinte, treinta y tido ... al menos tal como esperamos que lo tengan los re-
cuarenta años. Otra posibilidad reside en que determina- cuerdos. Sin embargo, he oído muchos comentarios pare-
das drogas puedan recrear química o fisiológicamente el cidos por parte de mis pacientes y de los de otros
«entorno» que una persona experimentó en el útero o al psiquiatras y, más concretamente, he descubierto que, si se
nacer, lo cual desencadenaría un recuerdo temprano. analizan con atención, estos recuerdos corresponden a

196 197
menudo a acontecimientos de las primeras etapas del em- sino lo que se les hizo, la expresión de los rostros de los
barazo. No puedo afirmar que representen auténticos re- presentes, las prendas que usaban, etc.,. cosas q~e no po-
cuerdos prenatales, pero, dada la lógica interna que suelen drían haber visto aunque hubiesen tel1ldo los OJos abIer-
tener, creo que es un tema digno de explorar en el futuro . tos ... y no los tenían. .
El hecho de que no recordemos algo conscientemente En el pasado, la adquisición o expresión de dichos .co-
no significa que no haya quedado registrado. Dicho sea de nacimientos recibió el nombre de intuitiva. La comUl1lca-
paso, esto también se aplica a las personas, sometidas a una ción simpática entre la madre y ~u hijo intraute:~no o la
anestesia general. Con ayuda de la hipnosis, las personas existente entre dos personas que tienen una relaclOn emo-
hipnotizables recuerdan con gran claridad todo lo que se cional muy estrecha -como los gemelo~- constituyen ~na
dijo e hizo durante sus intervenciones quirúrgicas. Si re- buena muestra de la intuición o percepción extrasensonal.
tornamos entonces al estudio de la memoria del niño no Puesto que, al igual que los mensajes que recorren los
nacido, podemos deducir con seguridad que, a partir del sistemas nerviosos central y autónomo (SNC-SNA), los
sexto mes posterior a la concepción, su sistema nervioso mensajes simpáticos han de llegar a alguna. parte y ser co-
central es capaz de recibir, procesar y codificar mensajes. dificados en algún sitio, planteo la hipótesIs de q u.e se de-
Casi sin duda, la memoria neurológica está presente al co- positan en células individuales; l1am? a la memona ~~t:­
mienzo del tercer trimestre, momento en que la mayoría nida de este modo «memoria orgál1lca». Esto pennltlna
de 10$ bebés, si nacen, pueden sobrevivir gracias a la ayuda que incluso una sola célula, como el óvulo o el espermato-
de la incubadora. zoide contuviera «rec uerdos » y establecería una base de
Del mismo modo que en mi capítulo sobre el vínculo in- expli~ación fisiológica para el concepto jungiano del in-
trauterino tuve que postular la existencia de una tercera consciente colectivo.
ví:1 de comunicación -es decir, la simpática-, además de En consecuencia, lo que postulo son dos sistemas sepa-
las dos vías fisiológicas, a fin de explicar el conj unto de rados pero complementarios que sirven a nuestras faculta-
obsen'aciones realizadas, aq uÍ nos encontramos de nuevo des de memoria. El funcionamiento de uno depende del
con una si tu ac ión paralela. Ocurre que hay personas, mi- establecimiento de las redes neurológicas maduras que
llares de pe rsonas, que él Lra vés de sus sueños, actos, sÍn to- comprenden los sistemas nerviosos central y autónomo, y
mas psiqui ;,1tricos u otras circunstancias, evidencian «re- comienza a operar a partir del sexto mes después de la con-
cuerdos» que se remontan a antes del último trimestre de cepción. Este sistema o~edece a las leyes ~e ~a física y ~a
gestación. química. El otro es un sistema paraneurologlCo. Todavla
Las pruebas sobre un tipo de sistema de memoria extra- no conocemos las leyes que lo rigen.
neurológico van en aumento. El hecho de que poseemos En mi opinión, la modalidad simpática predomina al
dich,l facultad se ve mejor corroborado por casos bien do- comienzo de la vida y luego disminuye gradualmente.
cumentados de experiencias próximas a la muerte (véanse Reaparece en momentos de gran te.nsión, como pued~n s~r
las obras de Kübler-Ross y otros), en las que personas a las los peligros que corre un ser quendo o una muerte 1I1nl1-
que los médicos han declarado muertas retornan a la vida nente. También puede manifestarse en estados alterados
y explican cada detalle de lo que ocurrió en el sitio en que de conciencia provocados, por ejemplo, por alucinógenos,
se encontraban. A menudo no sólo saben lo que se dijo, la hipnosis o la psicoterapia. Creo que, provisionalmente,

198 199
si aceptamos este modelo bipolar de memoria -al menos
com? hipótesis de guía-, podemos explicar no sólo la exis-
tencla de recuerdos prenatales y natales, sino también el
de.sarrollo en el útero de las predisposiciones hacia deter-
mmadas actitudes y asimismo el de las vulnerabilidades.

Capítulo XI

LA SOCIEDAD Y EL NIÑO INTRAUTERINO

Es posible que, preocupado por los misterios de la


relatividad en su despacho de la Oficina Suiza de Paten-
tes, Albert Einstein practicara ciencia pura, pero no ope-
raba en el vacío. Realizaba su trabajo dentro de los límites
de una sociedad fuertemente estructurada y, como ocurre
con los principales descubrimientos científicos, resultó
que tenía importantes consecuencias sociales, éticas, mo-
rales y legales para dicha sociedad. Lo mismo se aplica a
la obra de todos los grandes científicos: modifica de ma-
nera fundamental la sociedad en que surge. Casi con toda
seguridad, la obra de los hombres y mujeres que han des-
filado a lo largo de este libro tendrá las mismas conse-
cuenCIas.
A causa de ellos, será distinto el modo de considerar al
feto y al recién nacido, y nuestro pensamiento sobre
cómo y cuándo se origina la vida. Esto planteará algunas
provocadoras controversias legales y morales para todos
nosotros ... seamos médicos, abogados, legisladores o pa-
dres. El aborto es un claro ejemplo. A la luz de lo que re-
cientemente hemos aprendido sobre el feto, ¿cómo debe-
mos considerarlo? La producción de vida en probeta
constituye otro ejemplo. Dado lo que ahora sabemos so-
bre las necesidades emocionales del niño intrauterino, ¿es
acertada? En este capítulo me gustaría analizar en qué
forma los conceptos y hallazgos de la psicología pre y pe-

201
rinatal afectarán a nuestras instituciones sociales y nues- Según palabras de un investigador, las ondas cerebrales,
tras actitudes hacia algunas de las cuestiones aquí plan- que normalmente comienzan en la octava? novena se-
teadas. mana (han sido detectadas incluso en la qU111ta semana),
asume n rápidamente «una pauta claramente individual».
Lo mismo se aplica a los movimientos corporales, que se
ABORTO inician en esta época. Los primeros revuelos -en general
ligeros cambios de posición -son discernibles ya en la oc-
En un sentido estricto, ninguna de las posiciones del de- tava semana, aunque el movimiento activo no suele co-
bate sobre el aborto puede extraer mucho apoyo inme- menzar hasta la décima o undécima. A continuación, el
diato de los nuevos descubrimientos de la fetología y la niño domina de prisa una sucesión de movimientos com-
psicología prenatal. Dicho debate se limita sobre todo a la plejos y cada vez más individuales; se han foto.grafiado be-
utilización del aborto en los primeros meses del emba- bés intrauterinos mientras se rascaban la nanz, se chupa-
razo, y la mayoría de los nuevos descubrimientos se cen- ban el pulgar, alzaban la cabeza y se estiraban. Pue.sto que
tran en el feto a partir del sexto mes. Sin embargo, la pro- el feto de diez u once semanas no sólo se mueve, S1110 que
blemática del aborto no puede eludirse, aunque no sea más también lo hace con un propósito, se plantea la posibili-
que por el hecho de que el progreso de nuestros conoci- dad de que los débiles trazos del electroencefalograma
mientos se dirige constantemente hacia los orígenes de la - ondas cerebrales- del segundo y tercer mes sean indicati-
vida. vos de una actividad mental significativa.
Hace una o dos décadas, la idea de que un feto de seis Si el feto ya hubiese nacido, la interpretación arriba
meses tenía conciencia habría sido risible. En la actuali- apuntada sería la acertada. Como sostiene el Dr. ~ernard
dad, muchos la consideran un hecho aceptado. Dentro de Nathanson en su excelente obra Abortzng Amertca «<La
una década, a medida que nuestras técnicas de investiga- América de los abortos»), el niño no nacido satisface todos
ción sean más sutiles, es posible que esa línea pueda tra- los criterios de vida establecidos por la Facultad de Medi-
zarse a los tres y quizá incluso a los dos meses. From Con- cina de Harvard. Éstos, conocidos sencillamente como
ception to Birth «<De la concepción al nacimiento») -uno Criterios de Harvard, fueron redactados a finales de los
de los mejores y más actualizados libros de consulta sobre años sesenta para ayudar a los médicos a redefinir, a la luz
embriología- , de los Dres. Robert Rugg y Landrum Shett- de los nuevos adelantos de la tecnología médica, la línea
les, sostiene que, «al final del primer trimestre, el feto ha divisoria entre la vida y la muerte. Las cuatro pautas de
desarrollado todos los sistemas principales y virtualmente muerte son: ninguna respuesta a los estímulos externos;
es un organismo que funciona», lo cual significa que, al fi- ningún reflejo profundo; ningún movimiento espontáneo
nal del tercer mes, el niI'io intrauterino está plenamente ni esfuerzo respiratorio, y ninguna actividad cerebral. Es-
formado; sus brazos, piernas, ojos, orejas, corazón y vasos tas guías fisiológicas son las mejores de que disponem~s,
sanguíneos han adquirido, en miniatura, la forma que ten- ya que el ego, el espíritu, el «yo» o el alma -o cualqUIer
drán a lo largo de toda la vida. Y, lo que es aun más deci- nombre que uno elija para definir la vida humana- están
sivo, en ese período aparecen las primeras señales discer- más allá de nuestros instrumentos de medición. El hecho
nibles de actividad cerebral. de que el no nacido resulte «vivo» según los cuatro crite-

202 203
rios plantea cuestiones significativas acerca de nuestras Aun más perturbadora es la utilización del aborto como
actitudes actuales con respecto al aborto. medio de selección de sexo. Gracias a los recientes adelan-
Esto no quiere decir que me oponga al aborto. La dismi- tos tecnológicos, ahora podemos conocer el sexo del niño
nución de las restricciones legales al aborto a principios de poco después de iniciad~ el embaraz? .Según lo q.u e los
la década de los setenta fue, sin lugar a dudas, sensata. asesores genéticos de vanos centros medIcas comUnIcaron
Creo que la decisión de tener o no un hijo debe correspon- al Journal oi the American Medical Associat~on, algunas p~­
der a la mujer. Se trata de su cuerpo y su mente, y la opi- rejas comenzaron a utilizar este conocimIento con el .fm
nión final en la decisión de cómo han de utilizarse debe ser de elegir el sexo de sus hijos (solicitaban un aborto SI el
la suya. Además, obligar a una futura madre reacia a llevar feto no era del sexo «adecuado», generalmente masculino).
a término el hijo que tiene en su seno es, en última instan- Afortunadamente, esta actitud es aún poco corriente.
cia, contraproducente, pues es posible que la experiencia He asesorado lo suficiente como para saber que el aborto
acabe siendo perjudicial tanto para ella como para el in- es una decisión que la mayoría de las mujeres no toman.a
fante. La legalización también ha permitido sustraer el la ligera; supone un análisis de co~ciencia y mu~hos sufn-
aborto de los bajos fondos y situarlo donde corresponde: mientos. Familiares, amigos, médICOS y comunIdad deben
en manos de los profesionales de la medicina. hacer todo lo posible para aliviar esa angustia; sin em-
Sin embargo, me perturba la forma en que el fácil ac- bargo, también considero que la mujer ~ebe ser plena-
ceso a este procedimiento ha afectado algunas de nuestras mente informada de que lo que está en Juego no es un
actitudes hacia la vida. Un indicador es la gran cantidad de grupo de células inertes, sino los comien~os de la vida. Las
abortos que se realizan por falta de métodos anticoncep- fuerzas proabortistas sostienen que esto mfluy.e en e~ ase-
tivos. A menudo, más que a un descuido, se debe a una soramiento y que es injusto. ¿Injusto con qUIén? SI .una
falta de preparación, ya que la mayoría de las mujeres mujer se sometiera a una intervención que pone en pelIgro
que recurren a este procedimiento para poner fin a un su vida, sería minuciosamente informada de los riesgos de
embarazo no deseado son muy jóvenes, muy pobres o dicho procedimiento. Ese consentimiento informado es
ambas cosas. U na mayor y mejor educación sexual en la un derecho por el cual los pacientes han luchado durante
escuela, el hogar y el dispensario podría evitar buena parte más de una década. ¿Acaso el consentimiento informado
de estos embarazos. Ahora bien, debido a que, con fre- no debe aplicarse también a los abortos? Si el. médico
cuencia, los que más la necesitan no cuentan con esa edu- puede dedicar varios minutos a explic~r c?mo pIensa e~­
cación, los estudios muestran que un número perturba- tirpar un órgano superfluo como el ape?dIce, ¿no deben.a
doramente elevado de abortos se practican por falta de estar dispuesto - no deberíamos estar dlspuestos- a dedI-
métodos anticonceptivos. La cifra a la que llegó la Dra. car el mismo tiempo a este tipo de decisión?
Marlene Hunter después de analizar a más de seiscientas Esto no significa que no existan razones legítimas para
mujeres que solicitaron hacerse un aborto en el hospital solicitar un aborto, ni que la responsabilidad del abuso de
de una pequeña comunidad, fue del 70 %. La psiquiatra este procedimiento corresponda exclusivamente a las mu-
Eloise Jones registró una cifra parecida. De las quinien- jeres. Los hombres se interesan muy poco por el asunt~ y
tas mujeres que trató, el 80 % no utilizaba ningún méto- rara vez se consideran responsables de las consecuenCIas
do contraceptivo cuando quedó embarazada. de sus actividades sexuales. En su mayoría, los hombres

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204
esp~ran que .l,a muj~r cargue con la responsabilidad de la drá que una mujer sea fecundada por el marido (mediante
antIcOncepclOn y, SI es necesario, también del aborto. Sólo traspaso del esperma), lleve en su seno a término el niúo
cua~do el hombre e~tá casado o profundamente compro- resultante y se lo entregue a la pareja cuando nazca. El pri-
metIdo c?n una mUjer suele estar dispuesto a asumir un mero de estos niños nació en noviembre de 1980. Sin lugar
papel actIvo en la decisión del aborto. Eso no es 10 bas- a dudas, en los próximos años aparecerán muchos más.
tante adecuado. Clínicamente, todos los problemas están resueltos: el
Las fuerzas en pro y en contra del aborto ofrecen aseso- traspaso de esperma es sencillo, barato y seguro. Sin em-
ramiento a las mujeres que han de tomar solas la decisión bargo, legalmente plantea algunas cuestiones complica-
pero con harta frecuencia están más interesadas en con~ das. En primer lugar, no se sabe con claridad a quién perte-
vers.a: q.ue en o~recer consejos objetivos. Para lograr el nece el niño: ¿al matrimonio o al marido y la madre
eqUlhbr.I~, la mUjer podría visitar a ambas y después tomar sustituta? El contrato existente exige que el niño sea entr'e -
una dec~sI?n. Idealmente, la mejor fuente de apoyo y guía gado en adopción al matrimonio, pero, al margen de lo
es un medIco de ca~ecera, un obstetra, un psiquiatra o una que éste estipula, muchas autoridades legales afirman que
comadrona .receptlvos y comprensivos. Sin embargo, los tribunales no separarían a un niño de su madre. Angela
como es sabIdo, no son fáciles de encontrar. Holder, directora del Programa de Leyes, Ciencia y Medi-
Tras haber decidido someterse a un aborto, la mujer cina de la Universidad de Yale, afirma: «En Estados Uni-
de.be com~render que~ en líneas generales, el procedi- dos no hay un solo tribunal que confirme este contrato si
n:lento esta e~ento de Importantes complicaciones emo- la madre sustituta quiere quedarse con el niño.» George
cIOnales y fíSIcas. Según un reciente estudio norteameri- Arll1as, profesor de leyes y medicina de la Universidad de
cano, ~enos de U? aborto de cada mil provocaba graves Boston, está convencido de que una pareja que decidiera
a~ teraclOnes, emo.clO~ales. Un informe inglés presentó una no aceptar el nacimiento de su bebé porgue es deforme o
cIfra aun mas baja, sItuando la incidencia de un síndrome retrasado, o por cualquier otro motivo, podría romper el
denominado psicosis postaborto a un 0,3 por millar de contrato con la misma facilidad.
a?ortos leg~les. Se trata no sólo de una cifra extraordina- Aunque pudieran resolverse estos enredos legales, ¿es
:Ia~ente. baja por sí misma, sino también muy inferior a la sensata la utilización de una madre sustituta? Es verdad
111cldenCla de la psicosis posparto, que se produce 1 7 ve- que proporciona al matrimonio sin hijos un niño que, bio-
ces por cada mil nacimientos. ' lógicamente al menos, es suyo en un cincuenta por ciento,
y comprendo que algunas parejas prefieran esta opción a
la adopción. De todos modos, uno debe poner en tela de
BEBÉS DE LA CADENA DE MONTAJE juicio los motivos de la mujer que elige convertirse en sus-
tituta. ¿Lo hace porque le gusta estar embarazada o exclu-
L~,inseminación artificial de una madre sustituta es una sivamente por dinero? Sospecho que, en la mayoría de los
0'pCI~~ a la que desde hace poco acceden los matrimonios casos, la respuesta es que lo hace por dinero. De forma na-
S111 hIJOS en los cuales la esposa es estéril. Por un costo de tural, la madre sustituta rechazaría el comprometerse
hasta v~in~~ mil dólares, el ~r. Richard Levin -que dirige emocionalmente con el niño que lleva en su seno. Si no lo
la AsoclaclOn de Padres SUStItutos de Louisville- dispon- hiciera, renunciar más adelante a él sería demasiado dolo-

206 207
roso. ¿Qué tipo de sacrificio estaría dispuesta a hacer di- historia, es probable que haga todo lo posible por su bie-
cha madre por su infante? ¿Dejaría de fumar y de beber nestar.
y sería cuidadosa con su dieta? ¿Eligiría un parto natural Pese a lo loable que esta práctica resulta, contiene algu-
aunque quizá más doloroso, o escogería la solución fácil nos elementos que me preocupan profundamente. La fa-
en forma de analgésicos y anestesia, sin tener en cuenta bricación de vida representa una intervención en gran es-
el efecto que pueden ejercer en el bebé? Dadas las cir- cala contra la naturaleza y, si la experiencia pasada nos
cunstancias, ¿se permitiría amar o respetar la vida que sirve de guía, nos esperan riesgos que ni siquiera. sabemos
lleva en su seno?
cómo prevenir. Esto no. s.uele corresponder ~ la I?:erven-
Sin lugar a dudas, los defensores de esta práctica sos- ció n sino al modo de utilIzarla. Dada la predJlecclOn de la
tendrían que una cuidadosa selección y control de las medicina por la manipulación mecánica y biológica, ¿sere-
candidatas a madres sustitutas podría eliminar dichos mos capaces de resistir la tentación de utilizar esta técnica
riesgos. Es posible, pero creo que hasta que no haya de manera general? La historia del control fetal no es nada
sido demostrado de manera científica, deben ponerse al- edificante en este sentido. Diseñado concretamente para
gunos reparos a este fenómeno.
los infantes de alto riesgo, la aplicación del monitor a to-
Cuestiones semejantes plantea un segundo desarrollo dos los nacimientos ha provocado un acentuado aumento
reciente, los «niños probeta». Louise Brown fue la pri- del porcentaje de cesáreas. La utilización del parto ,indu-
mera niña que inició su vida de este modo, con la ayuda cido, los fórceps y las incubadoras también se ha mcre-
de los Dres. Patrick C. Steptoe y Robert Edwards y sus mentado innecesariamente. La producción de niños pro-
colegas de la Universidad de Londres. A pesar de que beta podría seguir el mismo camino. Puesto q~e repre-
Louise nació hace pocos años, los progresos en este senta una intervención de enormes proporClOnes, su
campo han sido tan veloces que probablemente a finales potencial dañino es mucho mayor. Por ejemplo, .¿~ómo sa-
de los años ochenta existirán miles de niños orobeta. bemos si los genes trasladados en un óvulo fertIlizado no
Clínicamente es un procedimiento sencillo. Supone la quedan irrevocablemente dañad~s durante .el traspaso?
extracción quirúrgica de los óvulos humanos maduros Hasta que no sepamos sobre sus nesgos lo mismo que sa-
del cuerpo de la madre, que a continuación son fertiliza- bemos acerca de sus ventajas, esta técnica no debería em-
dos en probeta con los espermatozoides del padre; plearse en gran escala.
cuando se produce la fertilización, se lleva a cabo la im-
plantación en la futura madre . Así, el niíi.o alcanza la
madurez en un ambiente uterino normal, lo cual parece OBSTETRICIA
convertir este procedimiento en la solución ideal para
una de las principales causas de infertilidad femenina No hace mucho, el Dr. John B. Franklin -director mé-
(trompas de Falopio enfermas o de forma anormal). En
dico del Booth Maternity Center de Filadelfia- describió
muchos sentidos lo es: la mujer no sólo es embarazada la asistencia y tratamiento de la embarazada sana como «el
por su marido, sino que también puede llevar al bebé en
gran campo de batalla» de la obstetricia actual. Pregun-
su seno durante el embarazo. Asimismo, el bebé está
taba: «¿La tratamos como enferma hasta que se demuestra
protegido por una madre cálida y amorosa que, dada su
que está sana o como sana hasta que se demuestra que <;!stá
208
209
enferma?» Añadía que en muchos casos se la trata como mujer a planificar sus objetivo s de embarazo y
«enferma hasta que se demuestra que está sana». Como ya parto. También contribuiría. a llevar a ca~ o esos
he dicho, a causa de esta actitud millares de mujeres e in- objetivos enviando a una mUj er a los profesIOnales
fantes sanos han sido innecesariamente puestos en peli- e instituciones que proporcionan el tipo de asis-
gro. No todas las personas que ingresan en la planta obsté- tencia que ella desea.
trica han de ser medicadas, controladas o intervenidas • SERVICIOS MÉDICOS. Aquí se incluirían asis-
quirúrgicamente, y creo que, al fin, un número cada vez te ncias de trámite, como análisis físicos periódicos
mayor de obstetras comprende este hecho. Impulsados y pruebas de laboratorio, así ~omo servicios espe-
por sus pacientes y por su propio sentido de lo que es clíni- ciales para la madre de alto n esgo y para asesora-
camente correcto, muchos han comenzado a reducir los miento genético.
aspec tos tecnológicos de su práctica ... y a reservarlos para • CLASES PRENATALES. Instruirían a sus partici-
casos de verdadera necesidad . De hecho, en los grandes pantes en educación sexual y nutrició n, en la. an~­
centros metropolitanos de hoy existe una creciente sensa- tomía y la fisiología del parto, y enseñarían eJerCl-
ción de cam bio dentro de esta especialidad. Se advierte en cios de respiración y re lajacióf!. .
la manera de hablar de los obstetras, en su mayor disposi- • ASESORAMIENTO PSIC OLOGICO. Se trata de
ción a participar en partos naturales, a trabajar aliado de un servicio suplementario que ofrecería terapia a
las comadronas y a asistir partos en centros alternativos las personas con problemas especí fi c~s, como. pue-
para parturientas y otros escenarios no clínicos. den ser las madres solteras y las pare¡as que tIenen
Aunq ue es to resulta estimulante, todavía no es sufi- dificultades para adaptarse al embarazo . De todos
ciente . Si de ve rdad queremos aprovechar al máximo las modos, su objetivo principal - una prueba de análi -
experienc ias del embarazo y el parto, también necesita- sis psicológico- es válido para todas las gestant es.
mos un nuevo tipo de asistencia prenatal que recalque el Estas pruebas, que ya han sido utilizadas con mu-
carácter digno, humano y natural de estos acontecimien- cho éxito en Suecia, la República Federal de Ale-
tos, que haga hinc apié tanto en las necesidades psicológi- mania y otros países europeos, a fin de detectar a
cas de la m ujer como en las físicas, y que conceda a ella y a las mujeres de alto riesgo emocional, incluyen pre-
su fam ilia un a voz en todas las decisiones. En concreto, ne- <Yuntas que giran en torno a campos potencial-
ces itamos un amplio programa de asistencia (si es posible, ~ente reveladores de vulnerabilidad emocional,
bajo un mismo techo, como un centro médico o determi- como, por ejemplo, la relación de ¡a mujer co n su
nado dispensario) que trate a la mujer globalmente, pro- madre, su autoimagen, sus sentimientos y temores
porcionándole un a vari ada serie de servicios médicos, psi- con respecto al parto, la relación con su marido y
cológicos y de apoyo social. Es ac onsejable que entre ellos su padre, y su historial psiquiát rico.
figuren:
El gran valor de estos servicios reside en que funcio-
• UN ASESOR DE NATALIDAD. Como consejero nan como una especie de dispositivo temprano de ala~­
experimentado y comprensivo, el asesor -que po- ma. Por ejemplo, la prueba psicológica debería reah-
dría ser un médico o una comadrona- ayudaría a la zarse durante la primera o segunda visita prenatal; si la

210 21 1
gestante alcanza una puntuación alta en alguna o varias Basta con hojear al azar cualquier publicación psiquiá-
área~, aún hay tiempo suficiente para intervenir y aplicar trica para encontrar artículos sobre nuevos tranquilizan-
medIdas correctoras. Normalmente, la naturaleza de di- tes, antidepresores, tratamiento electroconvulsivo y tera-
chas medidas quedará determinada por las vulnerabilida- pia de conducta para esquizofrénicos. En tales publicacio-
des emocionales de la mujer, aunque casi siempre supon- nes, rara vez se verá que alguien se aplique a las consecuen-
drá algún tipo de terapia psicológica. Si el problema es cias de las tensiones y ansiedades provocadas por el
una relación marital tensa, podría recurrirse al asesora- embarazo, y jamás a la psique del niño intrauterino. A pe-
miento matrimonial, y si los temores se centran en el em- sar de todo, el compromiso activo de la psiquiatría en las
barazo, podría realizar terapia de grupo con otras ges- cuestiones emocionales relacionadas con la obstetricia po-
tantes. dría beneficiar a miles de mujeres y a sus hijos. La atención
Otra ventaja menos notoria de estas pruebas es que fo- y la investigación deberían dedicarse a problemas como la
mentaría que obstetras y psiquiatras trabajasen más uni - gestante de alto riesgo. Ya la hemos visto bajo tres aspec-
dos, hecho que los beneficiaría a ellos tanto como a las tos: la mujer que se preocupa desmesuradamente por su
madres y a sus hijos. imagen corporal, la que tiene una mala relación con su
propia madre y la que tiene problemas con su marido. Pro-
bablemente, también presenta otros aspectos. Una candi-
PSIQUIATRÍA data lógica para este análisis es la embarazada que man-
tiene a la familia. Otra es la mujer que se ve obligada a
De momento, obstetras y psiquiatras son algo así como desarraigarse y mudarse durante el embarazo. Las pruebas
miembros de la misma familia con un parentesco lejano. indican que las actitudes de la mujer hacia el nacimiento
El contacto entre ellos es amable pero poco corriente, y predeterminan el tipo de parto que tiene; pero hemos de
en su mayor parte se limita a un intercambio de informa- saber más sobre esas actitudes para poder reconocerlas
ción sobre pacientes comunes. El hecho de que podrían pronto y tratarlas.
compartir intereses y capacidades mutuas que se unen en La psiquiatría también debería ofrecer un programa de
una coyuntura decisiva de la experiencia humana no ha terapia breve y orientado hacia los problemas durante el
sido lo bastante apreciado por la mayoría de los m iem- embarazo. Toda mujer que ha visto cambiar su cuerpo,
bros de ambas profesiones. Los obstetras se han dado por que se preocupa por la forma en que esto afectará los sen-
satisfechos trabajando sin ayuda en su coto y, en general, timientos de su marido, que tiene pesadillas relacionadas
la única vez que el psiquiatra ve por dentro un pabellón con dar a luz un niño deforme o retrasado, o que se preo-
de obstetricia, concluido su período como internista, es cupa por su eficiencia como madre, experimenta una ten-
cuando .nacen sus hijos o cuando le llaman para tratar a sión relacionada con el embarazo. Dichas ansiedades son
una mUjer que sufre de depresión pospano. Esta actitud comunes y a menudo inofensivas; sin embargo, en algunos
debe cambiar, y si el primer paso p:lra modificarla es el casos están peligrosamente a punto de desquiciar a algu-
desarrollo de una obstetricia más orientada hacia la psi- nas mujeres. Estas gestantes no son necesariamente más
cología, el :egundo sería el surgimiento de una psiquia .. débiles que las demás ni deben considerarse como tales.
tría más OrIentada hacia la obstetricia. Según mi propia experiencia, su problema más común es

212 213
la falta de un sistema de apoyo en forma de marido, ami- vestigaciones recientes, pero más de la mitad de los en-
gos o familiares con quienes compartir sus temores. Los cuestados opinaron que las experiencias del nacimiento
miedos no expresados crecen a medida que pasa el tiempo. influyen en la personalidad; las tres cuartas partes estaban
Con frecuencia, el único tratamiento real que tales muje- convencidos de que los recuerdos comienzan a desarro-
res necesitan es la posibilidad de charlar con alguien. En llarse antes de los dos años de edad, y un porcentaje signi-
general, sus preocupaciones pueden resolverse mediante ficativo estaba seguro de que los recuerdos también se for-
unas sesiones con un asesor profesional comprensivo. Las man antes del nacimiento. Este último hallazgo muestra
presiones que el embarazo añade también pueden ser pro- que los descubrimientos de la psicología prenatal están
fundamente perturbadoras para el futuro padre. Muchos llegando a mis colegas. Quizá parezca absurdo que mu-
de ellos también se beneficiarán con unas visitas al psico- chos de los encuestados confesaran que todavía no habían
terapeuta. incorporado esa nueva conciencia al trabajo con los pa-
Ahora, esto sucede con poca frecuencia; el obstetra in - cientes. Esto se debe, en parte, a la dificultad de modificar
teligente repara en una paciente que le parece perturbada y hábitos profundamente arraigados y, en parte, a proble-
le acon sej a la conveniencia de una evaluación psiquiátrica, mas técnicos: hay que encontrar la manera de incorporar
o el p siquiatra descubre que una de sus «pacientes regul a- cualquier descubrimiento a una modalidad realista de tra-
res» que ha quedado embarazada recientemente no se tamiento.
adapta bien a su nuevo estado y ahonda en el tema. Sin em- En el caso de la psicología prenatal, el proceso acaba de
bargo, lo que propongo es algo mucho más profundo: un comenzar, aunque las pocas técnicas innovadoras que ha
sistema estructurado que abarque un mecanismo de refe- producido ya se muestran muy prometedoras. El escena-
rencia semejante al que utilizan obstetras y pediatras, y un rio de una de las más promisorias es la encantadora pobla-
curso de asistencia psiquiátrica que gire concretamente en ción marítima de Cagnes-sur-Mer, situada en la Riviera
torno a la gestante y sus problemas. francesa, a pocos kilómetros al oeste de Niza. Niños per-
Esta y otras sugerencias que hasta ahora he hecho no turbados de toda Europa son trasladados a esa clínica in-
son difíciles de llevar a la práctica. Para lograr que la psi- sólita para ser sometidos al tratamiento creado por el oto-
quiatría sea realmente receptiva y eficaz, habrá que con- laringólogo Alfred Tomatis.
jugar los descubrimientos de la psicología prenatal y la La otolaringología es una especialidad muy poco co-
fetología con su tratamiento de los trastornos emociona- rriente para un hombre profundamente interesado por la
les de la infancia y la edad adulta, lo cual supondrá algu- experiencia del nacimiento. Sin embargo, fue el trabajo
no.s c~mbios fundamentales y quizá dolorosos para los del doctor Tomatis con los problemas del habla y auditi-
pSlq ulatras. vos de niños perturbados lo que despertó su interés por el
Afortunadamente, la encuesta que realicé entre mis co- tema. Observando la conducta de sus pequeños pacientes,
legas de la Asociación Psiquiátrica de Ontarío revela una el doctor Tomatis llegó a dos conclusiones importantes:
sorprendente y estimulante receptividad a muchas de las primera, la audición y la emoción se asientan en la misma
ideas propuestas en esta obra. Ignoro si se debe a sus expe- zona cerebral, y segunda, debido a esa proximidad, los
riencias personales en el tratamiento de recuerdos prena- trastornos auditivos son, a menudo, un reflejo de dificul-
tales y natales espontáneos o a sus conocimientos de las in- tades emocionales producidas por traumas del embarazo o

214 215
del nacimiento. El doctor Tomatis razonó que, para tratar faceta del tratamiento intenta ayudar al paciente a que re-
con eficacia los primeros, era necesario empezar tratando viva y exprese viejos traumas.
las segundas; esto condujo a la creación de su clínica de Pa- La directora de la clínica, la psicóloga infantil Ann Ma-
rís, así como de otras en Europa Occidental y Canadá. La rie Saurel, me dijo que el 70 % de sus jóvenes pacientes
edad de los pacientes de la clínica abarca de un mes a doce abandonan la clínica curados o mejorados. A fin de ilus-
años, ' y padecen una amplia variedad de problemas emo- trarlo, me contó el caso de un niño de dieciséis meses lla-
cionales; en cierto sentido, casi todos se parecen: son vícti- mado Claude, que llegó a ella con un espasmo de cabeza
mas de embarazos o partos traumáticos. que hacía que la mantuviera pegada al hombro izquierdo y
Durante la visita que en 1980 realicé a Cagnes-sur-Mer, con una limitación tan poderosa del movimiento del brazo
quedé sorprendido por la escrupulosidad con que el per- izquierdo que apenas podía gatear. El pequeño rehuía
sonal de la ~línica había recreado las experiencias uterina y todo contacto corporal con su madre, a la que esto inquie-
nat.a,l. El objeto central del programa es una pequeña habi- taba tanto como el problema físico. Un detallado historial
taclOn en forma de huevo, donde cada niño se somete a va- del niño reveló que, durante e! octavo mes de embarazo, su
rias sesiones de «renacimiento» o «repaternidad». Todo lo madre se había sometido a una amniocentesis durante la
que.contien~ este espacio singular está destinado a repro- cual la aguja rozó e! lado izquierdo del cuello de Claude.
duclf sensacIones cálidas, tranquilizadoras v uterinas. An- Es to explicaba la actitud protectora que había adoptado
te~ de entrar, el niñ o es masajeado con ac~ite de coco, y con esa parte de su cuerpo así como la grave desconfianza
mI entras está en la habitación se encuentra dentro de una hacia su madre. El niño se recuperó totalmente tras seis
b~ñ~ ra llena y calentada a la temperatura del líquido am- meses de tratamiento en la clínica. La terapia del doctor
l11ÓtiCO. Además, la estancia y el niño están bañados por la Tomatis constituye e! único tipo de tratamiento con méto-
luz ultravioleta que simula la luz que el niño intrauterino dos no verbales que puede ayudar a los niños que padecen
ve cuando su madre toma baños de sol (esta luz puede problemas psicológicos, lo cual, en mi opinión, lo con-
adaptarse al problema concreto del niño en particular: un vierte en un singular progreso sobre los enfoques terapéu-
azul tranquilo si es hiperactivo y un rojo estimulante si es ticos actuales.
apático). Los tanques de aislamiento para adultos popularizados
El sonido es otra característica importante de dichas se- en varias partes de Estados U nidos tienen un parecido su-
siones. ~a grabación de la voz de s~ madre, que durante perficial con e! estanque de renacimiento del doctor To-
cada sesión suena en la estancia, al principio se distorsiona matis. Llenos de agua tibia y de sales de magnesio, aparen-
para in:itar el sonido que tiene en el útero. A medida que e! temente crean una atmósfera uterina para los clientes que
tratamIento avanza, la distorsión se reduce gradualmente pagan quince o más dólares a cambio de! privilegio de flo-
hasta que el niño oye su voz normal. Inmediatamente des- tar en ellos durante una hora. No dudo de que son un lugar
pués de cada ses ión, el pequeño es trasladado al cuarto in- de relax agradable. Sin embargo, su parecido con una
fantil que existe dentro de la clínica, e! cual da a un her- auténtica técnica médica es absolutamente casual.
moso jardín, y se le estimula a jugar, pintar o esculpir. Esta

1. El Dr. T omatis también trata a adu lti)s perturbados en su centro de Paris.

216 217
PEDIATRÍA nes de la unidad, aumento que jamás se materializó. De
hecho, según los investigadores que estudiaban las conse-
Al igual que los obstetras, los pediatras, en las últimas cuencias de la liberalizada política de visitas, las personas
décadas, han avanzado años luz en 10 que a tecnología se más diligentes y minuciosas que entraban en la unidad
refiere. Ahora, dicha tecnología salva rutinariamente a eran las madres de los infantes ... lo cual resulta lógico, ya
prematuros y a infantes enfermos que unos años atrás ha- que eran sus hijos los que corrían riesgos.
brían per~ci?o. Asimismo ha originado un dilema para Una proporción excesiva de los profesionales de la sa-
esta especIalIdad que, en muchos sentidos, es tan doloroso lud que dirigen dichas unidades aun da prioridad a una ad-
como el que afrontan los obstetras: el establecimiento de ministración eficaz más que a la salud emocional de los
unidades de cuidados intensivos para neonatos ha creado pacientes. Según una investigación reciente, sólo un tercio
sus propios riesgos. Los estudios demuestran que, mien- de las unidades de Estados Unidos acepta en la actualidad
tras está aislado, el niño es propenso a desarrollarse con a los padres. Hace poco conocí el caso del hijo de una jo-
rr:~s lentitud, s.i bi~n esos riesgos palidecen en compara- ven madre que, por desgracia, no se encontraba en una de
ClOn con el alejamIento que la separación, obligada a ve- esas unidades de fácil acceso. Nacido antes de los siete me-
ces, produce en padres e hijos. Como ya he dicho, la inte- ses, fue trasladado inmediatamente a una unidad y perma-
rrupción del mecanismo del vínculo puede influir en la neció aislado en ella durante varias semanas mientras se
actitud de la mujer hacia su hijo ... y el aislamiento en una debatía entre la vida y la muerte. La mayor parte de ese
unidad representa una interrupción en gran escala. No es tiempo, su madre permaneció en la recepción de la unidad.
extraño que el porcentaje de malos tratos a niños y -seo-ún Cuando, al fin, pudo llevarse a casa a su hijo, tardó sema-
·
datas provel11entes b
de la Unión Soviética-la tasa de los da- nas en aprender a tratarle como si fuera un bebé normal.
dos en adopción sean significativamente superiores entre Esto no es necesario. Los padres pueden y deben insistir en
los prematuros que entre los bebés llegados a término. participar en los cuidados de sus prematuros aunque éstos
Puesto que estos problemas surgen claramente de la se- estén en una unidad. Es de esperar que la tendencia hacia
paración que las unidades de cuidados intensivos impo- una mayor participación de la madre en la asistencia de su
nen a la madre y al niño, la solución evidente es abrir las prematuro, incluso mientras está en la incubadora o en el
p.uertas de las unidades a los padres, a fin de que hagan vi- respirador mecánico, sea apoyada por pediatras, neonató-
sItas regulares. Todas las pruebas disponibles muestran lagos y demás personas que se ocupan del tratamiento de
que, en tal caso, a las madres y a los niños les iría mejor. prematuros.
Como ya he dicho, una investigación reciente descubrió No obstante, la gestante siempre debe recordar que
que los prematuros que habían sido visitados y acariciados quizá necesite una cesárea y/o dé a luz a un prematuro. Por
de manera regular presentaban un coeficiente de inteli- lo tanto, además de organizar el tipo de parto que desea,
gencia significativamente superior al de los pequeños que debe cerciorarse de que la unidad de cuidados intensivos a
se habían mantenido aislados. Además, el aislamiento no la que su hijo prematuro sería trasladado tenga una polí-
tiene justificación clínica. Cuando la unidad de la Univer- tica liberal en lo que se refiere a visitas y a relaciones con el
s~dad de Stanford se ~brió a los padres, los pediatras supu- niño. Si esta preocupación no se toma antes del alumbra-
SIeron que se prodUCIría un aumento de la tasa de infeccio- miento, puede ocurrir que, más adelante, la madre no esté
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e~ condiciones de acceder a su prematuro. Mis comenta- como los padres. El infante incapaz de frenar su propio
nos sobre los prema.turos también se aplican a los bebés motor de carreras se siente desvalido y fuera de control.
enfermos, en ~l sentIdo de que no deben escatimarse es- Simultáneamente, sus padres se inquietan porque no pue-
fuerzos para. ofrecer muchas op?rtunidades de que los pa- den calmarlo.» En lugar de dar tranquilizantes al niño y a
dres se relacIOnen. con ellos, a fm de profundizar el desa- la madre, los clínicos deberían hablar con ella y ayudarla a
rrollo de la ad?eslón pa.dres-hijos y de que se beneficien comprender y afrontar las necesidades concretas de ese
tanto las necesIdades fíSIcas y emocionales del niño como niño, al tiempo que le aseguran que su problema es transi-
las de los progenitores. torio y tratable.
E! doctor Jus~i.?
c. Call -profesor y jefe de psiquiatría Al principio de este libro cité la investigación sobre las
del ~nfan.te, ellllno y el adolescente de la Universidad de consecuencias de poner una cinta con la grabación de los
C~ltforll1a, en Irvine- sostiene que, a la edad de seis meses, sonidos cardíacos maternos en la sección de recién naci-
el, m~ante es capaz de sentir depresión en respuesta a una dos de un hospital. Como se recordará, el grupo expuesto
perdIda como la separación permanente de su madre; lógi- a los sonidos cardíacos maternos ganó más peso y dormía
camente, estoy de acuerdo con esta afirmación. El infante más (actividades evidentemente interrelacionadas) que el
expresa su depresión mediante trastornos del sueño pro- grupo de control. ¿Existe algún motivo por el cual este
ble~as gastroint~st~nales, como negarse a comer, vó:nitos procedimiento tan simple no pueda adoptarse a escala
y dI~rrea, y re~raI~l1lent? de las personas. Espero que más universal?
pedIatras y 'psI9~latras mfantiles reconozcan estos sínto- La doctora Michele Clements, del City of London Ma-
mas como mdlcIOs de un problema emocional y traten ternity Hospital, informó del caso de un bebé que, tras un
consecuentemente al niño. nacimiento difícil y a pesar de todos los intentos clínicos
Algunos problemas de conducta son pronosticables en corrientes por revivirle, no respiraba. Desesperada, co-
la etapa prenatal y pueden aparecer inmediatamente des- nectó su cinta de «música uterina» que por casualidad te-
p~é.s del parto, c~mo ocurre con los hijos de madres alco- nía a mano, y el bebé boqueó milagrosamente y comenzó a
noltcas ~ drogadIctas. AsiI?ismo, los bebés cuyas madres respirar. .
han sufnd? una grave t,enslón. -~omo ya he dicho en capí- La misma cinta, producida comercialmente por un
tulos antenores- debenan reCIbIr una atención especial en científico japonés, también es utilizada por la doctora
el período posnatal inmediato. Todo bebé que se retrae Clements para someter a prueba la audición del recién na-
cuando le cogen en brazos, que llora constantemente y cido. Basándonos en lo que ahora sabemos sobre la impor-
q u~ n.o aumenta de peso, podría estar comunicando su tancia del vínculo y el papel que la madre desempeña en
aflIccIón emocional por esos cauces. este proceso, por el bien del niño es absolutamente im-
La hiperacti~idad a .menudo se inicia en el útero, y la prescindible reconocer cualquier problema auditivo que
mad~e d~ este tIpO de ~Iño puede decir que, antes de nacer, pueda tener. El mismo criterio se aplica a las deficiencias
e! chIqUIllo era un «agItado s,alvaje» y que jamás le permi- visuales. En ese período, casi nadie controla la visión y la
tIa descansar. El doctor Regmald S. Lourie decano de la audición del niño hasta que, alrededor de los dieciocho
Fa~u~tad de Medicina de Irvine, afirma: «S¡' esta pauta de meses o más tarde, surgen complicaciones gra\·es. Aun-
actiVIdad no se reconoce y se trata, sufren tanto el niño que, en sí mismo, éste no es un problema psicológico, sin
220 221
duda puede influir rápidamente en el modo en que el in- regirán su vida, el niño necesita la atención, el apoyo y el
fa nte percibe su mundo y la forma en que reacciona o deja nutrimiento de la madre. El mejor modo de proporcionár-
de reaccionar ante éste, con los consecuentes cambios ne- selos consiste en una larga excedencia por embarazo que
gativos en la ac titud de los padres y de los demás hacia el abarque el último trimestre (la mujer que trabaje en una
niiio. Si el bebé no nos mira ni se vuelve hacia nosotros atmósfera ruidosa o cargada de ansiedad debe dejar de ha-
cuando le hablamos, acabaremos por considerarle raro, cerlo lo antes posible) y el primer año después del parto.
retraído, difícil, ete., y empezaremos a tratarle de manera Comprendo que es mucho tiempo y que muchas mujeres,
distinta. A largo plazo, esto se convertirá en una profecía por motivos económicos y de otro tipo, no están dispues-
q ue por su propia naturaleza contribuye a cumplirse: el tas a aceptarlo. En tales casos, no se deben escatimar es-
niño que comenzó con un problema físico también aca- fuerzos para dar en calidad lo que se pierde en cantidad de
bará c?n un trastorno emocional. Se trata de un campo tiempo. Un uso acertado y meditado de las noches y los fi-
9ue eX.lge la est~echa cooperación de pediatras, psiquiatras nes de semana puede contribuir en gran medida a satisfa-
mfantdes, audlólogos y padres muy observadores. cer las necesidades del niño. Un número cada vez mayor
Si se sospecha que el bebé puede tener el más leve de los de padres también dedican tiempo a sus hijos durant.e los
problemas, hay que hablar con el médico. Sé de muchas primeros años. A la luz de lo que hasta ahora hemos dIcho,
madres y padres que no quieren «molestar» al médico con veo que todo apunta a que esta tendencia persista. .
«temores imaginarios». Mas se le debe molestar. Ése es el La preocupación primordial -para padres, médICOS,
trabajo del médico y por hacerlo se le paga bien. Si se trata educadores, para todos nosotros- debería ser la crianza de
de la salud de un hijo, hay que actuar como una fiera y no un nili.o sano. Nuestras esperanzas, nuestros sueños y
como un ratón. nuestro saber colectivo residen en él; él es nuestro futuro,
y para que sea un futuro libre de la espantosa confusión y
los sufrimientos innecesarios que tan a menudo han afec-
EMBARAZO Y TRABAJO tado nuestro pasado, ese niño debe ser tratado con el amor
y el respeto que todo ser humano merece.
El trabajo se ha convertido en una realidad para millo-
nes de mujeres, si bien, a diferencia de sus colegas varones
en las fábricas y oficinas, a menudo se ven acosadas por las
demandas opuestas de maternidad y empleo. Aunque la
mayoría de las mujeres acomodan con admirable destreza
ambas responsabilidades, la nueva conciencia que tene-
mos so bre la sensibilidad y capacidad del infante y del
niño intrauterino añade una dimensión adicional a los dos
cometidos; los tres últimos meses de embarazo y el primer
a~o después .de~ nacimiento representan un período de rá-
pIdo aprendIzaje para el niño. A medida que comienzan a
formarse los imperativos psicológicos y emocionales que

222
ÍNDICE

Prefacio 7
1. La vida secreta del niño intrauterino 11
II. Los nuevos conocimientos 29
III. El yo prenatal . . . . . . . . . 51
IV. El vínculo intrauterino . . . . 73
V. La experiencia del nacimiento 97
VI. La formación del carácter . . 119
VII. La celebración de la maternidad 131
VIII. El vínculo vital .. . . . . . . . 151
IX. El primer año . . . . .. . . . . 171
X. Recuperación de recuerdos tempranos 191
XI. La sociedad y el niño intrauterino 201

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