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Asamblea
10 de Noviembre de 2018
PREVIO A LA ASAMBLEA:
Realizar un trabajo previo con los Grupos y gente de la Comunidad, explicando cuál es la pretensión
del Consejo de cara a la Asamblea. Para ello, habrá que difundir un escrito, donde expresemos
brevemente que reconocemos que no estamos bien pero queremos salir adelante y, para ello
queremos conocer las dificultades existentes. Hay que poner especial énfasis que la Asamblea es el
momento para expresarlo e intentar reconducir la situación.
Ante este nuevo curso que comienza, un año más recibimos la llamada e invitación a seguir
caminando. Para ello nos reuniremos en la Asamblea de la Unidad Pastoral, el 10 de
noviembre de 2018 a las 10.00 h en los locales de Jesucristo Resucitado.
Si todos los años es importante acudir, este curso es más importante, puesto que vamos a
hablar y tratar nuestro futuro como Unidad Pastoral.
Debido a la situación vivida lo largo del último curso, creemos que es conveniente que todos
nosotros acudamos para hablar serena y sinceramente de cómo estamos y cómo nos
encontramos, y así tratar de unificar y avanzar en el camino de la Unidad ya iniciado.
Todo ello sin olvidarnos del objetivo anual de la Diócesis, la Iglesia Samaritana.
ESTRUCTURA ASAMBLEA:
▪ 10.00 h- Acogida.
▪ 10.15 h- Oración.
▪ 10.30 h- Presentación de la Asamblea.
▪ 10.45 h- Mesas.
▪ 11.30 h- Descanso
▪ 11.45 h- Conclusiones: diálogo, pinceladas de horizonte (ideas a desarrollar) y enlazar con el
objetivo diocesano (Iglesia Samaritana).
De cara a la Unidad: qué debemos hacer y quienes estamos dispuestos.
De cara a la Iglesia Samaritana, qué vamos a hacer para fortalecer a los más débiles.
▪ 13.15 h- Ruegos y preguntas. Informaciones de interés.
▪ 13.45 h- Oración final y bendición.
▪ 14.00 h- Comida.
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Asamblea
10 de Noviembre de 2018
ESTRUCTURA ASAMBLEA:
1. ACOGIDA.
2. ORACIÓN.
3. PRESENTACIÓN DE LA ASAMBLEA.
“Desde el corazón del Evangelio reconocemos la íntima conexión que existe entre evangelización y
promoción humana, que necesariamente debe expresarse y desarrollarse en toda acción evangelizadora. La
aceptación del primer anuncio, que invita a dejarse amar por Dios y a amarlo con el amor que Él mismo nos
comunica, provoca en la vida de la persona y en sus acciones una primera y fundamental reacción: desear,
buscar y cuidar el bien de los demás” (EG 178)
Jesús se define a sí mismo como Siervo, y, a su vez, toda persona cristiana se define como servidora (Jn 13,
1-15; 2Cor 8,9; Filip 2,7-8). Jesús llama a los discípulos y discípulas de todos los tiempos a servir. Es
nuestro modo de proceder a la hora de construir el Reino de Paz y Justicia que el Evangelio nos anuncia.
Muchas veces descubrimos está llamada en el rostro de la persona empobrecida y en nuestra actitud ante
ella; otras, en los trabajos callados y aparentemente intranscendentes de nuestra comunidad. También
expresamos nuestra vocación de servicio trabajando por la justicia y la paz; transmitiendo esperanza;
identificándonos con las inquietudes de los que tenemos cerca.
4. MESAS.
Plantear la Asamblea de forma dinámica, participativa y como lugar donde expresar las inquietudes.
La dinámica será a través de mesas de diálogo. Para ello, hacer diferentes grupos, que tendrán que
pasar por las mesas planteadas (dos temas diferentes), para dialogar, plasmar necesidades, etc.
En cada mesa de diálogo habrá una persona responsable encargada de recoger todo para luego
ordenarlo y darle forma, además de un pequeño texto, que nos introduzca y concrete sobre el tema a
tratar.
Abrirnos a la esperanza:
Sin esperanza es difícil crear nada. Una persona sin esperanza es una persona muerta.
Sin esperanza no se puede ser cristiano, porque una característica del ser cristiano es la
esperanza. En los momentos difíciles necesitamos la esperanza para avanzar, crear,
ilusionar…
Abrirnos a la alegría:
Una comunidad que no transmite alegría es una triste comunidad.
La alegría es un sentimiento que se experimenta cuando algo provoca felicidad o júbilo.
Lo habitual es que la alegría se exteriorice mediante gestos, acciones o palabras.
Cuando una persona tiene alegría, se siente plena ya que vive un momento agradable o
placentero. Por eso, puede decirse que los seres humanos desarrollan una tendencia a
realizar aquello que, de una forma u otra, les provoca alegría. Dicha acción genera
bienestar por sí sola.
Se ha demostrado que la alegría tiene efectos positivos para la salud. El estrés también es
una de las condiciones que se oponen a la alegría y que, por lo tanto, nos vuelve más
débiles e intensifica los dolores. En otras palabras, la alegría es algo que debemos
perseguir y procurarnos a cada paso, en lugar de esperarla de forma pasiva. Se trata de
un compromiso con nosotros mismos que nunca deberíamos desatender, ya que las
ventajas de estar alegre son innegables y también afectan a los que nos rodean: la alegría
nos vuelve más productivos, ya que nos pone en un estado en el cual la vida parece tener
más sentido, de manera que nuestros objetivos son más prometedores.
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5. DESCANSO
Si llevamos a cabo esto seremos una Iglesia samaritana, estaremos más cerca unos de otros sobre todo de
los pobres. Este es el objetivo para este año para la Diócesis.
9. COMIDA.
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ORACIÓN- OTOITZA
1. Canto
2. Lectura
“Cada uno por su camino”, dice el Concilio. Entonces, no se trata de desalentarse cuando uno
contempla modelos de santidad que le parecen inalcanzables. Hay testimonios que son útiles para
estimularnos y motivarnos, pero no para que tratemos de copiarlos, porque eso hasta podría
alejarnos del camino único y diferente que el Señor tiene para nosotros. Lo que interesa es que cada
creyente discierna su propio camino y saque a la luz lo mejor de sí, aquello tan personal que Dios ha
puesto en él (cf. 1 Co 12, 7), y no que se desgaste intentando imitar algo que no ha sido pensado para
él. Todos estamos llamados a ser testigos, pero “existen muchas formas existenciales de testimonio”.
De hecho, cuando el gran místico San Juan de la Cruz escribía su Cántico Espiritual, prefería evitar
reglas fijas para todos y explicaba que sus versos estaban escritos para que cada uno los aproveche
“según su modo”. Porque la vida divina se comunica “a unos en una manera y a otros en otra” (GE 12).
Mientras estaba comiendo con ellos, les mandó que no se ausentasen de Jerusalén, sino que
aguardasen la Promesa del Padre, «que oísteis de mí: Que Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis
bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días»…. Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que
vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines
de la tierra».
Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las
oraciones. Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común; vendían sus posesiones y sus
bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno. Acudían al Templo todos los
días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento
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10 de Noviembre de 2018
con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El
Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se habían de salvar.
Pedro le dijo: «No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te doy: en nombre de Jesucristo, el Nazoreo,
ponte a andar».
Ó:
Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y
conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor. En esto se manifestó el
amor que Dios nos tiene; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de
él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos
envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. Queridos, si Dios nos amó de esta manera,
también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos
a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. En esto
conocemos que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.
3. Secuencia de Pentecostés